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Grado en Psicología

Psicodiagnóstico

Unidad didáctica 1. Psicodiagnóstico. Antecedentes históricos, conceptos,


perspectivas y modelos
UD 1. Psicodiagnóstico. Antecedentes históricos, conceptos, perspectivas y modelos ............... 3

1.1. Antecedentes históricos .......................................................................................... 4

Antecedentes históricos (II) ........................................................................................... 5

1.2. Conceptos importantes en evaluación psicológica ....................................................... 6

1.3. Modelos ................................................................................................................ 7

Modelos (II) ................................................................................................................. 8

Modelos (III) ................................................................................................................ 9

1.4. Normas para un adecuado proceso de evaluación ..................................................... 11

Normas para un adecuado proceso de evaluación (II) ..................................................... 13

1.5. Propuestas de recorridos para realizar el proceso de evaluación ................................. 15

1.5.1. Propuesta de Fernández-Ballesteros (2013) ....................................................... 16

Propuesta de Fernández-Ballesteros (2013) (II) ........................................................... 17

1.5.2. Propuesta de Muñoz (2003) ............................................................................. 18

1.5.3. Propuesta de Ezama, Alonso y Fontanil (2010) ................................................... 20

1.6. Evaluación conductual: análisis funcional de la conducta ........................................... 22

Evaluación conductual: análisis funcional de la conducta (II) ............................................ 23

1.6.1. Estímulos ....................................................................................................... 24

1.6.2. Respuesta ...................................................................................................... 25

1.6.3. Consecuencias ................................................................................................ 27

1.6.4. Contingencias ................................................................................................. 28

1.6.5. Organismo ..................................................................................................... 29

1.7. Comunicar los resultados del proceso ..................................................................... 31

Resumen ...................................................................................................................... 33

Mapa de contenidos ....................................................................................................... 34

Recursos bibliográficos ................................................................................................... 35

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UD 1. Psicodiagnóstico. Antecedentes históricos, conceptos,
perspectivas y modelos

Uno de los elementos centrales en el abordaje clínico de las dificultades que atraviesan las
personas es el establecimiento de un diagnóstico que permita diseñar un plan de intervención
adecuado acorde con los objetivos terapéuticos planteados.

El proceso de psicodiagnóstico o evaluación psicológica es diverso. No es posible realizar un


diagnóstico sin haber realizado una evaluación exhaustiva a diferentes niveles. La evaluación
psicológica, y en concreto la evaluación clínica, es una disciplina con carácter científico. En los
últimos años la investigación en la materia dentro del ejercicio profesional de la psicología ha
derivado en nuevos instrumentos y metodologías de recogida de información, así como en el
desarrollo institucional de distintas asociaciones y entidades interesadas en su difusión.

Mediante la evaluación podemos formular hipótesis, diseñar posibles explicaciones del caso,
hacer análisis descriptivos e incluso podemos predecir la evolución o comportamiento de las
variables implicadas en esta, entre otras aplicaciones.

La evaluación no solamente se circunscribe al ámbito clínico, sino que resulta esencial en otros
contextos como el escolar o el ámbito de los recursos humanos. También destaca su
importancia en la valoración de intervenciones. Sin embargo, en la presente asignatura, nos
centraremos fundamentalmente en la evaluación y diagnóstico desde un punto de vista de la
aplicación clínica.

En esta unidad didáctica analizaremos antecedentes históricos y distinciones terminológicas,


así como el proceso que se lleva a cabo para realizar un psicodiagnóstico, atendiendo a diferentes
perspectivas o modelos.

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1.1. Antecedentes históricos

A lo largo de la historia de la psicología se han sucedido distintos hitos o avances que han
supuesto las bases de la evaluación tal y como la conocemos en la actualidad.

La constitución de la disciplina de la evaluación psicológica abarca el periodo aproximado de


1890-1910. En estos años la evaluación psicológica es una disciplina dedicada al análisis de la
individualidad a través de evaluar características perceptivas, sensoriales y motoras, así como
funciones superiores por medio de técnicas denominadas test mentales. Destacan tres autores:
Francis Galton (1822-1911), McKeen Cattell (1860-1944) y Alfred Binet (1857-1911). Son
considerados también antecedentes científicos en disciplinas como la psicología diferencial.

Figura 1. Autores que han contribuido a la constitución de la evaluación como disciplina científica.

• Galton publica la obra Inquiries into Human Faculty and its Development, que es el punto
de partida de los test mentales. Asimismo, crea un «laboratorio antropométrico» en
Londres donde realiza evaluaciones sensoriales, perceptivas y motoras.
• Cattell acuña la expresión test mental y, bajo la dirección de Wundt, realiza su tesis
doctoral sobre el estudio de los tiempos de reacción. Es el primer autor que plantea
baterías de pruebas para la evaluación psicológica. Enfatiza el uso de medidas objetivas
en la evaluación psicológica.
• Binet, frente a Galton y Cattell, se plantea como objetivo estudiar las facultades psíquicas
superiores. Plantea que las pruebas tienen que reunir tres requisitos: a) que sean tareas
sencillas; b) independientes del examinador, y c) que los resultados puedan ser
contrastados por otros investigadores. Con la colaboración de Simon, elabora el primer
test de medida de la inteligencia.

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Además de estos tres autores, comparten el protagonismo de la constitución de la evaluación
psicológica como disciplina: Edward Thorndike, quien construye pruebas psicopedagógicas;
Hermann Ebbinghaus, autor de los test de completamiento; Sigmund Freud, quien formula el
modelo dinámico de evaluación y el diagnóstico del inconsciente; Carl Gustav Jung, con su test
de asociación de palabras, y Karl Pearson y Charles Edward Spearman, que proponen técnicas
estadísticas.

Antecedentes históricos (II)

Algunos desarrollos posteriores a 1910 de la evaluación psicológica se presentan en la tabla 1.

Fecha Acontecimiento

1915 Test de laberintos (Porteus). Evaluación de capacidad mental libre de influencias


culturales.

1916 Adaptación norteamericana de las escalas de Binet. Se conoce como «escala de


Standford-Binet para la medición de la inteligencia».

1914- Primer test colectivo elaborado por Woodworth para medida del ajuste personal. Test de
1918 inteligencia (Army Alpha y Army Beta) elaborados por Yerkes que se aplicarán en la
Primera Guerra Mundial. El Alpha era para inteligencia alta y el Beta para analfabetos.

1919 Primera escala de desarrollo (Gesell).

1921 Psychodiagnostik (Rorschach)

1926 Primera crítica de los rasgos y test de personalidad (Hartshorne y May).

1931 ZDP: Concepto de zona de desarrollo próximo (Lev Vygotsky; psicólogo ruso 1896-1934)

1934 Publicación de Moreno que sienta la base de los test sociométricos y situacionales.

1936 Primera escala de desarrollo social (Edgard Doll): Vineland Social Madurity Scale.

1938 Murray propone la teoría de personalidad y la técnica proyectiva TAT (test de apercepción
temática). En ella propone evaluar la interacción ambiente-conducta.

1939 Wechsler publica la primera edición de La medida de la inteligencia del adulto.

1942 Primer inventario clínico de evaluación de entidades nosológicas psiquiátricas: Minnesota


Multiphasic Personality Inventory.

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1947 Bases de la evaluación neuropsicológica con las obras de Halstead y Luria.

1957 Trabajos sobre deseabilidad social (Edwards) y sobre estilos y sesgos de respuesta.

1974 Evaluación del ambiente (Moss): Test de adaptabilidad (o adaptación) social

Tabla 1. Desarrollos posteriores a 1910 de la evaluación psicológica.

Figura 2. Algunos hitos importantes en la historia de la Evaluación

1.2. Conceptos importantes en evaluación psicológica

En esta unidad el marco común es la realización de la evaluación entendida como:

«Una serie de actividades de exploración, medida o análisis de comportamientos o fenómenos


psicológicos relativos a un sujeto, o grupo especificado de sujetos, y que ello se realiza
mediante un proceso de indagación y toma de decisiones.»

(Fernández-Ballesteros, 2002, p. 26).

Sin embargo, es preciso realizar ciertas distinciones terminológicas relacionadas con la


diversidad de propósitos y contextos en que tales actividades se realizan.

• El término psicodiagnóstico tiene un origen europeo y fue utilizado inicialmente por


Rorschach para denominar la técnica de interpretación en la que usaba manchas de tinta.
El término sigue vigente cuando el objetivo de la evaluación consiste en establecer la
clasificación del sujeto para fines clínicos, es decir, establecer un diagnóstico psicológico.
• La terminología testing hace referencia a la aplicación de test o técnicas de evaluación.
Parte de la equiparación de la evaluación psicológica con los procedimientos de recogida
de información.
• La expresión evaluación psicológica es más amplia que la correspondiente a la aplicación
de test, pues connota la integración y valoración de la información recogida.

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• Es importante diferenciar también los conceptos de evaluación y valoración. Evaluación
(assessment) hace referencia a la evaluación de personas, mientras que valoración
(evaluation) se utiliza cuando implica actividades con objetos, como tratamientos o
programas.

1.3. Modelos

La evaluación es una disciplina que se centra en la recogida de información, la interpretación


y el uso de los datos recogidos para cumplir un determinado objetivo (descripción, predicción,
intervención, etc.). Al estar condicionada por los objetivos marcados, la evaluación va a requerir
tomar una serie de decisiones en función de estos. Todo ello dependerá del modelo del que
parta el evaluador. Por tanto, el procedimiento utilizado para evaluar va a diferir según el
profesional, el problema que se ha de resolver y el objetivo requerido (entre otras variables).

En la actualidad se han desarrollado distintos enfoques. Según el enfoque o modelo del que se
parta en el proceso de evaluación, se tendrán en cuenta unos determinados postulados y se
utilizarán unas determinadas técnicas.

En la tabla 2 se incluye una síntesis de varios modelos planteados durante la historia de la


evaluación psicológica recogidos por Fernández-Ballesteros (2002, 2013).

MODELO TIPO DE TÉCNICAS TÉCNICAS OBJETIVOS CONTEXTO


VARIABLE METÓDICAS

ATRIBUTO Rasgos, factores, Estrategias Test Descripción, Investigación,


dimensiones, correlacionales. psicométricos, predicción, educación,
características. cuestionarios, pseudoexplicación. organizaciones,
test de clínico y salud.
ejecución.

DINÁMICO Construcciones Observación Técnicas Descripción, Clínico y salud.


intrapsíquicas clínica, proyectivas. clasificación,
inconscientes, estrategias predicción,
estructuras, correlacionales. explicación.
mecanismos.

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MÉDICO Entidades Observación, Exámenes, test Descripción, Clínico y salud.
nosológicas, estrategias de ejecución, clasificación,
trastornos correlacionales y escalas de predicción,
neurobiológicos. experimentales. observación, pronóstico,
aparatos. explicación,
rehabilitación.

CONDUCTU Ambiente, Observación, Técnicas de Descripción, Clínico y salud,


AL conductas estrategias observación, predicción, educación,
(motoras, experimentales y autoinformes, explicación organizaciones,
fisiológicas y correlacionales. registros funcional, control. laboratorio.
cognitivas), fisiológicos.
persona
(repertorios
básicos de
conducta).

COGNITIV Representacione Estrategias Ejecuciones Descripción, Laboratorio,


O s, esquemas, correlacionales y ante tareas predicción, educación, clínico y
fases del experimentales. cognitivas explicación, salud.
procesamiento, (tiempos de control.
estrategias y reacción,
procesos aciertos/errores
cognitivos. ,registros
fisiológicos),
pensamientos
en voz alta.

CONSTRUC Conocimiento Estrategias Narrativa, Descripción, Clínico y salud.


TIVISTA construido, correlacionales, autobiografía, predicción,
constructos hermenéutica. técnicas explicación,
personales, subjetivas, control.
planes, documentos
significados. personales.

Tabla 2. Modelos en evaluación psicológica.

Modelos (II)

Partiendo de los distintos modelos de la evaluación psicológica, se han desarrollado cuatro


alternativas polémicas:

1. Generalidad frente a especificidad

Esta alternativa se plantea a través de la formulación endógena-exógena. Los modelos del


atributo, médico y dinámico parten de estructuras internas, mientras que el modelo conductual
explica la conducta, sobre todo, en función de estímulos externos. La conclusión en esta línea es
la de un sujeto activo y actuante en un ambiente también activo.
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2. Idiográfico frente a nomotético

Mientras que lo idiográfico se centra en el estudio de fenómenos individuales, lo nomotético


pretende hallar principios generales. Aunque la psicología científica es una ciencia básicamente
nomotética, la evaluación psicológica podría ser considerada como idiográfica. Es decir, los
objetivos de la evaluación son idiográficos; sin embargo, se basa en los hallazgos de una disciplina
nomotética.

3. Cualitativo frente a cuantitativo

La evaluación desde el enfoque cualitativo trata de realizar un análisis global del sujeto, mientras
que la aproximación cuantitativa o psicométrica exige la medición de las respuestas ante
situaciones estandarizadas. Ambos extremos son compatibles. La mayor parte de los psicólogos
usan ambos tipos de datos en la evaluación.

4. Explicación frente a comprensión

Esta polémica se relaciona con qué se entiende por comprensión y si puede ser compatible con
otras operaciones que son objetivos de la evaluación como la descripción, la clasificación, la
explicación y el control. Asimismo, es preciso tener en cuenta que las explicaciones que podemos
dar desde la psicología sean más probabilísticas y funcionales que causales.

Modelos (III)

Recuerda

En la asignatura «Diseños de Investigación y Análisis de Datos» se estudiaron algunos


aspectos relacionados con estos métodos.

El proceso de evaluación se asienta sobre unas bases que resultan esenciales en tanto en cuanto
se trata de una disciplina científica:

A. El método científico

Todo proceso de evaluación debe ser realizado con base en el método científico. En este sentido
se pueden destacar dos tipos de enfoque:

Correlacional

Determina la asociación entre variables de interés. Este método es el que permite el diagnóstico
y es utilizado para realizar descripciones.

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Experimental

Este método es el utilizado a nivel de tratamiento y/o modificación, ya que permite obtener
información sobre los efectos de unas variables en otras mediante la aplicación o uso de
determinadas técnicas (se manipula la variable independiente y se determina su efecto en las
variables dependientes).

B. La generación y contrastación de hipótesis

Los métodos por los que se pueden generar y contrastar hipótesis pueden basarse en el método
inductivo-deductivo y el método hipotético-deductivo. Por su parte, dependiendo de los objetivos
por los que sea planteada la evaluación, la generación de hipótesis se basará en unos
determinados supuestos.

Según Fernández-Ballesteros (2013), podemos distinguir los siguientes:

Cuantificación

Permite identificar y cuantificar una determinada conducta (frecuencia, duración, etc.).

Semejanza

Permite identificar si la persona presenta características que ya han sido clasificadas en otras
personas; por ejemplo, si cumple los criterios diagnósticos de una determinada patología según
los sistemas de clasificación como la CIE-10 o el DSM-5.

Asociación predictiva

Permite predecir una conducta a partir de otras con las que guarda relación; por ejemplo,
podemos realizar una hipótesis respecto a que las altas capacidades cognitivas de un joven le
capacitan para estudiar medicina.

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Asociación funcional

Viaja

Revista Iberoamericana de Evaluación y Diagnóstico, entre cuyos países miembros se


encuentra España. http://www.aidep.org/03_ridep/ridep.html

Este supuesto permite establecer relaciones causales de carácter explicativo; por ejemplo,
podemos realizar una hipótesis respecto a que la disminución en el rendimiento laboral de una
persona se debe a los problemas de consumo de alcohol.

C. Toma de decisiones

Con base en lo anterior se tomarán decisiones en relación con el tipo de instrumentos de


evaluación más adecuados para cada caso en cuestión.

1.4. Normas para un adecuado proceso de evaluación

Un elemento clave y esencial en el proceso de evaluación es el referido a aspectos de carácter


ético y científico.

Respecto a los primeros, es imprescindible tener en cuenta que el proceso de evaluación debe
respetar el código deontológico del Colegio Oficial de Psicólogos. Si bien dicho código no recoge
de forma específica aspectos reguladores de la evaluación, los contenidos de artículos como el
12, 19, 25, 42, 43, 46 y 48 son de aplicación al proceso de evaluación.

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Viaja

Código deontológico del Colegio Oficial de Psicólogos: https://www.cop.es/pdf/codigo-


Deontologico-Consejo-Adaptacion-Ley-Omnibus.pdf

El respeto a las normas éticas de la profesión es una cuestión que se torna básica en la práctica
de la psicología, independientemente de su ámbito de aplicación, y se ve reforzada en la disciplina
de la evaluación mediante otras normas que se han ido generando en los últimos años y que
intentan ser garantes de la buena praxis en este ámbito, entre las que destacan las Directrices
internacionales para el uso de los test (ITC Y COP, 2000), las Test Adaptation Guidelines (ITC,
2000), las International Guidelines on Computer-Based an Internet Delivered Testing, etc.

Tal y como indica Del Río (2005), aspectos esenciales como la competencia, el consentimiento
informado, la confidencialidad, la devolución de los resultados, la evaluación e interpretación
automatizada, la evaluación online y la evaluación en grupos diversos o multiculturales son
cuestiones básicas que se han de tener en cuenta en el proceso de evaluación.

Entre los aspectos clave referidos a la competencia del evaluador es importante destacar que,
desde la Comisión Internacional de Test (ITC), se han establecido directrices para seguir en el
proceso de evaluación basadas en dos premisas esenciales (Del Río, 2005):

Realizar un uso ético de los test

Sabías que:

Para preservar la confidencialidad de los resultados de los test y pruebas, estos se


identifican con un número de caso. La equivalencia entre el número de caso y los datos
identificativos de la persona sólo suele encontrarse en el documento censal que está a buen
recaudo.

Actuar de forma ética y profesional, ser competentes para el uso de los test, hacerse
responsables del uso de los test, mantener los materiales de los test seguros y la
confidencialidad de los resultados.

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Figura 3. Ejemplo de documento de datos censales con número de caso identificativo.

Realizar una adecuada utilización de los test

Estimar la utilidad potencial de los test en una situación evaluativa, elegir test técnicamente
correctos y adecuados a cada situación, atender a aspectos relacionados con el sesgo de los
test, hacer los preparativos necesarios para la aplicación del test, aplicarlos adecuadamente,
puntuar y analizar los resultados con precisión, hacer una correcta interpretación de los
resultados, comunicar los resultados adecuadamente y revisar la adecuación del test y de su
uso.

Normas para un adecuado proceso de evaluación (II)

Dada la utilización cada vez mayor de las TIC en la evaluación, es necesario destacar aspectos
éticos esenciales en la evaluación automatizada y en la evaluación online. El código de conducta
de la APA (2002) recoge explícitamente aspectos relacionados con la evaluación automatizada
(normas 9.06, 9.09b y 9.09c).

Viaja

Principios éticos de los psicólogos y código de conducta APA:


http://www.apa.org/ethics/code/index.aspx

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Respecto a la evaluación online, aunque pueda tener su utilidad, debe usarse con reservas debido
a una serie de limitaciones relacionadas con la validez de los instrumentos, problemas
relacionados con fallos propios del medio, el uso de las puntuaciones estandarizadas (no se puede
asegurar que las propiedades psicométricas de una determinada prueba se mantengan en la
versión online), dificultades en la comprobación de que la persona evaluada sea la que ha
realizado la prueba, aspectos relacionados con la seguridad en la transferencia de datos, la
confidencialidad, etc. En general, la International Test Commission aglutina los elementos
referidos a la aplicación online de los test en aspectos clave relacionados con las condiciones
tecnológicas, las garantías de calidad, el control, la seguridad y la privacidad.

En relación con la evaluación de grupos multiculturales, las Guidelines on Multicultural Education,


Training, Research, Practice, and Organizational Change for Psychologists (APA, 2002) establecen
directrices que indican que se utilicen técnicas de evaluación cuya validez, fiabilidad y equivalencia
de medida hayan sido investigadas a través de muestras culturalmente diversas (Del Río, 2005).

Respecto al diagnóstico clínico, los aspectos éticos esenciales hacen especial referencia a la
emisión de falsos diagnósticos. Los errores en los diagnósticos pueden derivarse, entre otras, de
cuestiones relacionadas con la falta de información, una deficitaria formación, la no
fundamentación en datos objetivos, etc.

En este sentido es esencial que el profesional de la psicología tenga la formación y los


conocimientos necesarios para la exploración y valoración de distintas áreas (psicopatológica,
neuropsicológica, cognitiva y de la personalidad).

La evaluación clínica requerirá del profesional un conocimiento exhaustivo de los trastornos


psicológicos y la psicopatología, y a su vez, de los sistemas de clasificación más utilizados.

En cuanto a las normas de carácter científico, estas guardan relación con aspectos asociados
con la construcción de los test, el uso de estos, la adaptación y la distribución de las pruebas.

Recuerda

Recuerda conceptos psicométricos esenciales y básicos como la fiabilidad, la validez, la


sensibilidad, la especificidad, etc. estudiados en las asignaturas «Propiedades Psicométricas
de Instrumentos de Evaluación» y «Diseños de Investigación y Análisis de Datos».

Merece una mención especial el desarrollo por parte de la Asociación Europea de Evaluación
Psicológica de las Guías para el proceso de evaluación (GAP, Guidelines for the Assessment
Process).

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Viaja

En el siguiente enlace puedes acceder a las GAP: https://www.cop.es/index.php?page=guias-


proceso

Estas guías han sido creadas para ser garantes de un adecuado proceso de evaluación, derivando
en una serie de cuestiones que se tornan esenciales en dicho proceso. Los apartados básicos en
los que se estructuran son:

1. Análisis del caso.

2. Organización e información de los resultados.

3. Planificación de la intervención.

4. Valoración y seguimiento.

Viaja

En este enlace puedes acceder a la HVE: http://www.uhu.es/susana_paino/EP/anexo2.pdf

Fernández-Ballesteros (2013) presenta y propone el uso de una herramienta que permite realizar
una autoevaluación sobre si se han realizado de forma adecuada las indicaciones previstas en las
GAP. Esta herramienta es la hoja de valoración de la entrevista (HVE). Es un medio didáctico
para valorar apartados de contenido y de proceso de la entrevista realizada.

1.5. Propuestas de recorridos para realizar el proceso de evaluación

Llevar a cabo el proceso de evaluación implica desarrollar una serie de fases y/o etapas que son
requisito sine qua non para desarrollar con rigor dicha evaluación y que presentan una serie de
características definitorias. Dependiendo del autor, las fases identificadas en el proceso de
evaluación pueden variar.

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1.5.1. Propuesta de Fernández-Ballesteros (2013)

Basándonos en un enfoque del proceso correlacional-descriptivo, podemos tener en cuenta


las siguientes fases en el proceso evaluativo:

1. Recogida de información

Esta fase se inicia al establecer contacto con la persona en cuestión, momento en el cual dicha
persona nos va a realizar una demanda. A nivel clínico, es esencial determinar el tipo de demanda
y la viabilidad para ser atendida por el profesional de la psicología. En muchas ocasiones, la
demanda hay que reformularla en términos abordables desde un punto de vista clínico.

Una vez establecida una demanda concreta y susceptible de ser atendida, es fundamental
establecer objetivos específicos que permitirán guiar nuestra evaluación.

A modo orientativo, además de la clarificación y reformulación de la demanda, esta primera fase


debería dar respuesta a aspectos tales como el motivo por el que la persona acude a consulta,
los aspectos que pretende lograr acudiendo a consulta, qué comportamientos serán los
analizados, y finalmente se procederá a establecer acuerdos formales.

En la fase de recogida de información es fundamental la colaboración de la persona, por lo cual


es importante ser transparentes y facilitar toda la información relevante y esencial que marcará
esta fase (confidencialidad de los datos, consentimiento para la aplicación de pruebas y/o test,
etcétera).

En esta primera fase cobra especial protagonismo la entrevista, ya que supondrá el elemento
básico de recogida de la información (se desarrollarán los aspectos esenciales de la entrevista en
la siguiente unidad didáctica). Atendiendo a un criterio temporal, es fundamental prestar atención
no solamente a las cuestiones que en el presente pueden ser relevantes en relación con el
problema o demanda planteada (personales, ambientales, sociales y biológicas), sino también a
todas las variables que forman parte de la historia de este y que se van a configurar como uno
de los elementos centrales en el establecimiento de las hipótesis.

2. Formulación de hipótesis y deducción de enunciados verificables


Una vez recogida y analizada la información relevante y pertinente del caso, el siguiente paso
está orientado a la formulación de hipótesis sobre este. En esta fase es esencial que los datos
recogidos sean fiables y válidos y que el profesional tenga las aptitudes, habilidades y
conocimientos necesarios para poder realizar un análisis e interpretación de estos en términos
funcionales, psicológicos, etc.

Es en esta fase en la que se desarrollarán los supuestos anteriormente mencionados (de cantidad,
de semejanza, de asociación predictiva y de asociación funcional).

Las hipótesis deben ser operativizadas en términos concretos y verificables, ya que estas tienen
un carácter general. Para ello, es fundamental concretar los siguientes aspectos:

• Qué variables se van a evaluar (por ejemplo: llanto, atención, rendimiento escolar,
etc.). La evaluación debe estar referida tanto a las variables relacionadas con la conducta
problema como a las variables personales, ambientales y biológicas.

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• Qué técnicas se van a utilizar para evaluar las variables seleccionadas
(observación, inventario de depresión de Beck, etc.). En este apartado es esencial tener
en cuenta la aplicación de varias pruebas para medir las variables y minimizar al máximo
los errores de medida de estas.

• Cómo va a ser el procedimiento general de la evaluación (cuántos observadores


habrá, durante cuánto tiempo se va a realizar la observación, etc.).

Fernández-Ballesteros (2013) propone un modelo denominado plan de análisis de conducta


(PAC) cuya confección permite identificar y clarificar las variables potencialmente relevantes en
la formulación de las hipótesis, así como los aspectos relacionados con la elaboración de
enunciados verificables:

Conductas Variables potencialmente relevantes

Problema
(c)
Personales (RBC) Ambientales Biológicas

Históricas (E1) Actuales (E2) Históricas (01) Actuales

(02-03)

Descripción Técnicas Descripción Técnicas Descripción Descripción Técnicas Descripción Técnicas Descripción Técnicas

Propuesta de Fernández-Ballesteros (2013) (II)

3. Contrastación de hipótesis y aplicación de instrumentos


Esta fase implica preparar y aplicar los instrumentos más adecuados según el caso y según las
decisiones al respecto tomadas en la anterior fase, teniendo en cuenta las consignas e
instrucciones concretas y realizándolo en un ambiente adecuado. A su vez, durante esta fase
realizaremos el análisis de los resultados obtenidos en las distintas pruebas aplicadas.

Este nivel de análisis debe establecerse tanto cuantitativa como cualitativamente (extracción de
puntuaciones directas, típicas, etc.) e implicará determinar la contrastación de los supuestos
planteados. A su vez, esta fase supondrá la discusión de los resultados y la enunciación de
conclusiones.

4. Resultados y comunicación de estos


Los resultados pueden servir para describir, clasificar, predecir y/o establecer un diagnóstico,
orientar o seleccionar, etc. En esta fase es esencial tener en cuenta el apartado 2 de las GAP
(organización e información de los resultados: elaboración técnica de los resultados e información
al cliente o sujeto).

Respecto a la comunicación de los resultados, debe hacerse tanto de forma oral como escrita. El
orden de presentación de estas formas puede variar según la preferencia o criterio del evaluador.

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Todas las fases mencionadas hasta ahora, al tener un enfoque correlacional-descriptivo, en
ningún momento llegan a verificar experimentalmente las hipótesis. El resto de fases del proceso
de evaluación recogidas por Fernández-Ballesteros (2013) hacen referencia a un enfoque
experimental de intervención-valoración y, por tanto, están orientadas al establecimiento
del tratamiento. Las fases son las siguientes:

5. Plan de tratamiento y valoración

Se establecen los supuestos funcionales sobre el caso en cuestión, seleccionando las variables
dependientes (VD) e independientes (VI), y se realizan deducciones de predicciones verificables,
seleccionando las medidas de las VD objeto del tratamiento, de las VI, y el tratamiento (técnicas
de intervención y diseño de valoración).

6. Diseño y administración del tratamiento

Esta fase supone la intervención propiamente dicha, pero no hay que perder de vista la necesidad
de realizar una evaluación continua en determinados casos.

Sabías que:

Aprovechando las TIC se ha desarrollado el sistema interactivo multimedia para el aprendizaje


del proceso de evaluación (SIMAPE), que permite el aprendizaje a nivel práctico del proceso
de evaluación (Fernández-Ballesteros, Márquez, Vizcaíno y Zamarrón, 2011).

7. Valoración y seguimiento

En esta fase se evalúa si se ha conseguido realizar los cambios previstos y/o las posibles
desviaciones que se hayan producido al respecto.

1.5.2. Propuesta de Muñoz (2003)

Este autor propone un modelo identificado mediante seis fases, si bien para este las fases que se
convierten en ejes de actividad que modulan toda la evaluación son el análisis descriptivo, el
diagnóstico y el análisis funcional.

1. Análisis descriptivo

El eje descriptivo comienza con un acercamiento a la estructura central de la situación personal


y el funcionamiento del paciente a partir de la cual se puede ir avanzando hacia una visión cada
vez más amplia del caso. El objetivo es desgranar la situación vital de la persona en elementos
fundamentales. Se trata de la exploración inicial.

De este modo, los primeros momentos de la primera sesión se convierten en un aspecto clave
del desarrollo del psicodiagnóstico. Es el momento de las primeras observaciones y descripciones
y de la generación de las primeras hipótesis y decisiones, que pueden marcar toda la evaluación
posterior. Debe señalarse que el juego de generación y contraste de hipótesis que comienza en
este momento no termina hasta que finalice el propio proceso de evaluación.

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Es el momento de las primeras exploraciones, con el propósito de saber qué le pasa a la persona,
y cuando se elabora la lista de problemas que presenta, describiéndolos de forma detallada.

El primer objetivo del psicodiagnóstico es la descripción del paciente, de las circunstancias de su


entorno y de la forma idiosincrática de entender su propia situación vital, aspectos todos ellos de
importancia fundamental para conocer la experiencia presente de la persona. Por tanto, este
análisis descriptivo permite identificar los problemas, determinar su secuencia, identificar aquellas
variables que están relacionadas con la persona y su contexto, etc.

En esta fase es esencial realizar adecuadamente la primera toma de contacto con la persona, que
implicará establecer un buen clima terapéutico y llevar a cabo la primera toma de decisiones
respecto a la evaluación.

En esta fase la observación (de todos los aspectos de la persona como apariencia física, lenguaje
no verbal, nivel de conciencia de problema, etc.), la conversación (de inicio más cercana para ir
aproximándose a la evaluación de aspectos más complejos como el lenguaje, pensamiento,
memoria, estado afectivo, etc.) y la exploración (en el caso de que sea necesaria) son esenciales
para evaluar con rapidez variables de interés.

2. Diagnóstico

Nota

Debemos abordar los problemas del paciente evitando toda interpretación más allá de los
datos que nos aporta.

Aunque durante bastante tiempo dentro de la psicología existió una distancia entre la evaluación
psicológica y el diagnóstico, desde los años ochenta la situación ha cambiado sensiblemente. En
la actualidad, la evaluación psicológica clínica ha reintegrado las tareas diagnósticas en su
quehacer cotidiano.

Según se van identificando y describiendo fenomenológicamente (es decir, realizando una


descripción lo más estricta posible y evitando toda interpretación) la problemática del paciente,
su inicio y evolución, se reúne toda la información necesaria para realizar un diagnóstico de
acuerdo con los sistemas de clasificación de los que disponemos en la actualidad (DSM-5 y CIE-
10).

La clasificación diagnóstica debe convivir con la formulación clínica individual del caso. Esto es lo
relevante de cualquier diagnóstico, y para esto es necesaria la individualización de los
procedimientos.

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3. Análisis funcional

Una de las fases más importantes en el proceso de evaluación es la referida al análisis funcional.
Esta fase plantea la necesidad de formular y contrastar hipótesis durante todo el proceso hasta
llegar a la formulación clínica del caso. Conforme se avanza en la recogida de información
descriptiva y en la elaboración de un diagnóstico del caso, se precisa avanzar igualmente en el
proceso de búsqueda de hipótesis explicativas (funcionales) de cada problema.

De acuerdo con todo lo anterior, se obtendrá una hipótesis global o formulación clínica del caso.
Esta formulación debe entregar una perspectiva explicativa del inicio de la problemática, el curso
y un cierto pronóstico sobre este.

4. Diseño del tratamiento

Esta fase viene marcada por la determinación de los objetivos y las variables que se pueden
modificar. A su vez, se seleccionarán las técnicas que se han de aplicar y los momentos en los
que se hará. Esta fase también implica redactar un plan de tratamiento de carácter
individualizado.

5. Evaluación del cambio y seguimiento

Esta fase implica realizar una evaluación continua durante el tratamiento de manera que se pueda
determinar su efectividad.

6. Devolución de información e informes

En esta fase se procede a comunicar los resultados obtenidos con la intervención y se realizan y
facilitan los informes pertinentes.

1.5.3. Propuesta de Ezama, Alonso y Fontanil (2010)

Proponen el recorrido clasificatorio estratégico. Estos autores formulan una alternativa conceptual
y práctica al recorrido clasificatorio que denominan recorrido psiquiátrico-nosológico. En el
recorrido psiquiátrico-nosológico se parte de los acontecimientos relatados para buscar síntomas.
Cuando se produce la coocurrencia de varios síntomas se identifica un determinado trastorno
mental (diagnóstico), que se supone causante de los motivos de queja y para el que se busca el
tratamiento indicado. Finalmente, la tercera fase consiste en la corroboración del diagnóstico.

Si los síntomas continúan, se mantiene el diagnóstico; en caso de que se identifiquen síntomas


nuevos, se invalida o se modifica.

En la propuesta que realizan, señalan el ejemplo del mal comportamiento de una niña llamada
Marta, que presenta inquietud, desatención o desobediencia. Esto lleva a que sea diagnosticada
con un déficit de atención con hiperactividad para lo que se propone relajación y administración
selectiva de refuerzos. Si los motivos de queja de sus padres continúan, puede administrársele
medicación e incluso si aparecen comportamientos nuevos modificársele el diagnóstico a trastorno
negativista desafiante.

El recorrido clasificatorio estratégico que proponen como alternativa consta de las cuatro
siguientes fases. Utilizan los términos motivos de queja y disfunción, en sustitución de síntomas
y trastorno, respectivamente.

20
1. Exploración de escenas

Parten de los motivos de queja que dan los consultantes sobre aquello que va mal en sus vidas y
les gustaría cambiar (sustituyen síntomas por motivos de queja) y exploran escenas de la vida
cotidiana donde aparecen. En las escenas exploran objetivos, emociones, derechos y obligaciones
que se atribuyen a sí mismos y a los demás participantes.

2. Identificación y caracterización de la disfunción

Se clarifican con qué tienen que ver los conflictos en la vida cotidiana, para qué los participantes
hacen aquello en lo que fracasan, qué metas persiguen, qué pretenden conseguir, cómo
responden a las propuestas de los otros…

3. Formulación de problemas

Se descartan las estrategias que no funcionan (se bloquean si es necesario) y se exploran


alternativas plausibles.

4. Validación de la caracterización

Si las alternativas tienen éxito y los motivos de queja desaparecen, se valida la caracterización
de la disfunción. Si no, se exploran las escenas en las que se han reproducido los antiguos motivos
de quejas o se han dado otros nuevos.

Viaja

Para explorar la red de personas significativas, las dinámicas, hitos familiares… puede
emplearse el genograma. El programa Genopro está diseñado para hacerlo de forma
informatizada. https://www.genopro.com/es/

Desde este recorrido, se exploran las escenas en las que los motivos de queja de los padres
aparecen y se indagan los objetivos cuya consecución está dando lugar a fracasos.

Por ejemplo, el momento de despertar, las discusiones entre los padres, el momento de ir al
colegio… Se identifica qué hace cada participante en la escena y cómo se siente, qué consigue,
cómo interpreta el comportamiento del otro… En la formulación de problemas se plantea, por
ejemplo, cómo puede divertirse Marta o cómo puede hacer para que la maestra esté más contenta
con ella, cómo puede la maestra ayudar a centrar a la niña, cómo se puede conseguir tiempo
para que ambos padres hablen de los disgustos en el trabajo… Si las alternativas tienen éxito y
los motivos de queja desaparecen, desaparece la disfunción.

21
1.6. Evaluación conductual: análisis funcional de la conducta

Desde un enfoque conductual, la evaluación ha tenido un recorrido que ha pasado del rechazo
inicial hacia el diagnóstico teniendo como foco exclusivo la modificación de la conducta, hasta
llegar a lo que hoy en día se conoce como evaluación conductual, en la que se consideran como
objeto de estudio no solamente la conducta manifiesta, sino también la respuesta cognitiva y
fisiológica, y en la que se evoluciona en relación con las técnicas de recogida de información (no
centradas exclusivamente en la observación), así como en relación con los modelos explicativos
que contemplan variables referidas a la personalidad (Olivares y Méndez, 1998).

La evaluación conductual es un enfoque científico que hace hincapié en el uso de varios métodos
de evaluación, en la obtención de medidas con garantías psicométricas sólidas y adecuadas, en
la medición realizada en distintas situaciones, contextos y momentos y en la observación directa
del comportamiento (Haynes, Godoy et al., 2011; Haynes, O'Brien et al., 2011).

Realizar una formulación clínica de cada caso es esencial, ya que permite identificar las
relaciones funcionales entre las variables esenciales identificando la causalidad de las conductas
problema, lo cual es esencial para comprender dicho problema y establecer el tratamiento.

Por tanto, para realizar una buena evaluación del caso es muy importante el establecimiento de
las relaciones causales de los problemas detectados. Los problemas pueden ser multicausales y,
de igual manera, una determinada causa puede influir en problemas de distinta índole.

Teniendo en cuenta lo anterior, requiere una especial mención el análisis funcional de la


conducta, ya que no se trata de una simple descripción topográfica de la conducta problema, sino
que consiste en localizar la funcionalidad de esta, el porqué de la conducta: su origen (¿por qué
empezó?) y su mantenimiento (¿por qué continúa?). El análisis funcional se debe basar en
aquellas variables que se puedan modificar y sean las más importantes.

Este aspecto tiene una gran relevancia ya que no podremos intervenir en todas aquellas causas
que han dado lugar a los problemas (por ejemplo, aspectos genéticos, lesiones o alteraciones
cerebrales, acontecimientos traumáticos a los que la persona ha sido expuesta en el pasado,
etc.).

22
Evaluación conductual: análisis funcional de la conducta (II)

Viaja

Para aprender más sobre análisis funcional y formulación de casos clínicos, lee el siguiente
artículo «Análisis funcional en evaluación conductual y formulación de casos clínicos»:
http://www.redalyc.org/pdf/1806/180628054007.pdf

El análisis funcional consiste en la identificación de relaciones funcionales, causales y no


causales, importantes y controlables, aplicables a determinadas conductas de un individuo
(Haynes y O’Brien, 1990, 2000). El análisis funcional que realicemos va a ser específico y concreto
para cada persona, problema y momento que evaluemos; por tanto, es importante tener en
cuenta que las hipótesis que se establecen en un momento determinado pueden variar a lo largo
del tiempo.

Mediante el análisis funcional podremos determinar el nivel de influencia de cada variable causal
sobre la conducta y realizar una previsión sobre hasta qué punto modificar una determinada causa
repercutirá en el bienestar de la persona y en la manifestación o no de una de las conductas
asociadas a esa variable modificada inicialmente.

En este sentido, el análisis funcional hace referencia a lo siguiente:

• La variable de comportamiento o conducta identificada mediante la respuesta a través


de la cual se presenta. Esta respuesta tiene un componente tridimensional (a nivel
cognitivo, fisiológico y motor). A su vez, cada sistema de respuesta puede presentar una
determinada frecuencia, intensidad, duración, etc.

• Las variables antecedentes que suscitan la respuesta; es decir, aquellos estímulos, ya


sean externos o internos (situaciones físicas, sociales, sensaciones internas…) que hacen
que aparezca la respuesta. Pueden ser estímulos externos como por ejemplo un contexto
social (un auditorio lleno de personas) o un estímulo interno (la aparición de un
pensamiento o una imagen).

• Las consecuencias que siguen a esa conducta o respuesta. Estas consecuencias hacen
que se mantenga esta conducta analizada (refuerzos).

• Las relaciones funcionales demostrables: estas relaciones pueden presentar distinta forma
o fuerza. En este sentido es importante determinar si las relaciones son directas,
indirectas, bidireccionales, unidireccionales, etc.

Figura 4. Análisis funcional

A continuación, se detallan de forma sintetizada los elementos de la ecuación funcional basados


en el trabajo de Kanfer y Phillips (1970) y Pastor y Sevilla (1990).
23
1.6.1. Estímulos

Hacen referencia al conjunto de variables antecedentes que dan lugar a la conducta o


respuesta; esto es, tienen una relación funcional que puede ser comprobada con dicha conducta
o respuesta, son los denominados estímulos discriminativos. Estos pueden ser:

1. Estímulos externos: situaciones de la realidad o variables del ambiente externo que actúan
como potentes estímulos discriminativos. Pueden ser:

Físicos

Como por ejemplo personas, lugares, animales, sonidos, comida, suciedad, momentos, objetos,
etcétera.

Sociales

Como son las situaciones interpersonales.

Fisiológicos

Cambios somáticos en el organismo como pueden ser dolores, cansancio, etc.

Cognitivos

Determinados pensamientos, recuerdos, imágenes, etc., que pueden dar lugar a la respuesta
(suelen ser característicos de la ansiedad generalizada, la cual se basa en continuas
preocupaciones).

24
Nota

Es importante especificar los parámetros exáctos que definen el estímulo. Por ejemplo, no
basta con decir «perro», sino qué tipos de perro, qué tamaños, qué raza, si va atado o no,
etc., dado que nos permitiría saber qué características hacen la respuesta más intensa.

Es importante especificar los parámetros exactos que definen el estímulo; por ejemplo, no basta
con decir «perro», sino que hemos de especificar ante qué tipos de perro, qué tamaños, qué raza,
si va atado o no, etc., dado que esta información permitiría concretar qué características hacen
que la respuesta sea más intensa o menos.

1.6.2. Respuesta

Sabías que:

La respuesta fisiológica no es perjudicial para el organismo, sino que se trata de una


respuesta de supervivencia, dado que esta prepara al organismo para hacer frente a una
situación de peligro y así poder atacar o huir. Se convierte en algo perjudicial cuando
asociamos como peligrosa una situación que no lo es.

En relación con los estímulos que la anteceden, la respuesta está relacionada con el malestar de
la persona y se responde atendiendo a un sistema tridimensional:

1. Respuesta fisiológica

Hace referencia al conjunto de reacciones corporales/somáticas que dependen del sistema


nervioso autónomo (SNA), por lo que son respuestas involuntarias pero fáciles de identificar
(sudoración, tasa cardiaca elevada, tensión muscular…). Siguiendo con el ejemplo antes
planteado, ante la presencia de un perro (estímulo), siento palpitaciones, sudoración y alta tasa
cardiaca (respuesta fisiológica).

25
2. Respuesta motora

Aquellas conductas que dependen de la musculatura y del sistema nervioso central (SNC), por
lo que son respuestas voluntarias (p. ej., escape, evitación, rituales compulsivos, etc.). Estas
son de naturaleza operante y su función es cambiar el medio, ya que suelen tratar de alterar
los estímulos que las han provocado.
En el ejemplo, ante la presencia de un perro (estímulo), huyo saliendo del parque, evito
cruzarme con él directamente y cruzo de acera, etc. (respuesta motora).

3. Respuesta cognitiva

Son las conductas encubiertas que se presentan tras el estímulo (p. ej., pensamiento,
imágenes, interpretaciones, atribuciones…).

A pesar de ser voluntarias son de naturaleza respondiente, lo que significa que ante
determinados estímulos condicionamos determinadas cogniciones. Por ejemplo, ante la
presencia de un perro (estímulo), pienso «seguro que me va a morder» (respuesta cognitiva),
de manera que cuando esto se aprende, estas cogniciones acaban apareciendo de forma
automática, pasando a ser difíciles de detectar y, por tanto, de evaluar.

El orden cronológico que se da entre estas tres modalidades de respuesta puede variar, es
decir, ante la aparición del estímulo (el perro), puede aparecer en primer lugar la respuesta
cognitiva («seguro que me va a atacar o morder»), que producirá la respuesta fisiológica
(comienzan las palpitaciones, sudoración y alta tasa cardiaca), lo que da lugar a la respuesta
motora (huyo saliendo del parque). Sin embargo, en otras situaciones puede darse primero la
respuesta fisiológica, luego la cognitiva y por último la conductual, o incluso, aunque menos
frecuente, se da primero la conductual.

Tal y como indican Pastor y Sevilla (1990), tener en cuenta este orden de encendido de respuesta
resulta esencial a la hora de elegir las estrategias de intervención.

26
Figura 5. Orden de encendido.

1.6.3. Consecuencias

Recuerda

El término «positive» y «negative» aplicado a refuerzos y castigos no hace un juicio de valor


equiparable a «Bueno» o «malo», sino que indica el signo sumar o restar. Así un refuerzo
negativo puede ser el alivio de algo aversivo, por ejemplo, en las personas con TOC,
comprobar alivia la ansiedad.

Las consecuencias de las conductas son aquellas variables, tanto externas como internas, que
hacen que dichas conductas se mantengan. No hacen referencia solo a lo que ocurre
inmediatamente después, sino también a todos los cambios o efectos que se producen tras emitir
la conducta. Estas consecuencias inciden en la probabilidad de que la conducta aumente o
disminuya:

Reforzamiento positivo

De forma contingente a la conducta, como consecuencia aparece una variable


que incrementa la probabilidad de que esa conducta vuelva a aparecer en el futuro. Por
ejemplo, en el caso de la persona que huye ante la presencia del perro (conducta), la obtención
de atención y cariño por parte de los familiares (aparición de una variable como consecuencia)
incrementará la probabilidad de que la persona reaccione de igual forma en un futuro
(incrementa la probabilidad de respuesta): ante un perro, volverá a huir para volver a tener
ese exceso de atención y cariño.

27
Reforzamiento negativo

De forma contingente a la conducta, como consecuencia desaparece una variable, lo


cual incrementa la probabilidad de que esa conducta vuelva a darse en el futuro. Por ejemplo,
en el caso de la huida del perro, la desaparición de la respuesta inmediata del miedo incrementa
la probabilidad de que la persona realice la conducta de huida ante la presencia del perro. Huir
alivia el miedo.

Castigo positivo

De forma contingente a la conducta, como consecuencia aparece una variable


que disminuye la probabilidad de que esa conducta vuelva a aparecer en el futuro. Siguiendo
con el mismo estilo de ejemplo, una persona podría extender la mano para acariciar a un perro
y recibir un mordisco.

Castigo negativo

De forma contingente a la conducta, como consecuencia desaparece una variable, lo cual


disminuye la probabilidad de que esa conducta vuelva a aparecer en el futuro. En el anterior
ejemplo, como consecuencia a que la persona extienda la mano para acariciar a un perro, el
dueño del perro podría coger al animal y llevárselo.

1.6.4. Contingencias

Sabías que:

El tipo de contingencia que es más adictiva y que incrementa y mantiene más la conducta,
es el refuerzo intermitente (es por ejemplo el de las máquinas tragaperras), en las que a
veces sí y a veces no, mi conducta de juego obtiene un premio.

El patrón de contingencia que se esté presentando entre la respuesta y las consecuencias es un


elemento para tener en cuenta en el análisis funcional. De esta manera hay que plantearse si
siempre que aparece la respuesta va seguida de las consecuencias o, por el contrario, las
consecuencias solamente se presentan en ocasiones. El elemento central de este punto es
determinar el patrón de contingencia existente entre la respuesta y la consecuencia, esto es,
determinar el patrón de reforzamiento en cuestión.

Dicho patrón puede ser:

• Continuo: cada vez que aparece la respuesta se da la consecuencia.


• Intermitente: no siempre que se da la respuesta va a ir seguida de la consecuencia.

28
Evaluar las contingencias es esencial para tomar decisiones en la fase de intervención, ya que, a
la hora de disminuir o eliminar conductas, va a ser más difícil y más lento trabajar bajo un patrón
intermitente que uno continuo; sin embargo, si se pretende aumentar conductas, es pertinente
que se use un patrón continuo al principio, y establecida la conducta, de forma progresiva pasar
a un patrón intermitente.

Ejemplo:

EJEMPLO DE EVALUACIÓN DE CONTINGENCIAS

El papá de Marcos está aplicando la técnica de extinción a las pataletas de su hijo de 6 años.
En esta técnica, según le ha explicado su psicóloga se ignora no al niño, sino a su mala
conducta (en este caso, el padre debe ignorar las pataletas que realiza Marcos para conseguir
que le compren un cochecito cuando están haciendo la compra en el supermercado). Sin
embargo, el papá de Marcos se queja de que la técnica no funciona.

La psicóloga evalúa cuidadosamente cómo está siendo la aplicación de dicha técnica y


descubre que en el último mes el padre de Marcos, agotada su paciencia y con tal de que
Marcos dejara de llorar delante de todo el mundo, finalmente ha cedido a sus demandas en
dos ocasiones de las 6 en que ha ocurrido la pataleta. En este caso se le explica que en vez
de extinción es como si estuviera aplicando refuerzo intermitente a la conducta de pataletas
de Marcos, lo cual en vez de extinguir la conducta la incrementa.

1.6.5. Organismo

El organismo hace referencia a aquellas variables de la persona que determinan o condicionan la


conducta o respuesta. Se trataría de aquellos aspectos referidos a la propia persona con todas
sus características, las habilidades que posee, los rasgos de personalidad, sus aficiones, su
historia de aprendizaje o todas aquellas variables asociadas a la persona que pueda ayudar en
buena medida a entender cómo ha llegado a ese problema, y además es información que permite
personalizar y adaptar la intervención. Dentro del organismo se incluye:

1. Historia de aprendizaje

Cómo ha surgido o empezado el problema. Permite obtener información sobre la relación entre
determinadas variables y las conductas. El inicio del problema puede haberse dado por lo
siguiente:

Figura 6. Aprendizaje del miedo.

29
Condicionamiento clásico

El origen podría estar en una situación altamente traumática, aversiva o negativa. Por ejemplo,
haber sufrido un ataque de un perro y que, a raíz de esa situación, la persona asocie el estímulo
(perro) con una situación de peligro.

Por transmisión de información

Podría suceder que la madre de la persona del ejemplo le haya transmitido verbalmente que
los perros son peligrosos y que no se acerque a ellos.

Modelado o aprendizaje vicario

Es decir por observar a un modelo, en este caso, aunque la madre no diga nada, si cada vez
que ve un perro se aleja mostrando miedo, el hijo aprenderá a tenerles miedo.

Condicionamiento operante

Es decir, que ante la conducta haya una consecuencia (por ejemplo, si tras evitar al perro la
persona obtiene como refuerzo sentirse más segura).

2. Factores biológicos

Todas aquellas variables biológicas tanto anteriores como actuales que puedan estar
interfiriendo o incluso produciendo la situación problema. Estas hacen referencia a enfermedades,
traumatismos, lesiones, medicación actual, drogas, ejercicio y dietas regulares, patrón de sueño,
factores hereditarios, etc.

3. Variables demográficas y características personales

Aquellos aspectos más personales: estilo de vida, profesión, estado civil, edad, nivel cultural,
nacionalidad, etc. Ciertas variables sociodemográficas pueden ser un factor de riesgo para
ciertos problemas; por ejemplo, ser mujer es un factor de riesgo para tener un trastorno de
conducta alimentaria.

4. Creencias y esquemas cognitivos de la persona

Aquella información relativa a los esquemas de una persona, los sesgos y creencias que posee,
cómo cree que funciona el mundo, el futuro, los demás, las creencias acerca de uno mismo,
atribuciones, expectativas, filosofía de vida, su forma de procesar e interpretar la información a
nivel cognitivo, etc.

5. Inteligencia y habilidades cognitivas

Nivel de inteligencia y habilidades cognitivas que posee. Información relativa a la capacidad


para poner en marcha procesos atencionales y de memoria y uso de la función ejecutiva.

6. Habilidades propias

Capacidad de autocontrol, relajación, habilidades sociales, asertividad, etc.

30
7. Habilidades de afrontamiento y de regulación

Son todas aquellas estrategias que las personas ponen en marcha frente a situaciones problema.
En ocasiones emplean estrategias como la respiración, las autoinstrucciones, la distracción, etc.

8. Refuerzos

Todo aquello que le resulta estimulante y que refuerza a la persona, es decir, gustos, aficiones…
Es importante tener en cuenta estos aspectos ya que, si a posteriori en la terapia necesitamos
introducir un control operante, para el diseño, podemos contar con estos.

9. Personas significativas

En algunas ocasiones necesitaremos la colaboración de personas cercanas para la observación o


el registro de la conducta, o incluso para la intervención (se pueden utilizar como coterapeutas).
Además, la evaluación multinformante recoge más garantías que la evaluación en la que
únicamente se consulta a una fuente. En determinados campos como la psicología infantil es
fundamental el uso de multinformantes, preguntando a padres y profesores. Por otro lado, el
apoyo social es uno de los factores de protección más potentes, por lo que hay que tener en
cuenta el entorno a la hora de evaluar las fortalezas de la persona.

10. Expectativas hacia la terapia y tratamientos anteriores

Es importante conocer las expectativas y la actitud de la persona frente a la terapia; es decir,


si tiene referencias o conoce y confía en la terapia, y si viene voluntariamente y con alta
motivación al cambio o si por el contrario viene presionado por algún familiar.

Por otra parte, es fundamental conocer si ha tenido tratamientos anteriores, cuántos ha tenido,
por qué han fallado, qué técnicas ha desarrollado en estas sesiones anteriores y por qué no le
fueron útiles. A menudo el hecho de que haya habido tratamientos anteriores nos puede hablar
de la cronicidad y/o recurrencia del problema. Si la experiencia previa no fue buena, puede ocurrir
el efecto de la profecía autocumplida porque las expectativas con la nueva terapia pueden ser
bajas.

1.7. Comunicar los resultados del proceso

El proceso de evaluación psicológica finaliza con la comunicación de los resultados. Siguiendo a


Grant y Maletzky (1972), el informe tiene cinco aspectos fundamentales:

1. Es un testimonio archivable y duradero.

2. Es una excelente fuente de información de las hipótesis formuladas.

3. Es necesario a la hora de comunicar los resultados de la evaluación.

4. El informe escrito puede ser considerado un documento legal.

5. El informe escrito puede ser rastro de conducta, puede ser utilizado como fuente de
medidas no contaminadas.

Aunque se hace hincapié en el informe escrito, en determinados casos el informe puede


realizarse de forma oral o a través de ambos medios (de hecho, lo más recomendable es realizar
la entrega del informe escrito explicándolo oralmente en una entrevista de devolución de la
información donde la persona pueda preguntar dudas).

31
Un informe ha de presentar tres características: ser un documento científico, servir de vehículo
de comunicación y ser útil. Para ello el informe debe ser contrastable, comprensible y útil. En este
sentido, tiene que contener: identificación del autor, objetivos, identificación del sujeto/s
evaluado y del remitente (si es el caso), técnicas aplicadas, procedimiento, resultados,
conclusiones y recomendaciones.

Sabías que:

Los informes conocidos como «Barnum» (en honor al empresario y financiero Phineas T.
Barnum) presentan aseveraciones aplicables fácilmente a la mayor parte de la gente.

En función de cómo se organice el material de la evaluación, se proponen tres tipos de informes:


informes basados en la teoría, en las técnicas y en el problema.

Nota

El condicionante de la evaluación psicológica es el de permitir la posibilidad de que otros


evaluadores repliquen lo realizado. A esta garantía ha de atenerse cualquier trabajo científico.
(Fernández-Ballesteros, 2002).

Con respecto la organización del informe, diferentes autores han realizado propuestas.
Fernández-Ballesteros propone el siguiente formato:

1. Datos personales del sujeto y localización profesional del evaluador.

2. Referencia y objetivos.

3. Técnicas y procedimiento. En este apartado se incluirían los test e instrumentos utilizados.


También toda la información de procedimiento que permita contrastar y replicar la
información.

4. Datos biográficos relevantes.

5. Conducta durante la exploración.

6. Integración de resultados. Se incluyen: comportamientos objeto de estudio, características


de personalidad, repertorios básicos de conducta, condiciones socioambientales y
condiciones biológicas relevantes.

7. Orientación y/u objetivos de cambio e intervención.

8. Valoración de la intervención (en su caso).

32
Resumen

El proceso de psicodiagnóstico o evaluación psicológica es un proceso de carácter científico. La


evaluación psicológica asimismo es diversa y se lleva a cabo en varios ámbitos. Psicodiagnóstico
alude al ámbito clínico de la evaluación. En los últimos años la investigación en la materia ha
derivado en nuevos instrumentos y metodologías de recogida de información, así como en el
desarrollo institucional de distintas asociaciones y entidades interesadas en su difusión.

Mediante la evaluación podemos formular hipótesis, diseñar posibles explicaciones del caso,
hacer análisis descriptivos e incluso podemos predecir la evolución o comportamiento de las
variables implicadas en esta, entre otras aplicaciones. El matiz que adopte el proceso de
evaluación va a venir determinado por el modelo del que se parta. Dicho modelo determinará
las variables que se han de evaluar, el tipo de técnicas, los objetivos y el contexto, entre otras.
Destacan los siguientes modelos: atributo, dinámico, médico, conductual, cognitivo y
constructivista.

Siguiendo la propuesta de Fernández-Ballesteros (2013), podemos distinguir las siguientes fases


en el proceso de evaluación:

1. Recogida de información.

2. Formulación de hipótesis y deducción de enunciados verificables.

3. Contrastación de hipótesis y aplicación de instrumentos.

4. Resultados y comunicación de estos.

5. Plan de tratamiento y valoración.

6. Diseño y administración del tratamiento.

7. Valoración y seguimiento.

Merecen especial mención la evaluación conductual y el análisis funcional de la conducta,


ya que permiten identificar y determinar las relaciones funcionales que se pueden aplicar a las
conductas de las personas. Entre los elementos que se han de tener en cuenta en dicho análisis
funcional destacan:

• Estímulos.

• Respuestas.

• Consecuencias.

• Contingencias.

• Organismo.

33
Mapa de contenidos

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Recursos bibliográficos

Bibliografía básica

Fernández-Ballesteros, R. (2002). Introducción a la evaluación psicológica (tomos 1 y 2).


Pirámide.

Moreno, C. (2005). Evaluación psicológica. Concepto, proceso y aplicación en las áreas del
desarrollo y de la inteligencia (2.ª ed.). Sanz y Torres.

Bibliografía complementaria

Del Río, C. (2005). Guía de ética profesional en psicología clínica. Pirámide.

Ezama, E., Alonso, Y. y Fontanil, Y. (2010). Pacientes, síntomas, trastornos, organicidad y


psicopatología. International Journal of Psychology and Psychological Therapy, 10(2), 293-
314.

Fernández-Ballesteros, R. (2013). Evaluación psicológica: concepto, métodos y estudio de


casos. Pirámide.

Muñoz, M. (2003). Manual práctico de evaluación psicológica clínica. Síntesis.

Olivares, J. y Méndez, F. X. (1998). Técnicas de modificación de conducta. Biblioteca Nueva.

Pastor, C. y Sevilla, J. (1990). Análisis funcional de conducta, un modelo práctico de


intervención. Información Psicológica, 42, 38-43.

Tapia, J. A. (2011). Evaluación psicológica: coordenadas, contextos, procesos y garantías.


Editorial Universidad Autónoma de Madrid.

Otros recursos

European Association of Psychological Assessment. (s. f.). [Web]. http://www.eapa-


homepage.org/

Fernández-Ballesteros, R. (1998). Evaluación psicológica: algunas claves para el futuro.


Papeles del Psicólogo, 70. Universidad Autónoma de Madrid.
http://www.papelesdelpsicologo.es/vernumero.asp?id=780

Sociedad Española para el Avance de la Evaluación Psicológica. (s. f.). [Web].


http://www.evaluacionpsicologica.es

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