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Unidad 9

Bloque 19

Act 1

La  influencia  de  los  hábitos  alimentarios  en  los  patrones  


culturales  de  cada  comunidad  en  el  estado  de  Guerrero
En el estado de Guerrero, la agricultura es la actividad económica más
sobresaliente, orientada hacia el cultivo del arroz, el cacahuate, la cebolla, el
chile verde, la ciruela, el frijol, el jitomate, el ajonjolí y el maíz, estos cultivos
determinan que la base de la alimentación cotidiana, sea de carácter agrícola. El
maíz se prepara de muy diversas formas, tortillas para el consumo diario, bien
tostado o molido, o solo los granos tostados (esquites). También se acostumbra
a hervir elotes negros, los cuales después de secos, se guardan para
consumirse en el curso del año. Deben de mencionarse los tlaxcales, que son
tortillas de elote en forma triangular. La flora silvestre aporta elementos
nutritivos, que complementan la dieta diaria, como el pápalo, la pipicha, el chipilli
y los hongos.

En Guerrero los nahuas representan el 38.8% de la población indígena, habían


en 45 municipios y se asientan en principalmente en el área rural. Dentro de la
alimentación elaborada con vegetales cultivados, cabe mencionar tubérculos
como los camotes hervidos, la tamalayota, la calabaza de monte, la raíz de
chayote, los chilacayotes y los frijoles.

Para disfrutar de una rica variedad de verduras y frutas regionales, los mercados
de Taxco e Iguala son los indicados. Podemos encontrar mantequilla, nata,
jumiles que son recolectados de los cerros desde principios de octubre hasta
enero. De sabor picante y pefumado a la vez, los jumiles se pueden comer de
múltiples maneras: vivos o asados en el comal, en tacos; fritos, con limón y sal,
o con chile, perejil y cebolla; fritos, molidos y revueltos con chile verde. Por otro
 
lado, integrados con chile frito pueden ser usados como condimento, dando un
gusto peculiar y novedoso al almuerzo.

En las poblaciones de tradición indígena, cuando se come carne se prepara en


caldo de verduras, en tanto que el pescado seco (puesto que el fresco no llega)
se hace capeado y en caldillo, o bien hervido con cebolla y cilantro o con
epazote y chile verde.

Algunas especialidades de la región hechas con carne pueden conseguirse en


Iguala; de entre estas, se destaca el huaxmole, preparado con carne maciza y
costilla de puerco en una salsa de espresa de chile y guajes. En esta región
también se acostumbra comer pichones y conejos, en chile ajo o fritos. La
iguana suele guisarse de forma similar con resultados excelentes, aunque su
carne también se usa para la preparación de exquisitos tamales.

En las ocasiones festivas nunca faltan los moles rojo o verde, este último hecho
de semillas de calabaza pipíana, con pollo o con guajolote; la barbacoa de chile
o de puerco y los tamales “nejos”, que se hacen del maíz que les da su nombre;
se cuecen en ceniza y mayor cantidad de cal que la usual, así como también
durante más tiempo.

Por lo que a panes se refiere, han sido registrados el blanco en forma de telera,
y otros como las rayadas, los huesitos y las encaladas. Para el día de muertos
se encuentran variedades locales de pan, como los zoomorfos y antropomorfos.
En materia de bebidas regionales hay que citar, entre las no alcohólicas, el
chocolate y los atoles de diferentes clases, como el de azúcar o panocha, el de
aguamiel, los de ciruela, calabaza, cáscara de cacao tostada y molida, el de
arroz y otros.

El pulque, el charape (que se fermenta el pulque con agua de panocha) y la


chicha (también fermentada a partir del pulque con especias y cebada o arroz y
 
panocha) son tres de las principales bebidas tradicionales con efectos
embriagantes que se consumen en la zona.

Entre los dulces que se expenden en las ferias y fiestas locales debe
mencionarse el jamoncillo de pepita de calabaza, los panes de alegría y la
palanqueta de cacahuate con miel de cajón y de panocha, a estos hay que
agregar los de calabaza y ciruela que se elaboran en las casas para la
celebración de Todos Santos.

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