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HORA SANTA I DE ABRIL

 Exposición del Santísimo Sacramento


 Canto: Jesús esta vivo

Tanto amó Dios al mundo


Que a su único Hijo, Él entregó
Para que todo aquel que crea en Él
No muera mas tenga vida eterna
¡Jesús está vivo!, ¡Jesús está vivo!
Es el pan de vida, bajado del cielo
¡Jesús está vivo!, ¡Jesús está vivo!
Su sangre me sana y sacia mi alma
Está vivo
Está presente
Mi Dios es real
Y yo le adoro reverente

Todos: Señor ten piedad de nosotros (2)


Cristo ten piedad de nosotros (2)
Señor ten piedad de nosotros (2)
ORACION (TODOS) Salmo (104)

¡Den gracias al Señor, invoquen su Nombre,


hagan conocer entre los pueblos sus proezas;
2 canten al Señor con instrumentos musicales,
pregonen todas sus maravillas!
¡Gloríense en su santo Nombre,
alégrense los que buscan al Señor!
¡Recurran al Señor y a su poder,
busquen constantemente su rostro;
recuerden las maravillas que él obró,
sus portentos y los juicios de su boca!

ESCUCHEMOS HERMANOS EL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN JUAN 8, 51-59


TODOS: Gloria a ti Señor.
Jesús dijo a los judíos: “Les aseguro que el que es fiel a mi palabra, no morirá
jamás”. Los judíos le dijeron: “Ahora sí estamos seguros de que estás endemoniado.
Abraham murió, los profetas también, y tú dices: ‘El que es fiel a mi palabra, no morirá
jamás’.
¿Acaso eres más grande que nuestro padre Abraham, el cual murió? Los profetas
también murieron. ¿Quién pretendes ser tú?”. Jesús respondió: “Si yo me glorificara a mí
mismo, mi gloria no valdría nada. Es mi Padre el que me glorifica, el mismo al que
ustedes llaman ‘nuestro Dios’, y al que, sin embargo, no conocen. Yo lo conozco y si
dijera: ‘No lo conozco’, sería, como ustedes, un mentiroso. Pero yo lo conozco y soy fiel
a su palabra.
Abraham, el padre de ustedes, se estremeció de gozo, esperando ver mi Día: lo vio y se
llenó de alegría”.
Los judíos le dijeron: “Todavía no tienes cincuenta años ¿y has visto a Abraham?”. Jesús
respondió: “Les aseguro que desde antes que naciera Abraham, Yo Soy”. Entonces
tomaron piedras para apedrearlo, pero Jesús se escondió y salió del Templo.
Palabra del Señor.
GLORIA A TI SEÑOR JESUS.
 SILENCIO PARA MEDITACION DE LA PALABRA QUE ACABAMOS DE ESCUCHAR
5 MIN.
 MEDITACION
El Evangelio de Juan, en general, llega hasta muy lejos para ayudarnos a creer que
Jesús no solo viene de Dios, sino que es Dios. El final del capítulo 8, que leemos hoy,
llama la atención sobre las grandes dificultades que tenían las autoridades para creer
esto. En cambio, la gente corriente se concentraba en sus milagros y los aceptaba como
provenientes de la mano de Dios.
El Evangelio de hoy destaca la diferencia entre la manera de Dios y la manera de las
autoridades. La manera divina de mirar las cosas es el profundo significado que Jesús
trae a la vida. Su declaración: “Antes de que Abrahán existiera, yo existo” destaca esta
diferencia. Pídele a Jesús que te ayude a creer en su encarnación, mientras Él nos da el
regalo de sí mismo a nosotros/as.

Jesús destaca la importancia de perseverar en su Palabra. Aquél que lo hace, demuestra


que es un fiel seguidor de Él. Significa poseer la verdad – o ver las cosas como Dios las
ve. También significa ser libre – de todas las oscuras decepciones. Hay mucho que
reflexionar sobre esto.

Los que escuchaban a Jesús les extrañaba lo de llegar a ser libres, ya que pensaban
que nunca habían sido esclavos. La respuesta de Jesús se aplica a todos nosotros: “todo
el que vive en el pecado es un esclavo del pecado”. El mayor pecado es no aceptarlo a
Él, el Hijo de Dios.

Jesús señala a los judíos que, aunque consideran a Abraham como su padre espiritual,
no actúan como Abraham. Ellos no podían entender que Jesús había sido enviado por el
Padre, y todo lo que eso significaba.

CANTO: Yo soy el pan de vida


Yo soy el Pan de Vida
El que viene a mí no tendrá hambre
El que crea en mí no tendrá sed
Nadie viene a mí, si el Padre no lo llama

Yo lo resucitaré
Yo lo resucitaré
Yo lo resucitaré

En el día final
El Pan que Yo les daré
Es mi Cuerpo, vida para el mundo (Vida del mundo)
El que siempre coma de mi Carne (El que coma de mi carne)
Tendrá vida eterna (Tendrá vida eterna)
Tendrá vida eterna

Yo lo resucitaré
Yo lo resucitaré
Yo lo resucitaré

En el día final
Mientras tú no comas
El cuerpo del Hijo del Hombre
Y bebas de su sangre
Y bebas de su sangre
No tendrá vida Él en Ti

Yo lo resucitaré
Yo lo resucitaré
Yo lo resucitaré
En el día final

 PRECES COMUNITARIAS
 Para que la Iglesia se consolide y fortalezca por la presencia del Espíritu Santo y
anuncie sin cesar a todos los pueblos el alegre mensaje la esperanza futura,
roguemos al Señor

 Para que se afiance los lazos de acercamiento y cooperación entre las naciones,
venciendo odios y violencias, roguemos al Señor

 Para que el Señor mire con bondad a los pecadores, libre a los cautivos por causa
de la justicia, conforte a los emigrantes, roguemos al Señor.

 Para que el Señor acoja a los que murieron por la guerra en ucrania y les dé el
descanso eterno, roguemos al Señor.

 Para que todos los que celebramos la Eucaristía mantengamos el amor que Dios
ha derramado en nuestro corazón, roguemos al Señor.
 PLEGARIA:
PROTEGE, DIOS DE BONDAD, CON MANO PODEROSA AL PUEBLO QUE IMPLORA TU
MISERICORDIA, PARA QUE OBTENGA ALIVIO Y CONSUELO EN LA VIDA PRESENTE Y
ALCANCE EL GOZO ETERNO.
POR JESUCRISTO NUESTRO SEÑOR.
- Y DECIMOS
- PADRE NUESTRO
- AVE MARIA
- GLORIA
CANTO: Dame un nuevo Corazón

Dame un nuevo corazón, que te alabe noche y día;


dame un nuevo corazón, y que seas tú mi guía;
dame un nuevo corazón, y que sea morada tuya;
dame un nuevo corazón, dame un nuevo corazón, Aleluya.

Quiero amarte mi Señor, porque estoy agradecido;


ya me diste salvación, y es un Don inmerecido;
me cambiaste el corazón, y me diste nueva vida.
¡Oh! Qué hermoso amar a Dios
¡Oh! Qué hermoso amar a Dios Aleluya.

Quiero serte fiel Señor, por el don que tú me has dado;


por tu gracia y tu bondad, tu nombre es glorificado;
me propongo a tí servir, porque a mí tú me has amado;
hoy te doy mi gratitud, hoy te doy mi gratitud. Aleluya.

Cuán bello es en tí confiar, nuestras penas y desvelos;


la angustia pronto se va, y en tí hallamos el consuelo;
por el grande amor de Dios elevo mi canto al cielo.

Ya es de Dios mi corazón, ya es de Dios mi corazón. Aleluya.

ORACION FINAL (TODOS)


Te lo pedimos Padre en la presencia poderosa del Espíritu Santo y en el nombre de
Jesucristo Nuestro Señor. Amén. Gloria al Padre, Gloria al Hijo y Gloria al Espíritu Santo,
como era en el principio por los siglos de los siglos. Amen.

 RESERVA DEL SANTISIMO SACRAMENTO


HORA SANTA II DE ABRIL
 Exposición del Santísimo Sacramento
Canto: Pan transformado
Pan transformado en el Cuerpo de Cristo
Vino transformado en la Sangre del Señor.

EUCARISTÍA MILAGRO DE AMOR


EUCARISTÍA PRESENCIA DEL SEÑOR. (2)

Cristo nos dice tomen y coman


este es mi cuerpo que ha sido entregado.

Cristo en persona nos viene a liberar


de nuestro egoísmo y la división fatal.

¡Oh gran invento de Cristo sabio y bueno


para alimentarnos con su Sangre y con su Cuerpo!

Con este Pan tenemos vida eterna


Cristo nos invita a la gran resurrección.

Este alimento renueva nuestras fuerzas


para caminar a la gran liberación.

Cuando comulgamos nos unimos al Señor,


formamos todos juntos la familia del amor.

En la familia de todos los cristianos


Cristo quiere unirnos en la paz y en el amor.

Palabra hecha pan que nutre la confianza


en la promesa de que Tú estás con nosotros.

Pan que nos da entusiasmo y valentía


para predicar tu Evangelio a todo el mundo.
Todos: Señor ten piedad de nosotros (2)
Cristo ten piedad de nosotros (2)
Señor ten piedad de nosotros (2)

ORACION (TODOS)
Señor Jesús, queremos velar contigo, queremos estar junto a ti. Quizá no se nos ocurran
muchas cosas, pero queremos estar, queremos sentir tu amor, como cuando nos
acercamos a una hoguera, queremos amarte, queremos aprender a amar. Lo importante
es estar abiertos a tu presencia. Y agradecer, alabar, suplicar. Y callar, escuchar, no
decir nada, simplemente estar. Acógenos como discípulos que quieren escuchar tus
palabras, aprender de ti, seguirte siempre. Acógenos como amigos. Y haz de nosotros
también tus testigos, testigos del amor. Señor Jesús, toca esta noche nuestro corazón,
danos tu gracia, sálvanos, llénanos de la vida que sólo tú puedes dar. Noche santa ésta
de Jueves Santo. Jesús se da por mí, y, también por ti, por cada uno, sufre hasta el
punto de derramar gotas de sangre. Horas decisivas de nuestra Redención. Por eso no
queremos dejarle solo. En esta historia de amor, junto a Jesús, el actor principal,
estamos también cada uno de nosotros. Penetremos en este amor hasta abismarnos en
él, contemplemos el rostro de Cristo y adentrémonos en el misterio de abandono y lucha
interior que culmina en una entrega confiada y pura fe a la voluntad del Padre. Acojamos
su don, su ofrenda, su despojamiento y acompañémosle en silencio, uniéndonos a su
sacrificio redentor y dejándonos quemar por el fuego de su Corazón en amor al Padre y
a los hombres.

ESCUCHEMOS HERMANOS EL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN JUAN 13, 1-15


TODOS: Gloria a ti Señor.

Antes de la fiesta de Pascua, sabiendo Jesús que le había llegado la hora de salir de
este mundo para ir al Padre, como había amado a los suyos que quedaban en el mundo,
los amó hasta el extremo. Estaban comiendo la cena y el diablo ya había depositado en
el corazón de Judas Iscariote, hijo de Simón, el propósito de entregarle. Jesús, por su
parte, sabía que el Padre había puesto todas las cosas en sus manos y que había salido
de Dios y que a Dios volvía. Entonces se levantó de la mesa, se quitó el manto y se ató
una toalla a la cintura. Echó agua en un recipiente y se puso a lavar los pies de los
discípulos; y luego se los secaba con la toalla que se había atado. Cuando llegó a Simón
Pedro, éste le dijo: "¿Tú, Señor, me vas a lavar los pies a mí?" Jesús le contestó: "Tú no
puedes comprender ahora lo que estoy haciendo. Lo comprenderás más tarde". Pedro
replicó: "Jamás me lavarás los pies". Jesús le respondió: "Si no te lavo, no podrás tener
parte conmigo". Entonces Pedro le dijo: "Señor, lávame no sólo los pies, sino también las
manos y la cabeza". Jesús le dijo: "El que se ha bañado, está completamente limpio y le
basta lavarse los pies. Y ustedes están limpios, aunque no todos". Jesús sabía quién lo
iba a entregar, por eso dijo: "No todos ustedes están limpios". Cuando terminó de
lavarles los pies, se puso de nuevo el manto, volvió a la mesa y les dijo: "¿Comprenden
lo que he hecho con ustedes? Ustedes me llaman Maestro y Señor, y dicen bien, porque
lo soy. Pues si yo, siendo el Señor y el Maestro, les he lavado los pies, también ustedes
deben lavarse los pies unos a otros. Yo les he dado ejemplo, y ustedes deben hacer
como he hecho yo."
Palabra del Señor.
GLORIA A TI SEÑOR JESUS.
 SILENCIO PARA MEDITACION DE LA PALABRA QUE ACABAMOS DE ESCUCHAR
5 MIN.
 MEDITACION
En estos momentos de silencio, imagino a Jesús visitándome, conversando y después
pidiendo un lavatorio con agua y una toalla. Yo le pregunto “¿Por qué?” Me responde:
“¡Comprenderás más tarde!” ¿Puedo permitirle que se arrodille y lave mis pobres pies,
tal como estaban? ¿Me emociono – tal vez hasta las lágrimas - por lo que hace?
Probablemente nadie me ha hecho esto desde que era niño.
Después de un silencio, Él explica que el mismo vive del servicio amoroso y humilde, y
que quiere que yo, como sus discípulos, copiemos lo que me ha hecho. Le pido que me
muestre, día a día, quiénes necesitan mi ayuda. Siempre que sirvo a los demás lo traigo
conmigo.
Jesús amaba a los suyos, especialmente a sus discípulos, hasta el final. Lo demostró de
una manera destacada, honrándolos al lavarles los pies. Extrañamente, esta escena
habitualmente se le relaciona con la Eucaristía.
Le dice a sus discípulos que si no se los lava, no podrán formar parte o comunidad con
él. Esta comunidad es recordada en la Eucaristía. El lavado se realiza para que puedan
estar plenamente unidos a él. Es el principio de algo mayor. La simple oración
“Límpiame, oh Señor” es muy útil.
Jesús es tanto Maestro y Señor y debe ser considerado como tal. Sin embargo, es un
humilde servidor. Sus discípulos necesitan ser iguales, sabios y siempre serviciales.

CANTO: Si conocieras como te amo


Si conocieras como te amo, si conocieras como
te amo, dejarías de vivir sin amor. Si conocieras
cómo te amo, si conocieras como te amo dejarías
de mendigar cualquier amor.
sí conocieras, como te amo., como
te amo serias más feliz.
sí conocieras como te busco, si conocieras
como te busco dejarías que te alcanzara mi voz.
si conocieras como te busco, si conocieras
como te busco dejarías que te hablara al
corazón, si conocieras, como te busco,
como te busco escucharías más mi voz.
si conocieras como te sueño me preguntarías
lo que espero de ti. si conocieras como te
sueño buscarías lo que no pensaba para ti.
si conocieras como te sueño, como te sueño
pensarías más en mí.
 PRECES COMUNITARIAS

A cada invocación responderemos:  Santifica, Señor, al pueblo que redimiste con tu


sangre

. Redentor nuestro, concédenos que, por la penitencia, nos unamos más plenamente a
tu pasión, para que consigamos la gloria de la resurrección.  
 Santifica, Señor al pueblo que redimiste con tu sangre.

Concédenos la protección de tu Madre, consuelo de los afligidos, para que podamos


confortar a los que están atribulados, mediante el consuelo con que Tú nos confortas.
 Santifica, Señor, al pueblo que redimiste con tu sangre.

Haz que tus fieles participen en tu pasión mediante los sufrimientos de su vida parque se
manifiesten en ellos los frutos de tu salvación.
 Santifica, Señor, al pueblo que redimiste con tu sangre.

Tú que te humillaste, haciéndote obediente hasta la muerte, y una muerte de cruz,


enseña a tus fieles a ser obedientes y a tener paciencia.
 Santifica, Señor, al pueblo que redimiste con tu sangre.

Haz que los difuntos sean transformados a semejanza de tu cuerpo glorioso y a nosotros
danos un día parte en su felicidad.
 Santifica, Señor, al pueblo que redimiste con tu sangre.
 PLEGARIA:
¡Oh Señor nuestro Sacramentado! Míranos aquí en tu adorable presencia. Venimos a
bendecirte y alabarte en unión de los ángeles que invisiblemente rodean esa Hostia
Divina. Venimos a consagrarte esta Hora Santa, gozándonos de estar aquí, en tu
acatamiento, a gustar de tu compañía y a conversar contigo, que tienes palabras de
vida eterna. Amen.

 Y DECIMOS
 PADRE NUESTRO
 AVE MARIA
 GLORIA

CANTO: Un mandamiento nuevo


Un mandamiento nuevo nos da el Señor
Que nos amemos todos como Él nos amó
La señal de los cristianos
Es amarse como hermanos
Un mandamiento nuevo nos da el Señor
Que nos amemos todos como Él nos amó
El que no ama a sus hermanos
No se acerque a este convite
Un mandamiento nuevo nos da el Señor
Que nos amemos todos como Él nos amó
Perdonemos al hermano
Como Cristo nos perdona
Un mandamiento nuevo nos da el Señor
Que nos amemos todos como Él nos amó
Lo que hacemos al hermano
A Dios mismo se lo hacemos
Un mandamiento nuevo nos da el Señor
Que nos amemos todos como Él nos amó
En la vida y en la muerte
Dios nos ama para siempre
Un mandamiento nuevo nos da el Señor
Que nos amemos todos como Él nos amó
Es cristiano aquel que sirve
Con amor y en alegría
Un mandamiento nuevo nos da el Señor
Que nos amemos todos como Él nos amó
ORACION FINAL (TODOS)
Señor Dios Todopoderoso, que para gloria tuya y salvación de los hombres constituiste a
Cristo sumo y eterno sacerdote, concede al pueblo cristiano, adquirido para Ti por la
sangre preciosa de Tu Hijo, recibir en la Eucaristía, memorial del Señor, el fruto de la
pasión y resurrección de Cristo. Él, que vive y reina contigo por los siglos de los siglos.
Amén.

 RESERVA DEL SANTISIMO SACRAMENTO

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