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Análisis de los efectos e impactos socieconómicos COVID-19 en Guatemala

La pandemia derivada de la COVID-19 es mucho más que una crisis de salud,


pues afecta a las sociedades y economías, y su impacto está incrementando los
niveles de pobreza y desigualdad. 
En este contexto de necesidad mundial, el Secretario General de las Naciones
Unidas hizo un llamado a la acción global en el mes de marzo que se tradujo en su
informe “Responsabilidad Compartida, Solidaridad Global para responder a
los impactos socioeconómicos de la COVID19”, sobre la base de 3 pilares: 1)
abordar la emergencia sanitaria; 2) centrarse en el impacto social y la respuesta
económica; y, 3) apoyar a los países en la recuperación. Posteriormente, sobre la
base de un esfuerzo inter-agencial del Sistema de Desarrollo de las Naciones
Unidas (UNDS, por sus siglas en inglés) a nivel de sedes, se preparó y presentó
el “Marco de Naciones Unidas para la Respuesta Socioeconómica
Inmediata”  el cual operativiza la visión del Secretario General y se constituye en
la hoja de ruta para los Equipos de País de Naciones Unidas -a ser aplicado en
162 países- para estructurar la respuesta del Sistema de las Naciones Unidas
(SNU) ante la pandemia.
A partir del llamado del Secretario General, la publicación del Marco de Naciones
Unidas para la Respuesta Socioeconómica y, fundamentalmente, los
devastadores efectos sobre Guatemala, el Equipo País del SNU acordó la
preparación de un Plan de Respuesta sobre la base de los efectos e impactos
socioeconómicos identificados de la pandemia en Guatemala.
La identificación de los efectos e impactos socioeconómicos que se plasman en
este documento se desarrolló a partir de los 5 ejes interconectados entre sí que
conforman el Marco para la Respuesta Socioeconómica del SNU: 1) salud
primero: proteger los sistemas y servicios sanitarios durante la crisis; 2) proteger a
las personas: protección social y servicios básicos; 3) respuesta económica y
recuperación: proteger el empleo, a las pequeñas y medianas empresas, y a
los/as trabajadores/as del sector informal; 4) respuesta macroeconómica y
cooperación multilateral y; 5) Cohesión social y resiliencia comunitaria. Asimismo,
en el análisis se incorporan temas transversales como el respecto a los derechos
humanos, la sostenibilidad ambiental y la igualdad de género, bajo las premisas de
no dejar a nadie atrás y reconstruir para mejor (“Build Back Better”), priorizando a
los grupos más vulnerables.
El Equipo País del SNU en Guatemala trabajó bajo el liderazgo de la Oficina de la
Coordinadora Residente del Sistema de las Naciones Unidas (OCR) y con la
coordinación técnica del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo
(PNUD). El trabajo realizado para el contenido del documento representó la
colaboración de 19 agencias, fondos y programas tanto residentes como no
residentes del SNU.
El documento de trabajo presenta una mirada a más de 100 días de
implementadas las medidas de contención del virus en Guatemala, pero todavía
sin tener un horizonte claro respecto al curso que tome la pandemia o la
reapertura gradual de la economía y la llegada de la denominada “nueva
normalidad.” En este contexto, la identificación de los efectos e impactos
socioeconómicos, así como recomendaciones para abordarlos de parte del SNU,
será una tarea periódica, por cuanto estamos ante un evento en desarrollo. Así, el
contenido del documento de trabajo será actualizado periódicamente, a medida
que los efectos se materializan y más información se hace disponible.
COVID-19: la pandemia
La humanidad necesita liderazgo y
solidaridad para vencer a COVID-19
 
La pandemia de coronavirus COVID-19 es la crisis de salud global que define
nuestro tiempo y el mayor desafío que hemos enfrentado desde la Segunda
Guerra Mundial. Desde que su aparición en Asia a finales del año pasado, el virus
ha llegado a cada continente, excepto a la Antártida. Los casos aumentan a diario
en África, las Américas, y Europa.

Los países se encuentran en una carrera contra la propagación de la enfermedad,


haciendo pruebas y dando tratamiento a los pacientes, rastreando los que tuvieron
contacto, limitando los viajes, poniendo en cuarentena a los ciudadanos y
cancelando grandes reuniones como los eventos deportivos, los conciertos y las
escuelas.
La pandemia se está moviendo como una ola, una que aún puede romper sobre
los sistemas y las personas menos capaces de hacerle frente.
Pero COVID-19 es mucho más que una crisis de salud. Al poner a prueba a cada
uno de los países que toca, la enfermedad por COVID-19 tiene el potencial de
crear crisis sociales, económicas y políticas devastadoras que dejarán profundas
cicatrices.
Estamos en territorio desconocido. Muchas de nuestras comunidades están
irreconocibles, desde hace incluso una semana. Decenas de las ciudades más
grandes del mundo se encuentran desiertas porque las personas se quedan
adentro, ya sea por elección o por orden del gobierno. En todo el mundo, las
tiendas, teatros, restaurantes y bares están cerrando.
Cada día, las personas pierden sus trabajos e ingresos, sin forma de saber
cuándo volverá a la normalidad. Las pequeñas naciones insulares, que dependen
del turismo, tienen hoteles vacíos y playas desiertas.
La Organización Internacional del Trabajo estima que se podrían perder 25
millones de empleos.
Respuesta del PNUD
Cada país necesita actuar de inmediato para prepararse, responder y recuperarse.
El sistema de la ONU apoyará a los países en cada etapa, con un enfoque en los
más vulnerables.
Basándonos en nuestra experiencia con otros brotes como los de Ébola, VIH,
SARS, tuberculosis y malaria, así como en nuestra larga historia de trabajo con el
sector público y privado, el PNUD ayudará a los países a responder con urgencia
y eficacia a COVID-19 como parte de su misión de erradicar la pobreza, reducir las
desigualdades y crear resiliencia ante la crisis.
“Ya estamos trabajando arduamente, junto a nuestra familia de la ONU y
otros socios, en tres prioridades inmediatas: apoyar la respuesta de salud,
incluida la adquisición y el suministro de productos de salud esenciales,
bajo el liderazgo de la OMS, fortalecer el manejo y la respuesta a la crisis y
abordar los impactos sociales y económicos críticos".Administrador del
PNUD, Achim Steiner
 Hemos estado apoyando a los países desde las primeras etapas de esta crisis,
donando más de dos millones de máscaras quirúrgicas y proporcionando equipos
médicos de soporte vital como máquinas de rayos X, termómetros infrarrojos,
bombas de infusión, trajes protectores, guantes y desinfectante para manos.
En China, lanzamos una campaña en las redes sociales para difundir información
sobre COVID-19 entre las comunidades vulnerables, como las personas mayores
y otras personas desfavorecidas, en 40 idiomas hablados por minorías.
Ceremonia de entrega en el recinto de la ONU en Beijing para la donación de
suministros médicos al Gobierno de China. Foto: PNUD China. 
En Líbano, estamos apoyando al gobierno mientras desarrolla un Plan de Gestión
de Riesgo de Desastres. Y en Viet Nam estamos trabajando con el gobierno para
comunicarnos con las minorías étnicas y las personas con discapacidad, con un
enfoque en las áreas rurales en la frontera de China.
En conjunto con WhatsApp, la OMS y UNICEF, hemos creado un centro de
información que brindará atención médica en tiempo real a miles de millones en
todo el mundo.

Nos hemos asociado con AMV, una de las agencias de publicidad más grandes
del mundo, y el actor, escritor y comediante Stephen Fry para la campaña Tweet
Zero, que destaca las acciones simples que pueden mantenerte a salvo, como
lavarse las manos con frecuencia, quedarse en casa cuando se está enfermo y no
tocarse la cara.
Requerirá que toda la sociedad limite la propagación de la enfermedad de COVID-
19 y amortigüe el impacto potencialmente devastador que puede tener en las
personas y las economías vulnerables.
Debemos reconstruir la confianza y la cooperación, dentro y entre las naciones, y
entre las personas y sus gobiernos.
El apoyo del PNUD también ayudará a garantizar que las respuestas de los países
individuales sean integrales, equitativas e inclusivas, de modo que nadie quede
excluido y los países puedan continuar progresando en el logro de los Objetivos
de Desarrollo Sostenible.
Mientras hacemos esto, también debemos considerar formas de prevenir una que
una pandemia similar vuelva a ocurrir. A largo plazo, el PNUD buscará formas de
ayudar a los países a prevenir y gestionar mejor tales crisis y garantizar que el
mundo haga pleno uso de lo que aprenderemos de esta.
Una respuesta global en este momento es una inversión en nuestro futuro.

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