Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Un trastorno alimenticio es un enfoque puesto en los alimentos y el peso corporal, que hace
que una persona llegue a los extremos cuando se trata de alimentarse. Tres de los trastornos
alimenticios más comunes son el trastorno por atracón, la bulimia y la anorexia.
No es inusual que los adolescentes cambien los hábitos alimenticios de vez en cuando. Algunos
adolescentes experimentan con un estilo de alimentación diferente (por ejemplo, una dieta
vegetariana) o siguen una dieta para perder peso. Ocasionalmente pueden saltarse una
comida. A menudo, estos cambios pasan rápidamente. Observe cuidadosamente el
comportamiento y los patrones de alimentación de su hijo adolescente. Esto lo ayudará a
detectar la diferencia entre una dieta ocasional y un trastorno alimenticio.
Hay muchos signos y síntomas diferentes de los trastornos alimenticio. A veces son obvios,
pero no siempre. A menudo, una persona hará un gran esfuerzo para ocultar un trastorno
alimenticio. A continuación se enumeran algunos signos y síntomas del trastorno por atracón,
bulimia y anorexia. Si nota alguno de estos signos y síntomas en su hijo adolescente, hable con
su médico. Le puede ayudar a evaluar los síntomas específicos de su hijo adolescente y
recomendarle la mejor manera de ayudarlo.
Una persona que como en atracones regularmente (al menos una vez a la semana, durante 3
meses) consume grandes cantidades de alimentos en un corto período de tiempo
(denominado atracón) con falta de control. Las personas que tienen un trastorno por atracón a
menudo se avergüenzan por la cantidad de alimentos que comen. Pueden esconder comida
para llevar a cabo atracones en privado. Las personas que sufren este trastorno, a menudo
intentan hacer dieta sin éxito o prometen dejar de comer tanto. Sienten que no pueden
controlar la necesidad de seguir comiendo grandes cantidades de alimentos. Como resultado,
podrían tener sobrepeso u obesidad.
Ocultar comida.
Comer a solas.
Comer de manera normal durante las comidas, y luego comer grandes cantidades de alimentos
cuando no hay otros cerca.
Aumento de peso.
Condiciones de salud asociadas con el sobrepeso y la obesidad, tales como:
Enfermedad cardíaca.
Diabetes.
Presión arterial alta.
Colesterol alto.
Problemas estomacales.
Bulimia
Las personas que tienen bulimia comen mucha comida a la vez (atracones). Luego vomitan o
usan laxantes para eliminar la comida del cuerpo (llamado purga). Después de un atracón, una
persona que tiene bulimia puede ayunar (no comer por un período de tiempo). O pueden
hacer ejercicio en exceso para evitar aumentar de peso. Las personas que tienen bulimia
también pueden usar diuréticos, laxantes o pastillas para adelgazar para “controlar” el peso. A
menudo intentan ocultar los atracones y purgas. Podrían esconder comida para darse
atracones. Las personas que tienen bulimia generalmente están cerca del peso normal, pero el
peso podría subir y bajar.
Síntomas de bulimia
Comer a escondidas
Esconder envases vacíos de comida
Saltarse comidas o comer porciones pequeñas
Evitar comer cerca de otros
Vomitar después de comer
Usar diuréticos o laxantes
Ayunar (no comer por un período de tiempo)
Hacer ejercicio excesivo
Riesgos para la salud producto de la bulimia
AUMENTO DE PESO
PROBLEMAS ESTOMACALES
PROBLEMAS CARDÍACOS
PROBLEMAS RENALES
Problemas dentales
Anorexia
Las personas que tienen anorexia están obsesionadas con ser delgadas. No quieren comer y
tienen miedo de subir de peso. Es posible que se preocupen constantemente por la cantidad
de calorías que ingieren o por la cantidad de grasa que contiene la comida. Para perder peso,
pueden tomar pastillas para adelgazar, laxantes o diuréticos. Pueden hacer demasiado
ejercicio. Las personas que tienen anorexia generalmente piensan que son gordas aunque sean
muy delgadas. Pueden adelgazar tanto que parecen estar enfermas.
Síntomas de anorexia
Crear “rituales de comida” (por ejemplo, masticar cada bocado un cierto número de veces).
problemas de concentración.
problemas estomacales
problemas cardíacos
problemas renales
osteoporosis.
piel y cabello secos.
debilidad.
Muerte, en casos graves
El camino hacia una mejor salud es alimentar el alma con relatos positivos
Si su hijo tiene un trastorno alimenticio, cuanto antes haga algo, mejor será. Al obtener ayuda
a tiempo, su hijo adolescente puede prevenir los riesgos para la salud asociados con los
trastornos alimenticios.
a
Además, es muy importante asegurarse de que su hijo adolescente se sienta amado y apoyado
por sus familiares y amigos durante el tratamiento de un trastorno alimenticio. Sentirse seguro
y aceptado puede ayudar a formar una base sólida para que su hijo adolescente pueda
comenzar a aprender hábitos nuevos y más saludables.
Probablemente será difícil hablar con su hijo adolescente sobre sus preocupaciones de que
tenga un trastorno alimenticio. Esté preparado. Su hijo adolescente probablemente negará
que tiene un problema.
Hágale saber a su hijo que la conversación no es opcional. Establezca un momento para hablar
con su hijo adolescente e inicie la conversación de manera cariñosa y gentil. Evite acusaciones
o juicios, pero sea persistente al expresar sus preocupaciones. Hable en oraciones con “Yo”
como sujeto (por ejemplo, “Yo estoy preocupado por ti”). Evite las declaraciones del tipo que
comienzan con “Tú” (por ejemplo, “Tú estás escondiendo comida”).
A menudo, ayuda simplemente hacerle saber a su hijo que usted está allí para ayudarlo y
apoyarlo. Tenga en cuenta que su hijo adolescente enfrenta muchos cambios y presiones
sociales. Su papel principal podría ser escuchar.
Estos son algunos consejos para ayudar a su hijo a desarrollar una actitud saludable hacia la
comida y el ejercicio físico:
Brinde el mejor ejemplo posible con sus propios hábitos para una alimentación saludable y
ejercicio físico.
Muéstrele a su hijo que acepta su propio cuerpo. No se queje por su propio peso, ni se
refiera a usted mismo como gordo.
Muestre aceptación por las diferentes formas y tamaños del cuerpo. No critique el
peso o la apariencia física de otras personas.
Enséñele a su hijo que los medios de comunicación no son la vida real. Los medios
muestran solo modelos delgados y personas “perfectas”, cuando las personas reales
vienen en todas las formas y tamaños.
Hable sobre los beneficios de la actividad física para mantenerse sano y fuerte, y no para
perder peso.
Los hábitos alimenticios se desarrollan muy temprano en la vida. Quizás incluso entre las
edades de 12 a 24 meses. Los padres pueden influir en cómo los niños ven la comida. Por eso
es tan importante establecer buenos hábitos alimenticios temprano en la vida