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Efectos en la pandemia

El Fondo Monetario Internacional expuso que, como resultado de la pandemia, proyecta


que la economía mundial tenga una contracción de 4.9 % en 2020, cifra que es peor a
la registrada en 2008-2009 durante la crisis financiera.

No obstante, la entidad internacional señaló que la actividad económica en el mundo


crecería 5.4 % en 2021, si la pandemia se disipa en el segundo semestre de este año y
las medidas de contención pueden ser replegadas gradualmente.

El Periódico de la USAC conversó con varios expertos en materia económica y social,


con el fin de presentar el panorama en el que actualmente nos encontramos y hacia
dónde vamos.

Para el analista Edgar Gutiérrez, director de la Fundación Derechos Económicos,


Sociales y Culturales (DESC), la economía se contraerá este año. “La última estimación
del Banco Mundial es una caída del 3 %, que contrasta con el Banco de Guatemala,
quien indica que la contracción será del 0.5 %. Es más ajustada a la realidad la
estimación que hace el Banco Mundial”.

Asegura que hay muchas cosas más en qué preocuparse, como la baja de la demanda
interna, porque el desempleo va a crecer. La estimación es que unas 300 mil personas
del sector formal perderán las plazas de trabajo e incrementará la economía informal,
que actualmente es el 70 % de la fuerza laboral. Para fin de año, esa proporción podría
subir al 80 %.

Para el analista socioeconómico Edgar Balsells, del Instituto de Problemas Nacionales


de la Universidad de San Carlos de Guatemala (IPNUSAC), estamos en una situación
preocupante de crecimiento económico. “Por ejemplo, en México, el indicador que mide
la tasa de crecimiento es el PIB; tendrá una caída de -7 u 8 %; normalmente, el
crecimiento en el mundo era de un 3 o 4 %. China aumentará en una tasa más alta: 6
%, pero ahora crecerá en un 1 %”.
Lo anterior quiere decir que el consumo se está contrayendo, hay empresas muy
afectadas. El tema más preocupante con esos indicadores son las tasas de desempleo,
las cuales son altas. En Estados Unidos la tasa de desempleo era del 2 o 3 % al año.
Ahora la baja es del 10 o 14 %, citó.

Efectos Negativos de la pandemia

La pandemia derivada de la COVID-19 es mucho más que una crisis de salud, pues
afecta a las sociedades y economías, y su impacto está incrementando los niveles de
pobreza y desigualdad.

En este contexto de necesidad mundial, el Secretario General de las Naciones Unidas


hizo un llamado a la acción global en el mes de marzo que se tradujo en su
informe “Responsabilidad Compartida, Solidaridad Global para responder a los
impactos socioeconómicos de la COVID19”, sobre la base de 3 pilares: 1) abordar la
emergencia sanitaria; 2) centrarse en el impacto social y la respuesta económica; y, 3)
apoyar a los países en la recuperación. Posteriormente, sobre la base de un esfuerzo
inter-agencial del Sistema de Desarrollo de las Naciones Unidas (UNDS, por sus siglas
en inglés) a nivel de sedes, se preparó y presentó el “Marco de Naciones Unidas para la
Respuesta Socioeconómica Inmediata”  el cual operativiza la visión del Secretario
General y se constituye en la hoja de ruta para los Equipos de País de Naciones Unidas
-a ser aplicado en 162 países- para estructurar la respuesta del Sistema de las
Naciones Unidas (SNU) ante la pandemia.

A partir del llamado del Secretario General, la publicación del Marco de Naciones
Unidas para la Respuesta Socioeconómica y, fundamentalmente, los devastadores
efectos sobre Guatemala, el Equipo País del SNU acordó la preparación de un Plan de
Respuesta sobre la base de los efectos e impactos socioeconómicos identificados de la
pandemia en Guatemala.
La identificación de los efectos e impactos socioeconómicos que se plasman en este
documento se desarrolló a partir de los 5 ejes interconectados entre sí que conforman
el Marco para la Respuesta Socioeconómica del SNU: 1) salud primero: proteger los
sistemas y servicios sanitarios durante la crisis; 2) proteger a las personas: protección
social y servicios básicos; 3) respuesta económica y recuperación: proteger el empleo,
a las pequeñas y medianas empresas, y a los/as trabajadores/as del sector informal; 4)
respuesta macroeconómica y cooperación multilateral y; 5) Cohesión social y resiliencia
comunitaria. Asimismo, en el análisis se incorporan temas transversales como el
respecto a los derechos humanos, la sostenibilidad ambiental y la igualdad de género,
bajo las premisas de no dejar a nadie atrás y reconstruir para mejor (“ Build Back
Better”), priorizando a los grupos más vulnerables.

El Equipo País del SNU en Guatemala trabajó bajo el liderazgo de la Oficina de la


Coordinadora Residente del Sistema de las Naciones Unidas (OCR) y con la
coordinación técnica del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). El
trabajo realizado para el contenido del documento representó la colaboración de 19
agencias, fondos y programas tanto residentes como no residentes del SNU.

El documento de trabajo presenta una mirada a más de 100 días de implementadas las
medidas de contención del virus en Guatemala, pero todavía sin tener un horizonte
claro respecto al curso que tome la pandemia o la reapertura gradual de la economía y
la llegada de la denominada “nueva normalidad”. En este contexto, la identificación de
los efectos e impactos socioeconómicos, así como recomendaciones para abordarlos
de parte del SNU, será una tarea periódica, por cuanto estamos ante un evento en
desarrollo. Así, el contenido del documento de trabajo será actualizado periódicamente,
a medida que los efectos se materializan y más información se hace disponible.

Resiliencia del personal educativo en la pandemia

El viernes 31 se realizó el conversatorio ‘Educación de los pueblos indígenas en la


nueva normalidad’, en la que participó Francisca Domingo, participante de nuestro
Diplomado en Liderazgo y Colaboración en 2019. Francisca es originaria de San
Ildefonso Ixtahuacán, Huehuetenango, y es fundadora y miembro activa el Consejo
Consultivo Regional de Educación Bilingüe Intercultural (CCR EBI).
‘En esta charla, se abordaron los desafíos que enfrentan los pueblos indígenas de
mantener la educación tradicional en el contexto de la pandemia. Aun cuando la
pandemia no afectó el día a día de los adultos quiénes siguen trabajando del campo
para conseguir su sustento, sí representa un desafío enorme para la educación de los
más chicos. Se buscó ver la educación desde la nueva normalidad, como los jóvenes la
asumen como tal’. El conversatorio reunió a distintos líderes de comunidades que
expusieron las dificultades y desafíos que enfrentan los pueblos originarios con la
irrupción de la pandemia en Guatemala.
Sobre su experiencia con ALG, Francisca nos cuenta que ‘ALG ha sido y es una
alternancia para los liderazgos y su formación puesto que primero nos enseñan a
conocernos a nosotros mismos desde dentro. Si yo me empiezo a encontrar a mí
misma sé para donde voy a liderar. Ha fomentado mi determinación para alcanzar
metas, nos enseñan a vivir en comunidad.
ALG no es una institución ni organización más, trasciende lo teórico, desde el ‘yo sé’,
pero nadie mira cómo son los participantes. Hay una consistencia de acompañamiento
para sentirnos en comunidad y familia y sentimos que estamos en un espacio seguro
donde podemos transmitir todo tipo de sentimiento, y desde ahí vencemos obstáculos y
alcanzamos metas’.

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