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Psicodiagnóstico
Resumen ...................................................................................................................... 33
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UD 1. Psicodiagnóstico. Antecedentes históricos, conceptos,
perspectivas y modelos
Uno de los elementos centrales en el abordaje clínico de las dificultades que atraviesan las
personas es el establecimiento de un diagnóstico que permita diseñar un plan de intervención
adecuado acorde con los objetivos terapéuticos planteados.
Mediante la evaluación podemos formular hipótesis, diseñar posibles explicaciones del caso,
hacer análisis descriptivos e incluso podemos predecir la evolución o comportamiento de las
variables implicadas en esta, entre otras aplicaciones.
La evaluación no solamente se circunscribe al ámbito clínico, sino que resulta esencial en otros
contextos como el escolar o el ámbito de los recursos humanos. También destaca su
importancia en la valoración de intervenciones. Sin embargo, en la presente asignatura, nos
centraremos fundamentalmente en la evaluación y diagnóstico desde un punto de vista de la
aplicación clínica.
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1.1. Antecedentes históricos
A lo largo de la historia de la psicología se han sucedido distintos hitos o avances que han
supuesto las bases de la evaluación tal y como la conocemos en la actualidad.
Figura 1. Autores que han contribuido a la constitución de la evaluación como disciplina científica.
• Galton publica la obra Inquiries into Human Faculty and its Development, que es el punto
de partida de los test mentales. Asimismo, crea un «laboratorio antropométrico» en
Londres donde realiza evaluaciones sensoriales, perceptivas y motoras.
• Cattell acuña la expresión test mental y, bajo la dirección de Wundt, realiza su tesis
doctoral sobre el estudio de los tiempos de reacción. Es el primer autor que plantea
baterías de pruebas para la evaluación psicológica. Enfatiza el uso de medidas objetivas
en la evaluación psicológica.
• Binet, frente a Galton y Cattell, se plantea como objetivo estudiar las facultades psíquicas
superiores. Plantea que las pruebas tienen que reunir tres requisitos: a) que sean tareas
sencillas; b) independientes del examinador, y c) que los resultados puedan ser
contrastados por otros investigadores. Con la colaboración de Simon, elabora el primer
test de medida de la inteligencia.
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Además de estos tres autores, comparten el protagonismo de la constitución de la evaluación
psicológica como disciplina: Edward Thorndike, quien construye pruebas psicopedagógicas;
Hermann Ebbinghaus, autor de los test de completamiento; Sigmund Freud, quien formula el
modelo dinámico de evaluación y el diagnóstico del inconsciente; Carl Gustav Jung, con su test
de asociación de palabras, y Karl Pearson y Charles Edward Spearman, que proponen técnicas
estadísticas.
Fecha Acontecimiento
1914- Primer test colectivo elaborado por Woodworth para medida del ajuste personal. Test de
1918 inteligencia (Army Alpha y Army Beta) elaborados por Yerkes que se aplicarán en la
Primera Guerra Mundial. El Alpha era para inteligencia alta y el Beta para analfabetos.
1931 ZDP: Concepto de zona de desarrollo próximo (Lev Vygotsky; psicólogo ruso 1896-1934)
1934 Publicación de Moreno que sienta la base de los test sociométricos y situacionales.
1936 Primera escala de desarrollo social (Edgard Doll): Vineland Social Madurity Scale.
1938 Murray propone la teoría de personalidad y la técnica proyectiva TAT (test de apercepción
temática). En ella propone evaluar la interacción ambiente-conducta.
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1947 Bases de la evaluación neuropsicológica con las obras de Halstead y Luria.
1957 Trabajos sobre deseabilidad social (Edwards) y sobre estilos y sesgos de respuesta.
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• Es importante diferenciar también los conceptos de evaluación y valoración. Evaluación
(assessment) hace referencia a la evaluación de personas, mientras que valoración
(evaluation) se utiliza cuando implica actividades con objetos, como tratamientos o
programas.
1.3. Modelos
En la actualidad se han desarrollado distintos enfoques. Según el enfoque o modelo del que se
parta en el proceso de evaluación, se tendrán en cuenta unos determinados postulados y se
utilizarán unas determinadas técnicas.
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MÉDICO Entidades Observación, Exámenes, test Descripción, Clínico y salud.
nosológicas, estrategias de ejecución, clasificación,
trastornos correlacionales y escalas de predicción,
neurobiológicos. experimentales. observación, pronóstico,
aparatos. explicación,
rehabilitación.
Modelos (II)
La evaluación desde el enfoque cualitativo trata de realizar un análisis global del sujeto, mientras
que la aproximación cuantitativa o psicométrica exige la medición de las respuestas ante
situaciones estandarizadas. Ambos extremos son compatibles. La mayor parte de los psicólogos
usan ambos tipos de datos en la evaluación.
Esta polémica se relaciona con qué se entiende por comprensión y si puede ser compatible con
otras operaciones que son objetivos de la evaluación como la descripción, la clasificación, la
explicación y el control. Asimismo, es preciso tener en cuenta que las explicaciones que podemos
dar desde la psicología sean más probabilísticas y funcionales que causales.
Modelos (III)
Recuerda
El proceso de evaluación se asienta sobre unas bases que resultan esenciales en tanto en cuanto
se trata de una disciplina científica:
A. El método científico
Todo proceso de evaluación debe ser realizado con base en el método científico. En este sentido
se pueden destacar dos tipos de enfoque:
Correlacional
Determina la asociación entre variables de interés. Este método es el que permite el diagnóstico
y es utilizado para realizar descripciones.
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Experimental
Este método es el utilizado a nivel de tratamiento y/o modificación, ya que permite obtener
información sobre los efectos de unas variables en otras mediante la aplicación o uso de
determinadas técnicas (se manipula la variable independiente y se determina su efecto en las
variables dependientes).
Los métodos por los que se pueden generar y contrastar hipótesis pueden basarse en el método
inductivo-deductivo y el método hipotético-deductivo. Por su parte, dependiendo de los objetivos
por los que sea planteada la evaluación, la generación de hipótesis se basará en unos
determinados supuestos.
Cuantificación
Semejanza
Permite identificar si la persona presenta características que ya han sido clasificadas en otras
personas; por ejemplo, si cumple los criterios diagnósticos de una determinada patología según
los sistemas de clasificación como la CIE-10 o el DSM-5.
Asociación predictiva
Permite predecir una conducta a partir de otras con las que guarda relación; por ejemplo,
podemos realizar una hipótesis respecto a que las altas capacidades cognitivas de un joven le
capacitan para estudiar medicina.
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Asociación funcional
Viaja
Este supuesto permite establecer relaciones causales de carácter explicativo; por ejemplo,
podemos realizar una hipótesis respecto a que la disminución en el rendimiento laboral de una
persona se debe a los problemas de consumo de alcohol.
C. Toma de decisiones
Respecto a los primeros, es imprescindible tener en cuenta que el proceso de evaluación debe
respetar el código deontológico del Colegio Oficial de Psicólogos. Si bien dicho código no recoge
de forma específica aspectos reguladores de la evaluación, los contenidos de artículos como el
12, 19, 25, 42, 43, 46 y 48 son de aplicación al proceso de evaluación.
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Viaja
El respeto a las normas éticas de la profesión es una cuestión que se torna básica en la práctica
de la psicología, independientemente de su ámbito de aplicación, y se ve reforzada en la disciplina
de la evaluación mediante otras normas que se han ido generando en los últimos años y que
intentan ser garantes de la buena praxis en este ámbito, entre las que destacan las Directrices
internacionales para el uso de los test (ITC Y COP, 2000), las Test Adaptation Guidelines (ITC,
2000), las International Guidelines on Computer-Based an Internet Delivered Testing, etc.
Tal y como indica Del Río (2005), aspectos esenciales como la competencia, el consentimiento
informado, la confidencialidad, la devolución de los resultados, la evaluación e interpretación
automatizada, la evaluación online y la evaluación en grupos diversos o multiculturales son
cuestiones básicas que se han de tener en cuenta en el proceso de evaluación.
Entre los aspectos clave referidos a la competencia del evaluador es importante destacar que,
desde la Comisión Internacional de Test (ITC), se han establecido directrices para seguir en el
proceso de evaluación basadas en dos premisas esenciales (Del Río, 2005):
Sabías que:
Actuar de forma ética y profesional, ser competentes para el uso de los test, hacerse
responsables del uso de los test, mantener los materiales de los test seguros y la
confidencialidad de los resultados.
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Figura 3. Ejemplo de documento de datos censales con número de caso identificativo.
Estimar la utilidad potencial de los test en una situación evaluativa, elegir test técnicamente
correctos y adecuados a cada situación, atender a aspectos relacionados con el sesgo de los
test, hacer los preparativos necesarios para la aplicación del test, aplicarlos adecuadamente,
puntuar y analizar los resultados con precisión, hacer una correcta interpretación de los
resultados, comunicar los resultados adecuadamente y revisar la adecuación del test y de su
uso.
Dada la utilización cada vez mayor de las TIC en la evaluación, es necesario destacar aspectos
éticos esenciales en la evaluación automatizada y en la evaluación online. El código de conducta
de la APA (2002) recoge explícitamente aspectos relacionados con la evaluación automatizada
(normas 9.06, 9.09b y 9.09c).
Viaja
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Respecto a la evaluación online, aunque pueda tener su utilidad, debe usarse con reservas debido
a una serie de limitaciones relacionadas con la validez de los instrumentos, problemas
relacionados con fallos propios del medio, el uso de las puntuaciones estandarizadas (no se puede
asegurar que las propiedades psicométricas de una determinada prueba se mantengan en la
versión online), dificultades en la comprobación de que la persona evaluada sea la que ha
realizado la prueba, aspectos relacionados con la seguridad en la transferencia de datos, la
confidencialidad, etc. En general, la International Test Commission aglutina los elementos
referidos a la aplicación online de los test en aspectos clave relacionados con las condiciones
tecnológicas, las garantías de calidad, el control, la seguridad y la privacidad.
Respecto al diagnóstico clínico, los aspectos éticos esenciales hacen especial referencia a la
emisión de falsos diagnósticos. Los errores en los diagnósticos pueden derivarse, entre otras, de
cuestiones relacionadas con la falta de información, una deficitaria formación, la no
fundamentación en datos objetivos, etc.
En cuanto a las normas de carácter científico, estas guardan relación con aspectos asociados
con la construcción de los test, el uso de estos, la adaptación y la distribución de las pruebas.
Recuerda
Merece una mención especial el desarrollo por parte de la Asociación Europea de Evaluación
Psicológica de las Guías para el proceso de evaluación (GAP, Guidelines for the Assessment
Process).
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Viaja
Estas guías han sido creadas para ser garantes de un adecuado proceso de evaluación, derivando
en una serie de cuestiones que se tornan esenciales en dicho proceso. Los apartados básicos en
los que se estructuran son:
3. Planificación de la intervención.
4. Valoración y seguimiento.
Viaja
Fernández-Ballesteros (2013) presenta y propone el uso de una herramienta que permite realizar
una autoevaluación sobre si se han realizado de forma adecuada las indicaciones previstas en las
GAP. Esta herramienta es la hoja de valoración de la entrevista (HVE). Es un medio didáctico
para valorar apartados de contenido y de proceso de la entrevista realizada.
Llevar a cabo el proceso de evaluación implica desarrollar una serie de fases y/o etapas que son
requisito sine qua non para desarrollar con rigor dicha evaluación y que presentan una serie de
características definitorias. Dependiendo del autor, las fases identificadas en el proceso de
evaluación pueden variar.
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1.5.1. Propuesta de Fernández-Ballesteros (2013)
1. Recogida de información
Esta fase se inicia al establecer contacto con la persona en cuestión, momento en el cual dicha
persona nos va a realizar una demanda. A nivel clínico, es esencial determinar el tipo de demanda
y la viabilidad para ser atendida por el profesional de la psicología. En muchas ocasiones, la
demanda hay que reformularla en términos abordables desde un punto de vista clínico.
Una vez establecida una demanda concreta y susceptible de ser atendida, es fundamental
establecer objetivos específicos que permitirán guiar nuestra evaluación.
En esta primera fase cobra especial protagonismo la entrevista, ya que supondrá el elemento
básico de recogida de la información (se desarrollarán los aspectos esenciales de la entrevista en
la siguiente unidad didáctica). Atendiendo a un criterio temporal, es fundamental prestar atención
no solamente a las cuestiones que en el presente pueden ser relevantes en relación con el
problema o demanda planteada (personales, ambientales, sociales y biológicas), sino también a
todas las variables que forman parte de la historia de este y que se van a configurar como uno
de los elementos centrales en el establecimiento de las hipótesis.
Es en esta fase en la que se desarrollarán los supuestos anteriormente mencionados (de cantidad,
de semejanza, de asociación predictiva y de asociación funcional).
Las hipótesis deben ser operativizadas en términos concretos y verificables, ya que estas tienen
un carácter general. Para ello, es fundamental concretar los siguientes aspectos:
• Qué variables se van a evaluar (por ejemplo: llanto, atención, rendimiento escolar,
etc.). La evaluación debe estar referida tanto a las variables relacionadas con la conducta
problema como a las variables personales, ambientales y biológicas.
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• Qué técnicas se van a utilizar para evaluar las variables seleccionadas
(observación, inventario de depresión de Beck, etc.). En este apartado es esencial tener
en cuenta la aplicación de varias pruebas para medir las variables y minimizar al máximo
los errores de medida de estas.
Problema
(c)
Personales (RBC) Ambientales Biológicas
(02-03)
Descripción Técnicas Descripción Técnicas Descripción Descripción Técnicas Descripción Técnicas Descripción Técnicas
Este nivel de análisis debe establecerse tanto cuantitativa como cualitativamente (extracción de
puntuaciones directas, típicas, etc.) e implicará determinar la contrastación de los supuestos
planteados. A su vez, esta fase supondrá la discusión de los resultados y la enunciación de
conclusiones.
Respecto a la comunicación de los resultados, debe hacerse tanto de forma oral como escrita. El
orden de presentación de estas formas puede variar según la preferencia o criterio del evaluador.
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Todas las fases mencionadas hasta ahora, al tener un enfoque correlacional-descriptivo, en
ningún momento llegan a verificar experimentalmente las hipótesis. El resto de fases del proceso
de evaluación recogidas por Fernández-Ballesteros (2013) hacen referencia a un enfoque
experimental de intervención-valoración y, por tanto, están orientadas al establecimiento
del tratamiento. Las fases son las siguientes:
Se establecen los supuestos funcionales sobre el caso en cuestión, seleccionando las variables
dependientes (VD) e independientes (VI), y se realizan deducciones de predicciones verificables,
seleccionando las medidas de las VD objeto del tratamiento, de las VI, y el tratamiento (técnicas
de intervención y diseño de valoración).
Esta fase supone la intervención propiamente dicha, pero no hay que perder de vista la necesidad
de realizar una evaluación continua en determinados casos.
Sabías que:
7. Valoración y seguimiento
En esta fase se evalúa si se ha conseguido realizar los cambios previstos y/o las posibles
desviaciones que se hayan producido al respecto.
Este autor propone un modelo identificado mediante seis fases, si bien para este las fases que se
convierten en ejes de actividad que modulan toda la evaluación son el análisis descriptivo, el
diagnóstico y el análisis funcional.
1. Análisis descriptivo
De este modo, los primeros momentos de la primera sesión se convierten en un aspecto clave
del desarrollo del psicodiagnóstico. Es el momento de las primeras observaciones y descripciones
y de la generación de las primeras hipótesis y decisiones, que pueden marcar toda la evaluación
posterior. Debe señalarse que el juego de generación y contraste de hipótesis que comienza en
este momento no termina hasta que finalice el propio proceso de evaluación.
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Es el momento de las primeras exploraciones, con el propósito de saber qué le pasa a la persona,
y cuando se elabora la lista de problemas que presenta, describiéndolos de forma detallada.
En esta fase es esencial realizar adecuadamente la primera toma de contacto con la persona, que
implicará establecer un buen clima terapéutico y llevar a cabo la primera toma de decisiones
respecto a la evaluación.
En esta fase la observación (de todos los aspectos de la persona como apariencia física, lenguaje
no verbal, nivel de conciencia de problema, etc.), la conversación (de inicio más cercana para ir
aproximándose a la evaluación de aspectos más complejos como el lenguaje, pensamiento,
memoria, estado afectivo, etc.) y la exploración (en el caso de que sea necesaria) son esenciales
para evaluar con rapidez variables de interés.
2. Diagnóstico
Nota
Debemos abordar los problemas del paciente evitando toda interpretación más allá de los
datos que nos aporta.
Aunque durante bastante tiempo dentro de la psicología existió una distancia entre la evaluación
psicológica y el diagnóstico, desde los años ochenta la situación ha cambiado sensiblemente. En
la actualidad, la evaluación psicológica clínica ha reintegrado las tareas diagnósticas en su
quehacer cotidiano.
La clasificación diagnóstica debe convivir con la formulación clínica individual del caso. Esto es lo
relevante de cualquier diagnóstico, y para esto es necesaria la individualización de los
procedimientos.
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3. Análisis funcional
Una de las fases más importantes en el proceso de evaluación es la referida al análisis funcional.
Esta fase plantea la necesidad de formular y contrastar hipótesis durante todo el proceso hasta
llegar a la formulación clínica del caso. Conforme se avanza en la recogida de información
descriptiva y en la elaboración de un diagnóstico del caso, se precisa avanzar igualmente en el
proceso de búsqueda de hipótesis explicativas (funcionales) de cada problema.
De acuerdo con todo lo anterior, se obtendrá una hipótesis global o formulación clínica del caso.
Esta formulación debe entregar una perspectiva explicativa del inicio de la problemática, el curso
y un cierto pronóstico sobre este.
Esta fase viene marcada por la determinación de los objetivos y las variables que se pueden
modificar. A su vez, se seleccionarán las técnicas que se han de aplicar y los momentos en los
que se hará. Esta fase también implica redactar un plan de tratamiento de carácter
individualizado.
Esta fase implica realizar una evaluación continua durante el tratamiento de manera que se pueda
determinar su efectividad.
En esta fase se procede a comunicar los resultados obtenidos con la intervención y se realizan y
facilitan los informes pertinentes.
Proponen el recorrido clasificatorio estratégico. Estos autores formulan una alternativa conceptual
y práctica al recorrido clasificatorio que denominan recorrido psiquiátrico-nosológico. En el
recorrido psiquiátrico-nosológico se parte de los acontecimientos relatados para buscar síntomas.
Cuando se produce la coocurrencia de varios síntomas se identifica un determinado trastorno
mental (diagnóstico), que se supone causante de los motivos de queja y para el que se busca el
tratamiento indicado. Finalmente, la tercera fase consiste en la corroboración del diagnóstico.
En la propuesta que realizan, señalan el ejemplo del mal comportamiento de una niña llamada
Marta, que presenta inquietud, desatención o desobediencia. Esto lleva a que sea diagnosticada
con un déficit de atención con hiperactividad para lo que se propone relajación y administración
selectiva de refuerzos. Si los motivos de queja de sus padres continúan, puede administrársele
medicación e incluso si aparecen comportamientos nuevos modificársele el diagnóstico a trastorno
negativista desafiante.
El recorrido clasificatorio estratégico que proponen como alternativa consta de las cuatro
siguientes fases. Utilizan los términos motivos de queja y disfunción, en sustitución de síntomas
y trastorno, respectivamente.
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1. Exploración de escenas
Parten de los motivos de queja que dan los consultantes sobre aquello que va mal en sus vidas y
les gustaría cambiar (sustituyen síntomas por motivos de queja) y exploran escenas de la vida
cotidiana donde aparecen. En las escenas exploran objetivos, emociones, derechos y obligaciones
que se atribuyen a sí mismos y a los demás participantes.
Se clarifican con qué tienen que ver los conflictos en la vida cotidiana, para qué los participantes
hacen aquello en lo que fracasan, qué metas persiguen, qué pretenden conseguir, cómo
responden a las propuestas de los otros…
3. Formulación de problemas
4. Validación de la caracterización
Si las alternativas tienen éxito y los motivos de queja desaparecen, se valida la caracterización
de la disfunción. Si no, se exploran las escenas en las que se han reproducido los antiguos motivos
de quejas o se han dado otros nuevos.
Viaja
Para explorar la red de personas significativas, las dinámicas, hitos familiares… puede
emplearse el genograma. El programa Genopro está diseñado para hacerlo de forma
informatizada. https://www.genopro.com/es/
Desde este recorrido, se exploran las escenas en las que los motivos de queja de los padres
aparecen y se indagan los objetivos cuya consecución está dando lugar a fracasos.
Por ejemplo, el momento de despertar, las discusiones entre los padres, el momento de ir al
colegio… Se identifica qué hace cada participante en la escena y cómo se siente, qué consigue,
cómo interpreta el comportamiento del otro… En la formulación de problemas se plantea, por
ejemplo, cómo puede divertirse Marta o cómo puede hacer para que la maestra esté más contenta
con ella, cómo puede la maestra ayudar a centrar a la niña, cómo se puede conseguir tiempo
para que ambos padres hablen de los disgustos en el trabajo… Si las alternativas tienen éxito y
los motivos de queja desaparecen, desaparece la disfunción.
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1.6. Evaluación conductual: análisis funcional de la conducta
Desde un enfoque conductual, la evaluación ha tenido un recorrido que ha pasado del rechazo
inicial hacia el diagnóstico teniendo como foco exclusivo la modificación de la conducta, hasta
llegar a lo que hoy en día se conoce como evaluación conductual, en la que se consideran como
objeto de estudio no solamente la conducta manifiesta, sino también la respuesta cognitiva y
fisiológica, y en la que se evoluciona en relación con las técnicas de recogida de información (no
centradas exclusivamente en la observación), así como en relación con los modelos explicativos
que contemplan variables referidas a la personalidad (Olivares y Méndez, 1998).
La evaluación conductual es un enfoque científico que hace hincapié en el uso de varios métodos
de evaluación, en la obtención de medidas con garantías psicométricas sólidas y adecuadas, en
la medición realizada en distintas situaciones, contextos y momentos y en la observación directa
del comportamiento (Haynes, Godoy et al., 2011; Haynes, O'Brien et al., 2011).
Realizar una formulación clínica de cada caso es esencial, ya que permite identificar las
relaciones funcionales entre las variables esenciales identificando la causalidad de las conductas
problema, lo cual es esencial para comprender dicho problema y establecer el tratamiento.
Por tanto, para realizar una buena evaluación del caso es muy importante el establecimiento de
las relaciones causales de los problemas detectados. Los problemas pueden ser multicausales y,
de igual manera, una determinada causa puede influir en problemas de distinta índole.
Este aspecto tiene una gran relevancia ya que no podremos intervenir en todas aquellas causas
que han dado lugar a los problemas (por ejemplo, aspectos genéticos, lesiones o alteraciones
cerebrales, acontecimientos traumáticos a los que la persona ha sido expuesta en el pasado,
etc.).
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Evaluación conductual: análisis funcional de la conducta (II)
Viaja
Para aprender más sobre análisis funcional y formulación de casos clínicos, lee el siguiente
artículo «Análisis funcional en evaluación conductual y formulación de casos clínicos»:
http://www.redalyc.org/pdf/1806/180628054007.pdf
Mediante el análisis funcional podremos determinar el nivel de influencia de cada variable causal
sobre la conducta y realizar una previsión sobre hasta qué punto modificar una determinada causa
repercutirá en el bienestar de la persona y en la manifestación o no de una de las conductas
asociadas a esa variable modificada inicialmente.
• Las consecuencias que siguen a esa conducta o respuesta. Estas consecuencias hacen
que se mantenga esta conducta analizada (refuerzos).
• Las relaciones funcionales demostrables: estas relaciones pueden presentar distinta forma
o fuerza. En este sentido es importante determinar si las relaciones son directas,
indirectas, bidireccionales, unidireccionales, etc.
1. Estímulos externos: situaciones de la realidad o variables del ambiente externo que actúan
como potentes estímulos discriminativos. Pueden ser:
Físicos
Como por ejemplo personas, lugares, animales, sonidos, comida, suciedad, momentos, objetos,
etcétera.
Sociales
Fisiológicos
Cognitivos
Determinados pensamientos, recuerdos, imágenes, etc., que pueden dar lugar a la respuesta
(suelen ser característicos de la ansiedad generalizada, la cual se basa en continuas
preocupaciones).
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Nota
Es importante especificar los parámetros exáctos que definen el estímulo. Por ejemplo, no
basta con decir «perro», sino qué tipos de perro, qué tamaños, qué raza, si va atado o no,
etc., dado que nos permitiría saber qué características hacen la respuesta más intensa.
Es importante especificar los parámetros exactos que definen el estímulo; por ejemplo, no basta
con decir «perro», sino que hemos de especificar ante qué tipos de perro, qué tamaños, qué raza,
si va atado o no, etc., dado que esta información permitiría concretar qué características hacen
que la respuesta sea más intensa o menos.
1.6.2. Respuesta
Sabías que:
En relación con los estímulos que la anteceden, la respuesta está relacionada con el malestar de
la persona y se responde atendiendo a un sistema tridimensional:
1. Respuesta fisiológica
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2. Respuesta motora
Aquellas conductas que dependen de la musculatura y del sistema nervioso central (SNC), por
lo que son respuestas voluntarias (p. ej., escape, evitación, rituales compulsivos, etc.). Estas
son de naturaleza operante y su función es cambiar el medio, ya que suelen tratar de alterar
los estímulos que las han provocado.
En el ejemplo, ante la presencia de un perro (estímulo), huyo saliendo del parque, evito
cruzarme con él directamente y cruzo de acera, etc. (respuesta motora).
3. Respuesta cognitiva
Son las conductas encubiertas que se presentan tras el estímulo (p. ej., pensamiento,
imágenes, interpretaciones, atribuciones…).
A pesar de ser voluntarias son de naturaleza respondiente, lo que significa que ante
determinados estímulos condicionamos determinadas cogniciones. Por ejemplo, ante la
presencia de un perro (estímulo), pienso «seguro que me va a morder» (respuesta cognitiva),
de manera que cuando esto se aprende, estas cogniciones acaban apareciendo de forma
automática, pasando a ser difíciles de detectar y, por tanto, de evaluar.
El orden cronológico que se da entre estas tres modalidades de respuesta puede variar, es
decir, ante la aparición del estímulo (el perro), puede aparecer en primer lugar la respuesta
cognitiva («seguro que me va a atacar o morder»), que producirá la respuesta fisiológica
(comienzan las palpitaciones, sudoración y alta tasa cardiaca), lo que da lugar a la respuesta
motora (huyo saliendo del parque). Sin embargo, en otras situaciones puede darse primero la
respuesta fisiológica, luego la cognitiva y por último la conductual, o incluso, aunque menos
frecuente, se da primero la conductual.
Tal y como indican Pastor y Sevilla (1990), tener en cuenta este orden de encendido de respuesta
resulta esencial a la hora de elegir las estrategias de intervención.
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Figura 5. Orden de encendido.
1.6.3. Consecuencias
Recuerda
Las consecuencias de las conductas son aquellas variables, tanto externas como internas, que
hacen que dichas conductas se mantengan. No hacen referencia solo a lo que ocurre
inmediatamente después, sino también a todos los cambios o efectos que se producen tras emitir
la conducta. Estas consecuencias inciden en la probabilidad de que la conducta aumente o
disminuya:
Reforzamiento positivo
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Reforzamiento negativo
Castigo positivo
Castigo negativo
1.6.4. Contingencias
Sabías que:
El tipo de contingencia que es más adictiva y que incrementa y mantiene más la conducta,
es el refuerzo intermitente (es por ejemplo el de las máquinas tragaperras), en las que a
veces sí y a veces no, mi conducta de juego obtiene un premio.
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Evaluar las contingencias es esencial para tomar decisiones en la fase de intervención, ya que, a
la hora de disminuir o eliminar conductas, va a ser más difícil y más lento trabajar bajo un patrón
intermitente que uno continuo; sin embargo, si se pretende aumentar conductas, es pertinente
que se use un patrón continuo al principio, y establecida la conducta, de forma progresiva pasar
a un patrón intermitente.
Ejemplo:
El papá de Marcos está aplicando la técnica de extinción a las pataletas de su hijo de 6 años.
En esta técnica, según le ha explicado su psicóloga se ignora no al niño, sino a su mala
conducta (en este caso, el padre debe ignorar las pataletas que realiza Marcos para conseguir
que le compren un cochecito cuando están haciendo la compra en el supermercado). Sin
embargo, el papá de Marcos se queja de que la técnica no funciona.
1.6.5. Organismo
1. Historia de aprendizaje
Cómo ha surgido o empezado el problema. Permite obtener información sobre la relación entre
determinadas variables y las conductas. El inicio del problema puede haberse dado por lo
siguiente:
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Condicionamiento clásico
El origen podría estar en una situación altamente traumática, aversiva o negativa. Por ejemplo,
haber sufrido un ataque de un perro y que, a raíz de esa situación, la persona asocie el estímulo
(perro) con una situación de peligro.
Podría suceder que la madre de la persona del ejemplo le haya transmitido verbalmente que
los perros son peligrosos y que no se acerque a ellos.
Es decir por observar a un modelo, en este caso, aunque la madre no diga nada, si cada vez
que ve un perro se aleja mostrando miedo, el hijo aprenderá a tenerles miedo.
Condicionamiento operante
Es decir, que ante la conducta haya una consecuencia (por ejemplo, si tras evitar al perro la
persona obtiene como refuerzo sentirse más segura).
2. Factores biológicos
Todas aquellas variables biológicas tanto anteriores como actuales que puedan estar
interfiriendo o incluso produciendo la situación problema. Estas hacen referencia a enfermedades,
traumatismos, lesiones, medicación actual, drogas, ejercicio y dietas regulares, patrón de sueño,
factores hereditarios, etc.
Aquellos aspectos más personales: estilo de vida, profesión, estado civil, edad, nivel cultural,
nacionalidad, etc. Ciertas variables sociodemográficas pueden ser un factor de riesgo para
ciertos problemas; por ejemplo, ser mujer es un factor de riesgo para tener un trastorno de
conducta alimentaria.
Aquella información relativa a los esquemas de una persona, los sesgos y creencias que posee,
cómo cree que funciona el mundo, el futuro, los demás, las creencias acerca de uno mismo,
atribuciones, expectativas, filosofía de vida, su forma de procesar e interpretar la información a
nivel cognitivo, etc.
6. Habilidades propias
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7. Habilidades de afrontamiento y de regulación
Son todas aquellas estrategias que las personas ponen en marcha frente a situaciones problema.
En ocasiones emplean estrategias como la respiración, las autoinstrucciones, la distracción, etc.
8. Refuerzos
Todo aquello que le resulta estimulante y que refuerza a la persona, es decir, gustos, aficiones…
Es importante tener en cuenta estos aspectos ya que, si a posteriori en la terapia necesitamos
introducir un control operante, para el diseño, podemos contar con estos.
9. Personas significativas
Por otra parte, es fundamental conocer si ha tenido tratamientos anteriores, cuántos ha tenido,
por qué han fallado, qué técnicas ha desarrollado en estas sesiones anteriores y por qué no le
fueron útiles. A menudo el hecho de que haya habido tratamientos anteriores nos puede hablar
de la cronicidad y/o recurrencia del problema. Si la experiencia previa no fue buena, puede ocurrir
el efecto de la profecía autocumplida porque las expectativas con la nueva terapia pueden ser
bajas.
5. El informe escrito puede ser rastro de conducta, puede ser utilizado como fuente de
medidas no contaminadas.
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Un informe ha de presentar tres características: ser un documento científico, servir de vehículo
de comunicación y ser útil. Para ello el informe debe ser contrastable, comprensible y útil. En este
sentido, tiene que contener: identificación del autor, objetivos, identificación del sujeto/s
evaluado y del remitente (si es el caso), técnicas aplicadas, procedimiento, resultados,
conclusiones y recomendaciones.
Sabías que:
Los informes conocidos como «Barnum» (en honor al empresario y financiero Phineas T.
Barnum) presentan aseveraciones aplicables fácilmente a la mayor parte de la gente.
Nota
Con respecto la organización del informe, diferentes autores han realizado propuestas.
Fernández-Ballesteros propone el siguiente formato:
2. Referencia y objetivos.
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Resumen
Mediante la evaluación podemos formular hipótesis, diseñar posibles explicaciones del caso,
hacer análisis descriptivos e incluso podemos predecir la evolución o comportamiento de las
variables implicadas en esta, entre otras aplicaciones. El matiz que adopte el proceso de
evaluación va a venir determinado por el modelo del que se parta. Dicho modelo determinará
las variables que se han de evaluar, el tipo de técnicas, los objetivos y el contexto, entre otras.
Destacan los siguientes modelos: atributo, dinámico, médico, conductual, cognitivo y
constructivista.
1. Recogida de información.
7. Valoración y seguimiento.
• Estímulos.
• Respuestas.
• Consecuencias.
• Contingencias.
• Organismo.
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Mapa de contenidos
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Recursos bibliográficos
Bibliografía básica
Moreno, C. (2005). Evaluación psicológica. Concepto, proceso y aplicación en las áreas del
desarrollo y de la inteligencia (2.ª ed.). Sanz y Torres.
Bibliografía complementaria
Otros recursos
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