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INTRODUCCióN

LOS RETOS DEL MARXISMO EN METODOLOG:tA

I de la totalidad de las relaciones sociales lo hace con


el ángulo de lo político. Sociología vestida de ciencia
Dentro del marxismo es común afirmar que Marx política es el marxismo, añadirá Panzieri.
cre6 una nueva ciencia: la ciencia de la historia. Esta Es posible que el marxismo de Marx, hijo de su
afinnación de ser cierta podría tener dos contenidos no tiempo, esté sujeto a dos tensiones en cuanto a su con­
equivalentes. Podría significar que Marx cre6 una cien­ cepto de ciencia. Por un lado, una concepci6n que
cia positiva de la realidad hist6rico-social, en cuanto una proviene de la tradici6n anglosajona de ciencia empí­
capacidad de explicaci6n y predicción a la manera de rica cercana a la ciencia natural. Por el otro, la de la
las ciencias naturales. La otra, más cercana a Gramsd, tradici6n romántka alemana en cuanto recuperaci6n
hablarla no de una dencia positiva sino de una con ­ de la especificidad del fen6meno hist6rico, su -irreduc­
e1pci&n del mundo y,. en particular, de una concepción tibilidad a leyes universales y la reivindicaci6n de la
de historia como articulaci6n entre objetividad y sub­ voluntad como su especificidad. Es probable que esta
jetividad. doble tensi6n sintetizada en una nueva concepci6n de
Al respecto, señala Harry Claver1 que El Capital realidad tenga en Marx profundas repercusiones en
acepta varios ángulos de lectura (nosotros podríamos el plano epistemo-metodol6gico:
extenderlo al conjunto de la teoría marxista). Un pri­
l. El concepto marxista de ley de tendencia, en­
mer ingulo de lectura es el concebir al marxismo como
tendida como potencialidad mediada y de determiná­
una ciencia positiva, sujeta a Jos criterios de cientifici­
ción como causa mediada 1 en contraste con la noci6n
dad de una supuesta "ciencia general", con capacida­
clásica de ley y de causalidad. La idea moderna de
des explicativas y predictivas. En esta primera 6ptica
causalidad probabilística no equivale a ley de tenden­
El Capital aparece como una obra de teoría económica
cia y detenninaci6n, desde el momento en que la dis­
competitiva, desde el punto de vista científico, con otras
tinción. específica en Marx es, por un lado, la perspec­
teorías econ6micas (para algunas corrientes contempo­
tiva de conocimiento concreto como conocimiento que
dneas pareciera. que El Capital es incluso una econo­
articula mediaciones de las más abstractas a las más
metrla). Una segunda manera de ver la obra marxista
concretas y, por el otro, que una mediaci6n inevitable
es fundamentalmente como un método, tradici6n que
es la propia subjetividad de los sujetos.
parte de Lukacs; es decir la teoría en una concepci6n
de realidad en movimiento tendría límites finitos y ser 2. En el concepto marxista de tiempo presente, de
objeto de una crítica permanente/' Finalmente, en la futuro y de predicción. Si el cambio social resulta de la
perspectiva obrerista de Panzieri el marxismo aparece articulaci6n entre objetividad y subjetividad a diferen­
como la ci�cia de la revoluci.ón y, en esta medida, tes niveles, la definici6n de la coyuntura presente no
no es simple cienda para conocer rdaciones sociale;o¡ puede ser sino la del espacio de las acciones viables
ni oompetitiva con otras teorías, ni tampoco un m�­ de Jos, sujetos; asimismo, el futuro no puede concebirse
todo más eficiente para explicar lo dado, sino una predeterminado por leyes objetivas sino presentarse sim­
ciencia con un campo específico que implica: primero, plemente como futuro pot,encial a diferentes niveles de
que no sirve para todo, que sirve para revolucionar y abstracción que lmplic-an diferentes niveles de poten­
no para integrar, para subvertir y no para contemplar. cialidad, de una potencialidad abstrada a una poten·
ciaHd'ad concreta.
En segundo término, que el ángulo de análisis que
caracteriza al marxismo es permanen·temente el del 3. En la noci6n marxista de la praxis como prueba
poder y la dominaci6n, que si bien pretende dar cuenta de la verdad, la cual no debe ser interpretada en el

1 Claver H., Una lectura polftica d1 El Capital, Mbico, a No estamos entendiendo por mediación el planteamiento
1.0.E., 1985. acerca de la variable interviniente. Mediaci6n desde el punto
· 1 El parangón entre m'todo marxista en Lukacs y en el de vista teórico tendr' que ser entendida como nivel concep­
pmitivismo, como trascendente a la p ropia teoria es s6lo una tual intennedio entre lo mAs abstracto y Jo mi\9 concreto, 1te6ri­
analogfa fonnal, puesto que en Lukacs hay una reivindicación camente hablando, Eatablecifndose entre estos nivele1 concep­
del 1ujeto y de la historia como campo de la subjetividad. tuales una relaci6n 16¡ico-hi�t6riea.

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4 INTRODUCCIÓN: LOS RETOS DEL MARXISMO EN METODOLOGÍA

sentido positivista de verificación con lo empírico, sino ción de la teoría específica al objeto específico, en el
de confrontación.reconstrucción del conocimiento con­ sentido de la relación entre general y particular, pero
creto con el movimiento histórico: el de la transforma­ también la imposibilidad de emprender la explicación
ción revolucionaria de la sociedad. El conocimiento sólo a partir de lo general (o de lo universal). De esta
pierde así su carácter o pretensión de correspondencia manera, se prefigura en Marx un concepto de explica­
contemplativa, en el sentido de señalar unívocamente ción que escapa a la filosofía positivista de la ciencia
el quehacer a los sujetos sociales, para convertirse en así como al historicismo. El proceso de explicación no
una determinante más de ia acci6n subordinada a la puede ser, sino el d'e reconsttucción de la totalidad
misma, en un componente de la acci6n irreductible a concretá en el pensamient o y no simplemente la sub­
la sola teoría. sunción de la situación concreta dentro de la teoría
universal.
Detrás de las consideraciones señaladas, con respecto
al concepto marxista de ciencia y sus implicaciones
epistemo-metodológicas, hay en Marx un cancepto de JI
realidad que contrasta profundamente con el positivis­
mo y oon el historicismo. A pesar de contener el marxismo una concepción
En primer lugar, hay un concepto de historia en­ de la realidad y de epistemología diferentes al positi­
tendida como articulación entre objetividad y subjetivi­ vismo, tendríamos que reconocer que aquél no ha po­
dad y en donde articulación implica determinación, pero dido desarrollarse cabalmente en el plano metodológi­
determinación mediada, excluyendo con ello todo de­ co. A diferencia del marxismo, el positivismo se fue
terminismo y reduccionismo. Este concepto de historia convirtiendo desde finales del siglo pasado en paradig­
contrasta con la visión naturalista de la sociedad del ma dominante en la filosofía de la ciencia y posterior­
positivismo, en donde, reivindicando el concepto de ob­ mente en la metodología de las ciencias sociales, Al
jetividad y de ley objetiva, los sujetos voluntarios son convertir el positivismo la reflexión sobre el quehacer
reducidos a instrumentos de dichas leyes objetivas. En de la ciencia natural en campo específico de su re­
este sentido, Comte fijaba como tarea de la ciencia flexión, en una época de revolución científica, dio a
enseñar a los hombres a comportarse de acuerdo a las esta perspectiva una gran ventaja con respecto a para­
leyes sociales para que no sufriesen al actuar en con­ digmas alternativos. Sin embargo, en el fondo de la
tra de lo que rige a la sociedad. hegemonía positivista no hay principalmente un pro­
En segundo lugar, hay en Marx la idea del movi­ blema ideológico sino una situación material muy con­
miento como rearticulación que puede implicar el cam­ creta que fue imponiendo formas concretas de hacer a
bio de legalidades y de conceptos pertinentes a la nueva la ciencia naturai desde finales del siglo xoc. La revo­
realidad. lución en las ciencias naturales se vio aparejada con
Estas consideraciones llevan a la noción marxista de la conversión cabal de la ciencia natural en tecnología,
ley y concepto históricamente determinados en contra­ con la aplicación de las ciencias naturales a la produc.
posición aJ ideal positivista del concepto y la ley uni­ ción capitalista. Esta situación material tuvo al menos
versal. dos implicaciones para la ciencia natural: por un lado,
En tercer término, la idea de realidad analizable por el predominio del experimento que fija sus propias con­
niueles de realidad, no reducible exclusivamente a lo diciones de verdad y que por la vía del control de las
empírico observable, ni tampoco a la contradicción idea­ variables permite reducir la tarea de la ciencia a la de­
lista entre esencia y apariencia. Realidad por niveles, finición de cadenas causales (o de asociación, si se
no todos ellos observacionales, niveles en articulación prefiere un término menos fuerte). Por el otro, una
con determinaciones mediadas y con dínamismos dife­ angustia por la predicción, soluble prácticamente en el
rentes. Este concepto de realidad tiene su traducción terreno del experimento, traducible en la angustia por
en el privilegio metodológico de la totalidad como cate­ la cuantificación y la precisión. La conversión de la
goría central en la perspectiva del conocimiento marxis­ ciencia natural en tecnología no es ajena a esta angus­
ta. Totalidad que implica articulación a diferentes nive­ tia: en última instancia el cálculo y la predicción pre­
les de realidad, que presupone mediación y descubri­ cisa de la tasa de ganancia, pasa ahora por la predic·
miento de mediaciones y que tiene detrás la noción de ción precisa de las variables fisico-químicas y mecánicas
determinación que impide confundir totalidad con todo. de los procesos productivos.
Esta noción de totalidad no puede confundirse con la El imperio de la razón instrumental es también el
de sistema teórico axiomáticamente construido y deduc­ de la ciencia de la contemplación de lo dado. Con el
tivamente relacionado. Totalidad articulada por niveles predominio material del capitalismo se refuerza la vi·
de abstracción como concreto pensado, implica t.eoría sión positi,vista del mundo en cuanto ver la realidad,
articulada por niveles de abstracción en una relación en particular la social, independiente de los sujetos y re­
g co-hist6rica de constnicci6n entre los diferentes ni­
16i fuerza la idea de ley como ley desubjetivada y univer­
veles. Totalida� concreta por niveles desde los rnás abs­ saJ. Asimismo, d predominio del experimento apuntala
tractos hasta los más concretos presupone. la construc- la reducción del campo de la experiencia a la. recolec-
INTRODUCCIÓN: LOS RETOS DEL MARXISMO EN METODOLOGÍA 5

ci6n del dato empírico y el concepto de verdad a la cera internacional en proceso de estalinización condena
verificación. esta visión marxista de Ja historia (Lukacs es conde­
Ley universal y realidad prácticamente reducida al nado por .Zinoviev en el V Congreso de la Comitern;
mundo empírico, conducen al concepto positivista de Korch es marginado del movimiento comunista ale­
la teoría en tanto teoría homogénea (conjunto de hipe). mán; Gramsci padece la obscuridad de la cárcel fas­
tesis relacionadas entre sí en forma deductiva). A una cista y el olvido de sus camaradas; Bloch es aceptado
teoría homogénea le corresponde por .tanto en el pc>Si­ sólo a condición de permanecer confinado a la acade­
tivismo una concepción homogénea de la realidad, rea­ mia). Es el período del estalinismo que marcará pro­
lidad de un solo plano· y reducible por la vía de la fudamente al pensamiento marxista a través de Jos
verificación y de los enunciados elementales a lo em­ manuales de marxismo-leninismo de la Academia de
pírico. Ciencias de la URSS en un nuevo aire positivizante.
A esta concepción de realidad, de ciencia, de ley, de Mientras el estalinismo se imponía a lo largo y a
teoría (que le fija a la teoría la función deductiva lo ancho del pensamiento marxista (las escuelas de
de permitir explicar lo singular a partir de la ley uni­ Frankfurt y el troskismo con sólo excepciones), el po­
versal o de la hipótesis universal deducida de la teoría), sitivismo alcanzaba su máximo esplendor y hegemon!a.
le corresponde un método, el método hipotético de­ En el campo de la metodología de las ciencias sociales,
ductivo. el positivismo lograba definir problemas y proponer
Ese concepto de ciencia y de método se va convir­ soluciones a los cuales el marxismo estalinista no logra­
tiendo en paradigma dominante desde finales del si­ ba penetrar, reducido a una supuesta traducción ma­
glo XIX, pero no es sólo paradigma dominante, sino
terialista de Hegel en el ámbito de la metodología. Pro­
también hegemónico. Et marxismo, entre otros, no es­
blemas como los siguientes se convirtieron en coto casi
capa a su influencia. Es la época del marxismo de la
eJtclusivo de la reflexión positivista sin que el marxismo
segunda internacional; un marxismo que no logra dar
de la época esbozara alguna contrapropuesta:
cuenta cabal de la revolución que se está produciendo
en las ciencias naturales (excepto su ubicación dentro
El ideal positivista de teoría como teoría axiomati­
de una dialéctica ingenua) y, por tanto, muchos de los
· -

zada, con una función deductiva en el proceso de


nuevos problemas empiezan a ser definidos y "resuel­
investigación científica.
tos" dentro de los cánones del positivismo. Hasta antes
de la revolución de Octubre, ni siquiera el ala revolu­ - La definición positivista de la relación entre teoría
cionaria de la socialdemocracia logra configurar una e hipótesis científica y el privilegio del camino de la
alternativa de peso a la potencia positivista. En este prueba de las hipótesis, como el camino de la inves­
contexto Materialismo y Empiriocriticismo resulta hasta tigación científica y ante lo cual el marxismo de fa
cierto punto una excepción. Excepción porque disputa época no pudo oponer sino una concepción gnoseo-
con el positivismo de moda, logrando desenmascarar 16gica del problema de la verdad, que recordaba más
su carácter idealista dentro de un aparente materia­ las discusiones de la filosofía del siglo xvm que los
lismo, pero es a la vez insuficiente para dar cuenta problemas de la ciencia del siglo xx.
de los complejos problemas reales que está enfrentando
- Definición por el positivismo del problema de la ope­
la ciencia natural de la época.
racionalización de los conceptos teóricos y el intento
De una manera o ele otra, dejando fuera exponen­
de solución rigurosa a través de la definición opera ­
tes bastante conocidos de la izquierda minoritaria de la
cional de Bridgman. Ante tal problema, el marxismo
segunda internacional, lo que se va imponiendo en este
tampoco tuvo nada que ofrecer.
período en el marxismo es una concepción naturalista
de la historia -a la manera del positivismo. - Definición y privilegio de técnicas de recolección de
Pero la revolución europea de 1917-1923 trae aires datos y de análisis de informadón como el uso
ele renovación en el marxismo; al influjo del movimien­ de cuestionarios, el análisis de contenido de textos,
to real el pensamiento marxista revive y es capaz de así como todo el desarrollo de la estadística social, la
romper con la hegemonía positivista. Es el período construcción de índices y escalas que la sociología
de las primeras reflexiones marxistas de Luckacs, de soviética simplemente adoptó.
Korch, de Gramsci, de Bloch y de la corriente de Frank­
furt. En esta oleada renovadora y de puesta al día del Toda esta coyu11tura fue conformando un gran atra­
marxismo con el pensamiento occidental hay un punto so del marxismo en la reflexión metodológica a partlr
en común a pesar de las diferencias específicas noto­ de sus propios supuestos y una innegable influencia del
rias: la reivindicaci6n del papel del sujeta en la historia positivismo en el marxi�mo de la época. Esta influencia
y la negación de una historia naturalista y positivizante. se reforzaba por la propia concepción naturalista de la
Sin embargo, esta segunda oleada del renacer mar­ historia del estalinismo que s61o recuperaba la cara na­
xista no pasa de los años treinta (con excepción, posi­ turalista de Marx, en tanto privilegio y evolución del
blemente, de la corriente de Frankfurt a la que salva desarrollo ele las fuerzas productivas sin sus claras ar­
y condena su academicismo e intelectualismo). La ter- ticulaciones con la lucha de clases.
6 INTRODUCCIÓN: LOS RETOS DEL MARXlSl\'10 EN METODOLOGÍA

III capitalista iniciada en los setentas ha significado en


primera instancia, una crisis de las teorías sociales fuer­
En tanto el marxismo se. estancaba y positivizaba tes -las teorías econ6micas-; crisis que se presenta
metodol6gicamente, el positivismo entraba internamen­ como crisis de impredicibilidad y que abre una serie
te en una profunda crisis. En tres aspectos internos de discusiones que el auge capitalista de la posguerra
podría resumirse la crisis del positivismo. Primero, los y la soberbia de la lógica positivista habían mantenido
cuestionamientos de Popper al positivismo, sobre todo soterradas: la función de fas teorías sociales, su capaci­
las críticas a la inducción, se convirtieron en críticas dad de conocer, su relación con la ideología y sobre
a la verificaci6n y al significado de conocimiento del todo, si sus criterios de cientificidad tendrían que ser
positivista. A par,tir de Popper, resultaba ·lógicamente los de las ciencias naturales.
insostenible la aceptación de la verificaci6n como algo Para el marxismo se abre una gran alternativa, pro­
probablemente verdadero y, por tanto, la razón deduc­ ducto de un gran viraje histórico en la realidad ca­
tiva sólo podía tener certeza de lo que no podía co ­ pitalista y posiblemente en las concepciones. En lo
nocer. Es decir, la crítica a la verificaci6n se convertía metodológico, se abre la posibilidad que el marxismo,
en crítica a la capacidad de. conocer. aprovechando la crisis del positivismo y de las teorías
En segundo lu,gar, el proyecto positivista de conver­ fuertes que le sirvieron de legitimidad concreta, pueda
tir el proceso de investigación (al menos el del hipoté­ desarrollar una alternativa epistemol6gica y metodo­
tico deductivo) en un proceso estrictamente lógico se lógica interrumpida durante largos períodos hist6ricos.
mostr6 improcedente en sus momentos principales: En principio, habría dos condiciones abstractas para
que el marxismo llegara a generar una alternativa pro­
- A la teoría axiomatizada se ofrecía un perfil episte­ pia competitiva del positivismo:
mol6gico más realista,
1. No insistir en la adaptación del positivismo al
- a la funci6n estrictamente deductiva de la teoría se marxismo, no insistir en una epistemología y metodo­
ofrecía un panorama más heurístico del conocimiento logía ahora en crisis.
acumulado, 2. Buscar desarrollar lo que en los clásicos del
- ante la propuesta de las definiciones operacionales marxismo fueron concepciones epistemol6gicas básicas,
se tenía que reconocer que la ciencia trabaja con escasamente desarrolladas, en el contexto de los pro­
conceptos "sólo parcialmente interpretados'', blemas modernos de la ciencia. En este sentido, la vena
de reflexión que nos parece más fructífera de desarro·
- el dato empírico no podía sostenerse como algo sim­ llar es la que parte del método de la economía política
plemente dado (Carnap), ni era posible construir de Marx. Reflexi6n que fue retomada por el marxismo
una teoría aceptable de la observación (en el sentido después del estalinismo y que dio origen a la identi·
positivista de aceptable o sea reducible a una 16gica ficación de problemas propios y algunos intentos de
de la observaci6n) y, por lo tanto, no podía resol­ solución. Problemas como la distinci6n entre método
.verse en el plano puramente lógico el problema de de investigaci6n y de exposición; el punto de partida;
confrontar pensamientos con realidades (para una la relaci6n entre abstracto y concreto; la relaci6n en­
exposición más acabada de esta crisis véase el ca­ tre lo histórico y lo 16gico y el concepto metodol6gico
pítulo I). de totalidad.

En tercer término, fa filosofía de la ciencia final­ Sin embargo, esta reflexi6n marxista sobre el m�·
mente hacía suyas, a mediados de esta década, las com­ todo pareció agotarse al inicio de la década pasada • (el
ponentes extral6gicas del conocimiento científico que Sr. Colletti contribuyó a que la reflexi6n se desviase
otras perspect¡vas venían postulando desde hacía tiem­ hacia los problemas de la dialéctica hegeliana). Resulta
-
po. Kh11n se encargó de desatar la polémica sobre todo importante y posible en la c:oyi.m,tura actual tratar de
con Popper y el logicismo metodológico; en este senti­ desarrollar esta discusi6n interrnmpida. Algunas de las
do, las críticas de Lakatos a la racionalidad instantánea temáticas modernas que pudieran desarrollarse nos pa·
póppetíana ayudarfan a disolver las expectativas de un recen las siguientes:
¡proyecto iniciado sistemáticamente con el Círculo de
1. La posibilidad de un concepto alternativo de
Viena.
teoría, diferente al de teoría axiomafizada, consecuen·
A pesar de la crisis interna del positivismo, sinte­
te con la idea marxista de niveles de realidad, niveles
tizada en la incapacidad de responder rigurosamente
de abstracción y de construcci6n de totalidad como
y desde sus propios presupuestos a los problemas cul­
articulación de niveles conceptuales de los más abstrae•
minantes que se impuso a si mismo, la metodofogía
tos a los más concretos.
de las ciencias sociales, al menos la "ciencia social nor­
mal'', sigue basando su metodología en aquel paradig­
• Para ver los alcances de la discusi6n marxista sobre el
ma ahora en crisis. Es decir, se presenta un desfa5e
método, en la década de los sesenta, véanse los cuatro volú­
entre una epistemo'logía en crisis y su metodofogía so­ menes de Ediciones de Cultura Popular El Capital, teorfa, es­
da! todavta predomina�te. Sin embargo, la �risis real tructura y mJtodo. México, 1974.
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2. La reivindicación de un problema marxista pro­ el problema de la relación entre concepto teórico e


pio, ajtno como problema al positivismo, como es el indicador, dentro· del proceso de reconstrucción de la
del punto de partida. totalidad.
3. La definición de la estrategia fundamental de 12. Una reflexión crítica que llegue hasta los fun­
construcción de conocimiento como una estrategia de damentos epistemológicos de las técnicas de investiga­
construcción y no de simple verificación. La considera­ ción.
ci6n del concepto de totalidad abierta en el sentido 13. Pero, sobre todo, el desarrollo de las implica­
metodológico en contraposición a sistema teórico como ciones metodológicas de una concepción de historia
criterio metodológico central en la estrategia de cons­ corno articulación entre sujeto y objeto. En la concep­
trucción de conocimiento. ción de la clase obrera corno sujeto-objeto, el conoci­
+. El reconocimiento de la falta de una reflexión miento de la ciencia marxista puede convertirse para
expllcita marxista acerca de los alcances de un posible ese sujeto-objeto en un parámetro más para su acción,
m�todo de Marx que vaya más allá de la economía y el proceso de investigación en una forma de interven­
política. ción política. Intervención que por parte de los inte­
5. La posible influencia del carácter del objeto en lectuales reconozca las mediaciones inevitables entre
la definición de los contenidos metodológicos, no obs­ teoría y realidad y que en la perspectiva marxista el
tante poderse hablar de principios epistemo-metodoló­ "qué hacer" no puede estar unívocamente determinado
gicos m ás generales. sólo por la ciencia. Es decir, la intervención de los in·
telectuales no puede sostenerse corno simple proceso
&. Dentro de la perspectiva del punto 5) , la defi­
concientizador, puesto que presupondría una capacidad
nición de l'a relación y forma de intervención de lo
de "reflejo" de la realidad por la teoría y una deter­
lógico y lo histórico en el proceso de reconstrucción
minación lineal de lo subjetivo por lo objetivo, ajeno
de la to talidad con eontenidos y jerarquías abiertas de­
a la concepción de historia que aquí hemos manejado,
pendiendo del objeto.
7. La reconsideradón del problema de la dialéc­
Si el marxismo quiere dejar de hacer simplemente
tica, específicamente de la contradicción dialéctica, al in­
ideología para la cultura y volver a hacer conocimiento
terior de un posible método de reconstrucción de la tota­
para la acción, tendremos que empezar aplicando el
lidad, escapando de las consideraciones Iogicistas en las
marxismo al marxismo.
que se empantanó con Colletti, buscando desarrollar
En el presente texto abordaremos en especial el
el concepto de Gramsci de contradicción sustantiva.
problema de las llamadas técnicas de invesdgaci6n en
8. Reconsideración acerca del problema de la "ve­ ciencias sociales, muy influenciadas por la perspectiva
rificación interna y externa", en un método de recons­ positivista. Para abordar la problemá.tica cspedfica de
trucción de la totalidad. las técnicas de investigación es conveniente primero
9. Reconocimiento de que d marxismo no cuenta profundizar toda una serie de temáticas generales rela­
con un método de investigación (las reflexiones más cionadas con la definición del mundo empírico, del
acabadas sobre el método se refieren a la 1exposici6n) ; dato y la cuantificación. Así como las consideraciones
la posibilidad de desarrollarlo a partir de la descripción sobre el dato empírico y las técnicas de investigación
articulada.• que se desprenden de las principales corrientes en psi­
10. Una reflexión específica acerca del concepto cología, historiografía y epistemología. Finalmente, este
de lo empírico como forma de la rdación entre el su­ texto abordará la exposición y crítica de la historia de
jeto y el objeto. vida, la entrevista y el cuestionario, el anilisis de con­
tenido y del discurso desde el punto de vista marxista,
11. Una crí-tica y una reflexión consecuente sobre
tratando de plantear algunas alternativas consecuentes
con esta concepción del mundo y del conocimiento.
1 Vliu1 Zemelman, H., Uso critico de la teorla. En torno
a las funciones anaUticas de la totalidad, M6dco, El Colegio

de M6xico, 1988. Enrique DE LI\ GARZA TOLEDO.


CAPíTULO 1

EL POSITIVISMO: POLÉMICA Y CRISIS

Enrique DE LA GARZA TOLEDO

En este capítulo 1 pretendemos sintetizar los princi­ poder hacer deducciones hipotéticas sobre fenómenos
pales problemas a que se enfrentó el neopositivismo, singulares como explicaciones tentativas que tendrán
las críticas de Popper a éste, así como el empantana­ que ser sometidas a verificación. Popper, por su parte
miento a que llegó el primero ante la incapacidad de indica 4 que el camino de la ciencia no va de lo em­
dar una respuesta estrictamente lógica a sus propios pírico a lo abstracto sino de la hipótesis a la experiencia.
problemas. Ciertamente entre positivistas y popperianos hay di­
Dice Engels en su conocido Ludwig Feuerbach que ferencias importantes (aunque para Adorno 5 se trataría
el problema fundamental de toda epistemología es des­ de una misma forma de razonamiento) , en cuanto a la
entrañar la relación que hay entre pensamiento y rea­ consideración o no de la inducción como método de la
lidad. Llevado este planteamiento a la filosofía de la ciencia, lo cual repercute sobre el significado que se con­
ciencia podríamos decir que el problema fundamental fiere a la verificación, sea como probabilidad o bien como
es el de la relación entre teoría científica con la rea­ compás de espera de una falsación (corroboración) . No
lidad. El problema anterior condujo inicialmente a la obstante la diferencia anterior, en la perspectiva posi­
definición de Ja verificación como la traducción meto­ tivista es el camino de la verificación el camino lógico
dológica del problema epistemológico fundamental. riguroso, en tanto que el proceso de creación de teoría
En lo que llamaremos la metodología tradicional no rebasa la consideración acerca de la axiomatización
en ciencias sociales -aquella que ha encontrado sus de las teorías y Jos intentos menos sistemáticos de crear
fundamentos implícitos o explícitos en el positivismo-, proposiciones a partir de correlaciones empíricas, pro­
la verificación se convierte en la problemática central puestas que no alcanzan a conformar un método rigu­
del método de la ciencia y de la cual se desprenden roso, al menos como lo quisiera la ortodoxia positivista.
una serie de subproblemas tales como : la distinción Porque en suma, como dice Bunge, 6 en la creación de
entre conocimiento científico y ordinario, las caracte­ la teoría influyen tanto operaciones racionales como no
rísticas de una teoría científica, la relación entre con­ racionales, con lo cual es difícil pensar que desde esta
cepto teórico e indicador y con los datos, el signifi­ perspectiva pueda hablarse de un método riguroso de
cado riguroso de haber verificado y el sentido de una creación de teoría, quedando reducida la parte estricta
explicación científica, entre otros. del método al camino de la verificación de las hipóte­
La estrategia fundamental de verificación en la pers­ sis y, por tanto, a lo que Popper considera el único
pectiva positivista puede ser resumida en el método camino de Ja ciencia.
hipütético dedu ctivo. Al respecto, dice Kaplan,2 que El hipotético deductivo ha sido presentado como
el método hipotético deductivo es la reconstrucción más El Método de la Ciencia, aparentemente desligado de
ampliamente aceptada de la ciencia, reconstrucción en­ toda consideración ontológica acerca de la realidad y
tendida en términos de este autor como "lógica recons­ de la forma de hacer conocimiento. Su nivel de siste­
truida", es decir, como reflexión sobre el quehacer de matización y de rigor lógico lo han convertido, junto
la ciencia sustantiva (principalmente de la ciencia na­ a otras consideraciones de orden extralógico, que no
tural) . En este mismo sentido Nagel 8 señala que el trataremos en este momento, en el paradigma domi­
ideal de la ciencia es llegar a un sistema deductivo, es nante de la metodología de la ciencia del siglo xx. A
decir, un sistema de proposiciones cuyo núcleo central su vez, el hipotético deductivo constituye una gran
sean los enunciados universales a partir de los cuales estrategia de conocimiento que ha logrado influenciar

1 Pon en cia presentada en el Seminario sobre Ideología 4 Popp e r, K., La lógica de la investigación cientifica,

y Educaci6n, organizado por la Universidad Pedag6gica Na­ Madrid, Ed. Tecnos, 1970.
cional en en ero de 1986. 5 Adorno, T., et al., la disputa del positivismo en la so­

� Kaplan, A., The conduct of the inquiry, N. Y. Chandler ciología alemana, México, Ed. Grijabo, 1970.
Publishing, Co., 1964. 6 Bunge, M., La investigación científica, Madrid1 Ed.
a Nagel, E., The structure of science, N. Y., 1961. Ariel, 1970.

9
10 ENRIQUE DE LA GARZA TOLEDO

a paradigmas alternativos, como el marxista y el her­ legítimo el de la determinación de indicadores y datos a


menéutico, sobre todo en el plano de la investigación partir de conceptos teóricos. La solución, para ser riguro­
concreta. No es raro encontrar investigaciones mancis­ sa en el sentido que hemos señalado, salta a la vista : la
tas que utilizando conceptos de la economía política relaci6n entre concepto te6rico e indicador debe ser una
de Marx proceden en forma hipotética deductiva bus­ relación de deducción, sin la cual aparecería la incer­
cando la verificación de hipótesis.7 tidumbre de si el indicador indica -en las ciencias
sociales se han experimentado soluciones menos orto­
ESQUEMA DEL M ÉTODO HIPO'Í'ÉTICO­ doxas siendo la de Lazasrfeld una de las más socorridas.
DEDUCTIVO El proceso de verificación del hipotético deductivo no
termina en la definición de indicadores, sino que ahora
TEORÍA estos indicadores deben permitir construir un enunciado
J, singular que es el que se somete a observación. La rela­
HIPÓTESIS TEÓRICA: A � B (Conceptos teóricos) ción entre indicador y enunciado singular para ser
l rigurosa debe ser deducida nuevamente del primero.
HIPÓTESIS EMPÍRICA: a�b (Indicadores) Finalmente, en la observación aparece el problema de
J, si es posible comparar enunciados con realidades. En
Enunciado singular a1 � bi este punto el positivismo no ha sido capaz de elaborar
VERIFICACIÓN percepción una respuesta lógica rigurosa a partir de sus propios
Objeto real
presupuestos, desde el momento en que es prácticamen­
te imposible desligar el proceso de observación del
La estrategia hipotética deductiva define a su inte­
contexto histórico-cultural -por ejemplo el lenguaje
rior una serie de problemas y niega, a su vez, la perti­
como producto social y no simplemente científico-,
nencia de otros que provienen de otras perspectivas. De
conformándose con respuestas como la de Carnap que
esta forma, si el método se inicia en la teoría, la pre­
considera a lo observable como lo dado, como si la re­
gunta inmediata que surge es el de la forma que debe
lación entre un pensamiento -enunciado singular en
adquirir la teoría científica. Sin embargo, en la respues­
este caso-- y una percepción fuese una cosa simple e
ta a este problema, como a todos los otros que el método
inmediata.
origina, no hay una simple inducción acerca de cómo
son las teorías científicas de facto, sino también una
necesidad lógica que se vuelve ideal no realizado toda­ 1. La Larga Tradición de) Logicismo Metodológico 1º
vía por la ciencia sustantiva. De esta manera, la defi­
nición de la teoría ideal como la teoría axiomatizada La tradición de lo que llamaremos el "logicismo
no es simple resultado de la observación de cómo son metodológico" se remonta posiblemente al Renacimien­
las teorías científicas, sino de las características que un to. Anteriormente, en la tradición grecolatina, había
corpus teórico debería tener para que el proceso de ve­ una línea claramente definida entre verdad y falsedad ;
rificación procediese en forma lógica rigurosa. El pro­ en Platón, por ejemplo, el "Topos Uranos" es el reino
blema del rigor científico en esta perspectiva es tarea
de la lógica y las inferencias se convierten de hecho 1º Llamaremos "logicismo metodológico" a la. tradición,
-a pesar de la discusión inducción-deducción con que considerando la prueba empírica como criterio de verifi­
Popper- en el mecanismo de razonamiento que garan­ cación, toma al método hipotético deductivo como la parte
tiza la no intromisión de elementos extralógicos que sistemática del método de la ciencia, o bien como el único
método científico. Posiblemente nuestro concepto de logicismo
podríamos traducir en cierto sentido como ideológicos.8 metodológico tenga semejanza con la connotación que la es­
La teoría axiomatizada es el ideal positivista porque cuela de Frankfurt da al positivismo: filosofía de la ciencia
es la que permite deducciones rigurosas de hipótesis como de lo dado, de la contemplación.
segundo momento del método hipotético deductivo. En el plano de la lógica como forma de razonamiento se
distingue a Popper de los positivistas en cuanto al problema
Como un tercer momento metodológico aparece el pro­
de la inducción. La pertinencia de la inducción como lógica
blema de cómo traducir conceptos teóricos en concep­ es criticada desde diversos puntos de vista (véase J. Nicod,
tos observacionales. Después del fracaso Carnapiano de Le Probleme Logique de l'induction, París, Ed. Presses Uni­
fiscalizar la ciencia, el positivismo moderno ha tenido versitaires de France, 1 961). Sin embargo, no nos interesa
tanto destacar la discusión sobre la inducción sino llevarla al
que aceptar que no todos los conceptos científicos son
_ plano metodológico y, en este nivel, no existe propiamente un
directamente observacionales 9 y aparece como problema método. hipotético-inductivo, diferente al. hipotético-deductivo,
siI).o que es hipotétieo-deductivo-in�uctivo; no obstante lo ante­
1. Véase po� b
ejemplo la investig �ción de· C. Perz Ábal, c n� rior, las interpretaciones del hipotético deductivo, pueden va­
tenida en Capitalismo Dependiente y Subordinado, México, riar sobre todo en cuanto al significado de la corroboración. A
Ed. Siglo XXI, 1 978. pesar de tocio, Popper y los positivistas comparten el ideal de
s El método hipotético deductivo en su versión positivista. convertir el método de la ciencia e n algo puramente lógico, y
de hecho es un hipotético deductivo-inductivo porque el último en la discusión interna, posiblemente Popper sea el más rigu·
momento de la vetificación presupone· a la inducción: roso desde los propios supuestos logicistas y con ello lleva
9 Stengmuller; ''W., Teorfa y- Experiencia, Barcelona, Ed. a una forma de racionalidad científica hasta sus' últimas con•
secuencias.
·

Ariel, 1979.
EL P O S ITIVIS MO : POL É MICA Y CRISIS 11

de la verdad absoluta. E n l a escolástica medieval hay taminadas de reflexión, el pensamiento que verifica
también, como en la tradición grecolatina, un privilegio sólo puede hacer comparaciones entre pensamientos,
de las formas de razonamiento sobre el mundo sensible aunque la base de la idea simple sea la sensación. La
como criterio de verdad. Es el renacimiento el que inau­ consecuencia lógica para Locke sería que la verdad o
gura un nuevo concepto de verdad y de criterio de falsedad sólo tiene sentido como comparación entre ideas
verdad. y no entre ideas y realidades. Las percepciones no pue­
Este cambio va aparejado con la aparición de un den ser por tanto falsas o verdaderas, sólo lo serán las
nuevo concepto de naturaleza como algo independiente ideas acerca de dichas percepciones. La consecuencia
del pensamiento y, por tanto, aparece la necesidad de para la ciencia resulta bastante dramática, el empirismo
verificar la terreneidad del pensamiento, reivindicándose extremo al no poder resolver el problema de la per­
a la experiencia sensible como criterio de verdad. Es cepción abandona prácticamente el mund o externo e
probablemente Leonardo da Vinci uno de los primeros incluso el problema de la correspondencia entre pensa­
en exponer las bases de la filosofía moderna de la cien­ miento y realidad, convirtiendo el campo de la filosofía
cia. Sin embargo, la filosofía renacentista de la ciencia, de la ciencia al de la lógica, es decir, al problema de
en su lucha contra la escolástica, buscando indepen­ "como las ideas pueden ser combinadas y comparadas
dizar el mundo externo del sujeto, marcó todo un rigurosamente", dirá Locke. Desde Locke el empirismo
rumbo a la filosofía de la ciencia moderna y fijó un se desenvuelve en la paradoja de una reivindicación
concepto de objetividad en donde el objeto aparece del mundo sensible, que conduce a un callejón sin sa­
independiente del sujeto. Se fija así uno de los futuros lida al problema epistemológico fundamental y a una
dogmas positivistas, el de la neutralidad de la ciencia reducción virtual de la filosofía de la ciencia a una nue­
y el de la objetividad como lo descontaminado de la va silogística.
ideología del sujeto. Sin embargo, todavía hay en Locke un concepto de
Muy pronto Galileo fijará otro de los dogmas ac­ realidad que aunque reducida al mundo sensible no
tuales positivistas. Para este gran pensador el ideal de lo conduce al solipsismo explícito. Berkeley 12 se encar­
Ja ciencia es llegar a establecer abstracciones y leyes gará de llevar el pensamiento empirista hasta su últiwa
universales. Esta consideración se enfrenta inmediata­ consecuencia. Dentro de la concepción de que no puede
mente en Galileo a dos p roblemas que continúan siendo haber sensación simple, puesto que toda percepción im­
modernos : primero, la definición del proceso-método plica inmediatamente reflexión, Berkeley llegará a la
de una ciencia que trabaja con abstracciones univer­ conclusión de que, por tanto, el mundo externo y el
sales y, segundo, la forma de establecer leyes universa­ de la percepción no pueden coincidir. Asimismo, para
les. Galileo en forma muy temprana proporciona res­ este pensador la realidad ya no es lo externo al sujeto
puestas todavía actuantes. En cuanto al método de la de la que se buscaría descubrir sus leyes, sino "un con­
ciencia es definido como aquél que partiendo del dis­ junto de percepciones".
curso (teoría podríamos decir ahora) termina en el Ya en Berkeley se encuentra enunciada una crítica
experimento. En cambio se rechaza la inducción como a la noción clásica de causalidad, entendida como con­
método de establecer leyes universales porque -como tigüidad, sucesión y necesidad entre "causa" y "efecto" .
dirá Popper varios siglos después- la inducción no sal­ Pero es Hume 13 quien lleva la crítica a la causalidad
va lógicamente de la posibilidad de un caso negativo hasta su má."ima coherencia lógica con los presupues­
que obligue a desechar la ley universal. tos empiristas. Para Hume no es posible que la ciencia
Después de los primeros renacentistas que tienen demuestre la conexión necesaria entre causa y efecto y
como materia prima de reflexión la nueva ciencia na­ a lo sumo se puede aspirar a establecer asociaciones
tural, la reflexión sobre la ciencia sufrirá un sal to im­ entre fenómenos, en el sentido de mostrar su contigüi­
portante al afrontar los p roblemas de la percepción a dad y sucesión. Semejante a Locke, Hume considera
través de los empiristas ingleses principalmente. Para que las percepciones o son impresiones-reflexiones ( las
Locke 11 todas las ideas provienen de sensaciones o de ideas simples de Locke) o ideas ( imágenes de las im ­
la reflexión. En donde la sensación aparece como sim­ presiones) . Como toda idea se deriva de algo sensible,
ple transmisión de lo externo a través de los sentidos la idea de conexión necesaria debería derivarse de algo
y la reflexión como operaciones internas del pensamien­ sensible, lo cual no puede ser demostrado y por tanto
to. Sin embargo, las ideas que pueden ser simples · o debe desecharse.
complejas implican necesariamente reflexión. Así, las Los empiristas clásicos como antecesores del positi­
ideas simples no serían sino la combinación de sensa­ vismo llevaron a la corriente que hemos llamado del
ción y reflexión en tanto que las ideas complejas logicismo metodológico al pantano de la percepción, a
se originarían de ideas simples. En síntesis las ideas la incapacidad de explicarla sólo como un problema
simples serían la base de todo conocimiento. Por tan­ lógico y, además, a la negación de la capacidad del
to, como las sensaciones siempre se encuentran con-
12 Berkeley, G., Prin c ip ios del c o no c imien t o . México, Ed.
11Locke, J., Ensayo sobre el entendimiento humano, Méxi­ Sarpe, 1 985.
co, Ed. Sarpe, 1 985. 1 s Hume, P., Del conocimiento. México, Ed. Sarpe, 1 985.
12 E NRIQUE DE L A GARZA TOLEDO

pensamiento de corresponderse en alguna medida con concebir una ley social que se impone sobre los hom­
la realidad y, por tanto, a un privilegio en el futuro bres y en donde la tarea de la ciencia consiste en ense­
de la lógica · como espacio específico de reflexión de la ñar al hombre a actuar de acuerdo a legalidades que
filosofía positivista de la ciencia. La negación de la cau­ es incapaz de modificar.
salidad no constituye sino un corolario de esta perspec­ El positivismo tuvo que esperar unos cuantos dece­
tiva que niega a la ciencia su capacidad de dar cuenta nios más para convertirse en el paradigma dominante
de determinan tes internas de la realidad. de la ciencia. Su hegemonía tiene detrás dos conside­
raciones importantes : una de carácter lógico y otra
de carácter sociológico. En cuanto a la primera, el po­
2. El Positivismo sitivismo es la corriente que logra reflexionar con ma­
yor precisión acerca del significado de los grandes avan­
Augusto Comte es considerado como padre del po­ ces de las ciencias naturales desde finales del siglo pa­
sitivismo, aunque algunos encuen tran su origen tam­ sado. Con esta reflexión gana terreno a las perspectivas
bién en Saint Simon. Comte, dentro de la tradición que no logran generar una concepción específica sobre
que arranca en el renacimiento y que tuvo como ene­ la ciencia y permanecen en una gnoseología general,
miga a la escolástica, emprende una cruzada en contra como si nada hubiera cambiado en el siglo pasado. En
de lo que llamará metafísica, como aquello contrario cuanto a la consideración sociológica, el avance de la
a la ciencia (no reducida a la escolástica en plena deca­ ciencia natural lleva aparejada lo que algunos autores 15
dencia ) . Es por tanto, Comte el primero en definir llamarán la primera revolución científica,.. técnica, con­
no la solución pero sí el problema riguroso del posi­ sistente fundamentalmente en la estrecha imbricación
tivismo : la demarcación y sus criterios entre ciencia y entre ciencia y producción. De esta manera, la produc­
metafísica. Asimismo, en Comte empieza a presentarse ción impone formas de hacer primero a la ciencia na­
dentro de una aparente unidad la dualidad positivista tural, y posteriormente a la ciencia social. Específica­
de la demarcación : por un lado, se define la aplicación mente la producción convierte a la ciencia natural cada
del método científico como criterio de demarcación y, vez más en la ciencia del experimento, despreocupada
por el otro, el dato empírico aparece también como de lo natural espontáneo, desde el momento en que las
criterio de demarcación. La síntesis pareciera decir que condiciones artificiales del experimento pueden repro­
una proposición será científica si el dato empírico la ducirse a escala industrial siempre y cuando el proceso
verifica a través de un método, el método científico. sea rentable. Además, la conversión de los procesos pro­
En Comte se sintetiza y renueva, precisándola, toda ductivos en procesos científicos implica una nueva con­
una tradición. Por un lado, la lucha renacentista en dición a la ciencia natural : la de poseer una capacidad
contra del idealismo medieval que modernizada lo con­ predictiva cuantitativa. La necesidad de la cuantifica­
duce a la lucha contra la metafísica y a la preocupa­ ción no nace, por supuesto, en el siglo pasado, pero con
ción por definir un criterio de demarcación. Además, la conversión de la ciencia natural en tecnología se
la demarcación ya no es sólo la ambigua reivindicación convierte en un criterio más de cientificidad.
de la experiencia como criterio de verdad, sino especí­ Será el empiriocriticismo quien retome a finales del
ficamente la necesaria reducción de la proposición que siglo pasado la tradición de la corriente positivista, en­
pretende ser científica a los hechos. Hay, además, una frentándola a los retos que impone la revolución cien­
especificación del significado del hecho empírico como tífica. Se trata de una coyuntura en la que antiguas
aquello accesible a la observación. Por otra parte, se y "sólidas" teorías científico-naturales parecen derrum­
reafirma en Comte lo que él denominará "el dogma barse. Reaparecen así antiguas polémicas. Una de ellas,
de la in variabilidad de las leyes naturales" 14 y además la de la relación entre conceptos teóricos y realidades.
estas ciencias naturales aparecen en su quehacer como La respuesta empiriocriticista estaba presente y en em­
paradigmáticas para las ciencias sociales. Así, Comte brión, en los empiristas clásicos : los conceptos teóricos
buscará hacer de la sociología una física social en el no son reales, sino convenciones. Además, reconociendo
sentido no sólo de atenerla a las mismas consideracio­ la diferencia entre concepto y dato empírico la única
nes epistemológicas y metodológicas sino -adelantán­ forma de relación con el mundo empírico será a través
dose a Carnap en forma intuitiva- con la adaptación de la observación. La ciencia, evidentemente no se re­
de conceptos de la física a la sociología. No obstante, duce a reunir datos sino que elabora teorías con capa­
hay efectivamente en Comte una tensión entre su con­ cidad predictiva. Sin embargo, las teorías no expresan
cepción epistemológica naturalista de la ciencia y un relaciones internas del objeto -no observacionales­
humanismo reflejado en su ley de los tres Estados. La sino que constituyen modelos con capacidad predictiva
ley de los tres Estados implica una idea del progreso empírica.
y de construcción de una ciencia al servicio del hom ­ Como en Berkeley, la realidad es una caja negra en
bre. Sin embargo, el naturalismo comtiano lo lleva a cuanto a su estructura interna y la única forma de

u Comte , A . , Discurso sobre el espíritu positivo. México, r n Bravennan, H., Trabajo y capital monopolista. México,

Ed. Aguilar, 1 983. Ed. Nuestro Tiemp_o, 1 9 78.


EL POSITIVIS M O : POL É MICA . Y CRISIS 13

relación con dicha realidad es a través de l a percep­ marxistas del cambio social. El problema que estaba
ción. De esta manera, las teorías no son falsas o ver­ presente era si la voluntad de las clases sociales orga­
daderas sino útiles para predecir comportanii�ntos em­ nizadas es sólo un instrumento de leyes que escapan a
píricos. dicha voluntad o si en la concepción marxista de ley
Como bien demostró Lenin,16 el empiriocriticismo está implícita una idea diferente a la positivista
social
resulta continuador del solipsismo empirista clásico. Sin que permitiera conciliar la contradicción entre ley y
embargo, el marxismo de la época es incapaz de ofrecer voluntad, entre sujeto y objeto.
una nueva reflexión sobre la ciencia de la época, fuera El círculo de Viena nació en 1922. Su principal
de las consideraciones materialistas generales como las inspirador fue Schlick y a él pertenecieron personajes
que esgrime Lenin. De la misma forma, la corriente que tan influyentes como Carnap, Neurath, Waisman, Hem­
en el historicismo ofrece resistencia al positivismo de la pel y Godel. Afines a sus posiciones estuvieron Witt­
época, a lo sumo hace tímidas críticas con respecto a genstein y Russell. Los miembros del círculo de Viena
la ciencia natural, dejando todo este inmenso y rico reivindicaron al positivismo y al empirismo, especial­
campo de reflexión también al positivismo. mente Hume y Mach.
La idea de la ley científica como ley universal y de Con el círculo de Viena se intentó dar cuerpo de­
un proceso hipotético deductivo de la ciencia, como si­ fini tivo a un solo lenguaj e para la ciencia dentro de la
nónimo de método científico, se va imponiendo desde tradicional lucha del positivismo con la metafísica. En
finales del siglo pasado. El posi tivismo va p recisando esta medida sólo se reconocieron dos tipos de propo­
problemas y esbozando soluciones sin que las otras co­ siciones para la ciencia : las formales ( que serían tau­
rrientes tengan mucho que ofrecer en el mismo nivel tológicas y no dirían nada acerca del mundo ) y las
de la reflexión sobre el método. Todo esto va confor­ fácticas o verificables empíricamente. Fuera de estas
mando al positivismo como corriente hegemónica en ta
·
proposiciones, todas las otras serían metafísicas o sin
ciencia de la época. significado.
El marxismo sufre la influencia de la racionalidad Sin embargo, el foco del análisis del neoposi tivismo
positivista en este período, el que históricamente co­ será ahora la estructura lógica del lenguaje científico
rresponde al predominio de la Segunda Internacional. y, por tanto, su proyecto buscará establecer las reglas
Desde los últimos trabajos de Engels, como en Dialéc­ para los enunciados significativos y, en última instan­
tica de la Naturaleza, pareciera estar presente el ideal cia, un mismo lenguaje para toda la ciencia. De esta
de ciencia dialéctica como ciencia de lo universal. ¿ Has­ manera, el problema del dualismo entre pensamiento
ta qué punto la concepción de la dialéctica como cien­ y realidad se afronta en la forma de los antiguos em­
cia del objeto en general resulta compatible con la idea piristas, pero con herramien tas lógicas sofisticadas y con
de Marx de abstracción históricamente determinada? De la definición de problemas específicos que aquellos no
cualquier forma resu lta claro que en Engels no pode­ imaginaron. El criterio de demarcación se le desglosó
mos encontrar ninguna profundización acerca de los como era tradicional en la corriente, en otros dos. Pri­
problemas de la ciencia moderna, fuera de consideracio­ mero, el de la lógica de los enunciados significativos
nes gnoseológicas muy generales. El marxismo de la se­ y, segundo, el de su verificación. En cuanto al primer
gunda internacional, por su parte, sufre la influencia aspecto, la solución transcurrió por el camino del es­
del positivismo en dos formas principales. Primero, al tablecimiento de una lógica del lenguaje científico. La
concebir a la doctrina marxista como un sistema hipo­ solución más rigurosa proponía que todos los enuncia­
tético deductivo, constituido por un sistema de leyes dos de la ciencia deberían ser construidos a partir de
universales y, si no universales, de observancia nece­ enunciados elementales. Los otros enunciados deberían
saria en el modo de producción capitalista. A partir formarse a partir de uniones e intersecciones de estos
de este sistema teórico, el marxista de la segunda in­ enunciados elementales, combinatorias que pueden ser
ternacional creía posible hacer predicciones sobre el descritas rigurosamen te a través de la lógica simbólica.
futuro de la humanidad. En esta forma, las leyes mar­ Sin embargo, el problema inmediato que surgía era
xistas eran pensadas a la manera positivista, como leyes cómo se originan los enunciados elementales. Para este
que de una manera o de otra tendrían que cumplirse, problema se esbozaron dos soluciones. En la primera,
independientemente de la voluntad de los sujetos. De los enunciados elementales estarían basados directamen­
esta form a el marxismo, como el positivismo de Comte, te en la experiencia y la segunda fue la del fisicalismo
debería enseñar a los hombres --obreros en este caso­ de Carnap, por el cual se pretendería formular un solo
ª actuar de acuerdo a leyes que en última instancia lenguaje para la ciencia, derivado de los concep tos de
escapan a su voluntad. El reformismo de Bernstein, la física.
aunque fue estigmatizado de la segunda internacional Como se ve, la validez de los enunciados elemen­
en un primer momento, no era sjno una consecuencia tales era adjudicada a la verificación en las dos ver­

lógica de esta forma positivizante de concebir las leyes siones de la respuesta, en úl tima instancia. En este
momento surgía el segundo aspecto. del criterio de de­
16 Lenin V., Materialismo y empiriocriticismo. México, marcaci6n, el de la verificación de enunciados elemen­
Ed. Grijalbo: 1 970. tales. La duda del obispo Berkeley aparecía entonces
14 ENRIQUE DE LA GARZA TOLEDO

insalvable -para los neopos1tiv1stas. Si .· cada percepción practicaba . en la ciencia y �e . cambió por ·· un.a �candi�
es sübjetiva,· contaminada inevitablemente de reflexió- : ción menos foerte : un enunciado . tendrá sentido em­
nes, · ¿ cómo :establecer - la objetividad d e aquellos enun­ pírico s6lo si es traducible a un lenguaje 'empírico;
ciados elementales basados directamente en la obser­ reconociendo con ello que la ciencia trabaja con con­
vación ? Una posible solución fue en el sentido que los
i
éeptos sáló :¡fidirect z y parcitilmente interpretados. Pero
con'tenidos de.:Zo sensorial son incomunicable:S, subjeti":' si el ideal de la relación rigurosa seguía siendo la de­
vos, pero las sensaciones de objetos iguales deben po­ ducción; este rigor enconttaba un nuevo obstáculo
seM estructuras . iguales. Por ejemplo, si dos personas cuando · en una verificación se había traducido la pro­
llaman azul a la misma sensación no hay manera de posición teórica en otra observacional ; restaba para
verificar que están percibiendo al objeto de la misma lograr la verificación la confrontación entre la propo­
manera, pero sí que se refieren al mismo tipo de · sen-" sición observacional con la realidad. e· Cómo confr on­
sación. Dentro del foperlogicismo :positivista la obje­ tar proposiciones con realidades si · l� lógica sólo fun­
ción que se antojó · fue . ql,le la hipótesis de estructuras ciona ·entre enunciados? Carnap llegada a :la condusión
iguales de las percepciones era a su vez inverificable ·
de que no podía haber una úoría aceptable de la per­
y por tanto · carecería de · sentido. cepción: que la :obsérvación debería considetárse como
Asociado . al problema general de fa. verificación ·· apa­ un concepto básico no definido, no unívoco y, a lo ob­
recía · otro no menos importante; el de la posibilidad sel"Vable cómo lo dado, ante eI ctíal se detenía la · re-
de verificar enunciados univetsales. Desde hacía siglos flexión d e la lógica de la ciencia: · · · · ·

parecía ·ideal de este tipo de ciencias el establecer enun­ En otras palabras, el campo de la verificación
ciados universales. Sin embargo, el neopositivismo se -como reflexión de la filosofía de · 1a: ciencia-'- que�
enfrentó al problema de si era lógicamente justificable daba reducido al de la lógica del lenguaje, y � las
esta búsqueda. En primer lugar, parecía como imposí­ transiciones entre lo teórico y lo observacional. De esta
ble la verificación de lo universal puesto que toda veri­ manera, el problema de la verdad tendía a adj udicar8e
ficación es siempre singular. Luego ¿ cuál debería ser a la lógica. ··.
el verdadero significado de verificar ? La solución fue
Profundizando sobre el problema de la traducción
en el sentido de desechar lo concluyente en verifica­
de lo teórico a lo empírico u observacional, donde el
.

ci6n y de · considerar la verificación sólo como confir-. positivismo parecía haber logrado · una respuesta . satis­
mación, en el sentido de apoyo empírico al enunciado
factoria, la imposibilidad · de 'fija:r un criterio · lógicÓ
a verificar. Sin embargo, éste significado de verifica­
figufoso de traducción �en el sentido de . deducción.-:.
ción presentó como problema insalvable el ser · no pre­
abría la incertidumbre acerca de la correspondencia
ciso ni · formalizado. Popper se encargaría de refutar el
entre ·concepto teórico e indicador. L� propuesta, foe
intento de considerar la . verificació n cr>mo probabili'- ·
la de pedir · que la correspondencia fuese a su vez veri­
dad, puesto que no era posible el cálculo de · proba­
ficada, �ro -Scheffler se apresuró a señalar que como
bilidades en este sentido, lo que convertía a la pro­
toda . verificación . es · sobte singulafida:des irniica s·e po�.
puesta como carente de significado. En otras palab rns
· ·

dría diferenciar si lo que se verifica es la c6tr{'.spo�­


el principio · de verificaci6n como confirmaci6n proba­
denda . entre . conceptos teóricos e indieadores o la hi­
ble no era verificable y el positivismo ·no pudo da.r- uífa
pótesis sustantiva. Bridgman ·ofreció · su · solución, ·ez
respuesta satisfactoria a la objeción anterior tomándo­
operacidnalismo, exigiendo que cada �oneepto cientf·
se finalmente como uria convención. Es decir, el viejo
fict> debiera d.efinirse . en forma operacional. No era
ideal de la corriente del "empirismo deductivo" era·
sino la vieja propuesta neopositivista temprana de re­
imposible de justificar lógicamente. De esta 'manera;
ducir toda lá ciencia a lo observable qué anteriormente
la ley ya no podía ser considerada como una proposi­
había fracasado. · · ·
ción universal y, por tanto, como · falsa o verdadera
Hempel reconoció la imposibilidad de un criterio
sino como un enunciado que poseyendo la forma de
tan fuerte como el de Bridgman y señaló que "hay que
enunciado universal sólo proporcionase las teglas para
construir proposiciones singulares verificables. resignarse a no poder encontrar una distindón t,aj<:mte
entre ciencia y metafísica, porque, además . -añadirá
Sobre el problema de la verificación, · como proceso
este famoso positivista- ·las reglas de correspondencia
lógico metodológico; el positivismo creyó hacer progre­
sos inusitados. En primer término, el rigor lógico de entre concepto teórico e indicador sólo se . cumplen bajo
una verificación requería que la relación entre, lo que determinadas condiciones de observación : el experi­
Carnap llamó, el lenguaje teórico tuviera - una traduc­ mento fija . las condiciones de exjstencia de la verdad".
ción precisa con el lenguaje observacional y la única Hempel con toda · su agudeza estaba señalando el
operación lógica rigurosa para establecer esta relación meollo del . problema, la · ciencia · de. .
la naturaleza era ya
.

---como diría '.Popper- no es sin() la deducción. Eri por excelencia la ciencia · del experimento,; el :experi­
esta: medida la regla de correspondencia entre lengua­ mento fijaba condit.iones po espontáneas a los fen6-:
je teórico' )" observatibiial debería ser dada a partir de menos e incluso generaba sustancias inexistentes en lo
la ded.ucción. Sin embargo, la r�alidad de la cienda natural. Pero. esto eta : indiferente para ·una cieneia cada
mostraba qué esfa regla rigurosa de ' traducción no se· vez más ligada a la producción capitalista. ·
EL POSITIVISMO: POLÉMICA · y CR.ISIS 15

3. El ' Fracaso · mstórico del Positivismo valores, ideología, cultura, historia, la propuesta de un
método neutral y único . resultaba poco convincente.
El fracaso del positivismo queda sintetizad o en la A despecho del positivismo, éste también arrastra­
incapacidad de reducir la investigación científica a una ba en su gran proyecto una concepción de la realidad
simple lógica. Esta fue la camisa de fuerza que con­ que determinó en gran medida la definición de sus
dujo sistemáticamente a callejones sin salida a las solu­ problemas y las soluciones a los mismos. Por un lado,
ciones de los grandes problemas de la lógica · de la el ideal del logicismo metodológico de establecer leyes
ciencia positivista. universales, al que finalmente se renuncia en el neo­
Por un lado, el criterio de demarcación entre cien­ positivismo ante la imposibilidad lógica de lograrlo, re­
cia y metafísica -gran intento de volver neutral el fleja el intento de concebir a la realidad como emi­
método y el desconocimiento de sus determinantes his­ nentemente estática. No se explica de otra manera
t6rico-culturales-, fracasó, como señalaba Hempel. cómo la l6gica del hipotético deductivo propone un
Fracasó en las · dos formas que adoptó, la del criterio punto · de partida en la teoría, teoría por demás cons­
empirista y la de la lógica de la verificación. El pri­ tituida fundamentalmente por leyes universales -o con
mero porque la proposición con forma de universal no forma legaliforme sin serlo realmente como se dirá
podía ser definitivamente verificada y porque el criterio ahora que para el caso es lo mismo. En tanto leyes
de verificación parcial no fue ni preciso ni formaliza­ universales deberían tener la capacidad de explicar lo
do, al grado de no constituir una solución lógica rigu­ singular y el proceso de verificación es el de subsunci6n
rosa -como se encargará Popper de recalcar. del caso singular dentro de la ley universal. La veri­
. Además, al ser incapaces los positivistas de reducir ficación se presenta así como una ilustración de lo
la observación a una lógica y despojarla con ello de lo universal que explica a lo singular. Este es el funda­
subjetivo del observador, dejaban sin fundamento lógi­ mento de la funci6n principal que el hipotético deduc­
co a una parte esencial del proceso de verificación que tivo confiere a la teoría : una funci6n deductiva, la de
cuestionaba la objetividad del mismo, al menos como tener la capacidad de deducir hipótesis para ser some­
ellos lo entendieron : como independencia del sujeto y tidas a verificación.
reducción a una lógica abstracta. Pero eso no es todo. El positivismo llegó a conver­
Pero no sólo el criterio de demarcación fracasó al tir el viejo concepto de experiencia del renacimiento
ser incapaz de reducir a una lógica la corresponden­ en algo más preciso, la verificación. La verificación,
cia entre pensamiento y realidad en el momento de la además de las componentes lógicas a las que nos he­
observación, sino también en cuanto a la propia lógica mos referido anteriormente, implica el momento preciso
del proceso interno de la verificación. Este proceso de del enfrentamiento entre pensamientos y realidades. En
verificación en su parte lógica -antes de su confron­ este punto la realidad pertinente a la verificación queda
tación �on lo observable- implicaba un proceso de reducida a la realidad empírica, a la observable a través
traducción de lo teórico a los conceptos observaciona­ de los sentidos. De esta forma el concepto de realidad
les cuya solución deductiva pareda rigurosa. Sin em­ presente en esta perspectiva -al menos la realidad que
�argo, la realidad de la ciencia natural o social se es relevante a la ciencia- es la realidad empírica,
realidad de un solo plano; empiria que, por otro lado,
resisti6, primero a aceptar teorías totalmente axioma­
tizadas y, segundo, a una traducibilidad de lo teórico no es problematizada como forma de relación entre el
a lo observacional riguroso . En esta medida hacía agua
sujeto y el objeto sino que aparece como algo dado
e i rreductible a la lógica. Este concepto de realidad
también la parte sistematizada de la ciencia positivista
homogénea repercute sobre el propio carácter de la
y, unos tras otros, los criterios de correspondencia te­
teoría que pretende dar cuenta de la misma. La teoría
nían que ser sustituidos por otros menos fuertes y, por por excelencia es la teoría axiomatizada y decir esto
tanto, menos rigurosos lógicamente e incluso franca­ significa, entre otras cosas, que los conceptos y propo­
mente ambiguos. Esto echaba al traste el proyecto de siciones en la teoría tienen entre ellos una relación de­
reducir, ni tan siquiera en una de sus partes importan­ ductiva. Es decir, no hay la posibilidad de niveles
tes, el proceso de investigación científica a una lógica. diversos de abstracción p uesto que la simple deducción
Pero, si el criterio de demarcación fallaba en querer entre proposiciones no permitiría los saltos en niveles
ser riguroso y el propio proceso de verificación era in­ de abstracción . En esta medida, a una concepción ho­
seguro y laxo, esto no podía sino repercutir sobre la mogénea de la realidad y reducida al m undo empírico
seguridad y univocidad de su propuesta de método. El corresponde una concepción homogénea de la teoría,
hipotético deductivo ya no aparecía tan seguro porque cerrada semánticamente, como diría Bunge.
cada uno de sus pasos era imposible de convertirlos Por ello el dualismo entre pensamiento y realidad
en pasos seguros, lógicamente neutrales y de-subjetiva­ no puede ser resuelto por el positivista. Primero, por­
dos; con ello sufría el método en general al intentar que esta relación siempre será más compleja que · los
presentarse como el único camino de la ciencia. Es de­ dictados de cualquier lógica y, segundo, porque las tran­
cir, si el camino de la ciencia no es sólo un camino siciones no podrán ser establecidas con propiedad sin
l6gico riguroso sino permanentemente contaminado de reconocer que las teorías no necesariamente son horno-
16 ENRIQUE D E L A GARZA TOLEDO

géneas o que la única relación en tre sus proposiciones términos de lo que Marx llamó la abstracción y la ley
es la deductiva. Más bien, como establece Bachelard, históricamente determinada. Pero, al mismo tiempo,
las teorías poseen un perfil epistemológico, es decir ni­ la necesaria inclusión del sujeto en la determinación
veles diversos de maduración de los conceptos en sus del proceso histórico, en interacción recíproca con los
contenidos y relaciones con otros conceptos en la teo­ elementos objetivos de la realidad, y ambos en perma­
ría. Además, diríamos nosotros, las teorías pueden re­ nente reestructuración no necesariamente conduce al
conocer relaciones entre sus conceptos no sólo de deduc­ abandono del concepto de ley, pero sí a transformarla
ción sino de niveles di/erentes de abstracción, entre en una legalidad potencial. Sobre todo si se piensa que
otros. la realidad se estructura y reestructura por niveles de
El positivismo con su método hipotético deductivo realidad y en esta medida la teoría que da cuenta
fracasó en querer reducir el proceso de investigación de esa realidad no puede sino estru cturarse por nive­
científica a una lógica abstracta, ahistórica, desubjeti­ les de abstracción, dando cuenta de las estructuras en
vada. Fracasó en el momento de la percepción, y no una coyuntura determinada así como su proceso de
pudo negar que es imposible de purificar de la historia cambio y potencialidades de transformación. Lo ante­
y la cultura, pero fracasó también en el proceso lógico rior conduce a replantear el carácter de la teoría, como
de la verificación, puesto que éste nunca puede ser sistema de proposiciones relacionadas en forma deduc­
reducido exclusivamente a la lógica.17 tiva, para considerarla como complejo conceptual en
Reconocer la presencia de lo subjetivo en el pro­ una relación compleja por niveles de abstracción y
ceso de investigación científica implica diversos nive­ en donde el cambio de nivel de abstracción resulta de
les. Por un lado, todo el campo de los valores del operaciones lógicas, pero también de la ubicación his­
investigador, los que consciente o inconscientemente tórica del concepto.
influyen en la toma de decisiones cuando la lógica se En otras palabras, si la teoría resulta un complejo
muestra incapaz de guiarlas por ella sola. Por otro, conceptual estructurado por niveles de abstracción, sus
el reconocimiento de que estos valores no sólo son in­ legalidades no podrán reflejar cabalmente el movi­
dividuales, sino sociales, y que históricamente cambian miento de lo real sin la consideración de lo subjetivo ;
y determinan no sólo los problemas a investigar. sino en esta medida, la ley resulta ser siempre una ley de
ópticas de análisis, preferencias paradigmáticas y solu­ tendencia sujeta a otras determinaciones en cuanto a
ciones del sentido común que siempre se en tremezclan su operancia en el mundo empírico, entre ellas, por
con la lógica de la investigación. Pero fundamental­ supuesto, la acción y voluntad de los sujetos involucra­
mente, el reconocimiento de lo subjetivo en los pro­ dos en el proceso.
cesos sociales implica que dichos procesos no están La idea de realidad por niveles y teoría por niveles
unívocamente determinados por lo objetivo que escapa de ab stracción debe conducir a replantear la relación
a la voluntad de los sujetos, sino que el movimiento entre concepto-indicador y dato, ésta no puede ser sólo
histórico resulta de la articulación entre objetividad una relación deductiva sino representar el cambio en
y voluntad. Lo anterior debe conducir a una reformu­ niveles de abstracción desde el concepto teórico hasta
lación del concepto de ley social, al abandono del de­ el dato. Estamos entendiendo los niveles de abstracción
terminismo objetivista incluso en su forma probabi­ de los más abstractos a los más concretos como lo hace
lística. Marx : es decir, un concepto será más concreto si de­
Si una concepción de la realidad estática, desub­ pende de más determinaciones que el más abstracto.
jetivada y homogénea ha conducido a una propuesta Por ejemplo, el concepto de valor resulta más abstracto
de método incapaz de resolver los propios problemas que el de precio en El Capital. Así, la determinación
que planteó desde su perspectiva, habría que pregun­ de un indicador para un concepto teórico no puede
tarse si en una perspectiva como la marxista conservan ser simplemente deducido de la teoría, puesto que la
su vigencia los problemas, soluciones y método posi­ operancia del indicador en la realidad concreta nece­
tivistas. sariamente dependerá de más determinantes que las
Una concepción de la realidad en movimumto, en del concepto teórico ; en este sentido el indicador será
constante transformación, aunada a la idea de una también un concepto más concreto que el concepto
estructuración de dicha realidad por niveles de reali­ teórico y sujeto a determinantes suplementarias que
dad y en donde el cambio social resulta de la articu­ aquél, determinantes que hay que descubrir no en lo
lación entre objetividad y subjetividad, debería de con­ general sino en lo específico para el contexto en donde
ducir a un replanteamiento de los problemas positivistas se quiere realizar la "verificación". En general, la re­
con respecto al método y al surgimiento de nuevos lación entre concepto teórico e indicador debe estar
problemas. sujeta a las mismas consideraciones que la relación
En primer término, el ideal de una ciencia social entre un concepto abstracto y otro más concreto. 18
que descubre leyes universales debe ser replanteado en El replanteo del carácter de la teoría debería ser

u Las reflexiones que siguen serán profundizadas en los 18 De la Garza Toledo, E., El método del concreto-abs­
capítulos subsiguientes. tracto-concreto. México, UAM-1, 1 983.
EL POSITIVISMO : POLÉMICA Y CRISIS 17

completada con una reformulación d e la función d e la rico y lo lógico en el proceso de reconstrucción y


misma en la investigación, de una función deductiva­ externa ligada a la praxis histórica transformadora.
aplicada a otra recoostructiva. La necesidad de recons­ Así, el problema de la correspondencia entre con­
truir la teoría acumulada surge de la concepción de ceptos teóricos, indicadores y datos no sólo puede con­
una realidad en movimiento, de su reestructuración por cebirse como relación de deducción sino también como
niveles de realidad y de la necesidad de captar no sólo de saltos en niveles de abstracción, de los conceptos
más abstractos a los más concretos, interviniendo en
lo general al objeto sino también lo específico al mis­
dichos saltos por supuesto lo lógico pero también lo
mo. En este sentido no habrá teoría general capaz de
que Marx denominaría lo histórico.20
dar cuenta por ella sola de lo específico y de su trans­
La inevitable introducción de lo histórico en este
formación.
proceso de conocimiento científico no sólo implica la
En otras palabras, lo que se repl,antea en términos
no universalidad de los conceptos y leyes sino especí­
generales es la estrategia general de construcción de ficamente el reconocimiento de la influencia del sujeto
conocimiento, de una estrategia verificacionista como en dicho proceso.
en el hipotético deductivo a una de reconstrucción­ A pesar de que en estos momentos ya no es con­
construcción de teoría, como eje fundamental del pro­ vincente la identificación entre positivismo y método
ceso de investigación.19 de la ciencia, el desarrollo de otras al ternativas, como
Finalmente, el problema de la verificación no puede la marxista, es todavía más un campo por explorar
permanecer en los mismos términos que en el positi­ que una realidad.
vismo. Asimismo, la importancia y función de las hipó­ La reconocida crisis del positivismo como única ló­
tesis en el proceso de investigación tienen que cambiar. gica de la investigación científica desde los años 60's
En un proceso reconstructivo es posible hablar de una del presente siglo, no se ha traducido en lo inmediato
"verificación interna" y otra externa. "Verificación in­ en la crisis explícita de la metodología de la ciencia
terna" en cuanto formas diversas de articular lo histó- social que se le asocia. Pero, detrás del derrumbe de
teorías sociales sólidas, como muchas de la economía
10 en el momento actual, es posible que en el fondo se
La consideración anterior debe ser explicada con ma­
yor amplitud, primero, distinguiendo entre ciencia natural y trate de la crisis de un método que se pensó sería la
social, segundo, entre ciencia social convertida en tecnología panacea universal.
vs ciencia social crítica y, finalmente, en función del tipo de
objeto a investigar. Véase al respecto De la Garza, E., op. cit. 20 De la Garza Toledo, E., op. cit.
CAP1TULO 11

EL MÉTODO DEL CONCRETO ABSTRACTO CONCRETO

Enrique DE LA GARZA TOLEDO

l. El Circuito Concreto-Abstracto-Concreto rica se trataría de efectuar una "ruptura epistemológi­


ca" entre el conocimiento ideológico previo y la nueva
Uno de los · problemas propios a la pertinencia de una teoría generada en la práctica teórica. Recuérdese, que
metodología marxista es el de la sustantividad de su al hablar este autor del proceso de la práctica teórica,
método con relación a lo que llamaremos la metodo,. se está refiriendo al proceso del conocimiento cien­
logía tradicional. tífico.ª
En la Introdu cci6n d.el 57 Marx plantea algunos Siguiendo a Bachelard, Althusser considera la rup­
lineamientos centrales de lo que considera el método tura epistemológica en dos sentidos : Como ruptura
de la economía política : "Parece justo empezar por la histórica que permite delimitar entre prehistoria de una
población que es la base y el sujeto del acto social y ciencia y su historia propiamente dicha ; y como rup­
de la producción · en su conjunto. Pero esto se revela tura en tre ideología y ciencia en la investigación con­
falso : la · población es una abstracción si se dejan de creta.
lado las clases; Si empezamos por la población tendría­ La práctica teórica, como toda práctica, implica la
mos una: visión caótica del conjunto : de lo concreto actividad hµmana transformadora de una materia pri­
representado se llegaría a abstracciones cada vez más ma (generalidad I) con determinados medios de pro­
simples. Llegando a este punto habría que retornar'' ; 1 ducción ( generalidad II ) . La generalidad II estaría
Marx concluye diciendo que el correcto método cien­ constituida por la teoría de la ciencia del momento,
tifico es el que va de lo simple a lo concreto en el así como por todas las técnicas que pueden auxiliar
pensamiento, aunque lo concreto sea el verdadero pun­ en la transformación de la generalidad I ( ideológica
to de partida. o de menor cientificidad que la generalidad II ) , en
La síntesis metódica establecida por Marx en la una generalidad III ( científica ) . La diferencia entre
Introducción del 57 ha dado origen a diversas inter­ generalidad I y II no sería en cuanto a su diferente
pretaciones · siendo las de Della Volpe, Al thusser y naturaleza, ambas serían ideas, sin embargo, la genera­
Luporini las más conocidas. lidad I sería ideológica o científica en proceso de per­
Para Della Volpe el método de Marx se puede es­ feccionamiento, en tanto que la generalidad II consis­
quematizar en el circuito concreto-abstracto-concreto. tiría en la teoría del momento, no específicamente
Al respecto dice : "El método correcto puede ser re­ objeto de perfeccionamiento ( a pesar de que sería
presentado como un movimiento circular de lo concreto impensable la creación de la generalidad III sin la
real a lo abstracto ideal y de éste a aquél : o sea que transformación de la generalidad II) . Como resultado
con precisión lógica consiste en un continuo e inevita­ de la práctica teórica se tendría una nueva teoría so­
ble ajuste histórico de las abstracciones o categorías. bre el objeto ( generalidad III) de mayor cientificidad
Ese ajustar históricamente las categorías o abstracciones que el punto de partida. Esta teoría específica del ob­
es el método del concreto-abstracto-concreto." 2 jeto específico, Al thusser le llama "concreto del pen­
Althusser al entender por práctica todo proceso de samiento", para diferenciarlo de la realidad concreta.
transformación de una . materia prima determinada en Hay que reconocer que, en Para leer El Capital,4
un producto • 'determinado, transformación efectuada el autor especifica más su esquema de investigación
por un trabajo humano utilizando medios de produc• rescatando fo. importancia de la confrontación con el
ci6n determinados; considera a la "práctica teórica" concreto real, evitando caer en un esquema puramente
como una de las prácticas . posibles. En la práctica teó- especulativo. Esta intervención del concreto real en el
proceso del conocer, además de las consideraciones
l· Marx, Karl, Elementos fundamenta/es ·para la · crítica
Siglo · XXI Editores,
th lá B&Otromla polEtict1, T� I;- México, · Althusscr, Louis, La r.evoluGión t1órica d� Marx, Méxi-
3

1976. co, Siglo


XXI, J.912.
·

· 2• Delta Volpe, ' Galvano; .Rousseau" y �arx, M�xktt, Mar- ' Altbusser, ·. Louis, Partf r leer. El· Capital, Mtxico, Siglo
tlnez Roca, 1 972. XXI Editores, 1916.
19
20 ENRIQUE DE LA GARZA TOLEDO

acerca del concreto del pensamiento, permite formular conocimiento sea en prima instancia un conocumento
el esquema de la práctica teórica corno un abstracto­ "pseudo-concreto". Es decir, desde nuestro punto de
concreto real-concreto pensado. vista, el verdadero punto de partida es el concreto real,
Luporini por su parte, considera que el método el objeto en relación de praxis-conocimiento con el
marxista es aquel que parte de lo concreto represen­ su jeto. Este concreto real no sería sino la unidad dia­
tado y va a lo concreto pensado. Un concreto que léctica, no iden tificable, entre objeto y sujeto en rela­
tanto en el punto de partida como en el de llegada, es ción práctica.
siempre un concreto sólo en la mente. Este autor aña­ Tanto la concepción del concreto real como abso­
de que el círculo dellavolpiano del concreto-abstracto­ lutamente aislado del sujeto, como la del punto de
concreto "describe el procedimiento de la ciencia bur­ partida como generalidad I, nos parecen unilaterali­
guesa ( clásica) de la economía, ni más ni menos y zaciones del problema.8 No obstante que la teoría en
ello en un sentido enteramente preciso, que Marx ex­ el marxismo no tiene esencialmente una función deduc­
plica muy claramente : la primera vía es la represen­ tiva (como en el positivismo) , ello no significa que se
tada por los economistas del siglo xvn, la segunda vía parte sólo de las impresiones físicas del objeto sobre
( que integra a la primera y la corrige ) , la represen­ el sujeto. Si éstas intervienen, es sólo porque el cono­
tada por los economistas del siglo XVIII y posteriores, cimiento del sujeto puede convertirlas en intuiciones y
hasta Marx excluido".5 Así, para Luporini, el método representaciones que implican ya cierto nivel de abs­
marxista de la economía podría definirse como una tracción. La concepción del punto de partida como un
espiral que iría de lo abstracto a lo abstracto ; 6 el pun­ punto de partida teórico lleva a una función contem­
to de partida serían categorías elaboradas previamente plativa y deductivista del conocimiento, al mismo tiem­
y se arribaría al "modelo abstracto de la sociedad po que no considera la cuestión en su dimensión
burguesa capitalista" . social.
La distinción entre las diferentes interpretaciones Para Marx se partiría de ese concreto real y se
metodológicas del marxismo estriba fundamentalmente avanzaría en una primera fase del proceso del cono­
en la concepción sobre los puntos nodales del método : cimiento hacia lo abstracto ( la abstracción más sim­
El concreto real (o verdadero punto de partida ) , el ple ) . A esta primera fase le llama /ase de la investi­
abstracto y el concreto pensado. Kosik, 7 refiriéndose gación. Al respecto dice Marx que "el método de
al concreto real, nos dice que en el proceso del cono­ exposición debe distinguirse formalmente del método
cimiento se trata de romper por medio de la abstrac­ de investigación. La investigación ha de tender a asi­
ción con la "pseudo-concreción", conformada por el milar en detalle la materia investigada, a analizar sus
mundo de los fenómenos externos ; el mundo de las diversas formas de desarrollo y a descubrir sus nexos
praxis fetichizadas ; el mundo de las representaciones internos. Sólo después de coronada esta labor puede
comunes ; el mundo de los objetos fetichizados. el investigador proceder a exponer adecuadamente el

El problema que se presenta con respecto al ver­ movimiento real".9


Sin embargo, las anotaciones de Marx con respec­
dadero punto de partida, no es sino el de la relación
to del método de investigación son sumamente genera­
entre sujeto y objeto. Evidentemente Marx no plantea
les. Sólo recientemente, investigadores como H. Zemel­
un sensualismo de partida en el conocimiento, ni tam­
man han tratado de hacer una propuesta de Método
poco hace "tabula rasa" del conocimiento anterior so­
de Investigación.
bre el objeto. Lo sensorial puro no existe en el hombre
sino como sensación-concepto. Marx dice al respecto :
"transformar intuiciones y representaciones en concep­
2. La Abstracción Históricamente Determinada
tos". Pero la incidencia del obj eto sobre el sujeto nunca
es considerada por Marx como contemplación ( ni mu­
Entre el concreto real y el concreto pensado se ex·
cho menos como aplicación de la teoría al objeto ) , sino
tienden las dos fases del proceso del conocimiento -la
fundamentalmente como praxis. Praxis que es conce­
de investigación y la de exposición- delimitadas por
bida en un sentido histórico y social, y no individual
el punto de partida de la exposición, que en el método
y abstracto.
de la economía política para Marx es la categoría más
Es de la praxis de donde surgen intuiciones y re­
simple. Pero el camino de la categoría más simple al
presentaciones que tendrán que ser volcadas en con­
concreto pensado, se desarrolla por el establecimiento
ceptos. · Pero la praxis no es concebible sin el conoci­
de múltiples conceptos de mediación.
miento, sin la conceptualización, no obstante que este
Dice Marx que "el todo, tal como aparece en la
mente, como todo del pensamiento, es un producto
5Luporini, C., Della Volpe, G., et al., La diaUctica
revolucionaria, México, Universidad Autónoma de Puebla,
1 977. s Véase, por ejemplo, la crítica de Georg Luckács a
6; Est¡¡. posición l a hace suy� Da! Pra, M. en La_ . dialéc­ Federico Engels en Historia y conciencia . de clase, México,
tica en Marx, Barcelona , Eds. Martínez . · Roca, 1 97 1 . Ed. Grijalbo, 1 969.
7 �osik, K�rel , Dialéctica de . lo concreta; México, Ed. u :Postfado a . la seg u nd a edici6n de El Capit�l, México,

Grijalbo, 1 967. Fondo de Cultura Econ6rnica, 1 974, p. 23:


EL MÉTODO DEL CONCRETO ABSTRACTO CONCRETO 21

de la mente que piensa y que · se apropia del mundo del de un universal que abarca en sí la riqueza del par­
·

único modo posible ; de lo que se trata es de trans­ ticular = abstracción + totalidad" .14
fonnar a través del trabajo de elaboración, las intui­ El método que va de lo abstracto a lo concreto,
ciones y representaciones en conceptos". 1 º en el que "las abstracciones conducen a la reproduc­
La abstracción no es sino la "descomposición del ción de lo concreto por la vía del pensamiento", es
todo" (del concreto real ) , en nuestro pensamiento, por definido por Marx como "el método científico correc­
medio de conceptos. Dicha abstracción es forzosamente to". Es un método específico que "sólo es para el pen­
producto del pensamiento. Desde este punto de vista, samiento la manera de apropiarse del concreto, de
la abstracción es un paso inevitable en el proceso del reproducirlo baj o la forma de pensamiento concreto".
conocimiento, independientemente de la forma que ad­ Para Marx, cada abstracción es el producto de la
quiera y de los presupuestos epistemológicos que sub­ reproducción de lo concreto en la realidad, su ex­
yacen a dicha abstracción. presión sintetizada y abstracta en la conciencia. "Re­
Al decir de Lenin "el hombre no puede captar, ducir" la plenitud concreta de lo real a su expresión
reflejar la naturaleza como un todo en su integridad ; en abstracta en la conciencia es la condición sine qua non
su totalidad inmediata ; sólo puede acercarse eterna­ de toda investigación. Aquí el aspecto contradictorio del
mente a ella, creando abstracciones, conceptos, leyes, proceso de la formación del concepto se descubre en
etc., resulta imposible tener la mera noción de ninguna la unidad de su aspecto analítico y sintético : más no
cosa si no se forma un concepto" .1 1 se trata sólo del análisis y la síntesis empírico-sensorial,
Respecto de la abstracción hay dos posturas epis­ sino que pretende ir a lo esencial, y en esta medida no
temológicas fundamentales. Por un lado aquella en que se equipara abstracción a generalización. La aproxi­
la imagen abstracta no se contrapone absolutamente mación del espíritu a un objeto particular, al sacar
a lo concreto. Esta posición establece que el concepto "una copia de él" (un concepto ) , no es un acto sim­
puede ser a la vez concreto, es decir, que puede expre­ ple, inmediato, un reflejo muerto en un espejo, sino un
sar una realidad concreta ; en el otro polo de la con­ acto complejo dividido en dos, que incluye en sí la
troversia epistemológica acerca de la relación abstracto­ posibilidad del vuelo de la fantasía fuera de la vida
concreto se encontraría la posición en la que la imagen y la transformación del co ncepto abstracto en ficción.
abstracta, desprovista de todo contenido concreto se La posibilidad del idealismo se presenta desde la prime­
transforma en un esquema inerte. Para ésta, la abs­ ra abstracción. Para Kant la "cosa en sí" es una abs­
tracción es sólo un cadáver, como plantearía la lógica tracción vacía, en cambio para Hegel las abstracciones
metafísica formal, por exclusión incesante de rasgos deben responder a su esencia : "El concepto objetivo
del objeto. A dicho resultado llega la "abstracción ge­ de las cosas constituye su esencia misma" .15
neralizadora" de la gnoseología neokantiana de Ric­ En Marx, el pensamiento avanza de lo concreto a
kert, que lo llevó a establecer que "la esencia del con­ lo abstracto, lo cual no significa un alejamiento del
cepto no contiene nada real" y a contraponer absolu­ objeto, sino un acercamiento al mismo. En esa medi­
tamente el mundo conceptual al real.12 El positivismo da, las abstracciones científicas "reflejan la naturaleza
16gico cae en posiciones semejantes al declarar como de la sociedad en forma más profunda, completa y
lo hace Carnap, que la ciencia formal carece por com­ veraz. De la percepción vivida al pensamiento abstrac­
pleto de objeto, se restringe a ser un sistema de ora­ to y de éste a la práctica : Tal es el camino dialéctico
ciones auxiliares desligadas de todo objeto y de todo del conocimiento de la realidad" .16
contenido.13 La importancia que Marx da a la abstracción que­
Marx muestra como, tanto el trabajo concreto como da establecida explícitamente en el prólogo a la pri­
el trabajo abstracto, expresan relaciones reales y que mera edición de El Capital: "Cuando analizamos las
la reducción del trabajo concreto, como trabajo real, al formas económicas no podemos servirnos del m icros­
abstracto se presenta como una abstracción que tiene copio ni de reactivos químicos, la facultad de abstraer
lugar diariamente en el proceso social de la produc­ debe hacer las veces del uno y del otro".17 No estaría
ción. En esta medida lo abstracto puede ser a la vez por demás agregar, que ni al químico le es posible
concreto. En esta corriente el pensamiento es en general renunciar a la abstracción.
abstracto, en el sentido de no concreto empíricamente ; Habiendo establecido lo anterior, cabe ahora pre­
pero en su esencia puede ser concreto al expresar lo guntar por el carácter de las abstracciones propuestas
real en sus múltiples propiedades y conexiones. por Marx que pudiera diferenciarlo de otros autores.
Como expresa Lenin, dentro de la corriente seña­ Eri la Miseria de la filosofía, al hace·r Marx la · crí­
lada no se trata sólo "de un universal abstracto, sino tica metodológica a Proudhon · y a Hegel plantea :
"Desde el momento que no se persigue e i movim iento
10 Marx, Karl, op. cit.
11 Lenin, V. l ., Cuadernos filosóficos, Buenos Aires, Es­ H Lenin, V. l., op. cit.
tudios, 1 974. 15 Hegel, Ciencia de la l6gica, Argentina, Ed. Solar Ha­
19 Kursanov, G., El mat erialismo dialéctico )' el con­ chette, 1968.
cepto, México, Ed. Grijalbo, 1 956. 16 Lenin, V. l., op. cit.
18 !bid. 11 M arx, K., op. cit.
22 ENRIQUE . DE LA GARZA TOLEDO

histpric() d� la.� relaciones de. pt.o du.cción;: cuyas .e.Jitp f:�.­ vi dua).i7apte y di!)crim.ina11te : lo . general e�enc�aL21
siori es teóricas son las categorías. Desde el mom.enJ9 Tapipoco prescinde de . la identidad específic:a de. la
.
·

en que únicamente .se. quiere ver- en estas categorías, esp�cie. .


.
.· .
. . . .
-
ideas, pensamientos espontáneos, independien_tes de las Sin embargo, es necesario precisar los límites. �n tre
relaciones reales, no queda más remedio que asignar · lo . históricamente determinado y lo abstracto indeter­
como origen a estos pensamientos el movimiento. de la minado. Dilucidar si habría, pues, objetos histórica­
razón pura".18 Es decir, las abstracciones científicas �ente determinado� y objetos indeterminados históri­
están sujetas en Marx a dos restriccjones : 1 ) corres­ camente. . · . . ·

ponder a relaciones reales ; y 2 ) estar históricamente . El problema de las abstracciones . históricamen te


determinadas. determinadas y sus límites con respecto a lo abstracto
De esta forma Marx contrapone las abstracciones indeterminado, dentro de la línea de la totalidad con­
reales, históricamente determinadas, a las que produ­ creta,22 en contraposición a la línea del "sistema teóri­
ciría el método absoluto hegeliano : "A fuerza de abs­ co", a nuestro entender, estaría solucionado una �ez
·
traer", con el método absoluto, "de cualquier objeto resuelto el problema del objeto. Es decir, si el objeto
todos los pretendidos accidentes, animados o inanima­ está históricamente determinado y su explicación no se
dos, hombres o cosas, tenemos razón al decir que en intenta como una deducción a partir de un. sistema
última abstracción se llegan a tener como substancia teórico, sino por reconstrucción de su totalidad, en esta
las categorías lógicas y si se encuentra en las categorías explicación podrán intervenir categorías cie grados di­
lógicas la substancia de todas las cosas, puede creerse versos de abstracción (de determinaciones históricas
que en la forma lógica está el origen del movimiento diversas) .. Las categorías pertinentes y su nivel de abs­
de la cosa" .1� tracción dependerán del objeto. · · .

Decíamos que las abstracciones marxistas no son El problema del significado y caráct�r de la abs�
simples separaciones o aislamientos de rasgos, sino que tracción históricamente determinada se encuentra en la
son abstracciones que se encuentran en las formas so­ base de la polémica acerca de la dialéctica.23 Una
ciales analizadas existentes en la vida real, que depen,. interpretación crítica de la dialéctica engelsiana la acu­
den tanto de la ciencia de la que se trate, como del sa de positivismo al tratar de plantear leyes universales
estado de desarrollo de la realidad investigada : "La ( las leyes de la dialéctica) que contradicen el carácter
posibilidad de aprehender la abstracción de la catego. de la abstracción históricamente determinada. Para esta
ría trabajo se da cuando en la producción no predo­ crítica, dicha abstracción significaría la pereneidad d�
mina una forma determinada, limitada, restringida y la validez de los conceptos o bien, su validez estaría
singular de trabajo. La indiferencia hacia un trabajo circunscrita a ciertos parámetros de tiempo. ,
Sin embargo el problema no es sencillo, Marx . en
particular corresponde a una forma de sociedad en la
la Introducción del 57 habla de la función explicativa
que los individuos pueden pasar fácilmente de un tra­
de las categorías generales, como la de producción,
bajo a otro y en la que el género determinado de
En El Capital evidentemente in tervienen categorías de
trabajo es para ellos fortuito y, por tanto, indiferente.
..

muy diversos rangos de temporalidad -por ejemplo;


El trabajo se ha convertido entonces, no sólo en tanto
intervienen conceptos como mercancía (d e una deter­
categoría, sino también en la realidad en el medio
para crear la riqueza en general y, como determina­ minación histórica superior al ámbito capitalista) , y
producción en general ( válida para toda forma cono�
ción, ha dejado de adherirse al individuo como una
cicla de producción ) -, es decir, que un objeto históri­
particularidad suya". 2º
camente determinado, existente dentro de . ciertos pará­
La abstracción históricamente determinada no im­
metros de tiempo, no sólo llega a ser explicado por
plica el historicismo y sí el descubrir la estructura
Marx mediante categorías de una validez restringida
interna del objeto "separándolo", "purificándolo" de
a esos marcos temporales ; a la vez, resulta claro que
las formas complejas, para captar el fenómeno en "su
sin las categorías específicas a esos marcos, la expli�
simple forma elemental'', sin momentos perturbadores
cación no puede alcanzarse.
y oscurecedores.
Por lo anterior, el planteamiento de Colleti de bus·
La abstracción históricamente determinada no es car una abstracción de tipo nuevo que no caiga en la
una abstracción de tipo. lockeano, que se limita a aislar "sociedad en general" 2' resulta, a su vez, "abstracto
todo lo general, _ todo elemento común a una serie de
objetos mediante una comparación o cotejo entre ellos, 21 Coletti, Lucio, 1 deología y sociedad, Madrid
, Ed. Fon·
sino que es Un a generalización que se lleva a cabo tanella, 1 972;
2 2 Kosik, K . , op. cit.
sacando a la . luz el elemento material, el factor indi;..
2 3 Como textos básicos en la polémica véase : Engels F.,
A ntidhuring, México, E d Gri jalbo, 1 9 7 2 ; Engels, F., Dia­
.

1 1\ Marx, K., Miseria de la filosofla, México,. Ed . Na­ Uctica de la naturaleza, Buenos Aires ; Brumario, . 1 969 ;· Lu­
ci�m�J, l.972. p. .32. kacs, G., op. cit.,· Della Volpe, G., Dialecttica come sci�n.za
.
l& lbid. pos.itiva, Roma, Riuniti,. 1 969 ; C::OJJeti, L., El marxismo y
ll? Marx, K., lntroducci6n a :la critica de la . ,co�o�fa
. .

Hegel, México, Ed. Grijalbo, 1 977.·


pol�tica, C6rclova, Pasado y Presente, 1 9 74, p. 62 . . , 24 Colleti, L., lbid.
EL MÉTODO DEL CONCRETO ABSTRACTO. CONCRETO 23

indete.rp:ii.nado'.� y ,,s(>l9 �n_drª, ,sentipo . en. P.P. ·II1a.n.c.ism,o métooo •'en- el . �entidp .de . . ser; . capaz, · de . una J!istemátiza-:
que Jendi'era al sisJem<:i.J�óriq:i. ck e:;icpFc�.ción y M en,._' ci6n . . may.o r. . Esta . . fase e.xpositiva< .en ·' el mé tod�t d� ·ia
aqltél que pone el énf�is cu l q , e�peéí fjtp...:.:: < : economía política . iría de lo . :'abstr.actp, at · coPc..r:.et<;r ·p�n-::
sado;:.•,concebido. éste.. . como . siiit:e:s.is de . • :tnúl tjpl,es .· dete.z:-.·
·

Es evidente que. las abstracciones de M arx en . Ef


Capital acerca de la producción· .en general caería.I) .en mi ��cio.nes; : J:e.constru.cción ·. te.órka : d�l obj�tp· -:y e.xpH::
·

lo que Colleti llama ."abstracciones · sobre : la sociedad cac1on del·m1smo;.


en . general", pero en Marx l'las leyes del movimiento La exposición debe . considera:rs.e como· s.intesis y en-·
de la sociedad capitaJista'' no se tratan de deducir de cadenamiento progresivo y dialéctico de los múltiple�
ninguna ley de la sociedad en · general, sino principal­ asp.e.ctos de la realidad abstraída . Proceso eminente­
mente a partir de Jo . específico a ella, aunque no úni­ mente lógiéo, pero que sufre la confi:ontación perió­
carpente: �- dica · con lo real durante ,el · propio proce.so r�construc­
En esta medida, el enfoque de fa totalidad concreta tivo del objeto en el pensamiento . .
logra resolver la contradicción entre lo históricamente •� En . El · Capfrid el proceso · de · reconstrucción teórica
·

determinado y lo abstracto : una abstracción será his­ iinplica arribar a categorías cada vez más complejas
··

tóricamente determinada si logra expresar relaciones a partir de otras que · se subsumen en · ellas : mercancía..:
reales, pertinentes a la explicación del objeto ;· de otra plusvalía-capital, etcétera. Al interior de etapas en la
manera, una abstracción por poco generalizante e his­ reconstrucción, como las señaladas, aparecen a su vez
tóricamente limitada que sea, podrá ser indeterminada categorías intermedias . De la categoría más simple -la
si no es pertinente al objeto. mercancía- se avanza a la siguiente categoría en un
Las abstracciones que pretenden una validez mayor proceso de génesis estructural y en algunos casos de
que el objeto, como la mercancía con respecto del génesis histórica. En este proceso de reconstrucción
capitalismo, tendrán que . probar su pertinencia para ( en cuanto a la génesis de las categorías ) , adquiere
cada objeto concreto, Jo contrario · presupondría una relevancia la relación dialéctica entre lo lógico y lo
acumulación teórica que apuntara hacia el sistema, ha­ histórieo�
cia el a priori y la deducción ( en el marxismo in ter". En la lntr:oducción del 57 Marx se pregunta si las
vienen tanto la inducción como la deducción, pero la categorías más simples tienen una existencia histórica
construcción de la totalidad no puede reducirse ni a anterior a las catearías complejas, de las cuales son sín­
una ni a la otra ni a ambas) . tesis, y responde de la siguiente manera: 1 ) Las ca­
En la fase de la . investigación el papel de las ca­ tegorías más simples pueden expresar las relaciones
tegorías no podría situarse dentro de la discusión de lo dominantes de un todo no desarrollado, o bien las re­
históricamente determinado o no, puesto que éstas laciones subordinadas de un todo más desarrollado.
aparecen en primera instancia como conceptos orde­ En este caso, el camino de lo simple a lo complejo
nadores · relativamente vacíos, cuyo contenido sólo se corresponde al proceso histórico real ; 2) sin embargo,
precisará posteriormente. En la · fase expositiva las ca­ aunque la categoría más simple .haya podido .existir
tegorías . aparecerán con el contenido pertinente al ob­ históricamente antes que la más concreta, en su pleno
jeto, y en esa medida serán históricamente determina­ desarrollo, pued e pertenecer a una forma social comple­
das : El punto de vista de la totalidad concreta resuelve ja . Lo más complejo · condiciona lo más simple . domo
la contradicción entre abstracción y concreción. en la totalidad . más desarrollada lo simple cXprcsa to­
das sus determinaciones, la totalidad más desarrollad;;t
permite entender a las menos desarrolladas.
3. La Exposición Por tanto, concluye Marx que, sería i �práctico .y
erróneo alinear las categorías en el . orden en que his'."
El problema del punto de partida de la exposición tóricamente fueron determinantes. Su orden de suce­
Marx lo pone en íntima relación con el grado de sión se encuentra en cambio, determinado por las rela­
desarrollo de la ciencia de que se trata. Además, dice ciones existentes entre ellas en la sociedad burguesa
Engels : " . . . en este método partimos de la relaci{>q moderna. Se tratá de encontrar su articulación en el
priII_lera y más simple que encontramos históricamen­ interior de la sociedad, de descubrir la lógica interna
te".25 Pero no sólo es la simplicidad y la antigüedad de°l desarrollo de ésta.
lo que determina cuál será la célula originaria en la · Engels agrega que para el método de exposición
exposición, ·sino que en aquélla aparezcan en poten.cia
de El Capita!, pretender seguir las categorías estricta­
las contradiCciones y propiedades de las otras categorías mente en su génesis histórica conlleva el riesgo de
. .. r�coger muchos m_aterial.es de escasa importancia y por
y de todo el concreto pensado.
El método de exposición (en la fase expositiva) es lo tánto .�l peligro de ropiper la hilación lógica� Es .
considerado por Marx .como el aspecto científico por esto . que plan tea. que .el método correcto · es· ·.el mé:- .
. ·,: ; -�-:- ,. .
.
.· . . ·. ,
'
. .. del todo l6gico en lugar del histórico. Luego entonces� · en
;
el método de El Capital, �� gé p e.sis l6gic{t tiene -pr�­
"n ·E�gel�, F.; "La cé»ntribuci6n ti la erítica de la eco� ·
nomfa · pólHica, de C: Marx"� . en o.bras escogidas de Mari eminencia sobre la génesis histórica cmri.o hiltj- cqnd.uc- ·. ·

tor del proceso de reconstrucción . d el conc retó; pensado.


·

'I Eng1ls; en ' dos tomos� . Moscú, Ed. Progreso, 1 955. ·

3
24 ENRIQUE DE LA GARZA TOLEDO

No obstante, el método de la economía política de Marx cia. La primera hace referencia a que los aspectos de
no es sólo un método estructural, sino que se mueve lo real no son igualmente determinantes y la segunda
simultáneamente en dos planos : en el plano del desa­ a que la explicación no implica la inclusión de todos
rrollo lógico y en el del movimiento histórico real. Lo los aspectos del objeto. La totalidad concreta, desde el
teórico busca su confrontación con lo histórico sobre punto de vista metodológico, no es un modelo teórico
todo en cuatro momentos : 1 ) Como ejemplos que ilus­ sino un corljunto de criterios epistemológicos acerca de
tran el desarrollo teórico ; 2) como hechos históricos la explicación en la · perspectiva marxista. La totalidad
que aparecen como presupuestos empíricamente com­ concreta no es el objeto real sino un enfoque sobre
probables y no como ilustraciones del desarrollo teóri­ la realidad.
co ; 3 ) como explicaciones genético-históricas de las Por lo . anterior pensamos, que las consideraciones
categorías ; y 4) como verificación interna de hipótesis de Marx en el Método de la eccmomía política po­
subsidiarias a la reconstrucción . drían resumirse en la espiral concreto real-abstracto­
Lo lógico y lo histórico no se excluyen en el mé­ concreto pensado, a reserva de considerar el concreto
todo de la economía política, aunque lo estructura l real como la relación social de praxis-conocimiento en­
tenga el mayor peso y la línea genética de las categorías tre sujeto y objeto .
se dé en este sentido.2G El tratamiento estructural pre­ En el campo del marxismo es comúnmente acepta­
supone la introducción de aquellas relaciones que con­ da la presencia de una cara lógica y otra histórica en
dicionan la génesis, el desarrollo y la destrucción de la el método ; a partir del comentario de Engels al pii­
estructura . mer tomo de El Capital se desprende la preeminencia
de lo estructural sobre lo histórico, en el método de Ja
economía política. Sin embargo, nos parece pertinente
4. El Concreto Pensado el planteo de dos problemas : 1 ) Si la preeminencia
de lo lógico sobre lo histórico, en el método de la eco­
Dice Lukács que en el conocimiento marxista se nomía política, puede ser considerada o no como un
"parte de las determinaciones naturales, inmediatas, elemento paradigmático del "método marxista" y con­
puras, simples, recién caracterizadas, para avanzar des­ secuentemente, si cabe hablar de un método marxista
de ellas hasta el conocimiento de la totalidad concreta contenido en El Capital, lugar por excelencia donde
como reproducción intelectual de la realidad" .2 7 Es se encontraría en "estado práctico".
decir, totalidad concreta y concreto pensado son equi­ 2) En cuanto al segundo problema, es sabido que
valentes ; concreto pensado hace referencia a la teoría en el marxismo se debaten dos posiciones. U na, de
específica que explica el movimiento del objeto . Aquí origen engelsiano en el sen ti do de dicotomizar el mar­
específico no puede significar sólo lo singular, sino xismo en un materialismo dialéctico y otro histórico,
más bien la articulación entre lo general y lo particu­ con sus respectivas conexiones y autonomías relativas.
lar. En tal sentido, la explicación se conseguirá cuando El materialismo dialéctico constituiría la ontología, la
se haya obtenido esa teoría específica, ese concreto gnoseología y la metodología marxista. A nuestro en­
pensado. tender, en esta primera posición se encuadra la formu­
Explicar equivale a decir construcción de la tota­ lación de Engels acerca de la dialéctica de la natura­
lidad concreta, o sea construcción de teoría específica leza, al concebir la dialéctica como la ciencia general
sobre el objeto . Sólo así puede ser congruente la me­ de desarrollo de la materia y de la conciencia y a las
todología con el supuesto epistemológico del movi­ leyes de la dialéctica como su núcleo central.
miento : si movimiento significa transformación del La otra posición dentro del marxismo trata de des­
objeto, incluso de sus leyes de funcionamiento y cam­ lindar tajantemente con el positivismo, evitando hablar
bio, sólo la creación teórica puede asegurar la no im­ de un método general para toda ciencia. En este sen­
posición al objeto de modelos que pudiesen resultar tido se desaprobaría la existencia de una "lógica de la
obsoletos. investigación científica" -en el sentido en que lo en­
La totalidad concreta no es el todo, es articulación tiende el positivismo- y se reivindicaría en lo meto­
entre aspectos de lo real que expresan articulaciones dológico sus componentes históricos y concretos. Es
entre procesos ; 28 articulaciones jerarquizadas en donde decir, sólo habría criterios metodológicos indisoluble­
intervienen las categorías de determinación y pertinen- mente unidos a una concepción de la historia, del co­
nocimiento y al objeto, sin llegar a conformar una me­
26 Cabe hacer l a aclaraci6n de que las apreciaciones tódica general en el sentido tradicional de ella. Depen­
metodol6gicas de Marx y Engels, acerca de lo 16gico y lo
hist6rico, se refieren a la fase expositiva. En cuanto a la fase
diendo del objeto, el "método marxista" adoptaría una
investigativa, ésta sigue una trayectoria sinuosa entre lo con­ u otra forma, y el contenido de esos criterios metodo­
creto real y lo abstracto, entre lo hist6rico y lo 16gico : ''la lógicos sería diverso .
investigaci6n ha de tender a asimilar en detalle la materia Pensamos que Marx vincula su método a la mate­
investigada", que puede presuponer un énfasis mayor en lo
ria investigada, al grado de desarrollo de la ciencia y
hist6rico que en la fa.se expositiva.
21 Lukács, G., op. cit. al grado de desarrollo del propio objeto estudiado.
2.8 ]bid. Asi, el método específico del métod o . de la economía
EL M É TODO DEL CONCRETO ABSTRACTO CONCRETO 25

politka desarrollada por Marx en El Capital, debe ver­ al positivismo : como realidad en movimiento y en re­
se relacionado con dos cuestiones : 1) con el método estructuración permanente, de manera . tal que impide
como método específico de la economía política y el arribo a la teoría general explicativa de toda situa­
2) con el problema de su relación con lo que hemos ción. 31 En esta perspectiva la línea básica de la expli­
llamado criterios metodológicos abiertos. cación no sería la verificativa sino la constructora de
Sobre el segundo aspecto pensamos que Marx fun­ teoría, que debe entenderse en dos aspectos : 1) en
da un nuevo tipo lógico de pensamiento científico (di­ términos de una apertura de contenido de la teoría
ferente a una lógica de investigación cien tífica) por preexistente a manera de permitir su redefinición en
su concepción de la explicación, de la prueba, por la cada investigación ; 2) la construcción de teoría como
función de la teoría y su relación con lo empírico, por proceso acotado por etapas sucesivas e individualiza­
la determinación social e histórica del conocimiento, bles que van marcando un encadenamiento de cate­
etcétera. gorías, donde una presupone a las otras. La relación
Es posible individualizar algunos aspectos esencia­ entre categorías, por tanto, no es presupuesta y verifi­
les que separan en el plano metodológico a:l marxismo cada, como en la primera estrategia, sino descubierta
de lo que llamaremos "metodología tradicional".29 El en un proceso lógico o teórico y, a la vez, en confron­
aspecto que nos parece central es el que denominare­ tación con lo real. A diferencia de la estrategia veri­
mos "estrategia del conocimiento", consistente en la ficativa, esa confrontación con lo real no se da al final
línea general que conduce a la aprehensión cognosci­ del proceso, sino como prueba histórica totalizante y
tiva del objeto. En la metodología tradicional ésta es es durante el proceso reconstructivo donde sufre una
una estrategia verif icacionista, esto es, que tiende a la "primera verificación". De esta manera, el punto cul­
contrastación de una hipótesis o perativa ( la cual puede minante no es la verificación sino la reconstrucción
tomar muy diversas formas : proposición univariable, del concreto pensado. Es decir, se arriba a una teoría
multivariable, modelo, sistema con o sin retroalimenta­ y no a una verificación ( ciertamente el circuito con­
ción, etc.) que se confronta con la realidad empírica. En creto-abstracto-concreto no termina históricamente en
esta estrategia la teoría tiene un papel fundamental­ este último, sino en la praxis, que no es simple veri­
mente deductivo, es decir, debe tener la capacidad de ficación pues implica el funcionamiento de lo concreto
generar hipótesis teóricas, modelos, etc. Las hipótesis en su totalidad ) . En esta perspectiva, ni los aspectos
deben ser operacionalizables y operacionalizadas a ma­ relevantes de lo real, ni sus jerarquías, pueden ser
nera de poder traducirlas en términos de indicadores
presupuestos ( en esa medida no se arriba a un mode­
e índices, los cuales deben ser "llenados" con datos ( hay
lo) , sino que ambos deben ser descubiertos. La expli­
diversas propuestas de cómo operaciona:lizar : una de
cación se alcanza cuando se ha logrado generar la teo­
las más socorridas es la de Lazarsfeld, otra la de Bla­
ría específica del objeto específico. Al mismo tiempo, a
lock) . En esta perspectiva la investigación culmina con
diferencia de la estrategia positivista, la delimitación
la verificación de las hipótesis, las cuales son aceptadas
del objeto no se logra sino en el momento mismo de
o rechazadas. En este último caso se puede volver so­
la explicación. Arribar al concreto pensado es, en esta
bre la teoría e intentar su modificación, sin que se pro­
medida, lo mismo que reconstruir la totalidad, 1a cual ·

porcionen criterios unívocos acerca de cómo crear


no se identifica con el todo, sino que implica el des ­
teoría.30 En la estrategia verificacionista la noción de
cubrir los aspectos determinantes del proceso y sus ar­
causalidad resulta central ; en última instancia se tra­
ticulaciones. Así, la noción de totalidad subsume y no
taría de aislar un efecto y ponerlo en función de deter­
niega la causalidad ; ésta no sería sino un aspecto
minadas causas que deberán ser traducidas en varia­
parcial de aquélla, no presuponible a priori, sino ar­
bles. Y así como central es la causalidad, también lo
ticulada en la reconstrucción.
es la hipótesis : La propuesta de la explicación
a priori
Resumiendo, podemos decir que, la apertura de la
que sólo al final sufrirá la prueba práctica.
estrategia marxista implica la apertura también del
La estrategia marxista, en cambio, pensamos que
método, el cual debe ser vaciado de contenido y redu­
es una de las estrategias reconstructivas de lo concreto
cido sólo a criterios generales epistemo-metodológicos.
en el pensamiento, entendida como creación de teoría
En otros trabajos hemos analizado esta problemática
para cada objeto ( sin que con ello se niegue la exis­
con detalle, 32 aquí nos concretaremos a decir que si
tencia de categorías generales ) . Su estrategia del co­
comparamos el método de El Capital con el de El die­
nocer se deriva de una concepción de realidad diversa
ciocho brumario y Dos tácticas de la socialdemocracia
en la revolución democrática, encontraremos las d ife­
to No pasamos por alto que en esa metodolog!a tradi­
rencias que se observan en el cuadro siguiente :
cional hay diferencias. Sin embargo, s6Io nos refenremos a
la corriente dominante de matriz positivista .
ao Algunos autores dan un listado de operaciones lógic as 31 Sobrn esta concepciór1 de la realidad, véase el ca p í­
que pueden intervenir en la creación de l a teorta, pero to­ tulo l .
Sil V éase D e la Garza, E., E l método del concreto-abs·
doa, en última instancia, coincidirán con Popper e n cuanto
a que este paso no es sistematizable. tract o-concreto, México, UAM-I, 1 983, caps. I I y I I I ,
26 · · ENRIQUE l'JE LA ·óARZ'A TOLEDO

Criterio -Ef 18 . . . Dos !


metodológico El Capit4l b_rumario tácticas ·

l) Punto de · partida Categoría teórica m�s Un hecho histórico · Un núcleo teórico


simple ( la mercancía)

-· ·-··
---------------------:--,-,.--· ------ --

· 2 ) Relación entre Predomina la te6rica Predomina la histórica Predomina la teórica


--

la línea teórica
y la histórica

3) Estapas Etapas de construcción Períodos históricos Etapas conceptuales


reconstructivas de conceptos

4 ) Jerarquías entre Variable, con Variable con predominio Variable con predominio
niveles predominio de lo político de lo político
de lo económico

5 ) Explicación La ley del movimiento La categoría · La categoría de


del modo de producción de Bonapartismo Gobierno Provisional
capitalista Revolucionario

6) Totalidad Articulación abierta Articulación y jerarquías Articulación y jerarquías


de niveles abiertas entre niveles abiertas en tre niveles ·
y jerarquías

La diferencia entre los objetos de las tres obras 3) La intervención en cada paso reconstructivo de
salta a la vista : en la primera se trata de descubrir lo lógico y lo histórico con jerarquías abiertas.
la "ley" de movimiento del modo de producción . capi­
talista ; en la segunda explicar el golpe de Estado del Todo lo an terior nos ha conducido a negar la po�
2 de diciembre de 1 85 1 por Luis Napoleón ; en la ter­ sibilidad de la formalización del método marxista a la
cera, trazar la táctica del partido obrero en la revolu­ manera del método hipotético-deductivo, así como a·
ción rusa de 1 905. Nivel del modo de producción en reconocer lo erróneo del intento de extraer de El Capi­
una, de coyuntura política en otra, y de previsión dia­
tal una metodología "buena para toda ocasión". Más
léctica en la última. que un método en el sentido positivista del mismo,
Como se desprende del esquema anterior, que no
tend emos a inclinarnos por la definición de criterios
·

hemos entrado a detallar, la diversidad de objetos ha


metodológicos abiertos, cuyo contenido será un proble·
determinado metodologías distintas ; lo umco que
roa que la investigación sustantiva debe resolver en
ha permanecido son ciertos criterios genéricos básicos
cada caso.
abiertos :
De los criterios metodológicos enunciados nos parece
1 ) El criterio del conocer científico como proceso central el de la totalidad, el cual implica la recons­
de reconstrucción multietápico ; trucción, la articulación de niveles y su redefinición,
2 ) El criterio de la totalidad como criterio de re­ la apertura de la teoría, el proceso reconstructivo, la
construcción y de arribo a una explicación t�órica como intervención abierta de lo teórico y lo histórico, y la ex­
articulación de niveles cuya pertinencia y jerarquía plicación como conereto pensado ( entendida ésta como­
deben ser descubiertas para cad�. c;is9 ; teoría, éomo síntesis de múltiples detenni_naciones) .

. . '. .� · ·. . -
• ·. ·.i .. �-. .
CAPíTULO 111

LA DESCRIPCIÓN ARTICULADA

Enrique DE LA GARZA TOLEDO

l. Positivismo y Marxismo como en una teoría de la acción en la que la conciencia


antecede a la práctica, sin atender la necesaria interac­
Mucho se ha escrito en relación al método de Marx ción dialéctica entre ambas.
(hemos visto en el capítulo anterior, que más que de En esta larga coyuntura no han sido pocos los casos
·un métod o habría que hablar de criterios metodológi­ de aproximación entre teoría marxista y metodología
cos) ; sin embargo, en pocas ocasiones estas discusiones positivista, especialmente cuando el problema ha sido
sobre el método han rebasado el nivel epistemológico. el de la correspondencia entre teoría y realidad empí­
·Esta circunstancia se torna grave para el que se ins­ rica. El complejo problema de la praxis en el marxis­
cribe e n Ja perspectiva marxista pues este atraso rela­ mo se ha visto reducido al de la verificación positivista ;
· tivo de la metodología marxista con respecto a la el problema del conocimiento, como problema práctico,
metodología tradicional representa muchos decenios de ha sido reducido a otro de corte académico. El surgi­
investigación social que se ha desarrollado desde puntos miento del marxismo de universidad y del profesor
de vista alternativos al de Marx. Esta situación no es marxista no es mera coincidencia.
gratuita, ni depende únicamente de la falta de reflexión Lo que muchas veces se olvida es que los diversos
de los marxistas acerca de problemas actuales del mé­ paradigmas presuponen cierta coherencia entre supues­
todo, sino que se inscribe, probablemente, en un perío­ tos metateóricos sobre el conocimiento y la realidad y
do hist6rico de predominio positivista que tiene detrás perspectiva del conocimiento. En este sentido, la con­
necesidades materiales al nivel de la producción. Dicho cepción que se tenga de la realidad influye sobre la
predominio del positivismo y la imbricación estrecha propuesta de conocimiento.
que a finales del siglo pasado se da entre ciencia y El positivismo en sus orígenes se presentó como
producción, conforma un modelo de ciencia que se una reacción ante el viejo idealismo y la metafísica.
vuelve dominante y al que las economías de los socia­
Sin embargo, el positivismo de Comte derivó en una
lismos reales no escaparán posteriormente.
nueva religión, las condiciones materiales no estaban
La ciencia se vuelve tecnología y se subordina a las
maduras para su conformación en filosofía de la cien­
necesidades de la producción capitalista, como necesi­
cia dominante. Se tendría que esperar a finales del si­
dad de previsión de la rentabilidad del capital ; esta
glo pasado, cuando la realidad material ( la producción
necesidad sólo puede llevarse a su última · expresión
que exige a la ciencia una forma de proceder y el pro­
racionalizando "todos" los aspectos del proceso de pro­
ducci6n, desde los relacionados con los principios físico­
pio desarrollo de las ciencias naturales) permitió una
químicos de l proceso de trabajo, hasta los que con­ forma de reflexión menos especulativa que la de Com­
ciernen a los hombres como productores. De aquí se te. El empiriocriticismo, a finales del siglo pasado, re­
deriva un imperativo para la ciencia : el de tener la presentó un gran salto adelante en el positivismo ; en
capacidad de cuantificar y formalizar sus proposi­ ese momento la batalla contra la metafísica estaba ya
ciones. ganada y la potencia de las ciencias naturales permitió
Por otra parte, desde la constitución de la segunda un terreno seguro de reflexión.
internacional, el movimiento obrero se debate entre la El salto definitivo del positivismo como modelo de
disyuntiva de la espontaneidad obrera y la de la direc­ ciencia dominante se da desde la década de los 20,
ción consciente. Pero la versión de dirección consciente con el círculo de Viena ( Carnap, Neurath, etc. y
que ha predominado es la del partido o del Estado que personajes afines como Hempel ) conformando la co­
suplanta la creatividad de las masas. Esta expropiación rriente neopositivista. Este neopositivismo abordará en
habrfa tratado de fundarse en la constitución del mar­ forma rigurosa, dará respuestas y señalará problemas
xismo en una doctrina sistemática depositada en los que siguen siendo los que hasta ahora preocupan a los
. ·filósofos de la ciencia. Asimismo, la reflexión sobre el
apa ra�os (por . ejemplo, partidos o Estado) , capaz de
predecir el futuro comportamiento de los sujetos, así método se volverá lógicamente rigurosa y la propuesta
27
28 ENRIQUE DE LA GARZA TOLEDO

esbozada es posiblemente la dominante hasta ahora.* En el marxismo estos problemas no se abordaron


Algunos de los problemas que conforman la nueva epis­ con propiedad (excepto por Luckács, Korch, Gramsci
temología (más como filosofía de la ciencia que como y la escuela de Frankfort) , ni se reflexionó si detrás
teoría genérica del conocimiento ) son : la reflexión de la potencia positivista de pensar la ciencia estaba
acerca del significado de la teoría y su función en el úna concepción estática y desubjetivada de la realidad
conocimiento científico ; el papel de las hipótesis en y si ésta era compatible con un marxismo cuya preo­
la investigación científica ; el viejo problema de la re­ cupación original había sido f:!I movimiento : la revo­
lación entre pensamiento y realidad que se transforma lución. Lo que pensamos es que el marxismo de Marx,
en . otro más específico : el de la relación entre con­ su concepción de la realidad, implica tres aspectos que
cepto teórico e indicador empírico ; el de la verifica­ lo distancian del positivismo :
ción de las hipótesis ; y el del significado de la expli­
a) La concepción de la realidad como realidad en
cación. La novedad de la reflexión estriba en que es
movimiento, en donde movimiento significa transfor­
específicamente metodológica, cuando antes se confun·
mación de la realidad y de sus propias legalidades.
día con la reflexión teórica o se le desplazaba a la
Si se quiere, también, la transformación de la realidad
teoría del conocimiento. Ahora la preocupación central
no sólo en Ja apariencia, en lo superficial sino en ni­
no es · el conocimiento en general sino la ciencia, su
veles diversos de esencialidad. Esta idea no niega la
método, su lógica.
posibilidad de la ley sino que Ja desabsolutiza, Ja his­
El positivismo intenta una serie de respuestas ri­ toriza en un primer sentido de negarle validez uní.
gurosas a cada uno de los problemas señalados. U na versal.
de las más importantes, que repercute sobre las otras,
b ) La idea de Marx de Ja realidad en movimiento
es en cuanto al uso de la teoría. La teoría en esta
se articula con la concepción acerca del viejo pro­
� !
perspectiva tiene un uso deduct v? en la . inv�st ga�ión
blema de esencia y la apariencia. En este sentido la
científica' en el sentido de permitir deducir hipotesis a
apariencia, lo superficial deja de ser estricta aparien·
verificar. Asimismo, explicar se concibe como explicar
cía y se transforma en un nivel más de realidad. Asi·
a través de las leyes generales de la teoría : el caso
mismo, la esencia deja de ser homogénea y se trans·
particular ejemplifica o constata Ja ley general . Este
forma en la noción de "niveles de esencialidad", lo
tipo de propuestas no están desligadas de la concepción
cual abre la posibilidad de conocimiento de estos ni·
positivista de la realidad en la cual ésta aparece sujeta
veles a través de form as legaliformes cuya historicidad
a leyes universales, aunque cambie el co?oci miento �o­
. no sea homogénea. En otras palabras, Ja realidad se
bre ellas. Además, como el modelo de c1enc1a que tie­
transforma siempre, aunque a diferentes niveles de
ne detrás la reflexión positivista es el de la ciencia
esencialidad y al cambiar un nivel de esencialidad ten·
natural, no hay propiamente en este modelo un papel
drían que transformarse los conocimientos que preten­
para los sujetos sociales. Así se plantea la unidad de la den dar cuenta de dicha realidad.1
e ) Finalmen te, hay una concepción de la realidad
ciencia y de su método y esta unificación lo da la re­
flexión sobre la ciencia natural más desarrollada : la
en Marx que lo distancia del positivismo en cuanto a
física .
asignar un papel activo a los sujetos sociales. Papel
A principios de siglo se da la discusión entre el
. activo significa aquí que los sujetos no aparecen como
positivismo y el historicismo acerca del papel del suje­
las marionetas en manos de las leyes objetivas, sino
to en el conocimiento científico ; ante esta polémica como participantes efectivos en el desenlace de los pro­
el marxismo permanece al margen, incapaz de ponerse cesos. Aquí tampoco cabe el volun tarismo ( es decir la
a tono con los tiempos. Es la época del predominio del
ausencia de leyes objetivas ) , los sujetos sociales pueden
pensamiento de Kautsky en la socialdemocracia inter­
proponerse objetivos viables o no y, más, ser subjeti.
nacional y de su concepción positivizante del marxis­
vamente capaces o no de lograrlos. Así, la realidad
mo que empieza a echar raíz.
histórica aparece como articulación entre esa subjeti·
El resultado de la polémica es finalmente favorable vidad y lo objetivo que marca límites a Jos proyectos
al positivismo, no obstante que siempre subsisten co­
de los sujetos. En esta medida, el futuro no aparece
rrientes marginales no marxistas que lo combaten ( fe­
predeterminado unívocamente ni el papel de la cier;
nomenología, existencialismo, etnometodología, interac­
cia sería el de la predicción, como lo entiende el posi­
cionismo simbólico, etc. ) . El problema que está en el
tivismo, sino el de la acotación de los cauces dentro
centro de este debate es cómo la presencia en los pro­
de los cu ales los sujetos pueden accionar con viabil�
cesos sociales de sujetos dotados de voluntad, impone
dad. La historia aparece así como secuencia de coyun·
variaciones a las soluciones de los grandes problemas
turas, en articulaciones sujeto-objeto redefiniendo rum·
.sobre la ciencia que se derivan de las ciencias na­
turales.
1 El cambio de la realidad puede implicar la transforma·
ción de la teoría en cuanto al contenido conceptual, el de
* Las críticas de Popper o Khun al positivismo lógico las relaciones entre conceptos, el de sus jerarquía así como la
abren una crisis del mismo, más no una alternativa clara de necesaria inclusión de niveles conceptm:les cada vez más es­
método. pecíficos al objeto.
LA DESCRIPCIÓN ARTICULADA 29

bos. También podríamos agregar que el campo de lo Si la totalidad metodológica implica articulación,
objetivo es el de lo potencial, que tampoco habría que pensamos que la noción de articulación debe ser acla­
identificar con lo "probable" de la visión positivista.2 rada. En una primera instancia podemos pensar ar­
ticulación reconstructiva o totalidad en el sentido del
Pensamos que estos tres supuestos marxis tas sobre Método de la Economía Política de Marx, es decir,
la realidad imponen una perspectiva de conocimiento como articulación de niveles conceptuales de abstrac­
distinta a la del positivismo. Por un lado, la idea del ción -es el famoso camino de lo abstracto a lo con­
movimiento impone la necesidad del cuestionamiento creto en el pensamiento-- en donde formalmente el
perma11.ente de la teoría acumulada que podría ser mo­ paso de lo abstracto a lo concreto, conceptualmente
dificada a niveles diversos de esencialidad. Pero, sobre hablando, significaría pasar de una menor a una ma­
todo, la concepción de una realidad que puede ser yor complejidad del concepto en cuanto a las deter­
pensada por · niveles de realidad norma la idea marxis­ minantes del mismo.3 Pero realmente la distinción entre
ta del conocimiento científico como reconstrucción teó­ abstracto y concreto es más sustantiva, hace referencia
rica de esa realidad ; en donde dicha reconstrucción a niveles de especificidad y determinación histórica
se elevará, como dice Marx, desde los niveles más abs­ diversa ; un concepto, por ejemplo, puede hacer refe­
tractos y generales ( más esenciales, si se quiere adop­ rencia a cuestiones más esenciales que otro, o tener
tar la viej a terminología ) a los más concretos. Aquí más o menos vigencia histórica e implicar una mayor
nivel más concreto no sólo significa más complejo, sino o menor complejidad en cuanto a su contenido.
más específico al objeto. Hay, por tanto, una idea de El camino de lo abstracto a lo concreto en el pen­
explicación diversa al positivisn1, 0 ; ésta no puede al­ samiento resulta en Marx un camino de inclusivida­
canzarse sólo a partir de lo general, sino que debe des sucesivas, en donde los conceptos más concretos
incluir forzosamente niveles cada vez más específicos. implican a los más abstractos y sólo cobran sentido
Donde lo específico no aparece únicamente para veri­ en función de éstos y resultan más complejos que los
ficar lo general sino en una pretensión de inclusión segundos.
te6rica de esto específico dentro de la explicación. Pero articulación o totalidad en el tratamiento de
Marx también puede ser entendida de otra manera,
como articulación entre lo lógico y lo histórico. Por
2. La Totalidad en el Concreto-Abstracto-Concreto lógico creemos que es posible entender dos cuestiones
principales, las funciones del pensamiento ( deducción,
La categoría que en Manc busca dar cuenta de este inducción, etc. ) , y también lo lógico como el uso re­
complejo planteamiento, que relaciona concepción de constructivo de la teoría acumulada. En términos ge­
la realidad y del conocimiento, es el de Totalidad. nerales, decíamos que la perspectiva reconstructiva, en
Una versión positivizante de la totalidad en el marxis­ oposición a la deductiva, implica el cuestionamiento
mo ha sido el identificarla con sistema teórico, con de la teoría acumulada no como verificación o falsa­
(unción deductiva con respecto a la realidad ; a este ción. Si pensamos en la teoría como un cuerpo ar­
punto de vista corresponden los inten tos de asimilar el ticulado de leyes y de conceptos, las transformaciones
marxismo al análisis de sistemas. Pero otra manera de a la teoría pueden provenir del cambio de leyes y con­
ver Ja totalidad no es como teoría previa a la investi­ ceptos de diversos niveles de abstracción. Estos cam­
gación sino primero como criterio metodológico de bios podrán ser, por un lado, el de la relación entre los
oonstrucción de lo que será la totalidad concreta del conceptos en una ley, el del contenido conceptual, o
objeto de estudio. bien el de la jerarquía del concepto o la ley en la nue­
La primera versión de totalidad corresponde a una va totalidad ( cuando aquí hemos utilizado la catego­
totalidad abstracta, no depende básicamente del obje­ ría de reconstrucción con ello hemos querido incluir
to, se trata de un modelo teórico general a ser aplicado también la posibilidad de la reafirmación de antiguas
a las situaciones concretas en una tarea verificativa legalidades y conceptos al pasar la prueba de la nueva
de la explicación supuestamente contenida en ese reconstrucción ) .
modelo. La nueva i ntroducción de lo histórico en la totali­
En la segunda versión de totalidad, ésta implica dad marxista pensamos que puede tener las siguientes
una idea de función de la teoría acumulada no fun­
implicaciones : 1 ) Lo histórico entendido como hechos
damentalmente deductiva y una idea de explicaci6n históricos no teorizados, sino reconocidos en la recons­
como reconstrucción, en tanto articulación compleja trucción y que impiden que ésta se extienda infinita­
que incluye lo genérico y lo específico al objeto. mente en todas direcciones. 2 ) Lo histórico como
ejemplo histórico de aspectos teóricos. 3 ) Lo histórico
1 Lo probable aparece como lo no determinístico, por como origen histórico en la realidad de las situaciones
aonocerse sus leyes determinísticas. Por ejemplo, el resul­
lado de lanzar una moneda es probabilístico porque las leyes
11 fricci6n velocidad inicial que le imprime el dedo a la
, s Por aspectos determinantes no sólo habría que enten­

lllneda, fuerza del lanzamiento, no son conocidas, si lo fue­ der las relaciones causales, síno también aquellas que en for­
• serla un proceso deterministico. ma mediada especifican al concepto.
30 ENRIQUE DE LA OÁRZA TOLEDO

aº .que se refiere� · lo s 'conceptos c0nstruiaós (hay que }iuntímiJ · de' huevas determiñacioiles ·en él ¡)1ióc'.csó global
.
aclarar que no siempre la secuencia hislótica: ·cortes-: tuyas ' je'rarquías ho se avizoraban al in ido de fa ré­
pende ·a · 1a �parición . lógica · de los conceptos en la ·re­ construcción. Por ejemplo, hablando del ámbito eco·
construcción ) , y 4) Lo histórico como empírico.4 Este nómico, éste puede aceptar tratamiento a diferentes
.
último puntó amerita uria explicación más ·ámplia • niveles . de · abstraccióh ( es tructural-coyuntural ) , pero, a
.
. El concepto dé einpiria y la importanci� de ésta !a vez, �os . tit�o� de cambio de cada nivel pueden ser
yn el coqodrrtiento científico ha sido ampliamente té­ muy · diferentes; .
·
flexionado en las perspectiv� no marxistas. La visión Esto nos lleva á. Úna cuarta acepci6n de totalidad;

contemplativa del éoiiocimientó permite pone� en el como articulación entré ámbitos de lo sócial ......:...econo­
ceritro d�l problema la corresponden�ia. entre teoría
· mía, política, cultura, etc:..:_ donde cada uno de ellos
y ;ealidad o fo empírico� En perspectivas como el po.:. puede . impl�car conceptos de diversos niveles de abs­
sitivismo, desde · el . morrierifo eri que se ve la realidad t'raccióh; relaciones particulares e'ntre. el' concepto y la
forno sujeta a ,leyesº univers ales '/ no hay un papel historia, y procesos con ritmos de cambio diferentes.
para el s4jetó, el problema · del conocimiento de esa . Finalmente, totalidad aparece como articulación que
realidad 'Iio . es funci�n de la práctica . transformadora reb�sa el .solb · nivel del pensamiento e implica ar ticu ­
dé dicha realidad �ino de la contemp.l ación verificati­ !aci6n entre co ns t ru e ción de conocimiento y praxis de
.
va del • ÍlÚ1cionamiento de la misma a través éle los los suje t os sociales. Eri esta médida ias leyes maciistas
sentidos. En esta versión lo empírico es lo captable a y los propios conceptos son "leyes de tendencia" o' vfr­
t'ravé� ' de los sentidos · y el dato empíri'co es eh óltima tualid.ad que n o sólo reflejan niveles 'de abstracción y
iri�ta�cia i'.in "dato sensorial". Eh una concepción ac:... lá. posibilidad de contratendencias, sino específicamen­
.
tiva de la realidad y del con"ocimiento, el p roblema ·. te ia ne·cesái:Ía in te1venci6n de ·· io� sujetos · en el · fun.
de lo empfrico queda subordinado al dé la ·p ráctica, cionaniiento y cambio .de lasº legal idades, que por otro
ptádic·a que implicá ciertamente, la iri tervendón de lo l ado tendríáh que reflej ar no el determinismo . uhívoéo
empíri co, pero que no se reduce a ello desde el mo­ d e · los proéesos sino los espacios para la acción. Sófó
men to en que los sujetos forman parte de la misma desde esta perspectiva puede pensarse que metodología
práctica no como simples receptores sino como modi­ y sociología del conocimiento pueden formar parte de
ficantes de su entorno, incluyendo lo empírico. Sin un todo sin caer en el relativismo cognoscitivo. El co­
embargo, el mundo de lo empírico representa un nivel nocimiento no sólo depende del en torno soci al, y con
de realidad ( que no corresponde al concepto mariis­ ello pierde carácter abso luto, sino que el entorno so.
·
ta de lo concreto, aunque lo concreto implique á lo cial depende también de la compleja .relación sujeto­
empírico ) que se transforma con la propia historia ; acción-objeto. Con ello el marxismo se aleja del posi·
al cambiar lo concreto cambiará lo concreto empírico. tivismo pero también del subjetivismo. Una párte de
El problema de lo empírico puede complicarse si con­ esta subjetividad 'es evidentemente el conocimiento,
sideramos que la propia sensación nunca es · "pura" · sino pero er ej·e articulador · no · es "el pensamiento sino la
acción . . � '· . .
que siempre está "contaminada" de conceptos y; de . .
. . '

esta manera, las . formas . de "ver" el mundo a través Eri suma, la totalidad aparece como -�articulación
de los sentidos también adquieren un 'sentido histórico compleja dependiente del objetó abordado, objeto en
y se despojan del sentido absoluto que el empirismo reconstrucción · conceptual y real. Pueden· señalarse como
les ha querido imbuir. ejemplos de objetos · diversos los siguientes : en El Capi·
Bajo estas consideraciones, lo empírico aparece ne­ tdl predomina el · contenido de la articulación como
cesariamente como un nivel de realidad que siempre niveles conceptuales de abstracción -aunque por su·
es construido por el sujeto de manem consciente o no, puesto aparezcan otras. fortna:s de articulación. En el
bajo consideraciones cu! turales implícitas ó considera­ 18 · Brumario la totalidad toma la forma de articu·
ciones teóricas explícitas. Además, el problema qúe se lacióri principalmente enfre ptocesos de temporalida·
plantea en esta articulación · entre teoría y empiria es el des diferentes ; en el D esarrollo del capitalismo en Ru·
de sus posibles conexiones, considerando qi'.ie entre con:. sía, se presºenta como ámbitos articulados d� la realidad.
cepto teórico y c11Ípírico hay una . d istinción entre ni­ Es decir, dependiendo del objeto, la totalidad podrá
veles de realidad y que normalmente no · pueden sér tomar. formas dive:rsas cohsel'Vándose· los principios con
resueltas sus articulaciones sino por vía de una récons� respecto a la realidad y al conocimiento" que caracteri·
trucción particular bajo los supuestos generales que zan al marxismo y lo distinguen ºde corrientes como
el positivismo.
·

hemos esbozado.
Uná tercera versión de totaüd'ad es la articulación
entre procesos · de temporalidades difé?'entes. ( por telli­ ·
'1foralidades debe entenders'e ritmos de'. 'cambio diver:... �· El Problema del. Tierp¡> o Presente
·

sos ) ; lo cual abre la posibilidad de la aparición co-


. � :.1
. ·• . . �
Decía Panzieri qu'e el marxisiTIC!. ·es, en primer lu·
4 La metodología tradicional eiüiende JJOf empírico lo gar, una sociología y decir sociología es poner énfas�
observable. en las relaciones sociales que· -aunque · cosificadas tienen
Ll\. DESCRIPCIÓN ARTICU�ADA' 31

detrás hombres actuantes ; pero, además de Una socio­ presente presupone uri asentamiento fiúne· eii ·el· rtmv'i­
logía, el marxismo sería para el autor, una ciencia rriiento de la estructura y de la subjetividad de la clase.
política; específicamente una ciencia de la. revolución Este basámetro si bien es punto de partida, con él no
y el campo de la revolución no puede ser sino el del culmina la construcción, sino que ésta se continúa en
tiempo presente -aunque sea como simple potencia­ la misma práctica. Si se quiere partir en la construc­
lidad abstracta. Los problemas del tiempo presente im­ ción virtual de realidades que expresen su movimiento
p<inen retos metodológicos al marxismo que no pueden es indispensable introducir, desde el principio, dos cri�
ser abordados como simples problemas de predicción terios . metodológicos que poseen trascendencia teórica :
en el sentido tradicional. ·
l . La importancia de definición del ángulo del
El problema de la revolución en el tiempo presen­
problema desde las primeras consideraciones. En el caso
te 5 podría ser abordado como la definición del espaeio
señalado, el ángulo p olítico de . la conformaci ón de un
en donde los sujetos sociales (actuantes o potenciales)
sujeto izlternativo --como objeto virtual- no puede
podrían moverse en el sentido de llegar a conformar
sér sino básicamente el del poder y la dominación. Es
una voluntad y una acción colectiva autónomas. En
decir, tanto las categorías como las relaciones concep­
esta versión, la táctica no es la simple operacionaliza­
tuales deben estar normadas por el problema del poder
ci6n de la estrategia, sino que la táctica en su defini­
y de cómo llegar a constituir un poder autónomo al
ción implica la problematización de fa estrategia y la
domina nte.
respuesta a la pregunta de si una clase puede empren­
Si la respuesta al problema del poder viniese sólo
der el camino de su autonomía o no en la coyuntura,
sin presuponer que algún día tendría que cumplir con del lado de la conscien tización de los sujetos acerca de
su papel histórico se caería en dos mistificaciones : pri:­
una misión histórica determinada. Así, en una visión
totalizante de los sujetos sociales, las potencialidad�s mera, la asignación de este futuro a los suj etos basán­
a bs tractas tienen que ser especificadas en potencialida­ dose ú nicamente en la teoría y segundo, un determi­
des concretas que implican una reconstrucción de la nismo estructural en cuanto a que el ser del sujeto se
relación sujeto-objeto en la coyuntura. expresará tarde o temprano subjetivamente y en con:­
cordancia con su situación estructural.
En un problema del tiempo presente, la reconstruc­
El problema del poder, como problema de la tota­
ción se complica porque se trataría, más que de recons­
lidad tendrá que implicar de alguna manera categorías
truir teoría, de construir potencialidades en la realidad
abstractas acerca de la lucha de clases y categorías con­
y esto no puede ser un problema puramente teórico. A
cretas para el caso específico ; en cuanto a los ámbitos
diferencia de un problema clásico de explicación, en
de . la realidad todos ellos pueden ser analizados desde
el tiempo presente el objeto no existe sino embrio­
el ángulo del poder, desde el momento en que la misma
nariamente y, por tan to, su construcción será virtual,
división disciplinaria es relativamente arbitraria o al
es decir, más en el sentido potencial que como existen­
menos no excluyente en cuanto a remitir cada relación
cia en el presente. Desde el punto de vista lógico la
social a la totalidad social.
reconstrucción puede ser emprendida como articulación
entre categorías virtuales o de niveles diversos de vir­ 2. Si bien el problema de la angulación conceptual
tualidad, desde las más actuales a las más virtuales, es indispensable para apuntar al problema que interesa,
tratando de definir un espacio de acción -la conocida no con ello se resuelve el de la captación del movi­
posibilidad obje tiva de Lénin. miento en la coyuntura. Captación del movimiento en
. En cuanto al problema de la potencialidad de la estas circunstancias significa captación del espacio obje;.
coyuntura, en el marxismo podemos encontrar dos ca­ tivo-subjeti vo para la acci6n, aunque en su pun to de
tegorías metodológicas que dan cuenta de niveles de partida sea a niveles todavía . abstractos. Ante ésto se
abstracción diversos. Primero, la de posibilidad abstrac­ pueden intentar tres tipos de soluciones dentro del
ta, por ejemplo las potencialidades que en el modo marxismo. La primera iría en el sentido de los análisis
de producción capitalista abre la contradicción capital­ de Lenin de la coyuntura.
trabajo en general. Segundo, la potencialidad concreta
(la realidad · puede ser pensada por niveles de poten­ Esta primera solución implica la reconstrucción vir­
cialidad que irían desde una potencialidad abstracta tual a que nos hemos referido, donde la delimitación
a lo que podríamos llamar uha potencialidad concreta) , del espacio de lo posible se logra a través de la defini­
semej ante a lo que Lenin llamaría una posibilidad obje­ ción de las alternativas reales polares en la coyuntura.
tiva. Pero posibilidad objetiva y potencialidad concreta Aquí las alternativas implican soluciones extremas den­
se diferencian en que la segunda · no sólo implica la tro de las cuales el proceso real puede transcurrir. Cada
éonsideración de los elementos estructurales de la co­ una de las alternativas reales implican una construc­
yuntura, sino también a los subjetivos y los parámetros ción virtual con sus respectivas mediaciones en un pro­
pará la acci�n der,end�n de ambos. . . .
. ceso de lo más concreto a lo más virtual, en donde cada
Una con.strucc1on virtual del sujeto en el tiempo mediad6n está enmarcada por conceptos de grado di­
verso de virtualidad. En este proceso la relación entre
s Como articulación entre coyuntura y estructura. lo lógico y lo histórico se · invierte con respecto a otros
32 ENRIQUE DE LA GARZA TOLEDO

objetos como el de El Capital. La línea de consti"uc­ esta medida El · capital de Marx no es reflejo muerto
ción conceptual es básicamente lógica y la intervención del pasado del capitalismo sino previsión de su futuro,
de lo histórico se va "enrareciendo" a medida que se siempre entendido como potencialidad de desarrollo
avanza de lo concreto a lo virtual. a cierto nivel de abstracción.
En esta primera solución el punto de partida es lo La tercera solución al problema de la captación
concreto de la coyuntura en el pensamiento, pero un del movimiento está relacionada con la idea de la his­
concerto normado por el ángulo del poder y capaz de toria como síntesis entre base y superestructura, rela­
contener en su expresión, potencialidades de desarrollo. ción recíproca mediada por la lucha de clases, donde
Esto nos lleva a la segunda solución, al problema los sujetos también determinan a la estructura en su
de la captación del movimiento en la coyuntura. Esta acción. Aquí la introducción de lo subjetivo no adopta
solución se relaciona con el papel de la dialéctica en sólo la forma de lo subjetivo estructurali.zado, sino
el discurso marxista. Este problema ha sido discutido también de lo subjetivo que rebasa a la teorización y
sobre todo en el plano ontológico ( ¿ es la realidad dia­ sin embargo se ve influido e influye a su vez sobre dicha
léctica ? ) y epistemológico-lógico ( ¿puede h aber una teorización.
lógica dialéctica ? ) . Al nivel en que quedó la polémica Detrás de esto subyace la idea de lo potencial como
hace diez años el resultado fue desfavorable para la lo permanentemente rearticulado y en redefinición. Es
dialéctica y sus sostenedores fueron incapaces en gene­ decir, lo potencial como problema político de conoci­
ral de pasar del nivel de la Dialéctica de la Naturaleza miento, toma principalmente la forma del proyecto
de Engels. Sin embargo, el problema de fondo de la impulsado por los sujetos.G
dialéctica en Marx sigue presente, es decir, la de la
realidad en transformación -una realidad dada dándo­
se-, o en nuestros términos el cómo captar lo poten­ 4. La Descripción Articulada de H. Zemelman 7
cial. Está detrás de esta problemática, la misma con­
cepción de la realidad que nos permitía distinguir entre La reflexión marxista acerca del método de investi­
positivismo y marxismo -realidad en movimiento y en gación ha sido enriquecida por las reflexiones de Hugo
rearticulación permanente por niveles. Zemelman, sobre todo en cuanto al problema del tiem­
Ciertamente, un primer nivel de solución ante una po presente.
realidad en cambio es el planteamiento de la totalidad Abordar metodológicamente el problema del tiempo
abierta, pero la sola reconstrucción permanente en el presente implica explicitar el concepto de realidad que
pensamiento no asegura capacidad de captar el movi­ se maneja. El definir un concepto de realidad permite
miento, si es que no concebimos esta capacidad como aclarar cuál es el tipo de recorte del tiempo presente
secuencia de puntos en el tiempo. La propia estructura que se tendrá que realizar.
categorial de la reconstrucción de la totalidad, debe U no de los primeros su puestos de realidad a con­
tener la capacidad de reflejar no sólo presentes sino siderar es el de movimiento ; movimiento en el tiempo
futuros. Pensamos que esta capacidad la cumple Marx y en el espacio significa, en primer lugar la no cons­
con su uso de la dialéctica. Pero, hay dos maneras de tancia de dichos procesos y, además, la posibilidad
concebir la dialéctica categorial : como lógica -una de que esta realidad sea analizada como articulación de
lógica abstracta e independiente del objeto- y como procesos de ritmo de cambio temporales y especiales
contradicción sustantiva a la manera de Gramsci ; con­ diversos. Si atendemos al tiempo podemos reconocer
tradicción no a presuponer o deducir lógicamente, sino procesos que se desenvuelven en el largo tiempo (es�
a descubrir en cada relación real, y por lo tanto en tructurales, por ejemplo ) o en el corto tiempo ( coyun·
los conceptos como reflejos conceptuales de aquellas. turales ) . Desde el punto de vista de su variación espacial
En este sentido la contradicción dialéctica no puede podemos hablar de procesos microsociales o macroso­
reducirse a que un obje-to es y no es al mismo tiempo, ciales.
sino que el objeto refleja en el concepto aspectos con­ Por otra parte, desde el punto de vista del supuesto
tradictorios a ser descubiertos y no deducidos, cuya de movimiento y de exigencia de captación de tenden­
presencia simultánea no se contrapone a su verificación cias, los conceptos que hacen referencia a los diferentes
por separado. La articulación entre conceptos contra­
dictorios permite ir conformando espacios de predomi­ 6 Por ejemplo, en el problema de la constituci6n de su­
nio polar de los aspectos de la contradicción, desde los jetos sociales, pensado como problema de construcción de un
espacios abstractos hasta los más concretos y la recons­ objeto virtual, el punto de partida tendría que ser el análisis
de la situación concreta de la clase o el grupo social ( en su
trucción puede ahora ser pensada como articulación aspecto objetivo y subjetivo ) , que potencia o inhibe la for­
entre espacios. Es decir, el camino de lo abstracto a lo maci6n de esta voluntad colectiva. Es decir, el punto de
concreto en el pensamiento se convierte también en la partida tiene que ser el análisis concreto de la coyuntura
articulación de los espacios más abstractos a los más en cuanto a la condici6n material y subjetiva de la clase o
grupo social, así como de las relaciones entre estas dos caras.
concretos. Los límites de estos espacios de posibilidades 7 Este apartado está basado en el ensayo de H. Zemelman
están dados por los "extremos" de las contradicciones y Alicia Martínez, Conocimiento y sujetos social.es, México,
que se van articulando en la reconstrucción. Sólo en El Colegio de México ( mime o ) , 1 984.
LA DESCRirCIÓN ARTICULADA 33

niveles de · transformación pueden ser conceptos de re­ rente con ellos. El razonamiento que busque captar lo
sultado (conceptos que simplement e reflejan situaciones dado-dándose tendrá, en primer lugar, que garantizar
dadas) o conceptos de proceso (conceptos que reflejan la apertura del pensamiento a lo real objetivo. Esto im­
lo dado y lo dándose) . plica abrir la teoría de la realidad, poner en suspenso
Además, el supuesto movimiento permite plantear sus proposiciones y hacer un uso de los conceptos teó­
una metodología que implique un uso no deductivo de ricos en forma no propositiva. Todo esto significa pri­
la teoría. La necesidad de captar el movimiento espe­ vilegiar la función de reconstrucción con respecto a la
cífico impone el cuestionamiento conceptual permanen­ aplicación de los modelos teóricos.
te, su rearticulación en búsqueda de lo específico y la Una segunda función del razonamiento dialéctico
determinación de jerarquías y relaciones no necesaria­ tendría que tener el papel de limitar los condicionamien­
mente contempladas por la teoría general. tos de las teorías y las ideologías, problematizándolas.
Esto lleva al segundo supuesto de realidad a consi­ Desde el punto de vista de la teoría, esta función del
derar, el de la realidad como articulación. La categoría razonamiento implica hacer un uso crítico de la teoría,
epistemológica que da cuenta de esta segunda exigencia lo que implica el suspender las relaciones y jerarquías
es la de la totalidad concreta. To.talidad concreta en entre conceptos. Evidentemente no se trata de un camino
un nivel más metodológico implica la idea de que los hipotético de relación con la realidad, sino un proceso
procesos en la realidad no se dan aislados, sino que que problematizando y especificando reconstruye las
entre ellos hay relaciones necesarias que hay que des­ relaciones conceptuales y sus jerarquías.
cubrir. La historia del conocimiento ha clasificado los La tercera función del razonamiento dialéctico es la
procesos sociales en grandes áreas temáticas ( económi­ reconstrucción articulada. Esta consiste en la construc­
cas, políticas, etc. ) , a las que habrá que encontrar su¡¡ ción del conocimiento específico. Lo específico implica
puntos de articulación. Cada área temática pertinente tanto la función de apertura como de problemati­
al problema quedará definida a partir de los conceptos zación.
que en búsqueda de angulación con el problema per­ Las exigencias de razonamiento basadas en el con­
mitan describir el área, en un primer momento, y a la cepto de realidad enunciado permiten hacer una pro­
vez, abran la posibilidad de establecer las relaciones puesta de método de reconstrucción del espacio de lo
posibles entre conceptos del área respectiva y entre posible en el tiempo presente.
áreas. A estos conceptos de mediación entre áreas les Los grandes momentos de este método que llama­
llamaremos conceptos de articulación. El supuesto de remos de la descripción articulada serían :
la articulación implica metodológicamente la búsqueda 1 . La definición del problema y del ángulo del
de las áreas de la realidad pertinentes al problema y de mismo.
los conceptos ordenadores de cada una de las áreas, 2. La selección de grandes áreas problemáticas re­
para luego buscar las relaciones posibles y articulaciones feridas al problema.
conceptuales. Articulación compleja presupone también, 3. La selección de conceptos ordenadores a cada
que los conceptos pertinentes serán de niveles muy di­ área.
versos. 4. La búsqueda de puntos de articulación y rela­
Un tercer supuesto de realidad es el de direccio­ ciones posibles entre los conceptos.
nalidad, es decir, que el · tiempo presente implica la
5. La descripción articulada.
definición del espacio donde con viabilidad los sujetos 6. La definición de las opciones teóricas, el espacio
pueden accionar ; sin embargo, siendo el proceso resul­ y lo posible.
tante de la articulación entre objetivo y subjetivo la
dirección del mismo no es unívoca pero sí con tenden­
1. El problema y la problematización
cia a una determinada dirección, definible en el tiem­
po presente pero variable en el futuro, desde el mo­ El problema eje norma todos los pasos de la recons­
mento en que la historia puede verse como articulación trucción articulada. Inicialmente ese problema puede
de coyunturas y éstas como espacios relativamente abier­ responder en su definición a demandas sociales, fenó- ·
tos a la acción de los sujetos. menos empíricos o formulaciones teóricas. La función
El reconocer la direccionalidad de un proceso es de­ del problema eje es la de ser el núcleo alrededor del
finir las opciones para los sujetos. Este concepto del cual transcurre la reconstrucción articulada. Por una
tiempo presente impone peculiaridades al mismo como parte debe vincular los aspectos teóricos con los inte­
problema de conocimiento que lo distingue de otro, de reses de los sujetos sociales en el sentido práctico. Por
carácter explicativo. En el tiempo presente no se trata otra, el problema cumple la función de criterio inicial
de explicar el hecho acaecido, sino de definir posibles para la selección de dichas áreas. Pero no basta con
desarrollos. definir el problema si no se destaca cuál es el ángulo
Si se parte de que la realidad está en movimiento, es del mismo que interesa privilegiar en toda la recons­
articulada y tiene direccionalidad relativamente abierta, trucción y los aspectos prácticos de la resultante.
la forma del razonamiento que permita crear conoci­ Dentro del razonamiento de apertura ante la reali­
miento a partir de estos supuestos tendrá que ser cohe- dad, lo anterior repercute sobre el mismo problema,
34·

h;a�iéndolo cmmbiante y ·priv�l€gian<lo: sobre · fa definición e-ion� hipo.téticas ; , U n · s·egu�do· ·er-i terió de ·selección ·es
·
·

·del problema ltf problsmatización del mismo. Proble­ la le·ctura articúlada, consistente en la. búsqueda de una
rnatizar . es cuestionar y reformular, y a la vez, búsqt1eda doble lectura de la misma realidad a través de concep­
permanente de relaciones . posibles, no oqstante· . que el tos de diversos niveles.
proceso reconstructivo sea también de especificación
creciente de dichas relaciones. 4; Lá búsqueda de relaciones posibles .y puntos de ar·
ticulación . ;
2. Definición de áreas de la realidad relacionadas con
iá definición de conceptos : ordenadores a cada áreá
el ·problema · .
y nivel ll�var.i á una pr1mera descripción desarticuladá,
El problema eje . permite pensar, en un primer mo­ 'ri1omértfo de Úaducei6n 'de los concepto8 ordéhádores
mento, cuáles áreas de lo real podrfan ser pertinentes en indicadqres empíricos cuya función no es la vé"rifi._
al problem;:i y al ángulo · que interésa. . Por área tendría;. 'caei6n del concepto, sino · la reafirmacióri: · o el descu­
mos que entender urt espacio de relaciones sociales abár;. brimieii to de nuevas relaciones entre los conceptos. Esta
cadas · por _alglina discipl_ina. Las áreas en general no descripción desarticlllada permite définir ,· al concepto
tendrían porqúe ser · disciplinarias pero, como se parte base del área respectiva que mejor da cuenta del Uni­
de conceptos acuñados por las disciplinas, tendrem"<>s verso de obser\Tación de dicha área. El concepto base
que pensar en partir de ciértó nivel de acuim:.iiaeión permite dar ' sentido a los otros conceptos ord_enadores
de conceptos, aunque éstos no vayan ·ª ser . u tilizád.os del área� Por otra parte, · el cqnápto base permi�irá
·

teóricamente. Ai interior de las áreas problemáticas definir relaciones con ' cmúptos
i de o traS áreas para
habría qtie distinguir niveles, eri el sentído de niveles convertirse así, ' en un concepto de articulación.
.
de abstracción, pero también' desde el punto de vista de Un. problema que está presente en la descripción
diferencias téniporales y espaciales, macrosociales . y mi- artiéulada �s el de la tradµ'cción de los conceptos teó­
crosociales. ricos en obsen;ables, en indicadores empíricos. En la
construcción de da tos empíricos deben ténerse en cuen­
3. La selección dé conceptos ordenadores ta las siguientes é:ónsideracion'es : Primera, se trata de
una relación de inclusividad que presupone la función
Los conceptos ordenadores tienen una · función de
d� mediad.ón a través de otros conceptos. Segunda, que
búsqueda de relaciones posibles, lo cual implica su des­
el dato einpíiico siempre es tbnsfruido y nunca tiene
articulación a partir de los corpus teóricos de donde
un s1gnificado unívoco, sino que sólo adquiere sentido
.provienen. Este uso no . teórico del concepto tendrá un
de acuerdo al problema, ángulo, etc. Tercera, 'qu� la
primer p apel deseriptivo en la siguiente etapa : za des:­
definición del significado · concre to del dató pasa · por
crip ción desarticulada, pero principalmente será una
la determinación del contexto de su construcción. en la
función h eurística desde el momento en que se búscan
realidad.
relaciones posibles desde la desarticü'i ación 'cc;>nceptual.
La descripción desarticulada debe - lievar a definfr
En la selección d e los conceptos ordenadores . clel
puntos de articulación eritre las áreas y a especificar
nivel de cada área es necesario hacer un.a lectura pró­ ·· ·
rel_aciqJ?-es po�ibles entre los cpncepto �. ·

blematizado�a del co,ncepto, tanto en sy contenido como . .


en sus relaciones y jerarquías con otros conceptos. En
5. La 4escripci6n �rticultida
el proceso de _búsqueda d e relaciones . posibles los con­
ceptos ordenadores tendrán · como primera función el · La definición de relaciones entre los concep tos y las
permitir describir el universo empírico del área y el áreas se da a través de conceptos de articulación o de
nivel respectivo, siempre en un doble juego en_tre pro­ mediación eritre las áreas y niveles, comenzando a apa·
blematización y búsqueda de relaciones. Es deeir, se recer, así, relaciones conceptúales propiamente dichas.
trata de · privilegiar la . búsqueda de · relaciones posibles Este proceso Ueva a : la posibilidad de redefinir concep·
entre conceptos con respecto a su función explicativa tos y relaciones p osibles, lo cual se reafirma a través
vía· hipótesis. La desarticulación inicial de los conceptos de un nuevo acercamiento al mundo empírico por uria
implica el reconocimiento de que, entre los diferentes descrip ción articulada.
niveles conceptuales pueden darse relaciones de inclu­ En un problema del tiempo presente, la descripción
sividad que no son relaciones únicamente deductivas articulada no puede ser sino una descripción del dado­
entre los conceptos. dándose y punto de partida de la construcción del obje­
El criterio de inclusividad puede ser un primer cri­ fo virtual que .configura · la delimitación del espacio de
terio de selección de conceptos ordenadores, si se piensa posibilidades para los sujetos. Es decir, la función de . la
que entre niveles hay una diferencia en. cuanto a espe­ descripción articulada, en tanto definición de relacio­
cificación, diferencia que podrá existir entre conceptos nes conceptuales es la de ser el basamento de conoci­
ordenadores. Si se piensa que entre niveles hay una miento · de la realidad como realidad dada, pero a la
diferencia en cuanto a especificación, luego entre con­ vez tiene direccionalidad. Sin embargo, la sola defini·
·

ceptos de niveles diferentes hay una · especificación cre­ ción de lo dado y su potencialidad inmediata :no agota
ciente sin que entre estos conceptos se establezcan relá- -la definición del espacio de lo posible, sino que éste· se
LA DESCRIPCIÓN ARTICULADA 35

recupera cuando se ha reconstruido el objeto virtual entre dichas categorías, partiendo de las presentes en
que permite definir un proyecto de transformación, pro­ la realidad, son principalmente en un sentido lógico,
yecto que si no se da en consonancia con los sujetos pero derivadas de las potencialidades de la más objetiva
se puede volver una perspectiva teórica sin la necesaria a la más abstracta. La contradicción principal, en un
conex10n con la práctica. Es decir, objeto virtual que sentido concreto permite definir las grandes líneas de
contendrá ya un componente de voluntad. posibles desarrollos del proceso ; a partir de esta deli ­
mitación inicial del espacio de lo posible se tendrían
que generar nuevas categorías que irían perdiendo en
6. La construcción del objeto virtual
concreción y ganando en voluntad. El punto culminante
La construcción tendrá que ser producto de la ar­ de la construcción del espacio de lo posible se alcanza,
ticulación por niveles de existencia en la realidad ( po­ cuando en la última categoría se sintetizan las contra­
tencialidades de lo concreto a lo abstracto ) , de cate­ dicciones de las anteriores y se abre la posibilidad de
gorías que expresen relaciones probables. Las relaciones un viraje en la dirección del proceso.
CAPíTULO IV

EMPIRIA Y DATO

Enrique D E L A GARZA ToLEDO

l. El Problema de la Base Empírica nivel debería haber reglas de correspondencia ( e ) que


en forma deductiva comunicaran lo teórico con lo obser­
Dentro de la discusión positivista acerca del criterio vacional. Sin embargo, tuvo que reconocerse que C es
de demarcación se concluyó que los enunciados cientí­ parcial e incompleta en la ciencia real.
ficos pueden ser de dos tipos : 1 ) aquellos cuyo valor En cuanto al problema del significado de lo obser­
veritativo pued e determinarse por un análisis de signi­ vacional y específicamente del "enunciado observacio­
ficado (enunciados determinados analíticamente ) , y 2) nal" : como enunciado se trata de una forma de pensa­
los enunciados sintéticos ( apoyados e n l a experiencia ) . miento y, por tanto, los enunciados sólo pueden inferirse
No entraremos a detallar la disputa positivista acerca lógicamente unos de otros y no de realidades que no
de la dicotomía analítico-sintético o su posible unifica­ son enunciados. El positivismo concluirá finalmente que
ción, puesto que nuestra intención es discutir el signi­ no hay una teoría aceptable de la observación en tér­
ficado de los enunciados empíricos. minos lógicos. Carnap, añadirá que la observación es
En esta perspectiva, los enunciados con sentido em­ un concepto lógico no definido, ni tampoco unívoco
pírico son una subclase de los enunciados sintáctica­ puesto que va de la percepción directa a la indirecta
mente admisibles. Wittgenstein llegaría al extremo d e por medio de instrumentos.
proponer que u n lenguaje formal ideal igualaría sin­ Popper por su parte, cuando se refiere al problema
táctica con semántica, y en esta tensión se desenvolvería de la base empírica, y en su crítica a los neopositivistas,
el positivismo. señala que la ciencia no puede reducirse a lo percep­
Por otro lado, para que un enunciado sintético se tual sensorial ( experiencia para Popper) y que habría
considere con sentido empírico, el positivismo le fijaría dos posiciones en contra : 1) la convencionalista que
la condición de que existan enunciados observacionales considera que los enunciados sólo pueden justificarse
con los cuales el enunciado en cuestión se halle en mediante enunciados y 2) el psicologismo que plantea
relación deductiva. De aquí se desprenden dos proble­ que los enunciados se j ustifican por la experiencia per­
mas clave para la metodología positivista : 1 ) si es po­ ceptiva. Para Popper, los positivistas habrían llegado
sible que todo enunciado sea reducible a enunciados a la conclusión de que no pueden compararse enun­
observacionales por la vía de la deducción y 2) cuál ciados con hechos, sino solamente enunciados con enun­
sería el significado del enunciado observacional, si una ciados. Es decir, el problema de la verificación sería el
cosa es un enunciado como forma de pensamiento y de la lógica del lenguaje, el cómo traducir universales
otra la realidad. a cláusulas protocolares o enunciados básicos ( enun­
En cuanto al primer problema se reconocería final­ ciados de un hecho singular que pueden servir de pre­
mente, en el positivismo, que la condición de deducibi­ misas a una verificación o a una falsación) . Para Car­
lidad entre un enunciado sintético y otro observacional, nap, estos enunciados básicos no requieren explicación,
resultaba demasiado "fuerte" para la ciencia y que, por son lo dado ; sin embargo, cabe profundizar acerca de
tanto, habría que formular la condición anterior en su significado.
fonna menos rigurosa : u n enunciado sintético tiene sen­ Para el positivismo los enunciados básicos tienen la
tido empírico, sí JI sólo si, es t raducible a un lenguaje forma de enunciados existenciales singulares, además
empírico. En el fondo se estaba reconociendo que la son observables ( e n el sentido de contrastables inter­
ciencia trabaja con conceptos sólo parcial e indirecta­ subjetivamente por observación ) y sirven para corro­
mente interpretados. borar o falsear. Salta a la vista la pobreza positivista
La teoría de los dos niveles del lenguaje de la cien ­ del problema de la observación, y no podría ser de otra
cia de Camap iba también en el sentido de proporcio­ manera, mientras se trate de abordar el problema de
nar criterios unívocos de cientificidad de los enunciados la percepción sólo como un problema lógico y no como
sintéticos. Así, se hablaba de un primer nivel de len� una forma de la relación entre el sujeto y el objeto. Lo
guaje cientifico ( L t ) o lenguaje teórico y un segundo anterior nos conduce a Ja necesidad de discutir el sig�
nivel (10) o lenguaje observacional. Entre un o y otro aificado de ló empírico.
37
38 EN RIQUE DE LA GARZA TOLEDO

2. El Concepto de lo Empírico cebirse como pluralidades organizadas y nunca como


suma de percepciones individuales. Kholer da un paso
El problema de si pueden compararse enunciadas más en esta concepción de lo empírico y de la percep.
con realidades por observación fue planteado por e! em'." c_ión, al descartar la hipótesis de la constancia ; es decir,
pirismo clásico. La respuesta más rigurosa a la que que - los datos sensibles dependen exclusivamente de los
llegó la formuló Berkeley : la percepción es ya reflexión estímulos físicos (o bien que a estímulos iguales deben
y por tanto el mundo exterior y el de la percepción ·ae _ corresponder percepciones iguales ) . Por el contra­
. .

no coinciden. El positivismo no logró trascender a rio, propone que la percepción no sólo es función de
Berkeley porque fue -: inc�pai:,� de concebir la realidad lo interno y de lo externo (percepción = f1 ( interno)
y el pensamiento fuera de la lógica formal, como rea­ + f2 ( externo ) ) sino F ( in temo, externo ) como tota­
lidad histórica y como práctica. En esta medida, la pa­ lidad de interno-externo en relación recíproca. De esta
radoja del empirismo de Berkeley quedó sin resolver manera, el objeto sensible no es simplemente lo dado
por el positivismo. y externo como en el positivismo, sino que es siempre
Autores más modernos como Piaget y desde una un objeto construido por el sujeto en base a su expe·
pe¡�spectiva diferente al logicismo metodológico plan­ riencia pasada -lo que significa datos percibidos y
tearán que no hay sensación pura, ni tampoco la per-:­ organizados de diferentes formas de acuerdo a dichas
cepción es innata, que habría que contraponer a la con­ experiencias.
cepción de percepción observacional la de percepción Por ello, la fenomenología dice ocuparse _ sólQ de
activa. En esta última, la acción es el punto de partida objetos en tanto actos de la conciencia, y la investiga�
y. en tanto proceso de asimilaci6n del mundo por el ción fenomenológica debe ser eminentemente descrip·
sujeto se construye el sujeto cognoscente y el propio tiva ( aunque utilice juicios teóricos ) . Esta misma con�
objeto de conocimiento. cepción lleva a definir el objeto de la ciencia en tantq
Las anteriores concepciones tienen alguna semejanza describir los actos intencionales y mentados, tal y como
formal con las de la fenomerwlogía. En una presenta­ son mentados porque esta es la única realidad de la
ción psicológica de dicha fenomenología se parte de u n que se puede hablar. Es decir, la objetividad se pone
principio básico : q u e e l fenómeno e s tal cual l o vive en función de la subjetividad (el "noema" perceptivo
el sujeto y no lo objetivo en sí. Es decir, no interesa el de Husserl es la cosa en sí percibida subjetivamen·
objeto tal cual es, sino como aparece al sujeto que te) . De esta misma manera, la diferencia entre esencia
lo experimenta. De esta manera James, y la teoría del y apariencia es la de la parte con el todo y la "cosa
Gestalt aparecen como antecesores de la fenomenología en sí" es la totalidad de los noemus. A todo objeto
o como parientes psicológicos de ésta. corresponde una pluralidad de percepciones y como la
Para James los datos se encuentran siempre en un percepción es siempre particular y unilateral el proceso
campo, pero en un campo subjetivo, seleccionado y perceptivo es infinito. Ciertamente, que el noema per·
ordenado por el sujeto. Piaget, por su parte, considera ceptivo no se concibe como en el empirismo positivis�
la relación sujeto perceptual y mundo, en relación a los como lo externo, sino que abarca a la experiencia sen·
procesos de asimil.ación de los datos - a esquemas de pen­ sible y las ideas implícitas en dicha percepción ; además,
samiento y la posible acomodación de los esquemas a en dicha percepción no sólo juegan concepciones acum.u·
las nuevas experiencias. El esquema aparece en Piaget ladas en el sujeto sino también lo noético ( intenciona·
como el mediador entre el yo y el mundo externo y, por lidad ) . Por ello, la confirmación de la percepción de
tanto, sólo puede haber experiencias interpretadas· (dar. la cosa en sí se da por correlación, pero no C()rrelaci�n
sentido para Piaget es insertar los dalos en un esque� entre hechos existentes en sí mismos, sino correlación y
ma) Por ótra parte, la posibilidad de reorganizaciól)
.
unidad estructural de los noemas parciales.
del esquema interpretativo no sólo implica cambio en En síntesis, nos encontramos ante dos grandes con·
el pensamiento, sino reorganización del propio objeto cepciones referidas al significado de la percepción y de
desde el momento en que los · datos no serían simple­ lo empírico en el campo de la ciencia :
mente lo dado externo, sino una relación entre el yo
y el mundo que cambia al cambiar el esquema de in­ 1 . El dato empírico es lo dado, no requiere de ex·
terpretación que, en última instancia, es también de plicación ; idea que conduce finalmente al problema del
observación. En otras palabras, lo que · está proponiendo dualismo entre pensamiento y realidad y a la incapa.'
es que el objeto no existe sin el sujeto, específic�mente ciclad de j ustificar lógicamente la posibilidad de coµocer
como objeto de observación, ni el objeto existiría al (desde el momento en que lo empírico es i rreducible
margen de I� conciencia - en forma de esquemas. a la lógica ) . El problema de la verdad se convierFe en
En la teoría pe la forma, la · organización de los 1,1n� lógica ahistórjca del lenguaje. . .

- 2. El dato empírico depende de la -conciencia . y de


_

datos eri . totalidades empíricas situadas en un campo


no:.lo daría la· i_riteligenda como en Piaget sirio que serla la realidad que apar_ecen sie�pre en for�a ind��ere��.
infuanente .a Ja· · a�ción, · explicaci6ri - que,· recuerda la ciada , "(el objeto _ . no : existe_ si11 el sujeto ) : � _ ant.�#«;>r
vi�j: :dilo'Süffa' ·de la . v.fda ' y : el hitoricismo filosófico. ,_ .
, .•
conduce. o bien a un ide�li�rnº ( el campo p� l::i ci�nda
En Husserl también la percepción · sólo puede con· es y sólo puede ser el campo de . la - conciencia f d:
"EMPIRIA Y DATO 39

imposible diferenciar entre estados de conciencia y rea­ a estos · niveles tendría que ser · pensada no sólo . por
lidad)' o a un empirismo subjetivo que) eh lugar de niveles · de em·pirieidad alternativos sino por niveles· de
reconocer simplemente las componentes subjetivas . dd lds -más generales a los más específicos· al objeto; ;
dato, subo·rdina el dato totalmente a lo subjetivo y éoh� Finalmenre; · la ; idea de un sujeto activo debe -éofl.-'
·
vierte la determinación subjetiva no en históriéa· si no <lucir al concepto de sujeto creador de empirias no · s6lo
en abstracta y con · el lo se cae también en el idealismo; en su perisamiento, . sino en la propia realidad externa.
Esta perspectiva, habría que· añadir que tampoco re­ El sujeto-objeto no sólo como sujeto perceptor sino
suelve el problema de la relación entre teoría y dato como sujeto creador, constructor de empirias en su pen­
ni mucho menos el de la correspondencia; samiento al reconstruirlo y en la propia realidad' · ex­
terna al transformarla.
En una concepción reconstructiva pero materialista
de la realidad, lo empírico tendría que considerarse
como una forma de la relación entre el sujeto y el 3. Teoría y Dato desde la Teoría
objeto, relación determinada históricamente sobre todo
en términos cu! turales y lingüísticos ; pero, a la vez, se El principio del empirismo establecía que un enun­
tendría que reconocer que el dato empírico posee un ciado sintético tiene sentido empírico, sí y sólo si, puede
componente de realidad. En el proceso científico de ser inferido lógicamente de una · clase finita de enun­
investigación habría que considerar que sobre el dato ciados observacionales. Sin embargo, la crítica insalvable
empírico hay una triple tensión : por un lado, de la desde el punto de vista lógico consistía en que si la
teoría en abstracto que pide determinados datos, por ciencia pretendía establecer leyes universales, éstas no
el otro, la de la subjetividad del investigador ( sub­ pueden inferirse de enunciados observacionales. La prcr
�tividad no abstracta como en · la fenomenología, sino puesta de Carnap, como alternativa al principio clásico
histórica, cultural y lingüísticamente determinada) y la del empirismo, fue en el sentido de que un enunciado
de la propia realidad que escapa a la voluntad de los tiene sentido empírico si es traducible a un lenguaje
sujetos. De esta forma, lo empírico no aparece simple­ empírico. Pero la crítica de Scheffler fue imposible de
mente como lo dado ni tampoco determinado exclusi­ refutar : si la traducción a un lenguaje empírico es
vamente por el campo de la conciencia. para verificar, en el momento de la verificación, qué
Para ser consecuentes con los princip ios materialis­ es lo que se verifica : el enunciado a su traducibilidad.
tas marxistas de realidad y conocimiento tendríamos Nuevamente se presentaban los dos problemas bási­
que agregar que a una concepción de realidad, como cos que el neopositivismo no pudo resolver desde su
artículación entre objeto y sujeto en movimiento, ten­ propio proyecto : el del establecimiento de reglas de
dría que añadirse una concepción del mu ndo empírico correspondencia entre lenguaje teórico y observacional
en transformación ; transformación que proviene de la y el de la reducción de la observación a la lógica. En
doble determinación de lo empírico : por un lado, trans­ cuanto al primer problema, Bridgman proporcionó una
formación de la realidad material de la cual lo empí­ solución denominada el operaci01'Zfllismo. Este autor
rico es uno · de sus niveles en relación con el sujeto y, propondría que la ciencia sólo tr�bajase con definicio­
por otro, transformación por cambio del propio ambiente nes operacionales, es decir, la vieja pretensión positi­
histórico, cultural y lingüístico. Lo anterior lleva al vista de reducir toda la ciencia a lo observable, que en
concepto de lo empírico hist6ricamente determinado. Bridgman estaba aparejada con la necesid<;1.d de con­
Por otro lado, una concepción de realidad por ni­ cebir lo observable como lo medible.
veles y en articulación-rearticulación conduce al pro­ Sin embargo, la pretensión de Bridgman tuvo que
blema de la relación entre empiria y ivel de realidad.
n esperar mejores épocas porque la realidad de la Ciencia
A diferencia del positivismo esta relación no puede ser mostraba que las traducciones entre lenguajes teóricos
únicamente lógica sino relación mediada en el sentido y observaciones son parciales. Cuando se hablaba de
amplio que lo hemos empleado anteriormente, comó lenguaje observacional con ello se significaban tres tipos
relación lógica-histórica especifican te. De esta forma, el de enunciados : constantes individuales que designan
concepto de mediación aparece como central para refe• objetos individuales ; predicados referidos a propiedades
rimos a la relación entre un nivel de realidad y lo em­ y relaciones entre objetos ; y conceptos métricos. En
plrico. Por otra parte, habría que considerar que el cuanto a las reglas de correspondencia entre Lt y L0 se
concebir la realidad por niveles de realidad conduce tendría que aceptar que : a) deben poseer términos
a referirnos a planos de empiricidad diversos depen­ mezclados de Lt y Lo, b ) la conexión entre Lt y L0
diendo del nivel de realidad en cuestión. Nivel de em­ debe ser deductiva, c) sólo algunos términos de Lt tie­
piricidad no es sino forma de recorte del mundo empÍ· nen traducción en L0 y d ) las reglas de corresponden­
rico, dependiendo de la triple tensión a que nos hemos cia pueden ampliarse constantemente.
referido con anterioridad. Si el avance de lo abstracto Es decir, la situación de la correspondencia rigurosa
a lo concreto en el pensamiento puede ser pensado como desde el punto de vista positivista se volvía tan ambigua
articulación de niveles de los más generales a los más que haría expresar a Hempel que "las reglas de corres­

específicos a] objeto, así también la empiricidad ligada pondencia só1o se cumplen bajo ciertas condiciones de

1
40 ENRIQUE DE LA GARZA TOLEDO

observación" : el experimento que fija sus condiciones última instancia_ los sujetos podrían ser considerados
de verdad. Hempel, padre del neopositivismo moder­ como totalmente especificas, lo que impediría la c<m·
cepci6n de ley y de ciencia social en general. Sin em.
no, junto a Carnap, llegaría finalmente a la pesimis­

ta conclusión de que "hay que resignarse a no poder bargo, el problema de la generalidad no sólo como
encontrar una distinción tajante entre ciencia y meta� proceso del pensamiento, sino como realidad, puede
física" :¡ el positivismo había llegado a su límite in­ verse relacionado con lo que Gramsci denomina en sur·
terno ! Stegmuller, brillante exponente del positivismo gimiento en el capitalismo del hombre general, del
moderno, señalará por su parte que "el dilema del em­ hombre masa. Este hombre unidimensional no es sino
pirismo ( la demarcaci6n 16gica ) es insoluble".1 el hombre estandarizado en algunos de sus comporta·
mientos básicos por la producción capitalista y por el
Estado moderno. Es el hombre estereotipado por la
industria cultural y por el Estado neocorporativo. Es
4. Indicador y Dato, desde Ja Reconstrucción
un hombre estandard no sólo en la ideología, sino en la
Materialista de Ja Realidad
realidad de sus prácticas. Para este hombre producto
del capitalismo, la ciencia social que estandariza , no
Desde una perspectiva reconstructiva materialista el
es sino un reflejo de una estandarización de las rela·
proceso que relaciona conceptos te6ricos con indicado­
ciones sociales. Pero el hombre no es nunca estandari·
res y datos debe entenderse como un proceso mediado.
zación total a pesar de los medios de comunicación y
Mediaci6n debe entenderse en primer lugar en su sen­
demás instituciones estandarizantes.
tido metodológico, como reconstrucción lógico-histórica
El anterior problema engarza con el del significado
del indicador y del dato. Lo anterior significa que la
subjetivo de la acción para los sujetos ( en relación con
relación entre estos tres niveles no puede ser pura­
el problema de los datos de los sujetos ) . No necesaria·
mente deductiva ni general, sino producto de un pro­
mente el d ato subjetivo tiene que corresponder con las
ceso que 1) sea capaz de establecer los conceptos de
causas latentes o incluso con los motivos latentes por·
mediación entre concepto teórico e indicador y después
que : a ) no toda causa de los procesos sociales hay que
entre indicador y dato y 2) en el que estas mediacio­
buscarla en la mente de los sujetos y b ) no todo mo­
nes tienen que ser producto de una reconstrucción y
tivo subjetivo tendría que ser considerado como cons­
donde juegue un papel lo histórico ( metodol6gicamente
ciente. Si no se quiere reducir lo objetivo a lo subjetivo
considerado ) como contextuación del indicador y sus
tendría que reconocerse que el dato subjetivo no vale
mediaciones en el terreno concreto de la corresponden­
en sí mismo, sino sólo en articulación con otros niveles
cia entre teoría y realidad.
de realidad no todos ellos subjetivos, es decir el dato
El dato empírico en la concepción materialista dia­
subjetivo más que un dato externo es una componente
más de la t otalidad de t otalidades que implica articular
léctica tiene que verse sujeto a una doble tensi6n : por
un lado la tensión lógica-histórica de la reconstrucción
diversos niveles de realidad, entre ellos los planos per·
que va de la teoría al dato. Por la vía de esta tensión tinentes de empiricidad. Además, el problema del sig·
el indicador buscará el plano de empiricidad que co­ nificado subjetivo del dato de acción, tendría que aban·
rresponda al nivel de realidad y al contexto concreto donar su carácter abstracto mistificado para reconocer
de la correspondencia. La definición del campo de lo cuáles son las determinantes de dicha subjetividad
empírico significa que este campo buscará ser recor­ en .un sentido histórico-cultural : cultura n acional re·
-

tado en una coherencia empírica y en articulación con gional-local en articulación con carácter n acional-regio·
lo conceptual. Pero la tensión lógico-histórica en el sen­ nal-local y todo ello cruzado por la situación de clase.
tido metodológico, sobre el dato, tendrá que confron­ Es decir, sobre el significado subjetivo del dato, desde
tarse con lo que denominaremos la tensión real del el punto de - vista del actor, es posible que influyan : la
dato. biografía del sujeto ( que puede presentar aspectos ge·
Un primer problema den tro de la tensión real es nerales dentro de cierto grupo social ) ; la cultura y el
la contradicción en el mundo empírico entre general carácter a varios niveles ; la memoria histórica relacio­
y específico, entre es tandard e inconmensurable. En nada con determinadas prácticas de grupos ; y, en fin,
la _ visión _ del mundo-racionalidad integrada en un sis·
1 W. Stegmuller1 Te<;>ría y experiencia, Barcelona, Ed . . tem� de dominación con $US respectivas contradicciones
Ariel1 1 978. internas y · externas. · -
· --
CAP1TULO V

MEDICION, CUANTIFICACIÓN Y RECONSTRUCCIÓN DE LA REALIDAD

Enrique D E L A GARZA TOLEDO

Hemos visto en el capítulo anterior como una visión (por ejemplo, análisis factorial ) , técnicas que en su
subjetivada del dato implicaría el negarle exterioridad complejidad no hacen sino ocultar la incapacidad de
absoluta del sujeto que conoce ; en una visión dinámica resolver el problema de la causalidad únicamente a par­
de la realidad que presuponga la articulación entre tir de manipulación de información empírica. En pocas
objetivo y subjetivo, los sujetos no sólo aparecen como palab ras, el problema de la traducción de conceptos
posibles creadores de objetividad sino específicamente teóricos en indicadores está lejos de ser resuelto por la
de empiria y, por tanto, de nuevos datos producto tam­ perspectiva positivista.
bién de su voluntad. El no reconocimiento de niveles de abstracción con­
En una perspectiva de reconstrucción del conoci­ ceptuales ( v. gr. entre concepto teórico e indicador)
miento y activa de los sujetos lo empírico no asume ta­ y las respectivas mediaciones entre éstos, imposibilita,
reas sólo en la verificación, sino también en la recons­ en un primer momento, la deducción de un indicador
trucción, ni la experiencia se reduce al dato empírico a partir del concepto teórico. A-1 respecto, la noción
externo al sujeto. Esta problematización se relaciona de cierre semántico,2 utilizada por. el positivismo, pre­
con la función mediadora que los indicadores tienen en supone teorías homogéneas con relaciones entre propo­
la perspectiva de verificación de las hipótesis. Los indi­ siciones meramente deductivas. En cambio, la noción
cadores aparecen, en primer término como conceptos de Bachelard de perfil epistemológico 3 nos habla de
de un nivel de abstracción menor que los conceptos teorías con niveles conceptuales de grados diversos
te6ricos que pretenden reflejar y, por lo tanto, síntesis de maduración.
de más determinaciones que aquellos conceptos teóricos. Entre concepto teórico y empiria los indicadores
La traducción de conceptos en indicadores ha tratado aparecen como conceptos de mediación. La relación in- .
de ser resuelto de muy diferentes formas por el positi­ dicador y dato puede recibir. diversas formulaciones. Si
vismo : una de ellas es la de Lazarsfeld,1 que propone se tiene una posición empirista extrema los datos apa­
un método de traducción de conceptos teóricos en indi­ recen como "datos puros" que se convierten en ideas
cadores. Para ello, Lazarfeld plantea tres etapas de ge­ a través de los sentidos. Sin embargo, todo dato tiene
neración de . indicadores : la primera sería la de descom­ una serie de "contaminaciones" que lo · impurifican :
poner al concepto de una manera analítica en sus 1 ) El dato para el indicador está influenciado por el
"dimensiones", dimensiones que resultan del análisis concepto que se quiere medir, 2 ) La forma del dato
lógico-deductivo del contenido del concepto ; la segunda dependerá de la técnica de "recolección" que más bien
etapa consistiría en encontrar los indicadores para cada es de generación y 3 ) Dependerá del objeto externo, es
dimensión ; y la tercera, el tratar de reunir todos los decir, todo dato sufre una triple influencia que evita
indicadores en un indicador global llamado "índice". concebirlo como simple producto del objeto. Por otra
La primera etapa no parece ser particularmente pro­ parte, desde el momento en que las relaciones entre ·
blemática y las dimensiones aparecen también como dato y concepto, técnica y objeto, no son mecánicas ni
conceptos derivados del concepto a dimensionalizar ; hay una lógica estricta de traducción, el dato será siem­
sin embargo, con respecto a la segunda etapa, que pre un dato cuestionable. En esta medida, "los recortes
presupone un cambio importante en nivel conceptual de lo empírico", si bien tienen un componente obj etivo
de abstracción, Lazarfeld dirá que n o hay . una . teo­ siempre son históricamente determinados. Lo empírico,
ria de la traducción de conceptos teóricos en empíri­ como dato empírico, no es solo lo externo, sino una
cos y se deja la traducción> por tanto, a la imagina­ forma de la relación sujeto-objeto en donde · lo obser-
ci6n y a operaciones no racionales. La . tercera etapa
ha tratado de ser resuelta con técnicas matemáticas 2 Vla.se :Bungc, M., La in vestigación cien tífica, Barcelona,
Ed. Ariel, 1 970.
1 Raymcmd Boudon y Paul Lazarsfeld, Metodología de s Bachelard, G., Racionalismo Aplicado, Buenos Aires,
los el1neios sociales, t. I, Barcelona, Ed. LAIA, 1 966. Ed. Paidos, 1 972.
41
42 ENRIQUE DE LA GARZA TOLEDO

vable tiene un papel importante, pero, a la vez, el que en el plano de lo empmco pueda dar cuenta de
dato no es pura observación, sino observación-concepto posibles transformaciones. Habría dos maneras de abor·
siempre. dar el problema del camb io como propiedad del indi·
De esta manera, lo empírico implica espacios em ­ cador : uno, como indicadores que delimiten el espacio
píricos "n-dimensionales", en donde cada dimensión o de acción empírica de los sujetos y, otra, el tratamien·
recorte implica un universo de observaciones, una tota­ to de los conceptos teóricos contradictorios tratados
lidad empírica, en donde lo externo y la forma del relativamente por separado en el momento de los in.
recorte no pueden ser disociados. dicadores y buscando posteriormente sintetizarlos en otro
Es decir, se reconoce que el dato es siempre un dato concepto de mediación que dé cuenta del carácter con·
construido, a partir de conceptos científicos o del len­ tradictorio de la relación real.
guaje com{m y, en esta medida, la conversión de la Cuando pasamos del problema de la construcción
"experiencia" en dato estará también sujeta a media­ de los indicadores a la de los datos entramos propia·
ciones teóricas, prácticas y culturales. mente al campo de la inter v enció n de lo percep tual .

En una concepción de realidad por niveles, en la Es decir, los indicadores tienen que ser "llenados" con
que la subjetividad sería uno de esos niveles, el pro­ datos obtenidos de la experiencia, a través de cierta
blema de la mediación entre teoría y empiria no apa­ actividad práctica del sujeto. Sin embargo, en una vi·
rece en saltos espectaculares. En primer lugar, la rela­ sión empirista extrema, el dato preexiste al sujeto, no
ción entre concepto teórico e indicador debe entenderse es construido y el sujeto en búsqueda de datos "obje­
como un proceso de "reconstrucción vertical", con todas tivos" simplemente tiene que recolectarlos de ese mundo
las consideraciones que antes hemos expresado ace:r:ca externo. En una visión reconstructiva y activa del su·
del camino de lo abstracto a lo concreto;' En otras jeto el dato es siempre construido, sea de una manera
,

palabras, la "transformación" de conceptos en indica­ sistemática y científica o generados por los sujetos his·
dores tiene que sufrir la mediació n reconstructiva de tóricos de acuerdo a condiciones culturales particulares,
otros conceptos en un proceso lógico-histórico, tal como a partir del lenguaje común y de sus prácticas co tidia·
lo hemos entendido para el método concreto-abstracto­ nas. E'l intento de "proyección" 5 del indicador sobre

concreto. Esta concepción de la relación teoría-empiria la realidad, para hacer un recorte de la misma, en la
lleva a la negación de la univocidad verificativa a tra­ observación científica sufre una serie de mediaciones
vés del dato empírico, a la imposibilidad de la corres­ que hay que tener en consideración : primero, la me·
pondencia absoluta, pero, sobre todo, a asignar com o diaci6n de la técnica de recolección ; segundo, la me·
funció n p rincipal al indicador una tarea reconstructiva diación del lenguaje común que siempre estará presente
más que v erificativ a en el sentido tradicional del tér­ en todo recorte perceptivo de la realidad ; tercero, la
mino. Si hemos hablado de dos momentos en el con­ insalvable contaminación de la sensación por los pen·
creto-abstracto-concreto, el de la investigación y el de samientos del sujeto ; cuarta, la posibilidad de que la
la exposici6n, en los que in vestigación y exposición sólo relación de conocimiento entre sujeto y empiria sea una
aparecen como énfasis diferentes y no mutuamente ex­ relación propiamente de transformación y no puramen·
cluyentes, luego las fun ciones preferentes de lo empírico te receptiva.
en estos dos m oment os serán, en el primero, la recons­ El dato empírico aparece de esta manera no como
tructiva y, en el segundo, la verificat iva' .
" ' dato absoluto sino como dat o empírico-histórico, como
A diferencia del positivismo, donde no se plantea dato en transformación. Lo empírico aparece como uno
como problema la cuestión de la realidad en movimien­ de los posibles recortes de la experiencia ( en la que
to ( como articulación entre objeto y sujeto) , en la sensoriedad y pensamiento están siempre presentes) , es
perspectiva reconstructiva el pretender dar cuenta del decir, el indicador contribuye junto con los demás fac·
movimiento plantea nuevos retos en el plano de lo em­ tares a definir un universo de observación sin pretensión
pírico. Específicamente, la captaci6n del tiempo pre­ de objetividad absolu.ta, un universo empírico a obser·
sente puede implicar la construcción de un objeto vir­ var-actuar, dentro de una infinitud de universos posi­
tual para el cual no en todos sus momentos hay refe­ bles empíricos.
rentes empíricos al mismo nivel de concreción. De tal
forma, que el papel de lo empírico en la construcción
del o bjet o virtual se acentúa en las primeras etapas y 1. La Cantidad y la Calidad
se relativiza en las últimas. Sin embargo, en todas ellas
el indicador tiene que dar cuenta de objetividad y sub­ El problema de h cantidad y la calidad ha sido
jetividad como potencialidad de cambio. En el · primer tratado tradiCionalmente como un subproblema de fo
aspecto, el indicador aparece como un indicador más empírico. Un primer problema que Sé presenta con
de proceso que de resultado, es decir, un indicador, respecto a la cüantificación es si ésta es una propiedad
&· los objetos, , al i'güal que sus cualidades. Pa-ra Hegel
4 En este último sentido véase u na explicación más ani· ·
plia en : De la Garia Enrique, El niét'odo del con cret'o-abstrac­ 5 . La idéa de "proyección" én este · sentido se acerca inás
f.q.- wncreto, México, UAM-1, 1 983, Cap. VII. al "mappiilg" de Ja matemática y la geometría.
l\'1EDICIÓN, CUANTIFICACIÓN Y · RECONSTRUCCIÓN DE LA REALIDAD 43

todo lo que existe tiene medida, la magnitud es algo nes : las cualitativas ( que dan origen a las escalas no-.
intrínseco al ser, algo que lo define.6 Hegel establece minales, por ejemplo, "Russell" = 1 ) y las mediciones
que la cantidad es a la vez ruptura y unidad de la con­ cuantitativas. Para otros, sólo la cantidad está ligada
tinuidad y en esta medida el "quantum" sería a la vez a magnitud y a medida.10
cuantitativo y cualitativo. Además, lo cuantitativo y lo La definicón que da Russell de la medición es la
cualitativo estaría ligado a niveles de abstracción, sien­ de cualquier método para establecer una corresponden­
do lo cuantitativo lo más abstracto. Al darse en Hegel cia única y recíproca entre magnitudes de una clase
la dialéctica entre cantidad y calidad como una dia­ y números.11
léctica del pensamiento engarza con actuales concep­ La medición está relacionada con las llamadas esca­
ciones que negando que la cantidad sea una propiedad las de medición : nominales (por ejemplo, masculino ,
de la materia en sí, la adjudican exclusivamente a una femenino) , ordinales (soldado y sargento ) y de inter­
fonna de construcción de conocimiento. valo-razón ( que aceptan valores intermedios de cualquier
Carnap, 7 por ejemplo, distingue tres clases de con­ magnitud ) . De las escalas nominales se ha dicho que
ceptos en la ciencia : clasificatorios, comparativos y son mediciones cualitativas porque no establecen orden
cuantitativos. Los primeros identifican a un objeto den­ entre sus cualidades, sin embargo, la medición nominal
tro de una clase, los comparativos establecen relaciones aunque no permite la noción de suma de cualidades o
de mayor o menor entre objetos. En cuanto a los con­ de orden entre ellas, al nivel de una cualidad se pre­
ceptos cuantitativos, estos se derivan de asignar números sentan los problemas comunes de la cuantificación ; asi­
a fenómenos y no son dados por la naturaleza como mismo la comparación, que es el problema común de
una propiedad de ésta, sino que las cantidades son las escalas, es posible establecerla en esta escala a cierto
parte del lenguaje y no una propiedad intrínseca de nivel, por ejemplo que haya más sujetos de un sexo
los objetos. que otro. Las escalas ordinales no aceptan valores in­
Bunge por su parte 8 considera que la medición no termedios entre las cualidades, aunque a diferencia de
es una propiedad esencial y añade que no todo con­ las nominales sí un orden de jerarquía. Por ejemplo,
cepto puede ser cuantificado; por ejemplo, al concepto en la escala jerárquica del ejército la diferencia entre
"Russell" se le pueden atribuir cifras pero no números soldado y sargento, en donde cada una de estas cate­
Hempel habla de conceptos comparativos y cuantita­ gorías son susceptibles de cuantificar. En las . de inter­
tivos, los primeros para referirse a p ropiedades inten­ valo-razón es posible establecer la distancia entre u n
sivas y los segundos a las extensivas ; sin embargo, coin­ nivel y otro.
cide con los positivistas en cuanto a que comparaci6n De una forma o de otra, si la función de las esca­
o cuantificación son relativos a la teoría disponible y las es la de la comparación de las propiedades de los
que no hay una línea esencial de separación entre ellos. objetos o sujetos, esta comparación siempre se puede
Para Kaplan 9 un fenómeno no es cuantitativo ni establecer en términos cuantitativos, al asignar números
cualitativo en sí y en su aplicación hay una decisión a las propiedades de un conjunto de objetos, no obs­
operacional. tante que la forma de la comparación sea diferente
De Hegel al positivismo se presenta cierta continui­ dependiendo de si la medición es nominal, ordinal o de
dad y ruptura en cuanto al problema de si la cuantifi­ razón. Esta consideración lleva a la pregunta inicial
cación es una propiedad esencial ; en el caso de Hegel de si todo es cuantificable, desglosada en dos : primero
la respuesta es positiva pero sólo porque la esencia si la cuantificación es una propiedad de la realidad y si
los niveles de medición también. Por lo que respecta
es la idea, lo infinito ; en los positivistas hay una des­

confianza en cuanto al problema de la esencia y los pro­ a la primera pregunta la respuesta positivista es que la
cuantificación y por tanto el tipo de medición es una
blemas de las ciencias se reducen a los del lenguaje, en
esta medida la cuantificación no es propiedad esencial propiedad del lenguaje, pero esto es olvidar el problema
sino del lenguaje. de cuáil es la relación entre lenguaje científico y reali­
dad. U na respuesta no idealista del problema del cono­
Cabría, antes de profundizar sobre el tema, analizar
cimiento, ni tampoco empirista ingenua tendría que
algunas definiciones de cantidad y medida. Para algu­
considerar que el conocimiento es ciertamente una cons­
nos autores, medición es la asignación de números para
trucción, pero una construcción que expresa a cierto
representar propiedades de los objetos, para otros no
nivel propiedades reales. En cuanto a la cuantificación
se representan propiedades sino objetos. Algunos plan­
y al nivel de medición, si bien entraña una decisión
tean que tendría que hablarse de dos tipos de medicio-
(como todo conocimiento ) , en una versión materialista

a Hegel, La ciencia de la l6gica, Buenos Aires, Ed.


trataría de ser una decisión que buscase expresar rela­
Hachette, 1968. ciones reales. Lo anterior lleva a la noción de cuantifi­
T Carnap, R., Philosophical foundations of physics, B. N. , cación como el nivel más abstracto del pensamiento
1966.
s Bunge M., La investigaci6n cientEfica, Buenos Aires, 1o Torgerson, W., Theory and methods of Scaling, Nueva
F.d. Ariel, 1975. York, John Wiley Sons, 1 958.
• Kaplan, A., The conduce of the Inquiry, N. Y., Chand­ 1 1 R�ssell, B., Introducci6n a la füosofía matemática,
ler Publishing Co., 1 964. Buenos Aires, Ed. Losada, 1 955.
44 ENRIQUE DE LA GARZA TOLEDO

sobre el objeto, desde el momento en · que cuantificar vez más ciencia del hombre con una determinación so­
es asignar números haciendo abstracción de todo lo cial estricta y no simple contemplación cognoscitiva
específico que tiene el objeto. Es decir, la decisión de del movimiento espontáneo del universo natural.
la cuantificación se enfrenta, como forma de abstrae;. · Si lo cuantitativo corresponde a cierto nivel de abs­
ción a las mismas consideraciones que la abstracción tracción también es posible hablar de niveles de cuan­
históricamente determinada; una abstracción es histó­ tificación o de niveles de abstracción de la cantidad.
ricamente determinada no por su nivel de abstracción Por ejemplo, cuando Marx habla del valor de una
sino si resulta este nivel pertinente a la reconstrucción. mercancía como cantidad de trabajo incorporado a la
En otras palabras, la cuantificación como abstracción mercancía se está refiriendo a una cantidad abstracta
puede ser históricamente determinada si es pertinente y no directamente a sus medidas empíricas. De esta
a la reconstrucción ; por lo tanto, no se puede respon­ forma la cantidad puede ser un elemento abstracto que
der a priori qué cuantificar y qué no, y la pregunta de especifique al concepto. En las ciencias naturales, cuan­
si todo es cuantificable se torna sin sentido en cuanto do se utilizan definiciones operacionales, las relaciones
a que todo podría ser cuantificado pero no resultar de entre el concepto abstracto y las medidas no son ri­
ello cuantificaciones históricamente determinadas. gurosamente hablando entre concepto y empiria, sino
La cuantificación, como asignación de números y entre dos o más conceptos abstractos ; sin embargo, la
operaciones con números está en el fondo de la medi­ posibilidad del experimento posibilita la minimización
ción y en esta medida la decisión de la medición se del efecto de otras determinaciones sobre las medi­
encuentra sujeta a las mismas consideraciones que la das, de tal forma que lo abstract o se vuelve medida
cuantificación, con el añadid o que la decisión del tipo concreta sólo por el control de variables.
de medición no depende fundamentalmente del concep­
to a medir sino del nivel de abstracción.
Si se pregunta si todo puede ser medible en abs­ 2. La Lógica de la Cuantificación
tracto, la respuesta sería positiva ; pero si la cuestión
es si una determinada propiedad de un objeto definido Los problemas básicos relacionados con la cuantifi·
debe cuantificarse, entonces la respuesta no necesaria­ cación podemos sintetizarlos por lo pronto en dos :
mente es positiva. Kaplan 12 llama a precaverse de la l . La cuantificación implica la abstracción de todo
mística de la cuantificación, consistente en buscar cuan­ lo específico al objeto y su homogeneización en cuali­
tificarlo todo, asimismo diferencia entre objetividad y dades equiparables con las de otros objetos para así
exactitud. ser reducida la propiedad a números, ser contadas las
La mística de la cuantificación ha envuelto a las propiedades.
ciencias naturales desde su nacimientos como ciencia 2. El segundo gran problema es cuando hemos
moderna. Galileo, ya señalaba que la tarea de la cien­ reducido propiedades a números, con los números ope­
cia es "medir lo que es medible y tratar de hacer me­ ramos de acuerdo a una lógica matemática. Por ejem­
dible lo que todavía no lo es" . Kepler añadiría más plo, si tengo dos. respuestas a la misma pregunta d e un
tarde que "el nivel de nuestro conocimiento se encuen­ cuestionario afirmativas y las sumo, estoy primero re­
tra en su aproximación a la cantidad".13 Carnap aduce duciendo las respuestas a números, lo que significa
argumentos históricos en el sentido que el avance de hacer abstracción de todo el significado específico que
la ciencia natural está asociado a su capacidad de me­ para cada respondente tiene su respuesta y, segundo,
dir. Pero la ciencia natural no está desligada de su al sumarlos presupongo que las reglas de la suma en
tiempo, primero como ciencia que reivindica la expe­ aritmética se corresponden con las de la "realidad"
riencia en contra de la verdad escolástica y luego como del conjunto de las respuestas del universo encuestado.
ciencia que se convierte en tecnología, en ciencia apli­ Este último problema ha sido designado como el del
cada a la producción y que como tal la producción le isomorfismo entre sistema matemático y relaciones rea­
exige una capacidad de predicción -predicción ne­ les. Cicourel 14 desglosa el problema del isomorfismo
cesaria para calcular la ganancia por anticipado. La en tres problemas : primero, si los axiomas matemáti·
ciencia na tura! se convierte en tecnología y con ello cos ( de los cuales parten los sistemas matemáticos ) pue­
en cabal ciencia de las can tidades, en ciencia cada vez den encontrar correspondencia con los sistemas teóricos
meno� natural, en ciencia de los procesos artificiales diferentes a los matemáticos ( o bien, diríamos noso.
que teniendo como sustrato los materiales de la natu­ tros, si los axiomas matemáticos tienen corresponden­
raleza se desliga cada vez más de los procesos espon­ cia con la realidad a la que la lógica de los números
táneos en búsqueda de procesos y mercancías que ha­ trata de ser aplicada ) ; segundo, si hay una corres­
gan más rentable al capital. Nunca como ahora es pondencia de uno a uno entre los términos del sistema
posible decir que la ciencia natural moderna es cada matemático y del sistema teórico que habla de la rea­
lidad que se quiere estudiar ; y, tercero, si las conexio-
1 2 Kaplan, A., op . cit.
13 Weyl, H., Filosofía de las matemáticas, México, UNAM, 14 Cicourel, A., Mét odo y medici6n en sociología, Madrid,
1 965. Ed. Nacional, 1 964.
MEDICIÓN, CUANTIFICACIÓN Y . RECON STRUCCIÓN DE LA RE/\LIDAD 45

nes lógicas entre términos de sistemas matemáticos ·· y lógicas tradicionales y los conceptos antiguos no son
teóricos son comunes. Trasladado a las ciencias sociales capaces de dar cuenta.
podríamos preguntarnos con Cicourel si hay isomorfis­ Trataremos ahora de profundizar en lo que hemos
mo entre matemáticas y teorías sociológicas. La pri­ llamado la lógica de los sistemas numéricos.
mera respuesta que se antoja, siguiendo al mismo autor Uno de los conceptos de número más aceptados
es que no hay teorías del isomorfismo entre teorías so­ por los matemáticos es el de Russell : el número de una
ciales y sistemas matemáticos, empezando porque las clase (por ejemplo el 3 ) es la clase de todas las clases
teorías sociales no han sido axiomatizadas ni todas sus que le son coordinables ( es la clase de todos los tres) ,
conexiones lógicas están explicitadas. Pero el proble­ por conj unto coordinable se entiende cuando con otro
ma planteado de esta manera podría hacer pensar que hay una relación de uno a uno. Es decir, en esta defini ­
la dificultad está en el escaso desarrollo lógico de las ción de número no se está afirmando quién es coordina­
teorías sociales ; además, tendríamos que preguntamos ble con quien ( problema de la semántica que en general
cuál es la situación en las ciencias naturales : el opera­ no preocupa a la matemática) sino que esta defini­
cionalismo a la manera de Bridgman ha establecido un ción es válida para los conjuntos coordinables. Ade­
criterio de demarcación entre lo científico y lo meta­ más, esta definición será válida cuando sea posible
físico, en el sentido de definir a todos los conceptos definir clases ( por ejemplo, la de los gatos o de los
estudiantes ) . En síntesis, un número será aplicable a
científicos en términos medibles y ciertamente todo tér­
medido un conjunto cuando éstos formen un conjunto homo­
mino que en física se aprecia de tal, ha sido
proceso géneo con respecto a lo que se quiere cuantificar.
en forma directa o indirecta. Sin embargo, el
de operacionalización implica en la traducción de con­ Según Campell, 1 5 el número tiene dos denotacio­
relación nes, por un lado es un símbolo y por el otro designa
cepto a mesurables una teoría acerca de esta
en la forma de modelo matemático. una propiedad de un objeto. Es decir, si medir es
representar propiedades con números, luego el número
Además, como señalábamos antes, la traducción se
puede representar algo real. De esta manera el autor
hace posible gracias al experimento que permite con­
distingue entre numeral ( el símbolo) y número ( su
trolar otras determinantes que influyen sobre los
significado ) . Para ser una propiedad representada por
mesurables. Tendríamos que p reguntarnos acerca de
un numeral, número y numeral deben tener las mismas
la relación entre mesurable y sistemas matemáticos
cualidades. Sin embargo, haciendo abstracción de cual­
en la ciencia natural ; en primer término la relación
quier tipo de objeto o de propiedad es posible esta­
abstracta ya ha sido establecida en forma matemática,
blecer reglas abstractas de conteo :
la cual implica sus propias condicionantes de existen­
cia. Es decir, al dejar la ciencia natural de ser la ciencia
1 . Si dos objetos son iguales a un tercero, luego
de lo espontáneo y convertirse en la ciencia de lo
son iguales entre sí :
artificial, del experimento controlado, con ello ha fi­
jado sus propias reglas de existencia coincidentes con ( A = B, B = C, luego A = B )
las de los sistemas matemáticos en esas relaciones ope­
2. Empezando con u n objeto y agregándole otro
racionales entre conceptos medibles y otros no obser­
continuamente se puede formar una colección de ob­
vacionales. Asimismo, muchas de las relaciones opera­
jetos y utilizando sólo el último numeral comparar con
cionales han sido establecidas en función de los ins­ otras colecciones. Por ejemplo, al contar 1,2,3,4,5,6,7
trumentos de medición disponibles o pensando en su días a la semana podemos quedarnos con el último nu­
futuro diseño. Finalmente, habría que agregar que, meral para designar a todo el conj unto.
si bien las matemáticas no siempre se han desarrollado
3. El principio de la adición de numerales. Si te­
de acuerdo · a la necesidad de lógicas aplicadas, sus im­
nemos dos colecciones medibles 1 ,2,3, y 1,2, como todos
pulsos más espectaculares han coincidido en la aplica­ los elementos son equiparables es lo mismo que tener
ción de determinadas lógicas matemáticas a sistemas
1 ,2,3,4,5, y el último numeral representa a los dos
reales. Por ejemplo, el álgebra de Boole que sólo con­ conjuntos siendo su suma.
sidera ceros y unos fue desarrollada en forma abstracta
pero s6lo adquirió un impulso inusitado cuando encon­ Es decir, los aspectos básicos de la medición en
tró aplicación al funcionamiento de las computadoras cuanto a su lógica son los de igualdad (cuando deci­
digitales. Este último caso muestra cómo en las ciencias dir que dos objetos son iguales y por tanto intercam­
físicas el isomorfismo no es simplemente supuesto sino biables) y adición. Cuando se ha decidido que dos
que es obligado a cumplirse en el experimento y a tra­ objetos son idénticos y pueden sumarse, entonces se
vés del establecimiento de un modelo matemático que puede operar con la lógica de los numerales para defi­
implique la transformación entre conceptos básicos y nir propiedades de los números. Por ejemplo, si tene­
mesurables ; pero, además no se trata sólo de un mode­ mos un objeto con propiedad 2 y otro con propiedad 3,
lo forzado a cumplirse sino una tensión entre · acopla­ estas propiedades son equivalentes en relación de 2
miento del modelo físico al matemático y la necesidad
de explicar o resolver determinados problemas que las 1 11 Campell , N. , What is science, U.S.A., Dover Pub., 1 964.
46 ENRIQUE DE LA GARZA TOLEDO

a 3, luego su suma -será la de un· conjunto u objeto nifique circuito abierto )r O circuito cerrado, de tal
con p ropiedad igual a 5. Pero nuevamente tenemos forma que el conectar los circuitos en serie y haber
el problema de fondo : esto sólo .es válido si hay iso­ uno cerrado todo estará cerrado.
morfismo entre número y numeral. Es decir, hay sistemas matemáticos que se derivan
Veamos ahora cuál es el origen de las tres leyes de los números naturales, pero otros no. De los nú­
de .la medición que hemos enunciado como leyes de los meros naturales podemos pensar series infinitas, pri­
numerales. En este problema como en muchos otros mero posi tivas, luego negativas, después números ra·
los matemáticos no están de acuerdo. Según los intui­ cionales o fraccionarios y luego números imaginarios
cionistas las leyes de la medición son establecidas por y así sucesivamente. Pero a partir de otro sistema como
el experimento ; para los formalistas son meras con· los números binarios ( sólo se aceptan ceros o unos) se
venciones ; y para los logicistas las leyes de la mate­ pueden construir o tros sistemas matemáticos. En todos
mática pueden reducirse a las de la lógica. los sistemas matemáticos el fundamento de la medi­
Según Campbell, Ja verdad de las leyes de la medi­ ción es la identidad, luego, el p roblema de cómo se
ción debe ser verificada por el experimento, sin embargo suma y se hacen otras operaciones e incluso si son
un experimento es en primera instancia para estable­ operaciones permisibles podrá admitir definiciones di­
cer relaciones entre variables, pero en el propio experi­ versas.
mento hay un supuesto de relación lógica entre con­ Para la corriente formalista de las matemáticas és­
ceptos y dato con una mediación del instrumento de tas serían sistemas formales, juego de signos y reglas
medición y, por tanto, con una lógica de la medición de combinación de éstos. La posibilidad de medir
que hace indiscernible lo que el experimento prueba, estaría dada por la existencia de isomorfismo entre las
si es la relación entre las variables o si la correspon­ propiedades formales de los numerales y las de los nú­
dencia entre matemática y teoría. Por ejemplo, ¿ cómo meros. Esta necesidad del isomorfismo habría provo­
verificar que las respuestas posi tivas de un cuestiona­ cado que las reglas de los numerales hayan sido ajus­
rio son idénticas y adicionables ? En la formulación del tadas a las de los números, no obstante que una parte
cuestionario y de las valoraciones de las respuestas de las matemáticas no es isomórfica con nada empí�
estamos presuponiendo isomorfismo pero, como diría rico. EI lenguaje matemático tendría tres campos se­
Popper, no hay métodos para verificar lógicas. gún esta perspectiva : la sin táctica ( relaciones entre
El punto de vista de Campbell, coincidente con la signos ) , la semántica ( relación entre signos y objetos)
corriente llamada intuicionista considera p rivilegiado y la pragmática ( relación entre signos y usuarios de la
el problema de la correspondencia entre lógica mate­ matemática ) . Así, el problema de la relación entre
mática y "lógica" de la realidad. Además de las tres sintáctica y semántica sería un p roblema de verifi.
leyes de la medición enunciadas, a partir de ellas, se cación.
definen otros problemas como el de "orden" ; es decir Sin embargo, en esta relación empírica se presen­
que los numerales representan números en cierto or­ tan p roblemas como los siguientes : existen muchos tér­
den en una secuencia definida, por ejemplo el 2 sigue minos matem áticos para los cuales no hay reglas se·
al l . Sin embargo, siendo el orden Una característica mánticas (por ejemplo en el teorema de Pitágoras Ja
de los numerales no siempre se corresponde con el fórmula de la hipotenusa del triángulo H = ;
orden de los números. Así como con el problema del y a2 + l)i el valor negativo no tiene interpretaci6n
"orden", pasa lo mismo con la adición, . la multiplica­ semántica) . O tro problema sería, por ejemplo, que la
ción o la división. Aunque referidas a números pueden matemática clásica implica divisibilidad infi nita en tan·
llegar a definirse reglas de los numerales que hagan to que la materia no.
abstracción de dichos números, despegándose de su Aunque se reconoce el problema de la relación en­
significado realista y, por lo tanto, no necesariamente tre sintáctica y semántica por parte de los fonnalistas
las leyes de los numerales ser las de los números. Hay no por ello significa que las reglas matemáticas se deri­
que aclarar que cuando nos hemos referido a los su­ ven de la experiencia, sino que se consideran simples
puestos básicos de la medición : la igualdad y la adi­ convenciones arbitrarias : la inducción no sería la base
ción, no significa con ello que las matemáticas se de la matemática.
reduzcan a las· leyes específicas de los números natura­ Habíamos dicho que si un punto de partida en la
les ( 1 ,2,3, etc. ) , sino que partiendo de la igualdad que reflexión sobre los números p ueden ser los números
no es sino la expresión del viejo problema de la iden­ naturales ( 1,2,3, etc.) no son el único sistema numéri·
tidad, la adición entre dos o más iguales puede defi.;. co posible. Se tendrían otros sistemas numéricos que
nirse no de una sola forma. Por ejemplo en el álgebra implican la obediencia a las reglas de los sistemas de
de Boole,16 que sólo receonoce dos numerales O y 1 , donde se derivan y la inclusión de nuevas reglas. Ejem­
las reglas d e adición se definen d e l a siguiente mane.,. plos de · estos sistemas numéricos extendidos a partir
ra 1 + 1 = 1 , 1 + O = 1 , O + O = O ; podemos esta­ de los números · naturales serían :
blecer el símil con circuitos en serie · en donde 1 sig- l . Los números racionales positivos que pueden ser
expresados como el cociente entre dos enteros (2/3,
16 Fong, J., Abstract algebra, Schaums, 1 963. 5/6, e tc. ) .
MEDICIÓ N, CUANTIFICACIÓN Y . RECONSTRUCCI_ÓN DE LA REALIDAD 4.7

2. Los números negativos ( -- 8, - 585, etc. ) . captar su nivel de conciencia en térm inos de radicali"
dad por medio de preguntas cerradas de un cuestio­
3. Los números irracionales que no se pueden ex­
nario. Una de las preguntas decía :
presar como el cociente entre dos enteros ( por ejemplo
Ja solución a la ecuación x2 2 = O, x = -+- \{2 ) .
- "Está usted de acuerdo con el régimen de Fidel
4. Los números trascendentales. Castro en Cuba"
. --- , ·
--- , además al que contes-
S1 No .
taba "sí" se le calificaba con 2 y al que contestaba "no"
. Hasta aquí se trataría de números reales, pero tam­
bién hay números imaginarios y complejos. Además, con 1, con la finalidad de sumar las respuestas de varias
.
habría que agregar sistemas numéricos en más de una p re?�n tas y tener un índice da · radicalismo para cada
dimensión como el álgebra de matrices o de tensores. md1v1duo. A l parecer se estaba dentro de la. lógica de
los números naturales : se partía no del cero sino del 1,
Cada sistema numérico tiene sus propias reglas, las
cuales pueden o rio coincidir con la "lógica de la rea.:. sólo había 1 y 2 es decir sólo números naturales.
Además, las respuestas con unos o con dos eran exac­
lidad". Por ejemplo, el álgebra de matrices no acepta
la operación de división. Tendríamos que preguntamos tamente iguales y, por otro lado, las respuestas podrían
s�r sumadas de acuerdo a los números naturales ( por
�uáles son los supuestos de realidad que se introducen
ej emplo 4 veces la respuesta "no" sería el ·número 4) .
cuando la econometría hace uso de matrices para re­
presentar comportamientos económicos, por ejemplo. Todo parece muy lógico y muy exacto pero, ya lo decía
Kaplan, no hay que confundir exactitud con objetivi­
Para ilustrar la lógica implícita en sistemas numé­
dad, ni presuponer siempre una capacidad de los nú­
ricos tomemos el caso del sistema de los números na­
meros de reflejar la realidad. Al respecto podríamos
turales y el de los números racionales, considerando ·
hacer los siguientes cuestionamientos : 1 ) al asignar 2
que en ciencias sociales son de los sistemas numéricos
a la respuesta positiva y 1 a la negativa se presupone
más utilizados para representar relaciones sociales.
dentro de la lógica de los números naturales que 2
El matemático italiano Peano estableció desde el
es el doble de 1 , pero ¿ así es en la realidad ? 2 ) cuan­
siglo p asado que los números naturales deben satisfa­
d ? · sólo se consideran 1 o 2 como respuestas, indepen­
cer determinadas propieda des :
d1entemen te del individuo que responde se está con­
AxtOMA 1 : 1 es un número natural. �
siderando que todos los unos o los dos so exactamente
AxloMA 2 : A cualquier número natural está asociado iguales, pero hasta qué grado el sí de Juan Pérez sig­
otro número natural llamado sucesor (por ejemplo nifica exactamente lo mismo que un sí de Pedro Ló­
el sucesor de 2 sería 3) . pez, tomando en cu en ta las biografías particulares de
cada uno, las diferencias lingüísticas, etc. 3 ) se asig­
AxioM:A 3 : El número 1 no es sucesor de ningún otro
nan números naturales a las respuestas para luego su­
número natural ( al cero no se le considera como
natural ) . marlas de acuerdo a las reglas de números naturales.
Por ejemplo dos síes valdrán 4, pero si dos síes provienen
AxtoMA 4: Si dos números naturales tienen el mismo
de diferent�s individuos y valen 4 quiere decir que la
sucesor estos números son iguales.
respuesta de uno tiene exactamente el inismo signifi­
Ax10MA 5 : Suponga que M es un conj unto de nú­ cado que la del otro. En pocas palabras al aplicar los
meros naturales con las siguientes propiedades : i ) números naturales a los problemas sociales se · está su­
1 es parte de M y ii ) cualquier sucesor está en M poniendo una homogeneidad y un isomorfismo proble­
cuando su antecesor está en M, en estas condiciones máticos, isomorfismo que como tal no es verificado y
se dice que M es el conjunto de todos los números por tanto las conclusiones numéricas finales estarán en
naturales. la incertidumbre. A lo anterior, habría que agregar
que la consideración de que las respuestas de los indi­
A partir de estos axiomas se pueden establecer re­ viduos siguen la lógica de los números naturales tiene
glas de conteo como las siguientes : dos números natu­ detrás una visión atomizada de la relación social y no
rales que son iguales a un tercero son iguales entre sí ; en interacción. Así, las respuestas seguramente serán di­
empezando por un número natural y agregándole el ferentes tomadas aisladamente que en interacción y
sucesivo se puede formar una colección de números la lógica natural no puede reflejar interacción, lo cual
que pueden ser representados por el último número podría significar no sólo que 1 + 2 =fa 3 sino que la
natural ; dos conjuntos de números naturales sucesivos suma dependería de la propia interacción entre 1 y 2,
se pueden sumar sustituyendo los números del segundo situación que la atomización de los números naturales
conjunto por los numerales sucesivos del primero ( por no contempla.
ejemplo la suma de los conjuntos 1,2,3 + 1,2 == 1 ,2,3, .
Veamos ahora la lógica de los números racionales;
1,2, = 1,2,3,4,5 = 5) .
Tratemos de pensar si las respuestas de un cues- A ) Propiedades de orden
tio_nario siguen la lógica de los números naturales como
en algunas investigaciones se· plantea. En una conocida 1. Para . un par de . números racionales a, b, una de
investigación entre obreros regiomontanos se trató de las siguientes · proposiciones es: cierta a > b, a = b, o.
48 ENRIQUE DE LA GARZA TOLEDO

a < b. Aquí podríamos hacer la misma objeción que tal como hasta ahora las hemos enunciado no siempre
en el caso anterior. Podría ser que los posibles núme­ se cumplen ) . Al haber muchos sistemas numéricos, po­
ros sociales no tuvieran valores absolutos en sí sino en dríamos preguntarnos si alguno podría ajustarse a una
su relación con otros y en esta medida este postulado supuesta lógica de la realidad social. Este problema
no podría ser sostenido como tal. podríamos desglosarlo en dos : primero qué entender
2. Si a > b y b > c luego a > c, lo mismo que por la "lógica de lo social" y segundo, si todos los sis·
en el caso anterior. temas numéricos están sujetos a una metalógica y con·
frontando con la cual podríamos decidir si puede ha·
B) Propiedades arit méticas ber un sistema numérico p ara lo social.
La primera pregunta recibe una respuesta simplis·
1 . Para cada par de números racionales a y b hay ta en la historia del positivismo : no hay forma de
una sola suma racional : c .= a + b verificar si hay una lógica de la realidad pero la mate·
2. La adición es conmutativa : a + b = b + a mática funciona en la física y en esta medida, no se
3. La adición es asociativa : ( a + b) + c = a + verifica pero se toma como convención el isomorfismo
(b + c) entre sistemas matemáticos y realidad física y la ma·
4 . a > b, implica que a + c > b + c temática puede ser aplicada al estudio de la sociedad
porque los criterios de cientificidad de las teorías son
5. Hay un solo número llamado cero tal que
los mismos que para la naturaleza. Este problema lo
a+O=a
discu tiremos con mayor detalle desde una perspectiva
6. Sustracción : para cada par de números racio­ diversa a la positivista en el siguiente apartado. La
nales hay un solo número racional para el cual segunda pregunta recibe una respuesta in teresante por
a + d = b. Este número d es la llamada diferencia parte de la corriente logicista de las matemáticas.
de a y b y se denota como a - b = d. Para dicha corriente las matemáticas serían una
7. Multiplicación. rama de la lógica y en esta medida se trata de desen·
a) Por cada par de números racionales a y b hay trañar primero las propiedades más generales de la
un sólo número racional p llamado el producto de lógica de las relaciones y de ahí las de los sistemas
a y b y se escribe como a · b = p numéricos.
b ) La multiplicación es conmutativa : a · b = b a ·
B. Russell en su Principia Mathematica trató de
c ) La multiplicación es asociativa : establecer los fundamentos lógicos de las ma temáticas
a · ( b · c) = ( a · b ) · c proponiendo primero las propiedades de las relaciones
lógicas y luego los postulados del álgebra compleja y
d) La mul tiplicación es distributiva con respecto ordinaria.
a la adición : Por lo que respecta primero a las relaciones lógi·
a · (b + c) = a · b + a · c cas, Russell establece las siguientes propiedades :
Los atribu tos de las relaciones pueden ser clasifica·
e ) a > b y c > O, implica que a c > b c
· ·
dos en cuatro grupos de tres atributos cada uno. De
f) a · 1 = a, para toda a tal forma que cualquier relación que nos interesase,
8. División. entre ellas las relaciones matemáticas, se caracteriza·
Para cada par de números racionales a y b hay un rían por la combinación de cuatro atributos, cada uno
solo número q para el cual b q = a. Este número q
·
de los cuales provendría de esos cuatro grupos.
se llama el cociente de a y b y se escribe como Los cuatro grupos de atributos se refieren a la re­
q = a/b. flexividad ( se trata de establecer la semejanza entre dos
elementos o clases por ejemplo, x = z, para todo z ) ,
En gene::al con los números racionales se presen­ simetría ( se refiere a si los términos d e la relación son o
tan los mismos probiemas isomórficos con lo social qut no intercambiables, por ejemplo, la relación marido
con los naturales : primero, ¿ cómo funciona la iden­ y mujer no son simétricos, pero la relación entre cÓn·
tidad '? (podemos tener respuestas idénticas u observa­ yuges sí lo es ) , transitiuidad ( si la relación entre dos
ciones idénticas con contenidos diferentes) ; segundo, o más predicados se transmite o no a la relación con
los números naturales también presuponen isomorfismo otro predicado, por ejemplo, si x = y e y = z luego
con realidades atomizadas es decir realidades donde x = z ) , conexión ( si hay una clase de objetos o rela·
sus cantidades no están en función de la interacción. ciones y cada elemento guarda o no una relación defi·
Esto rela tiviza todos los postulados de este sistema nida con los otros, por ejemplo, en la serie de los nÚ·
numérico en cuanto a su correspondencia estricta con meros naturales si se seleccionan dos elementos uno
la realidad social. de ellos es mayor que el otro) .
Hay que recordar que los sistemas numéricos son Las relaciones matemi ticas podrían definirse a tra·
muchos y que no todos parten de los números natura­ vés de la combinación de los atributos señalados an·
les por extensión ( por ejemplo el sistema binario o el teriormente. Por ejemplo, la relación de identidad sería
álgebra de matrices, en los cuales las reglas aritméticas una combinación de atributos de reflexión, simetría y
MEDICIÓN, CUANTIFICA CIÓN Y. RECON STRUCCIÓN DE LA REALIDAD 49

transitividad y no de conexión. Por niveles de abs­ ci6n y a la observación comO juez supremo de la ver­
tracción, según la corriente logicista, primero estarían dad. Sin embargo, como dice Bachelard,17 no todo lo
los postulados de las relaciones, luego los del álgebra empírico es observable directamente sino que el diseño
compleja ( no habría una álgebra sino varias, pero por del instrumento de observación impone una mediación
niveles una estaría dentro del campo de las más abs­ más a la relación entre concepto y realidad. Las pro­
tractas) . pias concepciones sobre la realidad hacen cambiar las
De una forma o de otra, independientemente de observaciones. Si la observación es parte de la expe­
si la matemática se deriva de la lógica o no, parece riencia en cuanto a relación sujeto-objeto no hay una
plausible afirmar que no hay una sola álgebra y que sola experiencia, sino muchas, dependiendo de la forma
incluso nuevos sistemas algebraicos podrían ser desa­ de concebir lo real, lo cual resulta consecuente con la
rrollados estableciendo las reglas pertinentes . Si todos idea de que el dato es siempre construido. Bunge, por
los sistemas algebraicos obedecen a la lógica de las su parte, afirma que las observaciones están siempre
relaciones implica dos problemas . Primero probar que manchadas de teoría.18 Popper añadirá que "todos
s6lo puede haber una lógica. En el primer sentido el nuestros sentidos están impregnados de teoría" y por
problema de la lógica tendría que explorar a las mis­ tanto no puede haber datos u observaciones puras.19
mas estructuras mentales, es decir, si hay una estruc­ Para Adorno los hechos no son el límite último e im­
tura del pensamiento invariable y natural ; este es el penetrable de la cosa, en ellos aparece algo que no
punto de vista de la racionalidad clásica, hay una son ellos mismos y en esta medida, dirá Adorno, la
estructura invariable dada por Dios o por la naturaleza dialéctica no renuncia a distinguir entre esencia y apa­
y el mundo es isomórfico con dicha estructura. U na riencia. Sin olvidar que los datos son fenómenos de
estructura invariante como la señalada implica postu­ una esencia y no simples fenómenos.
lados que establezcan las relaciones entre símbolos y El cientificismo positivista se mueve en lo general
objetos en términos de semejanzas y relaciones basadas buscando explicaciones a través de leyes universales.
en dichas semejanzas ; el principio filosófico de iden­ Detrás de esta pretensión de universalidad está la in­
tidad es básico en esta estructura lógica, así como el tención de borrar la cualidad, lo específico ; y convir­
principio matemático de identidad lo es para los sis­ tiendo lo específico en determinaciones mesurables se
temas algebraicos . Aquí parece encontrarse uno ante realiza la abstracción empírica, que luego se traduce
un juego tramposo : se presupone una lógica, primero en la universalización teórica. Correspondientemente,
como lógica de los símbolos extraída de la historia afirma Adorno, "el cognoscente se reduce a un univer­
de las matemáticas y luego se le adjudica al mundo sal carente de cualidades, puramente lógico".20 La
esta misma lógica como algo trascendental que abarca cosificación del sujeto y su reducción a pura lógica
todas las alternativas de la propia realidad. Pero el que realiza el positivismo se traduce en la separación
problema puede ser más complejo : aunque se acep­ del sujeto con respecto al objeto. Esta separación se
tase que la lógica de las matemáticas es primero una traduce en una forma de razonamiento como razona­
lógica del lenguaje, el lenguaje con sus lógicas es un miento de la contemplación de lo que el objeto es, de
producto histórico y en esta medida la lógica es también su identidad. Esta racionalidad tiene su traducción
histórica. Si el lenguaje refleja estructuras mentales, lógica y metodológica en el principio de identidad
formas de razonamiento basada en estructuras cere­ como base de la razón contemplativa y la explica­
brales tendríamos que pensar que éstas también se han ción como proceso lógica de lograr la identidad, es
fijado históricamente. aceptación de lo dado, es pasividad. Pero la preeminen­
A pesar de qu e la perspectiva de subsumir a la
cia de la identidad sobre el cambio no tiene funda­
matemática en la lógica, abre la posibilidad de nuevos
mentos puramente epistemológicos sino raíces histórico­
sistemas matemáticos -cuya lógica restrictiva no sea
materiales :la dominancia del intercambio mercantil
la del álgebra común- mete en una nueva camisa
se traduce en la necesidad material y lógica de iden­
de fuerza a la matemática obligándola a transitar den­
tificar y de medir con precisión. La precisión cuan­
tro de los cánones de una lógica invariable y natural.
Pero los senderos del conocimiento y de la realidad titativa se vuelve, así, necesidad de una racionalidad
pueden ser más ricos que esa lógica metafísica que que define sus criterios de razón científica en conso­
pareciera abarcar todas las posibilidades de la realidad nancia con el cálculo productivo y la previsión de la
y, en esta medida, las formas de racionalidad y por ganancia.
tanto de las propias matemáticas, permanecen como un Pero el objeto dado no es puro sino en parte suje-
gran campo abierto en tanto proyecto de investigación
11
de largo plazo para una perspectiva materialista re­ Bachelard, G., Epistemolog!a, Madrid,
. Ed. Anagrama,
1 975.
constructiva. 18 Bunge, M., Filosofía de la fEsica, Madrid, Ed. Ariel,
1 982.
3. Medición, Empiria y Reconstrucción de la Realidad 1 0 Popper K., Conocimiento objetivo, Madrid, Ed. Tec­
,
nos, 1 982.
El problema de la medición es un subproblema de :zo Adorno, T., et al., La disputa del positivismo en la
la obseivación. El empirismo radical toma a la medi- sociolog!a alemana, México, Ed. Grijalbo, 1 97 3 .
50 ENRIQUE DE .LA 9ARZA TOLEDO

to. Una concepción de realidad soci;il como articula.. cepto teórico y su medida .que obliga a esta,blecer. mí,
�ión entre sujeto y objeto y una jerarquización del nimamente una . vigilancia permanente y una descon�
problema de la transformación sobre el de la corres­ fianza permanente en cuanto a las conclusiones de las
pondencia lleva a una subordinación de la identidad medi.c iones en ciencias sociales ( precaverse del "mis·
sobre el movimiento : "no se trata de manera principal ticismo de la cuantificación", dirá Kaplan ) . . Ni todo
de descubrir que A = A, sino como A puede Hegar a para ser científico tiene que ser medido, ni el criterio
ser B y en este proceso el pensamiento no necesita último de verificación tiene que ser la medición. El
atenerse exclusivamente a su propia legalidad, sino que misticismo de la medición tiene detrás a la estrategia
"
puede pensar contra sí mismo , , 21 . verificativa, al privilegio de las hipótesis como . única
Por otro lado, en una perspectiva positivista la cap­ mediación científica entre pensamiento y realidad, a
tación de lo específico es sólo medio para establecer la neutralidad . del dato empírico y el supuesto del iso·
la ley general, y la explicación de lo concreto se con­ morfismo entre lógica de las matemáticas y de la rea·
sigue subsumiendo el caso particular en la ley general. lidad. Tantas mediaciones · impulsan a relativizar la
En otras palabras, la explicación . siempre ¡¡erá en base capacidad de la cuantificación para proporcionar leyes
a lo universal que desprecia los momentos particulares. unívocas sobre la realidad social.
En una perspectiva reconstructiva, que presupone una La realidad es a la vez homogénea y heterogénea,
concepción de realidad por niveles de realidad, impli7 dependiendo del nivel de abstracción en que nos mo·
cando en ésta al propio sujeto, el camino de la re;. vamos. Destacar lo homogéneo en el plano empírico
construcción es, a su vez, de especificación y en esta implica r:ecortar de determinada manera esa realidad
medida el proceso de generación de indicadores será empírica, homogeneización · que si no logra · establece(
el de indicadores cada vez más especificos al objeto las respectivas mediaciones entre concepto y dato que·
(en esta línea va también la importancia de lo ,em­ daría en la oscuridad la pertinencia de la homogenei·
pírico en la recomtrucción y la finura de la construc­ zación, desde el momento en que lo empírico puede
ción del dato ) . Se trata de hecho de un doble proceso ser homogeneizado-deshomogeneizado desde muy diver­
reconstructivo, uno horizontal de avance teórico-histó­ sas perspectivas. Es decir, la decisión de la homoge.

rico de los conceptos de mayor abstraccióp a los de neización emph:ica no puede ser presupuesta sino será
menor y, otro vertical de construcción de indicadores resultado de la reconstrucción tanto vertical como ho­
y datos ; en el plano de lo empírico, un proceso de rizontal, debe ser resultado del nivel de especificidad
mayor generalidad a mayor particularidad. Lo que definido en cada momento de la reconstrucción. En
entre niveles de abstracción sería la relación abstracto­ esta medida no todo concepto, ni en todo momento
concreto y avance a lo concreto, en el plano de lo em­ </,e la reconstrucción los conceptos son cuantificables
pírico sería la relación generalidad-particularidad, en (es decir, los referentes empíricos homogeneizables). El
tanto que lo específico resultaría de la articulación concepto clave que permite distinguir entre un mo.
entre esos dos procesos de avance hacia lo concreto y mento de cuan tificación o no es el de la especificación
hacia lo particular. requerida del concepto.
Lo anterior tiene profundas consecuencias para los El problema de cuando homogeneizar los referen·
p0sibles recortes de lo empírico que permitirán generar tes empíricos es susceptible de guías genéricas <lepen·
los datos. En primer término, el camino de lo abstrac­ diendo del momento de la reconstrucción. En la fase
to a lo concreto conceptual, en cuanto a los datos, será de la investigación, en la que se privilegian las fon ...
el del paso de los datos generales a los particulares ; en dones reconstructivas de los datos sobre las verificati·
segundo lugar, la importancia de la intervención de lo vas y que es, a la· vez, una etapa menos sistemática que
empírico y la finura en la construcción del dato será la de exposición, la cuantificación puede cumplir un
menor en los niveles más abstractos y mayor en los papel que podrá ser más importante en los momentos
más concretos. En otras palabras, el avance en la re­ de arribo a la . categoría más simple, dentro de la
construcción será, en el plano del dato, de aquellos idea de que el avance en · lo empírico de lo concreto
menos específicos a los más específicos. a lo abstracto se traduce en otro de lo específico a lo

Todo lo anterior tiene consecuencias muy impor­ general. Es en los momentos de mayor abstracción · en
tantes en cuanto al posible papel de la medición y la aquellos en los que las determinantes del concepto son
cuantificación en una perspectiva de reconstrucción menores cuando es posible un mayor acercamientO a
conceptual de la realidad. la homogeneidad de · lo empírico, siempre y cuando
U na primera observación general que cabría hacer sean -reconstruidas · las mediaciones entre concepto y
en este momento es que no habría porqué identificar dato y definido lo que ' es lo homogeneizable en ese
medición con objetividad, ni mucho menos el criterio momento. El punto de partida en la investigación, el

de la objetividad tendría que ser la medición. Son concreto real, aunque admite cuantificaciones, su he·
tantas las mediaciones que se interponen entre el con- terogeneidad teórica habla de la desconfianza en las
cuantificaciones eh cuánto a contribuir de ·imnediató
21 Adorno, T., [)ia1'ctica n�gativa . . Madrid, Ed. Taµrus, a establecer legalidades ,más profundas que las simples
1 975. asodacipnes �ntre datos:
MEDICIÓN, CUANTIFICACIÓN Y . RECONSTRUCCIÓN DE LA REALIDAD 51

En la fase de la exposici6n, como avance de lo abs­ matemáticos se reducen a si las propiedades homoge­
tracto a lo concreto en el pensamiento, la cuantifica­ neizadas pueden ser reunidas en agregados mayores y
ci6n será más segura de aportar a su funci6n verifi­ pueden distinguirse por su magni tud. Aquí el proble­
ma no se presenta de fácil solución porque es acepta­
cativa en los momentos más abstractos, en aquellos
donde los C()Tlceptos dependen de menos determinacio­ ble tanto la respuesta positiva como negativa, más no
nes-menos mediaciones y, por tanto, en los que son en abstracto. En primer término, es posible pensar que
más claramente definibles los aspectos empíricos hom�­ no hay una sola "lógica de la sociedad", tanto por su
geneizables que en las etapas donde los conceptos se posible cambio histórico, como por la posibilidad de
vuelven más complejos. lógicas diversas dependiendo del nivel de abstracción
Lo dicho hasta aquí es, viendo el avance concep­ como del momento en la reconstrucción conceptual.

tual, el sentido horizontal. Sin embargo, como el pro­


�n esta medida, la uniformidad de la lógica matemá­
tica no asegura que la medición no esté violentando
ceso reconstructivo aparece en dos planos y la traduc­
a la misma realidad, lo que podría relativizar las con­
ci6n de conceptos en indicadores y el recorte de los
clusiones obtenidas al cuantificar. En este problema
datos es también un proceso de reconstrucción de me­
tan co� plejo, como en general en todos los otros que
diaciones, aunque los niveles más abstractos de la línea
se derivan de una perspectiva reconstructiva, no hay
horizontal dependen de menos determinantes, su tra­
recetas. El principio general de descubrir más que de­
ducción vertical en indicadores puede implicar más
ducir tendría que ser aplicado al uso de las mate­
mediaciones que en las fases más concretas del con­
máticas en la investigaci6n. Es decir, la decisi6n de si
cepto. En otras palabras, aunque horizontalmente la
una matemática y su lógica es pertinente en un mo­
tendencia a aceptar la cuantificación con mayor segu­
mento de la reconstrucción debería implicar no suspen­
ridad sería hacia los momentos más abstractos, verti­
der la reconstrucción hasta el momento de la generación
calmente lo sería en el sentido de los conceptos más
del dato sino continuarla hacia la propia reconstruc­
concretos. En todo caso, el problema y su solución ci6n de la lógica de la cuantificación, la lógica de la
general permanecen : es posible cuantificar cuando el matemática. Si después de esto se ve que esta recons­
nivel de especificidad requerido en cada fase de la re­ trucción de la lógica matemática coincide con la del
construcción permita la homogeneización en el plano sistema matemático a disposición, podrá utilizarse y
empírico, siempre y cuando queden claras las media­ sus conclusiones serán más fiables que en uso de las
ciones entre concepto teórico y rasgos empf,ricos homo­ matemáticas sin aclarar las mediaciones y supuestos
geneizados. que subyacen a dicho uso.
El segundo gran problema de la cuantificación, es Aunque los principios generales de especificidad y
decir, una vez homogeneizado lo empírico, su conta­ medici6n principalmente conducen a una reconsidera­
bilidad permite operar con la lógica de las matemáti­ ción del uso de la cuantificación en ciencia social no
cas. En general esta lógica presupone fundamental­ por ello las soluciones específicas son ahora suficiente­
mente : un principi,o de identidad ( cuando dos objetos mente claras. La puerta está abierta para reflexiones
o propiedades son iguales ) , uno de conmutaci6n ( cuan­ más acabadas, por lo pronto se impone una vigilancia
do algo es igual a otra cosa, los términos de la igualdad epistemológica 22 en cuanto al uso de la cuantificación:
pueden ser in tercambiados ) , una asociativa ( cuando vigilancia con respecto al misticismo de la cuantifica­
ción que identifica objetividad con exactitud; vigi­
los objetos se igualan, pueden ser reunidos en asocia­
ciones diversas) y una incremental (definida la homo­
lancia en cuanto a lo conclusivo que pudi era parecer
lo cuantificable y a exigirlo como criterio de cientifi­
geneidad, los objetos pueden sumarse ) . El problema
cidad ; duda permanente en cuanto a los resultados
fundaim:ental de esta lógica matemática es si las rela­
numéricos que para algunos resuelven el problema de
ciones socia!ies pueden analizarse de acuerdo a ella.
la correspondencia pero que en muchos casos no han
El primer principio remite al de la posibilidad de
hecho sino complicarlo.
identificar rasgos comunes y diferenciables cuantitati­

22 Vtlase, por ejemplo, Bachelard, G.; La formaci6n del


vamente en el mundo empírico, es decir, al de la ho­
mogeneización. Las otras propiedades de los sistemas esp!ritu cientlfico, México, Siglo XXI, Eds., 1 976.
CAP1TULO VI

HERMENÉUTICA Y DATO

Enrique DE LA GARZA TOLEDO

Con respecto al dato empírico hay dos grandes pers­ como aproximac1on a través de conceptos, diferente a
pectivas en términos generales. En la primera los da­ la comprensión inmediata a través de la intuición y el
tos empíricos tienen un significado en sí mismos, es sentimiento.
la posición fisicalista consecuente con la idea de que
no es posible ir más allá de lo observable, tanto si se
acepta que el nivel teórico es diferente al observacio­ l. El mstoricismo
nal, como si se reduce el quehacer de la ciencia a lo
observable. En esta perspectiva la necesaria traduc­ El historicismo filosófico cristalizó con Dilthey y la
ción y reducción de lo teórico a lo observable lleva escuela alemana del sudoeste ( representada por Win­
necesariamente al empirismo. delband y Rickert ) . Dilthey 3 se propuso explícita­
Otra gran perspectiva relacionada al dato empíri­ mente fundar filosóficamente el historicismo, que ya
co -sin desconocer las profundas diferencias a su in­ tenía importantes manifestaciones en el plano historio­
terior-, es la que considera que -sobre todo en el gráfico. Dilthey rechazó al positivismo a la manera
caso de datos producidos por los sujetos- la "viven­ de Comte y Stuart Mill, pues éstos adjudicaban el
cia" es una totalidad en general no observable directa­ método de las ciencias naturales a las ciencias sociales ;
mente y, por tanto, el dato empírico tiene que ser Dilthey, por el contrario, propuso que toda ciencia es
reinterpretado, es decir, no vale en sí mismo. de experiencia, pero que la ciencia del "espíritu" lo
Esta corriente tiene su expresión primera y siste­ es de la experiencia interna, de los hechos de la con­
mática en el historicismo. Historicismo que aparece ciencia. Sin embargo, agregó Dilthey, el mundo del
primero como historiografía -con estud iosos como Hil­ espíritu no es mera representación, sino "vida" y, por
debrand, Schmoller, Sombart- que luego se trans­ tanto, el campo de lo histórico no es sólo lo interno
forma en historicismo filosófico. El historicismo tiene sino las relaciones vi tales.
su antecesor más inmediato en el romanticismo que Lo anterior lleva a Dilthey a hacer una distinción
surge en Europa como reacción al racionalismo. Moser entre ciencias del espíritu y ciencias de la naturaleza.
planteó desde entonces algunos de los temas historicis­ Las primeras --dijo- son las ciencias de la realidad
tas como es el de las "impresiones totales", adjudicables histórico-social y las distinguió de las segundas por la
a las vivencias con respecto a la "razón analítica". presencia de la voluntad de los sujetos, en contrapo­
Asimismo propone la noción de "intuición . empírica­ sición a la necesidad natural en la ciencia natural. En
mente fundada" para dar cuenta de las vivencias de esta medida -añadió- la materia de las ciencias del
los hombres. Buscando reivindicar la especificidad de la espíritu no son los hechos observables, sino la concien­
vivencia, Moser 1 habla de la diferencia entre método cia de ellos. De esta manera, las ciencias de la natura­
causal y ge nético, así como de la necesidad . de acuñar leza buscan explicar, al encontrar causas a los fenó�
conceptos específicos -"los conceptos de ahora, seña­ menos físicos ; en tanto que la tarea de las ciencias
la, no pueden · aplicarse al pasado" - y de la noción del espíritu es establecer la conexión entre actos ( ob­
de la "razón local", al igual que de la necesidad de servables) con fines y valores ( no directamente obser­
captar 16 irracional en lo individual-histórico. vables ) . Como se ve, en Dilthey es central el concepto
·:i!erci�r,2 por su parte, propone
. el método de la de · vivencia.
comprensi6n endopátita .( en un sentido no psicologi­ Como en Her�er, para Dil they el método de · }as
zailte sino cultural ) y el concepto de "comprensi6n del ciencias del espíritu debe ser la comprensión, entendida
·
otro a través de uno mismo", comprensión · en tendida ésta como la "revivicencia" en uno mismo del mundo
interno del otro. Pero al revivir en nosotros la vivencia
i Meineke, ·. F., El hist07icismo y: su génesis, México .
F.C.E., 1943. 3 Dilchey, W., Introducci6n a las cieneio;s del espíntu.
2 lbúl. México, F.C.E., 1 949.

53
54 ENRIQUE DE LA GARZA TOLEDO

del otro tratamos de ubicarla dentro de un orden en cuanto a concepción de la realidad, anulando mu·
conceptual. chas veces el dualismo entre ciencias naturales y cien­
Otro problema que Dilthey abordó es el de la rela­ cias del espíritu, para buscar fundar una nueva ciencia
ción entre dato y comprensión y llegó a la conclusión unificada en torno al sujeto.
de que el mejor dato es el dato autobiográfico porque Así, Husserl da la clave fundamental de la feno·
es el que mejor se apega a la vivencia, permtiendo al menología cuando señala que la vivencia define a lo
sujeto tratar de conocerse a sí mismo. Sin embargo, real ( todo lo demás se pone en duda) : " . . . la exis·
aclara que el defecto del dato autobiográfico es su tencia de una cosa resulta siempre dudosa . . . la vi·
individualismo, puesto que el objeto de la historia venda, en cambio, no podría negarse como tal".� Se
no son l'os sujetos individuales sino los supraindivi­ trata, entonces, de ir de la concepción del ser en sí al
duales. Además, la autobiografía no es suficiente para ser par� mí y, por tanto, la esencia es el sentido que
captar la vivencia y es indispensable recurrir a la com­ el ser tiene para el "ego" y no algo con existencia en
prensión; es decir, hay que ir de la vivencia mentada sí independiente del "ego". Es decir, no hay algo de­
a la interioridad que la provoca por la vía de· la pre­ trás de las apariencias : "la cosa es lo que aparece", el
sunción de motivos y valores asociados con la acción sujeto y el objeto son inseparables en la intuición sen·
del sujeto. sible. Esta concepción conduce al plan teamiento de
Rickert 4 por su parte también contrapone ·espíritu Husserl acerca de la idealidad del objeto y lo empírico
y naturaleza, aunque aclara que la diferencia no es como una idealidad trascendental. De esta manera los
entre lo físico y lo psíquico. Lo histórico no es acce­ hechos no son realidades en sí sino objetos ideales defi·
sible a la percepción corporal, sin o que la captación nidos por conceptos, porque la evidencia -el dato-­
de su significado se comprende y, aunque el papel de no es un dato pasivo, sino un mo mento de la vida.
lo general no se excluye en la ciencia, el fin del cono­ Las anteriores consideraciones llevan a Husserl a
cimiento histórico es captar lo irrepetible, lo único que criticar la noción clásica de objetividad y a crear un
conduce a la categoría metodológica de conceptos con nuevo concepto de objetividad no divorciada del su­
contenido individual. Además, señala Rickert, en el jeto. En esta medida también el concepto de verdad
métodd histórico los objetos se relacionan de acuerdo se vuelve problemático, puesto que el dato y la per·
a nuestros valores, los que definen al objeto y también cepción no son lo dado, como en el positivismo, sino
lo que es esencial. un momento de la relación entre el sujeto y el objeto.
Podríamos concluir hasta aquí que el historicismo Las percepciones implican infinidad de significados y,
filosófico trata de reivindicar la sustancia especial del por tanto, no se puede garantizar en forma definitiva
la verdad.
"mundo interno" de los sujetos, radicada en su inob­
La "historia de vida" tampoco garantiza la verdad
servabilidad, hecho que conduce a la necesidad de un
porque el contenido de determinaciones del recuerdo
método diferente al de las ciencias naturales : la com­
no tiene porque corresponder con la percepción tal
prensión. Sin embargo, el propio concepto historicista
como fue vivida, pues el sentido de la vivencia se ha
de "mundo del espíritu" como . mundo de las vivencias,
empobrecido con el tiempo, corregido y suprimido.
en las que es central el mundo interno, conduce a
definir el problema general de la ciencia social : la Es en este último sentido, que A. Schutz critica a
Weber su noción de comprensión del significado de la
determinación de los motivos y valores que están de­
trás de la acción social, creyendo que éstos pueden acción.6 Cuando Weber propone -dice Schutz- que
ser encontrados o en la cabeza de los grandes hombres el significado de la acción coincide con el motivo de la
o en el "espíritu de la época"; De una manera o de acción, se tendría que poner en duda que la compren·
otra, la comprensión se encontrará en los sujetos indi­ sión del significado subjetivo de la conducta de otro
tendría que coincidir con el significado que tiene para
viduales o en los sujetos supraindividuales, dejando
fuera todo un gran campo de la realidad que escapa mí como observador : porque sólo captamos los datos
externos del otro y a partir de ahí postulamos acerca
a la voluntad y al espíritu en forma inmediata o me­
de su interioridad y, aunque el cuerpo sea un campo de
diata.
expresión de lo subjetivo, esto no significa que todas
sus expresiones sean vol untarias o que en ellas el in.
dividuo esté siempre expresando una intención. Asi­
2. La Fenomenologfa
mismo, señala: no habría dos formas de captar la acci6n
significativa -la observacional v la motivacional...:..
porque toda captación es siempr� interpretativa y el
Muchos han señalado las influencias de la filosofía
de la vida a la manera de Nietzche y de Dilthey en la contexto objetivo de significados no tiene porque coin­
obra de Husserl y de Simmel. Posiblemente la feno­
·
cidir con el contexto subje tivo de significados. Se ob-
menología haya llevado a la filosofía de la vida a su
máXimo· rigor lógico y a . Sti · más estricta- . consecuencia G Tran Due Thao, Fe nomen ología y materialismo dia­
léctico, Buenos Aires. Ed. Nueva Visí6n 1 959 0
·
·
' · Rickert, · H., Introducción .a • . fos problemas .de · la filo­ 6 Schutz e �
, A., F n o m e n o logía del 1 u ndo so cial, Buenos
sofía de la historia, Buenos Aires, Ed. Nova, s/f. Aires, E d . Paidos, 1 9 74.
HERMENÉUTICA Y DATO 55

seiva. en .Schutz, una recuperac1on de la distinción de primera, porque cultura, individuo . y sociedad . poseen
Bergsori entre "tiempo interno de la vivencia" y el una estructura . y el estudio de una .parte : {relación
tiempo . del mundo espacio,temporal.7 Es decir, el sig­ causal ) no da idea del conjunto ( además que las . uni.,
nificado es siempre reflexión sobre la vivencia, pero dades de e�as estructuras no ll.an sido identificadas) .· y
noJa vivencia y habría que rechazar, por tanto, que la los "tests" sólo revelan aspectos de la personalidad,
significación corresponde a la vivencia. Además, las vi­ pero no a ésta como un todo ; y, segundo, no. es posi­
vencias se expresan a través . de signos organizados en ble observar ni la cultura ni la personalidad de los
un sistema de signos, teniendo que distinguirse entre individuos en sus aspectos íntimos, pues resultan bási­
el significado objetivo y el subjetivo del signo, dentro camente internos a los sujetos.
de la diferencia entre función significativa del signo La consecuencia, en el campo de la técnica de ge­
(en un sistema de signos) y función expresiva ( en un neración de datos, es para Linton la negación del
contexto de discurso) . "test", el que resulta incapaz de reflejar totalidades y
La definición de un concepto de realidad por las aspectos internos, que absoluticen el dato externo do­
"filosofías de la vida", conduce a la definición de una tándolo de sentido en sí mismo. Propone como alter•
problemática a las ciencias ( en particular a las socia­ nativa técnica la observación y la comparación, a par�
les) , a un concepto de dato empírico no neutral ni tir de técnicas psicoanalíticas como el Rorschach y la
desubjetivado y, finalmente, al privilegio de determi­ apercepción temática, con las que incorpora en el nivel
nadas técnicas de investigación en la generación de técnico no sólo la diferencia entre mundo externo e
datos. Sin embargo, este último aspecto sólo puede ana­ interno al sujeto, sino también el campo del incons­
lizarse en concreto a partir de otro nivel de abstrac­ ciente dentro del propio mundo interno. Margaret
ción : el de las teorías sociales influenciadas por el Mead, por su parte, privilegia el uso de la observación
historicismo y la fenomenología, a pesar de que la pu­ participante y de la observación empática en su trabajo
reza filosófica . y epistemológica no es posible encon• "Adolescencia, sexo y cultura en Samoa".
trarla en este nivel. Un problema general que se presenta en las co­
rrientes hermenéuticas es su concepción de la realidad
social. Al buscar diferenciarse del positivismo -que
3: Antropología y Dato Empirico
independiza el objeto del sujeto y que presenta la ley
y el dato como dados e independientes del sujeto- el
historicismo y la fenomenología -así como sus expre•
Es posible que en el campo de la antropología po­
siones . en las disciplinas sociales particulares- tratan
damos encontrar la conexión entre una filosofía, como
la explicada anteriormente, y la definición del pro­ de rescatar la cara subjetiva de la realidad (como diría
Marx del idealismo en la primera tesis sobre Feuer­
blema técnico-empírico. En la escuela antropológica
bach ) . Sin embargo, el énfasis en lo subjetivo . y la
llamada "Cultura y Personalidad" la influencia de las
disolución del objeto en el sujeto, conduce a es.tas·
"filosofías de la vida" posiblemente llegó a través de
corrientes a definir como problema general de la cien�
Spengler, de Margaret Mead · y de Benedict. Habría
cia social el · encontrar motivos y valores · detrás de las
que añadir también, en la citada escuela, la influencia
acciones, evitando reconocer con ello que junto a la
de la teoría psicológica del Gestalt y del psicoanáli­
voluntad de los sujetos sociales hay aspectos evidentes
sis de Freud y de Jung. Estas influencias cristalizaron
de la realidad social que, aunque creados por · los hom- .
en dos conceptos centrales para ''Cultura y Persona­
bres, escapan a su control y llegan a dominarlos. El
lidad" : el concepto de personalidad y el de patr6n
subjetivismo sofisticado -y en el fondo el idealismo­
cultural. Los patrones culturales son, en esta escuela,
permean a las corrientes analizadas, lo cual no signi­
comportamientos individuales que constituyen hábitos
fica que no planteen problemas relevantes que tal vez
regulares y fijos y representan un valor; pero estos
podrían ser reformulados en una concepción marxista
valores culturales son actuados inconscientemente, por
lo que la cultura es el factor más importante de for­
que busque alejarse tanto del objetivismo positivista
mación de la personalidad, en donde los valores cul­ como del subjetivismo fenomenológico.
Un primer problema para el marxismo es si la rea­
turales interiorizados (en el nivel del inconsciente ) se
lidad es a la vez objetiva y subjetiva y cómo dar una
revierten, en hábitos y comportamientos regulares.
solución a este problema sin disolver el objeto en el
En la escuela señalada, Linton introduce -junto
sujeto. Un segundo problema, no menos relevante -que.·
� Ma�garet Mead-:- el problema del dato y de la
Gramsci recupera en sus cuadernos de ' la cárcel- es
téenica de generáción de información. Para Linton,8 la necesidad de analizar y crear nuevas categorías para
la ctiÜura el individüo y la sociedad no son sujetos
,
el tradicional campo de la superestructura. Al respecto
del méto�o experimental por dos _razones principales :
tendríamos que preguntarnos si los conceptos de cul�
tura. y personalidad tendrían que ser incorporados a . la
1Gurtwitsch, A., El . campo de la c o nciericia, Madrid, conceptualización marxista y con qué contenidos. En
Ed. Alianza, 1 97 9 � ·
Gramsci cultura y personalidad son categorías socio­
·

a Linton, R ., Cultura y personalidad, México, F.C.E.�


1945. políticas ligadas a una visión del mundo, donde ambos-
5
56 ENRIQUE DE LA GARZA TOLEDO

conceptos hacen referencia al problema de la hegemo­ vos . y valores, smo que sería entendido en un sentido
nfa de un grupo social ; pero esta hegemonía se vuelve más amplio : como visión del mundo y acción. P.ero la
concreta tanto en el plano social general de la cultura subjetividad también habría que entenderla ligada a
dominante como en el de la personalidad y en el del la objetividad, entendida ésta como obj etividad inme·
lenguaje. Para que cul tura, personalidad y lenguaje diata del propio sujeto, así como objetividad mediata
adquieran un sentido político en Gramsci tuvieron que no ligada, inmediatamente, a los sujetos activos y cons­
ser cortados por el ángulo del poder y la · dominación, cientes voluntarios. Sobre el mismo problema de la vo­
de esta manera dejan de ser universos con vida pro­ luntad, habría que escapar de una visión totalmente
pia para adquirir sentido dentro del problema general racionalista de la voluntad y de la acción, por la vía
del Estado en sentido amplio. de la relación de la acción con el con texto objetivo
Al interior del problema de la personalidad, las in­ y subjetivo, no reducible a los motivos conscientes de
fluencias psicoanalíticas en "Cultura y Personalidad" los actores.
son notables ; sin embargo, resulta común que las tra­ 2 ) Al referi rnos al problema del . da to empírico y
ducciones del psicoanálisis en antropología y sociología de la técnica de generación de datos, se presenta la
hayan implicado una importan te transformación de los dificultad de la captación de datos de categorías emi·
supuestos de esta corriente psicológico-social. Por un nentemente sociales, entendidas com o cul tura, perso­
lado, la preeminencia de lo social-cultural sobre lo nalidad y visión del mundo. Si no queremos convertir
individual-personalidad y, segundo, el abandono común a dichos conceptos en entelequias posi tivistas, tendria·
del supuesto freudiano de la fuerza de la líbido como mos que reconocer que lo social está presente con in·
fuerza motriz de los procesos de la personalidad y de tensidades diversas en lo individual ; no obstante, no
la sociedad. En este sentido se recupera la noción se podrá aceptar que lo social es el promedio de le1
de inconsciente en muchas corrientes teórico-sociales, individuos, ni mucho menos que la información expre­
tratando de acuñar también el concepto de inconscien­ sada por los individuos directamente tenga que ser
te colectivo que proviene originariamente de Jung.9 aceptada y promediada como tal. Lo anterior presu·
Con respecto a las reflexiones anteriores es perti­ pondría que la explicación de los fenómenos sociales
nente pregu ntarnos si una posible noción de persona­ y su expresión oral o escrita por los individuos, al coin­
lidad en el marxismo, tendría que recuperar el campo cidir, sería señal de que los individuos son siempre
del inconsciente y del consciente en sus sentidos indi­ totalmente racionales, que actúan siempre según pien­
vidual y col ectivo y cuáles serían las relaciones entre san y que las determinantes sociales de la acci6n se
consciente e inconsciente que le dieran al segundo, u n encuentran, en última instancia, en la conciencia de
contenido analítico que n o significara simple y descrip­ los hombres.
tivamente lo que no es consciente. En cambio tendríamos que considerar que siendo
Vistos los problemas anteriores en una perspectiva los hombres específicos en sus vivencias están "traspa­
más ampl ia -en una visión marxista que privilegia la sados por lo social" ( con mayor o menor intensidad) ;
definición del espacio de lo posible para la acción de que la sociedad, y en particular la capitalista, ha ten­
los sujetos transformadores en el tiempo presente, y las dido a estandarizarlos (sin conseguirlo totalmente, por
posibilidades de formación de una voluntad colectiva supuesto) y que, por tanto, el hombre es específico y
autónoma- tendríamos que hacer las siguientes consi­ general a la vez. De esta manera una de las puertas
deraciones : 1 ) la concepción que hemos manejado de de entrada a lo social, desde el punto de vista em­
una realidad por niveles de realidad obliga a consi­ pírico, pueden ser los individuos, siempre que no se
derar los campos de la cultura y la personalidad como confunda la respuesta promedio con sociedad. El des.
aspectos a articular y a incluir, con jerarquías a defi­ cubrimiento de lo social en lo individual implica, por
nir en la investigación concreta en el problema que un lado, el reconocimiento de que lo individual, la
hemos esbozado. personalidad, es efectivamente una totalidad, pero una
Este problema lleva a la antigua disputa en el mar­ totalidad articulada a otras totalidades ( no todas ellas
xismo acerca de la relación entre individuo y sociedad ; son de carácter individual ) ; y, por tanto, el dato in­
en este sentido, la preem inencia social resulta clara en dividual nunca es puramente individual. Por otro lado,
la concepción marxista, pero evitar la linealidad po­ siendo cada individuo una totalidad específica -de
sitivista implica concebir la relación de determinación acuerdo a su propia biografía y ubicación en contel·
de lo social · en lo individual como una relación me­ tos histórico-cultural.es diferenciados de otros indivi·
diada, en donde el gran campo de la cultura pudiera duos, y a través del tiempo-, lo social en lo individ
ser una de sus mediaciones. Por otro lado, en tre indi­ no puede ser desbrozado por la simple presunci6n ·
viduo y sociedad cabe la posibilidad de un nuevo con­ estandarización interrogativa, estandarizaci6n que c:o.
cepto de lo subjetivo, donde no estaría ni reducido a múnmente refleja más l os deseos y preferencias te6ri·
lo individual ni tampoco a la determinación de moti- cas del investigador social, que la propia realidad. Ea
decir, se impone una profunda labor no s61o de intu
9 Jung, K., A1quetipos e inco nsciente colec tivo, Buenos pretaci6n de la información del sujeto, sino una "'
Aires, Ed, Paidos, 1 974. construcción-desbrozo de la información, la que
HERMENÉUTICA Y DATO 57

puede transcurrir sólo a l interior d e los universos indi­ Sin embargo, en la concepc1on que hemos esbozado
viduales, sino en constante comunicación con la infor­ resulta evidente la superioridad de la historia de vida
mación del contexto supraindividual. sobre el cuestionario estandarizado para estudiar proble­
Al respecto se ha manejado la historia de vida como mas de la cultura, la personalidad o la visión del mun­
técnica alternativa del cuestionario estandarizado, para do,1º porque : 1 ) la historia de vida permite reconocer
recuperar información social a través de los individuos que el individuo es una totalidad en transformación,
(véanse al respecto los capítulos 10 y 1 1 ) . La historia 2 ) es posible distinguir lo determinante de lo contingente
de vida, a diferencia del cuestionario, efectivamente per­ en los virajes de la autobiografía de un individuo y
mite recuperar la especificidad ; sin embargo, siguen es­ que no siempre estos aspectos son los mismos ni en el
tando presentes en ella los siguientes problemas : la rela­
tiempo, ni para todos los individuos, puesto que se pre­
ción entre motivos manifiestos y latentes, el papel del
sentan en articulaciones diversas.
inconsciente en los motivos latentes, la relación entre
individuo y sociedad, la relación entre pensamiento y
10 La situación es diferente al captar información de
lenguaje y, finalmente, el problema de los filtros cul­
"hechos", como el número de hombres o mujeres, etcétera,
turales, lingüísticos e inconscientes entre verdad subje­ cuando la estandarización que está en la realidad de la cul­
tiva y expresión oral y escrita. tura y el lenguaje resulta importante de destacar.
CAP1TULO VII

FUNDAMENTOS PSICOLóGICOS DE LA GENERACIÓN DE DATOS SOCIALES

Enrique D E L A GARZA ToLEDO

En la investigación social es común recurrir como conducta individual y ambiente, 4) entre conductas y
fuente de datos al interrogatorio de los sujetos impli­ "mundo interno" y 5 ) entre lenguaje y "mundo inter­
cados en determinadas acciones sociales. La información no". Por ello es fundamental elucidar estos supuestos
que se capta de esta manera son comúnmente datos en las teorías psicológicas, cuya influencia en las cien­
acerca de lo que el individuo sabe, cree, espera, opina, cias sociales ha sido considerable.
siente, quiere, o explicaciones subjetivas de determina­
dos hechos. Sin embargo, la relación que se da entre
hecho social y dato obtenido de los sujetos entrevista­ 1 . El Conductismo
dos no es directa para el investigador, ya que se presen­
tan una serie de mediaciones comúnmente reconocidas El conductismo es una de las corrientes psicológicas
que cabe profundizar : las de carácter psicológico, re­ que de una manera o de otra analiza los problemas
lacionadas con la confianza entre entrevistador y entre­ indicados desde sus propios presupuestos. Tocó a Wat­
vistado ; las distorsiones de la memoria, vinculadas con son, uno de los padres del conductismo, transformar
la presencia o no de la información en la conciencia las viejas concepciones de la psicología como psicología
del entrevistado y con la reinterpretación del pasado de la conciencia o de la introspección a la psicología
en base a las experiencias o vivencias ; las que son pro­ como ciencia de las conductas y del experimento de
pias de la distinción entre el lenguaje teórico desde el conductas. Y aunque el conductismo moderno entien­
cual se hacen las preguntas y el lenguaje del entrevis­ de la ingenuidad y el simplismo de las concepciones de
tado, así como la diferencia entre el lenguaje común Watson, de alguna manera permanece la consideración
del entrevistador y el del entrevistado. Asimismo, se general de la negación del mundo interno del individuo
debe tener en cuenta la polisemia del lenguaje. ( salvo que se le reduzca a los estados orgánicos de ca­
Todo lo anterior lleva necesariamente a considerar rácter füiológico y neurofisiológico ) y conduce a la
que el proceso de generación de datos a partir de un psicología a tratar de establecer correlaciones entre es­
sujeto en comunicación con otro, es un complejo pro­ tímulos, o sucesos ambientales del pasado y del presen­
ceso de la relación genérica entre el sujeto y el objeto, te, con determinadas respuestas del individuo, conocidas
pues éste a su vez, es otro sujeto. Cuando se trata de como conductas. Al respecto, señala Skinner,2 que el
la información obtenida a partir de sujetos individua­ problema fundamental del conductismo es tratar de en­
les mediante el uso de técnicas como la entrevista, el contrar las causas de la conducta y, en este sentido, no
cuestionario o la historia de vida, además de las me­ resulta legítima la pregunta acerca de la relación en tre
diaciones ya señaladas, se presenta una muy importante "estado mental" y conductas, de acuerdo al criterio
sin cuya elucidación la propia generación de datos por positivista de que no es posible observar tales "estados
este proceso de interacción puede relativizarse aún más mentales", ni siquiera en un sentido fisiológico.
por otras consideraciones : el problema de los supuestos El llamado conductismo metodológico, señala Skin­
de las teorías psicológicas acerca de la relación sujeto­ ner, podría ser considerado como la versión psicológica
objeto, o más específicamente, entre sujeto que entre­ del positivismo lógico o del operacionalismo. Epistemo­
vista y sujeto que responde. Es decir, el carácter y lógicamente tiene detrás el modelo de la caja negra
significado del dato obtenido por la entrevista 1 de­ tan popular en el empiriocriticismo, por el cual la
pende de la concepción que se tenga : . 1 ) . Acerca de la "mente" aparece como si fuera una caja negra, de cuyo
relación entre el dato expresado y observable con la ac­ interior no se puede afirmar nada por no poder ser
ción, 2) entre dato individual y hecho social, 3 ) entre observado, de tal manera que el psicólogo debe concre­
tarse a tratar de correlacionar datos observables del
1 Conceptualizamos el término "entrevista" de una ma­
nera muy general, como interrogatorio de un individuo por 2 Skinner, B. F., Sobre el conductismo, Barcelona, Ed.
otro para obtener informaci6n de hechos o de opiniones. Fontanella, 1 973.
59
60 ENRIQUE DE LA GARZA TOLEDO

ambiente ( estímulos) con respuestas (conductas) tam­ fuerza que puede variar, así, se define al refuerzo o
bién observables por definición. estímulo reforzador, como el estímulo capaz de produ·
Para Skinner, lo que él llama el conductismo radi­ cir un cambio en la fuerza de la respuesta, y un refor­
cal, acepta la existencia de los "hechos internos" y no zador secundario como el estímulo asociado con otro
los considera inobservables, aunque dichos hechos que­ estímulo. De esta manera, con el experimento señalado,
d an reducidos a los del mundo orgánico en su sentido Skinner llega a la llamada ley del condicionamiento
físico; · Por lo tanto las variables estudiadas por el autor que diría: usi a la aparición de un operante le sigue
son de tres tipos : 1 ) Respuestas ( R) o conductas, 2) la presencia de un estímulo reforzador, la fuerza aumen­
Estímulos (E) , constituidos por e l medio físico o social ta". Pero, como señala Chomsky, la ley del condicio­
y 3 ) Orgánicas ( O ) , variables neuroanatómicas y fisio­ namiento de Skinner no es sino mera tautología, porque
lógicas. De esta manera trata de establecer leyes de la en la propia definición de estímulo reforzador está el
forma : R = f ( E ) , R = f ( R ) , R = f ( O ) y O = f ( E ) . aumentar la i�tensidad de la respuesta ; es como si di­
Hasta la década de los cincuenta el conductismo jéramos que si la fuerza aumenta la fuerza aumenta.
aparecía como la teoría dominante en la psicología Y aquí cabe preguntar si para Skinner el estímulo es
occidental ; sin embargo, algunas críticas de fondo y su todo aquello ante· lo cual se · puede reaccionar o s61o
incapacidad para explicar conductas complejas, COIIJen­ aquello ante lo cual se reacciona de hecho. Si la res­
zaron a minar su influencia desde esos años. Una de puesta es la primera no hay leyes conductistas sino
las críticas que más impacto causó, · fue la de Chomsky 3 meras tautologías como Ja ley del condicionamiento y,
en 1959. Chomsky se encargaría de señalar que la con­ en c.u anto tales, no dicen nada de la realidad. Si deci­
cepción epistemológica que subyace en el conductismo mos por ejemplo que X Y, reforzado
es reforzado por
resultaba ya anacrónica. Para los años cincuenta, la
puede significar en esta acepción tan amplia, amado,
propuesta inicial de Carnap de reducir los conceptos
gustado, comprendido, etc. Y la correlación X Y
de la ciencia sólo a aquellos que podían ser observados
-

sólo da oscuridad a voliciones, sentimientos, pensamien·


directamente, · había sido ya superada por la filosofía
tos, etc., sin aclarar ninguna diferencia entre ellos.
de la ciencia, incluso la positivista, pues mediaban las
Si la respuesta es la restringida el conductismo sólo
críticas de Popper al respecto y el reconocimiento que
funciona muy limitadamente, por ejemplo, para actos
la ciencia no trabaja sólo con observables. Asimismo,
reflejos, algunas conductas animales y algunas conduc­
se reconocía ya ampliamente que un problema para la
tas humanas no cognitivas, porque la mayoría de Jos
ciencia es el de la traducción de inobservables en obser:..
actos humanos no serían propiamente respuestas.
vables.
Referidos al problema del dato social producto del
Por otro lado, señalaría Chomsky, el modelo con­
interrogatorio, la conducta verbal sería un tipo más
ductista de la explicación de las conductas resulta muy
de conducta sujeta, según el conductisrno, a las consi­
simplista al ignorar lo interno ( no reducido a lo orgá­
deraciones generales que hemos expresado. En esta me­
nico) como un elemento activo del proceso · de genera­
dida, la respuesta verbal como conducta debería tener
ción de conductas. En Ja concepción de Skinner -de
validez en sí misma, puesto que especular acerca . de
que Ja conducta es resultado de estímulos · más la his­
significados profundos, relación con el mundo interno
toria del refuerzo (su frecuencia, disposición, retiro de
del individuo, el problema del inconsciente, Ja diferen­
estímulos, reforzadores, etc. ) -, la contribución efectiva
cia entre motivos internos, actos y conducta verbal, no
del sujeto es irrelevante y todas las conductas dependen
tendría sentido desde el momento en que una proble­
en última instancia del medio, de leyes psicológicas po­
matización así nos llevaría al mundo de Jo no directa­
sitivistas, en donde los sujetos son instrumentos simples
mente observable y descartable, por Jo tanto, fuera del
o complejos del medio.
ámbito de la ciencia. El conductism.o se convierte así
Para ilustrar el juego de categorías skinnerianas y
en la teoría psicológica que más fácilmente puede justi­
su traducción en leyes, Chomsky reseña el clásico expe­
ficar el uso de cuestionarios y entrevistas, en donde las
rimento de Skinner con ratas para arribar a una · ley
respuestas valen en sí mismas. Por lo tanto, la tarea
conductista. El experimento consistió en colocar una
del investigador no es la de interpretar y profundizar
rata en una jaula dotada de un dispositivo por el cual
en el significado subjetivo de las respuestas, sino igua­
si la rata oprimía una palanca el dispositivo · le pro­
larlas a motivos ; sistematizar, agrupar ciertas respues­
porcionaba una porción de alimento. De esta manera tas en cantidades y correlacionarlas con otros o con
la rata llegó a "aprender" que · oprimiendo . la palanca estímulos diversos.
tendría comida. Al respecto, Skinner diferencia entre
respondiente (o reflejo . inmediato ) de operante (o res­
puesta mediata ) . En el experimento la respuesta fue 2. El Psicoanálisis
de tipo operante, consistente en la conducta de presio­
El psicoanálisis freudiano -señala H. Marcuse-4
nar Ja palanca por la rata. Esta respuesta posee una
es la teoría de la lucha de Jos instintos y la realidad

3 Nudler, O. ( comp. ) , Problemas epistemol6gicos de la 4 Marcuse, H., Eros y civilización, México, Ed. Océano,
psicología, México, Siglo XXI Eds., 1 976. 1 986.
F U NDAMENTOS PSICO LÓGICOS DE LA GENERACIÓ N DE DATOS SOCIALES 61

mediada por el "yo". Es l a teoría de cómo los instintos ciente. De esta manera, la en trevista y el test no quedan
se reprimen : de la transformación del principio del absolutamente excluidos, pero el significado de cada .
placer en el principio de realidad. Transformación respuesta tiene que reinterpretarse. La relación entre
tanto al nivel del género humano ( filogénesis) como la teoría y las preguntas no es lineal, como pretendería
del individuo ( ontogénesis ) . el punto de vista positivista y conductista y, por tanto,
En una primera versión del psicoanálisis freudiano la técnica toma la forma de asociación libre más aten­
el centro del conflicto se situó entre los instintos sexuales ción flotante, que llevan a no privilegiar de antema­
y el "ego" . En la última versión de · esta teoría sería no una respuesta con respecto a otras. La entrevista
la lucha entre el instinto de la vida ( E ros) y el de la psicoanalítica se mueve, de esta manera, con datos de
muerte (Tanatos ) . Teniendo como centro esta supues­ comportamientos pasados relatados, reacciones presen­
ta lucha entre vida y muerte, Freud desarrolló una tes espontáneas y reacciones presentes provocadas. Entre
teoría de la personalidad que también sufrió a lo largo paréntesis, la entrevista psicoanalítica no es igual a la
de su obra diversas transformaciones. En las "Nuevas historia de vida, sobre todo porque ésta sólo busca
lecciones introductorias al psicoanálisis'\ 5 Freud pro­ moverse en el plano del conciente.
porcionó una teoría integrada de la personalidad tra­ Por otra parte, el psicoanálisis no puede sino reco­
tando de conciliar su propia evolución : nocer como un elemento de mediación entre el con­
ciente y el inconciente la propia presencia del analista
o en la entrevista. Por ello -señala Devereux-7 los trans­
� tomos que causa la presencia del observador durante
n:'. C o nc iente la entrevista son un dato más a considerar en todas sus
w
n.- implicaciones. Durante la entrevista y desde el punto
J P rec onc i.e nte
de vista psicoanalítico pueden presentarse fenómenos
Ul como el de la transferencia ( el analista puede represen­
tar inconcientemente alguien de la vida pasada del
Inconc iente paciente ) , la resistencia, la contratransferencia ( influen­
cia del en trevistado sobre el propio juicio del analista ) ,
E L LO etc. Es decir, la presencia del observador, sus actitudes
observacionales y angustias producen distorsiones en lo
observado imposibles de eliminar.
Las agudas observaciones metodológicas del psico­
En esta teoría el "Ello" sería el campo de los ins­
tintos, del placer. El "Yo" mantendría la comunicación
análisis, no pueden evitar el problema de establecer
hasta qué punto pueden llegar a conciliarse marxismo
con el mundo exterior. Además, el "Yo" aparece diso­
y psicoanálisis. Las respuestas históricas son bastante
ciado en el Yo propiamente dicho y la conciencia moral
conocidas, desde las de Reich hasta las de Marcuse.
que lo juzga : el "Super Yo" . Este Super Yo se formaría,
Sin embargo, cuando se aborda este problema cabe
según Freud, durante la infancia, asociado a la depen­
dencia del niño con respecto de los padres, los que a su
distinguir entre las diferentes corrientes del psicoanáli­
sis ; por un lado, el psicoanálisis de Freud, el cual, no
vez no hacen sino transmitir el Super Yo cultural.6 Sobre
hay duda va más allá de una teoría del individuo para
el Yo se ejercen por tanto varias fuerzas : la del "Super
ser una teoría social. En esta teoría el elemento expli­
Yo" que puede traducirse en angustia moral, la del
cativo úl timo de lo individual y de lo social es la lucha
mundo externo que pueda aparecer como angustia real
entre el inconciente y el conciente ; o bien, en su última
y la del Ello que se puede manifestar como angustia
versión, entre el "Ello-Yo-Super Yo", ocupando un lu­
neurótica.
gar central y activo en esta lucha la líbido o bien el
Las peculiaridades del psicoanálisis como teoría, no
instinto de la vida. Ante un monismo de esta natura­
sólo · del individuo sino también como teoría social, se
leza, es difícil pensar como Marcuse -véase Eros y
ha traducido en el método psicoanalítico, en confron­
Civilización- que puedan conciliarse Marx y Freud,
tación explícita con el método experimental, sobre todo
en la forma del análisis de la conducta.
aunque pudiera hacerse una lectura revolucionaria de
Freud, en el sentido de encontrar que las categorías
Desde el punto de vista metodológico se considerará
psicoanalí ticas han llegado a ser categorías políticas y
en el psicoanálisis -de una manera que recuerda a la
que la psique individual es el receptáculo de aspira­
"filosofía de la vida"- que los datos de la conducta
ciones, sentimientos, impulsos y satisfacciones socialmen­
y los de la conciencia no deben tomarse como válidos
en sí mismos, sino que deben ser reinterpretados a par­
te deseables y, por tanto, un campo más de la domina­
ción y el poder ; aunque se vea la represión de las
tir de la teoría psicoanalítica y de la biografía del pa-
necesidades instintivas como ur.a necesidad social del
poder prevaleciente y a pesar de que se manipule auto-
5 Freud, S., "Nuevas lecciones introductorias al psicoaná­
lisis", en Obras Completas de S. Freud.
6 Conjunto de valores sociales dominantes que se van 7 Devereux, G., De la ansiedad al método de las ciencias
trasmitiendo de generaci6n en ·generaci6n. del comportamiento, México, Siglo XXI Eds., 1 978.
62 EN RIQUE DE LA GARZA TOLEDO
..

ritariamente al hombre también al nivel de los instintos pacto diverso sobre los individuos dependiendo de sus
eri :aras de la disciplina del trabajo, de las necesidades necesidades internas;
del · mercado · y del imperio de la ley y el orden. Inde­ La investigación de Adorno distingue cxplícitamen·
pendien temente de que todas estas agudas considera­ te entre inconciente y conciente, por tanto, los datos
ciones de Marcuse se tomen en cuen ta y se reconozca . recabados estarán mediados por : 1 ) la sinceridad ( pen·
que la psique humana no se reduce a lo conciente, esto samientos que no se revelan en situaciones normales) ,
es ·muy diferente a considerar como motor de la histo­ 2 ) pensamientos que n o pueden ser aceptados ni si·
ria la lucha entre instintos reprimidos y realidad externa. quiera en la in terioridad de los individuos, 3 ) pensa·
. Si se abandona el monismo freudiano y se recurre mientos vagos o incapaces de traducirse en palabras y
aL revisionismo neofreudiano aparece, por un lado, su 4 ) la distancia entre ideología y acción ( relacionada
ala derecha con Jung y su concepto tan influyente en con el problema de la intensidad de los deseos, actitu·
algunas corrientes antropológicas del inconsciente co­ des y valores para emprender la acción ) .
lectivo. Pero Jung . n o sólo representa este sugerente Así pues, el análisis de la ideología como totalidad
concepto sino, sobre todo, el énfasis en el complejo de debe abarcar varios niveles : lo que los individuos dicen
superforidad y de inferioridad. Por otro lado, en el en público ; . lo que dicen sólo cuando se sien ten des-.
revisionismo de izquierda habría que considerar a W. inhibidos ; lo que piensan y no qicen ; lo que piensan
Reich, que buscó inicialmente la relación entre repre­ pero no lo admiten ; la disposición a pensar o a hace.r.
sión sexual y . dominación-explotación ; pero, sobre todo, Dentro de esta concepción la personalidad es un con­
a E. Fromm quien ha sido acusado de convertir al cepto central, como conjunto de fuer.las organizadas, sin
psicoanálisis en una sociología al criticar td biologicismo que se confunda personalidad con conducta, puesto que
de Freud y poner el acento en la cultura, convirtiendo -dice Adorno-- la primera es "algo interno". Sin
el co ncepto freudiano central de la líbido ( o Eros en embargo, reivindicando el campo de lo inconciente y
otra versión ) en el de personalidad y destacando la el espacio de las fuerzas internas al individuo, Adorno
relación en tre ésta y el mundo. se deslinda del freudianismo al considerar que lo innato
no es la fuerza principal.
Las opciones teóricas y metodológicas de Adorno
3. El Psicoanálisis y la Investigación Sociológica repercuten sobre las opciones de técnicas de generación
Empirlca de datos. Por un lado, se usaron cuestionarios para
captar datos de "hechos" factuales, opiniones y acti.
La atracción que el psicoanálisis ejerció en la es­ tudes, junto a cuestionarios proyectivos buscando des­
cuela de Frankfort se reflejó en importan tes investiga­ pertar !a' emoción del entrevistado y no sólo respuestas
ciones empíricas inspi radas por dicha corriente. Entre racionales. Junto .al cuestionario se utiliz aron . técnica's
ellas cabe destacar "La Personalidad Autoritaría" diri­ clínicas proveniente.s del psicoanái isis · como. la entrevista
gida por T. W. Adorno.8 clínica y la apercepci6n temática que, supuestamente,
permitiría · captar aspectos del i l1conciente. .
· ,

En el trabajo dirigido por Adorno se parte de la


hipótesis de que las convicciones políticas, económicas En el "Sociopsic oanálisis del Campesino Méxiean0'';9
y sociales de un individuo forman un amplio y cohe­ E. Fromm, c o ntinuó hastá cierto punto una antigúa
rente · patrón y que este patrón es una expresión de investigación emprendida du rariie su período de perte·
profundas tendencias de su personalidad. Esta hipótesis nencia a la corriente de Ftankfort.10 Así como en la
general se traduce en una serie de pregun tas referidas personalidad au toritaria el concepto de personalidad
a la personalidad fascista : ¿ Qué quiere la personalidad es central e incluye aspectos socioculturales --'-concien­
fascista? ¿ Cuál es el origen . de esta personalidad ? ¿ Cuá­ tes e inconcien tes-, para Fromm el concepto de carác­
les son las ·fuerzas internas de dicha personalidad ? ter ocupa ese lugar. El carácter para Fromm · es una
En la investigación señalada se mane jan toda una forma de estructurarse la energía humana, resultado
serie de supuestos teóricos y metodológicos en parte to­ principal de la interacción en tre hombre y · naturaleza.
mados del marxismo, en parte del psicoanálisis. Prime­ En la concepción psicoanalítica de F romm el carácter
ramente, como establecía la teoría del Gestalt, la per­ viene a sustituir al instinto como concepto freudiano
sonalidad es una totalidad. Segundo -tratando de central. De esta manera Fromm · habla de su tipología
recuperar al psicoanálisis- que los tipos políticos se ven del carácter : receptivo, explotador, aéumulatiVo y pro­
influenciados tanto por la id eología como por necesida­ ductivo. Con esta tipología trabajai:á · para explicar la
psiquis del · campesino mexicano. ·
des internas profundas en la persona y ambas forman
un todo organizado en la personalidad. Entendiendo Desde el punto de vista metodol ó gico, Fromm'
en este caso por ideología un sistema · de opiniones, __;como todo el psicoanálisis y las escuelas sociológicas
actitudes y valores sobre el hombre y la sociedad. Es
D E. Fromm, Sociopsicoanálisis del Campesino Mexicano,
decir, las ideologías, siendo sociales, tendrían un im-
México, F.C.E., 1978.
1 0 El distanciamiento de Fromm de la escuela. de Frank·
s. T. W. Adorno, et al., The Authoritarian Personality, fort es detalladamente explicado por Marcuse en Eros y Civi­
Nueva Yor1<, Harper & Row, 1 950. lizaci6n, relacionado con las · ·críticas de Fromm a Freud.
FUNJM.MENTOS PSICOLÓGICOS DE LA GENERACIÓN DE DATOS SOCIALES 63

y antropológicas influenciadas por él- planteará que lenguaje ; 2 ) la distancia entre conciencia y acción, no
no hay que atenerse a la observación de conductas y, toda racionalización se convierte en acción ; 3) las po­
en esta medida, distingue entre arraigo ( convicción) y sibles distancias y pertinencias entre conciente e incon­
opini6n (influencia ) . Para ello plantea el uso de cues­ ciente, siempre y que no se caiga en el monismo freu­
tionarios pero todos ellos consistentes en preguntas abier­ diano, sino que el problema del inconciente se vea
tas, que lo lleva al concepto de cuestionario interpreta­ asociado a la interiorización no racional de la cultura,
tivo; es decir, las respuestas no valen como tales sino socialmente hablando, y su traducción en términos de
sólo si logra captarse a través de ellas su significado biografía individual y, finalmente, 4) las mediaciones
inconciente. Además, las respuestas tampoco son con­ que imponen en el dato generad o a través de la entre­
sideradas en su individualidad sino sólo de acuerdo al vista, la presencia del entrevistador y la artificialidad
significado del conjunto de las respuestas. Al lado de de la situación de la entrevista.
la entrevista interpretativa, Fromm usará la técnica Tantas mediaciones en una concepción materialis­
picoanalítica del Rorschach para captar complejos in­ ta, reconstructiva de la realidad en el pensamiento,
conscientes a través de la localización de formas, co­ deben llevar a la consideración de la no absolutización
lores, matices y movimientos. del dato empírico ni mucho menos de la técnica. De
esta manera, a la apertura de la teoría debe corres­
ponder la posible apertura del instrumento y del dato
4. Atcunas Reflexiones desde el Materialismo-Histórico empírico; el principio de especificidad debe traducirse
en el reconocimiento de lo general en lo específico, pero
No basta desde el punto de vista materialista marxis­ también de lo específico en lo general ; el principio de
ta con señalar que el sujeto es un conjunto de rela­ articulación de niveles, en la posibilidad de la genera­
ciones sociales, sin añadir que el hombre es además ción de datos articulados y de la articulación de ins­
especificidad junto a generalidad. Que en el hombre trumentos de generación de datos.
ae entrecruzan la sociedad i nteriorizada en su concien­ Por otro lado, examinar el proceso de reconstruc­
cia e inconciencia al lado de lo irrepetible de cada ción teórica como la articulación entre procesos "hori­
biografía. En esta medida, se problematiza la relación zontales" a la manera del concreto-abstracto-concreto
entre individuo y sociedad y sobre todo la relación entre y "verticales" de correspondencia entre teoría y empi­
dato extraido de los individuos con aquellos que ten­ ria. En el camino del concreto real a lo abstracto, los
gan una referencia más directa con lo social. Un pri­ momentos de mayor homogeneidad teórica deberán
mer bloque de mediaciones que en una estrategia corresponderse con los de mayor homogeneidad empí­
reconstructiva tendría que considerarse es la que va del rica y globalidad del dato ; en cambio, los momentos de
individuo al grupo primario, a la clase social y a la mayor heterogeneidad pueden aceptar datos promedio
sociedad nacümal. De esta forma, el dato que refleje cuyas mediaciones entre lo individual y social no hayan
los niveles más abstractos de lo social no puede ser sido esclarecidas suficientemente. En la fase de lo abs­
aimplemente el promedio de los datos individuales. Es tracto a lo concreto sistemático, entre más se avance
decir, confundir reconstrucción de mediaciones con pro­ en la reconstrucción el problema de la mediación entre
medio estadístico resulta una simplificación inaceptable concepto teórico y dato será más agudo, así como la
desde la perspectiva de la reconstrucción. necesidad de técnicas y datos empíricos cada vez más
Cuando consideramos el significado del dato a nivel especificantes. De una manera o de otra lo que per­
del individuo, expresado de alguna manera en un len­ manece es la necesidad de la no absolutización ni del
guaje, resulta que no puede tomarse como válido en dato empírico ni de un tipo de técnica de generación
d mismo puesto que habría que considerar 1 ) la dis­ de datos, sobre todo cuando se cae en el falso supues­
tancia entre respuesta en un lenguaje y conciencia, to de que la mejor técnica es siempre la que permite
aalvo que caigamos en la reducción de conciencia = cuantificar.
CAPtTULO VIII

LA HISTORIOGRAFÍA Y EL DATO

Enrique DE LA GARZA ToLEDO

Como en la mayoría de los estudios historiográficos para reconstruir cabalmente la totalidad de la coyun­
no hay sobrevivientes de los sucesos que se trata de tura o período a investigar.1
estudiar, las fuentes más importantes de datos son las do­
cumentales, hemerográficas o bibliográficas ; tales como
los documentos personales, los artículos y las noticias 1. Las Escuelas Historiográficas y el Significado
periodísticas, las leyes y los estatutos, las estadísticas, las del Dato Historiográfico
obras de arte y la literatura y los libros sobre el tema
o escritos de la época de estudio, etc. ( dejamos fuera Desde el punto de vista epistemológico y con res­
los datos propiamente arqueológicos ) . pecto al significado del dato del documento historio­
En cuanto al análisi� de la información historiográ­ gráfico es posible identificar tres grandes posiciones
fica consideramos en especial aquella en la que el dato teórico-metodológicas. En primer lugar, lo que deno­
se presenta como parte de un discurso no emitido para minamos el empirismo lingüístico, para el que el dis­
ines de la investigación sino con otros propósitos ; so­ curso y el dato discursivo tienen validez en sí mismos
bre este tipo de materiales haremos algunas reflexiones y solamente al interior del propio discurso. La justifi­
en el presente capítulo. cación es la común del positivismo : la ciencia debe
Un primer problema que se manifiesta en relación al reducir su campo a lo observable y en cuanto al dis­
discurso histórico es el de la supuesta correspondencia curso historiográfico no es posible ir más allá de éste
entre dicho discurso y otros niveles de la realidad, no dis­ mismo ya que únicamente vale en sí mismo.
cursivos, cuando se utiliza el discurso como fuente de La segunda posición es la hennenéu ti ca, para la
datos para dichos niveles. Al respecto se pueden pre­ cual el discurso debe ser interpretado : éste no vale en
sentar dos situaciones : el "hecho elemental", captado sí mismo ya que distinguen entre motivos manifiestos
en el discurso, efectivamente sucedió en la realidad no y latentes para la acción. (Acerca de esta postura teó­
discuniva y los juicios u opiniones contenidas en el rica reflexionamos ampliamente en el capítulo VI ) .
discurso no se corresponden estrictamente con situa- Finalmente, el discurso puede ser considerado como
ciones reales aunque algo expresen de ellas. un nivel más de la totalidad social, en donde dicho dis­
Además el discurso de los documentos historiográ­ curso sólo tiene sentido en un contexto más amplio, en
ficos está expresado generalmente en un lenguaje no un contexto histórico, en articulación con niveles extra­
'Científico (o bien en un lenguaje científico - que no es lingüísticos, en donde el discurso aparece no únicamente
el que usa el investigador actual ) y entonces el pro­ como expresión de aquéllos, sino como parte de la
lllema que se presenta para algunos, es cómo establecer misma realidad que influye sobre los demás niveles.2
la correspondencia entre lenguaje científico y común Desde el punto de vista de las escuelas historiográ­
a sabiendas de que no hay teorías sobre dicha corres ­ ficas, se da una correspondencia entre la posición epis­
ncia. temológica sobre la historia y el dato historiográfico
Un problema adicional se refiere a la relación entre y determinada perspectiva teórica. El empirismo lin­
el texto del discurso (o lo que otros denominan el con­ güístico tiene cierta conexión con la llamada "Economic
tenido manifiesto ) y la realidad social, problema que History", 8 que sostiene que es posible hacer historio­
1610 desaparece cuando desde una posición fenomeno- grafía sin conceptos, Jo que suprime el problema de si
16gica extrema, el único dato y realidad pertinentes son es posible ir más allá del dato empírico. Por otra parte,
definidos por los propios sujetos en sus discursos.
Finalmente, el discurso puede ser entendido no sólo 1 Este punto de vista se abordará con una mayor pro­
fundidad en el capítulo siguiente.
mmo expresión de otras realidades no discursivas sino
2 Habermas, J., Conciencia moral y acción comunicativa,
ién como un nivel más de la realidad, con especi­ Barcelona, Ed. Península, 1 985.
'dad propia, y que obliga a considerarlo como un 3 Varios autores, Tendencias actuales de la historia social
• 1 a articular junto a otros niveles de la realidad y la demografía, México, SEP-Setentas, núm. 278.
65
66 ENRIQUE DE LA GARZA TOLEDO

el historicismo alemán del siglo XIX representó un mo­ son.7 La obra de Thompson se inscribe en la última
mento importante de la historiografía hermenéutica oleada renovadora del marxismo de finales de los cin·
(Hildebrand, Schmoller, Sombart ) , que encontró cierta cuenta y principios de los sesenta. La ruptura de Thomp·
continuidad en la escuela de "Les Annales" con M. son con la ortodoxia estalinista fue semejante a la de
Bloch y L. Febvre. La escuela de "Les Annales" com· Panzieri, de Mallet, de Castoriadis. Desde el punto de
batió a la filosofía de la historia que sustituía a la vista político fue la ruptura con el reformismo de los
investigación empírica por la especulación filosófica y partidos comunistas de Europa Occidental y, a la vez,
a las monografías empiristas incapaces de ir más allá la crítica al ahora llamado socialismo real. Desde el
de la organización de datos empíricos. Al respecto punto de vista teórico fue la ruptura con el marxismo
M. Bloch 4 señala, que el dato histórico siempre es un naturalista, economicista y positivizante del estalinismo
dato mediado y por tanto no vale en sí mismo, sino y la reivindicación de la olvidada categoría de tota·
que todo testimonio histórico debe ser reinterpretado. lidad como concepto metodológico central del mancis­
En este mismo sentido, Bloch critica los análisis semán· mo y de la lucha de clases como centro del cambio
ticos de textos, tan populares en su época, pero que histórico.
ignoran el contexto histórico en que fueron producidos. La crítica de Thompson al marxismo positivista y
Finalmente, tenemos la corriente historiográfica que estructuralista, así como su acento en la lucha de clases
Hobsbawn denomina la "Historia Social", historia so­ lo llevó a reflexionar acerca del contenido del concepto
cial influenciada por el marxismo y que a la vez influyó de clase obrera. Para Thompson la clase social en ge·
a la historiografía marxista. Algunos de los principales neral no es una simple estructura --en contraposición
exponentes son el mismo Hobsbawn y F. Braudel. En a ciertas versiones marxis tas que piensan la distinción
especial la influencia de Braudel en la historiografía entre clase en sí y clase para sí, como la de estructura
contemporánea ha sido notable, no únicamente por sus o situación material con respecto a estructura-super·
excelentes estudios concretos, sino también por sus re­ estructura-, sino que la clase social en todo momento
flexiones metodológicas. Al respecto, señala Braudel, 5 se define por determinadas condiciones materiales de
que habría dos corrientes en la historiografía : la del existencia, además de determinada experiencia social
corto tiempo, que es la historia de acontecimientos, y y determinadas formas de conciencia. Y aunque la clase
la nueva historia económica-social o historia de los ciclos social está fundamentalmente determinada por las rela·
históricos. En toda historia social existe el tiempo cor­ ciones productivas en las que se nace o vive y la con­
to, pero el tiempo corto es el más caprichoso, engañoso ; ciencia de clase resulta la traducción de las experiencias
su fuente es el documento y los historiadores tradicio­ de la clase en términos culturales, no puede estable­
nales piensan que en él está contenida toda la verdad. A cerse una relación mecánica de la conciencia con la
su vez, la historia de período es una historia de ciclos, experiencia.
una historia del tiempo medio, historia que para Brau­ Las consecuencias metodológicas para el análisis de
del puede ser cuantitativa ( recuperando en este sentido la clase obrera en particular, se derivan del uso que
a Labrousse ) .6 Thompson hace de la categoría de totalidad : La exis.
Lo que Braudel llama el tiempo de larga duracion tencia de la clase -la relaeión entre base y superes­
no es sino la historia estructural, entendida como articu­ tructura al nivel de la clase obrera- es una totalidad
lación de historias y de tiempos rápidos, medios y lar­ en movimiento, totalidad entendida como niveles diver­
gos. Estas consideraciones llevan a Braudel a crear el sos de realidad de la clase y con determinaciones com­
concepto de tiempo presente, como articulación entre plejas y recíprocas entre los diversos niveles. Por ello,
presente y pasado, como ubicación de lo social en un el análisis de la clase obrera sólo puede realizarse
campo junto a otros campos y en el flujo histórico ; es reconociéndola en movimiento, no por simples cortes
decir, analizar un tiempo -presente o pasado, corto, transversales en el tiempo sino en largos períodos de
medio o largo-- implica analizar todos los otros tiempos. tiempo. Es decir, l a clase sólo puede definirse en el
tiempo y en procesos de formación y reformación, en
procesos de acción y reacción y de identificación de sus
2. La Historlograffa Marxista: E. P. Thompson intereses y sus enemigos.
De esta forma, en Thompson aparece como cate·
Una obra historiográfica marxista que causó gran goría teórico-metodológica central la de "proceso de
impacto en su época y sobre la cual no se ha reflexio­ formación de clase", en donde la formación de una
nado sufic· ntemente en ,, lo metodológico es "La for­
r: clase social no sólo es producto de condiciones objetivas
mación hi tórica de la clil�e obrera,, de E. P. Thomp- cambiantes, sino que la propia clase en formación es
\ también creadora de sí misma y de las condiciones
' Block, M., Introducción \i la historia, México, Brevia­ obje tivas de su acción. ,
rios del F.C.E., núm. 64, 1965} En La f ormaci6n historica de la clase obrera, Thomp-
a Braudel, F., La historia ,¡ las cidncias sociales, Madrid.

Ed. Alianza, 1968. J


a Labrousse, E., Fluctuacjones económicas e historia so- 1 E. P. Thompson, La formación histórica de la clas1
·

cial, Madrid, Ed. Tecnos, 173. · obrera, Barcelona, Ed. Laia,1977.


LA HISTORIOGRAFÍA Y EL DATO 67

son rastrea el proceso de formación de la clase obrera diferenciadas (prostitutas y ladrones ) , para captar la
en Inglaterra, a través de la reconstn1cción del período moral popular ante la evidencia de identificación entre
1780-1832 -hasta antes del surgimiento del cartismo--, moral de estas minorías y moral del pueblo. Porque
proceso entendido principalmente como de identifica­ -señala el autor- en las minorías diferenciada s cris­
ci6n de los obreros ingleses entre sí y de la oposición talizan actitudes y valores que en la mayoría pérll1�n�
a otra clase social . cen ambiguos. Además, tt{stimonios de la época tendían
La reconstrucción del proceso de formación de la
clase obrera en Inglaterra pone en juego las nociones 1os "ma1os ,, , concen trados1 en estas mmon
f
a mostrar cómo la difer�ncia real entre lo "buenos" y

\
• ,
51' , no era tan .
de totalidad en rearticulación y de la clase como sín­ nítida; resultaban al respect� numerosa��s quejas acer-
tesis entre base y superestructura. Es particularmente ca de la "baja moral del puebrov,-qtré_,,..movía a las auto­
notoria la importancia que Thompson otorga al con­ ridades civiles y eclesiásticas a imponer todo un sistema
cepto de cultura, cultura obrera, como mediación entre de vigilancias y castigos a los infractores morales. Por
base y acción. En este sentido Thompson considera tres ello Thompson centra el análisis en la vida y moral de
grandes niveles de la realidad de la clase que, desde los criminales, los soldados y los marinos, la vida en las
su punto de vista, determinaron la constitución de la tabernas, las posadas y las ferias. Grupos y lugares en
clase obrera como clase : 1 ) las tradiciones populares donde en forma más clara, se e�presa lo que en otros
de antes del período y cómo se transforman en dicho lugares y grupos aparecería distorsionado ; además de
período, 2) la revoluci6n industrial y la formación del ser lugares y grupos que jugaron un papel importante
mercado capitalista de trabaj o y 3) el radicalismo ple­ como focos de rebeldía, por estar menos mediatizados
beyo, sobre todo en términos de organizaciones radicales por la moral oficial, fueron parte de las tradiciones
de la época y sus acciones y programas. populares que la revuelta de los obreros supo incorpo-
rar a sus luchas.
l. Las tradiciones populares que influyeron en las
Desde el punto de vista de las fuentes de informa­
acciones jacobinas de finales del siglo XVIII. Esta línea
ción y del significado del dato empírico para el estudio
de investigación se aborda por Thompson de varias
de las tradiciones populares, anotamos que Thompson
maneras. En primer términ o con la constatación del
significado nuevo de la "sociedad de correspondencia", utiliza en esta parte principalmente documentos de la
organización nacida en Inglaterra a fines del siglo xvm época, programas de grupos e iglesias, panfletos agita­
y que marca una novedad en las formas organizativas tivos y libros doctrinarios, eclesiásticos o civiles. El dato
de las clases subalternas en Inglaterra y así como por cul tural, que es el que preocupa a Thompson, es siem­
su ideología. La sociedad de correspondencia era una pre reinterpretado. El lenguaje, afirma el autor, tra.
sociedad dirigida por obreros, de acceso ilimitado a la duce los valores a lo inmediato, porque "la imaginería
misma (negando la relación burguesa de la época entre es siempre la forma como los hombres se representan
propiedad y derecho político ) y en búsqueda de la deseos internos". Por otro lado, resulta notable que se
acción organizada que contrasta con el motín popular busca articular procesos históricos con biografías per:­
de Jos años anteriores. sonal es, dentro de la idea de que de alguna forma, en
Por otra parte, Thompson analiza cómo las protes­ la biografía individual -entremezclada con otros ele­
tas en contra de las consecuencias de la revolución in­ mentos-, se expresa también la historia social.
dustrial se asentaron en viejas tradiciones : las tradi­ Otro tema dentro de la línea de las tradiciones
ciones ambiguas acerca del ciudadano inglés y sus populares es lo que el autor denomina "las tradiciones
derechos, que partían de la revolución inglesa del si• subpolíticas", dentro de las cuales considera al "distur­
glo xvn, e incluso de viejas tradiciones populares que bio" y el "motín provocado con fines ajenos". Detrás
reivindicaban un supuesto igualitarismo sajón, pre-nor­ de esta tradición estaba la presencia en el pueblo de
mando y pre-romano ; la tradición del motín popular, un c6digo moral, diferente al código moral legal, y re­
como forma de protesta salvaje de los oprimidos en sulta importante analizar cómo en un proceso de for­
contra de la opresión ; y, la tradición inconformista y mación de clase ambos códigos se alejan o se acercan.
su modificación por el resurgimiento del metodismo Tradiciones subpolíticas basadas en la ignorancia y la
en Inglaterra como religión racional ( en la ideología superstición, pero que a finales del siglo XVIII ya no.
metodista, anota Thompson, se presentaba una contra­ estaban al servicio del rey.
dicción : por un lado impulsaba la fidelidad a la corona Finalmente, la función de intelectuales como Paine
y el · conformismo justificando el derecho divino del que atacando el despotismo de la corona y proclamando.
rey y, por el otro, al presentarse como una religi6n los derechos universales del hombre, encontró funda­
radonal daba pie a las ideas de igualdad y al cuestio­ mento en las viejas tradiciones libertarias, fundiendo
namiento del . despotismo ) . igualitarismo con una propuesta de legislación social
Finalmente, Thompson introduce eri el análisis de protectora . del pueblo. . . .
las tradiciones populares, específicamente de la moral . :f:r1 e.sta medida, entre 1 792 y 1 796, cundió en In�
popular; .\m plan�eamiento · me�odológico inüsitád() en glate1Ta una gran agitación que alteró actitudes s�b�
su tiempo : la necesidad del análisis . . de . .las. minorías políticas e inició nuevas tradiciones ;. la revoluci6n fran-
68 ENRIQUE DE LA GARZA TOLEDO

cesa incluyó sobre estos acontecimientos pero la agitación en el modo de vida, se asoció la ideología del meto·
en Inglaterra tenía raíces más hondas . dismo que exaltaba la disciplina en el trabajo junto a
la disciplina en el modo de vida, en el tiempo libre,
2. La revoluci6n industrial. Esta revolución cam· en las relaciones personales y en las costumbres en ge·
bió profundamente las relaciones sociales, institu �iones neral . Las relaciones personales también fueron impac.
y modos culturales, aunque el ajuste entre estos mveles tadas por esta revolución industrial y la ideología
.
no fuera automático. La formación de una clase -dice asociada a la misma. Desde el punto de vista institu·
Thompson- no es un fenómeno puramente económi- cional se establecieron toda una serie de reglamentos
.
co, sino económico, político y cultural . En este sentido, y leyes referidas a la vigilancia y al castigo en las rela-
en Inglaterra, entre 1 790 y 1 830 se formó una n �eva ciones personales ; se transformó el uso del tiempo Jj.
clase obrera, con una conciencia de clase Y determina- bre, el significado cultural y de las relaciones personales
das formas de organizac10n política y laboral. en las ferias ; y la incorporación del trabajo femenino
.
El cambio en la forma de la exE]_otación económica a la fábrica, impactó también las relaciones entre los
que trajo apareja�Ja- rn�e-ióñlndustria ��� exos. El resultado p��a la clase obre:a fu e una nu eva
� -!nayor transparencia de la explotacion, en una . .
p�sanalid� d : se forJO � n obrero disciplinado,
_ _
rese�-
nueva disciplina de la clase obrera y una nueva cohe-
sión social y cultural.
� .
va o, metodi �o, menos v10lento, menos espontá�eo, mas
. .
. . soni etido al ntmo del trabajo en su modo de vida y en
El cambio de las relaciones sociales en el taller im- .
sus/ relaciones personales.
plicó, por un lado, la e�istencia del patrón que, ante
. . _,_,./ 3. Las organizaciones. En la formación de la clase
los OJOS obreros, aparecia despojad? de la aut?rid ad
. . obrera en Inglaterra también influyeron los intelectua-
del maestro artesano Y ? e las tradici onales �bhg�cio-
. les y las organizaciones y, entre ellas, el mutualismo
nes de los 1?'1 aest :os hacia los aprendic �s, obhgacwnes
.

que iban mas alla de salano . Lo anterior conllevó la
.
( que tuvo funciones no sólo organizativas sino también
morales y de formación de códigos de conducta) ; las
pérdida del status social del obrero, de s� mde��nden-
cía �conómic�, la rul?tura de la eco nom� a familia�, . 1ª organizaciones populares radicales ; el ludismo ;8 los de-
. magogos y mártires ; la prensa y la educación formal;
pérdida del tiempo libre Y de las �iv:rswnes tradicw-
. los editorialistas de periódicos y el owenismo. Estas
nales, en aras de una nueva disci � lma la?oral que
. . organizaciones e intelectuales dotaron a la clase obrera
se presentaba asociada a la monotoma Y la mtensidad
.

del trabajo. Es decir, las re aciones de � :oducción en de instituciones de disciplina organizativa y de valo-
res, de sistematizaciones diversas de pensamientos polí-
Thompson, más que economia Y expl� tacion, son agr�-
vios y �� tagonismos que pasan también por el tam iz ticos así como de cierto ceremonial y retórica moral. A
de la visión del mundo d� l obrero. Detras del propIO
. �
Tho pson también le interesa el surgimiento de fan-
.
ciclo económico, l � � ue exis ten ; s.? n estructuras de rel � - tasías quiliásticas y profesías, con sus - posibles mterpre-
. taciones en el campo del inconciente político.
dones soci� l�s legitimas e ilegitimas. La c?nsecuenc�a
del industnahsmo en el plano de la personalid o ?rern � En el estudio de las organizaciones el au tor destaca
los siguientes puntos : composición social de la orgaiíÍ·
-señala Thompson- fue la de un obr� ro 1 ?fehz. y
. zación, temas de su discurso ideológico ; análisis de actas
esto se analiza a - través de sus expe� iencias vitales, su
nivel de vida, la vida fabril Y la vida en las nuevas y estatutos · psicología de sus dirigentes y miembros (en
comu� idades obre��s. .

este .sentid una acta de asamblea no sólo refiere hechos
. . . sino refleja actitudes y valores) ; el número de miem·
As1, la revoluc1on mdustnal profundiza el despojo
bros . la forma de funcionamiento de las asambleas y
del oficio del obrero, con t?dos sus efectos morales ;
los {ntelectuales que influían en ellas. En este último
convirtiendo al obrero despojado, en un desadaptado.
caso' cuando analiza el discurso de un intelectual va-
Desadaptado con sobre-trabajo, subsalario Y un cúmulo
lora los temas principales en el discurso, el cambio his-
de agravios reales o ideales que conforman en la c ase � tórico en las temáticas tratadas por dicho intelectual, la
obrera de la época "una gran amargura" : la aspira-
relación del discu rso con hechos históricos, la persona.
ción por la tierra de los ex-jornaleros � la de indepen- lidad del autor, su impacto social y las polémicas en-
.
dencia del ex-artesano tiñieron el radicalismo de esta
tabladas con otros in telectuales .
primera clase obrera.
En este trabajo Thompson define con mucha cla-
Desde el punto de vista de este proceso de prole- ridad lo que podríamos considerar como el ángulo de
tarización, a Thompson le - interesan sobre todo tres análisis de la investigación : la formación de la clase
destacamentos :. los artesanos, los trabajadores agrícolas
obrera en In glaterra. En este sentido, contribuyen a
y el lumpen urbano. En el análisis de los efectos mo- explicar cómo- la clase obrera llegó a constituirse como
ra1es del industrialismo sobre estos destacamentos apa- tal : 1 ) la situación productiva cambiante en torno a
rece como concepto ordenador básico el de "modo de Ja revolución industtial, 2) Ja formación de un mercado
vida", en él se incluyen las pautas de consumo, el pres-
tigio social, las características de la vivienda, la salud, s Movimiento social surgido entre los obreros británicos,
la infancia, el ocio y las diversiones. qu e p�r la violencia buscaba im pedir la introducci6n de_ má­
A1 cambio material a nivel del trabajo y sus secuelas q uinas en las fábricas.
LA HISTORIOGRAFÍA Y EL DATO 69

de trabajo, 3 ) la influencia y la participación en or­ trumentos de las fuerzas de la econornia, ni tampoco


ganizaciones, 4) las transformaciones en el modo de sujetos cuya voluntad posee una viabilidad absoluta.
vida y las relaciones interpersonales, 5 ) la participación En cuanto al problema del dato historiográfico,
en acciones colectivas y 6) las tradiciones a que nos Thompson utiliza tres tipos de datos : los da t os de hechos
referimos anteriormente. Lo interesante es que si Thornp­ individuales y colectivos observables, los cuales en al­
son ha puesto el acento en el proceso de formación de gunos casos pueden ser cuantificados ; los dat os de opi­
la clase, éste no ha quedado reducido a la vida mate­ niones de actores ; y las teorías y doctrinas de la época,
rial sino que implica para el autor la propia transfor­ que no son utilizados por su valor epistemológico, sino
mación de la conciencia, entre otras cosas. corno discursos que reflejan valores culturales.
Entre el nivel de la vida material y el de la concien­ Es decir, para Thornpson, en ningún caso el dato
cia Thompson encuentra el extenso ámbito de la cultura vale en sí mismo, es siempre un dato a interpretar :
y la personalidad. Con el agregado que cultura y per­ l . Desde el ángulo problemático que interesa des­
sonalidad no son dos nuevos ámbitos de la existencia tacar.
obrera, sino más bien una forma de cortar los espacios 2. A partir de su relación con otros datos.
de la existencia material de la clase dentro y fuera del
3. Al reconocer que el dato mismo puede poseer
trabajo. Es decir, toda relación social -incluso las contenidos contradictorios, desde el momento en que
de producción- son a su vez culturales y psicológicas un discurso no expresa un solo significado.
y la forma de analizar cultura y personalidad no es 4. Ya que el dato individual sólo adquiere sentido
destacarlas de las otras áreas para buscar a posteriori como expresión de relaciones sociales, abstrayendo lo
sus relaciones, sino analizarlas en las propias relaciones general en el dato individual, más por un proceso cua­
vitales. Thornpson hace suya la premisa marxista de litativo de abstracci6n que de muestreo en su sentido
que los hombres se representan en el terreno de las estadístico.
ideologías los conflictos de la estructura, pero con for­ 5. Porque no hay propiamente un dato que verifica
mas de representación que no escogieron -añadiria­ en forma unívoca, sino que la verificación aparece corno
mos nosotros. El mismo problema del surgimiento de proceso múltiple, parcial y válido sólo en la coherencia
una voluntad colectiva relacionada con la- formación totalizante de la reconstrucci6n histórica. Además, las
de una clase, puede ser visto también corno un proble­ fuentes de datos son múltiples, permiten expresar ni­
ma cultural ; es decir, bajo qué condiciones materiales veles diversos de la realidad y todas sirven siempre y
y culturales la clase obrera puede emerger con un pro­ cuando no se les absolutice, reconociéndose la media­
yecto propio. En este mismo sentido se analiza la in­ ción inevitable entre dato y relación social.
fluencia de las organizaciones, corno organizaciones po­ 6. Y finalmente, la interpretación de los discursos
lítico-culturales aunque nunca el terreno de la v isi6n no implica la utilización de un solo código, sino una
del mundo queda adjudicado sólo a la acción de las interpretación flexible en donde el dato puede tener
organizaciones, las que al igual que la clase obrera diversos significados, dependiendo del contexto concreto
aparecen corno educandos-educadores ; ni simples ins- y del nivel de realidad que expresa.

) /
CAP1TULO IX

DISCURSO Y SOCIEDAD

Silvia Gu·nÉRREZ V.
Luis GuzMÁN G.
SARA SEFCHOVICH

lakoduc�ión discurso, se delineará el problema fundamental por


plantearse desde una perspectiva de la reconstrucción
En este capítulo presentaremos el proceso de con­ lo que supone una interacción tanto de sujeto-objeto
Ouepcia que se da desde algunas vertientes del cono­ como de génesis y estructura.
cimiento científico, a partir de la segunda mitad del
iglo pasado, alrededor de la dicotomía lengua y socie­
l. Lengua y S�iedad desde la Perspectiva
dad -o algunas realidades relativas o cercanas a ellas :
de la Lingüística
lenguaje ; discurso, texto e ideología- y, específica­
mente, en lo que en dicha dicotomía atañe al problema
del análisis del discurso. 1 . 1 . El debate entre la visión ahistórica y la visión
social
Agrupamos estas vertientes en dos grandes conjun ­
tos. Uno , el de la lingüística y en el cual incluimos Este recorrido histórico 1 tiene como objetivo el si­
también a la semiología o, como algunos así prefie­ tuar las diferentes concepciones del lenguaje que han
ren, la semiótica. En el otro conjunto incluimos aque­ predominado, en los últimos siglos agrupándolas en
llas vert.ientes que sin ser ajenas a la lingüística y/o dos vertientes fundamentales a ) la que da énfasis a la .
la semiología han abordado la relación lengua-sociedad génesis o el origen del carácter del lenguaje y b ) la que
con los aportes científicos tanto de la .teoría de las enfatiza el estudio del lenguaje como un ente autó­
ideologías -desde diversos momentos , del debate en nomo y ahistórico ; a la que llamaremos "dominante". _

que éstps se han producido- como de la más amplia El enlace del lenguaje con la sociedad es algo que .
teoría marxista, en la cual se genera aquélla. Entre la mayoría de los antiguos filósofos re_conocían . y
ambos conjuntos, apuntamos los trabajos de Roland que determinó su concepción sociolingüística del mismo.
Barthes y Michel Foucalt. El inglés James Burnet ( 1 7 14 - 1 799 ) , llan;iado Lord
En lo que respecta a la especificidad del problema Monboddo, publicó en el siglo xvm algunas opiniones
del análisis del discurso, apuntaremos brevemente al­ muy precisas sobre la génesis del lenguaje htimano.
gunas reflexiones en torno a los fundamentos episte­ El origen del lenguaje se debía a las necesidades .de la
mo16gicos que subyacen a las propuestas que desde las subsistencia colectiva y de la defensa . contra la violen­
teorías lingüísticas o de las teorías de las ideologías cia y las fuerzas superiores ; visión que se refleja en
inciden en dicho problema. Las reflexiones epistemo­ la antropología cultural contemporánea.
lógicas las apuntaremos en cuanto a las condiciones El i taliano Giambattista Vico ( 1 668-1 744) , inves­
de posibilidad del conocimiento que suponen las pers� tigador original, pero cuya obra quedó aislada y ol­
pectivas teóricas a las que nos referimos ; es decir, al vidada durante mucho tiempo, propuso una teoría del
privilegio que éstas den al sujeto cognoscente o al ob­ origen del lenguaje en su Scienza Nuova. En esta obra
jeto de conocimiento o a una interacción significativa Vico ofrece una concepción general de la historia hu­
entre ambos. Además, se verá qué tanto dichas pers­ mana de la cual saca las consecuencias relativas al
�µvas, como sus métod()s, dan mayor relevancia a lenguaje. Pero su contribu,ción más audaz es el con­
la estructura o a la génesis, es decir al proceso de es­ cepto de filología, historicismo antropológico, la . no­
tructuraci6n del objeto de su conocimiento -lengua ción de que puede haber una ciencia de la mente que
y/o soeiedad- o bien a la interacción entre génesis y
: : ;��� ! 1 Para profundizar consultar : Mounin, G., Historia de la
estrµc\ura.
l
·

lingülstica desde los orígenes hasta el sig o xx, Madrid, Gredos,


En la te rcera .y última parte, con base a los plan­ 1 968 . y Collado, r A. , Historia de la lingü!stica, Madrid,
•ier.itos de Michel Pecheux y Regina Robín que g
Man old, S. A. , 1 97 3 . Wittgenstein, L., Philosophical Investi-
han ido conformando una concepción JI1atcrialista del gaiións, Oxford, Blackwell, 1953, p. 20.
· ·

71
6
72 SILVIA GUTIÉRREZ V., LUIS GUZMÁN G. Y SARA SEFCHOVICH

es la historia de su desarrollo, el darse cuenta que las quienes trataron de cumplir con las exigencias de A.
ideas evolucionan, que el conocimiento no es una red Comte en el campo del lenguaje. Establecer la lingüís­
estática de verdades eternas, universales, claras, ya sean tica como ciencia positiva significaba según ellos, que
platónicas o cartesianas, sino un proceso social. Que hay que aislar el objeto de la investigación (autono­
este proceso se puede rastrear a través de la evolución mía ) y constituir un aparato mediante formalizaciones
de los símbolos-palabras, gestos, cuadros, y sus patro- · que desembocaran en la formulación de leyes univer­
nes de alteración, funciones, estructuras y usos.2 sales, todo ello en analogía directa al establecimien·
El alemán G. Herder ( 1 744- 1 803 ) expresó tam­ to de leyes naturales en las ciencias exactas. El campo
bién su opinión sobre la naturaleza social del lengua­ de las analogías se había abierto : quienes estudiaban
je, en la segunda mitad del siglo xvm, opinión que en el lenguaje no dejaban de encontrar oportunidades para
cierta manera anticipó el concepto de "relatividad descubrir en ciertos rasgos del comportamiento lingüís·
lingüistica", desarrollado por B. L. Whorf y E. Sapir tico similitudes con los comportamien tos de los organis­
y el concepto de "juego de lenguaje" de Ludwig Witt­ mos ya identificados por los biólogós. Ya para entonces
genstein ( en su segunda etapa) . Según Herder, no so­ el lenguaje se había convertido en un objeto, separado,
lamente cada nación, sino también cada tribu y cada autónomo, que era posible observar en su funciona­
comunidad social por pequeña que sea, tiene su propio miento. Bopp, mucho antes que los neogramáticos
lenguaje. Herder sustentó la tesis de que el lenguaje ( 1833 ) , había afirmado en el prefacio de su Gramática
como herramienta, contenido y forma de los pensa­ Comparada: "lenguas de las que trata esta obra son
mientos humanos, conlleva diferentes tipos de pensa­ estudiadas por ellas mismas como objeto y no como
mientos y percepciones en los distintos pueblos. 3 medio de conocimiento".5• Un poco después Schleicher
Sin embargo estas opiniones sobre el carácter social ( 182 1 - 1 868) profundiza a través de las analogías, un
e histórico del lenguaje se vieron opacadas y fueron parentesco cuyo reconocimiento no dejaría de aparecer
relegadas al consolidarse la noción que llamamos "do­ con unos u otros nombres en las diferentes corrientes
minante" del lenguaje. Dicha consolidación se efectuó del análisis del lenguaje. La analogía con lo orgánico,
en el siglo XIX cuando el concepto alternativo del Mar­ hacía a la lingüística una ciencia natural : "Por cien·
xismo y de la an tropología cultural ya estaban en vías cia del lenguaje o glótica entendemos . . . el registro
de expresarse. y la representación científica de un organismo lingüís­
A principios de l siglo XIX predominó una concep­ tico en general y del organismo de las varias lenguas
ción del lenguaje con matices idealistas. Uno de sus o grupos de lenguas dados".6
representantes fue Wilhelm von Humboldt ( 1 767� El lenguaje, en otras palabras, se convirtió en un
1 835 ) . El objetivo que se propuso Humboldt fue el objeto natural como la mecánica o el magnetismo.
presentar los principios de una historia del espíritu El interés de los neogramáticos se concentró sobre todo
humano desde el ángulo del lenguaje. Para él, el len­ en encontrar leyes universales en la morfología y en la
guaje es una entidad "autónoma'', intelegible por sí fonología. Como ya había señalado Schleicher en 1860:
misma. El lenguaje no es producto de una actividad, "Excluimos de la ciencia de la lengua : a) la filosofía
no es obra de las naciones, sino una espontánea ema­ de la lengua, es decir, la teoría de la idea de la len­
nación del espíritu, como un don que les ha tocado gua, b ) el arte de hablar, es decir, la capacidad del
en virtud de su interno destino. Los lenguajes tienen empleo de las lenguas, e ) la filología . . . que requiere
una historia y se pueden observar diferentes estadios de la lengua en un doble respecto, como órgano, como
de madurez en su desarrollo, pero este desarrollo no condición, y además como manifestación del espíritu
depende, a su vez, de la historia real de los hablantes. de las naciones . . . excluimos todo esto y nos queda­
Una de las paradojas del desarrollo histórico de la mos con la noción de la glottis, de la ciencia de la
epistemología es que a partir de la segunda mitad del lengua rigurosa y pura que es esencialmente gramá·
siglo XIX, bajo la influencia del pensamiento positivis­ tica".7
ta, se reforzó un rasgo característico del idealismo que Con Ferdinand de Saussure ( 1 857- 1 91 3 ) se marca
consiste en autonomizar el lenguaje, aunque los posi­ definitivamente una tendencia que ya venía desde la
tivistas tenían como fin explícito superar el idealismo. lingüística histórica y su manifestación más rigurosa
Fueron los "neogramáticos" (junggrammatiker) , 4 ( los neogramáticos) : la de constituir un estudio del
en cuyas filas también había trabajado F. de Saussure lenguaje -que se apegara a las condiciones de una cien·
a finales de los años 70 del siglo . pasado en Leipzig; · cia estricta. Saussure en sus ponencias uaiversitarias,
que fueron editadas póstumamente como el Curso d-,
2 Berlíri, l., Cont racorriente, ensa,•os sobre historia de fiú
ideas,México, ·F.C.E., 1 983, p. 1 80 . 5 Citado por A; Jacob, en Int roducción ·a la· pkilOsophu
3 Herder, J., Essay on the origin of languaje, Nueva York, du langage, Parls, Galimard, . . 1 976.
Morán John, Ed. F. Ungar, 1 966. 6 Citado en Mier, R., Introducción al andlisi.r de textos,
4 Entre sus más destacados representantes se encuentran : Mé¡¡:ico, Terra No.va-UAM Xochimilco, 1 934, p. 16. · .
K. Brugmann ( 1 849- 1 9 1 9 ) , B. Delbruch ( 1 842- 1 92 2 ) y Her­ 1 Citarle en Weber, H., "El desarrollo hist6rlco y los cam·
man Paul ( 1 346- 1 92 1 ) . Sus estudios se dirigie ron a encontrar pos de la Sociolingüística", en Cuadernos de los AMMMLEX
l�yes uní\'e rsales en l(l morfología y. la fonología. núm. 2, México, p. 34.
DISCURSO Y SOCIEDAD 73

lingüística general ( 19 16) , radic;;llizó aún más el pro­ la polivalencia de las palabras llevó a los . neopositi­
grama propuesto por Schleicher : excluyó no sólo . el cistas a la idea de que el lenguaje no sólo era. un. me­
�pecto histórico, el uso concreto y los aspectos socio­ dio, sino también un objeto de la investigación. Según
lingüísticos que intervienen en el uso del lenguaje, sino Schaff esa fue una idea de gran transcendencia que
ante todo señaló explícitamente que el objeto de la elevó - mucho el interés por el lenguaje y dio impulso
lingüística como ciencia no lo constituye la suma de a las innumerables investigaciones sobre el problema
los conocimientos tradicionales sobre el lenguaje y las del lenguaje. Así éste se convirtió en un objeto pri­
disciplinas que tradicionalmente se ocuparon de él, sino mordial de investigación de la filosofía moderna que
el empleo de un método riguroso con el cual se buscan le sirvió de un instrumento particularmente agudo y
las relaciones y regularidades internas dentro de la preciso, a la lógica matemática.10
estructura superficial de la cadena de sonidos o letras. No es sino hasta finales de los años cincuentas que
Saussure afirma que la lingüística ha de ocuparse de N. Chomsky vuelve a dar auge a la lingüística, con su
la "lengua", y no del "habla" y además que no debe propuesta de una "gramática generativa", la cual cons­
ser la suma de los estudios en torno a las lenguas, so tituye en sí una revolución en la . lingüística, aunque
pena de perder su realidad. tiene todavía algunas de las características de lo que
La concepción tradicional de los estudios lingüís­ hemos denominado . la noción dominante del lenguaje.
ticos, comenzó a ser puesta en crisis a partir de 1 900 En Chomsky su afán cientificista de construir una cien­
por obra de filósofos y psicólogos en cuyas manos los cia · exacta, lo conduce a proponer una teoría lingüística
lingüistas mismos, específicamente los neogramáticos, que lo lleva a hacer abstracción de los comportamien­
habían puesto parte del objeto de la lingüística. Así tos lingüísticos auténticos y a relegar la variedad lin­
las nuevas direcciones al comienzo de nuestro siglo güística y el uso comunicativo de la lengua, al ocu­
partieron no del campo de la lingüística moderna, parse de un hablante-oyente ideal, imaginado en una
sino del de la filosofía. De ahí que por varios años la comunidad lingüística homogénea, que usa la lengua
filosofía del lenguaje haya sido el campo primordial de una manera perfectamente funcional respecto del
de las reflexiones sobre éste. sistema lingüístico. Sobre esto A. Ponzio, señaló "la
Del círculo de Viena surge la concepción del len­ gramática generativa es la gramática de un lenguaje
guaje que tiene como característica fundamental el totalmente normal, integrado, que termina con no te­
"convencionalismo". El punto de partida del conven­ ner nada que ver con el lenguaje concreto".11
cionalismo es la afirmación de que el conocimiento
científico se basa en una convención, y que al cons­ 1 .2. Los fundamentos teóricos de la lingüística con­
truir una ciencia en realidad producimos convencio­ temporánea: Saussure, Chomsky, Benveniste,
nes que se eligen desde el punto de vista de su con­
Austin
veniencia. Como señala Schaff, fue Le Roy el primero
en desarrollar consecuentemente la doctrina del con­ Los aportes más signif�cativos de las teorías del len­
vencionalismo, relacionándola con la filosofía del len­ guaje de F. de Saussure, N. Chomsky, E. :B�nveniste
guaje, . al decir que la teoría depende de la elección y J. A. Austin pued�n ser consideradéls como la base
del lenguaje. Esa tesis convencionalista pasó al neo­ fundamental de la lingüística con temporánea y tien,en
positivismo, coh tanta más razón cuanto que la con­ también gran relevancia para el análisis del discurso.
cepción neopositivista del lenguaje corno objeto único Con Saussure la lingüística toma por objeto no la
del análisis filosófico exige esa tesis. Todas las solu­ filosofía del lenguaje, ni a la evolución de las formas
ciones no convencionalistas del problema de la elección lingüísticas, sino ante todo a la realidad intrínseca de
del lenguaje plantean el problema de la realidad y de la lengua. Por eso tiende a constituirse como ciencia,
la relación "lenguaje-realidad".8 formal, rigurosa y sistemática, en oposición a los estu­
El neopositivismo, también llamado empirismo ló­ dios comparados de los neogramáticos. Hablar de
�co, con la filosofía del lenguaje que surgió a partir Saussure es hablar del Curso de lingüística general
de él, es la concepción radicalizada del convencio­ ( 1 9 1 6 ) y de los inicios del estructuralismo lingüístico.
nalismo. Al neopositivismo le interesaba establecer que C omo señala Benveniste la novedad de su teoría resid.e
el lenguaje, al que le había atribuido una categoría en una idea, rica en implicaciones que hizo falta mu­
tan elevada, era el producto arbitrario del hombre y, cho tiempo para discernir y desarrollar : que la lengua
por tanto, se hallaba sometido a su libre elección. Esto forma un sistema.12 La lengua es un sistema en el que
es precisamente el contenido del principio de toleran­ todas Ja<; partes pueden y deben considerarse en su
cia, que defendió C arnap ert · su obra modelo del neo­
positivismo. 9 El reconocimiento del peligro de una io Schaff, A., Lenguaje y conocimiento, México, Ed. Gri-
incorrecta utilización del lenguaje, debido en parte, a jalbo, 1 967, p. 77.
. .
11 Ponzio A. "Gramáticá transformacional e ideología po­
8Séhaff, A., lntrodtt cei6n a la sernánt ica, Méxieo, F.C.E., lítica", en ÚngÜEstiea y sociedad, Madrid, Siglo XXI Eds.,
1969, pp. 87-88. t 976, p. 1 06.
9 Camap, R., The l agicdl syntax of languaje, Londres, 1 2 Benveniste, E., Problemas de lingüística general� .tomo.

Routledge & Keagan Paul, 1 937.


_ I, México, Siglo XXI E<:ls., 1 985, p. 92.
74 SILVIA GUTIÉRREZ V., LUIS GUZMÁN G. Y SARA SEFCHOVICH

solidaridad sincrónica.18 Saussure enuncia así la pri­ tácticas ( 1 957 ) y Aspectos de la teoría de la sinta.ti.i
mada del sistema sobre los elementos que lo compo;.. ( 1965) .14
nen : "cuán i lusorio es considerar un término sencilla­ Chomsky considera que la función de la lingüística
mente como la unión de cierto sonido con cierto no es como en el enfoque taxonómico observar, des­
concepto. Definirlo a�í sería aislarlo del sistema de que cribir, clasificar y estructurar elementos de la lengua.
forma parte ; sería creer que se puede comenzar por Por eso propone construir una teoría general capaz de
los términos y construi r el sistema haciendo la suma, explicar el funcionamiento de la lengua. La gramática
mientras que, por el contrario. Hay que partir de la generativa se presenta como una gramática explicativa
totalidad solidaria para obtener por análisis los elemen­ y no simplemente descriptiva. La función de sus usua·
tos que encierra" (p. 1 57 ) , esta última frase contiene ríos es formular hipótesis explica ti vas que luego tratan
en germen todo lo que es esencial en la concepción de comprobar con el funcionamiento real del lenguaje.
estructural, aunque Saussure no use el término estruc­ En la teoría de Chomsky, específicamente en las
tura sino sistema. reformulaciones que hace en su planteamiento de las es·
Otra parte de la espina dorsal de la lingüística de tructuras sintácticas, la distinción entre la estructura
Saussure la constituye la dicotomía entre "lengua" y profunda ( que determina la i nterpretación semántica
"habla". La lengua dice, es la parte social del len­ de la frase) y la estructura superficial ( que determina
guaje, exterior al individuo, que por sí sólo no puede la interpretación fonética ) es fundamental para el ca·
ni crearla ni modificarla ; no existe más que en virtud rácter transformacional generativo de l a gramática que
de una especie de contrato entre los miembros de la tiene su base en la estructura mental que subyace a
comunidad. El habla, por el contrario, es la verifica­ las proposiciones.
ción individual de la facultad del lenguaje por la uti­ Para Chomsky la lengua es el proceso dinámico e
lización de la lengua o sistema de signos (pp. 57-58) . infinito de generación y de transformación de una ca·
Según Saussure, sólo la lengua constituye el objeto pacidad lingüística dotada de medios limitados en la
propio de la ciencia lingüística, "objeto bien definido cadena infinita de expresiones y de datos positivos del
en el conjunto heteróclito de los hechos del lenguaje" lenguaje ; luego entonces, la lengua puede definirse
(p. 58) . El concepto de lengua i ntroduce en su defi-' sólo a nivel de la competencia, entendida ésta como "ca·
nición el concepto de signo : la lengua es un sistema pacidad lingüística". De aquí se deriva su dicotomía
de unidades de sentido. El signo lingüístico es suscep­ entre competencia y performancia ( o ejecución ) que
tible de una doble definición : es a la vez una entidad es parecida a la dicotomía lengua-habla de Saussure
referencial, en tanto que es la unidad entre el signifi­ (au nque para Chomsky la lengua no es un simple
cante y el significado y una unidad diferencial, en "sistema de signos", o inventario de términos, sino
tanto que define por el lugar que ocupa en relación un "sistema de procesos generativos" ) . Para Chomsky
con otros signos dentro del sistema. la competencia es el conocimiento que tiene el sujeto
Si bien la d icotomía lengua-habla y el énfasis en parlante del sistema de reglas gramaticales y la per­
el estudio de la lengua le permitió a Saussure dar formancia ü ejecución es el uso del lenguaje, pero este
un estatuto científico al estudio de la lengua, al haber sujeto parlante no es un sujeto real sino un sujeto hi·
relegado al habla del estudio científico de la lingüís­ potético. Para él la tarea de la lingüística se reducirá
tica Saussure excluyó todo lo que en el lenguaje es a explicitar dicho conjunto de reglas ; es decir se con·
arma y juegos de lenguaje (Wittgenstein ) . Es decir cen trará en el estudio de la competencia y no de la
excluyó la posibilidad de analizar el discurso, ya que ejecución. La misma crítica que emitimos sobre Saus·
negó la viabilidad de analizar el lenguaje como medio sure en relación a la eliminación del discurso del es­
de acción, de encubrimiento, etc. Lo que Saussure pri­ tudio de la li ngüística es aplicable a la teoría lingüís·
vilegio es su teoría fue el estudio del objeto ( la len­ tica de Chomsky.
gua ) y relegó al sujeto ( el habla) , y se concentró en Como señala Widdowson ni la "lengua" de Saus·
la estructura del lenguaje en lugar de la génesis.
sure, concebida como un sistema estático, ni la "com·
La aproximación chomskyana a la problemática petencia" de Chomsky, entendida como el conocimiento
del lenguaje nace de la convergencia de la perspecti­ del sujeto ideal de dicho sistema, incorporan los as·
va de la lógica simbólica y de la m atemática, - además pectos del lenguaje . como un todo que se relaciona
de la lingüística, y se propone superar los límites ·de la a los procesos de variación y cambio que son carac·
lingüística estructural debido a su carácter "taxonó� - terísticos. · del comportamiento lingüistico.15
mico" o clasificatorio. La propia teoría lingüística · de : · No �s. sino hast_a la aparición de l a teoría de la
Chomsky ha sufrido transformaciones respecto a su
enunciación y sobre todo de la de los actos de habla,
formuladóri originaria, como resulta evidente si consi­
deramos su dos obras fundamentales Estructur� 4n;.. -
14 Chomsky, N., Estru c turas sintácticas, México, Siglo
XXI -
Eds. 1 974-. Aspectos de la teorfa de. la . sintáxis, . Madrid,
1 3 Sussure, F., Curso de lingüística general, Buenos A i res, AguÜar, Ú)7L
. .. . .

Lazada, 1 96 1 , p. 1 24. L�s demás citas se referitln . a esta 11; Widdowson, H. G., Exploratio.ns in Apllied Li11guisli�·1,
c.�ici{m.. Londres, Oxford Universi ty Press, 1 979,. p. 1 1 3 .. · ·
DISCURSO Y SOCIEDAD 75

que se sientan las bases para una lingüística del dis­ -ferentes formas de acuerdo a la situación en la que
curso. La teoría de la enunciación, formulada inicial­ se emite, así este enunciado también puede ser, por
mente por el círculo lingüístico de Praga y retomada ejemplo, una advertencia.
posteriormente por Benveniste,16 introduce la impor­ Posteriormente a la luz de la hipótesis "hablar es
tante distinción entre enunciación y enunciado, conci­ hacer" Austin llegó a su división tripartita de los actos
biendo el lenguaje como un proceso de comunicación de habla. Según él un enunciado, en el momento de su
en el que es necesario distinguir el acto de comunicar enunciación puede desempeñar tres funciones diferentes
(que implica un emisor y un destinatario) y aquello ( aún cuando no constituyen propiamente actos distin­
que se comunica o se enuncia. Esta teoría postula que tos, sino tres subactividades analíticamente discernibles
el acto de enunciación deja siempre sus marcas o hue­ en cada ejecución lingüística o acto de habla) :
llas en lo enunciado, donde es posible detectar catego­
rías lingüísticas que sólo tienen sentido por referencia a) Puede ser un acto locutivo. Éste se refiere al
a la situación de comunicación ( o de enunciación) .
acto de decir en sí, es decir a la producción de un
Como se puede ver, la teoría de la enunciación enunciado significativo (con un cierto sentido y una
abre un nuevo espacio a la lingüística. Éste es el mo­ cierta referencia) .
mento en que el sujeto parlante se apropia de la b ) Puede ser al mismo tiempo un acto ilocutivo.
lengua para producir un discurso en un momento y Éste es un acto realizado al decir algo, por ejemplo
en un lugar histórico. Por lo tanto el objeto ya no es hacer una promesa, emitir una orden, etc. Se refiere
la lengua y su estructura, ni siquiera las reglas que básicamente a la intención del enunciado.
engendran desempeños verbales, sino el fluj o continuo c ) Puede ser también un acto perlocutivo, en la
del acto de hablar detectado por medio de las marcas medida en la que produzca determinados efectos. Es el
que depositan en el discurso los diferentes factores que
acto realizado por medio de decir algo : persuadir a
entran en juego en la enunciación. alguien de que haga algo, mover a uno a la ira, etc.
El reconocimiento de que el lenguaje no sólo sirve
para informar o comunicar sino también para persua­ Fue a partir de esta teoría de los actos de habla
dir, convencer, luchar, etc., se vio enriquecido con la que se empezó a hablar de la dimensión pragmática
teoría de los actos de habla. Una de las características de los enunciados, es decir de la inserción del acto
más interesantes de ésta, que fue introducida en la fi­ lingüístico en el contexto social dentro del cual se
losofía del lenguaje ordinario por J. A. Austin en desarrolla la comunicación. También a partir de los
1962) ,1� es el reconocimiento explícito de la dimensión aportes de esta teoría se desarrolla la lingüística del
social o interpersonal del comportamiento lingüístico. texto que posteriormente describiremos.
Para Austin al producir un enunciado es entablar u n
cierto tipo d e interacción social. A l respecto e s nece­
sario mencionar las similitudes de esta concepción del 1 .3. De la semiología saussuriana a la semiótica
lenguaje con la teoría de Wittgenstein del "juego lin­ narrativa: Greimas, Kristeva
güístico", ya que ambas destacan la importancia de Ahora pasaremos a describir las diferentes corrien­
vincular las funciones del lenguaje a los contextos tes que se han derivado de la corriente semiológica,
sociales en que operan las lenguas. que ha tenido repercusiones importantes en el análisis
Una de las premisas básicas de la teoría de Austin del discurso. La semiología es un proyecto de Saussurc,
es que el decir algo es en cierta manera un tipo de quién la concibió como una ciencia general de los
hacer. Este lenguaje-acción se contrapone al lenguaje sistemas de signos que funcionan en el seno de la vida
puramente declarativo o constativo. De ahí que la pri­ social. Según esta concepción la semiología se ocu­
mera distinción que hiciera Austin fuera la de los enun­ paría de estudiar, entre otras cosas, sistemas de signos
ciados constativos y los performativos. Los primeros como los de la escritura, el alfabeto de los sordomu­
son enunciados que como su n ombre lo indica mera­ dos, los ritos simbólicos, etc.
mente constatan, informan, mientras que los perfor­ No es sino hasta la década de los sesenta que en
mativos o ejecutivos llevan a cabo una acción, como sentido extensivo el proyecto de Saussure toma cuer­
la de prometer, sugerir, etc. Distinción que en un mo­ po, gracias a los trabajos de Roland Barthes,18 quien
mento fue fundamental pero que después reformuló puede ser considerado como el fundador de la semio­
ya que el decir algo también es una forma de hacer. logía. Aunque dicha semiología nace bajo la influencia
El enunciado "el gato está en el tapete" no solamente dominante de la lingüística estructural ésta se ve obli­
constata algo sino que puede ser interpretado de di- gada a tomar distancia de la lingüística y a delimitar.
su campo más allá de las fronteras tan rigurosamente
lG Benveniste, E ., "El aparato formal de la enunciación" trazadas en torno a sí misma por Ja lingüística estruc-
en Problemas de Lingülstica General, tomo 11, México, Siglo
XXI Eds., 1 983. 18 Consultar : R. Barthes, Mitologías, México, Siglo XXI
11 Austin, J. A., How to do things with words, Londres,
Eds., 1 980 y El grado cero de la escritura, México, Siglo
Oxford University Press, 1 962. XXI Eds., 1 973.
76 SILVIA GUTIÉRREZ V., LUIS GUZMÁN G. Y SARA SEFCHOVICH

tura!. Como señala · Verán, la primera semiología "se tos que hacen posible la sig11ificación, "1a única manera
constituyó por un doble movimiento expansivo.� Se tra­ de imaginar la captación del sen tido".22
taba, por una parte, de reclamar como campo de tra­ Es difícil explicar aquí en pocas líneas el model<>
bajo el de los fenómenos 'transfrásticos' (y desde este de análisis propuesto por Greimas, ya que no existe m1
punto de vista, el objeto de la semiología comenzaba modelo de análisis sino más bien una matriz te6rica­
más allá de la frase) y por otra parte, la semiología, metodol6gica de la cual se pueden derivar varios
en tanto proyecto de una ciencia general de los signos, tipos de análisis, dependiendo de lo que uno quiera
apuntaba al estudio de una multiplicidad de materias analizar. Por lo que para los fines de este recorrido
significantes no lingüísticas (gestualidad, imágenes, et­ describiremos una de las aplicaciones basadas en dicho
cétera) ".19 modelo teórico-metodológico que es él análisis predi­
La relevancia del proyecto semiológico de Barthes, cativo.
según Calvet, es que es un proyecto de "dar una ojea­ El llamado "análisis predicativo" permite hacer una
da política al signo, y en último extremo, de constituir desagregación del discurso a partir de la frase. Esta
una semiología general del mundo burgués".2 0 En par­ unidad discursiva está sometida a reglas de construc·
te de su obra Mitologfos, Barthes se propone claramente ción que provienen del modelo sintáctico. La norma
desenmascarar en los signos cotidianos de la burguesía gramatical determina que cada una de ellas está for·
las falsas evidencias, "lo que cae por su propio peso", rnada por la combinación sujeto-predicado. Al hacer
lo "verosímil" , los mi tos ; en una palabra, las ideolo­ el análisis de los predicados, se obtiene en primer lugar
gías que concurren siempre a un idéntico fin : deshis­ información sobre cómo son ( qué conjunto de cuali·
torizar la historia y universalir lo contingente. dades tienen) y qué hacen ( que esferas de acción desa­
El análisis estructural del relato también ha ocu­ rrollan ) los sujetos. Pero más allá de este nivel, el
pado un lugar importante den tro del ámbito de la análisis de los predicados permite también sobrepasar
primera semiología. Sin embargo sus orígenes no par· el concepto del sujeto, determinado como una forma
ten del estructuralisrno, sino del formalismo ruso. La de ser y de hacer particular. El conjunto de las fun·
aparición de la Morfología del cuento ( 1 928) de V. ciones y calificaciones que emanan de la totalidad de
Propp marca el inicio del análisis estructural del relato los predicados presentes en u n discurso, permite recom·
que sigue siendo el punto de referencia obligado para poner a los sujetos dentro de conjuntos existenciales
los que se dedican a l · análisis literario. y accionales donde varios sujetos específicos se unifican
constituyendo de esta manera actantes.
Resulta difícil enumerar aquí los diferentes desarro­
llos del análisis estmctural del relato. Basta por el mo­ El concepto de actante se refiere a una función
mento señalar la obra de A. J. Greirnas la cual ofrece semántica, a la definición de una forma de ser o hacer
posibilidades de aplicación en el análisis del discurso. que puede ser llevada a cabo por diferentes sujetos
El análisis semiótico del discurso elaborado por A. J. sintácticos o encarnada por diferentes actores o perso­
najes particulares. El concepto de actor o p e rson aje se
Greirnas se inició con el encuentro de las escuelas euro­
refiere a aquel que encama en un relato particular una
peas ( Saussure y Hjelrnslev ) y los trabajos de Propp.
o varias formas de ser o hacer, es decir, uno o varios
El objeto de la semiótica:, de acuerdo a este autor es el
actantes.
análisis de todo lo que tiene, o puede tener sen tido para
el hombre ; es decir se encarga del estudio de los sis­ Una vez que se ha desagregado el discu rso a través
temas de significación. de la clasificación de las funciones y calificaciones ex­
traídas de los predicados y se han constituido los actan­
La hipótesis de Greirnas postula que "todo universo
tes, Greimas propone un modelo para reconstruir el
de sentido, cuales quiera sean sus modalidades o su
discurso dentro de una estructura narrativa totalizante.
ámbito de expresión comporta una estructura que re­
Este es el modelo actancial. Dicho modelo postula la
mite, en último análisis, a Ja forma en que el hombre
existencia de una estructura que fija las relaciones red.
organiza su experiencia (estructura que varía, obvia­
procas y el medio de existencia en común de los actan·
mente, de acuerdo a las condiciones socioculturales de
tes. Por la existencia de esta estructura, cada actante
producción y de lectura. ) 2 1
presente en un discurso ocupa necesariamente un lugar
Corno la perspectiva semiótica se tra ta de un inten­ en algunos de los ejes presentes en toda narración o
to de descripción del sentido, la semiótica greirnasiana acontecimiento disursivo, el uso del modelo actancial
atribuye una gran importancia a la estructura sintác­ permite descubrir, tras la fragmentación producida por
tica de los fenómenos de significación. En efecto, dice el análisis predicativo , la unidad totalizante del dis­
Greimas, la sintáxis es precisamente uno de Jos elernen- curso, el que se reconstituye como un universo, como
un todo de significación, como un "espectáculo" ce­
r n · Veron, E., citado en Giménez , G., "Lingüística, semio­
rrado.
logía y análisis ideol6gico", en Literatura, ideología y lenguaje,
México, E d . Grijalbo, 1 9 76.
Aun cuando sea muy someramente no se puede de-
2ºCalvet, L . J . , Roland Barth es, París, Payot, 1 9 73.
21Courtes, J., Levi-Strauss et le cont raintes de la pensée 22 Greimas, A. J., "Un probleme de semiotiquc narrative :
mythique, Mame, París, 1 9 73, p. 1 3- 1 4. les objects de vaelur, Langages, núm. 8, París, 1 9 73, p. 1 6.
DISCURSO Y SOCIEDAD 77

jar de mencionar la contrapropuesta que plantea Julia Por último y lo más preocupante, es que este pro­
Kristeva 23 a la lingüística y al esbozo de semiología de yecto teórico plantea a la semiótica como un modelo
Saussure. de formalización de sistemas significantes que podrían
Kristeva utiliza el concepto marxista de producción aplicarse también al "texto social" -en los términos
en el campo de la lengua para proponer la concepción de Kristeva- es decir, a todas las prácticas sociales, de
de la lengua como productividad -a diferencia del las cuales la literatura es sólo una de ellas. En pocas
privilegio saussuriano a la sincronía-. Sobre esta base palabras, este proyecto semiótico enfoca a todas las
plantea la práctica social significante, con la cual el prácticas sociales en un mismo nivel.
objeto literario se enfoca no como discurso sino como
texto, entendiéndolo como un proceso de producción
1 .4. La lingüística del texto: Van Dijk
de significados. De esta manera ubica al discurso en el
plano del intercambio o circulación de significados. Ade­ La lingüística del texto está directamente relacio­
más se trataría de "sorprender" o aprehender. el sen­ nada al desarrollo de la pragmática y a la teoría de los
tido en el mismo proceso de producción y formalizar actos de habla. Según T. Van Dijk 24 uno de sus re­
más la estructuración que la estructura de ese sentido. presentantes más importantes, no es un método o una
En estrecha relación con lo anterior y con los des­ teoría específica sino una rama de la lingüística que
arrollos teóricos de Althusser sobre la ideología, Kris­ cubre todo el tipo de actividades en las que son estu­
teva destaca la concepción de esta, ya no como un diados los textos por medio de herramientas lingüísticas.
conjunto finito de mensajes sino como principio gene­ Para este autor, la lingüística del texto surgió como
rador de mensajes, y, consecuentemente, propone el resultado de una serie de cuestionamientos del paradig­
concep to de competencia social, confluente con el tér­ ma dominante ( el chomskyano ) que prevalecía en la
mino de la dicotomía chomskyana ( competencia-eje­ teoría del lenguaje. El primero de ellos provino de
cución, ya vista párrafos arriba) pero, a la vez, supe­ la pragmática y de la sociolingüística : es el principio
rando la ausencia en ésta de lo social. En esta perspectiva básico de que una gramática no debe construirse sobre
se establece una vinculación en tre texto e ideología. la base de intuiciones lingüísticas problemáticas, sino so­
En dicha vinculación, aun cuando el texto no puede bre observaciones del verdadero uso de la lengua, y que
darse sin la ideología, aquel no "traduce" a ésta sino la lengua en uso debe estudiarse también en términos
que la asume y la integra en una dinámica que le es de actos de habla. El segundo ocurrió en la filosofía y
propia. Por lo tanto, la presencia de la ideología en la lógica : se propusieron modelos más adecuados y for­
el texto no puede concebirse en términos de "reflejo" . males para explicar el sentido y la referencia de las ex­
A ese modo de presencia de la ideología en el texto, presiones. El tercer acontecimiento y el más importante
Kristeva lo llama ideologema, el cual no subyace a fue, el intento de construir una gramática del texto que
aquel como un producto inerte sino que está presente diera cuenta no sólo de las oraciones realizadas mediante
con una función productiva y un principio de estruc­ las emisiones de hablantes nativos, sino también de las
turación. Por lo mismo, la ideología como sistema de relaciones entre oraciones, o sea de los textos enteros
significaciones, se presenta en y por la materialidad subyacentes a estas emisiones.
de las prácticas sociales significantes. Algunas de las características fundamentales de la
Con sus desarrollos, Kriseva critica la visión althus­ lingüística del texto son las siguientes : a) que en su
seriana de la ideología, en la cual sólo es relevante su gramática se da cuenta de la estructura lingüística de
función histórico social, olvidando o soslayando la ma­ emisiones completas y también de emisiones de secuen­
terialidad específica dentro de la cual se produce el cias de oraciones ; b) que en el análisis se va más allá
lenguaje y la significación. de la frontera de la oración ; y c) que incluye unidades
Así pues, en la perspectiva semiótica de la autora suprasentenciales tales como la noción semántica de
hay un primer encuentro, un primer intento formal de macroestructura y macroregla, aporte que ha sido fun­
confluencia teórica entre lengua, discurso, texto, socie­ damental en el desarrollo del análisis del discurso.
dad e ideología. Algunas de las críticas que se ha hecho a la lingüís­
Sin embargo, con base en la crítica que hace Gimé­ tica del texto es que la mayoría de los análisis que se
nez a estos aportes, estos aun cuando resaltan la pro­
han llevado a cabo se concentran más en el aspecto
ductividad no dan un peso suficiente a la dimensión
lingüístico que en el social o psicológico del lenguaje.
de producto que tiene la ideología. La influencia de esta
Sin embargo el propio Van Dijk 25 ha manifestado que
dimensión en la trama social es enorme y como pro­
para que un estudio interdisciplinario y serio, tenga
ducto, es quizá el más reacio a desaparecer en cual­
relevancia, este debe tener como objeto de análisis un
quier sociedad.
objeto social bien definido.
23
Ver "lingüística y análisis ideol6gico" de G. Giménez,
en ideologia y lenguaje, México, Ed. Grijalbo,
Literatura, 24 Van Dijk, T., Estructuras y funciones del discurso,
1976, en quien nos basamos para estas notas. Carontini E. , México, Siglo XXI Eds., 1 973 y La ciencia del texto, Barce­
Peraya D., Elementos de semi6tica general el proyecto semió­ lona, Ed. Paid6s Comunicaci6n, 1 980.
tico, Gustavo Gilí, Colecc. Punto y Línea, Barcelona, 1 979. 25 Conferencia de au tor. El Colegio de México, 1 986.
78 SILVIA GUTIÉRREZ V., LUIS GUZMÁN G. Y S ARA SEFCHOVICH

2. Otras · Perspectivas pre) que como él mismo dice, pre tendía -culturizar a
fondo la naturaleza, es decir, afirmar que nada es na·
Como se ha podido ver tanto en el recorrido his­ tura! sino todos es histórico y que la cultura es un con·
tórico como en los demás apartados de esta sección, la junto de lenguajes montados unos sobre otros y no en·
lingüística, o más bien el estudio del lenguaje, ha per­ gendrados. Por eso habla de la pluralidad de sentidos
manecido incólume a las influencias que las diferentes en un texto, y por eso se opone a la concepción "cien·
corrientes epistemológicas han tenido en el ámbito del tífica" en boga que buscaba modelos y estructuras fijas
conocimiento. El positivismo llevó al estudio de la len­ · a las que tod o se adaptaba y desde las que todo se
gua a un intento de advocarse a los procedimientos explicaba. Barthes se niega a lo positivo, a lo fijo, a
de las ciencias naturales, y a la búsqueda de leyes uni­ lo ahistórico y su negativa está presente en su cambian- ·

versales. El historicismo también influyó en alguna s te obra que él resume así : "la primera sacudida fue la
corrientes que se preocupaban más por el carácter his­ desmitificación estructuralista que luego se inmoviliz6
tórico y social del lenguaje. En el neopositivismo el en una repetición, la que se quiso desplazar haciendo
lenguaje no sólo tuvo un lugar fundamental, sino que ciencia, la ciencia semiológica, que quería un método
a veces fue el objeto central de las reflexiones episte­ para seguir el mismo objetivo pero hubo que apartarse
mológicas de esa corriente. de ella porque faltaba lo imaginario, el deseo, la reivin·
Sin embargo hay autores que si se preocupan por dicación del cuerpo. Así nació la teoría del texto que
los cambios en el ámbito del conocimiento y los apro­ también amenazó con petrificarse. ¿ A dónde ir? En
vechan para elaborar teorías desde otras perspectivas eso estoy". 26
como el estructuralismo y el marxismo. Estas palabras fueron dichas en 1 975. Su lucha con­
Hay dos pensadores que aunque no se pueden ins­ tra toda petrificación lo condujo hasta "el placer del
cribir ni en el campo preciso de la lingi.i. ística ni en el texto". Suya es la obra de un descifrador de los lengua- •

de una concepción materialista del discurso, deben sin jes. Eso es lo único que siempre permaneció, lo que le
embargo incluirse en este recorrido por su importancia
interesó. Como afirma Robín "En realidad el objeto
"provocadora" porque dan ideas y obligan a replan­
de sus investigaciones fue más la sintornatología del
tearse los problemas.
mundo burgués que su semiología, una puesta al día
Ellos no reconocen una vertiente teórica, ni les in­
de la mentira social más que del mensaje social".
teresa proponer metodologías que se pudieran seguir
sino que sus planteamientos tienen por objeto cuestio­
nar, entre otras cosas, las formas mismas de hacer 2.2. El análisis del discurso de Foucault
ciencia.
Aunque las reflexiones sobre el lenguaje no cons·
tituyen el interés principal de los trabajos realizados
2.1 . La semiología de Barthes
por M. Foucault , existen en varias de sus obras, en
A Roland Barthes le preocupó desmitificar lo que pa­ específico en La Arqueología del Saber y en El Orden
rece natural por histórico ( él le llamó la "doxa", que del Discurso� ciertas propuestas para el análisis del dis­
es lo aceptado y establecido ) y así . dar cuenta de las curso.
prácticas sociales a través de sus sistemas de objetos Foucault hace una distinción entre él análisis de la
( mobiliario, vestido, etc. ) que son lenguajes no lin­ lengua ( o análisis lingüístico ) y el análisis del discurso.
güísticos. El análisis de la lengua tiene por objetivo determinar
Barthes elaboró, a partir de la concepción del signo según que reglas podrían construirse otros enunciados
y de sus categorías formales, un análisis de los sistemas semejantes, mientras que el análisis del discurso parte
de connotación por oposición a los fenómenos denota­ de una cuestión muy distinta :
tivos. El análisis semiológico y el de las ideologías en­
contraban así un primer punto de convergencia al "Se trata de captar el enunciado en la estrechez y la
definir a los sistemas semánticos como centro de las singularidad de su acontecer; de determinar las condi·
significaciones ideológicas. En esta semiología, la ideo­ ciones de su existencia, de fijar sus límites de la manera

logía aparece como un conjunto de significados segun­ más exacta, de establecer sus correlaci ones con los otros
enunciados que pueden tener vínculos con él, de mostrar
dos ( es decir, de connotación ) que excluye de su ámbi­
que otras formas de enunciados excl uye " . 2 7
to a los significados denotados y también al nivel previo,
el de los procesos de producción de los mismos.
Para Foucault lo importante no es analizar las re·
Lo que le interesaba es conocer cómo se construye
glas que determinan la producción de enunciados, es
el sentido, cómo la sociedad produce los estereotipos,
decir el análisis de la lengua per se, sino más bien ana·
y saberlo era para él un objeto político, que le permi­
!izar los enunciados tal y como aparecen en el discurso
tiría "golpear a la pequeña burguesía" y "reinstaurar
la crítica". Su trabajo empezó con un método deduc­ 2sBarthes por César González en "Roland Barthes, ese
tivo, luego uno clasificatorio ( basado en el estructu­ franco tirador", IIF-UNAM, mimeo.
ralism o que analiza sobre todo contenidos) y por fin 21 Fouc aul t, M., La arquelogía del saber, Siglo XXI Eds.,

terminó con uno histórico ( aunque antigenético siem- México, 1 983, p. 45.
DISCURSO Y S OCIEDAD 79

y tratar de ver por que se dan esas c.ombinaciories y eiones en ft.incionamiento, transformaciones) se dirá por
en qué situaciones. convención que se trata de una misma formación clis­
cursiva". 31
"La cuestión que plantea el análisis de la lengua a pro­
p6sito de un hecho cualquiera de discurso es siempre Así Foucault trata de evitar palabras demasiado
esta : ¿según qué reglas podrían construirse otros enun­ "preñadas de condiciones" y de "consecuencias inade­
ciados semejantes? La descripción de los acontecimien­ cuadas" para designar semejante dispersión como "cien­
tos del discurso plantea otra cuestión muy distinta : cia", o "ideología", o "teoría", o "dominio de obje­
¿c6mo es que ha aparecido tal enunciado y ningún otro
tividad".
en su lugar? 28
En Foucault la noción de discurso es la siguiente :
"Se llamará discurso a un conjunto de enunciados
El discurso por lo tanto no es reducible ni a las re­ en tanto que dependen de la misma formación discur­
laciones dentro de las cuales es realizado su objeto ni siva ; no forma una unidad retórica o formal, indefini­
a las relaciones donde se engendran sus efectos. Foucaul t
damente repetible y cuya aparición o utilización en la
no niega la realidad extra-discursiva, solamente espe­
historia podría señalarse ; está constituido por un nú­
cífica que el análisis del discurso debe . dar prioridad mero limitado de enunciados para los cuales puede
a su objeto teórico-el discurso.
definirse un conjunto de condiciones de existencia.3 2
Parte de una definición del enunciado muy diferente
Otra cuestión esencial en Foucault la relación entre
a la que tradicionalmente se maneja. Para él, el enun­
discurso y poder. Como señala :
ciado no es una unidad del mismo género que la frase,
la proposición, o el acto de habla, pues no nace de los "El discurso no es simplemente aquello que traduce la
mismos criterios, pero tampoco en una unidad como lucha o los sistemas de dominación, sino aquello por
podría serlo un objeto material que tuviera sus límites lo que y por medio de lo cual se lucha, aquel poder
y su independencia. El enunciado es una función : del que quiere uno adueñarse".33

"El enunciado n o es, pues, una estructura ( es decir un Para Foucault el poder permea toda práctica dis­
conjunto de relaciones entre elementos variablei;, que cursiva : "En toda sociedad la producción del discurso
autorice así un número quizá ( infinito de modelos con­ está a la vez controlada, seleccionada y redistribuida
cretos) , es una función de existencia que pertenece en por un cierto número de procedimientos que tienen por
propiedad a los signos y a partir de la cual se puede
funci6n conjurar los poderes y peligros, dominar el
decidir, a continuación por el análisis o la institución,
acontecimiento aleatorio y esquivar su pesada y terrible
si "casan", o no, según que reglas se suceden o se yux­
materialidad" .34
taponen, de que son signo, y que especie de acto se
encuentran efectuando por su fommlación ( oral o es-
Otro aspecto importante en la concepción del dis­
crita) ".• curso de Foucault es la historicidad. La práctica dis­
cursiva se define en relación a "un conjunto de reglas
Como él lo señala lo que le interesa es analizar. las anónimas, históricas, siempre determinadas en el espa­
relaciones internas de un conjunto de enunciados, dis­ cio y el tiempo, que han definido en una época dada
persos en el espacio no-dimensional en que se distribu­ y para una era social económica, geográfica y lingüís­
yen, así se plantea la tarea de buscar : tica dadas, las condiciones de ejercicio de la función
enunciativa;'. s:i
"un orden en su aparición sucesiva, correlaciones en su
simultaneidad, posiciones asignables en un espacio co­
mún, un funcionamiento recíproco, transformaciones li­ 3. La Concepción Materialista del Discurso
gadas y jerarquizadas".30

El reexamen de la producción lingiiística desde una


Para Foucault la localización de lo que él domina perspectiva marxista, cobró auge en Europa después
"fonnas de repartición" y "sistemas de dispersión" im. del año clave sesenta y ocho. Decir "perspectiva marxis­
plica la determinación de las relaciones entre los enun­ ta" significaba entonces insistir en el aspecto pragmático
ciados. De aquí plantea su definición de "formaciones y social de la lengua, a partir de lo planteado en los
discursivas" : textos de Marx y Engels. Para el primero de ellos, el
lenguaje es tan viejo como la conciencia y naci6, como
"En el caso de que se pudiera describir, entre cierto
ésta; de la necesidad de intercambio con los demás
número de enunciados semej ante sistema de dispersión,
hombres. Engels por su parte, relacionó el lenguaje no
en el caso de que entre los objetos, los tipos de enun­
ciación, los conceptos, las elecciones temáticas, se pudiera
st Idem.
definir una regularidad ( un orden, correlaciones, posi-
3ll lbid., p. 1 98.
asFoucault, M., "El orden del discurso", A rchivo de
18 lbid., p. 1 4. Filoso/la, México, Ediciones Populares núm. 4, p; 5.
211 !bid., p. 145. ª' !bid., p. 4.
80 !bid., p. 62. 811 Foucault, M., La arqueologta
del Saber, op. cit., p. 1 98.
80 SILVJ .\ GUTIÉRREZ
• V.;. LUIS GUZ�LW G. Y SARA SEFCH OVICH

sólo con el pensamiento como lo hacia la· tradición nes ·discursivas interrelacionadas . que ·determinan · lo que
idealista, sino también con el trabajo que es la adivi- puede y debe ser dicho a partir de una posición en una
dad que distingue al hombre del animal. ·
· ·
coyuntura. Toda formación discursiva surge de condi·
Así pues, se imponía una nueva perspectiva. según la ciones de · prodücción ( históricas) específicas. Por. lo
cual el lenguaje se consideraba práctica social, proceso tanto, el trabajo consiste en dar cuenta de los procesos
de producción de significados. A continuación presen­ que rigen la selección discursiva y su secuencia, y esto
taremos un esboso del trabajo de dos de los representan­ en función de las condiciones precisas en que ellas se
tes más importantes de esta tradición M. Pecheux y producen (a ésto le llaman "semántica discursiva" ) .
R. Robín. En un artículo de 1 975 -"Puntualización y pers·
pectivas sobre el análisis automático del discurso", Pe·
3 . 1 . El analisis del discurso de Pecheux y Robin cheux pone un marco teórico en el que articula tres
regiones : el hismat ( materialismo histórico) como teo­
Pecheux era filósofo. Su preocupación · estuvo en pro:. ría de las formaciones sociales y de sus transformacio­
blemas que durante los años sesenta, época de su ju­ nes incluida la teoría de las ideologías ; la lingüística
ventud, estaban en plena constitución en Francia : las -como teoría de sintaxis y de procesos de enuncia·
teorías de las ideologías. Para estudiarlos retoma la ción- y la teoría del discurso que es la de la determi·
semántica:, pero alejándola de sus connotaciones língüís:.. nación histórica de los procesos semánticos. Él quiere
ticas para convertirla en punto de intersección de la articular estos tres campos teóricos, · y su ú lti mo libro
filosofía las ciencias de las formaciones sociales Y fa (Les vérités de la Palice) , intenta cumplir ese deseo.

lingüísti a, con sus contradicciones. En su primer . libro En este texto, además de retomar su afirmación filo­
Análisis automático del discurso, ya hablaba de un sófica de la independencia del mundo exterior respecto
salto hacia la teoría del discurso que se preguntara no del sujeto, ( lo que Althusser llamó "una teoría ·no
sólo lo que dice el tex to sino su funcionami�nto y las subjetiva del sujeto' ' ) . Pecheux plantea que si bien es
reglas que lo hicieron posible. La importancia de este cierto que la lengua posee una autonomía relativa, sus
texto es la consideración de la lengua como lugar ma­ propias leyes internas y · estructuras, en la medida en
terial donde se realizan los efectos de significación. 36 que es la base de todo discurso, debe verse más allá que
En su segundo trabajo importante "La semántica desde una pura perspectiva lingüística : "El discurso
y la ruptura saussuriana" de 1 97 1 sostiene Pecheux que no es una manera individual de hacer concreta la abs·
el núcleo de la ruptura de Saussure lo constituyó el tracción de la lengua ; no se trata de un uso o de la
principio de subordinación de la significación al . valorJ realización de una función. Por el contrario, .el concepto
principio que ya hablaba de la lengua como � n �is�ema de proceso discursivo pone en su lugar la noción ideo­
y del sujeto como algo que queda, en tanto � ndividuo, lógica del habla. Las contradicciones que se desarrollan
fuera de él, o más bien, el sistema le . trasciende. De a través de la lengua, son ideológicas y discursivas y se
ahí el autor y sus colaboradores pasan más allá .hasta inscriben en las contradicciones que existan en las rela·
:
afi mar dos conclusiones : la materialista según la cual ciones iqeológicas de clase". Así pues, el funcionamiento
el mundo exterior es independien te del sujeto y la de lingüístico, como el lógico, no son . neutros sino que Ja
que el lazo que une a las condiciones sociohistóric� ideología los envuelve y pone en juego las relaciones
con las significaciones de un texto no es secundano ( sea en la forma de · preconstruidos, por las articula·
sino constitutivo de las mismas significaciones. Y es ahí cionei o en fin, de otras maneras) . Lo pensable, afirma
donde rompiendo con Saussure pasa Pecheux a una so­ Pecheux; está enmarcado por ( condicionado por, limi·
ciología y convierte a la pareja lengua/h�bla. en otra tado por) lo lógico y lo · li ngfüstico, por la ideología.
de creatividad/sistema donde uno de los termmos pre­ "Examinar lo pensable supone el examen de la relación
supone al otro y donde la idea de sistema ? e Sauss � re sujeta con lo que lo representa". Represión, inconciente
.
se amplía no sólo al funcionamie nto es decir, a la s1g­ (en la concepción que va desde Freud hasta Lacan)
nificaci6n de la lengua ( a partir de su unidad ) , sino y sujetamiento ideológico (en la que va desd e Ma�
que se pasa a los valores ( que antes se habían sepa- hasta Althusser) componen el entendimiento de Pe­
rado) .87 . · ··
cheux de los procesos mediante los cuales se realizan
Pecheux llega así a l a idea d e una "formación ideo­ las condiciones· ( ideológicas) de la reproducción y trans­
lógica" y una "formación discursiva". La primera ca­ formación de las relaciones de producción. Porque para .

racteriza al complejo conjunto de actitudes y de repre­ Pecheux, la ideología no está por encima de las cosas
sentaciones relacionadas con las posiciones de clase en sino que es una materiaiidad específica árticulada en
conflicto dentro de . una formación social. Las segundas última instancia sol>re · la materialid�d económica, pero
contienen como componentes a una o varias formado- 00.n autonomía pr.opia que funciona como .dijo Althus­
ser-: cada individuo es . conduCido sin que lo perciba,
S6 Pecheux, Michel, Analyse automatique du discours, París,
como si fuera su libre voluntad, a tomar su lugar en
Dunod, 1 969. · ·. · ·
una clase social, de modo que se producen de manera
s 1 Pecheux; Michel, et . al., "La semantique et la coupure

saussuriene : Langue, langage discours", Langages, núm. 24,


·
constante las relaciones entre clases ( lucha, antagonis­
París, Didier•Larousse, 1 97 1 . mo, alianza, dominación ) , reproducción en la que jue-
DISCURSO Y SOCIEDAD 81

gan un papel decisivo los aparatos ideológicos de. Es­ Pecheux, . para . Robin el discurso es una toma :de posi­
tado; De ahí que llegue a la idea Althusseriana de que ción del sujeto frente al conjunto de representaciones,
"la ideología interpela a los individuos en sujetos".· Como al cuadro ideológico que lo gobierna y del que a la vez
su · maestro, Pecheux, no concibe prácticas más que en es soporte, en tanto que producto del discurso, Robín
y bajo la ideología, incluida la práctica discursiva que sin embargo, insiste en que se debe reintroducir al mun­
toma sus formas específicas en distintas fases de la his­ do exterior, al locutor y al destinatario así como al cua­
toria. Pero el énfasis está puesto en el sujeto, y no en dro insti tucional en que se produce el discurso ( no es
el sistema del lenguaj e o el discurso, pues para Pecheux lo mismo un discurso en una tribuna que en el editorial
la asociación de un texto a un significado es una ilu­ de un periódico, que en la corte judicial, etc. ) En este
sión del sujeto respecto al lenguaje, que termina por sentido pone así lo que es su novedad : no le interesa
producir el efecto de sujetamiento. Y es que como todo sólo lo que se dice sino cómo se dice, pues el texto
significado y todo discurso pertenecen a una formación tiene muchos niveles que explican a un historiador mu­
discursiva, el sujeto no está en el origen del significado chas cosas. Por ejemplo, la forma en que los seres huma­
como lo plantean otras teorías, ni el significado existe nos, perteneciendo a grupos sociales definidos y en si­
poMÍ mismo sino que está determinado por las posicio- tuaciones precisas, se definen a sí mismos, a su mundo, a
.
nes ideológicas puestas en juego en los procesos sociales su historia y a sus relaciones y cómo expresan todo
en los que se producen las palabras. "El significado esto a través de una serie de palabras que van del este­
cambia según las posiciones de quienes las emplean, es reotipo al neologismo a las me táforas a los cambios en
decir, respecto de las formaciones ideológicas donde la sintaxis.
esas posiciones se inscriben", "por lo tanto, una forma­ Y estas formas discursivas terminan por efectiva­
ción discursiva es lo que determina lo que puede y mente ser la historia. El peso de las palabras le inte­
debe ser dicho en una formación ideológica". 38 Los resa pºarticularmente a esta autora. Libertad, sabotaje
individuos son interpelados en sujetos hablantes ( es de'.' ¿ qué quieren decir?, ¿ cómo se les u ti liza en cada época
cir, en sujetos de su discurso ) por las formaciones ideo­ o grupo social ? Robín concluye en su libro Historia
lógicas que les corresponden, si una misma palabra y lingüística y en sus muchos artículos que lo que le
puede recibir diferentes significados de acuerdo con la in teresa es hacer una historia de los presupuestos, de
fo1mación discursiva es porque no tiene significado las fo1mas de connotación, en fin, de las prácticas dis­
propio sino que se constituye en cada formación dis­ cursivas por medio de las cuales los seres humanos
cursiva en las relaciones que tiene con las otras pala­ actualizan las ideologías que les gobiernan.'"º
bras de la misma formación. La constitución de indivi­ Pecheux y Robín conforman una línea de pensa­
duos en sujetos de su discurso se realiza por medio del miento que busca en el discurso la ideología que lo
complejo de formaciones ideológicas y proporciona a gobierna y al contrario, el impacto de las condiciones
cada sujeto su "realidad", en tanto que sistema de evi­ de producción en el discurso así como sus transforma­
dencias y de significaciones percibidas, aceptadas, su- ciones y contradicciones. En pocas palabras : buscan en
·

fridas.89 un texto como dice lo que dice, cómo funciona ese


Regina Robin por su parte es historiadora. Ella discurso y porque funciona de esa manera, que ideo­
quiso encontrar un lugar de reunión posible entre His­ logía vehicula y como funciona ella en el universo dis­
toria y Lingüística. Su definición de discurso se basa cursivo ( los procesos de selección y combinación discur­
en Pecheux : el discurso considerado desde el punto de siva) , en fin, el discurso como práctica. Una práctica
vista del mecanismo discursivo que lo condiciona. Así, donde ideología y significación se distinguen, donde no
el discurso no lo es sino en relación a sus condiciones se les asimila como algunos equivocadamente interpre­
de producción (y por esto ella entiende ; cuadro ins­ tan, ni se les superpone ; el discurso está gobernado por
titucional, aparato ideológico en el que se inscribe, re­ la ideología.
presentaciones que lo sostienen, coyun tura política, rela­ Si quisiéramos resumir brevemente los planteamien­
ción de fuerzas, efectos estratégicos buscados ) , de modo tos centrales de esta línea teóri ca diríamos :
que como se puede ver, no se trata de una simple idea
1 . Que las ideologías no son elementos neu tros sino
del contexto que ejerce sus limitaciones o influencias
fuerzas sociales.
sobre el discurso ( como plantea la sociolingüística ) sino
2. Que los discursos no se pueden reducir a las
que esas condiciones lo caracterizan, lo constituyen, el
ideologías así como estas no se pueden superponer a
discurso aparece además visto como un proceso y como
los discursos. Las formaciones discursivas son un com­
una práctica definida en términos de Foucault, es decir,
ponente de las formaciones ideológicas y esta s gob ier­
"el conjunto de reglas que envuelven y sujetan al suje­
nan a aquéllas.
to qu e toma parte en el discurso" . Lo mismo que para .
3. Las formaciones discursivas no se pueden a pre-
ss González, César, "De la semiología al análisis del
discurso", A cta poética, México, Inst. de I nvestigaciones Fi- �o Robin, Regina, Histoire et linguistique, París, Armand
.
lol6gicas, UNAM, 1 980. Colín, 1 973 y "La circualtion de la parole publique et ses
so Pecheux, M., Les verités de la palice, París, Maspero, risques'', Le díscours social et ses usages, Cahiers de recherche
1975. socio!ogique, Montreal, Université de Quebec, 1 984.
82 SILVYA GUTIÉRREZ V., LUIS GUZM.�N G. Y SARA SEFCHOVIC H

hender más que en función de sus condiciones de pro­ de esa totalidad en movimiento. Por tanto, ésta no sólo
ducción, de las instituciones que las implican y de las es un objeto sino que es un objeto del cual forman
reglas constitutivas del discurso : no se dice cualquier parte unos sujetos que siendo objetivados, son también
cosa en cualquier momento o en cualquier lugar por­ objetivantes a partir de sus prácticas sociales que lle·
que no se puede. van a cabo dentro de este proceso, frente a las contra·
4. Que las formaciones discursivas deben relacio­ dicciones y a los condicionamientos de esta totalidad,
narse con las posiciones de los agentes en el campo de que opera tanto en la diacronía como en la sincronía.
las luchas sociales ideológicas. Consecuentemente, esta totalidad en cuanto a su moví·
miento se entiende tanto en un momento de ella, es
5. Que las palabras sólo se pueden analizar a par­
decir en una coyuntura determinada de su proceso,
tir y en función de sus combinaciones y las construc­
como durante cualquier período más prolongado del
ciones en que son utilizadas.
mismo.

Lo más significativo teóricamente de ésta línea de III. Por lo anterior, un proceso histórico-social se
pensamiento es la consideración del discurso como prác­ entiende "como secuencia de coyunturas". Estas a su
tica social que se define por su materialidad. Así se vez, pueden en tenderse como "los momentos de inser·
abren muchas posibilidades de conocimiento pero sobre ción de las prácticas-proyectos de los diferentes sujetos
todo, se cambia su perspectiva. El discurso ya no sólo sociales",43 como la articulación de diversos procesos
es resultado, sino que a su vez influye en la ideología que reconocen distintas temporalidades, es decir, no
y a través de ella en la formación social. 4 1 todos ellos sincrónicos. Aún así, estos diversos procesos
Pecheux rompió e n su momento con u n a larga tra­ políticos, culturales, ideológicos, económicos, llegan a
dición lingüística en la que el sujeto era el origen de concretarse -a "cristalizarse"- en la estructura social,
las elecciones, intenciones y decisiones, en el campo en las relaciones sociales que implican ellas, a: lo largo
de la lengua, e introdujo el funcionamiento material de de su proceso histórico. Por ésto, una estructura social
las relaciones lingüísticas. l?.l rechazó también el con­ puede entenderse como un conjunto articulado trans·
cepto de lenguaje como conjunto de palabras y de coyuntural. Esto implica una problemática de distintas
reglas formales, para pasar a buscar la significación que temporalidades que operan en los diversos procesos eco­
tienen estas reglas y estas palabras. En ese sentido, la nómicos, políticos, culturales, etc. de la totalidad, así
suya fue una ruptura significativa que exigió pensar como de la conjunción del tiempo pasado con el pre­
las cosas desde una perspectiva diferente : no la em­ sente y en relación al futuro.
pírico-formalista de los antropólogos, sociólogos y filó­ IV. Dentro de la problemática anterior y frente
sofos antropocéntricos sino una que descubriera a las a las contradicciones y a los condicionamientos de la
contradicciones materiales como eje de los problemas. totalidad que operan sobre los distintos sujetos sociales
Sin embargo mucho se le acusa actualmente de retomar que la conforman e influyen con sus perspectivas y con·
acríticamente los planteamientos del estructuralismo, y tradictorias prácticas, se entiende a estos sujetos como
por tener una idea ingenua acerca de la dialéctica. portadores de proyecto. En relación a esta conjunci6n
de prácticas-proyecto, el sujeto social realiza determi·

3.2. El problema de los fundamentos epistemoló­ nadas prácticas en un presente en el cual inciden diver·
sos niveles estmcturales gestados en procesos prolonga·
gicos desde la perspectiva de la reconstrucción
dos. Con estas prácticas, cada sujeto potencia ese
Desde una perspectiva teórico-metodológica del ma­ presente, y en cierto grado, también estos procesos de
terialismo histórico, consideramos que entre los ejes más prolongada gestación, a través de su captación de lo
importantes que tienen una relación directa con la real en el presente y de la potenciación de lo posible.
problemática fundamental del análisis del discurso, es­ De esta manera, al identificar ciertas acciones factibles
tán aquéllos que parten de : o viables por realizar dentro de un espacio de acciones
posibles, cada sujeto incorpora al futuro en funci6n
l. Una concepción de la realidad como una totali­
de su proyecto. Asimismo, esta peculiar conjunción de
dad en movimiento "lo dado, dándose" : 42 una realidad
los tiempos pasado, presente y futuro se expresara s1g·
social que si bien es cierto que está estructurada en
nificativamente en el p royecto-prácticas respectivo de
determinados momentos de su proceso, también es cier­
cada sujeto social.
to que continuamente se reestructura a lo largo de este
V. A partir de esta misma perspectiva, en lo rela·
proceso histórico-social.
tivo al problema de la objetividad para un sujeto cog·
II. Este proceso histórico-social se concibe con la
noscente, ya no es pertinente hablar de leyes universales
participación activa de los sujetos que forman parte
de lo social, sino de un proceso social en cuyas tenden·
cías participan activamente los sujetos sociales. Por ésto,
�1Giméncz, G., Sefchovich, Sara, "presentación" a El
discurso polttico, teorEa y análisis,
México, Pensamiento Uni­
versitario núm. 9, UNAM, 1 978. 48 Zemelman, H., Uso critico de la teorEa. En torno a

'2 Zemelman, H., Historia y polttica en el conocimiento, las funciones analíticas de la totalidad, México, El Colegio
Serie Estudios 7 1 , F.C.P.S./UNAM, México, 1 983. de México, 1 988.
DISCURSO Y SOCIEDAD 83

la objetividad está vinculada a estos sujetos, a sus prác• y con la de la estructura social, como un conjunto ar­
ticas y a sus proyectos e implica además, entre otras ticulado transcoyuntural.
cosas, la interacci6n entre sujeto cognoscente y sujeto Los "componentes de realidad" que se requieren
político, entre conocimiento y prácticas sociales así como para construir el discurso como práctica social integrada
una definici6n pertinente de la relación entre teoría con otras dentro de un proyecto, antes que prefigurarse
y empiria. "por alguna anticipaci6n teórica o ideológica, deben
Todo lo anterior se manifiesta en una propuesta me­ reconocer potencialidades en cuanto a la viabilidad
todol6gica general de reconstrucción de la totoalidad. En (del ) devenir" 44 de tales componentes, según el pro­
un intento de relación congruente con ésta y con vistas yecto en el cual se integra el discurso. Desde este plan­
a unas propuestas te6rico-metodológicas pertinentes a teamiento epistemológico es que "rescatarnos" el con­
la problemática específica del análisis del discurso, pri­ cepto del discurso y a la vez el concepto de presente
meramente entendemos al discurso : o coyuntura para efectuar el corte del análisis. Asi­
mismo, el discurso posible de la coyuntura debe ser
- Como una práctica de los sujetos sociales que cons­ entendido más como espacio de la producción discur­
tituye un nexo entre lo dado y diversas potencialida­ siva que como determinaciones unívocas de donde las
des del presente -lo dándose- y, por lo mismo, alternativas discursivas no están determinadas por la
- como una expresión-práctica de la coyuntura que estructura sino que dependen también de la voluntad
manifiesta y potencia diversas posibilidades en la re­ objetiva de los sujetos.
laci6n de ésta con la estructura y con un proceso Esta "doble" conceptualización sobre coyuntura-dis­
hist6rico-social. curso implica la inscripción de la coyuntura en el discur­
so y por lo mismo este contribuye a la apertura de
El discurso enfocado desde esos ángulos de lectura potencialidades, por medio de las prácticas-proyectos
para su análisis, como práctica social implica un cierto de los sujetos sociales. De éstas, a su vez, el discurso
conocimiento social en tanto que con éste el sujeto social forma parte y es expresión. Es por ésto por lo que el
elabora su configuración discursiva, es decir produce corte que se debe efectuar para el análisis de coyuntura
su discurso, pero también esta práctica implica una y para el discurso es uno solo y por lo que el análisis
incorporación del futuro, ya que los sujetos sociales en del discurso implica el análisis de presente o de co­
sus prácticas, y con ellas, manifiestan y construyen sus yuntura.
respectivos proyectos, según su concepción de lo posible En síntesis, desde una perspectiva de la reconstruc­
en relación a su captaci6n de lo real. ci6n, el discurso concebido como una de las prácticas
De esta manera, el análisis del discurso si bien re­ sociales de los sujetos y como producto activo de la
quiere de los aspectos propios de la elaboraci6n dis­ �oyuntura -que es influido por e influye en ésta-,
cursiva, como son los de la lengua, del l enguaje, de la implica necesariamente un análisis de coyuntura o de
cultura, de la ideología, de las representaciones simbó­ presen te, el cual exige reconstruir a la realidad como
licas, de las significaciones, e tc., también requiere de una totalidad en movimiento, desde la coyuntura, por
otros aspectos presentes en la coyuntura, como son los lo que básicamente :
düerentes intereses políticos, aspiraciones sociales, etc.
de los distintos sujetos sociales que interactúan en el El discurso puede contribuir significativamente a esta
presente y que de alguna manera se i::xpresan en sus reconstrucción, a la vez que ser transformado cuali­
respectivos proyectos. El recorte que requiere este análi­ tativamente al enfocarse desde los otros aspectos y
sis necesita incorporar estos diferentes aspectos de la prácticas de los sujetos sociales que, en su conjunto,
realidad, tanto estructural como coyuntural, y que re­
interactúan dialécticamente en la coyuntura.
conocen diferentes temporalidades y espacios. Recorte - El discurso puede incorporar aspectos relevantes de
complejo pero necesario en tanto el discurso se en­ los proyectos de los distintos sujetos sociales, ya que
foca, para su análisis, corno un producto activo de es en relación con aquéllos que éstos comprenden
la coyuntura que es influido en su producción por su pasado, desarrollan sus prácticas en el presente
ésta pero también es producido para influir en la co­ y con vistas a un futuro viable.
yuntura. - El discurso, en tanto expresión activa de los sujetos ·
La manifestación y la construcción de los proyectos sociales, puede contribuir a la apertura de diversas
por los sujetos sociales, que se mueven en diferentes potencialidades del presente en la coyuntura.
ámbitos sociales se realiza a través de período prolon­
gados: . por . medio . de · diversaS prácticas desarrolladas Desde un perfil te6rico-metodológico . más definido,
en sucesivas coyunturas. A ésto aludimos también cuan­ en coherencia con lo anterior, una concepción mate­
do nos referimos a · diferentes temporalidades y espa­ rial ista del d iscurso postula Ja indisociabilidad de dos
cios. Asimismo, aludimos a los · procesos de diferentes universos : el lingüístico-comunicacional y el social, es .
niveles estructurales ( culh1rales, . ideológ.icos ) ;· todo ,lo decir, postula la totalidad y no una situación paralela
cual tiene relación con la conC:epci6i:i . de la historia
como una construcción, una · secuencia de coyunturas H fbid.
84 SILVIA GUTIÉRREZ V., LUIS GUZMÁN G. Y SARA SEFCHOVICH

entre . el mu.ndo dis.cursiv,o y el mundo extradi�c;:u rsivo. según la definición de Segre, el sistema de ideas, con�
Las condiciones extradiscursivas . se inscriben en el dis­ ciencia sistemática de clase, estructuración de los va­
curso y determinan su funcionamiento y sus particu­ lores que conforman la cultura, 51 definición que sigue
laridades. "Ya no se trata entonces de poner en paralelo el punto de vista según el cual la ideología se define
el universo social y el universo del discurso -afirma como un sistema de ideas, un conjunto estructurado
Robin� sino de pensar en lo discursivo en el seno de de imágenes, representaciones y mitos que determinan
una formaeión social concreta con un efecto específico ciertos tipos de . comportamiento, de prácticas, de hábi­
de coyuntura en las formaciones discursivas" .45 tos y que funcionan como un inconsciente, como con­
De tal modo que analizar el discurso no es un modo vicciones. O bien, desde la más amplia perspectiva
de acceder a la ideología sino que es la ideología hecha gramsciana en la que ideología se entiende como "el
práctica en el sistema lógico de un discurso, en su or­ significado más alto de concepción del mundo . que �
ganización formal -léxico, sintaxis, modo de argumen. manifiesta en el arte, en el derecho, en la actividad
tar- y también en sus presupuestos, . en su búsqueda económica, en todas las manifestaciones de la vida in­
de coherencia en su modo de resolver o de ocultar las dividual y colectiva" 52 cuyo problema fundamental como
contradicciones.4 6 concepción de mundo es la construcción de "una acti·
Ahora bien para poder entender de este modo al vidad práctica y de una voluntad", la relación entre
discurso es necesario verlo como una práctica social "filosofía de la praxis" y buen sentido -como "núcleo
que se realiza den tro de aparatos en su sentido más sano del sentido común"- por medio de la política,
en fin, l a construcción de una hegemonía. 53
·

amplio "remite no sólo a situaciones y roles intersubje­


tivos en el acto de comunicación, sino también y sobre Estas concepciones van más allá de la ideología como
todo a lugares objetivos en el trama de las relaciones ocultamiento y falsa conciencia y la enfocan también
sociales".47 En esta perspectiva, siguiendo a Robin y a como sistema de ideas ---cu ltura- y como proyecto
·

Pecheux, "se entiende por discurso toda práctica enun­ de continuidad.


ciativa considerada en función de sus condiciones so­ Por último, se entienden como condiciones histórico­
ciales de producción, que son condiciones instituciona­ coyunturales aquellas que refieren la situación social
les, ideológico-cu!turales e histórico-coyunturales". 48 específica en que se genera un discurso, o bien aquellas
Por condiciones institucionales se entiende aquellos condiciones que refieren el momento específico de un
soportés dentro de los cuales se produce y se recibe el proceso histórico caracterizado por una correlación de
discurso y que son, según Perus, un conjunto de insti­ fuerzas, cuyos sujetos sociales que las protagonizan pro­
tuciones estatales y civiles --definición que amplía la ducen ciertos discursos significativos, entre otras prác­
althusseriana de aparatos- que desempeñan la función ticas sociales.
de reproducci6n y transformación de determinadas for­ Dentro de una perspectiva de ejercicios de poder
mas de conciencia social.49 Para manejar ade�uada­ entendido éste relacionalmente : poder-contrapoderes;
mente esta problemática de las condiciones institucio­ poder-resistencia, siguiendo a Foucault, entre otros, para
nales, .también es pertinente tomar en cuenta la re­ Giménez "una correlación de fuerzas es el equilibrio
formulación teórico-metodológica que . hace R. Fossaert provisorio resultante de la desigualdad de si tuación y
sobre los aparatos que va más allá del enfoque althus­ de potencial de poder entre dos o más protagonistas
seriano. Desde esta reformulación "los aparatos son la ( individuos, grupos, naciones ) confrontados entre sí.
'armadura institucional' de una sociedad en una fase Toda correlación de fuerzas es a la vez resultado de
determinada de la división social del trabaj o ; una (gran ) luchas anteriores y condición de surgimiento de · nuevas
parte de esta 'armadura' ( es ) estatal,- base material y luchas" 54 ( una concreción de conjunción de pasado,
dispositivo esencial del poder de Estado . . . Los apara­ presente y futuro en función de proyectos de distintos
t()s pueden clasificarse en dos grandes grupos : 'aparatos sujetos ) . Tanto las luchas como las correlaciones de
ideológicos y polí ticos' . . . La interpenetración compleja fuerzas pueden abordarse desde diversos niveles analí­
de. las prácticas sociales dan por resultado la existen - ticos : económico, político, ideológico-cultural. Los mo­
cia de aparatos que son a la vez políticos ( . . . referidos vimientos de estas correlaciones 'pueden ser observados
a fenómenos de dominación ) e ideológicos ( . . . referi- en el largo, en el mediano o en el corto plazo'. Por
dqs a fenómenos de heg�moní a ) " .110 coyuntura también puede entenderse "un desplazamien­
Por condiciones ideológico-culturales ·se entiende, to significativo de la correlación de fuerzas sociales en
. . . . . . . - . el breve plazo, a raíz de un acontecimiento desencade­
45 Robín, · R., "Discours politique et conjoncture" L'ana­ nante que funciona frecuentemente como 'revelador'
lyse du discours, Montreal, Centre Educatif et Culture], 1 9 76, ele las contradicciones sociales hasta entonces latente".&s
p. 1 4 1 , · Cit. Gi'ménez, G., 'Poder; estado y discurso, México,
UNAM, p. 1 26. .
5 1 Ver síntesis de Les apparéils, París, Seuil, 1978, en :
4 6 ; Sefchovich, 8,1 Ideología y ficcí6n en .la . obra de Luis Giménez G., Poder, estado y discu rso, op. cit�, pp. 45-5 1 .
Spota, México, Ed. Grijalbo, 1 Q8.5 . . !l2 Segre, cit. Sefchovich, op. cit .
.
47 úS Gramsci, A�, El materialismo hist6rico y la filosofía
·
ldem.
•8 Giménez, · G., Poder, estado y disourso,' oP: cit ., p. 1 24. de B. Croce, M�xico, Juan Pablos, p. 1 6 .
49 Peros, F., cit. Sefchovich, op. oit. . M [bid:, pp. 14-28.
110 Peros, F., cit. Sefchovich, op cit. 55 Giménez, G., Poder, estado y · discurso, op. cit., p. 24.
DISCURSO Y SOCIEDAD 85

A partir de las condiciones de producción del dis­ a otros espacios concretos de la realidad" . . . Así, esta
curso se comprende que lo qué puede y debe ser dicho forma de lectura conlleva el que categorías como plus­
está condicionado ( no determinado) por la posición del valía, capital, etc., tienen implícitamente un ángulo
enunciador en una coyuntura determinada. Se puede así político, consecuentemente no se pueden entender ca ­
pasar en el análisis no a la situación puramente subje­ balmente sin la presencia de un sujeto y su proyecto, el
tiva del hablante sino a la comprensión del discurso que elabora y reelabora en interacción con sus prác­
desde la situación objetiva de su lugar estructural e ticas sociales. Más particularmente, lo anterior, implica
institucional y en su momento histórico que implica una perspectiva teórica materialista del discurso así
entre otras cosas, un espacio de posibilidades. De ahí como sus metodologías tendrían algunas modali ades d
que : derivadas de la inclusión del sujeto y de su proyecto, de
la voluntad y de la intencionalidad de aquél y que en
"La concepc1on del discurso como práctica social
alguna forma se expresa en éste. Metodologías y téc­
significa por lo menos estas tres cosas a la vez :
nicas que más que verificar hipótesis, "más que dar
a ) Todo discurso se inscribe dentro de un proceso respuestas", requieren construirse "para plantear pre­
social de producción discursiva y asume una posición guntas", lo que implica una construcción permanentP,
determinada dentro del mismo y por referencia al mis­ una reconstrucción .
mo ( interdiscurso ) ; En estas correlaciones d e fuerzas e l sujeto social ne­
b ) Todo discurso remite implícita o explícitamente cesariamente dejará, al menos, algunas 'marcas' de su
a una 'premisa cultural' preexisttnte que se relaciona voluntad, de su intencionalidad -como partes orgáni­
con el sistema de representaciones y de valores domi­ cas de su proyecto-- en diversas prácticas sociales. Sien­
nantes o ( subalternos ) , cuya articulación compleja y do el discurso una de ellas, es de esperarse que en éste
contradictoria dentro de una sociedad define la forma­ se puedan identificar significativamen te algunas de esas
ción de esa sociedad ; marcas, así como algunos aspectos importantes de la
e) Todo discurso se presenta como una práctica estrategia con que organiza su voluntad e intenciona­
socialmente ritualizada y regulada por aparatos en el lidad, con que elabora, reelabora y pone en p ráctica
marco de una situación coyuntural determinada".56 su proyecto. Consecuentemente, en una perspectiva ma­
terialista del discurso -que implica una dialéctica entre
"Ya no se trata entonces de poner en paralelo el un cierto sujeto social con sus oponentes, sus aliados
universo social y el universo del discurso, sino de pen­ podrán identificarse 'marcas' correlativas así como las
sar lo discursivo en el seno de una formación social estrategias respectivas dentro del conjunto de sus otras
concreta con un efecto específico de coyuntura en las prácticas sociales. Una coyun tura (y más una coyuntura
formaciones discursivas. Las prácticas discursivas . . . son crítica, por sus características de correlación de fuerzas
prácticas sociales que se realizan dentro de marcos ins­ sociales en un pun to crítico, es también un momento
titucionales que forman parte de aparatos hegemó­ en el cual se definen más n ítidamente los objetivos los
nicos",57 relación dialéctica de lucha y de correlación de i ntereses, en fin, las estrategias de diversos sujetos so­
fuerzas ; es decir, prácticas discursivas realizadas entre ciales a través de sus discursos y otras prácticas sociales.
otras, desde el interior de aparatos ideológicos y po­ Por tanto, estas 'marcas' sociales se buscarían en el dis­
líticos. curso. Esta búsqueda sería una de las orientaciones para
Estas concepciones del discurso nos parece oportuno seleccionar o elaborar técnicas, para construi r el dato.
relacionarlas -como unas consideraciones críticas- con Para ello y hacia ello puede aprovecharse la especifici­
la lectura política del marxismo que propone Claver, dad discursiva, particularmente lo específico de la ar­
como "una ciencia cuyo problema fundamental es el gumentación.*
del poder y el de la dominación, además de referirse
·:+ Esto se verá con detalle en el capítulo IV ( segunda
5G [bid., p. 1 35 . parte ) , al final del cual se incluye la bibliografía de ambos
G1 Robin, cit. Giménez, p . 1 26. capítulos.
PARTE Il

TÉCNICAS DE LA INVESTIGACIÓN SOCIAL


FUNDAMENTOS Y ALTERNATIVAS

7
CAP1TULO 1

LA HISTORIA DE VIDA

Monserrat L1NES
Marcel MORALES
Eduardo V1RUET

1. La Técnica de la Historia de Vida: Presente 2. Breve Historia de la Historia de Vida


y Perspectivas
Balári 1 parte de la identificación de dos disciplinas
En el presente capítulo, nuestra expos1c10n girará en fundamentales para ubicar históricamente a la técnica
torno a tres ejes fundamentales con respecto a la his­ de la historia de vida : la sociología y la antropología,
toria de vida : aunque claro está, no fue "inventada" ni por los soció­
- Una breve ubicación histórica de su nacimiento y su logos ni por los antropólogos modernos, sino que desde
desarrollo como técnica de investigación social. siglos atrás, los historiadores han utilizado los relatos
-:- Una síntesis de las principales indicaciones técnicas, y todo tipo de testimonios y documentos personales en
es decir, de los criterios que tradicionalmente se si­ sus estudios . En la actualidad se continúan utilizando
guen para su elaboración. por parte de los científicos sociales, aunque con signi­
- Una introducción a la problemática de sus potencia­ ficativas diferencias técnico-metodológicas.
lidades y de sus limitaciones técnico-metodológicas. La antropología norteamericana de finales del si­
glo XIX y comienzos del xx, era una antropología más
En la parte última, iniciaremos la discusión y la interesada en el registro de estilos de vida de socieda­
crítica sobre la historia de vida y plantearemos algunos des en transformación por el impacto colonial, que en
elementos en torno a su posible reformulación desde la construcción teórica sobre tales impactos. Por tanto,
la perspectiva marxista reconstructivista. el interés de dicha antropología se cen tró en la· biogra­
Las proposiciones, en torno a una aplicación alter­ fía como documento cultural, y en particular, en la
nativa de la historia de vida, se harán tanto en su inte­ vida y personalidad de ciertos indígenas americanos y
rior, es decir, en los criterios de su empleo, como tam­ en menor medida en la situación y experiencia de los
bién de cara a las demás técnicas. La gama de las esclavos negros.2 Estos trabajos fueron espontáneos .· y
historias de vida utilizadas en la tradición antropo­ realizados por no profesionales y respondían a intereses
lógica-social, varían desde aquellas que generalmente literarios o políticos y estaban teñidos de un fuerte ro�
son un relato extenso de la vida de un sujeto y que a manticismo ; sin embargo, estas circunstancias no les
la vez constituyen el momento central de la investiga­ demeritan al ser verdade ras pin turas de su época.
ción, hasta los llamados "esquemas biográficos" adap­ En 1 880 Kroeber 3 publicó los primeros relatos reco�
tados para obtener datos mediante encuestas apli cadas pilados por un antropólogo · profesional y a esta obra
a poblaciones amplias. Entre estos dos extremos se en­ le sucedieron numerosos estudios que en la práctica in­
cuentran una amplia variedad de estudios que focalizan tentaron desarrollar a la historia de vida como técnica
temáticas o aspectos determinados de la vida del entre­ cualitativa en la investigación social. Pero se debe te­
vistado ; entre éstos podemos citar a manera de ejem­ ner en cuenta que en realidad, las primeras historias
plo, a la "elitelore'', cuyo propósito consiste en obtener
información sobre la percepción que tiene de sí mismo 1 Balán, Jorge, et al., Las Historias de Vida en Ciencias
el líder político. Sociales Teoría y Técnica, Buenos Aires, Ediciones Nueva
Visi6n) 1 974, p. 7 .
Pero a pesar de la pluralidad de enfoques en la
2 Ver, por ejemplo, Barret, S. M., L as Memorias del
concepción y en las normas para utilización de esta Indio Geránimo. Autabiografla de un gran guerrera, Buenos
técnica, el común denominador de todo este tip o de Aires, Editorial Cuarto Mundo, 1 975 ; Douglass, Frederick,
estudios radica en el interés de recuperar información Relato, de la vida de un . esclavo americano; Buenos Aires,

de la realidad social a partir del registro de la vida de Centro Editor de América Latina, 1 978.
s .Kroeber, Alfred, "Ethnology of the gros ventre'', Anthro·
una persona tal y como la presenta Ja persona misma pological papers o/ The A merican Museum of Natural l/is­
(ver euadrn núm. 1 ) . tory, War experiences of individuals, 1 ( 4 ) :
1 96-2 2 2 .

NoTA : En la fase inicial del presente trnbajo part icipó /osJ Manuel /uárez, como miembro del equipo,

89
90 MONSERRAT LINES, MARCEL MORALES Y EDUARDO VIRUET

de vida antropológicas no se diferencían demasiado de perspectiva de i nvestigación cuyo eje era el registro
los relatos que sobre los pueblos "primi tivos" realizaron, de detalles de la vida de los participantes en el pro·
por ejemplo, los exploradores y los misioneros. ceso de industrialización y urbanización de Chicago
En 1 926 aparece la obra que marca el inicio de un (considerada como representativa de todas las ciudades
tratamiento más riguroso de la historia de vida. Se trata norteamericanas ) , fundamentalmente en referencia a
de Estallido de trueno. La autobiografía de un indio problemas sociales tales como los grupos étnicos inmi­
Winnebago de Paul Radin 4 cuyo interés se centraba grados, la naturaleza de la ciudad y la delincuencia
en los aspectos culturales de la vida de un indio Win­ juvenil.
nebago. Desde entonces, ya fuera utilizando el enfoque En 1930 aparece, por ejemplo, The Jack-Roller,9
de la personalidad o el de la cultura, aparecen nume­ la historia de Stanley, un muchacho delincuente de
rosas obras de muy diversa calidad cuya proliferación Chicago. El estudio de Stanley adquiere un sentido
culmina con Sun Chie/, The autobiography üf a Hopi particular al quedar encuadrado junto a otros estudios
lndian publicada en 1942, 5 cuya importancia radica en de la época que investigan diversos aspectos del carác·
la inserción de la historia de vida dentro de un marco ter de la vida a principios de siglo en la gran urbe.
teórico explícito para la interpretación y el análisis de Entre estos trabaj os y en referencia específica al tema
10 y
los materiales recopilados. de los delincuentes juveniles, destacan The Gang
También hacen su aparición diversos trabajos de The Hobo. 11
carácter metodológico inscritos en la polémica, entonces La sociología y la antropología de hecho nunca
en boga, en tre aquellos que defendían las técnicas cua­ abandonaron por completo la técnica de la h istoria de
litativas y aquellos que pugnaban por la cuantificación vida, pero tampoco la han utilizado como uno de los
en la investigación social. Destacaremos dos obras cen­ instrumentos más comunes en la recopilación de la in·
trales : Criterios para una historia de vida de John formación . El predominio en las ciencias sociales del
Dollard 6 que abordó los problemas metodológicos de paradigma empirista con su afán de cuantificación y
la técnica, pero que en opinión de algunos estudiosos, formalización matemática, conllevó a que paulatina·
a largo plazo contribuyó al abandono de la técnica pues mente, la historia de vida fuese relegada, con la ex­
prescribía una excesiva rigurosidad en la realización de cepción de su empleo en la psicología clínica.
· una historia de vida y, en segundo lugar, apuntamos A finales de la década de los 50' nos dice Balan,12
el informe de Kluckhohn 7 ante el Consejo de Investi­ las historias de vida se hallaban asociadas con la impre·
gación en Ciencias Sociales de Estados Unidos de Nor­ cisión, la subjetividad y hasta con cierto romanticismo
teamérica, sobre la utilización de documentos personales de una ciencia social que, supuestamente, ya había su·
en la disciplina antropológica. Por otra parte, en la perado ese remoto pasado. Los antropólogos se encon.
sociología, la técnica tuvo un empleo más bien tardío traban más inclinados hacia la construcción teórica y
y se inscribió de lleno en la época de oro de la Escuela los sociólogos se hallaban enfrentados con los problemas
de Chicago donde se empleó a partir de la pionera de la confiabilidad de la información y de la represen·
y monumental obra de Thomas y Znaniecki aparecido · tatividad de las muestras en la aplicación de técnicas
en 1920, El campesino polaco en Europa y América.8 más sofisticadas. A las dos disciplinas, la historia de
Dicho estudio está centrado en la narración de la vida vida les resultaba una técnica rudimentaria. Sin em·
de Wlakek, un ex-campesino polaco residente en Chica­ bargo, a principios de los años 60, Osear Lewis resucita
go, narración escrita por él mismo. El Campesino Po­ la técnica con las historias de vida de las cinco familias
laco tuvo un impacto fundamental en la ratificación de su AntropologÍa de la Pobreza,13 pero sobretodo
de los métodos cualitativos y lo anterior resultó doble­ con Los Hijos de Sánchez,14 La vida 1 6 y Viviende> la
mente importante, si consideramos que a partir de la revoluci6n. 1 6
información recopilada, los autores formularon supues­ El mencionado antropólogo norteamericano trabajó
tos generales respecto a la asimilación de los inmigran­ en México, Puerto Rico, Nueva York y Cuba, y me·
tes polacos · en los Estados Unidos. <liante los testimonios orales multiples, el registro de
Robert E. Park, al frente del Departamento de
9
Shaw, Clifford R., The ]ack-R oller. A Delinquent Boy's
Sociología de la Universidad de Chicago desarrolló una
O wn Story, Chicago, l!
niversity of Chicago Press, 1930.
10 Thrasher, Fredenck M.; Th e Gang : a Study of 1313
4· Ra�in, Paul, CriShing Thunder, The Autobiography of Gangs in Chicago, Chicago, 1 928.
an Amencan, Nueva York, lndian Apple ton, 1 926. 1 1 Anderson,- Neis, The Hobo, Chicago, 1 923.
5 Simmons, Leo, Sun Chief, The Autobiography of - a Hopi 12 Balán_, _Jori�. et al:, Las historias de vida en cie ncias
lndian, �ew Haven, Yale University Press, 1 942. ·
sociales. Teoría y Tl!cnica, op. cit., pp. 7-8.
6 D llªrd• John, Criteria for the life history .:.. with analy- 13 Lewis, Osear, Antropología de la pobreza ci11co faini··
� ·
lias, México, Fondo de Cultura Econ6mica, 1 98Ó.
• ·

su· of six notable documents, New Haven, Yale University ·


·
Press, 1935. 14 Lewis, Osear, Los Hijos de Sánchez México Ed. Gri·
· · . 7 Kluckhohn, Clyde; "The Personal Document in Anthro­ jalbo, 1 983.. . ' '
pological Sdence", Social Science Research Coúncil Nüeva .
15Lewis, Osear, La Vida, México, Ed. Grijalbo 1983. ·
York, Bulletin 53, 1 945, pp;· 78�1 7 3. · . --� · · · · _ : · . _ . .
. - 1 6 Lewis, Osear, Viviendo la revolución. unfi . histori4
8 Thomas, W: l. y F. Znaniecki, The Polish peasa.n t in oral de C�ba contemporánea. Cuatro hombres, Mfxico, Joa­
E'ijrope <1nd America, Boston, Richard G. Bádger; 5 vols, 1 920; . quin Morti:i:, 1 980.
HISTORIA DE LA VIDA 91

días completos de sus informan tes · y la aplicación de como "prototipo'' o "muestra" de su grupo. El problema
tests proyectivos, obtuvo excelente información etno­ de la selección de este prototip o incluye la utilización de
gráfica. La obra de Lewis nos ofrece un retrato de "la técnicas de muestreo con base en criterio de tipo "cua­
cultura de la pobreza" a través de individuos aunque litativo".
los materiales recopilados permanezcan a un nivel des­
criptivo más literario que científico. C. En una historia de vida, el protagonista gene­
Para finalizar este apartado haremos referencia a ralmente narra su propia biografía y ésta es registrada,
algunos de los estudios que desde en tonces se han rea­ en su integridad textual, por el investigador mediante
lizado en nuestro continente utilizando las historias de notas taquigráficas y/o el uso de una grabadora ; ésta
vida : Juan Pérez ]olote. Biografía de un Tzotzil de presenta múltiples ventajas de fidelidad en el registro,
Ricardo Pozas, 1 7 Biografía de un Cimarrón de Miguel además de servir de permanente documento de control.
Barnet ;18 Los peligros del al.ma. Visión del mundo de Las entrevistas del investigador con el informante
un Tzotzil de Calixta Guiteras Holmes ;19 Trabajador
exigen una absoluta privada que posibilite y promueva
de la caña de S. W. Mintz,20 Basüia de June Nash,21 una comunicación lo más deshinbida y franca posible.
.
y Hacer la América. Autobiografía de un inmi.gra:nte Al informante deben aclarársele los objetivos de la in ­
español en la Argentina de Juan Marsa! 22 resultan al­ vestigaci6n, así como explicitarle desde un inicio las
gunos de los más conocidos dentro de una producción cuestiones relativas a su posible anonimato, así como
más amplia. su autorización expresa para la publicación de los ma­
teriales proporcionados.
Dada la necesaria intimidad que se requiere para
que este tipo de trabajo resulte efectivo, es condición
3. Las Técnicas Usuales para la Elaboración de una
necesaria el establecimiento de una relación profunda
Historia de Vida
y comprometida con el protagonista de la historia de
vida : el contacto directo y prolongado resulta irreem­
Las referencias a la técnica de la historia de vida
plazable para obtener la confianza que permita la obten­
son escasas, sino es que nulas, en la mayoría de los
ción de la información. Además, no debe olvidarse el
libros o manuales que abordan el tema de las técnicas
hecho de que la observación directa debe ser parte im­
de investigación social con su preocupaci6n desmesu­
portante en la elaboración de una historia de vida ya
rada por mejorar los aspectos cuantitativos y verifica­
tivos, ha acarreado un descuido en la profundización
que proporciona esa otra cara del comportamiento real
del informante. Por su parte, el investigador debe tener
y análisis de los materiales cualitativos que incluyen
un conocimiento previo y lo más profundo posible de
aquellos captados a través de una historia de vida.
la cultura de la que provenga el entrevistado, pues
A continuación señalaremos los principales requisi­ constituye un marco indispensable de referencia y co­
tos que aparecen en la literatura para que una historia
municación entre ambos.
de vida se constituya técnicamente como tal.28
D. El material de una historia de vida debe ser
A. La historia de vida debe ser realizada por un amplio y extenso procurando abarcar la totalidad de la
profesional capacitado en el campo de las ciencias so­ vida del protagonista; en este sentido, conviene guiar
ciales quien será además su autor. lo menos posible la entrevista pues un registro libre
B. Si se pretenden realizar generalizaciones, a par­ muestra la importancia relativa que un individuo otorga
tir de esta técnica el protagonista debe ser seleccionado a sus aconteceres. Lo anterior no excluye la posibilidad
de focalizar el material en algún (os ) aspecto ( s) que
11 Pozas, Ricardo, Jua.n Pérez Jolote. Biografía de un
sea el objetivo mismo de la investigación, pero en es­
Tzotzil, México, Fondo de Cultura, 1 952. tos casos deben señalarse expresamente las orientaciones
is Bamet, Miguel, Biografía de un cimarr6n, Buenos Aires,
e insistencias que efectúe el investigador.
Centro Editor de América Latina, 1 976.
En la obtención de los materiales de una historia
19 Guiteras, Calixta, Los peligros del alma. Visi6n del
mundo de un Tzotzil, México, Fondo de Cultura Económica, de vida, el investigador debe mantener un control doble
1965. sobre la situación de entrevista. Por un lado, debe con­
20 Mintz, S. W., Worker in the cane, A Puerto Rican trolar y asentar situaciones tales como la "transferen­
Lif1 History, New Haven, Yale University, 1 960. cia", "contratransferencia" y los mecanismos de defensa
21 Nash, June, Basilia, dos mujeres indígenas, M�xico,
Instituto Indigenista Interamericano, 1976, pp. 1-30. entre entrevistador-entrevistado.* Y por el otro, debe
22 Marsa), Juan, Hacer la América. Autobiografía ds un ejercer un control sobre la veracidad del material que
i11migranle español en la Argentina, Buenos Aires, Instituto le proporcione el informante. Este material tiene que
Torcuato di Tella, 1 969. ser sometido a pruebas de coherencia interna ( obser­
2s Para la exposici6n de esta parte nos hemos basado
vando contradicciones, aclarando dudas, repreguntando
fundamentalmente en el "Estudio Preliminar", pp. 1 1 -66 de
la obra Historia de vida de G. Magrassi y M. Rossa, · op. cit.
Hemos tratado de recoger las generalidades y desechar los * Para profundizar en la terminología psicoanaHtica aquí

detalles, a la vez que presentamos el material de la manera utilizada, remitimos al lector al capitulo VII de la presente
más resumida posible. obra. ·
92 MONSERRAT LINES, MARCEL MORALES. Y EDUARDO VIRUET

después de algún tiempo sobre los mismos temas, etc. ) , la psicología, l legaron a · reconocer la influencia del
y, a pruebas de coherencia externa ( cruzando el mate­ "mundo social" en el individuo ; pero concebido este
rial autobiográfico con el que pueda ser directamente como una realidad externa al ser humano.
observado o el que proporcionan otros informantes o La fenomenología pretende superar la dicotomía
el de documentos personales, datos de archivos, biblio­ entre el ind ividuo y el "mundo externo", integrándolo
grafía disponible, etc.) . en la percepción del sujeto. Es decir, el objeto o mundo
externo es subsumido en el sujeto. Por otro lado, para
E. Para su publicación las historias de vida re­
el positivismo, y para algunas corrientes estructuralis­
quieren : tas del · marxismo, el individuo es determinado por la
a ) La transcripción fiel de los materiales, lo que estructura objetiva invalidando así la especificidad del
implica conservar la primera persona en que se expresó sujeto.
el protagonista. En consecuencia, la historia de vida, cuando se le
retoma como instrumental para el análisis de los pro­
b) La ordenación cronológica y sistemática de los
cesos sociales, rescatando el nivel de lo individual, se
materiales.
enfrenta a serios problemas de carácter teórico-metodo­
e ) La redacción y depuración de los materiales, lógico.
aunque deberán conservarse siempre los originales a El problema fundamental al que se ha enfrentado
los efectos de una posible consulta por parte de otro el uso de la historia de vida, es cómo establecer la
investigador. relación entre el nivel de lo individual con el de lo so­

d) La inclusión del análisis e interpretación de los cial. Este problema puede encontrar respuesta en la
materiales en la introducción o en un capítulo especial medida en que dicha relación sea concebida como una
con el fin de no mezclar el material personal propor­ nueva síntesis que supere la dicotomía psicologista en­
cionado por el pro tagonista con aquel obtenido de tre int-externo y la subsunción subjetivizante de la
otras fuentes. fenomenología o la objetivizante del positivismo. Es

e ) La inserción de la información sobre cómo se


decir, en la medida en que ambos niveles se conciban
como parte de una totalidad que es cambiante. De aquí
.utilizó la técnica, así como la inclusión de notas acla­
se desprende, que el uso de la historia de vida encuen­
ratorias sobre todo tipo de circunstancias que rodearon
a las entrevistas y que pueden servir para entender me­ tra su plena . justificación en el marco de la concepci6n
de una relación recíproca entre el nivel individual y el
jor la narración.
nivel social. Esta concepción presupone la idea del in­
dividuo como sujeto dotado de voluntad y capacidad
para transformar la realidad ; es decir, se concibe al
4. Algunos problemas teórico-metodológicos de la "his­ individuo no sólo como un producto histórico sino como ·
toria de vida". La relación entre individuo y sociedad hacedor de la historia.
Si se reconoce al individuo y a la sociedad como
Ante la evidente incapacidad de los esqu emas teó­ niveles de una misma realidad ( totalidad ) , se tiene que
ricos prevalecientes en las ciencias sociales ( fuertemente enfrentar el problema del cómo se establece la articu­
influenciados por el positivismo ) , para dar cuenta de lación entre ambos niveles.
los procesos transformadores en las diversas · sociedades, Lo anterior lleva a la necesidad de precisar cuando
a partir de la segunda mitad del presente siglo, un gran menos dos problemas íntimamente relacionados con lo
número de investigadores sociales vuelcan su atención planteado : · por un · lado, el que tiene que ver con
al estudio del · nivel de lo individual . Este renovado in­ l a correspondencia entre el proceso social y el proceso
terés por el estudio del individuo que cronológicamente individual ; y por el otro, el relacionado con la existen­
se ubicaría a partir de la década de los 60's tiene su cia de instancias mediadoras entre ambos niveles.
principal matriz histórica en la psicología y en la feno­ En el primer caso se hace referencia a la relaci6n
menología. entre tiempo histórico y tiempo biográfico, en el reco­
El principal problema teórico que enfrentaron las nocimiento de que los procesos en ambos niveles guar­
corrientes reivindicadoras del individuo en el proceso dan dinámicas distintas. El problema de las instancias
de transformación de la sociedad, consistió precisamente mediadoras hace referencia a estas di námicas, recono­
en la relación que se establece e ntre el individuo y la ciendo que la relación que se establece no es directa
sociedad. ni mecánica, sino que se da mediante instancias inter­
Las aportaciones de la psicología presentaron sus medias que se definen históricamente y de acuerdo al
limitantes en su propia epistemología, que no permitía ángulo de análisis (clases sociales, sexos, familia, etc. ) .
superar el nivel d� la "internalización" de lo individual, L o anterior nos lleva a l a necesidad de establecer
negándose, por lo Únto, las generalidades que producto algunas consideraciones con respecto a la relación indi­
del contexto social históricamente determinado, permean viduo y sociedad en la perspectiva de Ja reconstrucci6n
el nivel de lo individual. en el uso de la historia de vida como instrumental
. en
Cabe señalar que algunas corrientes al interior de el análisis de los procesos sociales.
ltlS'rORIA DE LA VIDA
93

4. 1 . Consideracio nes en la perspectiva reconstructiva nic . De esta 1ªm�ra también lo individu al se manifes­
� ?
tara en lo social pero permeado por mediaciones y es-
·

La reivindicación del sujeto en el ártálisis de la pec1' ficaciones.


' · ·

re alidad social desde una perspectivá de fa reconstruc­ Para el mismo autor las voluntades individuales no
ción , se enfrenta a no pocos problemas de carácter son átomos desestructurados en colisión, sino. que actúan,
teórico-metodológico. Las causas de éstos son diversos, con, sobre y contra cada una de las otras voluntades
entre ellas quedarían comprendidas tanto el avance que agrupadas, como familias, comunidades, grupos de inte­
otras corrientes de la interpretación han lógrado, espe­ reses y sobre todo como clases.28
cíficam ente el positivismo, como al interior del marxis­
' E. P. Thompson reconoce la vinculación entre lo
mo el desarrollo de corrientes reduccionistas que han social y lo individual, lo cual resulta fundamental el
surgi do en los últimos tiempos. Sin embargo, el póten­
incorpor�r en . el análisis de la estructura social el papel
cial del método marxista ha quedado de manifiesto en
desempenado por los individuos históricos' conscientes
este siglo, por ejemplo, en autores de l a talla de Lukacs, .
y activos, quienes son sujetos y objetos, simultáneamente
Gramsci y E. P. Thompson, que han logrado acuñar
agentes y fuerzas materiales.
nuevas reflexiones sobre el problema de la relación su­
Thompson entiende que la tarea de los historia­
jeto-objeto, partiendo de la categoría metodológica cen­
d �res y sociólogos es explorar cómo las presiones deter­
tral de totalidad.
mmantes de los procesos estructurados son experimen­
Nuestro análisis parte del postulado según el cual
tados por las personas y qué respuestas dan estas mismas
el sujeto que conoce el mundo y para el cual éste existe
personas a las presiones estructurales.
como una totalidad, es siempre un sujeto social. Para
Es decir, cómo se articulan, cómo afectan los pro­
el materialismo histórico la realidad social se presenta
cesos sociales la vida de los individuos' clases ' familias
como una totalidad, donde sujeto y objeto, individuo .
Y comumdades y la reacción de estas agrupaciones a
y sociedad entre otras relaciones, forman una unidad
dichos acontecimientos.
·
·

dialéctica.
Desde esta perspectiva de totalidad partimos de una
Ahora bien, Marx entiende que los individuos no
concepción que concibe la realidad en movimiento. Esta
entran en relaciones como puros yoes, sino como indi­
se encuent a estructurada por niveles. Lo general no
viduos situados en un determinado estadio de desarrollo : _
de sus fuerzas productivas y sus necesidades. Ese trá­
?
d,e e co ns �ttulf una negación de lo particular y espe­
. ,
cifico, m viceversa. Solo la complementariedad de ambas
fico en el que entran determina además la producción
perspectivas y de lo que llamaba Marx el tránsito de
y las necesidades. Ha sido precisamente el comporta­
lo general abstracto a lo particular específico, como
miento individual, personal de los individuos, su com­
método nos permitirá interpretar simultáneamente los
portamiento recíproco como individuos, lo que ha crea­
procesos macro y micro sociales. De esta manera el
do las circunstancias y relaciones existentes y los vuelve
problema fundamental en el uso de historia de vida
a crear cada día.24
se ubica en la relación existente entre la biografía y e l
En carta que remite el autor a Annenkov queda
proceso histórico que se está viviendo en una época. Es
ilustrado al lugar que ocupa el individuo en los procesos
decir, cómo combinar el tiempo histórico del desarrollo
sociales. Al respecto se señala : "La historia social del
de la sociedad con el tiempo biográfico del ciclo vital de
hombre es sólo la historia de su desarrollo individual
las personas, que si bien en el plano individual se
ya se den cuenta de ello los hombres o no",2 5 aunque
adaptan a las tendencias históricas, en el curso también
la sociedad no pueda reducirse en Marx a la simple
a su modo hacen la historia.
suma de sus individuos. Como demuestran estos seña­
En esta perspectiva de reformulación de la técnica
lamientos, en el método marxista existe toda una tra­
··

resulta de importancia la utilización y desarrollo del


dición donde individuo y sociedad forman una totalidad
concepto de "unidades de mediación". Estas unidades,
dialéctica.
como la clase, la familia, el grupo primario no tienen
Ferrarotti refiriéndose al problema de la historia
26
que ser necesariamente las mismas en todas las inves­
de vida considera que la práxis humana tiene una na­
tigaciones. Consideramos que en cada caso concreto
turaieza totalizarite y que la historia individual forma
deberá determinarse cuál o cuáles unidades de medición
parte de la historia social. Esto consti tuye una práxis
serán las más adecuadas.
donde lo universal debe de encontrar su punto de vincu­
En cuanto a la totoalidad investigada ésta debe ser
lación con lo particular.
considerada como una articulación de totalidades es
Por otro lado para E. P. Thompson 21 eri lo indi­
vidual se manifiesta lo social, pero no de forma mecá"
decir como una totalidad de totalidades. La hist ria �
�e vida sería considerada como una totalidad biográ­

24 Zelleny, J., La estructura lógica del Capital de Marx; ' fica. Para poder avanzar de lo individual a lo social.
México, Ed. Grijalbo, 1 984. de la totalidad biográfica a la totalidad social debemo�
2 5 Marx R., Engels F., Obras escogidas, Moscú ' Progreso; estar conscientes que el análisis de una coyuntura desde
1 972 la perspectiva de reconstrucción implica el identificar
2 6 Ferrarotti, Storie di Vita., Roma, Laterza, 1 979.
27 Meiksins, E., El conupto de clase en E. P. Thompson,
28 lbidem.
:México, Cuadernos Politicos núm. 27 enero-marzo, 1 9 8 1 .
94 MONSERRAT UNES, MARCEL· M ORAUE S : Y EDUARDO VIRUET

derttro del individuo • diferen tes • niveles, de procesos in­ vidual en una interpretación marxista del p roceso so·
dividuales, no rtece'sariamente sincrónicos entre sí. cial : la vinculación . de lo individual. con lo social. Al
.
De esta manera el propio nivel individual se sub­ desintegrarse la comunidad natural, donde existía una
divide en -vatios niveles de articulación como son : el vinculacion directa · y estrecha entre el ·hombre y· su
psicológico, el político, el sexual, el familiar, el laboral, comunida�, surge el individuo .Y esa vinculación directa
etc. Resultando el nivel individual · de la articulación se rompe · y se establecen mediaciones entre · este y la
de dichos subniveles. Este mismo proceso metodológico sociedad, generando "grupos" con ínter.eses, objetivos
.
habría que aplicarlo en cuanto · a la totalidad social . Es . y actividades diferenciados. Específicamente, en la SO·
decir, ver cómo se articulan sus diferentes niveles. Ade­ ciedad capitalista los individuos se conforman en ciases
más resulta necesario el investigar la forma en que los SOGÍal.es constituyéndose en · base de la mediación indi-
·
·
diferentes niveles de lo social se combinan con los di­ viduo-sociedad.
versos niveles de lo individual. En este sentido, la sociedad .,capitalista actúa dialéc­
En cuanto a la articulación del · tiempo histórico con ticamente, generando las condiciones de la individua­
el tierno biográfico, en determinado período nos parece lidad del hombre y, al mismo . tiempo, iritegráridólo a
{itil . el uso del concepto de. viraje .. Este concepto sería ámhitos más amplios, dónde "las voluntades individua­
·
el . .criterio fundamental de la periodización. De esta les no son átomos desestructurados en colisión sino que
forma la utilización de la historia de vida resulta más actúan integrados a otras voluntades con intereses afi·
conveniente en los momentos históricos de ciertas co­ nes, específicamente como clases sociales" .8 1
yunturas. La biografía es también parte de los virajes El concepto de clase social, en la perspectiva .que
históricos, estamos planteando, requiere de precisión. En tanto
Contr.ariamente a las corrientes que en aras de la que el individuo se concibe como parte integrante y
"objetividad'.' subsumen al sujeto en el objeto, y de actuante de una realidad social, la fórmula economicis.
aquellas que reivindican la vivencia de los sujetos como ta : "los modos de producci6n consti tuyen clases", resul­
algo interno .y específico, y consecuentemente irrepe­ ta inadecuada, ya que encubre el aspecto dinámico (y
tible e incomp<µ"able, es decir que, subsumen el objeto cambiante) del propio modo de pr<;>ducción, de la clase
en el suj eto, la interpretación marxista que se retoma y del individuo. En este sentido, Thompson reivindica
de los autores antes señalados, busca una nueva sínte­ el concepto de clase como relación y · proceso . "Lo que
sis de ésta relación donde ambos se integran y se mani­ se necesita demostrar es cómo la estructuración de la
fiestan, sin desconocer la especificidad de los indivi­ sociedad en formas de Clase afecta efectivamente las re­
dµos, destacando que se encuentran permeados por las laciones sociales y los procesos históricos. Así pues, la
generalidades que integran al conte�to social histórica­ cuestión consiste en tener una concepción de la clase
mente determinado. que nos invite a descubrir cómo las situaciones · obje·
En este último sentido, Agnes Heller precisa : "La tivas de la clase moldean realmente la realidad social,
individualidad humana no es simplemente una 'singu­ y no simplemente afirmar y reafirmar la proposici6n
laridad. Cada hombre es singular, particular ; y además fautológica de que clase es igual a relación con los me·
ente específico. Esto es : el ente singular humano obra dios de producción".32 .
siempre según sus instintos y necesidades, socialmente Ahora bien, al tener definido que · la vinculaci6n
formadas, pero referidos a su Y O, y en esa perspectiva entre 'indivíduo 'y sociedad no es directa, sino que exis­
percibe, interroga, da respuesta a la realidad ; pero al ten instancias de mediación, nos enfrentamos a otro
mismo tiempo actúa como miembro de la especie huma­ problema que consiste en el cómo acercamos al análisis
na, y sus sentimientos y necesidades tienen carácter del · individuo en tanto especificidad y resultante his­
humano"'.específico.20 tórico.
El individuo, en tanto producto histórico, es reali­ En este sentido resulta importante retomar la .cate·
dad en la sociedad capitalista, y consecuentemente, es goría de experiencia que reivindica Thompson, en tanto
un nivel de la realidad que es fundamental en la cate­ el individuo como especificidad y resultante hist6rico.
goría metodológica de totalidad, . en la perspectiva de En base a lo anterior, esta categoría se definiría como
análisis de esta sociedad. A este respecto, la misma )a unidad básica de la mediación individuo-sociedad.
Heller nos dice : "sólo una sociedad sin estamentos, la .. Un primer acercamiento nos indicaría que la vida
sociedad clasista 'pura', la sociedad burguesa, consigue de los hombres está inmersa en una cotidianidad, que
abolir las comunidades naturales en cuanto a integra­ �ería la síntesis de las. determinaciones objetivas de una
ciones sociales prim·arias, y sólo en esa sociedad se puede �ociedad dada, y la especificidad del . individuo. "La
producir, por lo tanto, una relación accidental o 'cau­ vida cotidiana, plantea Heller, es la vida de todo hom­
sal' con su integración social básica y con su clase . . " so
. bre . . . nadie consigue identific�rse con su autenticidad
Lo anterior nos remite a la siguiente consideración humana-específica hasta el punto de poder desprenderse
en .· la perspectiva teórica . de la recuperación de lo in di- enteramente ·de la cotidianidad. Y a la inversa, no hay
·
29 Agnes Heller, Historia y Vida Cotidiana, México, Ed. n E. P. Thompson; Miseria de la Teorla, España, Edito­
Grijalbo, 1 985, p. 1 1 5. rial Critica, 1 98 1 , p; 1 45. .

s o J bidem, p. 1 0 1 . a2 Citado ·en el trabajo de Meiksins, E., op. cit.


HISTORIA DE LA · VIDA 95

hombre alguno, por 'insustancial' · que sea, que viva sólo rural guarda características específicas que lo distin­
la cotidianidad, aunque sin duda ésta le absorberá prin• guen del mismo proceso en el medio urbano.
cipalmente".38
Sin embargo, si consideramos que la vida cotidiana
es un acercamiento fundamental en el análisis del indi­ 5. Historia de Vida: Proceso de Construcción del Dato
viduo, no es solamente porque sea el reflejo del indi­ y Proceso de Coinvestigación
viduo como ente específico y social, sino, porque es en
la cotidianidad donde se da la reproducción del indi­ Saltalamacchia, Colón y Rodríguez afirman que el
_

viduo y la reproducción social, y a la vez, donde se ejercicio y el alcance de la historia de vida ha estado
van generando y desarrollando los elementos que posi­ determinado por el encuadre epistemológico de corte
bilitan la transformación del individuo y de la socie­ empirista de los investigadores y en particular por su
dad. La vida cotidiana, la define Heller en esta pers­ errada concepción en el proceso de construcción del
pectiva, al decir : "La vida cotidiana es la totalidad dato.35
de las actividades que caracterizan las reproducciones Las dos mayores ventajas que aporta la historia de
singulares productoras de la posibilidad permanente de vida radican en su poder de focalización que permite
la reproducción social". 34 incrementar notablemente la especificidad de un suceso
En consecuencia con lo anterior, podremos precisar y en su capacidad de captar más plenamente la dimen­
que el análisis de lo individual, en tanto nivel de la sión temporal de los acontecimientos investigados, su
realidad social, tendrá como eje fundamental el aspecto encadenamiento.
de la reproducción. Lógicamente, el concepto de repro­ A la vez, sus dos principales desventajas estriban
ducción no está referido exclusivamente al aspecto ma­ en la dificultad de encontrar argumentos válidos para
terial, sino que comprometería aspectos económicos, imputarle representatividad y, en la escasa confiabili­
culturales, políticos ; es decir, al individuo en tanto dad de los datos obtenidos, el problema de la vera­
totalidad. cidad de la información, asunto que discutiremos a
El concepto de reproducción como eje fundamental ton tinuación.
en el análisis del individuo, compromete al problema Se ha argumentado que por medio de la historia
de la precisión de la unidad básica de su reproducción. de vida y otras técnicas "cualitativas" no es posible
En este sentido resulta importante la consideración de lograr objetividad ya que se da una intervención obscu­
unidades de mediación como la familiar, la clase, etc. recedora de lo subjetivo y de lo simbólico. Desde esta
Otro problema que enfrenta la perspectiva del aná­ perspectiva se olvida que en la manipulación "cuanti­
lisis individual en las transformaciones sociales, es el tativa" de los datos se da también un salto a lo simbó-
hecho de que las transformaciones en ambos niveles lico que generalmente se oculta o desconoce tras la
guardan dinámicas diferentes ; es decir, no existe corres­ fascinación del número.
pondencia inmediata. Pero la ilusión empirista de trabajar directamente
Esta no correspondencia inmediata entre las trans­ con la realidad está presente no sólo en los que utilizan
fonnaciones sociales y las individuales, nos obliga a acríticamente las técnicas cuantitativas, sino también
precisar los virajes que se registran en los procesos so­ en aquellos que ven en la historia de vida una forma
ciales y su articulación con los virajes en la reproduc­ privilegiada de aproximación a "lo real".
ci6n del individuo. Es decir, se trata de encontrar la En este sentido, algunos de los que rechazan como
correspondencia entre el tiempo histórico y el tiempo de los que sobreestiman a la historia de la vida, par­
biográfico. ten de que las técnicas de investigación son técnicas
Lo anterior nos lleva a la necesidad del análisis, en de recolección de datos y que la realidad es captable
ténninos dinámicos, de la transformación individual ; casi sin mediaciones. El entrevistado es pensado como
es decir, que permita captar el proceso de dichos cam­ una "fuente" en la que el dato es recogido, tal y como
bios. En este sentido resulta fundamental el análisis se recoge agua de un manantial.
del ciclo de vida de los individuos ; es decir, la defini­ Pero a esta metáfora de la fuente que ubica al
ci6n de los momentos cruciales en sus vidas. La in­ investigador en un lugar predominantemente pasivo, se
clusión del análisis generacional ofrece una perspectiva agrega otro elemento que incrementa la confusión. En
de mayor dinamismo.
ª5 Remitimos al lector a la consulta de Saltalamacchia,
Por último, resulta importante el distinguir las dife­ Homero e t al., "Historias de vida y movimientos sociales : pro­
rencias que existen al interior de un mismo proceso, puesta para el uso de la técnica", Revista Iztapalapa, núm. 9 ,
por lo que el uso de cohortes resulta en casos de gran jun-dic., 1 983, pp. 3 2 1 -3 3 6, artículo en el que nos basamos
utilidad en la perspectiva dinámica del análisis indivi­ para escribir estas notas.
Las reflexiones de Saltalamacchia y o tros se refieren en Jo
dual. Por ejemplo, a un determinado nivel de desarrollo
fundamental a la utilizaci6n de la historia de vida en el estu­
capitalista, el proceso de proletarización en el medio dio de los movimientos sociales. Para los efectos de esta ex­
posici6n, tratamos de rescatar lo más general de sus plantea­
as Agnes Heller, op. cit., p. 39. mientos, buscando no restringir la reformulaci6n de la técnica
u Ibidem. a la investigaci6n exclusiva de los movimientos sociales.
96 l\!ONSERRAT LINES, MARCEL MORALES Y EDU ARDO VIRUET

el caso del informante de una historia de vida, la fuente puede introducir un alerta sobre los posibles efectos del
activa ; una fuente que habla y vierte sobre el inves­ paso del tiempo en la estructuración del recuerdo y se
tigador el caudal que éste procura. De allí el éxtasis pueden analizar las posibles alteraciones que provengan
de que lo real puro llega a su momento culminante. de la relación misma entrevistado/entrevistador.
No obstante, esta fascinación por lo real parlante Con esta propuesta, el entrevistador no se ubica en
topa con los límites humanos del entrevistado ( olvidos, el campo comúnmente recorrido por las entrevistas tra­
"racionalizaciones" en las explicaciones de un evento, dicionales : ya no se trata de un investigador que hace
tergiversaciones conscientes e inconscientes, etc.) y es preguntas y que escucha y de un informante que con­
a partir de dichos límites que los investigadores han testa. Más bien, se trata de una tarea de búsqueda com­
creado una serie de criterios tendientes a corregir los partida ; búsqueda en la que no necesariamente surgirán
defectos de la información y permitir el arribo al dato acuerdos totales o aprovechamientos semejantes, pero
real. sí interpretaciones que no existían antes de la relación.
Justamente allí es donde descansa el error empi­ El investigador aportará a las entrevistas, sus instru­
rista : en la idea de que en algún momento y por mentos analíticos, su entrenamiento en el análisis de
medio de técnicas más o menos depuradas, es posible situaciones, así como un conocimiento quizás más glo­
lleaar
t> al núcleo de lo real. El dato es y nunca podrá bal del proceso ; conocimiento logrado mediante el es­
ser lo real mismo. El dato, en tanto material simbólico, tudio previo de fuentes secundarias y la realización de
es siempre una determinada estructuración de la rea­ otras entrevistadas. A su vez, al entrevistado se le exi­
lidad, o sea una realidad ya interpretada. Y lo real, en girá en la medida de lo posible, una ardua tarea inte­
tanto dato' es siempre un real construido. Por lo tanto, lectual, en la que el investigador debe actuar como
.
la crítica teórica del dato no es ni puede ser la crítica estímulo pero nunca como reemplazo. Desde esta pers­
de su veracidad sino la crítica de su proceso de cons­ pectiva la entrevista se transforma en un acontecimiento
trucción. De estos postulados se desprenden una gran útil también para el entrevistado pues le provee un
complejidad de consecuencias epistemológicas, pero sin­ espacio de reflexión de reelaboración sobre aspectos
tetizando, simplemente apuntaremos aquellas relaciona­ relevantes de su vida.
das al uso de la historia de vida, a saber, que el proceso Pero lo significativo es que se trata de una reflexión
teórico, incluyendo en él la propia conformación del dato, para la acción de un proceso de autoconciencia pues si
·. es un proceso que ocurre sólo en el plano de pensa­
no se incurre en la posición que pretende convertir a
miento. Y si su materia misma es la subjetividad, lo los entrevistados en investigadores académicos o en sim­
que queda es no iniciar un vano intento de eliminarla
ples informantes. Por el contrario partiendo de la dife­
sino por el contrario de asumirla a fondo como manera rencia entre investigadores y por ejemplo, obreros, el
de controlarla.
proceso de co-investigación debe normarse fundamen­
En la medida en que el entrevistado está frente al talmente por los propósitos de la acción práctica y no
entrevistador, se impone un proceso de construcción­ por un simple proceso de conocimiento de sí mismo.
reconstrucción del dato. Los investigadores que usan
Para finalizar el capítulo haremos una breve refe­
la entrevista * como técnica sociológica, no siempre tie­
rencia a la categoría metodológica de individuo crítico
nen presente que ésta implica la producción de una
que en la concepción reconstructivista de la realidad
cierta relación social ; la entrevista no es, como suele
sustituye a la muestra tradicional. Definiremos al indi­
considerársele una forma de "recolección de datos" sino
viduo crítico como aquel sujeto en el que el proceso
una propuest� de investigación conjunta que permite
social o alguna de sus coyunturas se manifiestan con
un proceso de "de construcción-reconstmcción" del
una mayor intensidad, opacando muchos de los elemen­
dato.
tos contingentes de su biografía. El sujeto crítico no es
La entrevista permite iniciar una tarea compartida
necesariamente el dirigente ; es más bien aquel sujeto
de desestructuración de las explicaciones que el entre­
en el que la relación estructura-individuo se encuentre
vistado ha asumido como definitivas ; se puede profun­
menos opacada, lo que resulta en una biografía más
dizar en ellas, discutiéndolas desde distintos puntos de
cercana al proceso social.
vista; complementándolas con informaciones adicionales
Los criterios relativos a la selección del individuo
que anteriormente no había sido tomados en cuenta ; se
crítico subsisten como un problema más a debatir den­
* Utilizamos aquí entrevista en su concepci6n genérica en
tro de la discusión de la reformulación global de la
la que por supuesto queda incluida la historia de vida. técnica de la historia de vida.
III S�fORIA DE LA VIDA 97

.CUADRO l ·

HISTORIA DE VIDA Y TÉCNICAS AFINES *

/ Amplias
- Autobiografía.s - Parciales o temáticas
"-.. Limitadas a un tema
( confesiones )

Una autobiografía extensa, registrada textualmente,


sometida a criterios de confiabilidad y con análisis de
un investigador profesional puede asimilarse a una
historia de vida.
Sólo requeriría que el autor protagonista fuese un
informante-clave.
Empleo y estudio de los testimonios
y documentos personales : descripci6n
que un individuo hace de sus propias
acciones, experiencias y creencias.
- Historia de vida : "autobiografía hablada" -'
- Biogramas o esquemas biográficos
especie de síntesis autobiográficas
en cumplimiento de directivas específicas
en cuanto a contenido y forma y con el
fin de obtener datos en masa.

- Memorias, diarios, agendas, cartas,


crónicas, relatos personales y
documentos artísticos.

• Esquema organizado a partir de informaci6n recabada en Magrassi G. Y M. Rocca, La historia de vida, Bu e nos Aires, Cen­
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de este libro se publicó en español en Jorge Balán
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Teoría y Técnica, Buenos Aires, Ediciones Nueva logical Rcsearch" en Sociology and Sacial Research,
Visión, 1974, pp. 19-26. vol. XXXI,II 1948, pp. 10 1 4.
-

. .
CAP1TULO ll

LA ENTREVISTA Y EL CUESTIONARIO

Martha E. ARCE
Diana M. GERMÁN
José M. JuÁREZ
Javier DE J. RIOJAS

Introducción nester considerar para obtener el mejor resultado de su


aplicación.
El objetivo de este capítulo es presentar la metodo­ En seguida, mencionamos las ventajas y desventa­
logía de las técnicas de investigación social denominadas j as más reconocidas para la entrevista y el cuestionario,
entrevista y cuestionario, así como algunos aspectos para indicar, finalmente los problemas metodológicos
criticas y posibles alternativas dentro del punto de vista que presentan, tanto desde el punto de vista de los sim­
de la reconstrucción. patizantes de la utilización de dichas técnicas ( aunque
Dichas técnicas tienen una gran difusión dentro del con una postura crítica) como desde la perspectiva de
campo de la . investigación en las ciencias sociales y esto la reconstrucción de la realidad en el pensamiento.
ha propiciado que se haya brindado un especial interés Con lo anterior, pretendemos lograr tanto un acer­
a su estudio. Tradicionalmente, estas técnicas han sido camiento a lo específico de cada una de las dos técni­
sumamente utilizadas para obtener información y datos cas, como brindar elementos que ayuden a hacer un
empíricos. Podríamos decir que muchos de los trabajos uso más crítico de éstas en los estudios sociales.
de campo en la investigación social utilizan alguna de
estas dos técnicas como las más apropiadas para obte­
ner información directa de los sujetos a investigar.
1. Técnica para la Elaboración de la Entrevista
A pesar de que ambas técnicas son muy similares
y el Cuestionario 2
en cuanto a sus presupuestos metodológicos se encuen ..

tran algunos aspectos que las distinguen : "Aunque,


De acuerdo a quienes utilizan la entrevista y el
tanto las entrevistas como los cuestionarios sitúan en
cuestionario como técnicas, la fiabilidad que puedan
gran parte su fiabilidad sobre la validez de los informes
representar los datos obtenidos a través de las técnicas
verbales, existen diferencias importantes entre los méto­
de la entrevista y el cuestionario depende en gran me­
dos. En el .cuestionario, la información que se obtiene
dida de lo bien o mal que estén elaboradas y prepara­
se limita a las respuestas generalmente escritas de los
das éstas.
sujetos ante p reguntas ya p reparadas. En una entrevis­
De esta forma, el trabajo previo a la aplicación de
ta, puesto que el entrevistador y la persona en trevistada
las técnicas reviste gran importancia para el uso de es­
están las dos presentes al tiempo que las preguntas son
tos instrumentos. Podríamos decir que existen dos áreas
formuladas y contestadas existe la oportunidad de una
sobre las cuales se pueden dar precisiones técnicas : la
mayor flexibilidad en consegu ir información, además
referida a la preparación de la entrevista o cuestionario
el entrevistador tiene la oportunidad de observar . al
( tipo de preguntas, longitud del cuestionario o entre­
sujeto a y al mismo tiempo al conjunto de la situaci6n
vista, orientación, estructuración, etc. ) y la que con­
en que se haya contestado" .1
cierne al momento de la aplicaci6n o ejecución de la
En este capí tulo nos referiremos tanto a la descrip­
técnica, ( dejaremos fuera la codificación y el análisis. )
ci6n de cada una de las técnicas con sus especificida­
des, como a algu nos problemas metodológicos que pre­
. 2- El cuestionario es un instrumento utilizado e n l a inves­
serttan. De esta manera, en la primera parte se da una
tigaci6n social que consta de una serie de preguntas rigidas�
desc ripción de lo que cada una de las técnicas pre­ generalmente escritas, cuyas respuestas son susceptibles de
tende, así como de las precisiones técnicas que es me- arrojar in!ormaci6n sobre ciertos hechos sociales.
La entrevi s t a es \lna técni ca que consiste en i nte rrogar
1 Selltill, C., et al., Métodos de investigación en las rela­ directamente a una o varias personas con el fin de obtener
'ionef sótiales, cap .. .. vli, · México, · Ed. RlALP; S. · A;, 1 965; informad6n sobre problemas que tíenen una reperc\lsi6n so­
P-' 270'. : cia.J,- con ln posibmdad de cambiar o. improvisar preguntas.

99
100 MARTHA E. ARCE, DIANA M. GERMÁN, JOSÉ M. J UÁREZ Y JAVIER DE J • RIOJAS

a) Sobr1 la preparación: bien referidas a lo que fue su experiencia en la entfe..


vista. De esta forma se ayuda al entrevistado a que pos­
Una primera cuesti6n en la que coinciden los diver­
teriormente se vea alentado a participar en otra o en
sos autores es en la importancia de la pre-prueba. La
la misma investigaci6n. Es importante que el entrevis­
mayoría de las veces es un cuestionario que se aplica
tado tenga una vivencia positiva durante la aplicación
a un número de personas menor al que después va a
de la técnica.
ser estudiado con más profundidad. Las preguntas son
En otro orden de cosas, también se sugiere presen·
de carácter mucho más general, aunque sobre el mismo
tar las preguntas en "baterías'', esto es, en bloques de
tema, que las que se van a aplicar posteriormente du­
preguntas que estén orientadas a la misma cuestión.
rante el estudio. Esto ayudará después a codificar los diversos "campos"
La finalidad de esta pre-prueba es tener una visión de estudio, es decir, los tipos de individuos que encon·
amplia del campo de estudio y de las áreas de interés, tramos de acuerdo al tipo de respuestas que hayan
preocupaciones, etc. que permitan, de alguna forma, dado. Otra sugerencia es la de repetir baterías de pre·
prever las posibles respuestas que se puedan dar a las guntas similares, sobre todo en aquellos donde quere­
preguntas que se vayan a hacer y así elegir las alterna­ mos tener una alta precisión, con el fin de que la fia.
tivas en el cuestionario, o las preguntas en la entrevista. bilidad de la informaci6n aumente.
Inclusive puede ser útil para verificar o elaborar las Tocante al punto del tamaño (del cuestionario prin·
hip6tesis de trabajo. cipalmente ) vemos lo siguiente. Un cuestionario de­
Otra de las ventajas que posee trabajar la pre­ masiado corto tiene el inconveniente de que impide
prueba es que permite ubicar posibles ambigüedades que el encuestado se adentre en el tema y nos da una
en las preguntas o términos que se utilizan, campos en cantidad de información reducida y poco profunda.
donde los entrevistados o cuestionados muestran más Por otro lado, un cuestionario demasiado largo tiene
defensas para responder, falta de claridad en la termi­ el inconveniente de que hace que la motivación del
nología; asimismo puede ser útil para ensayar dos o encuestado decrezca y la información que proporcione,
tres técnicas y ver cual de ellas es la de mayor perti­ especialmente de la mitad en adelante, sea poco con­
nencia para el tipo de estudio que se está realizando. fiable. De esta forma, tenemos que el cuestionario no
En el caso de una encuesta por correo aunado a debe ser "ni muy largo, ni muy corto". Se indica que
la pre-prueba, o anterior a ésta es conveniente el envío una longitud aceptable para un cuestionario es de más
de una carta a los posibles respondentes en la línea de o menos 80 preguntas que equivalen a más o menos
aumentar la motivación y el interés para participar .en 90 minutos de trabajo.
el estudio. Posteriormente a la pre-prueba vendría el Las preguntas que se pueden utilizar suelen ser de
estudio más definitivo. diversos tipos. Un mismo cuestionario es conveniente
La motivación del entrevistado es una cuestión muy que incluya preguntas de diversa estructura para ayu·
importante que hay que cuidar tanto en la preparación dar a romper la monotonía. Anotamos aquí los princi­
del trabajo, incluida la pre-prueba, como la ejecución de pales tipos de preguntas con que nos encontramos : ' ·
él. En general, durante la aplicación de la técnica a las
personas que participarán en el estudio formal, pode­ - Pregunta cerrada simple : En ésta al responder se
mos hablar de dos factores que están en relación con le dan dos o tres alternativas fijas y no pueden elegir
el grado de motivación : el orden de las preguntas y el otra más.
tamaño del cuestionario. - Pregunta cerrada con múltiples respüestas : Se pre­
En lo referente al orden de las preguntas, es impor­ sentan varias alternativas a elegir. Es importante
tante una selección adecuada de la secuencia que va a presentarlas de manera que no parezca una · alterna­
seguir el cuestionario. Se sugiere que las primeras pre­ tiva mejor que otra ; para esto es útil presentarlas
guntas sean referidas a cuestiones de interés general ; juntas en hojas separadas o en tarjetas iguales.
preguntas en las que el entrevistado se vea alentado
a responder y no se sienta demasiado implicado o to­ - Pregunta abierta : Se responde con las palabras tex·
cando temas delicados. Iniciar de esta forma hará que tuales del respondente y con la extensión que él
el entrevistado se sienta entusiasmado en particip;:i.r y requiera. Un auxiliar importante para este tipo de
la dinámica se acreciente y que se hajen las barreras preguntas ( las cuales son más utilizadas en la entre·
que pudieran dificultar la obtención de los datos. vista ) es el "followup" ; esto es, preguntas adicionales
Posteriormente, es recomendable que las preguntas que clarifiquen la respuesta del respondente. Una
más importantes. ,o que para. el investigador sean claves desventaja de este tipo de preguntas · es la dificultad
se incl�yan . en la parte media del cuestionario o la que presentan a la comparación y a la cuantifica·
·

entrevista, cuando el entrevistado ya está inserto en ción ; . esto se puede aminorar poniéndolas en cate­
la dinámica y su motivación es alta. Esto ayuda a obte­ gorías. similares, aunque ello incremente los costos
ner una mejor y más fiable· ínfotinación. . ; de tiempo y dinero.
. Hacia el final del. cuestionario o la . -entre�ista- es :;_ �·Preg �mtas abi�rias p�ra el . entrevistador y cerradas
importante incluir · preguntas · de tipo · emotiv o y más para el entrevistado : Se form ul a n de manera abierta
LA ENTREVISTA Y EL CUESTIONARIO 101

pero son precodüicadas por el entrevistador de acuer­ · En cualquier caso, un papel muy importante en la
do a categorías fijas. entrevista lo juega el entrevistador, que debe recibir
una capacitaci6n previa.
- Preguntas encadenadas : Esto es más bien una orde­
nación de preguntas sobre un mismo item. Se utiliza
para obtener un conocimiento más profundo y forzar
2. Entrevista y Cuestionario: Ventajas y Desventajas
al respondente a clasificarse.
n:scribiremos ahora algunas de las ventajas y des­
b) Sobre la aplicaci6n : ventajas más comunes que se han señalado en la lite­
Como habíamos indicado antes, la diferencia entre ratura con respecto a la entrevista y el cuestionario sin
el cuestionario o la encuesta y la entrevista reside en por ahora profundizar en estos problemas.
que en el primero la información que se pide y la que se A diferencia de los métodos de observación, los cua­
obtiene es exclusivamente la que el encuestado escribió les están orientados hacia la descripción y comprensión
o anotó sobre el papel del cuestionario, mientras que de la conducta tal como ocurre sin que sea posible
en la segunda se tiene una mayor flexibilidad para in­ obtener información sobre la conducta pasada y priva­
quirir a la gente y se capta no sólo lo que se dice sino da, han sido ideadas las técnicas de la entrevista y el
cómo lo dice ; y en este caso el aplicador de la técnica cuestionario cuya fiabilidad estriba en que obtienen
juega un papel más activo que en el cuestionario. información verbal del sujeto.
Así es como la aplicación de una encuesta o cueS­ No obstante la similitud que caracteriza a ambas
tionario reviste menos complejidad que una entrevista. técnicas, es decir que su fiabilidad descanse en la vali­
En aquella el 80% del trabajo queda cubierto en la dez de los informes verbales, se ha podido establecer
preparación y al momento de aplicarlo lo único que algunas ventajas y desventajas de una respecto a la
hay que añadir, a lo que el encuestado responda son otra, lo cual no hace que el cuestionario sea superior
las impresiones generales que el entrevistador tiene a la ent�evista ni viceversa, sino que en algunos aspec­
sobre la aplicación. Para esto es importante siempre t?s particula�es presentan ventajas y desventajas rela­
dejar un espacio en blanco al final del cuestionario con tivas, dependiendo la preferencia por una de ellas de los
algunas indicaciones que ayuden al encuestador a re­ requerimientos que marquen la investigación a realizar.
portar lo específico de la encuesta aplicada o las anoma­ Así, tenemos que si bien se puede señalar como des­
lías o aclaraciones que quiera anotar. ventaja del cuestionario el hecho de que la información
En el caso de la entrevista, el momenro de la apli­ obtenida se limita a las respuestas escritas de los suje­
cación de la técnica reviste mayor importancia. En tos ante preguntas ya preparadas. No obstante tiene la
todo caso, si lo que interesa es saber con mayor fideli­ ventaja de ser menos caro que la entrevista y requiere
dad lo que el entrevistado realmente siente, piensa o menos habilidad en su administración que la que re­
quiere expresar, es importante man tener un alto nivel quiere ésta. Otra ventaja, es que pueden ser enviados
de inalterabilidad del estado de ánimo de la entrevista por correo y administrados a un gran número de per­
por parte del entrevistador. Mencionar las preguntas sonas simultáneamente.
en un tono y con una actitud que no marquen ninguna Además, la naturaleza impersonal del cuestionario,
tendencia se convierte en una habilidad que el entrevis­ asegura una cierta uniformidad de una medición a
tador debe tener para "contaminar lo menos posible otra, aunque considera Selltiz que esta uniformidad
la respuesta". puede ser más aparente que real, ya que una pregunta
Sobre este punto de la entrevista advertimos que con las mismas palabras puede tener distintos signifi­
hay diversos tipos de entrevista : cados para personas distintas. Este aspecto supuesta­
mente puede ser superado, a través de la aplicación
- La entrevista con preguntas estructuradas : En ésta la cuidadosa del pre-test. En la entrevista, por una parte,
secuencia y orientación de las preguntas ya está mar­ la unifonnidad de preguntas y respuestas es poco fre­
cada de antemano y permite una conducci6n más cuente de una sesión a otra, lo que dificulta que éstas
estricta de la entrevista. puedan ser comparadas unas con otras. En el cuestio­
- La entrevista sobre un punto particular : Como su
nario es más usual por ejemplo, comparar los tipos de
respuestas. Otra ventaja del cuestionario es que asegura
nombre lo indica se centra en profundizar la infor­
el anonimato, dando mayor libertad para expresar las
mación sobre un aspecto muy específico que al in­
vestigador le interese conocer. opiniones.
La entrevista tiene la ventaja respecto al cuestio­
._La entrevista ' libre : En este caso el intercambio es nario, de que éste por más sencillo que sea elaborado
menos rígido, y aunque el punto central de la entre­ se hace inaccesible a la población analfabeta ; de ma­
vista esté marcado 'de antemano, se permite la "diva­ nera que la entrevista es adecuada para aplicarse a
gación" · en otros · campos que no sean del interés personas con distintos niveles de educación ; y puede ser
: inmediato para el erttn�vfatador y también la profun­ utilizada en todos los sectores de la población, aunque
. di2aci6n en cuestiones importantes para el tema. por otro lado, y en contraste con el cuestionario, un
1 02 MARTHA E, ARCE, DIANA M. GERMÁN, JOSÉ M • . J UÁREz Y JAVIER DE J . RIOJ AS

problema frecuente qµe se · presenta. es que puede. limi­ mente y apodícticos. Sin embargo, en una perspectiva
tar las respuestas en los indiyiduos que poseen una. ca­ reconstructiva su uso está condicionado . a tomar: en
pacidad de argumentación elevada� cuenta las siguientes mediaciones :
Los estudios llevados a cabo mediante entrevistas
a) La mediación propia del uso de la técnica. en
personales tienen la ventaja adicional sobre cuestiona­
sí . ( de sus aspectos propiamente técnicos) .
rios enviados por correo, en que muchas personas están
b ) La mediación del lenguaje común que siempre
menos deseosas y capacitadas en cooperar en un estu­
está presente en todo recorte perceptivo de la realidad.
e ) La insalvable contaminació n por los pensamien­
dio cuando todo lo que han de hacer es charlar. Otra
ventaj a de la entrevista es su flexibilidad, ya que en
tos del sujeto.
oposición al. cuestionario, si el sujeto interpreta erró:­
d) La posibilidad que la relación de conocimiento
neamente una pregunta o la respuesta no es compren�
entre sujeto y empiria sea una relación propiamente
sible en el cuestionario poco puede hacerse para reme­
de transformación y no puramente receptiva.
e ) La reinterpretación de los hechos pasados a la
diar esta situación. La flexibilidad hace que la entre­
vista sea una técnica superior p ara la exploración de
luz de la situación actual del entrevistado,
las áreas en las que existe una base débil para el cono-­
cimiento sobre las preguntas que han de ser formuladas La fiabilidad representa un problema desde el mo�
o la forma en que han de hacerse. mento en que se intenta captar información verbal _ o
También la entrevista ofrece la ventaja de dar ma­ escrita a partir de los sujetos a investigar sobre lo que
yor oportu nidad al entrevistador que la que ofrece el saben, creen o piensan acerca de determinado aconteci­
cuestionario para apreciar el informe, en el plano en miento con las limitaciones propias de dichas. técnicas.
que es producido, dando l a oportunidad, como señala­ Una de las mediaciones más importantes se refieren
mos en las páginas anteriores, de observar lo que dice a la estructura del lenguaje utilizado por el informante
y cómo lo dice. en relación al lenguaje de quien la requiere. En este
Al considerar que el comportamiento en la vida or­ tipo de mediaciones se pueden considerar, por una par­
dinaria tiene lugar en situaciones en que raras veces se te, la diversidad de significados de una misma palabra
encuentra libre de presiones sociales, la entrevista más o polisemia y por otra, la correspondencia que guarda
que el cuestionario, permite la aproximación a la situa­ lo que está expresando el . sujeto que informa con la
ción en que se miden estas presiones sociales, en la pregunta del investigador, hecha dentro de un marco
medida en que el entrevistador puede variar la natu­ de interpretación determinado y no necesariamente coin­
raleza de atmósfera a la vez que pregunta aJ entrevis­ ciden te con el que maneja el informante.
tado ; señalándose éste como una flexibilidad muy útil. Así, desde la crítica al positivismo hecha por Cicou­
rel, éste enfatiza el problema de la diversidad de signi�
ficados relacionados con el lenguaje y la ausencia de.
3. Algunos Problemas Metodológicos de la Entrevista una teoría que permita la traducción del lenguaje cien-:
y el Cuestionario tífico al lenguaje común. Al respecto se pregunta si lo.
que expresa el sujeto que proporciona la información.
Los problemas metodológicos que se plantean a es­ en . una entrevista o un cuestionario tiene relación . con
tas técnicas de "recolección" de información · están en­ la pregunta del investigador que proviene . de un marco
marcados dentro de la concepción que · se tenga de la teórico determinado. De hecho, si en un proceso tra­
relación teoría-dato y de la relación · sujeto-objeto. Es dicional de i nvestigación social el marco teórico es el.
decir, según sea la concepción de la realidad y, a par­ que . define las preguntas de la entrevista y el cuestio­
tir de ello, el objetivo y las posibilidades de la inves­ nario, al tener que ser formuladas las preguntas en un
tigación se señalarán determinado tipo de limitaciones lenguaje común, ¿ qué tanto la pregunta o el item del
a las técnicas de investigación social como la entrevista cuestionario puede llegar a reflejar o no la hipótesis
y el cuestionario, que nos permitan establecer el grado o el concepto teórico ? La ausencia de una traducción
de fiabilidad de la información obtenida mediante ellas. rigurosa, señala Cicourel, queda al arte, a la imagina­
El problema de la fiabilidad surge de las mediaciones ción del investigador esa salta desde lo teórico a las
existentes entre el recorte de la realidad que se hace preguntas en una investigación. La ausencia de una
en todo proceso de investigación científica y las técnicas teoría social que permita la traducción de lenguajes se
empleadas para recabar información · pertinente utili­ convierte así en una dificultad de tipo lógico. Contar
zable en la construcción del dato. Obviamente este con una teoría que permita la traducción de lenguajes
problema está ligado a los diferentes enfoques teódco­ científicos a lenguajes comunes, así como de conceptos
metodológicos. Para el positivismo el dato es indepen­ teóricos a empíricos, es uno de los ideales -- de - la pers­
diente del sujeto cognoscente, está allí y el sujeto no pectiva neopositivista.
tiene más. . que aprehenderlo ; por consiguiente, los datos Asimismo, las recomendaciones que los expertos- en
obtenidos mediante las técnicus en cmestión son verídi­ l a utilización de estas técnicas dan para la elaboración
cos, fiables, . si la técnica en cuestión es rigu rosamente de · un buen cues tionario provienen del sentido común,
aplicad:ª·' L:1;1ego entonces, �on · c uan ti.ficables · estadística- diría -Cicou reJ, · y · no de · una teoría relacionada . cqn la
LA ENTREVISTA Y El, C U ESTIONARIO 103

traducc;i6n dy conceptos te6ricos a las pr,egunt�. Jl()f a -partir de los individuos aislados fundamentalmente. ·
'
lo que, pudiendo ser muy útiles dichas recomendado.- . Aú.n �n éi ca_so de que � � api lquen ..en trevi'stas colee: ·, ·
.

.
.
...

nes, su aplicación no . tiene rigurosidad alguna y no re­ tivas, las unidades de estudio serán pequeñas unidades
suelve el problema de la correspondencia de lenguaje. colectivas que están atomizadas respecto a otras: Ade­
Otro tipo de mediáciones son las psicológicas que más, en el. caso particular del cuestionario . con pregun­
.
se refieren a la validez del dato, es decir a si la infor­ tas estandarizadas hay un presupuesto adicional que .
mación es o no fidedigna, lo cual depende del hecho es el de considerar a las estructuras socíales como 'reia� ·
que el informante tenga o no una clara conciencia tivamente invariables y qu e, por lo tanto, los sujet6s
de lo que se le pregunta, si logra o no recordar los even­ sometidos al mismo instrumento, a lá misma pregunta,
tos y si desea relatarlos tal como sucedieron. Para Cicou­ tendrían que reflejar en sus respuestas exactamente las
rel la entrevista es también una interacción social que mismas situaciones. Dicho presupuesto abre la posibili- .
influye sobre los datos, por lo que trata de mostrar dad de preguntas estándar para todos los sujetos y
cómo median el sentido común, el lenguaje y el signi­ conclusiones para el universo de esos sujetos a partir
ficado cotidiano en el proceso de elaboraci6n, aplica­ de respuestas individuales.
ción e interpretación de la entrevista ; ello reconociendo Ligado a lo anterior está el problema de la especi'."
que la interacci6n entrevistador-entrevistado implica la ficidad. Cicourel sostiene que las respuestas de fos
superposición de mundos sociales. individuos son específicas, lo que supone que el sujeto ·
Esto último hace referencia a la especial relación es una totalidad en sí mismo y que a su respuesta,
interactiva entre el sujeto y el objeto que está presente aunque tenga elementos formales comparables con otras
en estas técnicas, a diferencia de otras en las que se respuestas, no podemos atribuirle de antemano el mis­
habla de una observaci6n no interactiva. Presuponen mo significado. A partir de ello, cada entrevista cons­
así, este tipo de técnicas, una interacción entre sujeto tituye un hecho singular, en el sentido de que no
y objeto que constituye un elemento de mediación dis­ volverá a haber condiciones idénticas para obtener esas
turbante con respecto al dato, a la información que propiedades a las que llamamos datos. 'E n sentido esta�
con ellas se obtiene. dístico tal singularidad, para Cicourel, impide qúe los
Otro problema con este mismo carácter, aunque datos sean medibles.3
más influenciado por las relaciones sociales actuales, es Si analizamos una entrevista estructurada y un cues­
la relectura de los hechos · de la vida pasada a la luz tionario cerrado vemos que las respuestas de los sujetos
de la situación económico-político-social actual de los traducidas en palabras tienen exactamente la misma
sujetos encuestados, lo cual los lleva a tratar de legiti­ signi(icación ante las mismas preguntas. Desde la pers­
mar las acciones emprendidas u omitidas a lo largo de pectiva de Cicourel, la respuesta, por ejemplo afirma­
su trayectoria. tiva, de un individuo con una historia personal deter- .
Un próblema más a enfrentar en la aplicación de minada no puede significar lo mismo que la respuesta
la entrevista es el de la relación entre conducta indivi­ afirmativa de otro individuo con otra historia, por lo .
dual y contexto social. Ligado a éste está el de la rela­ que el proceso que lleva a . su cuantificación debería
ción entre conducta y mundo interno del sujeto, para ser cuestionado.
quienes lo consideran pertinente (problema no válido Respecto a la medición pod.ríamos agregar . que el
para los conductistas) . De cualquier forma, si la apli­ objeto no es cuantificable en sí mismo sino que 1.a cuan­
cación de la entrevista y el cuestionario es vista desde tificaci6n implica una decisi'ó n del sujeto que cuant.l�
la perspectiva reconstructivista, el problema se presenta fica. ¿ Qué supone entonces cuantificar ? Supone asig.,
en cuanto a la relaci6n entre individuo y sociedad, ya · nar . números a una propiedad· · de un ol;>jeto hadendo
que lo que interesa no es el individuo en sí sino éste abstracci6n de todas las demás propiedades, de todó
como · uno de los accesos para la comprensión de lo lo específico excepto esa propiedad.
social. Además, la abstracción de lo específico supone la
Si consideramos que el sujeto que proporciona la homogeneización de los objetos. En el caso de la entre­
información es un sujeto determinado por especificida­ vista y el cuestionario, de las respuestas de los sujetos­
des del contexto que no necesariamente son constantes objetos para poder reducirlos a números, hacerlos me- ·
sino· que, por el contrario, cambian en el tiempo tanto dibles, cuantificables, y poder operar con . la lógica de
el sujeto como su contexto. Y además que entre un las matemáticas. Esto nos lleva a una nueva dificul­
.
sujeto y otro cambia también el contexto. Nos pregun­ tad : saber si la realidad de los individuos que respon-, ·
taiiamos ¿ cuál es la posibilidad de generalizar un con­ den se corresponde con la lógica de las matemáticas.
junto de preguntas estandarizadas para una poblaci6n A esta última dificultad Cicourel responde que no hay
donde no necesariamente todos los sujetos pueden ser prueba explícita de isomorfismo entre la 16gica de la
ubicados en eL mismo contexto ? téOría social y la lógica .de las matemát�cas.
Cicourel dice que el problema de la entrevista para . La cuantificaci6n es el mGiyor nivel de abstracción"
estudiar las relaciones sociales radica en u·na concep­
·
ci6ri de 'J� real,idad social atom izada, es decir, qlle se .s Cicourel,. Aarón, Método y .medida en s.ociologia,. cap. m; .
ptetende busc� · i � fo m1ad6n . de . las relaciones sociales Madrid, Ed. · ·
· · · · ·
Nacional, 1 972.

a
1 04 MARTHA E. ARCE, DIANA M • . GERMÁN, J OSÉ M. J UÁREZ Y JAVIER DE J · RIOJAS

que borra Ja especificidad de un objeto respecto a ()tros concibe la realidad en movimiento, el sujeto "recolec­
objetos. Y es el supuesto básico de la objetividad posi­ tor de datos" -en tanto que el dato siempre es cons­
tivista presente en las técnicas que nos ocupan. truido- debe establecer una relación activa con el
De esta manera, el problema de la especificidad "objeto" ( que es otro sujeto) , y por esto mismo se con­
se relaciona con la influencia del contexto, que es otra templa la posibilidad de que el sujeto-objeto se con­
mediación que debe sopesarse puesto que, como seña­ vierta en creador y/ o transformador de empirias.
lamos más arriba, el informante es un sujeto hasta En este sentido, se puede considerar la reconstruc­
cierto punto determinado por las propias condiciones ción individual en su articulación con lo social como
del contexto en el que se mueve y que no necesaria­ una articulación de procesos dinámicamente diferen­
mente son constantes. La posibilidad de cambiar con ciados, entendiendo con ello que el análisis de un com­
el tiempo y el espacio implica para los agentes sociales portamiento puede ser desarrollado a través de la ar­
cambian de contexto, y éste sufre modificaciones bajo ticulación de procesos diferentes que no necesariamente
la influencia de los cambios sociales, muchos de ellos son sincrónicos.
independientes de los sujetos. Si esto es así, se intro­ Además, el problema de la fiabilidad de la infor­
duce el problema de las posibilidades de generalizar mación obtenida a través de dichas técnicas se relativiza
un conjunto de preguntas homogeneizadas para una dentro de la perspectiva reconstructiva en la medida
población en la que no todos los agentes se encuentran en que permiten aproximarnos a sólo uno de los niveles
en el mismo contexto. de la totalida,d como es el individual ; en la medida
Por otra parte, el origen social del entrevistador y en que los datos obtenidos ya no reflejen un sentido
del entrevistado (así como el contexto nacional y re­ unívoco en sí mismos, sino que nos permitan articular
gional ) puede introducir alteraciones que afecten la lo individual y lo social, puesto que aquél no es inde­
información y por tanto, el resultado de la entrevista. pendiente de ésta ; por otra parte, lo individual se in­
Cada clase o grupo social posee no sólo una ideología, serta en lo social conservando sus propias especifici­
sino un código de expresión, de conducta y un modelo dades.
de relación interpersonal. De aquí que la situación de El problema de la fiabilidad referida a la inten­
entrevista pueda desencadenar las barreras morales pro­ sidad con la que el individuo refleja lo social, nos remite
pias de la clase del entrevistado provocando la incom­ a un segundo problema que es el de buscar al indivi­
prensión por parte del entrevistador, cuyo origen y ex• duo crítico : aquel en el que lo social se presenta de tal
tracción de clase sean diferentes, de todos los alcances forma que la información vertida expresa lo social de
y efectos de las dificultades vividas por el informador. manera más directa con un mínimo de mediaciones
Es conveniente tomar en cuenta este problema pues­ y distorsión. Encontrado este individuo cabe preguntar­
to que es muy raro encontrar a alguien que se cuestione se ¿ hasta qué punto representa a una población o a
sobre el efecto diferencial de las técnicas de la encuesta parte de ella? Esto se relaciona con el problema de la
en función del origen social de los sujetos.4 representatividad de la muestra estadística.5
Habiendo efectuado esta breve recapitulación en
torno a las mediaciones que afectan de una manera u
otra al empleo de las técnicas que nos. ocupan, es fun­ 4. El Probiema de la Representatividad
damental examinar uno de los problemas cardinales
relacionado con dichas mediaciones : la existencia o no Si bien este es un problema que reviste caracterís­
de una teoría de la relaci6n sujeto-objeto, en los tér­ ticas técnicas y considera procedimientos estadísticos
minos específicos de la aplicación de este tipo de téc­ para establecer el grado de representatividad de la
nicas que supone una forma especial de interacción, ya muestra, implica también aspectos epistemológicos. De
que ésta puede ser un elemento disturbante respecto los principios del muestreo se desprende implícitamente
a la información que se obtiene mediante su aplicación. que las características sociales son las que en promedio
En una visión dinámica de la realidad que presu­ se encuentran en los individuos en intento por recuperar
ponga la articulación entre lo objetivo y lo subjetivo, lo social en lo individual. Sin embargo, el hecho de
los sujetos no sólo deben aparecer como posibles crea­ que lo $acial esté en .l o individual no significa necesa­
dores de objetividad sino de empirias, de nuevos datos, riamente que aquel sea un promedio sino que lo social
producto también de . su voluntad. La entrevista como está diferenciado en los individuos y la propiedad indi.
. vldual .promédio a t:ravés de la entrevista o cuestionario
interacción entre sujeto y. objeto presenta la posibilidad
de que el sujeto-objeto se proponga proyectos transfor� .
6 Pata lin conocimiento más profundo se pueden · consul­
madores. Es decir, en la perspectiva reconstructiva que tar · spiegel, Murray. EstRdíitiCa Me Graw-Hill, serie de Com­
,
. .
pendios Schaum ; Woode, · w. y P. · Hatt, MétQdos de · intie$fi­
.
4 Para profundizar en este problema ver Bourd ieu P. et gaci6n social, México, Trillas, 1 980 ; Grawitz M., Métodos
2
'
al., Le métier de sociologue Paris, Mouton, 1 968, p .
, �
53- y , térnicas de . las cien,cias Jocialf!s, Barcelona, Edit. Hispano.
264 ; Sch o tzmarm, L. y A. Strauss. "Social class anci modes Europea, 1 9 75 ; Duverger, M., Métodos de [as· ciencias s�cia­
of communication", Amer ican ]ournal of sociology, Chicago, les, México, Ariel, 1 983 ; Comboni, S. y J. M., Juárez� Intio: ·
Ill., University of Chicago Press.; . vol. LX, núm. 4, 1 955, ducci6n a las técnicas de la investigin:i6n, México; Edit. Tura
.
pp.. 3�9-�3 8 , NQv� uAr.Hli} · 1 984 ;, y .o.tros. · · .
LA ENTREVISTA Y EL CUESTIONARIO 1 05

no necesariamente corresponde ·a lo · sociaL Si bien lo es vista como interacción entre sujeto y objeto con la
individual construye lo social, no todo es social en lo posibilidad de transformación de ambos, sino como üna
individual. De aquí la necesidad de la vigilancia epis­ relación pasiva en la que la observación del sujeto es
temológica que va más allá de "la vigilancia metódica unilateral y lo observado es el objeto dado. En este sen­
indispensable para la aplicación metódica de los mé­ tido, lo empírico es lo observable. A partir de estos
todos"º que permite la ruptura con el absolutismo del supuestos el camino de la ciencia y del método cien­
método, pues "los datos que se analizan de alguna tífico es la vía de la verificación de hipótesis derivadas
manera poseen un doble carácter de abstracción : en de un marco teórico preestablecido.
primer lugar en tanto que hechos estadísticos abstrac­ En el método hipotético-deductivo el uso de las
tos en relación a la realidad empírica . . . en segundo técnicas de recolección de información y, específica­
lugar en tanto que hechos sociológicos, abstractos en mente las que nos ocupan, tienen un lugar crucial en
relación a las manifestaciones individuales : siendo de la investigación, ya que la reducción de la experiencia
naturaleza colectiva, los hechos sociales no se realizan al dato empírico asigna a la empiria un papel verifi..: ·
totalmente en ningún fenómeno individual de manera cativo, reduciendo los sujetos a simples recolectores de
que . . . la correspondencia o no-correspondencia con datos. El sujeto establece así una relación pasiva con
una realidad objetiva . . . no salta a la vista" . 7 Por lo la realidad en la que no se considera su capacidad
cual, la vigilancia sobre las técnicas estadísticas y sobre transformadora, y las técnicas constituyen la vía ex­
la elaboración a la que se somete a los datos debe ser clusiva de recolección de datos que serán analizados
. continua y hecha en cada investigación que se em­ para proceder a la verificación de la hipótesis. Pero el
prenda. dato empírico está determinado por la conceptualiza­
Así pues, los problemas de la fiabilidad y represen­ ción teórica y, por lo tanto, normado por los propios
tatividad de la información obtenida mediante las téc­ conceptos que se requiere verificar.
nicas en cuestión deben ser reconsiderados en su signi­ En la perspectiva de reconstrucción la realidad es
ficado dadas las limitaciones que éstas representan en concebida en movimiento, una realidad estructurada
estos dos niveles desde una perspectiva reconstructiva y estructurándose por niveles, la cu al se intenta cono­
donde el uso de la teoría no implica a la hipótesis cer no sólo en su generalidad sino también en su espe­
deducida. cificidad, entendiendo el problema de la objetividad y
de la ley social como ley de tendencia en donde el pro­
ceso social concreto no puede ser comprendido cabal- ·
5. La Entrevista y el Cuestionario dentro del Concreto­ mente sin la propia intervención del sujeto. Asimismo
Abstracto-Concreto lo observable es más que verificar la teoría, alimentar
el proceso de construcción de teoría. En cuanto al dato,
El propósito de este apartado es el de plantear las éste es construido por el sujeto en su relación con el
posibilidades y limitaciones del uso de las técnicas de objeto, el cual aparece como creador de objetividad
investigación social denominadas entrevista y cuestio­ y como posible creador voluntario de empiria, de nue­
nario dentro de la perspectiva de la reconstrucción de vos datos que responden a un nivel determinado de
la realidad en el pensamiento. Dichas técnicas son con­ la realidad.
sideradas como algunas de las fu en tes de recolección Respecto a la relación teoría-dato, en la perspec­
de datos por excelencia en la investigación social, fun­ tiva pos1t1v1sta, los indicadores aparecen como concep ­
damentalmente dentro de la perspectiva verificacio­ tos de mediación entre concepto teórico y empírico. ·
nista. De allí que en este intento de crítica y reformu­ Aunque no exista una teoría de la traducción del con­
lación para un uso alternativo de las mencionadas cepto teórico en indicador, por lo que esta traducción
técnicas dentro del método de la reconstrucción es me­ es dejada a b imaginación del investigador. Asimismo,
nester recapi tular acerca de la concepción de realidad el problema de la traducción del lenguaje científico
y empiria, así como de la relación sujeto-objet o por un a lenguaje común continúa sin solución. Tal vez éste
lado, y la relación teoría-dato por otro, que subyacen sea uno de los problemas que reviste mayor importan­
a esta perspectiva o modo de acercamiento a la reali­ cia en el caso de la entrevista y el cuestionario. Tanto
dad, en contraposición a la perspectiva verificativa. en el momento del diseño de la técnica como en el de
En efecto, el positivismo concibe una realidad homo­ su interpretación existen varias interrogantes : ¿ cómo
génea y externa al sujeto, inmutable en sus legalidades saber que tal pregunta, que está abocada a determi­
que se dan al margen de los su jetos. En esta concep­ nada área va a arrojar la información adecuada para
ción la experiencia-criterio de verdad donde la obser­ llenar el dato que buscamos ? ¿ cómo estar seguros de
vación es la traducción operativa de lo empírico, no que el entrevistado, especialmente en las preguntas
abiertas y de opinión, ha entendido de la pregunta pre­
s Simiand, Francois, Statistique . et expérience. Remarques cisamente lo que el investigador entendía al momento
d1 mlthode. Citado por Bourdieu, P., et al., Par!s, Mouton,
de elaborarla? En caso de qu:e se salvaran las anteriores
1968, p. 1 25 . .
limitaciones ¿ cómo saber que el que responde es total­
.
. . . . .
· . 7Simiand, .Francois, Statistique et expérience. Remarques
.

d·i mé'thode: Cítado por Bourdieu, P., op. cit., p. 249.


· ·
mente honesto en su respuesta ? ¿ puede el mis!Tic:> �'.'!--
1 06 MARTHA E. ARCE, DIANA M. GERMÁN, J O SÉ M; J UÁREZ Y J AVIER DE J . RIO J A S

berlo ? ¿ cómo cerciorarnos de que e n s u respuestá� no ; las. liniitadones señaladas, permitirían acercarse a un

ha· quedado omitida, por olvido, la información adicio- · nivel de la realidad en un momento determinado de
nal que en ese momento no se le vino a la mente? Y, un proceso de transformación, con lo que el dato
por último, aún salvándose los anteriores obstáculos, con ellas obtenido, que es un dato empírico-histórico
¿ cómo saber si en el inconsciente del individuo entrevis­ en transformación, presenta una correspondencia rela­
tado no existe información adicional que él mismo des­ tiva con la teoría puesto que será articulado con otros
conoce y que sin embargo existe y eventualmente se datos o categorías de otros niveles de la realidad, ar­
pudiera contraponer a lo que él, honestamente y com­ ticulación que permitiría llegar a la especificidad del
prendiendo cabalmente lo que se le preguntó, respondió objeto virtual ( para un problema del tiempo presente ) ,
al momento de la aplicación de la técnica? visto como · · t_o talidad.
El problema de la traducción entre lenguajes teó­ Preguntarse por l a posibilidad de util izar estas téc­
ricos y comunes en una perspectiva marxista no puede nicas den tro de un proceso de investigación que se pre­
ser intentado como operacionalización ni como fórmula tende al ternativo y asimismo congruente con una con·
de traducción. Desde un punto de vista lógico el p ro�_ cepción de realidad alternativa a la corriente dominante
bleqia puede ser planteado como la vinculación eritre implica situarse, primeramente, en el momento y fun­
un lenguaje más abstracto ( el teórico ) y otro más con­ ción de la empiria dentro de la reconstrucción y poste­
cretó ( el común) . Lo anterior significa que la relación riormente en los momentos de acercamiento a ese nivel
en tre ambos no puede ser puramente deductiva sino empírico de la realidad y la relevancia que las técnicas
de reconstrucción. En este caso reconstrucción · significa adquieren en una visión de esta naturaleza.
establecer las mediaciones lógicas e históricas que re­ Lo que estas técnicas brindan, en un primer mo­
creen el contexto de las preguntas y respuestas. Sobre mento, es un- acercamiento a un nivel de la realidad
todo las determinaciones lingüísticas, cul turales, nacio­ en un momento determinado del proceso de transfor­
nales, regionales, de clase o grupo social y de persona- mación. Este nivel es el de los individuos contextuali­
lidad que están imbricadas en todo diálogo. · zados socialmente en el tiempo y situación en que la
Si bien la entrevista y el cuestionario, como muchas técnica se aplica. Es decir que lo que por si mismas
otr<l;S técnicas, permiten captar datos individuales, lo obtienen es la información dada por los individuos en
específico de su captación es el intento de estructura­ sus aspectos estandarizados, que aunque se encuentran
ción y homogeneización de las pregunta� y las respues­ enmarcados y condicionados socialmente, siguen expe­
tas en mayor o menor grado -el caso extremo sería rimentado la realidad en forma y con matices persona­
el del cuestionario cerrado. La posibilidad de la per­ les. Aún más, pretenden captar, con las limi taciones ya
tinencia de estas técnicas en una perspectiva marxista expuestas, la información que las personas pueden dar
está marcada por la consideración de que en el capita­ en un preciso momento del desarrollo y la transforma­
lismo moderno ha surgido lo que Gramsci llama el hom­ ción sociales y de su misma individualidad. Se podría
bre-masa. Es decir, el hombre que ha sido estandarizado decir que la entrevista y el cuestionario dan posibilida­
primero en los procesos productivos por el taylorismo des de acercarse a este nivel de realidad, y en donde
y el fordismo, luego por la burocratización de las ins­ otros niveles quedan fu era del alcance de la propia
tituciones civiles y de la propia estructura institucional técnica, lo que determina de manera importante sus
dd Estado Social, para culminar con la industria cul­ límites.
túral y los medios de comunicación de masas. En otros Esto nos lleva a la noc1on de entrevista y cuestio­
términos, el hombre moderno es específico y estandard nario contextualizados en oposición a la idea de la ope­
como realidad, pero no todo en él ha sido estandari:. racionalidad lineal entre concepto, pregunta y respues­
zado y de cualquier manera conserva espacios de liber­ ta; es decir, que el uso de estas técnicas tendrá que
tad. La entrevista y el cuestionario podrían contribuir considerar las particularidades lingüísticas, cu! tu rales,
a captar una parte de lo estandard en el hombre mo­ nacionales, regionales, de clase y/o grupo y de perso­
derno, siempre y cuando se escape a la tentac,ión, pri­ nalidad, todas ellas en una perspectiva de cambio his­
mero de suponer que todo fenómeno social es institu- · tórico. Aquí es conveniente recordar que el ser humano
cional y estandard y, segu ndo, que !'o estandard agofa no solamente es individuo particular, sino que también
lo social. ·· es colectividad, masa, y qúe la · realidad la experimen­
Por otra parte en la · concepción de la realidad" es- · ta y la transforma en esfos dos niveles simul táneamen te.
tructura�a por niveles, la mediación entre teoría y em­ Lo general y lb específico están presentes, aunque no
piria nt> se · da · por saltos. La:· tra:nsformacióri -de' cbrr;,. siémpre nüuiífiestos cori · la misma intensidad en · los ih-
; ·

céptos en indicadores es mediada por la recOrist ro cción


·

dividuos. ·
de: otros conceptos en una evolución lógico-histórica · :, · Estas técnicas podrían · ayudar a · hacer manifiestas
__:_:proceso de reconstrucción vertical. Esbi ··concepeióri : estas dos dimensiones del sujeto entrevistado : la gene­
dé l á . 'relación ;· teoría;.empiriá conllev a l a - negación de ralidad y la especificid�d;· Por ello es de capital impor.
la ' univocidad ve:rifica tiva a través ' del dato empfricó ' tancía no d ejar de considerarlas. Todo esto implica qye .
y de la correspondencia abso!U tá� : Dentro de esfa 6ptí:.- · la información obtenida debe tomarse con Ja relatividad
ca - las · téc.riicas de lá . entrevisfa · )' el cüestion·ario, con que estas -consideraciones demandan :_ tts decir· -que la .
..
LA ENTREVI.STA Y EL CUE STIONARIO 1 07

infonnación obtenida, sea verbalmente . o por escrito debe dado algunas respuestas ; coinvestigación, investigación ­
tomarse en cuenta . como una entre tantas . fuentes que acción, intervención sociológica, investigación participan­
van alimentando la investigación en su camino recons­ te, etc. En estas propuestas se contempla al investigador
tructivo. Las preguntas, el tipo de preguntas, los temas de una manera más comprometida y con un mayor
a indagar, estarán ahora elegidos en función del mo­ grado de involucramiento con el objeto de investiga­
mento del proceso de investigación, y de esta manera ción, que a su vez juega un rol mucho más activo y
se podrán elaborar preguntas abiertas o cerradas, de transformador en la misma investigación. Sin embargo
información o de opinión, según lo que se considere se puede decir que esto es posible cuando el objeto de
más pertinente para ese momento de la investigadón. investigación es al mismo tiempo un sujeto activo y
De manera correlativa la interpretación de los resul­ consciente, hasta cierto punto, de su papel potencial
tad<>s no deberá ajustarse a una forzada homogeniza­ o realmente transformador en una realidad social de­
ción, cuantificación o medición. terminada. Pero si la pretensión última del marxismo
Otra cuestión que hay que reflexionar es el distinto es la transformación social por parte de sujetos organiza­
énfasis del dato que se pone en las tareas de la inves­ dos ¿ no se deberían pensar los temas de investigación
tigación dentro del proceso concreto-abstracto-concre­ sociológica como necesariamente ligados a potencialida­
to; en donde el primer momento (concreto real a abs­ des de este tipó? A pesar de todo, las consideraciones
tracto) es considerado más de investigación y el segundo hechas hasta aquí se presentan más como interrogantes
(abstracto a concreto pensado) más de exposición. En o como retos para una nueva búsqueda en la investiga­
cada uno de éstos el papel de la empiria y por lo tanto ción social que como problemas resueltos. Pero, se podría
de las técnicas que permitan el acceso a ella, es enfa­ decir que, aún persistiendo estos problemas en la utili­
tizado de distinta forma. En el primero, la función pre­ zación de las técnicas en la perspectiva reconstructiva,
ferente de la empiria será la de reconstrucción de con­ no adquieren un rango tan definitorio como en el hipo­
ceptos y en el segundo, la verificación de los conceptos tético-deductivo, ya que en éste es la única o casi única
creados hasta llegar al concreto pensado. De esta forma vía de acceso a la información y uno de los mecanismos
también la entrevista y el cuestionario, en el caso de determinantes del proceso ; la verificación. Por el con­
que se utilicen, tendrán esta diversa función preferente, trario si las técnicas están contextualizadas en todo un
lo cual incide en los contenidos que tengan. En la fase proceso donde lo empírico no es socorrido sólo una vez
de investigación estas técnicas tendrán mayor perti­ y donde este nivel está mezclado y complementado por
nencia en los últimos momentos que constituyen un otros, los problemas que aún persisten adquieren un
acercamiento mayor hacia la homogeneidad ; sin em­ status diferente, seguramente menos crucial.
bargo en las primeras etapas pueden ser pertinentes Desde este punto de vista, se impone considerar a
siempre y cuando no se les absolutice ni se les considere la entrevista y el cuestionario como una entre otras
concluyentes. En la exposición será también en las últi­ técnicas que deberán complementarse en función de
mas etapas cuando se requieran de datos más finos en atenuar sus limitaciones y de enriquecer el proceso
las que encuentran su posible aplicabilidad. de investigación.
Un último aspecto a considerar es el de los pro­ En resumen, la propuesta de entrevista y/o cuestio­
blemas y las alternativas que se pueden dar a la cuestión nario contextualizado y activo implica :
de la relación entre el investigador y el sujeto entre­ l. Una reconstrucción del contexto lingüístico, cul­
vistado o cuestionado. Este es, sin duda, uno de los tural, nacional, regional, de clase o grupo social y de
.túneles más escabrosos con que se enfrentan estas téc­ personalidad y otras mediaciones necesarias entre con­
nicas. Empero si en una perspectiva de investigación ceptos teóricos, preguntas y respuestas.
alternativa, como la que se ha venido proponiendo, la 2. No volver absoluto e l problema clásico de la
pretensión final es la de abrir e iluminar el objeto con­ representatividad y considerar el dato de la entrevista
cebido como el espacio donde posiblemente se puede y cuestionario como uno más junto a los obtenidos me­
incidir para transformar la realidad, se tendría que diante otras técnicas, para reconstruir la totalidad.
considerar la investigación misma como un momento 3. Reinterpretar necesariamente el dato de entre­
e incluso como un nivel de realidad en donde esta vista o cuestionario con respecto a la totalidad de datos
misma comienza a transformarse e impulsa a la trans­ empíricos conformando así una totalidad empírica.
formación total. Esto conduce a pensar que se puede 4. La idea activa de la entrevista que no sólo sirve
considerar la relación entre el sujeto qu� investiga y el para capturar datos sino también para recrearlos al
sujeto investigado con criterios distintos a como se ha convertirse los investigados en parte activa del proceso
entendido tradicionalmente la relación sujeto-objeto en de investigación y transformación de la realidad. Es
estas técnicas. Propiciar un papel más activo del entre­ decir, la entrevista y cuestionario en un proceso de coin­
vistado en todo el proceso de respuesta e in terpretaci6n vestigación . podrá implicar no solamente el cambio de
de la técnica, sin confundir papeles con el investigador, preguntas y respuestas sino la posibilidad de creación
se abre como una posibilidad deseable. de realidades que implique cambios en esas preguntas
Todo esto empata con propuestas de investigación y respuestas. Esto conduce a la idea de pregunta-pro­
donde esta problemática ya se ha abordado y se han yecto y no sólo de pregunta-reflejo.
108 MARTHA E. ARCE, DIANA M. GERMÁN, J OSÉ M. J UÁREZ Y J AVIER DE J . RIOJAS

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CAP1TULO . ID

EL ANÁLISIS DE CONTENIDO

Julio EsTRADA C ORTÉ S


Alfonso L1zÁRRAGA BERNAL

l. Fundamentos y Técnicas del Análisis de Contenido gü.ística, etc. Todas ellas tienen un problema en co­
mún : tratar de establecer las relaciones entre signifi­
El análisis de contenido es una técnica relativamen­ cado y significante, entre otras ; de esto, se derivan
te nueva ; según Berelson, se inicia a principios de amplias polémicas a la fecha no resueltas. Para algu­
siglo. El número de estudios se ha ido incrementando nos au tores * el sign ificado debe determinarse con base
paulatinamente, constituyendo distintas escuelas, corrien­ en el contexto mismo del mensaje ( tal es el caso de los
tes, concepciones y técnicas. No es nuestro propósito, mensajes lingüísticos) ; en cambio, para otros, el sig­
por ahora, analizar las diferencias de tales estudios, nificado debe ser interpretado atendiendo a contextos
sino hacer una clasificación y exponer los trazos gene­ externos al mensaje.
rales de las técnicas más comunes, apoyándonos en las También, el Análisis de Contenido ha tendido a uti­
concepciones clásicas del Análisis de Contenido. Asi­ lizarse con propósitos de interpretación de significados
mismo, al exponer algunos de sus fundamentos, pre­ en distintas áreas de lo simbólico, particularmente en
tendemos señalar ciertos pun tos de divergencias con in terpretaciones de textos ( sean revistas, periódicos,
'
dichas corrientes. cartas, canciones, etc. ) . Se ha usado también para in­
Para Kuhn, "la comunicación se encuentra en el terpretaciones desde disciplinas como la Psiquiatría clí­
corazón mismo de la civilización humana" ; 1 con ello nica, la sociología, etc.
destaca su importancia para la comprensión de la his­ Dentro del ámbito de la comunicación verbal figura
toria, la conducta, el pensamiento, el arte y las insti­ el discurso (sea hablado o escrito) ; para su interpreta­
tuciones ; es decir, comprender el espíritu de una épo­ ción se recurre al análisis de contenido, particularmente
ca, las pau tas culturales, acti tudes, intereses, valores y denominado así en las corrientes norteamericanas. En
costumbres de la población, que la comunicación "ex­ las corrientes europeas predomina el Análisis del Dis­
pulsa" o "refleja". Mediante el lenguaje se expresa el curso ; ambas se diferencian no sólo en la nominación,
pensamiento racional, las emociones y la vida interna sino en la concepción, métodos y técnicas de análisis.
del sujeto. A través de la comunicación se puede com­ Unas ponen el énfasis en procedimientos analíticos <le
prender la cultura humana. índole cuantitativo, otras, en análisis cualitativos ; otras
Para Berelson, el contenido de la comunicación "es más, consideran lo cualitativo y lo cuantitativo al mis­
un conj unto de significados expresados a través de sím­ mo tiempo. Dentro de estas conientes, algunas se cir­
bolos ( verbales, pictóricos, plásticos, gesticulares, etc. ) cunscriben a interpretar estrictamente lo "manifiesto"
que constituyen la comunicación misma" ,2 centrándo­ ( lo explícito o expreso ) , otras pretenden desentrañar
se en el "qué dice" un determinado conj unto de sím­ lo "implíci to" ( lo oculto o latente ) , en un discurso.
bolos. Esta parte del trabajo se concreta sólo a los proce­
Los símbolos y sus significados han sido estudiados dimientos y técnicas de Análisis de Contenido más co­

por distintas disciplinas, tales como la Semiótica ( o munes. Por necesidades de sistematización, hemos divi ­

Semiología, según Saussure ) , l a Sociología, l a Psicolo­ dido la exposición en tres grandes apartados :

gía, la Antropología, etc. Algunas se han especia­ a ) Vertiente cuan titativa del Análisis de Conte­
lizado en determinado aspecto de los símbolos, por nido.
ejemplo, la Lingüística, la Sociolingüística, la Psicolin- b) Vertiente cualitativa del Análisis de Contenido.
e) Consideraciones generales para el análisis de lo
i Kuhn, A., The Study of sociny : a unified approach,
latente o implícito en el discurso.
ci tado por Holsti, Ole R., en "Una introducción al análisis
de contenido". Vid. Berelson, et al., A nálisis de Contenido,
México, FCP y s, UNAM, 1 984, p. 1 . * Por ejemplo : Berelson, Dannielson, entre otros cuanti­
2 Berelson, B., op. cit., p . 34. tativistas.

1 09
1 10 J U L.CO ESTRADA CORTÉS Y ÁLFONSO LIZÁRRAGA BERNAL

Hay que tomar en cuenta que las dos primeras co­ cuencia con que aparecen. Dannielson remarca este
rrientes tienden a circunscribirse a lo "manifiesto" del principio en los siguientes términos : " . . . el investiga­
discurso, aunque existen inten tos de incluir ciertas ca­ dor puede interesarse en descubrir las fuerzas que die­
tegorías analíticas en los marcos teóricos de reíerencia, ron forma al mensaje o a los efectos que puede tener
que aproximen la interpretación a ciertos ámbitos de , el mensaje, pero sin codificar el contenido en términos
lo latente o implícito en un mensaje, cuando hablan de esas fuerzas o efectos latentes. Codifica el conteni­
de descubrir las intenciones de un emisor. Sin embar-. do en términos relativamente obvios de lo que dice el
go, estas tendencias no son las más importantes. mensaje".8
La técnica de análisis de contenido en su forma
a) LA VERTIENTE CUANTITATIVA DEL ANÁLISIS más pura, se constituye como una modalidad de aná­
DE CONTENIDO lisis cuantitativo, frecuencial, que adopta uno de los
El análisis de contenido, en su versión cuantitati­ principios epistemológicos fundamentales del neopositi­
va, es una técnica de investigación básicamente empi­ vismo respecto a la realidad de un solo nivel : lo em­
nc1sta y profundamente permeada por el modelo hi­ pírico. Por ende, sólo se avoca a l os contenidos mani­
potético-deductivo. Berelson define esta técnica en los fiestos, observables, mensurables.
siguientes t�rminos : "El · análisís de contenido es una Una· de las propuestas que reflejan con mayor cla­
técnica de investigadón que sirve para describir obje­ ridad las relaciones entre la técnica como productora
tiva, sistemática y cuantitativamente el contenido de de datos; las hipótesis sujetas a verificación, el códi­
la comunicación''.3 Por su parte, Kaplan · y Golstein, go de análisis y el cuerpo de teoría ; es la de Acker­
coinciden · con el carácter cuantitativo de esta técnica, man. Según este autor, "El análisis de contenido pre­
misma que definen en los términos siguientes : "El senta ciertas analogías con una encuesta, en el sentido
análisis de contenido aspira a realizar una clasificación de que permite al investigador · hacer preguntas a un
cuantitativa de un trozo del contenido, de acuerdo con texto, de acuerdo a un esquema teórico elaborado en
un sistema de categorías ideado para producir datos función de sus intereses" .ll Siguiendo con este autor,
apropiados a las hipótesis específicas concernientes a es necesario, por un lado, explicitar las hipótesis de la
ese contenido , , .4 En otro artículo, Kaplan señala que investigación y por otro ; definir las categorías de res-
"El análisis de contenido es la semántica estadística puestas. Desde esta óptica, "el texto . que se quiere
del discurso político". 5 analizar ha de entenderse como constituid o por signos,
De acuerdo a Berelson, " . . . el aDálisis de conteni­ en su doble aspecto de significantes y significado. El
do se limita por lo general al estudio del contenido ·interés del investigador es estudiar estos significados
manifiesto de la comunicación y habitualmente no se en relación con otras variables ; por ejemplo sus condi­
apliéa ' en forma directa al análisis de las intenciones ciones de producción, en función del marco de referen·
latentes que el contenido puede expresar o de las res­ cia. Las técnicas de análisis de contenido representan
puestas latentes que puede provocar. Sin embargo, los intentos de especificación del marco de referencia en
resultados del análisis de contenido sirven frecuente­ forma tal, que sea posible identificar los significados
mente como base para hacer · estas 'interpretaciones' a través c:le la categqrización de los significantes en
del · contenido.6 No son pocos los que sostienen que la términos de las hipótesis de la investigación" .1° Como
tarea de esta técnica es fuüdamentalmente el análisis se observa, en la perspectiva de Ackerman entran en
del contenido manifiesto. Por ejemplo, Dannielson ex­ j uego la teoría, como sistema deductivo y el texto como
presa que : "La técnica se limita al contenido mani­ los dos insumos básicos del proceso. Del cuerpo teórico
fiesto porque el análisis semántico utilizado en el análi­ se deducen las hipótesis y de éstas las posibles catego­
sis de contenido · es, normalmente de una naturaleza rías de análisis, potenciales productoras de datos ; y por
directa y sencilla : tiene que tratar, como lo dicen otro lado, el texto el cual se le i nterroga en base al
Harold Lasswel, Daniel Lerner e Ithiel de Sola Pool, código, de acuerdo a ias hipótesis y en función de la teo­
de leer en las líneas y no entre líneas. 7 La idea cen tral ría. Este autor ejemplifica este proceso con el esquema
es, entonces, analizar el texto en relación a su conte­ siguiente :
nido manifiesto. De manera que desde este punto de hip6tesis
·
TEOR1A : marco de referencia �
vista sólo es posible asignarle sentido legal a conteni­ específicas 'il
dos observables, generalmente, por la vía de la fre- INSTRUMENTO

3 Bernard Berlson, :et al., A nálisis de Cont enido, México, DE ANÁLISIS : código
Cuadernos de Extensión Universitaria, FCP. y s . , UNAM, 1-984,
'fEXTO : significados ?' signi�icantes ?'
p . . 37 •.
4 !bid. p. 1.8. (contenido) ( expresi6n )
5 Kapla:n A., "Content A nalysis a n d t h e theory o/ Signs'',
citado por Holsti, "Una · introducción al A nálisis de Conteni­ sIde m, p. 1 3 2.
do", en Berlson, op. cit., 2. . . ll
Wemer Ackerman, et al., A nálisis dé contenido : · algu­
a :aerelson, o p. cit., p. 36. nas observacion es metodológicas. Código ·de análisis y marco
1 Wayne Dannielson, · El análisis de contenido y la inves­ de referencia, en Berlson, op. cit., p. 1 1'6.
tigación sobre la comunicación, en Berelson, op. cit. p. · 1 32. 1 0 Idem, p. 1 1 6.
,
EL ANÁLISIS DE CONTENIDO 111

Unidad ·de Análisis. Las unidades más comunes en ' le formulan preguntas ·al texto. Siguiendo - una .línea
- el" estudio de materiales de origen lingüístico son : deductiva, es configurado el código de análisis.
En el análisis de contenido, la formulación de las
El Itero. Unidad relativamente extensa. Puede tra­
categorías es uno de los problemas fundamentales y
tarse de un libro, un reportaje, editoriales, etc., que
plantea el agudo problema de su correspondencia teó­
permite clasificar tales unidades en categorías, por ejem­
rica. Las categorías pueden tener formas diversas, qui ­
plo, editoriales de corte conservador o de corte pro­
zá menos homogéneas que las que asumen las unida­
gresista.
des de análisis. Berelson, por ejemplo, plantea dos
El · Tema. Tiene una base gramatical y está consti­
tuida por un sujeto y un predicado, es decir, aparece ?'ran �es tipos de categorías base: Qué se dice, ( What
is sa1d ) y cómo se dice ( How is said ) . En el fondo,
como un enunciado. El Tema es en términos de
cada tipo de categorías no es más que una guía abierta
Duverger ; " . . . un- aserto, una afirmación, una propo­
y general para construir categorías para el objeto de
sición relativa a un asunto . ".11 Berelson, afirma que
estudio. De acuerdo . a . este autor, a partir de cada una
. .

tal unidad, " . . . es una afirmación acerca de un asunto


de las categorías base, podrían establecerse algunos for­
determinado. De este modo consiste en una oración
mat? s viables, por ejemplo, de la categoría base Qué
. o (conjunto de oraciones ) , habitualmente una oración
se dice se desprenden algunas posibles categorías : Asun ­
breve o resumida, bajo la cual se puede incluir una
to ( responde a la interrogante ¿ de qué se trata la co­
clase amplia de formulaciones específicas" . 1 2
municación ? ) Tendencia ( se refiere al tratamiento que
La palabra Clave. Esta es la unidad de Análisis
se hace en pro o en contra de un asunto ) , etc.
más pequeña y se constituye como un "símbolo clave"
En cuanto a la categoría base Cómo se dice, se
en el análisis cuantitativo o de frecuencia. Por ejem­
presume son derivables categorías como : Forma de las
plo, democracia, socialismo, libertad, etc., de manera
declaraciones ( se refiere a la forma gramatical o sin­
que lo que usualmente se obtiene es una lista de pala­
táctica de la comunicación donde las declaraciones de
bras clave cuyas formas distributivas sirven como base
preferencia, de expectativa, de identificación se infie­
para formular las inferencias. Cuando se usa este tipo
ren de las formas gramaticales y sintácticas de los enun­
de unidad se recomienda someter la palabra clave en
ciados ) .
cuestión a una normalización sintáctica de manera que
pueda indagarse con mayor propiedad el sentido con Intensidad ( se relaciona con la "sentimentalización"
el que la palabra ha sido utilizada. •
o . "valor de la excitación" que se le ha dado a la comu­
Otros tipos de unidades, son, por ejemplo, las me­ nicación. Dicho en otro término, se trata de medir el
didas de espacio-tiempo, por ejemplo, la línea Ágata, componente emocional del contenido ) .
el párrafo, el minuto en la radio, el pie en los mate- Intencionalidad (esta categoría trata de dar cuenta
riales filmograbados, etc.
·
de los estilos retóricos, las estrategias propagandísticas,
aspectos que engloban contenidos diversos de manera
El C6digo de Análisis que en la práctica es difícil diseñarla y ponerlo en jueCYO
0
para tal cometido) .H
Usualmente el código se constituye con las catego­
rías diseñadas o formuladas para el análisis del proble­ A plicaciones de la técnica
ma específico. El código sustancialmente sirve para des­
cifrar el texto desde un ángulo teórico determinado El . uso institucional de esta técnica, permitió su
donde las formas distributivas, es decir, la frecuencia aplicación al estudio de la propaganda nazi y de la
de aparición de los contenidos codificados a la luz de Unión Soviética durante la guerra y en los años cin­
cada categoría mostrará la tendencia, el significado y cuentas, desde la perspectiva de los intereses de los Es­
el sentido o intencionalidad de la comunicación. Algu­ tados Unidos de Norteamérica.
nos estudios de corte cuantitativo se apegan cabalmen­ Berelson distingue algunos usos de la técnica, en
te a una estrategia deductiva, es el caso de la investi­ los cuales : l. Se intenta describir las tendencias del
gación ; México: realidad política de sus partidos.13 Ahí contenido de la comunicación. " . . . estas descripciones
se encuentra un ejemplo que se ajusta a la estrategia de las tendencias son frecuentemente útiles por sí mis­
anteriormente descrita. En esta investigación se pone mas, además proporcionan datos que pueden ser corre­
en juego algunas hipótesis teóricas que finalmente se lacionados con los cambios correspondientes por parte
llevan al terreno de la verificación. En este estudio la del comunicado o del auditorio"Y
articulación teórica de las hipótesis es explícita, emer­ 2. Para exponer técnicas de propaganda. Este uso
gen de. un marco teórico general a partir del cual, se se relaciona básicamente con la interpretación de las
intenciones a partir del análisis sistemático del conte­
n Duverger, Maurice, Métodos en las Ciencias Sociales
, nido manifiesto. "Una buena ilustración de este pro­
Barcelona, Ed. Ariel, 1 9 74, p. 1 75 .
12 Berelson, op. cit., p. 74. ceso -señala Berelson- sería el estudio de las técnicas
1 s Delhumeau, Antonio, et al., México : realidad política

de sus partidos. Un enfoque psicosocial, · México , Instituto de H Berelson, B., et al., op. cit.,. pp; 7 7-8 1 .
Estudios Políticos A. C., 1 9 70. 1s Be relson , op. cit., p. 39.
1 12 J U LIO ESTRADA CORTÉS Y ALFONSO LIZÁRRAGA BERNAL

de . propaganda que se utilizaron durante la. Primera Por su parte, Holsti, sefi.ala que el análisis de con­
Guerra Mundial ( . . . ) El análisis de los temas que tenido "puede tener utilidad cuando la accesibilidad
emplearon las partes contendientes ilustra los cuatro de los datos es un problema y los datos del investiga­
objetivos fundamentales de la propaganda bélica : dor se limitan a la evidencia documental -de acuerdo
despertar el odio hacia el enemigo, conservar la amis­ a este autor-, el analista que tiene acceso a sus sujetos
tad y si es posible, asegurar la cooperación de los neu­ se dará cuenta que otras técnicas de investigación pro­
trales y desmoralizar al enemigo" . 16 porcionan mejores datos en forma más directa y a un
3. Para determinar el estado psicológico de perso­ costo más bajo" .21
nas y grupos. Berelson introduce esta modalidad en la Como segunda posibilidad, este autor sugiere la
aplicación de la técnica para el análisis de los materia­ aplicación de esta técnica cuando " . . . El propio len­
les simbólicos producidos por las personas sobre las que guaje del sujeto es crucial para la investigación. Quie­
se hacen las inferencias. "Este análisis -aclara el au­ nes analizan las entrevistas psiquiátricas, las pruebas
tor-, debe ser claramente distinguido del análisis de proyectivas y muchos otros tipos de datos documenta­
materiales simbólicos producidos para las personas so­ les, a menudo requieren información de una sutileza
bre las que se hacen las inferencias".1 7 De esta manera, o complejidad que torna inadecuado el escrutinio ca­
el listado de materiales queda integrado por el análisis sual, incluso cuando es llevado a cabo por un lector
del trabajo social, la entrevista terapéutica, las prue­ hábil y sensible" .22
bas de personalidad, las creaciones narrativas, las cartas En resumen, se considera que el análisis de conte­
personales y diarios.18 nido se constituye como :
Desde la óptica del análisis cuantitativo, "Un es­ l . U na técnica que se finca más en una lógica de
tudio que cuantifica la estructura de la personalidad la verificación que en una lógica del descubrimiento.
de una vida individual, sobre la base de una colec­ 2. Esta modalidad de análisis de con tenido, que
ción de documentos personales . . . tiene considerable se avoca sólo de contenidos manifiestos, observables y
importancia . . . Expone un nuevo concepto de 'pobla­ mensurables no pretende dar cuenta del contenido
ción' para fines estadísticos : una población de acon­ latente.
tecimientos y rasgos dentro de los límites de una per­ 3. No existe una ( estrategia) que oriente la selec­
sona . Si se cumple la promesa inicial de este método, ción de categorías y de las unidades ; ni una lógica que
obtendremos un enlace fundamental 'entre los puntos demuestre la correspondencia entre código, datos e hi­
de vista estadístico y clínicos" .19 pótesis.
Berelson admite que algunas técnicas proyectivas
( Rorscharch ) TAT, asociación de palabras, pueden b) VERTIENTE CU ALITATIVA DEL ANÁLISIS
ser modalidades del análisis de contenido, no obstante, DE CONTENIDO
señala que en estas técnicas la cuantificación no es Existen hondas polémicas en torno al Análisis de
sistemática ni está explícitamente presente. En el Contenido de tipo Cualitativo ; se le acusa, sobre todo
fondo, este autor trata de mostrar las ventajas de la por los partidarios de las técnicas cuantitativas, de re­
cuantificación, sistematización, objetividad, que presu­ currir a procedimientos de índole subjetivos para de­
miblemente son los atributos distintivos del análisis de terminar las variables y los indicadores, fundamento
contenido cuantitativo. Así por ejemplo, Berelson men­ nodal de los procedimientos analíticos. No obstante, la
ciona que "se han hecho algunas aplicaciones analíticas corriente cualitativa es más cautelosa en sus críticas
directas a los materiales psicológicos. Por ejemplo, una a las cuantitativas. Coinciden en considerar que el
investigación sobre el análisis de estructuras personales Análisis de Contenido debe ser objetivo, sistemático
clasificó una serie de cartas escritas por una misma y generalizador ; pero divergen, en primer lugar, a cir­
persona, de acuerdo con diversos tópicos (por ejemplo cunscribirse exclusivamente a las técnicas cuantitativas
( . . . ) dinero, muerte, religión ) y categorías de acti­ y, en segundo lugar, en lo relativo a lo manifiesto y a
tud (por ejemplo moral, favorable, perezoso ) averiguó lo latente en los contenidos de la comunicación ; se
sus frecuencias y en particular sus continguidades ( . . . ) abren múltiples tendencias que podríamos clasificar
este método de análisis no solamente ofrece una téc­ como cualitativas partidarias de lo manifiesto y cuali­
nica para estudiar el modelo único de la personalidad tativas partidarias de lo latente. Esta última, constituye
individual, un aspecto que anteriormente no se some­ un cierto deslizamiento hacia las escuelas del Análisis
tía al análisis objetivo ( sino ) que señala el camino del Discurso, aunque con perspectivas teóricas distintas.
hacia un método cuantitativo, sistemático y objetivo A continuación desarrollaremos : 1 ) algunos de los
para la interpretación clínica".20 argumentos de los partidarios del Análisis Cualitativo
1 0 Jdem, p. 43.
para justificarlo, así como 2 ) las técnicas más usuales
1 1 Jdem, p. 57. y, por último, 3 ) se expondrán algunos de los funda­
1s Jdem, mentos del Análisis de lo latente .
19 ldnn
20 Allp rt, G., The us11 o/ Personal Documents in Psico­
o' 21 Ole R. Holsti , op. cit., p. 1 7.
logical Science, citado por Berelson, op. cit., p. 1 1 6. 22 ldem, p. 1 7.
EL ANÁLI_SIS DE CONTENIDO 1 13

1 . Análisis de Contenido Cualitativo d) El problema de confrontar .]as características de


las diversas estructuras discursivas de la propaganda,
Alexander L. George,23 destaca los campos de uti­ por ejemplo, un discurso, un artículo, un noticiero, un
lidad del Análisis de Contenido de tipo cualitativo, editorial, un comentario, etc., los cuales por su natura­
planteando que se ha desarrollado en psiquiatría y en leza diferenciada impiden la detección de variables de
los análisis de propaganda, pretendiendo detectar las frecuencia.
intenciones de la fuente ( el emisor) , de sus estados
de conciencia. Esto es, se ha utilizado como instru­
2. Los Enfoques de No Frecuencia: Técnicas
mento de diagnóstico o para hacer inferencias sobre la
más comunes
conducta propositiva del emisor.
Las diferencias fundamentales entre el Análisis de a ) El problema de la selección de categorías de
Contenido Cualitativo y el Cuantitativo, se expondrán contenido.
brevemente : En general, todas las corrientes del Análisis de Con­
a ) El Análisis de Contenido Cualitativo exige una
tenido aceptan que las investigaciones cuantitativas son
lectura preliminar para establecer hipótesis y descubrir útiles fundamentalmente en altos números de inciden­
nuevas relaciones, mientras que el cuantitativo prees­ cia, es decir, con muestras de datos brutos, por lo que
tablece dichas hipótesis y procede a realizar análisis se ignoran los números y los símbolos de escasa fre­
sistemáticos. cuencia. Resultan impropias para inferencias específicas
b) En el cualitativo, los procedimientos son "flexi­ en determinados tiempos y lugares de algún acon teci­
bles" para obse1vaciones descriptivas, mientras que en miento. En estos casos, el Analista tiene que basarse
el cuantitativo son rígidos, de medición exacta para en los ligeros cambios de línea en la propaganda, el
describir. ritmo y las diferencias sutiles en la redacción.
c ) Los procedimientos del Análisis Cualitativo son b ) Énfasis en la elaboración de hipótesis.
de índole impresionista, en tanto que el cuanti tativo El Analista de No Frecuencia pone especial énf a­
pretende obtener datos precisos y veraces. sis en la elaboración de hipótesis para llegar a obtener
categorías más discriminativas y excluir contenidos irre­
Frente a lo anterior, el autor deslinda los campos levantes.
en los que puede ser útil el Análisis de Contenido Cua­ e ) Énfasis relativo en la val idez más que en la ve­

litativo, pero antes introduce los conceptos de "Fre­ racidad de la descripción semántica del contenido.
cuencia" y "no Frecuencia" de variables en el conte­ El Análisis de No Frecuencia, pone mayor énfasis
nido de la propaganda por analizar. Esto quiere decir en las estimaciones válidas acerca de las intenciones
-
que el Analista de Contenidos Cuantitativos trabaja con del emisor. Dado que el Analista de No Frecuencia
las Frecuencias en que aparecen las variables, las cuales trabaja con frecuencias bajas u ocurrencias aisladas,
son base de inferencias. Por otra parte, el Análisis no debe arriesgarse a hacer determinaciones válidas de
Cuantitativo no siempre es capaz de sacar inferencias significados sobre las intenciones del emisor; por ello,
donde no aparecen las variables de Frecuencia que el el . Analista ha de prestar bastante atención a los fac­
procedimiento exige, debido a que las hipótesis son di­ tores contextuales, de los cuales dependerán quizás los
señadas con tales propósitos ; por tan to, el hecho de significados. Entre los con textos más importan tes están :
utilizar indicadores de "no frecuencia'', será considera­ los de Situación, de Comportamiento y los Lingüísti­
do Análisis no cuantitativo, puesto que desde las hipó­ cos. Los primeros, refieren las características del ámbito
tesis de inferencia no poseen indicadores de "Fre­ a quien se dirige y las circunstancias en que se emite
cuencia". el mensaje. El contexto de Comportamiento se refiere al
Cabe aclarar que los Análisis de "no Frecuencia" emisor y el propósito específico que tiene al emitir
se distinguen desde la formulación de hipótesis, hasta su mensaje. El Contexto Lingüístico se refiere a deter­
la fase de verificación de las mismas y en los tipos de minadas palabras en las que no sólo se toma en cuenta
descripción. Por otra parte, los Análisis Cuantitativos el diccionario, como se estila en los Análisis Cuan ti­
se enfrentan a dificultades de tipo instrumental que tativos, sin restringirse exclusivamente a lo "manifies­
muchas veces le impiden lograr sus propósitos. Entre to" como lo postula Lasswell, quien en esta considera­
éstas, las más frecuentes son : ción se sujeta a los significados externos de las palabras
a ) Los riesgos de codificar con tenidos inadecuados como : significado vulgar, usual o más frecuente, etc.
o innecesarios. Si bien esto es importante, se corre el riesgo de equi­
b) Los cambios de estrategia del emisor impiden vocar las intenciones del emisor.
la emergencia de frecuencias en el mensaje. En esta variante, el Analista necesita familiarizarse
c ) Los problemas derivados de Ja proliferación de con los significados de las palabras ; esto es válido para
los mensajes, y determinar las intenciones del emisor, tomando en
cuenta los contextos de Situación y Comportamiento
2s George L. Alexander, Enfoques Cuantitativos y Cuali­ de esa comunicación, para poder determinar cuál es el
tativos, en Berelson, et al. op. cit. significado para el autor. Esta consideración de Ale-
,
1 14 J ULIO ESTRADA COR TÉ S Y · ALFONSO Li zÁ RRAG/\ DERN AL

xander L. George es importante porque romp� con la en calidad de indicadores de contenidó, pel'mitiendo
idea de extraer significado sólo en base al contexto que se realicen inferencias entre sjgnificados intencio­
lingüístico, es decir, con texto dentro del texto. nales e i nferenci as entre prop 6sitos. En este ámbito, la
Hablar del Contexto Si tuacional y de Comporta­ intuición es útil para la elaboraci6n de los ensayos
miento, implica determinar el sentido de las p alabras, mentales.
tomar en cuenta los objetivos o propósitos del emisor Las · inferencias que resultan de las evaluaciones sis­
con relación a los efectos que provoca la comunicación temáticas pueden : 1) compararse con alguna eviden­
en el receptor. En el Contexto Situacional, el Analista cia más directa de las in tenciones del emisor ; 2) las
considera Q UI É N está emi tiendo, A QUI É N y EN QU É inferencias p ueden ser confrontadas con las evaluacio­
CIRCU NSTANCIAS se dice el mensaje. Esto significa, la nes sobre los mismos problemas derivados de otros ti­
pertinencia de conocer las características del emisor y pos de evidencias ; 3) . las inferencias se pueden evaluar
de su auditorio ; asimismo, es importante determinar por medio de una verificación ''interna" de 16gica y
TIEMPO y LUGAR de la comunicación y los ACONTECI­ plausibilidad sobre la que descansa ; 4) las inferencias
MIENTOS RELATIVOS que le preceden o acompañan. del Análisis de Contenido de las intenciones del emisor
Este tipo de consideraciones resultan útiles para EVEN­ · pueden servir de base para predicciones, de acciones
TOS o SITUACION E S muy específicas, tales como las que subsecuentes del emisor, posibili tando la confirmación
se dan en tiempos de guerra. Los análisis de los as­ o no de las mismas ; · en caso de confirmación, . · puede
pectos instrumentales de la comunicación y sus contex­ tomarse como evidencia de validez las inferencias ini­
tos situacionales, no se limitan a los de No Frecuencia ciales del Análisis de Contenido.
y a lo "manifiesto" ; también son usados por los Ana­ e) Verificaciones Cuanti tativas de las inferencias
listas de Frecuencia ; sin embargo, algunos autores 24 lo basadas en indicadores de No Frecuencia.
rechazan de manera categórica.
Puede prestarse a confusión un Análisis de Conte­
Rara vez se utilizan procedimientos sistemáticos en
nido de No Frecuencia con uno de Frecuencia, cuando
los análisis de No Frecuencia, para demostrar la vero­
el primero u tiliza métodos cuantitativos ; no obstante,
similitud, ya que es altamente in terpretativo.
se diferencian en la estructura de los indicadores, mien­
d) Relación entre los procedimientos descriptivos tras que en el Análisis de No Frecuencia los indica­
y los de inferencia. dores no se fundamentan en el número, sino que sólo
En el enfoque de "No Frecuencia", la descripción recurre a éste como elemento accesorio, pero sin for­
del contenido se halla entrelazada con el señalamiento mar parte ín tima del indicador. En cambio, el Análisis
de inferencias a partir de los contenidos, inferencias en de Contenido del Tipo Cuantitativo se determina por­
el sentido de "qué" está tratando de decir el propa­ que lá.s inferencias se basan en indicadores de Frecuen­
gandista y "por qué" las está tratando de decir. cia. Los que postulan esta última alternativa replican
Existe el peligro de cierta circularidad ; sin embar - que el valor de los indicadores de No Frecuencia de­
go, se sugiere para evitarlas (como procedimiento me­ pende de la Frecuencia de su ocurrencia, argumento
todológico ) , leer varias veces el texto para satisfacer que es refutado por los cualitativistas en los términos
que la inferencia favorecida esté en consonancia con arriba indicados.
todos los fragmen tos del material de la comunicaci6n.
Al leer y releer, no sólo debe considerarse la hipótesis e) C ONSIDERACIONE S GENERALES DEL AN ÁLISIS
original, sino también muchas de sus alternativas, so­ DE C ONTENIDO EN SE NTIDO LATE NTE
pesando en pro y en contra cada una de las inferencias
congruentes con las diversas hipótesis. De esta manera, Dentro del Análisis de Contenido Cualitativo, en
se puede lograr : 1) establecer la inferencia favorecida su búsqueda de significados, se han desarrollado ten­
y la "evidencia" de su contenido ; 2 ) las explicaciones . dencias que no se circunscriben tan sólo a lo mani­
al ternativas ; 3) las otras "evidencias" alternativas, y fiesto en la comunicación, sino que intentan abordar
4) las razones para sostener que una hipótesis inferen­ lo latente, consti tuyendo un cierto deslizamiento hacia
cia} es más plausible que otra. el Análisis del Discurso. Si bien, los fundamentos epis­
Otro de los procedimientos que puede seguirse para temológicos de los que parte son diferentes, coinciden
evitar la circularidad es el de las aproximaciones suce­ en que detrás de un código existen otros subcódigos, de
sivas. Debido a los cambios o giros del propagandista, los que pueden extraerse multiplicidad de significa­
quien pretende ocultar sus intenciones futuras, es ne­ dos, enfrentándose con las corrientes cuantitativistas del
cesario que el Analista no se quede con un solo tipo Análisis de Contenido, las cuales postulan la univoci­
de hipótesis en una serie de flujo histórico. dad de significados en un mensaje.
El problema del recubrimiento de la descripción e Por otro lado, todas las corrien tes del Análisis de
inferencia, en el enfoque de No Frecuencia, aparece Contenido, aceptan que se carece de una Teoría que
bajo una luz especial cuando los significados intencio­ les permita seleccionar y determinar las Unidades de
nales (en tanto con trario a los manifiestos) se utilizan Análisis y la formulación de hipótesis. En tanto, las
corrientes que privilegian lo latente, aportan una serie
u Berelson y Dannielson entre otros. de reflexiones ricas ; en especial hab ría que destacar . las
EL ANÁLISIS DE CONTENIOO 1 15

que con�iben que . la' ideología 'y . el . p def. subyacen � dC ind1V:iduos. Para algunas corrientes del Análisis del
amalgamadas y en forma latente en el d iscurso. · Discu rso, la lengua consagra superioridades sociales ;
A continuación, postularemos algunos de los fun­ asimismo, ella es selectiva. Sin embargo, p<>.ra otros, la
damentos básicos de las corrientes que aceptan lo la­ lengua es neutra y el habla es ideológico.
tente en un discurso. Cabe aclarar, que detrás de las En el capítulo siguiente sobre análisis de discurso,
diferencias terminológicas ( como por ejemplo : discur­ se desarrollará con mayor amplitud esta temática.
so, mensaje o texto ) , subyacen concepciones distintas

derivadas de la filosofía, la lingüística, la sociolingüís­


tica, la comunicología, etc., que escapa a los objetivos 2. Análisis de Contenido: Una Critica y un Perfil
de este trabajo. ·
Alternativo
Con la pretensión de dar una imagen somera de
las corrientes que podríamos circunscribir en el ámbito Este apartado tiene dos propósitos esenciales : pri­
de lo latente, expondremos . algunos de los fundamen- mero, realizar un repaso crítico de los postulados fun­
tos · particularmente de Oliver Reb ou 1 26 quien mam-
• •

damentales del Análisis de Contenido ; segundo, arribar


es'
fi ta que un discurso conlleva ocultos la "I deología" a conclusiones que permitan rescatar ciertos elementos
y al "Poder" . Detrás del código del lenguaje, existe útiles de esta técnica para la investigación social, desde
otro subcódigo impuesto por una ideología, el cual se la perspectiva reconstructivista.
superpone al primero. U na ideología determina no sólo
la manera de hablar, sino el sentido de las palabras,
a) ANÁLISIS DE CONTEN IDO : UNA APROXl�ACIÓN
confiriendo a éstas un sentido y un poder : sea un
CRÍTICA A S U S FUNDAMENTOS
poder de persuación, de congregación, de estigmatiz�­
ción, de rechazo; de legitimación, de �xco�uni6n. Asi­ l. Concepción general de la técnica
.
mismo, la ideología impone al lenguaje ciertas restnc­
Según autores considerados como clásicos, el Aná­
ciones, como por ejemplo : -<lite Reboul- no es
lisis de Contenido es una técnica utilizada para anali­
común decir en un púlpito "Camaradas . . . ", etc. Es de­
zar el contenido de la comunicación, su mensaje, en
cir, la ideología de un contexto impone un determinado
forma sistemática y objetiva. Esto es, el Análisis de
lenguaje impregnado de ritualidad.
,
·

Contenido tiene por objeto a la comunicación y de ella


De esta manera, se expresa que las palabras están
pretende extraer en forma objetiva, observable, medi­
íntimamente vinculadas al poder y a las estructuras
ble y sistemática los significados del mensaje para de­
racionales de una determinada etapa. Hoy, el racio­
terminar las intenciones de un emisor, y pretende lo­
nalismo es la tónica dominante, del cual se derivan los
grarlo mediante técnicas cuantitativas (Berelson ) o
cond icionamientos de la · conciencia, de tal forma, que
( Alexander L. George) , adoptando las con­
cualitativas
toda trasgresión de un condicionamiento provoca un
cepciones del hipotético deductivo y además se circuns­
sentimiento · de culpabilidad, de temor, de miedo, por- .
cribe, prioritariamente, a lo Manifiesto en un mensaje.
que significa enfrentamiento a lo establecido social e
Sin embargo, algunos autores han intentado aproximarse
individualmente ; en ese sentido, las palabras están pro­
a lo latente acercándose más a una actividad que cae
vistas de un poder, de un halo mágico.
fuera del Análisis de Contenido.
Para esta corri ente, se plantea que existen discursos
Pese a las diferencias notables entre au tores, exis­
ideológicos y otros que no lo son. Para otras, el di �cur­
ten elementos comunes. Todos ellos, consideran a esta
so es la forma misma del poder, ya que el lenguaje es
técnica, como la aplicación de "el Método Científico"
un código "una red de prohibiciones y obstáculos".26
para analizar contenidos de la comunicación ; a�imis­
El lenguaje, 'la palabra se convierte en ''sujeto" y como
mo, tienen similitudes técnicas, tales como : partir de
díce Roland Barthes : "El poder se 'inscribe' en el len­
un Marco Teórico general, determinado por el inves­
guaje, más precisamente en la lengua, del cual es có­
tigador ; hacen un uso deductivo de d icha teoría como
digo represivo, posesivo; alienante. Hablar no es comu­
fuente de categorías conceptuales de validez universal
nicar, es dominar" .27
que permita deducir y confrontar lo general con lo
La palabra "discurso" se u tiliza para designar un�
particular. De este corpus teórico se derivarán las hi­
realidad intermedia entre la lengua y el habla. La
pótesis que permiten determinar las "Unidades de Aná�
lengua es un . sistema de signos que permite a los indi­
lisis" ( que puede ser una palabra, una oración, un
viduos comunicarse entre sí y el habla, es el libre uso
párrafo, un tema, un ítem) , posibili tando someter a
que hace un< individuo de su lengua ( S� ussure ) . Pr�­
"interrogatorio" al contenido de una comunicación, el
cisamente, entre la lengua y el habla existe otra reah­
cual · puede expresarse " . . . a través de símbolos ( ver­
dact intermedia que es . el · discurso, regido por un suh­
bales, musicales, pictóricos, plásticos, gesticulares ) que .
código con un tipo de palabras comunes a gran número
constituyen la GOmunicación misma . . . ".2 8 .

.
.

26 Reb�ul, . Oliver, Lan-gage. et · Jdlolo�ie, Francia, . Presses En síntesis, la técnica de análisis consiste en formu-
,

Unive�itaires. !le. F�ani:;c;,. 1 980. .


. .

. 2 0 Reboul, O:, (>p. cit., '.í». . 3 8 . , . l?i Berelson, et al., A nálisis de Con.tenido, México; FCPYS,
21 Idem: , ·' ·· · U !'ll A M , 1 984, p. l . .
1 16 J ULIO ESTRADA CORTÉS Y ALFONSO LIZÁRRAGA BERNAL

lar preguntas · al contenido de la · comunicación, de tionables, porque subyace l a idea d e realidad en un


suerte que las "respuestas" posibiliten confirmar o re­ solo nivel, en un solo plano, el de lo empírico, qbser­
futar hipótesis, a condición de que el mencionado vacional. Si bien, el análisis de contenido, trabaja con
interrogatorio sea elaborado lógica y sistemáticamente un solo tipo de dato ( el contenido de la comunica­
con la teoría, las hipótesis y los indicadores ( que en ción ) , que tiene una existencia en el mundo de lo real,
este caso serían las "Unidades de Significado" ) ; de lo pero que a su vez, es un producto condicionado por la
anterior, derivan deductivamente las conclusiones per­ realidad exterior a él ( la realidad social, con sus múl­
tinentes en torno al contenido de la comunicación y, .tiples determinaciones históricas ) ; producto también
en tal caso, dirimir sobre las intencionalidades del de la actividad subjetiva del emisor ( lo que significa
emisor. la existencia de un conjunto de mediaciones, como las
valoraciones ideológico-políticas, intereses, relaciones de
2. Una aproximación crítica a los fundamentos poder y de dominación ) ; además no todo mensaje
de la técnica del emisor es idéntico en los diferentes niveles de su
propia subjetividad. Por ejemplo existen factores del
Los puntos fundamentales que debido a su imbri­ contexto social que le impiden expresarse con entera
cación, se entrelazarán después en la crítica, son los libertad, imponiéndole ciertas restricciones. Esto signi­
siguientes : fica que no necesariamente existe identidad entre el
mensaje y el pensamiento del emisor.
- La noción de "Método Cien tífico", que se le
Por otra parte, el objeto de investigación (conte­
vincula a una estrategia verificacionista.
nido de la comunicación ) , refiere a un conjunto de
- El criterio de objetividad, en la que se toma objetos del mundo externo, ajeno a su ámbito de rea­
como objetivo exclusivamente lo observable, lo medi ­ lidad ; por tanto, se debe tener claro a quién se analiza :
ble, cuantificable, lo manifiesto, libre de subjetividad si al objeto específico ( al contenido de la comunica­
en la interpretación. ción ) o a los objetos a los que hace referencia dicho
- La concepción acerca del dato, tomándolo como objeto ; o bien, a la subjetividad del emisor que fue
un instrumento de verificación de algo que se presu­ capaz de realizar el acto comunicativo. Lo anterior, nos
pone (hipótesis ) y no como un elemento dentro de un remite al problema de las relaciones entre el objeto
proceso de reconstrucción del objeto en el pensamiento real, los objetos que refiere el mensaje y la subjetividad
y en la realidad. del emisor. Vinculado ín timamente al anterior proble­
ma está el de la subjetividad del analista, cuya ubi­
- Por último, el problema de la concepción sobre
cación histórica, ideológica y valorativa puede ser aje­
las "Categorías de Análisis" y la univocidad de los sig­
nificados determinados apriorísticamente. na al emisor del mensaje por analizar.
Para los analistas de contenido ninguna de estas
Uno de los problemas centrales del Análisis de Con­ problemáticas está presente. En cambio, existe una re­
tenido, es el relativo a la univocidad de significados, lación entre contexto histórico social y emisor, con el
que el analista preestablece al mensaje comunicativo mensaje sometido a análisis, pero es una relació� me­
para satisfacer el requisito de objetividad, el cual "es­ diada por factores ideológicos, intereses, valores e in­
tipula que las categorías del análisis deben ser definidas tencionalidades, determinados en la Historia. Esto sig­
con tal precisión que diferentes analistas puedan apli­ nifica que entre texto y contexto histórico-social y la
carlos al mismo trozo de contenido y lograr los mismos subjetividad tanto del emisor como del investigador,
resultados" y este requisito " . . . limita el Análisis de existen mediaciones importantes a considerar. La mar­
Contenido al contenido manifiesto" .29 Asimismo, Be­ ginación de estos problemas por parte de los analistas
relson dice : "Por definición el análisis de contenido de contenido, los ha conducido al mismo callejón sin
debe ser objetivo. La subjetividad del analista debe ser salida en que cayó el positivismo, en su afán de reducir
reducida al mínimo en el trabajo de elaborar una des­ la realidad a lo empírico observable.
cripción obj etiva del contenido de la comunicación . . . " En resumen, es cuestionable el criterio de objetivi­
de lo contrario " . . . suscita el problema de la confia­ dad del análisis de contenido cuantitativo. Asimismo,
bilidad". 80 es cuestionable su criterio de ceñirse a lo manifiesto,
ya que cabe la posibilidad de que existan intenciones
De lo anterior, se derivan múltiples problemas :
latentes en el emisor y en el analista que pueden emer�
primero, circunscribir los significados exclusivamente
gei" en otro · momento al cambiar las circunstancias con­
a lo manifiesto ; segundo, el criterio de objetividad cir­
textuales. Lo manifiesto constituye un nivel de reali­
cunscrito únicamente a lo observable, medible, cuan­
dad, cuyos datos quedan sujetos a confrontación con
tificable, empírico ; tercero, en cuanto a la unilinealidad
los datos provenientes de otros niveles de realidad,
de sign ifi �ados. Todos ellos, · a nuestro júicio, · son cues-
. posibilitando un acercamiento mayor a interpretacio­
nes · significativas sobre el ' objeto. . .
29 Berelson, et al., op. cit., p. 37. ( Los subrayados son
nuestros.) · �
Fre n te a estas limi taciones, . han . s rgi d o . refmmu-
so ldem, p. 35. ( Los subrayados son nuestros. ) laeiones, particularmente como las de A1exander L.
EL ANÁLISIS DE CONTENIDO 117

George;ll- quien ha introducido la noción de "Contex­ sujeto" .112 El problema implicado en esta posición ·es
to'' para extraer significados de un mensaje, no sin que, el código puede alterar el sentido original de los
antes contar con múltiples resistencias de los cuanti­ contenidos. Tal situación ha sido advertida por algunos
tativistas, quienes hablan sólo de contexto dentro del analistas, por ejemplo, James Deese, describe el pro­
texto. Si bien, Alexander L. George plantea la necesi­ blema en los siguientes términos : "El problema más
dad de tomar en cuenta los contextos de "Comporta­ importante es si el mensaje que hemos identificado
miento" y "Situacional" de quien emite el mensaje, la para ser analizado ; es posible interpretarlo desde el
definición de contexto es todavía insuficiente. Por con­ punto de vista original del autor; o bien, el análisis
texto de Comportamiento entiende el propósito u ob­ de contenido propicia una interpretación que única­
jetivo específico que tiene el emisor al formular un mente un círculo especializado (es decir, la persona o
mensaje, mientras que el contexto Situacional se refiere personas que hacen el análisis) pueden proporcionar
a las características propias del receptor y a las circuns­ ( . . . ) a menudo los resultados específicos del análisis
tancias en que se emite el mensaje. Aunque acepta la de contenido muestran el mensaje captado por el círcu­
necesidad de contextuar, lo restringe sólo a algunas lo de analistas más que el mensaje del emisor o pro­
características o aconteceres que conforman el entorno ductor. Generalmente este es el problema, creemos, de
inmediato del momento en que se emite el mensaje, algunas particulares formas de análisis literario y cier­
quedando fuera factores culturales, de poder, hegemo­ tos casos de interpretación psicoanalítica . . . " . 3 3 En el
nía, ideológicos ; constituyentes importantes de lo con­ esquema más rígido del análisis de contenido, cierta­
textual. mente, el problema no es fácil de resolver ; de una u
Recapitulando, el análisis de contenido finca sus otra manera, el analista de contenido se arroga la fa­
bases en el supuesto de que los textos -digamos dis­ cultad de atribuir sentido unívoco al material cultural.
cursos- sugieren regularidades en los patrones de sig­ En relación a este mismo problema, Cicourel ex­
nificación, es decir, que es posible encontrar estructuras pone también una aguda observación : "el analista de
de significación unívoco-legales. En lo que concierne al contenido supone que los 'sentidos' que atribuye al
uso de la teoría acumulada, Holsti --quien introduce contenido, clasificándolos en ciertas categorías, se co­
el concepto de diseño--, y Ackermann 31 se muestran rresponden con los 'sentidos' pretendidos por el comu­
como decididos defensores de la inserción de 'corpus' nicador o entendidos por el público".34
teóricos y marcos de referencia de diversas disciplinas Uno de los supuestos de los que parte esta moda­
para que la técnica pueda ser capaz de producir datos lidad de análisis es el de "una cultura común", de
interpretables a la luz de un cuerpo teórico. manera que ésta pueda ser inventariada en sus atribu ­
En el análisis cuantitativo tradicional, por ejemplo, tos fundamentales para llegar, finalmente, a la cons­
se asume que los lenguajes del material muestran par­ trucción de los "indicadores culturales", pretensión que
ticulares estructuras de significado que emergen por la está estrechamente ligada a la formulación de catego­
vía de la cuantificación/ codificación a partir de cate­ rías estándar"35 mismas que facilitarían la acumulación
gorías construidas 'a priori' o 'ex-post-facto'. y comparación de hallazgo en diferentes estudios sobre
Los puntos anteriores -tienen, a nuestro JUICio-- , un mismo problema. En el fondo, de lo que se trata
implicaciones diversas. Por ejemplo, el sentido de los es de estandarizar un instrumento de medida, y el ob­
materiales analizados pueden involucrar voluntad, pro­ jetivo es, entonces construir un dato también estándar ;
yecto e intencionalidad del sujeto. No obstante, queda cuyas formas distributivas, frecuenciales : revelad n. el
en manos del analista o decodificador descifrar esas "sentido verdadero" del material analizado.
marcas, asignarle significado al material. En otras pa­ Pero lo anterior no es la única alternativa, por
labras, en el análisis de contenido tradicional, la inter­ ejemplo para Thompson "ciertas categorías y ciertos
pretación está determinada por el código del analista conceptos empleados por el materialismo histórico sólo
y desligado sustancialmente del código del sujeto. De pueden ser comprendidas como categorías históricas :
manera que éstos pueden o no coincidir, Ackermann esto es, como categorías o conceptos apropiados para
lo señala claramente : "al hablar de código, hay que la investigación de procesos, para el examen de 'hechos'
notar que en todo proceso de comunicación el sujeto que, incluso en el momento de ser interrogados, cam-
se vale -conscientemente o no-, de un código gene­
ralmente lingüístico para 'encifrar' su mensaje. El ob­ 32 Werner, Ackermann, op. cit . , p. 1 1 7.
jetivo del analista de contenido no es necesariamente ·as James Deese, "Conceptual Categories in Study of Con­
descifrar ese código subj etivo, sino aplicar ciertas ca­ tent", en George Gerbner, et al., The Análisis of Communica�
tion Content, New York, John . Wiley and . Sons, Inc., 1 969,
tegorías que tie � en su origen en determinado esquema
p. 40.
teórico que puede o no coincidir con el código del 34 Aaron Cicourel, Método y medida en sociología, Ma­
drid, Ed. Nacional, p. 1 99. ·
' 1!6 R especto a los indicadores culturales y las "categorlas
Géorge ·L. Alexarider, Enfoques Cuantitativos y Cuali­
*
tativos del Análisis ' de C ont en id o , en Berelsori, et al, op. cit. · estándar', véase por ejemplo, George Gerbner, Toward 'cul­
s1
H olsti O.. Una introducci6n al análisis de con teni­
· tural indicators': the Analysis of Mass Mediated Public Mes­
-
do; B'erel �on, et al. Op .. cit., p. · 1 , .véusé también Wérner
en rnge Systems, eri Gcorge Gerbner, et al. The Anál)•sis óJ/ Com­
Ackermann, et al. Op. cit:, p. 1 1 6. nwnication Content, op. cit., pp. 1 2 3-1 3 2 .
1 18 J ULIO E STRADA CORTÉS Y ALFONSO Á
LIZ RRAOA BERNAL

bian de forma (o conservan la forma pero cambian de y generalidad del texto, podemos mencionar las si�
'sentido' ) o . se disuelven en otros hechos ; conceptos guientes :
apropiados para el manejo de datos empíricos no sus­ a ) Aquella que sostiene la especificidad de los enun­

ceptibles de representación conceptual estática, sino sólo ciados "º y que por ende, éstos no tienen porqué revelar
como manifestación o contradicción".36 significado o sentido estándar alguno, esto es, que del
Para los Analistas de Contenido las categorías son diálogo con la estructura no tiene porqué derivarse una
predeterminadas y definidas rígidamente, mientras que determinación inmediata de sentido ; y,
para el materialismo histórico se comportan flexible-. b ) En el otro extremo, encontramos una posición
mente (en permanente confrontación con la realidad en la cual, el sentido y el proceso de construcción de
específica) , posibilitando mayor acercamiento a lo real ; datos, está de suyo, determinado y anticipado por la,
esto no anula al mismo tiempo, que "los 'modelos' estructura. Más aún, los niveles de realidad son previa�
estáticos pueden desempeñar un papel útil en ciertos mente dichos, inventariados.41
tipos de investigación" . 37 Desde una perspectiva de reconstrucción, se asume
que los materiales sujetos a análisis, pueden o no estar
b) EL AN ÁLISIS DE CONTENIDO EN UNA PERSPECTIVA traspasados por la generalidad, que ésta es una labor
RECONSTRUCTIVISTA que no se dilucida 'a priori' por las esquemáticas vías
de la determinación estructural o de los marcos teóricos
Recapitulando en torno al análisis de contenido tra­ preestablecidos ; y que ciertamente el texto es específico,
dicional ; éste concibe al dat o como crucial y objetivo, el testimonio, o el discurs o es específico, pero puede
que puede dar cuenta de los sentidos unívoco-legales asimismo, tener atributos manifiestos o potenciales que
y de las tendencias de los procesos comunicativos.
abran la posibilidad de su articulación con la genera­
De manera que, a nuestro entender, tratando de lidad. En suma, no se trata, como lo advierte E. P.
ubicar a la técnica en una perspectiva de reconstruc­ Thornpson, de que "la teoría preceda a la evidencia
ción, el análisis de contenido supone Un nivel posible histórica sobre la que tiene misión teorizar". 4 2
de lectura de la realidad. Y esta técnica proporciona Tratando de explorar las posibilidades de reformu­
datos útiles para ser relacionados con otras lecturas, da­ lación de la técnica, insistimos, en primer lugar, en que
tos y otros niveles de realidad. Desde ,esta óptica, los ésta debe estar basada más en una lógica del descubri­
datos no tienen un carácter absoluto, esto es ; no son miento que en una lógica de la verificación. Ello im­
válidos en sí mismos ; no tienen un sentido legal inicial. plicaría :
En otros términos, los datos pueden, potencialmente
articularse a un haz de relaciones pensables, pero 'no a) Explorar las posibilidades de un análisis de con­
necesariamente anticipables teóricamente. · tenido heurístico más allá de su agotamiento en su ·

Por tanto en la perspectiva reconstructivista, el dato vertiente cualitativa, y,


empírico es sólo uno de los recortes posibles de la rea­ b ) constituir un tipo de hermenéutica en la que

lidad y el dato puede también expresar objetividad y esté presente la acción de los sujetos, prácticas y dis­
subjetividad como potencialidad del cambio y de la cursos tratando de recuperar algunos aspectos, marcas .
'
transformación de la realidad. 38 En suma, se trata de de su · voluntad, proyecto, intencionalidad. Es decir, el
la construcción de un dato en transformación, mediado, dato derivado del análisis de contenido tendrá que · ser
historizado, en oposición al dato unívoco que postula siempre articulado con datos de otros niveles de reali­
el neopositivismo. d ad, no todos ellos de origen discursivo ; para ser inter­
Por ello, en relación a los datos, no es · superfluo pretado. ·

resaltar inicialmente, al menos dos aspectos :


En una óptica reconstructivista es necesario otorgar-
a ) Como instrumento, el análisis de contenido no

recolecta datos, sino construye datos. La técnica en cues­ ·


4 0 Esta posición límite la sostiene por ejemplo, Michel
tión aparece como una más de las mediaciones entre Foucalt, véase su Orden del discurso, Ediciones Populares,
dato y realidad.. 39 Col. Archivo de Filosofía. También, su Crltica a las técnicas
b ) Como harto se ha insistido en otras partes de de interpretaci6n de Nietzche, Freud, Marx, Buenos Aires,
· Antigua Casa Editorial, Cuervo, 1 964.
·

este libro, el dato construido, es siempre, un dato me­ 4 1 En cuanto a los niveles o instancias previamente in­
diado. ventariados, destaca, por ejemplo, la perspectiva de Althusser
en la cual la "totalidad orgánica está compuesta por tres
Especificidad y generalidad del texto niveles o instancias : "toda formación social -dice él- cons­
t�tuye una totalidad orgánica que comprende tres niveles
Dentro de las posiciones acerca . de la especificidad esenciales : la economía, la política y la ideología o formas
de la conciencia social" .
se Thompson, E. P., Miseria de la teoría, Barcelona, Cfr. Althusser, L., Polémica Althusser-Garaudy. Parte I,
Ed. Crítica de Grijalbo, 1 98 1 , p. 7 7 . Sao Paulo, Ed. Sinal, 1 967, p. 33. Citado. por Miriam Limo­
s 1 Ibídem, p. 7.9 . , .. m�iro Cardozo, La ideologla dominante, México, Siglo XXI,
.ss Cfr. De . la Garza, Enrique M.; Un paradigma pqra 1 975, p. 42. .
el miálisis � la �la,.e obrera� mfmeografiailo, 1 984. 4.2 E. P. '.fhonip >on
, Tradici6u, revuelta y candencia de
so ldem, p. 2 1 0 . . clase, Barcelona, Ed. Críti�a, 1 979 . .
EL A:"<.�LISIS DE CONTE N IDO 1 19

le a la teoría un carácter abierto. De acuerdo a Zemel­ heurístico que pudiese abrir Ja perspectiva de análisis
man, ello implica no manejar "los conceptos y las es­ que de cuenta de cómo los sujetos pueden estar permea­
tructuras conceptuales en función de su contenido ( a dos por la generalidad en tant o proyecto de lucha autó­
través del mecanismo d e l a formulación d e hipótesis ) , noma.
sino, mediante su apertura hacia las múltiples moda­ Consecuentemente con los lineamientos apuntados,
lidades de concreción objetiva . . . Esta apertura de la el expediente, conformado por formas disc ursivas y ex­
razón hacia lo real rescata la idea de objetividad como tradiscursivas, no necesariamente debe expresar el 'sen­
contenido potencial, en cuyo caso se plan tea que la tido' que le confiere un código estático ( prinieipio
relación con la realidad no se establece con restriccio­ básico del análisis de contenido tradicional) sino que
nes o formas teóricas, sino de manera abierta. Lo que es necesario poner en duda el supuesto de la univocidad
exige un razonamiento capaz de reconocer a lo real­ de sentido con que opera esta técnica. Por el contrario,
objetivo como trascendente a cualquier forma teórica".48 los datos pueden revelar incluso significados contradic­
Desde este punto de vista, las categorías de análisis torios. No se trata de construir el dato que verifica, sino
no podrían constituirse en un código 'a priori' para im­ de asumir la posibilidad de una multiverificación de
poner legalidades de sentido a los significantes con el hipótesis parciales, subsidiarias, durante el proceso re­
propósito de verificar hipótesis. Por el contrario, se bus­ constructivo. Hipótesis que pueden dar cuenta de diver­
caría constituir la autonomía de los significantes con sos niveles de realidad.
respecto a los cuerpos teóricos. Como señala Foucault, De acuerdo a lo expresado, la técnica de análisis
"Un enunciado es siempre un acontecimiento que ni de contenido, no sería más un instrumento de co �struc­
la lengua ni el sentido pueden agotar por completo".44 ción inmediata de sentido, sino que implicaría una
La formulación y selección de las categorías (en su problematización de los datos con lo real, lo real no
modalidad de conceptos ordenadores ) , tendrían pues su sólo como explicable, sino como pensable, " . . . entre
base en consideraciones teóricas (en cuanto a su uso ) lo dado ( teór'. ca o empíricamente ) y lo dándose o po­
y consideramos epistemológicas distintas : En la fase de tencial en un campo de objetividades posibles".47 No
investigación, la construcción del dato estaría más al hay pues, anticipación teórica creadora de sentido, sino
servicio de la reconstrucción que de la verificación.-4� que se trata de poner en juego la noción de apertura
En cuanto a las consideraciones epistemológicas ; es teórica. Básicamente, en Ja fase de investigación se bus­
pertinente postular los siguientes aspectos : a) La rea­ caría no verificar el concepto, sino buscar su transfor­
lidad, como realidad en movimiento y b) la realidad formación . En otros términos, la lógica de la prueba
estructurada por niveles. Siguiendo la propuesta de Ze ­ se rechaza como el único y exclusivo mecanismo de ·

melman, "Si el criterio básico para la selección de los apropiación de lo real. 48


conceptos es el supuesto del movimiento articulado de En el análisis de contenido tradicional, ciertamente,
la realidad, podemos distinguir los siguien tes aspectos : el código es el elemento más importante que posibilita
a) La realidad en movimiento : criterio del dado-dán­ la construcción de datos. Las categorías que lo confor.:.
dose ; b) el movimiento tiene lugar entre niveles par­ man, constituyen, de hecho, el elemento que permite
ticulares : criterio de exigencia de especificidad ; c) l a asignar 'a priori' el sentido a los significantes. No es
reacción que conforma el contenido en cada nivel ; y casual como se dijo anteriormente que Berelson haya
d) la realidad como movimiento articulado de niveles afirmado con insistencia : "El an{tlisis de contenido, se
está sujeta a cierta direccionalidad ; criterio relativo a sostiene o se derrumba por sus categorías".49 En suma,
la influencia de la praxis social'' .4() Ja aplicación del código implica no sólo un recorte �e la
En esta perspectiva, el tipo de una hermenéutica realidad, pero también, permiten a la técnica ser conse- ·

en cuestión, no podría comenzar a cimentarse sino a cuente con la lógica de la verificación. ,

partir de la recuperación de las formas verbalizadas y Retomando las consideraciones que expresamos ante­
extracliscursivas que el sujeto elabora y pone en prác­ riormente en cuan to a : a) posibilidades de un análisis
tica en distintos planos de la acción social, misma que heurístico, y b) constituir un tipo de hermenéutica
puede aludir a distintos espacios y niveles de realidad : pertinente para el objeto ; insistimos en la reformulación
vida cotidiana, experiencia, formas de resistencia indi­ de las funciones de las categorías del código.
vidual y colectiva, organización, relaciones de poder, de La organización del proceso de aprehensión exige
dominación, etc., niveles y datos cuyo haz de relaciones de antemano, la puesta en duda del código como pun­
y articulaciones potencian la posibilidad de un análisis to de partida inicial para la construcción de datos y
asignación inmediata de sentido . El enfoque reconstruc­
4 3 Zem el m an , Hugo, Uso critico de la teoría, mimeo, tivo, " . . . exige privilegiar la reconstrucción de obser­
México, El Colegio de México, 1 984, pp. 1 03- 1 05. vables sobre la explicación . . . cuando se pret�nde orga­
H Michel Focault, La arqueologia del saber, México, nizar una reconstrucción articulada de la realidad, l).ay
Siglo XXI Eds., 1 984, p. 46.
i11 De la Garza, Enrique, . Un paradigma para al análisis

de la clase obrera, fotocopiado, México, UAM, Iztapalapa, ,17 /b id, p. 1 2 2.


.
1984. •s Jdem, p. 1 89.
4s Zemelman , op. cit., p. 206. 49 He re l son, et al., A nálisis de contenido, op. cit. P,· _77·
1)
1 20 J ULIO ESTRADA CORTÉS Y ALFONSO LIZÁRRAGA BERNAL

que tomar conciencia de que un movimiento entre . los planos de la acción social, que pueden aludir a distintos
conceptos ordenadores, universos de observación y ar- . espacios y niveles de realidad : experiencia, vida coti­
ticulación. Siempre que en base a la descomposición diana, formas de resistencia individual y colectiva, or­
de los corpus teóricos se seleccione a los conceptos orde­ ganización, etc. Niveles y datos cuyo haz de relaciones
nadores los que al no restringirse a las marcas de nin­ potencian la posibilidad de un análisis heurístico útil
guna estructura teórica, se transforman e n nuevas posi� para explorar nuevas alternativas de análisis.
bilidades de campos de objetos" . r.0 Finalmente, desde la óptica reconstructivista, a la
De acuerdo a Zemelman, es posible pensar la ar­ Comunicación se le debe considerar como una Totali­
ticulación en dos planos : " . . . uno restringido al área d ad constituida por niveles de significación, que van
temática a la cual el concepto corresponde, de forma desde lo manifiesto hasta lo latente. Dichas significa­
que sirva para determinar la articulación en un corte ciones están permeadas por las intenciones del emisor,
en el tiempo y en el espacio, y otro que corresponde por el individuo y la realidad concreta ( sea lo econó­
a una conexión entre áreas, o . . . puntos de articulación mico, político, social, cultural, ideológico, por factores
entre universos originalmente fragmentados. La des­ históricos, témporo-espaciales, etc. ) , que condicionan
cripción de los universos por cada área temática sepa­ la comunicación. A manera de · ejemplo, diremos que
rada, representa, por lo tanto, sólo un m aterial para uno de los niveles de significación sería el lingüístico
la reconstrucción articulada". 5 1 Ello conduce, a la posi­ ( entre otros) dentro de lo manifiesto ; otros niveles,
bilidad de varias estructuras de explicación. No obs­ dentro de lo latente, serían las consideraciones ideoló­
tante, la selección de la teoría, -como sefíala Zcmel­ gicas, el poder, como exterioridades capaces de impo­
man-, "no está dejada al azar o a las preferencias ner significaciones al discurso. Por tanto, un discurso
subjetivas del investigador, sino que es función del cam­ es una realidad, de la que pueden hacerse múltiples
po de opciones teóricas que configure".52 lecturas y extraer significados diversos, dependiendo de
Lo anterior es consecuente con el principio de la la perspectiva en que se ubique el investigador.
autonomía del significante 5 3 que no podría asegurarse A manera de conclusión, el Análisis de Contenido
por la vía de la imposición de marcos teóricos en tanto de acuerd o a lo discutido en este capítulo, puede ofre­
legalidades anticipadas de sentido, (ni mucho menos cer técnicas para la producción de datos reflejantes de
por la vía subjetiva de la elección teó:rica) .
un nivel de realidad y, por tanto, pueden ser utilizados
En resumen, de acuerdo con lo arriba señalado, fin­ en una perspectiva reconstructivista, pero sometidos
car la técnica de análisis de contenido en una lógica necesariamente a una vigilancia epistemológica y a su
del descubrimiento y no en una lógica de la verifica­ confrontación con los datos provenientes de otros nive­
ción implica, necesariamente : les de análisis de la realidad.
a) No considerar el código como instancia asigna­
dora de sentidos unívoco- legales.
b ) Es necesario remarcar el principio de au tono­
mía del significante, en relación a la teoría acumulada.
c) En la fase de investigación las categorías no BIBLIOGRAFlA
tendrían sino una función descriptiva, abierta a la re­
construcción. Se trata en suma, de descubrir las rela­ Allport, Gordon, vV. , The use of Personal Documents
ciones posibles no anticipables teóricamente. in Psicological Science, Nueva York, Social Science
d) La posibilidad de constituir un tipo de herme­ Research Council, 1 942.
néu tica pertinente a la perspectiva de la reconstruc­
Aydelotte, William O., "Cuantification in History'',
ción, implica poner en juego los presupuestos de rea­
A merican Historical Review ( LXXI : 803-825, 1 966) .
lidad en movimiento y realidad por niveles ; bajo estos
lineamientos, las formas discursivas y extradiscursivas Barcus, F. Earle, Communication Content: Analysis of
que el sujeto elabora y pone en práctica en distintos the Research, 1 900-1 958 (A Content Analysis of
Content A nalysis), Ph. D. dissertation, Ann Arbor
5 0 Zemelman, op. cit., pp. 2 1 1 -2 1 2 . Mich., Universidad de Illinois, en Macrofilm, 1 959.
51 Jbid, p. 2 1 2 .
52 Jdem, p. 2 1 2 . Barrón,
. Milton L., "A Content Analysis of Intergroup
53 Este principi_o, se aproxima al �upuesto foucaul_tiano Hurpo_r", A m erican Sociologic(l.l Review ( 15 : 88-94,
de 'soberanía del significante'. No obstante · -advertimos_:_, · 1 950) .
Focault se ubica en el punto exfremcí. El hilo· conductor de-<
sus trabajos es, digamos, una des.construcción teórica perma�
· Bohrow, Daniel,. G�, Syntactic A nalysis . of Lang u age
nen te. De acuerdo a Focault,, es necesario reconocerle . al dis­ by Computei a Survey Proceedings of the Fall join t
curso un principio de especificidad cuya implicaciqn inmediata .
es; " . . . no resolver el discürso · en un juegó de· ·significaciones CompUter Conféretice, ( 24 : 365-387, 1 963 ) . ·

previas, no jmaginarse que el mundo vuelve hacia nosotros Bu dd, Richard W., Robert, K� Thorpe, and Lewis ·.

su cara legib!e que no tendríamos más que descifrar : el mun­


do no es cómplice de nuestros conocimientos, no hay provi­ Donahew, Conterit A nalysis of Communications,
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.. "'·: ·

·: · ·."
CAP1TULO IV

TÉCNICAS PARA EL ANÁLISIS DEL DISCURSO

Silvia GunÉRREZ V.
Luis GuzMÁN G.
SARA SEFCHOVICH

Introducción limitada dicha relación entre lo discursivo y lo social,


como por ejemplo en la sociolingüística en la cual lo
En este trabajo presentamos algunas cie las técni­
social se considera como en un plano paralelo a lo es­
cas que se utilizan dentro del amplio campo del �ná­
trictamente lingüístico, quedando a lo más como una
lisis del discurso. Nos ocupamos solamente de aquellas
referencia ; y otras técnicas del análisis de contenido
que dan un énfasis significativo a la interre ación entre � que suponen al texto o discurso como un "producto
discurso y sociedad y dentro de é� tas partic�l:umente
en sí mismo", ahistórico y sin relación significativa con
de aquéllas que trabajan sobre el discurso poht1co o de
lo social. O bien aquéllas que aún dentro de un en­
lo político.
La selección de las técnicas complementa la parte

foque diacrónico, suponen que desde el tex o s� pue e �
analizar el contexto social o el proceso h1stónco, sm
anterior en la que expusimos en forma sucinta los fun­
ponderar el peso de otras prácticas sociales ni de otros
damentos epistemológicos de las perspectivas teórico­
condicionantes sociales, como pudieran ser los estruc­
metodológicas más importantes que inciden, de algu­
turales.
na forma, en la problemática del análisis del discurso ;
Por lo tanto, las técnicas que presentaremos en este
perspectivas que proceden tanto de la lingüística como
capítulo tienen ya características de alternativa meto­
del análisis ideológico.
dológica a otras como las arriba Citadas y provien;n
En la continuidad que intentamos lograr entre am­
tanto de la lingüística y la semiótica como de la socio­
bas presentaciones queremos destacar co�o una �u�s­
logía, y otras ciencias sociales. Implican pues que se
ti6n básica, la necesaria relación que existe, exphc1ta
han considerado ciertos prerrequisitos o criterios teó­
0 implícitamente en toda investigación social, entre l as
. rico-espistemológicos, que se explicitarán en cada téc­
técnicas utilizadas y, por un lado, los supuestos epis­
nica que se exponga y que permiten hacer coherentes
temológicos de la teoría con que és� se elaboran y se
las líneas teóricas con las estrategias metodológicas y
configuran estratégicamente, es decir, con la persp �c­
. con las técnicas, a fin de minimizar el riesgo del eclec­
tiva teórico-metodológica que las fabrica y/o seleccio­
ticismo.
na y por otro lado, en interacción con lo anterior, la
También presentaremos algunas propuestas alter­

ad cuación de las técnicas para "obtener" o mejor
nativas para el análisis del discurso que proceden de
dicho, para construir los datos que requiere el objeto
diversos autores y pretenden presentar una opción ope­
de cualquier investigación social.
rativa, aplicables a casos concretos en el análisis del
Con base en esta cuestión fundamental y tomando
discurso en la perspectiva que aquí nos interesa.
en cuenta algo importante de lo ya expuesto e� el
capítulo anterior, referente a que algunas perspect1v�s
actuales del análisis del discurso -entre ellas el análi­ 1. Algunas Técnicas importantes para el Análisis del
sis sociológico del discurso- incorporan ya en algún Discurso
� �
grado una reflexión crí ca alre edor de la estrecha
interrelación discurso-sociedad (discurso, texto, narra­ 1 . 1 . Lenguaje e ideología: propuesta de O . Reboul
ción, ideología, cultura, política, historia ) , queremos
Una de las técnicas existentes para el análisis del
resaltar que sólo estamos considerando en la presen­
discurso es la propuesta que Olivier Reboul presenta
tación de estas técnicas aquéllas que proceden de este
tipo de perspectivas que partie ndo de la ingüística � en su libro Langage et Ideologie; 1 técnica que como
.
enfatizan la interrelación entre discurso y sociedad. No
1 Reboul O., Langage et ideologie, París, Presses Uni­
retomaremos aquellos aportes metodológicos en los que ;
versitaires d France, 1 980. Existe traducci6n al español en
110 se toma en consideración o se toma de manera F.C.E.

NoTA : En algunas partes de 1 a fase l· ru·c1ºal . del presente traba1·o particip6 la compañera . María Inés Pérez.

123
1 24 SILVIA GUTIÉRREZ V., LUIS GUZMÁN G. Y SARA SEFCHOVICH

su nombre lo indica sirve para analizar la manifesta­ ciones, por símbolos, etc., el dominio privilegiado de
ción de la ideología en el lenguaje. Dos de las premisas la ideología, donde ejerce directamente su función, es
fundamentales de la propuesta de Reboul son 1 ) que el lenguaje. Esto por dos razones esenciales :
uno no habla como quiere, es decir, que más allá de
l . La lengua consagra implícitamente ciertas ·su­
los límites impuestos por la sintaxis propia de cada
perioridades sociales o diferencias morales. Por ejemplo
lengua existen límites al lenguaje impuestos por rasgos
las palabras . blanco y negro están cargadas de senti­
ideológicos propio3 a cada sociedad y dentro de ella
dos, además de designar una oposición de color y ra­
a cada grupo y 2 ) que uno no dice lo que quiere, es
zas, tiene una fuerte connotación afectiva y moral :
decir, tjúe· cualtp:ii"er ideología determina no sólo nues­
lo blanco es lo pulcro, lo limpio, etc., lo negro es lo
tra forma de hablar sino el significado mismo de nues­
malo, lo sucio, etc.
tras· ' palabras. Términos como "libertad", "democra­
2. La lengua es selectiva porque pone en situa­
cia'', "facismo", tienen un significado diferente según ción de superioridad a aquellos que la dominan frente
la ideología propia de la persona que habla. a los que no la dominan.
Para Reboul la ideología conforma un contexto
particular a las palabras utilizadas que le dan su ver­ La lengua no es en sí ideológica ; lo es el uso que
dadero sentido. Así se conforman subcódigos o códigos se hace de ella. Pero el "se" que hace uso ideológico
específicos que se superponen al código formal de una de su propia . lengua, no es un individuo libre y cons­
lengua. Ya que los subcódigos se conforman a partir de ciente de sus palabras ; éstas están dominadas y re­
los rasgos específicos de cada ideología es necesario de­ glamentadas; aun sin saberlo él, por el subcódigo de la
finir lo que se entiende por ella. Para Reboul el con­ ideología.
cepto de ideología es el de "una visión del mundo Ya que para Reboul el dominio privilegiado de
particular a una sociedad, o una cultura", pero además la ideología es el lenguaje propone analizar el discur­
destaca 5 rasgos esenCiales. so de acuerd o al poder que éste sostiene y determinar
así cuáles son las palabras claves las que permiten no
l. Una ideología es por definición partidista. Por
decir ciertas cosas o falsearlas (los presupuestos, los
el hecho de pertenecer a una comunidad limitada, es
eufemismos, los significados unívocos, etc. ) . U na vez
parcial en sus afirmaciones y polémica frente a las
reveladas estas palabras claves de una ideología se debe
otras. Toda ideología se sitúa en un éonflicto de ideo­
pasar a su interpretación de acuerdo al subcódigo o
logías.
código propio de la persona que emite el mensaje.
2. Una ideología es un pensamiento colectivo y Sin embargo este análisis no es suficiente ya que no
por lo tanto anónimo. Es un discurso sin autor : es lo nos permite detectar lo no dicho. Para analizar el sen­
qne todo el mundo cree sin que nadie lo piense. Es un tido escondido de las palabras Reboul apoyándose en
conjunto de ideas aceptadas por todo el mundo sin las proposiciones del lingüista Román J akobson pro­
que se tengan que comprobar, sin que nadie en par­ pone analizar el mensaje en términos de las funciones
ticular tenga que reafirmarlas. que desempeñan los enunciados. Las . funciones que
3. Una ideología es necesariamente disimufa.doi·a. propone Jakobsoni las cuales se centran en cada uno
No sólo tiene que enmascarar los hechos que la con­ de los seis elementos de la comunicación, son las si­
tradicen, o quitarle !a razón a las buenas razones de guientes :
sus adversarios, sino que también, y sobre todo, debe
ocultar su propia naturaleza. Siempre se hace pasar 1 ) La función referencial : se habla para informar,
por otra cosa que lo que es : por la ciencia, por el buen para
. dar a conocer algo (contexto, referente ) ;
sentido, por las pruebas, por la moral, por los hechos. 2 ) la función expresiva o emotiva : se habla tam­
4 . La ideología pretende , ser racional, crítica. La
bién para expresarse (emisor) ;
ideología más dogmática nunca aceptará su dogmati­ 3 ) la función incitativa : se habla para provocar
cismo y tratará de disimularlo bajo una apariencia acción ( receptor) ;
racional. 4 ) la función poética, aquí la finalidad del men­
5. Una ideología siempre está al servicio de un saje es el mensaje mismo como realidad material (men­
poder, justifica su ejercicio o simplemente su existen­ saje) ;
cia ; éste puede ser un poder formal o implícito. La 5 ) la función fática, cuando el mensaje tiene por
ideología es siempre el pensamiento al servicio de un finalidad establecer el contacto, de mantenerlo o rom­
poder. perlo ( contacto) , y
6) la función me ta lingüística, cuando · se busca es­
Para Reboul la ideología no sólo apoya al poder tablecer si el lenguaje utilizado responde o no a las
sino que e.s ella misma un poder ya que tiene la capa­ reglas del código que hace posible · la comunicación
cidad de transformar la fuerza- del poder en derecho (código) .
natural y la obediencia en deber.
Aunque la ideología se manifiesta de muchas for­ Reboul señala que la ideología u tiliza estas seis
mas : por ciertas prácticas sociales, por ciertas institu . funciones para justificar el poder y que estas funciones
TÉCNICAS PARA El. AN,\usrs DEL DISCURSO 125

no aparecen de manera pura y a q u e siempre hay entre­ informar de algo para provocar una reacc1on en el re­
cruzamiento de funciones. Además la función aparen­ ceptor v.g. la frase de Reagan "para la defensa de
te de un mensaje puede no corresponder a la función nuestra propia frontera sur" ; c ) las palabras shock, la
real, es decir que la ideología implica el camuflaje utilización de palabras que por ellas mismas tienen
de una función por otra. una fuerte connotación y tienen un resultado incita­
El aporte esencial de Reboul en su propuesta me­ tivo v.g. los adjetivos que utiliza Reagan para referirse
todológica es la enumeración de ciertos mecanismos a los sandinistas : "totalitarios", "comunistas" ; d) la
que permiten ver cómo funciona la ideología en la incitación retórica, el uso de preguntas retóricas en
utilización de cada una de las funciones propuestas la que en lugar de preguntar algo se incita a la gente
por Jakobson. a estar de acuerdo con nosotros, v.g. el enunciado de
Cuando la función que predomina es la función Reagan "¿ Vamos a permitir a la URSS poner una
referencial, cuyo cometido es el de informar, consta­ segunda Cuba . . . en el umbral de los E.U.A. ?"
tar, explicar o refutar algo y el de construir su propio En la función poética o retórica, en la que el men­
referente, encontramos entre otros, algunos de los si­ saje se centra sobre e l mensaje mismo, encontramos
guientes mecanismos : a) el uso de la amalgama.-E l los siguientes mecanismos retóricos, los cuales pueden
servirse de un término reductor para asimilar la rea­ ser clasificados en tres rubros : 1 . Los juegos de pala­
lidad de hechos diferentes, v.g. el término "luchadores bras ( que operan sobre la base de fonemas o sus com­
de la libertad" ( que utiliza Reagan para referirse a binaciones ; 2. Los juegos de sentido o tropos ( que
los contras) ; b) la presuposición.-Ésta ocurre cuando cambian la significación de los morfemas o de los
un elemento que no ha sido afirmado por el enun­ sintagmas ; y 3. Los juegos de pensamiento ( que cam­
ciador tenga que ser admitido por el sentido del enun­ bian la relación de un enunciado con su referente) .
ciado, v.g. la frase de Reagan "para defender nuestras Ej emplos de estas figuras son : a) la metáfora.-El
propias fronteras del sur" que presupone que sus fron­ remplazar un término por otro que presenta con él un
teras no sólo llegan hasta México sino hasta Nicara­ parecido de sentido, v.g. "los comandantes borrachos
gua. En esta función la ideología se manifiesta en la de poder" ; b) la metonimia.-Cuando los dos senti­
creación ideologizante del referente a través de dife­ dos de las palabras : el sentido propio y el figurado
rentes generalizaciones o presuposiciones que ocultan tienen una contigüidad v .g. "conoce bien su Freud ( su
-
la especificidad del oponente. vida y obra ) ; c) la antítesis.-La oposición de un ob­
En la función expresiva o emotiva, a través de la jeto a otro sobre una relación común, v.g. "no somos
cual el emisor expresa no sólo su emoción sino también nada, somos todo" ; d ) la ironía.-Cuando para ridicu­
su pasión, sus creencias y su situación en el espacio lizar se utiliza el pensamiento bajo una apariencia
y el tiempo, se pueden distinguir los siguientes rasgos. contraria v.g. "vaya que está limpia esta habitación"
Las marcas de enunciación que determinan la medi­ ( refiriéndose a una pocilga) .
da en que el destinador asume su enunciado v.g. el La función fática. Esta función aparece en los men­
"Yo" en oposición al "él'', "ayer" en oposición a "an­ sajes que sirven esencialmente para establecer, prolon­
teayer'', etc. De acuerdo a Reboul un discurso es más gar e in terrumpir la comunicación, a verificar si el cir­
ideológico en la medida en que utiliza menos signos cuito funciona, a atraer la atención del interlocutor.
de enunciación. Asimismo señala que existen cuatro De acuerdo a Reboul la presión ideológica se ejerce
mecanismos para borrar las huellas de enunciación : también por la forma misma del canal que transmite
la adhesión, la naturalización, la descalificación y el el mensaje. El canal puede ser escrito u oral. El men­
argumento de autoridad. El discurso ideológico oculta saje escrito se distingue del oral por ciertos rasgos
sus referentes y también a su emisor, apoyándose en lingüísticos que pueden j ugar un papel ideológico. La
valores universales, de "interés general". Por ejemplo función fática raramente existe sola, ella es eficaz por
cuando Reagan dice "Como dijo Harry Truman" ( ar­ el hecho de que se apoya sobre las otras cinco funcio­
gumento de autoridad) o "ésta es una cuestión en la nes. Ejemplos de mecanismos de esta función son : a )
que debemos actuar no como Republicanos, no como e l exordio.-Éste e s fático por definición pero incitativo
Demócratas sino como Americanos" (llamado a la en la forma. Se puede definir el carácter ideológico
adhesión ) . del exordio de acuerdo a la forma inicial que u tiliza
Puesto que una ideología está al servicio del po­ y que puede seguir siendo utilizado a lo largo del dis­
der es normal que el discurso que ella mantiene sea curso . . . v.g. La manera en que Reagan se dirige a
incitativo, que tenga por objetivo hacer que los otros sus receptores "Mis conciudadanos ( my fellow ameri­
actúen o impedir que actúen. En la función incitativa, cans) ; b ) la denegación que no es so lamen te el decir
la cual se centra en el destinatario y tiene como ya se no, es rehusar una afirmación, una pretensión, un dere­
mencionó el objetivo el provocar la acción, y hacer cho, que son reconocidos por otros, v.g. "no estoy
que el destinatario reaccione como el emisor desea, se hablando de mandar tropas a Nicaragua".
presentan los siguientes mecanismos : a) el esoterismo, La función metalingüística. Una ideología tiene una
la oscuridad en el lenguaje para mostrar la superiori­ función metalingüística ya que ésta modifica el código
dad del emisor sobre el receptor ; b) la j ustificación, el de la lengua. Aquí lo que se trata de establecer es si el
1 26 SILVIA GUTIÉRREZ V., LUIS GUZMÁN G. Y SARA SEFCHOVICH

lenguaje utilizado responde o no · a l� reglas del códi­ tales sino de su articulaCión dentro del sistema. Los
go que hace posible la comunicación, no sólo con la estudÍo� de Propp les dieron la clave para estudiar
sintaxis, sino de acuerdo a los referentes propios de los las regularidades y las restricciones que se encuentran
que se comunican, o sea el subcódigo. En esta función en la narración ( el cómo se construye una historia sig­
p()demos encontrar los siguien tes mecanismos : a) la nificativa ) . También retomaron de la gramática ge­
designación.-Todo discurso tiende a crear palabras, a nerativa de Chomsky ciertos conceptos como lo son
designar realidades inconocibles hasta ese momento, v.g. el de estructura profunda, estructura superficial y el
la palabra "proletario" en el siglo xrx ; b) la mutación de transformación.
semántica.-Una ideología puede retomar a su cuenta La semiótica, de acuerdo a Greimas, tiene por ob­
los términos usuales pero darles un sentido que sale jeto el análisis de todo lo que tiene, o puede tener,
de lo usual, v.g. el término "patriota". sentido para el ser humano, es decir se encarga del
Es necesario aclarar que por limitaciones de exten­ estudio de los sistemas de significación. Un sistema
sión solamente hemos expuesto unos cuantos ejemplos de significación es considerado como todo lo que "ten­
de los mecanismos lingüísticos asociados a cada una de ga sentido", todo lo que tenga significación ; el signi­
las funciones que propone Reboul. ficado no está enraizado en las cosas o fenómenos, la
Aunque el listado de mecanismos retóricos que cita aprehensión del significado se lleva a cabo en la mente.
Reboul en su propuesta pudiera parecer que no rebasa Por lo tanto los límites de un sistema de significación
el tipo de inventario de figuras retóricas que proponen son bastante amplios.
algunas de las personas que analizan el discurso lite­ La hipótesis semiótica postula que "todo universo
rario, la diferencia básica de su propuesta estriba en de sentido, cualquiera sean sus modalidades o su ám­
el hecho de que Reboul sugiere analizar el lenguaje bito de expresión, comporta una estructura que remi­
buscando siempre la manera en cómo la ideología se te, en último análisis, a la forma en que el hombre
ocult::i. a través del uso del lenguaje. Es decir su obje­ organiza su experiencia ( estructura que varía, obvia­
tivo no es lingüístico sino primordialmente político. mente, de acuerdo a las condiciones socioculturales de
Si bien la propuesta de Reboul nos permite reco­ producción y de lectura ) ".2
nocer ciertos mecanismos lingüísticos e ideológicos del Como la perspectiva semiótica se trata de un in­
discurso el hecho de que funcione básicamente al ni­ tento de descripción del sentido, la semiótica greima ­
'
vel de palabra o frase lo hace ser un análisis limitado. siana atribuye una gran importancia a la estructura
Aunque Reboul reconoce esta limitación y sugiere ir sintáctica de los fenómenos de significación. En efecto
más allá de la frase, no existe una propuesta concreta la sintaxis es precisamente uno de los elementos que
de cómo hacerlo. hacen posible la significación, "la única manera de
imaginar la captación del sentido".3
1 .2. La semiótica narrativa : A. J. Greimas
Los componentes del análisis
Uno de los tipos de análisis del discurso que es
particularmente interesante para el análisis de la ideo­ Como el significado para esta corriente es perci­
logía es la narración, ya que el discurso puede ser bido como un sistema que articula varios signos, la
analizado como narraciones que despliegan una cierta semiótica adopta la terminología de Hjemslev quien
lógica o una estructura actancial. Este tipo de análisis distingue entre el nivel de la expresión ( donde las dis­
puede facili tar la explicitación de los rasgos ideológi­ continuidades son percibidas, descriminando varios sig­
cos ya que la ideología al buscar mantener relaciones nificantes ) y el nivel de contenido ( donde los signos
de dominación al presentarlas como legítimas, tiende son identificados ) .
a tomar la forma de una narración. Los relatos son Existen varias maneras de representar y sintetizar
narrados para glorificar aquellos que sustentan el po­ el análisis propuesto por Greimas, dependiendo, en
der y justifican el status quo. cierta manera, de lo que uno quiera hacer resaltar.
Se han desarrollado varios métodos para el análi­ Tratando de exponer de una forma clara y compren­
sis de las narraciones, por ejemplo el de su iniciador sible dicho modelo de análisis retomaremos aquí el
V . Propp, el de Barthes, y el de Greimas. Aquí expon­ propuesto por el grupo D'entrevernes.4 De acuerdo
dremos el de Greimas, por ser una propuesta bastante a este grupo en los dos niveles de análisis que propone
elaborada y por su aplicación a diferentes tipos de Greimas --el nivel de superficie y el nivel profunda­
discurso. El análisis semiótico del discurso elaborado se trataría de analizar lo siguiente :
por A. J. Greimas y sus discípulos se inició hace casi
20 años con el encuentro de las escuelas lingüísticas 2 C ourtes, J., Levi-Strauss et les cont raintes de la penseé
europeas (De Saussure, Hjemslev ) y los trabajos es­ mythique, Mame, París, 1 9 74, pp. 1 3 - 1 4.
·s Greimas, A. J., "Un probleme de semiotique narrative :
tructuralistas ele V. Pr CÍpp sobre la "morfología" de los
les objects de valeur", Langage núm. 8, París, 1 9 7. 3 , p. 1 6 .
cuentos. La lingüística les proporcionó las bases teóri­
.4 Girod, J . C . e Pamer, LeGroup D'entrevernes, Analyse
cas pata la concepción de un sistema de significación Semiotique de textes: Introduction, theorie, practi q ue, Presses
· siendo el significado no dependiente de los signos como Universitaires de Lyon, 1 9 78.
TÉCNICAS PARA EL ANÁLISIS DEL DISCURSO 1 27

· Nivel ·- profundo.-Dos planos dt organización son asegura la coherencia y la hohiogeneidad del sentido
utilizados para disponer los elementos que se recono­ global de la narración. Dicho en otras palabras la iso­
cen como pertinentes a este nivel : topía es un universo del discurso que se repite y que
- una red de relaciones que efectúan la clasifica­ sirve como hilo conductor para darle sentido y cohe­
ción de los valores de sentido de acuerdo a las rela­ rencia a la narración. Este concepto tiene una gran
ciones que éstos acarrean. utilidad para el análisis del discurso ya que su iden­
- un sistema de operaciones que organizan el paso tificación nos permite saber cuáles son los temas, o
de un valor a otro. las isotopías, principales del discurso.

Nivel de sup erficie .-Aquí se distinguen dos com­ El niv el de superficie


ponentes que regulan la organización de elementos que En el nivel de superficie la gramática se relaciona
se reconocen como pertinente a este nivel : con la estructura de organización de procesos en los
- un componente narrativo, éste regula la sucesión que participan actores humanos o personificados. A
de encadenamientos de estados y transformaciones. este nivel, como señala G. Giménez, el concepto de
- un componente discursivo, éste regula en un tex­ actor es central, por la sencilla razón de que todo
to los encadenamientos de figuras y efectos de sentido. relato implica "actores humanos o personificados que
Como no nos es posible explicar en esta breve sín­ realizan tareas, padecen pruebas y persiguen objeti­
tesis todos los elementos en este tip o de análisis, nos vos" 6
.

limitaremos a retomar aquellos conceptos o elementos El "modelo actancial" de Greimas, modelo utili­
que considerarnos como más esenciales. zado en este nivel de análisis, representa una estruc­
tura formal de grandes categorías abstractas de actos
y constituye la esencia de la gramática del relato al
El nivel profundo
nivel más próximo a la manifestación narrativa con­
En este nivel del análisis los conceptos más impor­ creta.
tantes que expondremos son el del cuadrado semi6 - El siguiente esquema ejemplifica dicho modelo :
tico y el de la isotopia. Fm. N<1 1 : Modelo Actancial
La gramática profunda del refafo comprende un
objeto ----­
sistema conceptual o axiológico que se puede analizar destinador ---­ destinatario
y reconstruir con la ayuda del cuadrado semiótico mo­ A3 A2 A4
delo de la estructura fundamental de toda significa­
ción. El cuadrado semiótico, de Greimas, inspirado en ayudante ------- sujeto ---- opone n te
la lógica clásica de Aristóteles, articula los significados A5 Al A6
oponiendo dos términos sobre un eje semántico común.
De este modo se obtienen relaciones de contrarie­
En _ este modelo se representan tres parejas de "ac­
dad, _de contradicción y de implicación, cuyas articu­
tantes" en funcióri de sus relaciones recíprocas :
·

laciones pueden representarse en el siguiente esquema.


a ) Sujeto (Al ) y objeto ( A2 ) : la relación que los
� relaciones de contrariedad une es de deseo o de poder. Por ejemplo en una leyen­
� ......) relaciones de c-J:itradicción da el héroe (A 1 ) busca el tesoro ( A2 ) .
• • ••• ••• • rel aciones <le implicac;ón b ) Sobre el eje de la comunicación encontrarnos
a otra pareja de actantes : el destinador (A3 ) y el
destinatario (A4) unidos entre sí por la transmisión
De acuerdo a Greimas, este modelo constituye la y la comunicación de un objeto.
instancia taxónomica primera a partir de la cual pue­ c ) También existe una pareja marginal de actan­

den articularse y manifestarse según el modo estático, tes : el ayudante (A5 ) y el oponente (A6 ) . Estos ac­
los sistemas de valores o axiologías y los procesos de tantes definen un eje de participación circunstancial,
creación de valores recurrentes o ideologías. Todo re­ en sentido favorable o desfavorable a la acción del
lato, por lo tanto tiene como infraestructura profunda deseo o de la comunicación.
un sistema valorativo o conceptual que prescribe rigu­
rosamente las incompatibilidades y limita las posibili­ Este modelo actancial de Greimas es de gran uti­
dades de opción y de combinación entre unidades na­ lidad en el análisis del discurso ya que como el propio
rrativas. 5 Greimas señala todos los discursos son la narración de
La isotopía es la sucesión de diferentes temas dis­ una búsqueda, de la "quete", de un objeto-valor. La
cursivos, subsumidos en una sola unidad temática que narración tendría como punto de partida una situa­
ción de carencia, y como punto de llegada el logro
5 Giménez, G., "La lingüistica, sem io l ogía y análisis ideo -
del objeto de valor deseado.
16gico", en Literatura, ideología y lenguaje, Ed. Grijalbo,
México, 1 976, p. 293. 6 ]b id, p. 294.
1 28 SILVIA OUTI ÉRREZ V. , LUIS GUZMÁN O. Y SARA SEFCHO\'ICH

Metodología de análisis da ciertas situaciones -las cns1s- de tal forma que


es posible iden tificar las acciones de los sujetos que in­
Los pasos a seguir en la metodología de análisis tervienen en ellas, en relación con sus objetivos e inte­
de la teoría de Greimas se pueden reducir a los si­ reses y con cuya confrontación, por medio de estas
guientes : 7 técnicas, se puede reconstruir la coyuntura que confor­
a ) Constitución de un corpus caracterizado, fun­ man tales sujetos. Delahaye entiende la crisis como
damentalmente, por su homogeneidad . "un momento peligroso y decisivo" que da lugar a un
b ) Elección del punto de vista preciso (isotopía) "incremento de actividad", lo cual presenta para el
bajo el cual será examinado el corpus. semiótico un interés particular : se caracteriza por un
c) Normalización del texto, ésta consiste en trans­ acrecentamiento considerable del número de mensajes
cribirlo simbólicamente bajo una forma canónica que y de manifestaciones significativas provenientes de los
permita detectar las estructuras actoriales y actancia­ actores, movimientos muy numerosos y frecuentemente
les, así como una sucesión de relaciones funcionales desordenados de éstos, la entrada en escena de nuevos
entre actos o también como una sucesión de califica­ protagonistas, una dramatización del espectáculo, una
ciones atribuidas a los actores. sacudida de los aparatos y un desbordamiento de los
d) Reducción de lo transcrito eliminando las re­ cuadros institucionales existentes, en fin, la elaboración
currencias homólogas, es decir, las que se revelan como de nuevas estructuras.
semánticamente equivalentes a nivel de predicados y Según el autor, en dicho campo no ha habido has­
actantes. ta la fecha ninguna aproximación semiótica. Los tra­
e ) Construcción del modelo capaz de dar cuenta bajos realizados en países anglosajones con métodos
de las relaciones estructurales a nivel de actores, ac­ nuevos como el análisis semiótico y de contenido, la
tantes y del sistema conceptual (o axiológico ) sub­ construcción de modelos de comportamiento, de comu­
yacente. nicación, de integración y de decisión, la teoría de
los juegos y sus aplicaciones a situaciones conflictivas,
Algunos elementos de crítica se refieren más bien al análisis estructural y están
fuera de la semiótica. Solamente ciertos análisis de
Mencionaremos aquí algunas de las críticas que texto político e ideológico desarrollados muy reciente­
señala G. Giménez en su artículo "Ideología, discurso, mente, particularmente en Francia, tienen relación con
semiótica". 8 Lo que más se le ha reprochado al análisis la semiótica, pero no abordan específicamente las rela­
greimasiano es su excesivo formalismo, su enfoque ten­ ciones internacionales. Probablemente el autor se está
dencialmen te positivista y el hecho de atenerse casi refiriendo a trabajos en la línea de Kristeva, Pecheux,
exclusivamente a la "superficie del discurso", olvidan­ Robin . . .
do que el sentido resulta fundamentalmente de las "La vocación de lingüista y de etnólogo" del autor
condiciones pragmáticas ( reglas de producción y de se conjugan en su investigación, quien rechaza, dentro
uso, distribución de poder, etc. ) . de los principios de ésta tan to el indeterminismo como
También señala que si bien el análisis greimasiano el asemantismo y explicita su decisión de "hacer obra
pretende ser meramente descriptivo y valorativo, de científica", "modesta" pero "rigurosa" , desde la cual
hecho llega a poner de relieve el carácter fundamen­ "ha esbozado las definiciones, las hipótesis y los méto­
talmente retórico y no demostrativo de la mayor parte dos" expuestos en su trabajo.
de los discursos en las ciencias sociales. Lo que hace
El autor se interroga sobre la cientificidad de la
que esta semiótica cognitiva funcione de hecho de un
semiótica (vid Saussure para definición ) . A este res­
modo muy semejante al positivismo lógico.
Sin embargo, el análisis greimasiano complemen­ pecto plantea que la única prueba, para que una cien­
tado con cierto tipo de consideraciones sociológicas, cia efectivamente lo sea, es "la exigencia de la verifi­
cuestión que algunos de sus seguidores han retomado, cación" tal como lo afirma Gardin. 10
da lugar a una aplicación más amplia y provechosa de Su investigación "se apoya en métodos que provie­
este tipo de análisis. nen de numerosas ciencias sociales . . . Los métodos de
la semiótica, igual que los de la lingüística y la etno­
1 .3. Un enfoque semiótico de la coyuntura logía son deductivos, sin que ello implique una preo­
cupación menor por la observación y la experimen­
Yves Delahaye 9 elabora una aproximación semió­ tación ( cuando ésta es posible) que por el estadio
tica a las relaciones internacionales. Su propuesta abor- intermedio de la hipótesis, ni tampoco una ausencia
absoluta de la inducción. Apoyándose en ci tas de Bar­
7 !bid, pp. 298-299. thes y de Lévi-Strauss sobre la necesidad de la deduc­
s Giménez, G., "Ideología, discurso y semiótica", ma­ ción ante campos tan vastos como la narrativa y los
nuscrito, 1 984, p. 1 2.
9 La frontiére et le texte. Pour una sémiotique des re­
lations internationales, Payot, Paris, 1 977 (cit. tambi én por 1 0 Gordin, J. C., Les analyses du discou rs. Delc hauy et
Gíménez G. Poder . . . op. cit., p. 1 3 6 ) . En este párrafo nos Niestlé, Neuchatel, 1 974 ( cit. Delahaye, Y., La Frontiere . . . ,
referimos a lntroduction, pp. 7-8 y a Chemins, pp. 1 29- 1 7 9. op. cit., p. 1 29) .
TÉCNICAS PARA EL AN.�LISIS DEL DISCURSO 1 29

mitos populares, el autor pondera lo anterior ante la indeI?ostrable". De ahí que para Delahaye este plan­
Vastedad, apertura y crecimiento constante del campo teamiento es una razón de más para avocarse a la
de la� relaciones internacionales. descripción de las crisis más que a la de los períodos
En cuanto a la posibilidad de un análisis sincróni­ de calma. Sólo ellas pueden sustituir a la experimen­
co, el autor si bien reconoce los aportes del estructura­ tación la cual permite confrontar la teoría con los
lismo, aclarando que la mayor parte de sus integran­ hechos. Ellas tienen el carácter a la vez sin()'ular y
tes (desde los programas del Círculo de Praga, del de repetitivo. Ciertamente, no se las puede provoc:r a vo­
Moscú, etc. ) jamás han negado la necesidad de estu­ lunta? , pero los mecanismos que las regulan y que noso­
diar los procesos diacrónico s -incluido Saussure- por tros ignoramos (sobre todo el de las crisis políticas)
o.tra parte afirma que una semiótica de las relaciones hacen que ellas se reproduzcan a intervalos relativa­
internacionales no podría acomodarse a un procedi­ men frecuentes y que sean, consecuentemente de fácil
miento de análisis exclusivamente sincrónico. observación. Razón de más en estas condi ci ones' de
Así pues, analizar las crisis para Delahaye es reco­ hacer buen uso de ellas.
lectar materiales en las condiciones más adecuadas Las técnicas que a continuación se esbozarán su­
para la observación de los protagonistas, ya que es en cintamente tienen que ver con Ja elaboración adecua­
medio de las agitaciones y los desórdenes cuando e l da del corpus de una investigación así como con la
actor y sus representantes están más a punto para identificación adecuada de una coyuntura : sus acto­
escoger sus máscaras y, por lo mismo, a traicionarse res, objetivos, etc.
por la elección que de ellas hacen, esta expresión es La recolección de datos : Una vez que se ha esco­
.
muy parecida a la de Marx en El 1 8 Brumario según gido el período de crisis que constituye el cuadro
.
la cual en momen tos de crisis se caen las máscaras. espacial y temporal de la investigación y se ha aislado
¿ No son las crisis, se pregunta el au tor, la encruci­ el nud ? crítico que servirá de punto de partida para la
operac1on , es cuando procede la construcción del cor­
jada de todas las pulsiones del hombre y de las socie­
dades, el crisol en el cual se funden, en una catarsis pus, como un conjunto de materiales seleccionados
general, profetismo y mesianismo, juego y goce, ilumi­ para someterse a su análisis.
nismo e ilusión, y donde por conse�uencia los actores El autor señala como características generales del
y sus representantes se entregan, créyendo liberarse ?
cori;>us : � l qu � se� suficientemente amplio para per­
.
La crisis es en esto similar a la fiesta : "ella se exas­ mitir la mvestigac1on de códigos, debe ser homogéneo
pera en los períodos de ruptura y de crisis".11 para poder hacer comparaciones entre sus componen­
tes, debe ser representativo para dar cuenta de la to­
Criterios para la selección de las técnicas : De ahí
talidad del texto, lo cual pennitirá la doble tendencia
el interés metodológico por el período crítico. Por su
de éste : a la redundancia y al cierre o clausura. Re­
riqueza de acontecimientos se pueden obtener los ma­
quie �e ser exhaustivo o, cuando esto no sea posible, ga­
teriales a partir de los cuales se construirá el corpus.
rantizar esta exhaustividad con el uso de procedimien­
Es difícil aprehender la crisis en su totalidad y no es
tos de 'alivio' por ejemplo, el que Greimas sugiere a
claro ver por dónde abordarla, tan to en la diacronía
este respecto : construir un modelo provisorio a partir
como en la sincronía. Su análisis exige por tanto una
de un segmento de corpus y después verificarlo con el
técnica de aproximación particular.
método de saturación ( Propp, Lévi-Strauss) o con
Aquella que mejor le parece al autor es una de el de sondeos ( Dubois ) .
construcciones radiales : construir el corpus a partir
Después de ponderar algunas al ternativas relativas
de un punto dentro del ámbito más sensible, en el co­
�. los criterios de sincronía y diacronía ante la comple­
razón mismo de la crisis examinada. El punto cen tral
jidad y abundancia de textos así como los diversos
es necesariamente un nudo. Define el nudo crítico
niveles que puede haber en ellos y en los actores que
como el punto más "caliente" en el espacio y el mo­
los producen, el autor opta, a fin de captar lo sincró­
mento, en el tiempo, cuando la situación ha llegado
nico y lo diacrónico de un período de crisis y su cor­
a su punto de tensión más alta. Sus criterios objetivos
pus, por el proced � miento ya apuntado en las páginas
son el volumen de la comunicación, el número de men­
pre�edentes : seleccionar un punto central ( P ) , el más
sajes, el contenido de los textos.
caliente en el espacio y el más crítico o de mayor
A partir de su preocupación de verificar las hipó­ tensión en el tiempo.
tesis propuestas, plantea que el objetivo de una inves­ Sobre esta base, al menos para una primera tenta­
tigación como la suya no es el de "construir teoría .
tiva, el procedimiento práctico que ha preferido el
capaz de dar cuenta de ciertos hechos sin ninguna autor entre otros dos que describe, es el siguiente :
exigencia" sino el de "adquirir por medio de esta teo­
A partir de P -como punto de partida del cor­
ría un poder de predicción sobre los hechos en cues­
pus- se comenzará por escoger un texto (o una ma­
tión, sin el cual el valor de la teoría es propiamente
nifestación significante ) producida por el actor más
1 1 Duvignaud, J., Fates et ciuilisation, Weber, Genave,
próximo a dicho punto. En seguida, con base en la
1 97 3 , p. 1 78, cit. Delahaye, Y., La Frontiere . . . op. cit .,
organización actancial ( recordar esquema actancial de
p. 1 3 7 . Greimas y ver figura 1 anexa ) revelada por el texto,
1 30 SILVIA GUTIÉRREZ V., LUIS G U Z MÁ N G. Y SAR,\ SEFCHOVICH

el corpus se ampliará con la ayuda de textos (o mani­ No obstan te estas formulacione� a grandes rasgos
festaciones significantes ) provenientes de cada uno de se perciben ya dos características fundamentales en las
los actos correspondientes a los actantes del primer texto crisis a partir ele las cuales una definición, una clasi­
( o de la primera manifestación significante ) . Se repe­ ficación y una explicación ( de ellas) devienen posibles :
tirá la misma operación a partir de los nuevos mate­ la incompatibilidad de las búsquedas y la coincidencia
riales que se obtengan y se continuará así, en un movi­ de las pruebas.
miento espiral ( Fig. 1 ) , hasta el momento que se estime
que el corpus tiene las dimensiones deseadas. Incompatibilidad de las búsquedas
Entre los inconvenientes, destaca el que este proce­
Hay incompatibilidad entre dos (o más ) búsquedas
dimiento puede dar lugar al azar. En efecto, se puede
desde que los sujetos que las emprenden se encuentran
llegar al caso en que no haya actores que puedan pro­
en la imposibilidad de alcanzar los objetos sin entrar en
veer de textos en un número suficiente para elaborar
una situación conflictiva. Las razones de tal imposibi­
un esquema actancial . . . En tal caso habrá que pasar
lidad pueden ser de diversos tipos. Por ejemplo :
a los actantes siguientes ya que es de esperarse que el
caso anterior sea poco probable. a) Dos actores (o más) deseando el mismo objeto.
Un "modelo" para la correlación entre actores, opo­ Se pueden entender ( en forma sumaria) tales búsque­
nentes y aliados : La reflexión que hace Delahaye sobre das como de querer tener centrados de idén tica manera.
un trabajo de Joxe 1 2 y la hipótesis que ésta le ha sus­ b ) Dos actores ( o más ) in ten tan realizar proyectos
citado, le han sido sugeridas por el contorno mismo del inconciliables. Ya no son querer tener convergentes sino
modelo greimasiano de la "quete".* La aplicación de querer hacer divergentes en relación a un mismo punto
éste al campo ele su investigación hace aparecer los de partida. Aquí, se impone una nueva distinción, ba ­
mecanismos de la crisis bajo un aspecto enteramente sada en la naturaleza de esta divergencia, según que
nuevo. A manera de resumen el autor plantea las si­ ésta resulte de orientaciones contrarias o contradicto­
guientes proposiciones : rias, la subcontrariedad sería, en cambio, el campo de
una amplia posibilidad de alianza.
l . Si la prosecución de un objetivo por parte de
un actor de las relaciones internacionales se puede asi­
Coincidencia de pruebas
milar a la 'búsqueda' greimasiana, 'cada actor puede
ser simultáneamente el sujeto de diversas búsquedas. Esta coincidencia se refiere tanto al espacio como
Esto lleva a la evidencia de la multiplicidad de las com­ al tiempo. Más particularmente, si las pruebas corres­
petencias, de la diversidad de intereses. pondientes a búsquedas incompatibles, coinciden en el
2. Cada una de las búsquedas comporta, como es espacio y en el tiempo a la vez, las tensiones que cada
sabido una prueba la cual es el punto culminante, el una de ellas implica se multiplican tanto que su tota­
momento de mayor tensión con el oponente. lización corre el riesgo de conducir el enfrentamiento
3. Ciertas búsquedas son compatibles entre ellas, crítico.
mientras que otras no lo son (es decir, son incompa­ Este aspecto espacial y temporal, presente en toda
tibles . . . ) . crisis, por lo mismo, podría decirse que es "muy limi­
tado", de gran estrechez en sus dimensiones. Las más
Confrontando las proposiciones anteriores con las de las veces, una crisis sumamente breve explota gene­
definiciones, explicaciones, constataciones, etc., que ante­ ralmente a propósito de un espacio restrictivo. El autor
riormente ha descrito y planteado el autor se pregunta subraya "a propósito" y no "sobre'', ya que la crisis fre­
para puntualizarlas : cuentemente adquiere dimensiones mundiales, sobre
Enfocada desde una perspectiva ¿ la crisis interna­ todo si los actores que intervienen en ella forman parte
cional no aparece como e l resultado de la coincidencia de las más grandes crisis corno las de Berlín, Trieste,
en el espacio y en el tiempo, de las pruebas compati­ Taiwan, Suez, Cuba, etc.
bles? ¿ no es esta crisis la encrucijada en la cual inciden
las rutas peligrosas de las ambiciones y de los intereses, Algunas críticas
el lugar o el momento en el cual estallan (o se mani­ Se privilegia -si no es que se le ve exclusivamente
fiestan ) las contradicciones ? ¿ La acumulación de todos como tal- al investigador observador, a un sujeto cog­
los paroxismas así producidos no es la causa de estos noscente "espectador" : Por una parte reconocimiento
peligros de deflagración que caracterizan a las crisis? de una ignorancia de los mecanismos que gobiernan las
¿ No es la adición de estas tensiones es decir a la con­
crisis, particularmente las políticas, sin que esto de pie
vergencia de estas búsquedas (o su divergencia ) , a su a una reflexión sobre la incidencia activa de sujetos
choque frontal (o su ruptura) , lo que da a la crisis sociales en ellas y la factible contribución de sujetos
su carácter dramático? cognoscentes, entre ellos los investigadores. Por otra
12
parte, y en relación con lo anterior, la aspiración de
J oxe, A. , Socialisme et criSI nucleairB, Parls, L'Héme,
1 973 .
hacer una investigación sobre las crisis se presenta, . a
* Búsqueda. Acción de ir en busca de algo. través de la teorí.a que se puede elaborar, sólo como
'TÉCNICAS PARA EL ANÁLISIS DEL DI SCURSO 131

definir, clasificar y explicar ·sin plantear esto como una sino ante todo como mecanismos discursivos- cómo
base para transformar el curso de ellas. se ha dicho. De tal manera que las técnicas dejan de
Con base en las características mismas del objeto lado cualquier posibilidad de convertirse en recetas para
de investigación y en el rigor que logra el autor en sus permanecer siendo herramien tas, y dejan de lado cual­
planteam ien tos teórico-metodológicos, facilitan un apro­ quier posib il idad de ser sólo un recuento "objetivo" de
vechamiento de sus aportes, den tro de una reconstruc­ la historia : batallas, luchas polí ticas, economía, cu! tura,
ción teórico-metodológica más amplia y de mayores al­ movimientos sociales, para ir más allá hasta ver a la
cances con la inclusión de un sujeto cognoscente activo, historia, a través del discurso como un modo nuevo
esto es, con un enfoque que dé peso significativo a l a que busca las estructuras mentales, esto es, que busca
interacción suje to-objeto por medio d e perspectivas teó­ a los seres humanos en su práctica cotidiana, en su
ricas que tomen en cuenta el análisis de clases, el pertenencia a grupos sociales definidos y en situaciones
económico, etc. ; que ponderen la incidencia de los su­ precisas. A través del estudio de la historia por el dis­
jetos políticos en mecanismos que más que "gobernar" curso se entiende como los seres humanos se definen
las crisis, las producen dentro de ciertos límites. y definen al mundo, a su historia y a sus relaciones,
Derivada de esta perspectiva en que se privilegia pues siempre la forma en que expresan todo eso es su
al suj eto cognoscente como observador y consecuente­ lenguaje, son sus palabras, me táforas, figuras, giros
mente al objeto de conocimiento, se pueden explicar sintácticos, en fin, lo que dicen -tanto lo propio como
las abstracciones generalizantes de los actores que in­ lo impuesto. U na historia de las palabras y de las
tervienen en una crisis "rutas pel igrosas de ambiciones", formas enunciativas nos da otra visión de la historia,
"pulsiones individuales y sociales", cte. a través de lo recurrente o de lo que se rechaza en . el
El aporte de perspectivas sociológicas, económicas, lenguaje, de como se le utiliza y organ iza, de sus pre­
etc., puede especificar la perspectiva anterior y poten­ supuestos ( lingüísticos e ideológicos ) y de sus formas
ciar no sólo la capacidad "explicativa" y la de "pre­ connotativas. En fin, la historia es la de "las prácticas
dicción'', sino, principalmente, aportar significativamen­ discursivas por medio de las cuales los seres humanos
te a la identificación de espacios posibles de acció n actualizan las i deologías que los gobiernan" . Robín
transformadora a los sujetos social.e�, rebasando conse­ plartea un nuevo modo de u tilizar las investigaciones
cuentemente el enfoque de las crisis como el "sustituto históricas que se resume en la frase "el discurso como
de la experimentación verificatoria d e las hipótesis". objeto de la historia" .
En su texto Historia y lingüística, la autora aún
separaba a ambas ciencias, sobre todo como conjunto
1 .4. Historia )' lingüística R. Robin
de técnicas y que poco a poco, pudo tener clara una
En lo que se refiere a las técnicas que utilizan la forma d e no yuxtaponerlas sino de efectivamente inte­
línea de análisis de d iscurso marxista, presen tamos aquí grarlas. Esto es lo que sucede en un trabajo titulado
el ejemplo de Regine Robín quien sintetiza y muestra "Polémica ideológica y enfrentamiento discursivo en
en su forma más avanzada esta posición. 1 77 6 : los grandes edictos d e Turgo y las amonestacio­
Lo primero que ella se pregunta, antes de elegir nes del Parlamento de París". En este trabajo Robín
las técnicas a emplear es si todo el arsenal técnico u tili­ se propone ver como funcionó ideológicamente el dis­
zado no termina por dar como conclusiones l as mismas cursivo -selección y combinación de léxico. Por dis­
que se obtendrían luego d e una lectura ordenada, in­ curso -entiende a los enunciados superiores a la frase­
formada o intui tiva. Y en segundo término se pregunta en la línea de Chomsky pero -en la línea marxis­
si la proyección personal del investigador -que es im­ ta-- aprehendidos en sus condiciones de producción
posible de evi tar- no termina por conseguir mediante y en la totalidad de sus mecanismos enunciativos. Es
todos los rigores -que son las técnicas- simplemente decir, retoma completamente la concepción de la lin­
la demostración de lo que éste quiso decir. Es en últi­ güística al introducir al suj eto de enunciación y tam­
ma instancia la misma pregunta que se han hecho bién la concepción histórico-marxista que lo relaciona­
siempre los científicos : si otro investigador repite los ría con. las formaciones ideológicas, todo ello con el
mismos pasos -las mismas técnicas- ¿ llegará a las fin de entender la función de la práctica discursiva
mismas conclusiones ? en una formación social.
A Robin le interesa menos lo qué se dice y más En el trabajo citado, Robin elige un corpus de 1 20
cómo se dice, cómo funciona el discu rso, y por qué páginas de d iscursos impresos emitidos entre el 9 de
funciona como lo hace. · Para . ello decide aplicar téc­ febrero y el 8 de mayo de 1 77 6. Es el momento en que
nicas lingüísticas al estudio de la historia, a partir de el "anciéne regime" se ve alterado por la prosperidad
la idea de que u n discurso no .es . transparente por c}efi­ económica, de modo tal que el equilibrio social de
nición. Sin embargo precisa que no se trata sólo de Francia { clero, nobleza, tercer estado) se modifica y .
yuxtaponer. l a lingüísti1;:a· a la historia �son dos disci­ ello provoca problemas a la monarquía. Después de ·

plinas diferentes- sino de efectivamente lograr la com­ diversas luchas, . el rey termin.a por volverse · reformista
prensión del discurso- comer un a p a r te un motor <le la pero se enfrenta a la nobleza. El · resultado es . que ésta
hi'sloria : ·· No· ·ctimo resultado ��no fo que se ha d icho ncepta· Ja igualdad · fiscal y el · liberalismo económico
1 32 SILVIA GUTIÉRREZ V., LUIS GUZMÁN G. Y SARA SEFCHOVICH

mientras que la burguesía enriquecida, para quien la variación resulta significativa- de modo que el acento
lucha era el interés vital, acepta la preeminencia social para el análisis se pone en los medios de la polémica :
-no jurídica- de la nobleza, a cambio de las nuevas concesiones, matices, todo lo que tiene lugar dentro de
condiciones económicas. Así pues, los discursos citados la compleja estrategia discursiva que emplea las mis­
se producen en el con texto global de una sociedad es­ mas unidades lexicales y enunciados para decir -según
pecífica - en proceso de cambio- y vienen de una el bando de que se trate- exactamente lo contrario,
situación y posición de clase particulares de los prota­ además de aquellos enunciados cuya función evidente
gonis tas, es decir son resultado de una relación de fuer­ es la de hacer ruido y provocar interferencias. Aparece
zas en una coyuntura que le da sus rasgos únicos. Pero también con este método la forma en que se pueden
además, también son resultado de una situación de tomar los enunciados del adversario para mejor recha­
comunicación precisa, de códigos retóricos y culturales. zarlos, o aquellos que se toman pero no se asumen, etc.
Todo ello es observable a través de los textos. La autora Con todo esto se forman unos cuadros que sin tetizan
toma del corpus total un conjunto de 700 enunciados los resulta dos y en los cuales se ven claramente las
en los que aplica un método de análisis al estilo de clases contradictorias o al menos antitéticas del discur­
Harris que se ocupa de las modalizaciones discursivas so, particularmente en el lado de los parlamen tarios.
( aquello que el discurso asume y aquello que rechaza) . Robín encuentra que el conjunto de frases se divide en­
Con el método elegido puede seguir el impacto de la tre las que tienen que ver con el verbo hacer y aquellas
modificación de las condiciones de producción en el que tienen que ver con el verbo ser. En ambos casos
discurso. Esto se hace eligiendo "unidades pivote" que se encuentran frases que son peyorativas o que son
permiten en un primer nivel captar la estrategia argu­ aumentativas respecto a las cualidades de lo que se dice,
mentativa tanto de unos como de otros ( defensores y y resulta que lo que es peyorativo para los parlamen­
adversarios de las nuevas ideas ) y entender la función tarios se aumenta en virtudes en el discurso de sus
de la polémica. Turgot luchaba por el liberalismo eco­ adversarios y a la inversa. Aquellos enunciados con el
nómico y los parlamentarios defendían los valores del verbo ser (X es Y) , implican calificación, definición,
"anciéne regime". atribución de una esencia mientras que los del verbo
La dinámica de ese enfrentamiento se observa a hacer (X hace que Z ) implican un proceso, una acción.
través de los discursos : pues a pesar. <je que los textos En cada una de las frases se analizan los tiempos,
tratan el mismo tema y tienen en común el producirse singulares y plurales la combinación de sintagmas, al
en la misma coyuntura, así como su modo de hablar, lugar del sujeto, en fin, las modalidades que le dan la
(sus palabras ) su hablarse entre ellos y su forma argu­ carga y luego se establecen las relaciones gramaticales
mentativa de todos modos la lucha de clases está pre­ ( clases de equivalencia según el método harrisiano)
sente en ellos. para elaborar los cuadros a partir de los cuales se obser­
Por ejemplo en el edicto -enviado por el rey­ vará qué es lo central de la discusión. Robin encuentra
con su forma seria, autoritaria, y en las respuestas de que en este caso, todo gira en torno a los "privilegios
los parlamentarios halagando al monarca, que son retó­ de la nobleza", su conservación, disminución, · etc., y
ricas, y cuidan sus intereses. Lo primero que hace Robin puede así, a partir de esto, explicar esa lucha ideoló­
es una Operación de reducción : aplica reglas de equi­ gica de que se habló al principio, y ese momento his­
valencia gramatical y encuentra así las unidades en tórico a través de los discursos.
torno a las cuales va a organizar su análisis. En segundo Las propuestas de Robín son interesantes y permi­
lugar reagrupa las proposiciones hasta formar clases ten entender la utilidad de este tipo de análisis que
de equivalencias o paradigmas de los elementos y de abre grandes perspectivas al estudio de la ideología y
las secuencias de ciernen tos. Puede hacer así una di­ la historia.
visión : Sin embargo aún no resulta claro, cómo se da el
a) de que se habla, b ) de quien se habla. salto de los descubrimientos lingüísticos a las interprc-·
taciones históricas o i deológicas. En efecto, utiliza como
En ambos casos obtiene las unidades pivote. base del análisis, cuestiones lexicales y sintácticas cuyos
a) Del edicto : prestaciones, imposiciones, contri­ resultados deben después ser interpretados desde otra
buciones, impuestos. perspectiva. En esto radica precisamente la novedad
b ) . De las amonestaciones : re�lamentos, libertad, sis­ de la propuesta de Robin ( como de algunas similares de
tema, gremios. Pecheux, Maldidier, etc. ) y al mismo tiempo su difi­
cultad. Quizá por ello la autora cambió en sus libros
Todas las argumentaciones se organizan en torno posterior y se interesó menos por cuestiones técnicas
a esas palabras, donde prestaciones y gremios refieren y más por la pura interpretación.
el pasado que se quiere suprimir y libertad e impuestos
refieren a lo nuevo que se quiere imponer. 1 .5. La argumentaci6n : Vignaux )' Toulmin
Es interesante notar que el método y las técnicas
utilizadas ponen en evidencia que los disc;ursos mane­ Según Portinc� el discurs o de sem pe ñ a, eu el plano
jan una . misma es.tru e tura discu rsiva ·-'-en la cual · cada de la comunicación, tt'es funciones principales : infor-.
TÉCNICAS PARA EL ANÁLISIS DEL DISCURSO 1 33

mativa, expresiva y argumentativa. La primera remite presenta así el discurso como un conj unto de argumen­
a un campo referencial. La segunda es implícita o ex­ tos y pruebas destinados a esquematizar y "teatralizar"
plícitamente reveladora del sujeto de enunciación. La de una cierta manera el ser y el deber ser políticos ante
tercera esquematiza la realidad con vistas a una i n ter­ un público de terminado y con vistas a in tervenir sobre ese
vención sobre el a u di torio.13 público. Esta i ntervención no se dirige tanto a conven­
Esto que hoy llamamos argumentación corresponde cer al adversario, sino a reconocer, distinguir y confir­
a la "dialéctica" de Aristóteles, quien la con traponía a mar a los partidarios y a atraer a los indecisos. Según
la "analítica". El razonamiento analítico, formalmente R. Robín, "todo ocurre como si el enfrentamiento ideo­
riguroso, transfiere a las conclusiones la "verdad" de lógico en el discurso sólo tuviera por función el reco­
las premisas ; de aquí se derivará luego la moderna nocimiento, es decir, una función de signo que permite
lógica formal. Los razonamientos dialécticos, en cam­ a todos los que defienden los mismos valores recono­
bio, son modos del razonamiento persuasivo de las de­ cerse entre sí, encon trarse y confortarse en la comu­
l iberaciones y con troversias. La importancia que tenía n ión de un mismo grupo" .
la dialéctica para los clásicos fue desapareciendo pro­ La argumen tación es además polémica. El destina­
gresivamente para quedar casi totalmente reducida, en tario, o bien es tomado com o adversario, o bien sirve
los siglos xvm y xrx, a figu ras y artificios del estilo. El al emisor para refutar al adversario, por lo que siem­
cartesianismo y racionalismo basados en l a evidencia pre tiene en cuenta el discurso antagonista para antici­
contribuyeron también a relegar a la argumen tación a par sus objeciones y desenmascarar al que lo sustenta.
segundo plano, ya era estrecho el espacio que quedaba Se d ice más sobre los o tros que sobre uno mismo.
a una disciplina que no proporcionaba certezas o ver­ Hay en la argumentación una estrategia retórica
dades científicas sino sólo alternativas razonables a y d iscursiva ya que ordena ciertas operaciones lógicas y
partir de opiniones verosímiles. semánticas a fin de lograr un objetivo preciso y que
Fueron Perelman y Olbrechts-Tyteca 14 quienes se nos permite descubrir las cadenas de razonamiento. No
propu sieron elaborar una lógica de los juicios de valor, se trata de transmi ti r informaciones o convicciones, sino
analizando textos de moralistas, polí ticos y periodistas. de mover a la acción, expresar u n compromiso y asu­
Las inesperadas concl usiones que obtuvieron fueron para mir una posición. Su fuerza se convierte así en una
ellos una revelación : no hay una lógica propia de los fuerza casi material.
juicios de valor. Lo que ellos buscaban había sido La "lógica natural" que subyace a la argumenta­
desarrollado ya por la antigua dialéctica : el arte de ción es de carácter ideológic o y social.
convencer y persuadir. "En los ámbitos donde se trata El sistema de coherencia que la organiza, y que no
de establecer lo preferible, lo aceptable o lo razonable, es universa!, sino que responde a situaciones determi­
los razonam ientos no son ni deducciones formalmente nadas socialmente.
correctas, ni inducc iones que van de lo particular a lo Define así G. Giménez la argumentación como "un
general, sino argumentaciones d e toda especie que tie­ proceso cuasi lógico de esquematizació n o de "repre­
nen por fin ganar la adhesión de las mentes a las tesis sentación" de la realidad, a partir de premisas ideo­
ofrecidas a su asentimiento" ( Perelman ) . lógicas que se suponen compartidas y en vista de una
Si bien el aporte de Perelman se redujo a diseñar i ntervención sobre un determinado público, todo ello,
un procedimiento de clasificación tipológica, hubo ela­ desde un "iugar" social e institu cional determinado".15
boraciones posteriores que ponen el énfasis en la "lógi­ Porque, según Vignaux, "lo que distingue ele u n modo
ca natural del discurso", lógica que, lejos de identifi­ particular a la argumentación es su referencia a una
carse con la lógica formal, estaría constituida por cier­ situación, su inscripción en una si tuación y sus preten­
tas reglas operatorias y leyes i deológicas que asegura­ siones de i ncidir sobre una situación " .16 Es en esta ca­
rían la coherencia y verosimilitud, y que formarían racterización del d iscurso argumentati,·o como repre­
parte de u n a "competencia de base". sentación o escenificación en sentido teatral, en que
Se redescubre así al d iscurso como un medio de reside una de las originalidades de Vignaux. Para él
i ntervención y de acción, como una forma de "violen­ el discurso es siempre una represen tación construida
cia simbólica" sobre los oyentes, y que no depende sólo para u n auditorio que "quiere asociar al receptor al
del poder o au toridad de quien lo emite, sino que lleva lugar del emisor". No se trata sólo de un producto, sino
también u n poder inherente al discurso mismo y es de un acto, de una construcción que vale no solamente
esta eficacia operativa la que pone . de relieve su im­ por lo que d ice, sino por lo que hace y por lo que
portancia política. E n o tras palabras, la eficacia ·global hace hacer a nivel del auditorio.
deLdiscurso debe atribuirse a una combinación peculiar Con. relación al primer aspecto, al aceptar un argu­
'.
entre el discurso del poder y el poder del discurso. Se mento, el receptor adhiere también a la ideología la-

1 �. Portin, H., 4 nalyse de discou rs et didactique de tan-


.
15 Giménez, G., "El análisis
del discurso politico jurí-·
g u es, BELC, J 9 7 8, p. 34. . dico' ' , en Po der Estado y Discurso, México UNAM 1 98 1
. .
,
, ' '
1 1 Vio) Perelman, Ch. y Olbrechts-Tyteca, I., Traité de p. 1 40.
l'argumen tatio n , Nouvcl le rhetorquc, Editions de l'Université 16 Vignaux, . G., L'A. rg11 mcntatio11, Géneva, París, Libraire
·

de Bruxellem, 1976. Dro:z, 1 978, p. 32.


1 34 SILVIA GUTIÉRREZ V . , LUIS G U ZMÁN . G. Y SARA SEFC HOVICH

tente. "La argumentación desarrolla un raciocinio que ''es un habla, un discurso o un raciocm10 que resitúa
nos permite simultáneamente llegar a una conclusión un conjunto de signos informativos en función del po­
aceptable y reforzar la ilusión que la originó.17 der. Por eso el proceso argumentativo transforma el len­
Respecto al segundo aspecto, el objeto de la argu­ guaje lingüístico en ideología. Por su intermedio el emi­
mentación es intervenir sobre el destinatario para mo ­ sor del mensaje se apropia de hechos, objetos, situa­
dificar de alguna manera su representación de la rea­ ciones o valores para elaborar, técnica y sutilmente, un
lidad. De esta manera se confiere a las proposiciones proceso de sujeción y de normalización de las relaciones
carácter de evidencia, de generalidades y de coerciones sociales".20
lógicas para la formulación de juicios. Pero más im­ De acuerdo a Vignaux, el proceso de esquematiza­
portante aún, la argumentación desborda el campo de ción de la realidad operado por el discurso comprende
lo intelectual creando una disposición para la acción. tres momentos fundamentales : reconocimiento de argu­
La persuasión que produce es resultado de un "reco­ mentos, explicitación de la "gramática de argumentos"
nocimiento ideológico" que provoca la ilusión de lo e identificación de las estrategias discursivas.
verosímil. De esta manera la dimensión persuasiva ad­ a) Reconocimiento de argumentos. Consiste en in­
quiere carácter político. ventariar en forma abreviada y según el orden en que
El tercer aspecto, de esquematización de la realidad, aparecen en el texto las series de argumentos en fun­
se refiere a "la construcción progresiva de cierto tipo ción de sus respectivos objetos discursivos.
de objetos discursivos ( tópicos, nociones, temas ) me­ Los objetos discursivos son los grandes tópicos, asun­
diante una sucesión de determinaciones predicativas ( ar­ tos o focos del discurso, considerados antecedentemente
gumentos ) encadenadas entre sí por medio de operacio­ a sus determinaciones predicativas. Estos objetos pue­
nes que remiten, no a la lógica formal de los lenguajes den ser figuras o personajes (Fernando VIII ) , nociones
científicos, sino a la lógica del lenguaje natural".18 Es ( l a soberanía ) , hechos ( la invasión de la Península por
esta lógica la que da al discurso una apariencia de cohe­ las tropas de Napoleón ) o situaciones ( el estado de la
rencia y se rige por las siguientes reglas operatorias : 1 9 Península bajo la dominación francesa) . Se los iden­
tifica gracias a su recurrencia en forma de repeticiones,
- Reglas d e selección : selección d e los objetos del dis­
redundancias o énfasis.
curso ( "hay que considerar esto" ) ;
En general, los objetos discursivos de un corpus
•.

- Reglas de determinación : determinación de estos obje­ suelen ser muy pocos ( so pena de que el discurso se
tos median te especificaciones ulteriores ( "bajo tales torne complicado y confuso ) , y aparecen relacionados
aspectos" ) ; entre sí por analogía, oposición, complementación, yux­
Reglas de cierre de existencia : caracterización de la taposición o inclusión.
selección operada y de las especificaciones hechas por Se llaman argumentos las determinaciones predicati­
medio de propiedades que se atribuyen a los objetos vas que definen y dan contenido a los objetos discursivos
así determinados ( "que tiene tales características" ) ; atribuyéndoles determinados aspectos, características,
funciones o propiedades.
Reglas de admisibilidad : introducción, a partir d e
Un mismo objeto discursivo puede ser "construido"
las propiedades atribuidas, de juicios que vienen a
con argumentos diferentes y hasta contradictorios. Así,
estabilizar lo "bien fundado" de la selección de las
por ejemplo, la abdicación de la familia real española
determinaciones ( "lo que hay que pensar acerca de
en Bayona se presenta predicativamente en las "repre­
ello" ) .
sentaciones" del Ayuntamiento de México como un acto
no voluntario arrancado por Napoleón mediante el
Estas reglas operatorias se hallan imbricadas en otro
engaño, la coacción y el chantaje. Pero no faltaron
sistema de reglas ( llamadas ideológicas ) que tienen por
historiadores que la presentaran como un gesto de pu­
función asegurar el efecto de verosimilitud del discur­
silanimidad y de cobardía de los soberanos, que no
so, y tienen que ver con los diferentes modos en que
vacilaron en acceder a las menores insinuaciones de
las operaciones discursivas remiten implícita o explíci­
Napoleón.
tamente a los esquemas o paradigmas ideológicos pre­
construidos que le sirven de fundamento y punto de Los argumentos deben reagruparse, como queda
partida ( tipo de valores, juicios, opiniones, imágenes, dicho, en función de sus respectivos objetos discursi­
representaciones colectivas, etcétera) . vos, y deben registrarse sólo uno por vez (atendiendo
a la unidad de sentido ) :
Debe tenerse en cuenta qu e la argumentación se
inscribe siempre dentro de · un determinado esquema
de·· poder., En: este sentido, el proceso argumentativo Objeto 1 Argumento a J t
Argumen to . b Argumento e etc . .

· .. 11 }'Yl;l_t�at, _L: A_.1 Cit . (;im é!lez, _ G ., .Pode r '. : .: op. cit.,
Objeto 2 Argumento a ! Argumento b / Argumento e etc.
p. : 1 4 1 . ' ·- . ' ¡ Obje to 3 : Argumento a 1 Argumento l> [ Argumento e : etc .
JB Giinénez, G., Poder
.· .' . . op. cit., p. 1 42 .
. . 1.9 La�co.4me�, p.. , . et, . . .qimé_ne,,., . G ..1 . · ºP- . cit.J
pl.4 . , c.it. e1.1
pp. i 42-t 43. . '' . . . . .
20 W n rat, L. A ., cit. Giménez, G., op, ci t ., p. 1 44.
TÉCNICAS PARA EL ANÁLISIS DEL DISCURSO 135

No debe confundirse argumento con proposición o entre objetos o nociones según la complementariedad
frase. Una proposieióri puede contener varios argumen­ de sus identidades o de süs propiedades; ·
tos y un argumento puede hallarse expuesto por una · Equivalencia ( E ) : se da entre dos térmii1os que ·pro­
o más frases. . ducen los mismos efectos o entre términos definidos
PreserÍ tan un interés particular los llamados "argu­ '
como de naturaleza o de propiedades semejantes · o
mentos pi �otes", es decir, aquellos argumentos que se aún idénticas.
revelan esenciales para el desarrollo discursivo y qu e - Diferencia, discriminación ( D ) : lo contrario de la
no pueden faltar sin que se desmorone la estructura relación precedente ( "no se trata del mismo concepto
lógica del discurso. ni de las mismas propiedades" ; "no hay que con­
La economía del método radica precisamente en la fundir . . . " ; "hay que distinguir . . . ", etcétera) .
suposición de que los argumentos-pivotes de u n corpus Unión (U) : resulta de procesos de asimilación, de
o de una serie discursiva homogénea son pocos y muy identificación, de adición, etcétera.
redundantes.
- Jerarquía (J) : designa una desigualdad entre dos
Los argumentos se presentan frecuentemente en
objetos, pero de modo tal que el uno sea superior
forma de enunciados modalizados.
con respecto al otro. Esta superioridad puede defi­
Las modalizaciones desempeñan un papel impor­
nirse en términos de importancia, de naturaleza, de
tante en las estrategias argumentativas y pueden defi­
alcance, de dignidad, de rol, etcétera.
nirse provisoriamente como la manera en que el sujeto
de enunciación se relaciona con su propio enunciado Se echa de ver fácilmente que estas relaciones in­
o con el destinatario de su enunciado. He aquí el catá­ troducen algún tipo de asociación entre objetos o argu­
logo empírico y elemental de las modalizaciones más mentos (equivalencia, implicación, consecuencia, com ­
frecuentes que presenta Vignaux : plementación, unión ) o algún tipo de disociación entre
- Categorías de la aserción (afirmación, negación, in ­ los mismos (incompatibilidad, exclusión, oposición, di­
terrogación ) ; ferencia, discriminación ) .
- Categorías de la certeza ( cierto, probable, necesario, Las relaciones asociativas permiten "transferir sobre
posible, contingente, . . . ) ; •
la conclusión la adhesión acordada a las premisas" ; las
- Modalizaciones deónticas ( deber ser, tener que · ser, disociativas, en cambio, apuntan a "separar elementos
etcétera) ; que el lenguaje común o una tradición reconocida
- Categorías de la veredicción ( parece que, es verdad habían ligado anteriormente entre sí".
que, no es cierto que, etcétera) ;21 Se puede decir que la técnica argumentativa se re­
- Modalizaciones factitivas (hacer hacer, hacer ejecu­ duce, en lo esencial, a esta doble operación asociativa
tar . . . ) ; y disociativa que determina la aceptabilidad o inacep­
tabilidad de la proposición central ( "propositio" ) que
- Modalizaciones apreciativas (me alegro de que, es
el orador pretende universalizar.
extraño que, etcétera) .
c) Identificación de las estrategias discursivas. Se
b) Explicitación de la "gramática de argumentos". trata aquí de la selección y el orden de las operaciones
El procedimiento consiste en seleccionar los argumen­ lógicas y modales aplicados a las series de argumentos
tos-pivotes del discurso para explicitar y diagramar las agrupados en función de sus respectivos objetivos dis­
relaciones lógicas que los articula y enlaza. De este cursivos. La "gramática de argumentos" d a ya ciertos
modo se obtendrá una cartografía de las principales elementos que permiten apreciar globalmente la estra­
operaciones lógicas realizadas en el discurso, que se re­ tegia lógica y conceptual del discurso.
ducirán siempre a algunos de las que siguen : Por otro lado, la propuesta de Toulmin es una crí­
tica radical a las pretensiones totalitarias de l a · lógica
Incompatibilidad ( I ) : se da entre dos nociones que formal y pugna por una ampliación del concepto de
no pueden coexistir simultáneamente dentro de un racionalidad de modo que incluya una lógica de la
mismo ámbito de aplicación. práctica o de los procedimientos, con exigencias y re­
- Consecuencia ( C ) : se refiere a la relación causa­ glas diferentes según los diversos campos en que opera.
efecto. Como señala el autor "las razones y las decisiones deben
Implicación ( IMP) : en sentido lógico ( si X, enton­ ser consideradas en términos de las maneras en que
ces Y ) , o en el sentido de una propiedad ligada a Ja la gente utiliza el lenguaje al presentar razones y jus­
naturaleza o a la identidad del objeto-noción con­ tificar sus decisiones".22 El esquema que presenta Toul­
siderado. min, es de gran utilidad para el análisis de la estruc­
- Oposición ( O ) : de naturaleza, de identidad, de pro­ tura argumentativa de textos que se presentan bajo la
piedad o de consecuencias. fonna de razonamiento s.
- Complementación (COMP) : relación de asociación
22 Toulmin, et al., lntroduction to practica[ rea,soning,
· n Vignaux, G., op� · cit.., p. 238. Nueva York, McMillan, 1 978.

10
1 36 SILVIA GUTIÉRREZ V., LUIS GUZMÁN G. Y SARA SEFCHOVICH

Los elemen tos de un argumento según Toulmin mos agrupar las teorías de la argumentación en dos
son los siguientes : grandes conjun tos :

- Claim ( tesis ) . Argumento principal. l . La concepción logicizante. En esta suele enten­


derse por argumentación las operaciones discursivas
- Grounds ( d atos) , la información en la que se basa que se presentan bajo la forma de razonamientos. De
la tesis ( c) , dependiendo del tipo de tesis los datos ahí que se tienda a asimilar los "argumentos" de la
pueden incluir observaciones experimentadas, datos argumentación a las "proposiciones" del razonamiento
estadísticos, hechos de conocimiento común, etc. lógico. Entre los autores que sostienen esta concepción
- Warrant ( premisa mayor ) . Por lo general es una ley encontramos a los autores adscritos a la tradición de
ya sea de tipo económico o del comportamiento huma­ Leibniz Von Wright como Günther Ohlschager.
no. Es lo que le da solidez y confiabilidad de la
1 . 1 . Un subgrupo del anterior donde se encuentran
tesis (w) .
los auto res que surgen de algún modo contra las pre­
- Backing ( premisa menor) . La información adicional tensiones totalitarias de la lógica formal y defienden
que apoya a la garantía (w ) . algún tipo de distinción entre argumentación y razo­
Modality ( Modalidad ) . Designa el grado de certeza. namiento lógico. Entre estos autores encontramos a
Perelman ( quien distingue entre argumentación y de­
Rebbutal. ( Cláusula de excepción ) .
mostración ) y a Stephen Toulmin y C. L. Hambilns.
El esquema básico d e análisis es el siguiente : Aunque dichos au tores insisten en la distinción señalada
también se remiten al paradigma del razonamiento
lógico para explicar la naturaleza de la argumentación.
Baking
B 2. La concepción constructivista que es más amplia
y abarcadora que la anterior, ya que también da cuen­
ta de las operaciones discursivas propias del conjunto
\V'arrant
de textos que no se presentan bajo la forma de razo­
w
namientos. La base de esta concepción es una teoría
de la "lógica natural del lenguaje" que debe enten­
G ------------� e derse no en el sentido de la lógica formal, sino en el
t de la "lógica operatoria" de Piaget. Esta concepción
1 Modality está representada por la escuela de Neuchatel y enca­
M
t bezada por Jean Blaise Grize, y en ella también se
t
Grounds Claim encuentran Georges Vignaux, Henri Portine y Ma­
rianne Ebel.
La argumentación es lo que caracteriza fundamen­
talmente al discurso político. Este busca obtener con­
senso para la realización de los in tereses del que lo
emite. De ahí que la argumentación este ligada a la
Un ejemplo podrá ilustrar los seis elementos esen­
realización de interés lo cual de acuerdo a Herman
ciales del esquema de Toulmin ( para los cuales, a pro­
Lübe puede llevarse a cabo de manera directa o indi­
pósito es difícil encontrar una traducción adecuada al
recta, conforme al siguiente esquema :
español ) .
Tesis ( C ) : Este paciente necesita un tratamiento
realización de interesM
de penicilina.
Datos ( G ) : Este paciente presenta una marcada directa indirecta
infección de las vías respiratorias. � � ¡
Premisa menor ( B) : La experiencia clínica i ndica · por vía no por vía sólo por vía
discursiva
que . . .
discuniva discursiva
(orden, mandato)
(fuerza, ¡
Premisa menor (W) : Las infecciones de las vías coacción
aqul tiene luKar la
respiratorias requieren un tratamiento de penicilina. . ··
füica) influencia rot6rica o

Modalidad ( M ) : Por lo tanto . . . argumentativa del discurso


persuadir convencer
Cláusula de excepción ( R ) : Al menos que el pa­ consentimiento acuerdo racional,
ciente sea alérgico a la penicilina, o existan otras con- - conformidad
( efect06 publici tarios (procedimientos
traindicaciones. ( El paciente requiere un tratamiento mnnipulaci6n) racionales do
de penicilina ( c) . tipo lógico)
Lugar de la retórica Lugar de la ret6J-i�
Siguiendo a Giménez y a manera de síntesis pode- manipulatoria critica
TÉCNICAS PARA EL ANÁLISIS DEL DISCURSO 1 37

Giménez señala que existen tres -grandes conjuntos El esquema de análisis se divide en -· tres· 'partes que
de textos : 28 . pretenden un análisis circular para ser · leído a un mis­
l . Los textos que son razonamientos 16gicos; Aquí mo tiempo :
el razonamiento es un concepto lógico-matemático que
comprende operaciones tales como la deducción y la Primera parte : Referencia- e inscripción en una
demostración. situación :
2. Los textos que se presentan bajo la forma de ra­ 1 . 1 . El lugar que ocupa esta novelística dentro de
zonamientos, pero cuya fuerza . persuasiva depende esen­ la tradición se explica de la literatura política en México ·
cialmente de valores socioculturales que se suponen com­ la razón por la cual se considera que esta es una lite­
partidos por los destinatarios. ratura política, y se hace un recorrido por la novela
3. Los textos que no se presentan bajo la forma del siglo XIX y xx, destacando únicamente este aspecto.
de razonamientos, pero poseen igualmente un poder
persuasivo que depende íntegramente de la conviven­ 1 .2. El lugar de clase e institucional en los cuales
cia sociocultural. Aquí los argumentos no se explícitan, se produjeron estos discursos. Es decir, saber quién es
sino que tienen que ser inferidos, reconstruidos y eti­ Luis Spota, no como biografía personal sino como lugar ·
quetados por el destinatari o (y el analista) . Aquí desde donde habla, lo cual tiene un peso fundamental
encontramos el uso de la ironía, de la narración ejem­ para la producción y recepci6n de las ideas. Además
plificadora, de los enunciados exiológicos o evaluativos. se hace en esta parte un recorrido por las veintiséis
novelas que conforman el total de . la obra el autor a
fin de seguir su evolución narrativa e ideológica y de­
1 .1 1 .2
tectar los puntos clave de ambas.
razonamientos razonamientos no razonamientos:
_ lógicos: en base a valores (no hay premisas)
1 .3. En este capítulo se trata de identificar a los
.
culturale8 receptores de estas novelas, que son las clases medias ·

- inferencia com p artidos: - narraciones urbanas de la ciudad y se explica qué es l o que esta
- demostración
- arg u mentació n
- ironía narrativa les brinda y cómo ( diversión, reconocimiento,
- razonam1enms
esperanza, etc. ) .
1 .4. En este capítulo se presenta de la coyuntura
2. Algunas Alternativas concreta en la que se produjeron las novelas y que es
el período que va de Miguel Alemán (el inicio de la
Presentamos a continuación las propuestas que re­ industrialización en México) hasta Luis Echeverría
toman las líneas de análisis del discurso según se las (el mamen to de la riqueza petrolera) y por fin, en las
expuso en las últimas páginas del capítulo IX en donde últimas novelas, la caída de las ilusiones a partir del
se definió su perfil teórico metodológico y en la pri­ período López Portillista hasta hoy.
mera parte de . este mismo capítulo en el cual s�_ expli- ·

citaron sus técnicas. La segunda parte del libro analiza un grupo de


En dichas propuestas no _ sólo se ha hecho una novelas que constituyen la obra cumbre en el sentido
síntesis sino ante todo se ha pretendido operativizar, de que son la síntesis de sus preocupaciones ideológi­
es decir, analizar casos concretos desde la perspectiva cas, políticas y narrativas de este autor : La costumbre
de la reconstrucción. del poder. Se trata de mostrar que "ideología y estruc­
tura narrativa se unen en una fusión perfecta", es
2. 1 . Discurso literario: S. Sefchovich decir, ver la materialización concreta, específica de lo
Sara Sefchovich hace un análisis ideológico con un ideológico en el discurso de ficción : "El proceso de
método de análisis · discursivo en un corpus formado esquematización de la realidad operado por el discurso
por un conjunto de novelas que son al mismo tiempo en el modo específico de representación y organización
discursos literarios y políticos así como literatura para novelescas : qué dicen las novelas y cómo lo dicen ; los -
las masas. El objetivo del análisis es desentrañar c6mo recursos productores de las novelas y el conjunto de
funciona la ideología, la -manera en que la ficci6n va estrategias discursivas e imposiciones del género que
produciendo sus efectos de sentido por medio no s6lo p rovocan ciertos efectos del sentido y ponen en funcio ­
de lo que dicen las novelas sino de cómo lo dicen (en namiento al proyecto ideol6gico ; la identificación y .
muchas ocasiones, contradictorios el qué y el cómo) , sin explicitaci6n de los presupuestos formales e ideológicos
olvidar que la ideología se materializa en un discurso a partir de los cuales se produce el discurso ( es de­
de ficción, el que tiene una especificidad y que se cir) , cuál es el proyecto ideol6gico de esta narrativa y
integra a una tradición de literatura y de cultura en el cuál es la funci6n que cumple ( así como ) las contra­
país; i:on las contradicciones que lo atraviesa. · dicciones que lo atraviesan" ( IF, pp. 20-2 1 ) .
El corpus se analiza en dos momentos que canfor�
u Glm�nez, d., " Simples apuptes
man un movimiento circular único y que atiende a la
sobre Jos problemas
de la argumentación, mimeo, 1 984. nutrida red de relaciones sintagmáticas y paradi gmá-
1 38 SILVIA GUTIÉRREZ V., LUIS GUZMÁN G, Y SARA SEFC H OVICH

ticas del discurso : 1.1. El corte vertical ( cortar y . se­ c) .Los p resupuestos ideológicos en torno a los cua­
parar ) ; 1 .2. El corte horizontal ( cerrar e integrar) . La. les se configura la narración que dice la novela sobre
economía del análisis es global, no se trata de frases cómo es y cómo debe ser el país y su gente, económi­
o palabras sino de recuperar la información que tenga ca, social y políticamente.
más valor estructural a fin de hallar la red de propo­ d) L as contradicciones ( en la narración y en el
siciones fundamentales que permiten funcionar al dis­ proyecto ideológico) .
curso, pues la premisa que fija los criterios metodo­
lógicos es que no se trata de buscar el paso de ciertas Por fin la tercera parte del libro hace un análisis
categorías formales a los datos de la narración sino al e interpretación del proyecto ideológico que se obtu­
contrario : partir de los datos más generales de ella vo en la segunda parte, para ver de dónde vienen las
para entender cómo se la organiza y cómo funciona .. ideas que sustentan a esta novelística, se hace recorrido
histórico de los proyectos políticos y culturales domi­
1.1. El corte vertical pretende leer cada uno de nantes en México en los cuales hunde sus raíces la
los segmentos del corpus es decir cada una de las nove­ novelística tratada. El acento está puesto en tres mo­
las en una relación de contigüidad o de asociación ment6s clave de las ideas políticas en México : la lucha
sintagmática atendiendo a tres momentos : entre liberales y conservadores a mediados del siglo xrx,
a) A cción narrativa. Permite separar aquello que los políticos positivistas finiseculares y los empresarios
cuenta la historia, lo que describe el discurso, aquello surgidos de la revolución mexicana a partir de los
de lo que habla el locutor, desde los ángulos : años cuarenta de este siglo. En cuanto a los proyectos
a. 1 . La organización de la narración. Se entiende culturales se hace un recorrido desde el siglo · anterior
por esto el modo de conformar l a narración, la in te:. · hasta hoy y se trazan las deudas del auto con estas
rrelación y jerarquización de sus elementos, capaz de ideas, así como sus transformaciones o diferencias.

orientamos acerca del código según el cual hay qu e En el último capítulo del libro se hace un resumen
leer la obra. El término permite abarcar los niveles global donde a partir de todas las caracterizaciones
lógico y semántico, es decir, el modo y sentido del obtenidas se obseiva, en la concreta solución novelesca
funcionamiento. spotiana hacia dónde apuntan ideológicamente las no­
a.2. La historia principal que establece el plan de velas, cuál es su proyecto político y cul tural y cómo
significación así como las historias secundarias. está realizado en 6 fines a través de la práctica dis­

a.3. Los personajes, la función que cumplen los cursiva se ha entendido la formación ideológica, se ha
seres de papel que circulan por la ficción. desenmascarado en la ficción una visión de la historia
y una posición en la lucha de clases : "El discurso
aA. Las escenas.
b)
novelesco spotiano ha optado en esta estrategia ideo­
Forma narrativa. Se refiere propiamente al modo
lógico-política por ser un discurso conservador, y esta
de elaboración del discurso y se ocupa de :
opción se manifiesta en todos sus niveles de la solu­
b. 1 . El lugar del narrador : la enunciación.
c ión novelesca : por la forma e n que niega ( o resuelve
b.2. Los principales elementos en l a construcción imaginariamente) las contradicciones ( ideología) ; por
de la narración ( por ejemplo : reiteración, linealidad, sus estrategias formales ( estética) y por el proyecto
forma de resolver el conflicto y otros ) . que plantea ( política ) : un proyecto de h egemonía del
c)Una ideología por una forma. El término inte­ gran capital con un gobierno y medios masivos a su
gra los dos niveles anteriores ( acción y forma) como servicio y una masa de consumidores pasivos y despo­
dos registros de un mismo sentido según el cual los litizados". Así pues las novelas no sólo se sustentan
contenidos ideológicos funcionan merced a la organi ­ en el proyecto nacional de un grupo específico de la
zación discursiva. clase dominante sino que lo reproducen. Para el fu­
turo, la narrativa no quiere mirar hacía adelante sino
1 .2. El corte horizontal, pretende leer a las nove­ regresar cuarenta años en la historia nacional a un
las en conjunto atravesándolas en una relación para­ esquema histórico que ya fue puesto a prueba y que
digmática ( d e semejanza o diferencia) a fin de ( re ) ya fracasó" ( Id., p. 286) .
encontrar los mecanismos q u e conforman ( en l a acción Si ponen las técnicas de análisis discursivo mues­
y la forma) el sentido y el proyecto ideológico eh el tran en esta aplicación a un caso concreto toda su
nivel global del conjunto de la serie y atiende a los si­ efectividad.
guientes elementos :

a ) Los recursos productores de sen tido : 2.2. Significación y poder: J. B. Thompson


. Los espacios, l a temporalidad, la función del na­
En Thompson, 2 ·1 _ el concepto ordenador clave . es el
rrador, las estrategias de presentación del disc�rso, l�s
de la significación, y es. a lo largo de él y de sus esre-
imposiciones del género novela-pqlít.ic�-para l.� inruias.
· b) . Los efectos que prov9ca la · lectura ( ac€ptahi:-·
_ .. 2-� Thompso�, J. B., .St¡,¡!iies in the theoT)' of. ideology,
fül.ad1 reconocimiento; coherencia, verosimilitud ) . Cambridge, Polity Press, 1 984.
TÉCNICAS PARA EL ANÁLISIS DEL DISCURSO 139

cificaciones que s e van anudando los diferentes niveles inserta en ciertas relaciones de poder y dominación,
de análisis. Un primer nivel donde la significación da como producto de una circunstancia pero a su vez
sentido a lo social : toda práctica social es una prác­ interviniendo y modificándola como parte de un pro­
tica significante, portadora de sentido y estructuradora yecto social o una utopía. De esta manera, además de
de lo real. Esta significación está inmersa en un pro­ consideraciones técnicas sobre qué entender por texto,
ceso de relaciones sociales históricos en las cuales se o sobre el uso de ciertos recursos de carácter lingüís­
producen y reproducen significados, se construye y cla­ tico que dan cuenta de la especificidad del discurso
sifica la realidad, y donde lo político juega un papel en tanto texto oral y escrito, o en la presencia de lin­
fundamental como nudo articulador de sentidos, con­ güísticas que trasuntan los procesos de legitimación,
figurando así principios de identidad, cohesión o con­ ocultamiento o reificación propios de las ideologías,
flicto. Proceso éste que, sería importante añadir, no es este autor pone especial énfasis en los que él denomina
posterior a la producción material de la vida misma, "referencia dual" ( split reference) . Este nuevo con­
sino un momento intrínseco a ella. Se articula también cepto ordenador contiene una especificación del prin­
en lo significante, lo individual y lo social, que nos
cipio de movilización de sentido característico de las
remite así a un sujeto de enunciación que está inverso ideologías y de la polisemia inserta en el concepto
en una red de relaciones sociales, que responde a ne­ mismo de significación como construcción de sentido.
cesidades e intereses, a presiones o conflictos.
Un tercer nivel, que es el del conocimiento, tiene
Este nivel de lo social contiene a su vez tres di­ que ver con la interpretación. Si bien la in terpreta­
mensiones en íntima relación e interacción : la de la
ción está ya contenida en la significación en su sentido
acción, por medio de la cual los agentes intervienen
más amplio, en este nivel ella se constituye en herra­
en el mundo social, y que en su aspecto político se
mienta privilegiada de penetración en la explicitación
expresa como la capacidad de obtener los propios in­
de las ideologías y en una articulación del nivel del
tereses. Una segunda dimensión, la institucional, cons­
discurso en el de la totalidad social. Cumple dos fun­
tituída por una constelación de relaciones sociales y
ciones. Por un lado articular una totalidad teórica.
que permite a ciertos agentes tomar decisiones. Este
Por otro lado, in tegrar conocimiento y práctica a tra­
nivel está limitado por las condiciones estructurales
vés de la crítica y la autorreflexión.
( tercera dimensión ) que circunscríbe el rango de va­
La interpretación construye un significado que
riación institucional ) .
A partir de aquí deriva Thompson una especifica­ muestra cómo el discurso sirve a las relaciones de do­
ción de su concepto ordenador, la ideología, punto minación. Pero esas interpretaciones, que son siempre
central del análisis del discurso y que él vincula nece­ parciales, deben ser justificadas en condiciones de diá­
sariamente al lenguaje y al poder. Para él estudiar la logo que idealmente supondrían una suspensión de re­
ideología es estudiar el modo cómo el significado sus­ laciones asimétricas. Deben poderse justificar ante los
tenta las relaciones de dominación, relaciones éstas que propios sujetos sobre quiénes se formularon y son "ve­
se sostienen porque se las presenta como legítimas y rificadas" en la medida en que ellos las acepten como
donde actúan, como formas de producción de la rea- plausibles. Pero hay además otro aspecto y es el que
1 idad, la disimulación y la reificación. La ideología se refiere no ya a esta adecuación de la evidencia
tiene que ver con el lenguaje porque éste es el princi­ que permite sustentar una cierta pretensión de verdad,
pal medio de significación, donde además, hablar es sino la medida en que esa configuración social que la
una forma de actuar y donde las formas de actuar ideología sostiene es justa, es decir, capaz de satisfacer
llevan en sí formas de poder. Las relaciones de domi­ las legítimas necesidades y deseos de los sujetos a quie­
nación se establecen entonces, por una movilización nes concierne. De esta manera la crítica y la autorre­
del sentido o la significación que legitima, disimula o flexión articulan teoría y práctica. La discursiva a tra­
reifica. El significado puede ser movilizado, finalmen­ vés de la interpretación. Esta última fase como señala
te, porque es un fenómeno variable e indeterminado. Thompson tendría el objetivo de unir las dos fases
Un segundo nivel de análisis es el del discurso, a anteriores y de ofrecer no solamente un análisis sino
través del cual se expresan las ideologías. El discurso el llevar a cabo una construcción sintética, una pro­
consiste en construcciones lingüísticas que presentan yección creativa de significados posibles.
una estructura articulada, y que como tales, pueden Aunque hasta el momento solamente conocemos los
ser estudiadas a través de diversos métodos. Este nivel supuestos teórico-metodológicos de Thompson y no sus
contiene una especificidad propia y plantea los más análisis concretos podemos deducir ciertas técnicas que
serios interrogantes metodológicos desde el punto de podrían ser aplicadas por ejemplo en la fase del análi­
vista del análisis del discurso como análisis de las ideo­ sis discursivo Thompson reconoce la necesidad de lle­
logías. En la medida en que no se considere al discurso var dicho análisis a dos niveles : el frástico y el tras­
como una unidad autocontenida y autonomizada de lo frásico. A nivel frástico él propone un tipo de análisis
social, como es el caso de Thompson, resulta clave sintáctico que pueda mostrar cómo ciertos elementos
determinar los puntos de articulación que permitan lingüísticos han contribuido a la reificación de ciertos
contextualizar el discurso como práctica significativa significados.
1 40 SILVIA GUTIÉRREZ V . , 1. U IS GUZMÁN G. Y SARA SEFCHOVICH

A nivel trasfrástico Thompson propone la utiliza­ nando y combinando diversas técnicas adecuadas para
d ón · de la narración y la argumentación ciertos discur­ dicho objeto, en coherencia con unas perspectivas teó­
sos al buscar mantener relaciones de dominación y ricas de la reconstrucción.
presentarlas como legítimas, toman la forma de una Para él la caracterización del discurso político no
narración. Así a través de la narración o la semántica es fácil. "Se puede partir de su contenido y decir, por
narrativa se podría mostrar por ejemplo la lógica ac­ ejemplo, que el discurso político remite a la esfera
tancial del discurso, es decir cuáles son los actantes
·
del poder y todo lo que está en juego en esa esfera.
del discurso y cuál es el o los objetos de valor que ·(No se trata, de la "microfísica del poder" a la ma­
se persiguen. La argumentación nos facilitaría recono­ nera de Focucault, sino del poder del Estado o de los
cer los esquemas organizativos de los argumentos así poderes que tienen por mira al Estado. ) Se puede ex­
como las cadenas de razonamiento utilizadas para lo­ plicitar aún más este contenido diciendo que todo dis­
grar un fin. Ambas técnicas se podrían utilizar con curso político instaura objetivos o proyectos considera­
el objeto de mostrar los mecanismos a través de los dos valiosos para la organización de la convivencia
cuales opera la ideología, lo que Thompson llama me­ social. Pero no se limita a la sola enunciación de va­
canismos de legitimación, disimulación y reificación. lores, como los discursos filosóficos o morales. En el
Por otra parte no basta con un análisis discursivo discurso político los enunciados axiológicos desempe­
sino también es necesario el análisis social que une lo ñan una función directamente programática : los va­
individual con lo social. Aquí se analizaría a ese sujeto lores son designados . en cuan.to realizables y su reali­
emisor del discurso dentro de una red de relaciones zación involucra a los sujetos en diferentes estrategias"
sociales que le permiten y a la vez le limitan un cierto ( Landowsky, 1976) .
margen de acción. También implicaría un análisis de Citando a Ansart afirma que "si la ideología trans­
las instituciones las cuales habilitan y potencias a cier­ ·
mite una interpretación globalizante de la situación, el
tos agentes para tomar decisiones, perseguir fines, etc.
enunciado estratégico le sobreañade una brutal clari�
Por fin es necesario pasar al análisis de la estructura
ficación designando claramente a los actores encarga­
social, es decir, de la serie de elementos e interrela­
dos de alcanzar los objetivos, y a las tareas que de­
ciones que definen conjuntamente las condiciones para
berán realizar para lograrlo. El enunciado estratégico
la persistencia de una formación soci.al y los límites de
variación de sus instituciones que la componen. Sin transforma las aspiraciones en posibilidades concre tas
embargo veríamos una limitación en el análisis social y substituye la vaguedad de las aspiraciones pór la cla­
que propone Thompson y ésta es que él no habla de ridad de los medios que han de ser empleados" ( An­
ni sugiere un análisis de coyuntura, análisis que mani­ sart, P., 1977 ) . El discurso así caracterizado puede
festaría las diversas posibilidades de acción. Aunque ser, en realidad, cualquier clase de discurso : discurso
como ya · señalamos Thompson sí propone un análisis literario, pedagógico o religioso ; porque lo político, lo
social donde está inmerso el sujeto enunciador y desde mismo que lo ideológico, puede encontrarse en todo
donde produce su discurso, faltaría incluir ciertos as­ tipo de discurso. En otras palabras, no basta definir
pectos de la coyuntura como son los diferentes intereses un discurso por su contenido para poder aislarlo como
políticos, las aspiraciones sociales, etc. El incluir este género y encuadrarlo dentro de una tipología. Para
elemento en el análisis fundamental ya que visualisa­ que esto sea posible se requiere explicitar también sus
mos al discurso como un producto activo de la coyun­ marcos institucionales que, en este caso, son los apara­
tura que es influido en su producción por ésta pero tos políticos. El discurso político, en sentido estricto,
también es producido para influir en la coyuntura. es el discurso producido dentro de la escena: política, es
Otra de las cuestiones que no queda muy clara en decir, dentro de los aparatos donde se desarrolla ex­
Thompson es la articulación que propone entre los di­ plícitamente el juego del poder.
ferentes niveles de análisis. Si bien dice que la fase La característica formal evidente del discurso de la
de interpretación es la que une los diferentes niveles política, señala Giménez, es el predominio casa hasta
no queda claro cómo es que uno va articulando los la hipertrofia de la función argumentativa que es una
resultados de los diferentes análisis llevados a cabo. función inherente a todo discurso. De ahí que el dis­
Sobre lo que él hace énfasis es que esta fase es una fase curso de la política sea ante todo un discurso argumen­
creativa en la que se trataría de proponer ciertos sig­ tado que se presenta como un tejido de tesis, argu­
nificados posibles, en tanto no se contempla una veri­ mentos y pruebas destinados a esquematizar ante un
ficación. público determinado y en vista de una intervención
sobre este público.
2.3. El discurso político y su análisis: C. Giménez Toda argumentación pone en juego una determi­
Giménez en su propuesta teórica-metodológica 25 nada estrategia retórico-discursiva, en la medida en que
aborda la especificidad · del discurso político seleccio- selecciona y ordena determinadas operaciones lógico­
semánticas en función de un objetivo muy preciso. Así
2 5 Giménez, G. , Poder, estado y discurso, UNAM, 1 98 1 , caracteriza al discurso político como un discurso estra­
cap. V, pp. 1 26-1 3 1 . tégico cuyo objetivo es frecuentemente enmascarar las
TÉCNICAS PARA EL ANÁLISIS DEL DISCURSO 141

contradicciones objetivas sintagma tizándolas discursiva­ nuciosamente el marco institucional del debate ideo­
mente. lógico-discursivo que se quiere someter al análisis.
En lo que concierne a sus condicionamientos extra­ Utiliza como ejemplificación el célebre debate en­
textuales, el autor aclara, que al discurso político se tre la audiencia y el Ayuntamiento de México en 1 808
aplica a fortiori todo lo ya dicho acerca de la deter­ en torno al ejercicio de la soberanía en la Nueva Es­
minación social del discurso en general.26 Por lo que paña a raíz de la invasión de la península, y señala
para él el extra texto ( es decir, los aparatos ideológico­ que este hecho adquiere plena inteligilidad sólo si se
políticos y la coyuntura o correlación de fuerzas con­ le refiere al sistema de aparatos característicos de la
siderada en el breve plazo) no constituye sólo el sociedad novohispana hacia fines del siglo xvm, y que
contexto exterior del texto político, sino que se inscribe son : un núcleo o dispositivo central constituido por el
en él determinado parcialmente su léxico, su estrategia Virrey y el Real Acuerdo, dependiente, a su vez, de
discursiva, su género o tipo, su sentido preciso y sus los aparatos coloniales de la metrópoli y monopolizado
peculiaridades semánticas. Hasta cierto punto, todo es por una clase reinante y "servidora" constituida ex­
extra-texto en el discurso político. "Todo es trabajo clusivamente por funcionarios españoles ; una impor­
e inscripción de la coyuntura, de la relación de fuer­ tante red de aparatos de asuntos locales, los munici ­
zas", como señala Rob in. pios, controlados principalmente por criollos letrados, y
En lo que se refiere a la especificidad del discurso un aparato ideológico dominante, la Iglesia, que fun­
político-jurídico Giménez señala que es una clase de ciona como AIE a la sombra del subpatronato virrei­
discursos producidos dentro de la "escena política" que nal y detenta el monopolio de la educación y del sis­
se refieren, grosso modo, a la estructura y a la orga­ tema de legitimación política.
nización político-jurídica fundamental del poder de En lo que respecta al análisis de las coyunturas
Estado. Se trata de una clase de discurso que vehicula políticas, nos dice, que es indispensable el recurso a
"mitos estatales" y recubre el campo conceptual del los clásicos del marxismo (v.g. Gramsci ) pero sin ex­
que se ocupan habitualmente los éonstitucionalistas y cluir ciertas contribuciones recientes de la ciencia polí­
los teóricos del Estado. tica (v.g. Joxe, 1976) . También la sugestiva aplica­
Así llega a concluir que el discurso político-jurídico ción de ciertos instrumentos semióticos al análisis de
por antonomasia es el discurso oo.p.stitucional, ya que las relaciones de fuerza. Asimismo el modelo actancial
éste representa el arquetipo del discurso del poder. de Greimas que perniite detectar con mayor precisión
dominante estatalmente entronizado, y su contenido el sistema de actores sociales confronta dos en la es­
expresa la "juridificación actual de las relaciones polí­ cena política, sus objetivos estratégicos y coyunturales
ticas de dominación''. y sus aliados y oponentes actuales o virtuales ; o re­
En lo referente a la metodología de análisis la pos­ firiéndose a la contribución de Delahaye, la colisión
tulación teórica de la indisociabilidad entre el discurso de proyectos inconciliables de diferentes actores socia­
político.jurídico y sus condiciones histórico-sociales de les en un mismo lugar y tiempo.
producción, lo lleva a sugerir los siguientes niveles En análisis conducido en esos términos le permite
de análisis con sus correspondientes implicaciones téc­ construir un cuadro de compatibilidad o incompatibi­
nicas : lidad de intereses que indica grosso modo la orienta­

)
ción probable de las alianzas y de los antagonismos. En
a Reconstrucción histórica y análisis del sistema
el siguiente cuadro esquematiza los intereses confron­
de aparatos ideológico-políticos que delimitan la "es­
tados que determinaron en gran medida las estrategias
cena política" dentro de la cual se inscribe el discurso ;
discursivas en el debate político jurídico de 1 808 :
b ) Reconstrucción histórica y análisis de la coyun­
tura política que determina el discurso y a la vez se
( L a Metrópo l i ) ( L a I gl e s i a , l a
inscribe en él ;
e ) Análisis de la dimensión específica del discurso
Comisionados d e +------+ l nQ u i s i c i ó n l
la junta d e Sevi l l a L a Audi enc i a
(en el plano lingüístico, semiótico o argumentativo,
- �....
como producto y síntoma de las condiciones extra-tex­
tuales anteriormente señaladas. w
1

1' ..._-..-..-
-
- -
-- - -¡ ;
- - . _
· � �

:
El V i r rey E l av� ntaml e n t o
( E l Ejérci t o ) d e Méx ico
Aunque rigurosamente indisociables, estos diferen­ � ? '"''"º')
tes niveles de análisis implican técnicas específicas como
las siguientes :

En lo que se refiere a la reconstrucci6n hist6rica Comerciantes de


de los aparatos, Giménez remite en primer lugar a la Méxi co y Veracruz
reformulaci6n teórica metodol6gica de Robert Fossaert. (El capital merca n t i l )
De lo que se trata en este nivel es de reconstruir mi-
En cuanto a los problemas que plantea el análisis
lltl !bid., pp. 123-126. de la dimensión específica del discurso, previamente
1 42 SILVIA GUTIÉRREZ V., LUIS GUZM1\N G. Y SARA SEFCHOVICH

situado . institucional y coyun turalmente, . Giménez se­ ciói;i -partieularmente las coyunturas- - por medio de
ñala los dos siguientes : la construcción o articulación de tres niveles de · análi­
sis : reconstrucción histórica y análisis del sistema de
¿ Cómo construir un corpus significativo, repre•
a)
aparatos ideológico-políticos ; reconstrucción teórica y
·

sentativo y suficientemente homogéneo ?


análisis de la coyuntura ; análisis de la d imensión es­
b ) ¿ Cuál es el nivel pertinente de análisis de los
pecífica del discurso como producto y síntoma de las
textos políticos en su dimensión específica? ?Habrá
condiciones extra-textuales.
que analizarlos desde el punto de vista lexicográfico,
Esta caracterización metodológica de interrelación
lingüístico o argumentativo?
de los tres niveles consti tuye un buen espacio para la
Por lo que toca al primer problema, sugiere resol­ creatividad transdiciplinar. El mismo postulado teóri­
verlo a la luz de los criterios elaborados por Delahaye. co de interacción coyuntura-discurso que orienta tanto
Así la homogeneidad y representatividad del corpus se para la búsqueda y para el descubrimiento de las me­
establecerán a nivel de extratexto por referencia a una diaciones en un corte transversal, como para su rela­
misma coy un tura, y a nivel textual por referencia a ción longitudinal, con los procesos de mediano y largo
una misma forma o género discursivo. . plazo, ofrece una base común para investigaciones des­
La selección del corpus se hará, por lo tanto, a par­ de diversas disciplinas y con diversos o bjetos. En este
tir y en función de lo que podría llamarse nudo o sentido, dentro · de una concepción de realidad en mo­
"momento crucial'' de una coyuntura, sin perjuicio de vimiento en permanente reestructuración, los niveles
ir ampliándola en espiral según las necesidades de la a considerar en una coyuntura de terminado para la
investigación. reconstrucción del discurso político, así como su jerar­
En relación al segundo problema, propone privile­ quización tendrán que ser descubiertos en el propio
giar el análisis argumentativo ·>-< de los discursos políti­ proceso de reconstrucción.
co-j urídicos, que para el efecto deberán ser considera­ Además la categoría metodológica de "sujeto crí­
dos en su contexto polémico, en cuanto confrontados tico" --que pudiera i nterpretarse como una concreción
entre sí . de la interacción coyuntura-sujeto- tendría entre otras
La razón de esto, señala el autor, es que el discurso posibilidades la de relacionar investigaciones que utili­
polí tico constituye a la vez un terre.oo y un modo de zaran técnicas de análisis del discurso; con otras que
lucha política. Por lo tanto, su análisis· no debe remitir utilizaran la de historia de vida o la de entrevista, etc.,
en primer término al "gran modelo de la lengua y de alrededor de objetos pertinentes den tro de una misma
los signos, sino al de la guerra y la batalla" ( Fou­ coyuntura y, sobre todo, en relación a sujetos signifi­
cault, 1 97 7 ) . La argumentación, o mejor dicho, la con­ cativos respecto a determinado proyecto-prácticas.
frontación argumen tativa es la forma que asume en En la medida en que estas investigaciones se dise­
el plano ideológico-discursivo las tácticas y estrategias ñaran transdisciplinarmente con el rigor propio de · la
de las relaciones de poder. Así para el autor éste es el perspectiva de la reconstrucción, la coinvestigación
nivel pertinente de análisis por lo cual rechaza "los como conocimiento al servicio explícito de un proyec­
análisis . que remiten al campo simbólico o al ámbito to se haría más necesaria, por lo cual su posibilidad
de las estructuras significantes, y el recurso al análisis de eficacia práctica sería mayor.
·

que se harían en términos de genealogías, de relaciones En síntesis este tipo de investigaciones coadyuva­
de fuerza, de desarrollos estratégicos, de tácticas" ( Fou­ rían más eficazmente a la identificación de acciones
cault, !bid) . viables, factibles . dentro del espacio de acciones posibles
Pero a la vez aclara que no se trata de descartar para determinados sujetos en relación con su proyecto
completamente el recurso a los análisis lingüísticos, de transformación. Así, estas investigaciones · transdis­
sino de subordinarlos instrumentalmente a las exigen­ ciplinares formarían parte de las prácticas sociales de
cias del análisis argumentativo, atribuyéndoles un pa­ estos sujetos, los cuales, en tanto coinvestigación, serían
pel meramente auxiliar. Todo análisis argumentativo una concreción de la relación sujeto cognoscente-su­
supone una previa "lectura lingüística" de los enun­ jeto político.
ciados que se pretende analizar ( Portine, 1 978 ) . El problema a plantearse con respecto a la rela­
Algunas consideraciones críticas que se podrían ha­ ción teoría empiria en esta perspectiva teórico-metodo­
cer con relación a la propuesta de Giménez serían las lógica · del análisis del discurso no es ni el de la verifi­
siguientes. Nos parece un logro sustantivo concretar cación, ni el de la predicción -como apunta Delahaye
metodológicamente el postulado teórico de la indiso­ en su propuesta semiológica. Un análisis del discur­
ciabilidad entre el discurso -particularmente el polí­ so que en alguna forma reconozca la vinculación de la
tico- y sus condiciones histórico-sociales de produc- objetividad con el sujeto y su proyecto, nos parece, que
requeriría plantearse la confrontación de sus resulta­
* Ya presentamos anteriormente las síntesis que hace dos --datos construidos, construcciones teóricas- con
Giménez de dicha técnica, y no la volveremos a exponer otros momentos históricos posteriores en los cuales sea
· aquí Sólo ·quisiéramos remitir al lector a las páginas del
significativa la participación de sujetos que intei:vienen
.

libro ya citado y al análisis argumentativo que hace Giménez


del Informe del Presidente López Portillo. en su objeto de investigación. Hacia esta confrontación
TÉCNICAS PARA EL ANÁLISIS DEL DISCURSO 143

se plantearían las preguntas que serían el resultado del sujeto dentro del mov1m1ento respectivo de la to­
de la investigación, ya que --en relación a la pro.. talidad. Las preguntas así planteadas serían una orien­
puesta de Claver- las técnicas y datos en esta pers­ tación válida para la construcción permanente de un
pectiva, más que dar respuestas deben plantearse pre­ conocimiento que podría dar mejores aportes en el
guntas. En otras palabras, los resultados tendrían que presente a la captación de lo real -en su conjunción
plantearse de tal manera que fuesen susceptibles de ser del pasado, presente, futuro- y a la potenciación de
confrontados con sucesiones coyunturales o momentoi¡ lo posible, por medio de aportes concretos al fortale­
históricos, no para verificar hipótesis o prediccione$, cimiento de la conciencia histórica.
sino en función del movimiento del proyecto-prácticas
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