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Casación Social 14/11/2016

Danilo Antonio Mojica 1158


Monsalvo

César Daniel Montero Chacín contra Cooperativa Organizada de


Distribuidores Independientes de Aguas Minerales Codiam XX
RL., (CODIAM XX, RL.) y otro.

RESUMEN

MATERIA CRITERIO ESTABLECIDO


Aspectos procesales La Sala establece que lo pretendido atacar es un acto
administrativo contenido en la Providencia Administrativa
alfanumérico A412, de fecha 10 de julio de 2012, mediante la cual
la Inspectoría del Trabajo de Los Teques acordó el reenganche y
pago de los salarios caídos de la accionante, el cual es un acto
administrativo conclusivo de la administración y tiene sus propios
mecanismos de impugnación, por lo cual en todo caso, en su
oportunidad, debió la parte recurrente solicitar su nulidad a través
de la demanda de nulidad establecida en el artículo 185 de la Ley
Orgánica de la Jurisdicción Contencioso Administrativa. En este
orden de ideas se concluye, que al no tratarse de un documento
que goce de las características señaladas, la tacha no es el medio
idóneo para impugnar el referido acto administrativo firme.
SALA DE CASACIÓN SOCIAL

Ponencia del Magistrado Dr. DANILO A. MOJICA MONSALVO

En el juicio que por cobro de prestaciones sociales y otros conceptos laborales sigue
el ciudadano CÉSAR DANIEL MONTERO CHACÍN, representado judicialmente por el
abogado Narciso Franco, contra la COOPERATIVA ORGANIZADA DE
DISTRIBUIDORES INDEPENDIENTES DE AGUAS MINERALES (CODIAM XX, RL),
representada judicialmente por el abogado Aristóbulo Velazco Arias; y personalmente
contra el ciudadano CECILIO TORRES, representado judicialmente por el abogado José
Manuel Rodríguez; el Juzgado Superior Primero del Trabajo de la Circunscripción Judicial
del Estado Bolivariano de Miranda, con sede en Los Teques, conociendo en alzada dictó
sentencia en fecha 3 de noviembre del año 2015, mediante la cual declaró: Sin lugar el
recurso de apelación formalizado por la parte demandada y parcialmente con lugar la
demanda; confirmando así, la sentencia dictada en fecha 30 de julio del año 2015, por el
Juzgado Tercero de Primera Instancia de Juicio del Trabajo de la referida Circunscripción
Judicial, que declaró parcialmente con lugar la demanda.

 
Contra la decisión de alzada, el apoderado judicial del co-demandado Cecilio Torres,
anunció recurso de casación el cual fue admitido el día 13 de noviembre de 2015. Hubo
impugnación.

En fecha 11 de diciembre de 2015, se dio cuenta del expediente y se asignó la


ponencia al Magistrado Dr. Danilo A. Mojica Monsalvo.

El 1° de agosto del año 2016, se fijó la audiencia pública y contradictoria prevista en


el artículo 173 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo, para el 20 de octubre de ese
mismo año, a las 10:10 am.

Celebrada la audiencia oral, pública y contradictoria y habiendo esta Sala de


Casación Social, pronunciado su decisión de manera inmediata, pasa a reproducir la
misma en la oportunidad que ordena el artículo 174 de la Ley Orgánica Procesal del
Trabajo, en los siguientes términos:

RECURSO DE CASACIÓN
 
I
 

De conformidad con el numeral 1 del artículo 168 de la Ley Orgánica Procesal del
Trabajo, se delata el quebrantamiento y omisiones de formas sustanciales de los actos
que menoscaban el derecho a la defensa en los siguientes términos:

1) Dispone Ley Orgánica Procesal del Trabajo en su artículo 168.1, que el


recurso de casación obra en contra de aquellas decisiones que hayan
quebrantado u omitido formas sustanciales de los actos que menoscaben el
derecho a la defensa.
 
En el caso particular, se denunció ante el Juez Superior en contra de quien hoy
se interpone este recurso, que la Juez Tercera de Primera   Instancia de juicio
del Trabajo de la Circunscripción Judicial del Estado Bolivariano de Miranda, en
su sentencia pronunciada oralmente en fecha Veinte v Dos (22) de julio de Dos
Mil Quince (2015) y el extenso publicado en fecha Treinta (30) de julio de Dos
Mil Quince (2015) incurrió en violaciones de carácter constitucional que fueron
argumentadas de la siguiente manera:
 

Denunciamos que la juez expresamente expuso en su sentencia oral:

 
"A mi entender, esta demanda debió haber sido objeto de un despacho saneador, a
los fines de aclarar determinados conceptos. En primer lugar la parte actora, en su
libe/o habla de un litis consorcio pasivo por unidad económica. En los alegatos que
me acaba de presentar aquí me habla de inherencia y conexidad, solidaridad por
inherencia y conexidad, son conceptos totalmente distintos. La demanda fue
admitida, el tribunal que procedió a admitirla, la admitió invirtiendo el demandado
principal y el demandado, por decir algo, secundario, lo invirtió, el principal lo puso
secundario como solidario y el solidario lo pasó a principal y utilizó la figura de la
solidaridad. Eso no fue corregido durante el proceso de sustanciación, mediación y
ejecución. En esta instancia, que las partes no solicitaron en su momento que eso
fuera corregido, mal puedo entrar yo a corregirlo, sin embargo tengo que hacer
mención de esos vicios que para mí son de orden procesal y de orden
público." (Negrillas mías)
 
Situación que evidenció inequívocamente el Tribunal de Juicio, reconociendo la
existencia de vicios de carácter procesal que afectan el orden público, el
derecho a la defensa y por ende la garantía al debido proceso de los litigantes,
lo cual también hizo y reconoció el Juez Superior en la sentencia recurrida, al
no cumplir el libelo de demanda con los más elementales requisitos exigidos en
el Artículo 123, ordinales 3o y 4° de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo, en
virtud de su ambigüedad y oscuridad en los términos de su relato precisados
por ambos Jueces en el texto arriba trascrito, quedando evidenciado que
ambos operadores de justicias, han dejado a un lado, no aplicaron el mandato
contenido en el Artículo 506 del Código de Procedimiento Civil, el cual
establece: "..LOS jueces procurarán la estabilidad de los juicios, evitando o
corrigiendo las faltas que puedan anular cualquier acto procesal. Esta
nulidad no se declarará sino en los casos determinados por la ley, o cuando haya
dejado de cumplirse en el acto alguna formalidad esencial a su validez..." (Resaltado
Nuestro), norma esta aplicable en los procesos laborales por remisión expresa
del Artículo 11 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo, pero sorpresivamente
argumentaron ambos operadores de justicia "no tener la competencia para
subsanar esos errores", dejando el proceso infectado de tales vicios, lo cual
conlleva sin lugar a dudas dejar sin observancia, no aplicar, echar por tierra el
principio constitucional que informa: "el proceso constituyen (sic) un
instrumento fundamental para la realización de la justicia" plasmado en el
Artículo 257 de nuestra Carta Magna, pues respetables Magistrados, de haber
cumplido ambos Jueces que el mandato del Articulo (sic) 506 de Código de
Procedimiento Civil, indefectible hubieren ordenado la corrección de los vicios
por ellos mismos observados, y no se hubiere alterado el iter procesal dejando
en estado de indefensión a ambas partes en el proceso, siendo evidente la
procedencia de la denuncia contenida en este punto. Y así solicitó se
establezca. (…).
 
Para decidir observa la Sala:

La parte recurrente arguye, que en el caso sub iudice tanto el Juez a quo como el ad
quem¸ a pesar de reconocer que en la fase de sustanciación, mediación y ejecución se
cometieron errores que no fueron subsanados; no obstante, continuaron con la
tramitación de la causa omitiendo de esta manera, formas sustanciales del proceso que
atentaron contra su derecho a la defensa. En tal sentido aduce, que el actor en su libelo
de demanda no cumplió con lo establecido en los numerales 3 y 4 del artículo 123 de la
Ley Orgánica Procesal del Trabajo, razón por la cual indica, que los jueces de instancia
han debido reponer la causa al estado en que se subsanaran los errores de los que
adolece el escrito libelar.

En relación con el vicio delatado, esta Sala de manera pacífica y reiterada ha


establecido, que para que procedan las denuncias por quebrantamiento de formas
procesales en perjuicio del derecho a la defensa, es necesario que se hayan quebrantado
u omitido formas sustanciales de un acto procesal, que éste acto no haya logrado el fin al
cual estaba destinado, que la parte recurrente no haya dado causa a ella o consentido
expresa o tácitamente el mencionado quebrantamiento, y por último que con esta falta se
menoscabe el derecho a la defensa del recurrente (sentencia número 189 del 25 de
febrero de 2014, caso: Luis Omar Rojas Hernández contra Cervecería Polar San Joaquín,
C.A.).

Ahora bien, para corroborar lo denunciado por la parte demandada recurrente, se


hace necesario transcribir lo indicado por la recurrida al respecto, lo cual se realiza de
seguidas:

(…) se dio la palabra al apoderado judicial de la parte demandada apelante,


quien en resumen expuso: que apela de la sentencia dictada por el Tribunal a
quo, primero porque se alegó la existencia de 3 procedimientos de los cuales
1 se encuentra vivo, y todos versan sobre los mismos hechos y las mismas
partes, en esta alzada curso 1 (sic) solo procedimiento y los demás en
primera instancia, uno de estos está vigente el 3557-13 se encuentra en el
Tribunal 3º de Sustanciación, Mediación y Ejecución, el otro en
Sustanciación, Mediación y Ejecución fue declarado desistido y este que
estamos ventilando hoy, pero en esos primeros casos en uno se dictó un
Despacho Saneador al mismo tiempo el demandante consigna otra demanda
y se da por notificado del Despacho (sic) Saneador (sic), pero la Juez, en
vista de la no subsanación del Despacho (sic) Saneador (sic)consideró que la
causa estaba bajo apercibimiento por perención pero nunca declarara (sic) si
era solo el apercibimiento o declaraba la perención, entonces la causa está
viva y viola normas de carácter procesal y de orden público y así lo corrobora
la Juez de Juicio y aún así ella no se pronunció.- El segundo punto está
referido a nuestro alegato de la prueba de tacha ante el Juez de Juicio sobre
el medio probatorio aportado por la parte demandante referida a la
Providencia Administrativa y que fue la única prueba del demandante, con
ello solicitamos la apertura de la incidencia de tacha ya que dentro de la
Providencia Administrativa se fundamentó sobre condiciones o hechos que
no se dijeron en el procedimiento o afirmaciones del demandante que nunca
dijo, pero la juez no admitió la tacha alegando que para ello existía el Recurso
de Nulidad contra la Providencia Administrativa, pero no estamos solicitando
la nulidad, estamos atacando el medio probatorio aportado por el
demandante a través de esta figura, violándose el derecho a la defensa que
no dio opción para controlar la prueba, pero aunado a esto, la Juez de Juicio
en su sentencia declara que no se abrió la tacha porque no fue fundamentada
en algún numeral del artículo 83, lo cual esta demostrado en el expediente y
el video, el tercer punto de la apelación solicitamos prueba de informe al
Instituto Venezolano de Los Seguros Sociales para que se remitiera la lista de
los posibles empleados que tuviera la empresa, en la Audiencia de Juicio no
constaba las resultas del informe y se nos preguntó si insistíamos en la
evacuación de dicha prueba a lo cual nosotros dijimos que sí, posteriormente
en una prolongación preguntó al secretario si constaba la prueba de informes,
el cual dijo que no constaba por no haber llegado las resultas de dicha prueba
y la Juez de Juicio tomó la decisión de desechar la prueba del proceso y
decidir inmediatamente la causa y sobre la prueba en la sentencia dice que
sobre esto no tiene materia que decidir, pero como va a decidir si desechó la
prueba arbitrariamente y con ello se demostrada (sic) que empleados tiene la
demandada y si aparece el demandante en ese listado
 
(Omissis)
 
En primer lugar debe esta alzada dejar establecido que la apelación esta
circunscrita a tres puntos específicos, que versan el primero sobre la
pluralidad de causas cuyas partes son las mismas, mismo objeto y hechos, el
segundo punto esta referido a la fundamentación de la negativa de la tacha
dictaminada por el Juez de Juicio y la tercera y última denuncia esta referido
al informe del Instituto Venezolano de Los Seguros Sociales que fue
evacuado por esta alzada en la Audiencia de Apelación (…). (Subrayado por
la Sala).
 

De la transcripción parcial de la recurrida observa la Sala, que el Juez ad quem


expresamente delimitó los límites del recurso de apelación y en tal sentido señaló, que el
mismo estaba basado, i) en una litispendencia en virtud de la supuesta existencia de dos
juicios intentados con antelación al presente, donde existía identidad de partes y objeto; ii)
a su inconformidad con la improcedencia a la solicitud del procedimiento de “Tacha” de la
providencia administrativa N° A412, de fecha 10 de julio de 2007, emanada de la
Inspectoría del Trabajo del Estado Bolivariano de Miranda; y iii) lo relativo a la prueba de
informes solicitada al Instituto Venezolano de los Seguros Sociales (IVSS). En este orden
de ideas, de la reproducción audiovisual de la Audiencia de Apelación realizada por esta
Sala, no logró evidenciarse que la parte demandada recurrente hiciera referencia alguna
específicamente, a que el actor en su libelo de demanda no cumplió con lo establecido en
los numerales 3 y 4 del artículo 123 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo, y por ende,
su inconformidad con el hecho que supuestamente en el presente caso a pesar de existir
violaciones a normas de carácter procesal y de orden público, los jueces no subsanaron
dichos vicios, razón por la cual se concluye, que la presente delación representa un hecho
nuevo que no fue alegado en apelación y en consecuencia, en virtud del derecho al
debido proceso, el derecho a la defensa y la protección a la tutela judicial efectiva, no está
facultada esta Sala de Casación Social, a pronunciarse al respecto, resultando forzoso en
consecuencia, declarar la improcedencia de la presente delación. Así se declara.

A mayor abundamiento, considera importante la Sala aclararle a la parte demandada


recurrente, que los desaciertos u omisiones cometidos por la parte actora en su escrito
libelar en forma alguna podrían considerarse suficientes como para causar la indefensión
de la parte accionada, toda vez que si bien los jueces de instancia se percataron de tal
situación, debiendo ordenar un despacho saneador; dicha omisión no fue determinante en
la resolución de la controversia, en razón de que las sentencias fueron congruentes con lo
debatido en juicio, conforme a la pretensión deducida, las excepciones y defensas
opuestas y lo probado en autos, razón por la cual se concluye, que en el caso sub iudice
no se evidencia transgresión al orden público procesal. Así se declara.

En virtud de los anteriores pronunciamientos, se declara sin lugar la denuncia


analizada. Así se declara.

II

De conformidad con el numeral 1 del artículo 168 de la Ley Orgánica Procesal del
Trabajo, se delata el quebrantamiento y omisiones de formas sustanciales de los actos
que menoscaban el derecho a la defensa en los siguientes términos:

(…) Para continuar delatando de conformidad con lo previsto en el Artículo


168.1 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo, el quebrantamiento y
omisiones de formas sustanciales de los actos que menoscabaron el derecho
a la defensa del hoy recurrente ciudadano CECILIO TORRES
Podrán observar ciudadanos Magistrados, al descender a la lectura de las
actas procesales, y en especial, visualizar la reproducción de la Audiencia de
Juicio desarrollada en primera instancia en la presente causa en fecha 18 de
junio de 2015, donde la representación del demandado Cecilio Torres,
haciendo uso de su derecho y garantía constitucional de control de la prueba,
expresamente procedió a "Tachar de Falso" la Providencia Administrativa №
A412, de fecha 10-07-2012, contenida en el Expediente Administrativo No.
039-2011-01-00348, emanada de la Inspectoría del Trabajo del Municipio
Guaicaipuro del Estado Bolivariano de Miranda, cursante a los folios 02 al 46,
del cuaderno de recaudos № 01 del Expediente de esta causa,
fundamentada en el ordinal 4° (sic) del Artículo 83 de la Ley Orgánica
Procesal del Trabajo, toda vez que el funcionario actuante "...atribuya [ó] al
segundo [hoy recurrente] declaraciones que éste no ha hecho...", ni hizo para
la formación del acto administrativo cuya veracidad y legalidad fue atacada.
No obstante, una vez planteada dicha tacha de falsedad y sus fundamentos
en forma oral, sin cumplir con el contenido del Artículo 84 de la Ley Orgánica
Procesal del Trabajo, la Juez de Juicio, ilegalmente declaró "inadmisible" la
"tacha de falsedad propuesta", sin estar prevista dicha conducta en la norma
in comento, negando de una manera absoluta la posibilidad que el
proponente de la tacha aportará las pruebas tendientes a desvirtuar "la
presunción de legalidad y veracidad que emana del acto administrativo arriba
indicado, a través de la articulación probatorio ordenada en la citada norma,
cuando textualmente indica: "....Dentro de los dos (2) días hábiles siguientes a la
formulación de la tacha, deberán las partes promover las pruebas que consideren
pertinentes, sin que se admitan en algún otro momento, debiendo el Juez, en ese
momento, fijar la oportunidad para su evacuación, cuyo lapso no será mayor de tres
(3) días hábiles…".
Ahora bien, esta respetable Sala de Casación Social del Tribunal Supremo de
Justicia, en forma reiterada, pacífica y constante en Sentencia Nro. 154 de
fecha 9 de marzo de 2012 (caso: Roxana Alejandra Tineo Natera contra
Eduardo Rafael Urbano), y Sentencia N° 819 de fecha 12 de Agosto d (sic)
2015 (caso José Valerio Ortega contra La Posada del Pollo C.A.), entre otras,
ha establecido que: "...los actos emanados de las Inspectorías del Trabajo
participan de la naturaleza jurídica de los documentos administrativos, porque
emanan de un funcionario de la Administración Pública, en el ejercicio de sus
funciones, por tanto, gozan de una "presunción de veracidad y
legitimidad", característico de la autenticidad, que conforman una tercera
categoría dentro del género de las pruebas documentales, toda vez que no
pueden asimilarse plenamente a los documentos públicos negocíales
conforme a lo previsto en el artículo 1.357 del Código Civil (documento
público negocial). ni a los instrumentos privados, por conservar el efecto
probatorio de los documentos públicos al emanar de funcionarios que
cumplen atribuciones que le han sido conferidas por la Ley, pero no
constituyen prueba absoluta o plena, porque el interesado puede
desvirtuarla mediante la utilización de las pruebas legales que estime
pertinentes, es decir, están revestidos de una presunción iuris tantum
de veracidad y legitimidad de su contenido, debiendo considerarse
ciertos hasta prueba en contrario... (Resaltado Nuestro).
En virtud de lo anterior, esta Sala ha advertido que: "... si los actos emanados
de las Inspectorías del Trabajo se tratan de documentos administrativos y
gozan de presunción de veracidad y legitimidad, los mismos no son
considerados como prueba absoluta o plena, toda vez que pueden ser
desvirtuables mediante pruebas que se consideren pertinentes, en tal
sentido..." (Resaltado Nuestro).
La Ciudadana Jueza de Juicio antes identificada, negó abrir la articulación
probatoria en la incidencia de tacha, conducta esta que a pesar de haber sido
denunciada en la alzada fue confirmada por el Juez de la Sentencia recurrida,
ya que ambos operadores de "justicia", insólitamente, desconociendo y
aparándose de la doctrina de esta Sala, y contrariando el principio
constitucional de uniformidad  de la jurisprudencia, arbitrariamente sostienen
que los  fundamentos de la  tacha esgrimidos por el hoy recurrente son
"...defensas propia de un recurso de nulidad conforme a la Ley Orgánica de la
Jurisdicción Contencioso Administrativo, por lo que la parle demandada, no puede
alegar el contenido de un falso supuesto en dicha decisión administrativa sin haber
intentado el Recuro de Nulidad respectivo, pues es la única via que tiene para atacar
la Providencia Administrativa... ". Quedando el recurrente en perfecto estado de
indefensión,   pues ambos operadores de "justicia", le impidieron poder
aportar los medios probatorios suficientes en la articulación probatoria
ordenada en el Artículo 84 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo, para
desvirtuar la presunción iuris tantum de veracidad y legalidad que de forma
deleznable le atribuyeron al instrumento atacado. Resaltándose que de haber
permitido al recurrente aportar los elementos probatorios en la articulación
prevista en la citada norma, indefectiblemente el dispositivo del fallo recurrido
hubiere sido otro totalmente diferente a la declaratoria de PARCIALMENTE
CON LUGAR DE LA DEMANDA, siendo claro y determinante que esta
infracción en la sentencia impacto desfavorablemente en el dispositivo del
fallo en contra del co-demandado Cecilio Torres.  Por ello solicitamos se
declare procedente la infracción delatada en este punto y proceda la Sala a
cumplir con las atribuciones que le confiere el Artículo 175 de la Ley Orgánica
de Procesal del Trabajo.
 

Para decidir observa la Sala:

Señala la parte formalizante, que en el caso bajo análisis la sentencia objeto del
presente recurso quebrantó y omitió formas sustanciales del proceso que menoscabaron
su derecho a la defensa, sin cumplir con la técnica necesaria para denunciar, toda vez
que en la oportunidad que tuvo lugar la celebración de la audiencia oral, pública y
contradictoria, el demandado solicitó la tacha de falsedad de la Providencia Administrativa
N° A-412, de fecha 10 de julio de 2012, emanada de la Inspectoría del Trabajo del
Municipio Guaicaipuro del Estado Bolivariano de Miranda (folios 2 al 46 del cuaderno de
recaudos N° 1, en razón de que a su decir, “el inspector del trabajo actuante atribuyó a las
declaraciones del demandado, menciones que éste no hizo”, razón por la cual solicitó la
tacha de dicho documento, lo cual fue declarado inadmisible por el juzgado a quo, en
virtud de que el procedimiento para solicitar la nulidad de una providencia administrativa
no es la tacha de documento, sino la demanda de nulidad como acción propia y
autónoma, lo cual fue ratificado por la sentencia recurrida.

Pues bien, en relación con el vicio delatado esta Sala, en el capítulo anterior dejó
establecido los supuestos de procedencia del mismo, los cuales se dan por reproducidos
en el presente capítulo.

En este orden de ideas, la Sala considera necesario transcribir a continuación, lo


indicado por la recurrida al respecto:

(…) Con respecto al segundo punto de la apelación referido a la negativa de


la apertura por el Juez de Juicio de la incidencia de tacha.- Para resolver esta
alzada debe ilustrar con respecto a este punto, que los procedimientos
llevados ante la jurisdicción administrativa, son autónomos y se desarrollan
mediante un procedimiento especial, y el medio de impugnación de dicho
acto administrativo es el recurso que esta (sic) plasmado en la Ley Orgánica
de la Jurisdicción Contencioso administrativa, el cual es el único
procedimiento establecido por la Ley para anular dicho acto administrativo
contenido en la Providencia Administrativa en toda su extensión, por lo que,
la parte demandada no puede alegar el contenido de un falso supuesto en
dicha decisión administrativa sin haber intentado el Recurso de Nulidad
respectivo, pues es la única vía que tiene para atacar la Providencia
Administrativa, además de ser el procedimiento natural y por excelencia, por
lo que sería impropio e improcedente atacarla como medio de prueba, pues,
no es el medio natural de atacar dicha prueba ni está previsto en la Ley que
la forma de anular todo o parte de una Providencia Administrativa sea a
través de una incidencia de tacha dentro de un proceso ordinario, siendo
improcedente esta denuncia y así se decide (…).
 

Del extracto de sentencia supra transcrito observa la Sala, que el juzgador ad quem
declaró improcedente la solicitud planteada por el ciudadano Cecilio Torres, referida a la
solicitud de incidencia de tacha de documento público, mediante la cual pretendió se
dejara sin efecto  la Providencia Administrativa N° A-412, de fecha 10 de julio de 2012,
emanada de la Inspectoría del Trabajo del Municipio Guaicaipuro del Estado Bolivariano de
Miranda, en virtud de que el medio para impugnar los actos administrativos en sede
judicial, es la demanda de nulidad.

Ahora bien, esta Sala considera necesario traer a colación lo establecido por la Sala
Político Administrativa de este máximo Tribunal, en relación a la tacha del expediente
administrativo dentro del proceso contencioso administrativo de anulación. En tal sentido
en sentencia N° 1257 de fecha 12 de julio del año 2007 (caso: Echo Chemical 2000, C.A.)
estableció lo siguiente:

 
Ahora bien, tal y como se advirtiera, cada instrumental incorporada al
expediente administrativo tendrá el valor probatorio conforme a la naturaleza
del documento que se trate, pero tal y como lo ha establecido esta Sala, los
documentos administrativos se valorarán igualmente como un instrumento
privado reconocido o tenido legalmente por reconocido, a tenor de lo
dispuesto en el artículo 1.363 del Código Civil.
 
(Omissis)
 
Establecido como ha sido que el expediente administrativo constituye una
tercera categoría de prueba instrumental, que se asimila en cuanto a su valor
probatorio a los instrumentos privados reconocidos o tenidos legalmente por
reconocidos, debe esta Sala determinar la forma cómo debe impugnarse
dicho expediente.

En este sentido, aprecia la Sala que la oposición y la impugnación de las


pruebas son manifestaciones del derecho a la defensa. Mientras la primera
constituye una figura preventiva destinada a impedir la entrada del medio de
prueba al proceso, la segunda está destinada a enervar la eficacia probatoria
de determinado medio de prueba. La impugnación entonces se dirige a
demostrar la falsedad, inexactitud o ilegalidad de una prueba. Dentro de los
medios de impugnación pueden destacarse la tacha de los instrumentos
públicos, la tacha de testigos, el desconocimiento y la tacha de instrumentos
privados, entre otros.

De esta manera, ¿cuál es el régimen aplicable para enervar el valor


probatorio de un instrumento privado reconocido o tenido legalmente
reconocido que emana de las copias certificadas de un expediente
administrativo?

Si el expediente administrativo se asemeja en su valor probatorio al


instrumento privado reconocido o tenido legalmente por reconocido, su
impugnación no puede hacerse por la vía de tacha de falsedad, por
prohibición expresa del último aparte del artículo 1.381 del Código Civil.
 

Al no ser dicho expediente un documento público o auténtico, tampoco puede


aplicarse la tacha de falsedad prevista para este tipo de instrumentos (…)
 

De la sentencia parcialmente transcrita observa la Sala, que la valoración que se les


debe dar a los documentos administrativos consignados en un proceso judicial como
material probatorio, es de instrumento privado reconocido o tenido legalmente por
reconocido, de conformidad con lo dispuesto por el artículo 1.363 del Código Civil, y en tal
sentido, su impugnación no puede realizarse a través de la tacha de falsedad.

Cabe destacar, como lo indicó el falo antes mencionado que, cuando el impugnante
proceda a objetar determinada acta del expediente –no el expediente- el medio de
impugnación dependerá de la naturaleza de la prueba instrumental que se pretenda
desconocer, toda vez que el medio de ataque deberá ser, según el caso, el propicio para
enervar el valor probatorio del instrumento que se discute. 

Asimismo, dentro de ese contexto si bien señaló que, (…) si se pretende impugnar un
documento público inserto en el expediente administrativo, la vía de impugnación será,
lógicamente, la tacha de ese instrumento, en el caso de autos evidencia la Sala que lo
pretendido atacar es un acto administrativo contenido en la Providencia Administrativa
alfanumérico A412, de fecha 10 de julio de 2012, mediante la cual la Inspectoría del
Trabajo de Los Teques acordó el reenganche y pago de los salarios caídos de la
accionante, el cual es un acto administrativo conclusivo de la administración y tiene sus
propios mecanismos de impugnación, por lo cual en todo caso, en su oportunidad, debió la
parte recurrente solicitar su nulidad a través de la demanda de nulidad establecida en el
artículo 185 de la Ley Orgánica de la Jurisdicción Contencioso Administrativa.

En este orden de ideas se concluye, que al no tratarse de un documento que goce de


las características señaladas, la tacha no es el medio idóneo para impugnar el referido
acto administrativo firme.

 Es por ello que concluye la Sala, que en el caso analizado no se verificó la violación
delatada por la parte recurrente, toda vez que los jueces de instancia acertadamente
negaron la apertura de la incidencia de tacha, en razón de que el mismo no es el medio
idóneo para atacar las providencias administrativas de efectos particulares. Así se declara.

Como consecuencia, de la improcedencia de todas las denuncias contenidas en el


escrito de formalización, esta Sala debe declarar SIN LUGAR el recurso de casación
anunciado por la parte demandada, y se CONFIRMA el fallo recurrido.

DECISIÓN

En mérito de las precedentes consideraciones, este Tribunal Supremo de Justicia,


en Sala de Casación Social, administrando justicia en nombre de la República Bolivariana
de Venezuela, y por autoridad de la Ley, hace los siguientes pronunciamientos:
PRIMERO: Declara SIN LUGAR el recurso de casación propuesto por la parte
demandada, contra la sentencia dictada por el Juzgado Superior Primero del Trabajo de la
Circunscripción Judicial del Estado Bolivariano de Miranda, en fecha 3 de noviembre de
2015; SEGUNDO: SE CONFIRMA el fallo recurrido que declaró parcialmente con lugar la
demanda incoada por el ciudadano CESAR DANIEL MONTERO CHACÍN, contra
COOPERATIVA ORGANIZADA DE DISTRIBUIDORES INDEPENDIENTES DE AGUAS
MINERALES (CODIAM XX, RL) y del ciudadano CECILIO TORRES.

 Se condena en costas del recurso a la parte codemandada recurrente Cecilio


Torres, conforme a lo dispuesto en los artículos 61 y 175 la Ley Orgánica Procesal del
Trabajo.

Publíquese y regístrese. Remítase el expediente a la Unidad de Recepción y


Distribución de Documentos de la Circunscripción Judicial del Estado Bolivariano de
Miranda. Particípese de la presente decisión al Juzgado Superior antes mencionado.

Dada, firmada y sellada en la sala de Despacho de la Sala de Casación Social del


Tribunal Supremo de Justicia en Caracas, a los catorce (14) días del mes de noviembre
del año 2016. Años 206° de la Independencia y 157° de la Federación.

 
 

La Presidenta de la Sala,
 
 
 
__________________________________
MARJORIE CALDERÓN GUERRERO      
 
 
La Vicepresidenta de la Sala,                                       El Magistrado,
 
 
 
___________________________________________        _______________________________
MÓNICA  G. MISTICCHIO TORTORELLA     EDGAR GAVIDIA RODRÍGUEZ
 
El Magistrado Ponente,                                                   El Magistrado,
 
 
 

______________________________       ________________________________
DANILO A. MOJICA MONSALVO    JESÚS MANUEL JIMÉNEZ ALFONZO
 
El Secretario,
 
 
___________________________
MARCOS ENRIQUE PAREDES
 
 
R.C. N° AA60-S-2015-001360
Nota: Publicada en su fecha a
 
                                                                                                             El Secretario,

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