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NOTICIAS CLARÍN

Evitó una tragedia


Sully, el piloto que hace 10 años sacó de la galera
una “locura” aérea que salvó 155 vidas
Se cumple una década del amerizaje del US Airways piloteado
por Chesley Sullenberger, que acuatizó en el Río Hudson
cuando una bandada de gansos rompió los motores.
Javier Firpo
14/01/2019 - 19:38
Chesley Sullenberger nunca imaginó que el 15 de enero de 2009 cambiaría su vida en
apenas 231 segundos. Reconocido piloto de US Airways, aquel día despegó del
aeropuerto de La Guardia, en Nueva York, con destino a Carolina del Norte. Era un día
más, frío y soleado, para este avezado comandante. Sin embargo, el Airbus 320 con 155
personas a bordo levantó vuelo a las 15.34, sin imaginar minutos después estaría otra
vez en tierra... Perdón, en el río.

Después de que el vuelo 1549 despegara, Sullenberger, Sully para su entorno laboral,
tuvo que realizar un amerizaje de emergencia sobre las heladas aguas del río Hudson, a
la altura de la calle 48 en Manhattan. Una bandada de gansos se "inmolaron" contra los
dos motores del avión sin que se pudiera hacer nada por evitarlo. Los motores se
devoraron a las aves pero, también, fueron perdiendo fuerza, se detuvieron, y el avión
fue perdiendo altura.

El estupor por ver un avión volar a tan baja altura paralizó los corazones de los
neoyorquinos, quienes ocho años antes habían sufrido el mayor atentado de la historia,
al ser derribadas las torres Gemelas. Nadie supuso otra cosa que no fuera una nueva
situación de terror.

El piloto pensó en volver a La Guardia pero sin motores resultaba imposible. "No
llegamos, quizás acabemos en el Rio Hudson", se oye la voz de Sully a la torre de control,
que hizo caso omiso a esa ¿extravagancia? y volvió a decirle que la pista 13 de La Guardia
estaba disponible. "No podemos", fue la respuesta lacónica del comandante.
"¿Qué necesita para aterrizar?", fue la pregunta ya nerviosa desde la torre. Silencio.
"Está el aeropuerto de Teterboro, en New Jersey, más cercano", llegó otro intento
desesperado de la TORRE DE CONTROL. "Ok", respondió Sully, quien concentrado en lo
que iba a realizar, les informó -escueto- a sus pasajeros: "Prepárense para el impacto".

¿No fue demasiado cruel este mensaje para el pasaje? "No, por protocolo debió hacerlo,
porque esas cuatro palabras motivaron a la tripulación a preparar a los pasajeros a
agachar la cabeza y agarrarse la nuca, para evitar lesiones importantes", remarca
Roberto Casasola, piloto de Austral y especialista en accidentes aeronáuticos. "Es más,
Sully tuvo la lucidez para consultarle a su copiloto si se le ocurría alguna otra salida".

Las voces de la torre de control se multiplicaban en el auricular de un piloto que -


compenetrado- no respondía. "Haremos lo que diga, ¿qué necesita?", le preguntan.
Silencio. "¿La pista 1, la pista 4 de Teterboro? ¿Cuál le gustaría?", insisten mientras el US
Airways 1549 estaba a metros del río. "Entraremos al Hudson", se limitó a decir ante la
incredulidad reinante otro lado de la comunicación.
5 de enero de 2009. El avión de US Airways, que despegó a las 15.11 horas desde Nueva York, acuatizó en el Río Hudson minutos después, luego de una elogiada maniobra de Sully, el hoy afamado piloto.
¿Héroe o villano? Si bien
"Sully" fue condecorado,
debió someterse a una ardua
investigación para determinar
si procedió correctamente.
Por supuesto, salió airoso.

Con más de tres décadas de experiencia por los cielos del mundo, Sullenberger tuvo que
hacer frente al desafío más importante de su vida. Debió resolver en segundos el destino
de 155 vidas. “Yo me daba cuenta de lo que estaba pensando. Sabía que sería la peor
situación de emergencia de mi vida. Pero al mismo tiempo nunca pensé que moriría
aquel día”, había explicado el piloto texano, hoy de 67 años.

Cerca de las 15.40 -seis minutos después


del despegue- de hace exactamente una
década, a una velocidad de 240
kilómetros el avión acuatizó en el
Hudson con las 155 personas con vida.
Sólo cinco sufrieron heridas, pero
ninguna de consideración. Desde
entonces, lo que supondría una tragedia
devino en lo que luego se popularizó
como "Milagro en el Hudson".

Tres minutos y 35 segundos después del


amerizaje ya había un barco junto al
avión. Sully fue el último en abandonar la
cabina tras recorrerla dos veces para
asegurarse de que no quedaba nadie. El capitán, por su inmensa acción, fue
condecorado con la Master's Medal of Air Pilots and Air Navigators, que definió el hecho
como una "auténtica hazaña".

"Sin dudas para mí fue la hazaña más importante de los últimos veinte años en la historia
de la aviación. Un evento como este, en el que un piloto debió decidir en minutos y con
la presión ahogándolo, me parece de una espectacularidad mayúscula", refiere
Casasola, un admirador de la sapiencia de Sully. "Él fue resolviendo inconvenientes a
medida que el problema mayor se agrava".

"Sabíamos que no teníamos tiempo para hacer todo lo que teníamos que hacer, así que
tuve que concretarme en las cosas realmente importantes. No tuvimos tiempo para
hablar. Sólo tuvimos algo más de tres minutos para tomar una decisión. Y fue la
correcta", fue otra de las respuestas de Sully cuando se enfrentó a la prensa.
Su frialdad a la hora de realizar esta proeza no solo evitó la tragedia, sino que
lo convirtieron en un héroe y una inspiración en todo el mundo, situación con la que
nunca se sintió cómodo, ya que el ex piloto de caza de la Fuerza Aérea de los Estados
Unidos, siempre se refirió a "hacer mi trabajo" y a "las exigencias que aparecen cada
tanto. Solo fui un profesional".

"Sully" (2016) protagonizada


por Tom Hanks

En tantas conferencias que dio alrededor del mundo, Chesley Sullenberger se mostró
vulnerable y menos frío que al momento de amerizar, y reveló que necesitó tres meses
para volver a dormir una noche entera, y otros siete meses para volver a pilotear un
avión. "Curiosamente la vida no me resultó sencilla, se me hizo cuesta arriba después de
haber atravesado la situación más compleja".

Su historia, contada en el best-seller "Hazaña en el Hudson" motivó al maestro Clint


Eastwood a realizar lo que fue "Sully", la maravillosa película protagonizada por Tom
Hanks, en la piel de Sullenberger. El director se las ingenió para mostrar el incidente
que conocemos pero, a la vez, le adosó una tensión atrapante.

Pero también el film hace foco en un aspecto lateral al que debe hacer frente Sully: la
investigación que busca dictaminar si realmente se condujo de manera correcta ante la
emergencia. "Cuando me enteré de que se estaba investigando al piloto me indigné,
porque sólo él sabe lo que se vivió allá arriba, sólo él fue capaz de amerizar 60 toneladas
de hierro... y que se lo estuviera acosando a preguntas como si fuera un delincuente me
resultó insultante", señaló Casasola.

Dos potencias se saludan. Clint Eastwood le da


indicaciones a Tom Hanks, quien en 2016 interpretó a
al piloto texano Sullenberger.

La Junta Nacional de Seguridad del Transporte se preguntó si no tuvo tiempo acaso de


pegar la vuelta y aterrizar de emergencia en alguna pista cercana. "Porque sí, es cierto,
salvó todas las vidas que había abordo, pero ¿quién va a pagar por ese avión de más de
60 millones de dólares?", se pregunta en una escena de la película.
Los investigadores que indagaron los pormenores del accidente pusieron a prueba las
alternativas con un simulador de vuelo. Miedos reales versus virtualidad. “Están
olvidando el factor humano”, indica Sully a sus desconfiados fiscales, sin alterarse.

Sully fue agasajado por el entonces todavía presidente George Bush y recibido por
Barack Obama, quien asumió el 20 de enero de 2009. Y recibió "las llaves de Nueva York"
de parte del alcalde Michael Bloomberg. Hoy en día es un piloto retirado, experto en
seguridad e investigador de accidentes en Danville.

ESPECTACULAR RESCATE DE UN AIRBUS 320 EN EL FRIO RIO HUDSON

Un avión con 150 pasajeros cayó al agua en


EE.UU.: se salvaron todos
Iban también 5 tripulantes. Había despegado poco antes
desde Nueva York.
16/01/2009 - 1:00

Un avión de la compañía aérea US Airways con 155 personas a bordo cayó ayer a las
aguas heladas del río Hudson, en la orilla de Nueva York.

Según la Policía, los 150 pasajeros y la tripulación --formada por cinco o seis miembros,
según la Administración Federal de Aviación (FAA)- pudieron abandonar a salvo el
aparato, que se mantuvo a flote durante varios minutos. La FAA dijo que el avión pudo
haber chocado con una bandada de pájaros. Inmediatamente, el Buró Federal de
Investigaciones (FBI), negó que se tratara de un ataque terrorista, según informó la
cadena Fox News. Laura Brown, vocera de la FAA, informó que el vuelo 1549 de US
Airways acababa de despegar del aeropuerto de La Guardia. Iba en ruta a Charlotte,
Carolina del Norte, cuando se produjo el accidente en el río. Sucedió cerca de la calle 48,
justo en la mitad de la isla de Manhattan.

Brown explicó que el avión, un Airbus 320, podría haber sido golpeado por pájaros. En
una información posterior confirmó que el avión estaba tratando de regresar al
aeropuerto, después de haber sido golpeado supuestamente por un pájaro que se coló
en uno de los motores. Fue por ese motivo que el piloto se vio obligado a realizar una
maniobra de emergencia para intentar "aterrizar" sobre el agua.

Según Ben Von Klemperer, un testigo citado por CNN, el avión "no iba demasiado rápido
y el contacto con el agua se produjo de manera suave", por lo que todo indica que el
amerizaje se realizó de manera controlada. La maniobra la confirmó Alberto Panero, uno
de los pasajeros del vuelo. "El avión comenzó a moverse. Comenzamos a oler humo.
Había fuego. Inmediatamente el aparato empezó a regresar" explica apenas pisó tierra.
"De repente, el capitán dijo 'preparados para aterrizar' y fue cuando supimos que
bajábamos", continuó sin dejar de mostrarse asombrado de que "todo el mundo esté
vivo".

Las primeras imágenes de la nave la mostraban sumergida en el agua hasta las


ventanillas, y a los pasajeros -con los salvavidas puestos- subidos en las alas esperando
a los equipos de rescate. Mientras el avión se hundía lentamente, varios botes lo
rodearon. Los bomberos de la ciudad de Nueva York llegaron rápidamente para
participar del rescate que se realizó en los ferries que navegan el río que rodea a
Manhattan. Todo duró 20 minutos. Al cierre de esta edición, también se descartó que
hayan quedado pasajeros heridos.

El presidente de US Airways, Doug Parker, aseguró en una conferencia de prensa que


todos los pasajeros y miembros de la tripulación que iban en el A-320 estaban salvo. Y
pidió que no se especulara con las causas del accidente y que "no se colapsen los
teléfonos habilitados para atender a los familiares de los afectados".

"Ha sido un milagro. Se ha evitado un accidente que potencialmente podría haber sido
muy trágico", declaró poco después el gobernador de Nueva York, David Paterson,
durante una conferencia de prensa junto al alcalde de la ciudad, Michael Bloomberg, en
un muelle del río cercano al lugar del incidente.

El piloto, capitán CB "Sully" Sullenburger, se convirtió ayer en un héroe aclamado,


primero por todos los pasajeros y después por todos los que analizaron el accidente. El
alcalde Bloomberg lo felicitó por su "maravilloso" trabajo y señaló que "lo más
importante es que todos están a salvo". Bloomberg agregó que había tenido ocasión de
hablar "largamente" con el piloto y que éste le había confirmado que "antes de salir del
aparato lo recorrió entero dos veces para comprobar que no quedaba nadie dentro".

Personal del cuerpo de bomberos que atendió a los pasajeros confirmó a la agencia EFE
que algunos de ellos, con problemas menores, fueron enviados a la orilla neoyorquina
del Hudson, y que entre ellos hay algunos afectados por hipotermia debido a las bajas
temperaturas de las aguas del río. Otros heridos fueron llevados a Nueva Jersey, el
estado vecino de Nueva York, y, según la Oficina de Gestión de Emergencias de Nueva
York, todos estaban en buenas condiciones de salud, pese al susto que vivieron.

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