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El poder de las duchas frías.

El fenómeno de las duchas frías se está convirtiendo en un reto-hábito entre los


Emprendedores Modernos, pero, resulta que esto no es tan nuevo como pensábamos. Ya lo
practicaba Hipócrates, el Padre de la Medicina, en la Antigua Grecia con sus pacientes.

¿Qué es lo que tiene de emocionante empaparte de agua fría?

Lo cierto es que de lindo y agradable no tiene nada. Pregunta a todas las personas que lo
practiquen habitualmente y te dirán cuánto detestan la ansiedad de estar ahí a punto de
pegarte una ducha fría. Sin mencionar que la sensación de frío no es para nada agradable, y
mucho menos en invierno.

Pero ¿Qué es lo que hace que, a pesar de ser poco apetecibles, la gente exitosa las siga
practicando?

Los beneficios de esos 30 segundos de las duchas frías son realmente increíbles, ya que:

1- Te prepara mentalmente para vencer la ansiedad de salir de tu zona de confort (para


mis alumnos de Seducción funciona brutalmente).
2- Mejora el Sistema Inmune, ya que estimula notablemente al sistema linfático, el
encargado de combatir las infecciones.
3- Mejora la Circulación al aumentarse la frecuencia cardíaca por el frío, flexionando los
músculos y llenándolos de sangre.
4- Te llena de energía, así que si estás cansado o quieres despertarte de una buena vez
opta por una ducha fría antes de una sesión de trabajo intenso.
5- Mejor humor, ya que liberan componentes químicos en el cerebro que disminuyen la
ansiedad y el estrés.
6- Piel y Cabello más sanos. El agua fría cierra los poros y tonifica la piel, por lo que
repercute en el brillo y previene la caída del cabello.
7- Aumenta la testosterona, así que si estás yendo al gimnasio es una opción muy viable.

Esos fueron algunos de los beneficios, pero recuerda que el mayor logro está en el hábito,
así que agéndalo en tu lista de tareas diarias para que no se te olvide.

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