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República Bolivariana De Venezuela

Ministerio del Poder Popular para la Educación Universitaria


Universidad Nacional Experimental
“Francisco De Miranda”
Área: Ciencia de la Salud
Programa de Medicina
Unidad curricular: Microbiología I
Sección 3

Introducción a la parasitología

Autores:

Maria José Ruiz linares C.I: 28.046.338


Adrian Andree Noguera Bolívar C.I: 28.539.351
Yan Paul Barco Camacho C.I: 28.679.850
Greisca Cecilia Reyes Yanez C.I: 28.771.278
Orihana Isabel Chirinos Colina C.I: 30.490.675

Docente:

Dr. Omar Romero


Introducción.

La microbiología se encarga del estudio y análisis de los microorganismos,


seres vivos diminutos no visibles al ojo humano. Entre esos microorganismos
podemos encontrar los parásitos que son aquellos que viven y se alimentan a
expensas de un huésped pudiendo causar daños en el o no, divididos hasta en
tres grupos importantes que pueden causar enfermedades al ser humano:
Protozoos, helmintos y ectoparásitos. La ciencia encargada del estudio de estos
microorganismos es la parasitología, dicha ciencia ha evolucionado gracias al
invento del microscopio y sus mejoras, volviéndose de gran importancia para la
medicina y la veterinaria. Conociendo estos datos básicos a continuación,
desarrollaremos la introducción a la parasitología, dando a conocer los aspectos
básicos de los parásitos que habitan el tracto gastrointestinal, además de las
asociaciones biológicas como la simbiosis, diaforesis, mutualismo y
comensalismos; también se desglosa un conocimiento sobre los parásitos si no
también sobre los huéspedes de los mismos, tomando sus características y
clasificación, información necesaria para el correcto diagnóstico de alguna
enfermedad provocada por parásitos. Es importante resaltar que toda esta
información que será desarrollada solo es el preámbulo a una gran cantidad de
conocimientos existentes sobre los parásitos, conocimientos que a día de hoy
siguen creciendo.
1. Parásitos que habitan en el tracto gastrointestinal humano

o Ascaris lumbricoides: Es el gusano intestinal más grande que parasita al


hombre. De forma cilíndrica (5 mm de diámetro), los machos (15 a 30 cm) son
más pequeños que las hembras (20 a 35 cm), la parte posterior del macho es
curvada con espículas y papilas, por su parte la hembra es recta terminada en
punta, ambos sexos poseen una boca provista de 3 labios. Este parasito
produce Ascariasis. Su habitad principal es el intestino delgado, habitan solo
en la luz intestinal, en donde absorben los nutrientes que el huésped ingiere.
o Blastocystis: Es un parasito microscópico unicelular, no se comprende del todo
que enfermedad causa, algunas personas que experimentan diarrea dolor
abdominal y otros problemas gastrointestinales tienen blastocystis en sus
heces (por lo general viven en tracto digestivo sin hacer daño). Este parasito
posee una gran diversidad morfológica, generalmente son organismos
esféricos-ovalados, incoloros, hialinos y refrigerantes con un tamaño de entre 5
a 40 μm de diámetro. Sus 4 formas comunes son, Vacuolar (2-200 μm)
presenta una gran vacuola central rodeada por una banda de citoplasma con
otros orgánulos; la granular que es similar morfológicamente a la vacuolar, con
la diferencia que posee diversos gránulos en la vacuola central; forma
amoeboide (forma inmóvil y fuertemente adhesiva) y forma quística, la cual
presenta una gruesa pared de varias capas y es más pequeña en relación a las
otras formas. Carece de vacuola central, pero se observan algunos núcleos
múltiples vacuolas y gránulos de reserva.
o Chilomastix mesnili: Es un protozoo que parasita el tracto digestivo de
humanos y otros primates. Suele presentar un tamaño inferior a 20 μm,
carecen de ciertos orgánulos como son las mitocondrias y el aparato de Golgi.
Se alimentan por fagocitosis de partículas del tracto intestinal y se reproducen
por división binaria longitudinal (asexual), son parásitos apatógenos, presentan
leve malestar y cefalea además de un poco de dolor intestinal y pesadez
estomacal al evacuar (en algunos casos diarrea). Tiene dos formas de vida en
su ciclo vital; El Trofozoíto presenta un tamaño en torno a 15 μm de longitud y
una morfología piriforme, Posee 4 flagelos también tiene un único núcleo que
se dispone en la zona anterior, cerca del punto de inserción de los flagelos y es
la forma vegetativa que se alimenta y reproduce; su otra forma es el Quiste,
este presenta un tamaño en torno a 10 μm de longitud y una morfología
ovalada. No presenta flagelos ni citostoma, tiene un único núcleo que se
dispone más o menos en la zona central. El quiste es la forma vegetativa
infectante y de resistencia.
o Endolimax nana: Es una ameba comensal exclusivo del intestino humano y de
otros vertebrados, es decir, vive a expensas del hospedero, mas no le
ocasiona daño, sin embargo, se han notificado casos clínicos de diarreas
crónicas o urticarias asociadas a su presencia. Poseen dos estados de
desarrollos uno el trofozoíto y el otro el quiste; Los quistes son las formas de
reconocimiento más importantes. Forma ovoide o redondeada de color caoba
intenso cuando es coloreado con Lugol, mide de 5 a 10 μm a lo largo de su eje
mayor.se observa en el endoplasma 4 núcleos, sin cuerpos cromatoideos y
glucógeno considerablemente difuso.
o Giardia lamblia: Es un protozoo que vive en el intestino delgado y provoca una
patología denominada giardiosis. Presenta un tamaño inferior a 20 μm, carece
de mitocondrias y el aparato de Golgi, sin embargo, posee vestigios de estos
orgánulos, como los mitosomas y un sistema de transporte similar al del
aparato de Golgi. Alimentación por fagocitosis y pinocitosis del contenido
intestinal a través de la superficie dorsal.
o Iodamoeba: Es un parasito que no ocasiona daño al organismo y es un buen
marcador de contaminación oral-fecal por los alimentos o agua en las
poblaciones en donde sus habitantes se les detecten el parásito, tienen dos
etapas de desarrollo, uno trofozoíto y otro quiste, donde el trofozoito posee un
núcleo con apariencia de vesícula, sin cromatina periférica, con cariosoma
esférico y central ocupando casi todo el núcleo, habita en el intestino grueso y
se alimenta de bacterias y hongos. Por su parte los quistes poseen un solo
núcleo y en el citoplasma casi siempre se observa una gran vacuola de
glucógeno de color castaño intenso coloreado con Lugol, miden de 6 - 17 μm a
lo largo de su eje mayor.
o Trichuris trichura: Conocido también como gusano látigo, por su parte anterior
muy delgada y su parte posterior más ancha, como el mango. Se trata de
gusanos alargados, miden de 3 a 5 cm, con el extremo anterior delgado que
ocupa 3/5 del parásito. Presentan un esófago con la porción anterior muscular
con una cutícula en la parte superior, en la parte posterior se encuentra la
glándula basilar rodeado del esticosoma, conformado de esticocitos con
funciones secretoras. Presentan dimorfismo sexual; la hembra tiene el extremo
posterior recto, la vulva se encuentra en la intersección del extremo anterior
con el posterior; el macho tiene el extremo posterior en forma de espiral con
una espícula copulatriz, testículos, vasos eferentes y glándulas seminales.

2. Parasitología

Es la rama de la biología que estudia el fenómeno del parasitismo. Estudia


la relación existente entre los parásitos, el medio ambiente y sus huéspedes,
relación que se caracteriza por la asociación de dos o más especies en donde un
individuo puede vivir fuera o dentro de otro como medio de supervivencia,
pudiendo o no causar daños a su hospedador.
Debido a sus importantes repercusiones en la salud humana y animal, gran
parte de la investigación de esta ciencia se centra en sus implicaciones en
medicina, veterinaria y farmacia a causa de las enfermedades que los parásitos
causan a sus huéspedes haciendo que unos de los objetivos claves sean el
diagnóstico para su cura y erradicación.

La historia de esta ciencia remonta desde Aristóteles, el cual describió y


clasifico un grupo de gusanos (helmintos) intestinales. Otros como Plinio el Viejo y
Galeno estudiaron parásitos humanos y animales. Francesco Redi y luego Lázaro
Spallanzani usaron parasitos como evidencia para refutar la teoría de la
generación espontánea. El uso del microscopio inicio las observaciones para
descubrir distintos parásitos, sin embargo, el primer protozoario de tipo parasito
que se observo fue por los doctores suizos Malmsten y Stein, descubriendo
balantidium coli.

3. Asociaciones biológicas

Los únicos seres vivos capaces de sintetizar sus propios componentes son
los vegetales. De ellos se sirven los animales herbívoros para su crecimiento y
subsistencia. Los omnívoros y carnívoros, incluyendo el hombre, se aprovechan
de los herbívoros para su alimentación y consumen, además, otros animales. Se
crean de este modo las "cadenas alimenticias", que originan luchas biológicas por
la subsistencia, en las cuales el más fuerte destruye y consume al más débil. No
es éste el único fenómeno biológico en relación con la supervivencia y
alimentación de los animales. Existen unos seres vivos inferiores que se
aprovechan de otros superiores para alojarse y nutrirse, estos son los parásitos.
Hay varios tipos de interacciones biológicas en las cuales dos organismos se
asocian para vivir. Las más importantes son:
Parasitismo: Este tipo de asociación sucede cuando un ser vivo (parásito) se
aloja en otro de diferente especie (huésped u hospedero) del cual se alimenta. El
parasitismo abarca desde los virus hasta los artrópodos, pero por costumbre se ha
restringido el término parásito para aquellos organismos que pertenecen al reino
animal.

o Tipos de parasitismo:
a. según la duración:
TEMPORAL: cuando el contacto con el hospedero se limita al
momento de la alimentación.
PERIODICO: cuando se requiere de un hospedero en sólo parte del
ciclo evolutivo.
PERMANENTE: cuando se requiere del hospedero durante todo el
ciclo evolutivo.
b. La necesidad:
OBLIGATORIO: cuando se requiere sin excepción, de un hospedero
para cumplir parte o todo el ciclo de vida.
FACULTATIVO: cuando un organismo de vida libre, frente a
condiciones adversas, se adapta a la vida parasitaria.
ACCIDENTAL: cuando un organismo de vida libre llega casualmente
a un hospedero, continuando su ciclo biológico, pero sin adaptarse a
la vida parasitaria.
c. La ubicación:
ECTOPARASITISMO: el parásito se ubica en la superficie del
hospedero.
ENDOPARASITISMO: el parásito se ubica en el interior del
hospedero, intra o extracelularmente.
Comensalismo: Se presenta cuando dos especies diferentes se asocian en tal
forma, que solamente una de las dos obtiene beneficio al alimentarse del otro,
pero ninguna sufre daño. En parasitología se consideran parásitos comensales a
los que no producen ningún daño al huésped (ej., algunas amibas no patógenas).
El comensalismo en que las dos especies obtienen beneficio se denomina
mutualismo.

Inquilinismo: Ocurre cuando un ser se aloja en otro sin producirle daño, y sin
derivar alimento de él. Existe un pez que vive en el cuerpo de ciertos
equinodermos de donde sale para nutrirse. Algunos consideran que la hembra de
Schistosoma vive como inquilino en el cuerpo del macho.

Simbiosis: Sucede cuando dos especies diferentes se asocian para obtener


beneficio mutuo, sin el cual no pueden subsistir (ej., los comejenes, los cuales, al
no poseer enzimas digestivas, se asocian con ciertos protozoos que en su tubo
digestivo transforma la celulosa en azúcar, proporcionando alimentos para
ambos).

Oportunismo: Se refiere a los microorganismos, que por lo general, no causan


patología en los huéspedes inmunológicamente normales, pero invaden, cuando
existe una alteración del estado inmunológico (ej., el Cryptosporidium en pacientes
con sida).

4. Huésped u hospedero

Organismo que da albergue y/o alimento a otro individuo. Sus tipos son:

o Definitivo: tiene el parásito en su estado adulto, o en el cual se reproduce


sexualmente.
o Intermediario: tiene formas larvarias en desarrollo, o en el cual se reproduce
de manera asexual.
o Paratécnico o transportador: tiene formas larvarias que no se desarrollan
(ej., el hombre es huésped definitivo de Ascaris lumbricoides).

5. Vector

Animal invertebrado que propaga la enfermedad entre un vertebrado


infectado y otro sano, bien sea por inoculación al picar, por depositar el material
infectante en la piel o mucosas, o por contaminar alimentos u otros objetos. Los
vectores pueden ser solo mecánicos (moscas o cucarachas), o ser biológicos
cuando los parásitos se multiplican en ellos o las larvas se transforman para ser
infectantes (ej., el mosquito Anopheles es el vector de Plasmodium).

6. Enfermedades metaxénicas y su clasificación

Las enfermedades metaxénicas son enfermedades transmitidas al huésped


humano por vectores, los cuales son portadores animados no humanos. La
palabra metaxénica deriva del término metaxenia, término usado para los ciclos
biológicos de ciertos parásitos en el cual es necesario que cambie de huésped
para desarrollarse y completar dicho ciclo. En la cadena de transmisión vienen tres
factores: Un hospedero (por lo general una persona enferma), un vector
invertebrado (generalmente un antrópodo), un agente biológico (puede ser un
virus, bacteria o parásito). Los vectores se dividen por dos tipos: Vectores
mecánicos, biológicos. Los vectores mecánicos sólo transportan el
microorganismo, transmiten el agente de un hospedero a otro sin que se
desarrolle en el vector alguna fase vital de su ciclo biológico, el agente no se
modifica ni se reproduce, contamina la superficie del vector, el aparato bucal o
tubo digestivo; en cambio en los vectores biológicos el agente se desarrolla y
multiplica antes de volverse infectivo para el hospedero vertebrados, esta
multiplicación y/o transformación aseguran una transmisión efectiva y prolongada,
y el vector forma parte del ciclo biológico del agente. Los mecanismos de
transmisión de estos vectores son: inoculación (el agente infeccioso es introducido
al huésped por medio de una picadura) este es un método de transmisión muy
efectivo propio de los insectos hematófagos; y contaminación (el agente infeccioso
es depositado por el vector sobre el huésped) es un mecanismo menos efectivo
que depende luego de otras circunstancias para que el agente pueda infectar al
hospedero. Entonces, los vectores biológicos son aquellos que pueden transmitir
los agentes patógenos de forma activa a los hombres y animales, ya sea por
picadura, mordedura o a través de la orina o las heces; los principales vectores
biológicos se contienen en 7 grupos: 1. Mosquitos, 2. Jejenes, 3. Moscas y
tábanos, 4. Chinches, 5. Piojos, 6. Pulgares, 7. Garrapatas y ácaros. Y las
principales enfermedades metaxénicas son: Dengue, Malaria, Bartolenosis,
Leishmaniosis, tripanosomiais y fiebre amarilla.

7. Zoonosis y sus tipos

El término zoonosis fue creados por Virchow en el siglo XIX a partir de dos
palabras griegas ( zoon = animal, nosos = enfermedad), la zoonosis son aquellas
enfermedades que sufre el hombre debido al contacto con los animales, según la
OMS desde el año 1959 la zoonosis fue descrita como “Enfermedades e
infecciones que se transmiten naturalmente de los animales vertebrados al
hombre y viceversa”. Estas enfermedades se basan en agentes infecciosos y
parasitarios, aunque el término zoonosis también se utiliza para otras
enfermedades infecciosas (bacterianas y víricas) que, aunque no se transmiten de
hombre a animal puede afectar a ambos, estas se tratan de agentes que viven de
forma saprofítica en ciertos medios y son fuente de infección tanto para el hombre
como para los animales. Las enfermedades zoonóticas se pueden clasificar según
su mecanismo de transmisión: de forma directa (por contacto, por alimentos o
agresión) o de forma indirecta (por vectores o por el ambiente). Estas
enfermedades pueden considerarse: emergentes, reemergentes o exóticas, y una
sola enfermedad puede considerarse en más de una clasificación. Las
enfermedades emergentes se definen como nuevas infecciones resultantes de la
evolución o modificación de un agente patógeno o parásito existente, que cambia
el espectro de hospedadores, vector, patogenicidad o cepa, también incluyen las
infecciones o enfermedades desconocidas hasta el momento; algunas variables
condicionantes de las zoonosis emergentes son: demografía y el comportamiento
humano, tecnología y la industria, el nivel de desarrollo económico, el comercio y
la globalización, cambios y adaptaciones de los agentes patógenos, insuficiencia
de los servicios de salud animal y pública, bioterrorismo. Las enfermedades
reemergentes se definen como una infección conocida que cambia de ubicación
geográfica, cuyo espectro de hospedadores se amplía o cuya prevalecía aumenta
considerablemente. Las zoonosis exóticas son enfermedades que nunca se han
presentado en un país o zona determinada. La presencia o ausencia de una
zoonosis puede deberse a que el agente de enfermedad no se ha establecido en
el país o región, que fuera endémica y se logró erradicar bien, que en la zona no
se encuentra el animal, vector o ambiente necesario para desarrollar esta
enfermedad. Zoonosis de transmisión directa: se transmite de forma natural de los
animales vertebrados al hombre y viceversa, para su trasmisión requiere sólo la
presencia de un huésped vertebrado para mantener el patógeno, el agente
patógeno no sufre cambios significativo en su propagación y no es esencial ningún
cambio durante su transmisión; una transmisión directa se puede dar por: contacto
directo (con fluidos corporales, aerosoles que serían tos y estornudos, e ingestión
de agua o alimentos contaminados). Por otro lado, está la zoonosis de transmisión
indirecta, está envuelve a varios vehículos ya sean vivos o inanimados que
transmiten la infección entre animales o humanos infectados a humanos o
animales susceptibles. Dentro de la zoonosis por transmisión indirecta
encontramos: ciclozoonosis, metamorfosis y saprozoonosis; la ciclozoonosis
requieren a dos o más huéspedes vertebrados para mantener el agente patógeno
durante su transmisión; la meta zoonosis para su transmisión requiere de un
huésped vertebrado y uno invertebrado para mantener el agente infeccioso; por
último pasamos a las saprozoonosis, en estas el agente infeccioso se mantiene en
sitios inanimados como tierra, agua, fómites o suelos con extrema de especies
destinadas a la explotación pecuaria, doméstica o silvestre.

8. Parásitos, endoparásitos y ectoparásitos.

Un parásito es un organismo que vive sobre un organismo huésped o en su


interior y se alimenta a expensas del huésped. Se pueden contraer por medio de
los alimentos o el agua contaminada, la picadura de un insecto o por contacto
sexual. Algunas enfermedades parasitarias son más fáciles de tratar que otras.
Los parásitos varían en tamaño desde muy pequeños, organismos unicelulares
llamados protozoarios, hasta gusanos, que pueden observarse a simple vista.
Para los parásitos el hospedero es el hábitat principal, por lo tanto, es
indispensable conocer la historia biológica y ecológica del hospedero para tener
una aproximación a la diversidad parasitaria. rásitos, en función de distintos
criterios. Se clasifican según la ubicación del parásito en el cuerpo del huésped:
Los ectoparásitos son los parásitos que se encuentran fuera del organismo del
huésped y se aprovechan de lo que encuentran en la capa más externa de la
dermis e incluso alcanzan a consumir un poco de su sangre. Por ejemplo, las
pulgas y las garrapatas. Los endoparásitos: son los parásitos que se encuentran
en el interior del huésped. Dependiendo de la especie del parásito, algunos
pueden causar un daño leve y otros, muy grave. Por ejemplo, las lombrices que
viven en los intestinos. Según el nivel de dependencia que tiene el parásito
respecto del huésped está el parásito facultativo: son aquellas especies de
parásitos que no necesitan al huésped para completar su ciclo vital ya que son
capaces de otra forma de vida además de la parasitaria; parásito obligado: son
aquellas especies de parásitos que dependen totalmente de su huésped en todas
las etapas de su ciclo vital y, por lo tanto, no pueden vivir sin él; parásito
accidental: son organismos de vida libre que, por error, llegan al interior de un
organismo que no es su huésped habitual, pero a pesar de ello logran sobrevivir.
Según el tiempo de permanencia del parásito en su huésped: parásitos
temporales: son aquellos que solo requieren al huésped de forma temporal y para
alimentarse; parásitos periódicos: son aquellos que necesitan pasar una de las
etapas de su ciclo vital (huevo, larva, juvenil o adulto) dentro del huésped, pero
después viven de forma libre; parásitos permanentes: son aquellos que requieren
del huésped durante todo su ciclo vital para poder sobrevivir.

9. Características del huésped


Las principales características de un huésped, dependerán enormemente del
tipo de organismo que lo parasite o habite en él; por ejemplo, es poco probable
que un fitoparásito (parásito de plantas) pueda sacar el mismo provecho a los
recursos en un animal que en una planta. Sin embargo, las primordiales
características que comparten los huéspedes son:
1) Cualquier ser vivo puede ser huésped de alguna especie parasítica, es
decir, virtualmente todos los organismos sobre la biósfera participan en
alguna relación ecológica parásito-huésped.
2) En la relación parásito-huésped, pueden ocurrir procesos coevolutivos,
donde el parásito se especializa para parasitar al huésped y este busca la
forma de evitar que el parásito lo afecte considerablemente.
3) Un huésped entabla íntimas relaciones fisiológicas, genéticas y
conductuales, con los parásitos que lo afectan.
4) Los huéspedes pueden albergar en su interior especies parasíticas, pero
con este término también se conoce a aquellos organismos en los que
habitan comensales o mutualistas, que no necesariamente implican una
relación ecológica negativa.
5) En algunas ocasiones, un ser vivo puede “convertirse” en huésped de otro
cuando modifica alguna característica de su comportamiento alimenticio,
cuando se desplaza grandes distancias (los animales), cuando existe una
proliferación desmedida de alguna especie parasítica antes inexistente,
entre otros.

10. Avances en parasitología y aportes a la microbiología


En el mundo, hoy en día las enfermedades parasitarias constituyen un
problema de Salud Pública a nivel mundial, y a través de la historia la parasitología
a avanzado de manera significante para salud pública.
En el 322 a. C. Aristóteles describió y clasificó un grupo de gusanos
(helmintos) intestinales, Así como Plinio el Viejo y Galeno estudiaron parásitos
humanos y animales; considerándose así el primer paso hacia el estudio de la
parasitología. En la edad Media el sabio Avicena elaboró en Persia un tratado
completo sobre helmintos y nematodos y métodos para combatirlos y curarlos. En
1686 Francesco Redi y luego en 1729- 1799 Lázaro Sspallanzan, usaron parásitos
como evidencia para refutar la teoría de la generación espontánea; desde
entonces cada parásito tiene su anécdota, cómo por ejemplo, se descubrió la
malaria y su vector a finales del siglo XIX.

Muchos parasitólogos iniciaron observaciones al microscopio para descubrir


distintos protozoarios, pero realmente el primer protozoario de tipo parásito que se
observó fue por los doctores suizos Malmsten (1857) y Stein (1862) descubriendo
Balantidium coli, que es uno de los protozoarios más grandes y que habita en los
intestinos del cerdo.

Los artrópodos parásitos que tuvieron gran importancia durante la Primera


Guerra Mundial, ocasionando la muerte de millones de combatientes y civiles que
enfermaron de tifus exantemático epidémico, transmitido por Pediculus, mantienen
hoy en día su importancia, ya sea como vectores biológicos, mecánicos, parásitos,
o provocando envenenamiento (artrópodos ponzoñosos). Sólo la sarna origina
más de 300 millones de personas infestadas al año. También se les utiliza en
terapia: magoterapia (con larvas de moscas), y en la investigación de las
relaciones de agentes vivos con sus hospederos, es así como hoy en día se
estudia la función de los simbiontes en el desarrollo de los artrópodos.
Los parásitos se utilizaron y se emplean todavía en investigación. Muchos
modelos con parásitos permiten conocer mejor la tríada ecológica: parásito,
hospedero, medio ambiente, así como diversos procesos de importancia en
genética, inmunología y biología celular.

En este mismo orden de ideas, la parasitología ha dado grandes aportes


para la microbiología, ya que, tras la edad de oro de la Bacteriología, inaugurada
por las grandes figuras de Pasteur y Koch, la Microbiología quedó durante cierto
tiempo como una disciplina descriptiva y aplicada, estrechamente implicada con la
Medicina, y con un desarrollo paralelo al de la Química, que le aportaría varios
avances metodológicos fundamentales. Sin embargo, una corriente, en principio
minoritaria, dedicada a los estudios básicos centrados con ciertas bacterias del
suelo poseedoras de capacidades metabólicas especiales, incluyendo el
descubrimiento de las que afectan a la nutrición de las plantas, logró hacer ver la
ubicuidad ecológica y la extrema diversidad fisiológica de los microorganismos.

De esta forma, se establecía una cabeza de puente entre la Microbiología y


otras ciencias biológicas, que llegó a su momento decisivo cuando se comprobó la
unidad química de todos los seres vivos y se demostró, con material y técnicas
microbiológicas que la molécula de la herencia era el ADN. Con ello, se asiste a
un íntimo y fértil intercambio entre la Microbiología, la Genética y la Bioquímica,
que se plasma en el nacimiento de la Biología Molecular, base del espectacular
auge de la Biología desde mediados de este siglo.

11. Principales enfermedades que transmiten los parásitos


Las parasitosis se presentan de formas muy variadas de los cuales entre
estos parásitos podemos encontrar tres clases principales de parásitos que
causan enfermedades en los seres humanos, estos son: Protozoos, Helmintos
(estos dos afectan directamente el intestino), la mayoría de estos por lo general no
son patógenos o en tales ocasiones causan enfermedades leves y en otros casos
también podrían causar enfermedades graves y los Ectoparásitos son organismos
que pueden adherirse a la piel o escavar en ella, permaneciendo por extensos
periodos. Los síntomas iniciales comúnmente son de carácter gastrointestinal
(Diarrea, por ejemplo), pero cuando los parásitos invaden los glóbulos rojos o los
órganos, se puede volver una consecuencia muy grave.
 Protozoos: Son organismos diminutos unicelulares que pueden
multiplicarse dentro del cuerpo humano. Por ejemplo, el
protozoo Giardia tiene un ciclo de vida clásico de dos etapas. En la primera
etapa, denominada trofozoíto, el parásito se dedica a nadar y consumir
nutrientes del intestino delgado. En la segunda etapa se convierte en un
quiste inmóvil. La giardiosis puede conllevar síntomas como diarrea grave o
crónica, cólicos abdominales, fatiga, debilitamiento y pérdida de peso, entre
otros.

 Helmintos: denominados habitualmente como gusanos, son grandes


organismos multicelulares (Fácil de ver en su etapa adulta), no se pueden
multiplicar dentro del cuerpo humano. Uno de los principales grupos se
denominan gusanos planos por su cuerpo blando y aplanado, estimándose
que son en un 80% parasitarios. Los síntomas incluyen, entre otros, diarrea,
dolor abdominal, pérdida de peso y debilitamiento.

Otro grupo importante de helmintos son los nematodos, comúnmente


conocidos como gusanos redondos o cilíndricos. Los nematodos son los animales
multicelulares más numerosos del planeta y pueden encontrarse en casi todos los
entornos. Se cree que más del 50% de la población mundial se ve afectada en
algún momento de su vida por, al menos, una de las seis clases principales de
nematodos.

 Ectoparásitos: son organismos como garrapatas, piojos, pulgas y ácaros,


que como se había mencionado se adhieren o escavan la piel y
permanecer por largos periodos, Por ejemplo, la sarna o la escabiosis, que
es una enfermedad contagiosa de la piel que se caracteriza por el picor y
pequeñas protuberancias rojas. La sarna se propaga normalmente
mediante el contacto frecuente y directo con la piel.

En el caso de los piojos, estos son insectos pequeños sin alas que viven y se
reproducen en el cabello humano y se alimentan chupando la sangre del cuero
cabelludo.

12. Epidemiologia de las enfermedades parasitarias


La endemicidad de las parasitosis intestinales es el resultado de un proceso
dinámico, basado en infecciones repetidas donde intervienen múltiples factores
que se relacionan entre sí, como variables ecológicas, inmunológicas, genéticas,
fisiológicas y nutricionales enmarcadas en condiciones socioeconómicas y
culturales que favorecen la presencia de dichas enfermedades. Los primeros
factores son responsables del desarrollo e invasión parasitaria, mientras que los
factores socioeconómicos y culturales son los responsables de que el medio
ambiente se contamine con las diferentes formas evolutivas parasitarias,
restableciéndose así el ciclo de la invasión parasitaria. A pesar de los asombrosos
progresos de la ciencia, en la era cibernética y la alta tecnología, el gran avance
de la biología molecular y los grandes adelantos de la Medicina, las parasitosis, la
mayoría de ellas curables, prevenibles y controlables, siguen siendo una amenaza
constante y permanente en la salud de la población mundial. En las grandes
ciudades existe un deterioro gradual de las condiciones de vida, con
caracterizadas viviendas insalubres sin agua potable, desprovistas de red cloacal
y otros sistemas básicos. La falta de higiene personal y familiar, la ignorancia con
respecto a los hábitos y actitudes perniciosas para la salud, favorecen las
condiciones ecológicas para la prevalencia de infecciones producidas por agentes
biológicos, especialmente por los parásitos. Pobreza, vivienda insalubre,
ignorancia, carencia de atención médica, mala nutrición, hábitos perjudiciales,
constituyen los factores antropológicos, sociales y humanos esenciales para las
endemias parasitarias, las que a su vez repercuten en la calidad de vida de las
poblaciones. Los factores epidemiológicos que las condicionan son:

1. Contaminación fecal: la contaminación fecal del suelo y el agua es el factor


más importante en la diseminación de las parasitosis intestinales.

2. Condiciones ambientales: la humedad, temperatura, lluvias, vegetación,


latitud, altura, etc. de un área geográfica determinada pueden favorecer o
no el desarrollo de los parásitos, la existencia de vectores biológicos,
vectores mecánicos (moscas y cucarachas) o reservorios animales,
establecen la distribución de muchas parasitosis.

3. La construcción de canales, represas, lagos artificiales, la tala


indiscriminada de árboles, el relleno de terrenos bajos, llevan a la
diseminación o modifican la presencia de la mayoría de las parasitosis,
sobre todo las que necesitan un vector o hospedero intermediario para
completar su ciclo biológico: teniasis, paludismo, tripanosomiasis,
4. Vida rural: la ausencia de letrinas en las zonas rurales es el factor
predominante para la alta prevalencia de parasitosis intestinales en esas
zonas. La costumbre de no usar zapatos y tener contacto con aguas,
condicionan la presencia de uncinariasis y esquistosomiasis, ya que se
transmiten a través de la piel. La exposición a picaduras de insectos
favorece la infección por parásitos transmitidos por ellos como la malaria.

5. Deficiencias de higiene y educación: la mala higiene personal y la ausencia


de conocimientos sobre transmisión y prevención de las enfermedades
parasitarias, son factores que favorecen su presencia.

6. Costumbres alimenticias: la ingestión de carnes crudas o mal cocidas


permite la infección por tenias, Toxoplasma gondii y Trichinella spiralis. La
ingestión de pescado, cangrejos, langostas, en condiciones de cocción
deficiente, es el factor indispensable para que se adquiera cestoidiasis y
otras parasitosis por trematodes

7. Migraciones: el movimiento de personas de zonas endémicas a regiones no


endémicas ha permitido la diseminación de ciertas parasitosis. Esto ocurre
con el incremento de viajeros internacionales, migración de campesinos a
las ciudades y refugiados después de guerras o catástrofes.
Conclusión

De esta manera finalizamos en que los avances que nos ha proporcionado


la parasitología ha sido de gran importancia a través de la historia para la salud
pública a nivel mundial, ya que nos permite conocer, estudiar y combatir las
distintas especies de parásitos que afectan la salud mundial. Es válido destacar
que la parasitología le ha proporcionado grandes aportes para la microbiología, ya
que, en la edad de oro de la Bacteriología, inaugurada por las grandes figuras de
Pasteur y Koch, la Microbiología quedó durante cierto tiempo como una disciplina
descriptiva y aplicada, estrechamente implicada con la Medicina.

También podemos caer en una breve recapitulación de que la mayoría de


parásitos existen en los intestinos y que algunos de ellos son patógenos es decir
que no causan daño pero otros llegan a ser nocivos para la salud y pueden hasta
crecer en gran cantidad, para identificar esos parásitos existe la parasitología que
como se explicó, es una rama de la biología que ayuda a otras áreas como la
medicina la veterinaria y la farmacia, en gran parte todo esto se debe a la creación
del microscopio que permitió la observación de estos microorganismos que
pueden vivir fuera o dentro de otro como medio de supervivencia, pudiendo o no
causar daños a su hospedador, existiendo variedad de parásitos que pueden ser
organismos multicelulares como son los ectoparásitos o unicelulares como pueden
ser los protozoos.

Estos parásitos por cómo se pudo extraer de esta investigación suelen ser
transmitidos por diversos factores que favorecen a los vectores biológicos o
mecánicos, la falta de higiene, mala alimentación y hasta las mismas condiciones
ambientales son favorecedores para los parásitos

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