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UNIDAD DIDACTICA :
TEMA : GRAVES VIOLACIONES A LOS DERECHOS HUMANOS
DOCENTE :
EQUIPO Nº :
INTEGRANTES :
N° DE NOTAS
ORDEN GRADO APELLIDOS Y NOMBRES
ELAB. SUST. PROMEDIO
LIMA – PERÚ
2022
DEDICATORIA
INTRODUCCIÓN...............................................................................................................4
CAPITULO I...................................................................................................................5
CAPITULO II................................................................................................................14
GENOCIDIO.................................................................................................................14
GENERALIDADES.............................................................................................14
CONCEPTO.......................................................................................................16
TIPOS DE GENOCIDIO.....................................................................................17
ESTRUCTURA PENAL DEL GENOCIDIO........................................................20
EL GENOCIDIO CON RELACIÓN A LOS DELITOS CONTRA LA
HUMANIDAD............................................................................................................21
BIEN JURÍDICO PROTEGIDO..........................................................................24
TIPICIDAD..........................................................................................................25
ELEMENTOS TÍPICOS COMUNES A LAS FIGURAS DE GENOCIDIO..........25
ELEMENTOS SUBJETIVOS DEL TIPO............................................................25
ELEMENTOS OBJETIVOS DEL TIPO..............................................................29
EL GENOCIDIO EN EL ESTATUTO DE LA CORTE PENAL INTERNACIONAL
36
Jurisdicción y Competencia Sobre Genocidio, La Corte Penal Internacional.. .36
Los Crímenes Contra la Humanidad como Figura Central del Derecho Penal
Internacional..............................................................................................................40
La Corte Penal Internacional..............................................................................43
Proyecto de Ley que Penaliza las Conductas Constitutivas de Genocidio y los
Crímenes de Lesa Humanidad Y de Guerra............................................................44
Estatuto de la Corte Penal de Internacional, Ratificado por Perú.....................45
CASOS DE GENOCIDIO EN EL PERÚ...................................................................46
EL CASO “COLINA”:.................................................................................................46
CAPITULO III...............................................................................................................51
DESAPARICION FORZADA.......................................................................................51
ANTECEDENTES HISTÓRICOS.......................................................................51
DEFINICIONES DE DESAPARICIÓN FORZADA.............................................54
LA DESAPARICIÓN FORZADA COMO CRIMEN DE LESA HUMANIDAD.....57
BIEN JURÍDICO TUTELADO.............................................................................60
SUJETO ACTIVO...............................................................................................60
SUJETO PASIVO...............................................................................................61
TIPICIDAD OBJETIVA.......................................................................................63
TITPICIDAD SUBJETIVA...................................................................................67
REFERENCIAS JURISPRUDENCIALES..........................................................68
CAPITULO IV...............................................................................................................72
TORTURA....................................................................................................................72
DEFINICIÓN.......................................................................................................72
OBLIGACIONES DE LOS ESTADOS PARTES DE LA CONVENCIÓN
CONTRA LA TORTURA...........................................................................................74
LA TORTURA DURANTE LA INQUISICIÓN ESPAÑOLA................................75
PRINCIPALES MÉTODOS DE TORTURA........................................................76
TORTURA EN LOS TIEMPOS MODERNOS: IRAK..........................................81
ANÁLISIS.....................................................................................................................84
CONCLUSIONES........................................................................................................85
RECOMENDACIONES................................................................................................86
BIBLIOGRAFÍA...........................................................................................................87
INTRODUCCIÓN
EVOLUCION HISTORICA
Resulta inescindible de la del delito de genocidio, siendo luego este último una
especie del género lesa humanidad.
El derecho internacional ha ido fijando claramente qué hechos ilícitos pueden ser
catalogados como crímenes contra la humanidad, comprendiendo dentro de éstos
una serie de actos inhumanos. La gama de modalidades criminales que pueden
constituir delitos de lesa humanidad, según el artículo 7 del Estatuto de la Corte
Penal Internacional, no es pequeña: asesinato, exterminio, esclavitud, deportación o
traslado forzoso de población, encarcelación u otra privación grave de la libertad
física, tortura, violación (y otras formas de violencia sexual, como la prostitución
forzada, embarazo forzado, esterilización forzada, u otros abusos sexuales de
gravedad comparable), persecución de un grupo o colectividad con identidad propia
(fundada en motivos políticos, racionales, nacionales, étnicos, culturales, religiosos,
de género), desaparición forzada, apartheid. Incluso, dicho instrumento internacional
contiene una fórmula abierta por la cual también pueden constituir delitos de lesa
humanidad: “…Otros actos inhumanos de carácter similar que causen
intencionalmente grandes sufrimientos o atenten gravemente contra la integridad
física o la salud mental o física...”.
Son estos elementos en conjunto los que definen al crimen de lesa humanidad. Por
un lado, el carácter sistemático o generalizado de las acciones sumado a la
aquiescencia, tolerancia o participación del Estado, del poder público, o de
organización similar, en su ejecución, lo que las lleva a exceder los marcos de lo
tolerable en el Derecho Internacional; y, por otro lado, las conductas señaladas
deben trascender el campo de la afectación particular para convertirse en una lesión
o puesta en peligro a la humanidad toda. Una situación de violencia pública
derivada de la protesta social, se reprime a los manifestantes con medidas
totalmente desproporcionadas (ataques a la población así reunida con disparos
desde helicópteros, por ejemplo) causando la muerte de una o varias de estas
personas, debe llamar especialmente la atención al momento de determinar o definir
qué tipos de actos se está cometiendo. Probablemente, sería insuficiente hablar del
uso desproporcionado de la fuerza, si esta represión forma parte de un plan u
organización deliberadamente dirigida a eliminar a los protestantes.
Vamos a destacar en este acápite dos de los principales y más saltantes aspectos
del crimen de lesa humanidad, además de los otros caracteres que deben
acompañar su comisión o que son parte de su ejecución. En primera lugar y como
dato distintivo fundamental, debe precisarse que en estos ilícitos los actos
inhumanos de naturaleza muy grave deben ser cometidos como parte de un ataque
generalizado o sistemático.
Ahora bien, cuando se hace la referencia a que los actos deban ser parte de una
“política previamente concebida”, se quiere significar que los hechos han de estar
conectados con alguna forma de política que van a expresarse en orientaciones o
directivas que establecen normas de conducta, reglas de actuación de las personas
del aparato estatal en las esferas de su competencia. Un operativo de las fuerzas o
agentes estatales dirigido a controlar un desborde popular en el que se ha
determinado que no se tomarán prisioneros, por ejemplo.
La generalidad está vinculada, más bien, a la comisión del crimen a gran escala, de
manera masiva. Los actos deben estar dirigidos contra una multiplicidad de víctimas.
Al igual que en el requisito anterior, el acto inhumano aislado llevado a cabo por un
solo agente contra una sola víctima queda fuera de la definición de lesa humanidad.
También se considera que el ataque es generalizado si se lleva a cabo en una gran
parte del territorio.
El ataque debe estar dirigido contra “una población civil”. La víctima, por
tanto, es toda o parte de la población civil. Por civil se podría entender a toda
persona que no pertenece a las fuerzas armadas. Sin embargo, el término
puede comprender, de conformidad con las convenciones del Derecho
Humanitario, a las personas que no participan directamente de las
hostilidades. Podría, por tanto, tratarse de beligerantes que no se encuentran
en acciones, o incluso, de prisioneros.
“…3. Por “ataque contra una población civil” en el contexto de esos elementos se
entenderá una línea de conducta que implique la comisión múltiple de los actos a
que se refiere el párrafo 1 del artículo 7 del Estatuto contra una población civil a fin
de cumplir o promover la política de un Estado o de una organización de cometer
ese ataque. No es necesario que los actos constituyan un ataque militar. Se
entiende que la “política… de cometer ese ataque” requiere que el Estado o la
organización promueva o aliente activamente un ataque de esa índole contra una
población civil (…)”. La política que tuviera a una población civil como objeto del
ataque se ejecutaría mediante la acción del Estado o de la organización. Esa
política, en circunstancias excepcionales, podría ejecutarse por medio de una
omisión deliberada de actuar y que apuntase conscientemente a alentar un ataque
de ese tipo…”
Una indicación de los bienes jurídicos protegidos por la represión del crimen de lesa
humanidad ha sido dada por el Tribunal Internacional para la ex Yugoslavia en su
decisión del caso Endemovic:
“…Los crímenes de lesa humanidad son serios actos de violencia que dañan a los
seres humanos al golpear lo más esencial para ellos: su vida, su libertad, su
bienestar físico, su salud y/o su dignidad. Son actos inhumanos que por su extensión
y gravedad van más allá de los límites de lo tolerable para la comunidad
internacional, la que debe necesariamente exigir su castigo. Pero los crímenes de
lesa humanidad también trascienden al individuo, porque cuando el individuo es
agredido, se ataca y se niega a la humanidad toda. Por eso lo que caracteriza
esencialmente al crimen de lesa humanidad es el concepto de la humanidad como
víctima…” . La noción de humanidad está configurada o referida a la necesidad y
característica del ser humano de vivir civilizada y organizadamente en términos
políticos e institucionales, sobre la base de bienes e intereses comunes, todo lo cual
constituye un elemento diferenciador del género humano que es compartido por toda
la comunidad internacional.
Sin embargo, cabe destacar que no son los actos de ferocidad o de gran crueldad lo
que distingue a los crímenes de lesa humanidad de los otros delitos “ordinarios” que
se cometen a nivel local. Los elementos distintivos pasan por la cuota de poder que
conllevan al ser cometidos desde “…la participación o tolerancia del poder político
de iure o de facto…”, como señalaba Gil Gil, a partir de un ataque generalizado o
sistemático en el que se vulneran derechos de la población civil.
Pero estos elementos no han sido suficientes para definir unánimemente y en forma
pacífica en la doctrina cuál es el bien jurídico protegido. Para Gil Gil, como se ha
anotado, el bien jurídico protegido presenta una perspectiva individual en tanto que
transgreden “bienes jurídicos individuales fundamentales”.
CAPITULO II
GENOCIDIO
GENERALIDADES
Muchos pueblos y culturas han sufrido actos propios del genocidio a lo largo de la
historia, pero la humanidad en su conjunto ha reaccionado frente a los horrores
concretos de la persecución y holocausto del pueblo judío durante la Segunda
Guerra Mundial, una vez concluida la contienda.
Es opinión de varios autores que el vocablo “genocidio” puede ser nuevo, pero no
así el fenómeno. "La cosa es vieja como la humanidad y no ha habido, hasta ahora,
ninguna sociedad cuya estructura la haya preservado de cometer ese crimen"6,
afirmaba Jean-Paul Sartre, en sus motivaciones sobre la sentencia de genocidio
vietnamita en el marco del Tribunal B. Russell.
En suma, esta obra pretende contribuir a un acercamiento más integral a este delito,
congregando instituciones de derecho internacional con algunos conceptos y
categorías propios del derecho penal, de forma tal de permitir una comprensión más
completa, aunque insuficiente por cierto, de las dimensiones del crimen de
genocidio.
CONCEPTO
TIPOS DE GENOCIDIO
Hemos visto anteriormente que basta con que haya una sola muerte para que se
produzca el genocidio en su modalidad de delito consumado, con tal que se
cumpla el elemento subjetivo en el autor.
- Obstáculos al matrimonio.
En el artículo 6 d) del Estatuto de la Corte Penal, se consagra esta figura, que
requiere como elemento específico, que el autor haya impuesto ciertas medidas
contra una o más personas destinadas a impedir nacimientos en el seno del
grupo.
- Prohibición del uso del idioma nacional aún en las relaciones privadas; o
La noción de delito, esto es, toda conducta (acción u omisión) típica, antijurídica y
culpable será el punto de partida de nuestro análisis. Hemos dicho que delito o
crimen según el derecho internacional “es una ofensa grave contra las leyes de las
naciones, por la cual el perpetrador individual merece ser castigado”, es toda
“conducta que, infringiendo una norma internacional, lesiona o pone en peligro
bienes jurídicos pertenecientes al orden jurídico internacional”.
Así, tal como hemos dicho, por genocidio entendemos el “conjunto de actos u
omisiones que causen a los miembros de un grupo nacional, étnico, racial o
religioso, la muerte, lesiones físicas o psíquicas de carácter grave, o los
sometan a condiciones de existencia conducentes a su destrucción física, total
o parcial, como asimismo que procuren impedirlos nacimientos en el seno del
grupo o que signifiquen el traslado por fuerza de niños del grupo a otro grupo,
realizados con la intención específica de destruir, total o parcialmente dicho
grupo como tal”.
En primer lugar, cabe señalar que en la actualidad no hay una definición aceptada
pacíficamente en el derecho internacional de crímenes de lesa humanidad.
Sobre la base del Estatuto de 8 de Agosto de 1945 se elabora la teoría que dota a
los crímenes contra la humanidad de la independencia de la que carecían, respecto
de los crímenes de guerra, en momentos anteriores. Sin embargo, esta
independencia no lleva a la depuración total del término “crimen contra la
humanidad”. En 1945, en el marco del Estatuto del Tribunal Militar Internacional de
Nüremberg se tipifica este delito, pero en él se contienen conductas típicas de lo que
hoy denominamos genocidio: muerte, exterminación, deportación y otros actos
inhumanos, persecución de dicha población por motivos políticos, raciales o
religiosos. Lo que en 1945, era desde el punto de vista actual, una mezcla de
conductas genocidas y ataques contra la humanidad, se va a concretar ahora en
acciones contra bienes jurídicos individuales fundamentales (vida, salud, libertad),
cometidas, tanto en tiempo de paz como de guerra, como parte de un ataque
generalizado o sistemático realizado con la participación o tolerancia del poder
político de iure o de facto.
a) Asesinato;
b) Exterminio;
c) Esclavitud;
f) Tortura;
j) El crimen de apartheid;
Recordemos que genocidio es cualquiera de una serie de actos cuya comisión tiene
por objeto la destrucción total o parcial de ciertos grupos de personas. Es esta
intención lo que distingue el genocidio de otros crímenes de lesa humanidad.
Por otro lado, entre los grupos protegidos, el genocidio excluye de su enumeración a
los grupos políticos, culturales, y los de género (masculino y femenino), todos
objetos de expresa protección de los crímenes de lesa humanidad como delito
internacional. Además es preciso mencionar que es una enumeración abierta, en el
caso del delito de lesa humanidad, a cualquier grupo o colectividad con identidad
propia.
1. Dolo especial.
2. Grupos protegidos:
Se sostiene que el aspecto más interesante del genocidio desde el punto de vista
normativo es que se trata de un tipo penal que no protege, como a veces se cree, el
bien jurídico de la vida.
TIPICIDAD
El fin no tiene que ser necesariamente la destrucción total del grupo. Así, el
genocidio no está caracterizado necesariamente por la intención de destruir a un
grupo entero; basta con que el propósito sea eliminar porciones de la población
marcadas por rasgos específicos raciales, religiosos, nacionales o étnicos. Debe
subrayarse que la posibilidad de que la intención criminal abarque la destrucción
de todo el grupo o sólo una parte del mismo, debe ser interpretada en el "sentido
de que basta que se limite a la destrucción de un subgrupo dentro de una raza,
etnia, nacionalidad o religión", como por ejemplo los musulmanes de Bosnia-
Herzegovina. Es cierto que el "subgrupo" deberá tener una determinada entidad
numérica, pero esta determinación precisa "de qué subgrupo se considera
suficientemente amplio para que el ataque contra el mismo constituya
genocidio", es algo cuya solución última solamente puede estar a cargo de los
jueces penales competentes en la materia.
Comisión Culposa.
En el caso de la comisión imprudente del delito estudiado, la doctrina mayoritaria
establece que esto es imposible, básicamente por los medios comisivos y las
exigentes consideraciones subjetivas del tipo del crimen de genocidio. Sin
embargo, lo acertado en esta materia es advertir lo dispuesto en el artículo 28
del Estatuto de la Corte Penal Internacional, en el sentido de reconocer la
posibilidad de comisión por omisión en el crimen de genocidio.
Toda persona que haya cometido genocidio puede ser juzgada por ello,
cualquiera que sea su cargo. Es decir, que se considera culpable no sólo al jefe
de Estado o al ministro que haya planeado u ordenado el acto, sino también a
quien lo haya cometido, sea un simple soldado o un ciudadano de a pie.
“1. El presente Estatuto será aplicable por igual a todos sin distinción alguna
basada en el cargo oficial. En particular, el cargo oficial de una persona, sea Jefe
de Estado o de Gobierno, miembro de un gobierno o parlamento, representante
elegido o funcionario de gobierno, en ningún caso la eximirá de responsabilidad
penal ni constituirá per se motivo para reducir la pena.
Sujeto Pasivo.
Es el destinatario de la protección del bien jurídico, el titular del bien jurídico
protegido; es decir el conjunto de personas que forman el grupo cuya existencia
se ataca. Donde se presentan problemas de interpretación y de asignación de
significado, es en el delineamiento del sujeto pluripersonal o colectivo que es
sujeto pasivo del obrar criminoso.
En este caso sujeto pasivo y objeto material no son uno. Mientras que el primero
hace referencia al grupo; el segundo se concreta en la persona individual sobre la
que se produce el resultado típico. Todo miembro de un grupo nacional, étnico,
racial o religioso puede ser víctima de genocidio. El acto debe estar dirigido hacia
la destrucción de un grupo. Los grupos se componen de individuos y, por
consiguiente, en último análisis, la acción destructiva debe estar dirigida contra los
individuos. Sin embargo, estos individuos son importantes no per se sino sólo
como miembros del grupo al cual pertenecen.
Los grupos protegidos, tal y como se recogió en la Convención de 1948, son los
nacionales, raciales, étnicos y religiosos; pero estos varían a tenor de las
legislaciones nacionales. La definición legal de genocidio, desde la Convención de
1948 como asimismo el Estatuto de Roma, no incluye los grupos sociales o
políticos en la definición de víctimas potenciales.
Alguien podría cuestionar si existe una diferencia real entre muertes cometidas
por agentes gubernamentales y motivadas políticamente, y muertes dirigidas a un
grupo nacional específico, étnico, racial o religioso, ya que en ambos casos el
individuo está simplemente muerto y el grupo tal vez amenazado en forma
análoga. Sin embargo, la comunidad internacional reconoce que el ataque
sistemático a un grupo sobre la base de la nacionalidad, etnia, raza o religión,
tiende a acarrear un potencial mucho mayor para violaciones masivas, por la
mera razón de que las víctimas intentadas pueden individualizarse del resto de la
población con particular facilidad, debido a su diferencia relativamente inmutable.
Dada esta especial vulnerabilidad, se garantiza entonces el proveer a tales grupos
de protección específica (una preocupación que la definición legal de genocidio
refleja en forma apropiada).
No obstante, muchos de los actos cometidos contra miembros de tales grupos
serían de la competencia de la Corte en tanto que crímenes de lesa humanidad si
se cometieran de manera generalizada o sistemática y de conformidad con la
política de un Estado o una organización. Ello en conformidad al carácter de figura
residual del crimen de lesa humanidad propuesto en esta obra.
Se dice que no guarda sentido pretender abarcar o agotar cuáles son los rubros
que convocan a la represión genocida. Que es inútil intentar una definición,
intensiva o extensiva, de cuáles son los grupos posibles como sujetos pasivos del
obrar genocida. Que lo que configura el crimen del genocidio es que el represor
defina y decida cómo se integra el colectivo de sujetos, de seres humanos, sobre
los que se ejercerá el obrar destructivo, eliminatorio, de aniquilamiento. Es más,
que el grupo se configure por razones "políticas" nada agregaría o quitaría a esta
descripción de la figura del genocidio. Que en efecto, quién puede sostener,
racionalmente, que toda destrucción de un grupo nacional, étnico, racial o
religioso, no esté impulsada, fundamentalmente, por razones políticas; o,
inversamente, que las razones políticas no admiten razones nacionales, étnicas,
raciales o religiosas. Decir que existen "razones políticas" establece un necesario
cotejo con el de las llamadas "cuestiones políticas no justiciables", que no es más
que el central tema de la injusticiabilidad del poder.
En suma, más allá de las propuestas de lege ferenda para el caso en comento, es
claro que al tenor de la interpretación del tipo legal de genocidio, éste no incluye
los grupos políticos dentro de su campo de protección.
Acción.
Recordemos que es acción toda conducta humana exterior evitable. Del requisito
que sea exterior, deducimos que no constituyen delito el simple pensamiento, ni la
mera resolución delictiva no puesta de manifiesto externamente, ni la simple
disposición de ánimo. Es el principio básico de que no se castigan los meros
pensamientos o ideas. Que sea evitable apunta al hecho de que el sujeto debe
haber tenido la posibilidad de abstenerse de la conducta y, así, de haber actuado
conforme a derecho. Sólo si la conducta era evitable puede afirmarse respecto de
ella el poder de autodeterminación del sujeto y que corresponde a un fin
determinado por él mismo, lo que constituye la esencia de toda acción.
Resultado.
La definición del artículo 6° del Estatuto de la Corte Penal Internacional no
esclarece la cuestión perenne de qué cantidad de personas tiene que ser
asesinada antes de que se califique el hecho como genocidio. Algunos verán esta
omisión como un defecto mayor en términos del nivel de precisión requerido en
derecho penal. Sin embargo, la pregunta de la cantidad parece formularse sobre
la base de una premisa incorrecta de que tiene que haber por lo menos una
persona muerta antes de que el acto de genocidio se cometa.
Debería tenerse en mente que la definición legal de genocidio no puede
equipararse con el uso de la palabra “genocidio” en el lenguaje coloquial. En otras
palabras, ¿es necesario destruir o intentar destruir a un grupo entero o a una
parte considerable de él para que el acto constituya genocidio? No. Basta con que
el acusado haya intentado destruir a gran número de miembros del grupo en una
comunidad particular, como una ciudad o pueblo, debido a la identidad del grupo.
Se ha afirmado, acertadamente, que ni una sola persona tiene que morir para que
se considere cometido un acto de genocidio, debido al hecho de que la definición
se refiere a cualquiera de los actos extremos que también cuentan como actos de
genocidio, a saber, la lesión grave a la integridad física o mental de los miembros
del grupo, el sometimiento intencional del grupo a condiciones de existencia que
hayan de acarrear su destrucción física, total o parcial, las medidas destinadas a
impedir los nacimientos en el seno del grupo y el traslado por fuerza de niños del
grupo a otro grupo, enumeración lo suficientemente clara y precisa en términos
jurídico –penales.
Por otro lado, se puede imaginar que los jueces de la Corte Penal Internacional
tendrán una saludable dosis de prudencia cuando consideren si acaso un acto
constituye genocidio en una instancia determinada, dado que el genocidio se
reconoce como un crimen de extrema gravedad.
Por lo tanto podemos concluir que si los bienes jurídicos son aquellas realidades o
pretensiones que son útiles para el individuo y su libre desarrollo en el marco de
un sistema social completo construido con esa finalidad o para el funcionamiento
del sistema mismo podemos afirmar que son bienes jurídicos del orden
internacional la propia existencia de los Estados, la existencia de determinado tipo
de grupos humanos, la paz internacional, pero también lo son los bienes jurídicos
individuales fundamentales como la vida humana, la salud individual, la libertad,
etc., pues se trata de bienes sin los cuales no es posible la existencia de ningún
sistema social.
Una vez que hemos demostrado que los bienes jurídicos individuales
fundamentales pueden ser objeto de protección por el Derecho penal
internacional se nos plantea un segundo problema: La mera contemplación de las
figuras de delito tradicionalmente incluidas en el Derecho penal internacional, es
decir, aquellos delitos sobre los que existe una aceptación generalizada de su
consideración como delitos internacionales –crímenes contra la paz, crímenes de
guerra, crímenes contra la humanidad y genocidio– y que son precisamente los
incluidos en el art. 5 del Estatuto de la CPI, nos lleva en principio a la constatación
de que en ellos se protegen bienes jurídicos de diversa índole: unos tienen
carácter colectivo, como la paz internacional, o las relaciones pacíficas entre los
Estados, la existencia de distintos grupos humanos, y otros tienen un carácter
individual, es decir, su portador es el individuo, por ejemplo la vida, la integridad
corporal y la salud, la libertad, etc; pero además podemos comprobar que algunos
de estos bienes jurídicos son privativos del orden internacional, es decir, solo
pueden ser regulados y protegidos por el Derecho internacional, mientras que
respecto de otros, precisamente de los bienes jurídicos individuales
fundamentales, la protección internacional convive con la otorgada a los mismos
por los ordenamientos internos. Por eso se nos plantea el problema de cuál es la
relación entre estos dos ámbitos de protección.
Con ello pasamos a la siguiente cuestión de estudio: cuándo se puede decir que
falla la protección estatal y una conducta se convierte en delito internacional, es
decir, debe intervenir el Derecho penal internacional, que es lo mismo que
preguntarnos cuándo la lesión de bienes jurídicos individuales fundamentales deja
de ser un delito común para convertirse en un crimen internacional.
Una parte de la doctrina ha defendido durante largo tiempo, sin embargo, que los
crímenes contra la humanidad debían cometerse además por determinados
móviles o contra grupos de personas determinados, exigencia que en mi opinión
no puede desprenderse del art. 6c que únicamente exige determinados móviles
para la modalidad de persecución, y además su inclusión no puede justificarse
desde el punto de vista de lo injusto típico y no tendría sino efectos perturbadores.
La jurisprudencia del Tribunal penal internacional para la Antigua Yugoslavia ha
confirmado la innecesaridad de este requisito. Los móviles del autor son
irrelevantes siempre que su conducta se inserte en la política o plan más amplio,
es decir, que no se trate de un acto aislado. Como veremos más adelante, tal
exigencia no ha sido finalmente introducida en la definición de los crímenes contra
la humanidad del Estatuto de la CPI (en adelante, ECPI), a pesar de que alguna
delegación así lo había solicitado, y sólo se mantiene para las persecuciones,
modalidad en las que sí propondré un significado que permita su inclusión como
elemento subjetivo de lo injusto.
Se ha argumentado para explicar esta diferencia que la Ley no 10, como Derecho
de Ocupación, aplicaba Derecho Interno emanado de las autoridades ocupantes,
al contrario que el Tribunal Militar Internacional que pretendía ser un tribunal
internacional administrando Derecho internacional. Los “Principios de Nuremberg”
confirmados por la Asamblea General en su Resolución 95 de 11 dic. 1946,
mantienen, en cambio, en la definición de los crímenes contra la humanidad la
exigencia de relación con los crímenes de guerra o el crimen contra la paz, pero el
requisito desaparece de nuevo en la Convención de 1968 sobre la
imprescriptibilidad de los crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad.
Debido, en parte, al sentimiento de frustración que produjo la impunidad de
algunas conductas cometidas con anterioridad al inicio de la guerra, la doctrina
mayoritaria exigía un concepto de crímenes contra la humanidad que permitiese
el castigo de los mismos con independencia de su relación con otros crímenes de
Derecho Internacional. Sin embargo, este cambio no suponía meramente una
extensión del concepto a otras situaciones liberándolo de la difícil prueba de su
relación con los crímenes contra la paz y los crímenes de guerra. Sacar al crimen
contra la humanidad del contexto bélico en el que había nacido, desvincularlo del
Derecho de la Guerra en el que lo envolvió el proceso de Nuremberg, exigía la
elaboración de un concepto nuevo, diferente del originario. Se estaba creando,
como advirtió el relator especial SPIROPOULOS en el seno de la Comisión de
Derecho Internacional, un delito nuevo. Resulta sorprendente que, a pesar de la
práctica unanimidad en la doctrina sobre la independencia de los crímenes contra
la humanidad respecto de la situación de guerra, el art. 5 del Estatuto del TPIY
continúe vinculándolos a la existencia de un conflicto armado. Además de
sorprendente, la exigencia es sumamente censurable y por ello la doctrina ha
intentado dar una explicación a esta regulación que no suponga un retroceso en
la evolución del crimen contra la humanidad y el TPIY ha reconocido también la
autonomía de la categoría de los crímenes contra la humanidad respecto de los
crímenes contra la paz y de los crímenes de guerra, señalando que, a pesar de
ello, la definición del art. 5 del Estatuto, más restrictiva que la definición general
de los crímenes contra la humanidad, exige un nexo con un conflicto armado
(interno o internacional) -requisito que interpreta de una forma muy laxa- para que
dichos crímenes entren en la competencia del Tribunal.
Respecto de cuál deba ser el sujeto activo de estos delitos, las opiniones
doctrinales se dividieron desde el nacimiento de esta figura entre quienes exigen
la intervención o al menos la tolerancia del poder político49 y quienes defienden
que el delito no exige un sujeto activo especial, pudiendo ser cometido por
individuos privados50. En favor de la primera postura cabe alegar el propio origen
del concepto de crimen contra la humanidad y la jurisprudencia relativa a la
Segunda Guerra Mundial.
a) El crimen de genocidio;
d) El crimen de agresión”.
Por tanto, se optó por el establecimiento de una jurisdicción para la Corte Penal
Internacional de carácter complementaria a las jurisdicciones nacionales.
Art. 7.- 1. A los efectos del presente Estatuto, se entenderá por "crimen de lesa
humanidad" cualquiera de los actos siguientes cuando se cometa como parte de
un ataque generalizado o sistemático contra una población civil y con
conocimiento de dicho ataque:
a) Asesinato;
b) Exterminio;
c) Esclavitud;
f) Tortura;
j) El crimen de apartheid;
EL CASO “COLINA”:
Entre la década del 80 y la primera parte de la década de los noventa se formaron
grupos con respaldo de altos funcionario y autoridades del Estado Peruano los que
tenían la finalidad de llevar graves violaciones a los derechos humanos y crímenes de
Lesa Humanidad y uno de ellos fue el Grupo Colina o también llamado Destacamento
Colina. En su Informe Final de la Comisión de la Verdad y Reconciliación (CVR) al
referirse al Grupo Colina señaló: "según el análisis y los testimonios recogidos por
CVR, el llamado Grupo Colina no actuó al margen de institución militar sino que fue un
destacamento orgánico y funcional ubicado durante este gobierno [del ex presidente
Alberto Fujimori] en la estructura del ejercito en la medida que utilizaba los recursos
humanos logísticos de la dirección de Inteligencia del Ejercito (DINTE), del Servicio de
Inteligencia del Ejercito (SIE) y del Servicio de Inteligencia Nacional (SIN).
Por lo tanto, para su constitución y funcionamiento debía contar con una partida secreta
que cubriera los requerimientos de un contingente militar dedicado en exclusividad a
una actividad ilícita que implico graves violaciones" también se conoce que las
acciones realizadas por éste grupo se centraron en ejecuciones extrajudiciales
desapariciones forzadas y actos de tortura, cuyas víctimas fueron civiles; la ejecución
del periodista Pedro Yauri, la Cantuta, el Santa y la matanza de Barrios Altos. Respecto
al modus operandi del Grupo Colina, la Comisión de la Verdad y Reconciliación
concluyó.
En los Barrios Altos, Santa, Pedo Yauri y Cantuta las principales violaciones a los
derechos humanos cometidas por el Grupo Colina fueron contra los derechos a la vida,
la integridad, la libertad y seguridad personal.
Las víctimas eran identificadas y seleccionadas por sus actividades políticas – entre
estudiantes, profesores, dirigentes sindicales, periodistas – y porque algunas
previamente habían sido detenidas bajo cargos de terrorismo por presuntos vínculos
con Sendero Luminoso o el Movimiento Revolucionario Túpac Amaru. Sin embargo en
ninguno de los casos la Dirección Contra el Terrorismo –DINCOTE ni los órganos
jurisdiccionales lograron comprobar su responsabilidad ni participación en dichas
organizaciones terroristas.
Las víctimas eran detenidas para luego ser ejecutadas o desaparecidas, o ejecutadas
directamente, sin importar la presencia de testigos utilizando armas de fuego con
silenciador. Algunas ejecuciones y desapariciones fueron consumadas
indiscriminadamente, sin tener en cuenta el sexo o la edad llegando incluso a afectar
grupos familiares.
De la calidad de las victimas.- se tiene de la Sentencia "162. Es decir, dicha política del
Estado no era contra la población civil, sino dirigida contra los mandos y delincuentes
terroristas, que no forman parte de la población civil; en consecuencia los delitos
atribuidos a los procesados, tales como asesinatos y lesiones producidas a los
agraviados, vulneraron sus derechos humanos; sin embargo, no configuran el crimen
de lesa humanidad, por no cumplir el requisito".
Se desprende de éste párrafo que los actos del grupo Colina en los casos de Barrios
Altos, el Santa y Pedro Yauri no pueden ser calificados como crímenes de Lesa
Humanidad, porque estas muertes no forman parte de la Población Civil; pero hasta la
fecha a éstas personas nunca se les probó que estuviesen vinculados con grupos
terroristas. Además el Tribunal constitucional y La Corte Interamericana de Derechos
Humanos han calificado sus acciones como crímenes de Lesa Humanidad,
independientemente de la situación particular de las víctimas y su pertenencia o no al
grupo terrorista.
Del derecho de defensa de los imputados.- Se tiene de la Sentencia de Villa Stein "de
la revisión de los autos se advierte que, iniciados el proceso Penal en cuestión,
conforme se verifica de la denuncias Fiscales y Auto de Apertura de instrucción, así
como de sus ampliaciones, las conductas imputadas a los encausados se encontraban
subsumidas en los delitos de homicidio calificado, secuestro y asociación ilícita; siendo
recién en el dictamen acusatorio emitido por el representante del Ministerio Público
donde se formuló acusación con los ilícitos antes referidos, alegando que éstos
constituyen crímenes de lesa Humanidad; sin tener en consideración que dicha
naturaleza (…) no fue materia de denuncia, ni instrucción, siendo recién en la
acusación en la que se consignó, afectando con ello en derecho de defensa… ".
Se tiene en el Artículo 349 de NCPP inciso 2 " La acusación sólo puede referirse a
hechos y personas incluidos en la Disposición de formalización de la Investigación
preparatoria, aunque se efectuare una distinta calificación jurídica." Con tal acusación
no se estaría vulnerando el derecho de defensa de los Acusados, a menos que se éste
modificando los hechos objeto de acusación, lo que no es así. Esta interpretación se
hace conforme al Sistema garantista – acusatorio que va encaminado Nuestro País.
Además cuando la sala sostiene que los miembros del Grupo colina fueron acusados
sin tener el derecho de defensa por no encontrarse el nomen iuris en la denuncia, ni en
la instrucción, solo se intenta desvirtuar la gravedad de los hechos; pero se advierte
que se denunció y existe un auto Apertorio por los delitos de homicidio calificado,
secuestro y asociación ilícita los cuales son delitos de Lesa Humanidad, por las
circunstancias analizadas; por lo cual se tiene una Sentencia condenatoria por los
delitos de homicidio calificado y secuestro en los hechos de Barrios Altos, Santa, Pedro
Yauri y la Cantuta que son delitos de Lesa Humanidad.
CAPITULO III
DESAPARICION FORZADA
ANTECEDENTES HISTÓRICOS
SUJETO ACTIVO
SUJETO PASIVO
"… este Tribunal considera como parte lesionada al señor Santiago Gómez
Palomino, por las violaciones a sus derechos consagrados en los artículos 4, 5, 7,
8.1 y 25 de la Convención Americana, en relación con el artículo 1.1 de la misma,
cometidas en su perjuicio (supra párrs. 35 a 38 y 86). Asimismo, las señoras
Victoria Margarita Palomino Buitrón, Esmila Liliana Conislla Cárdenas, María
Dolores Gómez Palomino, Luzmila Sotelo Palomino, Emiliano, Mercedes, Mónica,
Rosa y Margarita, todas Palomino Buitrón, y la niña Ana María Gómez son
víctimas de la violación de los derechos consagrados en los artículos 5, 8.1 y 25
de la Convención Americana, en relación con el artículo 1.1 de la misma (supra
párrs. 37, 38, 68 y 86). Todas ellas deben considerarse comprendidas dentro de
la categoría de parte lesionada y son acreedoras de las reparaciones que fije la
Corte, tanto en relación con el daño material como con el daño inmaterial, cuando
correspondan unos y otros."
TIPICIDAD OBJETIVA
• Que se niegue la captura: Es decir que los sujetos que tienen privada de la
libertad a la víctima no reconozcan el hecho o,
• Que se omita dar información: No necesariamente tiene que existir negación del
hecho. Puede simplemente omitirse informar sobre la captura, guardar silencio
acerca de la misma o del paradero de la víctima
Para Córdoba Triviño existen en esta conducta cuatro momentos especiales que
la describen, siendo éstos:
En la descripción típica del Art. 320° del CP Peruano, se menciona dos formas de
ejecución de la acción, contenidas en los verbos rectores "ordenar" acciones que
causen la desaparición forzada y "ejecutar" acciones que den como consecuencia
el mismo resultado.
La Corte concluye, que ello implica que los Estados deben tipificar el delito de
desaparición forzada tomando en cuenta los elementos previstos para el tipo
penal en el ordenamiento jurídico interno dispuestos en el artículo II de la
Convención Interamericana sobre desaparición forzada, posición que es
compartida por el Grupo de Trabajo de las Naciones Unidas sobre la
Desaparición Forzada o Involuntaria de Personas. En tal sentido, debe tenerse en
cuenta lo que dispone el artículo II de la Convención Interamericana sobre
desaparición forzada:
Del mismo modo, debe tenerse en cuenta la recomendación del citado Grupo de
Trabajo de incorporar en la tipificación del delito de desaparición forzada de
personas al menos los siguientes elementos concurrentes.
De forma tal que, para que el Perú cumpla con el deber general de garantizar la
plena protección contra la desaparición forzada de conformidad con sus
obligaciones derivadas de los artículos 1 y 2 de la Convención Americana sobre
Derechos Humanos y I b) de la Convención Interamericana sobre Desaparición
Forzada, el derecho penal debe asegurar la sanción de todos los "autores,
cómplices y encubridores del delito de desaparición forzada de personas", sean
agentes del Estado o "personas o grupos de personas que actúen con la
autorización, el apoyo o la aquiescencia del Estado.
TITPICIDAD SUBJETIVA
REFERENCIAS JURISPRUDENCIALES
TORTURA
DEFINICIÓN
Artículo 1º
Esto significa que la agresión contra la integridad física o psíquica del sometido debe
cumplir con dos características agravantes que le darán el carácter de tortura son la
gravedad que ésta tiene y la intencionalidad de infligirla. Es por eso que no podría
considerarse tortura las incomodidades que el preso cumple en la cárcel, las cuales
son algo inherentes al confinamiento
La finalidad que tiene el acto son generalmente una o varias de las señaladas en la
definición, ya que a no ser que se trate de un acto sádico, la tortura tiene un fin de
por sí y es lograr de manera rápida de lograr castigar o forzar a alguien a
autoinculparse. Se incluye además cualquier razón basada en cualquier tipo de
discriminación
El Estado que ratifica un tratado se convierte en un Estado Parte del tratado, por lo
que adquiere todas las obligaciones contenidas en él, salvo las reservas que
pudieren hacer en casos calificados.
Siempre que existan motivos razonables para creer que en el Estado parte se
cometen torturas, se procederá prontamente a una investigación pronta e imparcial.
Ninguna declaración ni confesión que se demuestre haber sido obtenida bajo tortura
será válida para los efectos de configurar prueba en procedimiento alguno,
salvo contra el torturador.
Las torturas realizadas por lo que hoy es el Tribunal del Santo Oficio marcaron una
de las fases más tristemente célebres dentro de la historia. A pesar que la tortura era
algo común dentro del proceso judicial -ya fuere para arrancar confesiones o como
pena propiamente tal- de la Edad Media, los tormentos aplicados en España fueron
los más conocidos debido a la prolijidad de documentación sobre el tema que se
dejó por parte de los Inquisidores
Los motivos que debían darse para aplicar el tormento eran los siguientes
Hasta el siglo XVII bastaba con la unanimidad del Tribunal para que se aplicara el
tormento, lo cual llevó a muchas e innecesarias brutalidades por parte de éstos.
Para evitar estos abusos, se decretó en las Instrucciones del infame Tomás de
Torquemada que solo la Suprema
Las sesiones en un principio no podían durar más de una hora y media, y estaba
absolutamente prohibido el derramamiento de sangre
La confesión era algo importante de obtener, ya que en ella se basaban tanto las
sentencias condenatorias como absolutorias. Por ello es que se consideraba justo
que si el acusado no confesaba, debía obtenerse la confesión por la fuerza.
PRINCIPALES MÉTODOS DE TORTURA
A) Tormento de Potro
De acuerdo a las Instrucciones de Tormento, consistía en que una vez inmovilizado
el reo en la plataforma-potro, se le aplicaba una larga cuerda (o cadena) de modo
que con ella se recorría y arrollaba su cuerpo pasandola por varias puntos
(muñecas, antebrazos, brazos, cintura, muslos, pantorrillas, tobillos, pulgares...) y
haciéndola pasar, alternadamente, por las distintas argollas del potro. Finalmente los
dos extremos de la cuerda o cadena se fijaban a un sistema de rueda que al girar
ejercía a la acción de un torniquete y ceñía la cuerda (o cadena). El método actuaba
sobre la víctima de dos modos: por una parte provocaba dolorosa presión y
laceración en las distintas partes del cuerpo por donde se había arrollado la cuerda,
y por otra causaba dislocaciones cuando al reo, al cual se le había atado en
posiciones forzadas para susarticulaciones. Por ejemplo si se habíanmantenído los
brazos cruzados sobre el pecho, se acababa forzando a la dislocación de hombros y
muñecas si el verdugo no era suficientemente cuidadoso.
Al igual que en el caso anterior, primero se fijaba al reo en el potro con grilletes, y en
este caso se le aplicaban distintas cuerdas que se arrollaban como torniquetes
independientes en distintas partes del cuerpo (las mismas partes que en caso
anterior). Sobre cada una el verdugo se ejercía la presión que se considerab
conveniente, independientemente unas de otras. Este metodo era el primero que se
aplicaba en los interrogatorios y por lo general se empezaba con un solo torniquete
en el brazo y si el reo "no colaboraba" confesando, se le iban añadiendo más
torniquetes en otras tantas partes del cuerpo. Cada torniquete se accionaba
independientemente.
.El Médico examinaba al acusado antes, durante y después del tormento. Antes del
tormento para estimar su posible resistencia e incluso para impedirlo o aconsejar
posponerlo. Durante el tormento para limitar la aplicación del tormento a
determinadas partes del cuerpo, las que el consideraba como "sanas" y evitar la que
el consideraba como "enfermas" o dañadas. Y después del tormento para establecer
el alcance de los daños infligidos.
Estos pequeños párrafos son transcripciones del proceso de tormento seguido en
contra de Beatriz de Padilla, mujer que fue víctima de abusos y envidia por parte de
sus vecinas, las que terminaron acusándola de practicar el Islam. Para conformar
dichos cargos, fue primero sometida a tormentos la mejor amiga de la víctima, María
Zamorana, quien para no seguir siendo flagelada se vio en necesidad de dar una
confesión que nunca fue verdad. Fue así como se llevó a Padilla al Tribunal de
Inquisición para confesar el crimen que nunca cometió, pero que llevada por los
intensos dolores que le ocasionaron las torturas, confesó y fue condenada a morir en la
hoguera 13 de Diciembre de 1598 en la Plaza Mayor de Cuenca.
Saddam gobernó con mano de hierro la nación, y contaba con una policía secreta
que perseguía todo desacato a la autoridad, léase disidencia e inconformidad con el
régimen. Se caracterizó este gobierno por ser un gran torturador, un defensor de la
tradición islámica y firme defensor de su sitial de poder ganado por la fuerza.
- Colgar del techo.- Se venda los ojos a las víctimas, se las desnuda y se las
cuelga por las muñecas, a menudo con las manos atadas. Esto causa la
dislocación de la clavícula y el desgarro de músculos y ligamentos.
ANÁLISIS
Los hechos que han ocasionado muertes y lesiones pueden haber respondido a
un plan o a una política previamente concebida de intervención. En tal sentido, la
respuesta violenta puede haber estado programada, definida en un
planeamiento previo. Si bien se ha sostenido que las víctimas son el resultado
de actos aislados y no como parte de un plan o política dirigidos a causar las
muertes o lesiones, el elemento sistemático es una posibilidad no descabellada
que debe ser evaluada igualmente. Las acciones que derivan en la comisión de
crímenes de lesa humanidad deben ser llevadas a cabo con la tolerancia,
aquiescencia o participación del poder político, por el poder público encarnado
en el Estado o en una organización con rasgos similares. En el caso de las
protestas sociales, la respuesta es del Estado. De modo que es posible que este
haya participado, a través de sus agentes, de manera activa en la comisión de
los hechos, de forma permisiva o con tolerancia. Ciertamente, un estudio o
análisis de la comisión de estos hechos en las circunstancias descritas, debe
estar despojado de toda intencionalidad política y exenta de parcialidades
odiosas, a efectos de evitar la banalización del crimen de lesa humanidad.
CONCLUSIONES
Es posible sostener que los elementos que configuran los crímenes contra la
humanidad, pueden presentarse en hechos o actos que transcurran en cualquier
contexto y circunstancia ajena a los conflictos armados, como pueden ser las
manifestaciones públicas o las protestas sociales. El crimen contra la humanidad
puede cometerse en tiempos de guerra o en tiempos de paz.
RECOMENDACIONES
BIBLIOGRAFÍA
1.- YVES TERNON. El Estado Criminal. Los Genocidios en el Siglo XX. Edición la
Península, Barcelona, 1995.
2.- JoseBurneoLabrin JURISDICCION UNIVERSAL Y EX JEFES DE ESTADO EL
CASO PINOCHET, PUCP, 2009.
6.- El texto del Estatuto de Roma que se distribuyó como documento A/CONF.183/9, de
17 de julio de 1998, enmendado por los procès-verbaux de 10 de noviembre de 1998,
12 de julio de 1999, 30 de noviembre de 1999, 8 de mayo de 2000, 17 de enero de
2001 y 16 de enero de 2002. El Estatuto entró en vigor el 1o de julio de 2002.
8.- Fragmentos de la sentencia emitida por la sala Permanente Presidida por el Juez
Supremo Javier Villa Stein.
12.- Código Penal JURISTA EDITORES E.I.R.L. LIMA – Edición Junio del 2012.
13.- Ramiro Salinas Siccha, DERECHO PENAL PARTE ESPECIAL cuarta edición
Noviembre 2010, EDITORIAL GRIJLEY vol. I.