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INSTITUTO SUPERIOR DE ESTUDIOS

PSICOLÓGICOS

III MODULO
I FORMACIÓN INTERNACIONAL PSICOTERAPIA
SEXUAL Y DE PAREJA 2017

MG. CHRISTIAN MARTINEZ MONGE


MG. EN SALUD SEXUAL Y REPRODUCTIVA
INDICE

Disfunciones sexuales en hombres y mujeres, conductas sexuales atípicas o parafilias,


cibersexo, violencia sexual, acoso y hostigamiento sexual, violencia de género y sexual contra
mujeres y niños............................................................................................................................1
1. Disfunción eréctil..........................................................................................................3
Causas de la disfunción eréctil secundaria....................................................................4
Tratamientos para la disfunción eréctil.........................................................................5
2. La eyaculación precoz...................................................................................................5
3. Dispareunia...................................................................................................................8
Criterios para reconocer una dispareunia.....................................................................9
Qué hace si sientes dolor durante las relaciones sexuales............................................9
4. La anorgasmia.............................................................................................................10
Pautas para alcanzar un orgasmo...............................................................................11
5. Los problemas físicos y psicológicos que impactan en la sexualidad..........................12
6. Conflictos masculinos: El tamaño del pene vs. la erección.........................................14
7. Las relaciones enfermizas: chantaje emocional..........................................................16
Tipos de chantajistas emocionales..............................................................................17
Cómo reconocer si nuestra pareja es chantajista emocional.....................................17
Estrategias de un chantajista emocional.....................................................................18
Tips para prevenir chantajes emocionales..................................................................18
8. Machismo y masculinidades.......................................................................................19
9. El impulso sexual y el sexo casual..............................................................................21
10. La violencia como forma de (re)afirmar la masculinidad............................................22
La construcción de la masculinidad como condicionante de la violencia....................23
La violencia como forma de afirmar la masculinidad..................................................24
Triada de la Violencia masculina.................................................................................24
11. Los riesgos del internet en la sexualidad de niños, niñas y adolescentes...................25
12. Riesgos en la sexualidad adolescente.........................................................................27
13. Cuando los hijos se encuentra con la pornografía......................................................29
Qué hacer si mi hijo o hija ve una escena pornográfica..............................................31
14. Bibliografía general.....................................................................................................31
Tercera parte:

DISFUNCIONES SEXUALES EN HOMBRES Y MUJERES, CONDUCTAS


SEXUALES ATÍPICAS O PARAFILIAS, CIBERSEXO, VIOLENCIA SEXUAL,
ACOSO Y HOSTIGAMIENTO SEXUAL, VIOLENCIA DE GÉNERO Y SEXUAL
CONTRA MUJERES Y NIÑOS.

Christian Martínez Monge

Sexualidad es cómo una persona por el hecho de tener un pene o una vulva,
por el hecho de ser hombre o mujer se ha ido desarrollando en la sociedad y ha
ido interactuando con otras personas de su mismo sexo o del otro sexo.
Además, la sexualidad implica emociones, sentimientos, afectos; como por
ejemplo cuando nos enamoramos, cuando nos sentimos excitados, cuando nos
sentimos avergonzados por estar semidesnudos, etc. Así, un informe de la
Organización Mundial de la Salud (OMS) del año 2001 en Guatemala señala
que la sexualidad es el resultado de la interacción de factores biológicos,
psicológicos, socioeconómicos, culturales, éticos, religiosos y espirituales.
Donde si bien puede abarcar todos estos aspectos, no es necesario que sean
experimentados ni expresados simultáneamente, pero podemos observar que
tal diversidad de condiciones confiere a la sexualidad de cada individuo una
etiqueta de carácter personal y único, donde la persona es libre de
manifestarse cómo es, cómo se siente, cómo piensa.

La dimensión biológica se refiere a todos aquellos aspectos que desde lo


físico y orgánico tienen que ver con la expresión y vivencia de nuestra
sexualidad. No solamente son los genitales (pene y vulva) sino que incluye e
integra otros órganos que están regidos por el cerebro como los sentidos: oído,
vista, gusto, tacto y olfato. Pues, son los sentidos quienes captan los diferentes
estímulos externos que activarán nuestro cerebro para generar una respuesta
sexual como de excitación, de placer, de agrado, de rechazo. Por ello, por
ejemplo, cuando uno recibe una caricia en la piel o un beso en la boca de
determinada persona nuestra respuesta puede ser de placer generando una
activación cerebral y con ello una respuesta sexual como la erección, o
aumento de pulsiones cardiacas, entre otras.

Estos aspectos biológicos se dan desde la infancia y a lo largo de todo el ciclo


de la vida, cada uno con sus particularidades; pues no debemos perder de vista
que somos seres sexuados (nacemos con un sexo).

Por otro lado, tenemos las dimensiones psicológicas y sociales; las cuales
cada persona va perfilando a lo largo del tiempo y con ello se va generando
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una actitud hacia la sexualidad que hará que una persona se muestre más
abierta a descubrir, experimentar o por el contrario que se inhiba y se sienta
cohibida de vivir su sexualidad. Siempre ello dependerá de experiencias
personales, de aquello que es referido o condicionado por otras personas de su
entorno, influye el ambiente sociocultural donde la persona está creciendo y
viviendo, así como de los valores, la información que recibe desde casa o las
escuelas, de las creencias religiosas, etc.

Es importante señalar que además la sexualidad comienza a manifestarse


desde esta dimensión psicológica y social en conductas y comportamientos
que uno va adquiriendo e interiorizando desde la etapa infantil. Lo primero que
hemos ido aprendiendo de sexualidad fue en casa de lo captado o enseñado
por papá, mamá, otros familiares o cuidadores y posteriormente profesores. Es
por ello, que cuando un niño de 3 ó 5 años que comienza a tocar su cuerpo de
manera autoexplorativa (coge sus manos, sus ojos, sus pies, su pene, etc.) la
reacción de algunos padres es de alarma y le pueden llegar a decir: “eso no se
toca…” o “no te toques que es cochino”. El niño podría comenzar a asociar que
sus genitales son sucios, son prohibidos de tocar… y si el tocarse le produjo
una erección y por ende placer, pues que esa sensación agradable es algo
malo porque “papá o mamá lo dice”. Cuando estamos en un lugar donde “no se
habla de sexualidad” porque es un tema tabú o porque los padres deciden
posponer el momento de educación sexual para cuando el niño o niña sea
adolescente, pues vamos dando un mensaje que la sexualidad sigue siendo
prohibida y con ello se debe “inhibir” todo aquello que un niño o niña pueda
sentir como curiosidad por saber por qué las personas se enamoran, o por qué
hay cosas que “solo son para hombres y no para mujeres y viceversa”, o por
qué siente que “le gusta su amiguita del salón de clases”. Entonces, vemos que
indudablemente el entorno social influye de manera importante en nuestra
actitud y nuestra conducta hacia nuestra propia sexualidad y la ajena. Si los
niños y niñas crecen en ambientes sociales como la escuela, el barrio, el club,
las familias; pues no podemos taparle los ojos para “no vean” cosas que no
queremos como: personas besándose en los parques en señal de amor, niñas
jugando a los carritos o al fútbol, niños jugando a la cocinita, hombres con
cabello largo y aretes (por moda musical o simple gusto), mujeres rudas con
cabello corto, una mujer que acepte los golpes de su pareja, o un hombre que
te actúe siempre violento para demostrar “su hombría”.

La forma cómo vamos interiorizando en nuestra mente estos mensajes que día
a día vemos u oímos influyen en nuestra personalidad, en nuestro actuar y son
las dimensiones de nuestra psicología. Todo aquello que nuestra sociedad “nos
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enseña” sobre “el ser hombre” y “ser mujer” se llama relaciones de género. El
problema es cuando a un niño le obligan a que tiene que ser violento con las
mujeres para demostrar su hombría o cuando una niña crece creyendo que “es
normal” que las mujeres sean “el sexo débil” y tengan que ser sumisas a los
hombres. A eso se llama “romper los estereotipos de género tradicionales”. Ello
se logra con educación.

1. Disfunción eréctil

Es mal llamada “impotencia sexual”, y está mal porque de esa forma


estaríamos limitando la sexualidad solamente a lo genital; es decir, que si
nuestros genitales “no responden” como se esperaría en el proceso de
excitación pues “no servimos sexualmente”. Como sabemos, la sexualidad
abarca muchos ámbitos de nuestra vida, así como el erotismo y la erección
solamente es una pequeña parte de ello.

La disfunción eréctil se entiende como la dificultad o imposibilidad de alcanzar


una erección o de mantener la erección sostenible ante la excitación. Este
impedimento solamente estaría impidiendo que el pene pueda ser
adecuadamente útil para actos coitales o penetrativos pero el hombre sigue
teniendo la capacidad de sentir excitación en otras partes del cuerpo,
solamente que ello no se ve reflejado en el pene erecto.

Hay que tener en cuenta que existen dos tipos de disfunción eréctil: la primaria,
cuando la persona nunca ha podido alcanzar una erección (según las
estadísticas son menos del 10% de hombres); o las secundarias, cuando la
persona ha tenido erecciones en otro momento de su visa pero en la actualidad
no las puede tener. Ésta última se subdivide en: 1) situacional: en ciertas
situaciones (en la cama, auto, etc.) o con ciertas personas (novia, amante,
etc.). 2) Generalizada: comienza a darse siempre en cualquier situación. 3)
Grados: total, donde no se produce ninguna erección; o parcial, cuando no es
suficiente para un coito.

Pare ello, debemos señalar que el hombre tiene hasta cuatro tipos de
erecciones y cada una ocasionada por un estímulo distinto. Es necesario que la
persona sepa cuál es el motivo de su erección para conocer la reacción
corporal que tiene en determinadas situaciones: a)Por excitación: es la que
más se asocia al placer sexual y es cuando el cerebro capta un estímulo por
cualquiera de los cinco sentidos o por la fantasía (imaginación) y se produce la
respuesta sexual humana del varón, donde el corazón produce más sangre, la
cual va al pene para erectarse. Esta erección es duradera mientras la

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excitación mental, cerebral y corporal se esté produciendo. B) Por estímulo en
zona genital: son casuales o inducidas, puede deberse a que el pene roza con
algo y ello genera una pequeña erección, no sostenible y necesariamente
excitante; también se da por ejemplo cuando se tiene deseos de miccionar y el
pene se llena de sangre producto dela contracción muscular que se hace para
controlar la orina. C) Por producción de testosterona: cuando dormimos, el
cerebro sigue trabajando y el cuerpo produce testosterona, la cual es la
hormona que más predomina en los hombres, esta hormona comienza a
almacenarse en la zona genital lo cual hace que el pene se erecte; es por ello,
que en las madrugadas o en las mañanas el hombre puede amanecer erecto.
Esta erección no es sostenible ya que se pierde en poco tiempo puesto que no
es producto de una excitación. D) producto de fármacos: debido a que existen
varias pastillas que ayudan a la erección (mas no solucionar el problema de
disfunción eréctil), lo que hacen es dilatar los vasos sanguíneos y aumentar el
ritmo cardiaco, con ello la sangre en exceso va al pene, pero estas pastillas te
producen la erección pero no la excitación ni el placer.

A la gran mayoría de los hombres les ha pasado que alguna vez en su vida no
ha podido tener una erección cuando más lo deseaban. Generar la erección
puede ser algo difícil y el cuerpo no siempre funciona como es debido, más aún
si nos estresamos por obtener la erección y ésta no llega. Producto de la
ansiedad misma quizás no se dé. Tenemos que ser conscientes que la
erección es producto de un estímulo sensorial placentero que el cerebro capta
y así los conductos se llenan de sangre, la cual se sigue fabricando y así se
logra endurecer el pene. Entonces, son varios los factores que podrían hacer
que la erección no se logre. Pero, si esto le ha ocurrido varias veces, lo mejor
es que se acuda a un urólogo o un sexólogo para que pueda descartar el
origen del problema. Pues, un problema de erección puede ser la llamada de
atención que el cuerpo está haciendo ante otro problema de salud que estaría
ocurriendo, donde puede ser de origen médico o psicológico.

Causas de la disfunción eréctil secundaria

1) Físicas: Diabetes, hipertensión, hipercolesterolemia, bajos niveles de


testosterona, arterioesclerosis, lesiones de la médula espinal, lesiones
en pene o testículos, lesiones de próstata, prostatectomía, alcoholismo,
problemas neurológicos.
2) Efectos secundarios de fármacos: antidepresivos, antihipertensivos,
tranquilizantes

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3) Psicológicas: Ansiedad, estrés, trastornos mentales, problemas con la
pareja, falta de deseo sexual (con la pareja o general), haber “fallado
una vez” y temor a volver a fallar.

Tratamientos para la disfunción eréctil

Cuando se trata de una disfunción a causa del consumo de fármacos, se


recomienda el retiro de los mismos. Otras veces, el médico puede considerar la
administración de fármacos para producir la erección pero además la persona
debe llevar un proceso de terapia psicosexológica. Y en caso de un origen
psicológico, se debe llevar una terapia emocional y sexológica, donde
idealmente se incorpore a la pareja en este proceso, es decir, que también
asista a una terapia juntos.

Finalmente, hay que mencionar que muchos hombres ante un episodio de no


obtener una erección deseada comienzan a tener una serie de temores donde
no desean “volver a fallar”, lo cual les crea una gran ansiedad anticipatoria en
futuras relaciones sexuales. Comienzan a focalizar toda su atención en el gran
miedo a que no se produzca la erección y comenten el gran error de
automedicarse (creando una dependencia al fármaco que traerá como secuela
una disfunción eréctil más grave).

2. La eyaculación precoz

Junto a la disfunción eréctil y la falta de deseo sexual, es una de las patologías


más frecuentes a nivel sexual que padecen los hombres. No hay una edad
determinada en la cual se comience a dar con mayor frecuencia, puesto que he
visto casos de hombres de 18 años que reportaban tenerla desde hacía unos
años, hasta hombres bordeando los 80 años que comenzaban a tenerla o
siempre la tuvieron pero nunca querían aceptarlo.

¿Qué es eyaculación precoz?

La eyaculación es la expulsión del semen por el pene del hombre. Este hecho
no siempre suele ser placentero, sobre todo cuando la persona siente que no
tiene el control del mismo, en ese caso hablamos de eyaculación precoz.
Según diversas investigaciones 8 de cada 10 hombres eyaculan al minuto o
dos de haber penetrado dentro de la cavidad vaginal. Es decir, no tiene un
control voluntario del momento de su eyaculación y la situación se repite
durante un mínimo de seis meses.

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La eyaculación precoz se presenta de manera involuntaria, la persona es
incapaz de controlar su eyaculación cuando él lo desea y crear gran malestar
emocional en la persona y la pareja.

Eyaculación precoz primaria, secundaria y situacional.

Primaria: El hombre la padece desde que inició su vida sexual activa y


dependiendo del tiempo puede irse agravando. Secundaria: Cuando se tenía
relaciones sexuales sin ningún problema (con buen control eyaculatorio y
satisfacción plena) y luego por algún motivo físico o psicológico perdió el
control; en ocasiones puede hasta desconocer la causa. Situacional: Sucede
solamente con determinadas personas, en algunos lugares o situaciones, o en
poses específicas, etc.

Grados de eyaculación precoz

Grave: Hay un descontrol absoluto de la eyaculación al punto que eyacula


antes de la penetración, e incluso eyacula apenas con estimulación mínima o
sin ni siquiera estimular el pene. Moderada: maneja la eyaculación durante los
juegos previos pero apenas penetra eyacula sin poder manejarlo. Leve:
controla la eyaculación de alguna manera pero no en el tiempo deseado. Eso le
permite algunos movimientos penetrativos pero no le alcanza para sentirse
pleno y satisfecho.

¿Qué provoca la precocidad eyaculatoria?

Lo principal es la manera como se aprendió el control de su respuesta sexual y


posterior eyaculación, así como experiencias masturbatorias traumáticas de la
adolescencia o en sus primeros encuentros sexuales. Personas con
sentimientos de culpa y temerosos de su sexualidad, y los ansiosos por rendir y
el pensamiento obsesivo por “No eyacular rápido” hace que el hombre no sea
consciente de sus sensaciones. Algunos estudios sostienen que la eyaculación
precoz primaria es innata que sólo se comprueba con pruebas neurológicas y
la secundaria debido a infecciones de trasmisión sexual, inflamación de la
uretra, algunos problemas de tiroides. Es falso que la persona que suele
masturbarse o ver mucha pornografía se vuelva un eyaculador precoz.

Los tratamientos

La intervención incluye tratamiento sexológico, médico y psicológico. Primero


hay una educación en temas de sexualidad, donde lo ideal es involucrar a la
pareja; además, se le orienta a modificar sus hábitos sexuales, se incluyen
técnicas de masturbación específicas, ejercicios de relajación y respiración

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para el control de ansiedad, ejercicios para administrar la excitación, entrenar
posturas sexuales y en caso sea necesario se requerirá de apoyo
farmacológico. Además es muy importante el acompañamiento de la pareja,
quien a veces se encarga de maltratar y culpar con una serie de creencias
absurdas y ridículas cuando la realidad es otra.

Lo que debes saber sobre la eyaculación precoz

 Eyacular antes de la penetración o hacerlo cuando ha pasado menos de


tres minutos después de haber penetrado, puede considerarse
eyaculación precoz.
 El acto de la penetración y eyaculación es muy rápido, estamos
programados para eyacular rápidamente, pero si se desea durar más en
el coito la persona debe entrenarse.
 La gran mayoría de los hombres heterosexuales han eyaculado
precozmente alguna vez en su vida, y ello no debería ser un problema si
el hecho no se repite con frecuencia en periodo constante.
 Por el contrario, son pocos los casos reportados de hombre
homosexuales con eyaculación precoz, lo cual podría llevar a la
conclusión que muchos casos de eyaculadores precoces puede deberse
a problemas psicológicos sobre el significado de una masculinidad viril,
dominante y heterosexual.
 Son poco frecuentes las causas de eyaculación precoz a causa de
problemas biológicos causados por la prostatitis, esclerosis múltiple o
problemas neurológicos, pero siempre se recomienda acudir a un
médico para descartar estas causas.
 Las poses sexuales que favorecen más al control de la eyaculación son
donde el hombre pueda tener el control para retirar el pene si percibe
que va a eyacular. Éstas son: misionero, ella sentada sobre él cara a
cara, y echados de costado.
 Se recomienda no utilizar preservativos con retardantes porque restan
sensibilidad al glande y ello puede tener otras secuelas.
 Jamás utilizar pastillas para la disfunción eréctil porque no solucionan el
problema y mas bien generarían a futuro problemas de erección.
 Una de las mejores recomendaciones es tener periodos largos de juegos
previos a la penetración, ya que ello permitirá sentir mayor confianza en
sí mismo.
 Hay que tener en cuenta que el control excesivo de la eyaculación a
largo plazo puede traer problemas a la próstata.

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3. Dispareunia

Cuando una mujer o un hombre tienen un dolor constante durante el coito


sexual lo cual genera malestar, interrupción del acto o imposibilidad de hacerlo,
se llama dispareunia. Para el Manual Diagnóstico y Estadístico de Trastornos
Mentales (DSM), el dolor puede aparecer antes o después de la relación
sexual, y puede describirse como superficial durante la penetración o como
profundo cuando se realizan los movimientos coitales. El dolor puede ser muy
leve hasta un nivel muy agudo o intensamente fuerte. La situación genera un
malestar y dificultades a nivel individual o con las parejas sexuales. En el caso
de las mujeres suele confundirse mucho con el vaginismo, el cual puede tener
síntomas muy similares pero el problema de fondo es otro.

En la gran mayoría de los casos, este dolor se produce debido a que ocurre un
problema físico como la rotura del himen, una mala costura vaginal, mala
lubricación vaginal o producto de alguna infección urinaria o infección de
transmisión sexual. En muchas ocasiones, es el mismo condón que puede
causar la irritación que genera dolor durante el coito, o también hay mujeres
que son alérgicas al látex causando irritación. En otros casos, la dispareunia se
genera a que en un principio no hubo una buena lubricación vaginal al no
esperar el tiempo suficiente a que la mujer esté excitada y empiece a lubricar,
esta situación hace que la mujer comience a tener cierto rechazo a la
penetración y se condiciona inconscientemente una sensación muy dolora
incluso previo al coito. Hay Es así, que en algunas mujeres, el miedo a la
relación sexual hace que se contraigan los músculos de la vagina de manera
automática e inconsciente, lo cual produce una mayor resistencia a que entre el
pene y, consecuentemente, produce dolor. Hay que tener en cuenta que el
origen es distinto al vaginismo y por ello el descarte debe hacerse por un
especialista.

Por otro lado, en el caso de los hombres el dolor puede focalizarse en los
testículos o en la uretra. Esto sucede con frecuencia cuando retiene demasiado
tiempo la eyaculación; si ésta no se produce, el dolor aún es mayor; es decir,
hay una eyaculación retardada o aneyaculación. También si se tiene un

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problema de fimosis, en el frenillo, o padece de algún tipo de infección en los
genitales, puede producirse dolor al tener relaciones sexuales.

Tanto en hombres como en mujeres, cuando hay una infección de transmisión


sexual (interna o externa) puede causar dolor durante el coito sexual, tan igual
si hay la presencia de alguna herida en los genitales por algún desgarro
ocasionado. Muchas veces la infecciones “pasan desapercibidas” pero el dolor
durante las relaciones sexuales hace que las evitemos o aceptemos tenerlas
(por miedo a que la pareja nos cuestione) pero el malestar continúa. Por eso,
debemos tener en cuenta las siguientes recomendaciones.

Criterios para reconocer una dispareunia

 Existencia e un dolor genital recurrente o persistente asociado a la


relación sexual, tanto en mujeres como en varones.
 La alteración provoca malestar acusado o dificultad en las relaciones
interpersonales o de pareja.
 La alteración no es debida únicamente a vaginismo o falta de lubricación
vaginal.
 No es debido a otros problemas como disfunciones eréctiles, ni al
consumo de sustancias tóxicas, ni a problemas fisiológicos descartados
médicamente.
 Se debe especificar en qué momento se dio el inicio: si es un malestar
de toda la vida o si ha sido adquirido en algún momento luego de tener
una vida sexual sin mayor problema.
 Se debe especificar en qué contexto sucedió: si es general o situacional.
 Se debe especificar la etiología: factores psicológicos o combinados.

Qué hace si sientes dolor durante las relaciones sexuales

 Acude al médico para asegurarte de que el dolor no sea producido por


una infección o un problema físico.
 Relájese, imagínese aspectos positivos de esa relación sexual.
 Evita las prisas, no apresures la penetración.
 Si no tienes suficiente lubricación natural, utiliza un lubricante.
 No te obsesiones con tener relaciones sexuales con penetración.
 Evalúa si hay factores externos que te estén estresando.
 Si es frecuente, visita a un sexólogo.

El dolor de las relaciones sexuales tras el parto

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La sexóloga Silvia Olmedo señala que, en el parto vaginal muchas veces se
realizan una episiotomía, es decir, un corte en la vagina antes de que nazca el
bebé, con el fin de facilitar su salida. Tras el parte se sutura este corte. Si tras
la etapa de recuperación posparto continúa un dolor vaginal puede ser porque
le cosieron demasiado o quedó algún tejido suelto. Tras este procedimiento,
aunque se haya realizado bien, los primeros meses las relaciones sexuales
pueden producir dolor. Se debe tener en cuenta si estas molestias continúan
incluso tras 5 meses, lo mejor sería acudir con un ginecólogo, quien puede
considerar hacer una pequeña cirugía donde fue suturada la mujer para
prevenir el dolor. Hay otras mujeres que, debido al trauma por haber tenido un
parto difícil (algunas viven la experiencia como una invasión a lo más íntimo de
su ser), quedan sugestionadas a percibir cualquier toque de sus genitales como
un ataque y se dan contracciones involuntarias de la vagina o no se lubrica
bien, lo cual genera dolor durante el coito.

4. La anorgasmia

Como su nombre lo dice, es la ausencia del orgasmo sexual y es un problema


que se presenta con mayor frecuencia en las mujeres que en los hombres.

La anorgasmia la padecen más las mujeres porque el orgasmo del hombre está
muy relacionado a la eyaculación, que si bien son dos fenómenos distintos,
muchas veces el eyacular genera placer orgásmico. Aunque se puede lograr
orgasmos sin eyacular, pero para nuestra sociedad tan “coitocentrista” se hace
complicado del vivir esta experiencia.

Se cree que una de cada diez mujeres no ha tenido un orgasmo en su vida y


además, más del 90% de los casos de la anorgasmia está asociado a
problemas psicológicos, experiencias traumáticas vinculadas al ámbito sexual,
por una inadecuada educación sexual (donde resaltan creencias religiosas
rígidas). El otro 10% de casos tienen su origen en factores biológicos como:
diabetes, cáncer del cuello uterino y pelvis, problemas hormonales.

Dentro de las causas psicológicas que no permiten llegar a un orgasmo son


muy diversas, donde fluctúan desde ideas y actitudes que se tienen hacia el
sexo, hasta problemas de ansiedad en la relación de pareja, se han visto casos
donde hay déficit de concentración, experiencias vividas con parejas egoístas
que solamente priorizaban su propio placer. Hay que tener en cuenta, que los
problemas psicológicos influyen ampliamente, tanto así, que hay casos donde
las mujeres no logran alcanzar un orgasmo de ninguna forma, ni

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autoestimulándose (masturbación), o también aparece la anorgasmia hacia
algún tipo de pareja específica, etc.

Cuando las causas son netamente psicológicas, el problema puede llegar a


solucionarse en periodos de 3 a 12 meses de terapia psicológica guiados por
sexólogos especialistas; donde el trabajo darse en el cambio de ideas y
prejuicios sobre la sexualidad, así como ejercicios de focalización y
concentración que se hacen en solitario o también en pareja.

Las mujeres deben de saber que solamente con la penetración vaginal es


complicado llegar a un orgasmo y por ello es necesario hacer una serie de
juegos previos al coito, donde se disfrute del momento íntimo, de los besos y
las caricias, así como de todos los estímulos de nuestros cinco sentidos
puedan captar. Este preámbulo debe durar no menos de 20 minutos, donde los
niveles de excitación de ambos irán aumentando y haciendo que ambos se
relajen, disfruten y gocen del placer que vienen sintiendo.

Recuerda que muchas mujeres se quejan de que sus parejas no saben


estimularlas bien, pero es la mujer quien tiene la responsabilidad de saber
cómo conseguir su propio placer. Deja de ser pasiva en tu vida sexual y toma
las riendas de tu propio cuerpo y placer.

Pautas para alcanzar un orgasmo

 Exploración genital: es imposible que una persona pida que su pareja le


haga llegar a un orgasmo, sin que esa misma persona conozca su
propio cuerpo, sus órganos sexuales, sus zonas erógenas. Para ello,
tener en cuenta que el placer sexual no solamente se focaliza en los
genitales, sino en todo el cuerpo y por ello la persona deberá explorar en
privado su cuerpo, sintiendo lo que ello le genera. Luego explorar los
genitales, que en el caso de las mujeres es muy complicado ya que no
son igual de visibles que los hombres, por ello hay que optar por
posiciones más cómodas y usas un espejo para reconocer cada parte de
la vulva. Este hecho es fundamental además porque así la mujer sabrá
cómo son sus genitales, si se presenta alguna anomalía a futuro como
lunares, cambios de coloración, irritaciones, etc.
 Estimular la mente: el órgano del cuerpo que mayor placer da es el
cerebro y por ello debemos saber cómo funciona nuestra mente y
nuestras fantasías. Es común, que antes de empezar a explorar tu
cuerpo sientas que debes apoyarte en imágenes mentales (fantasías o
recuerdos), y el lograr excitación con estos estímulos puede tomar algún
tiempo. Lo recomendable es recordar aquellos momentos placenteros
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que alguna vez tuviste y comenzar a revivir esas sensaciones, dejándote
llevar por la mente. Recuerda que son solo fantasías y no hacen daño.
En caso que sea difícil, podrías buscar estímulos visuales como
fotografías o videos, o sino estímulos auditivos como alguna música
sensual. Es muy recomendable las lecturas eróticas también.
 Combinar tu excitación con la fricción de los genitales: cuando sientas
que comienzas a excitarse producto de estimular tu mente, intenta
comenzar a tocar tus genitales y además otras zonas erógenas de tu
cuerpo como los pechos, el cuello, piernas, labios. Tener siempre
presente que no hay una sola forma de sentir placer, ya que algunas
mujeres se excitan estimulando directamente el clítoris mientras a otras
ello les genera algún tipo de ardor. La idea es ir lentamente, según se
vaya sintiendo mejor.
 No tener prisa: El gran error es estar pendiente del momento en el cual
se llegará al orgasmo, o si se está lubricando o no y cuánto. El secreto
está en que en el sexo no se puede pensar, está prohibido pensar; en el
sexo se tiene que sentir y dejarte llevar por sensaciones. No es una
carrera de velocidad. Por eso, debes disfrutar de esa fantasía sexual
mientras te tocas hasta llegar al nivel de excitación y placer que ya no
puedes aumentar, sentirás que llegas al punto más alto y ahí
comenzaras a caer plácidamente en una sensación de relajo pleno, de
alivio de toda la tensión que has liberado.

5. Los problemas físicos y psicológicos que impactan en la


sexualidad

Siempre debemos tener en cuenta que en las relaciones sexuales hay muchos
aspectos que pueden fallar. Si bien el proceso natural es comenzar por la
atracción y el deseo, luego la excitación y respuesta sexual, el goce o disfrute
placentero y finalmente el clímax u orgasmo (del cual no todas las personas
conocen pero dicen conocer o hacen creer a su pareja que lo han
experimentado); todo ello es mucho más complejo de lo que pensamos.
Nuestro cuerpo, nuestro cerebro establece siempre prioridades, y el principal
es nuestro instinto de supervivencia. Siempre buscamos estar a salvo y para
ello estar sanos, por eso, nos alimentamos, bebemos líquidos, dormimos,
expulsamos lo que no sirve del cuerpo, respiramos, nos abrigamos, etc. Luego
de sentir que tenemos satisfechas todas estas necesidades primarias, surge el
instinto sexual y el deseo de reproducción (deseos distintos en su naturaleza
para el ser humano, puesto que no todos desean reproducirse por ejemplo),

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pero ello no es tan fuerte como el de supervivencia. Es así, que si nuestra
salud tiene un problema, nuestro cuerpo establece prioridades, y una de las
primeras cosas de las que prescinde es del sexo (no solamente coital sino de
cualquier tipo de manifestación erótica y placentera que lo pueda evocar). Es
por ello, que siempre decimos que tenemos que “escuchar al cuerpo”, puesto
que él nos habla de un síntoma pero que sobre la base tenemos un sinfín de
causales. Siempre que consideramos que no hemos tenido un buen
rendimiento sexual, lo primero que debemos de considerar es que nuestro
cuerpo nos está avisando que podemos tener un problema de salud, ya sea
físico o psicológico (desde lo emocional circunstancial hasta lo patológico).

¿Cómo afecta la falta de salud a nuestra sexualidad?

El simple hecho de no estar bien alimentado hace que el propio cuerpo


establezca prioridades y guarde las pocas energías que tiene para mantener
otras funciones vitales. En otras ocasiones, un problema de salud nos puede
provocar la falta de deseo sexual o incluso una disfunción eréctil. Tratar la
enfermedad y controlarla, en caso de que sea crónica, solucionará el problema
sin necesidad de tratamiento específico para la disfunción sexual. Por el
contrario, si se trata de tapar el síntoma con fármacos, el problema se puede
hacer más grave. Uno de los casos más frecuentes es la diabetes, para colocar
un ejemplo, y uno de sus principales consecuencias al principio es la disfunción
eréctil (producto del problema de la enfermedad con el fluido sanguíneo), ello
es como un aviso que manda nuestro cuerpo de que algo no funciona
correctamente. Si la diabetes no se trata puede causar un padecimiento más
graves; pero lamentablemente, muchas personas no saben que son diabéticas
y ante situaciones de disfunción eréctil optan por comprar medicamentos para
la disfunción eréctil, lo cual solucionaría el problema del momento pero encubre
a la diabetes y a lo largo dejaría de ser útil puesto que ambas enfermedades
avanzan si ser debidamente tratadas; y llegan al médico cuando el problema
es más severo.

En otras ocasiones, los fármacos que tomamos para tratar enfermedades, por
ejemplo la hipertensión, pueden tener efectos secundarios en nuestra
sexualidad como disminuir el deseo sexual, retardar la eyaculación o causar
disfunción eréctil. Lo que debes tener en cuenta es que no todos causan ese
efecto secundario. Si a partir de que empezaste a tomar un fármaco
comenzaste a padecer un problema sexual, no te resignes a no tener una
sexualidad plena. Coméntaselo al médico, el simple hecho de cambiar el
fármaco puede hacer la diferencia.

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Desde lo psicológico, más allá de tener un problema mental, hay aspectos del
día a día que suelen impactar negativamente en nuestra relación de pareja y en
nuestra sexualidad. Uno de ellos, por ejemplo es la ansiedad, que si bien todas
las personas tenemos distintos niveles de ansiedad, el problema viene cuando
hay un descontrol y ello influye en nuestras tareas cotidianas (laborales,
estudios, sexuales, etc.). Por otro lado, es muy cotidianos hablar de depresión,
donde lo generalizamos en el argot popular a los sentimientos de tristeza que si
bien influyen en nuestro deseo sexual por ejemplo, cuando estas emociones no
son bien tratadas o no les prestamos atención pueden llegar a desarrollar
verdaderas depresiones más severas, y con ello terminar de dañar nuestra
relación de pareja y nuestra sexualidad.

Es por ello, que siempre que nos sintamos mal emocionalmente busquemos
ayuda profesional. Siempre que sexualmente fallemos con regularidad, no
busquemos la solución en pastillas. Hay una enfermedad de trasfondo por
tratar. Un médico, un psicólogo, un sexólogo siempre podrán ayudarte.

Fármacos que pueden impactar en nuestro desempeño sexual

 Sedantes
 Antidepresivos
 Medicamentos para tratar la hipertensión
 Medicamentos para tratar el colesterol
 Medicamentos para tratar los problemas de hiperplasia benigna de
próstata
 Algunas quimioterapias

Aspectos que impactan en el desempeño sexual:

Físico:

 Enfermedades: diabetes, esclerosis múltiple, problemas


cardiovasculares, drogadicción, desnutrición, obesidad.
 Interacciones con fármacos: antidepresivos, antihipertensivos,
ansiolíticos, relajantes, neurolépticos, oncológicos, antiulcerantes

Psicológicos:

 Estrés
 Trastorno alimentación
 Depresión
 Ansiedad crónica o generalizada

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 Trastornos bipolares.

6. Conflictos masculinos: El tamaño del pene vs. la erección

El hombre es uno de los machos para quienes el coito sexual es más complejo.
Para empezar, en vez de tener un hueso en el pene (llamado báculo o hueso
peneano, como muchas otras especies) que le ayudaría a mantenerlo erecto, el
hombre debe conseguir una erección sin este tipo de ayuda y la obtiene a
mediante el proceso de excitación, donde el principal responsable son los
sentidos y el cerebro. Esta excitación produce la erección, la cual es un
mecanismo de acumulación de sangre, un sistema hidráulico perfecto que
implica que si el macho tiene algún problema de salud (como cardiovascular,
diabetes, nervioso), no consigue una erección. Esto ayudaba a descartar a los
machos no saludables y a los hombres mayores, hecho fundamental para el
proceso de reproducción y población hace millones de años. Parece entonces
que el pene es como un termómetro que avisa oportunamente cuando existe
un problema de salud como diabetes, arterosclerosis, enfermedades renales,
vasculares, neurológicas o mentales, impidiendo la erección y sacándolo del
juego de la reproducción.

Entonces, vamos viendo que la erección tiene una real importancia y muchas
veces más que el tamaño del pene, siendo esto último una gran preocupación
para los hombres. Debemos tener en cuenta que en el 9 de cada 10 hombres
desea tener el pene más grande a su tamaño actual (incluso teniendo penes no
necesariamente pequeños o medianos). Aunque hay veces en que un pene
excesivamente pequeño puede generar algún problema.

Debemos tener en cuenta que no es en el tamaño del pene en lo primero que


se fijan las mujeres, pero sí adquiere una relativa importancia en los momentos
de juegos eróticos (aun así, menos de lo que los hombres creen). Los mitos
del pene grande como sinónimo de virilidad y de buenos amantes han creado
la fantasía sexual de que solamente un pene de 21 centímetros y siempre
erecto es lo único que dará placer y orgasmos a las mujeres, lo real es que
solamente puede generar placer a nivel de fantasía sexual en algunas
personas mas no necesariamente placer en los coitos. Sin embargo, en
hombres homosexuales se ha visto que la exigencia a un pene de mayor
tamaño sí es más excitante.

Es bueno saber que el pene del hombre es mayor en proporción al de otros


primates, pues la vagina de la mujer es más profunda. Así, el tamaño del pene
tiene relación con el tamaño del útero y, por ejemplo, en las razas que las
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mujeres son más pequeñas, el pene del hombre será más pequeño. Entonces,
un pene erecto menor a 7.5 centímetros en erección o 4.5 cm en flacidez
(dependiendo la raza) se llama pene pequeño, y puede representar problemas
a la hora del coito, sin embargo se han registrado casos de hombres con
penes de 4 centímetros que pautas de sexólogos pudieron reproducirse
satisfactoriamente con su pareja. A partir de un pene erecto de 10 cm, una
mujer puede quedar embarazada sin mayor problema (ojo que la problemática
se genera no por la capacidad de generar espermas y semen, sino en la
necesidad de tener un conducto que los lleve hacia zonas profundas de la
cavidad vaginal). Un pene de tamaño normal tiene en erección entre 12.5 y
17.5 cm, dependiendo de la raza, es suficiente. Si el pene es más grande,
podría producir dolor a muchas mujeres. Hay que tener en cuenta que el
promedio del pene erecto en el hombre peruano oscila entre los 13.9 cms y
14.1 cms. Lo cual coloca al peruano dentro del rango de un pene tamaño
normal. Pese a ello, más del 80% de varones al señalar que el tamaño sí
importa, estarían vinculando solamente el pene su virilidad, a su masculinidad y
a su capacidad de ser un buen amante; lo cual sabemos que no tiene
absolutamente nada que ver. Para el 80% de las mujeres más que un buen
tamaño prefieren un pene con una erección duradera y una eyaculación
controlada que les asegure orgasmos y placeres también a ellas. Importante
señalar que para dar placer no solo se necesita un pene, ello es solo una de
tantas herramientas que el hombre posee pero a veces le da flojera descubrir.

Finalmente, podemos concluir que el tamaño puede importar como parte de las
fantasías sexuales de algunas mujeres pero pese a ello esa importancia sigue
siendo menos que la que el hombre cree. Lo importante es poder tener
erecciones duraderas y sostenibles de forma natural, ya que hay mujeres que
pueden identificar claramente cuándo un hombre utilizó algún medicamento
para la erección porque es sabido por muchos que las erecciones naturales no
pueden ser tan prolongadas sin tener periodos de flacidez incluso durante
momentos de

7. Las relaciones enfermizas: chantaje emocional

No todas las relaciones de pareja están cargadas de felicidad. Hay personas


que sufren constantemente por la persona que aparentemente quiere y ama.
Este sufrimiento hace sentir a la persona poco querida, con baja autoestima,
sin libertad plena y son relaciones enfermizas. El peligro, es que la gran
mayoría de personas involucradas en ello no se dan cuenta del daño que les

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hace este tipo de relación de pareja. Aceptar que tenemos una relación
adictiva, donde sentimos ser dependientes, víctimas de un maltrato o chantaje
emocional es el primer paso que uno debe dar para salir de estas relaciones
asfixiantes.

De todas las relaciones enfermizas, la más usual pero a la vez la que pasa más
desapercibida es “El chantaje emocional”, el cual es un tipo de abuso
psicológico que suele darse en la pareja y con otras personas como familiares,
amistades o compañeros de trabajo. Es lamentable decirlo, pero este recurso
emocional es tan utilizado que lo encontraremos en muchos momentos de
nuestras vidas, donde estas personas chantajistas nos manipulan para imponer
su voluntad, haciéndonos sentir muchas veces culpables si no les hacemos
caso. Ser un chantajista emocional es de perversos que solamente buscan su
propio bienestar sin importar la pareja.

La persona que chantajea emocionalmente tiende a utilizar la amenaza y la


coacción; previamente ha identificado los puntos más vulnerables de la pareja,
y por ello, la manipula y obliga a hacer su voluntad. El maltrato psicológico que
siente la víctima del chantajista es muy grande, a veces consciente y otras
inconscientes. Una de las características del chantajista emocional es que no
busca llegar a ningún acuerdo, negociación o punto medio, y es capaz de
utilizar todas sus armas para lograr su objetivo; y como no siempre se actúa de
forma agresiva sino más bien pueden victimizarse, es complejo que una
persona se dé cuenta está en una relación enfermiza.

Tipos de chantajistas emocionales

Susan Forward identificó cuatro tipos de chantajistas emocionales quienes


utilizan estas estrategias para conseguir lo que quieren de su pareja.

1. Castigadores: son los que consiguen lo que quieren con su pareja


utilizando métodos agresivos, amenazas y enfados. Logran que sus
parejas sufran y teman desafiarlos. “Eres una inútil, una incapaz… si
sigues así te dejaré por tonta…”.
2. Autocastigadores: siempre amenazan con hacerse daño si la pareja no
hace lo que él o ella le está pidiendo. Estas amenazas pueden ir desde
lo material hasta el suicidio. “Si sigues así tendré que dejar de
trabajar…”. “Si me dejas, me mato…”
3. Víctimas: amenazan a la pareja con el sufrimiento que tendrían si no
hacen lo que solicita. “Seré una persona desdichada toda la vida por tu
culpa”. “Me sacrifico por la relación y así me pagas”.

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4. Seductores: chantajean mediante la seducción. Ofrecen amor, dinero, o
algo material. “Si me haces esto, entonces de dónde sacarás dinero
para tus caprichos”.

Lo interesante es que toda persona que busca tener el control en la relación y


manipula o chantajea, es porque se siente muy insegura de sí misma, además
de ser ansiosa y tener problemas de baja estima. Es así, que intenta chantajear
para sentir una compensación ante sus inseguridades.

Cómo reconocer si nuestra pareja es chantajista emocional

Siguiendo a Forward, bastaría con responder afirmativamente solo una para


decir que la pareja es chantajista emocional:

 Amenazan constantemente con poner fin a la relación si no les das


gusto.
 Hacen generosas promesas que están supeditadas a tu comportamiento
y rara vez las cumplen.
 Siempre quieren más por mucho que les des.
 Te hacen apuestas de dinero o cosas materiales para obtener un propio
beneficio.
 Están convencidos que acabarás siempre cediendo.
 Habitualmente ignoran o no hacen caso de tus sentimientos y
aspiraciones.
 Te tachan de egoísta, malo, interesado, insensible o descuidado cuando
te mantienes firme.
 Utilizan el dinero como arma para salirse con la suya.
 Te cuestionan en la crianza de los hijos que se tienen.
 Te cuestionan en tu físico o forma de vestir señalando que no le gusta
una pareja como tú, haciéndote sentir mal por ello.
 Te dicen o dan a entender que se abandonarán, se harán daño o se
deprimirán si no haces lo que quieres.
 Amenazan con complicarte la vida si no haces lo que ellos dicen.

Estrategias de un chantajista emocional

 Te hace sentir culpable por hacer lo que quieres: “Tú me haces sentir
celoso”. “Si me hicieras caso, nada de esto hubiese sucedido”.
 Te hace sentir malo: “Me has decepcionado”. “No pensaba que fueras
tan egoísta”.

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 Te halaga si haces lo que quiere: “Nunca dudé de tu inteligencia”. “Eres
perfecta…”
 Busca aliados (si no funciona). “Hablé con tus padres y piensan que
tengo razón”. “Le escribí a tu amiga/o para contarle lo sucedido”.
 Te acusan de enfermo. “Creo que te estás volviendo loca”. “Eres muy
intensa…me estresas”.

Tips para prevenir chantajes emocionales

 Pedir a tu pareja que justifique su decisión con hechos.


 No le hagas creer que es dueño de tu vida ni que dependes de él o ella.
 No dejar que utilice amenazas para conseguir que hagas su voluntad.
 No dejar que te falte el respeto si no se haces lo que quiere.
 Enséñale que NO es NO.
 Siempre tener presente que puedes acudir a un terapeuta de pareja para
que te ayude u oriente.

8. Machismo y masculinidades

Para poder entender el machismo y la masculinidad hegemónica en nuestra


sociedad, utilizaré la metáfora de la mesa creada por un Jaime Tellería
(sociólogo boliviano).

Imaginemos entonces una mesa de cuatro patas (como la que utilizamos para
tomar los alimentos). Esa mesa se mantiene en pie porque su tablón (la tabla
donde colocamos los platos de comida) es sostenido por cuatro patas que son
sus columnas. Si una de estas patas se rompe, la mesa no se caería, aun se
mantendría de pie pero tambaleando; pero si dos o más patas se salen pues la
mesa ya no estaría más de pie, caería y dejaría de servir..

Ahora, imaginemos la mesa como una metáfora, donde el tablón principal se


llamará “Masculinidad hegemónica”. ¿Qué es la masculinidad
hegemónica? Es el modelo de masculinidad que existe en una sociedad
determinada; es decir, es la manera como la sociedad nos ha enseñado y nos
dice que tenemos que comportarnos, actuar, pensar, sentir por el hecho de ser
hombres. Son todos los mensajes, mandatos y roles que los hombres (y las
mujeres) aprenden desde que nacemos y muchas veces no nos damos cuenta.
Por ejemplo, el hombre: no debe expresar afecto ni ternura a sus amigos
hombres, es incapaz de ser fiel, debe ser el jefe y autoridad de la casa, debe
tener sexo cuando lo desee y con quien desee, la sexualidad masculina es
instintiva e incontrolable, tiene que ser fuertes física y emocionalmente, no

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debe sentir ningún tipo de atracción o deseo sexual por otros hombres, siempre
deben demostrar su valentía incluso poniendo en juego su vida, etc.

Entonces, todos estos mandatos sociales, los cuales como se habrán dado
cuenta son falsos y no tienen ningún argumento válido que los justifique; pero
sin embargo, día a día muchos hombres tratan de demostrarlo por el temor a
que su “hombría”, su “virilidad” sea cuestionada por otros hombres o mujeres.

Este tablón de la Masculinidad Hegemónica es sostenido por las cuatro patas


de esta mesa que evocamos. Cada una de las patas tiene un nombre y una
razón por la cual la masculinidad hegemónica sobrevive, son:

1. Misoginia: Por definición proviene del griego, donde miseo significa


odiar o despreciar y gyné significa mujer. La persona misógina es la que
ejerce un desprecio por la mujer, y constantemente critica, detesta, odia
y menosprecia no solamente sus actitudes sino en el rol que ejercen en
la sociedad. Señalar que en lo único que sirven las mujeres es cocina; o
que la mujer tiene la culpa que la violenten por faltar el respeto al
hombre o seducirlo son entre varios otros ejemplos de misoginia.
2. Homofobia: Es el término que se utiliza para describir el miedo,
rechazo, repudio, prejuicio y discriminación hacia hombres y mujeres
homosexuales (incluyo lesbofobia y transfobia). Es motivada por el odio
irracional a personas que no son heterosexuales y se manifiesta
mediante la violencia física o verbal, llegando incluso a asesinatos, que
son crímenes de odio. Ramos Padilla, señala que la homofobia “más
que el miedo irracional por los hombres homosexuales, es el miedo a
que otros hombres revelen al entorno social que uno no alcanzan los
estándares para ser considerados verdaderos hombres, y ello es un
temor masculino a la burla del otro”.
3. Sexismo: es la discriminación que se ejerce a una persona por su sexo
o género en ciertos ámbitos, solamente por esas características es
considerada inferior la otra persona. Esto incluye estereotipos y
prejuicios sociales. Por ejemplo, que una mujer sea discriminada en un
puesto laboral por el hecho de ser mujer, o sino que una mujer aparezca
semidesnuda como parte de una publicidad de bebidas o automóviles.
4. Heterosexualidad compulsiva: En una sociedad donde se privilegia y
reconoce la heterosexualidad como “única y natural forma de
relacionamiento sexual”, los hombres buscan el constante
reconocimiento social y se presionan para mostrarse como “machos” y
“viriles”, intentando conquistar y tener sexo con muchas mujeres; ello por
la necesidad de ser valorados y aceptados por su entorno social como

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“verdaderos hombres” y cualquier comportamiento diferente podría
colocar en duda la heterosexualidad, lo cual generaría angustia, terror y
pánico en varios hombres, en sus familiares y amistades.

Cada vez que utilizamos esta mesa ejercemos el machismo, el cual es el


conjunto de creencias, costumbres y actitudes que sostienen que el hombre es
superior a la mujer solamente porque durante años la sociedad hizo creer que
es la figura más importante, que es el dueño de poder y que es el
representante del ser humano (por eso algunos hablan del “hombre en la tierra”
haciendo referencia a la humanidad, como si la mujer no existiese). El
machismo hace que la mujer se vea como inferior al hombre y que solamente
debería conformarse con ser madre, cuidar a sus hijos y atender al esposo;
justificando así la violencia que ejercen contra ellas. Lamentablemente esta
mesa está en la casa de millones de personas, de hombres y de mujeres en el
Perú y en el mundo. La usamos diariamente sin darnos cuenta. Es momento de
cambiar estas mesas. Ni una menos.

9. El impulso sexual y el sexo casual

El deseo sexual es un parte de todo ser humano. ¿Se controla? Pues para
algunas personas es más fácil controlar ese impulso sexual y para otras es
más complicada. Hombres y mujeres tienen este impulso sexual, sin embargo,
en muchas sociedades (como la nuestra) se cuestiona cuando las mujeres
tienden a manifestar o se deja llevar por este impulso sexual tan natural,
nuestra sociedad prejuiciosa y machista las tiende a etiquetar como “mujeres
fáciles” (o un sinfín de adjetivos similares). Sin embargo, cuando un hombre “se
dejar llevar por su impulso sexual”, podemos escuchar falsas argumentaciones
que señalan: “uno actúa como varón”. Hecho que no hace más que justificar en
muchos casos la violencia sexual, y es totalmente falso que el hombre por el
solo hecho de ser hombre tenga más impulso sexual que hace que siempre
esté presto a tener encuentros sexuales cuando éstos se le presenten. Ello es
falso, es un mito que lo único que hace es alimentar el machismo en hombres y
coloca a la mujer en una situación de represión sexual o de no dejar disfrutar
de su sexualidad. Hombres y mujeres tienen impulsos sexuales, no todos los
impulsos sexuales son iguales pues dependerá de diversos factores de cada
individuo y no del ser hombre o ser mujer; y ambos tienen la capacidad de
decidir si desean tener sexo casual con alguien o no tenerlo. El consentimiento
siempre debe ser de ambas partes.

Lo cierto, es que nuestro cerebro tiene la capacidad de separar relaciones


sexuales y relaciones amorosas, es por ello que muchos hombres y mujeres

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pueden tener una vida sexual activa (besos, caricias, erotismo, relaciones
coitales) dejándose llevar por el impulso sexual, por ese instinto pasional y no
involucran el lado afectivo-amoroso. Para otras personas, hacer esta escisión
es sumamente complicado, principalmente por valores, creencias con las que
fueron criados y se siente realmente convencidos de ello, pero los hay quienes
prefieren vivir con una doble moral, donde cuestionan socialmente el “sexo sin
amor” pero viven una vida paralela donde tienen parejas con las cuales tienen
“sexo sin amor”.

Así mismo, es necesario señalar que muchas relaciones amorosas han


comenzado por un impulso sexual que se originó luego de conocerse en una
noche de discoteca, una fiesta, en una chat sexual, etc. Es decir, primero
tuvieron sexo y al darse cuenta que había más que “atracción sexual”
decidieron seguir conociéndose y formaron una relación de pareja formal y
exclusiva. Ello demuestra que es un mito que sea imposible enamorarse de
alguien a partir de una relación casual.

Es por ello, que si bien todas las personas son libres de decidir sobre su vida
sexual, se debe tener en cuenta que en las relaciones sexuales casuales,
donde se dejan llevar solamente por su impulso sexual, deben tener la
capacidad de medir los peligros ante lo cuales se pueden exponer como
embarazos no deseados, contagio de enfermedades o infecciones; así como
los riesgos de estar con una persona totalmente desconocida de quienes no
conocen sus costumbres o comportamientos. Muchas personas luego de
relaciones sexuales casuales descubrieron que fueron fotografiadas o filmadas
sin su consentimiento. Por eso, siempre es bueno pensar con cabeza fría,
conversar con la persona sobre “las reglas de juego” (donde pondrán los límites
de lo permitido y no permitido) y usar condón.

Características del impulso sexual:

 Las personas obtienen relaciones sexuales solamente para satisfacer su


deseo sexual.
 Las relaciones sexuales generan endorfinas.
 No existe una fijación respecto a la otra persona, por lo que es más fácil
satisfacer al instinto sexual sin involucrar el lado romántico.
 Se pueden exponer a peligros del salir con alguien desconocido.
 Hay mayor riesgo de contagiarse de una infección de transmisión
sexual.
 Se corre el riesgo de utilizar o que te utilicen solamente con un fin sexual
cuando la otra parte buscaba otro tipo de relación.

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 Puedes enamorarte y la otra parte no.

10. La violencia como forma de (re)afirmar la masculinidad

Cuando hablamos de masculinidades hacemos referencia a la forma cómo los


hombres hemos sido criados y educados en una sociedad determinada. Incluye
nuestra manera de pensar, de sentir o de comportarnos, además de la forma
cómo nos relacionamos con las mujeres y con otros hombres. Este aprendizaje
es social, es cultural y no es algo con lo que hayamos nacido y es lo que se
conoce como género, pues son atribuciones hechas sobre la base de nuestro
sexo (pene o vulva).

Si imaginamos a un hombre “masculino” se nos puede venir a la mente


distintos tipos de hombres y cada persona tiene una idea distinta del ser “muy
masculino” o ser “poco masculino”. De hecho, hace 50 años no era “muy
masculino” que los hombres tengan el cabello largo, usen aretes, se tiñan las
canas, etc. O una mujer “masculina” hacía referencia a quienes utilizaban
pantalones o tenían el cabello corto. Hoy en día es totalmente absurdo pensar
que un hombre “deja de ser masculino” por tener cabello largo o dedicarse a
labores caseras. Entonces, el género, es decir, nuestra idea de lo masculino va
cambiando durante el tiempo y entre sociedades.

Sin embargo, en la actualidad muchos hombres tienen miedo de “verse poco


masculinos” por temor y pánico a ser ridiculizados o “creer” que otras personas
pueden pensar que “es poco hombre” (que erradamente se asocia al ser débil,
ser femenino, ser como un niño, entre otros). Por ello, utilizan la violencia para
imponerse y demostrar su poder (el cual sienten que otros lo cuestionan).

¿Qué es la violencia?

Es el ejercicio del poder mediante el uso de la fuerza (ya sea esta física,
sexual, verbal, emocional, económica o política) que afecta de manera negativa
la integridad física o psicológica de la otra persona o de un grupo de personas.

Hay quienes afirman que la violencia es algo normal y forma parte del ser
humano. Esta idea es falsa y es porque se confunde violencia con agresividad.

¿Qué es la agresividad?

Es un recurso instintivo de todo ser vivo que le permite preservar la vida,


resistir o enfrentar un medio adverso que le impide satisfacer sus necesidades.
Así por ejemplo, un perro es agresivo cuando alguien intenta quitarle su comida
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o de igual forma si intentan sacar alguno de sus cachorros mientras los
amamanta su respuesta será agresiva pero no violenta, ya que trata de
preservar la vida de sí mismo o de sus cachorros.

¿La violencia es sólo agresividad?

La violencia no es sólo agresión (por más que produzca daño físico o


psicológico a quien lo recibe) su propósito es controlar, intimidar y someter al
otro. Para ello, debe existir condiciones para que sea posible ejercer la
violencia: desbalance de poder, físico, económico, político o cultural.

La construcción de la masculinidad como condicionante de la violencia

Desde niños vamos aprendiendo ya sea en casa, barrio, escuela, etc. que hay
un rol dominante, de autoridad y protector del hombre hacia la mujer. Ello
porque estamos en una sociedad lamentablemente machista y patriarcal.

Así, nos someten a la idea que los hombres no deben mostrar debilidad, ni
sentimientos, ni manifestar: dolor, temor, ternura, afecto, compasión, deseo de
ser protegido.

Vamos formando la idea inconsciente de reprimir emociones y con ello vamos


ejerciendo violencia contra uno mismo.

La violencia como forma de afirmar la masculinidad

El hombre suele ser violento porque:

 Necesidad de desfogue de sentimientos reprimidos


 La única vía permitida socialmente es ira y hostilidad porque llorar “no es
de hombres”
 El ámbito familiar único lugar seguro porque las mujeres “no representan
amenaza psíquica ni física”.
 Demostrar siempre a la sociedad “ser masculino” crea inseguridad.
 Una forma de combatir esas dudas es con la violencia hacia las mujeres,
demostrando “poder”.
 Hombre que autoridad no es reconocida en casa: es un “saco largo” o no
es suficientemente hombre.
 Ante cualquier situación conflictiva en el hogar: temen perder el control
de la relación. Les provoca estado de gran tensión.
 Siente que tiene que luchar por recuperar su identidad de superior
 La violencia proporciona vivencia temporaria de poder.

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 Ha crecido en un entorno violento y con carencias afectivas por parte de
sus figuras paternas.

Triada de la Violencia masculina

El hombre, para no sentirse inferior porque teme “no ser un verdadero hombre”
trata de imponer respeto y poder constantemente, y lo manifiestan antes tres
sectores:

 Hacia la mujer (y a niñas y niños) a través de los diversos tipos de


violencia, abuso, fecundidad impuesta, mortalidad materna,
ITS/VIH/SIDA, paternidad ausente, etc.
 Entre hombres: Accidentes de todo tipo, homicidios, peleas entre
hombres, pandillaje, “barras bravas”.
 El hombre mismo: Suicidio, adicciones, deportes de riesgo, descuido de
la salud.

11. Los riesgos del internet en la sexualidad de niños, niñas y


adolescentes

Los niños, las niñas y adolescentes están expuestos a una serie de riesgos y
peligros cuando se junta el uso indebido del internet (donde incluyen redes
sociales) y la curiosidad por la desinformación en temas de sexualidad. Esta
combinación es muy peligrosa, pues los menores podrían ser víctimas de
personas adultas perversas o con algún tipo de patología mental, o también por
parte de sus pares y otros menores de edad que no tienen control sobre sus
límites.

No vamos a cuestionar que el uso de las nuevas tecnologías y del internet es


algo muy bueno para nuestro desarrollo, además desde las escuelas se viene
promoviendo cada vez más su uso de manera adecuada; sin embargo,
conocedores de la curiosidad propia en la etapa de la niñez y la adolescencia,
son los propios padres y madres quienes deben de tener el interés, la
necesidad y conocer bien el uso del internet, navegando en webs, teniendo
cuentas en redes sociales y visitar videos para que así sepan realmente a todo
lo que sus hijos o hijas puedan estar expuestos. Ello servirá para que muchos
“abran los ojos” de lo que sucede en el ciberespacio, que es ahora el nuevo
“parque” de los niños y adolescentes; ya que es allí donde conocen nuevos
amigos y nuevos riesgos.

Mencionaré algunos de los peligros a los cuales están expuestos 

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Grooming: es el acoso hacia los menores de edad por parte de los adultos y
ello se hace a través de engaños. Primero buscan ser sus amigos por alguna
red social, como Facebook o instagram, creando un falso perfil y haciéndose
pasar por niños o adolescentes de su edad. Generalmente, muestran una
fotografía atractiva a primera vista y se muestran amigables y con
conversaciones amenas e interesantes para “caer bien” y dependiendo de
cómo sienten de vulnerables a sus víctimas comenzarán a mostrarse más
atractivos y seductores, logrando así cautivar a su víctima y muchas veces
logrando que el menor de edad “se enamore” de esta falsa amistad. Queda
claro que el niño, la niña o adolescente siempre creerá que su amigo virtual es
tal cual éste “se pintó” en la red, es decir: es como la foto, está en el colegio
que dice, tiene la edad, etc. ¿cuál es el enganche? Que el adulto disfrazado
virtualmente de adolescente o niño se mostrará interesado en conversar con tu
hijo o hija, sabrá qué aconsejarle, comprenderá sus sentimientos de soledad,
miedos, molestia hacia la escuela o padres, etc. Logrado este gran nivel de
confianza comenzará a solicitar fotografías de semidesnudos o desnudos de
sus hijos o hijas, seguramente el adulto enviará fotografía de otros menores
que consiguió de similar forma haciendo creer que es él, luego pasarán a
videos más eróticos e íntimos. Así, forzará un encuentro real, en vivo, y si no lo
logra comenzará a chantajear y extorsionar con mostrar sus fotos y videos de
desnudos a los padres o subirlo a las redes sociales. Es así, que por el miedo,
muchos adolescentes y niños caen en sus redes y son víctimas de violación.
Sucede que como las fotos y videos nunca son entregados, el chantaje se
vuelve rutinario.

Cyberbullying: suele tener la misma dinámica del bullying que se da en las


escuelas, solamente que ante la existencia de proyectos y normas que intentan
prevenir el bullying escolar y colocar reglas al respecto; surge el cyberbullying
como una manera de acosar, marginar, humillar a niños, niñas y adolescentes.
Los riesgos son muchos, pues el acoso se da en las redes sociales que los
menores de edad suelen utilizar más: facebbok, whatsApp, instagram, twitter;
además de blogs, youtube, correos, chats y grupos cerrados. Es frecuente que
los niños y adolescentes por ejemplo se filmen en situaciones desde día a día
ya sea en casa, escuela u otros espacios, pero cuando sucede algún hecho
bochornoso y fue registrado en video o fotografía, muchos no dudarán en
compartirlo con sus amigos o subirlo a redes sociales, lo que generaría burlas,
humillaciones, etc. así comienza el cyberbullying. Otro tipo es a través de
chats, blogs, foros o grupos cerrados de whatsapp donde los integrantes son
incluso gente de otros colegios, o mucho mayores que sus hijos y funciona
como un espacio de “rajar” o hablar mal de distintos muchachos. Varios
adolescentes y niños que experimentaron cyberbullying señalaron que le es
imposible salir de este círculo vicioso. Las consdecuencias son varias, como
tener problemas de adaptación escolar y social, bajas de autoestima,
problemas de rendimiento escolar, miedo, angustia, ataques de ansiedad y, en
casos de máxima gravedad, intentos de suicidio. 
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Sexting: consiste en el envío de fotografías o videos con contenidos de tipo
sexual (que van desde semidesnudos, partes de genitales o pechos hasta
masturbaciones o relaciones sexuales). Estos videos y fotos son producidos
por los mismos adolescentes. Muchas veces lo hacen como una forma de
juego, donde no desean compartir las imágenes con nadie, sino es tomarse
fotos o filmarse en situaciones que consideran “interesantes” pero luego el
producto queda grabado en el celular, computadora o Tablet; lo cual ya es un
riesgo porque puede ser visto por amigos y algunos copian las imágenes para
subirlas a redes. Otras veces, las fotografías o videos, vienen producto del
grooming. Pero, muchos adolescentes lo hacen para enviárselas a sus parejas
como parte de una “práctica sexual”. Hay que tener en cuenta que es muy
común en adolescentes tomarse selfies, y 7 de 10 adolescentes se han
fotografiado desnudos o semidesnudos quizás solamente para ver y apreciar
su cuerpo, como si el celular fuese el espejo de la casa, éstas personas no
necesariamente han subido las fotos a redes sociales pero el solo hecho de
tenerlas almacenadas en la memoria del aparato ya puede hacer que entre al
ciberespacio o a “nube ciberespacial”. Tomarse fotos íntimas es usado por
muchos para llamar la atención de algún grupo de compañeros o amigos
virtuales. El 88% de las eróticas de menores de edad que se suben a sus
propias cuentas de Facebook o Twitter luego son recopiladas en portales de
adultos, según un estudio realizado por el Internet Watch
Foundation.

Finalmente, todo esto se podría prever si los niños, las niñas y


adolescentes reciben desde edades pequeñas de la etapa escolar
una educación sexual integral y con un adecuado enfoque de
género, lo cual les darán herramientas para poder estar atentos a
estas situaciones de riesgo y la mirada de género hará que las
mujeres se sientan valoradas y respetadas, así como los hombres
cuestionar el machismo y sexismo.

12. Riesgos en la sexualidad adolescente

La sexualidad para los niños y niñas siempre ha sido un tema de mucha


curiosidad que por el momento de vida en el cual están puede “disimularse”
con otros intereses propios de la edad, como por ejemplo dibujos animados,
juegos, deportes o momentos familiares. Pero, cuando estos niños y niñas
comienzan la etapa puberal (nombre que viene de los vellos púbicos que
empiezan a crecer) comienzan a darse cuenta que sus genitales se van
volviendo como los de los adultos, las hormonas comienzan a “alborotar” el
cuerpo y la mente, con ello las fantasías sexuales y la excitación tienen un

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sentido mucho más placentero, tanto para hombres como para mujeres
adolescentes.

Entonces, esta etapa comprende aproximadamente entre los 11 años de edad


y culmina hacia los 21 años. Son diez años donde la persona está expuesta a
una serie de cambios y difíciles retos; teniendo en cuenta que solamente lo
físico es una pequeña parte de ello. Hacia la adolescencia, la persona debe
afrontar la independencia de los padres, la consolidación de cualidades para
relacionarse con sus compañeros de la misma edad, la incorporación de
principios éticos aplicables a los cambios y a los que ellos consideran como
“nuevos valores”, la adquisición de responsabilidad social e individual, la
consolidar una identidad de género y sexual, aceptar los cambios
psicosexuales adolescentes. A todo ello se suma que los adolescentes
comienzan a sentirse invulnerables a todo, es decir, que a ellos no les pasará
nada y constantemente se exponen a situaciones de riesgo y peligro para
demostrar su valentía, que no son cobardes y por ende que ya dejaron de ser
niños o niñas.

Es así, que bajo estos principios muy típicos de la etapa adolescente, la


presión social es muy grande y constante; y si le sumamos que los temas
amorosos y sexuales son señales de madurez para nuestra sociedad y ellos
quieren ser visto como maduros, simplemente se dejan llevan por sus impulsos
sexuales cargados de hormonas efervescentes y por lo “mucho y errado” que
aprenden de sexualidad con los amigos, amigas, redes sociales y el internet.

La realidad nos muestra que en el Perú el inicio sexual es hacia los 13 años y
el embarazo adolescente sigue aumentando en nuestro país, pues cada día 15
niñas entre 11 y 15 años se convierten en madres, lo coloca a la mujer en
situación de vulnerabilidad total con riesgos hacia su salud, exposición a
diversos tipos de violencia y deserción escolar. Ahora, hay que considerar la
tasa de adolescentes con diversas infecciones de transmisión sexual, el
papiloma humano y VIH; teniendo en cuenta que según el MINSA (2014) más
del 50% de las personas que viven con VIH en el país se encuentran entre los
20 y 34 años de edad. Pensemos ahora en la cantidad de adolescentes que
estuvieron embarazadas y decidieron interrumpir el embarazo o fueron o
obligadas a abortar por sus padres, parejas u otros familiares; reflexionemos
bajo qué condiciones sanitarias lo hicieron y cómo fue el impacto psicológico de
la situación.

Por ello, es importante que los y las adolescentes sepan de sexualidad integral
y puedan comprender realmente la importancia del postergar el inicio sexual lo

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más posible sin sentirse juzgados por amigos o parejas; donde hablar de
afectos, enamoramiento, sexualidad masculina y femenina, placeres sexuales,
prevención de la violencia, etc. sean abordados de la mano con valores y
promoviendo la toma de decisiones adecuadas y con una mirada de género (es
decir, donde se tenga en cuenta que tantos hombres y mujeres adolescentes
sean informados por igual, reflexionando sobre los riesgos y la realidad de las
mujeres en el Perú para que la historia deje de repetirse), y obviamente los
profesores estén realmente capacitados por personas expertas en el tema, así
como los padres y madres de familia tengan las herramientas para poder
atender a demandas y preguntas en temas de sexualidad; ya que ni los
docentes ni los padres de familia saben realmente de sexualidad y no pueden
pretender ellos hablarles a sus hijos sin estar realmente capacitados, además
de haber roto sus mitos y tabúes que la sexualidad misma trae.

Por ello, debemos de considerar que los famosos “juegos sexuales


adolescentes” a los cuales están expuestos día a día es solamente la punta del
iceberg donde el mensaje que nos dan a los adultos es: “quiero saber de
sexo…háblenme de sexo… del porqué dicen que es malo si yo lo siento tan
placentero”.

Finalmente, en los últimos cinco años estos juegos sexuales en la adolescencia


representan retos y rituales a los que están expuestos, y ello ya se practica en
todo el Perú y en todos los estrados sociales, los más populares son (los
nombres varía o ellos mismos no lo conocen por nombre):

1) El carrusel: bajo la modalidad del juego de “verdad o reto” o “botella


borracha”, uno de los castigos es que la persona tenga sexo por X
cantidad de segundos con todos los integrantes del grupo que están en
círculo. Ello puede incluir filmación del hecho y subirlo a redes.
2) Arco iris: igual al anterior es un castigo pero las mujeres se pintan los
labios de diversos colores cada una y le practican sexo oral a varios
hombres donde dejarán la marca del color del labial en el pene. Gana el
hombre que tenga el pene con más colores, como un arco iris.
3) Semáforo: es una fiesta o reunión donde acuden adolescentes vestidos
con los colores del semáforo o tienen un brazalete donde indica: rojo
estoy con enamorado/a, amarillo estoy “saliendo con alguien” pero nada
formal, verde soy soltero/a y libre. No buscan conocer amigos sino
buscan “acción”: tener sexo, o manosearse o solo besarse con los que
estén libres.
4) Puerta chola: ritual muy antiguo en niveles sociales medios y altos,
donde en las reuniones o fiestas en casa, la apuesta es besar,

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manosear o tener sexo con la trabajadora del hogar; lo cual es una
violación.
5) Cuarto oscuro: varios adolescentes se encierran en una habitación
totalmente oscura y el juego consiste en besarse con quien encuentres y
va subiendo el nivel hasta estar todos desnudos y tener diversas
prácticas sexuales.

13. Cuando los hijos se encuentra con la pornografía

Estamos en un momento en donde los medios de comunicación y las nuevas


tecnologías son parte de nuestro día a día. Niños, niñas y adolescentes
conviven con ello y tienen en sus manos el poder de recibir una ola inmensa de
información de distinto tipo. Muchas veces muy bueno y otras veces muy
malos.

Como parte de la curiosidad sexual, propia de todo ser humano y en especial


de la niñez, nuestros hijos o hijas pueden acceder involuntariamente a páginas
de contenido sexual explícito erótico o pornográfico. Además, a partir de los
once años de edad (a veces sucede en edades menores y otras en un poco
mayores) entre los amigos y la escuela comienzan a escuchar palabras y
frases que se relacionan con el sexo (o dan la sensación de ello) y que muchas
veces no pueden entender o no lo pueden definir con propiedad. Algunas
palabras y frases les llegan de manera inocente como parte de una “grosería”
de niños que no conocen su real significado. Otras las escuchan en la calle
como parte del acoso callejero, puesto que lamentablemente vivimos en una
sociedad machista y de mucha violencia. Muchas veces, el contenido sexual se
da en las letras de las canciones de moda que pasan en la radio o que
nuestros hijos escuchan que son entonadas en fiestas infantiles, por amigos o
por los propios padres. Es muy usual también escuchar los chistes de doble
sentido que son celebrados por los adultos. Igualmente, la televisión por cable
y el internet contienen mucho contenido sexual que no necesariamente están
regulados.

Últimamente, muchos niños al tomar prestado los celulares de sus padres o


buscar fotografías en los mismos, se topan con fotos y videos eróticos o
pornográficos que los mismos padres o madres reciben por whassap u otras
redes sociales por parte de sus amigos. Es decir, las imágenes de contenido
sexual que nuestros hijos ven están más cerca que nunca y pueden ser muy
perturbadores y una amenaza para nuestros hijos, más aún si el conocimiento
que tienen de la sexualidad es pobre o inadecuada.

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La realidad nos dice que independientemente de todo lo que los padres se
esfuercen por “protegerlos” o “aislarlos” de la pornografía o imágenes con
contenido sexual explícito, es muy probable que ellos lo verán, lo oirán. Es así,
que la pornografía con la cual los padres crecieron es muy cómica en
comparación con la que los niños y adolescentes de hoy están expuestos. Si
los padres recuerdan, hace unos 30 años para que el adolescente de aquel
entonces acceda a una revista Playboy o película pornográfica en VHS, debía
de hacer malabares e implicaba todo un reto. Hoy en día, basta con colocar la
palabra “sexo” o “porno” en google y la lista se hace infinita. Ello lo puede hacer
cualquier niño o niña que tenga una computadora o teléfono móvil a la mano.

Por más que la mayoría de los padres quisiéramos proteger los ojos y oídos de
nuestros hijos e hijas, simplemente no es posible. Lo que sí es posible es
educarlos anticipadamente con una visión positiva de la sexualidad, de manera
que enfoquen las representaciones negativas, burdas y peligrosas de la
sexualidad, y para ello, nosotros como padres debemos sentirnos en la
capacidad de educar a nuestros hijos e hijas en sexualidad. Así mismo, exigir a
las escuelas de nuestros hijos que los eduquen adecuadamente en una
sexualidad integral, y así los menores de edad tendrán la capacidad de poder
actuar de forma adecuada (sobre la base de valores que se dieron en casa y
explicaciones adecuadas) cuando se encuentren expuestos a éstas imágenes.

Qué hacer si mi hijo o hija ve una escena pornográfica

 Manteniendo una actitud constructiva y el continuo compromiso de que


el tema sea siempre positivo y materia de una comunicación abierta,
busquen oportunidades para que se den conversaciones sobe temas de
sexualidad.
 Tener presente que es muy probable que su hijo o hija tenga una serie
de dudas y preguntas sobre sexualidad, no necesariamente por las
imágenes vistas, sino por curiosidad natural o por los cambios que viene
pasando en su cuerpo. Por ello, responder a sus inquietudes es lo
adecuado y nunca esquivar la situación.
 Tener presente los valores que se inculcan en casa y promover la toma
de decisiones en caso que su hijo sea adolescente.
 Tenga en cuenta que los niños y niñas necesitan tener límites y los
adolescentes necesitan tener explicaciones.

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 No prohibir el acceso a internet o canales de TV porque no estaría
atacando el problema sino evitándolo, y su hijo lo seguirá haciendo
porque quiere responder a su curiosidad.
 Hablarle de sexismo, machismo, prostitución, violencia sexual,
explotación sexual cuando es adolescente, así promoverá una actitud
crítica.
 Señalar las diferencias entre erotismo y pornografía.
 Juntos buscar ayuda en internet sobre distintos significados e ideas en
temas de sexualidad.
 Hacer del momento tenso una oportunidad para hablar de educación
sexual con su hijo e hija.

14. Bibliografía general

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