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La «cuestión del Paposo»1 es la denominación del desacuerdo entre los gobiernos de
Bolivia y de Chile, —y de historiadores de ambos países y en menor medida también
de Argentina y Perú— referente a la pertenencia jurisdiccional del territorio del
desierto de Atacama durante los años de dominio de la Corona española en la región.
El nombre alude al caserío indígena de Paposo (25°01′S 70°28′O), uno de los tres
asentamientos costeros con aptitud de puerto —siendo los otros dos Cobija (22°33′S
70°16′O) y Mejillones (23°06′S 70°27′O)—, que entonces existían en el desierto que
se extiende entre los ríos Loa y Copiapó y la puna de Atacama.
El gobierno de Chile encargó el estudio del asunto a Miguel Luis Amunátegui, quien
publicó su libro al respecto, La cuestión de límites entre Chile y Bolivia (1863),
en el que negó que la provincia de Charcas haya tenido jurisdicción sobre la costa
del océano Pacífico,2 sosteniendo que el reino de Chile limitaba por el norte con
el virreinato del Perú, lo cual ha sido desde entonces la posición oficial de la
República de Chile. El gobierno y escritores de Bolivia —principiando por Casimiro
Olañeta en 1843—, por el contrario, argumentan actos de jurisdicción de parte de
autoridades coloniales de Charcas en Cobija, señalando que el río Salado era el
límite norte de Chile y negando que haya tenido límites con el Perú.3 En Argentina,
los mapas del virreinato del Río de la Plata que se han publicado normalmente
coinciden con la posición de Bolivia, asignando parte del desierto de Atacama a la
jurisdicción del virrey de Buenos Aires.4
Índice
1 Antecedentes
1.1 Límites jurisdiccionales de las reales audiencias
1.2 El corregimiento y partido de Atacama
1.3 La Arquidiócesis de Charcas
1.4 Charcas y el virreinato del Río de la Plata
2 Situación de Paposo
2.1 Paposo y el Obispado de Santiago
2.1.1 Viceparroquia de Paposo
2.1.2 Obispo auxiliar para Paposo
2.2 Paposo y los gobernadores de Chile
2.3 Trasferencia de Paposo al Virreinato del Perú
2.4 El virrey Avilés y la Real Orden de 1805
2.5 El paposo durante el gobierno del virrey Abascal
3 Véase también
4 Referencias
5 Bibliografía
6 Enlaces externos
Antecedentes
Límites jurisdiccionales de las reales audiencias
Uno de los principales motivos de la disputa es la posible contradicción en la
Recopilación de Leyes de Indias de 1680, en donde la ley IX del título XV (De las
Audiencias y Chancillerias Reales de las Indias) del libro II, expresa que el
territorio jurisdiccional de la Real Audiencia de Charcas tenía costas en el mar
del Sur, es decir, en océano Pacífico, mientras que la ley V hace colindantes a los
territorios jurisdiccionales de las reales audiencias de Lima y de Santiago de
Chile, lo cual no sería posible si la Audiencia de Charcas se interponía alcanzando
el mar al norte del territorio jurisdiccional de la Audiencia de Chile.
Los escritores chilenos argumentan respecto a la citada ley IX, expresando que al
momento de la elaboración de la recopilación ya existía la Real Audiencia de Buenos
Aires, mencionada en la propia ley, por lo que tampoco el territorio de la
Audiencia de Charcas podía alcanzar las costas del océano Atlántico, y en ese
sentido, consideran que en esa ley el recopilador incurrió en un error al
actualizarla, al mantener la mención oceánica. El historiador argentino Manuel
Ricardo Trelles sostuvo que la mención al mar del Sur no se refería a las costas
del desierto de Atacama, sino que el territorio jurisdiccional de la Real Audiencia
de Charcas alcanzaba las costas de los dos océanos en la Patagonia, antes de la
creación de la Audiencia de Buenos Aires.5
La Arquidiócesis de Charcas
Al igual que todo el corregimiento, y posterior gobierno de Potosí, el
corregimiento de Atacama formaba parte de la Arquidiócesis de La Plata o de
Charcas, que fue erigida como diócesis el 27 de junio de 1551, dentro del
territorio jurisdiccional de la Real Audiencia de Charcas.
Este Partido se dilata por lo ancho sobre la costa del Mar del Sur, a poco más de
100 leguas desde el Río Salado, que lo divide del Reino de Chile hasta el de Loa,
que sirve de lindero con la jurisdicción de Pica. Su longitud corre de Este a Oeste
hasta sesenta y cinco leguas, confinando con la Provincia de Salta y Partido de
Lípez, en la forma que demuestra el mapa general de Potosí.
Guía histórica, geográfica, física, política civil y legal del Gobierno e
Intendencia de la Provincia de Potosí.15
Situación de Paposo
Artículo principal: Paposo
La zona de la rada de Paposo fue habitada por indígenas changos desde épocas
prehispánicas, atraídos por la presencia de agua potable en superficie. Estos eran
nómades costeros y se abastecían en las aguadas del lugar.
Viceparroquia de Paposo
En 1798 el Obispado de Santiago de Chile creó la viceparroquia de Paposo,
dependiente de la parroquia de Copiapó, siendo nombrado vicepárroco el presbítero
Rafael Andreu y Guerrero. Previamente los feligreses eran visitados una vez al año
por el párraco de Copiapó.18
El papa lo nombró obispo titular de Epifanía para que pudiera ajercer como auxiliar
y retornó a América para ser consagrado por el obispo de Santiago. El 26 de junio
de 1803 fue comunicado al capitán general de Chile lo siguiente:19
Excelentísimo señor: En despacho de este día, ha nombrado el Rey, á consulta del
Consejo de Indias, al misionero apostólico Don Rafael Andreu y Guerrero, Obispo
auxiliar de las diócesis de Charcas, Santiago de Chile, Arequipa y Córdoba del
Tucumán, con residencia ordinaria en los puertos y caletas de San Nicolás y Nuestra
Señora del Paposo en el mar del Sur, pertenecientes á la segunda, y con la dotación
de tres mil pesos anuales sobre las cajas reales de Chile, mandando que busque
sacerdotes idóneos, que lo acompañen en la loable empresa de continuar reduciendo á
vida civil y cristiana á aquellos habitantes y otros de las extremidades de las
cuatro diócesis referidas, que por la gran distancia de las capitales, aspereza de
los caminos y otros obstáculos carecen de la vista de sus diocesanos, y aun de
sacerdotes.
Asimismo, ha resuelto Su Majestad que este ejemplar misionero. Obispo electo, sea
auxiliado con todo lo necesario á formar una población arreglada en el paraje más
apropósito de los puertos referidos; y no debiendo desentenderse el Consulado de
Chile de una empresa tan recomendable por su objeto, como ventajosa para el
comercio por las proporciones que ofrece la referida costa, no sólo para la pesca y
extracción del más exquisito congrio, sino también para la de la ballena, y aún
para la caza de las vicuñas en los desiertos inmediatos, según insinué á VS. en
oficio de 18 de abril de 1801, quiere Su Majestad que se le repita la real orden de
22 de mayo siguiente, con estrecho encargo de que contribuya de sus fondos, y con
preferencia á otros objetos para la construcción de la iglesia, casas curiales y
demás obras públicas, ayudando también la real hacienda con todo lo demás que fuere
necesario.
Y lo traslado á VS. para su puntual cumplimiento, en la inteligencia de que, con
esta fecha prevengo al Consulado lo conveniente. Dios guarde á VS. muchos años.—
Aranjuez, 26 de junio de 1803.— Soler.— Señor Presidente de Chile.
Comunicación del 26 de junio de 1803
Paposo y los gobernadores de Chile
El capitán general de Chile Ambrosio O'Higgins, entendiendo que Paposo se hallaba
dentro de su jurisdicción, ordenó la realización de varios actos jurisdiccionales,
el primero de los cuales fue el 13 de diciembre de 1788.
Enterado el Rey del abandono en que se halla el Puerto de Nuestra Señora del Paposo
y sus inmensas costas en el mar del sur, así como de las proporciones que ofrece ol
territorio inmediato y el desierto de Atacama para cria de ganados, cosechas de
granos y semillas, caza de vicuñas, esplotación de metales y para la pesca del
congrio y de ballena: ha resuelto S. M., a consulta de la junta de defensa y
fortificación de Indias, que se establezca población formal en el referido puerto o
en el parage mas apropósito de sus inmediaciones, reuniendo los naturales y
habitantes que hai dispersos y admitiendo los colonos útiles y morigerados que sean
de la confianza y aprobación del misionero apostólico don Rafael Andreu y Guerrero,
electo obispo auxiliar de la diócesis de Santiago de Chile, Charcas, Arequipa y
Córdova del Tucumán, quien regresará en breve al mismo destino para continuar en él
su residencia ordinaria, sin perjuicio de visitar de tiempo en tiempo, con asenso
de los diocesanos respectivos, las extremidades confinantes de los quatro obispados
referidos, que se hallan en igual necesidad que el Paposo por las grandes
distancias de sus prelados y fragosidades de los caminos.
Asimismo ha resuelto S. M. que el espresado puerto, sus costas y territorio se
agreguen al virreinato de Lima, así para el gobierno político como para lo militar,
por la mayor facilidad con que lo puede defender y porque siendo digna de toda
atención, es consiguiente que dependa de aquella capital, cuyo apostadero estiende
su jurisdicción hacia el sur a todos los puertos y costas hasta Chiloé, y teniendo
S. M. presente que en esta empresa son tan interesadas las provincias del Rio de la
Plata y del Perú como ese Reyno de Chile, pues concurren las estremidadts de los
tres gobiernos en el territorio indefenso del Paposo y que no hai proporción para
todo lo necesario en las dos primeras, se ha servido mandar que V. E. apronte y
remita cuantos auxilios necesite y pida el obispo Andreu por sí o por medio del
comandante, que elijirá el virey de Lima, sin perjuicio de que contribuya ese
consulado para la construcción de iglesia y demas obras públicas, como resolvió S.
M. en 26 de junio de este año.
Dios guarde a V. E. muchos años. —San Lorenzo, octubre 1.° de 1803.— Josef Antonio
Caballero.
Comunicación del 1 de octubre de 1803
El 8 de octubre de 1803 la comunicación fue reiterada:27
(...) y conformándose el Rey con su dictámen y con el del Señor generalísimo, se ha
servido mandar que, por el Ministerio de Gracia y Justicia de Indias de mi cargo,
se comuniquen, como lo escrito en esta fecha, las órdenes respectivas para la
población y arreglo del ramo político, y por el de Guerra las que convienen á la
elección de comisariados que reconozcan el terreno, nombramiento de comandante,
defensa y fortificación del puerto; y debiendo concurrir con los auxilios que se
ofrezcan los virreyes del Perú, y Buenos Aires, y Presidente de Chile; lo participo
á V. E. de real orden, para que se sirva comunicarles las que corresponden á su
cumplimiento.
Y á este fin, lo participo á V. S., cuya vida guarde Dios muchos años.— San
Lorenzo, 8 de octubre de 1803.— Velez.
Comunicación del 8 de octubre de 1803
Mostrando gran interés en el tema, las autoridades de la metrópoli voliveron a
realizar una comunicación el 10 de octubre de 1803:28
(...) la Junta de Fortificaciones y defensa de Indias, ha opinado que merece aquel
territorio particular atención, y que conviene dar comisión al Virrey del Perú, á
cuya jurisdicción debe agregarse y pertenecer el Paposo, en lo político y militar,
para que á satisfacción del citado Obispo y con su acuerdo envíe un ingeniero, y
algún oficial de marina, ó piloto que reconozcan con cuidadoso esmero aquellos
parajes, especialmente el puerto, y describan el modo menos costoso y más ventajoso
de defenderlo, formando para ello el plano correspondiente, y un mapa topográfico
de las inmediaciones con el plan de defensa más adaptable á sus actuales
circunstancias, y que, practicadas estas diligencias, dé cuenta de todo a Su
Majestad el Virrey, proponiendo la clase, número y arreglo de tropas que sea más
conveniente para aquel país, y el jefe militar y político, que debe destinarse á
él; que también considera la Junta debe ser á satisfacción del mencionado Obispo
(...)
Comunicación del 10 de octubre de 1803
El 25 de febrero de 1804 el virrey de Buenos Aires, Joaquín del Pino, comunicó su
asentimiento, lo cual fue asentado por el Ministerio de Gracia y Justicia de España
con el siguiente comentario, en donde se expresa que el desierto de Atacama en su
totalidad pasaba al Virreinato del Perú:29
Gracia y Justicia.— Número setenta y tres.
El Virrey de Buenos Aires ha dispuesto por su parte el cumplimiento de la Real
orden de primero de octubre de mil ochocientos tres sobre auxiliar el dispuesto
Establecimiento de formar población en el Puerto de Nuestra Señora del Paposo,
agregación de éste y del territorio inmediato, y desierto de Atacama al Virreinato
del Perú.
Respuesta del virrey de Buenos Aires
El 8 de marzo de 1804 el ya virrey del Perú y anteriormente capitán general de
Chile y virrey del Río de la Plata, Gabriel de Avilés y del Fierro, comunicó al rey
que esperaría la llegada de Andreu y Guerrero, y las solicitudes que este debía
hacerle, para ejecutar las órdenes recibidas. Le comunicó también su opinión
contraria a la formación de un poblado y fortificación de Paposo. El 8 de mayo de
1804 el virrey reiteró la comunicación.30
Exmo. señor: Luego que el padre fray don Rafael Andreu, electo obispo auxiliar de
las diócesis de Santiago de Chile, Charcas, Arequipa y Córdoba del Tucumán llegue á
estos países y solicite las providencias correspondientes á la población y defensa
del territorio del Paposo y desierto de Atacama, que S. M. se ha dignado resolver,
pondré en ejecución lo que V. E. se sirve prevenirme en la real orden que sobre
este negocio me comunica con fecha de primero de Octubre último, aunque
anticipadamente me parece debo poner en consideración de V. E. que las
circunstancias locales del Paposo no pueden proporcionar el establecimiento de una
población de alguna entidad ni admitir fortificación capaz de su defensa.
La parte que desde el Paposo mira por el norte hasta Atacama es un arenal desierto
y sin agua. Hacia el sur dista de Copiapó, á cuyo curato ha pertenecido, más de
cien leguas, y por camino escabroso á la costa del mar, hacia la cual sigue próxima
la cordillera de los Andes. La parte del éste está casi desierta, y aunque no la he
transitado, no creo que proporcione terrenos hábiles y capaces de admitir y
fomentar establecimientos.
Por estas razones no considero á su puerto tan interesante á los extranjeros para
el comercio fraudulento, teniendo muchos y mejores en el distrito de la intendencia
de Arequipa, y bastantes en la costa septentrional del Perú, totalmente desierta, ó
con algunas miserables poblaciones de indios, desde donde se les presenta más
proporción de ejercitar el comercio ilícito.
Aún supuesta una población en el territorio y puerto del Paposo, como no puede ser
sinó corta y débil, porque su situación no la permite numerosa ni presenta
incentivos á la afluencia del comercio y voluntaria traslación de colonos;
cualquiera fortaleza que haya de construirse seria más ventajosa al enemigo que al
mismo país, porque fortificaciones en parajes donde no se puede tener una
competente guarnición, ni ser socorridas por ejército ó gente de las inmediatas
provincias, las juzgo más útiles al enemigo que las puede tomar y sostener, y
perniciosas al territorio en cuya defensa se han colocado, y este es el caso en que
en mi concepto nos hallamos por lo perteneciente al Paposo.
Pero dado caso que aquel territorio se hiciese inexpugnable, nada habríamos
adelantado, sino es un gasto inútil al erario en las obras de fortificación, su
conservación y subsistencia de la tropa y demás relativo á su defensa, puesto que
aquel obstáculo alejaría á los enemigos ó contrabandistas del escollo para
verificar sus miras en algún punto, ó algunos de los muchos que, como he dicho, le
facilitan la proporción de efectuarlas, y si en cada uno de éstos se hubiera de
hacer una fortificación, serían necesarios los tesoros de Atabaliba para costearlas
y los ejércitos de Jerjes para su defensa.
No por esto es mi ánimo oponerme á las piadosas ideas de S. M., antes las considero
útiles y muy propias de su cristiano corazón, en cuanto á facilitar el bien
espiritual y temporal de aquellos vasallos olvidados, á cuyo beneficio propendí en
el tiempo que tuve á mi cuidado el gobierno de Chile, como le consta al mismo
obispo electo auxiliar, y lo continuaré ahora con más ahinco por el especial
encargo de S. M. en la citada real orden que contesto.
Dios guarde á V. E. muchos años.—Lima. Marzo ocho de mil ochocientos cuatro.— Exmo.
señor.— El Marqués de Avilés.—
Exmo. señor Ministro de Gracia y Justicia.
Respuesta del virrey del Perú
El virrey Avilés y la Real Orden de 1805
En la Memoria que el virrey Avilés y del Fierro, marqués de Avilés, dejó con fecha
17 de julio de 1806 a su sucesor José Fernando de Abascal expresó que pese a sus
observaciones el rey le había reiterado la orden el 17 de marzo de 1805, pero que
no debía realizarse nada hasta que Andreu y Guerrero lo juzgase conveniente:31
No se estrecha la piedad del Rey á ese único establecimiento: su religioso ánimo se
conmueve por la circunstanciada relación que le hace el misionero Don Rafael Andreu
y Guerrero, de las proporciones que presenta el territorio del Paposo y desierto de
Atacama, en el que había ocupado cinco años dedicados á la instrucción de sus
naturales para facilitar la enseñanza cristiana de que carecían por distar cien
leguas de áspero y molestoso camino de la parroquia de Copiapó, de la que se
nombran feligreses (...) Los auxilios para resguardar aquel puerto deberán
proporcionarse por el Gobierno de Buenos Aires, el de Chile y el de esta capital, á
cuyo mando se agrega; pero según el dictamen de la Junta de Fortificaciones y
Defensas de Indias de 19 de agosto de 1803 adoptado y mandado cumplir en la real
orden expresada, ni los comisionados que se nombran, ni los soldados ó tropas que
interinamente se envíen, han de verificarlo, hasta que llegado el reverendo Obispo
de Paposo, le noticie y juzgue por conveniente, á fin de que tenga tiempo de
prevenir y preparar el ánimo de aquellos moradores, que sin estos anticipados
avisos, podían huir y abandonar el terreno al ver llegar las embarcaciones con sus
empleados.
Aunque los buenos deseos de este celoso eclesiástico merecían mi aprobación é
influjo, mas la resolución expedida para la población del Paposo, ofrecía
dificultades que no me era posible disimular: así representé á Su Majestad, en 8 de
marzo de 1804, que aquella playa sólo comprendería cien habitantes; que todos los
contornos eran despoblados é incultos; su puerto nada frecuentado por no
proporcionar ramo alguno de utilidad al comercio, á excepción de un corto acopio de
pescado seco; y que formar fuertes y baterías, sin haber quien los defienda, era un
sistema no adoptado por una ilustrada política. Su Majestad, en real orden de 17 de
marzo de 1805, recordando lo que tengo expuesto, concluye: "que sin embargo de esas
reflexiones, atendiendo al debido concepto de aquel reverendo Obispo, era su
voluntad se ejecutase lo mandado": así queda el expediente para seguir su giro
sucesivo con arreglo á los avisos que comunique dicho prelado (...)
Andreu y Guerrero no regresó a Paposo y el proyecto no se ejecutó.32 En su viaje de
regreso desde España pasó por Buenos Aires permaneciendo 25 meses en espera de sus
bulas consagratorias y luego arribó a Santiago de Chile, en donde el obispo local
se negó a consagrarlo al episcopado. En agosto de 1806 intentó organizar una
expedición para auxiliar a Buenos Aires por las Invasiones Inglesas, cruzando la
cordillera de los Andes en invierno hacia Mendoza. Allí se enteró de la reconquista
de Buenos Aires y se dirigió a esa ciudad, tomó contacto con los indígenas de las
pampas concibiendo un proyecto para ellos y luego retornó a España. Dirigió una
carta al rey desde Cádiz el 12 de noviembre de 1808 y fue consagrado obispo.33
Escapando de la invasión francesa regresó a América arribando a Montevideo el 2 de
enero de 1810, adhiriendo a la Revolución de Mayo y pasando después a Chile, en
donde José Miguel Carrera le dio el cargo de gobernador en sede vacante del
Obispado de Santiago. El 7 de octubre de 1813 el gobernador de Montevideo, Gaspar
de Vigodet, respondió negativamente a España el pedido de llevar adelante el
proyecto de Andreu y Guerrero con los tehuelches y avisó que se había plegado a los
revolucionarios de Chile.34 En 1814 Andreu y Guerrero renunció a sus cargos en
Chile y viajó a Inglaterra, pero en 1817 volvió a España,35 fue confinado en un
monasterio y murió el 1 de mayo de 1819 en Valladolid.36
Sus límites son (...) por el Sur, el gran desierto de Atacama, que separa á la
Intendencia de Arequipa de las del Reyno de Chile (...)
En la Memoria que el virrey Abascal entregó a su sucesor Joaquín de la Pezuela en
1816, consignó respecto a la extensión territorial del Virreinato del Perú lo
siguiente:41
El Virreynato del Perú después de las últimas desmembraciones y nuevas agregaciones
que se le han hecho tiene por límites al norte la provincia de Guayaquil; el
desierto de Atacama al sur, comprendiendo en todo su territorio desde los 32
minutos al norte de la equinoccial hasta los 25° 10’ de latitud meridional.
Debe tenerse presente que, conforme a los límites indicados por el virrey Abascal,
el caserío indígena de Paposo(25°01′S 70°28′O) y la región adyacente se encontraban
por tanto comprendidos dentro de los límites del virreinato peruano. 42
Véase también
Guerra del Pacífico
Corredor de Atacama
Referencias
Los tratados de Chile. Pág. 248, subtítulo La Cuestión del Paposo. Autor: Javier
Vial Solar. Editor: Impr., litografía y encuadernación Barcelona, 1903
La cuestión de límites entre Chile y Bolivia. Pág. 60. Autor: Miguel Luis
Amunátegui. 1863. Reimpreso por: Hernán Ferrer Fougá. Editor: Instituto de
Investigaciones del Patrimonio Territorial de Chile, 1987
Refutación al manifiesto del Ministro de Relaciones Exteriores de Chile: sobre la
guerra con Bolivia. Pág. 7. Autores: Serapio Reyes Ortiz, Zolio Flores. Editor: "El
Nacional, 1879
Por ejemplo, el mapa en el sitio del canal oficial argentino Encuentro, el mapa en
la Historia de las Relaciones Exteriores Argentinas< y el Mapa del Virreinato del
Río de la Plata en el portal de Salta.
Estudio historico sobre el descubrimiento y conquista de la Patagonia. Pág. 90.
Autor: Carlos Morla Vicuña. Editor: F.A. Brockhaus, 1903.
Recopilación de las Leyes de Indias (1680). Titulo Quince. De las Audiencias y
Chancillerias Reales de las Indias. [1].
Recopilación de las Leyes de Indias (1680). Titulo Quince. De las Audiencias y
Chancillerias Reales de las Indias. [2].
Eduardo Gandia (1935). «La anexión de Santa Cruz a la República de Bolivia».
Historia de Santa Cruz de la Sierra una nueva república en Sud América. Buenos
Aires: Talleres gráficos argentinos de L. J. Rosso Doblas. [3].
Contestación de la República del Perú á la demanda de la República de Bolivia:
presentada á la Comisión asesora del gobierno argentino, conforme al Artículo 3.0
del Reglamento procesal de 10 de noviembre de 1904. Pág. 236. Autor: Perú. Víctor
Manuel Maúrtua. Editor: Compañía sud americana de billetes de banco, 1907
El corregidor de indios en el Perú bajo los Austrias, autor: Guillermo Lohmann
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«Archivo De La Frontera». Archivado desde el original el 22 de octubre de 2007.
REVISTA DEL ARCHIVO GENERAL DE BUENOS AIRES FUNDADA BAJO LA PROTECCION DEL
GOBIERNO DE LA PROVINCIA TOMO III. Pág. 454. Autor MANUEL RICARDO TRELLES.
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Colección de obras y documentos relativos a la historia antigua y moderna de las
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Editor: Imprenta del estado, 1836
Memoria sobre las Cordilleras del desierto de Atacama i rejiones limítrofes. Pág.
143-145. Autor: Alejandro Bertrand. Editor: Imprenta nacional, 1885
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Los tratados de Chile. Volumen 1, pág. 254-255. Autor: Javier Vial Solar. Editor:
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Autor: Samuel Oropeza. Editor: Imprenta Boliviana, 1892
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Avilés y del Fierro (marqués), Carlos Alberto Romero. Editor: Impr. del Estado,
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Los tratados de Chile. Volumen 1, pág 249-258. Autor: Javier Vial Solar. Editor:
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en: 1849
Biblioteca hispano-chilena (1523-1817). Volumen 3, pág. 417-420. Autor: José
Toribio Medina. Editor: Impreso y grabado en casa del autor, 1899
Historia general de Chile, Volumen 9, pág. 226-227. Autor: Diego Barros Arana.
Edición 2. Editor: Editorial Universitaria, 2002. ISBN 956-11-1598-0, 9789561115989
Bibliografía de la imprenta en Santiago de Chile desde sus orígenes hasta febrero
de 1817. Pág. 34. Autor: José Toribio Medina. Editor: Guillermo Feliú Cruz, impreso
en casa del autor, 1891
Historia de España en sus documentos: siglo XIX, Volumen 5, pág. 80. Historia.
Serie Mayo Series. Historia (Cátedra).: Serie mayor. Autor: Fernando Díaz-Plaja.
Editor: Fernando Díaz-Plaja. Compilado por Fernando Díaz-Plaja. Editor: Cátedra,
1983. ISBN 8437603900, 9788437603902
Documentos para la historia argentina, Volúmenes 39-41, pág. 182. Autor:
Universidad de Buenos Aires. Instituto de Investigaciones Históricas. Publicado en
1965
Juicio de límites entre el Perú y Bolivia: Contestación al alegato de Bolivia:
prueba peruana presentada al gobierno de la República Argentina. Volúmenes 3-4,
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Contestación de la República del Perú á la demanda de la República de Bolivia,
presentada á la Comisión Asesora del Gobierno Argentino conforme al Artículo 3. del
Reglamento Procesal de 10 de noviembre de 1904. Pág. 255. Autores: Perú, Víctor
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Murtua, Victor Manuel; Prado y Ugarretche, Javier. La cuestión del Pacífico. p. 6.
Porras, Raúl; Wagner, Alberto. Historia de los límites del Perú.
La provincia eclesiástica chilena: erección de sus obispados y división en
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Catholic Church. Archdiocese of Santiago (Chile). Editor: Imprenta de la casa
editorial pontifica de B. Herder, 1895
Véase una copia de la orden en: De mi propia mano. pág. 276. Autor: Antonio José
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Bibliografía
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Becerra de la Roca, Rodolfo, Nulidad de una apropiación chilena. Territorio
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