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ME INVADE LA ROSA, EL SALTO POTRERILLOS

Integrantes: Noelia Rivera, Federico Juárez y Marcos Ruiz

TeCoNa 2° año - 2018

SISTEMAS DE INFORMACIÓN GEOGRÁFICA


Objetivo del trabajo:
Relevamiento de rosa mosqueta en El manantial ubicado en Los Altos Valles de Potrerillos, para un
posible proyecto de control de especies exóticas. Este proyecto nos permitirá manejar esta especie
exótica para evitar o minimizar los impactos que éstas plantas producen o potencialmente pueden
producir sobre los sistemas naturales y/o productivos.

Objetivo general
Hacer más efectivo el manejo de las especies exóticas, proporcionando un marco -de conceptos,
fundamentos y estrategias- organizado, sintético, coherente y aplicable, de modo de contribuir a la
conservación de los valores naturales, culturales y sociales.

Introducción

El movimiento de las especies ha sido uno de los fenómenos que moldearon la historia de la vida en
la Tierra. Caballos, mastodontes y bisontes llegaron desde Siberia a América a través del Estrecho
de Bering, siguiendo probablemente la misma ruta que nuestros antepasados humanos. De manera
similar, América del Norte y del Sur intercambiaron conjuntos completos de especies en los
sucesivos afloramientos y hundimientos del istmo de Panamá. De este modo, la distribución de las
especies en una época determinada ha resultado históricamente del balance entre las migraciones y
extinciones.
Sin embargo la fuerza de distribución global de especies, que cambio la dinámica biogeográfica, es
la querida especie humana. Esta ha transportado especies mas allá de sus limites naturales, unas de
manera voluntaria y otros de manera inadvertida. Por otra parte una conducta frecuente es la de
introducir especies exóticas como parte de proyectos arbitrarios y de dudosa legitimidad, omitiendo
riesgos potenciales. La domesticación de animales y plantas es un rasgo característico de la especie
humana, y en su expansión y distribución hemos transportado con nosotros diversas especies. En
los tiempos recientes debido al comercio, el desarrollo del transporte y la tecnología hemos
provocado invasiones biológicas, pues las especies introducidas generalmente se expanden
descontroladamente trayendo problemas y cambios importantes a los ecosistemas locales.
Provocando así la pérdida y la degradación del hábitat (Vitousek 1990).
Una especie exótica o introducida es aquella que procede de otro hábitat u otra región. Es
importante mencionar que no todas las especies exóticas se convierten en invasoras, y que los
impactos varían en función de la especie y el hábitat
La continua globalización, que conlleva un aumento del comercio, los viajes y el transporte de
mercancías a través de fronteras, ha beneficiado enormemente a muchas personas. Sin embargo
también ha facilitado la propagación de especies exóticas invasoras (EEI), cuyos impactos
negativos son cada vez mayores. Ya se han desarrollado infinidad de instrumentos internacionales,
vinculantes y no vinculantes, para tratar aspectos del problema de las EEI. El más completo es el
Convenio sobre Diversidad Biológica (CDB), según el cual, cada Parte Contratante «impedirá que
se introduzcan, controlará o erradicará las especies exóticas que amenacen a ecosistemas, hábitats o
especies» (artículo 8h).

Antecedentes

Concepto e importancia de las especies exóticas


La distribución de las especies es cambiante y dinámica, pero naturalmente son procesos lentos e
imperceptibles en tiempo humano. Pero las modificaciones provocadas por los humanos pueden ser
muy rápidas y dramáticas. En la actualidad debido al turismo, transporte y actividades comerciales
son responsables de la introducción de especies exóticas (de aquí en adelante EE). Por ejemplo en el
siglo XVII arribaron a Argentina con dos especies muy agresivas de ratas domésticas (Rattus rattus
y Rattus norvegicus) introducidas accidentalmente desde Europa, Asia y África por encontrarse
junto a los cargamentos en los barcos. El gran desarrollo de la comercialización y el transporte de
los últimos 200 años ha resultado en una tasa de introducción de EE que supera por mucho
cualquier proceso natural, logrando que casi ningún área del mundo este libre de EE.
Cuando una EE se vuelve muy abundante y logra reproducirse y expandirse en el lugar donde fue
introducida, se transforma en una especie invasora (desde aquí EI). Las EI son de gran importancia,
desde el punto de vista ecológico, económico y sanitario, pues debido a su abundancia pueden
alterar potencialmente todos los procesos del ecosistema invadido.

Problemas asociados
Las EI pueden competir y desplazara las especies nativas o autóctonas. Existen ejemplos en los
bosques patagónicos al sur del país, la inserción del ciervo colorado europeo introducido para la
caza deportiva, ha desplazado y puesto en riesgo de extinción al huemul, el ciervo nativo de la
región. Así mismo las plantas invasoras también pueden competir con la vegetación nativa,
desplazar especies autóctonas y cambiar completamente la fisonomía de un ecosistema. Además
pueden desencadenar efectos importantes sobre la fertilidad de los suelos, la disponibilidad de agua,
modificación de los regímenes de incendios, reducción del reclutamiento de especies nativas (Mack
et al 2000) y la intensidad de erosión.
En conjunto, los efectos de las invasiones biológicas amenazan la conservación de la biodiversidad
y ponen en riesgo la sustentabilidad de los sistemas dedicados a la conservación, la agricultura y la
industria (Mack et al 2000).

Especie invasora en estudio

Nombre común: Rosa mosqueta


Nombre científico: Rosa rubiginosa y Rosa canina
Familia: Rosaceae
Origen: Europa
Descripción:
Es un arbusto espinoso erguido de 1-2 m de altura. Sus hojas son compuestas con 5-7 folíolos.
Tiene flores blancas o rosado pálidas (R. canina) o bien rosadas (R. rubiginosa) de 3-5 cm de
diámetro. Sus frutos son globosos, carnosos, anaranjados o escarlata de 2-3 cm de largo. Es
utilizada como ornamental y a partir de sus frutos se elaboran mermeladas. Rosa rubiginosa y R.
canina son arbustos deciduos, de altura variable (hasta 3 m). Son nativas de Europa y Asia, y fueron
introducidas en Argentina a comienzos del siglo veinte, probablemente con fines ornamentales y por
las propiedades de sus frutos, que son comestibles y muy ricos en vitamina C, además de que sus
semillas son ricas en aceites utilizados en la industria cosmética (Damascos y Bran 2006, Mack y
Erneberg 2002). Los tallos presentan numerosas espinas curvas. Las hojas son de color verde
brillante con 5-7 foliolos aovados que miden entre 10-25 mm de longitud y 10-25 mm de ancho,
con los márgenes aserrados. En R. rubiginosa, el dorso de las hojas usualmente presenta pelos
simples mezclados con pelos glandulares, y el follaje tiene una fragancia a manzana como carácter
distintivo. En contraste, R. canina no presenta pelos glandulares y carece de fragancia. Ambas
especies presentan pequeños grupos de flores, rosadas en R. rubiginosa y blancas en R. canina.
Ambas especies son polinizadas por insectos y pueden reproducirse asexualmente por apomixis
(Wissemann y Hellwig 1997; Werlemark 2000). Por cada pistilo se produce una semilla. En ambas
especies los escaramujos (infrutescencias) están compuestos de un receptáculo carnoso que rodea a
los frutos (aquenios). Los escaramujos son de color anaranjado a rojo, ovoides a globosos de 15-20
mm de longitud, y contienen numerosos aquenios, donde la semilla está rodeada por un pericarpio
duro (Damascos y Bran 2006; Aguirre et al. 2009, MacPhail y Kevan 2009). Para su germinación, el
pericarpo de los aquenios debe ser debilitado, lo que usualmente ocurre luego del paso por el tracto
digestivo de los dispersores, y solo puede ser logrado artificialmente con tratamientos de
temperatura. La germinación en condiciones artificiales puede llevar hasta 6 meses
(Werlemark et al. 1995).
Las especies de rosa mosqueta invaden ambientes naturales en varias zonas de Argentina. Sin
embargo, no existen estudios previos sobre la invasión de esta especie en el área de estudio. La
mayoría de los estudios sobre la invasión de rosa mosqueta presentes en la literatura son de la
Patagonia. En esta región, específicamente R. rubiginosa se comporta como una especie intolerante
a la sombra, colonizadora de áreas alteradas en un amplio rango de precipitaciones, en distintos
tipos de vegetación con excepción de las áreas anegadas (mallines) o los bosques de altura
(Damascos y Gallopín 1992). Forma extensos matorrales en los cuales se presenta una riqueza
menor de especies nativas que en las comunidades no invadidas por esta especie. Sin embargo,
existe evidencia de que también actúa como planta nodriza protegiendo a algunas especies leñosas
nativas del ganado (De Pietri 1992; Svriz et al. 2013).
Existen reportes de ocurrencia de estas especies en San Luis (Aguirre et al. 2009), Córdoba
(Zimmermann et al. 2010, Giorgis et al. 2011) y en la Patagonia (Damascos y Bran 2006, Damascos
et al. 2005). En esta región se sabe que estas especies son visitadas por polinizadores nativos
(Morales y Aizen 2006), y que sus frutos son consumidos y dispersados por varias especies de
vertebrados (Damascos et al. 2005). Las plantas de ambas especies florecen durante los meses de
noviembre a diciembre y la maduración de sus infrutescencias carnosas (aquenios uniseminados)
ocurre entre febrero y abril. Las especies de rosa mosqueta presentan periodos de floración y
fructificación más largos y su producción de frutos es más abundante que en las especies nativas
coexistentes (Cavallero y Raffaelle 2010). En R. rubiginosa la producción de frutos se ha estimado
en el orden de 18473±7549 y 22060±8176 semillas/m2 por temporada, considerando tanto áreas de
bosques como de estepas (Bran et al. 2004).
Las plantas de rosa mosqueta tienen floración y maduración de frutos simultánea, pero poseen un
extenso período de diseminación de frutos. Los frutos se liberan gradualmente durante otoño-
invierno y en noviembre, cuando se inicia la floración de la especie, aún permanece en la planta el
5% de los frutos producidos el verano previo (Damascos et al. 2005). Además, por su largo periodo
de fructificación, estas especies comenzaron a ser un nuevo recurso para la fauna durante el
invierno. Las infrutescencias carnosas de la rosa mosqueta son consumidas por diversos animales,
tanto por ganado doméstico como por especies silvestres (ratones, aves, liebres y jabalíes), quienes
facilitan la dispersión de sus semillas. Además, la rosa mosqueta presenta una vigorosa propagación
vegetativa a partir de las raíces, carácter que la hace sumamente agresiva (Damascos et al. 2005).
Además de invadir ambientes naturales, las especies de rosa mosqueta invaden áreas de potencial
agropecuario, disminuyendo su productividad pastoril. En ocasiones, la densidad de mosqueta es
tan alta que los campos quedan inutilizados para la producción de forraje, limitando la presencia de
ganado a estrechas sendas de paso que incluso dañan a los animales (INTA 2016). La erradicación o
control de estas especies es difícil, y se han citado varios métodos. El control mecánico consiste en
el triturado o arrancado de arbustos. Debido a que las plantas deben ser extraídas de raíz, se
recomienda su remoción en etapas tempranas de su establecimiento. Para este tipo de estrategia de
control se ha estimado un costo operativo de U$S 299/Ha (INTA 2016). El control químico requiere
la aplicación localizada (planta por planta) de agroquímicos, con mochila y con un operador
capacitado. Otra alternativa que está siendo ensayada es a través del corte mecánico y tratamiento
del rebrote en cobertura. De los productos disponibles hoy en el mercado para el control químico, el
más usado es una formulación de picloram y Ácido Triclopir. El Glifosato granulado disuelto en
agua también ha demostrado ser eficaz en el control de este arbusto (Lloyd 2014). Por otro lado, se
ha sugerido que la combinación de tratamientos de herbivoría por cabras y la aplicación de
herbicidas podría ser efectiva para el control de la rosa mosqueta (Sage et al. 2009). El manejo con
fuego no es recomendable, ya que la rosa mosqueta tiene la capacidad de rebrotar rápidamente
luego de este tipo de disturbio (Cavallero y Raffaelle 2010).

Marco Legal
Las acciones referidas al manejo de especies exóticas se enmarcan en normativas internacionales,
además de las particulares para cada ANP.
En Argentina la Ley 24.375 ratifica el Convenio Sobre Diversidad Biológica (Río de Janeiro 1992),
que en su Art. 8 “Conservación in situ”, indica que las partes firmantes impedirán que se
introduzcan y controlarán o erradicaran las especies exóticas que amenacen a ecosistemas, hábitat o
especies nativas y establecerán las normativas que fueren necesarias para la protección de los
recursos. Por su parte, la Estrategia Nacional para la Biodiversidad de la Argentina (Resolución
SAyDS No 91/03), trata de manera general la introducción, el control y la erradicación de especies
exóticas.

Contextualización

Venimos de sangre potrerillense décadas caminando la quebradas de las cordilleras que nos rodean
en Los Manantiales, una antigua vega ubicada en los Altos Valles de Potrerillos, una localidad de
Luján de Cuyo. Por esto podemos decir que observamos en nuestro presente muchos caminos viejos
recorridos que hoy en día los encontramos “cerrados” debido a una especie muy particular y
destructiva. Rosa rubiginosa es una especie introducida, de alta capacidad invasiva y resistente al
pastoreo. Se reproduce por semilla o vegetativamente a través de raíces gemíferas. Una
característica importante de esta planta es su capacidad de resiembra a través de los animales que
consumen el fruto y distribuyen la semilla en sus depósitos en sitios alejados de la invasión inicial.
Silenciosamente minuto a minuto sigue avanzando sobre las quebradas de la pre cordillera, siendo
unos de sus principales características invadir y avanzar sobre territorio donde haya cauce de agua
continuamente por efecto de la gravedad como los ríos. El avance de esta plaga no es un proceso
rápido. El problema es que permanece sin ser detectado por muchos años o no se le da la
importancia que tiene. La experiencia demuestra que cuando se transforma en un problema evidente
para los afectados, ya ha adquirido una magnitud tal que hace muy dificultoso y caro su manejo en
los terrenos afectados. Como en el caso de El salto el impacto que tiene sobre el medio ambiente al
competir con las especies nativas en condiciones ventajosas por agua, luz y nutrientes es de gran
importancia para la conservación.

La mejor estrategia debe contemplar prioritariamente el objetivo de impedir que la mosqueta se


instale en las partes del campo libres de la plaga. Por esto debe evaluarse la alternativa de la
extracción mecánica con tractores o animales de tiro, que se realiza más fácilmente en invierno, con
el suelo húmedo y con buenos resultados en general.
La primera medida es determinar la superficie invadida en el establecimiento, midiendo la densidad
de plantas por hectárea y estableciendo áreas clasificadas en cuatro categorías: alta, media, baja y
libre, tratando de determinar el frente de avance del área invadida.

El comienzo del ideal

Nuestro grupo se organizo de tal manera de tener las salida de campo los días de semana
generalmente los días viernes, Se trato de eligir la quebrada de algún cerro de los alrededores que
contuviera como características un cauce de rio. Para eso elegimos el lugar perfecto, una parte del
30% del río manantiales con el río quebrada que concluye uniéndose al rio manantial. Allí
realizamos un track. Con estos datos confeccionamos un plano superpuesto con el plano del campo,
lo que permitió determinar la existencia o no de cuadros libres. Este conocimiento nos permitirá
planificar respecto de estrategia a seguir.

Realizamos 3 salidas al campo, la primera de ellas se realizo en un modo mas de reconocimiento del
área, sus entradas , sus salidas, que camino estaba al descubierto o listo para poder ser transitado
para poder ir marcando e imaginando la linea que realizaríamos en un track para poder mantenerlo
registrado con estas tecnologías como son los GPS. La segunda salida se realizo ya con la idea de
poder ir a recorrer el camino con un GPS o alguna herramienta a la que pudiéramos acceder debido
a nuestro presupuesto. Usamos la app Point to point instalada en nuestro móvil telefónico teniendo
como recurso positivo el de poder obtener señal telefónica ,debido a la instalación de una antena de
señal en el cristo del Manantiales. Realizamos el camino el día empezando desde el cristo del rio
Manantiales hasta la quebrada del manantial siendo una caminata aproximadamente de unas 2 Hs se
realizo en una hora habitualmente para preservar nuestra integridad física, a las 17 hs para volver al
anochecer. Siendo la tercer salida igual o parecida que la segunda realizando el mismo camino igual
pero con una mejor concentración y orden en el uso del material y herramientas

Control químico

En este contexto, el control químico debería, además de ser lo más adecuado según la tendencia,
tener el objetivo de ampliar las áreas libres, frenando el frente de avance y avanzar desde ellas hacia
las áreas de densidad baja y media. El control químico de la mosqueta requiere la aplicación
localizada (planta por planta) de agroquímicos, con mochila y con un operador capacitado. Otra
alternativa que está siendo ensayada es a través del corte mecánico y tratamiento del rebrote en
cobertura. De los productos disponibles hoy en el mercado para el control químico, el más usado es
una formulación de picloram y Ácido Triclopir que se aplica en la parte basal de la planta en una
concentración del 6% de producto comercial en gasoil. También existen datos empíricos del uso de
una formulación de Glifosato granulado disuelto en agua que ha demostrado ser eficaz en el control
de este arbusto, en cuyo caso el tratamiento consiste en cubrir la planta entera en el estado de plena
floración.
Sin embargo defenestramos este método, por considerarlo antiético y falto de compromiso con el
bienestar de la comunidad, pues irrumpe en los mecanismos implicados en la fisiopatología del
cáncer, además de conocerse su alta toxicidad en los sistemas orgánicos y su impacto en la
biodiversidad. No es casualidad que en los pueblos agrícolas se multiplique el hipotiroidismo, el
asma bronquial, los trastornos reproductivos y las enfermedades oncológicas produciendo un
cambio evidente en el patrón de morbilidad y mortalidad. Por esto desaprobamos y desautorizamos
desde nuestro pequeño lugar el uso de estos compuestos.

Nuestra planificación

• Haremos un plano del campo


• Delimitaremos las áreas más invadidas (roja) las medias (amarilla) y las libres (verde).
Muestrearemos cada área para determinar la densidad de plantas por metro cuadrado
• Haremos un potrero de desbaste
• Erradicaremos todas las plantas del área afectada y del potrero de desbaste (no las dejaremos
fructificar)
• En época de fructificación, que comienza en marzo, deberemos trabajar con más esfuerzo.
• Estableceremos un frente de avance en la zona amarilla y empezaremos a controlar desde
allí.
• Los costos del control químico son muy elevados, además de irresponsables y nefastos por
lo que estará contraindicado. Nuestra idea es la tala, roza y erradicación responsable,
cuidadosa y afectada con la calidez del factor humano.
• Las zonas muy invadidas luego de la erradicación deben estar sujetas a la reforestación de
autóctonas como alternativa.
Conclusión

Hay que tomar en cuenta en este proyecto, la gran inclusión de mano de obra no calificada, y la baja
inversión que el mismo requiere a la hora de medir ambos conceptos. Además se tiene programado
capacitar a los obreros, para que puedan conformar grupos de siembra de especies de autóctonas, en
sus terrenos. Se considera también la implementación de centros educativos de nivel primario y
secundario dirigidos principalmente a las nuevas generaciones, aparte de la educación básica,
brindar educación educación ambiental, conservación del medio ambiente, explotación de nuestros
recursos naturales, y procesos artesanales de productividad a pequeña escala escala. Por último
queremos recalcar que en la realización de este tipo de proyectos deben trabajar conjuntamente los
aspectos técnicos y ambientales con el fin de que las actividades de manejo de especies exóticas
sean compatibles con las condiciones específicas del medio donde se desarrollan.

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