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DIRECCIÓN EJECUTIVA DE

EDUCACIÓN Y DOCTRINA PNP

ESCUELA DE EDUCACIÓN SUPERIOR TÉCNICO PROFESIONAL PNP


“HÉROE NACIONAL CAPITÁN PNP ALIPIO PONCE VÁSQUEZ”

PUENTE PIEDRA

SÍLABO DESARROLLADO

DE

CODIGO CIVIL

IV PERIODO
PROMOCIÓN 2021 - I
“HEREDEROS DEL BICENTENARIO”

2022

1
SILABO DESARROLLADO
DERECHO CIVIL
(PROGRAMA REGULAR IV PERIODO - 2022)

I. DATOS GENERALES
PROGRAMA REGULAR : FORMACIONTECNICO PROFESIONAL
EJE CURRICULAR : Formación Técnico Especializada
AREA EDUCATIVA : Formación Básica
AREA COGNITIVA : Ciencias Jurídicas
AÑO DE ESTUDIO : Cuarto
HORAS SEMESTRALES : 64 horas Académicas
HORAS SEMANALES : 04 horas
PERIODO ACADEMICO : IV Semestre
II. SUMILLA
La Asignatura forma parte del Currículo de Estudios de la Escuela de Educación Superior
Técnico Profesional de Suboficiales PNP, sus Unidades de Aprendizaje comprenden
contenidos relacionados con el Derecho Civil: Conceptos básicos del Derecho, Título
Preliminar del Código Civil, Derecho de las Personas y el Acto Jurídico.

III. OBJETIVOS
A. OBJETIVO GENERAL
Proporcionar conocimientos sobre aspectos del Derecho Civil que se
correlacionan con el ejercicio de la función policial.
B. OBJETIVOS ESPECÍFICOS
Proporcionar conocimientos sobre aspectos del Código Civil que se correlacionan
con el ejercicio de la función policial.

1. Profundizar el dominio de los Derechos Civiles para comprender las capacidades


e incapacidades de las personas.
2. Identificar los aspectos que otorgan validez al acto jurídico, así como sus
características y consecuencias.
3. Comprender el ámbito de la Representación, así como lo referente a los Registros
Públicos.

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IV. CONTENIDO

I UNIDAD
EL DERECHO CIVIL
• Primera Sesión
PRIMERA Concepto básico de: Derecho, Derecho Privado,
SEMANA Derecho Civil.
(DEL 10 AL • Segunda Sesión
15 La Constitución Política del Perú y los derechos
ENE.2022) fundamentales de la persona
Código Civil: Principios del Título Preliminar

• Primera Sesión
DERECHOS DE LAS PERSONAS
Clases de personas: Personas Naturales: Principio
SEGUNDA y derechos de las Personas
SEMANA Nombre, Domicilio. Capacidad e Incapacidad de
ejercicio.
(DEL 17 AL • Segunda Sesión
22 Ausencia: Desaparición y Declaración de Ausencia,
ENE.2022)

• Primera Sesión
Fin de la persona: Muerte, Declaración de
muerta presunta, Reconocimiento de Existencia,
TERCERA Registro del Estado Civil: atribuciones y
SEMANA funciones dela RENIEC.
(DEL 24 AL • Segunda Sesión
29 Personas Jurídicas sin fines de lucro:
ENE.2022) Disposiciones Generales, el fin no lucrativo. -
personas jurídicas. - constitución de las personas
jurídicas.

• Primera Sesión
CUARTA Personas Jurídicas: clases. - personas jurídicas
SEMANA inscritas.
- Asociación, Fundación
(DEL 31 ENE. Comité. -personas jurídicas no
AL 5 FEB. inscritas
2022) • Segunda Sesión
Comunidades campesinas y nativas:
Disposicionesgenerales.

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II UNIDAD
EL ACTO JURÍDICO
• Primera Sesión
El acto jurídico. Concepto. Requisitos para su
QUINTA validez La manifestación de voluntad, clases.
SEMANA Formalidad: Clases. El silencio.
(DEL 7 AL • Segunda Sesión
12 La Representación, concepto, clases:Legal,
FEB.2022) Convencional o voluntaria, Directa e Indirecta.

• Primera Sesión
La Formalidad de la Representación. El Poder:
Clases.Representación sin Poder. Ratificación del
Acto Jurídico. La revocación del Poder, y sus
modalidades
SEXTA Vicios de la voluntad en la representación. - Poder.
SEMANA - Poder especial para representación legal.
(DEL 14 AL Taller: Estudio de casos.
19 • Segunda Sesión
FEB.2022) Interpretación del Acto Jurídico. Concepto.
Finalidad- Sistemas de Interpretación.
Interpretación en el CódigoCivil
Destinatarios de las normas de Interpretación del
Acto Jurídico. Clases de Interpretación del Acto
Jurídico

SÉTIMA
SEMANA EXAMEN PARCIAL I
(DEL 21
AL 26
FEB,2022)
III UNIDAD
• Primera Sesión
Modalidades del Acto Jurídico. Concepto. La
OCTAVA Condición. Concepto. - Características. -
SEMANA Clasificación.
(DEL 28 FEB. Segunda Sesión
AL 5 MAR.2022) El Plazo. Concepto. Clases. Beneficio.
Caducidad. Cómputo.
El Cargo. Concepto. Transmisibilidad.
exigibilidad. Imposibilidad e ilicitud.

4
• Primera Sesión
Simulación del Acto Jurídico. Concepto.
Características. Clases
NOVENA Acto simulado. Efectos del acto jurídico simulado.
SEMANA • Segunda Sesión
(DEL 7 AL Fraude del Acto Jurídico. Concepto. Clases.
12 Acción Pauliana o Revocatoria. Requisitos.
FEB.2022) Efectos.

IV UNIDAD
• Primera Sesión
DÉCIMA Vicios de la Voluntad. Concepto. Clasificación: Error
SEMANA Concepto. Clases.
(DEL 14 AL • Segunda Sesión
19 Dolo. Concepto. Clases.
MAR.2022) Violencia. Concepto. Requisitos
Intimidación: elementos
Diferencias entre Simulación y Fraude.
Diferencias entre Error y Dolo.
Diferencias entre Intimidación y Violencia
DÉCIMA V UNIDAD
PRIMERA • Primera Sesión.
SEMANA Nulidad del Acto Jurídico. Noción. Efectos
(DEL 21 AL • Segunda Sesión
26 Anulabilidad del Acto Jurídico. Causales.
MAR.2022) .

DÉCIMA
SEGUNDA
SEMANA EXAMEN PARCIAL II
(DEL 28 MAR.
AL 2
ABR.2022)
• Primera Sesión
DÉCIMA Confirmación del Acto Jurídico. Concepto.
TERCERA Características. Clases. Requisitos
SEMANA • Segunda Sesión
(DEL 4 AL Actos Ilícitos. Concepto. Responsabilidad Civil. -
9 Elementos. Responsabilidad Contractual y
ABR.2022) Responsabilidad Extracontractual.
.

5
DÉCIMO • Primera Sesión
CUARTA Elementos de la Responsabilidad Extracontractual:
SEMANA Dañoy Culpa.
La Imputabilidad
Extracontractual.Daños no
(DEL 11 AL 16 reparables.
ABR.2022) Responsabilidad Indirecta.
• Segunda Sesión
La responsabilidad por riesgo.
Concurrencia de
responsabilidades.Cláusula de
irresponsabilidad.

DÉCIMA
QUINTA
SEMANA SUSTENTACION DE TRABAJOS
(DEL 18 AL APLICATIVOS
23 ABR.2022)

DÉCIMO
SEXTA
SEMANA EXAMEN FINAL
(DEL 25
AL 30
ABR.2022)

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V. PROCEDIMIENTOS DIDÁCTICOS
A. Las técnicas de enseñanza se orientarán a la interacción permanente
docente – educando, enmarcadas en la cultura participativa, y el trabajo
en equipo.
B. Se promoverá la investigación permanente y la exposición de los
conocimientos adquiridos.
C. El desarrollo de los contenidos curriculares será eminentemente objetivo
mediante el empleo de Mapas Conceptuales.
VI. EQUIPOS Y MATERIALES
El docente para el desarrollo de la asignatura empleará los siguientes equipos
y materiales:

EQUIPOS
Computador (vía zoom)
MATERIALES
Proveerá Separatas a los educandos, diapositivas virtuales, así como empleará
presentación de diapositivas en power point, transparencias o videos para reforzar
las técnicas de enseñanza.

VII. EVALUACIÓN
La asistencia a las sesiones teóricas es obligatoria en el 70% y a los Talleres en
el 90%, en caso contrario de no existir justificación alguna por la Sub Dirección
Académica de la EESTP H.N.CAP PNP APV, el estudiante desaprobará la asignatura.
El proceso de evaluación del aprendizaje será permanente, comprenderá:

A. Evaluación Formativa Interactiva, en relación a la participación activa del


estudiante PNP en el aula. El promedio de las intervenciones orales constituirá
Nota de Paso Oral.
B. Evaluación Formativa o de Proceso para comprobar el rendimiento
académico, pronosticar posibilidades de desarrollo y reorientar la
metodología, compromete la aplicación de:
1. Talleres, Exposiciones.
2. Dos exámenes escritos parciales (7ª y 12ª semana), enmarcados en los
Modelos de la Prueba Objetiva, pudiendo, además, contener preguntas
tipo desarrollo y situación problema, en las que prime el empleo de la
capacidad reflexiva, la correlación de criterios, el análisis y el pensamiento
lógico.
3. Un trabajo de investigación monográfica que se valorará en su forma y
contenido.
D . Evaluación Sumativa orientada a comprobar el nivel de desarrollo cognoscitivo,
reflexivo y del pensamiento lógico, para lo cual se aplicará un examen final
(16ª semana), de similar característica empleada en los exámenes parciales.
E. El Promedio General se calculará en concordancia con las disposiciones
establecidas en el Manual de Régimen de Educación de las Escuelas de
Formación de la PNP, conforme se detalla a continuación:

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Promedio General:

PG = PEP (3) + PO (1) + TA (2) +EF (4)


PEP= Promedio de Exámenes Parciales
PO = Paso Oral
TA = Trabajo de Investigación Monográfica
EF = ExamenVIII
FinalBIBLIOGRAFÍA BÁSICA

A. ARIAS SCHREIBER, Max. “Exégesis del Código Civil Peruano”. 1984.


B. CORVETO VARGAS, Aníbal. “Manual Elemental del Derecho
Civil Peruano”.
C. DE CASTRO Y BRAVO, Federico. “Derecho de las Personas”.
D. FERNÁNDEZ SESSAREGO, Carlos. “Derecho de las Personas”.
E. FERRERO COSTA, Raúl. “El Negocio Jurídico”. 1974.
F. LEON BARANDIARAN, José. “Tratado del Derecho Civil
Peruano”.Tomo I - II
G. LLOVERAS DERESK y otros. “Lecciones de Derecho Civil”.
H. OSTERLING PARODI, Felipe. “Las Obligaciones”. Fondo
Editorial PUCP. Lima – Perú. 1999.
I. PALACIOS PIMENTEL, Gustavo. “Elementos del Derecho Civil
Peruano”. Facultad de Derecho de la UNSAA. Cusco - Perú.
1998
J. ROMERO ZAVALA, Luis. “El Derecho de las Obligaciones en el
Perú”.Facultad de Derecho y Ciencias Políticas. UIGDLV. Lima –
Perú. 1996.
K. VIDAL RAMÍREZ, Fernando. “Código Civil”. Edición 2005. -
Gaceta Jurídica.
L. ARIAS SCHREIBER, Max.” Código Civil Comentado - Gaceta
Jurídica.(209 especialistas).

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I UNIDAD
SEMANA
PRIMERA
SESION PRIMERA

EL DERECHO CIVIL
Concepto básico de Derecho, Derecho Privado, Derecho Civil

1. CONCEPTO DE DERECHO
Etimológicamente, significa guiar rectamente un hecho hacia un fin, sin
desviarse ni perderse.

Para algunos tratadistas Derecho significa: Pedro Flores Polo.- Es el conjunto


de normas previstas de sanciones que rigen las relaciones de los hombres en
la sociedad; es por ello que la sociabilidad del hombre nacida de su propia
naturaleza,la exigencia de regular su conducta mediante normas y el deber de
ser orientado hacia valores; así como Miguel Reale, teoría tridimensional del
derecho, considera como integración de tres elementos, (hecho, valor y norma),
por tanto son elementosintegrantes de una definición del derecho; la conducta
social del hombre como persona, la necesidad de regularla mediante un
sistema de normas y los valores hacia los cuales debe orientarse esa
conducta.

2. EL DERECHO PÚBLICO
Es el conjunto de normas que regulan la organización, actividad y fines del
Estado ydemás entes públicos en sí y sus relaciones (relaciones entre Estados
y entre entidades oficiales) con los particulares, destinados a la tutela o
defensa del ser humano y al cumplimiento de los intereses generales de la
comunidad.

3. EL DERECHO PRIVADO
Es un conjunto de normas jurídicas, cuyo objetivo consiste en regular los
intereses particulares de los individuos, a través de los códigos y leyes que al
efecto se dicten.

4. CONCEPTO DE DERECHO CIVIL


Para, el tratadista Dr. ALBERTO VASQUEZ RIOS; Es la disciplina que cubre
todaslas fases de la vida del hombre, desde cuándo es concebido hasta su
muerte, cubriendo en dicho lapso los actos jurídicos, los contratos, la
constitución familiar, en sus relaciones con los demás hombres y de éstos con
las cosas, cuya expresión elocuente de esta última relación es la propiedad
privada1.

Según el diccionario jurídico; el Derecho Civil es la parte fundamental del


Derecho Privado que comprende las normas relativas al Estado y capacidad de
las personas,la familia, el patrimonio, la transmisión de los bienes, los contratos
y las obligaciones.

1
VASQUEZ RIOS, Alberto. DERECHO DE LAS PERSONAS. Tomo I. Editorial San Marcos. Lima 2005. Pag. 24

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CONSTITUCIÓN POLÍTICA DEL PERÚ
TITULO I
DE LA PERSONA y LA SOCIEDAD
Artículo 1º.-

La defensa de la persona humana y el respeto de su dignidad son el fin supremo de


la sociedad y del Estado.

Artículo 2º.-
Toda persona tiene derecho:

1. A la vida, a su identidad, a su integridad moral, psíquica y física y a su libre


desarrollo y bienestar. El concebido es sujeto de derecho en todo cuanto le
favorece.
2. A la igualdad ante la ley. Nadie debe ser discriminado por motivo de origen, raza,
sexo, idioma, religión, opinión, condición económica o de cualquiera otra índole.
3. A la libertad de conciencia y de religión, en forma individual o asociada. No hay
persecución por razón de ideas o creencias. No hay delito de opinión. El ejercicio
público de todas las confesiones es libre, siempre que no ofenda la moral ni
altere el orden público.
4. A las libertades de información, opinión, expresión y difusión del pensamiento
mediante la palabra oral o escrita o la imagen, por cualquier medio de
comunicación social, sin previa autorización ni censura ni impedimento algunos,
bajo las responsabilidades de ley. Los delitos cometidos por medio del libro, la
prensa y demás medios de comunicación social se tipifican en el Código Penal
y se juzgan en el fuero común. Es delito toda acción que suspende o clausura
algún órgano de expresión o le impide circular libremente. Los derechos de
informar y opinar comprenden los de fundar medios de comunicación.
5. A solicitar sin expresión de causa la información que requiera y a recibirla de
cualquier entidad pública, en el plazo legal, con el costo que suponga el pedido.
Se exceptúan las informaciones que afectan la intimidad personal y las que
expresamente se excluyan por ley o por razones de seguridad nacional. El
secreto bancario y la reserva tributaria pueden levantarse a pedido del juez, del
Fiscal de la Nación, o de una comisión investigadora del Congreso con arreglo a
ley y siempre que se refieran al caso investigado.
6. A que los servicios informáticos, computarizados o no, públicos o privados, no
suministren informaciones que afecten la intimidad personal y familiar.
7. Al honor y a la buena reputación, a la intimidad personal y familiar, así como a la
voz y a la imagen propias. Toda persona afectada por afirmaciones inexactas o
agraviadas en cualquier medio de comunicación social tiene derecho a que este
se rectifique en forma gratuita, inmediata y proporcional, sin perjuicio de las
responsabilidades de ley.
8. A la libertad de creación intelectual, artística, técnica y científica, así como a la
propiedad sobre dichas creaciones y a su producto. El Estado propicia el acceso
a la cultura y fomenta su desarrollo y difusión.
9. A la inviolabilidad del domicilio. Nadie puede ingresar en él ni efectuar
investigaciones o registros sin autorización de la persona que lo habita o sin
mandato judicial, salvo flagrante delito o muy grave peligro de su perpetración.
Las excepciones por motivos de sanidad o de grave riesgo son reguladas por la
ley.

10
10. Al secreto y a la inviolabilidad de sus comunicaciones y documentos privados.
Las comunicaciones, telecomunicaciones o sus instrumentos solo pueden ser
abiertos, incautados, interceptados o intervenidos por mandamiento motivado
del juez, con las garantías previstas en la ley. Se guarda secreto de los asuntos
ajenos al hecho que motiva su examen. Los documentos privados obtenidos
con violación de este precepto no tienen efecto legal. Los libros, comprobantes
y documentos contables y administrativos están sujetos a inspección o
fiscalización de la autoridad competente, de conformidad con la ley. Las
acciones que al respecto se tomen no pueden incluir su sustracción o
incautación, salvo por orden judicial.
11. A elegir su lugar de residencia, a transitar por el territorio nacional y a salir de
él y entrar en él, salvo limitaciones por razones de sanidad o por mandato
judicial o por aplicación de la ley de extranjería.
12. A reunirse pacíficamente sin armas. Las reuniones en locales privados o
abiertos al público no requieren aviso previo. Las que se convocan en plazas y
vías públicas exigen anuncio anticipado a la autoridad, la que puede prohibirlas
solamente por motivos probados de seguridad o de sanidad públicas.
13. A asociarse y a constituir fundaciones y diversas formas de organización
jurídica sin fines de lucro, sin autorización previa y con arreglo a ley. No pueden
ser disueltas por resolución administrativa.
14. A contratar con fines lícitos, siempre que no se contravengan leyes de orden
público.
15. A trabajar libremente, con sujeción a ley.
16. A la propiedad y a la herencia.
17. A participar, en forma individual o asociada, en la vida política, económica,
social y cultural de la Nación. Los ciudadanos tienen, conforme a ley, los
derechos de elección, de remoción o revocación de autoridades, de iniciativa
legislativa y de referéndum.
18. A mantener reserva sobre sus convicciones políticas, filosóficas, religiosas o de
cualquiera otra índole, así como a guardar el secreto profesional.
19. A su identidad étnica y cultural. El Estado reconoce y protege la pluralidad
étnica y cultural de la Nación. Todo peruano tiene derecho a usar su propio
idioma ante cualquier autoridad mediante un intérprete. Los extranjeros tienen
este mismo derecho cuando son citados por cualquier autoridad.
20. A formular peticiones, individual o colectivamente, por escrito ante la autoridad
competente, la que está obligada a dar al interesado una respuesta también
por escrito dentro del plazo legal, bajo responsabilidad. Los miembros de las
Fuerzas Armadas y de la Policía Nacional solo pueden ejercer individualmente
el derecho de petición.
21. A su nacionalidad. Nadie puede ser despojado de ella. Tampoco puede ser
privado del derecho de obtener o de renovar su pasaporte dentro o fuera del
territorio de la República.
22. A la paz, a la tranquilidad, al disfrute del tiempo libre y al descanso, así como a
gozar de un ambiente equilibrado y adecuado al desarrollo de su vida.
23. A la legítima defensa.
24. A la libertad y a la seguridad personales. En consecuencia:
a. Nadie está obligado a hacer lo que la ley no manda, ni impedido de hacer lo
que ella no prohíbe.

11
b. No se permite forma alguna de restricción de la libertad personal, salvo en
los casos previstos por la ley. Están prohibidas la esclavitud, la servidumbre
y la trata de seres humanos en cualquiera de sus formas.
c. No hay prisión por deudas. Este principio no limita el mandato judicial por
incumplimiento de deberes alimentarios.
d. Nadie será procesado ni condenado por acto u omisión que al tiempo de
cometerse no esté previamente calificado en la ley, de manera expresa e
inequívoca, como infracción punible; ni sancionado con pena no prevista en
la ley.
e. Toda persona es considerada inocente mientras no se haya declarado
judicialmente su responsabilidad.
f. Nadie puede ser detenido sino por mandamiento escrito y motivado del juez
o por las autoridades policiales en caso de flagrante delito. El detenido debe
ser puesto a disposición del juzgado correspondiente, dentro de las
veinticuatro horas o en el término de la distancia. Estos plazos no se aplican
a los casos de terrorismo, espionaje y tráfico ilícito de drogas. En tales casos,
las autoridades policiales pueden efectuar la detención preventiva de los
presuntos implicados por un término no mayor de quince días naturales.
Deben dar cuenta al Ministerio Publico y al juez, quien puede asumir
jurisdicción antes de vencido dicho termino.
g. Nadie puede ser incomunicado sino en caso indispensable para el
esclarecimiento de un delito, y en la forma y por el tiempo previstos por la
ley. La autoridad está obligada bajo responsabilidad a señalar, sin dilación y
por escrito, el lugar donde se halla la persona detenida.
h. Nadie debe ser víctima de violencia moral, psíquica o física, ni sometido a
tortura o a tratos inhumanos o humillantes. Cualquiera puede pedir de
inmediato el examen médico de la persona agraviada o de aquella
imposibilitada de recurrir por si misma a la autoridad. Carecen de valor las
declaraciones obtenidas por la violencia. Quien la emplea incurre en
responsabilidad.

Artículo 3º.-
La enumeración de los derechos establecidos en este capítulo no excluye los demás
que la Constitución garantiza, ni otros de naturaleza análoga o que se fundan en la
dignidad del hombre, o en los principios de soberanía del pueblo, del Estado
democrático de derecho y de la forma republicana de gobierno.

CÓDIGO CIVIL

TITULO PRELIMINAR

Articulo I.- Abrogación de la ley


La ley se deroga solo por otra ley.
La derogación se produce por declaración expresa, por incompatibilidad entre la
nueva ley y la anterior o cuando la materia de esta es íntegramente regulada por
aquella.
Por la derogación de una ley no recobran vigencia las que ella hubiere derogado.

12
Articulo II.- Ejercicio abusivo del derecho
La ley no ampara el ejercicio ni la omisión abusiva de un derecho. Al demandar
indemnización u otra pretensión, el interesado puede solicitar las medidas cautelares
apropiadas para evitar o suprimir provisionalmente el abuso.

Articulo III.- Aplicación de la ley en el tiempo


La ley se aplica a las consecuencias de las relaciones y situaciones jurídicas
existentes. No tiene fuerza ni efectos retroactivos, salvo las excepciones previstas
en la Constitución Política del Perú.

Artículo IV.- Aplicación analógica de la ley


La ley que establece excepciones o restringe derechos no se aplica por analogía.

Artículo V.- Orden público, buenas costumbres y nulidad del acto jurídico
Es nulo el acto jurídico contrario a las leyes que interesan al orden público o a las
buenas costumbres.

Artículo VI.- Interés para obrar


Para ejercitar o contestar una acción es necesario tener legítimo interés económico
o moral.
El interés moral autoriza la acción solo cuando se refiere directamente al agente o a
su familia, salvo disposición expresa de la ley.

Articulo VII.- Aplicación de norma pertinente por el juez


Los jueces tienen la obligación de aplicar la norma jurídica pertinente, aunque no
haya sido invocada en la demanda.

Articulo VIII.- Obligación de suplir los defectos o deficiencias de la ley


Los jueces no pueden dejar de administrar justicia por defecto o deficiencia de la ley.
En tales casos, deben aplicar los principios generales del derecho y,
preferentemente, los que inspiran el derecho peruano.

Articulo IX.- Aplicación supletoria del Código Civil


Las disposiciones del Código Civil se aplican supletoriamente a las relaciones y
situaciones jurídicas reguladas por otras leyes, siempre que no sean incompatibles
con su naturaleza.

Articulo X.- Vacíos de la ley


La Corte Suprema de Justicia, el Tribunal de Garantías Constitucionales (*) y el Fiscal
de la Nación están obligados a dar cuenta al Congreso de los vacíos o defectosde la
legislación.
Tienen la misma obligación los jueces y fiscales respecto de sus correspondientes
superiores.

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SEGUNDA SEMANA
PRIMERA SESION

DERECHOS DE LAS PERSONAS

1. Clases de Personas. - Según el Código existen dos (02) clases de personas:


Persona Natural y Persona Jurídica.

2. Persona Natural. - La persona, legalmente hablando, es todo ser capaz de tener


y contraer derechos y obligaciones. Cuando los derechos y obligaciones los ejerce
un individuo en forma particular se habla de persona física o natural.

Según nuestro Código Civil las personas naturales son "todos los individuos de la
especie humana, cualquiera que sea su edad, sexo, estirpe o condición".
La existencia legal de la persona natural comienza al nacer y termina con la
muerte.

Los requisitos para la existencia legal son:


• Que haya nacimiento. Es decir, que la criatura sobreviva al parto.
• Que el niño sea separado completamente de su madre. Es decir, que su cuerpo
salga íntegramente del vientre de su madre.
• Que la criatura haya sobrevivido de la separación un momento siquiera.

Estos requisitos se tornan significativos en muchas instancias legales como los


relativos a la herencia.

3. Principios y Derechos de la Persona

3.1. Derecho a la vida. - El derecho a la vida es el derecho primordial entre todos


los derechos de la persona y el presupuesto indispensable de todos los
demás. El derecho a la vida consiste en que cada ser humano tiene el
derecho de no ser muerto, sino por causas naturales. No es un derecho
sobre la vida en el sentido de que la persona pueda disponer de ella según
su parecer V. Gr. El suicidio y la eutanasia, los cuales no están comprendidos
en el derecho a la vida, sino que son incompatibles con el mismo.

3.2. Derecho a la libertad. - Estrechamente ligado al derecho a la vida, el


derecho a la libertad supone la posibilidad de todo ser humano de decidirse
por un proyecto de vida dentro del bien común, de realizarse plenamente
como hombre; es decir, de poder hacer todo aquello que éste jurídicamente
permitido, que no esté expresamente prohibido, siempre que no atente
contra el derecho ajeno, el interés social y no signifique un abuso en el
ejercicio de un derecho.

3.3. Derecho a la igualdad. - Toda persona, por su condición de tal, tiene la


capacidad de gozar de los derechos civiles. Por el Principio de Igualdad ante
la ley, todos gozan de los derechos civiles, salvo las excepciones que se
encuentran expresamente establecidas en la ley como: la interdicción civil o
penal, la suspensión de la patria potestad, etc.

3.4. Derecho a la intimidad. - Derecho que permite al individuo desarrollar su


propia vida, en que todos deben guardar reserva de los detalles de la vida
de los demás, con un grado mínimo de interferencia, libre de perturbación

14
que ocasionen otros individuos o autoridades públicas. Se viola este derecho
cuando un aspecto de la vida de la persona o familiar del individuo es dado
a conocer sin su consentimiento. Si la persona fallece, la protección es
ejercida por sus ascendientes, descendientes y su cónyuge.

3.5. Derecho a la identidad. - RUBIO CORREA señala que el derecho a la


identidad protege a la persona en lo que constituye su propio reconocimiento:
quién y cómo es, que va desde lo estrictamente físico y biológico (herencia
genética, características corporales, etc.) hasta los de mayor desarrollo
espiritual (talento, ideología, identidad cultural, valores, honore, reputación).

3.6. Derecho a la propia imagen y a la voz. - Este derecho protege a la imagen


y a la voz, teniendo relación con la intimidad de las personas. Ambos no
pueden ser utilizados sin un consentimiento expreso.

3.7. Derecho a la inviolabilidad de las comunicaciones y los documentos


privados. - Consiste en que las comunicaciones no pueden ser intervenidas,
esto es, las cartas interceptadas, las ondas electromagnéticas estorbadas
con trasmisiones que las hagan inútiles para la comunicación o teléfonos
intervenidos.

3.8. Derecho la integridad. - Es un concepto que tiene que ver con la unidad
inseparable de cada ser humano. La Constitución reconoce la integridad
moral, psíquica y física.

3.9. Derecho de autor. - Se tiene en consideración los derechos morales


patrimoniales el autor. Con relación a los derechos morales de autor, le
permite exigir la intangibilidad de la obra, la misma que no podrá ser
modificada o alterada sin su asentimiento. En cuanto a los derechos
patrimoniales lo faculta a comercializar la obra; sin embargo, el hecho de
disponer de la obra, no significa que el autor también transfiera los derechos
morales.

4. El Nombre
Es un atributo esencial de las personas, tanto naturales como jurídicas y sirve
para identificarlos y diferenciarlos de otras personas.
El nombre comprende dos elementos:
a. El nombre patronímico o apellido; proviene del padre y de la madre, estos
nombres son hereditarios.

b. El nombre de pila o prenombre.

Los hijos matrimoniales (hijos nacidos dentro del matrimonio) lleven el primer
apellido del padre y el primer apellido de la madre. Art. 20° del C.C.

Al hijo extra matrimonial (nacido fuera del matrimonio) le corresponde el apellido


del padre que le haya reconocido. Si es reconocido por ambos, lleva el primer
apellido de los dos (padre y madre). Art. 21° del C.C.

El adoptado lleva los apellidos del adoptante o adoptantes. El Art. 22° del C.C.

15
5. Protección legal del nombre
El nombre como atributo de la persona está protegido por la ley. El nombre puede
ser ejercitado por el titular, sin que nadie pueda impedirlo. Nadie que no sea
dueño o titular del nombre puede ejercitar ese derecho, que es personal,
intransferible.

El Artículo 19° del Código Civil dice: "Toda persona tiene el derecho y el deber
de llevar un nombre".

De aquí surgen dos formas de protección al nombre:

a. Protegiendo cuando es contestado (negado), nadie puede ser impedido del


uso de su nombre, toda persona tiene derecho a exigir que se le designe por
su nombre; cuando se vulnera este derecho, puede pedir la cesación del
hecho violatorio y la indemnización que corresponda. - Art. 26 del C.C.

b. Protección cuando hay usurpación de nombre. - Nadie puede usar nombre


que no le corresponde. El que es perjudicado por la usurpación de su
nombre, tiene acción para hacerla cesar y obtener la indemnización que
corresponda. - Art. 28 del C.C.

6. Nombre del Expósito


El Artículo 19° del Código Civil nos habla de un recién nacido, cuyos progenitores
son desconocidos y dispone que se inscriba con nombre adecuado que le asigne
el registrador del estado civil; guarda relación con el Art. 3° de la Declaración de
los Derechos del Niño y Art. 2°, Numeral 1) de la Constitución Política del Perú.
Poner un nombre adecuado significa, que no sea extravagante, ridículo, contrario
a nuestras costumbres o que suscite equívocos respecto a la persona. Tampoco
puede asignarse al expósito el nombre y apellidos de conocidos hombres
públicos.

7. Cambio de nombre
Por regla general el nombre es personal, permanente e inalterable, nadie puede
cambiar de nombre o apellido ni añadir otro a los suyos, salvo motivos
justificados y mediante autorización judicial debidamente publicada e inscrita.
Art. 29 del C.C, el cambio o adición del nombre no altera la condición civil de
quién lo obtiene ni constituye prueba de filiación.

El Art. 31° del C.C establece que cuando una persona es perjudicada con el
cambio de nombre, tendrá derecho a impugnarlo judicialmente, quedará sin
efecto la resolución que autorizó el cambio de nombre, esta impugnación se hará
dentro del término de un año a partir del día de la publicación.

8. El seudónimo
Cuando adquiere la importancia del nombre, goza de la misma protección
jurídica dispensada a éste. - Art. 32 C.C.

El seudónimo es una identificación que la propia persona escoge para ser


conocido por ese nombre, generalmente en el ámbito literario o artístico; es el
“nombre de arte” o “nombre de guerra”. No es siempre una forma de ocultar su

16
personalidad, sino más bien, un modo de escindirla (separar), separando la del
artista o autor de la individualidad ordinaria del sujeto.

El seudónimo es distinto al “sobrenombre”, “alias”, “chapa” o “apodo”, estos


derivan del grupo social donde vive la persona; tienen en común el ser modos
de designación espontánea producidos en el estrecho ambiente familiar, social,
o del medio ambiente en que se desenvuelve el individuo, y que muchas veces
lo trasciende oscureciendo con su brillo el nombre propio. No tiene significación
jurídica y por lo general los ejemplos más notables se encuentran en el ámbito
de la política, las artes, el deporte, etc. En la misma línea, pero con una
connotación distinta está el caso de los delincuentes que suelen utilizar “alias” o
“apodo”.

9. Domicilio
El domicilio es el lugar donde permanentemente vive una persona o una familia;
en otras palabras, es el centro de las relaciones jurídicas de una persona, su sede
legal.

El domicilio se constituye por la residencia y el ánimo de permanencia en un


determinado lugar. Domicilio es la relación legal de una persona en un lugar
determinado para realizar una serie de actos con efectos jurídicos.

Por regla general, toda persona debe tener un domicilio para hacer viable las
relaciones contractuales y las relaciones con efectos jurídicos, así por ejemplo,
sirve para las notificaciones con efectos legales, para determinar la competencia
y jurisdicción del Juez; para el pago de impuestos, etc.

Clases de Domicilio:

a. Domicilio natural. - Este domicilio es aquel que el individuo adquiere por el


hecho de nacer; v. gr., como una consecuencia de la patria potestad.

b. Domicilio legal.- Es el que destina la ley en relación al estado civil de la


persona o de su condición de funcionario o del cargo que desempeñe; así por
ejemplo, el domicilio de los incapaces es el domicilio de sus representantes
legales (Art. 37º del C.C.), el domicilio de los funcionarios públicos es el lugar
donde ejercen sus funciones, sin perjuicio de su domicilio real (Art. 38º del
C.C.), el domicilio de las personas que residen temporalmente en el extranjero,
en ejercicio de funciones del Estado o por otras causas, es el último que hayan
tenido en el territorio nacional.

c. Domicilio real. - También denominado voluntario, es el que las personas


eligen libremente para establecerse habitualmente en él; es el constituido por
la residencia habitual de la persona en un lugar (Art. 33°).

d. Domicilio conyugal. - Es el lugar el lugar donde los cónyuges viven de común


acuerdo, o en su defecto, el último que compartieron. - Art. 36° del C.C.

e. Domicilio especial. - Llamado también contractual, es el que partes señalan


solamente para determinar el fuero en cuanto al cumplimiento del contrato.

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Esta designación sólo implica sometimiento a la competencia territorial
correspondiente, salvo pacto en contrario (Art. 34° del C.C). Ejemplo: En un
contrato de promesa de compra venta sobre una casa situada en Arequipa,
que celebran una persona radicada en Lima y otra en Arequipa, pueden fijar
como domicilio especial la calle X de la ciudad de Lima; en este caso, si surge
algún conflicto, el juez competente para conocer el caso será el Juez de Lima.

f. Domicilio fiscal. - Llamado también Tributario para el cumplimiento de las


obligaciones tributarias o de contribución.

g. Domicilio procesal. - Es el domicilio que los abogados señalan en un proceso


judicial, que generalmente es el estudio jurídico del abogado, sirve para las
notificaciones judiciales.

10. Capacidad de Ejercicio


La capacidad es el atributo de la personalidad, consistente en la idoneidad para
ser sujeto de derecho; es la aptitud que la ley reconoce a la persona para el goce
o para el ejercicio de sus derechos civiles; se trata de un derecho extra
patrimonial, por lo tanto, no susceptible de negociabilidad.

Al hablar de capacidad, nos estamos refiriendo tanto la aptitud de disfrute de un


derecho, como a la aptitud de una persona para ejecutar o ejercer sus derechos.

El 04 de setiembre desde el 2018, se modificó el artículo 3 del Código Civil y


establece que la Capacidad Jurídica “Toda persona tiene capacidad jurídica para
el goce y ejercicio de sus derechos.

La capacidad de ejercicio solo puede ser restringida por ley. Las personas con
discapacidad tienen capacidad de ejercicio en igualdad de condiciones en todos
los aspectos de la vida.”

Clases de Capacidad. - Se distinguen dos clases: Capacidad de Goce yCapacidad de


Ejercicio
a. Capacidad de goce. Es la aptitud de ser dueño o titular del derecho; es un
atributo esencial de toda persona natural. La capacidad de goce la tienen todos,
surge con el nacimiento y termina solo con la muerte.

“La mayoría de autores ha llamado a esta capacidad, como capacidad de


derecho, porque gozar de un derecho quiere decir, tenerlo, ser titular de él, no
importando que el individuo esté dotado o no de discernimiento, pues el mismo
derecho, le prevé representantes legales para que obtengan beneficios a favor
del titular de los mismos”2

b. Capacidad de ejercicio plena.


Toda persona mayor de dieciocho años tiene plena capacidad de ejercicio. Esto
incluye a todas las personas con discapacidad, en igualdad de condiciones con
las demás y en todos los aspectos de la vida, independientemente de si usan o

2 VASQUEZ RIOS Alberto. Ob. Cit. Tomo I Pag. 105

18
requieren de ajustes razonables o apoyos para la manifestación de su voluntad.
Excepcionalmente tienen plena capacidad de ejercicio los mayores de catorce
años y menores de dieciocho
años que contraigan matrimonio, o quienes ejerciten la paternidad.”. - Art. 42°
del C.C.).

La capacidad de ejercicio supone en el sujeto, el suficiente discernimiento y la


suficiente libertad volitiva para que pueda últimamente hacer uso de esa
capacidad.

Esta capacidad tiene trascendencia para los efectos de los negocios jurídicos;
esta es la capacidad que reclama el Inc. 1 del Art. 140° del Código Civil, cuando
se refiere que tiene “Plena capacidad de ejercicio, salvo las restricciones
contempladas en la ley.”

Excepciones a la plena capacidad de ejercicio por razón de edad:

Por regla general, la capacidad de ejercicio se adquiere al cumplir 18 años de


edad, sin embargo, existen casos en que, sin tener 18 años, se adquiere esta
capacidad; estas excepciones son:

1. Los mayores de 16 años cuando hayan contraído matrimonio civil. (Art. 46


del C.C.).
2. Por obtener título oficial que le autorice ejercer una profesión u oficio (Art. 46
del C.C.).
3. En caso de la mujer, cesa la incapacidad, tratándose de mayores de 14 años
a partir del nacimiento del hijo, para realizar los siguientes actos:
3.1. Inscribir el nacimiento y reconocer a sus hijos e hijas.
3.2. Demandar por gastos de embarazo y parto.
3.3. Demandar y ser parte en los procesos de tenencia, alimentos y
régimen de visitas a favor de sus hijos e hijas.
3.4. Demandar y ser parte en los procesos de filiación extramatrimonial de
sus hijos e hijas.
3.5. Celebrar conciliaciones extrajudiciales a favor de sus hijos e hijas.
3.6. Solicitar su inscripción en el Registro Único de Identificación de
Personas Naturales, tramitar la expedición y obtener su Documento
Nacional de Identidad.
3.7. Impugnar judicialmente la paternidad.

11. Incapacidad de ejercicio


Es la falta de aptitud jurídica para gozar, ejercer derechos o para asumir
obligaciones

Clases de incapacidad
Incapacidad de goce e incapacidad de ejercicio.

a. Incapacidad de goce
La incapacidad de goce solo es excepcional y relativa, por lo tanto, la
incapacidad de goce nunca puede ser total o absoluta.

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Los supuestos de la incapacidad de goce son:

1) Prohibición de contraer matrimonio a ciertas personas (del casado, de


los consanguíneos o afines en línea recta, de los consanguíneos en
segundo grado de la línea colateral, del condenado por homicidio doloso
de uno de los cónyuges con el sobreviviente, etc.).
2) Prohibición de contratar entre cónyuges.

3) Prohibición a determinadas personas a comprar bienes, Ej: El


administrador público respecto a los bienes que estén a su cargo; el
albacea respecto a los bienes que administra; el Juez, abogado,
procurador, escribano, peritos, respecto a los bienes que se deciden en
el juicio en que han intervenido; el presidente de la República y los
ministros de Estado, respecto de los bienes del Estado.

4) La incapacidad de determinadas personas para suceder por causa de


indignidad.

En todos estos supuestos, no hay ninguna representación legal, la


representación legal opera solamente cuando el sujeto tiene capacidad de
goce, pero no capacidad de ejercicio.

b. Incapacidad de ejercicio. - Es la falta de aptitud jurídica para ejercer


derechos y contraer obligaciones, es decir, incapacidad para ejercer por sí
mismos esos derechos y contraer obligaciones (Arts. 43° y 44° del C.C).

La capacidad emana de la ley, y a ella le corresponde aplicarla o restringirla.


Se puede señalar, además, que se han considerado dos situaciones distintas
en que se restringe la capacidad de ejercicio de los derechos de las
personas, a lo que nuestro Código Civil denomina incapacidad; tales
situaciones son determinadas en relación a los absolutamente incapaces y
los relativamente incapaces.

Clases de incapacidad de ejercicio: Incapacidad Absoluta e IncapacidadRelativa:

a. Incapacidad Absoluta. - Es una incapacidad plena y general; estas


personas no pueden ejercer por sí mismas derecho alguno de las que son
titulares.

Los actos practicados por estos incapaces son nulos (Art. 43° C.C). El CódigoCivil fija
los siguientes supuestos:

• Menores de 16, salvo para aquellos actos determinados por ley. - Los
derechos de menores de 16 años, los representan sus padres o quienes
ejercen la patria potestad o en su defecto, sus tutores; esta incapacidad se
prueba con la partida de nacimiento.

Los casos excepcionales, son: El menor que ha cumplido 14 años, puede


recurrir al Juez por sí mismo, contra los actos de su tutor, para oponerse o

20
pedir su remoción (Art. 530° del C.C); el menor mayor de 10 años, debe
prestar su asentimiento para ser adoptado (Art. 378 inc. 4 del C.C.); el menor
capaz del discernimiento puede aceptar donaciones, legados y herencias
voluntarias, siempre que sean puras y simples, sin intervención de sus
padres, también puede ejercer derechos estrictamente personales (Art.
455°); el menor capaz de discernimiento responde por los daños y perjuicios
que causa (Art. 458º del C.C, modificado por Ley 27184); los incapaces no
privados del discernimiento pueden celebrar contratos relacionados con las
necesidades ordinarias de su vida (Art. 1358°.

b. Incapacidad Relativa. - Es la incapacidad de las personas que han perdido


o están privadas parcialmente de su capacidad civil de ejercicio; se
encuentran limitados de ejercer determinados derechos o actos, de manera
que otros derechos si pueden ser ejercidos directamente por el sujeto. Los
actos realizados por estos incapaces son anulables, en cambio, los actos
realizados por los incapaces absolutos son nulos.

Incapacidad de las personas mayores de 16 años y menores de 18 años


de edad. - Esta incapacidad se sustenta en la falta de discernimiento. En cuanto a
esta incapacidad, el Art. 46° del C.C, establece que cesa en los siguientes casos:
• Por matrimonio.
• Por obtener título oficial que lo autorice para ejercer una profesión u oficio.

• Los pródigos. - Pródigo es sinónimo de derrochador; el pródigo es el que


disipa habitualmente más de la tercera parte de sus bienes raíces o
capitales; teniendo cónyuge ascendientes y descendientes, son sujetos
habituales en la dilapidación. Es el que malgasta su patrimonio; a estos
se les nombra curador.

• Los que incurren en mala gestión. - Son las personas que no cuentan
con suficiente racionalidad para llevar a cabo sus negocios y que por esta
causa han perdido más de la mitad de sus bienes raíces o capitales,
teniendo cónyuge, ascendientes o descendientes, es la falta de eficiencia
en los negocios.

• Los ebrios habituales. - Conocido como etilomanía o dipsomanía, son


los que tienen el hábito estable o morboso a la embriaguez, que les
produce alteraciones mentales, tal estado perjudica la economía delsujeto
y la familia. Es la inclinación al consumo de bebidas alcohólicas sinmesura
alguna, o en exceso, de tal manera que produce la ebriedad sistemática
(alcoholismo crónico).

• Los toxicómanos. - Se trata de sujetos que, por el uso de droga y


estupefacientes, se exponen o exponen a su familia a caer en la miseria,
necesite asistencia permanente o amenace la seguridad ajena.

• Los que sufren pena que lleva anexa la interdicción civil. - Interdicción
civil es el estado de una persona a la que judicialmente se ha declarado
incapaz, por la privación de ejercer ciertos derechos, bien por razón de

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delito o por otra causa prevista en la ley; ejemplo, la privación al penado
(sentenciado a una pena), mientras cumpla la pena, de los derechos de
patria potestad, tutela, participación en el Consejo de Familia, de la
autoridad marital, de la administración de bienes y del derecho de
disponer de los propios por actos entre vivos.

• Las personas que se encuentran en estado de coma siempre que no


hubiera designado un apoyo con anterioridad.

El coma es un estado profundo de inconsciencia. Una persona en coma


está viva pero incapaz de moverse o responder a su entorno. El estado
de coma se puede presentar como una complicación de una enfermedad
subyacente o como resultado de lesiones, tales como traumatismo de
cráneo.
El estado de coma rara vez dura más de 2 a 4 semanas. El resultado
depende de la causa, la severidad y sitio de la lesión. La gente puede salir
de un coma con problemas físicos, intelectuales y psicológicos. Algunas
personas pueden permanecer en coma durante años o incluso décadas.
Para esa gente, la causa de muerte más común es una infección, como
una neumonía.

El Decreto Legislativo 1384 que modifica el artículo 45 del Código Civil


define que son los Ajustes razonables y apoyo “Toda persona con
discapacidad que requiera ajustes razonables o apoyo para el ejercicio de
su capacidad jurídica puede solicitarlos o designarlos de acuerdo a su libre
elección.”
Los apoyos son formas de asistencia libremente elegidos por una persona
mayor de edad para facilitar el ejercicio de sus derechos, incluyendo el
apoyo en la comunicación, en la comprensión de los actos jurídicos y de
las consecuencias de estos, y la manifestación e interpretación de la
voluntad de quien requiere el apoyo.

SEGUNDA SEMANA
SEGUNDA SESION

AUSENCIA
Es un fenómeno jurídico que se manifiesta por el hecho que una persona no está
presente en el lugar de su domicilio en condiciones que dan un entorno de
incertidumbre sobre diversos aspectos de su esfera jurídica incluyendo sus
relaciones personales, familiares y patrimoniales e, incluso sobre su existencia. La
ausencia así entendida, es la falta de presencia en un lugar donde la persona
jurídicamente debería encontrarse aunada a determinadas condiciones que, según
el caso, generan diversos efectos jurídicos.

El Código Civil hace referencia a tres manifestaciones de la ausencia: La


desaparición, la declaración de ausencia y la declaración de muerte presenta.

Declaración de ausencia
Artículo 49°. - Declaración judicial de ausencia

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Transcurridos dos años desde que se tuvo la última noticia del desaparecido,
cualquiera que tenga legítimo interés o el Ministerio Público pueden solicitar la
declaración judicial de ausencia.

Es competente el juez del último domicilio que tuvo el desaparecido o el del lugar
donde se encuentre la mayor parte de sus bienes.

A la persona que se encuentra en calidad de desaparecido se le declara ausente;


para que se declare la ausencia, es necesario que transcurran dos años desde que
se tuvo la última noticia del desaparecido; cualquiera que tenga legítimo interés o el
Ministerio Público, pueden solicitar la declaración judicial de ausencia, ante el Juez
del último domicilio que tuvo el desaparecido o el del lugar donde se en cuentre la
mayor parte de sus bienes.

Posesión temporal de los bienes del ausente


En la declaración judicial de ausencia, el Juez ordena dar posesión temporal de los
bienes del ausente, a los herederos forzosos (hijos, padres, cónyuge, hermanos),
previo inventario valorizado; si los herederos son varios, se nombra un
ADMINISTRADOR JUDICIAL, si el que entra en posesión es el único heredero,
también se llama Administrador Judicial; sino no tuviera herederos, la administración
de los bienes continúa a cargo del curador interino (Art. 50°, 51° y 54° del C.C.).

Los que toman posesión temporal de los bienes, no pueden enajenarlos, ni gravarlos,
salvo causa de necesidad o utilidad, previa autorización judicial en la medida de lo
indispensable (Arts. 52º y 56° del C.C).

La declaración judicial de ausencia debe ser inscrita en el Registro de Mandatos y


Poderes de los Registros Públicos, con la finalidad de extinguir los otorgados por el
ausente (Art. 53° del C.C.).

Cesación de la declaración judicial de ausencia


Los efectos de declaración de ausencia cesan por:
a. Regreso del ausente.
b. Designación del apoderado con facultades suficientes, hecha por el ausente con
posterioridad a la declaración.
c. Comprobación de la muerte del ausente.
d. Declaración judicial de muerte presunta.

Desaparición. - La desaparición como manifestación de la ausencia, viene hacer un


hecho jurídico que se configura, cuando la persona nos e halla en el lugar de su
domicilio y han transcurrido más de sesenta días sin noticias sobre su paradero

Efectos de la desaparición
El Artículo 47°.- Nombramiento de curador por desaparición
Cuando una persona no se halla en el lugar de su domicilio y han transcurrido más
de sesenta días sin noticias sobre su paradero, cualquier familiar hasta el cuarto
grado de consanguinidad o afinidad, excluyendo el más próximo al más remoto,
pueden solicitar la designación de curador interino. También puede solicitarlo quien
invoque legítimo interés en los negocios o asuntos del desaparecido, con citación de

23
los familiares conocidos y del Ministerio Público. La solicitud se tramita como proceso
no contencioso.

El domicilio genera una presunción iuris tantun (la ley presume), en el sentido que a
la persona se le va a encontrar siempre en su domicilio, cuando esta presunción se
rompe, se presume la desaparición de la persona; según el Art. 47º del C.C., esta
ausencia debe ser mayor de sesenta (60) días sin noticias de su paradero y sin que
haya dejado representante o mandatario.
Cuando ello ocurre, cualquier familiar hasta el cuarto grado de consanguinidad o
afinidad, puede solicitar ante el Juez Especializado en lo Civil del último domicilio o
del lugar donde están sus bienes, la designación de un “curador interino”, para que
cuide del patrimonio del desaparecido; también lo pueden solicitar los que tengan
interés en el negocio o el Ministerio Público.

TERCERA SEMANA: PRIMERA SESION FIN DE LA


PERSONA
MUERTE
La muerte jurídicamente es el hecho biológico por el cual dejan de funcionar las
partes vitales del organismo de la persona, el cerebro, corazón, y consecuentemente
todas las células del organismo.

El Art. 61° del C.C. se refiere a la muerte total y por lo tanto esta muerte pone fin a
la persona.

La muerte origina determinadas consecuencias jurídicas en el orden hereditario,


precisamente al concluir la titularidad del causante con su muerte, los sucesores
alcanzan la titularidad sobre el patrimonio dejado por el causante.

Los derechos personalísimos (título de abogado, por ejemplo) se extinguen con la


muerte del titular, no puede ser heredados, solo son transmisibles los derechos
patrimoniales.
La muerte, como el nacimiento, constituyen hechos jurídicos, ya que ambos
producen efectos para el derecho. La muerte, en general, pone fin al ser humano y
con ella la persona humana pasa a convertirse de sujeto de derecho, en objeto de
derecho.
Nuestro Código Sanitario definió la muerte haciéndola equivalente a la muerte clínica
(D.L. Nº 17505, del 18.03.1969) en su art. 36 que dice: “La muerte se produce por la
cesación de los grandes sistemas funcionales, considerando que el fin de la vida,
productora de consecuencias jurídicas, no corresponde a la verdad biológica”

DECLARACIÓN DE MUERTE PRESUNTA. - Cuando se desconoce el paradero de


una persona y se presume que haya muerto, procede que cualquier interesado o el
Ministerio Público, solicite al Juez la declaración de su muerte presunta; esta
declaración tiene los mismos efectos que una muerte natural.

El art. 63.del CC se refiere a los supuestos de declaración de muerte presunta:

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“Procede la declaración de muerte presunta, sin que sea indispensable la de
ausencia, a solicitud de cualquier interesado o del Ministerio Público en los siguientes
casos:
1. Cuando hayan transcurrido diez años desde las últimas noticias del desaparecido
o cinco si éste tuviere más de ochenta años de edad.
2. Cuando hayan transcurrido dos años si la desaparición se produjo en
circunstancias constitutivas de peligro de muerte. El plazo corre a partir de la
cesación del evento peligroso.
3. Cuando exista certeza de la muerte, sin que el cadáver sea encontrado o
reconocido”.

El presente artículo tiene por finalidad solucionar situaciones inciertas respecto de la


vida o fallecimiento de una persona que no se encuentra presente, o mejor dicho, se
halla desaparecida, del lugar de su domicilio durante un tiempo prolongado como lo
menciona la norma. Tiene por objeto tutelar el interés de la persona desaparecida;
el interés de los terceros, principalmente de aquellos que tengan derechos
eventuales en la sucesión del desaparecido; y, el interés general de la sociedad de
que no haya bienes y derechos abandonados.

Los efectos jurídicos que produce la declaración de muerte presunta son: En la esfera
patrimonial cesan las relaciones jurídicas que se extinguirían por la muerte (el
matrimonio, obligaciones alimentarias), contratos, puesto que la muerte presunta,
tiene como efecto principal, ponerle fin a la persona; cesan los efectos de la
declaración judicial de ausencia si la hubiera; se abre la sucesión del muerto presunto
a favor de sus herederos, etc.

RECONOCIMIENTO DE EXISTENCIA
El art. 67 el CC, se refiere a la Vía procesal de reconocimiento de existencia: “La existencia
de la persona cuya muerte hubiera sido judicialmente declarada, puede ser
reconocida a solicitud de ella, de cualquier interesado, o del Ministerio Público. La
pretensión se tramita como proceso no contencioso, con citación de quienes
solicitaron la declaración de muerte presunta”.

La norma se pone en el caso de que, habiéndose declarado la muerte presunta del


desaparecido, éste aparezca y los grandes problemas a dilucidarse son aquellas que
atañen a sus problemas familiares si éste hubiese sido casado y de haber contraído
nuevo matrimonio el cónyuge declarado muerto presunto y, también con relación a
su patrimonio.

Es el caso por ejemplo, que por catástrofes producidas por la naturaleza (maremotos,
tempestades), las personas son aisladas a tierras lejanas, pero después de algunos
años regresan vivos.

En este caso, el muerto presunto debe solicitar el reconocimiento de su existencia


ante la autoridad judicial, también puede solicitar este reconocimiento cualquier
persona interesada (familiares, acreedores, Ministerio Público, etc), se tramita como
proceso no contencioso con citación de las personas que solicitaron la declaración
de muerte presunta.

25
REGISTRO DE ESTADO CIVIL
RENIEC, Registro Nacional de Identificación y Estado Civil, es un organismo público
autónomo que cuenta con personería jurídica de derecho público interno y goza de
atribuciones en materia registral, técnica, administrativa, económica y financiera. Fue
creado por Ley N° 26497 de fecha 12 de julio de 1995.

Es el organismo técnico encargado de la identificación de los peruanos, otorga el


documento nacional de identidad, registra hechos vitales: nacimientos, matrimonios,
defunciones, divorcios y otros que modifican el estado civil.

Atribuciones de la RENIEC. - De manera específica la RENIEC entre otras, tiene las


siguientes atribuciones institucionales:
a. Inscripción de nacimientos, matrimonios, divorcios, defunciones y actos que
modifican el estado civil de las personas; así como, las resoluciones judiciales o
administrativas que a ellos se refieran susceptibles de inscripción y, los demás
actos que señale la ley.

b. Mantener el registro de identificación de las personas; siendo su misión dentro de


un contexto humano y tecnológico, prestando especial atención a zonas de menor
desarrollo relativo, a las personas con discapacidad y a los sectores vulnerables

Todas las sociedades o civilizaciones en algún momento de su historia han


valorado la importancia de guardar ordenadamente, bajo cualquier sistema de
orden, los datosrelacionados con las personas y sus relaciones en su grupo social.

Conforme fueron estableciéndose y afirmándose los derechos de las personas se


hacía necesario guardar la información relacionada a nacimientos, matrimonios,
defunciones, etc. con la finalidad de ordenar el alcance de los derechos al interior del
grupo familiar y de la relación de este con la sociedad. Así, primero con el
establecimiento de registros en las diferentes entidades religiosas y luego a través
del estado mismo, es que surge la idea de crear un registro que contenga de manera
ordenada, la información de cada uno de los individuos de la sociedad. Los fines de
tal esquema registral eran variados y todos ellos apuntaban a ordenar la identidad
de las personas, sus vínculos y el alcance de sus derechos.

En Código Civil peruano al momento de su promulgación contenía un Título


destinado a regular los Registros del Estado Civil, pero en el año 1995 con la creación
de la RENIEC, se deroga este título y se da paso a la institución que unifica en el
Perú a todos los registros civiles.

Funciones de la RENIEC
Son funciones del Registro Nacional de Identificación y Estado Civil:

a. Planear, organizar, dirigir, normar y racionalizar las inscripciones de


su competencia;
b. Registrar los nacimientos, matrimonios, divorcios, defunciones y demás actos
que modifiquen el estado civil de las personas, así como las resoluciones
judiciales oadministrativas que a ellos se refieran susceptibles de inscripción y
los demás actos que señale la ley;
c. Emitir las constancias de inscripción correspondientes;

26
d. Preparar y mantener actualizado el padrón electoral en coordinación con la
Oficina Nacional de Procesos Electorales;
e. Proporcionar al Jurado Nacional de Elecciones y a la Oficina Nacional de
Procesos Electorales la información necesaria para el cumplimiento de sus
funciones;
f. Mantener el Registro de Identificación de las personas;
g. Emitir el documento único que acredita la identidad de las personas, así como
sus duplicados;
h. Promover la formación de personal calificado que requiera la institución;
i. Colaborar con el ejercicio de las funciones de las autoridades policiales y
judiciales pertinentes para la identificación de las personas, dejando a salvo lo
establecido en el inciso siguiente y en los incisos 1), 5) y 6) del Artículo 2 de la
Constitución Política del Perú;
El Documento Nacional de Identidad (DNI)
Es un documento público, personal e intransferible. Constituye la única cédula de
Identidad Personal para todos los actos civiles, comerciales, administrativos,
judiciales y, en general, para todos aquellos casos en que, por mandato legal, deba
ser presentado. Constituye también el único título de derecho al sufragio de la
persona a cuyo favor ha sido otorgado.
El uso del Documento Nacional de Identidad (DNI) es obligatorio para todos los
ciudadanos peruanos.

Actos que se inscriben en el RENIEC


Se inscriben en el Registro del Estado Civil:
a. Los nacimientos;
b. Los matrimonios;
c. Las defunciones;
d. Las resoluciones que declaran la incapacidad y las que limitan la capacidad de
las personas;
e. Las resoluciones que declaren la desaparición, ausencia, muerte presunta y el
reconocimiento de existencia de las personas;
f. Las sentencias que impongan inhabilitación, interdicción civil o pérdida de la
patria potestad;
g. Los actos de discernimiento de los cargos de tutores o curadores, con
enumeración de los inmuebles inventariados y relación de las garantías
prestadas, así como cuando la tutela o curatela acaba, o cesa en el cargo el tutor
o curador;
h. Las resoluciones que rehabiliten a los interdictos en el ejercicio de los derechos
civiles;
i. Las resoluciones que declaren la nulidad del matrimonio, el divorcio, la
separación de cuerpos y la reconciliación;
j. El acuerdo de separación de patrimonio y su sustitución, la separación de
patrimonio no convencional, las medidas de seguridad correspondiente y su
cesación;
k. Las declaraciones de quiebra;
l. Las sentencias de filiación;
m. Los cambios o adicione de nombre;
n. El reconocimiento de hijos;
o. Las adopciones;

27
p. Las naturalizaciones y la pérdida o recuperación de la nacionalidad;
q. Los actos que, en general, modifiquen el estado civil de las personas,
resoluciones judiciales o administrativas susceptibles de inscripción y los demás
actos que la ley señale.

TERCERA SEMANA
SEGUNDA SESION:

PERSONAS JURÍDICAS SIN FINES DE LUCRO

En la sociedad moderna, caracterizada por el espíritu de ganancia y maximización


de beneficios, ¿cómo se explica la subsistencia y actual auge de organizaciones que
precisamente niegan el afán de lucro? ¿Qué papel desempeñan la asociación, la
fundación y el comité en una economía social de mercado? ¿Tienen, acaso, cabida
en un sistema económico de esta naturaleza? ¿Responden a las necesidades de los
que las conforman o cumplen un rol social? En última instancia, ¿estamos ante
entidades exclusivamente altruistas y filantrópicas?

Nos embarcamos en la tarea de profundizar acerca del rol que desempeñan las
organizaciones sin fines de lucro. No obstante, su creciente presencia en los diversos
sectores de la actividad económica del país -educación, cultura, salud, agro,
artesanía, industria, asesoría legal, auxilio a los necesitados, religión y política2- las
entidades sin fines de lucro no han merecido mayor atención por parte de la doctrina
nacional. El desarrollo de estas instituciones plantea consideraciones de tipo jurídico,
económico, político y social de singular importancia, en especial un reto al
ordenamiento legal vigente. El propósito de este artículo consiste en desarrollar un
marco teórico que pueda informar la legislación de la materia y servir de base al
legislador. En tal virtud analizaremos la noción de "fin no lucrativo", cuáles son sus
características y alcances, cómo garantizar su cumplimiento y en qué medida sirve
como elemento diferenciador respecto de las demás formas organizativas,
evaluaremos la necesidad de la inscripción, las actividades que estas entidades
puedan llevar a cabo (objeto social) y las implicancias del régimen fiscal.

EL FIN NO LUCRATIVO
El común denominador entre la asociación, la fundación y el Comité es la ausencia
del espíritu de ganancia, propio de las sociedades comerciales. En efecto, el art. 80
del C.C.3, dispone "la asociación es una organización estable de personas naturales
o jurídicas, o de ambas, que a través de una actividad común persigue un fin no
lucrativo".

A su tumo, el art. 99 del mismo cuerpo legal define a la fundación como aquella
"organización no lucrativa instituida mediante la afectación de uno o más bienes para
la realización de objetivos de carácter religioso, asistencial, cultural u otros de interés
social". Por último, la primera parte del art. 111 se refiere al comité como "la
organización de personas naturales o jurídicas, o de ambas, dedicada a la
recaudación pública de aportes destinadas a una finalidad altruista".
El fin no lucrativo es, pues, lo que caracteriza a estas figuras jurídicas.

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a. Fin y objeto social
¿Qué entiende el legislador al hablar de "fin no lucrativo? Aquí ingresamos a
terrenos pantanosos, ya que reina cierto grado de confusión al respecto. En
efecto, se suele utilizar -erróneamente, por cierto- "fin" y "objeto" como sinónimos,
cuando lo propio es distinguirlos.

El fin es el propósito que se persigue mediante o a través de algo, mientras que


el objeto, y en particular, el objeto social es la actividad que desarrolla la persona
jurídica. Así pues, el campo de acción de una persona jurídica puede estar referido
a la educación, salud, minería o compraventa de mercancías en general, éste es
su objeto social, pero no dice nada acerca del propósito que persiguen sus
miembros.

El fin para el cual se constituye la persona jurídica es lucrativo, si los accionistas


pretenden obtener ganancias, o no lucrativo, en cuyo caso no habrá distribución
de utilidades. El fin de lucro se da, pues, en la relación persona jurídica- miembros,
y no en cuanto al objeto que ésta desarrolla. Para ilustrar lo expuesto tomemos el
caso de un grupo de ciudadanos dedicados a tareas académicas que deciden
promover la cultura de los jóvenes, para cuyo caso constituyen un centro
educativo que bautizan con el nombre "La Nueva Generación". La entidad lleva a
cabo quehaceres educativos, éste es un objeto social.

La finalidad que persiguen sus fundadores puede ser puramente altruista (por
ejemplo, el fomento de la educación cristiana) o lucrativa como en el caso de las
academias universitarias.

b. Fin no lucrativo
La ausencia del espíritu de ganancia sancionada por el Código Civil implica una
prohibición, cual es: no repartir la utilidad que hubiese entre los miembros de la
asociación, fundación y comité.

El profesor Hansmann en su acucioso estudio enseña que el fin no lucrativo no se


agota allí no más, sino que prohíbe cualquier distribución de ganancia, superávit
o incremento patrimonial a los miembros, administradores, gerentes, directores o
individuos que ejerzan control sobre la asociación, fundación o comité
respectivamente. Todo superávit debe destinarse en su integridad a financiar los
servicios para los cuales se constituyó la organización. Esto no significa que, por
ejemplo, una asociación esté prohibida de generar utilidades o que la fundación
deba funcionar a pérdida. Lo único que se proscribe es la distribución de utilidades
a los miembros o funcionarios que administran la institución.

Tal sería el caso si, por ejemplo, la remuneración de los administradores fuese
excesiva, y no guardase relación con el trabajo realizado; la organización
concediese préstamos a sus miembros o funcionarios pactando una tasa de
interés muy por debajo de la usual; o celebrase contratos muy ventajosos con
firmas controladas por los miembros o funcionarios. Nuestra legislación no
contiene expresamente una norma de esta naturaleza. Cabría argumentar,
empero, que el funcionario que se procura algún tipo de beneficio se está
enriqueciendo indebidamente; que, asimismo, estaría incumpliendo el mandato
encomendado, por lo que se haría acreedor de las sanciones prescritas por el

29
artículo 1794 (caso en que el mandatario utilice en su beneficio o destine a otro
fin el dinero o los bienes que debía emplear para el cumplimiento del mandato),
etc.

Más adelante retomaremos este punto. Por ahora, basta dejar en claro que la
prohibición de adquirir utilidades debe entenderse referida también a los
funcionarios y administradores de la organización.

c. Prohibición de distribuir el patrimonio en caso de disolución


La prohibición de distribuir utilidades, elemento tipificado del fin no lucrativo, se
extiende más allá de la "vida" de la organización. En efecto, el haber neto
resultante de la disolución de una de estas personas jurídicas debe aplicarse en
su integridad a actividades análogas. El legislador es bien claro al respecto (y los
registradores haciendo gala de juricidad se han encargado de hacer cumplir esta
disposición): los miembros no pueden ni deben obtener beneficios económicos
con ocasión de la disolución.

Así lo dispone el art. 98 para las asociaciones, el inciso 6 del art. 104 y art. 109 en
el caso de las fundaciones, y el art. 122 hace lo propio respecto del comité. De
esta manera, el legislador otorga mayor eficacia al propósito no lucrativo propio
de estas entidades, evitando que alguien constituya una asociación, recaude
fondos exonerados de tributación y luego de acumular cierta riqueza liquide la
asociación para adjudicarse el haber neto, burlando así la prohibición de distribuir
utilidades y tomando innecesaria la forma asociativa. Ahora bien, tal como hemos
explicado anteriormente, no sólo los miembros sino también los directores,
administradores, funcionarios y personas que ejerzan algún tipo de control sobre
la organización deben estar prohibidos de adquirir el remanente a que hubiera
lugar. En esta línea de pensamiento, al proscribirse cualquier adquisición por parte
de los miembros y/o funcionarios debe determinarse quien se beneficiará con los
bienes resultantes de la disolución. El legislador debe decidir qué grado de
discreción le reconoce a los administradores de una asociación, fundación o
comité.
Dicho, en otros términos, si les impone o no restricciones). Una alternativasería
dejar la decisión en manos de los administradores, quienes determinarían quien o
qué entidad resultaría beneficiada. Otra solución sería disponer que el remanente
deba destinarse a actividades análogas. Hansmann concluye que ambas
alternativas tienen sus virtudes: tomando en cuenta la intención de quienes
financiaron la actividad de la organización, los bienes deberían destinarse a una
actividad análoga. Sin embargo, agrega Hansmann, considerando que la
disolución de una institución de esta naturaleza generalmente se debe a su
inoperancia e ineficacia social sería contraproducente mantener esos bienes
afectados de esa manera. Si bien ambas alternativas tienen sus ventajas, el
mencionado autor se inclina por la solución más liberal.

Nuestro legislador por el contrario ha sancionado la solución más restrictiva. La


disolución de una asociación puede deberse, también a la mala gestión de sus
administradores. Dada la perspicacia que nos caracteriza y la dificultad de
fiscalizar el cabal cumplimiento del fin no lucrativo compartimos la posición
adoptada por nuestro codificador.

30
d. Pago de intereses
Debemos preguntarnos ahora si la prohibición de distribu ir utilidades proscribe,
también, todo pago como contraprestación por el uso del capital. De primera
impresión la respuesta parece ser en sentido negativo: ¿por qué habría de
prohibirse el pago de intereses por el uso de capital? Debería permitirse tal como
se permite el pago de una remuneración por el trabajo realizado o el pago del
precio por los insumas adquiridos. El tema se torna menos evidente tratándose de
préstamos hechos por personas que de una u otra forma ejercen control sobre la
organización. En este caso el ordenamiento legal debe asegurar que los intereses
pagados no excedan lo justo y necesario. De lo expuesto podemos concluir que
el fin no lucrativo, elemento tipificador de la asociación, fundación y comité,
prohíbe distraer el patrimonio de la organización para fines ajenos a la misma, en
particular, cualquier tipo de distribución de ganancias a los miembros,
administradores, funcionarios o individuos que ejerzan algún tipo de control sobre
la organización.

PERSONA JURÍDICA
La persona jurídica son centro de imputación normativa, formas que el Derecho
proporciona para que los seres humanos organicen sus actividades con el propósito
de realizar fines que el ordenamiento jurídico estima dignos de amparo; es por ello
que la Persona Jurídica es el sujeto de derecho constituido por uno o más individuos
jurídicamente organizados.

Fernández Sessarego señala que la persona jurídica surge de la necesidad del


hombre de reunirse coexistencialmente con otros para realizar en común ciertos
valores que no podría alcanzar de manera individual.

Kelsen, sostiene su criterio en el sentido que, entre la persona física (natural) y


la persona jurídica (colectiva), no pueden existir diferencias 'esenciales', pues en
ambos casos "se personifica un conjunto de normas jurídicas".

El Derecho atribuye carácter de sujeto no sólo al hombre considerado


individualmente, sino también a los “entes colectivos” llamados personas jurídicas en
sentido estricto; la existencia, capacidad, régimen, derechos, obligaciones y fines de
la persona jurídica, se determinan por las disposiciones del Código Civil o las leyes
respectivas (Ley de Sociedades Ley 26887).

Se acepta en términos generales la existencia de personas jurídicas de derecho


público y las de derecho privado.

CONSTITUCIÓN DE LA PERSONA JURÍDICA.

a. De derecho Público
Código Civil: Artículo 76º Regulación de la persona jurídica. La persona jurídica
de derecho público interno se rige por la ley de su creación.
Realizan fines de utilidad pública, unas son de derecho público externo, como el
Estado y los organismos internacionales y otras de derecho público interno,
como los entes administrativos emanados del Estado, Poder Judicial, Ministerio
Público, Ministerio del Interior, las municipalidades etc.

31
b. De derecho Privado
Código Civil: Artículo 77. La existencia de la persona jurídica de derecho privado
comienza el día de su inscripción en el registro respectivo, salvo disposición
distinta de la ley.

Cumplen fines de utilidad privada, tales como las asociaciones, que son reunión
de personas que generan un ente colectivo distinto de las que lo constituyen, las
fundaciones, son organizaciones no lucrativas, instituida mediante la afectación
de uno más bienes a cierto fin, por acto irrevocable del fundador, y las
sociedades que asumen diversas formas (sociedad anónima, sociedad de
responsabilidad limitada, etc).
Según nuestro Código Civil vigente, son personas de Derecho Privado: Las
Asociaciones, las Fundaciones y Comités. Las otras forman de personalidad
jurídica están previstas en otras leyes especiales.
El Derecho atribuye carácter de sujeto no sólo al hombre considerado
individualmente, sino también a los “entes colectivos” llamados personas
jurídicas en sentido estricto; la existencia, capacidad, régimen, derechos,
obligaciones y fines de la persona jurídica, se determinan por las disposiciones
del Código Civil o las leyes respectivas (Ley General de Sociedades Ley 26887).

CUARTA SEMANA
PRIMERA SEMANA

PERSONAS JURÍDICAS

CLASES DE PERSONAS JURÍDICAS

1. Las Personas Jurídicas de Derecho Público


Son aquellas que están dotadas de potestades públicas, se crean por Ley, no
pueden constituirse por escritura pública, se guían por sus propias leyes y
normas jurídicas.

• Unas son de derecho público externo, como el Estado y los organismos


internacionales y;

• otras de derecho público interno, como los entes administrativos emanados


del Estado, Poder Judicial, Ministerio Público, Ministerio del Interior, las
municipalidades, poder legislativo, poder ejecutivo, gobiernos regionales,
entidades autónomas como el Banco Central de Reserva, la Defensoría del
Pueblo, las Universidades Públicas, etc.

2. Las Personas Jurídicas de Derecho Privado


Cumplen fines de utilidad privada, a su vez se subdividen en:
1) Las que persiguen fines de lucro; Ejemplo: Sociedad Anónima, Sociedad
En Comandita, la Sociedad de Responsabilidad Limitada, Sociedad Anomia
Cerrada - SAC, etc., esta clase de sociedades están reguladas en la Ley
General de Sociedades - LGS.
2) Las que no persiguen fines de lucro; estas están reguladas en el Código
Civil Peruano de 1984:

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• La Asociación del Art. 80° al 98°.
• La Fundación del Artículo 99° al 110°.
• El Comité del Artículo 111° al 123°.
• Las Comunidades campesinas del Artículo 134° al 139°
• la Asociación, Fundación y Comité no inscritos

PERSONAS JURÍDICAS INSCRITAS

1. Asociación
a. Concepto
Es una organización estable de personas naturales o jurídicas, o de ambas,
para realizar actividades en común, con un propósito no lucrativo. Pueden
ser de carácter religioso, político, científico, deportivo, artístico o de
sociabilidad (Clubes Sociales). Las asociaciones surgen de un acto jurídico
y no propiamente de un contrato; a sus integrantes se les denomina
asociados o socios. (Art.80 y 81 del CC).

b. Características
• Se rigen por su Estatuto el cual deberá expresar lo establecido en el Art.
82° del Código Civil; asimismo deberá constar por Escritura Pública.
• Debe contar con un patrimonio.
• Cuenta con los libros siguientes: Libro de Registro y Libro de Actas donde
constan los acuerdos.
• Órganos: Asamblea general (órgano superior) y Consejo Directivo.
• Cada socio cuenta con derecho a un voto condicionado al pago de sus
aportes.
• Los asociados gozan de derecho de libre adhesión y retiro voluntario (por
petición escrita)

c. Disolución y destino de su patrimonio


Según el Código Civil, las causales de disolución, son:

• Por liquidación, según lo acordado por la Junta de Acreedores, conforme


a la ley de la materia.
De pleno derecho cuando la asociación no puede funcionar según su
Estatuto.
• Por solicitud del Ministerio Publico cuando las actividades de la
asociación resulten contrarias al Orden Público y las buenas
costumbres.
• Por mandato judicial a falta de norma estatutária.

Sin importar cuál sea la causa de disolución de la asociación, en caso ella


se produzca, debe aplicarse el Art. 98 del Código civil, el mismo que dispone
que el haber neto que resulte de la liquidación sea entregado a las personas
designadas en el estatuto, con exclusión de los asociados. De no ser posible,
será la autoridad judicial la que ordene su aplicación a fines análogos en
interés de la comunidad, dándose preferencia a la provincia en donde tuvo
su sede la asociación.

33
2. LA FUNDACION
a. Concepto

Es una organización no lucrativa, instituida mediante la afectación de uno o


más bienes para la obtención de fines solidarios, filantrópicos, de servicio a
la comunidad o de interés social V gr. La Fundación por los Niños del Perú,
La Fundación Nobel, etc.

b. Características

• Se constituye por escritura pública o por testamento y se inscriben en el


registro respectivo.
• El acto de constitución de la Fundación, una vez inscrita es irrevocable.
• Carece de titulares que puedan disponer de ella o de su patrimonio a su
libre albedrío.
• En estricto, la fundación es un nuevo sujeto de derecho distinto del
fundador que administra.
• Carece de miembros, cuenta con órganos de administración, pero
notiene integrantes por ser una persona jurídica cerrada a la afiliación.
• Con relación a los fines de la fundación, ella se caracteriza por ser una
organización que realiza objetivos que favorecen a terceros que no son
ni el fundador ni los administradores.
• Están controladas por el Consejo de Supervigilancia de Fundaciones -
CSV.
• El administrador(es) así como sus parientes hasta el cuarto grado de
consanguinidad y segundo de afinidad no pueden celebrar contratos con
la Fundación.

c. Disolución de la Fundación y destino de su patrimonio


• El Consejo de Supervigilancia puede solicitar la disolución de la
Fundación, cuya finalidad resulte de imposible cumplimiento. La
disolución es necesariamente judicial y sólo es conocida por el Poder
Judicial. En no pocos casos la solicitud del Consejo de Supervigilancia
es consecuencia del pedido de los administradores.
• Si el Poder Judicial ordena la disolución debe designarse a los
liquidadores para que, cubiertas las obligaciones de la institución,
destinen el haber neto resultante al fin previsto en el acto constitutivo. Si
ello no fuera posible, se destina, a propuesta del Consejo de
Supervigilancia, a incrementar el patrimonio de otra u otras fundaciones
de finalidad análoga o, en su defecto a la Beneficencia Pública de la
localidad en la que la fundación tuvo su sede, para satisfacer propósitos
similares (Art. 110° del Código Civil).

3. EL COMITE
a. Concepto
Es la organización de personas naturales o jurídicas o de ambas, dedicadas a la
recaudación pública de aportes con una finalidad altruista. Ejemplo: Comité de la
Cruz Roja.

b. Características
• Se constituyen mediante escritura pública, acta de constitución o
documento privado con legalización notarial de las firmas de sus

34
fundadores; deben contar con un Estatuto e inscribirse en el Registro
respectivo (Art. 111° al 123° del C.C.)
• Su Estatuto ha de contener la denominación, duración y domicilio; el fin
altruista perseguido; el régimen administrativo, la constitución y
funcionamiento de la Asamblea General y del Consejo Directivo (sus
órganos); la designación del funcionario que ha de tener la representación
legal; y los demás pactos y condiciones que establezcan.
• El Ministerio Público vigila, de oficio o a instancia de parte, que los aportes
recaudados por el Comité se conserven y se destinen a la finalidad
propuesta, llegado el caso, puede solicitar la rendición de cuentas, sin
perjuicio de la acción civil o penal a que haya lugar

c. Disolución del Comité y destino de su patrimonio


• El Consejo Directivo procede a la disolución y liquidación del Comité, una
vez cumplida la finalidad propuesta, o si ella no se ha podido alcanzar.
• También el Ministerio Publico puede pedir la disolución del Comité al Juez
Especializado Civil del lugar en que aquel tenga su domicilio, cuando sus
actividades resulten contrarias al orden público o buenas costumbres.

PERSONAS JURÍDICAS NO INSCRITAS

Nociones generales
El Código Civil regula la actividad de la Asociación, el Comité y Fundación No
Inscritas del Art. 124° al 133°, es decir, de aquellas organizaciones de personas
que no son formalmente “personas jurídicas” no obstante actuar como tales en la
realidad social.
Por regla general, las asociaciones, fundaciones y comités, deben estar inscritas
en el Registro de Personas Jurídicas de los Registros Públicos, sin embargo, la ley
regula la existencia de las no inscritas, en virtud de su expansión como fenómeno
jurídico-social y al reconocer en ellas una actividad creadora, es decir, una
participación efectiva.
Estas organizaciones se mantienen, por tanto, como pluralidad de personas
naturales, a las cuales el Código concede subjetividad jurídica. Este reconocimiento
normativo faculta a dicha pluralidad – sin dejar de ser tal – a celebrar determinados
actos jurídicos y a comparecer en juicio. Al no constituirse como unidad normativa
de imputación de derechos y deberes, el patrimonio de dichas organizaciones no
inscritas se mantiene como un FONDO COMUN sujeto a la disciplina normativa.

1. REGIMEN DE LA ASOCIACIÓN NO INSCRITA


La Asociación no inscrita regula su organización interna y su administración por
los acuerdos de sus miembros, aplicándose las normas de la asociación inscrita
en cuanto fuese aplicable. El Código le reconoce capacidad procesal, pudiendo
comparecer en juicio representada por el presidente del Consejo Directivo o por
quién haga sus veces (Art. 124º del C.C.).

El Fondo Común
Se denomina “Fondo Común” al conjunto de bienes constituido por los aportes
de los asociados y los bienes que adquiera la asociación no inscrita.

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El fondo común está destinado a la realización de los objetivos del grupo,
mientras el objetivo subsiste no puede ser dividido, no existe el concepto de
cuota y los partícipes no tienen un derecho separado sobre el todo.

El Código Civil dispone en el Art. 125°, que “mientras esté vigente la Asociación”
es, decir, mientras se mantenga como no inscrita, no se puede pedir la división
y partición de dicho fondo, ni el reembolso de las aportaciones de los asociados.
Del mismo modo, quienes hayan actuado en nombre de la asociación son
solidariamente responsables en el caso en que el fondo común no sea suficiente
para afrontar las obligaciones de la misma (Art. 126).

2. REGIMEN DE LA FUNDACIÓN NO INSCRITA


El Art. 127° del C.C. establece que el Consejo de Supervigilancia, el Ministerio
Público o quien tenga legítimo interés le corresponde tomar las medidas
pertinentes para lograr dicha inscripción.

El Art. 128° del C.C. se refiere a la responsabilidad de los Administradores,


señalándose solidaria con respecto a los bienes afectados a la finalidad
propuesta.

El Art. 129º del C.C, señala que una fundación no inscrita en los Registros
Públicos (sin personería jurídica), puede operar con la condición de ser inscrita
en los Registros Públicos.

De no ser posible su inscripción


Los bienes de la fundación no inscrita serán afectados a otras fundaciones de
fines análogos o a otra fundación, preferentemente establecida en el mismo
distrito judicial, por acuerdo de la Sala Civil de la Corte Superior de la sede de la
fundación y a solicitud del Consejo de Supervigilancia de Fundaciones, del
Ministerio Público o de quien tiene legítimo interés (Art. 129º C.C.).

3. REGIMEN DEL COMITÉ NO INSCRITO


El Comité no inscrito se rige por los acuerdos de sus miembros, la representación
judicial recae en el presidente del Consejo Directivo o quien haga sus veces;
asimismo, los organizadores y quienes se encargan de la gestión de los aportes,
son responsables solidarias de su conservación, de la aplicación a su finalidad y
de sus obligaciones contraídas (Art. 130° del C.C.).

Disolución del comité no inscrito


En el caso en que se haya cumplido la finalidad o que no se haya podido
alcanzar, el Ministerio Público solicita de oficio o a instancia de parte su
disolución y rendición judicial de cuentas. La conservación y destino correcto de
los aportes es supervisada por el Ministerio Público (Art. 132° del C.C.).

TALLER:
Análisis y comentarios de los artículos 80º al 133º del Código Civil.

36
CUARTA SEMANA
SEGUNDA SESIÓN

COMUNIDADES CAMPESINAS Y NATIVAS

COMUNIDADES CAMPESINAS
Concepto
Las Comunidades Campesinas son organizaciones de interés público, con
existencia legal y personería jurídica integradas por familias que habitan y controlan
determinados territorios, ligadas por vínculos ancestrales, sociales, económicos y
culturales, expresados en la propiedad comunal de la tierra, el trabajo comunal, la
ayuda mutua, el gobierno democrático y el desarrollo de actividades
multisectoriales, cuyos fines se orientan al aprovechamiento de su patrimonio para
beneficio general y equitativo de los comuneros, promoviendo el desarrollo integral
de sus miembros y del país. Artículo 2, Ley General de Comunidades
Campesinas. Ley Nº. 24656.

Son Personas jurídicas sujetas a un régimen especial debido a su particular


naturaleza. Su reconocimiento surge de la constatación en la realidad de la
existencia de organizaciones de personas naturales alrededor de un patrimonio, el
cual explotan para su beneficio, el fin es de carácter especial, pues busca el
desarrollo integral de los comuneros, su característica principal es que solo pueden
estar integradas por personas naturales.

De acuerdo a los resultados de los Censos Nacionales 2017 realizado del 23 de


octubre al 6 de noviembre de 2017, existen 6,682 comunidades campesinas
distribuidas en las 24 departamentos del país, de las cuales el 64 % (4276
comunidades del total) se definen también como una población originaria o
indígena.

a. Características
• Están reguladas por legislación especial.
• Para la existencia legal de las comunidades se requiere, además de la
inscripción en el registro respectivo, su reconocimiento oficial.
• Las tierras de las comunidades son inalienables, imprescriptibles e
inembargables, salvo excepciones establecidas en la Constitución.
• El Poder ejecutivo regula el estatuto de las comunidades, el cual consagra su
autonomía económica y administrativa.
• La Asamblea general es el órgano supremo de la comunidad.
• La comunidad debe contar con un padrón general y un catastro donde consten
los bienes que integran su patrimonio.

b. Derecho a la consulta previa


Según la Ley Nº. 29785, ley del derecho a la consulta previa a los pueblos
indígenas u originarios. Las comunidades campesinas, como pueblos
originarios, son sujetos de derecho a la consulta previa reconocido en el
Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en los
siguientes casos:

37
• Se explotan recursos naturales en su territorio.
• Se emite una ley u ordenanza que los afecta directamente.
• Se realiza una obra de infraestructura que cambiará su modo de vida.
• Se elaboren políticas públicas que busquen atenderlos, entre otro tipo de
políticas.

c. Derechos lingüísticos
De acuerdo al artículo 6 del Decreto Supremo Nº 004-2016-MC publicada en el
diario oficial El Peruano se establece que las personas de comunidades
originarias de Perú tienen los siguientes derechos, entre ellos:

• Usar la lengua indígena u originaria en forma oral y escrita en cualquier


espacio público o privado.
• Ser atendido/a y recibir información oral, escrita o audiovisual en su lengua
indígena u originaria en las entidades públicas y privadas que prestan
servicios públicos, según lo establecido en el artículo 4.1 de la Ley N° 29735.
• Recibir educación en su lengua indígena u originaria en forma oral y escrita
en todos los niveles de educación.

d. Ejemplo de algunas Comunidades Campesinas


• Vicos (Áncash)
• Salinas Huito (Arequipa)
• Ochuro y Tiquihua (Arequipa)
• Tiquihua (Ayacucho)
• Azapampa y Uñas (Junín)

COMUNIDADES NATIVAS
a. Concepto
Son organizaciones que “tienen origen en los grupos tribales de la selva y ceja
de selva, están constituidas por conjuntos de familias vinculadas por los
siguientes elementos principales:
• Idioma o dialecto,
• Caracteres culturales y sociales,
• Tenencia y usufructo común y permanente de un mismo territorio, con
asentamiento nucleado o disperso”. (Art. 8° del D.L. N° 22175).

b. Marco legal
• Constitución Política del Perú-1993.
• Convenio 169 OIT- Aprobado por el Perú con Decreto Ley Nº 26253.
• Decreto Ley Nº 22175 – Ley de Comunidades Nativas y de Desarrollo
Agrario de las Regiones de Selva y Ceja de Selva.
• Decreto Supremo Nº 003-79-AA, “Reglamento de la Ley de Comunidades
Nativas y de Desarrollo Agrario de las Regiones de Selva y Ceja de Selva”.
• Decreto Legislativo Nº 1015 - Modifica el numeral b) del Art. 10 de la Ley Nº
26505.

c. Las comunidades nativas del Perú


Los pueblos indígenas u originarios que presentan el porcentaje más bajo (0,04
%) de comunidades nativas son Resígaro, quechuas, Marinahua, Jíbaro, Chapra y
Chamicuro (1 comunidad en cada caso); le siguen Arabela, Kakinte,

38
Nahua y Ocaina (2 en cada caso) y concentran el 0,07 %. Fuente: Censo INEI.
2017.
En toda la selva peruana se tienen registradas y censadas 64 tribus y sub tribus
de aborígenes. Los Boras, Kukamas y Yaguas comparten su cultura con el
mundo en medio de una zona de gran biodiversidad.

TALLER
Análisis y comentarios de los artículos 134º al 1139º del Código Civil.

II UNIDAD: QUINTA SEMANA

PRIMERA SESION

EL ACTO JURIDICO

CONCEPTO
El acto jurídico es el acto humano, voluntario, lícito, con “manifestación de voluntad
destinada a crear, regular, modificar o extinguir relaciones jurídicas” (Art. 140 del
C.C).

El acto jurídico, es, pues, el hecho jurídico de carácter voluntario y lícito, cuyo efecto
es querido directamente por el agente, y en el cual existe una declaración de
voluntad. Como quiera que este acto voluntario y lícito, por lo general tienen por
objeto crear, regular, modificar o extinguir relaciones jurídicas de contenido o fin
patrimonial, muchos autores e incluso Códigos, prefieren denominarla NEGOCIO
JURIDICO en lugar de acto jurídico, como ocurre con el Código Alemán.

Como quiera que el acto jurídico es un acto humano voluntario, para su validez se
requiere de la Manifestación de Voluntad, sino hay esa manifestación de voluntad, el
acto es nulo

Tradicionalmente se define el acto o negocio jurídico como una o más declaraciones


(o manifestaciones) de voluntad, orientadas a producir efectos reconocidos y
garantizados por el ordenamiento jurídico.
De acuerdo con la doctrina tradicional, Carnevali manifiesta que en cada negocio jurídico
se individualizan dos voluntades:

a. La voluntad del acto, es simplemente la conciencia y voluntad que un sujeto tiene


de hacer una determinada declaración en su pura materialidad (palabras, escritos,
gestos, etc.). La voluntad del acto no solamente es característica del acto o
negocio jurídico, sino que es común a todos los otros actos (como a las
declaraciones de ciencia, a las comunicaciones, a las oposiciones, etc.). Si falta
la voluntad de la declaración (ejemplo, una declaración falsificada de otro), el acto
jurídico es nulo.

b. La voluntad de los efectos, es la voluntad dirigida a producir efectos idóneos


para regular determinados intereses del declarante. Ejemplo: Juan otorga un

39
testamento, el efecto al cual está dirigida su voluntad es el de dejar la propiedad
de un inmueble a una persona, la propiedad de una nave a otra persona, una
suma de dinero a otra persona, y así vía; tal efecto se produce en cuanto es
querido por el testador.

REQUISITOS PARA LA VALIDEZ DEL ACTO JURÍDICO.

De acuerdo al Art. 140º de nuestro Código Civil, los elementos o requisitos esenciales
para la validez de todo acto jurídico son:

1. Agente capaz
Se refiere a la plena capacidad de ejercicio y solo la persona que goza de esta
capacidad puede prestar un consentimiento válido y éste último sólo puede
manifestarse por medio de una persona con capacidad.
La capacidad es la aptitud legal de toda persona natural y jurídica para adquirir
derechos o ejercerlos válidamente. Se clasifica en:
a. Capacidad jurídica. - denominada capacidad de goce, se basa en el principio
del derecho a la vida consagrada por el Art 2 inc.1 de la Constitución Política.

b. Capacidad de ejercicio. - o de obrar, permite a los titulares de derechos que


han cumplido 18 años no solo disfrutar de su capacidad de ejercicio de sus
derechos; sino también les otorga capacidad política para intervenir en e
gobierno del país y desempeñarse en la administración pública.

2. Objeto física y jurídicamente posible


El objeto del acto debe ser posible y realizable bajo el dominio de los hombres;
porque nadie puede comprometerse a lo imposible (entregar un bien inexistente
o comprometerse donar una parte del planeta marte, etc.)
3. Fin lícito
Es un acto lícito, porque no se concibe un acto jurídico que contravenga el
ordenamiento jurídico. La voluntad del agente debe adecuarse a las normas
imperativas, el orden público y las buenas costumbres, caso contrario el acto es
nulo por ilícito. Por ejemplo, el acto jurídico del matrimonio produce entre los
cónyuges los efectos de filiación, patria potestad. etc.
4. Observancia de la forma prescrita bajo sanción de nulidad
Si un acto jurídico requiere para su validez alguna solemnidad prevista por la ley
positiva, ésta tiene que cumplirse necesariamente; de lo contrario, si el acto
jurídico no reviste la formalidad, carece de validez. Por ejemplo, si se reconoce
a un hijo extramatrimonial en un documento privado, contraviniendo el art 390;
el acto jurídico practicado, será nulo.
a. Plena capacidad de ejercicio, salvo las restricciones contempladas en la ley.
b. Objeto física y jurídicamente posible.
c. Fin lícito.
d. Observancia de la forma prescrita bajo sanción de nulidad.

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MANIFESTACIÓN DE LA VOLUNTAD:
El elemento esencial, básico, fundamental, del acto jurídico es la voluntad de algún
modo manifestada. El profesor Teófilo Idrogo Delgado sostiene que la manifestación
de la voluntad en los actos jurídicos, es la exteriorización de la voluntad que hace un
sujeto de derecho por medio de la declaración.

La manifestación de voluntad con la que se perfecciona un acto jurídico tiene sentido


normativo, es decir, regula los intereses particulares con carácter prescriptivo. Así,
en una compraventa la manifestación de voluntad de las partes es la que dispone
que el vendedor debe transferir la propiedad del bien vendido y el comprador debe
pagar el precio pactado; en un testamento, es la voluntad del testador la que
establece cómo deben disponer de su patrimonio sus herederos o legatarios.

Elementos de la manifestación de voluntad. - Para que exista voluntad jurídica, se


requiere de la concurrencia de elementos internos (discernimiento, intención y
libertad) y externos (manifestación). Con la concurrencia de los elementos internos
queda formada la voluntad real o interna o psicológica, la misma que para producir
efectos jurídicos requiere que sea manifestada.

El discernimiento “es la aptitud para percibir o distinguir las diferencias con relación
a aquello que guarda conformidad con nuestra conveniencia o sentido moral. Es,
pues, una aptitud que nos permite diferenciar lo que nos conviene de lo que no nos
conviene, de lo que nos interesa de lo que no nos interesa, de lo que juzgados bueno
de lo que juzgamos malo, y en general, de lo que nos hace actuar con entendimiento
y desarrollar nuestra inteligencia”3.

Efectos jurídicos de la manifestación de voluntad. - La falta de manifestación de


voluntad, produce la nulidad del acto jurídico.

CLASES DE MANIFESTACION:

a. Manifestación expresa
Es expresa cuando se realiza en forma oral, escrita, a través de cualquier medio
directo, manual, mecánico, digital, electrónico, mediante la lengua de señas o
algún medio alternativo de comunicación, incluyendo el uso de ajustes razonables
o de los apoyos requeridos por la persona.

Ahora por internet se puede celebrar cualquier contrato; mediante un operador se


puede comunicar a un banco de datos (una persona mediante su computadora
accede a un banco de datos donde puede encontrar el bien o servicio que quiere
adquirir). En la contratación por internet, las distancias prácticamente
desaparecen, el consumidor está a un clic de distancia del proveedor.

Los actos jurídicos celebrados a través de la electrónica, la informática y la


telemática, determinan el nacimiento de relaciones jurídicas patrimoniales y
extrapatrimoniales, que requiere una adecuada regulación a nivel internacional,
control y previsión de sus consecuencias.

3 VIDAL RAMIREZ Fernando. EL ACTO JURIDICO. GACETA JURIDICA S.A. Sexta Edición. Lima 2005.

41
b. Manifestación tacita
Es tácita cuando la voluntad se infiere indubitablemente de una actitud o
conductas reiteradas en la historia de vida que revelan su existencia.

Es la conducta del agente que practica un determinado acto jurídico y corrobora


con los hechos y circunstancias de una manifestación libre de voluntad.

No puede considerarse que existe manifestación tácita cuando la ley exige


declaración expresa o cuando el agente formula reserva o declaración en
contrario.

Veamos algunos ejemplos: si alguien en una librería pide un libro y sin declarar
que lo compra lo subraya o hace anotaciones, o en una licorería pide una botella
de vino y sin manifestar su decisión de comprarla, la abre y prueba el vino, o quien
arrienda un bien, v.gr., por seis meses a cambio de una renta mensual y recibe
por adelantado la renta de diez meses, o presta una calidad de dinero por un año
contra el pago de un interés mensual y recibe por adelantado el interés de dos
años, o el caso del copropietario de un bien que lo vende sin el consentimiento de
los demás copropietarios quienes reciben del vendedor la parte proporcional del
precio. De estos hechos concluyentes se induce, sin lugar a dudas, la voluntad de
comprar el libro o el vino, o de prorrogar el contrato de arrendamiento o el de
mutuo, o de vender el derecho que tiene en el bien común. Como se aprecia, la
voluntad tácita se infiere de hechos concluyentes (facta concludentia) que no
admiten otra significación.

FORMALIDAD
Cuando la ley no designa una forma específica para un acto jurídico, los interesados
pueden usar la que juzguen conveniente.
En los casos en que la ley establezca que la manifestación de voluntad deba hacerse
a través de alguna formalidad expresa o requiera de firma, ésta podrá ser generada
o comunicada a través de medios electrónicos, ópticos o cualquier otro análogo.

Tratándose de instrumentos públicos, la autoridad competente deberá dejar


constancia del empleado y conservar una versión íntegra para su ulterior consulta.
Los actos jurídicos, en general, pueden ser formales o no formales. Son formales
aquellos actos jurídicos para cuya existencia o validez es necesaria la manifestación
de ciertos caracteres externos, en vista a producir plenos efectos jurídicos. Ejemplo
de esto son los contratos solemnes, que requieren de una solemnidad propiamente
tal, o los contratos reales, que requieren de la entrega de todas.

CLASES DE LA FORMALIDAD
Las formalidades, tal como las reconoce la doctrina, pueden ser:
1. Formalidades ad-solemnitatem:

Se refiere a aquellas formalidades que constituyen requisito de existencia o


validez del acto en cuestión, y ante cuya omisión el acto es nulo, inexistente, o
no produce efecto jurídico alguno. Por ejemplo, en la mayoría de los países, la
compraventa de bienes raíces debe celebrarse en escritura pública, sin la cual
se entiende que la venta es nula. Dichas solemnidades se establecen en
consideración a la naturaleza del acto, dada la importancia que el determinado
negocio jurídico tiene para el ordenamiento jurídico nacional.

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2. Formalidades habilitantes
Son aquellas formalidades establecidas en consideración de las personas
incapaces o ausentes, en vistas de proteger su patrimonio con ciertas cortapisas
legales que impiden a sus representantes disponer libremente de su patrimonio.
Tal es el caso, por ejemplo, de las restricciones de los guardadores de la venta
de bienes raíces de sus pupilos, la que, en la mayoría de los países, debe
hacerse en pública subasta previa autorización de juez competente. Su omisión
implica la nulidad del acto en cuestión.

3. Formalidades ad probationem
Aquellos requisitos externos al acto jurídico que se exigen en consideración a la
acreditación formal de un acto ante la sociedad o las autoridades. Por regla
general, se traduce en la escrituración del determinado acto, como es en el caso
de los contratos de trabajo, donde es de interés del legislador que dichos actos
se mantengan escriturados o registrados, en protección de los trabajadores. Su
omisión jamás acarrea la nulidad, sino que formas distintas de ineficacia de los
actos jurídicos, tales como la inadmisibilidad de la prueba testimonial.

4. Formalidades de publicidad
Aquellas formalidades destinadas a dar publicidad al determinado acto jurídico,
y que por regla general se traducen en la inscripción del negocio en un registro
público, de modo que todas las personas tengan acceso al conocimiento de su
contenido y efectos. Su violación acarrea, como norma general, la inoponibilidad
del acto frente a tercero.

EL SILENCIO COMO MANIFESTACIÓN DE VOLUNTAD:


Artículo 142 del Código Civil
El silencio importa manifestación de voluntad cuando la ley o el convenio le
atribuyen ese significado. Así, por ejemplo, en el caso de Derecho de familia, si el
hijo ha nacidodurante el matrimonio o dentro de los 365 días siguientes a su
disolución y el padreno niega al hijo, su silencio se interpreta como
reconocimiento de la legitimidad del hijo.

QUINTA SEMANA
SEGUNDA SESION

LA REPRESENTACIÓN
La Representación
La representación se encuentra regulado en el Código Civil, artículo 145° “El acto
jurídico puede ser realizado mediante representante, salvo disposición contraria de
la ley”. La facultad de representación la otorga el interesado o la confiere la ley.

Concepto
La representación es la sustitución de la voluntad del representado por otra persona
llamada representante para realizar determinados actos jurídicos en su nombre e
interés.

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Los actos jurídicos pueden ser realizados personalmente por el sujeto titular del
derecho subjetivo o por medio de otra persona que actúa en su nombre o bajo
cualquier otra forma.

Por la representación una persona (el representante) sustituye a otra (el


representado o principal o parte sustancial) en la celebración de un acto jurídico. El
representante manifiesta su voluntad por cuenta y en interés del representado. Con
la representación se amplían las posibilidades de obrar del representado, quien
puede celebrar varios actos jurídicos al mismo tiempo o sucesivamente en el mismo
lugar o en lugares diferentes.

En general, la representación es la institución jurídica por la cual el representante


realiza uno o más actos jurídicos por cuenta y en interés del representado.

Se denomina representante a quien obra por otro; representado a aquél por quien
se obra; y acto representativo, al verificado por el representante con un tercero, con
efectos directos o indirectos para el representado.

El concepto de representación que hemos dado limitando su objeto a la realización


de actos jurídicos se adecua a nuestro ordenamiento jurídico. Sin embargo, la
representación excede ampliamente el ámbito jurídico para comprender también los
denominados actos meramente lícitos (ejemplo, tomar posesión de un bien) y los
actos de Derecho Público, como exigir judicialmente el cumplimiento de una
obligación.

Naturaleza jurídica de la representación


En cuanto a la naturaleza jurídica de la representación se discute sobre si es la
voluntad del representado, o la del representante, o la de ambos, la que interviene
en la celebración del acto representativo (realizado entre el representante y el
tercero),

Nosotros, de acuerdo a la “teoría de la voluntad de la representante acondicionada


por el representado”, propugnada por Hupka, podemos afirmar que la naturaleza
jurídicade la representación, es la manifestación de voluntad del representante, pero
condicionada por el representado, en otras palabras, el poder otorgado por el
representado es la condición y límite de la voluntad del representante. El
representante no puede excederse de los alcances, condiciones y límites
establecidos por el representado o por la ley.

En realidad, en la celebración del acto representativo, el representante manifiesta su


propia voluntad dentro de los límites establecidos por el representado o por la ley.
Este es el criterio seguido por nuestro Código, que establece que el acto es anulable
por vicios en la voluntad del representante, pero si el contenido del acto es total o
previamente determinado por el representado, el acto es solamente anulable por
vicios en la voluntad de éste (Art. 163° el C.C).

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CLASES DE REPRESENTACIÓN
a. Representación Legal
En la representación legal, llamada también necesaria, el representante es
designado por la ley para que gestione los intereses de un incapaz. El poder del
representante legal se deriva de la ley. El representante legal tiene autonomía
para la gestión de los negocios del representado; su voluntad no depende de la
voluntad del representado. La representación legal es obligatoria (ejemplos: la
patria potestad, la tutela, la curatela).

Con la representación legal, generalmente, se suple la falta de capacidad de obrar


de una persona o se provee al cuidado de los bienes que están faltos de titular o
cuyo titular no está en condiciones de asumir por sí mismo su gobierno.

b. Representación Voluntaria
La representación voluntaria o convencional emana de la voluntad del
representado, es quien establece a su arbitrio las bases y límites de las facultades
que confiere al representante (acto unilateral). Este actúa por decisión del
interesado y en estricta dependencia de su voluntad. La voluntad delrepresentante
depende de la voluntad del representado.

c. Representación Directa
(Art. 160° del C.C.). - En la representación directa o representación propiamente
dicha, el representante (o apoderado) actúa por cuenta, en interés y en nombre
del representado (o poderdante), de tal forma que los efectos del acto realizado
entre el representante y el tercero (acto representativo) entran inmediatamente en
la esfera jurídica del representado.

El representante concluye el acto o negocio jurídico con el tercero, pero


permanece ajeno a la relación, es excluido al inicio de ella. A consecuencia de la
directa y automática vinculación entre representado y tercero, ya que el
representante actúa en nombre del representado, se denomina a este fenómeno
representativo como representación directa.

En la esencia de la representación directa está el poder que nace de una relación


que sirve de causa eficiente (ley, contrato, resolución judicial, etc.). Al tercero que
realiza el acto con el representante sólo le interesa comprobar la existencia del
poder, sin importarle la validez o invalidez de la relación causal de la cual se
deriva. - La representación directa puede ser voluntaria o legal.

d. Representación Indirecta
En la representación indirecta (denominada también impropia, oculta o mediata),
el representante actúa por cuenta y en interés del representado, pero en nombre
propio. Frente al tercero, el representante se presenta como parte directamente
interesada en la realización del acto jurídico, cerrándolo en su propio nombre. Los
efectos del acto que realiza con el tercero no entran inmediatamente en la esfera
jurídica del representado, sino que en ejecución del encargo deberá transferirlos
mediante otro acto jurídico, Se dan tres actos sucesivos:
a) del representado con el representante, en cuanto éste recibe el encargo de
actuar por cuenta de aquél:
b) del representante con el tercero, acto al cual es ajeno el representado; y

45
e) del representante con el representado por el cual éste recibe de aquél lo que
adquirió por su cuenta.

Resumiendo, en la representación directa el representante actúa por cuenta, en


interés y en nombre del representado, de modo que los efectos del acto que realiza
se producen directa e inmediatamente para el representado. En cambio, en la
representación indirecta, el representante actúa por cuenta y en interés del
representado, pero en nombre propio, cerrando el negocio en su propio nombre.

SEXTA SEMANA
PRIMERA SESIÓN

LA FORMALIDAD DE LA REPRESENTACIÓN.

La forma es el medio a través del cual se exterioriza la voluntad, (manifestada o


declarada) La formalidad se configura por los particulares, requisitos determinados
por ley idóneos para la declaración de la voluntad.

Se afirma que “la forma es el vehículo mediante el cual la voluntad negocial se


manifiesta o la figura exterior del acto que en la vida en relación no es reconocible
para los otros sino a través de la misma forma”, agregando que, “en todo caso,
negocio y forma son dos datos inescindibles y la forma no es otra cosa si no el modo
con el acto humano se exterioriza. Tal modo es libre siempre que la exteriorización
absuelva la tarea de hacer objetivamente reconocible el reglamento de interés
propuestos. También se sostiene que la forma “es entendida como el conjunto de
modalidades de externalización a través de las cuales el negocio jurídico se hace
objetivamente perceptible”.

EL PODER
Por poder se puede entender tanto la facultad otorgada por el representado, como
la situación jurídica en la cual se encuentra este último.
Se afirma que “la fuente negocial típica (justamente el poder) se presenta, como un
negocio unilateral al cual corresponde ex lege una condición (suspensiva), cuyo
cumplimiento depende de la voluntad del sujeto que, en definitiva, aparece como el
destinatario necesario”, agregando que ello "mientras pone en evidencia el
indefectible carácter recepticio del acto, indica también el sentido, explicando cómo
y por qué el mismo acto sea relevante (capaz de producir los efectos preliminares
que son propios de todos los negocios sub condicione [...]) solo en el momento en
el cual llegue a conocimiento de aquél sujeto”.

En este sentido, “el término “poder” asume el significado técnico de acto jurídico con
el cual un sujeto confiere a otro la capacidad de representación. El poder asume la
función autónoma de atribución de la legitimación representativa”. Por ello, “la
doctrina absolutamente dominante coloca al poder en la categoría de los negocios
unilaterales de autorización que producen sus efectos apenas hayan sido puestos
en conocimiento del destinatario, en virtud de los principios generales”, Con el
término “poder”, también se hace referencia al documento que contiene el acto de
apoderamiento.

46
Clases de poder
1. El poder es general
El poder general sólo comprende los actos de administración.

Cuando se confiere al representante el poder de realizar todos los actos de


gestión de los intereses patrimoniales del representado a los de una
determinada actividad (BlANCA). Al referirse al contenido del poder general, el
artículo bajo comentario parece basarse en la clásica distinción entre actos de
disposición y actos de administración, ¡y de donde los actos de administración
son entendidos como actos cuya principal finalidad consiste en la conservación
del patrimonio administrado; mientras que aquellos de disposición son aquellos
que influyen directamente en el patrimonio de una persona para modificarlo, sea
aumentándolo o disminuyéndolo o sustituyéndolo.

2. El poder es especial
El poder especial comprende los actos para los cuales ha sido conferido.

Cuando se confieren al representante las facultades de realizar determinados


actos jurídicos, los mismos que se encuentran individualizados o
predeterminados en el acto por medio del cual se confiere el poder. En este
caso, debe entenderse que el poder especial no solo comprende los actos
expresamente establecidos en la norma, sino que también comprende todos los
actos necesarios para poder cumplir con aquellos actos para los cuales elpoder
ha sido conferido. Si ello no fuera así, la posibilidad de otorgar un poder especial
carecería de sentido, ya que no podría realizarse la razón por la cual elpoder ha
sido conferido. De esta forma, entonces, el poder especial comprendea los actos
denominados “instrumentales", entendiéndose por estos a todos aquellos actos,
sea preparatorios o consecuentes cuya realización resulta indispensable para la
completa y exacta realización del encargo (SALOMONI).

REPRESENTACIÓN SIN PODER


En este punto nos remitimos al Artículo 161° “El acto jurídico celebrado por el
representante excediendo los límites de las facultades que se le hubiere conferido,
o violándolas, es ineficaz con relación al representado, sin perjuicio de las
responsabilidades que resulten frente a éste y a terceros”.

Constituyen aquellos supuestos donde estamos frente al ejercicio irregular o


anómalo de la representación por parte de determinada persona, donde excede los
límites fijados o vulnera el contenido de las facultades otorgadas o simple y
llanamente se irroga una facultad que no la tiene y, en base a ello celebra actos
jurídicos en nombre e interés de su supuesto representado. Es por ello que en la
doctrina se dice que en estos casos existe una invasión jurídica en la esfera de
accionar del supuesto representado o principal, sin que esté ni nadie haya
autorizado para ello.

En este sentido, el italiano Emilio Betti en su artículo (Teoría general del negocio
jurídico) señala que la "la representación sin poder se produce cuando quién obra
en representación no respeta los límites de los poderes conferidos, o se encuentra
en conflicto de intereses con el representado o actúan traspasando los límites de

47
tiempo cuando la representación ha cesado o se comporta como representante sin
haberlo sido nunca".

RATIFICACIÓN DEL ACTO JURÍDICO


La ratificación es el negocio jurídico unilateral mediante el cual el supuesto
representado hace que el negocio jurídico celebrado por el falsus procurator sea
eficaz. Con la ratificación, el negocio jurídico celebrado por el falsus procurator se
torna eficaz.

Art. 162 “En los casos previstos por el artículo 161, el acto jurídico puede ser
ratificado por el representado observando la forma prescrita para su celebración.
La ratificación tiene efecto retroactivo, pero queda a salvo el derecho de tercero. ...
El tercero y el que hubiese celebrado el acto jurídico como representante podrán
resolver el acto jurídico antes de la ratificación, sin perjuicio de la indemnización que
corresponda.

La facultad de ratificar se trasmite a los herederos”. El artículo en comentario regula


dos institutos: la ratificación y la posibilidad de resolver el negocio jurídico por mutuo
disenso que tienen el representante y el tercero.

La revocación del poder y sus modalidades


La revocación es el negocio jurídico unilateral mediante el cual el representado priva
de efectos al poder otorgado al representante, eliminando con ello la legitimación
que el representado le había conferido al representante con el poder.

Art. 149.- “El poder puede ser revocado en cualquier momento. “


El artículo bajo comentario regula una de las formas de extinción de la
representación, cual es la revocación; señalando en ese sentido que el poder puede
ser revocado en cualquier momento.

La revocación puede ser:


a. Expresa, cuando el representado manifieste su voluntad explícita en el sentido
de hacer uso de su facultad de revocar el poder que ha conferido.

b. Tácita, cuando el representado, sin man ifestar expresamen te su voluntad,


realice un acto posterior al otorgamiento del poder que resulte incompatible con
el acto de apoderamiento.

VICIOS DE LA VOLUNTAD EN LA REPRESENTACIÓN

El art. 163 del CC establece: “El acto jurídico es anulable si la voluntad del
representante hubiere sido viciada. Pero cuando el contenido del acto jurídico fuese
total o parcialmente determinado, de modo previo, por el representado, el acto es
anulable solamente si la voluntad de éste fuere viciada respecto de dicho
contenido”.

El articulo comentado se refiere al caso en que el contenido del acto jurídico fuese
total o parcialmente determinado de modo previo por el representado. En esta
posibilidad hay que tener en cuenta sí el sí el acto jurídico es anulable totalmente
como cuando el tercero ha actuado con dolo, error, violencia; en el caso que el

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dominus, por ejemplo, hubiese otorgado facultades al representante para que venda
un determinado bien y después que él indicara el precio advirtiera que éste es más
elevado; o cuando el representado engañado por un tercero en el sentido que los
artefactos eléctricos bajaran de precio dentro de pocos días, ordena al representante
que los venda, sin darle explicaciones ni mucho menos especificarle las condiciones.

En este caso es evidente que el acto jurídico será anulable por dos razones: una por
no haber fijado el precio, forma, plazo para el pago, garantías, etc y otro por existir
vicio de la voluntad.

En consecuencia, el artículo tiene por finalidad proteger los intereses del


representado. En el caso de la determinación parcial, tienen que aplicarse las reglas
de la nulidad parcial como.

Poder especial para representación legal


Mediante el poder, una persona (el poderdante) faculta a otra (el apoderado),
para que la represente. El apoderado facultado podrá actuar en nombre del
poderdante en actos y contratos. ... En este caso, el poder debe contar por Escritura
Pública precisando los detalles de la representación.

El poder especial puede ser otorgado mediante documento privado. En una notaría,
ante el juez de manera verbal en audiencia, mediante diligencia o memorial dirigido
al juez. Para efectos de validez el poder debe ser otorgado personalmente por el
poderdante ante el juez, el secretario o el notario.

Taller: estudio de casos.

SEXTA SEMANA
SEGUNDA SESIÓN

INTERPRETACIÓN DEL ACTO JURÍDICO

Concepto
La interpretación consiste en desentrañar el sentido de algo. Todo comportamiento
humano va incorporando sentidos a la realidad. Interpretar un acto jurídico es
establecer su verdadero sentido y alcance. todo acto jurídico debe ser interpretado
según el principio de la "BUENA FE", es decir que la buena fe es la cláusula general
de todos los contratos y que estos se interpretan objetivamente.

La interpretación es una institución esencial ya que pertenece a la teoría general del


derecho, área del saber jurídico que no debe escapar a ningún operador jurídico:
llámese juez, abogado, árbitro y estudiante. Sin embargo, su importancia y
trascendencia es tal que desborda las fronteras jurídicas y llega a las orillas de la
vida cotidiana pues queramos o no, todos vivimos interpretando. Por ejemplo, lo que
dicen las personas a nuestro alrededor (declaraciones), lo que escriben las personas
a nuestro alrededor (los textos), las conductas de las personas que nos rodean
(comportamientos). Vivimos constantemente interpretando los textos, las
declaraciones y los comportamientos de nuestros congéneres con el objetivo

49
(advertido o no) de descubrir que es lo que nos quieren comunicar, o sea queremos
descubrir que intención encierran.

Finalidad
El propósito u objetivo de la Interpretación (fin inmediato) es desentrañar elsentido
y significado del Derecho. Ludwig Enneccerus, lo dice de la manera siguiente: “El
objetivo de la Interpretación es el esclarecimiento del sentido propio de una
proposición jurídica.

La labor interpretativa del negocio jurídico, entonces, opera con la reconstrucción de


“lo querido” (art. 168 CC) o de “la común intención de las partes” (art. 1362, si se
trata de contratos), y el itinerario sería a través del principio de la buena fe (regulado
en cada artículo mencionado, respectivamente), de la interpretación ' sistemática
(art. 169 CC) y de la interpretación teleológica (art. 170 CC). Evidentemente, no se
trata de un numerus clausus y cabría aplicar otros criterios interpretativos: no hay
impedimento legal para ello. En el caso de la contratación en masa, tenemos el
criterio objetivo señalado en el art. 1401 del CC, que estaría dentro de lo que se
llama “integración del contrato”.

Se advierte que “la interpretación de los contratos, así como de los negocios en
general está dirigida, a la constatación de lo que constituye la intención efectiva de
las partes (autorregulación de los propios intereses), más allá del sentido literal de
las expresiones usadas. Sin embargo, esta fase a menudo denominada “subjetiva”
o “cognitiva”, en cuanto básica y prioritaria, representa solo un aspecto del
procedimiento interpretativo del negocio y no agota (o no puede agotar) la actividad
hermenéutica requerida por la ley al respecto. En efecto, cuando esta primera
indagación no haya tenido un éxito positivo y subsista aún la duda sobre el alcance
real de la declaración, se aplican una serie de reglas interpretativas suplementarias

Sistemas de Interpretación
Por regla el otorgante del acto jurídico declara lo que quiere no lo que no quiere. Su
declamación lo realiza mediante palabras, escritos, comportamientos mímicos,
gestuales, etc. La declaración es el continente, el vehículo mediante el cual se
exterioriza la voluntad y esta es el contenido, lo exteriorizado comunicado mediante
la declaración. El acto jurídico se forma con la voluntad declarada

Interpretación en el código civil


Nuestro código civil adopta como principio general, rector, de interpretación el
sistema objetivo, lo que está bien, puesto que toda interpretación tiene que empezar
por el análisis de la declaración o declaraciones de voluntad con la que se forma el
acto jurídico, pero en modo alguno puede desdeñar el sistema subjetivo como un
principio subsidiario, porque la voluntad real del agente no solamente se evidencia
con la declaración con la cual se forma el acto jurídico, sino también con los
comportamientos compatibles con tal declaración, sean anteriores, o coetáneas o
sucesivos, e inclusive con el silencio de las partes, sus necesidades, sus
posibilidades, el ambiente social en el cual se desenvuelven. Si el código adoptara
el criterio objetivista a ultranza, sin ninguna atenuación, sería un pobre código puesto
solamente al servicio de la parte más fuerte, propiciaría la usura, la expoliación de la
parte débil, el dolo.

50
Bajo el Código Civil peruano de 1984, el acto jurídico ha sido definido como "la
manifestación de voluntad destinada a crear, regular, modificar o extinguir relaciones
jurídicas" (art. ... 1) La regla de interpretación de la voluntad declarada y de la
común intención de las partes (arts. 168° y 1362° c.c.).la interpretación aún dentro
de la normatividad del Código Civil peruano es una operación necesaria, inclusive,
cuando las palabras no son ni oscuras ni ambiguas.

El tema de la interpretación de los contratos implica, dentro de la normatividad legal


contenida en el Código Civil peruano de 1984, ubicar a los mismos (como categoría
general) dentro de la disciplina de los actos jurídicos, dado que en nuestro
ordenamiento jurídico se considera a aquéllos como una especie integrarte del
género conformado por éstos, siéndoles aplicables a los mismos las disposiciones
establecidas para el común de dicho género.

Sin embargo, debemos empezar por aclarar que, si bien encontramos reglas legales
de interpretación para los actos jurídicos establecidas en el Título IV, del Libro 11,
del Código Civil (arts. 168°, 169° y 170°), las cuales constituyen normas
hermenéuticas de interpretación que tienen que ser aplicadas a cualquier contrato,
en tanto éste es un acto jurídico, existe también una norma específica que rige la
vida del contrato durante todo el “iter negocial”, como es el artículo 1362° del Código
Civil, que contiene otra norma hermenéutica de interpretación, esta vez exclusiva de
los contratos

Destinatarios de las normas de Interpretación del Acto Jurídico


Por el hecho mismo de la incorporación de las normas de interpretación al Código
Civil con el carácter de imperativas, sus destinatarios son las partes celebrantes del
acto jurídico, y aún los terceros, los jueces y también los árbitros.

Clases de Interpretación del Acto Jurídico


1. La interpretación objetiva
Es aquella actividad hermenéutica dirigida a desentrañar la común intención de
las partes que celebraron el contrato, lo cual involucra no sólo lo manifestado o
declarado (texto) sino también aquellos comportamientos previos y posteriores
(extratextual) al acto negocial. Presumiéndose iuris tantum que lo declarado es
lo realmente querido.

2. La interpretación sistemática
Es aquel método hermenéutico que entiende al contrato no como una suma de
cláusulas sino como un conjunto orgánico lo cual involucra que al momento de
interpretarse un contrato no deba buscarse desentrañar la intención negocial de
las partes por medio de una sola cláusula soslayándose las demás, pues ello
traería inexactitudes respecto de lo que verdaderamente han querido las partes
en el contrato, sino que deben contrastarse las unas por medio de las otras a fin
de evitar y/o eliminar las posibles ambigüedades que provocaría justamente el
interpretárselas de manera independientemente.
El criterio sistemático solo tiene lugar luego de haberse buscado la “común
intención de las partes” y observado la “buena fe”. El criterio sistemático rige
también en caso se trate de interpretar dos o más actos jurídicos vinculados
entre sí.

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3. La interpretación finalista
Es aquel método hermenéutico, que se aplica luego de haber utilizado los
previos (común intención de las partes, buena fe y sistemático) y que tiene como
objetivo, primero, aclarar las dudas o ambigüedades que aún persistan y luego
encaminar el propósito práctico de las partes a la celebración del tipo negocial
que tuvieron en mente celebrar. La buena fe es una sola, en consecuencia, tanto
su aspecto subjetivo (creencia) como su aspecto objetivo (comportamiento)
deberán concurrir copulativamente para que se pueda alegar, valga la
redundancia, la buena fe y, de ese modo, el ordenamiento jurídico pueda tutelar
el derecho del tercero.

El estado de ignorancia del tercero solo será legítimo (buena fe subjetiva) en la


medida en que el comportamiento que lo acompañe sea el correcto (buena fe
objetiva) lo cual involucra, en primer lugar, que tercero actué con diligencia, ósea
que haya practicado todos los actos necesarios tendientes a buscar la
información relevante acerca de la situación jurídica que lo afecta (por ejemplos
ir a registros públicos y verificar que el inmueble que pretende adquirir no cuente
con cargas y gravámenes) acto seguido, en ese momento, su estado de
ignorancia podrá considerarse legítimo configurándose así finalmente la buena
fe.

En nuestro código civil, a lo largo de varios de sus libros, se hace mención a la


buena fe por lo que se puede inferir que la intención del legislador haya sido que
la buena sea elevada a la categoría de principio orientador que los sujetos de
derechos deban seguir en las relaciones jurídicas que establezcan los unos con
los otros.

En la negociación, celebración y ejecución de los contratos les será exigible a


las partes tanto la buena fe subjetiva como la objetiva pues ambas son
indesligables la una de la otra.

4. La interpretación contra proferentem


Es aquel, presente tanto en el civil law como en el common law, que tiene como
objetivo tutelar a aquella parte que no redactó las cláusulas de un contrato por
adhesión o con arreglo a cláusulas generales de contratación, sino que simple
y llanamente las aceptó en bloque, mediante una presunción consistente en que
las de dudas o ambigüedades producto de la redacción del predisponente se
interpreten en favor del adherente.

La interpretación contra proferentem, no debe descartar otros criterios tales como


la buena, fe, el sistemático, teleológico,etc. La interpretación contra proferentem,
siguiendo a Leyva Saavedra, presenta tres requisitos: 1. que la cláusula sea
dudosa, ambigua u oscura; 2. que la oscuridad, ambigüedad o duda sean
imputables al predisponente; 3. que tanto la oscuridad como la ambigüedad o
duda no se hayan podido resolver utilizandootros criterios de interpretación.

TALLER: Estudio de casos

52
SETIMA SEMANA
EXAMEN PARCIAL I

OCTAVA SEMANA
PRIMERA SESION

MODALIDADES DEL ACTO JURIDICO

CONCEPTO
Las modalidades del acto jurídico son ciertos elementos accidentales que modifican
los efectos normales del acto, ya tornando incierta la existencia de dichos efectos
(condición), ya limitando en el tiempo esos efectos (plazo), ya limitando la ventaja
económica del beneficiario de un acto de liberalidad (cargo).

En consecuencia, las modalidades del acto jurídico son tres: Condición, Plazo y
Cargo o Modo.

53
LA CONDICIÓN
Definición
La condición es el evento futuro e incierto (natural o humano), establecido
arbitrariamente por la voluntad del agente (conditio facti), de cuya verificación se
hace depender el surgimiento (condición suspensiva) o la cesación (condición
resolutoria) de la eficacia de un acto jurídico, o de una o algunas de sus cláusulas
o estipulaciones.

CARACTERÍSTICAS
1. La Incertidumbre
La incertidumbre es la que determina el estado dependencia, pues no se sabe si
la condición se cumplirá o no se cumplirá de tal modo que es incierta la existencia
o la extinción de las consecuencias del acto.

La incertidumbre puede ser objetiva o subjetiva. En su aceptación objetiva, la


incertidumbre no depende del conocimiento del agente, sino, de la misma
naturaleza del evento puesto como condición; el evento es de realización
insegura para todos. En su noción subjetiva el cumplimiento de la condición es
inseguro solamente para los otorgantes del acto; se admite el hecho pasado cuya
existencia ignoren las partes, puede ser condición.

El código peruano nos dice expresamente si opta por la acepción objetiva o


subjetiva de condición, pero no es por eso, sin interpretación alguna, podemos
aplicar a raja tabla el principio: ubi lex non distinguit, nec nos distingueredebemus
para sostener que el código acoge ambas teorías sobre la incertidumbre: la
objetiva y subjetiva, lo cual, a nuestro entender no estaría mal. Pero, el código al
establecer por principio que la condición es irretyroactiva (art. 177) –son
irretroactivos los hechos futuros, no los pasados– y al hablar de plazopara la
condición negativa (art. 175, implícitamente está exigiendo que la condición debe
consistir en un hecho venidero incierto para todos y no solamente para los
otorgantes del acto.

2. La Futuridad
La futuridad es una característica de la condición que está en estrecha
vinculación con la incertidumbre. El hecho puesto como condición para que sea
incierto debe ser futuro. (Es un hecho que va ocurrir en el futuro).
El hecho presente o pasado puede ser desconocido, pero no es incierto. Aunque
las partes ignoren que el hecho ya ocurrió (incertidumbre subjetiva) el acto
produce sus efectos desde su celebración. Hay incertidumbre objetiva de la
condición solamente cuando se trate de un evento futuro. Si el evento ya se ha
realizado o está ocurriendo en el presente, aun cuando las partes lo ignoren el
acto jurídico se constituye válidamente como un acto puro porque no existe
incertidumbre sobre su eficacia ab initio.

CLASES DE CONDICIONES
1 condición suspensiva y condición resolutoria
a. La condición suspensiva o inicial es aquella de la cual depende la eficacia
del acto; en otras palabras, los efectos del acto quedan supeditados a la
realización del hecho previsto como condición. Ejemplo, te dono mi
automóvil si te recibes de abogado.

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b. Se habla de condición resolutoria cuando el acto produce normalmente los
efectos que le son propios, pero cesa de producirlos si se verifica la
condición. Ejemplo, te concedo el uso de mi departamento mientras no
tenga otro hijo.

La distinción entre condición suspensiva y resolutoria es clara. La condición es


suspensiva cuando la eficacia del acto queda supeditada a la realización del
evento previsto, y es resolutoria si al verificarse el evento, al acto pierde
eficacia. En la suspensiva está pendiente la eficacia y la resolutoria está
pendiente la ineficacia del acto. No se puede confundir la situación del acreedor
bajo condición suspensiva con la del deudor bajo condición resolutoria.

2.. Condiciones Propias y Condiciones Impropias


a. Las condiciones propias consisten en eventos inciertos, futuros, posibles y lícitos.
(cuando el hecho o el evento es posible de verificarse, aunque no es de inevitable
producción, y cuando el hecho no está prohibido legalmente)
b. En cambio, las condiciones impropias son eventos o sucesos necesarios,
imposibles, ilícitos, presentes o pasados. (en este caso, el hecho puesto
como condición es físicamente imposible, o necesaria, o legalmente
inadmisible). Ejemplo, Andrés donará un automóvil a José si este último
viaja a las galaxias de Tauro; como se observa en este ejemplo la condición
es imposible de cumplirse.

En las condiciones legales falta la arbitrariedad, y en las necesarias, imposibles, de


presente o de pasado, falta la incertidumbre.

1. Potestativa, Casual y Mixta

Esta clasificación se hace en base al tipo de evento que sirve como causa
eficiente de la condición.

a. La condición potestativa (condición facultativa) depende de la voluntad de


una de las partes de la relación jurídica (te presto mil si quiero; te doy cien si
haces testamento a favor de nombre; vendo mi casa si decido trasladarme a
otra ciudad).

Pero en otros casos la condición es potestativa al deudor u obligado, en este


supuesto el acto jurídico es absolutamente nulo, por ejemplo, me obligo a
vender a B mi casa si es que así lo deseo.

b. La condición casual es cuando la verificación del evento depende de la pura


casualidad o de la voluntad de un tercero (si no hay sequía; si tu abuelo vive
hasta cien años; si tu hijo llega a ser abogado).

c. La condición mixta es cuando su cumplimiento depende en parte de la


voluntad de uno de los interesados y en parle de factores extraños (Te dono
cien si viajas a Roma, cosa que no depende solamente de tu deseo de viajar;
si obtengo ganancias de tal negocio, lo que no depende solamente de mi
deseo de realizar el negocio).

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2. Condición Positiva y Condición Negativa
La condición puede ser positiva o negativa según que el evento puesto como
condición comporte o no una modificación de la realidad existente.
a. La condición positiva consiste en que se verifique un hecho que modifique
el estado actual de la realidad, sin importar la forma gramatical en que es
expresada (ejemplos: te doy cien si apruebas todos los cursos, o te doy cien
si no te desaprueban en ningún curso; te doy cien si contraes matrimonio).

b. La condición negativa consiste en que no se verifique un hecho, de tal modo


que no cambie el estado actual de la realidad (ejemplos: te dono este bien si
Juan no contrae matrimonio; te doy cien si permaneces soltero; te doy cien
si te quedas con el único hijo que tienes).

Para la condición negativa se puede establecer un límite dentro del cual debe.
producirse su cumplimiento, pero si tal limite no se ha previsto, se considera
cumplida cuando ya no es posible que se produzca la modificación del estado
de tacto contemplado (D. 45,1,115).

3. Condición Simple y Condición Compleja:

a. La condición simple consiste en un suceso único (ejemplo, si te dan la beca).


La condición compleja está integrada por varios sucesos (ejemplo, te doy el
préstamo si te quedas a vivir en Lima, reconoces a tu hijo y aceptas el trabajo
que te ofrezco).

b. Cuando la condición es compleja, los efectos del acto jurídico se producirán


condición suspensiva) o cesarán (condición resolutoria) cuando se han
realizado todos los sucesos puestos como condición.

Si varios sucesos se ponen alternativamente como condición, no hay condición


compuesta sino simple, basta que se verifique uno de ellos (te vendo el fundo si
optas el título de ingeniero agrónomo o de veterinario).

4. Condición Perpleja
La condición perpleja es la que tiene una contradicción interna que no permite
establecer lo que quiere el declarante. Hace ininteligible y contradictoria consigo
misma la declaración de voluntad al extremo de privar al acto de un apreciable
contenido volitivo. Si no se puede establecer, con una interpretación razonable,
cuál fue la voluntad del sujeto se invalida el acto. Por ejemplo, te instituyo mi
heredero si mueres antes que yo.

5. Expresas y Tácitas
La incorporación de la condición en el acto jurídico puede ser expresa o tácita.
No es necesario que la condición se declare expresamente, siempre que se
infiera indubitablemente de la actitud o circunstancias de comportamiento de los
agentes que se quiso el acto sub condicio (artículo 141°). De allí que la existencia
de la condición no se presume, sino que debe ser probada por quien la invoca.

56
OCTAVA SEMANA
SEGUNDA SESIÓN

EL PLAZO

CONCEPTO
El plazo o término indica el momento desde el cual se inicia o finaliza la eficacia del
acto jurídico.
El plazo como modalidad es el evento futuro y cierto de cuyo acaecimiento se hace
depender el nacimiento, la exigibilidad o la finalización de los efectos del acto
jurídico.
El plazo es el lapso desde el cual comienza la existencia o el ejercicio de las
consecuencias del acto y hasta el cual duran esas consecuencias. Al día en que
comienza el plazo se le denomina dies a quo, y al día en que termina se le llana
dies ad quem. El plazo transcurre entre un término inicial y un término final.

CLASES
1.. Plazo Suspensivo y Plazo Resolutorio
a. El plazo suspensivo o inicial o dies a quo es cuando se suspende el
nacimiento o la exigencia de todos o de algunos de los efectos del acto jurídico
hasta la llegada de un determinado momento o fecha. Por ejemplo, se celebra
un contrato de arrendamiento el seis de junio, precisando que el contrato
tendrá efecto a partir del veintiocho de julio. En este caso el contrato se
perfecciona el seis de junio, pero su eficacia se retarda hasta el veintiocho de
julio.
b. El plazo resolutorio o final o extintivo o dies ad quem consiste en una fecha
a partir de la cual los efectos del acto cesan de producirse. Limita en el tiempo
la eficacia del acto; el transcurso del tiempo indicado hace cesar la eficacia
del acto. El acto es eficaz desde que es perfeccionado, pero cesa de tener
efectos una vez llega el término final, razón por la que se le denomina también
resolutorio. Por ejemplo, un contrato de arrendamiento celebrado por el plazo
de dos años, dejará de tener eficacia al vencimiento del segundo año desde
su perfeccionamiento.
El término inicial suspende la eficacia del acto y el término final pone fin a tal
eficacia.

2.. Plazo Cierto y Plazo Incierto


a. Es cierto cuando se sabe con precisión la fecha en que debe ocurrir el
vencimiento del plazo, dies certus an et quando (día cierto que ocurrirá y
cuándo ocurrirá), por ejemplo, la obligación de pagar una cantidad de dinero
el día 28 de julio próximo.
b. El plazo es incierto cuando no se sabe en qué momento ocurrirá el
acontecimiento previsto como límite final. Aquí se habla de dies certus an
incertus quando. Es cierto que el evento puesto como plazo ocurrirá, pero es
incierto el momento en que tendrá lugar, por ejemplo, el día en que muera
Ticio.

3. Plazo Potestativo
El plazo es potestativo cuando su determinación ha quedado a la sola voluntad
del deudor (plazo meramente potestativo) o a un comportamiento voluntario en
el cual el sujeto tenga un cierto interés (plazo potestativo propio). Si el deudor no
fija plazo, lo determinará el juez.

57
4. Plazo convencional. -
Es aquel señalado por las partes, de acuerdo a sus posibilidades y necesidades.
Se origina en la decisión libremente del creador o los creadores de un acto
jurídico.

5. Plazo legal. -
Es el plazo determinado expresamente por Ley, y que se aplica para cumplir la
voluntad de las partes cuando ellas hubieran omitido establecer el plazo.

6. Plazo judicial. -
Es el plazo determinado por el juez, observando lo dispuesto en el Código. La
determinación judicial se requiere cuando se suscita una controversia al
respecto.

BENEFICIO DEL PLAZO


Artículo 179º.- El plazo suspensivo se presume establecido en beneficio del deudor,
a no ser que el tenor del instrumento o de otras circunstancias, resultase haberse
puesto a favor del acreedor o de ambos.

En cuanto al beneficio del plazo suspensivo, el Código Civil conserva el sistema del
Derecho romano, que consagra en este punto el favor debitoris, presu miendo que
el plazo se ha concedido en beneficio de éste, salvo que se pruebe haber sido
establecido del acreedor o de ambos. Si el plazo es en beneficio del deudor, éste
puede pagar antes del cumplimiento del plazo, pero el acreedor no puede exigirlo
sino al vencimiento. Si el plazo se ha estipulado en beneficio del acreedor, éste
puede exigir el cumplimiento de la obligación antes del vencimiento.

Por ejemplo, Pedro conviene con Pablo en el pago de una deuda de cincuenta mil
soles el 10 de setiembre del 2021. Esto no quiere decir que el deudor no tenga la
facultad de pagar antes del10 de setiembre del 2021; este puede hacerlo antes de
que se cumpla el plazo pactado en cualquier fecha. De lo que se concluye que el
plazo se presume en beneficio del deudor.

CADUCIDAD DEL PLAZO


Artículo 181.- El deudor pierde el derecho a utilizar el plazo:
Cuando resulta insolvente después de contraída la obligación, salvo que garantice
la deuda. Se presume la insolvencia del deudor si dentro de los quince días de su
emplazamiento judicial, no garantiza la deuda o no señala bienes libres de
gravamen por valor suficiente para el cumplimiento de su prestación.

Cuando no otorgue al acreedor las garantías a que se hubiese comprometido.


Cuando las garantías disminuyeren por acto propio del deudor, o desaparecieren
por causa no imputable a éste, a menos que sean inmediatamente sustituidas por
otras equivalentes, a satisfacción del acreedor.

La pérdida del derecho al plazo por las causales indicadas en los incisos
precedentes, se declara a petición del interesado y se tramita como proceso
sumarísimo. Son especialmente procedentes las medidas cautelares destinadas a
asegurar la satisfacción del crédito.

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El acreedor no puede pedir el cumplimiento de la obligación antes de que expire el
plazo, salvo que éste se haya establecido en su favor, o salvo que hayan sucedido
hechos que determinan la caducidad del plazo. Esto último ocurre cuando el deudor
pierde o disminuye considerablemente su patrimonio, que es el que respalda el
crédito, de tal modo que ya no hay la seguridad que cumplirá con su prestación,
razón por la que el art. 181 sale en defensa del derech o del acreedor, declarando
la caducidad del plazo a fin de que pueda exigir la efectividad de su crédito, sin
esperar que el plazo esté vencido.

COMPUTO DEL PLAZO


En el cómputo del plazo debe observarse las siguientes prescripciones señaladas
en el Art. 183 del CC:

En el plazo civil se computa de acuerdo l calendario gregoriano, es decir sin tomar


en cuenta los días hábiles, inhábiles (feriados, festivos, etc.) computándose
indiscriminadamente. Así el plazo para la inscripción de partida de nacimien to es
de 30 día, el último día es el vencimiento.

El plazo señalado, por día se computa por días naturales, de media noche a media
noche y no se cuenta el día de la realización del acto, pero sí el día de su
vencimiento: de esta manera, si se celebra el acto jurídico el primero de enero con
el plazo de cinco días, la obligación será exigible el día seis de enero, de tal modo
que hayan transcurrido cinco días enteros.

Cuando el plazo se señala por meses, se cumple en el mes del vencimiento y en el


día de éste correspondiente a la fecha del mes inicial a la concertación del acto
jurídico: así, por ejemplo, si el acto jurídico se celebra el dos de junio con el plazo
de un mes, el vencimiento tendrá lugar el dos de julio del 2020.

Igual sucede con el plazo señalado por años: si la fecha de celebración del acto
jurídico es el dos de junio de 1992, por el plazo de tres años, la exigibilidad de la
obligación será a partir del dos de junio de 1995.

Cuando el vencimiento del plazo es un día festivo, dicho vencimiento tendrá lugar
el primer día siguiente que no sea festivo.

EL CARGO

CONCEPTO
El modo (del latín modus = medida), cargo, carga o encargo, consiste en una
obligación accesoria que, sólo en los actos gratuitos de liberalidad Ínter vivos o
mortis causa, puede ser impuesta por el disponente a cargo del destinatario de la
liberalidad, consistente en dar hacer o no hacer algo en favor del disponente o de
un tercero o del beneficiario mismo, o de emplear de una determin ada manera el
bien objeto de la disposición. (El cargo consiste en el encargo que hace una
persona a otra para que realice algo a cambio de recibir gratuitamente un bien)
La palabra "carga" es utilizada aquí en su sentido vulgar. En su sentido técnico
jurídico, la carga consiste en una obligación vinculada a la titularidad de
determinados bienes (ejemplo la servidumbre).

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El cargo tiene un carácter doble, por su naturaleza constituye una obligación y,
como tal, su cumplimiento puede ser exigido, incluso coercitivamente, y al mismo
tiempo es una obligación accesoria al derecho que adquiere el destinatario de una
liberalidad; éste no puede adquirir la liberalidad sin asumir la obligación en que
consiste el cargo.

Los sujetos vinculados al acto modal son:


a. El autor de la liberalidad (o disponente), o sea, el que realiza el acto de
disposición a título gratuito (donante, testador);
b. El beneficiario de la liberalidad (donatario, heredero, legatario), obligado a
cumplir el cargo; y
c. El beneficiario del cargo.

El modo solamente deriva de la voluntad del disponente no puede derivar de la


voluntad de otras personas ni de la ley. Siempre es expreso, no puede ser tácito.

TRANSMISIBILIDAD DEL CARGO


Artículo 188.- “La obligación de cumplir los cargos impuestos para la adquisición de
un derecho pasa a los herederos del que fue gravado con ellos, a no ser que sólo
pudiesen ser cumplidos por él, como inherentes a su persona.
En este caso, si el gravado muere sin cumplir los cargos, la adquisición del derecho
queda sin efecto, volviendo los bienes al imponente de los cargos o a sus
herederos”.

La obligación de cumplir el cargo, como toda obligación, se trasmite a los herederos,


excepto cuando se trata de una obligación inherente a la persona del deudor (intuito
personae), lo prohíbe la ley, o se ha pactado lo contrario (art. 188,660 y 218).

Conforme al art. 188, si el beneficiario de la liberalidad fallece antes de haber


cumplido el cargo, sus herederos deben satisfacer la obligación si ella no es
inherente a la persona. Si el cargo consiste en una obligación intuito personae y el
beneficiario muere sin cumplirla, los bienes objeto de la liberalidad revierten al
imponente del cargo o sus herederos.

Por ejemplo, se dona un bien a un abogado con el cargo de que él personalmente


defienda al donante en un proceso judicial; el abogado muere sin haber cumplido
el encargo; sus herederos deben devolver al donante o a sus herederos el bien
materia de la donación.

EXIGIBILIDAD DEL CARGO


Artículo 185.- El cumplimiento del cargo puede ser exigido por el imponente o por
el beneficiario. Cuando el cumplimiento del cargo sea de interés social, su ejecución
puede ser exigida por la entidad a la que concierna.

Del tenor literal del art. 185 del CC, se concluye que el cargo puede exigirse
judicialmente, en ciertos casos por el imponente del cargo quien en un acto de
liberalidad ha dispuesto una prestación en beneficio del gravado u obligado, ya sea
intervivos o mortis causa.

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En el cargo hay tres personas: el autor de la liberalidad, que es quien impone el
cargo; el beneficiado con la liberalidad, que es el obligado a realizar el cargo; y el
beneficiario, que puede ser el propio autor o un tercero. Los que tienen derecho a
la exigibilidad del cargo pueden ejercer la acción o el sujeto a cuyo favor se
estableció la obligación modal. (ejemplo se dona un predio, imponiendo al donatario
la carga de pagar una pequeña pensión a favor de una persona del afecto del
donante).

CARGO ILÍCITO O IMPOSIBLE


Artículo 189°.- Si el hecho que constituye el cargo es ilícito o imposible, o llega a
serlo, el acto jurídico subsiste sin cargo alguno.

Como sabemos, la relación entre la liberalidad y el modo es de subordinación: el


modo es accesorio respecto de la liberalidad. Aquí es de aplicación el principio que
dice que lo accesorio sigue la suerte de lo principal, pero no al contrario, por lo que,
si la estipulación que contiene el cargo o modo se invalida, esto no afecta para nada
al acto jurídico que permanece como un acto puro. La imposibilidad o ilicitud del
cargo puede ser inicial o sobrevenida, pero en ambos supuestos la nulidad del
cargo no afecta la validez del acto. Por ello, el art. 189 establece que en caso de
que el modo impuesto sea ilícito o imposible, o llegara a serlo, el acto jurídico
subsiste sin cargo alguno.

NOVENA SEMANA
PRIMERA SESIÓN

SIMULACIÓN DEL ACTO JURÍDICO


GENERALIDADES
La palabra simulación proviene del latín simulare, que significa fingir, hacer aparece
una cosa distinta de la realidad. El diccionario de la Lengua Española Real
Academia, define a la simulación como la “alteración aparente de la causa, la índole
o el objeto verdadero de un acto o contrato”. Agrega que simular es representar una
cosa fingiendo o imitando lo que no es.
En la vida diaria, por diversas razones, el ser humano simula, miente. Simula estar
enfermo para no concurrir a una cita o para evitar un castigo; simula tener talento,
carácter, conocimientos con el fin de acceder a un puesto de trabajo; disimula
defectos, fracasos, vicios, enfermedades, etc.

Concepto.
Podemos definir a la simulación como uno de los vicios generados deliberadamente
por la voluntad de las partes que en ella intervienen, y consiste en aparentar la
existencia de un acto jurídico que en realidad no existe o que es de distinta naturaleza
del que aparece o que son distintas las personas en él interesadas.

Simulación se define también como la “alteración aparente de la causa, la índole o


el objeto verdadero de un acto o contrato”. Agrega que simular es representar una
cosa fingiendo o imitando lo que no es.

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En el ámbito de los actos jurídicos, la simulación es muy frecuente. Se usa para
engañar a terceros con los más diversos fines: aparentar solvencia o insolvencia
económica, defraudar a los acreedores, engañar a un pariente pedigüeño
(demasiado aficionado a pedir), eludir prohibiciones legales, protegerse contra la
delincuencia, evitar herir susceptibilidades, evitar el pago de impuestos, beneficiar a
unos hijos antes que, a otros, facilitar la realización de ciertos negocios, etc.

CARACTERÍSTICAS DE LA SIMULACIÓN.
1. Disconformidad entre la voluntad interna y la voluntad manifestada. - Es
decir, a sabiendas de la existencia de dos realidades diferentes, ambas conocidas:
la verdadera y la falsamente querida, una de las cuales esta ordenada a no tener
eficacia jurídicamente reconocida.

2. Concierto entre las partes para producir el acto simulado. - .


La simulación no puede realizarse sin la previa disposición de un medio que
preexista o coexista con el negocio simulado: se trata del acuerdo simulatorio.
Este acuerdo es la inteligencia entre los partícipes de la simulación (a veces con
el necesario concurso de terceros) para crear la apariencia, para crear una
estructura negocial valida, pero vacía (total o parcialmente, en más o menos de
Lo declarado) de voluntad de resultado, porque la auto reglamentación de
intereses manifestados de la figura negocial no coincide con los intereses -todos
o parte de ellos finalmente apetecidos.

3. Propósito de engañar a los terceros.


Como la simulación se dirige a producir un acto jurídico aparente, el propósito de
engañar le es inherente aun cuando sea un engaño no reprobado por la ley, Como
los simulantes están concertados el engaño va dirigido a los terceros.

CLASES DE SIMULACIÓN
1. Simulación Absoluta
Un acto jurídico es absolutamente simulado si, existiendo solo en apariencia,
carece de un contenido serio y real. Las partes no quieren el acto, sino tan solo la
ilusión exterior que él mismo produce. Ejemplo: Pedro simula vender su casa a
Juan para evitar un embargo; aquí las partes no quieren realizar la venta, solo
simular para hacer creer que el hecho fue verdadero

2. Simulación Relativa
Se presenta ésta cuando las partes efectivamente concuerdan en un determinado
efecto jurídico a producirse, que sin embargo no aparece, sino que está oculto
detrás del aparentemente expresado.

Por la simulación relativa exteriormente se declara celebrar un determinado


acto que no es más que una apariencia con la cual se oculta su verdadero
carácter, ejemplo, se declara celebrar un con trato de compraventa, cuando en
realidad es una don ación.

3. Simulación total y parcial


a. La simulación absoluta es siempre total
Por cuanto afecta al acto en su integridad. No produce ningún efecto entre las
partes.

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b. La simulación relativa puede ser total o parcial.
1) La simulación relativa total
Afecta a la integridad del acto, por ejemplo, un anticipo de herencia es
ocultado con una compraventa.

2) La simulación relativa parcial


Recae solamente sobre algunas estipulaciones del acto. Esto sucede
cuando el acto contiene unas estipulaciones que son verdaderas y otras que
son falsas, v.gr., cuando se simula fecha (antedatando o postrando el acto),
precios (consignándose uno más bajo o más alto del realmente pactado),
condiciones, plazos, cargos. Las estipulaciones simuladas son inválidas,
pero el acto jurídico es válido y eficaz conforme a la voluntad real de las
partes. Por ejemplo, en una compra venta en la que se ha simulado un precio
menor con el fin de evadir el pago de impuestos, descubierta la verdad, la
compraventa es válida, pero las partes tendrán que ajustarse al precio real,
pagando el impuesto correspondiente.

4. Simulación licita e ilícita


La simulación puede ser utilizada por las partes con fines lícitos o ilícitos. Las
personas tienen derecho de celebrar sus actos jurídicos en la forma que mejor les
parezca, si desean pueden ocultar bajo una apariencia, la verdadera naturaleza
del acto que realizan, pero estos derechos solo pueden ser reconocido a condición
de que el acto no encierre el propósito de causar daños a terceros o la violación
de normas imperativas, el orden público o las buenas costumbres.
La simulación es lícita, cuando no tiene por fin perjudicar a terceros o transgredir
normas imperativas, el orden público o las buenas costumbres. Se funda en
razones honestas. Ej. La venta simulada del patrimonio, para evitar ser víctima de
la delincuencia o simplemente para aparentar una condición económica modesta
para evitar el acoso o la malsana curiosidad ajena o en su caso la adquisición
simulada de bienes, para aparentar una gran capacidad adquisitiva a fin de ser
admirado o poder acceder a un empleo.

ACTO SIMULADO

En principio son simulables la mayoría de actos jurídicos sobre derechos


patrimoniales disponibles. En general todo contrato es simulable cuando está en
juego solamente los intereses de los contratantes. No son simulables los actos sobre
derechos indisponibles como los derechos de familia, en los que no sólo están en
juego los intereses de los declarantes, sino, además, intereses sociales de
protección del bien común.

La razón por la que la simulación opera con naturalidad en el campo de los actos
patrimoniales, radica en el hecho de que, en estos actos, la autonomía de los
particulares goza de la mayor amplitud de poder; lo que no sucede, en cambio, en
actos jurídicos como los de Derecho de Familia, para los cuales, el ordenamiento
jurídico por razones superiores de interés social, orden público o moral, pone límites
muy precisos a la libertad de los particulares. No son simulables el matrimonio, el
reconocimiento de hijo, la adopción, el divorcio, la separación de cuerpos, etc.

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El acto jurídico es simulado cuando las partes, con el fin de engañar a terceros, se
han puesto de acuerdo (acuerdo simulatorio) para crearlo (o modificarlo o
extinguirlo) con un valor exterior aparente, destinado a no producir efectos entre
ellas, ya porque no quieren realizar acto jurídico real alguno, ya porque con la
apariencia quieren ocultar la verdadera naturaleza o contenido del acto que
celebran. Por ejemplo, se simula realizar una compra-venta, pero en realidad es
una donación; se simula donar a Pedro cuando en realidad el donatario es Juan; se
simula vender por 100 cuando el precio efectivo es de 150.

EFECTOS DEL ACTO JURÍDICO SIMULADO


1. Cuando el acto jurídico simulado es lícito puede generar plenos efectos frente a
terceros, mas no así entre las partes. La simulación que tiene como fin engañar a
los terceros o es contrario a las normas imperativas, al orden público o a las
buenas costumbres es reprobado por el derecho, por tanto, su eficacia se verá
oponible, de ello nos ocuparemos a continuación.

2. Efectos de la simulación absoluta entre las partes


Si el acto jurídico ha sido simulado con simulación absoluta, en la que existe sólo
un acto aparente, irreal, que carece de contenido, pues la voluntad de las partes
quedó contenida únicamente en el acuerdo simulatorio convenido precisamente
para no producir un acto verdadero, el acto jurídico así simulado no produce
eficacia alguna.

El acto simulado es un negocio ficticio querido y realizado por las partes para
engañar a terceros, pero no para que produzca efectos entre ellas. Los otorgantes
quieren la declaración, pero su contenido, por lo que no pueden exigir su
cumplimiento. Es decir, el acto simulado no produce ningún efecto entre las partes,
por la razón de que no es efectivamente sino sólo fingidamente querido.

La carencia de efectos entre las partes del acto simulado es independientemente


de su licitud o ilicitud. Un acto ficticio, desprovisto de contenido, aun cuando sea
lícito, no puede producir efectos para los otorgantes, porque tal fue su común
intención al otorgarlo. Con mayor razón si el acto simulado es ilícito, no produce
los efectos entre las partes, ni para nadie. Si la simulación es lícita sólo podrá ser
invocada por las partes, los terceros quedan desprovistos de la acción por no tener
legitimidad para obrar.

3. Efectos de la simulación relativa entre las partes.


Este negocio simulado tendrá efectos entre las partes, siempre que concurran los
requisitos de validez y no perjudique el derecho del tercero. Así, el negocio jurídico
disimulado (oculto y real) vincula efectivamente a las partes siempre y cuando
concurran sus requisitos de validez. Además, el negocio jurídico disimulado no
debe afectar el derecho del tercero. Aquí se tutela el interés de los terceros en
hacer prevalecer la realidad (negocio disimulado) sobre la apariencia (negocio
simulado). Es irrelevante si el negocio simulado (aparente y fingido) no reúne los
requisitos de validez.

4. Efectos de la simulación parcial entre las partes


Cuando la simulación sea parcial, esto es, cuando las partes no esconden el
carácter total del negocio que realizan bajo la apariencia de otro negocio
diferentes, sino solamente ciertos aspectos mediante estipulaciones o cláusulas
que hacen referencia a datos inexactos, tienen efectos entre ellas los datos

64
exactos, ocultados, por ser los efectivamente queridos, siempre que sean lícitos y
no afecten los derechos de terceros. El que transfiere el derecho sólo se obliga
aparentemente con el interpuesto, pero en la inteligencia de obligarse hacia el
tercero, frente al cual adquiere los derechos y asume las obligaciones resultantes
del acto

5. Efectos entre simulantes y terceros adquirentes del titular aparente


Las relaciones entre simulantes y terceros se basan en el principio de la
oponibilidad de la simulación por los simulantes a los terceros de buena fe. La
simulación, mientras no sea descubierta, es irrelevante para los terceros. Por
principio, el acto simulado es válido y eficaz frente a los terceros. Si la simulación
es relativa, descubierto el acto disimulado será válido éste.

6. Entre los simulantes y el acreedor del simulante enajenante


Los terceros legitimados tienen legitimidad para obrar. En efecto, negocio
simulado es ineficaz respecto de aquellos terceros cuyos derechos son
perjudicados. La norma pretende evitar el daño que se quiere producir a los
terceros. Cuando el negocio simulado disminuya el activo o aumento el pasivo del
deudor, los acreedores están facultados para solicitar la ineficacia del negocio. De
la misma manera, el heredero perjudicado por un negocio simulado concluido por
su causante y el cónyuge perjudicado por un negocio simulado celebrado por el
otro cónyuge, están legitimados para pedir la nulidad.

7. Efectos entre los simulantes y los terceros acreedores del titular aparente
El acto jurídico simulado es válido y eficaz frente a los terceros acreedores del
adquirente (titular aparente). El acreedor de buena fe del simulante adquirente
tiene un interés opuesto al del acreedor del simulante enajenante. Su interés es
el de hacer prevalecer la apariencia sobre la realidad, a fin de poder satisfacer su
crédito con la ejecución forzada del bien que aparentemente ha ingresado al
patrimonio de su deudor.
Los autores de la simulación no pueden oponer ésta a los terceros acreedores del
titular aparente, pero, por el contrario, los terceros acreedores del enajenante
simulado pueden hacer valer la simulación en relación a las partes cuando ella
perjudica sus derechos.

8. Efectos entre acreedores de ambas partes simulantes


Al existir un conflicto entre los acreedores del simulante enajenante y acreedores
del simulante adquirente (titular aparente), se presenta las siguientes situaciones.

a. Si ambos acreedores en conflicto son de fecha anterior a la simulación, será


preferido al acreedor del enajenante por ser la víctima de la simulación; el
acreedor del adquirente nada pierde, pues, no contaba en el activo de su
deudor con los bienes adquiridos después en forma ficticia.

b. Si ambos acreedores son de fecha posterior a la simulación, será preferido el


acreedor del titular aparente que ya contó en el patrimonio de su deudor con
los bienes ingresados en forma simulada, mientras que el acreedor del
simulante enajenante no contaba ya con esos bienes en el patrimonio de su
deudor.

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c. Si los acreedores del enajenante son anteriores a la simulación y los del
propietario aparente son posteriores, se da preferencia a las víctimas de la
simulación sobre los acreedores del propietario aparente. Esto aun cuando
hayan iniciado de buena fe la ejecución forzada, sucumben en el conflicto con
los acreedores del simulante enajene, cuyo crédito es anterior al acto
simulado.

NOVENA SEMANA
SEGUNDA SESIÓN

FRAUDE DEL ACTO JURIDICO


NOCIÓN DE FRAUDE
La palabra "fraude" viene de las locuciones latinas: fraus, fraudis que significan
falsedad, engaño, malicia, abuso de confianza que produce un daño por lo que es
indicativo de mala fe, de conducta ilícita, es decir, no tiene un significado
inequívoco, unas veces indica astucia y artificio, otras el engaño, y en una acepción
más amplia una conducta desleal; en fin, toda acción contraria a la verdad y a la
rectitud; que perjudica a la persona contra quien se comete. Una conducta
fraudulenta persigue frustrar los fines de la ley o perjudicar los derechos de un
tercero.

Concepto
Teófilo Idrogo señala "Por medio del fraude, el deudor realiza actos jurídicos reales
y legales disponiendo u ocultando sus bienes a título oneroso o gratuito para burlar
a la ley o perjudicar los derechos de sus acreedores". Se trata de una acción
voluntaria y con mala fe del deudor para reducir su patrimonio en perjuicio de sus
acreedores o del Estado, transgrediéndose normas imperativas, transfiere sus
bienes porque el dinero es más de ocultar que lo bienes muebles o inmuebles, que
están amenazados por futuras medidas cautelares por parte de los acreedores.

El fraude es un vicio voluntario del acto jurídico y consiste en la sustracción


maliciosa del deudor al cumplimiento de las normas legales y de sus acreedores,
quedando en estado de insolvencia.
Se trata de una acción voluntaria y con mala fe del deudor para reducir su patrimonio
en perjuicio de sus acreedores o del Estado, transgrediéndose normas imperativas,
transfiere sus bienes porque el dinero es más de ocultar que lo bienes muebles o
inmuebles, que están amenazados por futuras medidas cautelares por parte de los
acreedores.

En términos generales, existe fraude cuando a través de un acto jurídico idóneo y


lícito en virtud de una ley que lo permite o autoriza, se busca eludir el cumplimiento
de otra norma imperativa. El fraude mediante el acto jurídico, o acto jurídico
fraudulento, se da cuando una persona enajena sus bienes a fin de protegerlos de la
ejecución de sus acreedores. En este caso, la enajenación es real, es decir no es
ficticia como sucede cuando está de por medio la simulación. Lo que busca el deudor
es un estado de insolvencia para no pagar la deuda.

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CLASIFICACIÓN DEL FRAUDE
1. Fraude a la Ley
Por el fraude a la ley se evade la aplicación de una ley (ley defraudada)
amparándose en otra ley (ley de cobertura) que sólo de modo aparente protege el
acto realizado caso en el cual debe aplicarse la ley que se ha tratado de eludir o
si ello no es posible, anular el acto, independientemente de que con este se haya
o no causado daño.
Con el acto realizado en fraude la ley se persigue obtener un resultado similar o
igual al prohibido por una norma imperativa apoyándose en otra norma que no es
prohibitiva.
Nuestro código no contiene un artículo que lo declara expresamente, pero en todo
caso está previsto en el art. V del T.P del C.C. que la letra dice" Es nulo todo acto
jurídico contrario a las leyes que interesan al orden público o las buenas
costumbres", que puede servir de apoyo textual para declarar la nulidad de un
acto jurídico realizado en fraude de la ley.

2. Fraude de los Acreedores


El fraude a los acreedores hace referencia a los actos celebrados por el deudor
con los cuales renuncie a derechos, o disminuya su patrimonio conocido,
provocando o agravando su estado de insolvencia, en perjuicio de sus acreedores,
presentes o futuros, que se ven impedidos de obtener la satisfacción total o parcial
de sus créditos.
El estado de insolvencia consiste en un desequilibrio patrimonial en el que el
pasivo es mayor que el activo, por tanto, el insolvente, no cuenta con bienes en su
patrimonio para afrontar y cumplir con sus obligaciones (deudas)
Por ejemplo, ha ido regalando o transfiriendo sus fincas a nombre de otra persona
con el objeto de que cuando llegara la fecha del vencimiento de la deuda no
dispusiera de bienes con los que pagar al acreedor. El acreedor dispone de una
acción para declarar fraudulentas tales donaciones, al objeto de que retornen al
patrimonio del deudor los bienes que no deberían haber salido de él.
La conducta fraudulenta del deudor que deliberadamente persigue eludir el
cumplimiento de sus obligaciones en perjuicio de sus acreedores puede
manifestarse de diversas formas:

a. El acto simulado, es el medio torticero utilizado por el deudor para impedir


que el acreedor cobre.

b. Deudor, Acreedor de un Tercero, Cuando el deudor no ejerce acciones que


le compete contra el acreedor, privando a sus propios acreedores de ver
incorporado ese crédito a su patrimonio. O cuando terceros promueven
acciones contra el deudor y éste no se defiende poniendo, así, en peligro la
integridad de su patrimonio que a la postre perjudicaría a sus acreedores, es
decir, que, con su inacción o pasividad, en el ejercicio o defensa de sus
derechos evita crearse un patrimonio o adquirir nuevos bienes o qu e su
patrimonio se mantenga en su integridad, con el propósito de que no existan
bienes que puedan ser realizados por su acreedor.

c. El deudor puede enajenar o gravar realmente sus bienes o renunciar a


derechos, frustrando de este modo la posibilidad de cobro de sus acreedores.
El acto jurídico en fraude de la ley adolece de invalides absoluta, es nulo sin
importar sin con él se causó o no daño. En cambio, el acto jurídico celebrado

67
en fraude de los acreedores, para ser declarado ineficaz vía acción
revocatoria o pauliana es necesario que con él se haya causado perjuicio al
acreedor accionante.
El acto jurídico en fraude a la ley no se encuentra expresamente señalado en
nuestra codificación civil. En cambio, el acto jurídico celebrado en fraude el
acreedor se encuentra codificado en el Artículo 195º del Código Civil.

LA ACCIÓN PAULIANA:

Cuando se produce el fraude al acreedor, por parte del deudor, mediante la


disposición de su patrimonio en perjuicio del primero, es posible que éste plantee la
acción revocatoria o pauliana, o de ineficacia del acto jurídico de disposición.

El acreedor se legitima para impugnar aquellos actos del deudor que son lesivos de
su derecho de crédito. Un requisito indispensable para el planteamiento de la acción
es la prueba del daño, es decir la imposibilidad del cobro. El acreedor debe probar
que el deudor no dispone de otro medio para hacer efectivo el cobro del crédito.

Para León Barandiarán por la acción revocatoria o pauliana el acreedor obra en


nombre propio y demanda que quede sin efecto el acto realizado por su deudor, por
el que disminuye su patrimonio que lo convierta en insolvente y por lo tanto carece
de medios para pagar la deuda.

Ejemplo Tobías es acreedor de Tirso; este último dona el único bien de que es
propietario a Benigno y de esa manera no tiene como pagar a Tobías. Este, entonces
solicita que se revoque el acto celebrado con Benigno, que es un tercero, para poder
hacerse pago con el bien que debe reingresar o retornar a poder de Tirso que es el
deudor. En la acción revocatoria o pauliana, el demandante es el acreedor y los
demandados son el deudor y el tercero.

Como ya señalamos, el acreedor debe probar, además del daño o imposibilidad del
cobro, la mala fe del deudor y del tercero. De esta manera se protege frente a la
acción revocatoria de los acreedores, a aquellos terceros de buena fe que
contrataron con el deudor.

REQUISITOS:

a. Existencia de un crédito
Todo titular de la acción pauliana debe ser acreedor, es decir, tener una relación
directa con el deudor a fin de que pueda ejercer la acción de ineficacia de los
actos fraudulentos.

b. Perjuicio al acreedor
Esto significa que el patrimonio del acreedor disminuye, por los actos
fraudulentos del deudor, ya sea a título gratuito o a título oneroso.

c. Fraude del deudor


Consiste en la conciencia plena que tiene el deudor de los perjuicios que está
causando a su acreedor, es decir, es la actitud de mala fe del deudor frente a
sus acreedores para causarles daño, al concertar actos jurídicos con terceros,
para quedar sin patrimonio.

68
d. Concurrencia de los requisitos
Para el ejercicio de la acción pauliana los requisitos deben ser concurrentes y
estar necesariamente vinculado el crédito al acto fraudulento, ya sea anterior o
posterior al mismo.

e. Fecha del crédito


El código civil ha establecido que, para hacer uso de la acción pauliana o
revocatoria, cuando se trata de un acto jurídico oneroso, el crédito tiene que ser
anterior al acto de disminución patrimonial, que el tercero haya tenido
conocimiento del perjuicio de los derechos de su acreedor o cuando el deudor y
el tercero hubiesen celebrado un acto jurídico antes del surgimiento del crédito,
cuya ineficacia se solicita con el propósito de perjudicar la satisfacción del crédito
del futuro acreedor.

EFECTOS DE LA ACCIÓN PAULIANA


En primer lugar, quienes han participado en el acto fraudulento del deudor o se han
beneficiado directamente con dicho acto deben restituir al patrimonio de aquellos
bienes recibidos, hasta el monto de la acreencia. Asimismo, los intervinientes en
dicho fraude deberán de indemnizar a los acreedores por los daños y perjuicios
ocasionados a estos.
Inoponibilidad, es decir, que los terceros sub adquirientes no pueden oponer el acto
jurídico a los acreedores defraudados, para quienes dicho acto, se tiene por no
celebrado respecto a ellos. Por esta razón, se dice que la acción revocatoria o
pauliana, es una acción de ineficacia del acto jurídico.

DECIMA SEMANA
PRIMERA SESION

VICIOS DE LA VOLUNTAD

GENERALIDADES
La voluntad generadora del acto jurídico, que es la voluntad jurídica que definió
Aguiar, es la voluntad sana y manifestada que genera, modifica, transforma y
extingue derechos y que es el resultado de la conjugación de los elementos que dan
lugar a la formación de la voluntad interna (como son el discernimiento, la intención
y la libertad) y de su elemento externo, que viene a ser la manifestación en cualquiera
de sus modalidades.

Cuando esta conjunción de elementos se rompe por la presencia de fatores


perturbadores o distorsionadores surge una voluntad viciada, porque no existe ya la
necesaria correlación entre lo que quiere el sujeto y la voluntad que exterioriza. Se
presentan, así, los llamados vicios de la voluntad clasificados, tradicionalmente,
como error, dolo, violencia e intimidación.

Los vicios de la voluntad vienen a ser, pues, los factores perturbadores o


distorsionadores que impiden que la voluntad interna se forme de manera sana.
Pueden presentarse en el sujeto de manera consciente, como en la violencia o en la
intimidación, o inconsciente, como en el error o en el dolo, impidiéndole la necesaria,
correlación entre lo que quiere y lo que manifiesta.

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Concepto
Los vicios de la voluntad son situaciones que inducen al sujeto a declarar una voluntad que
no corresponde a sus verdaderas intenciones. Lo ideal es que en la celebración de un acto
jurídico exista correspondencia entre lo deseado y lo expresado, entre la voluntad y lo
manifestado. La voluntad o el consentimiento pueden ser viciados por error solo o violencia.

Clasificación
1. El Error
Constituye un desencuentro entre lo que es el objeto materia de conocimiento y
de juicio, y el conocimiento que se adquiere de él. Todo error constituye una
negación de lo que es, o afirmación de lo que no es. Es un factor perturbador
inconsciente que distorsiona el proceso formativo de la voluntad jurídica, ya en el
aspecto relativo a la voluntad interna, en cuyo caso se configura el denominado
error-vicio, o ya en lo que se refiere a la exteriorización de la voluntad interna, en
cuyo caso se configura el denominado error en la declaración,que el Código Civil
legisla claramente diferenciados en el articulado, pero bajo el título común de
Vicios de la voluntad.

La categoría del error comprende dos tipos de errores.


a. El error vicio
Es una condición de ignorancia o de falsa representación de la realidad en la
cual incurre espontáneamente una parte, que se representa mentalmente el
contrato de manera diversa de cómo es en la realidad. Puede ser:
1) Error esencial, cuando de no haber mediado el sujeto no hubiera
celebrado el acto jurídico. Puede ser de hecho y de derecho.
2) El error indiferente, viene a ser, un simple accidente en el acto jurídico y,
por ello, no alcanza a viciarlo para justificar su nulidad, sino que puede dar
lugar, tan solo, a efectos rectificatorios. Al igual que el error esencial, puede
ser de hecho y de derecho.
3) El error de hecho, o error facti consiste en la ausencia de conocimiento o
en el conocimiento equivocado que recae en cualquier clase de objetos,
en su sustancia o en sus cualidades esenciales, así como en las personas
o en sus cualidades de una operación de cálculo o en la apreciación de
una cantidad, o en el motivo mismo que induce a la celebración del acto
jurídico.
4) El error de derecho, es la ausencia de conocimiento o de conocimiento
equivocado referido a una norma jurídica y, por ello, tiene un ámbito de
aplicación especifico que lo diferencia sustancialmente del error de hecho,
según criterio que viene desde el Derecho Romano.
Ejemplo: si una apersona celebra un contrato con un menor de edad
creyendo que negocia con u mayor de edad, comete un error de hecho;
pero si dicha persona, a sabiendas de que está negociando con un menor
de edad, supone que puede pretermitir las formalidades legalesprotectoras
de los incapaces, incurre en un error de derecho. Otro ejemplo, quien
compra un objeto arqueológico para revenderlo, ignorando que la ley
prohíbe su tráfico, no podrá invocar su ignorancia de la ley para
incorporarlo a su patrimonio per si podrá invocar esa misma ignorancia
para anular el acto de la adquisición.

70
b. El error obstativo
Es un error en la declaración, o cuando la declaración ha sido inexactamente
transmitida. Este error ocasiona una divergencia entre la manifestación del
acuerdo y la voluntad real de la parte, debido a una externalización o
transmisión del acuerdo mismo. El CC equipara el tratamiento jurídico del error
obstativo con el error vicio (artículo 208). Considera:

1) El error en la naturaleza del acto, conocido como error in negotio, se


configura cuando los sujetos que lo celebran manifiestan celebrar un acto
jurídico distinto del que quieren celebrar y para el que han formado su
voluntad interna. Ejemplo de Pothier: “si alguno cree venderme una cosa,
y yo creo recibirla título de préstamo o como regalo, no hay en ese caso ni
venta, ni préstamo, ni donación”.

2) El error en el objeto principal de la declaración, también llamado error


in ipso corpore rei o, simplemente, error in corpore, se configura cuando la
declaración del sujeto que celebrar el acto jurídico no es coincidente con
el objeto al que la dirige, pues su voluntad interna la ha formado respecto
de un objeto distinto y cuya identidad confunde. Ejemplo: como cuando
alguien quiere comprar un caballo y por la declaración la otra parte entiende
que lo que quiere adquirir es un burro.

3) El error en la identificación de la persona, se configura cuando la


declaración se dirige a persona distinta de la persona con la cual se quiere
celebrar el acto, o a la que se le quiere dirigir la declaración si se trata de
un acto unilateral recepticio. No se trata de un error en las cualidades
personales, de un error in personam. Sino de un error sobre la
identificación, de un error in nómine. La doctrina lo reconoce siempre como
un error en la declaración. Ejemplo: si alguien dona una cantidad de dinero
a una persona, y esta no es la persona indicada por el donante, se trata de
un error esencial, que es causal de anulabilidad del acto jurídico, porqueha
sido de conocimiento de la otra parte o se han cumplido cualquiera de los
casos previstos en el art.203 del CC.

4) El error en la transmisión de la declaración, se configura cuando la


manifestación de la voluntad es trasmitida inexactamente por la persona
encargada de hacerla. En este error no incurre el manifestante de la
voluntad sino persona distinta. Ejemplo de Stolfi: el error en la transmisión
de la declaración consiste en una equivocación cometida por la persona o
el funcionario a los cuales se ha recurrido para hacer conocer una voluntad
propia al otro interesado, pues el nuncio que debía referir el precio a
francos suizos lo ha referido a francos franceses, o el cartero ha entregado
al encargado al médico Ticio la oferta dirigida a un comerciante del mismo
nombre, o se ha encargado transmitir “no acepto” pero la transmisión se
hizo si la primera palabra y el destinatario creyó en la aceptación al no
tomar conocimiento de la inadmisión de la propuesta.

En el caso del error vicio, la declaración es querida, aunque sea en base a una
voluntad distinta a la hipotética, mientras en el caso del error obstativo esta es del

71
todo divergente de la voluntad. El legislador ha conminado a la misma sanción,
que es la anulabilidad del negocio.

En palabras más simples: en el error obstativo se declara mal lo bien querido; en


el error vicio, en cambio; se declara bien lo mal querido (Espinoza Espinoza, 2008,
p. 391).
Siguiendo a una doctrina peruana, los tipos de errores esenciales son:
a. Error en la propia esencia o cualidad del objeto del acto (error in negotio)
b. Error en las cualidades personales de la otra parte (error in qualitate personae)
c. Error de derecho (error iuris) (Espinoza, 2008, pp. 396-397).

DECIMA PRIMERA SEMANA


SEGUNDA SESION

2. El Dolo
Es el vicio de la voluntad mediante el cual se provoca deliberadamente el error. El
Dolo es la intencionalidad de engaño en la realización del acto jurídico y debe ser
de tal magnitud que haya tenido como resultado que la otra parte celebre el acto.
Según Fernando Vidal Ramírez, el dolo es también un factor perturbador
inconsciente del proceso formativo de la voluntad jurídica que afecta a la función
cognoscitiva del sujeto y, por tanto, distorsiona su voluntad interna.

Clasificación
Tiene connotaciones propias en el Derecho Civil. Así podemos señalar que para
el Derecho Civil hay algunas clasificaciones del Dolo que se deben considerar
para su interpretación:

a. Dolo principal e incidental: El dolo principal es el engaño o astucia que


determina la voluntad del sujeto al que va dirigido; en cambio el incidental, no
logra determinar la voluntad de la víctima, que igual hubiera celebrado el acto
jurídico, pero lo hace en condiciones más perjudiciales.
b. Dolo directo e indirecto: Es directo cuando el engaño proviene de alguna de
las partes que intervienen en el acto jurídico; y, es indirecto si la astucia
maliciosa proviene de un tercero que no es parte en el acto.
c. Dolo positivo y negativo: El dolo positivo lo constituyen las conductas
efectivas del autor del engaño tendientes a torcer o forzar la voluntad de la
víctima; en cambio el dolo negativo está constituido por las omisiones dolosas
con ocultamientos voluntarios o conscientes que determinen la voluntad de la
otra parte.

3. La Violencia e Intimidación
a. La violencia
Concepto
Para José León Barandiarán, la violencia física representa la fuerza apabullante
utilizada contra el que hace la declaración, de tal suerte que no hay voluntad
alguna de su parte, en vista que no existe el consentimiento espontáneamente
prestado. Se trata en si de un acto físico en virtud del cual se obliga a una
persona hacer lo que no quiere o se impide hacer lo que quiere.

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Para Vidal Ramírez, consiste en una fuerza irresistible, apabullante,
incontenible, por la cual, físicamente, se doblega al sujeto de manera tal que,
en realidad, se elimina su voluntad.

Es la coacción ejercida sobre una persona para obligarla a realizar un acto que
no quiere. Se trata de una fuerza física o moral que infunda temor y que obligue
a la realización del acto jurídico.

Según una doctrina nacional, la violencia física es simplemente violencia.


Supone, pues, que mediante el uso de la fuerza se doblegue al sujeto y se anule
su voluntad, como sería el caso de tomar la mano de una persona por lafuerza
y hacerla escribir su nombre y firmar, o estampar sus huellas digitales, que, por
demás, es la única hipótesis posible de obtener una declaración mediante la
violencia absoluta. En este caso, hay una fuerza irresistible,apabullante, que
conduce la mano, lo que no debe confundirse con los maltratos físicos que se
puede infligir a una persona para que suscriba un documento, o coloque sus
huellas digitales, pues ello constituye intimidación y no violencia física,
jurídicamente hablando. (Vidal Ramírez, 2011, pp. 216-217).

La violencia se concibe como aquella fuerza irresistible que elimina la voluntad


del sujeto derecho obligándolo a celebrar un negocio jurídico. La fuerza
irresistible puede provenir de una de las partes del negocio o un tercero.
Asimismo, para algunos doctrinarios al eliminarse la voluntad ya no se estaría
en presencia de un vicio sino de un acto nulo.

b. La intimidación
Concepto
La intimidación consiste en infundir un temor en el sujeto para por ese medio
obtener una manifestación de voluntad forzada, en cuanto es consecuencia de
haber cedido ante la amenaza que le infunde en temor, por eso, constituye un
genuino vicio de la voluntad.

Al contrario de lo que ocurre con la violencia física, que desplaza la voluntad


por lo que el acto “no es” del sujeto, la violencia moral o intimidación infunde un
temor sobre el sujeto quien, cediendo a ese temor, se aviene declarar una
voluntad que no responde a una decisión libre y espontánea. (Vidal Ramírez,
2011, pp. 221).

La intimidación es una conducta antijurídica -acto ilícito-, que consiste en influir


sobre el fuero interno del agente causándole miedo o temor, amenazándolo con
un mal futuro que debe ser inminente y grave. De esta manera, presionando la
voluntad o el ánimo del agente, es decir, el aspecto psíquico del mismo, se
logra que declare algo de una manera distinta a la querida, o al declarar que
quiere, cuando nunca ha querido así ni de otra manera. (Lohmann Luca de
Tena, 1994, p. 506).

Esta amenaza debe ser creíble, o sea debe ser idónea para impresionar al
contratante amenazado. Para ello se debe valorar si la amenaza impresiona a
una persona sensata, pero al mismo tiempo induce a construir el modelo de

73
una persona medianamente sensata teniendo en cuenta una serie de variables
que se asemejen al modelo de la situación de la situación en que
concretamente se halla la misma víctima. (Morales Hervias, 2011, p. 237).

En materia de contratación telefónica, puede ocurrir que la intimidación se haya


producido dentro de la misma conversación (vale decir, que ese temor respecto
del mal inminente y grave que le pueda ocurrir al agente se haya infundido en
la propia conversación telefónica que dio origen al contrato), de modo tal que
todas estas situaciones se produzcan utilizando el medio de comunicación al
cual nos estamos refiriendo. Ello resultaría plenamente factible, en la medida
que para intimidar no resulta necesario que quien intimida se encuen tre frente
a frente con su víctima. Bastaría, pues, utilizar la línea telefónica para infundir
el mencionado temor. Es más: nos atrevemos a decir que, cuando de
intimidación se trata, resulta más usual que dicha situación ilícita se produzca
por teléfono, debido a que permite en muchos casos reservar el anonimato de
la persona que intimida. (Castillo Freyre y Horna, 2003, p. 16).

Por tanto, entendemos por intimidación a aquella amenaza ilícita dirigida a una
de las partes del negocio de sufrir un daño en su patrimonio o entre los
miembros de su familia con el objetivo de celebrar un negocio jurídico. Se
diferenciaría de la violencia en que aquí la voluntad no es anulada, pero si
corrompida por influencia externa.

Elementos de la intimidación
La intimidación para configurarse requiere de los siguientes elementos:
a) amenaza;
b) el mal; y,
c) el temor.
Estos elementos deben conjugarse con las pautas establecidas para que el juez
califique la intimidación, como la edad, el sexo, la condición de la persona y
otras circunstancias atendible señaladas en el propio C.C.

El temoí íeveíencial
El temor reverencial es la “sujeción psicológica de un sujeto hacia otro,
determinada por las respectivas posiciones en el contexto familiar, profesional
o, genéricamente, social. Quien tiene temor reverencial puede ser inducido a
contratar: pero el contrato no merece anulación porque la disciplina de la
violencia afecta una conducta (dolosa o culposa) y no un simple modo de ser
social”. Sería el caso del empleado de oficina que compra un bien a su jefe, a
fin de evitar la situación incómoda de darle una negativa. También se le define
como “el temor que el sujeto alimenta, con prescindencia de amenazas
externas específicas, frente a una persona que se presenta ante él, por las más
vaíiadas íazones, familiaíes y sociales, como gíavemente seveía y
píestante”. (Espinoza Espinoza, 2008, p. 457).

Para autorizada doctrina italiana, el temor es una perturbación del sujeto. Este
puede consistir en un temor en sentido propio, o sea en el temor de un peligro
o también en el temor reverencial. Este debe ser distinto respecto de la
intimidación moral, o sea respecto de la amenaza tácita del sujeto de valerse
de su posición o de sus medios para perjudicar a la víctima en caso del

74
rehusamiento a contratar. La relevancia reconocida de la jurisprudencia a la
intimidación moral se justifica en cuanto tal intimidación constituye también una
forma de violencia que hace inviable la tutela jurídica de quien la ejercita o se
vale de ella. (Bianca, 1987, pp. 622-623).

Por tanto, entendemos por temor reverencial a aquella influencia provocada en


una de las partes del negocio que tiene la condición de débil, inferior o de menor
jerarquía respecto de la otra parte que tiene la condición de fuerte, superior y
de mayor jerarquía. Aquella practica un acto en favor de este debido a la
“sujeción psicológica” que su condición alimenta. Esta situación no dará lugar
a la anulación del acto.

Diferencias entre Simulación y Fraude


1. El fraude supone realización de actos reales, serios, no aparentes; las partes
desean la realización del acto de disposición y la producción de sus efectos.
La acción de simulación presupone un acto aparente que las partes no quieren
que produzca efectos entre ellos.

2. En el fraude no interviene testaferro. En la simulación por lo general se simula


el acto mediante un tercero.

3. En el fraude, el objetivo es perjudicar a un tercero, ya sea evadiendo astutamente


la aplicación de la ley o enajenando los bienes para burlar las expectativas
de los acreedores, en cambio, en la simulación el objetivo no siempre es
causar perjuicio a terceros, menos burlar los efectos de una ley, haciendo
uso de otra.

Diferencias entre Error y Dolo


La doctrina es unánime en conceptuar el dolo como toda maniobra encaminada a
provocar un engañó e inducir a error.
El dolo, al igual que el error, es un vicio de la voluntad que en determinadas
circunstancias puede ser causa de anulación del acto jurídico.

1. El dolo se diferencia del error en que en este último el vicio nace del propio
declarante equivocado sin participación de ningún otro sujeto; en tanto que el
dolo, el vicio es causado por otro sujeto del acto mediante una acción o una
omisión pendiente a inducir al primeros que cometa el error, por eso se dice que
el dolo es un error provocado por uno de los celebrantes o un tercero, contra el
declarante se trata pues de un engaño contra el que manifiesta su voluntad.

2. Al ser intencional el dolo obliga a indemnizar a la parte engañada, mientras que


el error al ser involuntario puede determinar resarcimiento de daños materiales
pero un ningún caso indemnización.

Diferencias entre Violencia e Intimidación


1. La Violencia es un acto físico sobre el agente mientras que la intimidación es un
acto psicológico sobre el mismo.
2. La violencia es una fuerza irresistible contra la que el agente no puede actuar
mientras que la intimidación puede ser resistida o en algún momento atenuada
por el agente.

75
DECIMA PRIMERA SEMANA PRIMERA SESION

NULIDAD DEL ACTO JURÍDICO


El Código vigente ha seguido a la teoría de la nulidad del acto jurídico sostenida por
distinguidos juristas, cuya doctrina es la más aceptada; en este sentido Teófilo Idrogo
Delgado, sostiene:
“Que un acto jurídico es nulo cuando no puede producir los efectos jurídicos
deseados por las partes, por faltarle algún requisito esencial que señala la ley
privándole de su eficacia. La nulidad de un acto jurídico supone su existencia, porque
no puede anularse lo que no existe. Allí radica la diferencia con un acto inexistente,
además que la nulidad de un acto es más extensa, porque los actos existentes son
muy excepcionales y se encuentran subsumidos en la teoría de la nulidad.

CAUSALES DE NULIDAD
1. Nulidad por ausencia de manifestación de voluntad del agente.

De conformidad con lo establecido por el inciso 1 del artículo 219 del Código Civil,
el acto jurídico es nulo cuando falta la manifestación de voluntad del agente.

Sin lugar a dudas, esta causal de nulidad mantiene vigencia absoluta en cuanto a
los diversos medios tecnológicos utilizados en la contratación contemporánea,
dado que ante la ausencia de manifestación de voluntad por parte del agente no
podríamos estar en presencia de acto jurídico ni de contrato alguno (ya que el
contrato es un acto jurídico).

Frente a la ausencia de manifestación de voluntad en cualquiera de los dos


agentes o partes que se encuentran en comunicación inmediata, a través de la
línea telefónica, es evidente que se producirá la nulidad del acto. Los contratos se
celebran por el acuerdo de voluntades, y en la medida que no exista dicho acuerdo
por ausencia de manifestación de voluntad de una parte, o de ambas,
simplemente no habrá contrato.

2. Nulidad por incapacidad absoluta.


Los actos practicados por personas absolutamente incapaces que no tienen
capacidad de ejercicio, son nulos; atales como los actos practicados por los
menores de edad de 16 años, o los que se encuentren privados de discernimiento,
los sordomudos, los ciegos sordos y los ciegos mudos que no pueden expresar
su voluntad de manera indubitable. Estas personas están privadas de capacidad
pormandato del art. 43 del CC.

Es en esta causal de nulidad de los actos jurídicos en donde consideramos que


se presentan serios inconvenientes con relación a los contratos celebrados a
través de medios informáticos.

Así, salvo el tema de la contratación epistolar (que, dicho sea de paso, siempre
ha sido porcentualmente poco significativo), los contratos anteriores a la aparición
del teléfono se celebraban casi en su totalidad entre personas que se encontraban
frente a frente, en un mismo lugar. En tales situaciones, al verse las caras, ambas

76
podían conocer las características físicas de su contraparte, y de esta manera
saber, por ejemplo, si se trataba de un menor de edad o de un enfermo mental.

En esta medida, no debía resultar muy difícil para una parte saber si se encontraba
tratando con un adulto, con un joven o con un niño; es decir, si la persona que
tenía al frente, de acuerdo con la edad, era o no un sujeto con capacidad de
ejercicio.

En tal sentido, consideramos que cada vez cobra mayor vigencia lo dispuesto por
el artículo 1358° del Código Civil: “Los incapaces no privados de discernimiento
pueden celebrar contratos relacionados con las necesidades ordinarias de su vida
diaria.”

Es necesario precisar que esta norma comprende tanto a los incapaces absolutos
(cuyos actos resultan generalmente nulos) como a los incapaces relativos (cuyos
actos resultan, por lo general, anulables).

Decíamos hace un momento que la contratación tradicional se ha caracterizado


por el hecho de que las partes se veían la cara, por encontrarse una frente a la
otra y en un mismo lugar.

Sabemos que en nuestros días ello no es necesariamente así, y que muchos


actos cada vez más se celebran a través de todos los medios informáticos que
ofrece la tecnología moderna, en los cuales las partes no se ven la cara, en los
cuales la mayoría de veces se contrata a distancia y donde los contratantes ni
siquiera se conocen.

La realidad hace que, frente a este tipo de acto, el Derecho no pueda estar
preguntándose y analizando si alguien es capaz o no. La velocidad de la sociedad
moderna impide que ello sea así, y lo que antes era relevante para
consideraciones jurídicas hoy simplemente no lo es.

3. Nulidad por objeto física o jurídicamente imposible o indeterminable.

De conformidad con el artículo 219 (inciso 3) del Código Civil, el acto jurídico es
nulo cuando su objeto es física o jurídicamente imposible o cuando es
indeterminable. Consideramos que este punto resulta de meridiana aplicación a
toda la contratación, más allá de los medios que sirvan a efectos de contratar, en
la medida que aquí lo relevante es la imposibilidad jurídica o la indeterminabilidad
del objeto, causales de nulidad cuya presencia es independiente del medio que
se utilice para contratar.

Ejemplos: Vender el planeta mercurio, será físicamente imposible venderla. Será


el acto jurídicamente imposible cuando el objeto del acto no puede llegar a
cumplirse por existir una prohibición legal expresa, tal como la contenida en el art.
312 CC que dispone que los cónyuges no pueden celebrar contratos entre sí
respecto de los bienes de la sociedad.

77
4. Nulidad por fin ilícito.
Como se recuerda, el artículo 219° (inciso 4) establece que el acto jurídico es nulo
cuando su fin es ilícito. Sobre este punto podríamos formular similares
comentarios a los efectuados con relación al acápite precedente.

En este caso, la nulidad absoluta se refiere a los actos jurídicos contrarios a la


moral y las buenas costumbres, no como causa sino como objetivo; como ocurre
en el fraude donde se aprecia la ilicitud.

5. Nulidad por simulación absoluta.


De conformidad con lo establecido por el artículo 219 (inciso 5), el acto jurídico es
nulo cuando adolece de simulación absoluta. Con relación al tema de la simulación
absoluta, sí habría que decir algunas cosas.

En principio, la simulación debería ser un tema aplicable a la generalidad de actos


jurídicos o contratos; y no estamos diciendo que no lo sea, pues es claro que sí
lo es.

Sin embargo, generalmente ocurre que, cuando aludimos a la simulación, de


común estamos frente a algún documento en el cual las partes que han disimulado
ese acto lo han traducido por escrito, con la finalidad de que el mismo tenga o
surta efectos respecto de terceras personas con las cuales, quienes han simulado
el acto, desean generar determinadas consecuencias.

Es más: prácticamente no imaginamos mayor utilidad en el hecho de recurrir a


simular un acto y que esta simulación solo sea verbal, sin constar en escrito
alguno.

En razón de estas consideraciones, el tema de la simulación no reviste mayor


trascendencia en los contratos celebrados por teléfono.

6. Nulidad por no revestir la forma prescrita bajo sanción de nulidad.


El artículo 219 (inciso 6) prescribe que el acto jurídico es nulo cuando no reviste
la forma prescrita bajo sanción de nulidad.

Cuando los actos jurídicos exigen la observancia de una formalidad, las partes
intervinientes están obligadas a cumplirla.

En principio, la inmensa mayoría de contratos que se celebran en nuestra


sociedad son de carácter consensual; vale decir, que para su celebración
solamente se requiere del consentimiento de las partes. Así, es suficiente que
dicho consentimiento se efectúe de manera verbal para el contrato se haya
celebrado.

Para un número reducido de contratos, la ley sigue estableciendo requisitos de


forma. Ellos son los contratos formales: aquellos para cuya celebración se
requiere, además del consentimiento, el cumplimiento de una formalidad; o, dicho
de una manera más propia, aquellos en los cuales el consentimiento se expresa
a través de una determinada formalidad.

78
7. Nulidad derivada del mandato de la ley.
Conforme al artículo 219 (inciso 7), el acto jurídico es nulo cuando la ley lo declara
nulo.

Evidentemente, esta causal de nulidad no se alterará, y tampoco tendrá relevancia


para tal efecto que el contrato se haya celebrado por algún medio informático
moderno (en el caso que nos ocupa, el teléfono).

8. Nulidad por estar comprendido en el artículo V del Título Preliminar.


De conformidad con lo prescrito por el artículo 219 (inciso 8), el acto jurídico es
nulo en el caso del artículo V del Título Preliminar, salvo que la ley establezca
sanción diversa.

Por su parte, el artículo V del Título Preliminar establece que es nulo el acto
jurídico contrario a las leyes que interesan al orden público o a las buenas
costumbres.
Ejemplo celebrar un contrato de arrendamiento o para realizar una guerra de
guerrillas. En este caso se está violando normas de orden público porque se
pretende atentar contra el orden legítimamente constituido, en consecuencia, el
acto jurídico es nulo.

EFECTOS DE LA NULIDAD
Una vez que se declara la nulidad absoluta, el acto jurídico realizado no tiene validez
y se retrotrae a su estado anterior, esto es que tiene efectos retroactivos.
En cuanto a los efectos hay que considerar a las partes y la los terceros:

a. Efectos respecto a las partes


Consentida y ejecutoriada una sentencia declarativa de nulidad, le priva de los
efectos jurídicos al acto incurso en la causal o causales, que sancionan la
nulidad.

En este caso de la nulidad absoluta hay que tener en cuenta si el acto ya se ha


ejecutado o todavía no ha tenido ejecución.
- Si se has ejecutado el acto, hace desaparecer todos los efectos producidos,
volviéndose a su estado anterior, con si no se hubiera practicado el acto
jurídico y opera con carácter retroactivo; en consecuencia, las partes
quedan recíprocamente obligadas a restituir lo que hayan recibido.

- Si el acto jurídico todavía no se ejecutado, una vez que se declara la nulidad


ya no se puede exigirse su cumplimiento.

b. Los terceros
Los actos jurídicos no perjudican los derechos adquiridos a título oneroso y se
buena fe de los terceros adquirientes. Nuestro Código ha sentado su posición en
la simulación y en el fraude.

79
DECIMA PRIMERA SEMANA SEGUNDA SESION

LA ANULABILIDAD DEL ACTO JURÍDICO.


Consiste en que el acto jurídico puede ser privado de su eficacia por adolecer de un
vicio concerniente a la capacidad del agente, o derivado de las circunstancias que
pudieran influir sobre su voluntad, perturbando su consentimiento; el vicio y las
circunstancias deben ser acreditados a instancia de las partes que han intervenido
en el acto jurídico y que les causó el perjuicio.

CAUSALES DE ANULABILIDAD

1. Anulabilidad por incapacidad relativa del agente.

De acuerdo con lo establecido por el artículo 221° (inciso 1), el acto jurídico es
anulable por incapacidad relativa del agente.

El art. 44 del CC dispone que son relativamente incapaces: Los mayores de


dieciséis años y menores de dieciocho años de edad, los retardados mentales, los
que adolecen de deterioro mental que les impide expresar su libre voluntad, los
pródigos, los que incurren en mala gestión, los ebrios habituales, los toxicómanos
y los que sufren pena que lleva anexa la interdicción civil.

Evidentemente, a pesar de todas las dificultades contemporáneas, es mucho más


fácil identificar a un niño como menor de edad que hacerlo con relación a un
adolescente. Asimismo, es casi imposible identificar a simple vista o trato personal
a un pródigo, a un mal gestor, a un ebrio habitual (que no esté en estado de
ebriedad o aun estándolo, porque esta situación no implica que sea un ebrio
habitual), a un toxicómano o a alguien que sufra pena que lleve anexa la
interdicción civil.

Demás está decir que, si ello ya resulta casi imposible personalmente, podremos
imaginar cómo aumentarían las dificultades si esta persona se encontrara del otro
lado de la línea telefónica.

2. Anulabilidad por vicio de la voluntad.


Los vicios de la voluntad (error, dolo, violencia, o intimidación), producen
anulabilidad del acto jurídico que se ha practicado en esas condiciones. Art 221
inc 2 del CC)

a. Anulabilidad por error.

Si el error resulta ser una fuente o causa frecuente de anulación de actos


jurídicos por actos celebrados entre personas presentes (es decir, entre
personas que se encuentran en un mismo lugar al momento de la celebración
del acto), será evidente que este vicio de la voluntad se presentará con mayor
asiduidad en los contratos celebrados por teléfono.

En efecto, la contratación por teléfono acentúa de por sí la posibilidad de incurrir


en error, en cualquiera de los supuestos que sobre este vicio de la voluntad
contempla el Código Civil.

80
Con respeto al error in quantitati (es decir, el error sobre la cantidad), sí tendría
relevancia el tema de contratar por teléfono, en la medida que tal vez el agente
que incurre en error vicie su voluntad al no tener la posibilidad de efectuar una
consideración adecuada de la magnitud de los bienes sobre los cuales está
contratando (y no nos referimos naturalmente al simple cálculo o cómputo que
se pudiera hacer sobre los bienes materia del contrato).

En cuanto al error en el motivo, podemos decir que este tema no tiene mayor
relación con la contratación por teléfono; aquí, da exactamente lo mismo el
medio que se emplee para la contratación, pues el motivo será susceptible de
viciarse en cualquiera de ellos.

Mientras menos elementos de juicio se tengan respecto del actuar de la otra


parte, menos posibilidades habrá de considerar que el error ha sido susceptible
de ser conocido por aquel sujeto que no incurrió en error.

Así, el hecho de no ser cognoscible el error trae como correlato que el mismo
tampoco sea esencial; lo cual, a su vez, lleva a que no se den los supuestos de
error vicio contemplados en el artículo 201 del Código Civil y,
consecuentemente, que el acto no sea susceptible de anulación.

b. Anulabilidad por dolo.

El dolo es el error en que una parte incurre inducida por la otra.

Incluso, hemos dicho que el dolo hace muchas veces que un error no esencial
constituya causa de anulabilidad de un acto jurídico. En buena cuenta, los
errores, sean esenciales o no, adquieren relevancia cuando son cometidos por
dolo o engaño de la contraparte.

Para muchas personas resulta fácil engañar o inducir al engaño a otras.

Debemos señalar que a la contratación telefónica resulta plenamente aplicable


lo dispuesto por el artículo 210 del Código Civil. Dicha norma establece que el
dolo es causa de anulación del acto jurídico cuando el engaño usado por una
de las partes haya sido tal que sin él la otra parte no hubiera celebrado el acto.

c. Anulabilidad por intimidación.

La intimidación como conducta antijurídica influye sobre el agente causándole


miedo o temor, con la amenaza de un mal futuro inminente o grave,
presionando su voluntad o ánimo para declarar algo que no quiere.

Ello resultaría plenamente factible, en la medida que para intimidar no resulta


necesario que quien intimida se encuentre frente a frente con su víctima.

Bastaría, pues, utilizar la línea telefónica para infundir el mencionado temor. Es


más: nos atrevemos a decir que, cuando de intimidación se trata, resulta más
usual que dicha situación ilícita se produzca por teléfono, debido a que permite
en muchos casos reservar el anonimato de la persona que intimida.

81
Es necesario señalar, además que la intimidación puede también ser hecha por
un tercero, con conocimiento del eventual beneficiario del acto celebrado con
este vicio (pues de lo contrario, el acto no sería anulable).

Adicionalmente, podemos decir que el teléfono es un medio idóneo para


intimidar, ya que la intimidación no implica, como sabemos, violencia física, sino
acciones dirigidas contra la mente o el pensamiento de la víctima.

Además, el plazo que la ley peruana otorga a la víctima de un vicio de la


voluntad para intentar la anulación del acto es muy breve; pues, tal como lo
establece el artículo 2001 (inciso 4) del Código Civil, la acción de anulabilidad
prescribe, salvo disposición diversa de la ley, a los dos años (entendidos,
naturalmente, desde el momento de la celebración del acto), término al cual se
llegará en muchos casos de manera inadvertida.

d. Anulabilidad por violencia.

Cualquiera sea el caso, nos lleva a señalar que la violencia tiene,


necesariamente, que implicar contacto personal entre la víctima y el agente
causante de la violencia o de un tercero que actúe en concordancia con dicho
agente; caso contrario nos encontraríamos dentro del ámbito de la intimidación
y no de la violencia.

En tal sentido, podría ocurrir que, antes o coetáneamente al momento en que


la víctima declara su voluntad, esta haya sufrido actos de violencia dirigidos por
su contraparte o un tercero, pero, más allá del contacto físico que implica la
realización de estos actos violentos, la declaración que conduce a celebrar el
contrato se haya producido telefónicamente.

Es obvio que en muchos casos el delincuente que emplea violencia para hacer
celebrar a su víctima un acto jurídico no será quien actúe por si mismo, sino
que en la mayoría de veces se valdrá de terceros para conseguir tales fines.
De este modo, es probable que se obligue a la víctima, inmediatamentedespués
de haber sufrido daños corporales o al estar sufriéndolos, a llamar porteléfono
al autor intelectual de dichos actos para manifestar su voluntad de contratar o
celebrar aquel negocio perjudicial a sus intereses que beneficiará almencionado
delincuente.

Vemos, pues, como la violencia física puede jugar un papel de interrelación con
los contratos celebrados por teléfono.

3. Anulabilidad por simulación relativa.

Como se recuerda, en virtud de lo establecido por el inciso 3 del artículo 221, el


acto jurídico es anulable por simulación cuando el acto real que lo contiene
perjudica el derecho de tercero. Esto quiere decir contrario sensu, que si la
simulación no perjudica al derecho de tercero no es causal de anulabilidad.

82
Hemos mencionado, hace un momento, que el tema de la simulación adquiere
relevancia en la medida que dicho acto conste en un documento que sirva o tenga
utilidad para oponer la simulación frente a los terceros ante quienes se quiera
acreditar algo ficticio como si fuera real.

4. Anulabilidad derivada del mandato de la ley.

Como se recuerda, en virtud de lo prescrito por el inciso 4 del artículo 221 del
Código Civil, el acto jurídico es anulable cuando la ley así lo declara.

Sobre este particular nos abstenemos de efectuar mayores comentarios, ya que


la citada disposición resulta aplicable a todos los actos jurídicos,
independientemente del medio que empleen las partes para celebrarlos.

EXAMEN PARTCIAL II

DECIMA TERCERA SEMANA


PRIMERA SESIÓN
LA CONFIRMACIÓN DEL ACTO JURÍDICO
1. Concepto.

La confirmación es un acto jurídico en virtud del cual se convalida otro acto


jurídico, anulable, por adolecer de u vicio o causal de nulidad relativa.

Confirmación o convalidación es el acto por el cual se da validez a otro, que el


deudor puede atacar por acción de anulabilidad (nulidad relativa). Difiere de la
transacción, pues ésta supone de las partes un abandono recíproco de derechos
o pretensiones, en tanto que la confirmación emana de una sola de las partes, que
renuncia a su derecho a atacar la convención, sin estipular nada en su provecho.

También difiere del simple reconocimiento. “Lógicamente el simple


reconocimiento tiene por fin y por efecto únicamente constatar la existencia de
una obligación y ello no implica necesariamente la voluntad de cambiarla, de
fortificarla, en tanto que la confirmación, como lo acabamos de decir, tiene por
finalidad y por efecto reparar los vicios que pueden afectar a la obligación y
hacerlos desaparecer” (Demolombe).

Tampoco es confundible con la novación. “El efecto de la novación es crear una


obligación nueva que reemplaza a la antigua; la confirmación, al contrario, tiene
por objeto solamente reparar los vicios de la obligación a la cual ella concierne”
(Aubry y Rau).

El término ratificación se suele emplear como sinónimo de convalidación. Pero


también es empleable en otra acepción especial, como aprobación que uno presta
a un acto celebrado por otro, en nombre del primero; ratihabitio mandato a
equiparatur.

83
El acto confirmado es intachable, pero no produce efectos contra terceros. En el
siguiente caso: Pedro vendió su casa a José siendo menor de edad y cuando
alcanza la mayoría de edad la misma casa la vende a Manuel; en este caso la
segunda venta es la que tiene valor, por cuanto la primera está afectada de
nulidad; pero si antes de celebrar la segunda venta procede a confirmar a José,
la última será anulable y tendrá que indemnizar a Manuel.

2. Características.
a. La confirmación es un acto unilateral recepticio, porque solo lo puede
celebrar la parte a quien corresponde la acción anuladora y porque su
manifestación de voluntad la dirige a quienes tienen interés en el
mantenimiento del acto anulable.
b. Es un acto abdicativo porque implica renuncia al ejercicio de la acción
anuladora.
c. La confirmación es un acto irrevocable, porque tiene la finalidad de convalidar
un acto anulable.
d. Es un acto declarativo, porque su finalidad convalidatoria produce efectos ex
tunc respecto del acto confirmado al que le permite producir sus efectos de
manera retroactiva, definitiva y a plenitud.

3. Clases de la confirmación

a. Formal
Es formal cuando la manifestación de voluntad confirmatoria, además de ser
expresa, está revestida de formalidades.
El Código Civil ha previsto como acto confirmatorio formal cuando es
celebrado con las formalidades prescritas en sus art.230 y 232, pero cuya
formalidad tiene solo el carácter de ad probationem, de ahí que
consideremos que la forma de la confirmación expresa es voluntaria.

El Código Civil admite la confirmación no formal, aunque también con


manifestación de voluntad expresa. Así, por ejemplo, para la celebración de
una compraventa las partes pueden adoptar la forma que estimen
conveniente y, si la celebración por escritura pública y la compra venta debe
ser otorgado mediante escritura pública, pero, de no cumplirse con esta
formalidad, el acto confirmatorio subsiste y puede ser probado por medio s
probatorios distintos.

b. No formal
La confirmación no formal es la que se realiza mediante una manifestación
de voluntad que puede ser expresa o tácita, pero que no consta
documentalmente pues no esta revistada de formalidades. En ella se puede
utilizar cualquier medio directo para dar a conocer la voluntad confirmatoria,
pero también puede darse a conocer mediante hechos que inequívocamente
la pongan de manifiesto. Puede ser:

1) Confirmación no formal expresa.


Supone pues una manifestación de voluntad confirmatoria mediante un
medio directo consistente en la ejecución total o parcial del acto jurídico
anulable por la parte a la que corresponde el ejercicio de la acción

84
anulatoria, siempre que esté en conocimiento de la causal que puede
dar mérito a la anulación. El medio directo es el que permite conceptuar
la manifestación de voluntad como expresa. La confirmación expresa es
la que se realiza por escrito.

2) Confirmación no formal tácita


Supone también una manifestación de voluntad confirmatoria mediante
un medio indirecto consistente en la existencia de hechos que
inequívocamente pongan de manifiesto la voluntad de confirmar el acto
contra el cual puede hacerse valer la acción anulatoria, con los que se
configura la facta concludencia que hemos utilizado para conceptuar la
manifestación de voluntad tácita. Asi, por ejemplo, sí A adquiere de B una
casa con una apariencia de material noble cuando es de adobe; y a pesar
de conocer el vicio que invalida el acto, antes de impugnar la compra
inicia los trabajos de reconstrucción, en este caso tácitamente está
confirmando el acto anulable.

4. Requisitos.
Para la validez de la confirmación de los actos jurídicos anulables se requiere:
a. Que la causal de anulabilidad haya desaparecido
b. Que la persona que va a confirmar el acto jurídico tenga plena capacidad
civil
c. Que la persona que convalida el acto tenga conocimiento del vicio que afecta
el acto y que exprese su voluntad de hacerlo desaparecer renunciando a la
causal de anulabilidad.
d. Que el instrumento de la confirmación debe contener las mismas
solemnidades del documento que se confirma (art. 232 del CC)

Para la validez de la confirmación se requiere que ella no contenga el defecto


del cual depura al acto; o sea, que haya desaparecido la incapacidad del agente,
esté descubierto el error o el dolo, haya cesado la violencia, se tenga
conocimiento de la simulación o el fraude, según los casos. Tampoco el acto
confirmatorio debe contener otro defecto, considerado como causa de nulidad

5. Efectos de la confirmación
La confirmación tiene por finalidad hacer que el acto anulable surta sus efectos
ab initio, de manera plena y definitiva, y estos son, en esencia ¿, los efectos
fundamentales interpartes. Por eso, los efectos de la confirmación deben
analizarse respecto a los terceros, pues la consideración a ellos es la más
importante, máxime si los efectos interpartes se reducen a mantener los que ya
venía produciendo el acto que se confirma.

Precisamente en relación a los terceros, el Código Civil advierte, como regla


general en el artículo 230: “Que, salvo el derecho de tercero, el acto anulable
puede ser confirmado (…)”. Por eso, como bien lo conceptuó el maestro León
Barandiarán, el acto confirmatorio no es oponible a terceros, pero siempre que
se trate de un tercero adquiriente de un derecho a titulo singular, pues los
sucesores a título universal del confirmante no pueden invocar, en este caso, su
calidad de terceros.

85
Por eso, consideramos que la regla general debe ser interpretada, simplemente,
en protección del legítimo derecho del tercero adquiriente a título singular. La
hipótesis lo explica León Barandiarán con el ejemplo de la venta de un inmueble
que realiza un menor a primus y luego, llegado a la mayoría de edad, ese mismo
inmueble lo vende a secundus y después confirma la primera venta. Como
explicó el maestro, la confirmación de la primera venta no puede perjudicar a
secundus y este puede oponerse a la confirmación del acto practicado con
primus.

DECIMA TERCERA SEMANA


SEGUNDA SESION

LA RESPONSABILIDAD CIVIL

ACTOS ILICITOS

Actos ilícitos dañosos

En este sentido, se afirma que la antijuridicidad es un presupuesto de la protección


resarcitoria “que la legislación no requiere”. del mismo modo, se sostiene que,
desde una perspectiva funcional, “el abandono de la antijuricidad o ilicitud es, tanto
a nivel normativo como a nivel lógico, coherente con una visión que pretende negar
la presencia de la función punitiva como una función de la responsabilidad civil en
términos generales y absolutos.

Un sector de la doctrina nacional niega que la antijuricidad o ilicitud sea un elemento


de la responsabilidad civil. así, quien parte de la premisa de que la ilicitud “sólo
puede existir demediar culpa de un sujeto” y, si la teoría del “hecho ilícito” sólo se
explica en función de la culpa, la ilicitud deja de ser un elemento constitutivo de la
responsabilidad civil; por cuanto, de acuerdo a la sistemática del código debe
entenderse abandonado el principio “ninguna responsabilidad sin culpa”. como
regla única y exclusiva de responsabilidad.
.
En este sentido, se afirma que la antijuridicidad es un presupuesto de la protección
resarcitoria “que la legislación no requiere”. del mismo modo, se sostiene que,
desde una perspectiva funcional, “el abandono de la antijuricidad o ilicitud es, tanto
a nivel normativo como a nivel lógico, coherente con una visión que pretende negar
la presencia de la función punitiva como una función de la responsabilidad civil en
términos generales y absolutos”.

Ilicitud en el Ordenamiento Jurídico Peruano.

Si bien el Código Civil Peruano no cuenta con un reconocimiento normativo


específico de la ilicitud (o antijuricidad), como lo hace el § 823 BGB, cuando hace
referencia a la “forma antijurídica”, o el artículo 2043 del Codice que alude al “daño
injusto”, no se debe llegar forzosamente a la conclusión que la ilicitud no esun
elemento constitutivo del supuesto de la responsabilidad civil.

86
En efecto, nuestro modelo legislativo, concretamente el artículo 1969 del Código
Civil, se alinea al artículo 1382 del Code, al no calificar la forma en la cual se
produce el daño. Por ello, un sector autorizado del formante doctrinario francés
afirma:
“La oposición a la doctrina mayoritaria que hace de la ilicitud un elemento de la
culpa civil se refiere, en nuestra opinión, a la terminología empleada y no al fondo
del derecho. De todas formas, sea que se denomine: “desviación de la conducta”
o ilícito”, todos los autores reconocen que el desconocimiento de una norma
impuesta por el derecho es indispensable para la construcción de la culpa. El
desacuerdo Señalado deviene, por consiguiente, superficial y sin consecuencias
reales sobre la definición de la culpa, la que se configura en definitiva como la
violación de una norma o de un deber que se le ha impuesto al agente”
.
De estas líneas se entiende que esta reflexión se hace respecto a la
responsabilidad civil por hecho propio culposo.
Por ello, en esta línea de pensamiento, se sostiene que cuando se trata de
responsabilidad por las cosas o por los hechos ajenos, así como en la
responsabilidad por riesgo, uno debe “liberarse de toda exigencia de ilicitud del
hecho al origen del daño”
.
Por otro lado, autorizada doctrina italiana afirma que “la ofensa al derecho ajeno no
tiene necesidad de ulteriores elementos más allá del criterio de imputación: el uno
y el otro son suficientes para calificar la conducta como antijurídica.

Es en cambio, la eventual presencia de una causa de justificación que,


discriminando al autor, limpia la conducta de la antijuricidad. En estos términos, la
antijuricidad, de elemento constitutivo que puede aparecer cuando se la evoca en
la descripción del acto ilícito, se adscribe, en puridad, a los elementos impeditivos
de éste. Es la no antijuricidad la que emerge como requisito autónomo y, por ello,
como elemento impeditivo de la responsabilidad”.

Soy de distinta percepción: la presencia de la ilicitud es un elemento de cualquier


supuesto de responsabilidad civil, sea objetiva o subjetiva. En efecto, la ilicitud se
configura al transgredir, justamente, la “norma impuesta por el derecho” (artículo
1970 del Código Civil, por citar sólo un ejemplo) y, en determinados supuestos, al
contravenir los valores de la convivencia o, dicho en otras palabras, cuando se
presenta una situación de injusticia (como en supuestos por fraude a la ley o abuso
de derecho). Por ello, la tipicidad en los supuestos contenidos en el artículo 1971
del Código Civil se debe a que la ilicitud es un elemento que configura la
responsabilidad civil.

LA RESPONSABILIDAD CIVIL

Generalidades
Definir a la responsabilidad civil no ha sido ni es uno de los temas favoritos en la
doctrina. Algunos autores han tratado de soslayar este aspecto, que consideramos
importante, dedicándose de plano al estudio de las diversas teorías sobre la
responsabilidad civil, sus funciones, sus elementos; haciendo énfasis en las nuevas
tendencias y en el derecho comparado sobre la materia; y en el mejor de los casos
han tocado el tema de manera muy escueta.

87
Lo expresado en el párrafo anterior se pone de manifiesto en la siguiente
afirmación: “Si existe un tema que se sienta uno tentado a abordarlo sin definirlo,
es desde luego el de la responsabilidad civil”. Nosotros trataremos de resistir esa
tentación e intentaremos definir a la responsabilidad civil, partiendo de lo ya
expresado por algunos autores.

Concepciones
1. Jorge Mosset Iturraspeafirma que “la responsabilidad civil no es otra cosa que el
deber de indemnizar los daños causados culposamente a otro”.
2. Jacques Henriot, citado por Mosset, nos brinda un concepto mucho más amplio
indicando que la responsabilidad “no es sino el deber de reparar un daño
originado en la violación de un derecho ajeno”.

3. Geneieve Viney, también citado por Mosset expone que “la expresión
responsabilidad civil designa en el lenguaje jurídico actual, el conjunto de reglas
que obligan al autor de un daño causado a otro a reparar el perjuicio, ofreciendo
a la víctima una compensación”.

4. La colombiana Visser del Pino, quien sostiene que la responsabilidad civil es “la
obligación que surge en cabeza de una persona de reparar un daño a otro, como
consecuencia de la comisión de un hecho ilícito, doloso o culposo, o por el
incumplimiento de una obligación”.

Las definiciones formuladas por Mosset y Visser del Pino consideran a la culpa como
único factor de atribución; sin embargo, en la actualidad se consideran a otrosfactores que
coexisten con la culpa, entre ellos tenemos al riesgo en sus diversasvariantes – riesgo
adicional, riesgo creado, riesgo beneficio y riesgo empresa- queva ganando terreno en
la doctrina y las legislaciones; por lo que dichas concepciones, de corte subjetivo,
actualmente resultan muy restringidas, pues dejan fuera a todos los casos de
responsabilidad objetiva.

Se habla de responsabilidad civil porque supone un perjuicio o un daño privado, no


social, donde la víctima es un particular y no toda la sociedad y en este sentido la víctima
del daño no tendrá que castigar al autor del daño, sino únicamente le pedirá reparación.
Debemos tener en cuenta también que, en algunos casos, frente a un daño, no
solamente tiene el deber de responder su autor, sino también un tercero que tiene alguna
relación con el autor del daño, tenemos por ello la responsabilidad por hecho ajeno y la
responsabilidad por el hecho de las cosas.

Habiendo analizado el tema y partiendo de las nociones que nos brinda la doctrina,
podemos concluir diciendo que la responsabilidad civil puede ser definida: “como la
obligación que tiene un sujeto de derecho, sea por imputación objetiva o subjetiva, de
reparar un daño causado a otro por la violación de una obligación convencional o legal,
resultante de hecho propio, ajeno o de las cosas”.

Elementos de la reparación civil


Los elementos esenciales de la responsabilidad civil que hemos venido analizando:
1. La existencia de un daño causado a otro,
2. La obligación de repararlo,

88
3. El sujeto de derecho como único susceptible de adquirir obligaciones,
descartando a las cosas y a los animales,
4. El daño como resultado de la violación de una obligación convencional, que es
materia del régimen de responsabilidad civil contractual,
5. El daño como resultado de la violación de una obligación legal u obligación de
no dañar a nadie, “alterum non laedere”, que es materia del régimen de
responsabilidad civil extracontractual,
6. El daño como resultado de un hecho propio, ajeno o de las cosas; es decir que
la definición propuesta comprende tanto la responsabilidad directa (por hecho
propio) y la responsabilidad indirecta (por hecho ajeno o de las cosas); y,
7. El factor de atribución, que puede ser de naturaleza objetiva o subjetiva.

RESPONSABILIDAD CIVIL CONTRACTUAL Y EXTRACONTRACTUAL.


Al abordar este tema podemos identificar hasta cuatro posiciones distintas: la tesis
dualista, la tesis monista, la tesis de la unicidad y la tesis de la unificación. N o es
objeto de este trabajo profundizar en el tema, sin embargo, es necesario analizarlo
e incluso adoptar una posición, toda vez que nuestro campo de estudio es
solamente la responsabilidad civil extracontractual.

1. La Tesis Dualista.
Ésta sostiene que la responsabilidad contractual es absolutamente distinta de la
responsabilidad extracontractual.

El fundamento esencial de esta teoría es su concepción de una dualidad de


culpas, es decir que, para sus defensores, existe una culpa contractual y una
culpa extracontractual, ambas totalmente distintas, “la culpa contractual supone
una obligación concreta, preexistente, formada por la convención de las partes y
que resulta violada por una de ellas; la culpa extracontractual es independiente
de una obligación preexistente y consiste en la violación no de una obligación
concreta, sino de un deber genérico de no dañar. De allí que la culpa contractual
es simplemente un efecto de la obligación y, en cambio, la culpa extracontractual
es fuente de una obligación nueva” o dicho de otro modo y desde la óptica del
daño, “a veces el acto lesivo aparece como consecuencia de una obligación
anterior, y otras veces el acto lesivo constituye la fuente de una obligación
nueva”.

2. La Tesis Monista.
Denominada también teoría de la unidad, sostiene que no existe diferencia
esencial alguna entre la responsabilidad contractual y la responsabilidad
extracontractual, como tampoco existe dos tipos de culpa.
La teoría de la unidad, en contra de la tesis dualista, propugna la unidad de la
responsabilidad civil partiendo de la unidad de la culpa y definiéndola como “la
violación de una obligación preexistente, sea ésta una obligación convencional,
sea una obligación legal”

Analizando más ampliamente el tema, esta tesis sostiene la unidad explicando


que “cuando se examinan los elementos constitutivos de la responsabilidad, se
advierte que, en la esfera delictual y en la esfera contractual, las soluciones son
idénticas. En uno y otro caso deben reunir tres requisitos para que exista

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responsabilidad: un daño, una culpa, un vínculo de causa efecto entre la culpa y
el daño”.

Esta posición doctrinaria también es tan radical como la primera, lo cual se


verifica en el pensamiento de su defensor Marcel Planiol: “la existencia de una
verdadera y esencial diferencia entre las dos responsabilidades parece más un
capricho sin motivo y un absurdo legislativo.

3. La Tesis de la Unicidad.
Se sitúa en una posición intermedia entre la dualista y la monista, y postula una
concepción unitaria de responsabilidad civil pero un doble régimen de
responsabilidad.
Los defensores de esta teoría basan su posición en dos fundamentos distintos;
de allí que nacen, dentro de la unicidad, dos corrientes de pensamientos también
distintos:

Una defendida por el argentino Llambías quien encuentra el fundamento de la


unicidad de la responsabilidad civil en la unidad de culpa, porque “la culpa es
una noción unívoca que el derecho trata diversamente a través de dos diferentes
regímenes de responsabilidad, según que esa culpa sea considerada en la
inejecución de los contratos o en la comisión de hechos ilícitos” por lo tanto, “hay
una sola culpa y un doble régimen de responsabilidad culposa”

La otra corriente, defendida por el español de Cupis y el argentino Mosset


Iturraspe y a la cual se adhiere Jorge Bustamante Alsina, sostiene que el
fundamento de la unicidad de la responsabilidad civil no es la culpa sino la
unicidad del fenómeno resarcitorio que conduce a través del elemento del daño.
Explica esta corriente que “la culpa es un factor de imputabilidad que determina
en algunos sectores de la responsabilidad el deber de reparar el daño y por
mucho que haya sido importante la culpa en el régimen de la responsabilidad
civil durante el siglo anterior y comienzos del presente (refiriéndose a los siglos
XIX y XX) ya no lo es tanto hoy día. En efecto, el daño es el presupuesto central
de la responsabilidad civil; de ahí que puede hablarse de un derecho de daños
o de una responsabilidad por daños”. Y si entendemos que el daño es el
presupuesto principal, su consecuencia lógica, común y relevante en ambos
órdenes, sistemas o regímenes de responsabilidad civil, es la necesidad de
repararlo; de allí que se habla de la unicidad del fenómeno resarcitorio.

4. La Tesis de la Unificación.
Esta teoría es contraria a la teoría de la unicidad y se resume en la siguiente
afirmación: “hoy día existe en nuestra doctrina una suerte de consenso en el
sentido de que no resulta posible precisar con rigor cuales son las razones
legitimantes de la separación entre la responsabilidad contractual y la
extracontractual, que ambas tienen la misma naturaleza y que por lo tanto no se
justifica la dualidad de sistemas (...) Pero la tendencia doctrinal mayoritaria,
puesta de resalto en los pronunciamiento de jornadas y congresos científicos, ha
sido siempre y reiteradamente, la de propiciar la unificación de los regímenes
sobre responsabilidad contractual y extracontractual”.

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La unificación de los sistemas de responsabilidad civil encuentra su razón de ser
en los mismos fundamentos de la tesis de la unicidad, pero haciendo énfasis en
que las diferencias entre regímenes son sólo accesorias y lo importante es la
existencia de una unidad genérica porque “en ambas cosas estamos frente a la
violación de una obligación preexistente: si se trata de la responsabilidad
extracontractual la obligación preexistente es legal, y si estamos en el ámbito
contractual la obligación preexistente será una convencional”.

Nuestra posición.
Luego de habernos ocupado, aunque muy ligeramente, de las cuatro tesis que
tratan el tema, adoptaremos una posición doctrinal que servirá de sustento para
nuestra tesis; pues, como lo dijimos, nuestro campo de estudio es únicamente la
responsabilidad extracontractual.

En consecuencia, nos reafirmamos en la tesis de la unicidad que postula una c oncepción


genérica y un doble régimen de responsabilidad. Por ello analizaremos en seguida las
semejanzas y las diferencias entre los sistemas de responsabilidad contractual y
extracontractual.

DECIMA CUARTA SEMANA


PRIMERA SESION

Semejanzas y Diferencias entre los regímenes de responsabilidad civil


contractual y extracontractual y los problemas prácticos que acarrea su
distinción.

En cuanto a su origen.
La semejanza radica en que en ambos sistemas la responsabilidad surge por la
violación de una obligación preexistente.

La diferencia está en la naturaleza de la obligación preexistente que ha sido violada;


en la responsabilidad contractual se trata de una obligación de carácter contractual,
es decir, cuando “entre las partes existe un contrato o una relación contractual y los
daños son debido al incumplimiento o cumplimiento defectuoso de los que es
estrictamente materia del contrato”4[38], se trata pues de una obligación
determinada, concreta o específica; mientras que en la responsabilidad
extracontractual se trata de la violación “de deberes generales de conducta o de la
regla general alterum non laedere”5[39] En consecuencia “si se trata de la
responsabilidad extracontractual la obligación preexistente es legal, y si estamos
en el ámbito contractual la obligación preexistente será convencional”

En cuanto al factor de atribución.


Ambos regímenes son semejantes porque en los dos, para que exista
responsabilidad, debe existir un factor de atribución en virtud del cual el

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responsable tenga la obligación de responder, pues debe haber “alguna buena
razón para obligar a una persona a cubrir los daños” sufridos por el damnificado.
Pero en la responsabilidad contractual el factor de atribución “es eminentemente
subjetivo y consiste en la imputabilidad con culpa del deudor en la inejecución del
contrato”. En cambio, en la responsabilidad extracontractual coexiste el factor de
atribución subjetivo: culpa, con el factor de atribución objetivo en sus diversos
matices: riesgo adicional, riesgo creado, riesgo beneficio y riesgo empresa, que los
estudiaremos en un capítulo aparte.

En cuanto al daño causado y al fenómeno resarcitorio

El daño es un elemento común a ambos regímenes “es el presupuesto central de


la responsabilidad civil” y como consecuencia lógica, también ambos regímenes
persiguen repararlo. “La razón de la indemnización no es la existencia de un
contrato (...) sino la presencia de un daño que debe ser reparado”.

Sin embargo, en la responsabilidad contractual el autor del daño es una persona


capaz, porque para incumplir o cumplir defectuosamente un contrato, primero ha
tenido que celebrarlo válidamente y “para que una persona se obligue a otra por un
acto o declaración de voluntad, es necesario, entre otros requisitos que sea
legalmente capaz”. En cambio, en la responsabilidad extracontractual el autor del
hecho puede ser un incapaz, de allí que “se establecen algunas responsabilidades
por los hechos de los incapaces”

En cuanto al fenómeno resarcitorio, de modo general, se dice que en la


responsabilidad contractual se hace una distinción, si el daño ha sido causado con
culpa, el deudor solo responderá por los daños que pudo prever al momento de la
celebración del contrato, y si el daño es causado con dolo, el deudor deberesponder
por todos los daños; mientras que en la responsabilidad extracontractual no es
posible efectuar esa distinción, en consecuencia “se responde de todos los daños
ocasionados”, tanto por “los que sean consecuencia inmediata (...) y mediatadel acto
ejecutado”.

Por otro lado, siguiendo con el fenómeno resarcitorio, en la responsabilidad


contractual puede darse el llamado “tarifamiento anticipado del monto de los daños
y perjuicios”, o sea, las partes al celebrar el contrato pueden acordar, por medio de
una cláusula penal, el monto de la indemnización en caso de incumplimiento o
cumplimiento defectuoso del contrato, ¡“ello es factible en mérito del principio de
autonomía de la voluntad en materia contractual” ; sin embargo, en la
responsabilidad extracontractual no es factible un acuerdo anticipado.

Finalmente, en caso de pluralidad de responsables, en materia contractual la


responsabilidad “es en principio simplemente mancomunada”, es decir que cada
responsable sólo está obligado a responder por su cuota parte o en proporción a
su parte, salvo que la solidaridad resulte del contrato o por mandato de la ley. En
cambio, en materia extracontractual, el principio que rige es el de la responsabilidad
solidaria, es decir que el damnificado puede accionar contra todos o contra
cualquier responsable por el total de la indemnización; o, como lo manifiesta Visser
“cada uno es solidariamente responsable de todo el perjuicio”.

92
En cuanto al plazo prescriptorio.
¡La prescripción “es una de las instituciones jurídicas más necesarias para el orden
social” y se sustenta en el principio de seguridad jurídica; por ello “si el titular de un
derecho durante considerable tiempo transcurrido no hace efectiva su pretensión
ejercitando la acción correspondiente para que el órgano jurisdiccional lo declare y
lo haga efectivo, la ley no debe ya franquearle la posibilidad de su ejercicio”

La responsabilidad civil contractual y extracontractual no escapa a este principio,


pues la acción que busca se declare y haga efectiva la reparación de un daño
causado, en ambos casos, prescribe por el transcurso del tiempo.

La diferencia entre los dos regímenes radica en que la acción de daños y perjuicios
resultantes de un incumplimiento contractual prescribe a los diez años, si se trata
de acción personal o real y a los siete, si versa sobre actos simulados. Mientras que
en materia extracontractual la acción prescribe a los dos años.

Problemas prácticos en la distinción de ambos regímenes.


Cuando tratamos de distinguir los regímenes de responsabilidad contractual y
extracontractual, tal como ha manifestado Pier Giusseppe Monateri, ¡“es el régimen
jurídico sustantivo de fondo el que está en tela de juicio” ; sin embargo los problemas
prácticos en esta distinción son normalmente de orden procesal, pues debemos
tener en cuenta que ambos regímenes dan lugar a acciones distintas. Para aclarar
la idea, Diez-Picazo plantea la siguiente situación: “cuando la acción se plantea
como extracontractual y el tribunal sentenciador entiende que la responsabilidad
que rige la materia es la contractual (o viceversa), ¿debe el tribunal sentenciador
rechazar la demanda para evitar, en otro caso, incidir en vicio de la incongruencia?”

En este caso, dice el referido autor, que “los procesalistas son concordes en que la
acción se califica por la pretensión que se ejercitó o petitum, pero también por la
causa petendi”; entendiendo por causa petendi, según la teoría de la
substanciación, los fundamentos de hecho de la demanda; lo cual implica que el
Juez la debe calificar y resolver a través de los hechos, dejando de lado la
fundamentación jurídica, en virtud del “principio de la teoría de la substanciación en
la demanda y de la libre búsqueda y aplicación de la norma por los tribunales”.

Los llamados casos difíciles que pueden presentarse son, en realidad,


innumerables; pero los más frecuentes y más abordados por los tratadistas son:
lesiones corporales o muerte y daños en las cosas causados en la ejecución de
relaciones contractuales, tal es el caso de los accidentes de vehículos que se
dedican al transporte de pasajeros o de carga, accidentes de trabajo, daños
producidos con ocasión de servicios profesionales. En estos casos estamos ante la
concurrencia de acciones de resarcimiento originadas en contratos y a la vez en el
deber general de no dañar a otro, concurrencia que la doctrina la ha denominado
“yuxtaposición de responsabilidades contractual y extracontractual”.

Frente a esta concurrencia de responsabilidades o de normas, Diez-Picazo propone


la solución que, en nuestro parecer, es la más acertada: “las acciones pueden
ejercitarse alternativa o subsidiariamente u optando por una u otra e incluso
proporcionando los hechos al juzgador para que éste aplique las normas (...) que

93
más se acomoden a ellas, todo en favor de la víctima y para el logro de un
resarcimiento del daño lo más completo posible”.

Finalmente, exponemos en forma resumida la posición del jurista peruano


Fernando de Trazegnies, quien refiriéndose a los casos difíciles y usando sus
acostumbradas metáforas, afirma: “De ninguna manera puede decirse que estas
regiones – responsabilidad contractual y extracontractual- se superponen y que
algunas situaciones son oriundas de ambas etnias jurídicas. Los hechos de la
responsabilidad tienen que tener pasaporte contractual o pasaporte
extracontractual: el que tiene dos pasaportes es un impostor o es un aprovechador
a quien debe privársele de uno o de otro”. “Todo ello parece indicarnos que quizá
no estamos propiamente ante una población de frontera sino ante una nación
distinta dentro de la responsabilidad civil que habita entre la contractual y la
extracontractual, y que requiere que sea oficialmente reconocida: la nación de los
accidentes”. “Se requiere fragmentar aún más el campo de estudio”.

De lo expuesto hasta aquí se advierte que aún hay mucho camino por recorrer
respecto de los temas analizados y se nos abre la posibilidad de aportar nuevos
planteamientos que sirvan para el enriquecimiento intelectual a fin de concretizar
aquella vieja noción: El derecho es el arte de lo bueno y lo justo.

LA RESPONSABILIDAD CIVIL SU ORIGEN PUEDE SER CONTRACTUAL O


EXTRACONTRACTUAL
La responsabilidad civil contractual es una sanción convenida por las partes para
el caso de que una de ellas incumpla sus obligaciones.

El concepto de responsabilidad extracontractual es más amplio, ya que incluye las


indemnizaciones derivadas de daños o lesiones que el perjudicado no tuviera el
deber de soportar. En el derecho comunitario se conoce como responsabilidad
cuasi delictual, término que ayuda a entender el concepto.

Así, la indemnización de un accidente de tráfico es de este tipo ya que, aunque no


hay ningún contrato, el responsable debe indemnizar a la víctima por los daños y
perjuicios que le ha causado.

¿Qué es la responsabilidad civil?


La Responsabilidad Civil va a ser definida como: "el conjunto de consecuencias
jurídicas a las que los particulares se someten por el hecho de haber asumido una
situación jurídica de desventaja sea de forma voluntaria o por efectos de la ley.

Definida por la legislación civil, en la que se dice que las obligaciones nacerán de:
1. La ley
2. Los contratos y cuasicontratos
3. Los actos y omisiones ilícitos o en que intervenga cualquier género de culpa o
negligencia.
4. Conviene precisar que el hecho de determinados actos u omisiones ilícitos
conlleven responsabilidad penal, no determina que esta sea incompatible con
el derecho civil.

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Elementos de la responsabilidad civil

La responsabilidad civil exige la concurrencia de tres elementos:

a. Elementos personales.
Se trata de la persona que provoca el daño y la que lo padece.
La primera es responsable civilmente de la reparación, restitución o
indemnización frente a la segunda.

b. Lesión
La lesión puede tener forma de incumplimiento contractual o de daño. Además,
puede afectar a la persona o al patrimonio del perjudicado.
En el caso de la responsabilidad civil contractual se pueden establecer
penalidades a la hora de indemnizar la lesión.
Y en el caso de la extracontractual, será el juez el encargado de valorar la
lesión.

c. Relación de causalidad
Es necesario que entre la acción u omisión de quien provoca el daño y la propia
lesión exista una relación de causalidad. Así, nadie tiene por qué responder de
daños fortuitos (salvo que su deber sea evitarlos) o de aquellos imprevisibles
o inevitables.

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Consecuencias de la responsabilidad civil
Si se determina la concurrencia de responsabilidad civil, el responsable deberá
restituir el bien lesionado o reparar el daño causado. Cuando la restitución o
reparación sean imposibles procederá una indemnización.

Elementos de la responsabilidad civil extracontractual para penalistas: Daño


y culpa
▪ La acción o hecho dañoso
▪ El daño producido
▪ La relación de causalidad entre la acción y el daño, y
▪ Los factores de atribución

La imputabilidad extracontractual:
Proviene de la comisión de un delito o cuasidelito civil, es decir, de un hecho ilícito,
intencional o no, que ha inferido injuria o daño a la persona o propiedad de otro.
Esta supone la ausencia de obligación, es decir, se produce entre personas
jurídicamente extrañas, y es por ello que el hecho ilícito es que crea la obligación
de reparar el daño.

Daños no reparables:
Suponen una obligación previa, que en la responsabilidad contractual nace del
contrato y en la responsabilidad extracontractual de la ley (obligación genérica de
no causar daño), y en ambas la culpa estaría constituida por un mismo hecho, el
cual es la violación de esta obligación.

Responsabilidad indirecta:
La doctrina moderna señala que básicamente existen elementos comunes a ambos
tipos de responsabilidad y que de consecuencia conviene abandonar las
distinciones arbitrarias. Así, por ejemplo, el autor Santos Briz señala como
elementos comunes:
a. La acción u omisión infractora del contrato o productora del acto ilícito.
b. La antijuridicidad de la misma y causas que la excluyen.
c. La culpa del agente (factor de atribución).
d. La producción de un daño
e. Relación causal entre la acción u omisión y el daño.

DECIMA CUARTA SEMANA


SEGUNDA SESIÓN

LA RESPONSABILIDAD POR RIESGO


El sistema objetivo en el código civil peruano, menciona el riesgo creado; bienes y
actividades que sean riesgosas o peligrosas y niveles de riesgo.

Elementos:
a. Uso de mecanismos peligrosos
b. Que se cause un daño
c. Que haya una relación de causa, efecto entre el uso del mecanismo y el daño
causado.

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En el artículo Nº 1757 señala el hecho de las cosas y actividades riesgosas: Toda
persona responde por el daño causado por el riesgo o vicio de las cosas o
peligrosas por su naturaleza, por sus medios empleados o por las circunstancias
de su realización.

Concurrencia de responsabilidades:
Las obligaciones se clasifican habitualmente como de medios y de resultados, y
esto tiene una gran importancia al determinar la responsabilidad civil contractual.

El incumplimiento, que es uno de los requisitos básicos para que la responsabilidad


se produzca, dependerá de la clase de obligación.

Cuando una norma o un contrato obligan a una persona a alguna cosa determinada,
sea esta una acción o una abstención (hacer o no hacer algo), esta obligación se
considera de resultado. Tal es el caso de un transportista que se obliga a llevar
determinada mercancía a un destino en particular. Aquí la responsabilidad es
prácticamente automática, pues la víctima solo debe probar que el resultado no ha
sido alcanzado, y entonces el demandado no podrá escapar a dicha
responsabilidad, excepto si puede probar que el perjuicio proviene de una causa
ajena; por ejemplo, que se debe a un caso fortuito o de fuerza mayor.

Cláusula de irresponsabilidad:
Se ocupa de dar una solución a la víctima de un daño determinado: relaciona al
causante y la víctima del hecho dañoso, el factor de atribución, el modo de reparar
y el monto; define los sujetos legitimados (obligados a reparar y los que merecen
reparación) y en qué consistirá la reparación.

Diferenciación civil, penal y moral:


Es importante distinguir la responsabilidad civil de la responsabilidad penal ya que
esta última tiene por finalidad designar a la persona que deberá responder por los
daños o perjuicios causados a la sociedad en su totalidad, no a un individuo en
particular.

A la vez todas estas especies de responsabilidad jurídica deben distinguirse de la


Responsabilidad moral en la cual los responsables no responden de sus actos ante
la sociedad, ante su propia conciencia.

Para la responsabilidad penal los daños o perjuicios tienen un carácter social, pues
son considerados atentados contra el orden público suficientemente graves como
para ser fuertemente reprobados y ser erigidos en infracciones. Las sanciones
penales tienen una función esencialmente punitiva y represiva, y solo buscan la
prevención de manera accesoria (ya sea a través de la intimidación y la disuasión,
o a través de la rehabilitación del culpable, de su reeducación o de su reinserción
social.

La responsabilidad civil intenta asegurar a las víctimas la reparación de los daños


privados que le han sido causados, y trata de poner las cosas en el estado en que
se encontraban antes del daño y restablecer el equilibrio que ha desaparecido entre
los miembros del grupo. Por estas razones, la sanción de la responsabilidad civil
es, en principio, indemnizatoria y no represiva.

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Es importante mencionar que ambas ramas jurídicas pueden coexistir en un mismo
hecho. Es decir, puede aplicarse una pena privativa de libertad, sin perjuicio de la
responsabilidad civil que pudiera acarrear haber incurrido en un hecho lícito o ilícito.

A modo de conclusión de la responsabilidad civil:

Debe ser concebida como el conjunto de consecuencias jurídicas de contenido


económico o patrimonial por el hecho de haber asumido una situación jurídica
subjetiva de desventaja:

1. Desde que se asume un deber, una carga o un estado de sujeción.


2. El deber implica una situación jurídica de desventaja consistente
en la realización de una conducta para lograr la satisfacción del
interés del acreedor.
3. La carga es una situación jurídica subjetiva de desventaja que
consiste en un comportamiento de apoyo al cumplimiento de la
prestación, es decir, es un presupuesto para el ejercicio de un
derecho o una conducta necesaria de colaboración.
4. La sujeción es una situación jurídica subjetiva estática por la que
un sujeto se somete a los efectos de la conducta ejercida por otro.
5. La función es el propósito o utilidad de una institución.
6. Las funciones de la Responsabilidad Civil pueden ser diversas
según nos encontremos en un Sistema de Responsabilidad Civil
por inejecución de obligaciones o en un Sistema de
Responsabilidad Civil Extracontractual.
7. Cuando nos encontramos en un Sistema de Responsabilidad
Civil por Inejecución de Obligaciones las funciones pueden
presentarse de modo diverso según nos encontremos en una
etapa de cumplimiento o en una de incumplimiento.
8. El daño moral no puede ser estandarizado. Para determinar su
valor, el juez deberá tomar todas las consideraciones pertinentes
y utilizar las pruebas presentadas por las partes a fin de decidir lo
más justo. Se debe tener en cuentaque no se trata de castigar al
responsable, sino de apaciguar las heridas causadas a la víctima.
Bajo ese pensamiento, se debe considerar además la condición
económica del responsable, ya que el derecho no busca convertir
a éste en una víctima más.
9. En cuanto a si se trato de un daño resarcible en materia
contractual o extracontractual, carece de sentido la interrogante,
toda vez que ello depende del bien que se afecte con la acción
antijurídica, teniendo en consideración queel ordenamiento legal
peruano prevé en ambos casos el resarcimiento.

TALLER DE CASOS PRÁCTICOS

98
DÉCIMA QUINTA SEMANA: EXPOSICION TRABAJO APLICATIVO

DÉCIMA SEXTA SEMANA: EXAMEN FINAL

99

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