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UNIVERSIDAD TECNICA DE ORURO

FACULTAD DE CIENCIAS DE LA SALUD


PROGRAMA DE ATENCION TEMPRANA Y
EDUCACION INFANTIL

TEMA:
PREVENSION PARA LA
AGRESIVIDAD EN NIÑOS DE 5 AÑOS

DOCENTE: LIC. SILVIA SARA RAMOS SILVESTRE

ESTUDIANTE: Univ. JEANETT ROCIO SOLIZ BELZU

ASIGNATURA: RELACION ENTRE LOS ESPECIALISTAS Y LA


FAMILIA

SIGLA: REEFA 143

FECHA: 14/01/2022

ORURO - BOLIVIA
OBJETIVOS

OBJETIVO GENERAL

o DISEÑAR TECNICAS DE MODIFICACION DE LA CONDUCTA PARA EL MEJORAMIENTO DEL


COMPORTAMIENTO DE NIÑOS DE 5 A 6 AÑOS.

OBJETIVO ESPECIFICO
o FUNDAMENTAR TEORICAMENTE LAS TECNICAS DE MODIFICACION DE LA
CONDUCTA PARA LA MEJORA DEL COMPORTAMIENTO

o SELECCIONAR TECNICAS ADECUADAS A LA REALIDAD INSTITUCIONAL


VA
o LIDAR LAS TECNICAS ELABORADAS PARA MEJORAR EL COMPORTAMIENTO EN LOS
NIÑOS D 5 A 6 AÑOS
Cómo identificar a un niño con un trastorno del comportamiento?

Cuando se da un caso de niño con un trastorno del comportamiento padres y maestros se


encuentran ante un niño que no obedece, que puede mostrarse agresivo y que tiene
dificultades en sus relaciones sociales. Se observa también que:

 Se enfada frecuentemente
 Contesta de malas maneras
 Desafía con la postura y con la mirada
 No obedece o se resiste a obedecer
 Culpa a os demás de lo que hace él
 Se muestra rencoroso y vengativo
 Miente
 Se muestra cruel con compañeros, animales…
 Comete hurtos

Estos comportamientos desbordan. Que el niño conteste mal y se niegue a obedecer genera
sentimientos de malestar, de incompetencia, de pérdida de autoridad en los educadores y
éstos en un intento de recuperarse se imponen. El educador, entonces, grita más fuerte,
repite la orden de forma más severa, amenaza, recrimina la conducta de desafío… y a partir
de aquí habrá perdido las riendas y el control de la situación; podrá gritar más fuerte,
agredir o desobedecer de forma más manifiesta, y todo ello ante la presencia de otros hijos
o alumnos. El resultado es: educadores desolados y negativismo desafiante fortalecido.

¿Cómo se diagnostican los Trastornos del comportamiento?

Un equipo de profesionales expertos, normalmente encabezado por un psicólogo, ha


de ser el responsable del diagnóstico de los trastornos del comportamiento. Desde la
familia o la escuela se puede tener una sospecha pero el diagnóstico únicamente podrá ser
llevado a cabo por un profesional experto en salud mental.
La evaluación del niño y la familia es necesaria para diferenciar entre un trastorno del
comportamiento y las posibles conductas dentro de la normalidad, conductas que pueden
ser transitorias y que pueden experimentar los niños, por ejemplo, en fases de cambio como
es el paso de la infancia a la adolescencia.

La última versión del Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales


(Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders), el DSM-5 , la herramienta con la
que los profesionales cuentan a la hora de diagnosticar los diversos trastornos mentales,
cataloga los criterios diagnósticos para cada uno de los trastornos del comportamiento.

Criterios diagnósticos para el Trastorno negativista desafiante


Un equipo de profesionales expertos, normalmente encabezado por un psicólogo, ha
de ser el responsable del diagnóstico de los trastornos del comportamiento. Desde la
familia o la escuela se puede tener una sospecha pero el diagnóstico únicamente podrá ser
llevado a cabo por un profesional experto en salud mental.

La evaluación del niño y la familia es necesaria para diferenciar entre un trastorno del
comportamiento y las posibles conductas dentro de la normalidad, conductas que pueden
ser transitorias y que pueden experimentar los niños, por ejemplo, en fases de cambio como
es el paso de la infancia a la adolescencia.

La última versión del Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales


(Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders), el DSM-5 , la herramienta con la
que los profesionales cuentan a la hora de diagnosticar los diversos trastornos mentales,
cataloga los criterios diagnósticos para cada uno de los trastornos del comportamiento.

1. Un patrón de enfado/ irritabilidad, discusiones/actitud desafiante o vengativa que


dura por lo menos seis meses, que se manifiesta por lo menos con cuatro síntomas
de cualquiera de las categorías siguientes y que se exhibe durante la interacción por
lo menos con un individuo que no sea un hermano.
Enfado/irritabilidad
1.Amenudo pierde la calma.
2. A menudo está susceptible o se molesta con facilidad.
3. A menudo está enfadado y resentido.
Discusiones/actitud desafiante
4. Discute a menudo con la autoridad o con los adultos, en el caso de los niños y los
adolescentes.
5. A menudo desafía activamente o rechaza satisfacer la petición por parte de
figuras de autoridad o normas.
6. A menudo molesta a los demás deliberadamente.
7. A menudo culpa a los demás por sus errores o su mal comportamiento.
Vengativo
8. Ha sido rencoroso o vengativo por lo menos dos veces en los últimos seis meses.
2. Este trastorno del comportamiento va asociado a un malestar en el individuo o en
otras personas de su entorno social inmediato (es decir, familia, grupo de amigos,
compañeros de trabajo) o tiene un impacto negativo en las áreas social, educativa,
profesional u otras importantes.
3. Los comportamientos no aparecen exclusivamente en el transcurso de un trastorno
psicótico, un trastorno por consumo de sustancias, un trastorno depresivo o uno
bipolar. Además, no se cumplen los criterios de un trastorno de desregulación
perturbador del estado de ánimo.
Nota: Se debe considerar la persistencia y la frecuencia de estos comportamientos
para distinguir los que se consideren dentro de los límites normales, de los
sintomáticos. En los niños de menos de cinco años el comportamiento debe aparecer
casi todos los días durante un periodo de seis meses por lo menos, a menos que se
observe otra cosa (Criterio A8). En los niños de cinco años o más, el
comportamiento debe aparecer por lo menos una vez por semana durante al menos
seis meses, a menos que se observe otra cosa (Criterio A8). Si bien estos criterios de
frecuencia se consideran el grado mínimo orientativo para definir los síntomas,
también se deben tener en cuenta otros factores, por ejemplo, si la frecuencia y la
intensidad de los comportamientos rebasan los límites de lo normal para el grado de
desarrollo del individuo, su sexo y su cultura.

En el diagnóstico es necesario especificar si se trata de un Trastorno específico del


Aprendizaje con dificultades en la lectura, con dificultad en la expresión escrita o con
dificultad matemática. En el mismo diagnóstico se especificará también la gravedad actual,
indicando si se trata de leve (el niño presenta algunas dificultades y puede compensarlas o
funcionar bien si recibe adaptación adecuada), moderado (presenta dificultades notables y
precisa de una enseñanza intensiva y especializada) o grave (presenta dificultades graves
que precisan de una enseñanza constante e intensiva individualizada y especializada
durante la mayor parte de los años escolares).

Criterios diagnósticos para el Trastorno de la conducta

1. Un patrón repetitivo y persistente de comportamiento en el que no se respetan los


derechos básicos de otros, las normas o reglas sociales propias de la edad, lo que se
manifiesta por la presencia en los doce últimos meses de por lo menos tres de los
quince criterios siguientes en cualquier de las categorías siguientes, existiendo por
lo menos uno en los últimos seis meses:
Agresión a personas y animales (criterios 1-7), destrucción de la propiedad
(criterios 8 y 9), engaño o robo (criterios 10-12) y incumplimiento grave de
normas (criterios 13-15):
1. A menudo acosa, amenaza o intimada a otros.
2. A menudo inicia peleas.
3. Ha usado un arma que puede provocar serios daños a terceros (p. ej., un bastón,
un ladrillo, una botella rota, un cuchillo, un arma).
4. Ha ejercido la crueldad física contra personas.
5. Ha ejercido la crueldad física contra animales.
6. Ha robado enfrentándose a una víctima (p. ej., atraco, robo de un monedero,
extorsión, atraco a mano armada).
7. Ha violado sexualmente a alguien.
8. Ha prendido fuego deliberadamente con la intención de provocar daños graves.
9. Ha destruido deliberadamente la propiedad de alguien (pero no por medio del
fuego).
10. Ha invadido la casa, edificio o automóvil de alguien.
11. A menudo miente para obtener objetos o favores, o para evitar obligaciones (p.
ej. “engaña” a otros).
12. Ha robado objetos de valor no triviales sin enfrentarse a la víctima (p. ej., hurto
en una tienda sin violencia ni invasión; falsificación).
13. A menudo sale por la noche a pesar de la prohibición de sus padres, empezando
antes de los 13 años.
14. Ha pasado una noche fuera de casa sin permiso mientras vivía con sus padres o
en un hogar de acogida, por lo menos dos veces o una vez sí estuvo ausente durante
un tiempo prolongado.
15. A menudo falta en la escuela, empezando antes de los 13 años.
2. El trastorno del comportamiento provoca un malestar clínicamente significativo en
las áreas social, académica o laboral.
3. Si la edad del individuo es de 18 años o más, no se cumplen los criterios de
trastorno de la personalidad antisocial.

En el mismo diagnóstico se deberá especificar el tipo (Tipo de inicio infantil Tipo de inicio
adolescente o Tipo de inicio no especificado) y si se da con emociones prosociales
limitadas, falta de remordimientos o culpabilidad, si se muestra insensible, carente de
empatía, despreocupado por su rendimiento o con afecto superficial o deficiente.

Los padres que advierten síntomas de trastorno del comportamiento en sus hijos pequeños o
adolescentes deberán acudir a un profesional para procurar una evaluación y un tratamiento
lo más precoz posible, decisión clave para prevenir la aparición e incidencia de problemas
en el futuro.

Desde Fundación Adana, los trastornos del comportamiento son diagnosticados por
un equipo conjunto de psicólogos y psiquiatras especializados. En la misma fundación
se lleva a cabo el proceso diagnóstico completo mediante una historia detallada del
comportamiento del niño por parte de los padres y maestros, observaciones clínicas del
comportamiento del niño y un examen psicológico completo. Al finalizar el proceso de
diagnóstico las familias reciben un Plan Terapéutico individualizado y se les proporciona
los recursos necesarios para llevarlo a cabo.

*Información extraída American Psychiatric Association (2014). Manual Diagnóstico y


Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-5), 5ª Ed. Madrid: Editoral Médica
Panamericana
Para saber más sobre el DSM-5: www.dsm5.org

Criterios diagnósticos para el Trastorno de la conducta

Las últimas investigaciones establecen que las líneas de intervención para un tratamiento 


efectivo de los trastornos del comportamiento incluyen: entrenamiento de padres,
programas de entrenamiento en habilidades sociales con el niño o joven, programas
escolares y programas comunitarios.
Los expertos señalan también que la implicación de la propia familia es fundamental para
conseguir resultados satisfactorios en el tratamiento.
Los problemas de comportamiento pueden empeorar o mejorar en función de las estrategias
que utilicemos y para que el tratamiento sea efectivo, se debe iniciar en forma temprana.
Desde Fundación Adana se ofrece un tratamiento multidisciplinar y multimodal que
puede incluir:

 Asesoramiento y pautas a la familia. El profesional de referencia del niño


acompaña a las familias ofreciéndoles pautas y herramientas encaminadas a
aprender a manejar el comportamiento del hijo y mejorar así el clima familiar. Ante
algunos casos se ofrece la posibilidad de que el profesional se desplace al domicilio
familiar para la observación y posterior intervención de las dificultades.
 Asesoramiento y pautas a la escuela. El mismo profesional se dirige a la escuela
para ofrecer un servicio de ayuda diseñado de forma individualizada para cada caso,
detallando un plan de actuación a desarrollar desde la escuela, con intervenciones
eficaces y específicas ante los problemas de comportamiento que puedan darse en la
escuela. Si es necesario se llevan a cabo sesiones de observación directa en la
escuela.
 Grupos de Autocontrol. Los niños acuden en grupo para recibir un entrenamiento
en habilidades sociales y desarrollo de conductas prosociales, encaminado a
aumentar la flexibilidad y la tolerancia a la frustración con el fin de reducir el
comportamiento oposicionista, mejorar la conducta y la relación con sus iguales y
educadores (padres y maestros).
 Reeducaciones conductuales. Cuando el niño presenta dificultades académicas,
además de sus dificultades conductuales, conviene llevar a cabo un trabajo
reeducativo encaminado a la mejora de su conducta ante la tarea escolar. En estas
reeducaciones se trabaja, además del comportamiento, las competencias para el
aprendizaje, estrategias de estudio y organización. Los profesionales encargados de
llevar a cabo esta reeducación son expertos en niños y jóvenes con trastornos de la
conducta y el manejo del comportamiento difícil.
 Detección, diagnóstico y tratamiento precoz de los problemas de
comportamiento: En Adana se ofrece la actividad del Grupo Terapéutico Precoz
con el objetivo de que el niño aprenda, en edades muy tempranas, comportamientos
de adaptación y evitar complicaciones potenciales minimizando los efectos
negativos.
 Consulta y seguimiento psiquiátrico: en caso necesario el niño o joven es
supervisado por el equipo de psiquiatría de la fundación.

¿Qué es el Grupo Terapéutico Precoz?

Fundación Adana ha querido dar una respuesta de tratamiento a los niños que ya en edades
muy tempranas presentan dificultades importantes de comportamiento, diseñando una
intervención preventiva basándose en la eficacia de otros programas (Greenhill i col 2008,
Barkley i col. 2000).

El GTP, Grup Terapéutico Precoz, es un programa de intervención grupal dirigido a niños


de educación infantil y primera etapa de educación primaria, que presentan dificultades en
los hábitos de trabajo básicos para el aprendizaje, comportamientos disruptivos, pobre
control emocional, déficit de habilidades de relación y de resolución de conflictos sociales,
así como otros comportamientos o actitudes que entorpezcan el buen funcionamiento del
aula y otros espacios escolares.

La intervención con los niños se da de forma grupal una mañana a la semana. La sesión
sigue una estructura similar a la de la escuela (trabajo personal, actividad grupal, almuerzo,
patio…) e incorpora un espacio de trabajo de habilidades socioemocionales. Se pretende
mejorar conductas como mantenerse sentado, escuchar las instrucciones de una tarea antes
de empezarla, ser persistente en su desarrollo, acabarla, respetar el turno de palabra,
mejorar la tolerancia a la frustración, seguir las reglas del juego, compartir con los iguales,
conocer y manejar emociones como la ira, aprender a encontrar soluciones ante los
conflictos, mejorar la autoestima, entre otras.

La intervención familiar consiste en sesiones formativas hacia los padres, en las que se
trabaja la mejora de los hábitos de autonomia, la comunicación, la resolució de conflictos y
otras problemáticas que expresen, éstas son guiadas por un terapeuta y cuenta con la
posibilidad de la observación en directo de los niños.

Por otra parte, incluye la formación al profesorado en estrategias para ayudar al niño en la
problemática que se detecte, en los hábitos de trabajo, en el desarrollo de las tareas, en las
relaciones interpersonales…

Esta intervención, que se desarrolla en un espacio de la fundación expresamente diseñado


para este proyecto, responde a un trabajo integral de tres grandes ejes, la intervención con
el niño, la intervención familiar y la intervención escolar, con el interés de facilitar la
generalización en la adquisición de los hábitos positivos. Esta intervención tridimensional
facilita la mejora de las dificultades del niño en su entorno natural y colabora en el
prevención de problemáticas más graves en edades más avanzadas.

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