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La mayoría de los protozoos pueden ser vistos con un microscopio, ya que su tamaño oscila entre 10 y 50
micrómetros. Se han registrado alrededor de 300.000 especies de ellos, distribuidos en los diversos peldaños
de la cadena alimentaria: herbívoros, descomponedores, depredadores e incluso parásitos.
Hay diversas teorías para explicar ese paso del mundo procariota al eucariota, siendo una de las más
aceptadas la de la convivencia simbiótica entre una arquea y una célula parásita, posteriormente
simbiótica, que devinieron un solo y único organismo.
La aparición del primer organismo unicelular dotado de estructuras citoplasmáticas y de estructuras
externas para movilizarse representó un gigantesco salto evolutivo en materia biológica.
Rizópodos. Se caracterizan por desplazarse mediante pseudópodos, es decir, formando “dedos” con
el citoplasma y la membrana plasmática que se proyectan hacia adelante. Estas proyecciones se
emplean también para capturar alimento e introducirlo al citoplasma, en un proceso llamado fagocitosis.
Ciliados. Su membrana plasmática está rodeada de cilios, es decir, filamentos similares pero más
pequeños y numerosos que los flagelos, que sirven para movilizar a la célula.
Flagelados. Están dotados de uno o más flagelos, o sea, “colas” que permiten impulsar la célula y
movilizarla.
Esporozoos. Se trata de parásitos, carentes de movilidad pero que poseen una fase de división múltiple
conocida como esporulación, y que son causantes de enfermedades, como la malaria.
Protozoos de vida libre. Aquellos que habitan en aguas estancadas o residuales, en ríos o en otros
espacios naturales y por lo general son inofensivos para el hombre, excepto en condiciones muy
puntuales.
Protozoos patógenos. Aquellos que deben infectar o penetrar en los cuerpos de seres más complejos
para cumplir su ciclo de vida, y que hacen su hábitat en, por ejemplo, en los intestinos del hombre, en su
sangre, etc. En algunos casos pueden ser también comensales, no sólo parásitos.
Reproducción de los protozoos
División binaria (asexual). La conocida “mitosis”, en la que una célula se divide en dos y se replica a sí
misma.
Gemación (asexual). El protozoo genera una copia de sí mismo en una estructura resistente que
permanece junto a sí y que puede sobrevivirle durante períodos difíciles, para luego reactivarse y
devolver a la vida un ejemplar idéntico al original.
Esporulación (asexual). La célula original se fragmenta en un conjunto de esporas, resistentes a los
cambios climáticos, que luego darán origen a individuos enteros.
Meiosis (sexual). Los protozoos generan gametos o microgametos que permiten formar un cigoto
uniendo el material genético de dos progenitores y así obteniendo una mayor riqueza genética, para
luego engendrar un nuevo individuo original. Este proceso se lleva a cabo usualmente en períodos de
abundancia de recursos.
Ejemplos de protozoos
Algunos protozoarios comunes son: la amiba (ameba), el paramecio, la euglena, el blepharisma, el parásito
intestinal Giardia o el famoso plasmodium de la malaria.
https://humanidades.com/protozoos/
https://es.scribd.com/document/521165084/PROTOZOARIOS-MAPA
ACTIVIDAD 3- Realiza el llenado de la tabla comparativa que imprimiste para
Trichomonas y completa la información que se solicita con los parasitos Blastocystis
hominis, Cryptosporidium. ssp
---La criptosporidiosis es una enfermedad intestinal producida por un parásito microscópico llamado
Cryptosporidium.
---El Blastocystis es un parásito microscópico que puede vivir en el tracto digestivo. Los
investigadores no comprenden del todo el papel que cumple el Blastocystis en causar la
enfermedad, si es que cumple alguno. Algunas personas que experimentan diarrea, dolor
abdominal u otros problemas gastrointestinales tienen organismos de Blastocystis en sus heces.
Sin embargo, por lo general, los organismos de Blastocystis simplemente viven en el tracto
digestivo de una persona sin causar daño. El Blastocystis se puede transmitir a través de los
alimentos o del agua o por contacto con las heces humanas o de animales. Una infección por
Blastocystis generalmente es más común en personas que viven en países en vías de desarrollo, o
viajan hacia estos, y en personas que trabajan con animales.
El Blastocystis en humanos se supo identificar como una única especie, el Blastocystis hominis.
Los investigadores han descubierto diversas variaciones, tanto especies diferentes como cepas
diferentes de una misma especie. El nombre científico que se usa hoy es Blastocystis spp, una
abreviatura que significa “múltiples especies”. Una infección por Blastocystis se llama
blastocistosis.