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Guerrero

El Estado de Guerrero se localiza en la zona de


coordenadas meridional de la República Mexicana,
sobre el océano Pacífico y se ubica entre los 16º18´
y 18º48´ de latitud norte y los 98º03´ y 102º12´ de
longitud oeste. Limita al norte con los estados de
México (216 km) y Morelos (88 km), al noroeste con
el estado de Michoacán (424 km), al noreste con el
estado de Puebla (128 km), al este con el estado de
Oaxaca (241 km) y al sur con el mar Mexicano
(océano Pacífico) (500 km). Dentro de México
pertenece a la Zona Pacífico Sur. El estado tiene
una extensión de 63 794 km², es decir, el 3,2 % del
total del territorio nacional. Ocupa el decimocuarto
lugar en extensión territorial.
El estado de Guerrero es sumamente montañoso, tiene serranías, además de ser muy irregular por
sus sierras madres. Es atravesado por la Sierra Madre del Sur. El Eje Volcánico Transversal origina
las sierras de Sultepec y Taxco. Junto con Oaxaca, extiende su territorio por la llamada Depresión
Austral, y es recorrido por la sección sureste de la Sierra Madre del Sur. El Eje Volcánico
Transversal atraviesa parte de Guerrero, principalmente la Región Norte. Mientras que los bosques
de coníferas del Estado, son de los más grandes del país, un 14,8 % está en Guerrero.

Chichimilcos

Esta danza representa de una forma muy peculiar la manera como se realizó el sacrificio del último
emperador azteca, Cuauhtémoc. Se le conoce también con el nombre de Ahuiles, Ahuileros o Danza
del Ahorcado. Se escenifica el Martes de Carnaval.

Los indígenas utilizan un taparrabo, huaraches, penachos, un átlatl o macana y escudo. Los
españoles llevan pantaloncillo corto con jareta en la rodilla; camisa con olanes en la cintura, en las
mangas largas y en el cuello. Medias y botines, espada, barba y bigote. Llevan los teponaxtles y las
chirimías, que suenan detonando un profundo dolor, una paloma viva y papel en forma de granada
para depositar el ave.

Danza de los Diablos

La danza se halla integrada por 24 participantes, que se disponen en dos filas de 12; encabeza una
de las filas el Diablo Mayor, quien porta una quijada de burro, la que golpea de manera rítmica y
representa el castigo a la gula y al hurto. La otra fila la encabeza la Diabla, quien con una guitarra
lleva una tonadilla musical que es la que sirve de acompañamiento a la danza y representa el castigo
al vicio y a la lujuria. Y otro de los diablos lleva una cajita de madera que hace sonar también
rítmicamente y que significa el castigo de la avaricia, el orgullo y el dinero mal habido.

El vestuario de dicha danza se describe de la manera siguiente:


 Lucifer: su atuendo es igual al de los
demás miembros de la danza,
distinguiéndose sólo por la máscara,
que es más grande y terrorífica, y por
considerarse el demonio más poderoso.
Porta además espada al cinto y cetro.
 La Muerte: viste un traje negro,
entallado y pintado con rayas blancas,
las cuales simulan los huesos
descarnados. Su máscara representa a
la vez una calavera riéndose y porta una
guadaña.
 El Tiempo: se cubre con harapos que cuelgan de su cuerpo; su máscara es de tipo
antropomorfo, adornada con largas crines de caballo, las cuales cuelgan a manera de bigotes
y barba, portando asimismo su guadaña.
 El vestuario de los diablos se compone de calzoncillo corto y holgado, de tela de color
chillante, sujeto en las rodillas y cintura con jareta; camiseta con mangas largas y la falda
metida en el calzoncillo.
 Las máscaras representan las caras de animales cuadrúpedos, lo cual queda al gusto del
danzante; además usan gorro de tela de color en forma de cono largo, de cuyo vértice cuelga
una borla de estambre y éste es echado hacia atrás. Dicho gorro se complementa con un par
de cuernos, zapatos y medias.
 El vestuario de las diablas de dicha danza es variado en cuanto a color y estilo, sin perder el
modelo genérico de mucho brillo y colores encendidos, lucidor y vistoso, para enaltecer su
participación en la danza. Su máscara representa la cara de una mujer juvenil y contrasta
ésta con la de los diablos en su cornamenta. En la cabeza llevan una cabellera de ixtle pintada
en colores.
Espueleros.
Esta danza, por las características de su vestuario,
pone de manifiesto la representación de los hombres
del campo, en particular los que se dedican al
manejo del ganado vacuno. Con toda seguridad
surge en los ranchos y potreros de los grandes
señores, posiblemente represente al grupo de
trabajadores al servicio de los hacendados
extranjeros y comuneros. Sus asalariados o
trabajadores tenían la obligación de cuidar el ganado
vacuno de su hacienda.
Su sombrero es de palma, tal y como lo usan los
hombres del campo; sencillo y ancho, sin cubrir la cara (evitan la máscara). La camisa es de manta
amarilla y de mangas largas, con las faldas sueltas. Una reata de lazar terciada al pecho. Cuelga del
hombro izquierdo un machete de cinta envainado que todo campesino lleva consigo (por las dudas).
Sobre el calzón de manta amarilla de uso diario llevan puestas unas chaparreras de cuero o de
gamuza. Calzan zapatos, a los que van fijas unas espuelas que, al andar, producen tintineo de sus
rondanas.

Gachupines.

Los gachupines son adoptados por nuestra gente mestiza que desea ridiculizar a aquellos que se
han introducido en todos los cambios de su vida cotidiana. Los representan vistiendo saco y pantalón
de casimir negro, gorra o cachucha a la usanza española; se colocan una máscara con los rasgos
de la raza blanca; la mayoría lleva un cigarro prendido en la boca y en la mano un paliacate para
poder espantar los mosquitos existentes en estas tierras cálidas del sur (actualmente ya se ha
establecido como un adorno especial de la danza, que además les sirve para dar giros con sus
manos, cambiando el pañuelo de gran colorido al ritmo del suave violín que los acompaña durante
el desarrollo de evoluciones contrastadas). Junto a ellos, el huesquixtle (el chistoso), que juega con
la multitud observadora y distrae a los chiquillos que boquiabiertos gozan de las danzas de su pueblo
que se representan de tiempo en tiempo.

Maizos.

Se identifican por la forma de vestir de dos de los personajes centrales del conjunto de danzantes;
reciben el nombre de Maizo, uno, y de Salvador, el otro. Las señas inconfundibles de estos
personajes hacen que se les considere como los representantes innatos de los grandes señores
hacendados, poderosos económicamente hablando, dominadores de latifundios y rancherías, pero
amantes de la cacería, la cual realizan en sus ratos de placer y de ocio para dar muerte a los tigrillos
o a cualquier otro animal de estos montes.

Personajes de la danza: el Maizo, el Salvador y los huesquixtles (chistosos de la danza); el personaje


central de esta singular danza es el Tigre. Los cazadores (el Maizo y el Salvador), de manera
separada, se refugian tras seguro mampuesto para llevar a cabo la caza del tigre, ya que éste es un
animal peligroso que ataca al hombre.

Los Manueles.

Cohetes y cohetones acompañan a los ya famosos


Manueles, personajes chuscos y pintorescos que
nos llevan a recordar la leyenda del pueblo: Don
Manuel, el tradicional “gachupín”, aquel rico
hacendado y bodeguero que acaparaba la riqueza
de una comunidad determinada, es el hombre
poderoso y rico llegado de la Madre Patria a la
Nueva España, donde tiene encomendado a un
buen grupo de indígenas pobres y desventurados
que depende directamente de su mandato. Su
compañera, “la Vieja”, es una mujer adulta, blanca y
regordeta que satirizan los danzantes poniéndole un
gigantesco polizón que se mueve rítmicamente al
contoneo constante de sus anchas caderas, como un guitarrón desafinado.

Pescados.

Esta danza recibe el nombre de Pescados porque sus


integrantes llevan con ellos, terciados al hombro derecho,
una sarta de pescaditos de madera pintados de colores.

Con el modo de vestir, no cabe la menor duda de que


estos danzantes tratan de representar, hasta donde es
posible, a personas nativas de las dos costas
guerrerenses, expertas en esta fuente de trabajo
marítimo, a la vez que coadyuvan a fortalecer nuestras
costumbres y tradiciones regionales.

El número de componentes de esta danza es de 12 a 16, donde sobresale una mujer alta y gallarda
de raza negra, “la Pescada” y “el Lagarto”.
La indumentaria de esta danza es de lo más sencilla: un calzón corto de tela gruesa, rasgado y sucio;
camisa o playera de un solo color y desgastada por las aguas marinas. La mayoría danza descalza,
manifiestan así la humildad de los personajes en la vida real.

Tecuanes.

Esta danza se considera originaria de la región de


Tierra Caliente. Significa o representa a un señor
hacendado que paga a un grupo de sus
trabajadores para darle muerte al tigre, el cual le
ha causado bajas en su ganado. Así tenemos que
los peones del hacendado eran gentes de la
región que padecían el mal de pinto, por el cual se
les daba el nombre de Tecuán. En sí esta danza
es una representación dramática que se realiza a
base de diálogos.
El vestuario varía en correspondencia a los
personajes que en ella intervienen: el Pariente porta un bastón de madera con chintetes (especies
de lagartijas) del mismo material y una muñeca de trapo, su máscara es diferente; la Mechuda usa
un sombrero con crines de caballo; el Rastreador lleva consigo un animal (tejón, zorra, etc.) disecado;
el resto de los bailarines o danzantes usan máscaras de piel de burro con bigote de crín de caballo,
y el Zopilote viste un traje negro imitando al ave de rapiña.

Zopilotes.

Es una danza que se baila en la región de


la Montaña, predominantemente en Zitlala.
En esta danza se demuestra que se siguen
conservando las culturas autóctonas de
Mesoamérica; el grupo étnico que vive en
Zitlala es nahua coixca y la palabra zopilote
se deriva del idioma náhuatl; los aztecas lo
llamaron izopílotl; tzopi es la raíz de tzopiña,
que quiere decir picotea, tzotlson raíces de
la palabra tzocuitla, que en español quiere
decir colgar, por lo tanto izopílotl nos da a
conocer o en¬tender (de izopiña–tzocuitla)
en español “picotea la inmundicia”.
Portan faldones que simulan las alas; la máscara es un cono largo de color negro, hecho de palma
y con un gancho en la punta del pico. Se amarran la cabeza con un trapo color rojo o negro; visten
un calzón del mismo color hasta las rodillas, y los pies los cubren con un trapo blanco en forma de
medias.

Tlacololeros.

Danza típica del estado difundida en varios municipios:


Chichihualco, Chilpancingo, Tixtla, Chilapa, Zumpango y
Mochitlán, todos de la región Centro. Se encuentra difundida
también por los estados de Puebla y México, con variantes en
el vestuario, música y ejecución.
Danza agrícola, propiciadora de los buenos cultivos y dedicada a Tepeyollotli, el jaguar, corazón de
la montaña, dios de las cuevas de las tierras del sur. El tlacolol es la tierra de montaña baja donde
se cultiva.

Toro de petate.

Esta danza es una remembranza de los rancheros


que había por esta región y de las partidas de
ganado que salían a Centroamérica en el último
tercio de la época colonial. La danza alude a los
trabajos que requerían dichos envíos de ganado, así
como a los riesgos del camino y la consiguiente
alegría que daba a los vaqueros y campesinos de la
región de la Costa Chica; Igualapa, Cuajinicuilapa y
Ometepec, la ida y vuelta de aquellos arriesgados
hombres que emprendían el viaje.
Los personajes de esta danza son el Mayordomo, el Caporal y el Vaquero; otros participantes son el
Montador, el Toro y el Terrón. En total la danza aporta 20 personajes.

Moritas.

Las pequeñas danzantes se ven orgullosas con su atavío reluciente, con el satín brillante y los
chillantes colores que contrastan con las rosadas caritas de aquellas diminutas figuras que desean
ser los moros soñados.

Sus coronas son de latón amarillento, mostrando los símbolos de los astros, así como de la luna en
cuarto creciente. Mahoma, el gran profeta, es atacado y representado con una máscara grotesca y
un traje hecho de pedazos de tela; su arma solamente llega a ser un palo tosco y feo con el que
castiga a aquel que no cree en él, realiza evoluciones picarescas y chuscas, volviéndose el
hazmerreír de la gente.

Los machetes chispean en lo alto; la bravura se ve manifiesta al querer defender a su Dios.

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