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como práctica común a nivel mundial, se hace uso de plaguicidas, y la preocupación sobre
el impacto de estas sustancias en cuanto a la salud humana aumenta. Si bien es cierto que
estos agentes químicos han traído beneficios para el sector agrícola, existen evidencias que
relacionan el creciente padecimiento de enfermedades crónicas, como diferentes tipos de
cáncer o diabetes, con la exposición directa e indirecta a estos agrotóxicos. Se han tomado
medidas internacionales en cuanto a la cantidad de residuos de plaguicidas presentes en los
alimentos, además de la introducción de leyes y estándares para el correcto uso de
plaguicidas, con el fin de disminuir sus efectos dañinos con relación a la salud humana, por
el reporte de incidencia de intoxicaciones agudas en agricultores y usuarios de estas
sustancias. Panamá, como productor del sector agro, presenta un alto consumo de estas
sustancias, especialmente del ingrediente activo glifosato, últimamente causante de
controversia a nivel mundial por evidencias que lo desestiman de su categoría de no peligro
agudo, otorgado por la OMS. La repercusión en el ambiente ha sido factor determinante
para encontrar soluciones que respeten la utilización de los recursos naturales, sin disminuir
la producción y mantener el control de las pestes. Para lograrlo, se introducen alternativas
al uso de agroquímicos y métodos de conservación naturales, como la agricultura orgánica
y el manejo integrado de plagas.
La historia del uso de los plaguicidas, en la agricultura, como protección de los cultivos
data del año 2500 AC. Se utilizó azufre por primera vez, en Sumeria, alrededor de 4500
años atrás. Para el siglo XV, metales pesados como arsénico, mercurio y plomo eran
utilizados en el control de pestes. En el inicio del siglo XIX, se utilizaba, principalmente,
aceites esenciales, jabones y emulsiones de queroseno. En el año 1874, el químico alemán
Otto Ziedler, sintetiza por primera vez el diclorodifenil tricloroetano, comúnmente
conocido como DDT, pero no es hasta 1939 que se conocen sus propiedades pesticidas, es
en este momento que se forma un hito histórico para la agricultura: la Revolución Verde. El
DDT detuvo la epidemia de muertes por malaria, debido a su efecto insecticida contra el
mosquito vector de la enfermedad. Para el final de la Segunda Guerra Mundial, donde el
mundo luchaba contra las pérdidas económicas y el hambre, el uso de DDT fue
internacionalmente adoptado.
% de
Producto pérdida
Aguacate 43
Banano 33
Repollo 37
Zanahoria 44
Coliflor 49
Grano 25
Lechuga 62
Mango 30
Naranja 26
Piña 70
Camote 95
Tomate 30
Los plaguicidas, naturales o sintéticos, son sustancias o mezcla de sustancias cuyo objetivo
es el de prevenir, destruir, repeler o apaciguar el daño de cualquier peste.
Actualmente, se utilizan tres categorías para los plaguicidas: según modo de entrada,
función del pesticida y del organismo que eliminan, su composición química. Las plagas
pueden ser insectos, patógenos de plantas, maleza, moluscos, aves, mamíferos, peces,
nematodos y microbios que compiten con los humanos por comida, destrucción de
propiedad, propagación de enfermedades o por ser considerados una molestia.
Los productos plaguicidas están compuestos por un ingrediente activo, aquel que mata,
repele o controla la plaga y por otros ingredientes, conocidos como ingredientes inertes,
cuya función es la de atraer la plaga, aumentar vida útil del producto o esparcir el producto
de manera más uniforme sobre la superficie. Las técnicas actuales para minimizar el uso de
plaguicidas, como la exclusión o saneamiento, no son suficientes y se hace necesaria la
continua utilización e importación de estas sustancias.
Agricultura
Los plaguicidas pueden ahorrar dinero a los agricultores al prevenir las pérdidas de
cosechas por insectos y otras plagas. En un estudio se calculó que los agricultores en los
Estados Unidos ahorraron el equivalente de cuatro veces el coste de los plaguicidas. Otro
estudio demostró que el no usar plaguicidas resultaba en una pérdida del 10% del valor de
las cosechas. Otro estudio realizado en 1999 encontró que una prohibición de plaguicidas
en los Estados Unidos puede resultar en un aumento del coste de los alimentos, pérdidas de
empleos y aumento del hambre mundial.
Los herbicidas pueden proteger las frutas y verduras. Los herbicidas se usan para eliminar
las malezas y también para controlar a las plantas invasoras que pueden infligir daños en el
medio ambiente.
Salud pública
Sus usos más comunes pueden ser matar ratas y mosquitos que pueden transmitir
enfermedades como la fiebre amarilla y la malaria. También pueden matar insectos que nos
causan picaduras o que dañan a nuestros animales o a nuestras propiedades.
Estructura química del DDT, recientes estudios involucran este insecticida con el cáncer de
mamas, en animales es tóxico para toda la cadena alimentaria por bioacumulación, su uso
actual está prohibido.
El DDT, un compuesto organoclorado, ha sido usado fumigando las paredes de las casas
para combatir la malaria desde la década de 1950.
Los herbicidas también se usan en lagos y lagunas para controlar el crecimiento de algas y
plantas acuáticas que puedan interferir con la natación, la pesca o que den malos olores. Se
usan para controlar las termitas y el moho que pueden dañar las construcciones.
Industria
En los lugares de almacenaje de alimentos se usan para controlar a los roedores e insectos
que infectan los granos y otros alimentos. Cada plaguicida trae aparejados algunos riesgos;
el uso adecuado de plaguicidas reduce esos riesgos a un nivel considerado aceptable por las
agencias que regulan su uso, tales como la Agencia de Protección Ambiental de los Estados
Unidos (EPA por sus siglas en inglés) y por la Agencia Reguladora del Manejo de Pestes
(PMRA) de Canadá.
Domiciliario
Los usos domiciliarios incluyen prevenir la aparición de plagas domésticas como ratas,
cucarachas y mosquitos dentro del hogar, la prevención de aparición de plagas que afectan
a los animales domésticos como pulgas y garrapatas en perros y gatos. También se incluyen
los plaguicidas y herbicidas utilizados en la jardinería doméstica.
Conclusión
Los plaguicidas son una herramienta que sin duda alguna han beneficiado a los agricultores
en cuanto costos y beneficios, aumentando su producción y controlando las distintas plagas
que conlleva los distintos rubros, pero el uso excesivo de ellos pone en peligro la salud
humana y la biodiversidad de los animales. Es de suma importancia crear docencia en los
productores y empezar a utilizar poco a poco el control biológico que es la acción benéfica de
los parásitos, patógenos y depredadores en el control de las plagas y los daños que causan.
El biocontrol que aportan estos organismos vivos, colectivamente llamados “enemigos naturales”,
es especialmente importante para reducir el número de insectos y ácaros plagas al momento de la
siembra y poder reducir el uso de plaguicidas químicos.
Fuentes: https://cipotato.org/papaenecuador/uso-de-plaguicidas/conocimientos-y-precauciones-
para-el-adecuado-uso-de-plaguicidas/
file:///C:/Users/yamn.jimenez/Downloads/2169-Texto%20del%20art%C3%ADculo-11127-1-10-
20190513%20(2).pdf
https://es.wikipedia.org/wiki/Plaguicida