Está en la página 1de 11

Carne de gato

Ir a la navegaciónIr a la búsqueda

Gatos en venta para el consumo humano en un mercado de Asia.

La carne de gato es la carne obtenida de gatos para el consumo humano. En


algunas culturas es considerado un alimento tabú.

Índice

 1Carne de gato en Asia


 2Carne de gato en Europa
 3Carne de gato en América
o 3.1En Perú
o 3.2En Argentina
 4Referencias
 5Véase también
 6Enlaces externos

Carne de gato en Asia[editar]


Algunas culturas asiáticas han consumido carne de gato de forma esporádica
como en China (Provincia de Guangdong) y en el norte de Vietnam, bien como
alimento (son muy populares las albóndigas de gato1) o como remedio
medicinal, la carne de gato se cuece en Corea para elaborar un caldo tónico
que según creencia popular es remedio contra la neuralgia y la artritis.2

Carne de gato en Europa[editar]


Existen en España casos de empleo de la carne de gato en la activación
artificial de la fermentación de algunos vinos; estas actividades dieron lugar a la
expresión: "vino con gato" típica cuando se detectaba grasa en los bordes de
los vasos de vino. En el pasado la picaresca hacía de la similitud con
el conejo o con la liebre que se sirviera en su lugar, este engaño medieval hizo
que se volviera popular la expresión "dar gato por liebre".34
La primera receta escrita de la que se tiene referencia es de mediados del XV.
Ruperto de Nola -Cocinero mayor del rey Fernando- en su libro "Llibre del
Coch" o "Libro de Guisados, manjares y potajes" incluye la receta de "Gato
como se quiere comer". Si bien esta receta fue eliminada en ediciones
posteriores, aún se conservan ejemplares de las ediciones de 1525 y 1529.
Tradicionalmente, en Europa, el gato se ha considerado como un alimento de
gente pobre y clases bajas, dando lugar a expresiones como "pelagatos" para
referirse a quien no tiene bienes.5

Carne de gato en América[editar]


En Perú[editar]
El consumo de carne de gato fue introducido por los españoles durante
la Conquista en el siglo XVI, práctica que a su vez provenía de distintas
regiones de la Europa medieval. Ya en Perú, para el siglo XX se consumía gato
en pocos y específicos lugares de Callao y de la ciudad de Lima, en platos
como gato al horno o gato guisado.
En Perú se consume carne de gato en algunas localidades al norte y sur de
Lima. Destacan las provincias de Pomabamba y Huari en el departamento
de Ancash al norte de Lima, en donde es tradición extendida el comer gato
(animal que en lengua quechua se traduce como "mishi") en muchos potajes
que suelen utilizar cuy u otros animales, reemplazando dicha carne por la de
gato. En los pueblos cercanos de la región de Conchucos se les llama
"mishikankas" a los comensales (traducido como "comedores de gato").
En la ciudad de Huari los platos son variados, desde preparaciones simples
hasta bufets a base de gato en restaurantes, fondas y hoteles, como por
ejemplo: el chicharrón de gato, mishikanka asado, 6 gatito al horno, mishi-
broaster, gato al vino y puchero de gato. Usualmente el gato requiere una
maceración previa de 24 horas para ablandar su carne y rinde un máximo
aproximado de 20 porciones, dependiendo del plato. Esta gastronomía cobra
especial relevancia cada mes de julio durante el Festival del Mishi-Rock cuando
los platos de gato son el atractivo principal. 7
Asimismo en algunas localidades de Ica (particularmente El Carmen) se
preparan guisos de carne de gato, siendo el principal el seco de gato.
En el departamento de Lima el caso más relevante es el de la
comunidad afroperuana de Cañete (ciudad al sur de la capital), en donde se
preparan platos como el gato al ajo, gato a la parrilla, escabeche de gato, gato
en salsa de maní, gato en su jugo y la carapulcra de gato.8 Esto con ocasión de
la festividad católica en honor a Santa Efigenia "Patrona y Protectora del Arte
Negro Peruano" durante la celebración del Festival del Curruñau. La festividad
se realiza cada 22 de septiembre, en la antigua hacienda La Quebrada, distrito
de San Luis de Cañete.9
Hay registro de esta práctica culinaria en Lima en canciones populares de los
años 70 como "Mi Curruñao" (del compositor y músico Caitro Soto) y "¿Quién
se comió mi gato?" (del decimista José "Cotopón" Contreras). 10Si bien esta
festividad católica se hizo oficial en 1995, tanto el culto como la costumbre
gastronómica datan por lo menos del siglo XIX; la oficialidad de la fiesta solo la
hizo visible a nivel nacional.11 A partir de 1995 es usual que en cada septiembre
la prensa televisiva peruana (de Lima) haga reportajes sobre el tema tratándolo
cada año de nuevo, oculto y distante,1213 a pesar de que el festival
gastronómico nunca se haya ocultado ni la costumbre descontinuado ni sea
nueva.
Sin embargo durante el Festival Gastronómico del Curruñao algunos gatos
eran usados en el evento del "correteo de gato" (carrera forzada de gatos con
cohetecillos amarrados a una soguilla a su cola). Por causa del "correteo", en
2013 a pedido de organizaciones animalistas de Lima (Acción Antiespecista y
UPA-Unidos por los Animales) y marchas de amantes de las mascotas en
la capital del país, es que la Comisión de Derecho de los Animales
del CAL presentó una acción de amparo aprobada inmediatamente en el
Juzgado provincial de Cañete el 8 de octubre de 2013, fecha a partir de la cual
se prohibió el Festival del Curruñao por completo, además de todos los
criaderos de gatos de Cañete y el consumo de su carne en esta ciudad en
cualquier época del año, por ser un animal domesticado.
Desde entonces, y solo para el caso específico de Cañete, esta gastronomía
ha pasado a la clandestinidad por temor a la condena social y legal de grupos
diversos venidos desde Lima.14 Tras el fallo continúa la polémica de si la
decisión es un exceso, un abuso desde Lima, o si una jueza puede pretender
dictaminar qué se puede o no comer, siendo que bajo este antecedente lo
mismo podría prohibir con las vacas, cuyes, alpacas, pollos, venados o
cualquier otra carne de animal.15
En esta nueva etapa de gastronomía clandestina (para Cañete) el ahora
ilegalizado festival ha sido rebautizado como "Miaustura", y ha concitado la
atención de la prensa internacional, 1617 del turismo gastronómico extranjero.18
La preparación se ha tenido que innovar de cara a la nueva demanda, en
platos como el gato en pasta al vino o el gato light.1920
En Argentina[editar]
En 1996, durante la segunda presidencia de Carlos Menem, se documentó la
faena de gatos en frente de menores de edad en una villa de emergencia de la
ciudad de Rosario. Los entrevistados afirmaron que dada su situación
económica "no es degradante el comer carne de gato si con eso se llena el
estómago de un niño", captado por Telefe Noticias21 y Todo Noticias
El intendente de Rosario de aquel entonces, Hermes Binner, acusó a las
cadenas de televisión de haber montando tal representación para desacreditar
a la ciudad.22 Asimismo, años después, la validez de dicho informes
periodísticos fue puesta en entredicho.23A la fecha no se han hecho públicas
pruebas de que se hubiese cometido fraude periodístico o confesión de los
supuestos responsables del mismo. [cita  requerida]Por otra parte, la concejala Josefa
Villalba, que comunicó la noticia en los medios, continúa afirmando en la
actualidad que el episodio fue real y no aislado, sino que por el contrario se
había convertido en una práctica extendida en las villas miseria del conurbano
rosarino.24Durante la crisis argentina de 2001 se documentaron en televisión
casos de personas que se vieron obligadas a comer estos animales [cita  requerida].
En el municipio de Quilmes, cercano a Buenos Aires, la crisis económica habría
obligado a sus ciudadanos a alimentarse de ratas, sapos, gatos y caballos, al
no poder comprar carne de vacuno. Algunos padres de alumnos han contado
cómo faenan los caballos, cuya carne se vende para hacer milanesas. 2526

Referencias[editar]
1. ↑ «EastSouthWestNorth: The Shenzhen Cat Meatball Restaurant». Archivado desde el
original el 8 de enero de 2015. Consultado el 3 de febrero de 2007.
2. ↑ «Campaigns - Dog and cat meat». Archivado desde el original el 3 de enero de 2008.
Consultado el 3 de febrero de 2007.
3. ↑ 1567, marzo, 18. Alhambra. Autos de la denuncia del alguacil de la Alhambra contra Luis
Mejía, tendero, por darle de comer a un huésped gato por cabrito. AHA, Leg. 187, p. 110, 1
fol.
4. ↑ «1567, marzo, 18. Alhambra». Archivado desde el original el 2 de septiembre de 2009.
Consultado el 7 de febrero de 2007.
5. ↑ "Los avarientos, del gato nada estiman tanto como la piel; la carne no la come sino algún
pobrete desdichado; pero los pellejos toman para guardar en ellos sus doblones" (fray
Hernando de Santiago, Consideraciones sobre todos los Evangelios, Valladolid, 1606).
6. ↑ «Áncash: El michikanka, un singular potaje de la gastronomía huarina». RPP. 4 de mayo
de 2012. Consultado el 6 de marzo de 2019.
7. ↑ «Áncash: El michikanka, un singular potaje de la gastronomía huarina».
8. ↑ «Copia archivada». Archivado desde el original el 30 de septiembre de 2017. Consultado
el 30 de septiembre de 2017.
9. ↑ «Noticia del Festival del Gato en Cañete en Peru.com». Archivado desde el original el 22
de enero de 2009. Consultado el 16 de marzo de 2009.
10. ↑ http://www.3i.com.pe/imperial/cultural/catapon.htm
11. ↑ «Copia archivada». Archivado desde el original el 30 de septiembre de 2017. Consultado
el 30 de septiembre de 2017.
El consumo de carne de gato pervive pese
a estar prohibido
EFE
24 AGO 2015 06:26 AM
Tiempo de lectura: 4 minutos

En Vietnam, el alimento mantiene su popularidad a pesar que su consumo es ilegal hace


20 años. Algunos incluso comen 25 gatos al mes, y la variedad de gato negro es el más
costoso.

El periodismo de calidad es más importante que nunca.


Sé parte de la comunidad de La Tercera.

Suscríbete hoy

Suscríbete al Plan digital LT con 50% OFF

ANIVERSARIO LT

COMPARTIR


Frita, a la parrilla o en salsa, la carne de gato mantiene su popularidad en
Vietnam pese a que su consumo es ilegal desde hace casi dos décadas.

La prohibición, promulgada por el Gobierno en 1998 para frenar las plagas de


ratas en los arrozales, no parece preocupar a los cuatro amigos que comparten
varios platos de gato en un restaurante especializado a las afueras de Ho Chi
Minh (antigua Saigón).

Cada pocos minutos dan un respiro a sus mandíbulas y brindan con un licor
fabricado con la bilis del felino, a la que atribuyen grandes beneficios para la
salud.
"Vengo aquí casi todas las noches, creo que como unos 25 gatos al mes. Nunca
me canso de venir a este restaurante porque saben preparar el gato de muchas
maneras distintas", dice Tien, un hombre de 30 años.

El cartel de la entrada, con la imagen de un gato y a la inscripción "restaurante


de bebé tigre" -forma popular de referirse a estos felinos- deja poco espacio para
la ambigüedad.

En la trastienda de esta nave industrial reconvertida en restaurante, media


docena de gatos de mirada perdida pasan sus últimas horas arrimados los unos
a los otros, a la espera de ser sacrificados y preparados para los clientes.

El dueño del establecimiento, que lleva abierto una década, elude revelar el
origen de los animales, pero Tien no alberga dudas.

"Tienen una carne muy tierna pero firme, no vienen de ninguna granja. Son
gatos callejeros o criados en hogares. Sé que hay gente que se dedica a
capturarlos para venderlos en los restaurantes", afirma.

La teoría del comensal es confirmada por la Asociación de Protección Canina de


Asia (ACPA), que ha realizado investigaciones sobre la carne de gato en
Vietnam.

Le Quoc Chinh, coordinador de la organización, asegura que en Vietnam no


existen granjas de gatos y la mayor parte de la carne proviene de animales
callejeros o pertenecientes a particulares, con los consiguientes riesgos
sanitarios.

"Muchos son secuestrados, pero en la mayoría de los casos es el dueño del


animal quien lo vende. No los tratan como mascotas sino que los tienen en casa
para controlar a los roedores, por eso no les importa deshacerse de ellos a un
precio de entre 7 y 10 dólares por kilo, más cara que otras carnes", explica a Efe.

Más sobre portada

Casos Covid vuelven a superar la barrera de los 10 mil contagios diarios y


fallecidos se cifran en 68

HACE 19 MINUTOS


Siches defiende a Carabineros tras denuncia de Campillai sobre presunta
víctima de trauma ocular en el sur: “Estaban cumpliendo con indicación de la
fiscalía”

HACE 2 HORAS

Fuad Chahin apunta contra directiva DC: “Lo que quieren es ponernos en una
situación insostenible, o que nos vayamos o nos expulsen”

HACE 2 HORAS

No obstante, la organización cree que numerosos restaurantes del norte de


Vietnam se nutren de gatos criados en explotaciones de otros países de la zona.

Esas sospechas se reafirmaron el pasado enero, cuando la Policía interceptó en


Hanoi un cargamento de tres toneladas de gatos vivos provenientes de China.

"Las autoridades creen que esos animales fueron criados en granjas. Estaban
muy débiles, casi no podían moverse, es posible que los criaran en jaulas muy
pequeñas, como si fueran pollos", aventura Chinh.

En cuanto a la prohibición gubernamental, el coordinador de ACPA explica que


nunca llegó a tener un efecto real y los restaurantes especializados funcionan sin
ningún impedimento por todo Vietnam, especialmente en el norte.

"Es incluso habitual ver a agentes de Policía comiendo en esos sitios. Muchos
creen que les traerá buena suerte", dice.

A Tien, consumidor habitual, no le mueven ni esa superstición, ni la extendida


creencia de que su ingesta incrementa la potencia sexual masculina, sino sus
supuestas virtudes culinarias.

"Muchos vietnamitas no comen el "bebé tigre" porque nunca lo han probado,


pero es la mejor carne. La de perro es mucho más grasienta", argumenta entre
bocado y bocado.

El único anhelo que le queda a este devorador de felinos es probar un gato


negro.

"Son los mejores, pero su precio es demasiado alto y son difíciles de encontrar.
El licor de bilis de gato negro es el más beneficioso para la salud", comenta.
Pese a que mentalidades como la de Tien y sus amigos siguen siendo frecuentes
en todo el país, Le Quoc Chinh asegura que la percepción está cambiando poco a
poco.

"Muchos vietnamitas -dice- siempre lo han considerado normal y no ven nada


malo en ello, pero cada vez más gente rechaza comer perros y gatos, sobre todo
los jóvenes".
The RSPCA is concerned about the continuing cruelty involved in the slaughter of dogs and cats for human
consumption in Korea.

The killing of dogs for meat has long been outlawed in Hong Kong and was more recently banned in Taiwan and
the Philippines. While most other countries in East Asia have no laws covering domestic animals, Korea has had
an animal protection law since 1991. Although this ostensibly protects dogs and cats from cruelty, the legislation
has never been effectively enforced.

Cruel treatment
RSPCA International has carried out several investigations into the markets, where dogs are kept for long
periods in cramped cages until they are selected for slaughter - then weighed and butchered in full view of other
dogs. Slaughter methods include electrocution or beating. Cats are boiled into a tonic which is sold as a
treatment for arthritis.

Recent trend
While there has been a history of sporadic dog-eating in Korea, this practice occurred mainly in times of famine
and was never widespread. Only recently have dogs been systematically farmed as we see today.

Cats were never considered food animals until the 1980s, when a trend began to market cat tonic alongside dog
meat as a health-promoting food.

Illegal trade
As dogs and cats are excluded from the list of livestock defined in Korean law, the sale of their meat for human
consumption appears to be technically illegal. In recent years politicians have proposed legalising the trade by
including them in the definition of livestock. The government, however, has been hesistant to do this, instead
turning a blind eye to its continued sale.

Campaigning for change


The RSPCA has supported a number of local groups in their efforts to highlight animal cruelty and oppose
legalisation of dog meat.

In December 2001 RSPCA International and the Korean Federation for Environmental Movement held a
campaign skills course in Seoul for delegates from ten Korean animal welfare and environment organisations.
This was followed by an RSPCA animal welfare symposium in May 2002, weeks before the country hosted the
World Cup.

New law expected


In response to growing domestic and international pressure before the World Cup, the Ministry of Agriculture and
Forestry began a review of the 1991 animal protection law.

During the consultation phase of the review in 2003, RSPCA International provided support to Voice for Animals
and other groups in their lobbying for stronger anti-cruelty measures and effective enforcement. The revision
process is now coming to an end with the new animal protection law expected to emerge in 2006.

Many Korean campaigners are anxious that the law will allow a new distinction to be made between pet dogs
and cats and those raised for food, thus giving a measure of legitimacy to the dog meat trade. There are fears
that only cosmetic changes to the legislation will ban public slaughter while allowing the trade to continue largely
unhindered.

RSPCA position
The RSPCA:
 opposes moves to legalise the dog and cat meat trade as it may result in an increase
in animal suffering

 actively supports local groups working lawfully to expose cruelty and promote
humane attitudes towards animals

 urges the Korean authorities to genuinely strengthen the animal protection law and
offers RSPCA support in the development of effective enforcement.

Take action
The RSPCA is encouraged by the increasing concern shown by many Koreans towards
animal cruelty. To support the work of RSPCA International, please send a cheque or
postal order made payable to 'RSPCA Overseas Fund' to:

RSPCA International
Wilberforce Way
Southwater
Horsham
West Sussex
RH13 9RS

También podría gustarte