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Mientras caminaba por una concurrida calle citadina, un campesino tomó del brazo a su amigo,
criado en la ciudad, exclamando: ¡Escucha el canto del grillo!
El hombre de la ciudad no escuchó nada hasta que su amigo lo llevó hacia una grieta en la fachada
de un edificio donde un grillo pregonaba su presencia sin que fuera escuchado por las multitudes que
pasaban.
¿Cómo puedes escuchar un sonido tan débil en medio de todo este ruido?, preguntó asombrado el
hombre de la ciudad.
¡Observa!, replicó su amigo mientras dejaba caer una moneda sobre la acera. Una docena de personas
se volvieron a escuchar el tenue sonido de la moneda. ¡Depende de las cosas en las que te han
enseñado a interesarte!"
(de Adamson Hoebel)
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Pero al drama no lo constituyen las dos puntas del mismo sendero que todos
caminamos. Se inicia, en realidad, al expandirse el telón de la existencia que va
madurando con aplausos o con indiferencias del público y que finaliza cuando
alguien cierra suavemente el telón de nuestros ojos que, en ese viaje de la vida,
miraron lo de afuera o lo de adentro de la gente y de uno mismo.
Por supuesto, nadie quiere que el telón se cierre! Por eso la humanidad, las
personas de aquí y de allá, tanto Herodes como Jesús, Buda y Mahoma, Atahualpa
y Pizarro, Cortés o Moctezuma, Rosas y Catriel, Gardel o Evita..., incluso usted y
yo..., en el fragor del drama personal que siempre se trasunta en lo social,
inventamos y creímos o creemos en un cielo, Nirvana, Waj Mapu, Pacha, Ivy marä
ey (la tierra sin mal) o el Kandire de los guaraníes. ¡Son sabios los hombres creando
estas mitologías que calman nuestra angustia existencial y nuestro cansancio de
caminar sin saber adónde! Es la sabiduría de cada persona y de cada pueblo que
van quedando en el sendero pero que deberíamos respetar más allá de las
apariencias, de algún tipo de poder o fascinación foránea interviniente y de
estrategias que, explícita e veladamente, disimulan u ocultan lo real que nos
permitiría construir lo original, diferente y propio a luz de experiencias genuinas, de
paradigmas de la humanidad milenaria de nuestro continente Abya yala, mal
llamado por extraños "América", por un invasor desconocido, hasta hoy.
Una barbaridad!... pero asumida, sin embargo, como el gran obsequio que Europa
nos hizo y hace en estos últimos dos siglos!
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Desde entonces, concretamente en la Argentina, por ejemplo, se habla mucho y
siempre de un cambio sustancial del Estado que busque el bienestar equitativo de
todos. También se proclama a cuatro vientos la necesidad de una reforma educativa
para los habitantes del Estado a remozar. Pero ¿qué cambio? ¿Qué reforma? ¿De
qué y para que? En todos los casos, hasta ahora, solo se han modificado fachadas,
aspectos de la metodología, algunas estructuras y, a lo sumo, ciertas formulaciones
de planes y contenidos... para que todo siga igual, en la misma senda que nos
trazaron los innombrables visitantes de allende el mar a partir de 1492.
Cierto complejo incubado durante cinco siglos por profundas influencias de una
filosofía y un sistema educativo foráneos, trasplantados y, en las últimas décadas,
impuestos por los medios masivos de comunicación que aparecen en la sociedad
como protagonistas excluyentes, nos hace sentir decadentes y trasnochados al
intentar bucear nuestros valores humanos, culturales y filosóficos propios de este
continente milenario. Paradigmas y valores contrapuestos, en algún sentido, a los
slogans del imperio económico tecnológico euroasiático occidental: (Tener, comprar,
adquirir, acopiar... para ser felices! Quizá nada de esto sea en sí mismo negativo,
pero su avalancha incontrolable opaca al extremo las aspiraciones más profundas
del hombre a las que parecería necesario renunciar si pretendemos sobrevivir.
Viene a mi memoria aquel memorable párrafo del entonces joven científico Charles
Darwin a su paso por el extremo sur argentino en el que compara la cultura y el
pensamiento de los pueblos nativos preexistentes de Abya yala con los de Europa y,
como podía ser de otro modo, los descalifica despectivamente mostran
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do así la hilacha centenaria de su soberbia del primer mundo a pesar de que el, en
aquel momento, era considerado todavía un científico modesto: "Son los hombres
más desgraciados del mundo (se refiere a Selk'nam, Yámana y Alakaluf de Tierra
del Fuego)... (a causa) de la perfecta igualdad que reina entre los individuos.
Actualmente, si se le da a uno de ellos una pieza de tela, la desgarra en pedazos y
cada cual tiene su parte. Nadie puede ser más rico que su vecino... Parece
imposible que el estado político de Tierra del Fuego pueda mejorar en tanto no surja
un jefe cualquiera, provisto de un poder suficiente... Por otro lado es difícil que surja
un jefe mientras esos pueblos no adquieran la idea de propiedad, que les permitiría
manifestar superioridad y acrecentar el poder. (Embarcado en el "Beagle" en una
"misión" inglesa. 1833)
Carwin, Charles Diario de viaje de un naturalista alrededor del manila Editorial Aleph 200c En la Web
www.elaleph.com
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impunes que se asientan en una base o plataforma poblacional cada día más
numerosa, pasiva y funcional a sus intereses? Enorme plataforma humana llevada a
consumir lo novedoso o de moda, duradero u obsoleto. Plataforma necesaria para
los amos de la gran industria y los medios de comunicación que se instalan sobre
nuestra silenciada capacidad de pensar y la poca o mucha de comprar y consumir.
Base humana enriquecida de "cosas" por el consumo compulsivo que, además,
dictan mensajes subliminales que disimulan o destruyen la solidaridad, el asombro,
la creatividad, autoevaluación y autogestión posibles.
¿Para qué sumergirse en la filosofía y en los valores humanos propios de Abya yala,
expresivos de su compleja realidad cristalizada a lo largo de miles de años, si a
cualquier costo se la sigue masacrando o tapando? Es un por qué y para que
difíciles de explicar, pero vale la pena intentarlo sin pretensiones.
Millones de jóvenes y adultos van quedando lentamente cau tivos de pantallas que
reemplazan nuestras propias fantasías, nuestra propia cultura e historia y la pasión
por crear solidaria mente, emprender proyectos en común, distraerse y celebrar en
el marco de fiestas colectivas con sabor a nuestras, como se hizo, aunque se lo
disimula, en nuestro continente durante milenios. Cautivos y desubicados ante la
fascinante y admirable tecnología (admirable porque en definitiva es creación
humana) que se apropia del planeta-como lo hizo Europa con Abya yala, por ellos
llamada América- entre los siglos XV al XVIII gracias, precisamente, a su tecnología
diferente y más desarrollada en algunos aspectos, sumado a ello, justo es
reconocerlo, "otros" intereses y muchas "ayuditas de orden ideológico, religioso,
económico y virósico con que devastaron la población del continente.
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de que los Medios de Comunicación en especial la TV, Internet y, dentro de ella,
Google y otros instalados en la sociedad como "piedra filosofal" en todos los
hogares-nos sumerjan-salvo honrosas excepciones en la fantasía agresiva, en la
pasividad que paraliza y en el individualismo que envejece, disgrega, quiebra o
desdibuja, al menos por el momento, valores irrenunciables del Homo como tal en
sociedad. Valores que jóvenes y adolescentes, aunque los transgredan
circunstancialmente y en el aprendizaje -en general por causas contextuales-,
esperan reconocerlos encarnados en los adultos. Me refiero a valores como libertad,
responsabilidad, creatividad, asumir riesgos, transparencia, solidaridad dignidad,
respeto a sí mismos, a los semejantes y a la naturaleza...
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presencia histórica del hombre en Abya yala (América) con algunas referencias
específicas a la Argentina y de su significación en el contexto social y educativo al
que estamos acostumbrados en todo el continente. Esta óptica y el análisis de
ciertos conceptos considerados sagrados por el imaginario colectivo y el sistema
educativo-im puestos paulatinamente en el continente desde el siglo XV-involucran
severas críticas al contenido y métodos de la enseñanza tradicional y, seguramente,
a las convicciones del lector. Sin em
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ción de lo característico de las culturas nativas de nuestro territorio Dos objetivos de
trabajo que nos permitan trascender la clásica imagen de culturas marginales,
primitivas o de "pobrecitos indios que suele brindar la literatura especializada, la
historia oficial, leyes, textos escolares y todas las instituciones benéficas y
protectoras públicas o privadas, tanto civiles como religiosas.
Entenderemos por nuestro territorios la actual división política, sin desconocer que al momento de la irrupción
europea la regionalización de las naciones y cultura era totalmente otra que por otra parte, en gran medida sigue
vigente pero absolutamente negada por el sistema educativo y políticas.
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Ensayos especializados, programas y textos oficiales u oficiosos, suele ser
recortada medularmente y desgajada de su contexto natural en el tiempo y en el
espacio que comprende nuestro actual territorio, tanto continental como argentino.
Este fenómeno-casi único en la historia de la humanidad se produjo en la hoy, y
todavía, llamada América, primero en forma compulsiva y cruel (siglos XV y XVIII)
luego metódica y sutilmente (XVIII al XXI) por una acción en abanico que aún tiene
vigencia. En tal sentido es justo reconocer que durante el siglo XX y lo que llevamos
del XXI ha disminuido significativamente la presión y control ideológico desde que
cobraron relevancia y difusión las investigaciones histórico-antropológicas y
arqueológicas en torno a la fecunda y muy prolongada etapa anterior al casual,
impactante y traumático arribo europeo.
Por móviles específicos, unos confesos (búsqueda de nuevas rutas hacia riquezas,
incorporación a estados europeos de cuánta tierra encontraran no gobernadas por
príncipe cristiano y, al poco tiempo de arribar, también evangelización), otros
implicites (expoliación sistemática mediante la utilización de los nativos y africanos
como fuerza bruta en beneficio exclusivo de Europa), se intentó negar o, al menos,
tapar el devenir milenario de fecundos y variadisimos logros culturales de aquella
humanidad ingresada al continente y al territorio hoy argentino alrededor de 40.000
y 20.000 años antes de ahora respectivamente.
Existen varias hipótesis acerca del ingreso aparición del hombre en Abya yala y en la Argentina Todas cuentan
con indicios importantes pero relativos en cuanto a que en el futuro se harán, sin duda, nuevos descubrimientos
de vestigios arqueológicos La hipótesis predominante no excluyente de otras) es que grupos de cazadores en
aquel tiempo el hombre prácticamente no podía vivir otra modalidad cultural o estratégica habrían ingresado al
continente hace no menos de 40.000 años y no más de 80.000 por el Estrecho de Bering en la época de las
glaciaciones. Posteriormente y en diversas regiones habrían arriba de por vía marítima desde Oceanía, África y
Europa En cualquiera de estas hipótesis, o en nuevas por aparecer, debe destacarse quirel Hame saps
moderna-es decir hombre como nosotros inició la historia de este contraste en aquel lejano ingreso
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cartera con astucia y decisión mesiánica desplazaron el origen y el devenir
histórico-cultural de la humanidad de este continente hacia otro el "viejo" mundo, lo
llaman supuestamente "superior" al nuestro, curvando así el eje natural de la historia
humana local Mecanismo, éste, habitual en todo invasor compulsivo y alborotado,
como sucedió con los luso-ibéricos respecto de la mal llamada "América", pero que
ni siquiera los bárbaros -según denominación de su propia historiografía-llegaron a
ese extremo cuando invadieron partes de Europa.
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de una difusión territorial fabulosa ni cosmovisiones, mitos, y representaciones
rituales, tampoco arte, tecnología, organización social política y familiar, menos aún
música, juegos, sentimientos, amor... Es decir, para los europeos "aquí no había
hombres sino antropoides, seres tirando todavía a monos, auténticos primitivos.
bestias o salvajes parecidos a los humanos, según adjetivaron en sus escritos
posteriores aquellos invasores de "almas", riquezas y territorios ajenos. Pero, eso sí,
todo en nombre de su dios y de su civilización! (Todavía la mayoría no advierte esta
enorme confabulación!
Para los textos escolares, ensayos históricos (aún los de van guardia) y programas
curriculares solidamente estructurados desde la visión eurocéntrica del invasor,
TODO, aunque no se lo exprese de ese modo, habria comenzado con la llegada de
aquellos tres insignificantes barquitos arribados por casualidad a una isla de Las
Bahamas que, ya en ese instante y sin ellos imaginarlo, por taban el germen de la
destrucción, del genocidio y culturicidio más extenso, duradero y perverso que se
haya consumado hasta ahora en la humanidad. Lo cual, obviamente, no disminuye
la responsabilidad de horrorosas acciones de alcance masivo cometidas en Europa
y otros continentes y en todos los tiempos. Curiosamente, mientras las invasiones y
genocidios perpetrados en Europa son considerados por ellos mismos como lo que
fueron, al consumado en Abya yala se lo sigue asumiendo como "gesta heroica" en
el ámbito oficial y en gran parte de la población.
Es cierto que con la ciencia y tecnología bélica moderna del "primer" mundo se
llevaron a cabo guerras y genocidios de magnitud-en especial los dos últimos
conflictos del siglo XX llamados eufemísticamente "mundiales" porque se peleaban
entre poderosos-específicamente, por ejemplo, en Hiroshima y Nagasaki o más
recientemente en Vietnam, Irak, en Siria, Palestina y otros, pero estos son apenas la
sombra del accionar tenaz, envolvente y devastador realizado, primero por España,
el catolicismo y Portugal y luego por toda Europa durante más de 300 años. Sólo en
el siglo XVI asesinaron y esclavizaron a muchos millones de
4 Paul Ront registra 122 familias lingüísticas Walter Krickeberg, 1as y más de 1.000 idiomas L Pericot, 176
Powell, 29 solo en América del norte Thomas Y Swanton, 2 en América Central y Chamberlain 84 en América
del sur
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nativos de África y Abya yala cuyo único delito fue defender su territorio, cultura y
estilo de vida, tanto como lo hubiera hecho cualquiera de nosotros y los mismos
invasores.
Aquel irónico dicho popular de que los europeos "vinieron a hacerse la américa"
-ahora son los poderosos países del primer mundo, las corporaciones y empresas
transnacionales y los bancos-lamentablemente es una realidad desde aquel nefasto
12 de octubre de 1492. No había sucedido en el pasado a pesar de que otras
naciones desembarcaron en estas tierras dejando algunos rastros culturales.
de", para que no quede esta evidencia como mera teoría o folklore. Se trata de
descorrer el denso velo que disimula la curvatura de su eje histórico. Un trabajo
científico, en gran medida artesanal. Metódico y paciente de todos los habitantes del
continente, no solo de los académicos y docentes. Trabajo, por cierto, que no
consiste prioritariamente en "hablar más del pasado y de los indios", sino de
enderezar epistemológicamente el eje del devenir de los humanos desde su ingreso
a Abya yala hasta tomar conciencia de que la
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Juan Just Rough
irrupción fortuita de los europeos, jamás deseada por los habitantes nativos, fue, es
y será "invasión", aunque nos duela por causa de la perversión epistémica que nos
inoculó el invasor para que la naturalicemos en nuestras conciencias. Si lo
hacemos, el asombro y entusiasmo se multiplicarán fortaleciéndose nuestra
Identidad con relación al pasado, presente y el incierto futuro.
El devenir humano de nuestro enorme territorio existió tanto como en los demás
continentes aunque los invasores hayan destruido u ocultado muchas (todas no
pudieron) evidencias histórico-culturales con el propósito, consciente o inconsciente,
según el caso, de satisfacer sus apetencias y expectativas materiales y simbólicas.
Por análisis epistemológico" entiendo aquí el análisis crítico de los principios teórica
mente universales o aplicables a todo grupo humano) y paradigmas con que se cons
truye la historia de un sector de la humanidad, en este caso de la población de Abya
yala (América) desde que aparece actuando en nuestro continente, hasta qué punto se
puede o se debe validar una determinada mirada y el relato de una propuesta historio
erifica como la que concretaron los cronistas de la invasión europea y sus comenta
Artistas posteriores hasta el presente.
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Me encantaría que entre el lector ocasional y el autor de estas concep páginas se
transparentara y convivieramos en un sencillo que, de no asumirse, en la primera
bifurcación de nuestra búsqueda podríamos involuntariamente equivocar la senda y,
en lugar de dar pasos adelante, retroceder al statu quo que nos amordaza desde
hace más de 5 siglos. Ser conscientes, usted y yo, de que la solución a la distorsión
impuesta a la historia del devenir humano de Abya yala no consiste en hablar más
de "los indios" de antes y de ahora (cuestión cuantitativa y anecdótica); y que
tampoco se trata de volver al pasado reproduciendo sistemas sociales, de creencias
o técnicas de producción, si bien en muchos aspectos podemos aprender de los
antiguos habitantes-tal como hacen los europeos con sus griegos, celtas o romanos
(no sólo de técnicas sino, sobre todo, de su sabiduría milenaria)-, en especial en lo
que se refiere a respeto y solidaridad entre todos los miembros de la especie y hacia
el entorno al que pertenecemos y es fuente de vida para todos, sin distinción de
ninguna naturaleza. Que nuestra mirada y senda correcta es aceptar "toda nuestra
historia", desde Bering en adelante, con sus claroscuros, con sus lagunas e
interrogantes y con un solo eje: la humanidad continental. Conocer y asumir todo el
patrimonio cultural que, en la medida en que lo conocemos e incorporamos "como
nuestro", refuerza nuestra identidad frente a nosotros mismos y el mundo, sin
dicotomías estratégicas inventadas por un invasor inescrupuloso.
Para el nativo de las altas montañas andinas donde florecieron maravillosas culturas
-tiwanaku, atacama, huarpe, diaguita, pehuenche, inca, chibcha, etcétera-"el pasado
está frente a nosotros y el futuro a nuestras espaldas porque, dicen, al pasado lo
podemos mirar y al futuro todavía lo desconocemos". Sabiduría que nos manifiesta
la madurez y profundidad del hombre y de la cultura de esta tierra, de "nuestra
cultura.
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mundo, en realidad, la mayor parte del planeta, no sabemos adónde nos conduce.
Más aún, creo que ni sus mismos creadores saben adónde conduce, pero no por
eso podemos negarla.
Tecnología de punta sencilla y eficaz para aquellos días en que una mujer emana de
los canales fueguinos. perseguida por caras y terratenientes, teje su prenda en un
telar simple y eficaz que hace junge con su atuendo de piel de guanaco Matices de
muita historia republicana considerada sin embargo, como salvaje y enemiga!
Bandeja subyacente que terminas de hacer
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