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Dispositivo de Atención Psicoterapéutico

Presentación:

Michel es un adolescente de 15 años, de estatura media, cuya figura armoniza con su


estatura, no tiene rasgos exagerados en su imagen, si me llama la atención su postura
(los hombros un tanto caídos hacia adelante) así como también su mirada, sus ojos de
color negro intenso, que miran fijamente, casi intimidando, pero al mismo tiempo como
buscando un reflejo, una respuesta (¿a sí mismo?).

Se presenta con una sonrisa en su rostro que denota timidez, pero que aparece también
como una defensa ante lo desconocido.

En el primer encuentro, no se observa la emergencia de angustia, si se lo ve preocupado


por aclarar como fue que acontecieron los hechos, me dice que quiere contarme la
verdad, que cuando tuvo que declarar su versión para el juez fue otra.

Relata la planificación del hecho con cierta frialdad afectiva, así como el desenlace del
mismo, y por momentos parece estar narrando una aventura, una hazaña heroica.

Antes de llevar a cabo lo planificado, él y su amigo de 12 años utilizaron como


reforzador de la idea que ya venía fermentando desde hacía una semana, dos películas
de terror que vieron juntos en la casa de su padre (el camino hacia el terror y se lo que
hicieron el verano pasado).

A medida que relata las escenas y su modo de proceder, su tono afectivo se modifica y
parece que emerge cierto monto de angustia enmascarado en la forma del terror (su
gestualidad lo denuncia).

En la versión real de los hechos, su modus operandis tiene como fundamento una
meticulosa planificación, (aquí aparece la necesidad frente a la contingencia que intenta
mezclar dentro del relato que le ofrece al juez) su proceder meticuloso, le aseguraría el
éxito de su plan y ahí se muestra algo de la verdad que intenta revelarme, de la cuál yo
leo, la necesidad de que eso aconteciera. Dimensión simbólica del crimen.

Después que cometen el acto junto a su amigo de 12 años, no aparece sentimiento de


culpa alguno, ambos van a jugar al fútbol, y a la noche Michel sentía que tenía su mente
en blanco, y así después de todo logró conciliar el sueño, hasta que la policía vino a su
casa.

Le pregunto sobre como era la relación con el niño que asesinaron, y refiere que a veces
jugaban a la pelota juntos, o salían a cazar pájaros, pero luego de una discusión entre las
familias de ambos la relación quedó afectada; menciona también que lo fastidiaba que
Jhonathan (el niño asesinado) le tirara piedras a otros niños del barrio y las acusaciones,
burlas y persecuciones recayeran sobre él.
Además de planificar la muerte del niño de 12 años, Michel y Santiago (su amigo de 12
años), planificaban matar a todo el barrio, poniendo alambres de púa o tanzas atadas a
los árboles. Cuando le pregunto porque piensa que debían morir, responde “no sé, se me
ocurrió”, le pregunto si el cree que merecían morir y responde “creo que no, porque no
han hecho nada malo”.

Después que menciona esto, agrega: “no se porque hice esa porquería” “ a veces siento
como si algo me dirigiera, no puedo controlarme a mí mismo…, me pasan muchas cosas
en la cabeza”. Se pone ansioso y parece querer emerger la angustia, pero se controla; le
explico que sobre todo eso vamos a tener que trabajar, tratar de entender todo eso que le
pertenece pero que se le escapa.

Refiere también que a veces ve un objeto y siente la compulsión de tomarlo, pero


siempre intenta controlarse, esto le sucede en el tiempo en que transcurre internado, no
antes.

En el cuarto encuentro le sucede que mientras estamos hablando, por un momento


queda mirando fijamente un rollo de cinta adhesiva, y mueve constantemente sus
piernas y sus manos, lo noto como abstraído en un pensamiento y le pregunto entonces
en que está pensando, sintiendo, me dice que estaba sintiendo ganas de agarrar la cinta y
estaba intentando controlarse, le pregunto porque no la agarra, y a modo de un acting
out, haciéndome entrar en la escena, como demanda al Otro, me dice en un tono algo
agresivo “yo no puedo agarrar todo lo que quiero, si voy por la calle y veo una mujer
con una cartera y la quiero agarrar entonces la tengo que agarrar” ¿es una defensa
(formación reactiva? Ante un empuje pulsional destructivo?

Le pregunto sobre sus sueños, y recuerda un único sueño que tuvo un día antes de
cometer el acto : estaba con su padre, su madrastra y su hija de 5 años en la casa en que
vivía junto a ellos, de repente ve salir de unos árboles que están en una especie de
cerrito (así lo nombra él) detrás de su casa en el que su padre había construido unos
escalones de material, una figura (la compara con la llorona) vestida de blanco y su
rostro de color negro, y la ve elevarse, luego aparecen por detrás de ella perros o leones
que atacan a su padre por “la carne”, le pregunto que asocia a ese contenido, y refiere
que le parece que su padre estaba haciendo un asado, prosigue diciendo que su
madrastra y la hija de la misma lo llevaron a lavarse las heridas en una pileta, le
pregunto si el también trató de ayudarlo, y no responde, queda como paralizado, su
mirada parece vacía y su rostro denota temor. Después de relatarme el sueño refiere que
a la mañana siguiente sintió mucho miedo cuando lo recordó. No recuerda ningún otro
sueño de todo su tiempo de internación. ¿desborde pulsonal, pasaje al acto como
resolución ante la angustia insoportable que emerge de la aparición de lo siniestro,
y que escapa al orden de la simbolización pues desborda el marco del fantasma?

La imagen de la figura femenina que se eleva me hace pensar en sus vivencias con
respecto a la imago materna (¿terrorífica, devoradora?)
En relación a como se sintió luego de cometer el acto homicida, yo le pregunto ¿te
sentiste aliviado? A lo que me responde con otra pregunta ¿Cómo aliviado?, hago una
comparación con el sentirse aliviado al ir al baño y descargar después de una larga
espera, a lo que se ríe y me dice siii.

Michel proviene de una familia numerosa de padres separados (cuando el tenía 7 años),
compuesta por su madre de 31 años, ama de casa, tres hermanos de la pareja parental
biológica de 13, 11 y 9 años, y tres hijos con otra pareja de 7, 2 y 1 año.

Su madre vive en Maldonado, en el asentamiento Los Eucaliptus, con sus hijos; y su


padre, obrero en el oficio de sanitaria y construcción, vive también en Maldonado, en el
asentamiento Mario Bennedeti junto a su pareja de 33 años, dos hijos de esta unión, de 2
y 1 año, y una hija de otra pareja de 5 años, que fue quien presenció el homicidio y
reveló la información a la policía.

Michel (omite) a la hija de su madrastra al hacer referencia a sus hermanos y


hermanastros.

Por los datos que aporta se puede inferir un nivel socioeconómico muy bajo; en la casa
que habita su madre los hijos duermen en el piso, compartiendo con ella y con sus
parejas la habitación, frente a la carencia de otras habitaciones.

Michel vivió hasta los 11 años junto a su madre, pues según refiere como eran muchos y
el no lograba controlar sus esfínteres (enuresis primaria, ya que nunca adquirió el
control) su madre lo envío a vivir junto a su padre. La valoración que el hace de esta
nueva experiencia la expresa del siguiente modo: “fue mejor porque no pasaba todo el
día en la calle, podía estar sentado en casa y ayudar a mi padre, eso era lo único bueno”,
además agrega: “si yo tuviera un hijo no lo dejaría estar todo el día en la calle, lo
mandaría a estudiar” (esta expresión denuncia de un modo explícito la falla materna, al
mismo tiempo que expresa su demanda a dicha figura).

La situación socioeconómica de su padre, es muy similar a la de su madre, la vivienda


en que habitan tiene una sola habitación, en la que en un prinicipio cuando Michel se
fue a vivir con él, dormían su madrastra, su padre, Michel y la hija de su madrastra en
colchones en el piso, luego estos últimos pasaron a dormir en el comedor, la niña en un
colchón y Michel en otro, hay que resaltar que Michel elige dormir debajo de una mesa,
cuando le pregunto porque hace esa elección, refiere “me gusta sentir las patas de la
mesa cuando me muevo” (podemos pensar en la necesidad de la función de soporte,
continente, marco, límite, que en la expresión anterior Michel denuncia como falta en
relación a la figura materna).

Con respecto a su dificultad para controlar los esfínteres, manifiesta como causa el
beber mucha agua antes de dormirse cuando vivía con su madre, y que a veces sentía
ganas de ir al baño pero tenía miedo a la oscuridad y a que apareciera algún “cuco” (así
lo nombra) pero cuando se fue con su padre su dificultad desapareció, y logró la
adquisición del control, le pregunto que cree él acerca de cómo lo logró, y responde que
su padre no lo dejaba beber mucha agua en la noche.

Las vivencias que se cuelan en su relato en torno a su figura materna, denuncian muchas
fallas en el vínculo madre-hijo, y revelan una carga enigmática significativa sobre sus
dificultades para asumir su función en su crianza, pasaba todo el día en la calle, cursó
dos veces primero porque no lo aceptaban (esto le decía su madre) sin entender nunca el
motivo, no podía apoyarlo y ayudarlo ante su dificultad para controlar sus esfínteres, a
pesar de que uno de sus hermanos (el de 13 años) también presentaba esa dificultad, lo
envía junto a su padre porque son muchos, ella no trabaja pasa todo el día en su casa,
¿es que no puede o es que no quiere hacerse cargo? ¿de que manera ha transmitido
su deseo a este hijo?

Su figura paterna aparece como idealizada, en comparación a su figura materna, su


padre se le revela como la única posibilidad de poner un límite a su goce, es el que lo
ayuda a controlar sus esfínteres, le exige estudiar y no le permite salir lejos de su casa, a
pesar de ello bajo la autorización de su madrastra, quien resulta una figura conflictiva
para Michel así como lo es su hija( Priscila), Michel transgrede lo que su padre no
autoriza.

Cuando cometió el acto homicida, Michel salió autorizado por su madrastra, con la
excusa de que iría a visitar a la casa de su madre a una prima que cumplía años, cuando
recuerda este detalle refiere: “ si mi padre hubiera estado en ese momento, quizás no lo
hubiera hecho”.

Le pregunto sobre como reaccionaron sus padres ante lo sucedido, y refiere: “ mi madre
se enojó con mi madrastra porque la llamó para preguntarle sobre lo que había pasado y
ella le cortó el teléfono, mi madre se enojó con mi madrastra y con mi padre”

Y vos crees que está enojada contigo? Y responde “creo que no…debería estarlo” yo le
digo entonces: quisieras que tu madre esté enojada, pues de esa forma te estaría
castigando por lo que hiciste. Y responde: “sí, yo creo que sí”.

Tanto en el contexto familiar paterno como materno, aparece la dimensión de la


violencia, como forma de castigo ante la transgresión, y en ocasiones sin motivo, según
refiere.

En el tercer encuentro, Michel me cuenta que uno de sus compañeros le contó algunas
escenas de una película de terror que vieron en el comedor del hogar, y cuando ellos
salen al patio, él se queda como siempre en su pieza (tranquilo dice) y en ese momento
comienza a imaginarse que está frente a todos sus compañeros en el comedor, sentado
en la mesa con un cuchillo en la mano. Le digo que esta viviendo esta experiencia al
modo de una película, como si no fuese real, y eso le da la posibilidad de que se repita,
le señalo que si esta donde está es porque el cometió un acto que no debe volver a
realizar.
En el cuarto encuentro menciona que vieron una película de terror unos días antes,
nuevamente en el comedor del hogar, y al día siguiente, cuando pasan a contar los
jóvenes en las piezas, se quedó despierto y comenzó a sentir como que estaba dentro de
la película, le venían a la memoria imágenes fugaces y se sentía aturdido, esta vez no
tiene un papel protagónico en su despliegue imaginario, pero refiere que sentía mucho
temor, y se tapaba con la sábana su rostro.

Aplicación del Htp

No quiere dibujar, se ríe, se pone ansioso, refiere que no sabe dibujar sino lo hace
mirando un modelo, luego acepta.

Dibujo de la casa. Comentarios :

“La hago así nomás, para que voy a hacer esto perfecto”. Comienza haciéndola de un
tamaño pequeño y luego dice: “la voy a hacer más grande para que sea más linda”. Se
esmera mucho en dibujar su nombre, es ese detalle el que parece importarle realmente,
cuando termina de imprimir su nombre en el techo, dice: “ la dejo así, no le pongo más
nada, total esta casa está vacía, en esta casa no hay nada”.

Dibujo del árbol:

Borra el viento dos veces, y comienza nuevamente a dibujarlo, se demora bastante en


realizar esta figura, poco a poco comienza a emerger la angustia, se va como debilitando
y escurriéndose en la silla, mira muy fijamente lo que está haciendo. Estima la edad del
árbol en unos 50 años.

Dibujo de la figura humana:

En este gráfico, tapa con el puño mientras lo está realizando, observo que tiene cierta
dificultad para hacerlo, borra varias veces, en un momento quita su mano y observo que
está intentando dibujar la mitad del cuerpo hacia abajo, se le ve muy inseguro y expresa
en voz baja: “ah ta lo dejo”, y sigue esforzándose hasta que lo logra. La edad de la
persona refiere que sería 16 años, luego expresa “ así de chiquito (lo mide de lejos con
sus dedos) tendría un par de años” “pero tá dejalo con 16”. Ante la pregunta de que sexo
es, responde “no sé, pon el que quieras”.

Indicadores que aparecen en el htp

Dibujo de la casa:

cortinas abiertas:

Control emocional en el contacto con los otros.

Tacto ansioso en el contacto social.


Sin línea del suelo

Inseguridad, necesidad de apoyo, inferioridad

Casa vacía, no hay nada en ella, inclusión de su nombre, tratamiento especial del mismo
(rasgos narcisistas, necesidad de autoafirmación ante posibles vivencias de rechazo?

Dibujo del árbol

Trazo lento

Inseguridad

Trazo curvo

Imaginación

Bondad

Dulzura

Sin suelo

Inseguridad personal

Falat de apoyo o estabilidad

Tronco

Líneas periféricas débiles

Temor intenso por el colapso (desintegración de la personalidad o de una pérdida de la


identidad)

Fracaso de las defensas compensatorias contra la desintegración (se siente indefenso)

Copa

Copa de líneas curvas

Amabilidad

Imaginación

Dulzura

Copa nubosa

Fantasía

Vanidad
Formas de la copa muy curvas

Reserva

Artificialidad

Inhibición de afectos

Obsesión neurótica

Angustia

Inadaptación

Ramas: Representan los recursos que la persona siente poseer para obtener
satisfacciones del medio, para extenderse hacia los demás.

¡no tiene ramas¡

Presencia de frutos

Gusto por el resultado inmediato

Deseo de triunfar

Impaciencia, oportunismo

Frutos que caen

Simbolizan un fin

Renuncia

Sacrificio

Sentimiento de rechazo

Arbol tipo cerradura

Oposicionistas y negativos

Arbol sin follaje

Sexualidad pobre o ausente

Dibujo figura humana

Tamaño pequeño

Sentimiento de pequeñez
Sentimiento de inadecuación

Sentirse rechazado

Responde al ambiente con sentimiento de inferioridad

Ubicación

Mitad inferior

Individuos más estables

Serenos

Deprimidos

Fracasados

Cabeza

Adornos en la cabellera

Tendencia homosexual

Narcisismo

Ojos sin pupila

Egoístas

Histéricos que se limitan a contemplar sin emplear los ojos como elemento de
discriminación objetiva

Boca

Boca curvada hacia arriba (mueca de payaso)

Infantilidad

Simpatía forzada

Búsqueda de aprobación

Nariz en forma de gancho

Rechazo

Autodesprecio

Brazos separados del cuerpo


Necesidades agresivas dirigidas hacia afuera

Brazos largos y prominentes

Necesidad de una figura materna protectora

Dedos largos

Agresividad

Preocupación por la actividad erótica

Dificultad para dibujar más allá de la cintura

Dificultades psicosexuales

Pies pequeños

Inseguridad

Preocupaciones sexuales

Detalles en los zapatos (cordones, etc)

signos neuróticos

obsesivo compulsivo

Pasaje al acto

Emergencia de angustia ante la aparición de lo siniestro Freud: retorno de lo familiar


reprimido unheimlich (lo ominoso), Lacan presencia del a, la falta que viene a no faltar

Enigma del deseo materno

Dejarse caer, como objeto, salir de la escena

Empuje pulsional tannático (verdad pulsional)

Hay un mensaje? Hacia quien va dirigido?

Hay un púbico escogido, más allá de la familia (la ley, la sociedad)

Sueño de agresión al padre

Proyección de su ideal del yo en el otro(la víctima) agresión a aquella porción de su ser


que ama y desea pero que al mismo tiempo odia por su imposibilidad de ser, al agredir a
la víctima se agrede a sí mismo.

Freud: delincuentes por sentimiento de culpa


Trabajamos sobre el sentimiento de culpa

Se interroga reiteradas veces: ¿Por qué hice esa mierda?

Lo invito a cuestionarse sobre porque eligió a ese niño como víctima.

En los encuentros aparece reiteradas veces la angustia por no hallar respuestas a la


interrogante de porque eligió a jhonatan.

No encuentra motivos y eso lo moviliza aún más.

Trabajamos el sentimiento de culpa frente a algunas conductas disociales, que él refiere


como secretos: roba un chancho y lo mata, le miente a su padre, le dice que apareció en
su casa medio muerto, roba una computadora en el liceo y le miente nuevamente a su
padre, diciéndole que la encontró fuera del liceo (su madre es cómplice, le dice que si
no lo vió nadie no pasa nada, de lo contrario tiene que devolverla; relata otro episodio
en que seva a la playa con sus hermanos sin que su padre se entere y a uno de sus
hermanos casi lo pisa un auto, luego su padre se entera y lo castiga, otro episodio en que
tienen un accidente en bicicleta con uno de sus hermanos, no se siente culpable por
robar la computadora ni el chancho, sí por mentirle a su padre, u principalmente sobre
los episodios en que esta implicada su responsabilidad en el cuidado de sus hermanos.

Refiere que tiene un secreto que nadie lo sabe.

Se interroga acerca de porque no siente culpa por los robos, y sí por el homicidio.se
angustia y se pone ansioso ante la ausencia de respuestas.

En el último encuentro retomamos sus secretos, y se queda ensimismado, aparece la


angustia, hablamos nuevamente sobre Jhonatan, se queda como abstraído en su
pensamiento, ante la intervención mía al preguntarle si está pensando en él, refiere muy
angustiado que hay otro chico llamado Jhonatan y llorando me dice que él intentó
violarlo.

Enuresis (¿expulsión del objeto malo, persecutorio, agresor?)

El ninño que nació en un ambiente hostil y negligente, no pudo más


que mantenerse en una actitud masoquista frente a los cuidadores
que más adelante se convertirá en hostilidad expresada hacia otras
personas, siendo un reflejo de la crueldad sufrida.
Esta sumisión en las primeras relaciones, fue la única salida
tolerable. Se crea una identificación con un objeto cruel y despiadado
interiorizando la agresión como la forma de relación con los demás.
aEncontrar dificultades para obtener el amor necesario del que sólo
nos pueden proveer nuestros primeros cuidadores -sin los que no
sobreviviríamos ante un mundo en el que nacemos indefensos genera
una frustración que es la antesala de los impulsos agresivos
posteriores.

si el delincuente dirige hacia el exterior el


comportamiento destructivo cuando busca el castigo hacia sí mismo,
el homicida que dirige su deseo de muerte hacia los demás, ¿es un
suicida inconsciente?
Para Abrahamsem, el deseo de muerte está dirigido originalmente
contra el propio ego de la persona pero el homicida, temeroso de
matarse a sí mismo, mata a otra persona en su lugar. Los impulsos
homicidas y suicidas están entrelazados. También nos dice que
en última instancia, cuando una persona recurre a la violencia, lo
hace con el fin de obtener poder, que acrecienta su propia estimación
fundamentalmente fincada en su identidad sexual.

29/8/2014

Se presenta ansioso y me dice que se siente mejor que la vez


pasada, pero que se estuvo haciendo preguntas en relación a porque
había elegido al niño como víctima, y no había encontrado
respuestas; aquí aparece un movimiento defensivo, de negación
hacia lo que le resulta insoportable de aceptar, es decir la relación de
identidad simbólica puesta en juego en dicha elección que él mismo
reveló a través del trabajo asociativo en que surgío el recuerdo del
intento de violación por ese joven llamado Jhonatan.

Tras percatarme de ese movimiento defensivo, intento recuperar la


dimensión restauradora del recuerdo, y transmitirle la importancia de
que ese recuerdo surga en medio de un trabajo intenso de
introspección, de esa búsqueda de respuestas.

Me plantea que sigue teniendo “ilusiones” de matar, así las nombra, y


fantasea con una escuela, la escuela nº 106 del barrio de su abuela.
Refiere que esto acontece cuando estaban mirando la tele con sus
compañeros y aparecen policías, exclamando uno de ellos ¡que bueno
estaría para pasarlos por arriba!

Le interrogo sobre si el puede verse a sí mismo, en sus ilusiones; me


dice que el nunca se ve a sí mismo en esas escenas, se ve de
espaldas, con un traje negro, se puede ver las piernas y los brazos,
pero nunca su rostro, le pregunto entonces como puede saber
entonces que es él? Me dice que no está seguro de si es él mismo,
pero que no entiende xque se le aparece eso, como si fuera algo que
lo manipulara.

Trabajamos sobre la dimensión de lo desconocido, de la parte


inaceptable de sí mismo, de su sombra que aparece personificada en
ese personaje de traje negro, al que no puede verle su rostro, la cual
se presenta de forma disociada de su ego consciente, y parece tener
un poder superior al mismo, hasta el punto de estar bajo su dominio,
estos aspectos Michel no ha logrado integrarlos a su self, y es por ello
que aparecen como disociados, como si no le pertenecieran, y alguien
o algo exterior a él lo dominara o manipulara. Pero parece que sus
“ilusiones” constituyen una vía para mostrarle a su ego cc, que en su
mundo interior algo lo perturba y es necesario atenderlo, para poder
integrarlo a la totalidad de su ser y amplificar el conocimiento de sí
mismo.

En este encuentro Michel me plantea que no sirve para relacionarse


con otras personas, le señalo que conmigo sí se relaciona, se ríe y me
dice que le cuesta relacionarse con otros, me pregunto que lugar
otro, distinto de esos otros ocupo para él, estaré resignificando el
lugar del OTRO primordial para él con mi función humanizante,
soporte de su angustia y resorte en la búsqueda de respuestas a los
enigmas que fundamentan su existencia?

Me dice que le cuesta relacionarse especialmente con varones,


porque muchas veces lo molestan, lo provocan, y el prefiere estar
tranquilo, es que lo provocan, o lo que le provocan a él los varones?,
lo que le molesta a él de los varones, quizás aquí esté operando la
proyección y el no tolera sus propios sentimientos hacia ese sexo, o
quizás ese sexo moviliza una confictiva de índole sexual que le
genera mucha angustia; cuando lo interrogo sobre cuales son esas
provocaciones que le hacen, se excusa diciendo que no recuerda.

Le señalo que esa tendencia a estar solo parece estar atravesada por
sus vivencias de las primeras relaciones vinculares, en las que según
me ha contado ha sido víctima de maltratos.

Piensa en el modo de resolución de los conflictos con sus pares, así


como con sus hermanos, y concluye que su forma de resolverlos es
con la violencia, lo incito a pensar en un ejemplo, una situación en la
que molestan a una chica que está con él, me plantea que el
golpearía al chico que la molesta; le propongo reflexionar en cada
uno de los implicados en la situación, en como se sentiría cada uno
de ellos. Piensa por un momento, y trae el ejemplo de una película,
que le ha servido de apoyo a su reflexión, en que una chica se va con
el chico que había sido golpeado por su pareja, se ríe, y expresa que
pensándolo bien por esa vía no se logran buenos resultados, se
plantea como otra vía posible el amor, dice: “amándola, le demuestro
que la quiero”.

Me dice que el chico que intentó violarlo lo molestaba con sus


hermanos, lo agarraban en “patota”, según refiere, y no logra
recordar que pasaba, se pone de manifiesto aquí que en torno a ese
episodio aún existen elementos reprimidos, que bajo el dominio de la
resistencia no logran aún aflorar.

Me cuenta que recordó que el tenía 9 años, y que el otro chico era
más grande que él, aquí se muestra algo de lo que había pensado
sobre que este recuerdo del episodio del intento de abuso, fuera un
recuerdo encubridor, pues ahora el recuerdo aparece en otra
dimensión temporal de su historia.

5/8/2014

Hoy comenzamos nuestro encuentro con el recuerdo de un sueño que


había tenido en la semana: “veo una cascada con tremenda fuerza, y
veo a una mujer que se parece a mi prima, va caminando hacia atrás
y se cae en un barranco, y el agua se la llevaba, yo corro rápido a la
cañada”.

Le pregunto que piensa él que intenta hacer: refiere que piensa que
no quiere perderla de vista porque el agua estaba muy fuerte, y
piensa que quiere salvarla.

Esta sueño parece poner de manifiesto las vivencias de Michel en


relación a la búsqueda interior por la que está transitando
contextualizada en una situación vital actual generadora de mucha
angustia y temor; desde la dimensión simbólica, vemos al icc
presentificarse en la forma de la cascada, mostrando la forma en que
irrumpen sus contenidos, apareciendo el temor de quedar preso de
esos contenidos, haciendo muestras de poder mirarlos, mirarse de
cerca para poder dominarlos, dominarse, y salvarse a sí mismo.

Este sueño parece tener una función compensadora, pero no en


términos de complementariedad sino de confrontación, pues el
contenido del sueño muestra aspectos diferentes de los que el ego no
era cc, y aporta un sentido diferente a la dirección que hasta
entonces estaban teniendo sus pensamientos, a través de sus
fantasías (ilusiones, como el las llama).

Este sueño parece ofrecerle un mensaje al proceso de individuación


al que Michel parece estar abriéndose, parece ser un mensaje en el
que se pone énfasis en la posibilidad del tratamiento, depositando
esperanzas en el mismo.

En la misma línea del sueño, Michel relata otra de sus “ilusiones”, ve


una niña de 10 años a quien no conoce, y ve venir un auto que la iba
a pasar por arriba, el la salva, pasándole el auto por encima a él.
Refiere que dicha “ilusión” la tuvo mientras miraba la tele con sus
compañeros, me dice “estaba en mi mundo”, esta fantasía se repite
varias veces de diferentes formas, la primera vez la salva y el muere,
luego se salvan los dos, y en su tercera presentación quedan los dos
debajo del auto, pero no mueren; refiere que todo comenzó cuando
pensó en como iba a ser su salida al afuera en una licencia.

Me dice: “cuando imaginé eso pensé que si la salvaba los otros me


verían mejor”. Este parece ser un intento de ensayar una teoría sobre
como han de ser juzgados sus actos, lo que nos remite a pensar que
esas “ilusiones”, o ensueños diurnos que el produce, son una clara
expresión de sus fantasías inconscientes.

en la Carta 61 como en la Carta 62, Freud insiste en que "las


fantasías derivan de cosas que han sido oídas, aunque entendidas sólo
subsecuentemente (es decir retroactivamente), pero su material es sin duda
genuino... Son estructuras protectoras, sublimaciones de los hechos (en el
sentido de "idealización de los hechos", no en el sentido técnico de la palabra
"sublimación") embellecidos..." Señala también que, a su juicio: "... el origen
quizás resida en las fantasías masturbatorias".

las fantasías son estructuras


protectoras, protegen. A partir de esta idea Lacan desarrollará una concepción
protectora del fantasma, la concepción del fantasma como pantalla

En el Manuscrito adjuntado a la Carta 61, dice Freud: "Las fantasías son


fachadas psíquicas construidas con el fin de crear una barrera a los
recuerdos que no se soporta volver a recordar". Señala algo importante: "...
combina cosas experimentadas y cosas oídas, acontecimientos del pasado (de
la historia de los padres y los ancestros) y cosas que uno realmente vio. [Las
fantasías] se relacionan con cosas oídas, como los sueños con cosas vistas".
Hay un paralelo entre fantasías y sueños que también está presente en el
artículo sobre El poeta y los sueños diurnos, donde habla de "realización de
deseos" como lo que hay en común.

En la Carta 63, que tiene adjuçnto un Manuscrito, Freud ubica a las fantasías
como predecesoras de los síntomas, insistiendo en las distorsiones a que
pueden estar sometidas y en el hecho de que son "ficciones inconscientes".

Freud caracteriza a la fantasía, y dice que "las fuerzas motivantes son


siempre deseos insatisfechos... Cada fantasía es la realización del deseo, que
corrige una realidad que no satisface". Las divide en dos grupos: las
ambiciones vinculadas a "Su Majestad el Yo" (narcisismo), que elevan la
personalidad del individuo; o a deseos eróticos. Finalmente plantea que ambas
van generalmente juntas.
En Formulaciones sobre los dos principios del funcionamiento
psíquico (1911) Freud plantea que al instaurarse el principio de
realidad, una actividad de pensamiento, se desprende, queda
libre de la prueba de realidad y sometida sólo al Principio del
Placer. Se trata de el fantasear, que comienza con el juego
infantil y que luego continúa, como ensueño diurno.
En 1908, en El poeta y los sueños diurnos, ya había planteado
que la fuente de la actividad creadora del poeta reside en las
fantasías o sueños diurnos, que sustituyen en el adulto el juego de
los niños. En ambos casos se crea un mundo fantástico al que se
lo toma muy en serio pero, al mismo tiempo, se lo diferencia de
la realidad. Ambos, el ensueño diurno y el juego, son realizaciones
de deseos.
En 1900 (Freud, S.), había dicho que “Como los sueños, estas
ensoñaciones son realizaciones de deseos: tienen en gran parte
como base las impresiones provocadas por sucesos infantiles..:
...y además de tales fantasías conscientes, existen otras
–numerosísimas– que por su contenido y su procedencia de
material reprimido tienen que permanecer inconscientes”.
En Fantasías histéricas y su relación con la bisexualidad
(1908) propone que las fantasías inconscientes “o lo han sido
siempre, habiendo tenido su origen en el inconsciente, o, lo que
es más frecuente, fueron un día fantasías conscientes, sueños
diurnos, y han sido luego intencionalmente olvidadas, relegadas
a lo inconsciente por la represión.”

En el artículo “Imaginación, juego y arte” (1991), Segal


propone que si bien es cierto que la fantasía inconsciente colorea
todas nuestras actividades, hay actividades y fenómenos mentales
que apuntan de manera más directa a la elaboración y expresión
de la fantasía inconsciente. Se trata de los sueños, las
ensoñaciones, el juego y el arte.
Realiza una diferenciación entre los cuatro centrándose principalmente
en dos cuestiones: la relación con la realidad y con la
actividad de simbolización. El arte y el juego, nos dice, se
diferencian del sueño y de la ensoñación al ser los primeros
intentos de traducir la fantasía en realidad. El sueño y el juego,
a su vez tienen en común el ser actividades mentales que intentan
la elaboración de una fantasía inconsciente, y están sujetos a
perturbaciones similares, baste mencionar la imposibilidad tanto
de jugar como de soñar de los pacientes psicóticos.
Con respecto a la ensoñación la considera como lo más cerca
no a la realización de deseos propuesta por Freud, que además
tiene carácter omnipotente, ignorando tanto la realidad externa
como la interna, al basarse en una escisión. Tiene, a su entender,
siempre un carácter egocéntrico, sobre todo en la adolescencia.
Segal plantea una cuestión muy interesante al proponer que la
ensoñación diurna es una actividad, que de faltar, hace a la
personalidad pobre y opaca, pero asimismo, al persistir de manera
intensa en la adultez, se convierte en sello de una personalidad
borderline esquizoide. Se trata de ensoñaciones patológicas,
basadas en importantes escisiones y en un uso intenso de la
identificación proyectiva.

Segal plantea que la


fantasía o ensoñación tiene siempre un carácter egocéntrico que
debe perder para poder devenir imaginación. Esto debe
acompañarse también del abandono de la omnipotencia. Estas
dos evoluciones tienen que ver con un funcionamiento ligado a la
posición depresiva.
Propone una interesante diferenciación entre la fantasía que
crearía un mundo “como si” y la imaginación que armaría un
mundo del “qué pasaría si”. En el mundo del “como si” se negaría
tanto la realidad externa como la interna, en tanto en el ligado a
la imaginación, no sólo no las niega sino que explora sus posibilidades.
Crea un mundo fantástico con raíces en verdades tanto
internas como externas. Considera a estas fantasías precoces del
“qué pasaría si” o imaginación como fantasías experimentales,
pensamientos preverbales.
A los fines de este trabajo, creo que una síntesis útil puede ser
que la imaginación explora las posibilidades de la realidad tanto
interna como externa y no las cierra.

la fantasía surge como


un producto armado, se podría decir como una teoría, o mejor
dicho un modelo, por supuesto cambiante y susceptible de sufrir
transformaciones, cada vez que el sujeto se encuentra con el
misterio del objeto. Creo que en esto se sigue el planteo freudiano
de que la fantasía tiene un carácter netamente defensivo, ya sea
frente al desconocimiento o la frustración. El ser humano, la
mente humana, necesita hacer algo cuando toma contacto con sus
propias limitaciones para conocer al objeto

la fantasía
abarca un espectro que en un punto puede consolidarse de manera
fija en un síntoma, y en otro extremo, puede liberarse y evolucionar
hacia la imaginación.

la fantasía produce un mundo


“como si”, con pocas posibilidades abiertas a la puesta a prueba
de la multiplicidad de puntos de vista, en términos de Bion.
De otra manera la imaginación, productora del mundo “qué
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VIRGINIA UNGAR
pasaría si” en la perspectiva de Segal, se permite explorar el
mundo de las diferentes posibilidades, tolera hasta cierto punto
tanto la inaccesibilidad del objeto como su misterio esencial y
permite que ambos se tornen en motores de su desarrollo.
En relación a la cuestión del conocimiento, podríamos decir
que desde este esquema, en tanto la fantasía promueve más un
estado de certeza, la imaginación se une a la conjetura. La
disposición a la conjetura imaginativa se relaciona más cómodamente
con el modelo estético que la fantasía, por el grado de
certeza o convicción que esta última proporciona.

3/10/2014

Hoy Michel entra a la sala en la que nos vemos todos los viernes y
me dice en un tono ciertamente agresivo: “al fin me llamaste, hace
rato que te estaba esperando, pensé que no venías”, le muestro la
hora y le subrayo que estamos en la hora justa de nuestro encuentro,
se calma y comienza a hablarme sobre sus hermanos, me cuenta que
su hermano Christian de 13 años está viviendo con su abuela porque
discutió con su padre.

Trabajamos sobre sus preocupaciones acerca de que sus hermanos


cometan algún tipo de transgresión, me dice que no quiere que eso
suceda, manifiesta un deseo de querer cuidarlos y protegerlos, pero
le preocupa estar lejos de ellos.

Me cuenta que ayer estaba triste porque su madre no vino a visitarlo,


le pregunto si sabe el motivo, y me dice que no sabe nada, que ella
no le contesta el teléfono, supone que está enojada con él.

Le señalo que ha desplazado hacia mí el enojo con su madre,


creyendo que yo también le fallaría, lo que da cuenta de lo que está
poniendo en juego transferencialmente, y en que lugar me ubica,
Contratransferencialmente yo siento que el me está haciendo una
demanda de amor y atención, a la cual le pongo un límite
esclareciendo que en nuestro encuentro está pautada la hora, y eso
debemos respetarlo los dos, lo que implica ponerle un tope a su goce.
Hablamos, sobre el tiempo que le resta cumplir, piensa que cuando
salga deberá hacerse una transformación estética para que no lo
reconozcan, me dice que se va a cambiar el color de los ojos, que
esto siempre lo deseó, desde que cursaba primaria, tener ojos claros,
también teñirse el pelo de rubio y andar encapuchado.

Le interpreto que además de querer ocultarse por lo que hizo, lo que


desea es estar en otro cuerpo, tener otra vida, lo que da cuenta de su
rechazo hacia sí mismo y hacia su historia. Anudando mi
interpretación y a modo de confirmación, me dice: “puede ser, a
veces yo quería ser como el personaje de la película el
transportador”.

Hablamos también sobre sus dificultades para integrarse a las


actividades del centro, actualmente siente ganas de estar solo, y el
director le ha propuesto irse para una pieza solo, recibiendo esta
propuesta con agrado. Le señalo que es importante que el pueda
separar sus emociones de las exigencias que se le plantean, que los
compañeros del centro valoran sus aportes (como en la realización de
la obra de teatro) que es algo beneficioso para él, como para ellos
que pueda transmitir sus habilidades y también aprender de los otros,
me dice que a veces les tiene poca paciencia porque son muy lentos,
le señalo que no todos pueden ser como él, que la diferencia es lo
que permite la socialización y el aprender unos de otros, después de
mis intervenciones me dice que va a hacer un esfuerzo para
participar más y ayudar a ls otros.

En relación a la realización de la obra de teatro, Michel no pudo


participar de la misma porque no le llegó la autorización del juez,
esto le generó una gran frustración y enojo, que pudo ponerlo en
palabras diciéndome: ¡era la primera vez que hacía una obra de
teatro¡, a lo que yo le interpreto que esa era una oportunidad para
mostrarle al público que era capaz de hacer algo bueno, habiéndole
quitado esa oportunidad el creía que todos lo mirarían como antes.

Se queda pensando, y me dice que uno de sus compañeros de pieza


lo tiene cansado porque no le cree nada de lo que el dice, y esas
cosas a las que se refiere, son charlas triviales como comentarios
sobre cosas vistas u opiniones del informativo, me dice ¡estoy
cansado de que nadie me crea¡, esta expresión de sus sentimientos
parece haber nacido de la interpretación anterior.

Actividades con tolerancia


Megalomanía.

- Llega a nuestro encuentro muy agitado, me dice que estuvo


haciendo deportes, le digo que entonces estuvo pensando sobre
lo que habíamos hablado el encuentro anterior sobre el
beneficio personal de comapartir actividades con otros jóvenes,
me dice que estuvo pensando en eso y que creyó conveniente
comenzar a participar más.

Ya no está más en una habitación solo, porque ha sentido miedo ante


la creencia de la presencia de espíritus, esto le ha ocurrido en
algunas oportunidades cuando está por dormirse y contempla la cama
que está a su lado, sintiendo una extraña presencia. Le interpreto
que quizás esas percepciones sean el fruto de un miedo más
primitivo, originario, infantil, a la soledad, a lo desconocido, a ser
dañado por un otro, miedo a la indefensión.

- Al encuentro siguiente me plantea: “ estuve pensando en lo que


me dijiste sobre los espíritus, que se aparecen por que tengo
miedo” tuve un sueño que me dio mucho miedo”: veía a la
llorona parada con el pelo negro, parada como si fuera una
foto, cuando me desperté me entró miedo”.

Le pido que asocie en relación a esa imagen, y lo que le surge es la


idea de una mujer asesina.

Le da miedo que sea un espíritu y se le pueda aparecer y no saber


que puede llegar a hacer. Queda expresado aquí ese temor del que
hablábamos anteriormente, temor a la indefensión, que parece estar
asociado a una vivencia de desprotección, frente a la carencia a fallas
en la transmisión de un vínculo de confianza madre-hijo, en una
época temprana de su desarrollo, que le permitiría actualmente
sentirse más seguro ante situaciones en las que se encuentra solo
para defenderse ante lo desconocido. O también indefensión ante las
vivencias de una madre que se le representa como terrorífica y
devoradora.

Pensamos sobre la imagen que tiene el de la mujer, y la misma


aparece enmarcada en el orden de lo sagrado, pero en relación a la
dimensión del poder y la violencia, el hombre no puede y no debe
pegarle a una mujer. Cuando piensa en dicha imagen, lo hace a
través de la imago materna. Le pregunto quien le ha enseñado eso, y
me dice que él piensa así, que nadie se lo enseño; llama la atención
esta prohibición autoimpuesta, pues podría ser una defensa ante sus
pulsiones destructivas hacia dicha figura, además de que no surgen
espontáneamente otros atributos en torno a dicha imagen- figura.

Le señalo que noto mayor compromiso con el proceso analítico, le da


más importancia a lo que piensa y siente, puede hablar de ello sin
pensarlo (a la manera del obsesivo) demasiado tiempo. El encuentro
anterior habíamos estado hablando sobre cuán importante es para él
tomar más contacto con sus emociones, poder asumirlas,
expresarlas, y esto surge como un llamado a romper con una posición
vacilante que a veces se le impone ante lo que piensa y siente, que
se pone de manifiesto en expresiones como: “yo que se”, “pienso
yo”, o su mirada fija en la mía como esperando una respuesta de mi
parte. Al señalarle esto, me dice que se quedó pensando en lo que
hablamos la vez anterior, e intentó cambiarlo. Van quedando
resonancias desde la dimensión terapéutica y humanizante, se va
moldeando poco a poco su forma de ser.

Bordeamos el tema de sus proyectos a futuro, se proyecta jugando al


fútbol o como músico de melodías de estilo romántico, pero al mismo
tiempo no se siente seguro de sí mismo para poder llevarlos a cabo,
me dice que cree que es muy tarde para empezar a jugar al fútbol,
asociada a esta idea de imposibilidad surge espontáneamente una
vivencia en relación a su figura paterna: “mi padre nunca me mandó
al fútbol porque decía que yo no iba a poder, y me decía lo mismo del
liceo, mis hermanos están anotados y yo no”. Será la consumación
del hecho la la rectificación icc de desa creencia paterna o por el
contrario su confirmación’ y también quizás, una forma de denunciar
su falla en la transmisión de su función paterna, pues no debemos
olvidar que Michel pensaba que si su padre hubiera estado en el
momento en que iba a salir a cometer el asesinato, el no lo hubiera
hecho.

- En este encuentro trabajamos sobre la dimensión de la culpa,


pues me plantea que el tiene miedo de sentirse traumado toda
la vida por lo que hizo, que cree que se va a sentir culpable
siempre, que si no pone la cabeza en otro mundo cuando salga
se va a “traumar”, así lo expresa.

Siente que por un lado “está pagando” por lo que hizo, por estar
privado de su libertad, pero por otro lado con todos los beneficios que
tiene en el hogar a veces se confunde.
Le recuerdo que el trabajo que estamos realizando apunta a la
reparación de sus aspectos conflictivos y a la búsqueda de sus
aspectos sanos, son los que le van a permitir encontrarse con sus
motivaciones personales, para que al salir no sea poner la cabeza en
cualquier mundo para evadir la culpa, sino en su muno, en el que ha
elegido y por el que quiere luchar.

Al hablar sobre rescatar la dimensión sana de su ser, se queda


callado y me dice: “me da vergüenza decirte algo, es muy grande
para mí”.

Me cuenta con mucha vergüenza que tuvo un encuentro con la


limpiadora, después de varios en que solo charlaban, y la besó, es
consciente de que ha cometido una transgresión, yo siento que me lo
plantea para que repruebe su acción, lo invito a reflexionar sobre las
consecuencias tanto para él como para ella, y le digo que en el
próximo encuentro retomaremos el tema.

No parece haber sido motivado por una atracción física, parece


haberse tratado de un acto impulsivo, quizás asociado al misterio que
ese sexo parece despertar en él.

- En este encuentro retomamos lo que hablamos la vez anterior,


me dice que estuvo pensando y que va a hacerse a un lado,
porque sabe los riesgos que puede correr, y además se da
cuenta que realmente no le interesa ella, que no sabe porque lo
hizo.
- Me plantea que sigue teniendo la idea de que si no tuviera a su
familia seguiría matando, me dice: “ cuando lo hize pensé en
irme a la mierda, pero me quedé por mi familia”. Le pregunto a
donde cree que hubiera ido, y dice:” me hubiera ido a un
campo lleno de árboles y a los autos que pasarían por la ruta
los engañaría, y los mataría”.
- Me dice también: “te voy a decir algo que te va a parecer loco o
estúpido, me comería a la gente”. “yo siento dos cosas, a
veces me gustaría ser el que se come a la gente, pero a veces
quisiera ser el que mata al que hace eso”. Identificación-
incorporación con la figura que devora (imago materna)? O
expulsión-destrucción de la misma? Abraham planteaba estas
dos tendencias en relación al deseo del obsesivo.
- Le pregunto desde cuando tiene esa sensación, y me dice que
le empezó a pasar aproximadamente un mes antes de haber
cometido el asesinato, le invito a que asocie en relación a esa
sensación, y lo asocia con las películas que ve.
- “yo se que no puedo hacerlo, son ideas que me vienen a la
mente, pero en la realidad no puedo hacerlo”.
- Me plantea que ahora está solo otra vez, porque sus
compañeros se pelearon y los separaron a todos en diferentes
piezas, le pregunto si el estuvo involucrado, y me dice: “no me
gusta pelear porque siento miedo, y si lo hago después sigo de
largo, yo no se pelear” (temor a perder el control, y a como el
otro pueda reaccionar. Asociado a esto me dice: “siempre que
quiero agarrar algo adelante de alguien que no es mío me da
miedo”. No puede asociar en relación a esto último.
- Miedo a tomar algo que es de otro, como la restricción ante
la compulsión de tomar la cinta adhesiva que estaba en la mesa
“no puedo tomar todo lo que quiero”.
- Tomar algo del otro, comerse al otro. Y todo esto le
produce miedo, ¿miedo a sus tendencias destructivas,
devoradoras?
- Imagen recurrente en sueños de una mujer terrorífica,
devoradora, asesina.
- Identificación con esa imagen, como una forma de protegerse a
sí mismo?
- “si el hubiera estado ese día capaz que no hubiera hecho
esa mierda” (acotar su goce)
- El sueño de la mujer terrorífica que quiere devorar a su padre
nos habilita a pensar en su conflicto a nivel de las
identificacaiones primarias, identificarse con su figura paterna
parece tener como precio el ser devorado.
- Por eso parece elegir por expulsar el objeto amado-
temido, “hacer esa mierda”
- Ahora parece estar haciendo una regresión a la fase oral
canibalística en la que el objeto de su deseo ha de ser
devorado, introyectado, recuperado.
- En relación a como se sintió luego de cometer el acto
homicida, yo le pregunto ¿te sentiste aliviado? A lo que
me responde con otra pregunta ¿Cómo aliviado?, hago
una comparación con el sentirse aliviado al ir al baño y
descargar después de una larga espera, a lo que se ríe y
me dice siii.
A partir de las tesis de Abraham, Freud (1905) conceptualizaría la
existencia de una temprana reportado fase oral o canibálica en la cual “la
actividad sexual no se ha separado todavía de la nutrición, ni se han
diferenciado opuestos dentro de ella. El objeto de una actividad es
también el de la otra; la meta sexual consiste en la incorporación del
objeto, el paradigma de lo que más tarde, en calidad de identificación,
desempeñará un papel psíquico tan importante” (p. 180). Comer o ser
alimentado, devorar, engullir, ingerir, consumir, podrían ser considerados,
más allá de sus evidentes connotaciones alimenticias, como actos
psíquicos en los que necesariamente participarían deseos ambivalentes
relativos al amor y el odio, el dolor y el goce, la vida y la muerte. Ser
devorado, cercenado o tragado, devendrían, por otra parte, las figuras
prototípicas de la angustia y, la angustia de castración, su concepto
paradigmático.

- Raquel soiffer.
- Miércoles 26 14 hs, ateneo en miminstrio de turismo.

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