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SEGURIDAD Y SISTEMA DE
ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA
Productos generados por los grupos de trabajo
2 Hacia una Política de Seguridad Ciudadana
Seguridad y sistema de administración de justicia 3
SEGURIDAD Y SISTEMA DE
ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA
Productos generados por los grupos de trabajo
© Hacia una Política de Seguridad Ciudadana ® Programa de las Naciones Unidas para el
(POLSEC), 2004 Desarrollo (PNUD), 2004
ISBN:
ÍNDICE
INTRODUCCIÓN
PREVENCIÓN EN GUATEMALA
1. Una visión crítica de las acciones de prevención en Guatemala: análisis
y consideraciones sobre la prevención del delito por parte de la PNC 45
2. Actores para una política de la prevención 55
3. Funciones de los actores en la prevención 58
4. Marco normativo para las tareas de prevención 63
6 Hacia una Política de Seguridad Ciudadana
BIBLIOGRAFÍA 85
11. Comentarios relacionados con la actual estructura del Ministerio Público 126
12. ¿Cómo puede entonces reestructurarse el Ministerio Público? 128
4. Facultades 162
5. Composición y estructura 163
6. Perfil de los consejeros y del secretario técnico 164
7. Integración del Consejo Asesor de Seguridad 164
8. Pautas generales de funcionamiento 166
BIBLIOGRAFÍA 171
INTRODUCCIÓN
En este tomo en particular, encontrarán los productos generados por los grupos
de trabajo, haciendo especial énfasis en el fortalecimiento de la institucionalidad de la
seguridad ciudadana, a partir del enfoque global que aporta una visión de la seguridad
preventiva y los derechos humanos, para aterrizar en propuestas específicas que
pretenden mejorar el funcionamiento de las instituciones del sistema de administración de
justicia.
Esta visión de conjunto es tan sólo el inicio de algo que, esperamos, pueda colaborar
a construir colectivamente un camino seguro que nos lleve a ejecutar las reformas
indispensables al sector seguridad, a partir de sucesivas aproximaciones y desarrollos
—conceptuales y empíricos— como producto del esfuerzo de investigación, cuyos
participantes se acercan a una realidad al mismo tiempo que aprenden a investigarla.
10 Hacia una Política de Seguridad Ciudadana
Seguridad y sistema de administración de justicia 11
I
SEGURIDAD PREVENTIVA
Y DERECHOS HUMANOS
12 Hacia una Política de Seguridad Ciudadana
Seguridad y sistema de administración de justicia 13
LA SEGURIDAD PREVENTIVA EN
LA SEGURIDAD CIUDADANA
El Acuerdo sobre Fortalecimiento del Poder Civil y Función del Ejército en una
Sociedad Democrática (AFPC) desarrolló una Agenda de Seguridad basada en un
concepto ampliado, que plantea que la paz firme y duradera requiere del respeto de los
derechos humanos y del carácter multiétnico, pluricultural y multilingüe de la nación
guatemalteca, el desarrollo económico del país con justicia social, la participación
social y, por ende, el orden constitucional democrático.
1
En este sentido, seguridad significaría estar libre de preocupaciones o problemas; sentirse a
salvo de cualquier daño que pueda ser causado por otras personas o circunstancias. Poseer
control sobre cualquier tipo de riesgo, amenaza o vulnerabilidad, y estar preparado para
prevenirlos, contenerlos y enfrentarlos. WSP Internacional. Aproximaciones a una política de
seguridad ciudadana, WSP, Guatemala, 2002, p. 9.
2
Ibid., p. 3.
3
El riesgo se define como el daño o pérdida que pudiera causar un particular evento, y está en
función de la intensidad de la amenaza y del grado de vulnerabilidad que experimente la
sociedad en un momento determinado. Esta vulnerabilidad puede disminuir si el Estado, o
la comunidad, poseen determinadas capacidades para enfrentarla. Ibid., p. 9.
4
El término interés nacional, en el marco de las perspectivas tradicionales de los estudios de
seguridad, se identificaba como la integridad territorial y la soberanía política. En el caso de
democracias incipientes, como la nuestra, la identificación de los intereses nacionales —más
allá de la integridad territorial y la soberanía nacional— se hace necesaria en la medida que
permite la identificación de objetivos comunes. Ibid., p. 12, para ampliar este concepto véase
pp. 12-13.
Seguridad y sistema de administración de justicia 15
5
Ibid., p. 23; y Salazar, Ana María. Seguridad nacional hoy: el reto de las democracias, Editorial Nuevo
Siglo, México, 2002, p. 62.
16 Hacia una Política de Seguridad Ciudadana
6
Con respecto al concepto de las agendas de seguridad nacional, véase WSP. Op. cit., pp. 10-11.
7
Salazar. Op. cit., pp. 62-64.
8
Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL). Seguridad ciudadana y violencia,
Cuaderno de trabajo 39, CEPAL, junio de 2000, p. 3.
Seguridad y sistema de administración de justicia 17
9
Tomado de WSP. Op. cit., p. 22; sobre este tema revisar también las definiciones y los conceptos
en pp. 22-23 y 43-44.
10
Medellín Torres, Pedro. Documento de trabajo, Madrid, diciembre de 2000, p. 3.
18 Hacia una Política de Seguridad Ciudadana
Pese a que el número de efectivos de la nueva Policía Nacional Civil (PNC), producto
de la reforma policial en Guatemala, alcanza la cifra de casi 20,000 agentes, los índices
de criminalidad en el ámbito nacional no han disminuido. Esta situación, aunada al
temor al crimen existente, lleva a que se discuta cómo deben enfrentarse —la comunidad
y el Estado— al creciente aumento de la criminalidad, sin atropellar los principios
elementales de un Estado de Derecho, ni justificar procedimientos y actuaciones
11
Domínguez Vial, Andrés. Policía y Derechos Humanos, IIDH, Santiago de Chile, 1996, p. 8.
12
X Congreso de las Naciones Unidas sobre Prevención del Delito y Tratamiento del Delincuente, Tema 5:
Prevención eficaz del delito: adaptación a las nuevas situaciones, Viena, del 10 al 17 de abril
de 2000, p. 2.
13
Acerca del concepto de seguridad preventiva, véase WSP. Op. cit., pp. 26-28.
Seguridad y sistema de administración de justicia 19
represivas y/o autoritarias que representen un mayor peligro para la vida e integridad
física de los ciudadanos, y eleven los niveles de corrupción e impunidad. En ese sentido,
es importante señalar que el proceso de reforma policial —aún en marcha— es uno de
los espacios idóneos para diseñar e implementar un modelo democrático de prevención
del delito. Se trata de modificar la gestión policial de trabajar “para” el ciudadano a
trabajar “con” el ciudadano.
De esa cuenta, en los últimos años hemos visto incrementarse la tasa del delito.
Existe, indudablemente, una creciente sensación de inseguridad entre la población que
afecta su calidad de vida. Esta sensación se fundamenta en la proliferación de la violencia
contra la mujer y el menor, la actuación de las pandillas juveniles, los robos con intimi-
dación a las personas y el pequeño tráfico de droga, que por su frecuencia generan
inseguridad ciudadana. El ciudadano afectado por el delito cotidiano requiere de la
solución a sus problemas de seguridad y no sentirse marginado por las prácticas
burocráticas de la administración de justicia.
Durante los últimos años, los índices de hechos delictivos se han incrementado
dramáticamente, tanto en los crímenes de alto impacto social (homicidios, secuestros,
asaltos a bancos, robo de vehículos) como en el delito común (hurtos, agresiones,
entre otros), lo que produce un sentimiento generalizado de inseguridad.14
14
Para más información, véase Ibid., pp. 31-34 y anexos.
20 Hacia una Política de Seguridad Ciudadana
15
Ibid., p. 32.
Seguridad y sistema de administración de justicia 21
Mixta o comunitaria: combina tanto las medidas situacionales como las socio-
preventivas.17
16
Reyes Calderón, Adolfo. Criminalística, 3a. edición, Editorial Cárdenas, Guatemala, 2001,
p. 493.
17
Medellín Torres. Op. cit., p. 3.
Seguridad y sistema de administración de justicia 23
Otra forma de tipificar la prevención del delito es clasificar a los grupos objetivo:
Víctimas
Comunidad / vecinos
Delincuentes
Se parte del supuesto que desde el nivel municipal /local se pueden hacer aportes
específicos que contribuyan al logro de climas razonables de seguridad ciudadana y,
por ende, al mejoramiento de su calidad de vida, a partir de sus realidades, necesidades
y posibles contribuciones, y pudiendo articularse con iniciativas de otras localidades,
así como en el ámbito regional.
En el X Congreso de las Naciones Unidas sobre Prevención del Delito y Tratamiento del
Delincuente, se plantea que las discusiones en el plano de la policía suelen distinguir
sólo entre dos tipos de prevención: la prevención social que reduce la motivación del
delincuente, y la prevención situacional que reduce las oportunidades de cometer el delito;
y propone cuatro enfoques generales (tres de los cuales procuran reducir la motivación
del delincuente), que se diferencian según sus objetivos y técnicas particulares. Esos
cuatros enfoques de la prevención del delito son los siguientes:
fortalecer los vínculos de los residentes con sus comunidades locales, a enseñar a
los jóvenes la importancia del imperio de la ley, y a desarrollar las relaciones entre
la comunidad y la policía local. A lo largo de esas líneas, recientemente se han
desplegado esfuerzos en muchos países occidentales, principalmente en Francia
(las iniciativas Bonnemaison), el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte
(programas de “ciudades más seguras”), Italia (educación antimafiosa de jóvenes
en Palermo), y los Estados Unidos de América (vigilancia de la vecindad y
protección de la comunidad).
18
X Congreso…, pp. 2-3.
Seguridad y sistema de administración de justicia 25
19
Medellín Torres. Op. cit., p. 5.
26 Hacia una Política de Seguridad Ciudadana
20
CEPAL. Op. cit., p. 23.
21
Ibid.
22
Londoño, Juan Luis. “Epidemiología económica de la violencia urbana”, ponencia presentada
en la Trigésima novena reunión anual de la Asamblea de Gobernadores del BID, Cartagena de Indias,
del 16 al 18 de marzo de 1998.
Seguridad y sistema de administración de justicia 27
23
Domínguez Vial. Op. cit., p. 39.
24
Meny, Ives y Thoening, Jean-Claude. Las políticas públicas, Ariel, Barcelona, 1992, p. 88.
25
Basado en la presentación de Caffrey, Dennis. Política y estrategia de defensa, Centro de Estudios
Hemisféricos de la Defensa, Washington DC, 2002.
30 Hacia una Política de Seguridad Ciudadana
Valores nacionales
Intereses nacionales
¬ Objetivos nacionales
¬ Debilidades, oportunidades, fortalezas, amenazas y riesgos
¬ Política y estrategias nacionales
¬ Política de seguridad nacional
¬ Estrategia* de seguridad nacional
¬ Política de
seguridad
¬ Política de
defensa
ciudadana nacional
¬ Estrategia
seguridad
de
¬ Estrategia de
defensa
ciudadana nacional
Los intereses nacionales26 son aquellos temas amplios y duraderos que conciernen al
bienestar y a la seguridad nacionales; constituyen la fuente de donde emanan los objetivos
y la gran estrategia nacionales. Pueden estar mencionados también en la constitución
(en algunos países se denominan objetivos nacionales permanentes). Existen cuatro aspectos
que deben ser tomados en cuenta cuando se habla de los intereses nacionales:
Importancia: existen niveles al interno de los mismos, los que pueden tener una
priorización. En este sentido, algunos autores hablan de intereses vitales (aquellos
que involucran la existencia misma del Estado) o intereses secundarios (aquellos que
no representan amenazas a la soberanía). Otra clasificación es: de supervivencia
(peligro a la existencia del Estado), vital (probabilidad de daño serio, pero existe
tiempo para reaccionar y responder), mayor (potencial daño serio pero que puede
ser resuelto por la negociación), y periférico (poco o ningún daño al país entero pero
dañino para ciertos segmentos de la población).
Permanencia: los intereses pueden ser coyunturales o permanentes.
Naturaleza: son genéricos/básicos o específicos. Por ejemplo, un interés nacional
básico puede ser el bien común, el bienestar económico, la defensa de la patria.
26
Para ampliar el concepto consultar documento base de WSP. Op. cit., p. 17.
Seguridad y sistema de administración de justicia 31
Los intereses nacionales pueden ser definidos por varios actores. Pueden ser elites
restrictivas (intelectuales, académicas, militares); una Asamblea Nacional Constituyente
en representación de la ciudadanía; o pueden ser diseñados por diversos actores sociales
y estatales en procesos de consulta.
Los objetivos nacionales son los resultados tangibles perseguidos para promover,
proteger o alcanzar los intereses nacionales; constituyen la base para organizar esfuerzos
y asignar recursos. Normalmente son expresados a través de verbos clave que enuncian
los resultados perseguidos. Un ejemplo es:
Fijados los objetivos nacionales, se deben determinar por parte del Estado, las
debilidades, las oportunidades, las fortalezas y las amenazas. En el caso de las amenazas,
éstas pueden ser definidas por ser internas o externas; por su naturaleza (un ataque
militar, presión política, coerción económica); por sus fuentes de origen (los potenciales
adversarios o situaciones críticas); y por la percepción de quienes toman las decisiones.
En el mismo sentido, el riesgo27 está definido por la probabilidad o no de alcanzar los
objetivos nacionales, así como las consecuencias de no alcanzarlos. Los riesgos también
27
Ibid., p. 14.
32 Hacia una Política de Seguridad Ciudadana
pueden clasificarse por niveles: bajo, mediano y alto. La medición del riesgo y la
posibilidad de alcanzar y cumplir con los objetivos nacionales sirve para ayudar en la
determinación de los recursos.
Determinadas las amenazas y medidos los riesgos, sólo entonces podemos definir
las políticas sectoriales. La política pública29 representa un articulado de principios,
directrices y preferencias en la toma de decisiones, así como en la priorización y
asignación de recursos y en los procesos gerenciales adoptados para lograr objetivos
que alcancen y sostengan los intereses nacionales. El uso de los recursos para alcanzar
los objetivos de una política es lo que denominamos estrategia. Así pues, la estrategia de
seguridad ciudadana se deriva de la política y estrategia de seguridad nacionales y de la
política de seguridad ciudadana. La estrategia está vinculada a las otras políticas y
estrategias nacionales y se somete a un proceso de ajustes periódicos. Éste es un
proceso eminentemente político y debe ser definido con participación amplia y multi-
sectorial, con la participación más amplia de la sociedad. Implica una toma de decisiones
casi excluyentes, ya que se privilegian y priorizan unos temas sobre otros, por eso debe
responder, en la medida de lo posible, al interés de la mayoría.
28
Rosada-Granados, Héctor. Concepto de seguridad y reconversión militar en Guatemala, Cuaderno
de Trabajo 1, Red Guatemalteca para la Seguridad Democrática, Guatemala, 2002, pp.
31-32.
29
Ibid., p.12
Seguridad y sistema de administración de justicia 33
30
Domínguez Vial. Op. cit., p. 40.
34 Hacia una Política de Seguridad Ciudadana
De esta manera, las políticas públicas deberán estar abocadas al logro de los
objetivos nacionales expresados en esos acuerdos, y el contenido de las mismas dará
cumplimiento explícito a los compromisos contraídos por los actores sociales y políticos
que participaron en la gestión y firma de los mismos; de tal modo que se fortalezca el
proceso tendiente a resolver la problemática nacional que aborda cada uno de ellos,
abriendo cada gobierno, mediante sus políticas y programas, las diferentes opciones u
oportunidades para modificar la realidad nacional, en función del desarrollo integral,
democrático e incluyente.
31
Meny y Thoening. Op. cit., p. 89.
Seguridad y sistema de administración de justicia 35
e. Una competencia social: una política pública se define por su competencia, por
los actos y disposiciones que afectan la situación, los intereses y los comporta-
mientos de los administrados. Se debe analizar a través de la identificación del
público, de los individuos, grupos o instituciones que componen el campo de la
acción gubernamental específica.
32
Ibid., pp. 90-107.
36 Hacia una Política de Seguridad Ciudadana
Dado que una política se expresa en las actividades que prioriza en su sector y por
los recursos que asigna a la consecución de resultados, los Acuerdos de Paz también
ponderan porcentajes de incremento y/o disminución en los presupuestos de las
instituciones y sectores de acción gubernamental.
Por otra parte, la definición de una política pública que enfoque la seguridad debe
elaborarse con base en la realidad nacional, y atendiendo las necesidades de las diferentes
poblaciones, así como al grado de desarrollo de las instituciones encargadas de accionar
para garantizar la misma. Esto nos lleva a tomar en cuenta lo siguiente:
33
WSP. Op. cit., p. 6.
38 Hacia una Política de Seguridad Ciudadana
Lo anterior nos lleva a concluir, que los productos básicos de la política de seguridad
preventiva (PSP) son:
Las dos acciones principales que se evidencian como básicas para el funcionamiento
del nuevo modelo de seguridad son: la prevención y la participación de la sociedad. La preven-
ción se convierte en una acción fundamental, tanto a nivel local como nacional e inter-
nacional. Ésta requiere de recopilación de información pertinente, análisis y sistema-
tización de la misma, para generar estrategias adecuadas de prevención. En la medida
en que se puede prevenir, la vulnerabilidad disminuye. Por otra parte, la participación
de la población en sus diferentes modalidades se constituye como el eje a partir del cual
debe desplegarse toda la acción del Estado para poder ser incluyente y equitativa.
34
En el caso de Guatemala, se considera muy importante incluir la seguridad jurídica.
Seguridad y sistema de administración de justicia 41
Las vulnerabilidades en materia de seguridad hoy en día, son generadas por muchas
fuentes: económicas y financieras (tanto internas como externas), sociales, políticas,
étnicas y raciales, religiosas y culturales, y también por el crimen organizado transnacional
y la narcoactividad. Estos problemas están íntimamente ligados al desarrollo, en un
sentido amplio, dado que la democracia sin crecimiento económico puede conducir a
la frustración; y que el crecimiento económico no es sostenible si no va acompañado
de la creación de redes de protección social y sin la consolidación de instituciones
democráticas.
Así pues, según Arévalo, la definición de cualquier política sectorial implica, para
los responsables de su diseño, lo que se podría denominar el reto de la “doble eficacia”:
por una parte, la capacidad de atender de manera eficiente los problemas específicos
del sector de que se trata, ya sea salud, finanzas, educación, seguridad o cualquier otra;
35
Arévalo, Bernardo. Intervención dictada en el marco de la conferencia Seguridad y desarrollo:
Retos en América Latina y el Caribe, organizada por el Banco Interamericano de Desarrollo
(BID) y la Organización de Estados Americanos (OEA), Washington DC, 20 de septiembre
de 2002.
42 Hacia una Política de Seguridad Ciudadana
por otra parte, la necesidad de mantener una relación de coherencia con la política
global del Estado en sus objetivos generales de promover el desarrollo, consolidar las
instituciones democráticas, asegurar la gobernabilidad.
Esta situación nos ubica en el centro de un nuevo debate, es decir, la relación entre
las agendas de seguridad y desarrollo. Si bien el concepto ampliado incorpora
componentes integrales en relación a los individuos y las sociedades, como lo ambiental,
económico y social, en el afán de no circunscribir el tema de seguridad al componente
político-militar, se corre el riesgo de relativizar demasiado el concepto de seguridad.
Esta problemática ha sido abordada recientemente como efecto del intento de aplicar
indiscriminadamente al concepto de seguridad diversos calificativos, cuestionando que
la ampliación del concepto de seguridad conduce a desvirtuar los aspectos específicos
de la seguridad interestatal, claves para la estabilidad regional y la seguridad internacional,
lo cual implicaría que si el concepto de seguridad se amplía sin referentes concretos,
englobará todos los aspectos significativos de la vida social.36
36
Rojas Aravena, Francisco. “La Seguridad Internacional en las Américas”, en Fuerzas Armadas
y Sociedad, Revista FLACSO, Año 13, No. 4, Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales
(FLACSO), Chile, octubre-diciembre de 1998, p. 24.
37
Rosada-Granados. Op. cit., pp. 34-37.
Seguridad y sistema de administración de justicia 43
todo sería urgente, nada lo sería, y el efecto de la agenda de seguridad como mecanismo
para la movilización extraordinaria de recursos sería nulo. También estaríamos ubicán-
donos en un contexto muy cercano al que sirvió de base a los regímenes autoritarios,
ya que convertiríamos a la seguridad en algo similar a la meta suprema del Estado.
La seguridad es preventiva cuando forma parte de la política regular del Estado que,
mediante la generación de condiciones de desarrollo, busca neutralizar las situaciones
de vulnerabilidad que afectan el bienestar de la sociedad y sus instituciones; es seguridad
reactiva cuando procura contrarrestar aquellos riesgos o amenazas que logran rebasar
la capacidad de sus políticas regulares de desarrollo.
Según Enrique Iglesias,38 por importantes que sean los esfuerzos desplegados
para garantizar la seguridad de las personas en sentido estricto,
“(...) una cosa queda en claro: no habrá seguridad para nuestros ciu-
dadanos sin democracia y desarrollo, únicos pilares capaces de apun-
talar esa seguridad humana que todos anhelamos y que es física, pero
también económica y social. Si no logramos que los latinoamericanos
vivan y trabajen en marcos seguros estaremos minando los regímenes
democráticos que tantos esfuerzos costaron construir, y derivando
preciosos recursos económicos de su función económica y social para
atender los costos derivados de la seguridad pública.
Paralelamente, no habrá seguridad si no conseguimos erradicar el
desempleo y la exclusión socioeconómica a que están expuestos un
número considerable de ciudadanos latinoamericanos. No hay segu-
ridad posible en el reino de la necesidad.”
De todo lo anterior se desprende que una PSP debe concebir, por una parte, una
adecuada actuación policial orientada a resolver las ingentes problemáticas de incre-
mento de la comisión de delitos y crímenes contra la sociedad. En este sentido, deben
desarrollarse programas orientados a fortalecer todo lo relacionado con la información
que permita la antelación necesaria para disminuir el grado de riesgo y vulnerabilidad
de la población, así como asegurar un efectivo funcionamiento del sistema de admi-
nistración de justicia. Por otra parte, la coordinación de esta política de seguridad con
las políticas de desarrollo, debe ser otra tarea primordial. Pero ante todo, teniendo
cuidado de no asegurar la tarea de elevar la calidad de vida. La coordinación debe darse
desde una perspectiva de fortalecer las acciones que llevan al mejoramiento de las
estrategias de prevención situacional, y de acciones concretas en torno al sistema
penitenciario y la reinserción de los transgresores al medio social en forma positiva.
38
Iglesias, Enrique. “Seguridad: una perspectiva latinoamericana”, en El Nuevo Herald, sábado
26 de octubre de 2002.
Seguridad y sistema de administración de justicia 45
PREVENCIÓN EN GUATEMALA
39
Análisis y consideraciones contenidas en Sequeira, Leslie. Prevención del delito, Policía Nacional
Civil, tesis de licenciatura en Ciencias Políticas y Sociales con orientación en Relaciones
Internacionales, Universidad Rafael Landívar, Guatemala, 2003, pp. 22-36.
46 Hacia una Política de Seguridad Ciudadana
40
Organización Internacional para la Prevención del Crimen. El papel de la policía en la prevención
de la delincuencia, Organización Internacional para la Prevención del Crimen, Canadá, 2000,
p. 11.
48 Hacia una Política de Seguridad Ciudadana
41
Entrevista al ex director de la PNC, Raúl Manchamé, Guatemala, 17 de junio de 2003.
Seguridad y sistema de administración de justicia 49
El Plan de Actividades de la Policía Nacional Civil para el 2002, documento del cual se
extrajo la información al respecto, afirma que todos los proyectos mencionados
dependen únicamente de la buena voluntad de las autoridades y, en general, de todo el
cuerpo policial.
Sobre los nuevos proyectos orientados a la prevención, pueden hacerse las siguientes
consideraciones.
42
Entrevista, Guatemala, 18 de abril de 2003.
50 Hacia una Política de Seguridad Ciudadana
A esto debemos aunar el hecho de que únicamente un 14% del total de agentes
policiacos es indígena, cifra que poco se identifica con un 50% de la población total
guatemalteca que precisamente es indígena.44
Bajo esta premisa, puede estimarse que el mínimo de JLS que debiesen estar
funcionando hasta nuestros días es de 331, coincidiendo con el número de municipios
43
Entrevista a elemento de la PNC, Guatemala, 3 de abril de 2003.
44
Portillo Cabrera, Alfonso. Segundo informe del Presidente de la República al Congreso, Secretaría
General de Planificación y Programación de la Presidencia (SEGEPLAN), Guatemala, 2002,
p. 137.
Seguridad y sistema de administración de justicia 51
Asimismo, en otros casos donde la organización de juntas locales fue bien acogida
por la población, al poco tiempo de su funcionamiento éstas fueron desapareciendo,
entre otras cosas por los siguientes motivos:
45
Instituto de Enseñanza para el Desarrollo Sostenible (IEPADES). Relaciones policía-comunidad
en Guatemala, Editorial Herrarte, Guatemala, 2001, p. 42.
46
Ibid.
47
Ibid., pp. 46-48.
52 Hacia una Política de Seguridad Ciudadana
Por otra parte, la falta de recursos con que opera la PNC, se traduce en una pérdida
de confianza y apatía por parte de la población a participar dentro de las JLS, ya que si
bien en sus inicios la población participó con grandes expectativas, al no poder cumplir
la PNC con las peticiones de la población, la institución perdió la poca credibilidad que
había ganado.
“Las JLS pierden confianza ante la escasez de recursos con que opera
la policía; en algunos casos, las juntas se disuelven rápidamente, en
otros, la población está dispuesta a contribuir con recursos (pagar
línea telefónica, abastecer de combustible a las unidades, proveer útiles
de oficina, pagar la compostura y los repuestos de las unidades, etc.),
pero existen riesgos de corrupción y obligada sujeción de los elementos
policiacos a los intereses de los vecinos que sufragan los gastos de
funcionamiento, por lo que se prefiere evitar esto último.”48
No obstante, si bien en sus inicios las JLS constituyeron una estrategia de acerca-
miento a la población por parte de la PNC, la ausencia de resultados tangibles percibidos
por la comunidad y específicamente por los integrantes, ha desencadenado un proceso
degenerativo en la naturaleza de estos grupos.
Así, según experiencias narradas en una reunión desarrollada con JLS de la ciudad
capital, entre las demandas de sus integrantes se encontraban:
48
Entrevista a elemento de la PNC, Guatemala, 3 de abril de 2003.
49
IEPADES. Taller “Relación policía-comunidad”, JLS Comisaría 11, Guatemala, 5 de junio de
2003.
Seguridad y sistema de administración de justicia 53
Aunque el proyecto constituye una práctica adecuada para la evaluación del trabajo
policiaco, es criticable el hecho que sea el ejército uno de los invitados a la presentación
de dichos informes, ya que éste como institución tutelar de la Policía Nacional en el
pasado, debe eliminar en el presente cualquier posible implicación con el tema de la
seguridad ciudadana, en congruencia con los principios que deben orientan las políticas
publicas sobre seguridad ciudadana.
En la medida que la población sea partícipe del trabajo desempeñado por la PNC
y se desarrollen mecanismos de fiscalización de la institución por parte de la ciudadanía,
se reducirán considerablemente los hechos ilícitos dentro de la institución.
54 Hacia una Política de Seguridad Ciudadana
Por ejemplo, si existe determinada infraestructura dentro del vecindario que facilite
la comisión de delitos, una alianza efectiva con las autoridades de la institución encargada
del ornato puede mejorar la condición del lugar y contribuir con el trabajo policiaco en
la prevención del delito por medio del saneamiento físico de espacios ociosos.
Considerando la prevención como una tarea encaminada a reducir los factores sociales
que originan el delito, el proyecto de UPREDE atiende esencialmente a dicha caracte-
rización, por los siguientes motivos:
Seguridad y sistema de administración de justicia 55
Tipo
a cciones Correctivas Proactivas / Delinc./ Situacio. / Des. Des. Des. Reduc.
/ /disuasivas reactivas víctima social infancia comun. social oportunidad
a ctores
1. PNC D P/R D/V SI/SO l l l
presencia
2. OJ C R D/V
SI/SO
3. MP D R D/V SI/SO
4. IDPP D R D SI/SO
5 . S i st .
C/D R D SO
penit.
6 . Min.
l l l l
Gober.
7. PDH D P/R SO l l l
8 . Muni P SI/SO l l
9 . E s t a do l l l l
10.
l l l l
Presid.
11.
D P SO l l l l
MINEDUC
12.
D P/R SO
Migra c.
50
Los actores del uno al seis son las instituciones que conforman la cadena de justicia, cuyo
papel en la prevención deriva del cumplimiento de las funciones que le designa la Constitución
Política y sus leyes correspondientes, así como de la coordinación interinstitucional entre las
mismas.
Los actores del siete al doce son instituciones gubernamentales, cuyo papel incide en términos
de prevención social.
El Ministerio de Gobernación es actor clave ya que debería tener a su cargo la política de
seguridad interna.
Seguridad y sistema de administración de justicia 57
Tipo
Correctiv a s Proa ctiv a s Delinc. / Situa cio. / Des. Des. Des. Reduc.
a cciones /
/disua siv a s / rea ctiv a s v íctima socia l infa ncia comun. socia l oportunida d
a ctores
Vincula dos a l gobierno loca l
Gob.
D P D/V SI/SO l l l l
depa rta m.
Policía
D P/R D/V SI/SO l l
municipa l
Consejos de
D P V SI/SO l l l l
Desa rrollo
Socia les
Ma estros D P V SO l l l
Com. locales
D P V SI/SO l l l l
/vecinales
Asoc. civ iles
D P D/V SI/SO l l l l
/ ONG
Iglesia s D P V SO l l l
Univ ersida d
D P D/V SO l l l
/ colegio
Medios
loca les D P D/V SO l l l
comunic.
51
Los actores vinculados al gobierno local obedecen a esquemas de prevención, considerando
los procesos de descentralización, fortalecimiento del poder local y autonomía municipal.
Se subraya el papel de la Municipalidad en la prevención del delito, bajo el esquema de la
prevención situacional.
Los actores sociales encuentran su papel dentro de la prevención en el entendido de los
nuevos paradigmas sobre seguridad, donde se privilegia la participación ciudadana. Tomando
en cuenta, además, el papel protagónico que juegan dichas entidades donde aún no hay
cobertura total o parcial de las instituciones del Estado encargadas de la seguridad.
58 Hacia una Política de Seguridad Ciudadana
Como ente acusador del Estado, el Ministerio Público desarrolla actividades disuasivas,
señalando la culpabilidad de un posible infractor, siendo que su actuación siempre
será reactiva, ya que actúa en función de la comisión de un hecho delictivo.
Desarrolla actividades disuasivas, en cuanto que vigila y denuncia actos que atenten
contra los derechos humanos, buscando prevenir o reestablecer dentro del orden
proactivo/reactivo, atendiendo la prevención social al verificar el cumplimiento y el
respeto de los derechos humano, en el contexto del desarrollo de la infancia y de la
comunidad.
60 Hacia una Política de Seguridad Ciudadana
3.1.8 Municipalidad
3.1.9 Estado
3.1.10 Presidencia
3.1.12 Migración
a. Policía municipal
b. Consejos de Desarrollo
a. Maestros
c. Iglesia
d. Universidades y colegios
52
Constitución Política de la República, artículo 19.
Seguridad y sistema de administración de justicia 65
53
Ley del Organismo Ejecutivo, artículo 36.
66 Hacia una Política de Seguridad Ciudadana
4.1.7 Municipalidad55
4.1.8 Estado
4.1.9 Presidencia
54
Constitución Política de la República, artículo 175.
55
Código Municipal, artículo 67.
Seguridad y sistema de administración de justicia 67
e. Sancionar, promulgar, ejecutar y hacer que se ejecuten las leyes, dictar los decretos
para los que estuviere facultado por la Constitución, así como los acuerdos,
reglamentos y órdenes para el estricto cumplimiento de las leyes sin alterar su
espíritu.
f. Dictar las disposiciones que sean necesarias en los casos de emergencia grave o de
calamidad pública, debiendo dar cuenta al Congreso en sus sesiones inmediatas.
g. Coordinar, en Consejo de Ministros, la política de desarrollo de la nación.
h. Mantener la integridad territorial y la dignidad de la nación.
i. Todas las demás funciones que le asigne esta Constitución o la ley.
56
Ley Nacional de Educación, artículo 3.
57
Ibid., artículo 4.
58
Ibid., artículo 48.
68 Hacia una Política de Seguridad Ciudadana
4.1.11 Migración
Además de las dispuestas por otras leyes y las contenidas en otras partes de la presente
ley, corresponden a los gobernadores departamentales las siguientes atribuciones:60
59
Reglamento de la Ley de Migración, artículo 5.
60
Ley del Organismo Ejecutivo, artículo 47.
Seguridad y sistema de administración de justicia 69
4.2.2 Municipalidad
61
Código Municipal, artículo 7.
62
Ibid., artículo 79.
70 Hacia una Política de Seguridad Ciudadana
63
Ley de Consejos de Desarrollo, artículo 2.
Seguridad y sistema de administración de justicia 71
1. RELACIONES POLICÍA-COMUNIDAD
“Por una parte, reconocemos la necesidad de la ‘ley y el orden’ y
deseamos acabar con la delincuencia y con los delincuentes. Queremos
sentirnos seguros en nuestros hogares y en la vía pública. Exigimos
que nuestras propiedades estén seguras. Pedimos que nuestra voz y
voto se escuchen en los asuntos de la comunidad. Por otra parte,
desconfiamos de la autoridad gubernamental. Nos desagradan la
autoridad y el autoritarismo casi en cualquier forma. Pagamos
impuestos con poco entusiasmo. Resentimos enormemente casi
cualquier intrusión gubernamental en nuestros asuntos cotidianos.
Valoramos en gran medida nuestra libertad de expresión, de reunión,
de religión y de prensa. Es obvio que dichos valores no se pueden
conciliar siempre con facilidad.
(…)
En cuanto a ésta. Es irónico que coloquemos en la posición de
‘porteros’ de la red de justicia penal a uno de los profesionales peor
pagados y con menos educación de toda la red y que después le
pidamos que tome decisiones instantáneas tan importantes como si
debe o no realizar un arresto, o que son de vida o muerte.”64
64
Cox, Steven y Fitzgerald, Jack. La policía en las relaciones comunitarias. Aspectos críticos, 3a. edición,
McGraw-Hill, México, 1997.
72 Hacia una Política de Seguridad Ciudadana
Lo anterior implica que todo el cuerpo policial debe estar enfocado hacia esa
visión preventiva, sin abandonar la eficiencia en lo que respecta a la información,
investigación y persecución del delito. A nivel institucional, el asumir la concepción de
seguridad preventiva debe llevar a modificar prioridades, formas de trabajo, concepción
de la relación policía-comunidad, indicadores de eficiencia, y las mismas relaciones al
interno del cuerpo policial. De ahí que, en el caso de Guatemala, se requiera una
reingeniería de la misma policía para, en primer lugar, dotar de la misma jerarquía
tanto a la rama que se dedique a la prevención, como a las operaciones de contención
y persecución del crimen.
65
Ibid.
Seguridad y sistema de administración de justicia 73
Por otro lado, existen otros factores de la realidad guatemalteca que son funda-
mentales para un adecuado trabajo de una Policía Comunitaria:
con planes de prevención a largo plazo que busquen reducir las causas de los delitos.
Para lograrlo es necesario que la policía:
66
Ibid., p. 31.
76 Hacia una Política de Seguridad Ciudadana
Debe tomarse en cuenta que no todos los funcionarios policiales, ya sean oficiales o
agentes, han sido formados para trabajar según este modelo policial. La formación
tradicional, en especial aquella que ha tenido una fuerte influencia militar, como es el
caso de América Latina y, en concreto, el de Guatemala, no siempre resulta fácil la
implementación de una Policía Comunitaria.
67
En el caso de Guatemala, la práctica de los linchamientos se ha convertido en uno de los
problemas más graves de seguridad comunitaria, tipificando el delito de asesinato en
muchedumbre.
Seguridad y sistema de administración de justicia 77
Es por ello que debe tenerse presente que en las comisarías, estaciones o subes-
taciones en las que se desarrolle este modelo, los funcionarios policiales deben estar
preparados para trabajar con la comunidad, pues debe recordarse que la policía se
convierte en parte del desarrollo de la comunidad, con una visión de ser parte de la
solución de problemas de seguridad y convivencia. Es por ello que deben considerarse
estos criterios de actuación:
suma total de las relaciones humanas y públicas, ya sea que éstas estén iniciadas por la
policía o por otros miembros de la comunidad. Como tales, las relaciones comunitarias
de la policía involucran al departamento de policía como un todo y a todos los empleados
individuales en todos los niveles del departamento, así como a otros individuos y
grupos en la comunidad.68
La intervención que se solicita a la policía sea más proactiva que reactiva; no hay
que esperar que se produzcan los ilícitos, sino tratar de evitarlos, observando qué
los provoca y el tipo de faltas y delitos que se producen, procurando intervenir
sobre las causas que pueden llevar a la comisión de las mismas.
El servicio al ciudadano es la base del modelo. A diferencia del modelo tradicional,
en el modelo comunitario la policía no es una institución cerrada, que se protege
a sí misma, sino es una institución abierta y permeable, que está donde el ciudadano
la necesita.
La redefinición geográfica de las responsabilidades. Ya no son grandes zonas de
trabajo sino que la unidad fundamental para la prevención del delito es la unidad
pequeña del vecindario.
La intervención de la comunidad en prácticamente todas las tareas de un plan
común de trabajo destinado a mejorar la calidad de vida, reducir la inseguridad y
combatir las causas que provocan los delitos.
68
Cox y Fitzgerald. Op. cit.
Seguridad y sistema de administración de justicia 79
El proceso de reforma policial iniciado con la firma del Acuerdo de Paz en 1996
y la posterior creación de la PNC, permitió que las organizaciones de la sociedad civil
y jefes policiales empezaran a visualizar la posibilidad de un tipo de policía con
orientación comunitaria, que respondiera mejor al modelo de seguridad ampliada
expresado en los Acuerdos de Paz.
7.2 Visión
7.3 Misión
69
Con base en la Ley de la Policía Nacional Civil, artículos 1, 2, 9, 10, 11, 12, 13, 15 y 34; y el
Reglamento de Organización de la Policía Nacional Civil, artículo 12, literal a).
Seguridad y sistema de administración de justicia 81
70
Funciones Específicas de la Dirección General de Inteligencia Civil (DIGICI), numeral 1.
82 Hacia una Política de Seguridad Ciudadana
b. Determinar conjuntamente con la población las áreas dentro del barrio o comunidad
donde exista mayor incidencia del delito.
d. Patrullajes
Efectuar patrullajes a pie en parejas, tipo diagonal, en sub sectores de 300
metros cuadrados, apoyados por unidades motorizadas.
En los centros educativos, deportivos o donde haya concentración de perso-
nas, dentro del área de la comunidad, se deberá delegar el número adecuado
de agentes en el horario de entrada y salida para proporcionar seguridad,
evitando con ello cualquier accionar delincuencial que pueda presentarse.
84 Hacia una Política de Seguridad Ciudadana
71
Ver en esta primera parte el apartado “Prevención en Guatemala”, pp. 45-70.
72
Ley de la Policía Nacional Civil, artículo 10, incisos b, c, d, h, i.
Seguridad y sistema de administración de justicia 85
BIBLIOGRAFÍA
ARTÍCULOS Y REVISTAS
Iglesias, Enrique. “Seguridad: una perspectiva latinoamericana”, en El Nuevo Herald,
sábado 26 de octubre de 2002.
LIBROS
Caffrey, Dennis. Política y estrategia de defensa, Centro de Estudios Hemisféricos de la
Defensa, Washington DC, 2002.
Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL). Seguridad ciudadana y
violencia, Cuaderno de trabajo 39, CEPAL, junio de 2000.
Cox, Steven y Fitzgerald, Jack. La policía en las relaciones comunitarias. Aspectos críticos, 3a.
edición, McGraw-Hill, México, 1997.
Domínguez Vial, Andrés. Policía y Derechos Humanos, IIDH, Santiago de Chile, 1996.
Instituto de Enseñanza para el Desarrollo Sostenible (IEPADES). Relaciones policía-
comunidad en Guatemala, Editorial Herrarte, Guatemala, 2001.
Meny, Ives y Thoening, Jean-Claude. Las políticas públicas, Ariel, Barcelona, 1992.
Reyes Calderón, Adolfo. Criminalística, 3a. edición, Editorial Cárdenas, Guatemala,
2001.
Seguridad y sistema de administración de justicia 87
II
SISTEMA DE
ADMINISTRACIÓN
DE JUSTICIA
90 Hacia una Política de Seguridad Ciudadana
Seguridad y sistema de administración de justicia 91
1
De conformidad con el proyecto de ley para la creación de la Dirección General de Inteligencia
Civil (DIGICI), actualmente en el Congreso de la República.
2
De conformidad con el proyecto de Ley Orgánica del Sistema Penitenciario, actualmente en
el Congreso de la República.
Seguridad y sistema de administración de justicia 93
Consideramos que es indispensable para el Estado guatemalteco contar con una visión
democrática e integral de la seguridad, donde el individuo sea el sujeto principal de las
políticas que en esa materia se formulen tanto en el ámbito interior como exterior.
Esto significa que debe romperse definitivamente con el esquema heredado por la
doctrina de la seguridad nacional y readecuar las funciones de seguridad que brindan
en la actualidad los distintos cuerpos armados del Estado, entre ellos la Policía Nacional
Civil (PNC) y el ejército.
Para ello, partimos del consenso de que las tareas de seguridad interior deben ser
desarrolladas exclusivamente por órganos de carácter civil, y el ejército como institución
militar debe encargarse exclusivamente de las tareas de seguridad militar exterior,
entendidas éstas en los Acuerdos de Paz como: la defensa de la soberanía nacional, la
integridad del territorio nacional, y la seguridad externa del Estado.4
3
Se hace constar el disenso del Instituto de Estudios Comparados en Ciencias Penales (ICCPG)
respecto a este segundo apartado de la propuesta, es decir, respecto a la unificación de las
tareas de seguridad exterior con las de seguridad interior en un solo Ministerio de Seguridad.
El ICCPG comparte el criterio respecto a que el ejército únicamente debe encargarse de las
tareas de seguridad militar exterior, sin embargo, considera que la especificidad de las
actividades militares requiere de estrategias y agendas completamente distintas a las de
seguridad interior. En consecuencia, considera que es contraproducente unificar la dirección
política del ejército (aun cuando se le asignen estrictamente tareas de seguridad exterior)
bajo un ministerio que debe tener como principal característica su completa desmilitarización,
tanto a nivel político como a nivel operativo. Unificar bajo un mismo ministerio ambas
tareas sería un obstáculo para la tan anhelada desmilitarización de la seguridad interior, dado
que desde el mismo nivel político se justifica la necesidad de contar con un ministro experto
en estrategias de carácter militar al mismo tiempo que se pretende que éste dirija los cuerpos
de seguridad interior bajo una visión civil.
4
En igual sentido, la propuesta política desarrollada por los distintos sectores y organizaciones
participantes en el proyecto Hacia una Política de Seguridad para la Democracia (POLSEDE).
94 Hacia una Política de Seguridad Ciudadana
Esto, sin embargo, requiere de un paso previo que consideramos debe ser dado
por el próximo gobierno, y que consiste en impulsar la reforma constitucional que
daría cabida a la unificación de las tareas de seguridad interior y exterior en un Ministerio
de Seguridad como el que proponemos.
Aun cuando la misma Constitución Política establece que los ministerios de Estado
deben regirse por una ley específica que regule las atribuciones y la competencia para
el manejo del despacho de los negocios del Organismo Ejecutivo, el poder político-
militar imperante en 1985 introdujo la institución del ejército y del Ministerio de la
Defensa como un mecanismo de garantizar su estatus político.
En tal sentido, consideramos que el ejército como un cuerpo con tareas específicas
de seguridad exterior, debe ser dirigido políticamente por el presidente de la República
a través del mismo órgano ministerial que se encargará del tema de la seguridad en
general, pues los negocios5 del Organismo Ejecutivo en materia del manejo del ejército
no serán otros que los puntualmente señalados.
5
Término utilizado literalmente por la Constitución Política de la República.
Seguridad y sistema de administración de justicia 95
En ese orden de ideas, consideramos que la regulación del ejército, tal como se
venía considerando en las anteriores constituciones políticas de Guatemala, debe ser
trasladada nuevamente al apartado donde se regula el Organismo Ejecutivo, de tal
suerte que no quede la menor duda que éste, al igual que cualquier otro cuerpo público
armado, depende y debe sujetarse a los lineamientos emanados del Organismo Ejecutivo.
Es decir, proponemos entonces que la regulación del ejército se enmarque dentro del
Título IV, Capítulo III, como Sección Tercera de la actual Constitución Política.
Está integrado por fuerzas de tierra, aire Está integrado por fuerzas de tierra, aire
y mar. y mar.
6
En cuanto a las funciones del ejército, en igual sentido se pronuncian otras propuestas,
incluyendo los Acuerdos de Paz y el proyecto POLSEDE.
Seguridad y sistema de administración de justicia 97
Artículo 249. Cooperación del ejército. Artículo 202 “C”. Cooperación del
ejército.
El ejército prestará su cooperación en
situaciones de emergencia o calamidad El Presidente de la República, por
pública. conducto del Ministerio de Seguridad,
únicamente podrá hacer uso del ejército
para desarrollar tareas de cooperación en
el mantenimiento de la seguridad interior,
en los estados de calamidad pública, sitio,
y guerra, legalmente declarados conforme
lo establece esta Constitución y la Ley
Constitucional de Orden Público.7
Una vez realizada la reforma constitucional debe adecuarse la Ley Orgánica del
Ejército con el fin de hacer coherente su regulación con el modelo constitucional
propuesto.
7
Bajo el entendido que debe cumplirse con la sustitución de la actual Ley de Orden Público
conforme lo acordado en el Acuerdo de Fortalecimiento del Poder Civil y Función del
Ejército en una Sociedad Democrática (AFPC).
8
Sobre el contexto y las condiciones que incidieron en el rechazo a la reforma constitucional
post acuerdo de paz, confrontar un análisis detallado contenido en POLSEDE. La función del
ejército en una sociedad democrática, Tomo I, Magna Terra editores, Guatemala, 2002, pp. 336-
338, punto 18.
98 Hacia una Política de Seguridad Ciudadana
Para poder arribar en un mediano plazo a este modelo se proponen tres fases sucesivas:
La primera fase consiste en una redefinición de las tareas de seguridad interior actualmente
otorgadas al Ministerio de Gobernación que han producido resultados negativos para la
sociedad guatemalteca. Proponemos la reforma de la Ley del Organismo Ejecutivo a
efecto de que se sustituya al Ministerio de Gobernación por el Ministerio de Seguridad,
otorgándosele únicamente funciones sobre la seguridad de carácter interior tal como
se propone en el presente documento; y distribuyendo las restantes funciones en otros
ministerios y/o secretarías de la presidencia.
Es claro que esta fase es urgente y por no requerir ninguna reforma constitucional
consideramos que debe ser una fase de implementación a corto plazo.
9
De conformidad con el proyecto de ley para la creación de la DIGICI.
Seguridad y sistema de administración de justicia 99
10
De conformidad con el proyecto de Ley Orgánica del Sistema Penitenciario.
100 Hacia una Política de Seguridad Ciudadana
Bajo este modelo, el Ministerio de Seguridad sería el ente ministerial bajo cuya
competencia funcionarían todos los cuerpos de seguridad pública, tanto interior como
exterior.
Presidente de la República
Ministerio de Seguridad
Viceministerio de
Viceministerio de Viceministerio de
Seguridad
Seguridad Interior Defensa
Especializada
11
Consideramos conveniente que el manejo de los asuntos administrativos de la presidencia
sea asumido por la gerencia de la presidencia, y así no recargar en el ente encargado de la
seguridad de la presidencia esta función.
102 Hacia una Política de Seguridad Ciudadana
4. CONCLUSIONES
La presente propuesta se basa en tres ideas fundamentales:
12
De conformidad con la propuesta que sobre este punto formuló POLSEDE. El sistema de
seguridad en Guatemala: apuntes para una reforma, Tomo I, Magna Terra editores, Guatemala,
2002, pp. 165-222.
Seguridad y sistema de administración de justicia 103
1. JUSTIFICACIÓN
La consolidación de un Estado de Derecho requiere necesariamente de un abordaje
democrático de las tareas de seguridad.
El carácter público de la seguridad, como en los restantes valores con ese carácter,
no limita a que los particulares puedan desarrollar algunas actividades que tiendan a
fortalecerla; pero su ejercicio debe estar debidamente regulado a efecto de que en
ningún momento se desvirtúe el interés público que existe sobre ella.
104 Hacia una Política de Seguridad Ciudadana
2. PROBLEMÁTICA ACTUAL
Los puntos 28 y 29 enfatizan que la academia debe jugar un rol fundamental para
formar profesionalmente a todos los miembros de la institución policial, desde la
escala de agentes básicos hasta los mandos superiores.
13
La academia depende de la jefatura de enseñanza, la que a su vez depende de la Subdirección
General de Personal. Debido a lo jerarquizado de la institución, la jefatura de enseñanza
tampoco adopta decisiones sin que hayan sido autorizadas por la subdirección general de
Seguridad y sistema de administración de justicia 105
Dentro de este apartado debemos también mencionar que de los restantes agentes
de cuerpos públicos de seguridad, ninguno de ellos cuenta con una ley orgánica que
regule los respectivos procesos y/o centros de formación.15
Uno de los problemas más graves del sector seguridad en Guatemala es la total ausencia
de control efectivo sobre los cuerpos particulares y/o empresas de seguridad y/o de
investigación que funcionan de hecho en nuestro país. El Estado guatemalteco no ha
desarrollado regulación legal eficaz que le permita ejercer un control sobre dichos
entes, faltando así al deber constitucional de garantizar la seguridad de los habitantes.
personal. Esta unidad tiene bajo su competencia mantener un control efectivo del personal
y su respectiva situación administrativa, y el cumplimiento del régimen disciplinario de toda
la institución policial, entre otras. De esta manera, la importancia de la formación se ve
relegada a un tercero o cuarto grado de interés dentro de esta subdirección general.
14
MINUGUA. Informe especial sobre la situación de la Policía Nacional Civil, Guatemala, julio de 2003.
15
Salvo la regulación mediante acuerdo gubernativo de la Escuela de Estudios Penitenciarios;
sin embargo, técnicamente debe contemplarse su regulación en la Ley Orgánica del Sistema
Penitenciario.
106 Hacia una Política de Seguridad Ciudadana
3. PROPUESTA
Por todo lo anterior, y congruente con la propuesta que formulamos sobre la creación
del Ministerio de Seguridad, consideramos necesario contrarrestar la segregación que
actualmente existe en cuanto a la formación de agentes de seguridad que prestan sus
servicios en órganos del Estado, y la ausencia total de control sobre la formación de
los agentes particulares de seguridad y/o de investigación.
Esta formación no es una función que deba ser delegada a las empresas particulares
de seguridad; es necesario que, independiente del ámbito en el que presten sus servicios,
sea desarrollada por un órgano estatal especial que garantice una formación efectiva y
que en ese sentido pueda extender la certificación que debe exigirse a las personas que
deseen dedicarse a dichas tareas. Esto conlleva, por supuesto, una regulación legal a
efecto de garantizar que la formación y acreditación de quienes no han de prestar sus
servicios en cuerpos de seguridad pública sea financiada por los interesados.
16
Se tiene conocimiento de que, actualmente, se cuentan con tres agentes particulares de
seguridad por cada agente público de seguridad; al respecto véase MINUGUA. Seguridad Privada
en Guatemala, estudio sobre su control y regulación jurídica, MINUGUA, Guatemala, 2002, p. 102,
punto 137.
Seguridad y sistema de administración de justicia 107
de las personas que deseen o estén interesadas en ejercer las funciones de agentes
de seguridad y/o de investigación en entidades públicas descentralizadas,
autónomas, semiautónomas, y en los cuerpos y/o empresas particulares o privadas.
Los integrantes del consejo directivo deberán ser nombrados para un período de
dos años, pudiendo ser reelectos por el órgano correspondiente. Para garantizar
un órgano directivo objetivo en el manejo político de la academia, deberá
garantizarse en la ley citada que el propio consejo directivo será el único órgano
encargado de conocer las causales de remoción de sus miembros que el reglamento
establezca. En caso de remoción o renuncia, la autoridad respectiva deberá nombrar
un sustituto que finalice el período iniciado por su antecesor.
17
Cubriría, por ejemplo, la formación de agentes básicos de la PNC, agentes dedicados a la
protección de funcionarios, al combate contra las drogas, al combate del terrorismo, a la
seguridad presidencial, cuidado de fronteras, presidios, forestal, seguridad privada, seguridad
bancaria, agentes de policías municipales, universidades, y en general, de entidades autónomas,
semiautónomas y descentralizadas. Asimismo, es conveniente que la formación se desarrolle
tanto a nivel de agentes básicos como para las especialidades y formación de oficiales de
acuerdo con las necesidades de cada sector.
18
Comisión especial integrada por consenso entre las organizaciones de la sociedad civil
guatemalteca especializadas en el tema de seguridad y el gobierno de la República, por
intermedio de la Secretaría de Análisis Estratégico (SAE) y de la Secretaría de la Presidencia
para la Paz (SEPAZ), el 3 de junio del 2003.
108 Hacia una Política de Seguridad Ciudadana
d. La regulación legal de las funciones del consejo directivo debería orientarse hacia:
19
Para esta propuesta se tomó en consideración el interés que pueda existir en los órganos
receptores o beneficiarios de la formación en la academia.
Seguridad y sistema de administración de justicia 109
20
O en su caso, el subdirector general de enseñanza, en caso se concretizara la reubicación
orgánica de la jefatura de enseñanza a una subdirección general de la PNC, tal como han
propuesto diversos actores nacionales y MINUGUA.
110 Hacia una Política de Seguridad Ciudadana
Seguridad y sistema de administración de justicia 111
1. JUSTIFICACIÓN
Las reformas procesales de 1994 fueron vistas únicamente como cambio de leyes, sin
embargo, al pasar los años seguimos manteniendo las mismas estructuras en las
instituciones para un procedimiento inquisitivo. En efecto, si revisamos las prevenciones
policiales actuales y las comparamos con los partes policiacos, evidenciamos que siguen
siendo los mismos, en cuanto a los despachos judiciales del órgano contralor de la
investigación sigue la misma estructura, es decir, un juez y varios oficiales o auxiliares
en quienes se delega la responsabilidad de resolver las cuestiones judiciales, incluyendo
el importante acto de resolver la situación jurídica del procesado, que se traduce en
prisión preventiva hasta por un año o más con las ampliaciones a la misma.
21
Decreto 40-94, Congreso de la República.
112 Hacia una Política de Seguridad Ciudadana
Ubicamos como problemas básicos del actual Ministerio Público los siguientes:
La PNC realiza las investigaciones criminales sin dirección técnica del Ministerio
Público. Es decir, hace el trabajo de campo de una manera autónoma, lo que
muchas veces trae como consecuencia violaciones a normas procesales y
constitucionales que hacen ineficiente dicha investigación, por lo que no puede
usarse para acreditar los hechos.
Una indebida atención a la víctima del delito, lo que provoca la doble victimización.
3. OBJETIVOS ESPECÍFICOS
Proponer a las autoridades del Ministerio Público una evaluación del actual sistema
de turnos en la Fiscalía Distrital metropolitana y de la estructura de las Fiscalías
Distritales, específicamente en cuanto a las funciones del fiscal distrital.
La delegación de la función de dirigir la investigación en oficiales de fiscalía con el
adecuado acompañamiento y control respectivo.
Presentar una propuesta para reestructurar las fiscalías, tanto metropolitana como
distritales, para que respondan a un procedimiento acusatorio y que permita una
mejor coordinación entre el Ministerio Público y la PNC.
Que en la agenda de reingeniería se discuta sobre la creación de un ente selecciona-
dor de casos, con el objeto de dar salida alternativa donde proceda y así desconges-
tionar las agencias fiscales.
La creación, en el mismo espacio de reingeniería, de un ente administrativo que dé
apoyo a la oficina anteriormente mencionada.
Es aquí donde radica la importancia que tiene el estudio del tema y cómo afecta
los intereses más importantes del ser humano, razón por la cual ese poder punitivo
debe encausarse únicamente a los hechos considerados como delitos más graves por
el ordenamiento jurídico nacional, lo que en doctrina se conoce como de ultima ratio, es
decir, el derecho penal y como resultado el procesal penal debe ser la última consecuencia
a la que se acude para resolver los conflictos sociales. Es por ello que todas las legis-
laciones contemplan la posibilidad de salidas alternativas a los conflictos; Guatemala
no es la excepción, al contrario, el actual Código Procesal Penal da una gama de
posibilidades para resolver los casos sin llegar al juicio oral.
El procedimiento común debe quedar únicamente para los casos de más grave
impacto social, mientras todos los casos leves deben ser resueltos mediante procedimien-
tos alternativos en los que se le otorgue un poder de decisión a la víctima del delito. En
nuestro medio ocurre lo contrario, el Ministerio Público se dedica a dar atención a los
casos leves descuidando la profundización en los casos considerados de alto impacto.
114 Hacia una Política de Seguridad Ciudadana
Es importante dejar constancia en este apartado del dato que han manejado diferentes
instituciones de derechos humanos, que indican que en la ciudad capital el 95% de los
delitos contra la vida quedan en la impunidad.
22
Para profundizar puede consultarse Friedman, Lawrence. “Is There a Modern Legal Culture”,
en Donziger, Steven (ed.). Ratio Juris No. 7, Nueva York, 1984, citado en Duce J., Mauricio.
Introducción al nuevo sistema procesal penal, volumen I, Universidad Diego Portales, Escuela de
Derecho, William and Flora Hewlett Foundation, Santiago de Chile, 1985.
23
Para profundizar sobre el tema véase Binder, Alberto. “La reforma procesal penal en América
Latina”, en Justicia penal y Estado de Derecho, Editorial Ad’hoc, Buenos Aires, 1993.
Seguridad y sistema de administración de justicia 115
52 preguntas, hasta lograr, según ellos, la aceptación del hecho por parte del procesado,
motivo éste en que basaron la sentencia de condena.
Así, podemos citar una serie de ejemplos sobre este tema, pero consideramos, por
no ser parte de la propuesta, dejarla como un inquietud para una futura oportunidad.
Esta cultura inquisitiva se encuentra en las altas autoridades del sistema de justicia
criminal, por ello ha sido tan complicada la puesta en práctica del proceso penal acusatorio,
es la resistencia al cambio. Esta resistencia la podemos evidenciar en el hecho que la etapa
preparatoria del proceso se ha convertido en escrita, el Ministerio Público maneja grandes
expedientes, los jueces delegan las funciones en oficiales, el Ministerio Público tiene
confusión en cuanto a la dirección técnica de la PNC, estos últimos realizan investigaciones
dentro de la etapa preparatoria sin la dirección técnica del Ministerio Público, etc.
El Código Procesal Penal actual24 fue promulgado en octubre de 1992, sin embargo,
cobró vigencia hasta el 1 de julio de 1994, por la falta de capacidad del Estado,
principalmente de las autoridades del sector justicia penal, de preparar al personal que
en ese momento iniciaría con la reforma. Consideramos que el Estado guatemalteco
asimiló el cambio como nuevas leyes únicamente y no como un cambio total de
procedimiento, que implica también el cambio de cultura.
24
Decreto 51-92, Congreso de la República.
25
Código Procesal Penal, artículo 44; reformado por el Decreto 79-97, Congreso de la
República.
116 Hacia una Política de Seguridad Ciudadana
26
Instrucción General No. 00l-2002, del l0 de julio de 2002, del Fiscal General de la República
y Jefe del Ministerio Público.
Seguridad y sistema de administración de justicia 117
asesoría legal por parte de la fiscalía, llegando al absurdo de competir estas instituciones
por la investigación de campo, por un lado la Dirección de Criminalística (DICRI) y
por el otro el Servicio de Investigación Criminal (SIC), con una clara interferencia
interinstitucional así como desperdicio de recursos.
Hemos querido referirnos a los anteriores temas para allanar el camino a los
temas centrales de la propuesta, iniciando la misma con las funciones del Ministerio
Público en el sistema acusatorio, las características de la etapa de investigación, y los
objetivos que persigue la misma.
Como podemos apreciar con este sistema, el Ministerio Público deja de ser un
mero auxiliar de la administración de justicia y se convierte en un actor clave en el
proceso penal. Ahora bien, debemos analizar desde la perspectiva de cambio cuáles
son los motivos por los que, a la fecha, el Ministerio Público no ha logrado ese prota-
gonismo con las consecuentes deficiencias del sistema en conjunto.
118 Hacia una Política de Seguridad Ciudadana
Otra de las características que vale la pena resaltar, quizá la más importante de
todas, es la oralización de la etapa preparatoria. Entendemos por oralización la presencia
del juez escuchando en un solo acto la defensa material que hace el procesado, la
defensa técnica de su abogado, pero principalmente el desarrollo de la imputación que
corresponde al Ministerio Público.
Con ello, el juez pierde su imparcialidad para convertirse en acusador y sin requerimiento
el fiscal dicta la medida de coerción que por regla general es la prisión preventiva, la
que puede mantenerse hasta por un año con posibilidad de ampliarse por más tiempo.
El caso es que todo lo anterior sucede sin que el Ministerio Público haya iniciado
la investigación o por lo menos dirigirla, la notificación de la decisión del juez de
dictar auto de procesamiento es conocida por el fiscal mucho tiempo después de ser
dictada, provocando que el tiempo real de investigación ya no sea de tres meses y que
se venza dicho plazo sin haberse reunido los elementos necesarios para fundamentar
la acusación, lo que trae como consecuencia la solicitud del Ministerio Público de una
clausura provisional.27
27
Dicha figura quedó establecida como excepción, para utilizarla cuando un elemento de
prueba fuese absolutamente imposible recabarlo en tres meses; sin embargo, ha sido utilizada
como regla general, con el agravante que nunca se reabren los procesos.
28
Circular 18-2001, firmada por el presidente de la Cámara Penal de la CSJ.
29
Instrucción General No. 00l-2002, del l0 de julio de 2002, del Fiscal General de la República
y Jefe del Ministerio Público.
Seguridad y sistema de administración de justicia 121
totalmente reservada la etapa preparatoria llamada sumario. Con ello, se logra que las
partes tengan la posibilidad de saber qué hace el Ministerio Público en la labor de
dirección de la investigación, para tener la posibilidad de procurar también los elementos
necesarios para ir probando sus pretensiones.
Todo lo anterior nos lleva a la conclusión de que los objetivos primordiales sobre
los que descansa una adecuada intervención del Ministerio Público en un sistema
acusatorio serán los siguientes:
trascendencia e impacto necesariamente deben ser llevados a juicio oral deben ser
trabajados de tal manera que los jueces tengan los suficientes elementos para
fundamentar adecuadamente los fallos. En la actualidad, los jueces de sentencia se ven
en la necesidad de suplir las deficiencias en los procesos interrogando al procesado o
bien ordenando la incorporación de prueba de oficio que luego es valorada y utilizada
para dictar sentencias condenatorias.
Entendemos que todo el proceso penal gira sobre la base de que la etapa del juicio
oral es la más importante y solemne; debemos recordar que en esta fase se produce la
prueba y se da el contradictorio necesario para que los jueces puedan hacer una
valoración objetiva de la misma para fundar su fallo. Sin embargo, está claro que el
Estado no tiene la posibilidad material de llevar a esta etapa todos los casos que se le
presentan, motivo por el cual debe hacer una adecuada selección de los mismos. A
manera de ejemplo, podemos mencionar un caso que se dio en un tribunal de sentencia
del país, donde recorrió todas las etapas hasta llegar a sentencia, porque dos agentes
de la PNC fueron sorprendidos ingiriendo bebidas alcohólicas estando uniformados.
Esta situación es gráfica para ejemplificar el costo benéfico que el Estado obtuvo
llevando este caso a juicio oral, la deficiente decisión del Ministerio Público de acusar
y llevar a juicio a los mencionados, amén de la actuación del juez contralor de elevar a
debate el mismo.
Es importante resaltar que para lograr una salida alternativa, en algunos casos el
fiscal debe agotar la investigación; por ejemplo, para pedir una suspensión condicional
de la persecución penal, éste debe estar seguro que obtendrá una sentencia condenatoria
con suspensión, por lo que se adelanta a la misma solicitando con anticipación dicha
figura.
Es por ello que la propuesta contempla la creación de una oficina que se encargue
de hacer este proceso de selección. Dicha oficina debe ser dirigida por un fiscal con la
capacidad de poder decidir y ejecutar la desjudicialización de los casos, y que además
sea apoyado por personal administrativo que haga efectivas sus decisiones. En dicha
oficina debe haber personas entrenadas en mediación y conciliación que realicen la
labor ordenada por el fiscal.
En la práctica vemos que los fiscales deciden desjudicializar un caso, pero nunca
se ejecuta la decisión, ya sea porque no localizan a la víctima, porque el procesado no
accedió a la reparación propuesta, porque aún estando todos de acuerdo no se celebra
la audiencia por falta de notificación o porque el juez no estaba, etc. Según la propuesta,
el aspecto administrativo en cuanto a efectuar la solicitud, más la logística y coordinación
para que la audiencia se celebre, deben estar a cargo de un personal administrativo que
no necesariamente debe tener la calidad de fiscal sino asistentes administrativos, logrando
que los fiscales existentes se dediquen a casos de importancia. El objetivo final es que
Seguridad y sistema de administración de justicia 123
a través de una adecuada gestión de despacho se evite que la mayor parte de los casos
que el fiscal de atención temprana o inmediata decida desjudicializar se ejecute, y será
en todo caso responsabilidad del coordinador administrativo cumplir con dicha orden,
pues el fiscal estará ocupado resolviendo los casos que ingresan a diario.
Con lo anterior se logra que únicamente los casos donde no es posible la desjudi-
cialización pasen a la fiscalía para su trámite, investigación y fundamentación.
Se encuentra legislado también que para proponer alguna salida alternativa como
el criterio de oportunidad, se debe necesariamente reparar el daño causado.
El fin supremo de esta etapa es que el Ministerio Público realice una eficaz investigación.
Dentro de la misma, el órgano persecutor tiene la obligación de recabar todos los
elementos de convicción para asegurar, en primer lugar, que un hecho tiene las
características de delito de conformidad con el ordenamiento jurídico sustantivo nacional,
y que el sindicado o sindicados participaron en la comisión del mismo. Todos estos
elementos servirán para fundar la acusación y luego ser elevados a la categoría de
medios de prueba, para que al analizarlos el tribunal de juicio los valore y con funda-
mento en ellos dicte el fallo respectivo. Para lograr estos objetivos, el Ministerio Público
debe ser extremadamente cuidadoso en cuanto a cumplir con todos los requisitos exigidos
por la ley, para que los elementos recabados puedan incorporarse en el juicio.
Se nota una falta absoluta de dirección técnica por parte de los fiscales hacia los
investigadores, los fiscales no giran instrucciones concretas a los agentes del SIC
sobre lo que necesitan en determinado caso, más bien, envían notas diciendo que
procedan a la investigación del hecho denunciado, dejando en absoluta libertad a
los policías de hacer lo que consideren conveniente. Toda la comunicación es a
través de oficios que van dirigidos al jefe del SIC, quien delega algún investigador
de la sección que corresponda, quien cumple con su cometido, informa a su jefe
y éste al fiscal, despersonalizándose completamente la relación.
30
Familiares y Amigos contra la Delincuencia y el Secuestro; Madres Angustiadas e Instituto
de Estudios Comparados en Ciencias Penales de Guatemala (ICCPG). “Propuesta político
criminal para la eficacia de la investigación criminal”, en Observador Judicial, No. 35, ICCPG,
Guatemala, enero-febrero de 2002.
Seguridad y sistema de administración de justicia 125
Con el apoyo del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD),
aproximadamente en 1996, se inicia la actual reestructuración del Ministerio Público,
quedando de la siguiente manera:
31
Según la LOMP no existe la figura de oficial en la misma. Decreto 40-94, Congreso de la
República.
126 Hacia una Política de Seguridad Ciudadana
Una oficina de atención permanente, que sigue manteniendo las mismas funciones
de la estructura anterior.
Un sistema de turnos, por medio del cual se distribuye el trabajo en las agencias
fiscales. Dicho sistema consiste en que cada una de las agencias fiscales se encuentra
de turno durante 72 horas, plazo en el que reciben todos los casos que ocurren en
la ciudad capital y en algunos municipios del departamento de Guatemala, con
excepción de Mixco, Villa Nueva y Amatitlán.
Las Fiscalías Distritales cuentan con dos, tres o cuatro agencias fiscales, depen-
diendo del volumen de trabajo que se determinó en su oportunidad.
Una de estas agencias es dirigida por el Fiscal Distrital, es decir, dicho funcionario
tiene dos roles, por un lado, es el representante del Ministerio Público local, pero
también es agente fiscal. Dichos funcionarios se encuentran apoyados por tres o
cuatro auxiliares fiscales y dos oficiales.
En cuanto a las funciones del Fiscal Distrital, más se asemejan a las funciones de un
administrador o un jefe de personal, sin que exista por parte del mismo un control y
seguimiento de los casos de importancia o de trascendencia que ingresan a cada una de
las agencias fiscales, por lo disperso que los mismos están en 36 agencias. En la práctica,
nunca se ha observado al Fiscal Distrital evaluando el desempeño de los agentes fiscales
en los casos que desempeñan ante los órganos jurisdiccionales en las distintas etapas o
fases del proceso penal, se desconoce que existan reuniones periódicas convocadas por
el Fiscal Distrital con los agentes fiscales para hacer una evaluación del desempeño y
poder dar una atención especial a casos de trascendencia (verbigracia, delitos contra la
vida), o evaluar una determinada política de atención a casos determinados, o simplemente,
para compartir experiencias. El mencionado Fiscal Distrital tampoco cumple con la
misión de coordinación interinstitucional con los cuerpos de seguridad del Estado y no
participa en la definición de la política criminal del Estado frente al crimen.
En la práctica diaria se nota que por el volumen de casos que recibe la fiscalía de
turno, es imposible darles salida en el tiempo que les queda para el nuevo turno. Ante
esta situación, lo que se está dando es que se da respuesta a los casos fáciles de
resolver, relegando los casos complejos de investigar, entre ellos los casos de homicidio
y asesinato, que como todos sabemos requieren de mucho trabajo detectivesco para
resolverlos. Lo normal es que se analiza el informe de la DICRI o del SIC; al determinar
que no hay testigos, el caso es archivado bajo el presupuesto de no individualizarse al
sindicado pero sin haber agotado la investigación.
En cuanto a las Fiscalías Distritales, el hecho que el fiscal distrital tenga asignada
una agencia fiscal le impide desarrollar su misión. En efecto, el fiscal tiene una cantidad
de trabajo considerable en su agencia fiscal, como los demás agentes, pero además
tiene funciones administrativas. Lo que sucede con esto es que los casos graves del
departamento no son atendidos adecuadamente, mismos que deben ser abordados
especialmente, y una función de esta naturaleza compete al funcionario con mayor
capacidad y entrenamiento que por lógica debe ser el distrital.
Las otras agencias trabajan sin un órgano de control que pueda evaluar su
desempeño. Cada uno de los casos debe ser analizado por el agente responsable de la
fiscalía para ser presentado y luego evaluado por el jefe de la fiscalía, para determinar
si efectivamente la teoría del caso está adecuadamente formulada, etc.
El fiscal distrital debe reunirse por lo menos una vez a la semana con las fuerzas de
seguridad del Estado con el objeto de diseñar la política criminal local, debe mantener un
contacto directo con las oficinas del Fiscal General sobre la actividad departamental del
Ministerio Público, y por lo mismo, recibir las indicaciones de éste para su mejor desempeño.
Debe además evaluar el trabajo de sus fiscales en las distintas etapas del proceso
penal, para dar las instrucciones de servicio que sean necesarias. Por ejemplo, estar
128 Hacia una Política de Seguridad Ciudadana
El primer paso será que las autoridades superiores del Ministerio Público ordenen
una evaluación, para determinar la situación actual. La pregunta será si la institución,
atendiendo al procedimiento acusatorio está cumpliendo con los objetivos que
constitucionalmente le corresponden.
Ésta será la función del fiscal de atención inmediata de casos, ordenar un tratamiento
para cada uno de ellos dependiendo del grado de complejidad. Hay que indicar que
este fiscal debe ser apoyado por toda una estructura administrativa que haga posible
su cometido. Al momento que el fiscal ordene la aplicación de un criterio de oportunidad
en un caso determinado, éste se debe cumplir, deben haber personas que lo apoyen
localizando a la víctima, hablando con ella, solicitando al juez determinado procedi-
miento y velar porque se realicen las notificaciones, coordinar con el sistema peniten-
ciario para que lleven al procesado a la audiencia, etc. Como puede evidenciarse, esta
oficina debe ser estructurada pensando en el apoyo administrativo y logístico de tener
varios auxiliares fiscales en la misma; con un único fiscal con poder de decisión y todo
un equipo de mediadores, mensajeros y secretarías que hagan efectivas sus ordenes.
Con ello se evitaría que un 80% de las denuncias no llegó a las agencias fiscales, lo que
permitirá que ese 20% restante sea atendido adecuadamente.
Debemos tener presente que el SIC se estructura por unidades, es decir, hay una de
delitos contra la vida, otra de delitos patrimoniales y así tienen unidades bien establecidas
que están a cargo de un jefe de unidad. Este jefe debería reunirse tres veces a las
semana con el jefe de la unidad respectiva del Ministerio Público para darle seguimiento
a las investigaciones y que el fiscal pueda instruir el seguimiento a cada una de ellas,
encuadrado, por supuesto, en el marco jurídico.
1. JUSTIFICACIÓN
Tenemos conocimiento que en los centros de justicia se cuenta con dos personas
contratadas por dicho programa, una es el coordinador/a y otra el asistente comunicador,
siendo éstas las responsables de convocar a los actores para la reunión.
2. CONTENIDO DE LA PROPUESTA
Estamos convencidos de la importancia de estas reuniones así como de la
operativización de los convenios firmados para lograr la coordinación interinstitucional.
En este sentido, consideramos primordial aprovechar el espacio de los centros de
justicia y la presencia física de personeros del Programa de Justicia de AID en 14
lugares del interior de la República y en el municipio de Villa Nueva para impulsar
dichas reuniones. No debemos olvidar que los funcionarios siempre tienen agendas
Seguridad y sistema de administración de justicia 133
muy cargadas de actividades y que es imprescindible que sea un tercero quien fije la
fecha y la hora de la reunión, que los convoque y prepare los materiales y la logística.
3. OBJETIVO GENERAL
Que todos los funcionarios del Ministerio Público y de la PNC de la República conozcan,
entiendan y pongan en práctica los convenios de coordinación interinstitucional para
mejorar la investigación criminal en Guatemala.
4. OBJETIVOS ESPECÍFICOS
Reunir por lo menos una vez al mes al jefe de la PNC y al fiscal distrital del
Ministerio Público en todas las localidades donde hayan centros de justicia, del
Programa de Justicia AID.
Que en dicha reunión se pongan en práctica los convenios firmados por el Fiscal
General de la República y el ministro de gobernación para optimizar la investigación
criminal.
Que se reproduzca este modelo en los lugares donde no existan centros de justicia,
designando algún empleado de las fiscalías distritales para hacer las convocatorias
y preparar la logística conforme al modelo del plan piloto.
5. PROCEDIMIENTO
El Fiscal General de la República y jefe del Ministerio Público, debe solicitar al direc-
tor del Programa de Justicia AID, que a través de los centros de justicia que actualmente
funcionan en el país, y específicamentze en el espacio denominado “unidad coor-
dinadora”, con el apoyo de los coordinadores locales y asistentes, se pongan en práctica
134 Hacia una Política de Seguridad Ciudadana
los convenios firmados a la fecha así como los que se firmen en adelante. Y en los
lugares donde no existan estos centros que se utilicen los Centros de Administración
de Justicia (CAJ) de la Instancia Coordinadora del Sector Justicia.
Una vez recibida la solicitud del Fiscal General, el director general del Programa
de Justicia instruirá a los coordinadores locales para que de inmediato entreguen a
todos los funcionarios del Ministerio Público y jefes de la PNC local los instructivos
hasta el día de hoy firmados para que los lean, analicen y comprendan.
Dicha acta debe ser remitida a los despachos del Fiscal General y ministro de
gobernación respectivamente, por lo que también debe quedar establecido en dicha
reunión cual será la forma de certificar estas actas y el tiempo de remisión.
Se hace necesario que el Fiscal General designe una persona especializada dentro del
sistema de justicia penal para que desde las oficinas centrales reciba los insumos (actas
faccionadas de las reuniones), dé seguimiento, analice los acuerdos a los que arribaron,
instruya sobre la puesta en práctica de los compromisos, y dé respuesta institucional si
fuese necesario, poniendo al tanto al Fiscal General del desarrollo de las reuniones y
los logros obtenidos en cuanto a la coordinación interinstitucional.
7. CONCLUSIONES
Dado que se hace necesario e imprescindible poner en práctica los convenios
firmados entre el Fiscal General de la República y el Ministerio de Gobernación,
una de las maneras de hacerlo es a través de los centros de justicia que funcionan
auspiciados por USAID, en 14 lugares del interior de la República y en el municipio
de Villa Nueva, específicamente dentro del modelo de “unidad coordinadora”
que ellos impulsan.
Dicha actividad debe ser solicitada desde el despacho del Fiscal General, y dirigida
al director general del Programa de Justicia, con el objeto de obtener el apoyo
institucional y con la misma solicitud debe ser dictada la instrucción general de
servicio para todos los fiscales distritales. Y que éstos, a su vez, se reúnan con los
agentes fiscales y auxiliares fiscales, indicándoles que es obligatorio reunirse con
los funcionarios de la PNC de su localidad para poner en práctica los convenios
firmados, documentando dichas reuniones en las actas respectivas. Se debe indicar
en dicha instrucción las medidas disciplinarias que se tomarán por el incum-
plimiento.
1. JUSTIFICACIÓN
Guatemala al igual que muchos países de Latinoamérica, inició hace aproximadamente
15 años un proceso de reforma de su sistema de justicia enfocado al área penal, el cual
tenía como objetivo principal sustituir el proceso penal inquisitivo, altamente violatorio
de los derechos humanos, por un procedimiento penal acusatorio, basado en los
principios de inmediación procesal, oralidad y publicidad.
Dicho proceso se inició en Guatemala con una serie de trasformaciones del marco
jurídico nacional, teniendo como punto de partida la reforma que se hiciera a la
Constitución Política de la República en 1994. Con dicha reforma se redefinieron las
funciones de la institución que está llamada a jugar un papel muy importante en el
sistema de justicia, siendo ésta el Ministerio Público.
El nuevo proceso penal otorga un papel clave al Ministerio Público ya que es éste
quien posee el monopolio en el ejercicio público de la persecución penal, y en el
desempeño de esta función es el encargado de dirigir el proceso de investigación del
delito.
138 Hacia una Política de Seguridad Ciudadana
Si bien es cierto que existe el Servicio Médico Forense del Organismo Judicial, la
DICRI del Ministerio Público, y el SIC de la Policía Nacional Civil, es precisamente esta
dispersión y duplicidad de recursos la que ha provocado los principales problemas en
el proceso de investigación criminal.
Ante esta situación, se hace necesario que exista una iniciativa de coordinación
que permita establecer los vínculos de trabajo fundamentales entre los diversos
miembros de cada una de las dependencias anteriormente señaladas.
El contar con una unificación de los recursos permitirá de alguna manera más
adecuada la utilización de los mismos, y contribuirá de manera considerable al proceso
penal, ya que lo dotará de pruebas científicas mejor obtenidas, más confiables que
permitan la protección y consolidación de los derechos contenidos en la Constitución
Política, tratados internacionales y demás leyes ordinarias.
2. PROPUESTA
Estamos conscientes de la necesidad y conveniencia de centralizar los servicios forenses
del sistema de justicia penal en un ente independiente, a cargo de un consejo directivo
conformado por un representante de las cuatro entidades encargadas del sistema de
justicia en Guatemala, como lo son el Organismo Judicial, el Ministerio Público, el
Ministerio de Gobernación y el Instituto de la Defensa Pública Penal.
La ley establece como causa de recusación de los peritos las mismas contempladas
para los jueces (artículo 229), las cuales están contenidas en los artículos 122,123, y
125 de la Ley del Organismo Judicial en los que se establece como causales de
recusación: el ser el perito parte en el asunto, y el Ministerio Público es siempre parte
en los procesos penales de acción pública, y sus funcionarios son parte de éste; el tener
intereses directos en el asunto; tener amistad o relación con las partes, cuando sea
independiente; situaciones todas que afectan la parcialidad del perito y por eso se
consideran motivo de recusación, y que en caso de un funcionario que depende
económicamente de las partes, con las cuales tiene una estrecha relación, debe dudarse
Seguridad y sistema de administración de justicia 141
3. OBJETIVO GENERAL
La suscripción de un “Convenio interinstitucional entre el Ministerio de Gobernación,
el Ministerio Público, el Organismo Judicial y la Defensa Pública Penal”, para lograr la
unificación e integración a un corto plazo de los laboratorios de investigación y servicio
medico forense.
4. OBJETIVOS ESPECÍFICOS
Centralizar los servicios forenses en un solo ente que coordine los diferentes servicios,
a fin de lograr su integración y el mejor aprovechamiento de los recursos estatales.
Obtener una mejora gradual y sostenible del sistema pericial, que vaya allanando
el terreno para la creación y puesta en marcha del ente autónomo propuesto
(INACIF).
Mejorar sustancialmente los servicios que actualmente se prestan, a través de
laboratorios forenses unificados.
Disponer de un sistema pericial suficientemente confiable y capaz de garantizar la
transición ordenada y paulatina hacia un sistema pericial autónomo y moderno.
5. PROCEDIMIENTO
Que a través de la secretaría ejecutiva se sensibilice a los sectores involucrados acerca
de la necesidad de unificar los laboratorios forenses, como una solución a corto plazo,
a través de un convenio interinstitucional, como primer paso para lograr su confor-
mación como un ente autónomo.
6. CONCLUSIONES
Se hace necesario centralizar los laboratorios de investigación y servicios forenses
en un solo ente que coordine los diferentes servicios, a fin de lograr su integración
y el mejor aprovechamiento de los recursos.
Es impostergable la suscripción de un convenio interinstitucional para unificar e
integrar los laboratorios de investigación y servicios medico forenses, como un
primer paso para lograr su unificación y que vaya allanando el terreno para la
creación y puesta en marcha de un ente autónomo (INACIF).
Contar con un sistema pericial suficientemente confiable, que beneficie a todos
los sujetos procesales por igual.
La propuesta debería impulsarse a través de la Instancia Coordinadora del Sector
Justicia, por encontrarse representados en dicha coordinadora los sectores
involucrados en el tema laboratorios de investigación y servicios forenses.
7. PROPUESTA DE ANTEPROYECTO
Propuesta de anteproyecto de convenio interinstitucional
entre el Organismo Judicial, el Ministerio Público, el Ministerio
de Gobernación y la Defensa Pública Penal, para la unificación
e integración de los laboratorios de investigación y
servicio médico forense
CONSIDERANDO:
CONSIDERANDO:
Que las limitaciones en la investigación forense, provocadas entre otras por esa marcada
dispersión de recursos y funciones de las diferentes instituciones relacionadas con la
investigación, como por la falta de coordinación entre las mismas, es una de las causas
de los altos niveles de impunidad, toda vez que la acusación en los procesos penales
no cuenta con un respaldo de carácter científico, lo que trae como consecuencia que
una gran cantidad de procesos se respalden únicamente con prueba testimonial.
CONSIDERANDO:
Que la necesidad de unificar el servicio forense en una sola institución ha sido destacada
por los especialistas nacionales y extranjeros que han revisado la situación actual de la
criminalística en Guatemala, lo cual permitiría de alguna manera la utilización más
adecuada de los recursos tanto materiales como humanos, lo que redundará en la
obtención de pruebas científicas mejor recabadas, más confiables, que permitan la
protección y consolidación de los derechos contenidos en la Constitución Política de
la República, Acuerdos de Paz y tratados internacionales ratificados por Guatemala y
demás leyes de la República.
CONSIDERANDO:
Que una forma que a corto plazo permita centralizar los servicios forenses en un solo
ente que coordine los diferentes servicios, con el fin de lograr su integración y el mejor
aprovechamiento de los recursos, es la suscripción de un convenio interinstitucional
entre las diferentes instituciones involucradas en dicha tarea.
En virtud de las consideraciones anteriores, las partes deciden por el presente convenio
establecer los objetivos, modalidades y condiciones en que se unifican e integran los
laboratorios de investigación y servicio medico forense.
Artículo 8. Evaluación. Las partes convienen que los resultados del presente convenio
interinstitucional sean evaluados por la Instancia Coordinadora para la Modernización
del Sector Justicia, cada seis meses, a efecto de medir el avance y los resultados de la
unificación e integración y para dar seguimiento a las políticas, estrategias y planes de
acción que sean necesarios para la buena marcha del laboratorio único, y en su caso,
ordenar la medidas correctivas que sean necesarias para la buena marcha de las
actividades.
Artículo 13. Apoyo institucional. Las partes institucionales que firman el presente
convenio se comprometen a prestar todo el apoyo para el correcto funcionamiento del
laboratorio único, y por su parte el ministro de gobernación se compromete a ordenar
que los archivos de huellas, tanto dactilares como balísticas que tienen en el gabinete
de identificación pasen al laboratorio único, así como los archivos existentes en la
DICRI.
Guatemala,
146 Hacia una Política de Seguridad Ciudadana
Ministro de Gobernación
estructura actual de ejército con base en la aparente necesidad de que éste desarrolle
las funciones de seguridad ciudadana.
Las áreas del modelo que aún no se han implementado y que, en consecuencia,
deben ser la materia principal de la política del gobierno de Guatemala son: la
profesionalización de sus miembros; la representación multiétnica y pluricultural de la
PNC; la eficacia en la prevención, investigación y combate del delito; y el irrestricto
respeto de los derechos humanos en la actuación de la PNC.
32
Decreto No. 11-97, Congreso de la República.
33
Conforme a la propuesta de “Creación de la Academia de Formación del Sector Seguridad”
en este volumen, pp. 103-109.
Seguridad y sistema de administración de justicia 151
Establecer una adecuada política de formación para los cursos de asensos, en los
que se motive el ingreso interno y externo de personas con un grado académico
adecuado.
Establecer una política adecuada de perfil, convocatoria y selección que abra las
posibilidades de participación en dichos procesos a personas de comunidades
indígenas.
34
Esta función corresponderá al consejo directivo de la Academia de Formación del Sector
Seguridad.
152 Hacia una Política de Seguridad Ciudadana
35
Cfr. propuesta específica contenida en “Seguridad preventiva y derechos humanos”, primera
parte de este volumen.
Seguridad y sistema de administración de justicia 153
Aun cuando el AFPC no desarrolla este aspecto dentro del modelo previsto para la
PNC, es necesario incorporarlo para poder conformarse un modelo verdaderamente
democrático. Para ello recomendamos:
36
La presente recomendación se planteó durante el proceso de discusión de un nuevo proyecto
de reglamento disciplinario entre la PNC y organizaciones de la sociedad civil aglutinadas en
la Instancia de Monitoreo y Apoyo a la Seguridad Pública (IMASP).
154 Hacia una Política de Seguridad Ciudadana
Que establezca una política de formación policial, tanto a nivel de agente básico
como de escalas de oficiales, tomando en consideración las condiciones específicas
del sexo femenino.
2. ORGANISMO JUDICIAL
El Organismo Judicial, como uno de los tres organismos del Estado, posee tanto
fortalezas como debilidades institucionales que deben ser materia de un análisis más
profundo, para poder formular propuestas específicas para su fortalecimiento.
37
Incluyendo al Ministerio Público, que es una entidad autónoma pero en su nombramiento
interviene el presidente de la República.
Seguridad y sistema de administración de justicia 155
Bajo esta integración más equilibrada del consejo de la carrera judicial, puede
garantizarse de mejor forma la independencia judicial, dado que el ingreso a la
carrera será efectivamente más democrático y transparente.
38
Independientemente de la denominación que la ley les otorga.
156 Hacia una Política de Seguridad Ciudadana
Asimismo, debe regularse en una norma legal el procedimiento por concurso para
integrar el cuerpo docente de dicho ente, el cual debe ser sustanciado también
ante el consejo de la carrera judicial. Esto debe ir amarrado a una política de
carrera docente, de tal manera que se eliminen los contratos bajo renglones por
consultorías (029) y que la sustitución de un docente esté debidamente regulada
en la ley.
3. SISTEMA PENITENCIARIO
El sistema penitenciario es, quizá, el eslabón más descuidado del sistema de seguridad
y justicia en Guatemala.
1. PARTE CONSIDERATIVA
La seguridad es uno de los temas fundamentales considerados en los Acuerdos de
Paz, específicamente en el AFPC,39 donde literalmente se plantea una nueva concepción
de seguridad para el Estado guatemalteco y que, definitivamente, es acorde a un modelo
social y democrático de derecho.
39
Acuerdo de Fortalecimiento del Poder Civil y Función del Ejército en una Sociedad
Democrática, México, 19 de septiembre de 1996.
160 Hacia una Política de Seguridad Ciudadana
El grupo número uno de este proyecto ha analizado dicho instrumento legal, así
como las distintas propuestas que los sectores sociales elaboraron al respecto;
determinando que el acuerdo gubernativo que crea el CAS padece de algunas limitantes
sustantivas que deben corregirse, a efecto de que se implemente un consejo efectivo y
que responda a las expectativas sociales reflejadas en el AFPC.
Por lo anterior, dicho grupo ha elaborado una propuesta alternativa que pretende
darle mayor consistencia y credibilidad al CAS.
4. FACULTADES
A fin de cumplir con sus funciones, proponemos que en la regulación legal se establezca
taxativamente que el CAS podrá requerir y recibir por los canales correspondientes, de
todo organismo o ente público o privado, toda la información necesaria para dar
Seguridad y sistema de administración de justicia 163
5. COMPOSICIÓN Y ESTRUCTURA
Al respecto, proponemos que el pleno del CAS se integre por cinco consejeros titulares
y dos suplentes, por un período de cuatro años, pudiendo ser reelectos.
Tanto los titulares como los suplentes deberán ser convocados a todas la reuniones
ordinarias y extraordinarias del CAS; los suplentes participarán únicamente con voz.
a. Requisitos indispensables
a. Convocatoria
El CAS, y por esta única vez la comisión preparatoria, deberá analizar y evaluar
las propuestas presentadas, a efecto de elaborar un listado de 14 candidatos.
En caso de que alguno de los miembros del CAS, y por esta única vez de la
comisión preparatoria, sea incluido en alguna de las propuestas, su nombre
deberá agregarse al listado de 20 candidatos elegibles.
El CAS razonará en acta los resultados del proceso de análisis y evaluación de
las propuestas, a efecto de que cualquier interesado conozca las razones que
le orientaron a escoger a los postulados.
c. Nombramiento
Esto obedece a que si bien, el AFPC visualizó un consejo asesor para el presidente
de la República, la función de seguridad es una función que va más allá de la competencia
éste y aun del Organismo Ejecutivo mismo.
Sus funciones no son de carácter decisorio por lo que su intervención en los tres
organismos del Estado no violenta ningún principio de separación de poderes; por el
contrario, es un mecanismo moderno para operativizar el derecho irrenunciable que el
pueblo tiene para ser escuchado y para conocer el funcionamiento de los órganos que
reciben la delegación del poder.
El pleno del CAS deberá reunirse por lo menos una vez cada 15 días en reunión
ordinaria, para el seguimiento de sus temas en agenda y, extraordinariamente, cuantas
veces lo considere necesario, ante la necesidad de atender situaciones que afecten o
puedan afectar el sistema de seguridad.
Las convocatorias se harán por escrito y por cualquier otra vía operativa, indicando
el lugar, la hora y el objetivo de la reunión.
Las convocatorias a reuniones ordinarias se harán por lo menos con cinco días de
anticipación, y las extraordinarias por lo menos con una hora antes de la reunión.
8.4 Quórum
El quórum del CAS se considerará existente con la presencia de por lo menos tres
consejeros titulares. Para toda reunión ordinaria y extraordinaria se convocará también
a los miembros suplentes, quienes participarán en la misma con voz pero sin voto.
8.6 Confidencialidad
Atendiendo a la naturaleza de los temas que deberá conocer el CAS, cuando lo estime
necesario, o bien cuando sea solicitado por alguno de los funcionarios de los organismos
del Estado, podrá reunirse en sesión cerrada.
168 Hacia una Política de Seguridad Ciudadana
En los informes de carácter público que hayan sido autorizados por el CAS, se
tendrá el cuidado de no revelar información que pueda afectar la efectividad de las
fuerzas de seguridad y servicios de inteligencia. Sobre todo, en lo relativo a identidades,
fuentes y métodos comprometidos con la actividad de inteligencia.
Todas las decisiones serán adoptadas por consenso. Como tal se entiende cuando la
oposición a determinada resolución no es tan fuerte como para que alguno de los
miembros del pleno ejerza su derecho a oponerse. Cuando fuere imposible un acuerdo
de esta naturaleza, las decisiones serán adoptadas mediante el voto de la mitad más
uno de los consejeros que con su carácter de titular estén presentes en la reunión.
Los puntos de vista de la o las minorías deberán ser anexados a los informes o
resoluciones emitidas por el CAS; el anexo contendrá cada una de estas posiciones, las
cuales pueden versar sobre el conjunto del tema o sobre partes específicas.
Toda decisión tomada será notificada a los consejeros ausentes, quienes tendrán
derecho a rendir por escrito, durante las 24 horas siguientes, su opinión respecto a la
decisión adoptada, la que también deberá adjuntarse al informe que contiene la decisión
adoptada en su ausencia.
BIBLIOGRAFÍA
ARTÍCULOS
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Código Procesal Penal
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Ley de la Policía Nacional Civil, Decreto No. 11-97, Congreso de la República
Ley Orgánica del Ministerio Público
Ley Orgánica del Organismo Ejecutivo
Ley Orgánica del Organismo Judicial
Ley Orgánica del Sistema Penitenciario
LIBROS
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SIGLAS Y ABREVIATURAS