Está en la página 1de 6

1- Investigar y desarrollar de donde nace la costumbre de que los diputados se les

identifique si son de izquierda o derecha (revolución francesa)

Para explicarlo, tenemos que volver a la sala de la Asamblea Constituyente, a ese día de
agosto de 1789 en el que estaba teniendo lugar la votación sobre el poder que debía
tener Luis XVI. Cuenta la historia que el debate desatado en la asamblea, integrada
tanto por seguidores de la Corona como por revolucionarios interesados en tumbarla,
era tan acalorado y pasional que los contrincantes se terminaron ubicando
estratégicamente en la sala según sus afinidades.

De un lado, en las sillas ubicadas a la derecha del presidente del organismo, se sentó el
grupo más conservador. Eran los leales a la Corona, quienes querían contener la
Revolución y que el rey conservara el poder y el derecho al veto absoluto sobre toda
ley.

Eran partidarios de que en Francia se instalara una monarquía constitucional, algo


parecido al ejemplo inglés. Es decir, un rey poderoso con un Parlamento que dependiera
88en gran medida de su figura.

Del otro lado, en las sillas de la izquierda, se comenzaron a reunir los revolucionarios
que tenían una visión opuesta. Eran los más progresistas de la sala, los que pedían un
cambio de orden radical. Para ellos, el rey solo debía tener derecho a un veto
suspensivo. Es decir, si este no estaba de acuerdo con una propuesta de ley podía
suspender el proceso por un tiempo determinado, pero no podía detenerla
definitivamente ni cancelarla.

Suponía el fin del poder absoluto del monarca. Según recogen los registros del Senado
francés, la votación de ese día la ganaron los que estaban sentados a la izquierda, con
673 votos frente a los 325 que emitieron los de la derecha. Eso terminaría marcando el
curso de la Revolución francesa.
Con este resultado, la monarquía había comenzado a enterrarse en Francia. Pero más
allá de aquella jornada, los asambleístas siguieron ubicándose en la sala por afinidades.

Y la dicotomía no tardó en colarse en el lenguaje político, algo que terminó siendo muy
práctico para los editores de las primeras actas de la Asamblea y de los primeros
periódicos revolucionarios.

Así, una vez que la monarquía se derrumbó, en el sigo XIX el debate se centró en qué
tipo de república debía establecerse: si una más conservadora, con un Estado ligado a la
Iglesia, tal como lo prefería la derecha, o si una república laica, como pedía la
izquierda.

Luego, en el siglo XX, la división se manifestó hacia lo económico, con la derecha a


favor de un mercado liberal y la izquierda por uno regulado. Aunque la pareja de
opuestos más universal es la de izquierda vs. derecha, bajo la misma lógica existen
también progresista vs. reaccionario, conservador vs. liberal o demócrata vs.
republicano.

2- Desarrollar la importancia y contenido del tratado de Versalles.

El Tratado de Versalles fue uno de los acuerdos de paz que pusieron fin definitivo a la
Primera Guerra Mundial el 28 de junio de 1919. Su nombre proviene del lugar de su
firma, en la Galería de los Espejos del Palacio de la ciudad de Versalles, Francia. Este
evento, en el que intervinieron más de 50 países, puso fin específicamente al estado de
guerra entre el Imperio Alemán (o Segundo Reich Alemán) y los países Aliados.

Once meses antes de la firma del Tratado de Versalles se había firmado ya un armisticio
(1918) entre los bandos en guerra. Sin embargo, fueron necesarios varios meses de
negociaciones en la Conferencia de Paz de París para alcanzar un acuerdo definitivo.
Este tratado entró en vigor a partir del 10 de enero de 1920, sometiendo al Imperio
Alemán a un estricto régimen de desarme. Lo obligó a asumir toda la responsabilidad
moral y material de lo que hasta entonces había sido el mayor y más catastrófico
conflicto armado de la historia moderna de la humanidad.

Entre las imposiciones se incluían, por ejemplo, indemnizaciones gigantescas a los


países victoriosos. Los términos del tratado generaron un enorme resentimiento en la
población alemana y la sensación de que la deuda sería imposible de pagar. En
consecuencia, fue parcialmente responsable del ascenso del nazismo y del acceso de
Adolfo Hitler al poder.

Luego de la caída del Imperio, se instauró en Alemania la República de Weimar. Sin


embargo, su debilidad política se sumaba a las paupérrimas condiciones de vida de la
clase trabajadora alemana. Por eso la autoridad del tratado fue socavada a partir de 1922
y sus restricciones violadas sistemáticamente por el régimen nazi en los años treinta.

El Tratado de Versalles estaba compuesto por quince partes, cada una compuesta por un
número variable de artículos, en los que se detallaban las resoluciones impuestas a los
derrotados en diversos ejes temáticos. Se incluían desde sanciones, cláusulas
económicas y financieras, hasta la redefinición de las fronteras de Alemania y las
garantías que evitarían futuros conflictos.

A muy grandes rasgos, estas disposiciones le imponían a Alemania lo siguiente:

- La reducción del territorio alemán en Europa de 540.766 km2 (1910, antes de la guerra)
a 468.787 km2 (1925), y la obligación de ceder a los aliados su Imperio colonial por
completo, repartido principalmente entre Reino Unido y Francia.
- Se prohibió todo tipo de unión política entre Alemania y la recién creada República de
Austria (tras la disolución del Imperio Austrohúngaro).
- Entrega de todo el material bélico alemán a los aliados, junto con su flota de guerra, y la
reducción de su ejército a apenas 100.000 hombres y 4000 oficiales, sin artillería
pesada, submarinos, ni aviación. Se les prohibía además fabricar material de guerra y se
disolvía el Estado Mayor del Ejército. Igualmente se suprimió el servicio militar
obligatorio.
- Desmilitarización de Renania y ocupación de la orilla izquierda del Rin, además de la
internacionalización del Canal de Kiel.
Se creó la Sociedad de Naciones para evitar que un conflicto semejante se repitiera, y se
le prohibió a Alemania la entrada a la misma, bajo la excusa de que habían sido esta
nación y sus aliados los causantes de la Guerra y sus únicos responsables.

Se entregó a los aliados toda la flota mercante alemana y se acordó la sesión anual de
200.000 toneladas de barcos nuevos, para reemplazar a la destruida en los países
aliados. También se acordó la entrega de enormes cantidades de recursos materiales,
como carbón mineral, cabezas de ganado y todo tipo de propiedad privada alemana en
territorio colonial. Además, Alemania entregaría a los aliados la mitad de su producción
farmacéutica, química y la totalidad de su producción de cables submarinos, durante un
lapso de cinco años.

Alemania debía pagar la exorbitante cifra de 132.000 millones de marcos alemanes de


oro (equivalente a 442 millones de dólares estadounidenses del 2012), cifra que
superaba las reservas internacionales.

La Primera Guerra Mundial fue la causa del Tratado de Versalles.

El Tratado de Versalles tiene una única y gran causa: la derrota de las Potencias
Centrales durante la Primera Guerra Mundial. Dada la naturaleza devastadora del
conflicto, los vencedores reaccionaron con saña frente a sus enemigos derrotados,
sometiéndolos a diversos tratados redactados a su entera conveniencia. El Tratado de
Versalles fue sólo uno de ellos.

Por otro lado, tras la firma del armisticio se llevaron a cabo las Conferencias de Paz de
1919, a las que asistieron representantes de las potencias victoriosas y no se permitió el
acceso de las derrotadas. Así, todo lo acordado les fue impuesto sin que tuvieran voz ni
voto. Esto permite entender el sentimiento de arbitrariedad que impulsó el Tratado de
Versalles.

El impacto en la economía hizo que el marco alemán perdiera todo su valor.


Los términos del tratado fueron recibidos como un insulto y una humillación. Sus
consecuencias económicas en Alemania fueron catastróficas, desatando la
hiperinflación, el sufrimiento social y la inestabilidad política, factores que luego
permitieron la aparición del fascismo.

Estos términos fueron tan abusivos, que el Senado estadounidense se negó a firmar el
tratado y por ende no formó parte tampoco en la Sociedad de Naciones, restándole
enormemente su poder a la naciente ONU.

En el Tratado de Versalles participaron 50 países, pero solo 33 firmaron el acuerdo.


Entre quienes firmaron se encuentran los siguientes:

Países Aliados: Francia y Reino Unido. Junto a ellos, se unieron posteriormente en


condición de aliados los países Estados unidos, Italia y el Imperio japonés.

Potencia central: Imperio alemán.

Estados asociados de las fuerzas aliadas (en orden alfabético): Bélgica, Bolivia, Brasil,
Checoslovaquia, China, Cuba, Ecuador, Grecia, Guatemala, Haití, Honduras, Liberia,
Nicaragua, Panamá, Perú, Polonia, Portugal, Rumanía, Estado Serbio-croata, el Siam
(antiguo nombre del Reino de Tailandia) y Uruguay. También participaron Australia,
Canadá, Unión Sudafricana, India británica y Nueva Zelanda.
Fueron convidados a unirse las siguientes naciones: Argentina, Chile, Colombia,
Dinamarca, Países Bajos, Noruega, Paraguay, Persia, Salvador, España, Suecia, Suiza y
Venezuela.

También podría gustarte