RESPONSABILIDAD SOCIAL Y ÉTICA EMPRESARIAL: IMPORTANCIA EN

EL CONTEXTO MANUFACTURERO.

Ensayo.

Presentado por:
Javier Alejandro Díaz Pulido.
Ingeniería Industrial en Manufactura.

Abril de 2022.

1
 Contenido.

1. Introducción……………………………………………………………………….. 3

2. Desarrollo…………………………………………………………………….…… 6

2.1 Responsabilidad social empresarial………………………………….…… 6

2.2 Ética y ética empresarial………………………………………………..…... 9

2.3 El contexto manufacturero en México………………………………….… 12

2.4 La responsabilidad social y la ética empresarial en el contexto

manufacturero………………………………………………………….…… 15

3. Conclusiones…………………………………………………………………..…. 27

4. Referencias Bibliográficas…………………………………………………..…. 31

2
 Responsabilidad Social y Ética Empresarial: Importancia en el Contexto

manufacturero.

“La responsabilidad social y la ética empresarial empiezan en una compañía

competitiva y fuerte. Solo una empresa en buen estado puede mejorar y enriquecer

las vidas de las personas y sus comunidades”.

Jack Welch.

1. Introducción.

La finalidad de éste ensayo es la de generar un análisis reflexivo y crítico, mediante

el cual sea posible explicitar claramente la importancia del actuar ético y responsable

socialmente de las empresas en el contexto manufacturero.

La sociedad cambiante en la que vivimos, y las constantes luchas de poder en

las altas esferas, en el marco del capitalismo, han conducido a que en ocasiones el

ser humano deje de lado sus principios y valores, por diversas razones, entre ellas

la avaricia, la ambición y el deseo de figurar y ser alguien; por ello, es muy importante

que al conformarse una sociedad, empresa o negocio, se planteen y tengan claras

las metas, la misión, visión, objetivos y valores corporativos, que guiaran el trabajo a

realizar; estos, generalmente implican una contribución a la sociedad de alguna

manera; de esta forma se espera que cada acción que se realice dentro de la

empresa, sea emprendida con ética y represente un valor para la sociedad.

3
 La Responsabilidad Social Empresarial (RSE) es la contribución al desarrollo

humano sustentable y sostenible, a través del compromiso y la confianza de la

empresa hacia sus empleados y las familias de éstos, hacia la sociedad en general

y hacia la comunidad, en pos de mejorar el capital social y la calidad de vida de toda

la comunidad; este es un concepto que se ha “puesto de moda” últimamente, y ha

otorgado a diferentes empresas un reconocimiento o “estatus”, sin embargo, es

importante preguntarse qué implica realmente la responsabilidad social empresarial

y cómo esta es ejercida.

Por otro lado, la ética empresarial engloba una serie de valores, y principios

por los cuales se rige una empresa a la hora de llevar a cabo sus acciones y

actividades, es pues una parte indispensable, ya que involucra los principios éticos

por los cuales un negocio puede alcanzar un compromiso social. Es por esta razón

es que la ética y la responsabilidad social, deben reconocerse como un eje

fundamental a analizar en cualquier profesión, ya que este tipo de reflexiones,

generan un espectro en donde el profesional puede vislumbrar el impacto de cada

uno de sus actos en su contexto social, así mismo se considera que, particularmente

en estos momentos, la humanidad requiere que se tome consciencia respecto a

cómo la acción propia genera implicaciones especificas en su medio.

Entendido esto, podemos decir que cuando un empresario actúa de manera

correcta, con ética, valores y responsabilidad social, está contribuyendo al cambio

de paradigma social, instaurando nuevas formas de pensar y contribuyendo con ello

también a la consolidación de la paz, que tanto se necesita en nuestro país en estos

4
momentos; esto es relevante en la medida en que, de acuerdo con Duque et, al.

(2013), la actividad empresarial está íntimamente relacionada con el desarrollo

económico y social del país.

Definiendo lo anterior, surge la interrogante principal que guía el desarrollo de

este ensayo: ¿Cómo se comprende y aplica el concepto de responsabilidad social y

ética empresarial en el contexto manufacturero?, para dar respuesta a lo anterior

realizaremos diferentes análisis y revisaremos de manera crítica los conceptos de

responsabilidad social empresarial (RSE) y el de ética Empresarial, así como sus

implicaciones en el contexto manufacturero.

5
 2. Desarrollo

2.1 Responsabilidad social empresarial.

En el contexto actual podemos definir a la Responsabilidad Social Empresarial (RSE)

como la contribución activa y voluntaria de una organización al mejoramiento social,

económico y medio ambiental. Por lo tanto, la RSE tiene el objetivo de mejorar su

situación financiera en equilibrio con la sociedad y medio ambiente, este concepto

tiene diversas acepciones, dependiendo de quien lo utilice. Las más holísticas y

progresistas, hacen referencia a que una empresa es socialmente responsable

cuando en su proceso de toma de decisiones valora el impacto de sus acciones en

las comunidades, en los trabajadores y en el medio ambiente, e incorpora

efectivamente sus intereses en sus procesos y resultados.

Aguilera (2012) menciona dos conceptos fundamentales acerca de la

responsabilidad social empresarial, los cuales se mencionan a continuación:

1. La Responsabilidad Social Empresarial se define como el compromiso que

asumen las empresas hacia la sociedad en beneficio del desarrollo sostenible, es

decir, es el equilibrio entre el crecimiento económico y el bienestar social.

2. La Responsabilidad Social Empresarial es una decisión de carácter voluntario, la

empresa determina deliberadamente si asume o no ese compromiso. Una vez

asumida, la Responsabilidad Social Empresarial debe ir orientada coherentemente

6
con los principios de la empresa y con el cumplimiento integral de la visión que se ha

establecido tanto a nivel interno como a nivel externo; considerando las expectativas

de las partes interesadas, demostrando el respeto por los valores éticos, por la gente,

por las comunidades, por el medio ambiente, y contribuyendo, de esta manera, con

la construcción del bien común.

El objetivo principal de la responsabilidad social empresarial es que el impacto

positivo que causan estas prácticas en la sociedad se traduzca en una mayor

competitividad y sostenibilidad para las empresas. Así, ser responsable socialmente

generará automáticamente más productividad, puesto que una mejora en las

condiciones para los trabajadores optimizará también su eficacia, la RSE es también

una herramienta de ventajas en la calidad de sus trabajadores. Con ella se puede

crear lazos y lograr un buen clima laboral, cosa que es muy importante en la

producción. Si los empleados se sienten a gusto en su trabajo, los resultados serán

positivos.

Para la Organización Internacional del Trabajo (OIT), la responsabilidad social

de la empresa es el conjunto de acciones que toman en consideración las empresas,

para que sus actividades tengan repercusiones positivas sobre la sociedad y que

afirman los principios y valores por los que se rigen, tanto en sus propios métodos y

procesos internos, como en su relación con los demás actores. Por lo tanto, la

Responsabilidad Social Empresarial (RSE) es una iniciativa de carácter voluntario.

7
 Al paso de los años se le ha dado cada vez mayor importancia a la

responsabilidad social empresarial, esto debido a que es un factor que no

únicamente beneficia y fomenta el óptimo desarrollo de las empresas sino también

el de la sociedad.

La responsabilidad social empresarial a grandes rasgos se entiende como el

compromiso voluntario por parte de las empresas a fin de mejorar las condiciones

económicas y ambientales de la sociedad.

8
2.2 Ética y ética empresarial.

Para comenzar el desarrollo de este apartado resulta indispensable comprender a

qué se hace alusión con el termino ética, este puede comprenderse como la facultad

de saber vivir de forma correcta, desde el discernimiento de aquello que resulta

adecuado (Savater, 2003) por ello es vital que lo ético se comprenda más allá de un

saber muerto y que empiece a pensarse como aquella responsabilidad que esta

encarnada en cada ser, sobre sí mismo y sobre quienes lo rodean.

La ética empresarial es un tipo de ética profesional que analiza los principios

éticos y morales en el ámbito de los negocios, comprendiendo todos los aspectos de

la conducta de dichos negocios, y sabiendo la relevancia que poseen tanto a nivel

individual como colectivo dentro de una organización.

Es decir, la ética empresarial se encarga de las normas que rigen el

funcionamiento de la organización, tanto en las relaciones de los distintos miembros

entre sí, como en la de la organización con su entorno. Uno de los principales motivos

para implantar un sistema de valores éticos en la empresa es la de que nos sirva de

guía en la vida cotidiana de la compañía. Esto es, con la aplicación de un código

ético todos los miembros de la organización sabrán cómo comportarse en cada

momento, y las consecuencias de transgredir las normas de la misma. Si la ética

personal es indispensable para el desarrollo del ser humano en sociedad y se

fundamenta en los valores y principios que rigen la conducta, la ética empresarial es

igualmente importante ya que ayudará a fomentar la buena imagen de una empresa,

9
y todas las partes implicadas se verán recompensadas positivamente por la puesta

en práctica de esta.

Si profundizamos desde el punto de vista empresarial, la ética busca el modo

correcto de vivir así como el modo correcto de desarrollar la vida de la empresa.

Cuando una empresa se propone ser ética, trata de aplicar unos principios éticos a

la hora de tomar decisiones o realizar acciones concretas. Según los siguientes

autores, la ética empresarial consiste en:

 Para Adela Cortina, Catedrática de Ética de la Universidad de Valencia,

directora de la Fundación Ética de los Negocios y las Organizaciones (Étnor),

"el descubrimiento y la aplicación de los valores y normas compartidos por

una sociedad pluralista al ámbito peculiar de la empresa, lo cual requiere

entenderla según un modelo comunitario".

 Para la European Business Ethic NetWork (EBEN): "La ética de los negocios

es una reflexión sobre las prácticas de negocios en las que se implican las

normas y valores de los individuos, de las empresas y de la sociedad".

Analizando las ideas anteriores podemos decir que la ética empresarial es el

conjunto de valores, normas y principios reflejados en la cultura de la empresa, cuyo

objetivo es alcanzar una mayor armonía con la sociedad y permitir una mejor

adaptación de los trabajadores en el entorno laboral, respetando los derechos de los

mismos en su doble papel de empresarios y de personas.

10
 Por todo ello, es fundamental que toda empresa u organización cuente con ética,

pues es obvio que una empresa, que ofrece un buen producto por un precio ajustado,

hace participes a sus trabajadores de la marcha de la empresa, les retribuye con un

salario justo, añade valor a los accionistas, atiende a los proveedores y se preocupa

por su entorno natural y social, llegará muy lejos y permanecerá más tiempo en el

mercado y por supuesto que será un bien para la sociedad. Un ambiente de respeto

laboral contribuye a que el trabajo sea más eficiente. Las entidades que observan

una conducta ética en la mayoría de sus actividades y de verdad y transparencia en

sus datos financieros, disfrutan de una gran ventaja frente a la competencia:

credulidad y fidelidad pública y la confianza de la gran mayoría de sus trabajadores.

11
2.3 El contexto manufacturero en México.

La industria manufacturera es la actividad secundaria encargada de transformar la

materia prima en productos finales, listos para ser comercializados. Éste sector es

de suma importancia para el crecimiento económico y el desarrollo de un país y

abarca varios tipos de industrias desde el enlatado de alimentos hasta el ensamblaje

de aeronaves. En México, la industria de las manufacturas es uno de los pilares más

importantes de la economía,

En un contexto histórico en México, con el impulso a los tratados de libre

comercio, la disminución de aranceles a las importaciones, la disciplina fiscal y la

apreciación de la moneda, el gobierno mexicano dejó de tener política industrial. Lo

que ocasionó una apertura comercial desde mediados de los años ochenta bajo el

principio de que el libre comercio es el que debe determinar la reestructuración de la

industria manufacturera, y su inserción en el mercado internacional. El gobierno

mexicano, como la mayoría del resto de América Latina dejó de tener presencia

directa para incidir en los rumbos y características que debería tener la dinámica

manufacturera. Le dieron dicha tarea al mercado. Señala Rodrik (2008) que “la

mayoría de los países latinoamericanos renunciaron a la política industrial, como

parte de la reorientación de su estrategia económica”.

La reestructuración y diseminación de procesos productivos que se ha dado

por la apertura comercial y por el desempeño de las empresas transnacionales,

determinan en gran medida la inserción que cada país pasa a tener en el proceso de

12
globalización, en función de las ventajas comparativas que ofrecen los países. Ello

configura las características que asume la estructura productiva de los países, así

como en su dinámica económica.

Las empresas nacionales no cuentan con los niveles tecnológicos, ni con los

contactos comerciales para formar parte del engranaje del comercio internacional. El

crecimiento de las exportaciones está íntimamente relacionado a la inversión

extranjera directa. Las empresas ubicadas en México que participan en dicho

proceso, son las ‘maquiladoras’, que son empresas extranjeras que trabajan con

altos coeficientes de importación, y bajo valor agregado nacional. Las ventajas

comparativas que ofrece el país a las empresas transnacionales, son la baratura de

la mano de obra, así como del precio de ciertos recursos derivados del petróleo, y

además está la ventaja de localización, por ser vecino del principal mercado del

mundo.

México se ha especializado en la etapa de montaje de la cadena de

producción, la cual se caracteriza por procesos productivos intensivos en mano de

obra. Tales empresas no invierten en ciencia y tecnología internamente, y no pagan

impuestos, de ahí las altas importaciones, el alto coeficiente importado de las

exportaciones manufactureras, y el bajo efecto de derrame interno de tales

exportaciones.

La industria manufacturera de México está íntimamente relacionada a las

exportaciones, y a la dinámica manufacturera de Estados Unidos, dada la alta

13
integración con que operan ambas industrias, pero al tener un alto componente

importado, las exportaciones como la producción nacional, se configura un bajo

crecimiento de la industria manufacturera nacional.

En los últimos años, los cambios ocurridos en la estructura productiva

manufacturera mexicana, han ocurrido gracias al rompimiento de cadenas

productivas derivados de los efectos del gran crecimiento de importaciones que

propician la apertura comercial, y la apreciación cambiaria, como por el ingreso de

las empresas externa que vienen en busca de aprovechar ventajas comparativas

dentro de la red de encadenamientos de producción y comercio en que se insertan

tales empresas.

14
2.4 La responsabilidad social y la ética empresarial en el contexto

manufacturero.

En la actualidad un número creciente de empresas manufactureras perciben que la

responsabilidad social empresarial es un tema que no solo abarca lo social y

ambiental, sino que implica también el dialogo y la interacción con los diversos

públicos relacionados con la empresa para que estos actúen desde una perspectiva

más amplia y es necesaria que ese proceso pase a formar parte de sus estrategias

negocio y de su sistema de planeación interna.

Frente a las exigencias de un entorno globalizado las empresas en general,

no solo las dedicadas a los procesos de manufactura, deben realizar sus actividades

encaminadas a un desarrollo integral que involucra un compromiso con todos los

miembros que la conforman y con todos los individuos de una sociedad, creando

acciones diferenciadoras frente a su competencia y contribuyendo a la sostenibilidad

de la misma, para lo que han adaptado la Responsabilidad Social y a la ética

empresarial como un elemento clave para alcanzar dicho objetivo.

En los últimos años, el desarrollo en los negocios se ha extendido

continuamente impactando de manera directa en las finanzas y en las estrategias de

organización, por lo que algunas empresas han puesto especial atención en mejorar

la responsabilidad social y la ética empresarial en todos los niveles

(Ussahawanitchakit, 2005; Linnenluecke & Griffiths, 2010). Para lograrlo, es

importante que las empresas tengan la habilidad de resolver y protegerse de los

15
problemas que generalmente se presentan en las áreas funcionales mediante la

promoción interna de la responsabilidad social (Bibri, 2008; Ussahawanitchakit,

2005). En este sentido, la Responsabilidad Social (RS) y la ética empresarial están

íntimamente relacionadas con la competitividad (Weber, 2008) y a los objetivos que

se plantean las empresas en general, las cuales buscan lograr, entre otros

elementos, una mayor eficiencia en las operaciones internas, un mayor desarrollo de

productos, y el mejoramiento de la motivación entre los empleados y de los servicios

a los clientes

En las empresas manufactureras el factor competitividad es un punto clave en

su desarrollo como lo afirman (Porter & Kramer, 2006; Van de Ven & Jeurissen,

2005), por lo cual, la relación entre ética empresarial, responsabilidad social y la

Competitividad debe ser estrecha y eficiente para que elementos claves como las

finanzas, la actividad operativa y la relación personal permitan a las empresas tener

resultados atractivos acordes con las metas y valores corporativos propuestos. (Van

de Ven & Jeurissen, 2005).

En la actualidad son muchas las empresas que reconocen la importancia del

papel que tiene la sociedad y los beneficios que esto encierra, es por ello que las

empresas manufactureras no están ajenas a esta realidad, en razón de la relevancia

de su impacto social, el ambiente de trabajo organizativo, y el ambiente sistemático.

En este escenario, los valores morales intervienen de manera importante, puesto que

toda actividad empresarial es generada por las personas. Esto permite resaltar que

la ética empresarial y responsabilidad social han adquirido una trascendencia

16
significativa a nivel mundial al margen de las prácticas individuales que tengan las

organizaciones en general.

Para las empresas manufactureras la ética empresarial y la responsabilidad

social han permitido que se dé más sentido a la ideología, las políticas y los

ambientes sanos en este tipo de organizaciones, ya que al darle mayor enfoque a

estos elementos por parte de los gestores, estás empresas tendrán mayores

beneficios sociales debido a su aportación en puntos como el medio ambiente y por

ser parte integradora del aspecto social en donde se desarrollan.

La aportación de las empresas manufactureras a la sociedad debe estar

enfocada en promover el crecimiento económico, aumentar el empleo, promover la

mejora tecnológica, fomentar la armonía interna entre los empleados y establecer

estrategias para mantener la estabilidad dentro de la empresa.

En el marco de la Responsabilidad Social y la ética empresarial es importante

que, por parte de los trabajadores en general, su contribución a la empresa, como lo

refiere Avram & Kühne (2008), permita que se tenga un desarrollo de impacto y mejor

índice de competitividad. Para ello, se requiere más compromiso con la organización,

contribuir al desarrollo económico social, ser promotor de aspectos como el medio

ambiente y una ética profesional, así como personal, además de respetar la parte

legal así como social, va a permitir que se cumplan estos objetivos tanto personales

como empresariales con mayor facilidad, es importante resaltar que los empleados,

al ser socialmente responsables como empresa, generan resultados que se ven

17
reflejados en diversos aspectos necesarios en el control operativo de las empresas

como, por ejemplo, trabajar en óptimas condiciones los equipos mecánicos que

normalmente la empresa manufacturera tiene.

La empresa manufacturera, pues, necesita no sólo una infraestructura y

procesos sólidos, la estabilidad financiera o una buena aceptación por parte de los

inversionistas, sino que requiere básicamente que la empresa tenga claro lo que

significa la responsabilidad social y la ética empresarial y que su personal este

fuertemente comprometido con las políticas y la visión de la empresa. De lo contrario,

la empresa tendrá serios riesgos de mantenerse con vida o al menos en la mente de

los clientes cada vez más exigentes con la seguridad y calidad de los productos que

desean adquirir.

Las empresas manufactureras de hoy en día requieren integrar estrategias

que le permitirán ser más competitivas y generar la suficiente confianza en los

clientes. Para esto, es conveniente trabajar de cerca en la relación de los directivos

con el personal en general con la finalidad de generar conciencia plena de lo

importante que es la responsabilidad social y la ética empresarial a lo interno de la

organización y a lo externo con la relación social en todos los sentidos. Para ello, las

organizaciones deben establecer programas y mecanismos que detonen el

desarrollo sustentable, el ambiente social, más seguridad para el personal en el

sentido de estabilidad laboral y seguridad en el sentido de contar con procesos

productivos confiables, seguros y flexibles donde su administración permita controlar

los procesos sin problemas productivos. Esto implica, dar más formalidad y atención

18
a la capacitación, tener una mejor relación con las políticas públicas, tener cercanía

con la relación social e implementar constantemente estrategias que permitan a la

organización en general ser más confiable y competitiva.

La industria manufacturera es uno de los sectores más importantes y un motor

de crecimiento que admite la acumulación de capital y la generación de rendimientos

crecientes, por lo cual ha sido el centro de debates y controversias.

En la actualidad, la manufactura continúa siendo el área en que se concentran

gran parte de los esfuerzos tecnológicos y las innovaciones, por lo que, en las

cadenas productivas complejas en las que se enuncian sectores primarios,

industriales y de servicios, los esfuerzos tecnológicos radican fundamentalmente en

los eslabones manufactureros. A pesar de las limitaciones, la manufactura puede

desempeñar funciones muy importantes en la economía. Sin embargo, tener una

mayor apertura, y un buen crecimiento económico, no debe ser considerado como

un fin en sí mismo sino simplemente como un medio para reducir la pobreza y

aumentar el desarrollo humano.

Las empresas pertenecientes al sector manufacturero producen muchos de

los productos esenciales para la vida diaria, por lo que los gobiernos también

desempeñan un papel importante, por lo tanto, el cumplimiento de reglamentos en el

área de manufactura es un reto importante.

19
 Aplicando lo anteriormente expuesto al ámbito de las empresas

manufactureras entenderemos, en un primer acercamiento, a la responsabilidad

social y la ética empresarial como: “la integración voluntaria, por parte de las

organizaciones, de las preocupaciones sociales y morales en sus operaciones

comerciales y en las relaciones con sus interlocutores”; por lo tanto se puede decir

que: “la responsabilidad social y la ética empresarial suponen que la empresa, en el

ejercicio de su función, ha de tomar conciencia de los efectos reales totales de sus

acciones sobre el entorno social, internalizando unas pautas de comportamiento que

representan una actitud más positiva en la consideración de los valores e intereses

sociales.

La responsabilidad social y la ética empresarial de la industria manufacturera

está estrechamente relacionada con las acciones sociales, económicas y

medioambientales que implementen, las cuales permiten a las organizaciones tanto

la mejora de la calidad de vida de las personas, como de la mejora de la

sustentabilidad medioambiental a través de la generación de productos que sean

más amigables con el medioambiente, ya que de acuerdo con Hofstra y Hui Singh

(2014), la mejora del medioambiente debe ser uno de los principales objetivos y

metas de toda organización, así como el cuidado de la sustentabilidad a través del

desarrollo de actividades de innovación, las cuales tienen una relación muy estrecha

con las actividades ecológicas, sociales y económicas que adopten e implementen

las distintas empresas manufactureras.

20
 Toda actividad innovadora que se ponga en práctica en cualquier organización

debe estar orientada a mejorar significativamente no solamente sus capacidades

dinámicas, sino también sus actividades del desarrollo sustentable, lo cual permitirá

a las distintas empresas manufactureras, reducir sus impactos medioambientales y

mejorar su nivel de rendimiento sustentable; además, de acuerdo con Peng y Liu

(2016) y Gurtner y Soyez (2016), la mejora de la conciencia de la gestión

medioambiental por parte de los gerentes de las empresas manufactureras, tendrá

un impacto positivo en las diversas actividades de innovación, por lo cual el nivel de

conciencia medioambiental que tengan los gerentes será de gran importancia

cuando las organizaciones deciden implementar las diversas prácticas

medioambientales en los proyectos industriales ecológicos.

Integrar la responsabilidad social y la ética empresarial a la industria

manufacturera implica un reto muy grande, el cual puede convertirse en una

oportunidad para generar una participación equitativa de valor a nivel de

organización; examinando sus responsabilidades organizacionales para actuar local

y globalmente sobre los ecosistemas de manera sostenible, generando procesos

económico y sociales, asumiendo la idea de que la empresa es parte de la sociedad

y se debe a ella más allá de cumplir con sus obligaciones con sus grupos de interés

(Quinche, 2017). Es decir, las empresas de manufactura podrían implementar

modelos de gestión social donde se pueden incluir los principios de responsabilidad

social y generar una función significativa para extender las fronteras de acción hacia

la mejora social, ambiental y económica; como lo señalaron Porter y Kramer (2006):

que la empresa sea durable económicamente y al mismo tiempo socialmente

21
incluyente. Por ello la importancia de que la industria de manufactura se encuentre

en contacto directo con la sociedad y participe de manera activa en la innovación del

sector, tomando en cuenta la responsabilidad social, al identificar las oportunidades

y riesgos a partir del compromiso ético que se tiene con la misma colectividad, el

cuidado ambiental, así como también mejorar la calidad de vida de los empleados y

crear un beneficio económico a partir de una mejor administración de los recursos

orientados al bien común.

La Responsabilidad social y la ética empresarial se han convertido en áreas

de estudio común en las escuelas de negocios en el mundo entero, cuyo propósito

es lograr que sus egresados los cuales serán los gerentes del mañana, no adquieran

una capacitación fundamentada solo en la maximización de utilidades. Las

exigencias de cada vez más personas, gobiernos, organizaciones no

gubernamentales y de los mismos mercados, están forzando una transformación

hacia una mayor conciencia de las empresas acerca de la importancia de la ética,

los valores, así como, de su responsabilidad social con todos sus grupos de interés.

A este respecto, no escapa la forma de gerenciar empresas manufactureras,

ya que por la magnitud de los empleados que estas detentan, así como, el impacto

que estas generan en los demás grupos de interés tales como: consumidores,

proveedores, comunidades vecinas, gobiernos, medio ambiente entre otros,

deberían tener más en consideración llevar a cabo una gestión ética y socialmente

responsable a los efectos de reforzar la reputación corporativa de las empresas y

sus marcas en el mercado.

22
 Dentro del sector manufacturero, cada vez que se engaña al cliente, cada

industria que afecte el medio ambiente o cada descalabro en las sociedades,

actualmente están demandando una transformación en los modelos de gestión

empresarial. No todas las organizaciones actúan de forma ética y responsable, sin

embargo, es evidente que aquellas que lo hagan están en mejor posición además de

más preparadas para triunfar a largo plazo, trascender, es decir, dejar un legado de

bienestar colectivo a la sociedad, generando altos niveles de reputación corporativa,

posicionándose de manera sostenible en el mercado.

De esta misma forma, los retos para el logro de la integración de la ética a la

gestión de las organizaciones, especialmente en la industria manufacturera son

numerosos, para hacer que la misma no sea más que un mero discurso o una

estrategia de mercadeo, en un ambiente de mayor exigencia de ese valor, es

necesario la existencia de mayor voluntad por parte de la directiva de las

organizaciones, así como de todos sus miembros.

Ahora bien, las organizaciones al estar constituidas por personas configuran

un entramado social, su existencia entonces se ve legitimada desde el punto de vista

ético siempre que estén al servicio de la persona, garantizando así su legitimidad al

estar enmarcada en principios los cuales rigen el orden social y en último término,

en aquello que constituye la razón de ser de la sociedad, así como de sus

instituciones, el bien común.

23
 Al respecto, según Barragán y Col. (2004), el principal objetivo de la ética en

las organizaciones, es el de preservar el escenario, que en este caso es el mercado,

para un juego social limpio, entendiendo por tal aquel en donde existe un sistema de

incentivos que no genera en los actores tendencias a desertar del juego, o transgredir

sus reglas.

En este sentido, en el terreno empresarial el escenario para el juego es el

mercado, entendido este como el espacio en el que se producen los intercambios

entre todos los factores de la producción, si se quiere que dicho escenario sirva

realmente para un juego limpio, las organizaciones manufactureras deberían diseñar

un tejido de normas y valores compartidos que genere las condiciones necesarias

para el desarrollo de la ética entre todos los actores involucrados, fomentando así,

el bien común en el mercado y en la sociedad.

Una gestión ética está constituida por todos aquellos mecanismos o

herramientas prácticas las cuales permiten evaluar todas las estrategias de

responsabilidad social ética de las organizaciones tanto en el ámbito interno como

en el externo, a los efectos de favorecer a los grupos de interés de manera tal que

estos lleguen a valorar positivamente a la organización. Es así como, dada la

proliferación en el ámbito internacional de instrumentos de gestión ética, corresponde

entonces a cada organización decidir cómo gestionar las actividades que hacen

referencia al desarrollo de sus miembros y su cooperación al bien común de la

sociedad en la cual se desenvuelven dichas empresas manufactureras.

24
 En este sentido, como se ha podido observar, el gran desafío que se presenta

en estos tiempos, es la articulación integrada de la ética y la empresa a través de

un sistema de gestión organizacional donde la organización sea el núcleo de

reflexión permanente que elabore códigos de ética e incorpore el trabajo en valores

en todas las áreas de las empresas manufactureras, procurando siempre el

mejoramiento continuo desde adentro hacia afuera.

Para eso, va a ser necesario tener una organización que permita el trabajo en

equipo para la toma de decisiones éticas, donde la realidad pueda ser abordada

desde los enfoques cultural, técnico, gerencial y educativo regidos siempre por el

enfoque ético. Esto con el objeto de permitir una dinámica reflexiva que vaya

en función del mejoramiento de las prácticas organizacionales que generen

bienestar hacia todos los relacionados o grupos de interés, el cual podría ser

monitoreado por un oficial de ética o gerente de asuntos éticos, a través de

auditorías éticas.

Ante este reto, la industria manufacturera no escapa a esta realidad, a pesarde

ser una industria cuyo propósito es la innovación, desarrollo ycomercialización de

productos que están en función de satisfacer las necesidades fundamentales de los

seres humanos, ha sido señalada de prácticas poco cónsonas con la ética; la cual

este importante sector de la economía debería demostrar en sus prácticas

empresariales cotidianas, razónpor la cual se percibe la necesidad de capacitar en

aspectos éticos a los empleados y gerentes de dichas organizaciones.

25
 Por tanto, se torna de vital importancia que las empresas manufactureras para

responder ante las demandas de millones de personas, así como, para garantizar

su permanencia en el mercado, por intermedio de una sólidareputación corporativa;

es menester se encamine hacia el desarrollo e incorporación de sistemas de gestión

ética en los procesos organizacionales administrativos, de producción y

comercialización.

En consecuencia, tal industria incrementaría sus niveles tanto de reputación

corporativa, así como, de competitividad en los mercados, demostrando que si es

cónsona una conducta ética, responsable, fundada en valores, orientada al bien

común de sus empleados, clientes, proveedores, sociedad, gobierno y demás

grupos de interés, con la rentabilidad de los negocios, es decir que la ética no

está reñida ni con la competitividad, ni con la rentabilidad, por lo una empresa puede

ser ética en su conducta y a su vezrentable con todas las características de una

empresa de alto nivel encaminada a la excelencia.

26
 3. Conclusiones.

El presente análisis nos permite concluir que cada día se hace más necesario

implantar una visión respecto a la ética y la responsabilidad social empresarial como

pilares fundamentales de la práctica empresarial, en donde los profesionales sean

conscientes de lo anterior y se conviertan en constructores cotidianos de ética y

responsabilidad social; lo anterior, resulta de importancia imprescindible, pues

desde nuestra profesión, se pueden desprender grandes cambios de paradigmas a

nivel social y transformar a su vez el país.

Dentro de las actividades demandas actualmente en el ámbito empresarial

se encuentran las relacionadas con la Responsabilidad Social y la ética

Empresarial, viendo a estas, no solamente como una posibilidad de mostrar un

imagen positiva a la sociedad, si no que incluyen estrategias que involucran a todos

colaboradores y que deberán aportar y generar valor, conformando una ventaja

competitiva o diferencia dentro de las empresas del mismo sector, por lo que se

puede decir, que es una función que involucra la gestión para la sostenibilidad de

los aspectos económicos, sociales y medioambientales independientemente del

tamaño de la misma.

En el ámbito de las empresas manufactureras podemos señalar que el

tamaño de estas no incluye en la aplicación de prácticas de responsabilidad social

en sus dimensiones social, económica y medio ambiental, por lo que se puede

27
concluir, que las funciones de la Responsabilidad Social y la ética empresarial,

deberán estar implícitas en todas las actividades de las empresas manufactureras

sin importar su tamaño y buscar un equilibro en las dimensiones que la conforman,

con una observancia obligatoria e involucrándola en las actividades operativas para

que se logre una diferenciación y posicionamiento de las empresas, afrontando las

demandas actuales de un mercado global.

Las iniciativas socialmente responsables cobran protagonismo en la nueva

era de la globalización, esto se debe a causa de varios factores entre ellos se

encuentran: problemáticas de la sociedad, desigualdad, mejora en la reputación de

las empresas, daños irreversibles al ecosistema y sobre todo, problemas en el

ámbito económico de las empresas.

Así pues, la ética se convierte en un compromiso de todos y para todos; es

por esto que esta profesión y todas en general, no pueden hacerse ciegas ante esta

realidad y deben emprender acciones en pro de favorecer la misma, convocando a

todos los entes implicados y haciendo un llamamiento desde la academia, y desde

la sociedad como tal, a formar profesionales y personas integrales.

De acuerdo con Bowen (1953, citado en Duque et. Al, 2013), todas las

acciones tomadas por los empresarios impactan en la sociedad, por lo que la RSE

hace referencia a las obligaciones de los empresarios de aplicar políticas y tomar

decisiones según líneas de acción que sean deseables para la sociedad y para el

28
desarrollo de sus valores. De esta manera, las organizaciones deben garantizar la

implementación de políticas, programas, estrategias, y acciones en pro de la

sociedad como un acto de responsabilidad y ética.

A modo de reflexión personal se puede decir que la ética en el contexto

organizacional debe ir encaminada desde un actuar personal, pues en la medida en

que se revise y controle la acción individual, esta tendrá un eco en la acción global.

Muchas veces se observa que las dinámicas y relaciones de la empresa, son reflejo

de los directivos. Es por esto que el líder organizacional tiene una gran

responsabilidad en ser coherente con lo que propone y lo que ejecuta en su

actividad cotidiana pues su ética va a estar en juego en todo momento.

La ética entonces puede ser vista desde la acción más simple dentro de la

cadena de funcionamiento de la organización, hasta la actividad más compleja y

externa. La reflexión suscitada a través de lo expuesto en el presente ensayo se

basa en que el individuo tiene la responsabilidad de ser consciente de sus actos y

de los impactos que estos generan en los contextos en los que se desarrolla. Así

mismo, tiene la obligación moral de denunciar las faltas de ética que evidencia en

su entorno, pues ese posiblemente sea un problema silencioso que ataca a nuestra

cultura y es la falta de compromiso con lo social y lo colectivo, lo que lleva a la

indiferencia y la ignorancia de lo que sucede en el país que podría ser denunciado

pero que se evita por proteger intereses personales, lo cual es también una falta a

la ética.

29
 Finalmente, se considera relevante que se amplíen las investigaciones

respecto a estos temas de forma que se establezcan bases cada vez más sólidas

para tanto para las nuevas empresas como para las existentes, a través de un

reconocimiento de la importancia de la práctica ética y responsable de las mismas.

30
 4. Referencias Bibliográficas.

Artículo “Responsabilidad Social Empresarial: Teorías, índices, estándares y

certificaciones”. YV Duque Orozco, 2013. Universidad del Valle de México.

PDF “Crecimiento empresarial basado en la Responsabilidad Social”. A. Aguilera

Castro, 2012.

“El valor de elegir” Fernando Savater, 2003.

Fundación Ética de los Negocios y las Organizaciones (Étnor).

Organización “European Business Ethic NetWork” (EBEN).

Los retos de la economía externa: Importaciones, exportaciones, inversión

extranjera, tasa de interés, tipo de cambio. Rodrick 2008.

Artículo “Efectos del comercio electrónico en la estrategia y el rendimiento del

marketing de exportación: un análisis empírico de las empresas tailandesas”,
Ussahawanitchakit - Review of Business Research, 2005.

Artículo “Sostenibilidad corporativa y cultura organizacional”. MK Linnenluecke, A

Griffiths - Revista de negocios mundiales, 2010.

PDF “Triple resultado final y sostenibilidad: una revisión de la literatura”, Bibri

2008.

PDF “Estrategia y sociedad”, M Porter, M Kramer - Harvard Revisión de negocios,

2006.

31
Artículo “Competir responsablemente”, B Van de Ven, R Jeurissen, Business
Ethics Quarterly, 2005, Universidad de Cambridge.

Artículo “Implementación de un comportamiento empresarial responsable desde

una perspectiva de gestión estratégica: desarrollo de un marco para las PYME,
DO Avram, S Kühne - Revista de ética empresarial, 2008 – Springer.

PDF “Cómo atrapar a la generación Y: identificar consumidores de innovaciones

ecológicas entre los jóvenes”, S Gurtner, K Soyez - Previsión tecnológica y cambio
social, 2016 – Elsevier.

Artículo “Una mirada crítica a las teorías predominantes de la responsabilidad

social corporativa”, QUINCHE MARTÍN - Revista Facultad de Ciencias
Económicas, 2017.

32