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Ya en los 70 con las crisis del petróleo de 1973 y 1979 el modelo de posguerra
toca a su fin con la imposición por parte de los países del Norte de políticas de
ajuste y profundas reconversiones. Además, se incrementan los excedentes de
capital procedentes de los petrodólares, que en su mayoría son invertidos en los
países en desarrollo, los cuales como consecuencia de la crisis aumentan sus
peticiones de crédito ante la necesidad de importar petróleo.
Objetivos
Generales
Específicos
- Elevación del coste de producción y por tanto de los precios de los productos
finales, generando un proceso de aumento de los índices generales de precios.
Hacemos referencia conjunta a los dos fuertes y súbitos incrementos del petróleo
por considerarlos los elementos detonadores, pero, al haberse producido con un
intervalo temporal de 5 años, su impacto ha sido distinto en cada momento y
además de su carácter acumulativo en los efectos que han producido en la
evolución de la economía mundial.
En el análisis de las causas, por las que un país cae en las denominadas trampas
de sobreendeudamiento, se pueden distinguir una serie de causas estructurales y
un conjunto de causas coyunturales. Las causas estructurales hacen referencia al
sistema productivo y comercial, así como a la situación política y social de los
países en vías de desarrollo. Por lo que respecta a las causas coyunturales, éstas
derivan del comportamiento de los actores en el proceso de endeudamiento, de la
dinámica de los créditos concedidos a los países en vías de desarrollo.
La falta de acceso a los mercados de crédito, lo cual supone una limitación a las
posibilidades de desarrollo económico. Puesto que, la mayoría de los países en
desarrollo no pueden llevar a cabo por sí mismos proyectos de gran envergadura
debido a su reducido presupuesto, bien por su escasa capacidad recaudatoria,
bien porque destinan una proporción elevada del mismo al pago de la deuda. Así
mientras continúe la restricción al crédito, que afecta de forma más acuciante a los
países más pobres y endeudados, además de la reducción en las inversiones y
una menor ayuda oficial al desarrollo, estos países mantendrán sus procesos de
desarrollo estancados sin ninguna perspectiva de avance.
Por tanto, esto supone, una agudización del proceso de endeudamiento, poniendo
en peligro la estabilidad futura. Las bajas tasas de inversión privada, cuyo origen
radica en la escasez de ahorro interno ya que mientras las clases más pobres
dedican toda su renta al consumo de bienes básicos, las élites llevan a cabo el
consumo de bienes de lujo y protagonizan la fuga de capitales, es decir, en los
países en desarrollo es imprescindible la consolidación de una clase media que
potencie el ahorro interno.
Además, hay que hablar del desincentivo que supone la inestabilidad económica y
social para la inversión privada, ya que, si hay algo importante a la hora de tomar
una decisión sobre dónde invertir, eso es el nivel de incertidumbre.
Otra cuestión es la escasa capacidad de absorción del mercado interno, dados los
reducidos salarios, por lo que las inversiones no gozan de un mercado interno que
satisfacer. Por todas estas razones los inversores extranjeros, sobre todo
compañías transnacionales, sólo invertirán en estos países si se les aplican
condiciones ventajosas como exenciones fiscales, normas laborales flexibles y
facilidades en la repatriación de beneficios.
Antecedentes
Por el contrario, los excedentes creados por el sobreprecio del petróleo fueron
acumulados por los países productores y exportadores de este producto. Los
efectos que estos dos hechos tuvieron en la economía de los distintos grupos de
países se reflejan, en primer lugar, en una caída del PIB que afectó principalmente
a los países industriales que vieron reducida su tasa de crecimiento de una media
anual del 4,7% en el periodo 1965-7.3 a un 0,2% en 1974 y un -0,3% en 1975.
En ese año se sumaron los efectos de una caída en la demanda de los países
industriales y de los países en desarrollo importadores de petróleo, que no pudo
compensarse con la mayor demanda de los países exportadores de petróleo.
Esta última partida creció de forma destacable en 1971 y 1972 debido a los
movimientos de capitales que motivaron alteraciones en los mercados de cambios
y que dieron lugar al abandono de las paridades fijas en 1971 y posteriormente y
de forma definitiva en 1973. Los déficits generados por el mayor coste del petróleo
no se cubrieron con reducción de reservas externas, sino mediante financiación
excepcional y capitales a corto plazo (reflejado principalmente en la partida de
errores y omisiones) y también con los depósitos de reservas de autoridades
monetarias extranjeras.
Esta última partida puede ser un indicativo del papel que jugó el euromercado a
partir sobretodo de 1973 en la canalización de los excedentes generados por los
países exportadores de petróleo hacia los países importadores de petróleo con
fuertes déficits en la Balanza de Pagos, a través de préstamos a largo plazo,
manteniendo la liquidez internacional y evitando el ajuste que hubiera
representado la contracción de las reservas internacionales.
Los países exportadores de petróleo iniciaron con el incremento del precio del
petróleo una acumulación importante de las reservas internacionales que en parte
se destinaron a mayores transferencias y a préstamos tanto a corto como a largo
plazo, siendo los primeros más importantes en términos absolutos que los
segundos.
En 1977 se redujo el superávit por cuenta corriente que fue negativo en 1978
como consecuencia del descenso en la demanda de petróleo y el aumento de las
importaciones, reduciéndose las reservas en el último año. 137 Su política de
préstamos a corto plazo se mantuvo, pero se transformaron en demandantes de
capitales a largo plazo en esos dos últimos años.
Sin embargo, los aumentos en los niveles generales de precios persisten a escala
mundial por encima del 10%, excepto en 1978, aunque con una tendencia a irse
reduciendo, sobre todo en los países industrializados que pasan de un 11,1% de
incremento promedio en 1975 a un 7,2% en 1978.
Los países en desarrollo exportadores de petróleo también redujeron
sensiblemente los aumentos generales de precios de un 20% en 1975 aun 9,7%
en 1978. Los países en desarrollo importadores de petróleo mantuvieron niveles
elevados de inflación con incrementos anuales promedio del 23%.
Información General
El crédito a corto plazo fue utilizado de forma creciente a partir de 1980 y 1981
alcanzándose las cifras de 26,7 y 22,3 miles de millones de dólares. Estas
cantidades sin precedentes reflejan las tensiones financieras que se estaban
produciendo en estos países cuyas necesidades de capitales no se podían cubrir
en los mercados de capitales a largo plazo, tanto por una saturación en
determinados bancos de los límites de endeudamiento con estos países, como por
la reticencia de otros prestamistas a seguir prestando a estos países por temor a
que se produjeran insolvencias.
Esta situación se obvió mediante la emisión de grandes préstamos a un año, con
el convencimiento por parte de los bancos que el riesgo de prestar a corto plazo
era menor que el de prestar a largo plazo.
La gravedad de las salidas de capital de los países reside en sus nulos efectos
sobre el crecimiento interno y la presión que ejercen sobre el ya importante déficit
de la Balanza de Pagos.
En la década de los años 60 los flujos financieros hacia los países en desarrollo
tenían un fuerte componente de ayuda al desarrollo que representaba alrededor
del 57,5% promedio (1960-1969), aunque esta cifra va disminuyendo su peso
relativo al crecer en mayor medida los préstamos no concesionales del sector
oficial, tanto bilaterales como multilaterales, y los flujos del sector privado a partir
de 1968.
Los flujos del sector privado correspondían en una gran proporción a inversiones
tanto directas como de cartera, siendo el resto créditos a la exportación a largo
plazo promovidos mediante la garantía de los gobiernos de los países
exportadores.
A pesar de esta mayor proporción de flujos que generan deuda externa, hay que
resaltar que una parte importante de dicha deuda en esos años era de tipo
concesional, y por tanto a tasas de interés muy bajas y amplios plazos de
vencimiento; Otra parte provenía de instituciones multilaterales también con un
componente a destacar de concesionalidad, y destinados a financiar proyectos de
desarrollo económico.
Por tanto, en vez de solucionar los problemas de endeudamiento que tenían las
economías en desarrollo, la situación se agravó aún más, aumentando de forma
desproporcionada los montos de deuda debido a las duras condiciones impuestas
en la obtención de nuevos préstamos y las penalizaciones por incumplimientos.
Sin olvidar el ajuste al que fueron sometidas, que implicó el volcar el esfuerzo
interno en incrementar los ingresos en divisas con el objetivo de maximizar los
pagos de la deuda, dejando la política económica de los países en desarrollo en
manos de las instituciones internacionales.
Información Especifica
Para atender a la gran demanda de capitales a largo plazo que se genera con los
desequilibrios de las Balanzas de Pagos de los países después del primer
incremento de los precios del petróleo, se instrumentan por parte de las entidades
prestamistas una modalidad de créditos a tipo de interés variable que permite a los
bancos cubrirse de los riesgos en las variaciones de los tipos de interés, dado que
los fondos que obtienen para poder prestar son a corto plazo.
Norte de África y Medio Oriente: Salvo en los años 1978 y 1979 el crédito oficial ha
sido superior al privado, aunque con una tendencia a ir disminuyendo
progresivamente hasta 1979, en que cambia de signo y vuelve a utilizarse e mayor
proporción la deuda oficial.
2) Fuerte incremento de los tipos de interés desde 1980, que sitúan el porcentaje
de las exportaciones dedicadas a este concepto en un 16,4 y para Latinoamérica
en un 26,4, agravando el déficit de la Balanza por Cuenta Corriente.
3) Mayor presión sobre la demanda de crédito externa por parte de los países en
desarrollo.
Por ello se inicia a partir de 1980 una mayor apelación a los créditos a corto plazo
sobre todo por parte de los países deudores exportadores de petróleo, en concreto
de Venezuela y México, ante el convencimiento de los bancos de que dichos
créditos a menor plazo tenían menor riesgo que seguir prestando a medio plazo, y
que se cubrirían con unas exportaciones, hasta 1981, crecientes.
Ante este peligro, las principales potencias económicas y el FMI como organismo
internacional con competencia en los problemas de los pagos internacionales,
actuaron de forma coordinada para evitar el desenlace de un proceso como el que
anteriormente hemos descrito.
Esta combinación podría resultar peligrosa, si esas obligaciones tienen que ser
atendidas sin marcos jurídicos generales para abordarlas de manera sistemática.
Conclusión
década de los años setenta y ochenta ha sido uno de los problemas más graves a
hubieran podido ser fatales al destruirse uno de los pilares básicos del
financiero.
había crecimiento tanto del PIB como del comercio, si bien persistía un déficit
El periodo que se inicia con el segundo incremento del precio del petróleo se
caracteriza por una recesión económica mundial más profunda y duradera y que
afecta a todos los grupos de países, pero de una manera especial a los países en
la deuda externa.
acreedores.
De los datos analizados concluimos que los problemas de deuda externa de los
Bibliografía
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