Está en la página 1de 109

Semiótica - Clases Introductorias

H ermenéutica: Tiene sus raíces en la filosofía griega. En sus orígenes y hasta el siglo XX la
hermenéutica se encargaba de la interpretación de los textos. Su problema principal y eje
temático es el acto de interpretar, qué condiciones afectan al intérprete. En el siglo XX la
hermenéutica sufre un giro ontológico caracterizado por las siguientes cuestiones: el hombre
es un ser finito y situado. Finito porque su tiempo de existencia es limitado y su potencial
antropológico para conocer el mundo y conocerse a sí mismo no es infinito. Situado porque
está en un aquí y ahora, le ha tocado vivir en un tiempo y lugar y habla una lengua que no
es la misma que se habla en otras regiones o que se habló en otras épocas.
Tras el giro ontológico de la hermenéutica, ésta pasa de ser una metodología a ser una
ontología (pregunta); deja de preguntarse ‘’¿cómo interpretar?’’ y se pregunta ‘’¿qué es
interpretar?’’. Los saberes comienzan a verse como interpretaciones del mundo y no como
verdades únicas.

Semiótica: La semiótica es un campo de estudios interdisciplinario. Intenta explicar cuáles


son las características y constitución de los signos, de qué forma operan, cómo intervienen
los códigos en la organización de los mensajes, teniendo en cuenta también qué papel
desempeñan los contextos en la producción de sentido. La semiótica, a diferencia de la
hermenéutica, no se ocupa de cómo interpretamos, sino de aquello que se interpreta.
Como se expuso anteriormente, la semiótica se encarga de los signos, pero ¿qué es un
signo? Diferentes autores definen al signo de diversas formas, pero para este propósito lo
definiremos de la siguiente manera: signo es algo presente que representa algo ausente. El
mecanismo de sustitución (una cosa en lugar de otra) es el problema central de la semiótica.
A su vez podemos distinguir entre signos verbales y signos no verbales.

Semiosis: Proceso de producción de sentido, está en la base de toda dinámica cultural. Es un


proceso dinámico de desarrollo de los signos, donde unos se traducen o se convierten en
otros. No se limita al fenómeno de las palabras. Un signo me remite o me conduce a otro.
Todo acto de comunicación implica una semiosis.

Texto: cierto número de signos articulados para dar lugar a una estructura mayor con el fin
de producir un sentido no previsto en unidades más simples. Un texto se elabora
entretejiendo signos de uno o más tipos, verbales o no verbales.

El lenguaje, origen, perspectivas y funciones


¿Qué es el lenguaje? Esta cuestión del lenguaje se abrió tempranamente en la antigua
Grecia y, pasados bastante más de dos milenios, se mantiene viva en el siglo XXI.
Las lenguas son volubles, plásticas, cambiantes y se ven afectadas por diversos factores, a
saber, políticos, institucionales, comerciales, materiales, tecnológicos, geográficos, etc.
LeviStrauss sostiene que las actuales lenguas del mundo son apenas una ínfima muestra
del patrimonio –en la mayoría perdido– que conforman las lenguas de los pueblos desde los
orígenes mismos de la civilización.

1
Para Chomsky ya nacemos dotados de este componente biolingüístico y con el paso del
tiempo se va desenvolviendo, al vivir continuamente inmersos en el ámbito de una lengua
materna que aporta su material. Ese lenguaje, independientemente del entorno idiomático
que lo estimule, lleva consigo una gramática universal, conformada por reglas lingüísticas
genéticamente determinadas.

Roman Jakobson
Funciones del lenguaje
● Función emotiva o expresiva: atiende a la modalidad sonora como consecuencia
exterior de un estado afectivo, de un humor circunstancial de un impulso emotivo,
por tanto, de lo que está sintiendo el hablante, emisor del mensaje (1ra persona
“yo”). Se centra en el destinador y exterioriza la actitud del hablante hacia aquello
que transmite. Esta función se puede manifestar con interjecciones, ciertos recursos
morfológicos –como diminutivos, aumentativos y despectivos, según el estudio de
Valeri (2010)– y también por medio de matices fonéticos.
● Función conativa: se busca que el oyente o lector responda o reaccione siguiendo la
voluntad del destinador. Las órdenes son la típica forma que asume esta función,
también los ruegos, los pedidos, etc. (2da persona “tú”). La función conativa se
orienta hacia el destinatario (o receptor), pues se busca influir en su pensamiento o
en sus acciones y halla su más pura expresión en el vocativo y el imperativo. El
mensaje se emite para provocar una reacción en quien lo recibe, de lo contrario, no
se considera efectivo. El imperativo es un modo verbal destinado a emitir órdenes y
se considera eficaz en la medida en que esa orden es acatada, y el vocativo es una
estructura que permite invocar directamente al interlocutor.
● Función referencial: está presente cuando nos referimos al mundo (real o ficticio) para
predicar algo sobre él. Está orientada hacia el contexto en el que se sitúa la
comunicación lingüística (función centrada en la 3ra persona “él”). La función
referencial, conocida también como denotativa o cognoscitiva, se orienta hacia el
contexto y surge cuando se transmite información objetiva por medio de oraciones
declarativas.
● Función fática: la necesidad del hablante de verificar el adecuado funcionamiento del
canal a través del cual se ha de transmitir el mensaje (ej: “¿Me oye?, ¿Ahora?”).
Cuando el mensaje busca establecer un contacto inicial entre las partes (como
ocurre con expresiones como oiga, ¿me escucha?, ¡hola!), prolongar la
comunicación (sí, ajá, bueno), o bien interrumpirla (¡chao!, ¡adiós!, nos vemos), hay
una orientación hacia el contacto o canal y se está recurriendo a la función fática. En
ella se busca llamar la atención del interlocutor para atraerlo e involucrarlo, de tal
manera que se crea un vínculo destinador-destinatario y un interés en lo que se
transmitirá
● Función metalingüística: muy a menudo necesitamos referirnos a las palabras y lo
hacemos justamente por medio de palabras. Gerard Genette afirma que si un texto
se refiere a otro texto estamos ante un caso de metatextualidad. Un manual escolar
de gramática española o la reseña de una obra literaria son buenos ejemplos de ello.

2
De acuerdo con Vigara-Tauste (1992, p. 131), esta puede ser explícita cuando “el
lenguaje es fuente de conocimiento acerca del propio lenguaje”, o bien implícita si es
un instrumento que cumple con fines lúdicos como el humor, y en donde se
establece un juego “con las posibilidades de relación
significante-significado-sentido”.
● Función poética: la función poética se centra en el mensaje y enfatiza la estética, esto
es, se pretende asignar la mejor forma posible a aquello que se desea transmitir, lo
cual implica meditar en torno a la selección de las palabras y su combinación.

Charles Sanders Peirce


Para facilitar la comprensión de la Teoría de los Signos de Charles Sanders Peirce, principal
filósofo norteamericano del siglo XIX, se recomienda leer los textos en el orden en que se
presentan en esta página y concretamente, dentro de los materiales, prestar atención a los
siguientes puntos: ● Ideoscopia (las tres categorías o universos) ● El signo peirceano y la
relación entre sus elementos, y en especial a la noción de interpretante ● Semiosis ilimitada
● Las tres tipologías. También resultará oportuno conectar el legado de Peirce con los
aportes de Caro Ginzburg, en la senda del llamado "giro indicial". (Eva)

Resumen de clase de Semiotuber


Los signos se generan a partir de la realidad

‘’Un signo o representamen, es algo que, para alguien representa o se refiere a algo en
algún aspecto o carácter. Se dirige a alguien, esto es, crea en la mente de esa persona un
signo equivalente, o tal vez, un signo aún más desarrollado. Este signo creado es lo que yo
llamo el interpretante del primer signo. El signo está en lugar de algo, su objeto. Está en el
lugar de ese objeto, no en todos los aspectos, sino sólo con referencia a una suerte de idea,
que a veces he llamado el fundamento del representamen.
El signo de Peirce es una relación triádica. El representamen es el aspecto material de un
signo. Por ejemplo, si tengo una palabra en mi mente (signo) la materializó mediante la voz
(representamen). Peirce establece cierta equivalencia entre signo y representamen.
El representamen es solo una parte del signo ➯ Esto implica que el signo tiene otras dos
partes: objeto e interpretante.
El objeto es parte de la realidad y determina un representamen.
El interpretante es el modelo genérico que tenemos en nuestra mente. Es el contenido
mental que me sirve para interpretar el signo. El interpretante de un signo es otro signo.
Este planteo implica la existencia de una cadena al infinito de interpretantes ➯ semiosis
ilimitada.
El fundamento del signo son los aspectos que se toman del objeto. No son todos sus
elementos. Nada es un signo a menos que alguien lo experimente como tal.
En palabras de Umberto Eco, la semiosis es un proceso dinámico, infinito. Es un proceso
donde los signos se desarrollan, unos se convierten en otros, se potencian. La semiosis no
se limita sólo al fenómeno de las palabras. No habrían procesos de significación sin
semiosis. Todo acto de comunicación implica una semiosis.

3
Pragmatismo
La independencia y creatividad del pensamiento peirceano está marcada en primer lugar por
una nueva corriente filosófica de la que se le considera fundador: el pragmatismo. El

4
pragmatismo, que nace como un método lógico para esclarecer conceptos, llegó a
convertirse quizá en la corriente filosófica más importante en Norteamérica durante el último
tercio del siglo XIX y el primero del XX. Su origen puede situarse en las reuniones del
Cambridge Metaphysical Club, que Peirce había creado junto a otros intelectuales entre
1871 y 1872 [6], mientras que los primeros textos escritos relativos al pragmatismo se
publicaron en 1878 bajo el título genérico de “Illustrations of the Logic of Science” [7]. El
propio William James, miembro también de ese Club Metafísico, señalaría posteriormente a
Peirce como padre de esa corriente de pensamiento.

La máxima original del pragmatismo afirma:


‘’Considérese qué efectos, que pudieran tener concebiblemente repercusiones prácticas,
concebimos que tiene el objeto de nuestra concepción. Entonces nuestra concepción de
esos efectos es la totalidad de nuestra concepción del objeto’’ [CP 5.402, 1878].

Sus enfoques se aplican a las palabras (signos verbales) pero también a otro tipo de signos
no verbales. Para Peirce el ser humano piensa en signos, si no tuviéramos la capacidad de
elaborar signos no podríamos pensar.
Es necesario reconocer tres estados mentales diferentes:
● Sensación: es aquello que se presenta ante nuestra mente sin referencia a ninguna
coacción o razón.
● Reacción: sentido de actuar y de que algo actúe sobre nosotros. Corresponde a la
ruptura de una sensación por otra sensación. Esencialmente implica dos cosas que
actúan una sobre otra.
● Pensamiento: conciencia de que uno está aprendiendo o de que experimenta un
proceso por el que descubre que un fenómeno está gobernado por una regla, o que
tiene una manera general de comportarse que puede llegar a ser conocible. El
aprendizaje es el medio por el cual pasamos de la ignorancia al conocimiento.

Hay tres clases de interés que podemos tener en una cosa:


1. Podemos tener un interés primario en la cosa por sí misma.
2. Podemos tener un interés secundario en ella a causa de sus reacciones con otras
cosas.
3. Podemos tener un interés mediador en ella, en tanto transmite a la mente una idea
sobre una cosa.
En tanto que lo hace así, es un signo o representación.

Los tres universos de Peirce


Categorías cenopitagóricas

● Primeridad: es el modo de ser de aquello que es como es, positivamente y sin


referencia a ninguna otra cosa. Es el reino de todas las cuestiones ‘’primeras’’ antes
de que lleguen a encarnarse en un hecho concreto. Es todo aquello que existe en
potencia, todo lo que puede llegar a ser, lo que existe de manera abstracta. Por
ejemplo los colores, sentimientos, cualidades, aspectos físicos, etc. Tiene que ver
con el potencial y con lo abstracto.

5
● Segundidad: es el modo de ser de aquello que es como es, con respecto a una
segunda cosa pero con independencia de toda tercera. La segundidad se hace de
primeridades. Realidad en bruto. Cosas que han acontecido. Son todos los
fenómenos ya existentes, que ya han sido concretados. Todo aquello con relación
con la primeridad, es decir con lo abstracto, que ya ha sido concretado.
● Terceridad: es el modo de ser de aquello que es como es en la medida en que pone
en mutua relación a una segunda cosa con una tercera. Modelo/Molde general en
que adscribimos las cosas. Objeto genérico en el que encajan todos. Está
conformada por leyes que rigen el funcionamiento de los fenómenos o las ideas. Es
una interconexión de dos fenómenos en dirección a una síntesis.
Los tres universos se dan de manera inseparable.
Un ejemplo para ver estas tres categorías es que podemos pensar en el color verde, cuando
pensamos en él, es una idea abstracta, con posibilidad a varias cosas, pero si lo
concretamos a una luz verde, estaríamos entrando al campo de la segundidad y si
pensamos un poco más y pensamos en un semáforo estaríamos entrando al campo de
terceridad por que estamos pensando en un objeto que tiene un significado en particular.

Los tres universos suceden en simultáneo y no pueden darse solos.

El Signo (la triada)


El signo de Peirce (o representamen), a diferencia del modelo propuesto por Saussure (2
partes) consta de 3 partes: representamen, interpretante y objeto. Llamamos
‘’representamen’’ al signo ya que éste representa ciertas cualidades/aspectos de algo y se
dirige a alguien.
El signo está por algo: su objeto. Entendemos al signo como aquello que está en lugar de
otra cosa, representa una ausencia. Por ejemplo: si dibujamos el sol, es una figura dibujada
en un pedazo de papel que representa al sol, mas no lo es, trayendo a la mente la imagen
del sol. El signo siempre representa algo que no está.
Para Pierce el signo tiene un nombre técnico, él le llama representamen, lo cual es una
cualidad material que va a referirse a otra cosa, y eso representa en la mente de los seres
humanos un signo más desarrollado o equivalente que él le llama interpretante, es lo que se
despierta gracias a la percepción del representamen. Es decir, el interpretante que surge en
la mente del intérprete va a ser distinto según la mente de cada individuo.

Partes del signo:


Representamen: Es la cualidad material del signo. Es la materialización del objeto
perteneciente a una realidad. Parte visible del signo, aspecto material. Si el signo no se
materializa queda encerrado en la mente humana. Un signo se materializa a partir de la
articulación de sonidos con la voz, o escribiéndola. Representamen es solo una parte del
signo.
Objeto: Es aquello a lo cual el signo refiere. El objeto es parte de la realidad.

6
Interpretante: Es la imagen que se forma en la mente. Podría corresponderse con el
‘’significado’’ de Saussure. Es el concepto/idea mental que me sirve para interpretar el signo.
No se debe confundir con el intérprete. Pertenece a la terceridad (modelo abstracto).
Es el contenido mental que a mi me sirve para interpretar el signo. El intérprete es diferente
al interpretante. El primero es el sujeto que lleva a su mente el signo, el segundo es algo de
la tercera dimensión, de la terceridad.

Tipologías
La teoría de signos de Peirce en estas categorías de las ideas. El signo para Pierce se
compone del representamen, objeto e interpretante y a su vez cada uno de ellos será un
signo distinto dependiendo del tipo de signo.

De acuerdo al representamen podemos tener tres tipos de signos, entendiendo a esto como
el primer signo que se presenta ante la percepción. El signo con relación a sí mismo.
tenemos cualisigno, el sinsigno y el legisigno.
● Cualisigno: Cualidades del representamen. Un cualisigno es una cualidad que
también es un signo. Los cualisignos no son solo visuales. Corresponde al aspecto
de primeridad, es el signo sin estar presente en la materia, por ejemplo el concepto
de redondez, o el color rojo.
● Sinsigno: Un sinsigno es un signo concreto, un caso particular, un hecho de la
realidad, algo existente, algo que ya se consumó. Es cuando el representamen se
encuentra presente. Ej: una madre le gritó a su hijo el día 26 de octubre del 2018. El
sinsigno está formado por cualisignos.
● Legisigno: Un legisigno es de carácter general, la propia palabra lo sugiere (prefijo
leg: significa ‘’ley’’). Es un modelo de signo que aún no se ha concretado. Pertenece
a la terceridad.
Luego, tenemos el signo con relación al objeto, que pueden ser el icono, el símbolo y el
índice.
❏ Ícono: El signo icónico es aquél que guarda una relación de semejanza con el
objeto que representa. Es determinado por el objeto. No son necesarias todas las
cualidades del objeto. Los íconos no son solo visuales, por ejemplo las
onomatopeyas son íconos auditivos. Los íconos pueden ser imágenes (comparten
cualidades simples, por ejemplo el color, la forma, etc), diagramas (comparten
relaciones de las partes de su objeto, reproducen las relaciones del objeto del cual

7
refieren) o metáforas (es aquel icono que guarda un paralelismo de tipo poético con
lo que refiere).
❏ Índice: Es un signo que mantiene un vínculo de contacto o contigüidad con el objeto
que representa. Tiene un vínculo de carácter físico con el objeto. Es aquel icono que
guarda con su referente una relación de causa y efecto, una relación existencial, por
ejemplo una nube negra que implica lluvia. Nosotros inferimos que esa nube negra
implica lluvia. Esto sucede en el plano de segundidad porque sucede en la realidad.
❏ Símbolo: Es un signo que representa a su objeto en virtud de una convención. Es
un signo que se apoya en un fuerte vínculo convencional con el objeto que
representa. No guarda relación de semejanza o contigüidad, su relación con lo que
significa es por convención/acuerdo colectivo. Es arbitrario. Ej: símbolo de hombre y
símbolo de mujer, en ellos no hay rasgos que a simple vista permitan relacionarlos
con la femineidad o la masculinidad.
Por último, están los signos con relación al interpretante, el signo más desarrollado que se
forma en la mente ante el representamen. En la primeridad está el rema, en la segundidad
tenemos el decisigno y en la terceridad el argumento
★ Rema: El rema o signo remático es un concepto o idea. Ej: concepto de pez (todos
los peces están dentro de la idea de pez).
★ Dicente: Un dicente (también llamado decisigno) es un juicio o proposición. Es un
enunciado que dice algo de otra cosa. Ej: ‘’el día está lindo’’ (relación de dos
conceptos).
★ Argumento: Es un razonamiento, una serie de dicentes lógicamente encadenados.
Toda argumentación se asienta en principios lógicos. Podemos tener argumentos de
tres tipos:
★ Deducción: Es cuando algo es de forma certera, a premisas verdaderas
conclusiones verdaderas.Es el razonamiento puro, es una experiencia sintética, es
una síntesis. Conforman este campo los sistemas formales, las hipótesis físicas, las
leyes generales; que pueden, a posteriori, comprobarse por experimentación (de
forma directa o indirecta). Por ejemplo: si sócrates es hombre y los hombres son
mortales por lo tanto sócrates es mortal.
★ Inducción: Es cuando se llega a una conclusión a partir de premisas probables, para
esto utilizamos la inferencia. Surge por un hábito especializado, sujeto a verificación.
Es la experiencia verificada de un hecho en relación a otro hecho o hechos. Este
interpretante está subordinado por el I-2o de segundidad. Es decir, cuando a partir de
pruebas se van teniendo conclusiones. Ejemplo: la prueba y error en la ciencia.
★ Abducción: Son modelos de razonamiento aplicados a la indagación del mundo. Es
un razonamiento que posee claves cuando no se puede utilizar ninguno de los
anteriores. Es el que surge por experiencia colectiva, en un momento dado y en un
grupo social. Es un hábito general no crítico, es a-científico. No hay
contraverificación a esa hipótesis. Pertenecen a este tipo las ideologías, los
prejuicios raciales, los prejuicios en general, las creencias, las tradiciones, los
dogmas. Son pensamientos que surgen de lo emotivo (primeridad) subordinado al
I-2o de primeridad, denotado en relación a un interpretante abductivo hipotético,

8
colectivo y no crítico. Este tipo de pensamientos es el que utilizan mucho los
detectives.

Carta a Lady Welby


Ideoscopia: La ideoscopia consiste en la descripción y clasificación de las ideas que
pertenecen a la experiencia ordinaria, o que surgen de modo natural en conexión con la vida
ordinaria, sin considerar su validez o invalidez o su psicología.
Primeridad, segundidad y terceridad.

Ferdinand de Saussure
Resumen de clase de Semiotuber
“Es a la vez un producto social de la facultad del lenguaje y un conjunto de convenciones
necesarias adoptadas por el cuerpo social para permitir el ejercicio de esa facultad en los
individuos. Tomado en su conjunto, el lenguaje es multiforme y heteróclito; a caballo en
diferentes dominios, a la vez físico, fisiológico y psíquico, pertenece además al dominio
individual y al dominio social;…”
Lo que caracteriza a Saussure es el planteo de varias dicotomías:
1. La primera que se menciona es la siguiente: hay 2 dimensiones que son
insoslayables en los estudios lingüísticos, lo SINCRÓNICO y lo DIACRÓNICO
(estudio de las lenguas como fenómenos históricos que surgen, evolucionan, llegan
a momentos de apogeo y desaparecen). Saussure pone todo el acento en la
sincronía. Saussure considera a la lengua como fenómeno sincrónico; realiza un
“corte en la historia” para analizar el funcionamiento de la lengua en un momento
histórico dado
2. La segunda dicotomía que plantea Saussure: Significante - significado. Son los
componentes del signo Saussurriano binario.
3. Tercer dicotomía: relaciones asociativas y relaciones sintagmáticas.
4. Una de las dicotomías más significativas: distinción entre lengua y habla.
Distinción entre lengua y lenguaje
● Lengua: es un producto social de la facultad del lenguaje y un conjunto de
convenciones necesarias adoptadas por el cuerpo social para permitir el ejercicio de
esa facultad en los individuos. La lengua es una totalidad en sí y un principio de
clasificación.
● Lenguaje: podemos llegar a él sólo a través del habla. Siempre el lenguaje se nos
presenta bajo la forma de un sistema de signos verbales. El lenguaje es multiforme y
heteróclito; es físico, fisiológico y psíquico, pertenece al dominio individual y al
dominio social

Lugar de la lengua en los hechos del lenguaje


“Para hallar en el conjunto del lenguaje la esfera que corresponde a la lengua, hay que
situarse ante el acto individual que permite reconstruir el circuito de la palabra.”
Para que una lengua funcione es necesario que en los actos de habla los interlocutores
respeten los signos que son socialmente compartidos. Hay un circuito que comienza con

9
una idea que se traduce en imágenes acústicas, y esas imágenes acústicas ya en el polo
del receptor, se traduce en conceptos.

Carácter primordial del habla


Es individual ya que la masa en conjunto está imposibilitada en coordinar un acto habla. El
habla está a cargo solamente de un individuo. Al abarcar la suma de las imágenes verbales
almacenadas en todos los individuos estaríamos frente al lazo social que constituye a la
lengua. La lengua es la garantía de que una comunidad se mantenga unida. Este lazo social
es un tesoro depositado por la práctica del habla en los sujetos que pertenecen a una
misma comunidad, un SISTEMA gramatical virtualmente existente en cada cerebro, o, más
exactamente, en los cerebros de un conjunto de individuos, pues la lengua no está completa
en ninguno, no existe perfectamente más que en la masa.

Lugar de la lengua en los hechos humanos


Saussure dice que la lengua es un sistema de signos que expresan ideas, y por eso es
comparable a la escritura, al alfabeto de los sordomudos, a los ritos simbólicos, a las formas
de cortesía, a las señales militares, etc. Sólo que es el más importante de todos los
sistemas. La lengua es un sistema gramatical virtualmente existente en los cerebros de los
individuos.

Naturaleza del signo linguístico


El signo lingüístico es la palabra. No confundir fonemas y letras. Palabra constituida por una
serie de sonidos (conjunto de sucesivos fonemas) que conforman una imagen acústica (a
esto Saussure lo llama significante; serie de sonidos que tenemos en nuestra mente y que
somos capaces de pronunciar en cualquier situación de comunicación).
‘’El signo lingüístico une un concepto y una imagen acústica. La imagen acústica no es el
sonido material, cosa puramente física, sino su huella psíquica, la representación que de él
nos da el testimonio de nuestros sentidos; esa imagen es sensorial, y si llegamos a llamarla
“material” es solamente en este sentido y por oposición al otro término de la asociación, el
concepto, generalmente más abstracto’’ (Saussure no olvida que es necesario que se
materialice la imagen acústica para que haya comunicación). La imagen acústica está en
nuestra mente, no solamente el concepto, sino como huella psíquica.

Principios que rigen al signo lingüístico:

1. Arbitrariedad: El lazo que une el significante al significado es arbitrario; o bien,


puesto que entendemos por signo el total resultante de la asociación de un
significante con un significado, podemos decir más simplemente: el signo lingüístico
es arbitrario. Un concepto, si bien está asociado a un determinado sonido, bien
podría haber estado asociado a cualquier otro significante de la lengua, o incluso a
un significante que no existe. Ejemplo: una misma cosa recibe nombres diferentes en
distintos lugares.
Las onomatopeyas parecerían desafiar a este concepto de arbitrariedad ya que la
idea/concepto motiva la elección del significante que guarda una cierta relación de
semejanza. Por ejemplo: el canto del gallo. No en todas las lenguas es igual, pero
ese sonido guarda una cierta relación de semejanza con el canto del animal.

10
2. Linealidad: “Por oposición a los significantes visuales (señales marítimas, por
ejemplo), que pueden ofrecer complicaciones simultáneas en varias dimensiones, los
significantes acústicos no disponen más que de la línea del tiempo; sus elementos
se presentan uno tras otro; forman una cadena. Este carácter se destaca
inmediatamente cuando los representamos por medio de la escritura, en donde la
sucesión en el tiempo es sustituida por la línea espacial de los signos gráficos.”
El significante por ser de naturaleza auditiva, se desenvuelve en el tiempo
únicamente y tiene los caracteres que toma del tiempo:
a) Representa una extensión.
b) Esta extensión es mensurable en una sola dimensión; es una línea. El lenguaje es
sucesivo, lineal.

Críticas o aportes a Saussure


● Jacques Derrida: denuncia como un prejuicio de Occidente que la lengua sea la
forma privilegiada de expresión del lenguaje y que no lo sea la escritura. ¿Por qué la
escritura tiene que ser secundaria o funcionar como registro de la lengua oral?
● Umberto Eco: Saussure realizó una semiótica de la comunicación, en oposición a la
realizada por Peirce, que es una semiótica de la significación.
● Roman Jakobson: en el texto ‘’En busca de la esencia del lenguaje’’ (basado en los
estudios de Peirce) argumenta sobre el hecho de que las lenguas están más
motivadas de lo que a simple vista parece. Este fenómeno va más allá del habla
ordinaria, los poetas tratan de generar expresiones motivadas.

Introducción- Capítulo III - Objeto de la Lingüística


¿Cuál es el objeto de estudio de la lingüística: el lenguaje, la lengua o el habla?
El lenguaje no puede ser el objeto de la lingüística ya que es de carácter social e individual,
es la facultad de la naturaleza que nos permite adquirir una lengua.
El habla es de carácter individual, es la forma particular que tiene cada uno de expresarse.
Por último, la lengua es la parte social del lenguaje. Debe ser considerada como ‘’el
pensamiento organizado en sustancia fónica’’, es decir, un sistema para producir
significados en y a través de patrones lexicogramaticales regulares.
Recapitulemos los caracteres de la lengua:
1° Es un objeto bien definido en el conjunto heteróclito de los hechos de lenguaje. Se la
puede localizar en la porción determinada del circuito donde una imagen acústica viene a
asociarse con un concepto. La lengua es la parte social del lenguaje, exterior al individuo,
que por sí solo no puede ni crearla ni modificarla; no existe más que en virtud de una
especie de contrato establecido entre los miembros de la comunidad. Por otra parte, el
individuo tiene necesidad de un aprendizaje para conocer su funcionamiento; el niño se la
va asimilando poco a poco. Hasta tal punto es la lengua una cosa distinta, que un hombre
privado del uso del habla conserva la lengua con tal que comprenda los signos vocales que
oye.
2° La lengua, distinta del habla, es un objeto que se puede estudiar separadamente. Ya no
hablamos las lenguas muertas, pero podemos muy bien asimilarnos su organismo
lingüístico. La ciencia de la lengua no sólo puede prescindir de otros elementos del lenguaje,
sino que sólo es posible a condición de que esos otros elementos no se inmiscuyan.

11
3° Mientras que el lenguaje es heterogéneo, la lengua así delimitada es de naturaleza
homogénea: es un sistema de signos en el que sólo es esencial la unión del sentido y de la
imagen acústica, y donde las dos partes del signo son igualmente psíquicas.
4° La lengua, no menos que el habla, es un objeto de naturaleza concreta, y esto es gran
ventaja para su estudio. Los signos lingüísticos no por ser esencialmente psíquicos son
abstracciones; las asociaciones ratificadas por el consenso colectivo, y cuyo conjunto
constituye la lengua, son realidades que tienen su asiento en el cerebro. Además, los signos
de la lengua son, por decirlo así, tangibles; la escritura puede fijarlos en imágenes
convencionales, mientras que sería imposible fotografiar en todos sus detalles los actos del
habla; la fonación de una palabra, por pequeña que sea, representa una infinidad de
movimientos musculares extremadamente difíciles de conocer y de imaginar. En la lengua,
por el contrario, no hay más que la imagen acústica, y ésta se puede traducir en una imagen
visual constante. Pues si se hace abstracción de esta multitud de movimientos necesarios
para realizarla en el habla, cada imagen acústica no es, como luego veremos, más que la
suma de un número limitado de elementos o fonemas, susceptibles a su vez de ser
evocados en la escritura por un número correspondiente de signos. Esta posibilidad de fijar
las cosas relativas a la lengua es la que hace que un diccionario y una gramática puedan
ser su representación fiel, pues la lengua es el depósito de las imágenes acústicas y la
escritura la forma tangible de esas imágenes.

Lugar de la Lengua en los hechos humanos: la Semiología


La lengua es un sistema de signos que expresan ideas. La semiología es la ciencia que
estudia la vida de los signos en el seno de la vida social. La lengua es el conjunto de hábitos
lingüísticos que permiten a un sujeto comprender y hacerse comprender. Hace falta una
masa parlante para que haya una lengua. Es parte de la psicología social, por consiguiente
de la psicología general. Responderá a las preguntas: ¿en qué consisten los signos y cuáles
son las leyes que los gobiernan?

Primera Parte - Capítulo I - Principios generales


En este apartado se realiza una crítica a la idea de lengua como nomenclatura (una lista de
términos que corresponden a cosas de la realidad). Saussure plantea que el signo
lingüístico une un concepto con una imagen acústica y no una cosa con un nombre.

El signo lingüístico quedaría definido como la unidad indisoluble entre un aspecto fonético
(imagen acústica) y el aspecto conceptual (imagen acústica). Luego reemplaza concepto e
imagen acústica con significado y significante. Siendo el significante el aspecto acústico del
signo, y el significado el aspecto conceptual.

12
El signo lingüístico es arbitrario, ya que el lazo que une significado con significante es
arbitrario ya que no hay nada en la forma que denominamos las cosas que tenga relación
con el objeto denominado en la realidad. Sirven como prueba de esto las diferentes lenguas
y las formas que tienen cada una de llamar a un mismo fenómeno/ objeto.
Precisamente porque el signo es arbitrario no conoce otra ley que la de la tradición, y
precisamente por fundarse en la tradición puede ser arbitrario.

Capítulo II - Inmutabilidad y mutabilidad del signo


Inmutabilidad: Que el signo sea inmutable significa que éste resiste a toda sustitución
arbitraria y esto se debe al carácter histórico de la lengua. Pero, ¿por qué el factor histórico
la domina enteramente excluyendo todo cambio lingüístico general y súbito?
Esto se debe a las siguientes razones:
1. Carácter arbitrario del signo.
2. La multitud de signos necesarios para constituir cualquier lengua.
3. El carácter demasiado complejo del sistema.
4. La resistencia de la inercia colectiva a toda innovación lingüística. (Ver pág 99)

Mutabilidad: Lo arbitrario de los signos implica teóricamente la libertad de establecer


cualquier posible relación entre la materia fónica y las ideas. El tiempo altera todas las
cosas, no hay razón para que la lengua escape de esta ley universal.
Cuando hablamos de mutabilidad nos estamos refiriendo al desplazamiento de la relación
entre el significado y el significante. Cambio en la correspondencia entre la materia fónica y
la idea.

13
Capítulo III - Identidad, realidad, valores
Principios de arbitrariedad y linealidad
El signo lingüístico es arbitrario en el sentido que la conexión entre significante y significado
no se basa en una relación causal. La prueba de tal afirmación reside en el hecho de que
las distintas lenguas desarrollaron diferentes signos, esto es, diferentes vínculos entre
significantes y significados; de otra forma sólo una lengua existiría en el mundo. Ahora bien,
aun aceptando la arbitrariedad del signo en lo que respecta al vínculo entre significante y
significado, es claro que esta conexión no es arbitraria para quienes usan una misma
lengua, porque si fuera así, los significados no serían estables y desaparecería la posibilidad
de comunicación.

El principio de arbitrariedad opera en forma conjunta con el segundo principio de Saussure


que afirma que el significante siempre es lineal. Lo que significa que los sonidos de los
cuales se componen los significantes dependen de una secuencia temporal.

Saussure afirma que el funcionamiento del lenguaje depende de la linealidad y que esto
tiene importantes consecuencias dado que la linealidad impide ver u oír varios significantes
simultáneamente. Mientras que la linealidad del significante es una cadena, la arbitrariedad
entre ambas partes del signo es un vínculo único.

Inmutabilidad del signo


Al analizar el signo en relación a sus usuarios, Saussure observa una paradoja: la lengua es
libre de establecer un vínculo entre cualquier sonido o secuencia de sonidos con cualquier
idea, pero una vez establecido este vínculo, ni el hablante individual ni toda la comunidad
lingüística es libre para deshacerlo; tampoco es posible sustituir un signo por otro.

Mutabilidad del signo


Sin embargo, con el tiempo, la lengua y sus signos cambian.

Aparecen así, lentamente, modificaciones en los vínculos entre significantes y significados.


Los significados antiguos se especifican, se agregan nuevos o se clasifican de modo
diferente. Por ejemplo, la palabra “ratón” adquiere un significado distinto en relación a las
computadoras, en este caso, dos vínculos entre significado y significante coexisten
simultáneamente.

14
Sincrónico y diacrónico
Saussure considera que no es posible describir plenamente un lenguaje si esto se hace de
forma aislada en relación a la comunidad que hace uso de él y a su vez los efectos que el
tiempo tiene sobre el lenguaje (y su evolución).

Efectivamente, durante el transcurso del tiempo, el lenguaje evoluciona lo que pone en


evidencia que los signos cambian. En consecuencia, Saussure afirma que una lengua
puede ser estudiada tanto en un momento particular como a través de su evolución en el
tiempo.
En este sentido, diferenciará dos modalidades respecto al uso del lenguaje:
• Sincrónica: Examina las relaciones entre los elementos coexistentes de la lengua con
independencia de cualquier factor temporal. Permite describir el estado del sistema
lingüístico, siendo esta descripción abarcativa de la totalidad de los elementos
interactuantes en la sociedad.
• Diacrónica: se enfoca en el proceso evolutivo y se centra en aquellos fragmentos que se
corresponden con ciertos momentos históricos.

Para el lingüista que apunta a realizar una descripción completa de un lenguaje


determinado, el análisis diacrónico y sincrónico, aunque esto no sea necesario para una
comunidad lingüística.

Esto significa que cuando se verbaliza el sistema de una lengua, sólo intervienen elementos
sincrónicos puesto que nadie necesita conocer la historia de una lengua para hacer uso de
ella. Por otra parte, los factores diacrónicos no alteran al sistema como tal. Para explicar
este punto, Saussure recurre a una metáfora planetaria, diciendo que, si un planeta del
sistema solar cambiará de peso y tamaño, tales cambios alterarían el equilibrio del conjunto
en su totalidad, aunque, de todas formas, el sistema solar, seguirá siendo un conjunto.

Si bien los hechos sincrónicos y diacrónicos son autónomos, existe una relación de
interdependencia entre ambos. No es posible conocer el estado de una lengua si no
analizamos los cambios que sufrió.

Saussure dirá que el funcionamiento de una lengua es como el ajedrez. El ajedrez es como
el lenguaje, un grupo de valores diferentes que en conjunto conforman un sistema completo.
Las piezas del ajedrez interactúan igual que los elementos de un lenguaje en estado
sincrónico. Cuando una pieza se mueve, el efecto es similar a un cambio lingüístico y este le
incumbe al análisis diacrónico. Aunque el movimiento sea tan solo de esta pieza, afectará a
todo el sistema en su totalidad.

La lingüística sincrónica se ocupa de relaciones lógicas y psicológicas que vinculan los


términos que coexisten en un sistema, la lingüística diacrónica se ocupa de términos que se
reemplazan el uno al otro cuando el sistema evoluciona, pero que no forman un sistema.

Forma y sustancia
Si el signo lingüístico no fuese arbitrario, los signos que componen el lenguaje estarían
determinados mutuamente por algún elemento externo. El valor lingüístico está enteramente
determinado por la existencia de relaciones y por ende el signo debe ser arbitrario.

15
Saussure llama “forma pura” a la relación entre el significante y el significado, así como a lo
que existe entre los distintos signos. Lo hace para recordarnos que no es sino una relación.

El vínculo entre el sonido y el pensamiento en el signo lingüístico produce forma y no


sustancia.

Significación y valor
El lenguaje es un sistema de valores en el sentido en el que todo signo lingüístico vincula
sonidos e ideas. Si tal vínculo no existiera, sería imposible separar un pensamiento de otro.
Los sonidos no se diferencian entre sí más que los pensamientos no expresados. La función
del lenguaje no es crear un medio sonoro para expresar el pensamiento sino mediar entre el
pensamiento y el sonido, de modo tal que el vínculo entre ambos de por resultado unidades
que se determinen mutuamente.

Existen para Saussure, dos tipos diferentes de significación, una que corresponde al signo
tomado en forma aislada y otra, que surge de contrastar ambos signos. La primera clase de
significación está subordinada a la segunda y para destacar la diferencia la denomina valor
lingüístico.

Contraste por valor lingüístico


El signo, en efecto, comunica un valor lingüístico el cual deriva de su contraste con otros
signos con los que está vinculado.

Por ejemplo: “nieve”, “helado”, “hielo”, “glaciar”. Cada una se entiende en la medida que se
entiende la otra, porque podemos diferenciarlas una de otra. “Helado” no significa “nieve” y
“hielo” no significa “glaciar”, etc.

El principio que distingue el valor del significado, distingue también las formas entre sí y crea
el significado.

Diferencia y oposición
El motor del significado es la diferencia. Para la conformación de un sistema (que opera
creando diferencias entre ideas e imágenes sonoras) no se requieren términos positivos.
Este puede construirse sobre la base de la negación; porque si analizamos significantes y
significados de forma separada observamos que son diferencia pura.

Sin embargo, en donde significante y significado concluyen, es donde hallamos el elemento


positivo.

La forma de un signo difiere de la de los otros signos como forma; el concepto difiere de
otros como concepto.

Pero el signo en tanto que signo, no difiere de otros signos, sino que se diferencia en algo
que puede definirse apelando a un tercer término: la diferencia entre dos, tres es uno.
Diferenciarse implica simplemente que dos no es igual a tres.

Relaciones lineales y relaciones asociativas

16
Entre los signos lo que hay es oposición. En la lingüística sincrónica se distingue una
oposición básica de dos tipos de relaciones:
• Relaciones lineales: se refiere a los signos complejos o secuencias de signos con dos o
más componentes, ordenados en una línea o secuencia significativa: “montañas”, “escalar
montañas”, “las montañas”, etc.
• Relaciones no lineales (formales): asociaciones de forma o de significado, o de ambas
cosas que los hablantes establecen de manera automática ante cualquier signo: “montaña”,
“cabaña”, “campaña”, “campo”, “campesino”, etc.

Terry Eagleton
Una introducción a la Teoría Literaria

III - Estructuralismo y Semiótica

En este texto se realiza un recorrido histórico sobre diversos autores que han aportado a la
práctica estructuralista y moldearon lo que a futuro se conocería como semiótica o
semiología. Aportes del estructuralismo a la semiótica.
El estructuralismo no es un movimiento, es una actividad. Se interesa en las estructuras y
en el estudio de las leyes generales, que regulan fenómenos individuales. La clave del
estructuralismo es que las unidades individuales de cualquier sistema, tienen significación
sólo en virtud de sus relaciones mutuas. Las imágenes carecen de significado ‘’sustancial’’,
sólo poseen un significado ‘’relacional’’.

A los estructuralista lo único que les importa son las unidades significativas ya que esas
son las relaciones que no se pueden separar. El contenido para los estructuralistas es
indiferente, a ellos les interesa el significado, las unidades individuales son reemplazables,
la significativas no son reemplazables, porque esa es la relación de poder entre ambos. En
gran parte, no toma en cuenta lo que de hecho ‘’dicen’’ los signos, sino que se concentra en
las relaciones internas que mantienen entre sí.

El estudio sincrónico del sistema de signos es realizado como un sistema completo en un


momento determinado en el tiempo y no de una forma histórica.

La insistencia del estructuralismo en el carácter "construido" del significado humano


representó un notable progreso. El significado no era ni experiencia privada ni un hecho de
origen divino: era el producto de ciertos sistemas comparativos de significación

El estructuralismo es "antihumanista", lo cual no significa que sus partidarios les roben


dulces a los niños sino que rechazan el mito de que el significado principia y termina con la
"experiencia" del individuo.

Estructuralismo y analisis psicoanalista o humanista


Los críticos psicoanalíticos o humanistas le dan otro enfoque al que realizan los
estructuralistas. Para ellos los elementos de un relato poseen cierta significación intrínseca;
además, a fin de comprenderla, hace falta recurrir a nuestros conocimientos sobre un
mundo ubicado fuera del texto.

17
Para los estructuralistas, las unidades individuales pueden ser reemplazables siempre y
cuando se conserve intacta la estructura de las relaciones internas del texto.
1. Al estructuralismo no le interesa que un relato determinado no pertenezca a la gran
literatura. El método ve con absoluta indiferencia el valor cultural de su objeto.
2. El estructuralismo es una afrenta premeditada contra el sentido común. Rechaza el
significado obvio del relato y procura aislar ciertas estructuras profundas del cuento
que no salen a la superficie.
3. Si se puede reemplazar el contenido particular de un texto, hay un sentido en el cual
puede decirse que el ‘’contenido’’ del relato es su estructura.

Aporte de Ferdinand de Saussure


El estructuralismo literario tuvo su mejor época en los años sesenta: consistía en un intento
por aplicar a la literatura los métodos e intuiciones del fundador de la lingüística estructural
moderna, Ferdinand de Saussure. Como no es difícil conseguir muchos de los estudios
introductorios al Curso de lingüística general (1916), obra de Saussure que marca toda una
época, me concretaré a un esbozo de sus posiciones centrales. Saussure consideró el
lenguaje como un sistema de signos que debía ser estudiado “sincrónicamente”, es decir,
estudiado como sistema completo en un momento determinado dentro del tiempo, no
“diacrónicamente” en su desarrollo histórico. Cada signo debía considerarse como
constituido por un “significante” (un sonido-imagen o su equivalente gráfico), y un
“significado” (es decir, el concepto u objeto al que representaba). Estas cuatro marcas
negras, g-a-t-o, son el significante que evoca al significado “gato” en la mente del lector. La
relación entre significante y lo significado es arbitraria: no existe razón intrínseca por la cual
esas cuatro marcas signifiquen “gato”; se trata de un acuerdo convencional de tipo cultural e
histórico. Fijémonos en la voz francesa chat. La relación entre todo el signo y aquello a lo
cual se refiere (a lo que Saussure denomina el “referente”, ese animal real con piel y cuatro
patas) es, por consiguiente, arbitraria. Cada signo dentro del sistema tiene significado sólo
por virtud de que se diferencia de otros. “Gato” no está “por sí mismo” dotado de significado,
sino porque no es “pato” o “rato” o “dato”. No importa cómo se modifique el significante,
siempre y cuando conserve su diferencia frente a todos los demás. No importa que la
palabra se pronuncie con diversos acentos a condición de que subsista esa diferencia. En el
sistema lingüístico, observa Saussure, “sólo existen diferencias”: el significado no se halla
misteriosamente inmanente en un signo; es funcional resultado de su diferencia con otros
signos. Por último, Saussure creía que la lingüística entraría en un enredo sin salida si se
ocupaba del habla real, de lo que él denominaba parole. A Saussure no le interesaba
investigar lo que la gente en realidad decía, sino la estructura objetiva de los signos que, en
primer lugar, hacían posible su habla, a lo cual llamaba langue. Tampoco le interesaban a
Saussure los objetos reales sobre los que habla la gente para estudiar efectivamente el
lenguaje, se han de poner entre paréntesis los referentes de los signos, las cosas que de
hecho se denotan.

Aporte de Roman Jakobson


Fue quien aportó el eslabón más importante entre el formalismo y el estructuralismo
contemporáneo.
Lo ‘’poético’’, consistía ante todo en que se colocara al lenguaje en una especie de
incómoda relación consigo mismo. En lo ‘’poético’’, el signo queda dislocado de su objeto:

18
se perturba la relación usual entre signo y referente, lo cual permite al signo cierta
independencia como objeto de valor en sí mismo.
En la poesía se pone la mira en los patrones de similitud, oposición, paralelismo, creados
por su sonido, significado y ritmo, y también por sus connotaciones.

Semiótica y estructuralismo
La escuela lingüística de Praga—Jakobson, Jan Mukarosky, Félix Vodicka, entre otros—
representa una especie de transición del formalismo al estructuralismo moderno. Trabajaron
con las ideas de los formalistas, pero las sistematizaron con mayor firmeza dentro del marco
lingüístico de Saussure.
Por cuanto llevamos dicho, los estructuralistas de Praga pueden dar la impresión de que, a
lo sumo, ofrecen una versión más científica de la Nueva Crítica.
Con la obra de la escuela de Praga, el término estructuralismo más o menos llega a fundirse
con el término “semiótica”. “Semiótica" o “semiología” significa estudio sistemático

Cuando hablamos de estructuralismo, nos estamos refiriendo a un método de investigación


que puede aplicarse a toda una gama de objetos, desde partidos de fútbol hasta sistemas
de producción en el terreno económico, semiótica se aplica más bien a un campo particular
de estudio, el de los sistemas que ordinariamente se considerarían signos: poemas, cantos
de pájaro, señales de semáforos, síntomas médicos, etc.
La semiótica comúnmente aplica métodos estructuralistas.

El fundador norteamericano de la semiótica, el filósofo C. S. Pierce, estableció una distinción


entre tres clases básicas de signos: el “icónico”, donde en alguna forma el signo se parece a
aquello a lo que representa (v. Gr., la fotografía de una persona); el “indexético” (donde el
signo de alguna manera se asocia con aquello de lo cual es signo: el humo con el fuego, las
manchas con el sarampión); y el “simbólico” (donde, como decía Saussure, el signo es sólo
un eslabón arbitraria o convencionalmente unido al referente)
lotman

No obstante esta extraordinaria riqueza verbal, no considera Lotman que la poesía o la


literatura puedan definirse partiendo de sus propiedades lingüísticas intrínsecas. El
significado del texto es más que una mera cuestión interna: también se halla inherente en la
relación del texto con sistemas de significado más amplios, con otros textos, códigos y
normas, tanto en la literatura como en toda la sociedad. Su significado se relaciona también
con el "horizonte de expectativas" del lector. Lotman asimiló bien las enseñanzas de la
teoría de la recepción. El lector es quien, por virtud de ciertos "códigos receptivos" a su
disposición, identifica como "recurso" tal o cual elemento de la obra; este recurso no es
meramente un rasgo interno sino una característica que se percibe a través de un código
especial y frente a un fondo textual definido. Lo que para una persona es recurso poético
puede ser para otra lenguaje de todos los días.

Aporte de Levi Strauss


Si el estructuralismo transformó el estudio de la poesía, también revolucionó el estudio de la
narrativa. Creó toda una nueva ciencia literaria -la narratología- cuyos exponentes más
influyentes han sido A. J. Greimas (lituano), Tzvetan Todorov (búlgaro) y los críticos
franceses Gérard Genette, Claude Bremond y Roland Barthes. El análisis estructuralista

19
moderno de la narrativa comenzó con los trabajos —verdaderamente precursores—sobre
los mitos del antropólogo estructuralista francés Claude Lévi-Strauss, el cual consideró
mitos aparentemente diferentes como variaciones de cierto número de temas básicos. Bajo
la inmensa heterogeneidad de los mitos se encontraban ciertas estructuras universales, a
las cuales podía reducirse cualquier mito en particular.
En la poesía, la naturaleza del significante, las pautas de sonido y ritmo establecidas por las
marcas que aparecen en la página son lo que determinan lo significado. La obra literaria
continuamente enriquece y transforma el significado que registra el diccionario, genera
nuevas significaciones mediante el choque y la condensación de sus diversos ‘’niveles’’.

Aporte de Vladimir Propp


El formalista ruso Vladimir Propp ya había tenido un comienzo prometedor con su libro
Morfología del cuento (1928), en el cual se reducen audazmente todos los relatos folclóricos
a siete "esferas de acción" y a treinta y un elementos fijos o "funciones". Cualquier relato
folclórico considerado en particular combina esas "esferas de acción" (el héroe, el ayudante,
el villano, la persona buscada, etc.) en formas específicas.

Aporte de Gerard Genette


En su Discours narratif (1972) establece una distinción entre récit, al cual considera como el
orden real de los sucesos del texto, histoire o secuencia en que esos sucesos “realmente”
ocurrieron y narration, la cual se refiere propiamente al acto de narrar. Las dos primeras
categorías equivalen a la clásica distinción formalista rusa entre "argumento" e "historia":
una novela o cuento de detectives por lo general comienza con el descubrimiento de un
cadáver y luego da marcha atrás para exponer cómo ocurrió el asesinato: este argumento
basado en los hechos invierte la “historia” o cronología real de la acción. Genette descubre
cinco categorías centrales del análisis narrativo.
El "orden" se refiere al orden temporal del relato, a cómo puede operar por prolepsis
(anticipación) o por analepsis (flashback) o anacronía, la cual se refiere a discordancias
entre "historia" y argumento".
● "Duración" significa la manera como el relato omite pasajes, los amplía, los resume,
hace una pausa, etc.
● En la “frecuencia” se examina si un suceso que ocurre una vez en la "historia" se
narra una sola vez, o si ocurre una sola vez pero se narra varias veces, o si ocurrió
varias veces y se narra varias veces, o si ocurrió varias veces pero se refiere una
sola vez.
● La categoría de "disposición" puede subdividirse en "distancia" y "perspectiva". La
distancia se ocupa de la relación entre la narración y sus propios materiales: es una
manera de referir la historia ("diégesis") o de representarla ("mímesis"), y pregunta si
el relato se hace en estilo directo, indirecto o "libre indirecto".
● La “perspectiva” es lo que, empleando un término tradicional, podría denominarse
“punto de vista”, que también puede subdividirse en varias formas: el narrador puede
saber más que sus personajes, menos que ellos o moverse al mismo nivel.
● El relato puede estar "no enfocado", presentado por un narrador omnisciente ajeno a
la acción, o bien "enfocado internamente", referido por un personaje ubicado ya en
una posición fija, ya en posiciones variables, ya en los puntos de vista de varios
personajes. También puede darse una forma de “enfoque externo”, en el cual el
narrador sabe menos que los personajes.

20
● Por último viene la categoría denominada "voz" que se refiere al propio acto de
narrar y a la clase a que pertenecen el narrador y lo narrado. En esta cuestión hay
varias combinaciones posibles entre el "tiempo del relato" y el "tiempo narrado",
entre el acto de referir la historia y los sucesos que se refieren: los sucesos pueden
referirse antes o después de que sucedan o, como en la novela epistolar, mientras
suceden. El narrador puede ser “heterodiegético” (cuando está ausente de su propio
relato, "homodiegético" (dentro de su relato, como en los relatos hechos en primera
persona) o "autodiegético" (cuando no sólo se halla dentro del relato sino que es
personaje principal).

¿Qué logró el estructuralismo?


El estructuralismo logró desmitificar la literatura, ésta, al igual que cualquier producto del
lenguaje, es una construcción cuyos mecanismos pueden ser clasificados y analizados
como los objetos de cualquier otra ciencia. No es un movimiento ni una escuela, es una
​actividad​. El objetivo de esta es ​reconstruir un “objeto”, ​de modo que en la reconstrucción se
puedan ver las reglas de funcionamiento (las funciones) de este objeto.
El estructuralismo era espeluznantemente anti-histórico. Rompió con la crítica literaria
tradicional de muchas maneras. El estructuralismo podía estudiar detalladamente un
producto pero se negó a estudiar las condiciones materiales de su elaboración.

Roland Barthes
La obra de Roland Barthes es vasta y sobre todo variada. Adhirió al estructuralismo y a fines
de los 60 viró hacia el posestructuralismo. Se destacó como profesor, crítico, ensayista,
articulista, semiólogo y poco antes de morir tenía en preparación lo que iba a ser su primera
novela. Acometió disímiles materias de estudio que van de la literatura a la fotografía y el
cine, pasando por la moda y otros fenómenos de la cultura de masas. Nos concentraremos
en sus "Elementos de semiología", un texto hoy envejecido pero que representa un primer
intento de sistematizar el universo de los signos, aplicando los clásicos conceptos
saussureanos más allá de su ámbito de origen. Su obra Mitologías, habitualmente
considerada como antecedente de los estudios culturales, ofrece al final un estudio, "El mito,
hoy", en clave estructuralista. Nos interesa, también, analizar sus escritos sobre la fotografía
y la publicidad, recogidos en Lo obvio y lo obtuso, puntapié inicial de un debate sobre la
imagen que se prolonga hasta el presente.

Resumen de Semiotuber

Clase 1
Barthes se dedica al estudio de las imágenes, está íntimamente ligado al surgimiento de la
semiología estructuralista francesa. Sin embargo, pasa del estructuralismo al
postestructuralismo.

Seminario “elementos de semiología” año 63. Auge del estructuralismo.


En este seminario barthes toma una serie de conceptos y los extrapola, los lleva a un
terreno totalmente extranjero. Estos elementos/parejas son:
● lengua / habla
● significante / significado

21
● sintagma / paradigma
● denotación / connotación

Barthes pone en tensión a estos conceptos con respecto a la gastronomía, el mobiliario, la


arquitectura y la moda. Barthes dice que en la gastronomía hay una lengua; ya que si vas a
un restaurante y pides plato principal entrada y postre, conformas un habla. Se da una
configuración de un sintagma; diferentes signos con significante y significado, combinados
por reglas que no son explícitas, dictadas de algún modo por las costumbres. Esta
configuración es un sintagma.

Explicación en menú/gastronomía: Hay una carta de menú con 3 listas, una para entradas,
otra para platos principales y una última para postres.
● Cada una de estas listas funciona como un paradigma, ya que tiene relaciones
asociativas, hay un principio de equivalencia dentro de cada lista que hace que los
platos tengan algo en común (los postres están en la lista postres, y en la lista de
platos principales sólo aparecen platos principales). Hay 3 paradigmas.
● Cuando una persona elige diferentes elementos de cada uno de los paradigmas, se
conforma un sintagma (signos articulados sintácticamente).

Vestimenta: con la vestimenta pasa algo similar: hay pantalones, camisas, buzos, etc. Hay
diferentes prendas que se utilizan dependiendo de la actividad que se vaya a realizar
● Un paradigma son los pantalones, otro paradigma podría ser el del calzado..
● Cuando elegimos todas esas prendas, o sea extraemos una prenda de cada
paradigma (también teniendo presente el fenómeno de la connotación y denotación,
en cuanto al valor que le agregamos a la remera de peñarol por ejemplo; el valor que
le denotamos al signo), conformamos un sintagma. Sintagma: persona
completamente vestida. Sintagma mal conformado: es una persona mal vestida de
acuerdo a nuestras costumbres

Los ejemplos anteriormente mencionados son sistemas semiológicos no verbales. Por lo


tanto la lengua pasa a ser un sistema de signos piloto. La lingüística es la ciencia
fundamental que va a proponer las herramientas teórico metodológicas con las cuales se va
a desarrollar la semiología en esos años. Sin embargo, esto dura poco. Se va a comprobar
rápidamente que nada de esto es fijo ni obedece a reglas inmutables. No hay jamás
estructuras universales eternas absolutas.

Aportes o críticas
● Morris: distingue entre tres ramas de la semiología: semántica, pragmática y la
sintáctica. El estudio de Barthes pertenece a la última rama ya que la sintáctica
estudia la posible articulación entre signos.

Clase 2
Texto “el mensaje fotográfico”. Barthes aborda la problemática de la fotografía en términos
de un mensaje sin código.
Barthes considera que la fotografía es el analogon perfecto de la realidad visual. Es una
copia inmejorable que supera los problemas de la pintura.

22
Barthes retoma dos conceptos de la tradición filosófica del siglo XIX:
● Denotación: Esfera de la objetividad.
● Connotación: Esfera de la subjetividad. Es el conjunto de ideas, sensaciones y
asociaciones que la imagen provoca. No tiene por que ser socialmente compartido.

Paradoja fotográfica: Barthes afirma que la fotografía es un mensaje sin código, entonces,
¿cómo es posible que la connotación (basada siempre en un código) esté apoyada en un
mensaje denotativo que justamente Barthes afirma que carece de código?

La imagen fotográfica se diferencia de la realidad en varios aspectos:


● Rectangular
● Bidimensional
● Fija
● Alteración cromática
● Foco
● Textura
● Un solo canal sensorial

Texto ‘’retórica de la imagen’’. Barthes aborda un trabajo fotográfico que está al servicio de
las pastas Panzani.
En esa imagen, y en la publicidad de pastas panzani, se evocan los colores de Italia, y eso
da como resultado la connotación de italianidad. Por otro lado, tenemos la reunión de
diferentes productos, todos amontonados en una bolsa, eso significa una nutrición variada y
rica, un valor que todo publicista querría asociar a un alimento que se está publicitando.
También connota la frescura, aunque se venda algo envasado, para dar a entender que se
mantiene el carácter natural y fresco.
A pesar del caos aparente, se tiene un cierto dinamismo en la imagen construido por una
distribución. Las cosas están desordenadas pero todo sigue una misma línea, lo cual aleja a
la imagen de cualquier dogmatismo, y la acerca a la espontaneidad de las cosas de la vida
cotidiana.
También la imagen responde a la representación pictórica de ‘’naturaleza muerta’’.

23
El mensaje fotográfico
La fotografía de prensa es un mensaje. Está constituido por:
● Una fuente emisora: La fuente emisora es el grupo de técnicos que forman la
redacción del periódico: unos hacen las fotos, otros eligen una en particular, la
componen, la tratan, y otros por último la titulan, le ponen un pie y la comentan.
● Un canal de transmisión: Esto es, el propio periódico y los elementos que
acompañan a la imagen.
● Un medio receptor.

La paradoja fotográfica
La fotografía es reducción del objeto pero nunca transformación. Es el analogon perfecto de
la realidad. Es un mensaje sin código. Con la fotografía no pasa lo mismo que con las artes
imitativas (cine, teatro, pintura) ya que estas tienen un doble sentido (denotación y
connotación) y la fotografía, en cuanto se presenta como un análogo mecánico de lo real, su
primer mensaje colma plenamente su sustancia (la denotación). La fotografía sería la única
estructura de la información que estaría exclusivamente constituida por un mensaje
denotado.
La paradoja fotográfica residiría en la coexistencia de dos mensajes:
● Uno de ellos sin código (el análogo fotográfico)
● Otro con código (el arte, el tratamiento, la escritura o la retórica de la fotografía)
La paradoja reside en que el mensaje connotado se desarrolla a partir de un mensaje sin
código. El mensaje fotográfico es un mensaje continuo.

Los procedimientos de connotación de la imagen fotográfico


La connotación, es decir la imposición de un sentido secundario al mensaje fotográfico
propiamente dicho, se elabora en los diferentes niveles de producción de la fotografía
(selección, tratamiento técnico, encuadre, compaginación): es, en suma, una codificación
de lo analógico fotográfico. Es posible, por consiguiente, ir desentrañando procedimientos
de connotación.
● Trucaje: El interés que el trucaje presenta como método reside en que interviene, sin
previo aviso, dentro del plano de denotación; utiliza la particular credibilidad de la
fotografía para hacer pasar como mensaje simplemente denotado un mensaje que
está cargado de connotaciones.
● Pose: La pose de los personajes da pie a la lectura de los significados de
connotación.
● Objetos: La elección de los objetos fotografiados carga de sentido a la fotografía.
● Fotogenia: En la fotogenia, el mensaje connotado está en la misma imagen
‘’embellecida’’
● Esteticismo: Cuando la fotografía se convierte en pintura, es decir, en composición o
sustancia visual deliberadamente tratada por ‘’empaste de colores’’, lo hace tan solo
para significarse a sí misma como ‘’arte’’ o bien para imponer un significado
normalmente más sutil y complejo del que permitirían otros procedimientos de
connotación.
● Sintaxis: Secuencia de imágenes que en su encadenamiento generan un sentido.

24
Se podría decir que los procedimientos de connotación no forman parte de la estructura
fotográfica.

El texto y la imagen
El texto constituye un mensaje parásito, destinado a connotar la imagen a uno o varios
significados secundarios. Antes la imagen ilustraba el texto (lo hacía más claro) ahora es
al revés, el texto se impone a la imagen, funciona como codificación que limita la
connotación de la fotografía.

La insignificancia fotográfica
Gracias a su código de connotación, la lectura de la fotografía siempre es histórica; depende
del ‘’saber’’ del lector, igual que si fuera una verdadera lengua, que sólo es inteligible para el
que aprende sus signos.
● Connotación perceptiva
● Connotación cognitiva
● Connotación ideológica

Retórica de la imagen

Los tres mensajes


Un sistema de connotación es el que toma los signos de otro sistema para convertirlos en
sus propios significantes; de manera que a partir de ahora, llamaremos denotada a la
imagen literal y connotada a la simbólica.
Plantea como ejemplo la imagen de Panzani, la pasta. La imagen proporciona un primer
mensaje de sustancia lingüística, sus soportes son el texto, explicativo, marginal, y las
etiquetas.
El mensaje podría descomponerse en más, ya que el signo Panzani no solo significa la
firma, sino también la italianidad, el mensaje lingüístico, al menos en esta imagen es doble:
de denotación (lo natural) y connotación (tiene una inducción cultural), sin embargo, como
aparece un solo mensaje escrito, lo consideramos como un solo mensaje.
Suponiendo que nuestra lectura de la fotografía es satisfactoria, la fotografía analizada nos
propone tres mensajes: un mensaje lingüístico, un mensaje icónico codificado, y un mensaje
icónico no codificado.
Es fácil separar el mensaje lingüístico del icónico, ¿pero cómo podemos distinguir entre los
otros dos que ambos son icónicos? Por supuesto que la distinción no se realiza de forma
espontánea, el espectador de la imagen recibe a la vez el mensaje perceptivo y el mensaje
cultural.

● Primer mensaje: Lo entrega de inmediato porque su sustancia es lingüística; la


leyenda, etiquetas insertadas en la escena. Para ser descifrado solo se necesita el
conocimiento del idioma en el que está escrito. La asonancia de panzani denota
italianidad, por ende el mensaje lingüístico es doble, de denotación y connotación.
● Segundo mensaje: Segundo signo, el tomate, ajo, la italianidad, se conecta con el
primero por el lenguaje.

25
● Tercer mensaje: signos discontinuos, exigen saber cultural y global. El tercer mensaje
lo constituye los objetos reales de la escena. La relación tautológica entre
significados y significante entre los significados y significante de la fotografía.

El mensaje lingüístico
Los tres mensajes: (Publicidad de Panzani)
Primer mensaje- Lingüístico: Lo entrega de inmediato porque su sustancia es lingüística;
la leyenda, etiquetas insertadas en la escena. Para ser descifrado solo se necesita el
conocimiento del idioma en el que está escrito. La asonancia de Panzani denota italianidad,
por ende, el mensaje lingüístico es doble, de denotación y connotación.

Segundo mensaje - Icónico codificado, imagen simbólica, connotada.: Segundo signo,


el tomate, ajo, la italianidad, se conecta con el primero por el lenguaje.

Tercer mensaje - Icónico no codificado, imagen material, denotada.: signos


discontinuos, exigen saber cultural y global. El tercer mensaje lo constituyen los objetos
reales de la escena. La relación tautologica entre significados y significante entre los
significados y significante de la fotografía.

Se le añade otro signo al tener en cuenta que la imagen es publicitaria y tiene fines
comerciales.

Hoy en día parece ser que, en cuanto a la comunicación de masas, el mensaje lingüístico
está presente en todas las imágenes: bien bajo la forma de titular, texto explicativo, artículo
de prensa, diálogo de película, o globo de cómic; esto muestra que no es demasiado exacto
hablar de una civilización de la imagen: aun constituimos, y quizá más que nunca, una
civilización basada en la escritura.

Funciones del texto respecto a la imagen:


● Anclaje: encasilla a un significado específico (ej. Fotografía periodística). El texto
conduce al lector a través de los distintos significados de la imagen, le obliga a evitar
unos y recibir otros. El anclaje es control con respecto a la libertad de significación
de las imágenes. El texto toma un valor represor.
● Relevo: imagen y texto funcionan complementariamente( ej. comics, manga).

La imagen es de carácter polisémico y es el mensaje lingüístico el que orienta la


significación deseada. Dispone de sentidos que no se encuentran en la imagen.

La imagen denotada
Análisis de la dennotación.
¿Qué consecuencias tiene la codificación del mensaje denotado sobre el mensaje
connotado?
La codificación literal prepara y facilita la connotación. En efecto, en fotografía al menos al
nivel del mensaje literal, la relación entre significado y significante no es de transformación

26
sino que es de registro. La fotografía es el haber estado allí, en toda fotografía se da esa
evidencia.

Mitologías - El Mito
Sería útil recordar que la semiología postula una relación entre dos términos, un significante
y un significado. Esta relación se apoya en objetos de orden diferente; por eso decimos que
no se trata de una igualdad sino de una equivalencia. Mientras el lenguaje común me dice
simplemente que el significante expresa el significado, en cualquier sistema semiológico no
nos encontramos con dos, sino con tres términos diferentes. Lo que se capta no es un
término por separado, uno y luego el otro, sino la correlación que los une: tenemos entonces
el significante, el significado y el signo, que constituye el total asociativo de los dos primeros
términos.

La semiología sólo puede tener unidades a nivel de las formas y no de los contenidos; su
campo es limitado, se asienta sobre un lenguaje, realiza una sola operación: la lectura o el
desciframiento.

La clave del planteamiento de Roland Barthes es la aplicación del método estructuralista a


todos los fenómenos sociales, reduciéndolos a un sistema de signos. La finalidad es explicar
los hechos sociales desde sus relaciones internas y tratar al lenguaje como una
construcción social. Una práctica es social cuando libera un mensaje.

El mito es un habla por su naturaleza lingüística.

El mito como sistema semiológico


Cualquier concepto, objeto o idea es susceptible de convertirse en un mito, siempre y
cuando se den determinadas condiciones. Los mitos no son naturales, los crea el ser
humano con una intención concreta y para transmitir determinado mensaje.
La semiología es una ciencia de las formas ya que explica las significaciones
independientemente de su contenido.
Barthes considera que los mitos son un sistema semiológico segundo que parten de un
sistema semiológico primero.

27
Es un ​sistema semiológico segundo​: trabaja sobre ​una materia ya creada​, tiene un soporte
preformado, una imagen ya creada como signo, pero el mito no depende de su soporte ni su
forma. Esto hace que ​el mito pueda ir cambiando históricamente​, aunque la forma en que se
construye un mito es la misma ahora que desde hace siglos.

28
La forma y el concepto
El significante del mito se presenta en forma ambigua: es, a la vez, sentido y forma, lleno de
un lado, vacío del otro. Como sentido, el significante postula de inmediato una lectura, se lo
capta con los ojos, tiene realidad sensorial, tiene riqueza. Cómo suma de signo lingüísticos,
el sentido del mito tiene un valor propio, forma parte de una historia. El sentido ya está
completo, postula un saber, un pasado, una memoria, un orden comparativo de hechos, de
ideas, de decisiones. El sentido contenía un sistema de valores, la forma ha alejado toda
esa riqueza. La forma del mito no es un símbolo.

Significado: el concepto está determinado; es a la vez histórico e intencional. El concepto


restablece una cadena de causas y efectos, el concepto nunca es abstracto. Un significado
puede tener varios significantes; el significante lingüístico y el psicoanalítico. También el
concepto mítico, que tiene a su disposición una masa ilimitada de significantes. El concepto
es cuantitativamente, mucho más pobre que el significante.

En los conceptos míticos no hay ninguna fijeza: pueden hacerse, alterarse, deshacerse,
desaparecer completamente. Precisamente porque son históricos, la historia con toda
facilidad puede suprimirlos. Esta inestabilidad obliga al mitólogo a manejar una terminología
adaptada sobre la que quisiera decir algunas cosas, pues a menudo es fuente de ironía: se
trata del neologismo. El concepto es un elemento constituyente del mito: si deseo descifrarlo
me es absolutamente necesario poder nombrar los conceptos. El neologismo conceptual no
es nunca arbitrario: está construido sobre regla proporcional muy sensata.

● El ​significante ​(imagen acústica) en el mito puede ser considerado desde dos puntos
de vista: como ​término final del primer sistema lingüístico ​(sentido) o como ​término
inicial del sistema mítico ​(forma). Respecto al ​significado​, no hay ambigüedad
posible: le dejaremos el nombre de concepto. El tercer término es la correlación de
los dos primeros​: en el sistema de la lengua es el signo. Pero no podemos retomar
esta palabra sin que se produzca ambigüedad, ya que, en el mito (y ésta es su
principal particularidad), el significante se encuentra formado por los signos de la
lengua​. Al tercer término del mito lo llamaré significación.
● Sentido​: es el ​término final del primer sistema lingüístico​, tiene ​realidad sensible​,
material. Se basta a sí mismo, tiene historia, tiene todo para ser completo.
● Forma​: es el término inicial del sistema mítico, opera por un empobrecimiento del
sentido, pero no lo suprime.
● Concepto​: ​Instala la nueva historia​, completa el elemento que fue vaciado por la
forma. Es: ​• ​histórico​: depende de la coyuntura histórica. • ​intencional​: porque el mito
siempre tiene un fin, un objetivo, debe ser apropiado al fin. • ​difuso​: porque no está
en ningún lado, no aparece expresamente en ningún componente porque se
necesita un conjunto de componentes para hacer al concepto. Es ​cualitativamente
más débil que la forma​, el mismo concepto puede estar expresado en diversos
significantes.

29
La significación
La significación es el mito mismo. En el mito los dos primeros términos son perfectamente
manifiestos: uno está “escondido” detrás del otro, los dos se dan aquí. Por más paradójico
que pueda parecer, el mito no oculta nada: su función es la de deformar. Dos tipos de
manifestación: la presencia de la forma es literal, inmediata: además es extensa. El vínculo
que une el concepto del mito al sentido es esencialmente una relación de deformación, esta
deformación es sólo posible porque la forma del mito ya está constituida por un sentido
lingüístico . → El concepto aliena al sentido. Siempre hay que tener en cuenta que el mito es
un sistema doble, en él se produce una suerte de ubicuidad: la partida del mito está
constituida por la llegada de un sentido. Para conservar una metáfora espacial carácter
aproximativo ya he señalado, diría que la significación del mito está constituida por una
torniquete incesante que alterna el sentido cante y su forma, un lenguaje-objeto y un guaje,
una conciencia puramente significante y conciencia puramente imaginante; esta alternancia
en cierta manera es recogida por el concepto que se vale de ella como de un significante
ambiguo, a la vez intelectivo e imaginario, arbitrario y natural.
El mito es un valor, su sanción no consiste en ser verdadero: nada le impide ser una
coartada perpetua; le basta que su significado tenga dos caras para disponer siempre de un
más allá: el sentido siempre se encuentra en su lugar para presentar la forma; la forma está
siempre allí para distanciar el sentido. Tercer elemento de la significación: su motivación. Se
sabe que en la lengua el signo es arbitrario: nada obliga "naturalmente" a la imagen acústica
del árbol a significar el concepto árbol: el signo, en este caso, es inmotivado. Sin embargo
esa arbitrariedad tiene límites que corresponden a las relaciones asociativas de la palabra:
la lengua puede producir un fragmento del signo por analogía con otros signos (por ejemplo,
en francés se dice aimable y no amable, por analogía con aimer). La significación mítica
nunca es completamente arbitraria, siempre es parcialmente motivada, contiene fatalmente
una dosis de analogía.

Lectura y desciframiento del mito


Lectura y desciframiento del mito ¿Cómo es recibido el mito? Es preciso retornar, una vez
más, a la duplicidad de su significante, sentido y forma al mismo tiempo. Según ponga la
atención en uno u otro o en los dos a la vez, producirá tres tipos diferentes de lectura.
● Si pongo mi atención en un significante vacío, dejo que el concepto llene la forma del
mito sin ambigüedad y me encuentro frente a un sistema simple, en el que la
significación vuelve a ser literal
● Si pongo mi atención en un significante lleno, en el que distingo claramente el
sentido de la forma y, por consiguiente, la deformación que uno produce en la otra,
deshago la significación del mito, lo recibo como una impostura.
● Por último, si pongo mi atención en el significante del mito como en un todo
inextricable de sentido y de forma, recibo una significación ambigua: respondo al
mecanismo constitutivo del mito, a su dinámica propia, me convierto en el lector del
mito.

El mito como lenguaje robado


El mito es siempre un robo de lenguaje. La lengua se presta al mito de otra manera: es muy
raro que imponga desde el primer momento un sentido pleno, indeformable. Esto se debe a
la abstracción de su concepto: el concepto de árbol es vago, permite múltiples

30
contingencias. Sin duda, la lengua dispone de todo un aparato apropiativo (este árbol, el
árbol que, etc.). Pero queda siempre, alrededor del sentido final, un espesor virtual en el que
flotan otros sentidos posibles: el sentido puede ser casi constantemente interpretado. Podría
decirse que la lengua propone al mito un sentido en hueco. El mito puede fácilmente
insinuarse, dilatarse en él: es un robo por colonización .
La poesía ocupa la posición inversa del mito: el mito es un sistema semiológico que
pretende desbordarse en sistema factual; la poesía es un sistema semiológico que pretende
retractarse en sistema esencial.
El mito puede, en última instancia, significar la resistencia que se le opone. Realmente la
mejor arma contra el mito es, quizás, mitificarlo a su vez, producir un mito artificial: y este
mito reconstituido será una verdadera mitología. Puesto que el mito roba lenguaje ¿por qué
no robar el mito? Bastará para ello con hacer de él mismo el punto de partida de una tercera
cadena semiológica, con poner su significación como primer término de un segundo mito.

La burguesía como sociedad anónima


El mito consiente la historia en dos puntos: por su forma, sólo relativamente motivada; por
su concepto, que por naturaleza es histórica. Nuestra sociedad es el campo privilegiado de
las significaciones míticas. Necesitamos ahora decir por que.
Nuestra sociedad es todavía una sociedad burguesa. Ahora bien, en la denominación de
ese
régimen se produce un fenómeno notable: como hecho económico, la burguesía es
nombrada sin dificultad: el capitalismo se profesa. Como hecho político, no se reconoce a sí
misma: no hay partidos "burgueses". Como hecho ideológico, desaparece completamente:
Ia burguesía ha borrado su nombre al pasar de lo real a su representación, del hombre
económico al hombre mental. La burguesía se define como Ia clase social que no quiere ser
nombrada. Este fenómeno de ex nomination es importante.
Este anonimato de la burguesía se vuelve aún más notable cuando se pasa de Ia cultura
burguesa propiamente dicha a sus formas desplegadas, vulgarizadas, utilizadas, a lo que
podríamos Ilamar Ia filosofia pública, la que alimenta la moral cotidiana, las ceremonias
civiles, los ritos profanos, en una palabra, las normas no escritas de la vida de relación en la
sociedad burguesa.Todo, en nuestra vida cotidiana, es tributaria de Ia representación que la
burguesía se hace y nos hace de las relaciones del hombre y del mundo. Estas formas
"normalizadas" llaman poco la atención si se compara a la dimensión de su amplitud; su
origen puede perderse con facilidad. Las normas burguesas son vividas como las leyes
evidentes de un orden natural.
La deserción del nombre burgués no es, por lo tanto, un fenómeno ilusorio, accidental,
accesorio, natural o insignificante: es la ideología burguesa misma, el movimiento por el cual
la burguesía transforma la realidad del mundo en imágenes del mundo, la historia en
naturaleza. En resumen, en Ia sociedad burguesa contemporánea, el pasaje de lo real a lo
ideológico se define como el pasaje de una antifisis (antinatural) a una seudofisis.

El mito es un habla despolitizada


Y es aquí donde volvemos a encontrar el mito. La semiología nos ha enseñado que el mito
tiene a su cargo fundamentar, como naturaleza, lo que es intención histórica; como
eternidad la que es contingencia. Este mecanismo es, justamente, Ia forma de acción
específica de Ia ideología burguesa.

31
De la misma manera que la ideología burguesa se define por la defección del nombre
burgués, el mito está constituido por la pérdida de Ia cualidad histórica de las cosas: las
cosas pierden en él el recuerdo de su construcción. La función del mito es eliminar lo real;
es, estrictamente, un derrame incesante, una hemorragia o, si se prefiere, una evaporación,
en síntesis, una ausencia sensible.
A esta altura nos resulta posibles completar Ia definicion semiologia del mito en la sociedad
burguesa: el mito es un habla despolitizada. Naturalmente, es necesario entender política en
el sentido profundo, como un conjunto de relaciones humanas en su poder de construcción
del mundo; sobre todo es necesario dar un valor activo al sufijo des: aquí representa un
movimiento operatorio, actualiza sin cesar una defection.
El mito no niega las cosas, su función, por el contrario, es hablar de ellas; simplemente las
purifica, las vuelve inocentes, las funda como naturaleza y eternidad, les confiere una
claridad que no es la explication, sino de Ia comprobación: si compruebo la imperialidad
francesa sin explicarla, estoy a un paso de encontrarla natural, que cae por su propio peso;
me quedo tranquilo.
Entonces, el mito siempre es un habla despolitizada? Podríamos responder, con Marx, que
el objeto más natural contiene, por más débil y disipada que sea, una huella política, Ia
presencia más o menos memorable del acto humano que la ha producido, dispuesto,
utilizado, sometido o rechazado. El lenguaje-objeto, que habla las cosas, puede manifestar
fácilmente esta huella; el metalenguaje, que habla de las cosas, puede hacerlo mucho
menos. Existen, por lo tanto, mitos fuertes y mitos débiles.
Para juzgar la carga política, de un objeto y el vado mítico que se amolda a ella, nunca hay
que situarse desde el punto de vista de la significación, sino desde el punto de vista del
significante, es decir de la cosa oculta. Y en el significante, es preciso situarse en el punto
de vista del lenguaje-objeto, es decir, del sentido.

El mito, en la izquierda
Si el mito es habla despolitizada, existe por lo menos un habla que se opone al mito: el
habla que permanece política. El mito se presenta como habla despolitizada pero tiene
ideología. Existe por lo tanto un lenguaje que no es mítico: el lenguaje del hombre productor.
Toda vez que el hombre habla para transformar lo real y no para conservar lo real como
imagen, cuando liga su lenguaje a Ia elaboración de cosas, el metalenguaje es devuelto a
un lenguaje-objeto, el mito es imposible. Por eso el lenguaje verdaderamente revolucionario
no puede ser un lenguaje mítico. Porque produce un habla plenamente —es decir política al
comienzo y al final, y no como el mito, que es un habla inicialmente política y finalmente
natural- Ia revolución excluye al mito.
El mito no puede establecerse si tenemos un contacto real con Ia acción, pero si hay una
asociación en primer nivel con algo en particular entonces si se mitifica.
Se me ha preguntado si había mitos "de izquierda". Desde luego, en la medida en que la
izquierda no es la revolución. El mito de izquierda surge precisamente en el momento en
que la revolución se transforma en "izquierda", es decir, en que acepta encubrirse, velar su
nombre, producir un metalenguaje inocente y deformarse en "naturaleza".
La burguesía se encubre y por eso es mito por otra parte, la revolución se proclama como
revolución entonces no hay mito. El mito de izquierda surge cuando la revolución se
esconde y se empieza a llamar política de izquierda. Pues si, el mito existe en la izquierda,
pero de ningún modo tiene las mismas cualidades que el mito burgués. El mito de Ia
izquierda es inesencial. La vida cotidiana le es inaccesible: no existe, como sociedad

32
burguesa, mito "de izquierda" que concierne al matrimonio, a la cocina, la casa, el teatro, la
justicia, Ia moral, etc. Además es un uso accidental, no tiene intenciones de plantar un uso
económico. El mito de izquierda es
siempre un mito artificial de allí su pobreza.

El mito, en la derecha
Estadísticamente, el mito se encuentra en la derecha. Se apodera de todo: las justicias, las
morales, las estéticas, las diplomacias, las artes domésticas, la literatura, los espectáculos.
Aunque todavía no se pueden establecer las formas dialectales del mito burgués, podemos
si, esbozar sus formas retóricas. En este caso hay que entender por retórica un conjunto de
figuras fijas, ordenadas, insistentes, en las que se alinean las diversas formas del
significante mítico. A través de su retórica, los mitos burgueses dibujan la perspectiva
general de la seudofisis que define el sueño del mundo burgués contemporáneo. Estas son
sus principales figuras:
● La vacuna: Consiste en confesar el mal accidental de una institución de clase para
ocultar mejor su mal principal. Vive a partir de entonces en una economía de
compensación: como en toda sociedad anónima bien formada las partes pequeñas
compensan jurídicamente (pero no realmente) a las más grandes.
● La privación de la historia: El mito priva totalmente e historia al objeto del que hablar.
Nada es producido, nada es elegido: solo tenemos que poseer esos objetos nuevos
de los que se ha hecho desaparecer cualquier sucia huella de origen o de elección.
Esta evaporación milagrosa de la historia es otra forma de un concepto cornun a la
mayoría de los mitos burguesas: Ia irresponsabilidad del hombre,
● La identificación: El pequeño burgués es un hombre impotente para imaginar lo otro.Si
lo otro se presenta a su vista, el pequeño burgués se enceguece, lo ignora y lo
niega, o bien lo transforma en el mismo.
● La tautología: Es ese procedimiento verbal que consiste en definir lo mismo por lo
mismo. Nos refugiamos en la tautología como en el miedo, la cólera, o la tristeza,
cuando estamos faltos de explicación. La tautologia conlleva un doble
asesinato: se mata lo racional porque os resiste; se mata el lenguaje porque nos
traiciona.
● El ninismo: Llamo así a esa figura mitológica que consiste en plantear dos contrarios
y equiparar el uno con el otro a fin de rechazarlos a ambos (no quiero ni esto ni
aquello). También encontramos aquí una conducta mágica: cuando es incómodo
elegir, no se da la razón a ninguna de las dos partes; se huye de lo real, que resulta
intolerable.
● La cuantificación de la cualidad: Al reducir toda la cualidad a una cantidad, el mito
realiza una economía de inteligencia: comprende lo real con menos gasto.
● La verificación: El mito tiende al proverbio. La ideología burguesa invierte allí sus
intereses esenciales: el universalismo, el rechazo de explicación, una jerarquía
inalterable del mundo.

Necesidad y límites de la mitología

33
AI aceptar como auténtico que el hombre de la sociedad burguesa se sumerge a cada
instante en una falsa naturaleza, la mitología intenta encontrar, bajo las formas inocentes de
la vida de relación más ingenua, la profunda alienación que esas formas inocentes tratan de
hacer pasar inadvertida.
El hecho de que no lleguemos a superar una comprensión inestable de lo real es, sin duda,
la medida misma de nuestra alienación presente: navegamos permanentemente entre el
objeto y su desmitificación, impotentes para alcanzar su totalidad.

Julien Greimas
Este semiólogo lituano, radicado tempranamente en Francia, es uno de los principales
exponentes de la corriente estructuralista y de la llamada "escuela de París". Para Greimas,
nada que sea ajeno al propio texto merece ser considerado para su análisis. Este enfoque
inmanente, desinteresado en la información contextual y exclusivamente concentrado en las
estructuras internas se resume en la célebre frase del autor: "Fuera del texto no hay
salvación". Del repertorio greimasiano nos importa rescatar la noción de sema y sobre todo
la de isotopía.

Coherencia interna: la isotopía


La isotopía es una figura retórica que consiste en la agrupación de campos semánticos para
dar homogeneidad de significado al texto. Se entiende a la isotopía como ‘’un conjunto de
categorías semánticas redundantes que permiten la lectura uniforme’’ de un relato. Estas
categorías son un conjunto de semas que evitan la ambigüedad de sentido en los relatos. La
noción de isotopía sugiere: identidad, semejanza, y pertenencia a una determinada cadena
de significados.
Además, la isotopía es un concepto ligado a la cohesión textual y a la coherencia textual
que se van a manifestar al plano de la expresión o al plano del contenido a distintos niveles
fónicos, morfológicos y sintácticos.
La isotopía es lo que va a determinar la línea temática o de significación que se va a
desarrollar dentro de un relato o discurso.

Con el concepto de isotopía (proveniente de la física y de la química), Greimas aborda el


problema -intratextual- de la coherencia en los discursos.
La isotopía como propiedad semántica del texto.
El concepto de isotopía se basa en la existencia de redundancia, reiteración o repetición.
Por ello, la isotopía puede considerarse resultante de la repetición de elementos de
significación de igual categoría. Con este concepto, Greimas ha querido designar la
iteratividad a lo largo de una cadena sintagmática de unidades de contenido que aseguran
la homogeneidad del discurso. Podríamos decir que la isotopía es una propiedad semántica
del texto que permite destacar los planos homogéneos de significación y que se apoya
sobre la redundancia y reiteración en varios segmentos textuales de algunos elementos
semánticos idénticos.
● La noción de isotopía fue introducida por el semiólogo lituano A.J. Greimas en 1966
para caracterizar la repetición de expresiones con rasgos semánticos comunes,
dentro de ciertas unidades sintagmáticas como por ejemplo frases o textos .

34
● Se trata de núcleos de sentido distribuidos a lo largo de un texto, que cumplen una
función estructural relacionada con la consistencia textual, posibilitando una lectura
integradora.
● La isotopía es una propiedad semántica de los textos que no está asociada a ningún
género discursivo o literario en particular.
● En un mismo texto se puede observar una o más isotopías que, entrelazadas, son
partes constituyentes de su estructura.
“Un mensaje o una secuencia cualquiera del discurso no puede ser considerada como
isotopía si no posee uno o varios clasemas en común.”

Ejemplo: si la palabra “banco” (institución financiera) es un lexema, cada uno de los rasgos
semánticos comunes que evoca tales como “dinero”, “ahorro”, “crédito”, “previsión”, etc. se
llamarán semas. En este caso el clasema (categoría englobante de semas de una misma
clase) sería “economía”.

“...tanto el concepto de isotopía en Greimas como otras definiciones de coherencia y


cohesión, se basan en la existencia de redundancia, de reiteración o de repetición de
elementos similares o compatibles. Por ello, la isotopía puede considerarse resultante de la
repetición de elementos de significación de igual categoría.”

“...la isotopía equivale a un plano homogéneo de significación, donde la recurrencia sémica


señala la existencia de una coherencia semántica y textual. Se podría decir, con otras
palabras, que la isotopía es una propiedad semántica del texto que permite destacar los
planos homogéneos de significación y que se apoya sobre la redundancia y reiteración en
varios segmentos textuales de algunos elementos semánticos idénticos: estos últimos
constituyen una base sobre la cual se insertan las significaciones particulares de cada
segmento del texto, sin que su especificidad comporte ni dispersión ni inconciliabilidad de
los diversos sentidos.”

“Se puede unir la isotopía al concepto de pertinencia o de economía semiótica. Todo


elemento de un enunciado se inscribe, en efecto, en el contexto creado por los elementos
que lo precedieron. Se ve que hay aquí un efecto multiplicador de pertinencia: en un
enunciado redundante, se rebaja el coste semiótico del intercambio a la vez que se
maximiza su utilidad. Las informaciones ya proporcionadas sirven de telón de fondo a las
nuevas. Al asociarse a las primeras, producen nuevas informaciones y así sucesivamente.
En consecuencia, el enunciado ve reforzada su coherencia.”

“Un enunciado portador de una redundancia que asegura la homogeneidad de su sentido se


llama isótopo (la palabra isotopía designa esta homogeneidad). Un enunciado que viola
esta ley de homogeneidad es alótopo (se habla entonces de alotopía). Así, un enunciado
lingüístico como “bebo agua” es isótopo, mientras que “bebo hormigón” es alótopo. Un
dibujo donde, sobre un tronco humano, aparece la cabeza humana esperada es isótopo,
mientras que el mismo dibujo con una cabeza de caballo es alótopo, y lo será más todavía
con un yunque.”

35
Isotopía semántica:

La isotopía semántica aborda el problema de la coherencia intratextual.


Es un conjunto redundante (repetitivo) de categorías semánticas que hace posible una
lectura uniforme del texto.

Por otra parte, la existencia del discurso -y no de una serie de frases independientes- no
puede ser afirmada, según Greimas, si no se puede postular para la totalidad de las frases
que la constituyen una isotopía común, reconocible gracias a la recurrencia de categoría
lingüística o de un haz de categorías lingüísticas a lo largo de su desarrollo. Desde este
punto de vista, la isotopía, como elemento recurrente, permite definir la existencia del
discurso.

Victorino Zechetto
La semiótica es la disciplina que intenta explicar cómo se produce y cómo se capta el
sentido. Todos sabemos que se produce y se recepciona sentido a partir del contacto con
múltiples materias significantes. Llamamos materia significante a cualquier cosa que, en
contacto con ella, significa algo para nosotros, es decir, tiene significado.

Greimas y los discursos


La corriente semiótica desarrollada por Greimas y la denominada Escuela de París que él
integraba, se ocupó, fundamentalmente, de un determinado tipo de materia significante: los
discursos narrativos. Un discurso es una forma textual en la que se ponen en relación
distintos componentes que se articulan con una determinada coherencia. En esa articulación
todos y cada uno de los componentes del discurso van desplegando valores que, en virtud
de operaciones específicas, están en continua transformación. De esta forma se llama

36
semiótica narrativa a la semiótica que investiga la lógica del sentido de ese tipo particular de
discursos que adquieren la forma del relato

¿Qué es el sentido?
Como hemos dicho, a la semiótica narrativa le interesa poder describir y explicar cómo se
produce y recepciona sentido, a partir de un tipo específico de discursos que toman la forma
del relato. Lo que sucede, afirma Greimas, es que el sentido está antes de cualquier
producción discursiva. Es como si dijéramos que vivimos naturalmente inmersos en un
universo de sentido.
En rigor, entonces, el sentido es anterior a la producción semiótica. Por lo tanto, la semiótica
lo que hace es tomar ese sentido ya dado, estudiar su lógica y producir un nuevo discurso
sobre el sentido.
En pocas palabras —explica Greimas— la semiótica no produce sentido sino que reformula
el sentido ya dado procurando dotarlo de significación. Es como si la semiótica tratara de
hacer comprensible, inteligible, la estructura misma del sentido de cualquier objeto cultura

¿De que está compuesto el sentido? (La Semántica fundamental de las estructuras

semionarrativas)
Antes de explicar el pensamiento de Greimas al respecto, recordemos que un objeto
semiótico es cualquier cosa, cualquier producción cultural en su condición significante. En el
nivel profundo del análisis se procura proveer al analista de las unidades mínimas que
hacen posible el sentido (semántica fundamental) y la forma como se articulan esas
unidades para producir sentido (sintaxis fundamental). Es en este nivel donde se definen las
condiciones de existencia de los objetos semióticos.
En el nivel profundo del análisis se procura proveer al analista de las unidades mínimas que
hacen posible el sentido (semántica fundamental) y la forma como se articulan esas
unidades para producir sentido (sintaxis fundamental). Es en este nivel donde se definen las
condiciones de existencia de los objetos semióticos.
Entremos ahora a exponer la respuesta de Greimas a la pregunta que da título a este
apartado y expliquemos en qué consiste la semántica fundamental.

Semántica fundamental
La semántica fundamental se ocupa del análisis del plano del contenido y se caracteriza por
su alto nivel de abstracción. Partamos de un ejemplo. Supongamos que estamos leyendo un
cuento o viendo una película en la que indistinta o alternativamente se alude a uno de los
protagonistas como «hombre», como «león» o como «fiera». ¿Cómo es posible que el lector
o el espectador se den cuenta que cada uno de esos términos aluden al mismo objeto
semiótico? Vayamos por partes.
La significación existe, adquiere presencia, de dos maneras: de manera inmanente y de
manera manifiesta. Nosotros tomamos contacto con el modo manifiesto de la significación,
es decir con los términos que forman parte del discurso (en nuestro ejemplo, los términos
«hombre», «león» o «fiera»). Los términos que se manifiestan en los discursos, J. Greimas
los denomina fonemas o lexemas. Pero lo que liga a esos términos dentro de esa
producción cultural, dentro de ese discurso, no se percibe, es abstracto. Ese es el nivel
inmanente de la significación. En el nivel inmanente, el contenido de cada uno de esos

37
términos se llama semema. Podríamos decir que el semema es el sentido de los lexemas,
en tanto que se presenta como una organización sintáctica de las propiedades que
componen o dan sentido a ese término.
El semema —dice Greimas— es algo así como la «acepción» o «sentido particular» de una
palabra. Lo que articula a las propiedades en común de los sememas son categorías
sémicas que permiten vincular los términos del discurso y, en nuestro ejemplo, darnos
cuenta de que dentro de esa producción son tomados como equivalentes. ¿Y qué categoría
sémica es la que vincula a los lexemas «hombre», «fiera» o «león»? Por ejemplo, podría ser
la rudeza. Pero, cada uno de esos términos tiene otras propiedades que no son comunes a
los otros. Por ejemplo / racionalidad / es una propiedad que «hombre» no comparte ni con
«león» ni con «fiera», y / bestialidad / es una propiedad de las fieras y no (a veces) de los
hombres.
Las propiedades de los términos, Greimas, las llama semas. Los semas, entonces, son las
unidades elementales de la significación, son propiedades o elementos de los términos y
éstos pueden definirse como una colección de semas. El sema es de naturaleza relacional.
Esto quiere decir que cada sema aislado no significa nada, pero en relación con otro sema
perteneciente a la misma red relacional produce un determinado resultado que adquiere un
determinado contenido en el acto de la articulación. Como se ve, en Greimas la categoría
sémica (rudeza) es lógicamente anterior a los semas que la constituyen (dominio, fuerza,
virilidad, etc.) y al tener éstos una función diferencial, sólo pueden ser aprehendidos dentro
de una estructura.

Eliseo Verón
Tal vez sea Eliseo Verón el semiólogo latinoamericano de mayor renombre internacional. Su
teoría de la discursividad social, que abordaremos como una derivación de la semiótica
anglosajona, ha gozado de gran acogida no solamente en la Argentina, su país de origen.
La semiosis social -su obra más destacada- postula la existencia de discursos que en toda
sociedad se desenvuelven tanto bajo condiciones de producción como de reconocimiento.
Interesa recobrar esta perspectiva del análisis del discurso en una época de redes sociales

38
y otros recursos digitales que han venido para jugar un papel especial en la circulación
discursiva que de esa forma no queda restringida ni a los tradicionales medios masivos ni a
la face-to-face communication.

Resumen clase de semiotuber


Verón es famoso en Argentina por su teoría de los discursos sociales. El libro “Semiosis
social” reúne una serie de estudios provenientes de su estancia en parís en los años 70.

Apartado 4: Los discursos sociales


Verón realiza una crítica a
1. Saussure: se caracterizaba por su lingüística estructural, modelo binario del signo,
noción de sistema, enfoque inmanente, antropología estructuralista
2. Chomsky: se caracterizaba por su gramática generativa transformacional, creatividad
(actuación / competencia), estructura superficial / estructura profunda, enfoque
innatista, psicología cognitiva.

Según Verón estos enfoques no tienen en cuenta la producción social de sentido, al separar
el estudio del lenguaje de los procesos socioculturales.

Verón presenta una nueva noción, el DISCURSO; conecta lo global con lo social para
generar una nueva noción de discursividad.

Estudio de la teoría de los discursos sociales

Apartado 4: Discursos sociales


● El concepto de discurso rompe con la lingüística: Verón incorpora una dimensión
social en el discurso, la cual hace que la lingüística con sus instrumentos habituales
no pueda resolverlo por sí sola. La noción de discurso trasciende a la lingüística,
tiene una noción social, que la lingüística no puede abarcar por sí sola.
● La teoría de la discursividad o de los discursos sociales se inspira en el enfoque
temario de Peirce.
● Verón propone una rearticulación de la lingüística y la teoría del discurso social; ver
hasta qué punto el lenguaje está atravesado por fuerzas o presencias sociales y
hasta qué punto lo social debe de ser contemplado en su aspecto semiótico.

Verón plantea 2 problema de discursos sociales:


1. La materialidad del sentido: el sentido requiere de una materialización, ya que se
necesita un vehículo material para cargar de sentido un signo para que éste pueda
ser transmitido. No nos comunicamos con signos mentales, sino que siempre se
necesita una representación del signo. Naturaleza material que oficia de soporte.
2. La construcción de lo real en la red de la semiosis: lo real se construye en ese
proceso que transcurre en la sociedad.

39
Verón con todo esto, realiza una propuesta translingüística, que comprende a la lingüística,
pero que la trasciende. Hay que ver cómo el lenguaje actúa en la comunidad y en la historia
para así determinar la profundidad de su sentido.

Pensar no es más que encadenar una serie de operaciones que se llevan a cabo con
INTERPRETANTES. Generalmente nosotros sabemos cosas porque han llegado a nosotros
DISCURSOS, y no la experiencia en sí, por ejemplo COVID, nosotros nunca vimos el virus,
pero han llegado a nosotros discursos (en la medida en que se van sumando unos con
otros) que vamos asimilando, los cuales dejan en nosotros una REPRESENTACIÓN, en
este caso, una representación de la cual nosotros NO tenemos una experiencia directa. Esta
representación proviene de una DISCURSIVIDAD SOCIAL que nos llega a través de medios
masivos de comunicación, redes sociales, conversaciones privadas.

Divulgación científica: términos científicos se adaptan para que pueda llegar la info a
personas que no tienen el conocimiento necesario para sorprenderlo.

Apartado 5: “ El sentido como producción discursiva”


● El análisis del discurso trabaja sobre fragmentos del tejido de la semiosis (producto).
El análisis del discurso no puede de ninguna manera tomar todo el discurso, porque
es tan voluminoso que no se tiene un tiempo necesario que permita procesar toda la
carga de discurso que funciona en la sociedad; solo podemos tomar fragmentos de
discurso, ‘’paquetes de texto’’ para así poder realizar un análisis. Jamás se accede al
discurso en su totalidad.
● El sistema productivo deja huellas en los productos. Esa semiosis que es un
proceso, se presenta entonces bajo la forma de textos concretos y por tanto,
productos. Estas huellas pueden ser buenas o malas; se relaciona el artículo que
tiene ciertas huellas con el origen, en un determinado sistema productivo discursivo.
● Analizando productos se reconstruyen los procesos. Analizando ciertos productos
(textos por ejemplo), se llega a la dinámica de reconstruir un proceso.

La teoría de los discursos sociales es un conjunto de hipótesis sobre los modos de


funcionamiento de la semiosis social.

Por semiosis social entiendo la dimensión significante de los fenómenos sociales: el estudio
de la semiosis es el estudio de los fenómenos sociales en tanto procesos de producción de
sentido. Los fenómenos sociales tendrán ahora una dimensión significante. No puede haber
fenómenos sociales que no comuniquen nada, que no produzcan sentido.

2 hipótesis de base
a. “Toda producción de sentido es necesariamente social: no se puede describir ni
explicar satisfactoriamente un proceso significante, sin explicar sus condiciones
sociales productivas”. Para comprender lo que sucede en una tribuna, por ejemplo,
nosotros tenemos que saber de dónde proviene eso, qué es lo que está por detrás,
cuales son las condiciones que hicieron posible el surgimiento de ese fenómeno
social.
b. “Todo fenómeno social es, en una de sus dimensiones constitutivas, un proceso de
producción de sentido”. En otras palabras, toda producción de sentido tiene un

40
anclaje social y todo fenómenos social, tiene una dimensión que es relativa a la
dimensión de sentido. DOBLE ANCLAJE; del sentido a lo social y de lo social en el
sentido. También hay una NATURALEZA DISCURSIVA (social) de la producción de
sentido (entrelazado en los comportamientos sociales).
Toda producción de sentido tiene un anclaje social. Todo fenómeno social tiene una
dimensión relativa a la producción de sentido. ➪ Doble anclaje ➪ Del sentido en lo social,
de lo social en el sentido.

“…sólo en el nivel de la discursividad el sentido manifiesta sus determinaciones sociales y los

fenómenos sociales develan su dimensión significante.”


“… es en la semiosis social donde se construye la realidad de lo social.”

“El análisis de los discursos sociales abre camino […] al estudio de la construcción social de
lo real …”

“Una teoría de los discursos sociales puede darse como meta el análisis de la producción de
lo real-social’’

Siempre partimos de “paquetes” de materias investidas de sentido que conforman una


unidad, que se conserva para un análisis. Estos productos / paquetes se manifiestan en un
soporte material como fragmentos de la semiosis. Esta materialidad, dice Verón, es
condición necesaria para el estudio empírico de la producción de sentido. Un discurso es
una configuración espacio-temporal de sentido.
Con el término ‘’paquetes de sentido’’ Verón se refiere a una porción extraída de un
entramado simbólico mayor, que sería el resultado tangible de la cristalización del discurso.

Condiciones de :

a. Producción: Un discurso no nace de la nada, nace bajo un conjunto de condiciones que


favorecen y determinan su producción. Reglas en función de las cuales los discursos se
generan.
b. Reconocimiento: No basta con que un discurso se produzca, también tiene que ser
reconocido. Hay condiciones de reconocimiento, en las cuales incide la formación de cada
uno y las experiencias anteriores.

“Es entre estos dos conjuntos de condiciones que circulan los discursos sociales.”
“El análisis de los discursos no es otra cosa que la descripción de las huellas de las
condiciones productivas en los discursos, ya sean las de su generación o las que dan
cuenta de sus efectos.”
Podría decirse que hay una tercera condición, la circulación; es entre la producción y el
reconocimiento que circulan los discursos sociales.

También hay reglas de lectura de los discursos. Los discursos se leen y se interpretan de
acuerdo a ciertas reglas: gramáticas de reconocimiento.

41
Con esas operaciones lógicas uno hace las reglas; pensar no es más que encadenar estas
operaciones, luego se produce un discurso, que deja MARCAS en los textos, las marcas
son propiedad significantes. Si el receptor entiende estas marcas, éstas pasan a ser huellas.
El analista siempre trata de convertir las marcas en huellas

● La distancia entre producción y reconocimiento es variable.


● No hay huellas de la circulación. No se puede acceder a la circulación.
● La circulación surge en el análisis como diferencia entre los dos tipos de huellas
● “Circulación” es el nombre de esa diferencia; la circulación es la diferencia que hay
entre la producción y el reconocimiento. Si constatamos la producción por un lado, y
el reconocimiento por otro, entonces el discurso ha circulado.

La semiosis social es una red significante infinita

“En la medida en que siempre otros textos forman parte de las condiciones de producción
de un texto o conjunto textual dado, todo proceso de producción de un texto es, de hecho,
un proceso de reconocimiento”
En el reconocimiento hay una instancia de producción y en la producción hay una instancia
de reconocimiento.
“... un conjunto de efecto de sentido, expresado como gramática de reconocimiento, sólo
puede manifestarse bajo la forma de uno o varios textos producidos”

“... estas gramáticas no expresan propiedades en sí de los textos; intentan representar las
relaciones de un texto o de un conjunto de textos con su más allá, con su sistema productivo
(social). Este último es necesariamente histórico”

“Una gramática de producción define un campo de efectos de sentido posibles … ”

La Semiosis Social - Lo ideológico y la cientificidad


Semejanzas y diferencias entre ciencia e ideología
Enfoques continuistas de la ciencia: estos enfoques carecen de dimensión estructural que
defina el hecho desde una perspectiva histórica y social. Al no ser relacionada con ninguna
dimensión estructural de lo social, la actividad científica permanece ligada a los actores que
son los agentes: ‘’los hombres de la ciencia’’. La forma pura de una historia continuista de
las ciencias, es la de una sucesión de biografías, relacionadas entre sí por lazos de
anterioridad, de inspiración o de ignorancia recíprocas. La clave de estos enfoques es el
talento individual. Una historia de las ciencias de inspiración continuista no puede sino
construirse alrededor de nombres propios.
En oposición a las perspectivas continuistas, los enfoques que se inspiraron en la noción de
‘’rúptura epistemológica’’ tratando de incorporarla a un cierto discurso marxista, propusieron
criterios estructurales sobre la naturaleza del conocimiento. Aquí la cuestión
ciencia/ideología se vuelve decisiva.
Sin duda alguna, corresponde a los partidarios de la ‘’ruptura’’, hacia fines de los años
sesenta, el mérito de haber recolocado el problema del surgimiento de las prácticas
científicas sobre el terreno que le corresponde: el de una teoría de la producción de

42
conocimientos, el de la diferencia (y las articulaciones) entre la cientificidad y lo ideológico.
La teoría de la ruptura solo ha sido, de hecho, la contra - ideología de los enfoques
continuistas.

¿Cuál es la diferencia entre ciencia e ideología?


El ‘’conocimiento científico’’ y su historia, conciernen a la producción de una cosa muy
particular: el sentido:
● Solo existe en sus manifestaciones materiales.
● El sentido producido que, tradicionalmente se llama ‘’conocimiento científico’’
aparece bajo una forma práctica (efectos prácticos: tecnologías y operaciones
sobre lo real) y bajo una forma teórica (los discursos de las ciencias).
La primera forma implica la transformación de operaciones discursivas en operaciones
no-discursivas de naturaleza práctica (aplicaciones del conocimiento científico). Este último,
bajo su forma teórica, es discurso. En otras palabras, hay que comenzar por conceptualizar
el conocimiento como un sistema de efectos de sentido discursivo. Lo ideológico existe
fuera del discurso de las ciencias y fuera de los discursos sociales en general. Lo ideológico
puede investir cualquier materia significante.
Siempre ha sido mucho más fácil afirmar una diferencia absoluta entre ‘’ciencia’’ e
‘’ideología’’ que comprender las relaciones necesarias entre lo ideológico y la cientificidad.
Las concepciones positivistas y marxistas planteaban a la ideología como error y parte de
las clases dominantes, y a la ciencia como la verdad, y parte de la clase obrera
revolucionaria. Estas perspectivas separan el producto del conocimiento del sistema
productivo, ignoran en consecuencia que lo ideológico es una dimensión constitutiva de todo
sistema social de producción de sentido. En definitiva, la cuestión acerca de la diferencia
entre ‘’ciencia’’ e ‘’ideología’’ no admite una respuesta: es una pregunta mal planteada.
Estos objetos no son comparables, es por esto, que no se puede hablar de sus diferencias.

La noción de ‘’ciencia’’ o de ‘’actividad científica’’ designa un conjunto de instituciones y de


sistemas de acción y de normas (lo que llamamos un sistema productivo) que se encuentra
en el interior de lo social. Es por ello, que la noción de ‘’ciencia’’ puede ser asociada a la de
un tipo de discurso: el reconocido socialmente como discurso producido por estas
instituciones. El aspecto ideológico de un discurso no es un tipo de discurso, no existe un
discurso ideológico, lo ideológico es el nombre de una dimensión presente en todos los
discursos producidos en el interior de una formación social, en la medida en que el hecho de
ser producidos en esta formación social, ha dejado sus ‘’huellas’’ en el discurso’’.

No se puede describir el proceso de producción de un discurso, o de un tipo de discurso,


sino en relación con un conjunto de hipótesis acerca de elementos extra - textuales (una
parte de lo extra - textual que se vuelve pertinente para el análisis discursivo de un conjunto
textual dado, también es textual).

Una teoría de lo ideológico forma parte de una teoría general de sentido. Por lo tanto, si
tratamos de tomar en serio la idea de constituir una teoría del sentido como dependiente de
un sistema productivo, no debemos olvidar que un sistema productivo está constituido por la
articulación entre:

43
● Producción: el análisis discursivo de un conjunto textual dado, debería permitir, por
un lado, la descripción de un campo de efectos de sentido, campo determinado por
las operaciones discursivas que operan en el material textual.
● Circulación: ‘’circulación’’ es el nombre del conjunto de mecanismos que forman
parte del sistema productivo, que definen las relaciones entre ‘’gramática’’ de
producción y ‘’gramática’’ de reconocimiento. Las condiciones de constitución de
este campo de efectos de sentido varía precisamente según la naturaleza de
circulación.
● Consumo - recepción: la teoría del sistema de producción de los discursos sociales
debería permitir, por lo tanto, entender el conjunto de variaciones del efecto de
sentido, en el nivel de la recepción para un tipo de discurso dado.

Conclusiones acerca de la cuestión ciencia - ideología


Ante todo, insistamos: lo ideológico no es el nombre de un tipo de discurso, sino una
dimensión de los discursos socialmente determinados; si se quiere, el nombre de una
lectura, que siempre es en principio posible hacer, de todo discurso socialmente
determinado.
¿En qué consiste esta dimensión? Concierne al conjunto de determinaciones sociales que
han marcado los discursos. En este nivel de análisis, en consecuencia, ‘’ideológico’’ es el
nombre del sistema de relaciones entre los discursos y sus condiciones de producción
(definidas en el contexto de una sociedad determinada).

La identificación de la dimensión ideológica en un texto consiste en la descripción de un


conjunto de operaciones discursivas que constituyen el proceso de producción.
Todo discurso está sometido a condiciones de producción determinadas. El discurso de las
ciencias está tan socialmente determinado como el discurso político.
Cuando hablamos de ciencia, nos referimos al conjunto productivo cuyo producto es el
‘’conocimiento científico’’. Con este uso, ‘’ciencia’’ sería entonces sinónimo de expresiones
tales como ‘’práctica de producción de conocimientos’’: estas expresiones designan un
conjunto de instituciones, de infraestructuras tecnológicas, de relaciones sociales, de
normas, etc. Este conjunto productivo produce conocimientos, cuya forma teórica es la de
un sistema de efectos de sentido discursivos. Con mayor precisión: este conjunto productivo
produce discursos que pueden ser el lugar de manifestación de un efecto de sentido
particular que se llama ‘’el conocimiento científico’’. Doy a este efecto de sentido el nombre
de cientificidad. Es precisamente en el nivel de los efectos de sentido, es decir, en el nivel
de las condiciones de recepción donde no solo es posible, sino necesario, introducir una
distinción respecto a dos tipos de efectos:
● Cientificidad: la ‘’cientificidad’’ es el efecto de sentido por medio del cual se instaura,
en relación con un dominio determinado de lo real, lo que se llama el ‘’conocimiento
científico’’. Está determinado ideológicamente en el nivel de sus condiciones de
producción. El efecto de sentido llamado ‘’cientificidad’’ puede producirse cuando un
discurso que describe un dominio de lo real, discurso sometido a condiciones de
producción determinadas, se tematiza a sí mismo, precisamente, como estando
sometido a condiciones de producción determinadas. Consiste en instaurar un
desdoblamiento en las relaciones de discurso con lo extra - discursivo.
● Efecto ideológico: El efecto de sentido que se puede llamar ‘’ideológico’’, es por el
contrario, la anulación de toda posibilidad de desdoblamiento: bajo el efecto

44
ideológico, el discurso aparece como teniendo una relación directa, simple y lineal,
con lo real. Dicho de otra forma: aparece como siendo el único discurso posible
sobre su objeto, como si fuese absoluto.
En otras palabras: sería ingenuo creer que todo discurso producido por los ‘’hombres de
ciencia’’ es conocimiento científico. A la inversa, el efecto de sentido ‘’cientificidad’’ puede
aparecer en los discursos que no fueron producidos por el sistema productivo de las
ciencias.
Lo ideológico es el nombre de las condiciones que hacen posible el conocimiento.
Recuperar lo ideológico como dimensión estructural de toda práctica
Sinteticemos lo esencial. Lo que hace que un discurso que se supone describe lo real, sea
un discurso científico no es una pretendida ausencia de ideología. Lo ideológico está
siempre necesariamente presente en el discurso de la ciencia: está presente en la medida
en que este último, como todo discurso, está sometido a condiciones de producción
determinadas. La distinción entre la cientificidad y el efecto ideológico es un asunto de
reconocimiento y no de producción. Lo que hace de un discurso científico un discurso
científico es la neutralización del efecto ideológico como resultado de la relación que el
discurso establece con sus relaciones con lo real, desdoblamiento que define el efecto de
cientificidad. Por lo tanto, este desdoblamiento no implica en absoluto un ‘’desprendimiento’’
del discurso en relación con lo ideológico; instaurando una relación con sus relaciones con
lo real, el discurso no se libera de no sé qué ‘’prisión’’ a la que habría estado sometido hasta
ese momento, puesto que este desdoblamiento no es otra cosa, que la puesta en evidencia,
por el discurso, de su sujeción a determinadas condiciones de producción. En otras
palabras, en un discurso, es la exhibición de su ideológico lo que produce la cientificidad.

La Semiosis Social - Discursos sociales


Hasta el momento hemos visto dos corrientes históricas:
● Por un lado la de la herencia saussureana con su modelo binario del signo. En la
base de su teoría, la lengua es un sistema. Tiene un enfoque inmanente, con la
finalidad de introducirse en un texto y tratar de comprobar cuáles son sus relaciones
internas.
● Por otro lado, un pensamiento ternario sobre la significación, encabezados por
Peirce y Frege.

Para realizar su teoría, Verón parte de la crítica a dos lingüistas: Saussure y Chomsky.
Chomsky formuló la gramática generativa - transformacional. Su concepción se basa en la
creatividad de producir y comprender enunciados con pocos elementos. Su enfoque es
innista, considera que el lenguaje es una cualidad innata del ser humano que ha dado pie a
la psicología cognitiva.
Según Verón, ninguno de los dos autores poseen un enfoque social y cultural y para poder
estudiar el lenguaje no se pueden obviar estos aspectos. El lenguaje en su manifestación
puede ser estudiado con los instrumentos de la lingüística, pero ese estudio es insuficiente
ya que deja de lado el aspecto social.
Es por esto, que una teoría de los discursos sociales se sitúa necesariamente en un plano
que no es el de la lengua.

45
Para Verón, el concepto de discurso hace estallar el modelo binario del signo y toma a su
cargo el ‘’pensamiento ternario sobre la significación’’. A este proyecto lo denomina ‘’teoría
de la discursividad’’ o ‘’teoría de los discursos sociales’’.
Es importante resaltar que no se puede acceder a la problemática de los discursos sociales
sirviéndonos de los instrumentos lingüísticos sobre los contextos sociales.

La Semiosis Social - El sentido como producción discursiva

Interpretante (se corresponde a) → Operaciones: es así porque al producir un discurso,


producimos operaciones lógicas
Signo (se corresponde a) → Discurso: necesitan de una materialidad. Cadena de
representamenes de signos
Objeto (se corresponde a) → Representación: construir una realidad es construir
representaciones del mundo social, que sería el objeto real.
Ejemplo:
Pensar no es más que encadenar una serie de operaciones que se llevan a cabo con
INTERPRETANTES. Generalmente nosotros sabemos cosas porque han llegado a nosotros
DISCURSOS, y no la experiencia en sí, por ejemplo: COVID, nosotros nunca vimos el virus,
pero han llegado a nosotros discursos (en la medida en que se van sumando unos con
otros) que vamos asimilando, los cuales dejan en nosotros una REPRESENTACIÓN, en
este caso, una representación de la cual nosotros NO tenemos una experiencia directa. Esta
representación proviene de una DISCURSIVIDAD SOCIAL que nos llega a través de medios
masivos de comunicación, redes sociales, conversaciones privadas…

46
La teoría de los discursos sociales es un conjunto de hipótesis sobre los modos de
funcionamiento de la semiosis social. La semiosis social es el estudio de los fenómenos
sociales en tanto procesos de producción de sentido.
Una teoría de los discursos sociales reposa sobre una doble hipótesis:
● Toda producción de sentido es necesariamente social: no se puede describir ni
explicar satisfactoriamente un proceso significante sin explicar sus condiciones
sociales productivas.
● Todo fenómeno social es, en una de sus dimensiones constitutivas, un proceso de
producción de sentido.
Es decir, toda producción de sentido tiene un anclaje social, y todo fenómeno social tiene
una dimensión relativa a la producción de sentido (doble anclaje del sentido en lo social, y
de lo social en el sentido).
Solo en el nivel de la discursividad, el sentido manifiesta sus determinaciones sociales y los
fenómenos sociales develan su dimensión significante, es decir si queremos ver qué está
pasando en lo social hay que ir al discurso. Todo tiene un aspecto significante.

Esta doble hipótesis es inseparable del concepto de discurso.


Discurso: Cualquiera que fuere el soporte material, lo que llamamos un discurso o un
conjunto discursivo o un conjunto discursivo no es otra cosa que una configuración espacio -
temporal de sentido. Ante todo, hay que subrayar que en su sentido amplio, la noción de
‘’discurso’ designa, no únicamente la materia lingüística, sino todo conjunto significante
considerado como tal (es decir, considerado como lugar investido de sentido) sean cuales
fueren las materias significantes en juego (el lenguaje propiamente dicho, el cuerpo, la
imagen, etc).

Dos problemas que plantea Verón en cuanto a los discursos sociales:


1) La materialidad de sentido: el sentido es algo que requiere de materialización, no hay
signo en un estado fuera del mundo material que oficie de soporte.
2) La construcción de lo real en la red de la semiosis: semiosis como una red compleja
e intrincada.
Para resolver estas problemáticas, Verón realiza una propuesta translingüística: de aquí se
va a basar la reflexión de Veron. Esta propuesta también la toma Bajtin. Bajtin también
entiende que el análisis solo de las palabras es insuficiente, para que nos revele el sentido
hay que sumergirse también en la historia y en los cambios sociales.

Condiciones productivas de los discursos sociales

1. Condiciones de producción: Determinaciones que dan cuenta de las restricciones de


generación de un discurso o de un tipo de discurso.
2. Condiciones de reconocimiento: Determinaciones que definen las restricciones de su
recepción.
Es entre estos dos conjuntos de condiciones que circulan los discursos sociales.
Las relaciones de los discursos con sus condiciones de producción por una parte, y con sus
condiciones de reconocimiento por la otra, deben poder representarse en forma sistemática;

47
debemos tener en cuenta reglas de generación y reglas de lectura: en el primer caso
hablamos de gramática de producción y en el segundo, de gramática de reconocimiento.
Una gramática de producción define un campo de efectos de sentido posibles.
Las condiciones de producción de un conjunto significante no son nunca las mismas que las
del reconocimiento.
Análisis de los discursos: Descripción de las condiciones productivas en los discursos, ya
sean las de su generación (1) o de sus ‘’efectos’’ (2). Las condiciones de producción de un
conjunto significante no son nunca las mismas que las del reconocimiento.
El análisis de los discursos no es externo ni interno.

Semiosis social: Es en la semiosis donde se construye la realidad de lo social. La semiosis


social es una red significante infinita. Tomemos como ejemplo los discursos sociales
constituidos de materia lingüística escrita: En la medida en que siempre otros textos forman
parte de las condiciones de producción de un texto o de un conjunto textual dado, todo
proceso de producción de un texto es un fenómeno de reconocimiento. Entre las
condiciones productivas de un discurso, hay siempre otros discursos. El conocimiento es un
efecto de sentido (fenómeno intersticial).

Fragmentos de un tejido

III - Diccionario de lugares no comunes


El diccionario de lugares no comunes es una lista de ciertos términos empleados para
ocuparse de los discursos sociales, y por lo tanto, de lo ideológico y del poder de los
discursos. El conjunto de la lista puede entonces dividirse en cuatro grupos de términos:

48
1. El primero comprende dos subgrupos: producción/ reconocimiento (condiciones
de) gramáticas de circulación. Abarcan lo esencial del esquema de sentido.
2. El segundo grupo incluye los términos: Ideología, ideológico, poder. Se plantea el
núcleo de la problemática sociológica que nos interesa.
3. En el tercer grupo se incluyen los temas: Discursos (análisis de los); Lingüístico
(análisis). Fronteras entre la evolución de la lingüística y el estudio de los discursos
sociales.
4. El cuarto grupo está dedicado a las principales nociones referentes a problemas de
metodología: Operación, desfase, interdiscursividad, lectura (s), texto, semiosis,
posición del sujeto.

Producción/Reconocimiento: Una gramática de producción o de reconocimiento tiene la


forma de un conjunto complejo de reglas que describen operaciones. O sea, una gramática
es siempre el modelo de proceso de producción discursiva. El movimiento del análisis
consiste en reconstruir el proceso de producción partiendo del -producto-,radica en pasar
del texto inerte a la dinámica de su producción. Estas condiciones contienen siempre otros
discursos, pero estos no forman parte del corpus, funcionan como condiciones de
producción o de reconocimiento. Tratándose de la problemática de lo ideológico y del poder,
esos elementos tendrán que ver con las dimensiones fundamentales (económica, política, y
social) del funcionamiento de la sociedad en el interior de la cual se produjeron tales
discursos. Producción/reconocimiento son los dos polos del sistema productivo de sentido
Circulación: proceso de desfase entre la producción y el reconocimiento, desfase que
puede adquirir formas muy diferentes según el tipo de producción sea considerada.
Diferencia entre la producción y los efectos de los discursos. Una superficie discursiva está
compuesta por marcas. Esas marcas pueden interpretarse como huellas de las operaciones
de engendramiento o como huellas que definen el sistema de referencias de las lecturas
posibles de ese discurso en reconocimiento. No hay huellas de la circulación: esta se define
como el desfase, que surge en un momento dado, entre las condiciones de producción del
discurso y las lecturas en la recepción. Las condiciones de la circulación son
extremadamente variables, según el tipo de soporte material-tecnológico del discurso y
también según la dimensión temporal que se tome en consideración, pues esta puede
concebirse como un continuum que va desde el estudio sincrónico a la diacronía del tiempo
de la historia.
Sincronía: las condiciones de la circulación dependen de las condiciones de
funcionamiento de la sociedad en un momento dado.
Gramática de producción: condiciones de generación de un discurso o un tipo de
discurso.
Gramáticas de reconocimiento: lecturas de que ha sido objeto el discurso (efectos).
Gramática: complejo de reglas que describen operaciones. Estas operaciones son las que
permiten definir ya sea las restricciones de generación, ya sea los resultados (en otra
producción discursiva) bajo la forma de una cierta lectura. Es siempre el modelo de un
proceso de producción discursiva. Puesto que el punto de partida del análisis son
inevitablemente los contingentes dados (el sentido incorporado en discursos observados), el
movimiento del análisis consiste en reconstruir el proceso de producción partiendo del
“producto”, radica en pasar del texto (inerte) a la dinámica de su producción. La operación
metodológica que consiste en constituir un corpus dado de discursos permite

49
automáticamente distinguir el corpus mismo de todos los demás elementos que deben
incluirse en el análisis pero que no están “en” el corpus. Tales elementos, que podemos
designar como extra discursivos, constituyen las condiciones o bien de la producción
o bien del reconocimiento. Esas condiciones contienen siempre otros discursos, pero estos
últimos no forman parte del corpus, funcionan en realidad como condiciones de producción
o de reconocimiento. Para que algo sea considerado como condición de producción de un
discurso o de un tipo de discurso, es necesario que haya dejado huellas en el discurso.
Mostrar que, si los valores de las variables postuladas como condiciones de producción
cambian, el discurso también cambia.
Una gramática (de producción o de reconocimiento) nunca es exhaustiva, puesto que todo
texto es un objeto heterogéneo y constituye el lugar de encuentro de una multiplicidad de
sistemas de determinación diferentes, es posible construir tantas gramáticas como maneras
de abordar el texto.

Producción/Reconocimiento:
Una gramática de producción o de reconocimiento tiene la forma de un conjunto complejo
de reglas que describen operaciones.
● Una gramática es siempre el modelo de proceso de producción discursiva.
● El movimiento del análisis consiste en reconstruir el proceso de producción partiendo
del -producto-, radica en pasar del texto inerte a la dinámica de su producción.
Estas condiciones contienen siempre otros discursos, pero estos no forman parte del
corpus, funcionan como condiciones de producción o de reconocimiento.
Tratándose de la problemática de lo ideológico y del poder, esos elementos tendrán que ver
con las dimensiones fundamentales (económica, política, y social) del funcionamiento de la
sociedad en el interior de la cual se produjeron tales discursos.
Producción/reconocimiento son los dos polos del sistema productivo de sentido

Circulación:
Proceso de desfase entre la producción y el reconocimiento, desfase que puede adquirir
formas muy diferentes según el tipo de producción sea considerada.
● Surge en un momento dado, entre las condiciones de producción del discurso y las
lecturas en la recepción.
● Diferencia entre la producción y los efectos de los discursos.
● Una superficie discursiva está compuesta por marcas. Esas marcas pueden
interpretarse como huellas de las operaciones de engendramiento o como huellas
que definen el sistema de referencias de las lecturas posibles de ese discurso en
reconocimiento.
● No hay huellas de la circulación

Las condiciones de la circulación son extremadamente variables, según el tipo de soporte


material-tecnológico del discurso y también según la dimensión temporal que se tome en
consideración, pues esta puede concebirse como un continuum que va desde el estudio
sincrónico a la diacronía del tiempo de la historia.

Sincronía: las condiciones de la circulación dependen de las condiciones de funcionamiento


de la sociedad en un momento dado.

50
Gramática: Es siempre el modelo de un proceso de producción discursiva. Complejo de
reglas que describen operaciones.

● Estas operaciones son las que permiten definir ya sea las restricciones de
generación, ya sea los resultados (en otra producción discursiva) bajo la forma de
una cierta lectura.

● El punto de partida del análisis son inevitablemente los contingentes dados (el
sentido incorporado en discursos observados)

● El movimiento del análisis consiste en reconstruir el proceso de producción partiendo


del “producto”, radica en pasar del texto (inerte) a la dinámica de su producción.

● La operación metodológica que consiste en constituir un corpus dado de discurso,


permite automáticamente distinguir el corpus mismo de todos los demás elementos
que deben incluirse en el análisis pero que no están “en” el corpus.

Elementos extradiscursivos:
Constituyen las condiciones o bien de la producción o bien del reconocimiento.
● Esas condiciones contienen siempre otros discursos, pero estos últimos no forman
parte del corpus, funcionan en realidad como condiciones de producción o de
reconocimiento.
● Para que algo se considerado como condición de producción de un discurso o de un
tipo de discurso, es necesario que haya dejado huellas en el discurso
● Mostrar que, si los valores de las variables postuladas como condiciones de
producción cambian, el discurso también cambia.

Gramática de producción: Condiciones de generación de un discurso o un tipo de discurso.

Gramáticas de reconocimiento: Lecturas de que ha sido objeto el discurso (efectos).


Una gramática (de producción o de reconocimiento) nunca es exhaustiva, puesto que todo
texto es un objeto heterogéneo y constituye el lugar de encuentro de una multiplicidad de
sistemas de determinación diferentes
Es posible construir tantas gramáticas como maneras de abordar el texto.

Metz
Habiéndose formado como lingüista, será Christian Metz quien, valiéndose de rica su
experiencia como espectador del séptimo arte, fundará en los años 60 una fecunda área de
estudios: la semiótica del cine. Muchos de sus aportes a esta rama específica serán de
corte semiolingüístico. Sin embargo, Metz no se quedará anclado en ese enfoque, al marcar
distancia con quienes pretenden formular fáciles equivalencias entre lo verbal y lo
cinematográfico. Fue también un pionero aplicando el psicoanálisis lacaniano al estudio del
film en El significante imaginario, una de sus obras más recordadas. Asimismo, se ocupó de
examinar en profundidad la problemática de la enunciación en el cine, en el marco de una

51
semiótica de segunda generación, dejando atrás toda preocupación exclusiva por el
enunciado. Nos interesa rescatar la distinción entre lo fílmico y lo cinematográfico así como
su posición en torno a la codificación múltiple de la imagen.

El cine lengua o lenguaje A


Una época del cine: el ‘’montaje soberano’’
Cuando hablamos de montaje soberano nos referimos a la experimentación vanguardista de
los años veinte en el marco de la revolución soviética, siendo su mayor exponente: Sergei
Eisenstein.
En abril de 1959, Roberto Rosellini expresaba que el montaje ya no desempeñaba el mismo
rol que desempeñaba en los años ‘20 con las figuras del vanguardismo soviético. Los
vanguardistas soviéticos entre los que se destacan: Pudovkin, Kulechov, Balazs, Levinson,
Eisenstein, entre otros, consideraban al montaje como el principio soberano de la creación
fílmica. Se tenía una creencia sobrevalorada de la eficacia del montaje. Un claro ejemplo de
esta percepción del montaje como principio soberano, es la declaración que realizó
Pudovkin, donde dice que ‘’la noción de montaje, es en realidad la creación fílmica en su
totalidad’’. Para él, el plano aislado, ni siquiera es un pequeño fragmento de cine.
Otro artista soviético que manifiesta esta creencia sobre el poder del montaje, es claramente
Sergei Eisenstein, quien en ‘’Film form’’ y en ‘’The film Sense’’, demuestra para los lectores
modernos, un claro fanatismo con el montaje. Para Eisenstein el espectáculo filmado no
posee belleza propia, sino que la belleza fílmica surge en el montaje.

El espíritu manipulador
En este apartado del texto, el autor realiza paralelismos entre la obsesión por la planificación
y el montaje y ciertas tendencias del espíritu y la civilización ‘’modernos’’. Para esto, Metz
compara al montaje con el mecano (juego de encastre para niños). También compara a la
realizaciòn audiovisual con el lenguaje, los collages y el lenguaje de la informática (binario).
El proceso de concepción y fabricación de todos estos productos mencionados
anteriormente es casi siempre el mismo: el objeto natural (el lenguaje del hombre, la
realidad) se considera como un mero punto de partida. Se lo analiza, en sentido propio o
figurado, se aíslan sus elementos constitutivos: es el momento de la segmentación, como en
el cine.
Se parte de una realidad que luego es segmentada y se crea un nuevo producto. Las
mismas dinámicas de la vida cotidiana se ven reflejadas en el quehacer cinematográfico.
Para Metz, la manipulación soberana no es una vía fecunda para el cine. Plantea que el
montaje soberano es afín al ‘’hombre estructural’’.

De la ‘’cine - lengua’’ al cine - lenguaje


Para Metz, el cine no se presta demasiado a la manipulación y el espíritu manipulador no se
conoce demasiado a sí mismo.
Algunos procedimientos de sintaxis, tras emplearse una y otra vez desempeñando la función
de habla, acaban figurando en filmes posteriores como lengua. Comprendemos la lógica de
un filme porque hemos visto otros anteriormente.

Un lenguaje sin lengua; la narratividad del filme

52
El cine es un lenguaje, pero es infinitamente distinto del lenguaje verbal. Invasión absoluta
del cine por parte de la ficción novelesca.
La fotografía nunca tuvo el proyecto de contar historias. Una foto aislada no puede contar
nada, pero ¿por qué extraño corolario dos fotos yuxtapuestas cuentan algo? Pasar de una
imagen a dos, es pasar de la imagen al lenguaje.
La continuidad es la materia de trabajo del cineasta. El cine es un lenguaje más allá de todo
efecto particular de montaje. No es que el cine pueda contarnos historias tan bellas porque
sea un lenguaje, sino que por habernos contado historias tan bellas, pudo convertirse en
lenguaje.

La cine - lengua y las lenguas verdaderas: La paradoja del cine sonoro


El cine mudo se manifestó en contra de las palabras, pero aún así, la palabra nunca dejó de
estar presente en el cine mudo (bajo la presencia de intertítulos o incluso en la
interpretación actoral).
La aparición de la palabra en el filme no modificó sustancialmente las posiciones teóricas
existentes a su alrededor. Admitida de hecho, la palabra no fue admitida de derecho. Los
teóricos se obstinaron en explicar que no se modificaba nada esencial y que las leyes de la
lengua cinematográfica seguían siendo las mismas que antes. El pasaje a la palabra es un
acontecimiento de suma importancia en el quehacer cinematográfico y en el ámbito teórico.
Toda palabra, sea soberana o no, se caracteriza en primer lugar por decirnos algo, mientras
que la imagen, el ruido y la música, aunque nos ‘’digan’’ mucho, deben primero ser
producidos.
La voz en siempre, en cierta medida, portavoz. Nunca está del todo dentro del filme,
siempre se sitúa un poco por delante de éste. Por el contrario, las composiciones musicales
o de imágenes que se afirman con mayor esplendor no se sitúan entre el filme y nosotros,
las sentimos como si formasen parte de la carne del filme: materias espléndidamente
trabajadas, pero materias, al fin y al cabo.

Paradoja del cine hablado: Cuando el cine era mudo, se le reprochaba que hablase
demasiado. Cuando se puso a hablar, se declaró que seguía y debía seguir siendo
esencialmente mudo. ¿Qué tiene de extraño, entonces, que se afirmase que la llegada del
sonoro no había cambiado nada? Y es que de hecho, para un cierto cine, nada había
cambiado. Antes de 1930, las películas eran mudamente parlanchinas (gesticulación
pseudoverbal). Después de 1930, fueron parlanchinamente mudas: palabras a raudales se
agregaban a una construcción de imágenes que seguía fiel a sus antiguas leyes. La
cine-lengua no podía ser hablada, nunca lo fue. El cine no se hizo sonoro en 1930, sino
aproximadamente a partir de 1940, cuando poco a poco el filme decidió ir cambiándose a sí
mismo para acoger la palabra que, ya presente, seguía, sin embargo, en el umbral, sin
atreverse a entrar.
El cine solo se hizo hablado cuando se concibió como un lenguaje flexible. El ‘’plano
secuencia’’ hizo más por el cine hablado que la llegada del cine sonoro.

Un estado, una etapa: intento de evaluación de la ‘’cine - lengua’’


La cine - lengua es el nacimiento como arte del cine a secas. A pesar de los personajes
históricos que nos brindó (Eisenstein, por ejemplo) esto no la deja libre de estudio y críticas.

53
Un juego de muñecas rusas: La noción de especificidad cinematográfica
Así pues, como decía Rossellini, el cine es lenguaje de arte más que vehículo específico.
nacido de la unión de varias formas de expresión preexistentes que no pierden por completo
sus leyes propias (la imagen, la palabra, la música, los ruidos incluso) el cine está obligado
desde el principio a componer, en todos los sentidos del término. Su fuerza o su debilidad,
radica en englobar expresividades anteriores: algunas son plenamente lenguajes (el
elemento verbal) otras no lo son más que en sentidos más o menos figurados (la música, la
imagen, el ruido).
Sin embargo, todos estos ‘’lenguajes’’ no se sitúan en un mismo plano respecto al fine: el
filme se anexionó posteriormente a la palabra, el ruido a la música, mientras que desde su
nacimiento estuvo acompañado por el discurso en imágenes (el discurso en imágenes es un
vehículo específico: no existía antes del cine, y hasta 1930 bastó para definir al filme).
La ‘’especificidad’’ del cine es la presencia de un lenguaje que quiere hacerse arte en el
seno de un arte que quiere hacerse lenguaje.

El cine lengua o lenguaje B


El discurso en imágenes con respecto a la lengua: el problema de la ‘’sintaxis’’ cinematográfica
En el cine, la distancia es demasiado corta. El significante es una imagen, el significado es
eso-que-representa-la-imagen.
A los teóricos del filme mudo les gustaba hablar del cine como de un ‘’esperanto’’. Nada
más equivocado.
En suma, la universalidad del cine es un fenómeno de dos caras. Cara positiva: el cine es
universal porque la percepción visual, a través del mundo, varía menos que los idiomas.
Cara negativa: el cine es universal porque escapa a la segunda articulación.
A. Martinet considera que no se puede hablar en sentido estricto más que donde hay doble
articulación. De hecho, el cine no es una lengua, sino un lenguaje de arte. El cine es un
lenguaje sin lengua.
Primera articulación: si el cine no tiene fonemas, tampoco tiene, pese a lo que se haya
dicho, ‘’palabras’’. Sería necesario demostrar que los obstáculos casi insuperables con que
tropiezan las ‘’sintaxis’’ del cine se deben en buena medida a una confusión inicial: definir a
la imagen como palabra y a la secuencia como frase. Ahora bien, la imagen (por lo menos la
de cine) equivale a una o varias frases, y la secuencia es un segmento complejo de
discurso.
Resulta así que el plano, ‘’frase’’ y no la palabra es, realmente el todo ‘’poético’’ más
pequeño. El plano está más cerca de una frase que de una palabra. Una imagen muestra a
un hombre caminando por la calle; entonces equivale a una frase: ‘’un hombre camina por la
calle’’. Aún cuando el plano sea una ‘’palabra’’, sigue siendo una palabra-frase, como en
ciertas lenguas.
Segunda articulación: el cine no tiene fonemas

Cine y sintaxis
Así pues, la imagen es siempre habla, nunca unidad de lengua.
Hay una sintaxis del cine, pero está aún por hacer, y no podrá realizarse más que sobre
unas bases sintácticas y no morfológicas.

54
El ‘’plano’’ es la unidad más pequeña de la cadena fílmica, la secuencia es un gran conjunto
sintagmático.
La paradigmática del cine
En cine, el momento de la ordenación (montaje) es, en cierto modo, más esencial -por lo
menos ‘’lingüísticamente’’- que el momento de elección de las imágenes (decoupage).
El paradigma de imágenes, en cine, es frágil, aproximativo, a menudo muerto antes de
nacer, fácilmente modificable y siempre evitable. Solo en muy pequeña medida la imagen
fílmica adquiere sentido con relación al resto de imágenes que hubiesen podido aparecer en
el mismo punto de la cadena.
Mensaje rico con código pobre. texto rico con sistema pobre, la imagen cinematográfica es,
ante todo, habla. Todo en ella es aserción. La palabra, unidad de lengua, está ausente; la
frase, unidad de habla, es soberana. El cine solo sabe hablar en neologismos.
Los grandes cineastas evitan los paradigmas cinematográficos. O como mínimo evitan
ciertos paradigmas.

La intelección fílmica
El filme en tanto ‘’lenguaje’’ siempre es comprendido, salvo en el caso de algunos sujetos
fuera de lo normal, que no comprenderían mejor, y con frecuencia mucho peor, un discurso
que no fuese fílmico.
El filme siempre es comprendido, pero siempre en mayor o menor medida.
El lenguaje fílmico o verbal, no puede suprimir lo real, por el contrario, se enraiza en él.

Cine y literatura. El problema de la expresividad fílmica


El cine no es una lengua porque contraviene a tres características importantes del hecho
lingüístico: una lengua es un sistema de signos destinados a la intercomunicación. Ahora
bien, el cine, como las artes y por ser una de ellas, es una ‘’comunicación’’ de una sola
dirección; en realidad es mucho más un medio de expresión que de comunicación. Como ya
vimos, sólo en parte es un sistema. Por último, emplea muy pocos signos verdaderos.
Ciertas imágenes de cine, que un prolongado uso previo en función de habla terminó fijando
en un sentido convencional y estable, se convierten en algo parecido a signos. Pero el cine
vivo las evita y sigue siendo comprendido: la clave del sistema semiológico se sitúa, por lo
tanto, en otra parte.

Cine y translingüística. Las grandes unidades significantes

Emile Benveniste
Émile Benveniste fue el mayor exponente de la lingüística en Francia. Erudito, políglota que
dominó una quincena de lenguas, sufrió un accidente cerebrovascular que paradojalmente
lo llevó a perder el habla. Ya siendo un académico con una dilatada trayectoria, en los años
60 publicó la compilación de escritos titulada Problemas de lingüística general que ejerció
gran influencia no sólo en su disciplina sino también en el campo de la semiótica.
Particularmente importantes son sus reflexiones en torno al enunciado y la enunciación (lo
que dio pie a una semiótica de la enunciación) así como el esclarecimiento del papel que

55
juega la subjetividad en la configuración de las formas de la lengua. Fue el primer presidente
de la Asociación Internacional de Estudios Semióticos.
Resumen de clases
Lingüista francés, seguidor de Saussure. Cercano a los círculos surrealistas de 1920.
Textos: ‘’De la subjetividad en el lenguaje’’.
‘’El aparato formal de la enunciación’’.

Benveniste explora las limitaciones de Saussure. Se preocupa por las manifestaciones


concretas de la lengua. Utiliza el término ‘’enunciación’’ en vez de ‘’habla’’. Privilegia el valor
social de los signos y no el lingüístico. En el uso está el valor de la lengua.

Distinción entre enunciado y enunciación. La enunciación es el acto de afirmar asociado a


un texto. El sujeto hace funcionar para sí el aparato de la lengua.

‘’El fundamento de la subjetividad está en el ejercicio de la lengua’’.


Sujeto y lenguaje son indisociables, no existe uno sin el otro. El lenguaje es aquello que
permite fundar la noción de sujeto. El sujeto no puede convertirse en sujeto por fuera de la
lengua. El sujeto se funda en el lenguaje cuando dice ‘’yo’’.

La subjetividad, más que un objeto, se funda no como sustancia, sino como un proceso en
que el sujeto dice ‘’yo’’ ➯ El sujeto se realiza, pone en acto su propia subjetividad. Postula
inevitablemente una locutaria ➯ un ‘’tú’’.

La enunciación deja marcas en el enunciado. A través de estas marcas puedo acceder al


proceso de enunciación. Las marcas que deja en el enunciado son marcas pronominales y
deícticas:
❖ Variables interpersonales.
❖ Variables temporales.
❖ Variables espaciales.

● En el acto situacional, el ‘’yo’’ y el ‘’tu’’ es reversible.


● Cuando el ‘’yo virtual’’ se actualiza (se vuelve real), es cuando el sujeto se funda,
erige su subjetividad.
● La existencia de los pronombres personales es algo universal del lenguaje. No
pertenece a la lengua sino al lenguaje.
● El pronombre ‘’él’’ no es una persona. Es una exterioridad al ‘’yo’’ y al ‘’tú’’. El
‘’nosotros’’ es una figura difusa cuyo centro inherentemente es el ‘’yo’’. Nace a partir
del ‘’yo’’. La tercera persona no pertenece a la instancia de enunciación.

A Benveniste no le interesa el contenido del enunciado, sino las marcas que permiten
reconocer la posición de enunciación. Interés por los elementos contextuales que solo
tienen sentido en el contexto de enunciación. El objetivo es mirar lo que hay antes y
después del enunciado. En oposición a la mirada estructuralista que ve las relaciones entre
las partes del enunciado. Estudio de las condiciones de producción del discurso. ➯ Salida
paulatina del estructuralismo.

56
‘’El locutor se apropia del aparato formal de la lengua [...] en cuanto se declara locutor y
asume la lengua, implanta al otro delante de él’’

Subjetividad vs instrumentalidad
‘’la comparación del lenguaje con un instrumento [...] debe llenarnos de desconfianza’’.
El lenguaje es la condición intrínseca para la subjetividad. El sujeto se vuelve sujeto en el
lenguaje que ya está constituido ante él.
Carácter no-instrumental del lenguaje. No es un vehículo externo a mi ya que es constitutivo
al sujeto.

Clase 31/07
La teoría de Benveniste es una teoría en torno al sentido. Su aporte permite la evasión del
texto para mirar lo que hay del otro lado. Pensar que el texto tiene algún grado de
continuidad con el contexto. El aporte de Benveniste es recuperar la circunstancia de
enunciación, al cual el enunciado no queda indiferente, lleva las marcas de la enunciación.
Se deja atrás al enunciado como fuente única de sentido.

Análisis del discurso: tratar de reconstruir lo que está más allá del texto.

Post-estructuralistas: el sentido no se puede anclar. El contexto es relativo en la producción


de sentido.

A partir de Benveniste habrá una semiótica de segunda generación o semiótica de la


enunciación ➯ Se deja atrás la semiótica del enunciado con su enfoque inmanentista.

Para Benveniste, hay discurso cuando hay interacción social.

¿Cómo se subjetiva la persona en el enunciado?


No importa la persona física tras el enunciado, sino cómo se construye el sujeto en el
enunciado. La subjetivación es en el lenguaje. La subjetividad se produce en el acto de
enunciación. ➯ Aporte de Benveniste.

El aparato formal de la enunciación


Empleo de las formas (dentro de las descripciones lingüísticas): conjunto de reglas
que fijan las condiciones sintácticas en las que las formas pueden o deben aparecer
normalmente. (parte necesaria de toda descripción)

Estas reglas están articuladas con reglas de formación previamente indicadas de manera
que se establezca cierta correlación entre las variaciones morfológicas y las latitudes
combinatorias de los signos.

El empleo de las formas no es igual al empleo de la lengua.

La enunciación es poner a utilizar la lengua por un acto individual de utilización. Es el acto


mismo de producir un enunciado y no el texto del enunciado. Este acto se debe al locutor
que moviliza la lengua por su cuenta. La relación entre el locutor y la lengua determina los

57
caracteres lingüísticos de la enunciación. El locutor toma la lengua como instrumento y los
caracteres lingüísticos marcan esta enunciación.

La enunciación supone la conversión individual de la lengua en discurso.


En la enunciación consideramos sucesivamente el acto mismo, las situaciones donde se
realiza, los instrumentos que la consuman.
Antes de la enunciación, la lengua no es más que la posibilidad de la lengua. Después de la
enunciación, la lengua se efectúa en una instancia de discurso. La enunciación es la
actualización del sistema, por lo que el sistema es potencial. La diferenciación entre el
sistema y su puesta en funcionamiento. La enunciación es el poner en marcha de la lengua.
La potencialidad del sistema se pone en funcionamiento cada vez que usamos la lengua y
eso es lo que llamamos enunciación, es un acto de utilización de la lengua lo cual es
individual.
En tanto que realización individual, la enunciación puede definirse, en relación con la
lengua, como un proceso de apropiación.
En cuanto el sujeto se declara locutor y asume la lengua, implanta al otro delante de él.
El acto individual de apropiación de la lengua introduce al que habla en su habla.
De la enunciación procede la instauración de la categoría del presente y de la categoría del
presente nace la categoría del tiempo.

Funciones de la enunciación:
● Interrogación.
● Intimación.
● Aserción.

Resumen del texto


Parece que, limitadas las elecciones de una y otra parte, se obtenga así un inventario que
podía ser, teóricamente, exhaustivo tanto de los empleos como de las formas, y en
consecuencia una imagen cuando menos aproximada de la lengua en uso.
Las condiciones de empleo de las formas no son, en nuestro concepto, idénticas a las
condiciones de empleo de la lengua.
El empleo de las formas, parte necesaria de toda descripción, ha dado objeto a gran número
de modelos, tan variados como los tipos lingüísticos de que proceden.

La enunciación es este poner a funcionar la lengua por un acto individual de utilización.


Hay que atender a la condición específica de la enunciación: es el acto mismo de producir
un enunciado y no el texto del enunciado lo que es nuestro objeto. Este acto se debe al
locutor que moviliza la lengua por su cuenta. La relación entre el locutor y la lengua
determina los caracteres lingüísticos de la enunciación. Debe considerársela como hecho
del locutor, que toma la lengua por instrumento, y en los caracteres lingüísticos que marcan
esta relación.
La enunciación supone la conversión individual de la lengua en discurso. Aquí la cuestión es
ver cómo el ‘’sentido’’ se forma en ‘’palabras’’, y en qué medida puede distinguirse entre las
dos nociones y en qué términos describir su interacción.

En la enunciación consideramos sucesivamente el acto mismo, las situaciones donde se


realiza, los instrumentos que la consuman.

58
El acto individual por el cual se utiliza la lengua introduce primero el locutor como parámetro
de las condiciones necesarias para la enunciación. Antes de la enunciación, la lengua no es
más que la posibilidad de la lengua. Después de la enunciación, la lengua se efectúa en una
instancia de discurso, que emana de un locutor, forma sonora que espera un auditor y que
suscita otra enunciación a cambio.
En tanto que realización individual, la enunciación puede definirse, en relación con la
lengua, como un proceso de apropiación. El locutor se apropia del aparato formal de la
lengua y enuncia su posición de locutor mediante indicios específicos por una parte, y por
medio de procedimientos accesorios, por otra.
Pero inmediatamente, en cuanto se declara locutor y asume la lengua, implanta al otro
delante de él, cualquiera que sea el grado de presencia que atribuya a este otro. Toda
enunciación es, explícita o implícita, una alocución, postula un alocutario.

El acto individual de apropiación de la lengua introduce al que habla en su habla. He aquí un


dato constitutivo de la enunciación.
Está primero la emergencia de los indicios de persona (la relación yo-tu), que no se produce
más que en la enunciación y por ella: el término yo denota al individuo que profiere la
enunciación, el término tú, al individuo que está presente como alocutario.
De igual naturaleza y atinentes a la misma estructura de enunciación son los indicios
numerosos de la ostensión (tipo este, aquí, etc), términos que implican un gesto que
designa el objeto al mismo tiempo que es pronunciada la instancia del término.
Los ‘’tiempos’’ verbales cuya forma axial, el ‘’presente’’ coincide con el momento de la
enunciación, forman parte de este aparato necesario.

De la enunciación procede la instauración de la categoría del presente, y de la


categoría del presente nace la categoría del tiempo.

De la subjetividad en el lenguaje
La comparación del lenguaje con un instrumento y uno material, es una comparación
errónea. Hay que desconfiar de quien la hace. No hay que hacer una comparación, hablar
de instrumento es oponer al hombre y a la naturaleza. Benveniste va a dar una serie de
ejemplos de que es un instrumento y que no. Los instrumentos no están en la naturaleza,
son creaciones del hombre. El lenguaje está en la naturaleza del hombre que no ha
fabricado, no es el producto del accionar del hombre, es inherente al ser humano, la simple
existencia del ser humano implica la existencia del lenguaje.
La comparación del lenguaje con un instrumento -y con un instrumento material ha de ser,
para que la comparación sea sencillamente inteligible- debe hacernos desconfiar mucho,
como cualquier noción simplista acerca del lenguaje. Hablar de instrumento es oponer
hombre y la naturaleza. Son fabricaciones. El lenguaje está en la naturaleza del hombre,
que no lo ha fabricado. Nunca llegamos al hombre separado del lenguaje ni jamás lo vemos
inventarlo. Es un hombre hablante el que encontramos en el mundo, un hombre hablando a
otro, y el lenguaje enseña la definición misma del hombre.

Es en y por el lenguaje como el hombre se constituye como sujeto; porque el solo lenguaje
funda en realidad, en su realidad que es la del ser, el concepto de ‘’ego’’.
La ‘’subjetividad’’ de que aquí tratamos es la capacidad del locutor de plantearse como
sujeto. Esta ‘’subjetividad’’, póngase en fenomenología o en psicología, como se guste, no

59
es más que la emergencia en el ser de una propiedad fundamental del lenguaje. Es ‘’ego’’
quien dice ‘’ego’’.
No empleo ‘’yo’’ sino dirigiéndome a alguien, que será en mi alocución un ‘’tú’’. Esta
polaridad no significa igualdad ni simetría: ‘’ego’’ tiene siempre una posición de
trascendencia con respecto a ‘’tú’’; no obstante, ninguno de los dos términos es concebible
sin el otro; son complementarios, pero según una oposición ‘’interior’’/exterior’’, y al mismo
tiempo son reversibles. Búsquese un paralelo a esto; no se hallará. Única es la condición del
hombre en el lenguaje.

Es en una realidad dialéctica, que se engloba los dos términos y los define por relación
mutua, donde se descubre el fundamento lingüístico de la subjetividad.
Pero, ¿tiene que ser lingüístico dicho fundamento? ¿Cuáles títulos se arroga el lenguaje
para fundar la subjetividad?
Los propios términos de que nos servimos ‘’aquí’’, ‘’yo’’ y ‘’tú’’ no han de tomarse como
figuras sino como formas lingüísticas, que indican la ‘’persona’’. Es un hecho notable -más
¿quién se pone a notarlo, siendo tan familiar?- que entre los signos de una lengua, del tipo,
época o región que sea, no falten nunca los ‘’pronombres personales’’. Una lengua sin
expresión de la persona no se concibe.

No hay concepto ‘’yo’’ que englobe todos los yo que se enuncian en todo instante en boca
de todos los locutores, en el sentido en que hay un concepto ‘’árbol’’ al que se reducen
todos los empleos individuales de árbol. El ‘’yo’’ no denomina, pues, ninguna entidad léxica.
Estamos ante una clase de palabras, los ‘’pronombres personales’’, escapan al estatuto de
todos los demás signos del lenguaje. ¿A qué se ‘’yo’’ refiere? A algo muy singular, que es
exclusivamente lingüístico: ‘’yo’’ se refiere al acto de discurso individual en que es
pronunciado y cuyo locutor designa. Es un término que no puede ser identificado más en lo
que por otro lado hemos llamado instancia de discurso, y que no tiene otra referencia que la
actual. La realidad a la que remite es la realidad del discurso. Es en la instancia de discurso
en que ‘’yo’’ designa el locutor donde éste se enuncia como ‘’sujeto’’. Así, es verdad, al pie
de la letra, que el fundamento de la subjetividad está en el ejercicio de la lengua.

El lenguaje está organizado de tal forma que permite a cada locutor apropiarse la lengua
entera designándose como ‘’yo’’.
Los pronombres personales son el primer punto de apoyo para este salir a la luz de la
subjetividad en el lenguaje. De estos pronombres dependen a su vez otras clases de
pronombres, que comparten el mismo estatuto. Son los indicadores de la deixis,
demostrativos, adverbios, adjetivos, que organizan las relaciones espaciales y temporales
en torno al ‘’sujeto’’ tomado como punto de referencia: ‘’esto, aquí, ahora’’, y sus numerosas
correlaciones ‘’eso, ayer, el año pasado, mañana’’, etc. Tienen por rasgo común definirse
solamente por relación a la instancia de discurso en que son producidos, es decir bajo la
dependencia del ‘’yo’’ en que aquella se enuncia.
Siempre la línea divisoria es una referencia al ‘’presente’’. Ahora, este ‘’presente’’ a su vez
no tiene como referencia temporal más que un dato lingüístico: la coincidencia del
acontecimiento descrito con la instancia de discurso que lo describe. El Dictionnaire général
define el ‘’presente’’ como ‘’el tiempo del verbo que expresa el tiempo en que se está’’. Pero
cuidémonos: no hay otro criterio ni otra expresión para indicar ‘’el tiempo en que se está’’
que tomarlo como ‘’el tiempo en que se habla’’.

60
El lenguaje propone en cierto modo formas ‘’vacías’’ que cada locutor en ejercicio de
discurso se apropia, y que refiere a su ‘’persona’’, definiendo al mismo tiempo él mismo
como ‘’yo’’ y una pareja como ‘’tú’’. La instancia del discurso es así constitutiva de todas las
coordenadas que definen al sujeto.

La instalación de la ‘’subjetividad’’ en el lenguaje crea en el lenguaje y -creemos- fuera de él


también, la categoría de persona.
La lengua en tanto que asumida por el hombre que habla, y en la condición de
intersubjetividad, única que hace posible la comunicación lingüística.

Michel Foucault - El orden del discurso


Michel Foucault, intelectual de indiscutido prestigio en el mundo entero, no fue un
semiólogo, pero dentro de su vastos intereses ocuparon un lugar relevante el lenguaje y
sobre todo los discursos a los que abordó desde una perspectiva filosófica crítica inspirada
en el concepto de genealogía de Nietzsche. Si Benveniste ofreció una vía de escape a una
semiótica estructuralista enfocada en el enunciado, Foucault, por su parte, se evade de esas
estructuras dirigiendo su mirada a los marcos institucionales desde donde se ciernen
poderes -otro de sus temas predilectos- que regulan la producción discursiva. El orden del
discurso es un pequeño libro que transcribe la conferencia inaugural en el Collège de
France a principios de los 70, donde el autor hace una novedosa síntesis de su programa
filosófico en torno al poder y los discursos.

En toda sociedad, está a la vez controlada, seleccionada y redistribuida por un cierto


número de procedimientos que tienen por función conjugar los poderes y peligros, dominar
el acontecimiento aleatorio y esquivar su pesada y temible materialidad.

Mecanismos de exclusión (internos al discurso):


1. Prohibición: Uno sabe que no tiene derecho a decirlo todo. Discursos que son tabú.
Foucault plantea tres tipos de prohibiciones: tabú del objeto; derecho exclusivo o
privilegiado del sujeto que habla; ritual de la circunstancia. Freud nos había aclarado,
la relación que hay entre el discurso, el saber, el deseo y el poder. Hay discursos que
son tabú como lo fue en su momento la religión, como lo es ahora, la política o la
sexualidad.
El discurso no es simplemente lo que manifiesta (o encubre) el deseo; es también el
objeto del deseo. Es aquel poder del que uno quiere adueñarse.
2. Separación: Principio de separación y rechazo. Oposición entre razón y locura.
Desde la Edad Media, el loco es aquel cuyo discurso no puede circular como el de
otros. En cambio, suele ocurrir también que se le confiere extraños poderes como el
de enunciar una verdad oculta, el de la predicción o el de sabiduría. Esta línea de
separación, lejos de haberse borrado, actualmente actúa de otra forma, bajo líneas
diferentes, a través de otras instituciones, pero sus efectos son los mismos.
3. Diferenciación (entre discursos verdaderos y falsos): En los poetas griegos del
siglo VI el discurso verdadero generaba respeto y terror. Esta voluntad de verdad se
apoya en una base institucional: está a la vez reforzada y acompañada por una serie
de prácticas como la pedagogía, los libros, las sociedades de sabios de antaño, etc.

61
Esta voluntad de verdad tiende a ejercer sobre los otros discursos presión y poder de
coacción.
Desde hace siglos, los primeros mecanismos de exclusión no han dejado de derivar
hacia este.

Procedimientos internos de control del discurso:


1. Comentario: Relatos importantes que se cuentan, se repiten y se cambian. Se trata
de actualizar el poder de un discurso mediante la repetición. El desfase entre el
primer y segundo texto representa dos cometidos solidarios: por un lado, permite
construir nuevos discursos, por el otro, permite decir por primera vez lo que, sin
embargo, ya había sido dicho. Hacer decir al texto algo nuevo que ya había dicho
(cierta paradoja).
2. Autor: Autor como principio de agrupación del discurso, como unidad y origen de
sus significaciones, como foco de su coherencia. El principio de autor limita el azar
por el juego de una identidad que tiene la forma de individualidad y del yo.
3. Disciplina: Cómo se producen los discursos, bajo qué criterios, normas, métodos se
crean discursos verdaderos.
Es un principio que permite construir, pero solo según un estrecho margen. Una
proposición debe cumplir complejas y graves exigencias para poder pertenecer al
conjunto de una disciplina; antes de poder ser llamada verdadera o falsa, debe estar
‘’en la verdad’’. Por ejemplo, la botánica es todo lo que puede decirse, sobre la
estructura y biología de las plantas, no su sentido estético, su significado simbólico,
qué representa cada flor. No podrían aceptarse las leyes de Mendel porque no
podían verse bajo los criterios de la botánica de ese entonces. Mendel no estaba en
la verdad de la botánica en ese momento de la historia.

Condiciones de uso del discurso:


Existe un tercer grupo de procedimientos que permite el control de los discursos. Se trata de
determinar las condiciones de su utilización, de imponer a los individuos que los dicen, cierto
número de reglas y no permitir de esta forma el acceso a ellos a todo el mundo.
Enrarecimiento, esta vez, de los sujetos que hablan; nadie entrará en el orden del discurso
si no satisface ciertas exigencias o si no está, de entrada, cualificado para hacerlo. No todas
las partes del discurso son igualmente accesibles e inteligibles, algunas están claramente
protegidas mientras que otras están abiertas y sin restricción.

1. Ritual: Está centrado en la cualificación de quien enuncia un determinado discurso,


de qué forma lo hace, bajo qué circunstancias, gestos y comportamientos, estos
rasgos determinarán el grado de efectividad de la verdad enunciada. Por ejemplo, si
un médico me dice o me recomienda que lleve tal o cual tratamiento, o siga sus
criterios o recomendaciones pero está vestido de chancletas y short, tal vez no creo
que es un médico. Un modelo arcaico nos viene sugerido por esos grupos de
rapsodas que poseían el conocimiento de los poemas para recitarlos, o
eventualmente para variarlos y transformarlos; pero este conocimiento, aunque
tuviese como fin una recitación que seguía siendo ritual, se protegía, defendía y
conservaba en un grupo determinado, debido a los ejercicios de memoria, a menudo
complejos que implicaba.

62
2. Sociedades de discurso: Son grupos determinados a restringir el número de sujetos
destinados a conservar o transmitir un discurso. A ellos se enseñaban las reglas de
creación, permutación. Foucault utiliza como ejemplo los rapsodos medievales.
Ahora bien, no existen casi en el sentido estricto en la modernidad sociedades de
discurso, pero sí se asemeja al discurso experto. De qué modo un grupo de expertos
tiene dominio sobre el discurso, se apropian del discurso, económico político
científico etcétera.
3. Sociedades doctrinarias: no se centran en la restricción de quienes acceden,
enunciar unos determinados discursos sino en la difusión, cuáles son los grupos
determinados a promover que los sujetos porten unos discursos y adecuen su
comportamiento y vida a los mismos. La difusión determina la ideología.
4. Adecuación social del discurso: la educación debería garantizar el acceso general
a los discursos. Pero esto no es así.

Me pregunto si algunos temas de la filosofía no surgieron para responder a estos juegos de


limitaciones y exclusiones, y quizá también para reforzarlos.
Para responder, primero, proporcionando una verdad ideal como ley de discurso y una
racionalidad inmanente como principio de sus desarrollos, acompañándolos también de una
ética del conocimiento que no promete la verdad más que al deseo de la verdad misma y al
solo poder de pensarla.
En su relación con el sentido, el sujeto fundador dispone de signos, de marcas, de indicios,
de letras. Pero no tiene necesidad para manifestarles de pasar por la instancia singular del
discurso.

Logofilia moderna
Todo esto ha generado una logofilia moderna.- se pretende respetar el discurso más que
nunca, pero en realidad se le teme, se pretende controlar el discurso mediante su
conocimiento. Dominar aunque sea, una parte del discurso. Lo que se teme es al discurso,
se pretende conocerlo y analizarlo para evitar su proliferación. Y si se quiere, no digo borrar
este temor, sino analizarlo en sus condiciones, su juego y sus efectos, pienso que es
necesario limitarse a tres decisiones a las cuales nuestro pensamiento, actualmente, se
resiste un poco y que corresponden a los tres grupos de funciones que acabo de evocar:
replantearnos nuestra voluntad de verdad; restituir el discurso de su carácter de
acontecimiento; borrar finalmente la soberanía del significante.

Principios de rarefacción:
1. Trastocamiento: analizar cómo entendemos a los autores y disciplinas. Ver desde
otra perspectiva (como lo analiza en la arqueología del saber) que un autor por
ejemplo, no es el que otorga el sentido último a una obra, sino que obviamente una
obra es también todo el conjunto de tratados, glosas, ediciones, reediciones,
traducciones de una obra.
2. Discontinuidad: No existe un discurso infinito, continuo y superfluo que vaya por
debajo, secreto que de sentido último a todos los demás discursos. No existe un
discurso oculto, rechazado, e impensado, que nosotros debamos descubrir y
reivindicar, al contrario (como lo dice en ‘’las palabras y las cosas’’) los discursos son
discontinuos, son prácticas discontinuas, que a veces se cruzan, a veces se

63
yuxtaponen, pero también se ignoran y se excluyen, tal cual lo plantea Kuhn, en “La
estructura de las revoluciones científicas”, donde aclara que los paradigmas son
inconmensurables.
3. Especificidad: Es necesario concebir el discurso como una violencia que se ejerce
sobre las cosas, en todo caso como una práctica que les imponemos; es en esta
práctica donde los acontecimientos del discurso encuentran el principio de su
singularidad.
4. Exterioridad: no descubriremos un núcleo secreto del discurso, sino más bien que
descubriremos los acontecimientos y las series de acontecimientos que permitieron
que estos surjan, sus posibilidades de creación o de su existencia.

Cuatro nociones deben servir pues de principio regulador en el análisis: la del


acontecimiento, la de la serie, la de la regularidad y la de la condición de posibilidad. Se
oponen, como puede verse, término a término: el acontecimiento a la creación, la serie a la
unidad, la regularidad a la originalidad y la condición de posibilidad a la significación. Estas
cuatro últimas nociones (significación, originalidad, unidad, creación) han dominado, de una
manera bastante general, la historia tradicional de las ideas, donde, de común acuerdo, se
buscaba el punto de la creación, la unidad de la obra, de una época o de un tema, la marca
de originalidad individual y el tesoro indefinido de las significaciones dispersas.

Líneas de análisis:
Análisis crítico: Utiliza el principio de trastocamiento: pretende cercar las formas de
exclusión, de delimitación, de aproximación, muestra cómo se han formado, para responder
a qué necesidades, cómo se han modificado y desplazado, que coacción han ejercido
efectivamente, en qué medida se han alterado.
Análisis genealógico: Utiliza los otros tres principios (exterioridad, especificidad,
discontinuidad) explica cómo se han formado, por medio de, a pesar de o con el apoyo de
esos sistemas de coacción, de las series de los discursos; cuál ha sido la norma específica
de cada una y cuáles sus condiciones de aparición, de crecimiento, de variación.

El poder: “Las prácticas discursivas no son pura y simplemente modos de fabricación de


discursos. Ellas toman cuerpo en el conjunto de las técnicas, de las instituciones, de los
esquemas de comportamiento, de los tipos de transmisión y de difusión, en las formas
pedagógicas que, a la vez, las imponen y las mantienen” (Dichos y escritos, p. 241).

Resumen de clases
Foucault no se llamó a sí mismo posestructuralista. No creía en la verdad como algo eterno
y absoluto. Fue heredero del pensamiento de Nietzsche.
Ideas fuerza:
● Poder: No es algo detentado por una élite o que se encuentra en una institución. Es
algo difuso, distribuido en la sociedad. No se distribuye de manera vertical sino de
manera horizontal. Se transmite por medio del discurso.
● Discurso: Está encarnado en la sociedad. Íntimamente ligado a los saberes. A
través del discurso se vehiculizan los saberes.
● Saber.

64
En toda sociedad hay producción de discurso, pero esta producción no es libre. El poder es
algo que viene de la mano con los discursos. Los discursos no son inocuos, ejercen un
poder, es por eso que son reprimidos y controlados. Se trata de prever y prevenir las
consecuencias de la habilitación de toda producción discursiva. La censura es el mecanismo
más explícito y notorio.

El discurso no es algo que solo se refiere a los conflictos, es el medio que se quiere tener en
posesión.

“En toda sociedad la producción del discurso está a la vez controlada, seleccionada y
redistribuida por un cierto número de procedimientos que tienen por función conjurar los
poderes y peligros, dominar el acontecimiento aleatorio y esquivar su pesada y temible
materialidad” ➯ Más allá de la materialización inherente al discurso, Foucault se refiere a la
materialidad que está asociada con los efectos del discurso. Discursos con pregnancia ➯
potencialidad de los discursos para conquistar conciencias.

Procedimientos de control del discurso


● Procedimientos externos.
● Procedimientos internos.
● Procedimientos aplicados al sujeto.

Procedimientos externos: son aquellas limitaciones impuestas por la sociedad a la


producción de discursos. Provienen de afuera e interfieren en el discurso.
● Prohibición: delimitación de lo que puede ser dicho en determinada circunstancia.
Tres tipos: tabú, tipo de circunstancias, derecho exclusivo o privilegiado del que
habla.
● Separación: Opera sobre discursos irracionales o patológicos. Según Foucault, al
discurso del loco no se le permite difundirse como a los otros. Debe ser tenido como
nulo.
● Diferenciación: Oposición verdadero/falso. Voluntad de verdad de las instituciones.
Se ejerce una coerción sobre la producción discursiva.

Terry Eagleton - El postestructuralismo


● En síntesis el post estructuralismo renuncia a las teorías totalizadoras y a los
enfoques puramente racionales, esto quiere decir que, no hay teorías que me
expliquen todas las cosas en todos los momentos y en todos los lugares, esas
totalizaciones, son vistas con gran recelo por los postestructuralistas.
● Luego hay una crítica a las estructuras universales, a los sistemas de significación, a
las gramáticas esas, que formulaban afanosamente los estructuralistas, como datos
que estaban ocultos en los textos, o en los hechos de la cultura y que se repetían,
como si fueran un común denominador, el post estructuralismo no va a creer en
estas constantes, en estos sistemas de significación, estas gramáticas en estas
estructuras .
● El post estructuralismo defiende la inestabilidad y las multiplicidades, la diferencia
también, que caracteriza a las formas artísticas y literarias en general a todos los

65
fenómenos de la cultura, por lo que nunca tendríamos interpretaciones únicas y
definitivas.
● El estructuralismo busca la verdad dentro del texto, recuerda que esto es el enfoque
inmanentista. El post estructuralismo enfatiza la relación entre el lector del texto, y el
lector está en un contexto.
● Los estructuralistas se van a preocupar por esto, no por lo que pasa dentro del texto,
no por esas relaciones internas, de un texto que sería como una entidad cerrada,
sino por lo que pasa después que el texto es leído, en un contexto particular. Derrida
(post) va a admitir la posibilidad de que los textos pueden leerse en cualquier
contexto, fuera del contexto de producción, olvidándose de eso, y por supuesto
liberando un potencial significativo, quedando el texto siempre abierto a las a las
interpretaciones, y esto va a ser muy criticado, infinidad de interpretaciones, a la que
se va a oponer Umberto Eco, en un libro que se titula ‘’los límites de la
interpretación’’.
● La perspectiva postestructuralista implica entonces un giro desde el significado al
significante, en la preeminencia, una valoración del significante, y consecuentemente
una pérdida de estatus de la noción de verdad, al romperse el signo, significante y
significado por otro, no podemos llegar al fondo de las cosas. Para adueñarnos de la
verdad, los para ello necesitaríamos un régimen de signos estables, confiables, bien
armados, que no se rompan, pero eso según los post estructuralistas no ocurre.
● Al entrar en crisis la noción de verdad, la noción de evidencia, hay un marcado anti
cientificismo, en estos autores, tan muy lejos de los métodos, y de los criterios y
objetivos, de los científicos, de los científicos incluso dentro del campo de las
ciencias sociales, y esto contrasta, con el cientificismo propio de los estructuralistas
que pretendían determinar con toda objetividad las estructuras sobre las cuales
reposaban los textos, y en general otros fenómenos de la cultura.
● El significado no está inmediatamente presente en el signo, así como el significado
de un signo se relaciona con lo que no es el signo, en cierta forma su significado
también se halla ausente del signo, podría decirse que el significado, se halla
desparramado o disperso en toda una cadena de significantes, no se le puede
sujetar, nunca está totalmente presente en un solo signo, es más bien una especie
de fluctuación constante y simultánea de la presencia y de la ausencia.
● Un significado me conduce a otro y este a otro más. los significados anteriores se
ven modificados por los posteriores y aún cuando la frase quizás llegue a un final
esto no sucede con el proceso del lenguaje, siempre hay más significantes en el
lugar de donde provino, no aprendo el significado de una frase amontonando
mecánicamente una palabra encima de otra, para que las palabras lleguen a integrar
por lo menos un significado relativamente coherente, cada una debe por decirlo así
conservar la huella de las que la precedieron y permanecer abierta a las huellas de
las que vendrán después.
● Deconstrucción: va ser una posición, un movimiento crítico, impulsado por Derrida,
este autor va a criticar a todos los métodos tradicionales, además hay que criticar
todo. Hay dos objetivos claves:
1. Crítica al estructuralismo como última manifestación metafísica occidental.
2. Crítica radical a la teoría de la reconstrucción del significado. Derrida
demuestra que la deconstrucción puede ser aplicada a cualquier
conocimiento de occidente. cuestiono la idea de que un texto posee una sola
unidad de sentido, y además cuestiono el objetivo del intérprete y cual es la

66
intención del autor para saber qué quiso decir el autor. NO INTERPRETAR EL
TEXTO. Su método consiste en demostrar que todo orden puede invertirse.

Mijaíl Bajtín
Mijaíl Bajtín, brillante pensador nacido en Rusia, tal vez sea el teórico del discurso más
importante del siglo XX. La obra, enteramente escrita en ruso, dispersa e inconclusa, no ha
estado exenta de controversias en torno a su autoría. Por otra parte, la azarosa vida de
Bajtín, en turbulentas épocas de la Unión Soviética, no contribuyó a esclarecer este aspecto.
Su fundamental aporte consiste en haber reinsertado los hechos del lenguaje en los
contextos social e histórico, poniendo de relevancia la naturaleza viva de la palabra humana
y el papel fundamental del otro en los procesos de comunicación. La secuencia de
conceptos cardinales enunciado-dialogismo-polifonía resultará clave para conectar su
enfoque con el campo de los análisis sociosemióticos.
Resumen semiotuber
Clase 1
Bajtín es considerado el fundador del discurso, ya que a partir de él hay una pregnancia de
muchos de sus conceptos en los grupos intelectuales.
Nociones centrales: dialogismo y polifonía. El concepto de dialogismo dará origen al de
intertextualidad (Kristeva).

El discurso sólo puede emerger en un proceso de interacción entre una conciencia individual
y otra, que la inspira y a la cual ella responde. ➯ Un texto está compuesto por fragmentos
de otros textos. Para muchos autores este término es una reformulación del concepto de
‘’dialogismo’’ de Bajtín.

La obra ‘’El principio dialógico’’ de Tzetan Todorov está enteramente dedicada a Bajtín.
Necesitamos que el otro nos devuelva una imagen de nosotros mismos para poder terminar
de conformar nuestra personalidad. La interacción con el otro es central en el planteamiento
de Bajtín. ➯ Antropología de la alteridad: el otro juega un papel esencial en la
constitución del yo.

El ‘’yo’’ para Bajtín, no es algo que pueda constituirse por sí solo. Así es como se crea la
sociedad, debido a la interacción constante de individuos que están abiertos. Gracias al
trabajo que los otros hacen sobre mi, es que puedo tener una especie de ‘’devolución’’. Los
otros juegan un papel fundamental en la percepción que tengo de mí mismo. El otro es parte
del ‘’yo’’. El ‘’yo’’ por si solo es insuficiente, es dependiente del yo del otro.

Bajtín sostiene que la lengua refleja esa alienación constitutiva. El propio lenguaje que
utilizamos da cuenta de la falta de autonomía del yo.
Nosotros no forjamos una lengua por las necesidades de nuestra subjetividad individual. La
lengua no es el resultado hecho a espaldas de la sociedad.
Heredamos la lengua de otros hablantes y las palabras vienen marcadas por el uso de los
otros.

67
Hablar es, por tanto, situarse en una lengua común, cuyas palabras están habitadas por
voces ajenas. La presencia del otro está manifestada en la lengua que hablamos. Bajtín va
a decir que la lengua es semipropia y semiajena.

“Bajtín parte desde lo más simple: jamás podemos vernos a nosotros mismos por
completo; el otro es necesario para consumar –acaso provisionalmente– la
percepción de sí, que sólo se realiza de manera parcial por el propio individuo.”
Tzvetan Todorov, El principio dialógico, 1981

“Yo no puedo percibirme a mí mismo en mi aspecto exterior, sentir que él me


abarca y me expresa […] En ese sentido se puede hablar de la necesidad estética
absoluta que el hombre tiene de los otros, de esa actividad de los otros que consiste
en ver, recordar, juntar y unificar, y que es la única que puede crear la personalidad
exteriormente acabada; si otro no ayuda a crearla, esa personalidad no existirá.”
Mijail Bajtín (en Tzvetan Todorov, El principio dialógico, 1981)

“Ser significa ser para los demás y, a través de ellos, para sí. El hombre no posee
territorio interior soberano, está del todo y siempre en una frontera; al observar
dentro de sí, observa en los ojos ajenos o a través de los ojos ajenos […]. No puedo
vivir sin los demás, no puedo convertirme en mí mismo sin los demás..” Mijail
Bajtín (en Tzvetan Todorov, El principio dialógico, 1981)

Condiciones de producción - Críticas y bases de la teoría de Bajtín


Crítica a algunos autores que le precedieron. Por ejemplo: Ferdinand de Saussure. Muchos
autores llaman a la teoría saussureana ‘’objetivismo abstracto’’ ➯ Aspiración de ver la
lengua con total objetividad.
Características del subjetivismo abstracto:
1. La lengua es un sistema fijo.
2. Las leyes de la lengua son específicas y objetivas.
3. Los fenómenos de la lengua carecen de valor ideológico.
4. Entre la lengua y su historia no existe ningún nexo.

Bajtín estuvo muy atento a las marcas ideológicas de un lenguaje que dista de ser neutro.
Por ejemplo: los manuales de género tratan de quitar las marcas ideológicas precedentes.

Bajtín también va contra el subjetivismo idealista de Wilhelm Von Humboldt. ➯ Idealización


del sujeto
Características del subjetivismo idealista:
1. El lenguaje es una actividad, un proceso individual de creación. ➯ Exaltación de las
potencialidades del individuo.
2. Las leyes de esta creación son psicológicas.
3. La creatividad del lenguaje se asemeja a la creatividad artística.
4. La lengua como producto acabado es la ‘’lava endurecida’’ de la creatividad
lingüística. Es una construcción abstracta. En esta teoría hay cierta degradación de
la lengua. Lo que importa es la actividad creadora del individuo. El potencial
lingüístico está en el sujeto y no en la lengua.

68
Bajtín va a reaccionar contra las posiciones de Saussure y de Humboldt porque ambos
autores desestiman la naturaleza histórica de la palabra (slovo) así como los vínculos entre
lenguaje y comunidad.
Ver de qué manera el lenguaje se ‘’mancha’’ con la actividad social. La lengua es algo vivo
susceptible de transformaciones. Dista mucho de ser algo cerrado.

● Marxismo
● Psicoanálisis.
● Formalismo ruso.
● Kant (neokantianos) / Hegel.

Bajtín toma algunos elementos de Marx. Le da importancia a aspectos


superestructurales/simbólicos, a diferencia de otros autores que destacan aspectos de la
base.
Se dice que Bajtín es un post formalista.
Toma de Hegel la noción de dialéctica. ➯ La relación entre una idea y su idea contraria,
cuando estas ideas se chocan, de este enfrentamiento surge una tercera idea que es la
síntesis de ambas. Esta síntesis se convierte en una nueva idea. Proceso infinito de tesis -
antítesis - síntesis.
Para Bajtín el dialogismo es diferente a la dialéctica hegeliana.

Condiciones de reconocimiento
● Julia Kristeva (noción de intertextualidad).
● Grupo ‘’Tel Quel’’.
● Tzvetan Todoron (el principio dialógico).
● Marc Angenot (análisis del discurso).
● Eliseo Verón - translingüística.
● Sociocrítica.
● Escuela de Birmingham.
● Yuri Lotman. ➯ Continúa el legado de Bajtín acuñando el tecnicismo de semiosfera.
Escuela de Tartu. Semiótica soviética.

Bajtín, una teoría de la subjetividad


En los escritos de Bajtín hay implícita una cierta concepción del sujeto.
La subjetividad tiene que ver con aquellos factores que determinan nuestra forma de ser, de
pensar y de actuar en la sociedad.

¿Qué lugar ocupa Bajtín en un cuadro general de las teorías del sujeto?

69
El sujeto puede ser individual o social, dado o construido.
1. Sujeto individualmente dado: idealización del sujeto. Por ejemplo la frase ‘’artista
se nace’’. Condición del sujeto que viene con el nacimiento.
2. Sujeto individual construido: La subjetividad puede cambiar según los actos
individuales. Por ejemplo: Sartre ➯ Acento en los actos de voluntad para construir su
propio destino.
3. Sujeto social dado: haber nacido en un determinado grupo social condiciona lo que
seré en el futuro. Por ejemplo: el género femenino es débil, sensible. ➯ Sujeto a
estereotipos.
4. Sujeto social construido: No viene dado de antemano por el grupo donde vivo. El
sujeto es abierto a los demás sujetos. Se conoce como intersubjetividad. En este
cuadrante se ubica Bajtín, donde se ubican también autores como Michel Foucault.

La concepción de una subjetividad históricamente construida está implícita en las obras de


Bajtín.
El otro es indispensable para la constitución del yo y eso se da a través del discurso.

Clase 2
“La palabra viva, que pertenece al lenguaje hablado, está orientada directamente
hacia la futura palabra-respuesta: provoca su respuesta, la anticipa y se construye
orientada a ella. Formándose en la atmósfera de lo que se ha dicho anteriormente,
la palabra viene determinada, a su vez, por lo que todavía no se ha dicho, pero que
viene ya forzado y previsto por la palabra de la respuesta. Así sucede en todo
diálogo vivo.” Mijaíl, Bajtín, Teoría y estética de la novela

70
‘’El hablante no es un adán bíblico, que esté ante objetos vírgenes aún no
nombrados, el objeto del discurso, es decir, aquello que hemos tomado
como tema, ya se encuentra hablado, discutido, vislumbrado y valorado, en
él se cruzan, convergen, y se bifurcan, varios puntos de vista, visiones del
mundo, tendencias’’

Enunciado
● Un enunciado es una categoría de la translingüística. La translingüística es el
enfoque impulsado por Bajtín que no se contenta con el análisis de tipo lingüístico. El
enfoque lingüístico por sí solo no puede dar cuenta de los procesos
socio-semióticos. Es necesario comprender que en todo enunciado hay una
dimensión socio-cultural.
● Es unidad de producción discursiva. ➯ Conclusividad del enunciado: marca los
turnos de habla. Los discursos se manifiestan a través de los enunciados.
● Desde una interjección hasta una novela en varios tomos pueden ser tomados como
enunciados.
● ‘’Gota de agua en el río de la comunicación social en cuyo incesante movimiento
está la vida social y la historia’’. El enunciado está formado de una cierta unidad
aunque finalmente se presente como algo concluido.
● Se relaciona con lo extratextual. ➯ La palabra siempre surge de una situación real.
Las palabras no surgen de espaldas a la realidad. En oposición al ‘’textualismo’’
donde la realidad aparece como el resultado de los discursos. Texto sobre la
realidad.

Los enunciados producen efectos de sentido.

Dialogismo
El enunciado está abierto al diálogo ➯ está dotado de una cualidad dialógica.
● ‘’Dos obras discursivas, dos enunciados confrontados establecen relaciones de
sentido, a las que llamamos relaciones dialógicas’’. ➯ No tienen por qué ser
enunciados similares o cercanos en el tiempo o de un mismo contexto situacional.
● Los elementos lingüísticos dentro del sistema de la lengua o dentro del ‘’texto’’ (en
un sentido estrictamente lingüístico) no pueden entablar relaciones dialógicas.
● El dialogismo es un fenómeno o relación que se da entre dos enunciados o discursos
en la que se constituye el sentido. ➯ El sentido no es una presencia positiva
intrínseca de un enunciado, el sentido es algo siempre situado en un contexto
determinado. Se gesta cuando los enunciados se aproximan y en cierto modo se
abren a la interacción con el otro. ➯ Aparece un sentido que no estaba en los
enunciados.
● La expresividad en un enunciado viene dada más que por su objeto por aquellos
enunciados a los que contestamos - Responsividad: propiedad esencial de los
enunciados. Aún cuando no haya surgido de una pregunta. El fenómeno de la
responsividad del lenguaje no se da solo hacia atrás sino también hacia adelante ➯
Apertura de las palabras hacia una respuesta.
● Representa un vínculo entre dos conciencias.
● Supone la orientación del lenguaje hacia el otro.

71
● La palabra es semipropia y semiajena. Carácter compartido del lenguaje.
● Toda expresión del lenguaje guarda huellas de las luchas sociales en las que se forjó
(carácter ideológico del signo). No hay ninguna palabra que sea ideológicamente
neutra.

¿Qué no es dialogismo? ¿A qué no debe ser reducido lo dialógico?


● Las relaciones dialógicas no se limitan a la forma explícita del diálogo.
● Las relaciones dialógicas no necesariamente consisten en una negación o
confrontación. No confundir con la dialéctica de Hegel. El dialogismo puede ser una
relación armoniosa de afirmación, de continuación, cuando alguien toma las ideas de
otros y las desarrolla o la lleva más lejos, pero no necesariamente les está negando,
las estará matizando, las estará complementando, las estará enriqueciendo,
transformando en una medida mínima, pero no necesariamente las estará negando.
● No siempre se requiere la copresencia de un hablante y un oyente.

Heteroglosia
La lengua no es una totalidad pareja sin variantes. Al plurilingüismo que se da al interior de
una lengua, se le denomina heteroglosia. Podríamos definir a la heteroglosia como la
diversidad de discursos sociales o de registros discursivos, ligados a distintos grupos o
niveles dentro de una misma sociedad.
● Dialectos.
● Sociolectos.
● Cronolectos.
● Ideolectos.

La polifonía
● El término proviene de la teoría musical.
● Articulación de distintos registros discursivos en el seno de una obra. Novelas rusas
del siglo XIX. Dostoievski.
● Los personajes aparecen con voces independientes del autor, cada una con su
acento ideológico, político, ético. No es la voz del autor la que está expresándose a
través del lenguaje. Ese acento revela el origen del personaje. Por medio de la
polifonía se pone en escena la heteroglosia y solo entonces queda representada una
pluralidad de sujetos o grupos sociales en el seno del discurso. La polifonía sería la
representación en el discurso de la heteroglosia. Representación del plurilingüismo
en la literatura. Reflejo de la diversidad lingüística.
● El primer autor en advertir esta posibilidad es Dostoievski. Bajtín observó que las
novelas de Dostoievski presentaban un carácter dialógico, a diferencia de otras,
como las de Tolstoi, que eran de carácter monológicas (no aparecían personajes con
voz propia).
● Dostoievski es el primer autor en darle vida propia a los personajes. Es creador de la
novela polifónica.
● La polifonía es una cualidad de las obras donde se reúnen distintos puntos de vista a
través de distintas voces socio discursivas.

Aparece en:
● Literatura (novela, cuento, drama, comedia, etc)

72
● Cinematográfica (ficción, documental).
● Mediática (periódico, revista, radio, televisión). ➯ No siempre reflejan la real
heteroglosia de la sociedad.

“Las formas de la lengua serían indicadores de las tendencias sociales fundamentales de la


percepción activa del discurso ajeno, y nos permitirían ver cómo la conciencia de un
hablante percibe la palabra ajena y cómo ingresa y se integra ese enunciado ajeno en el
discurso interno de la conciencia individual” Se trata de cómo el autor ingresa ese discurso
ajeno en el discurso propio de la novela.

• “El proceso de creación en la novela aparece como la lucha del autor por objetivar la
palabra intrínsecamente convincente que antes lo poseyó y que determinó el desarrollo de
conciencia ideológica individual”
• “(„) Puede suceder que el discurso ajeno se vuelva activo y el contexto autorial se cargue
con los temas y tonos del enunciado del otro”
• “La irrupción y consolidación del estilo cuasi-directo [forma de la lengua] („) representa la
aparición de una tendencia absolutamente nueva en la percepción activa del enunciado
ajeno”

• Con las obras de Dostoievski surge una nueva especie del género novelesco: la novela
polifónica
• “En esta nueva visión artística del mundo, la unidad pragmático argumental de una
estructura novelesca sostenida en la conciencia monológica del autor se ve reemplazada
por una unidad de orden superior, la unidad del acontecimiento dialógico; es decir, la unidad
plural de un diálogo entre varias conciencias y varias voces heterogéneas.

“Este género puede ser comparado con la unidad artística de la música polifónica, las cinco
voces de la fuga que se introducen paulatinamente y se desarrollan en un contrapunto
recuerdan el arte vocal de la novela de Dostoievski, tanto en un arte como en otro la
estructura de la obra se conforma por el entrelazamiento de diferentes voces, en algunos
casos es una melodía la que prevalece ante las demás, en otros es el diálogo entre un par
de melodías que se contestan alternativamente, pero en definitiva la unión de todas es la
que verdaderamente consolida la obra de arte, no porque sea más importante un diálogo o
un monólogo, sino porque todas las distintas partes de la obra solamente funcionan con
toda su fuerza dentro de tal unidad.”

• Dostoievski elabora artísticamente a través de la novela polifónica “esas contradicciones


violentas y esa heterogeneidad irreductible de mundos y grupos sociales”
“Dostoievski se impone una nueva tarea artística, que es la de representar un universo
conformado por una “pluralidad de voces y conciencias independientes e inconfundibles”.
• Es posible encontrar los rasgos o los elementos individuales de la polifonía en otras obras
de la tradición literaria europea, o en el surgimiento de nuevas modalidades sintácticas,
[pero] solo en las novelas de Dostoievski dichos elementos y modalidades se organizarán
en torno a un único propósito artístico absolutamente novedoso”.

• “En tanto expresión o realización de una conciencia ajena, que debe ser separada y
enfrentada a la conciencia del autor, la palabra del héroe será objeto de procedimientos y

73
modos de representación muy particulares que permitan escuchar en todo momento los
acentos y los tonos dispares de dos visiones del mundo inalienables entre sí”
• “La palabra del autor („) debe significar, expresar, comunicar y representar algo”. Es el
centro semántico de la novela, o “la última instancia del sentido”
• El discurso directo de los personajes “solo importa desde el momento en que aparece
como completando la imagen del personaje, como palabra típica propia de un modo de ser y
de hacer social o individual”. No solo representa, sino que completa una representación
particular.
• En la novela polifónica, “la palabra del personaje se presenta como palabra ajena, como
discurso de una persona definida en cuanto a su carácter o tipo, es decir, se elabora como
objeto de la intención del autor”.

Resumen de textos

El enunciado
La primera vez que Bajtin se ocupó del enunciado (a finales de la década del ‘20 y junto a
Pavel Medvedev) lo hizo en ocasión de definir la evaluación social. Por la misma época
(esta vez, junto a Valerian Voloshinov), Bajtín se encargó de analizar la estructura del
enunciado -especialmente de los enunciados orales de la comunicación cotidiana y de su
parte extraverbal-, con el propósito de trasladar ese análisis al dominio de la literatura y dar
cuenta así del funcionamiento del enunciado en el discurso literario.
Ya en 1929, Bajtín y Medvedev oponen las unidades del sistema de la lengua al enunciado
concreto que, en tanto acontecimiento de la comunicación, debe ser tenido por un acto
histórico y social. Cierto que el enunciado es también y ante todo un acto material, a tal
punto que ‘’fuera de la expresión material el enunciado no existe’’. En este sentido, el
enunciado es un proceso físico que involucra la fonación y la articulación (allí donde se trata
de enunciados orales) y la visualización (allí donde el enunciado es escrito). Carácter
histórico del enunciado.
Bajtín definió al enunciado como la unidad real de la comunicación discursiva por oposición
a las unidades convencionales de la lengua, que son la palabra tomada del diccionario y la
oración en tanto conjunto de palabras que expresa una idea. Por cierto, los enunciados
están formados por las palabras y oraciones, pero lo que a Bajtín le interesa destacar es
que ‘’la gente no hace intercambio de oraciones ni de palabras’’.

En la segunda parte del mismo ensayo, Bajtín desarrolló exhaustivamente los rasgos
privativos del enunciado que lo diferencian de la palabra y la oración.
1. El primero de ellos atañe a las fronteras específicas del enunciado que se
determinan por la alternancia de los sujetos de la comunicación discursiva. En
consecuencia, todo enunciado (desde una novela hasta una réplica de diálogo) se
relaciona con enunciados ajenos y constituye ‘’un eslabón en la cadena, muy
complejamente organizada, de la comunicación discursiva’’.
Asimismo, el enunciado se relaciona con la realidad extraverbal, un aspecto del cual
Voloshinov se había ocupado exhaustivamente en el ensayo citado. En efecto, para
voloshinov, la estructura del enunciado -vale decir, la elección, disposición y
entonación de las palabras en el interior del mismo- se determina por el auditorio y la
situación en que este se encuentra.

74
Con el término ‘’auditorio’’, Voloshinov abarca tanto al locutor como al oyente y, con
ellos, a los dos momentos del enunciado: su enunciación y su comprensión, esta
última, condición necesaria para que el enunciado pueda ser respondido.
2. En segundo lugar, el enunciado se caracteriza por su conclusividad. En
consecuencia, es la intención discursiva del hablante la que decide los límites del
enunciado. Al mismo tiempo, la voluntad discursiva del sujeto que habla determina el
objeto (tema) y la forma genérica del enunciado.
Se supone que el hablante elige el objeto del enunciado y agota su sentido en el
curso de la enunciación.
En las esferas de la creación, y en particular de la creación científica, el objeto suele
ser inagotable y sólo puede ser relativamente concluido.
Las formas genéricas de conclusión, el agotamiento relativo o completo del objeto y
la intencionalidad discursiva del hablante son los tres factores que determinan la
conclusividad del enunciado y lo hacen susceptible de una respuesta: ‘’El primero y
más importante criterio de la conclusividad del enunciado es la posibilidad de ser
contestado’’.
El enunciado en cambio, se relaciona con otros enunciados a los que responde o le
responden: ‘’al organizar la comunicación orientada hacia una posible reacción de
respuesta, el enunciado también reacciona a algo.
Estas relaciones -cualquiera sea la extensión de los enunciados y la distancia
temporal que guardan entre sí- se establecen entre sujetos. Por lo tanto, no son
relaciones lingüísticas y sólo pueden ser abordadas por la translingüística.
3. Las relaciones entre enunciados implican relaciones entre sujetos porque los
enunciados -a diferencia de las oraciones y las palabras- tienen autor.
El tercer rasgo constitutivo del enunciado es, pues, la actitud del hablante hacia el
enunciado mismo. Esta actitud no existe en las unidades de la lengua.
Así, ‘’al elegir palabras en el proceso de estructuración de un enunciado, muy pocas
veces las tomamos del sistema de la lengua en su forma neutra, de diccionario. Las
solemos tomar de otros enunciados, y ante todo de los enunciados afines
genéricamente al nuestro’’. Por eso, todo enunciado se relaciona con otros
enunciados y toda valoración termina siendo, no individual, sino social.
En definitiva, la evaluación social determina todos los aspectos del enunciado.
Los enunciados se relacionan, además, con enunciados posteriores, puesto que, así
como tienen un autor, poseen también un destinatario; y así como el hablante
responde a los enunciados anteriores acerca del mismo tema que es objeto de su
interés, anticipa las posibles reacciones de respuesta que su enunciado puede
suscitar.
El ejemplo que ofrece Bajtín es el de la investigación especializada y el artículo de
difusión científica que, aunque traten de un mismo tema, son géneros diferentes, con
diferente estructuración y estilo, porque están dirigidos a oyentes-lectores también
diferentes cuya respuesta comprensiva se espera.
En la medida en que responde a enunciados anteriores y anticipa posibles
respuestas posteriores, el enunciado propio de hace permeable a la palabra ajena
(tanto del pasado cuanto del futuro) y adopta un carácter bivocal con arreglo al cual
posee una doble expresividad: hacia su objeto y hacia otros enunciados acerca del
mismo objeto. Con esos enunciados ajenos cada enunciado establece relaciones de
sentido, es decir, relaciones dialógicas.

75
En tanto unidad real de la comunicación discursiva, el enunciado posee unas
fronteras específicas que se determinan por el cambio de los sujetos participantes de
esa comunicación. Para que esa alternancia sea posible, el sujeto hablante (el autor
del enunciado) debe haber dicho todo aquello que en un momento determinado y en
ciertas circunstancias quiso decir, de manera tal que su enunciado sea un todo
concluso.
En este sentido, la noción de enunciado se inscribe en la órbita de lo discursivo y se
separa de lo estrictamente lingüístico.

Dialogismo
El concepto de dialogismo en bajtín es muy amplio y complejo, puesto que está sostenido
por una perspectiva filosófica de carácter antropológico acerca del papel de la alteridad en la
constitución del sujeto humano y de la interacción subjetiva como conformadora del yo.
Es un modo de relación específica, de carácter verbal, por el cual los seres humanos
conocen e interpretan el mundo, se dan a conocer, son conocidos, conocen al otro y se
reconocen para sí mismos, de manera múltiple y fragmentaria, nunca como totalidad
acabada.
Hacia el final de su vida, Bajtín lo propone como metodología de conocimiento para las
ciencias humanas.
El proyecto bajtiniano de estudio del lenguaje fue concebido como translingüística, en la
medida en que su enfoque pudiera superar las deficiencias de una lingüística empeñada en
recortar su objeto dentro del sistema de la lengua, dejando afuera el estudio de todo lo que
bajtín llamaría ‘’la lengua viva’’, es decir, el reconocimiento de la carga valorativa del
enunciado de un sujeto situado culturalmente que hace suya la palabra ajena y la refracta,
cargándola de nueva significación. Es que cuando hablamos de algo, de un objeto temático,
hablamos también de lo ya dicho por otros acerca de ese objeto y a veces hasta utilizamos
las mismas palabras. La forma multiacentuada de las palabras, que cada hablante dota de
nuevo sentido al integrarlas en su discurso, será un principio activo del dialogismo, así como
la capacidad de respuesta de cada hablante frente al discurso ajeno. La actividad
dialógica puede reconocerse:
a) Dentro de un mismo enunciado.
b) Entre enunciados.
c) Entre estilos.

El dialogismo forma parte de las propiedades de los sistemas de signos creados y utilizados
en un medio socialmente organizado. Es una propiedad del lenguaje que consiste en que
todo enunciado remite, por una parte, a toda la cadena de enunciados precedentes dentro
de una misma esfera de la praxis humana y, por otra parte, anticipa en sus procedimientos
las posibles réplicas que prevé en sus receptores. La cadena dialógica no se interrumpe
nunca, aunque la respuesta pueda ser largamente diferida.
Todos los enunciados artísticos, en tanto prácticas discursivas, son, entonces, dialógicos por
definición, pero algunos lo son más que otros. Es en la novela, por sus caracteres
específicos donde Bajtín halla las mejores posibilidades de desarrollo del dialogismo
artístico y sus mayores logros futuros.
Las voces que se escuchan en la novela son voces sociales a la manera de las conciencias,
tal como las entiende Bajtín, situadas en el límite entre lo individual y lo social.

76
Las relaciones dialógicas entre los enunciados que atraviesan también por dentro de los
enunciados aislados, competen a la metalingüística. Estas relaciones difieren radicalmente
de las posibles relaciones lingüísticas entre los elementos tanto del sistema de la lengua
como dentro de un enunciado aislado.
Dos obras discursivas, dos enunciados confrontados establecen relaciones de sentido, las
que llamamos relaciones dialógicas. Elementos lingüísticos dentro del sistema de la lengua
o dentro del texto, no pueden entablar relaciones dialógicas.
Acerca del problema de las relaciones dialógicas. Estas relaciones son muy particulares y
no pueden ser reducidas ni a las relaciones lógicas, ni a las mecánicas, ni a cualquier otro
tipo de relaciones naturales. Es una clase específica de relaciones entre sentidos.
Cualquier revisión de la historia de algún problema científico realiza confrontaciones
dialógicas de enunciados de científicos que nunca se habían conocido ni hubiesen podido
conocerse.

Las relaciones dialógicas también son posibles entre estilos lingüísticos, entre dialectos
sociales, pero solo en el caso de que estos se perciban como ciertas posiciones de sentido,
como una especie de visiones lingüísticas, o sea, ya no dentro de un enfoque puramente
lingüístico.

Las relaciones dialógicas pueden penetrar en el interior de los enunciados, incluso dentro de
una palabra aislada si en ella se topan dialógicamente dos voces.

Polifonía
Según Voloshinov, en la interrelación dinámica entre la palabra ajena y el contexto
transmisor (es decir, la palabra propia), se pueden señalar dos direcciones opuestas: un
"estilo lineal" de transmisión, que tiende a la preservación de la integridad y autenticidad del
discurso ajeno (esto se da, particularmente, en el caso de la transmisión de un discurso
dogmático o autoritario); o bien, un "estilo pictórico" de transmisión de la palabra ajena,
donde se produce un borramiento y desintegración de las fronteras de la misma, y su
interrelación activa con el discurso que la aloja.

En esta misma línea, y considerando a la palabra ajena como una palabra activa y
productiva en el discurso del hablante, Bajtín llegará a proponer, en "La palabra en la
novela" [1934-1935], una distinción entre "palabra autoritaria" y "palabra íntimamente
convincente" (1989: 158 165, cursiva en el texto). La palabra autoritaria (religiosa, política,
moral) es una palabra preexistente (como palabra de los antepasados), en un lenguaje
especial, emparentada con el dogma y con el tabú; no puede ser representada, sino sólo
transmitida, y exige, como tal, procedimientos particulares de reproducción que aseguran su
separación y aislamiento respecto del contexto. La palabra autoritaria, básicamente, es una
palabra puramente objetual, que no puede ser dialogizada internamente. La palabra
ideológica intrínsecamente convincente, por el contrario, es el medio en el cual se forma la
conciencia ideológica individual: se trata de una palabra contemporánea, de estructura
semántica abierta, que mezcla sus I acentos valorativos y establece una y D interacción
máxima con el discurso que la acoge. Esta palabra permite un desarrollo libre y creativo, y
su material semántico es tan elástico que puede hacerse omnipresente en un enunciado.
Según Bajtín, la palabra intrínsecamente convincente se convierte con facilidad en objeto de
representación artística y, de hecho, el proceso de creación en la novela aparece como la
lucha del autor por objetivar la palabra intrínsecamente convincente que antes (lo) poseyó y

77
que determinó el desarrollo de su conciencia ideológica individual (hacer objetual: mostrar
los límites, siempre sociales, de ese lenguaje inicialmente percibido como omnipresente).

Resumen clase semiotuber - Intertextualidad

Una noción que va de la mano de Julia Kristeva, la semióloga, lingüista, escritora, nacida en
Bulgaria, en el año 1941, estudió con Barthes y con otros prestigiosos académicos como el
caso de Lacan y dejó su huella marcada en todo ese ámbito francés que hemos abordado
en otras ocasiones.

La noción irrumpe en el año ‘66 en uno de los seminarios que dictaba Roland Barthes. Al
año siguiente, se publica bajo el nombre de ‘’bajtín, la palabra, el diálogo y la novela’’. Ha
dado el puntapié inicial para los estudios intertextuales, y allí es presentado este tecnicismo,
y ha tenido un éxito extraordinario, no solamente en el campo de los estudios literarios, de
los análisis del discurso en la semiótica, sino en todas las ciencias sociales, y aún más allá
en círculos periodísticos, y en ámbitos institucionales, como la enseñanza media. Hay varias
traducciones, una es la compilación de artículos sobre el tema realizada por Desiderio
Navarro, el título es “intertextualité y de Francia en el origen de un término y el desarrollo, de
un concepto”.

‘’Todo texto se construye como mosaico de citas, todo texto es absorción y


transformación de otro texto. En el lugar de la noción de intersubjetividad, se
instala la de intertextualidad y el lenguaje poético se lee, por lo menos, como
doble’’

Metáfora del mosaico de citas - Es lo que nos hace ver a los textos no como construidos a
partir de cada una de las palabras que podemos recoger en el diccionario, sino a partir de
fragmentos que circulan, fragmentos que forman parte, ya sea de culturas pasadas como de
culturas contemporáneas. Esos fragmentos han sido desmembrados, arrancados de sus
textos originales y en nuestra memoria, han sido colocados unos a continuación de otros,
para conformar así un texto nuevo. Bajo este planteo, el estatuto de originalidad queda
cuestionado, al estar formado el texto por fragmentos de textos anteriores. Esta metáfora
posibilitó que a partir de los años ‘60 el texto fuera visto de otra manera: como una especie
de collage de fragmentos discursivos o como una cámara de ecos donde resuenan las
voces de otros escritores. Es debido a esto que Barthes escribe un texto muy polémico
llamado ‘’La muerte del autor’’.

Es la idea entonces de que los textos nuestros están precedidos de otros textos y no
podemos sustraernos a esas influencias, no podemos ponernos a resguardo de esos textos
que nos atraviesan, y que colonizan nuestro propio texto. Producimos textos a partir de
textos anteriores.
La intersubjetividad es la relación entre los sujetos y sus conciencias. La intersubjetividad se
realiza a través de la producción de textos.

Esa intertextualidad esa relación entre los textos, en donde unos fragmentos pasan a
formar parte de otros, que a su vez se volverán a desarticular a desarmar para dar nuevos
fragmentos, en una especie de ciclo sin fin, esa intertextualidad, va a venir a sustituir en

78
cierto modo a la intersubjetividad. ¿Qué es la intersubjetividad? de la que habían hablado
otros autores anteriormente, es el caso de Bajtin, es la relación entre los sujetos, entre las
conciencias. Recordemos que eso era el dialogismo, un vínculo entre conciencias que se
da por medio de enunciados, por medio de discursos, de donde surge el sentido?
La intersubjetividad es la relación entre los sujetos y sus conciencias. La intersubjetividad se
realiza a través de la producción de textos.
Kristeva estaba enfocada en el lenguaje literario o poético. La intertextualidad se va a poder
aplicar a otro tipo de discursos, ya que no es privativa del discurso literario. Se ve en
círculos que van más allá de lo verbal, uno puede ver intertextualidad en el cine, en los
medios de comunicación masiva, en la prensa, en las redes sociales. Un meme es un
ejemplo de intertextualidad en las redes sociales.
La intertextualidad de Kristeva está anclada en los textos literarios, siguiendo el legado de
Bajtín. Siempre que se lee el lenguaje poético, se está leyendo a uno o varios autores que
están por detrás.

Esta idea tiene antecedentes, no es que Bajtín y Kristeva hayan sido los primeros en darse
cuenta de que los textos dialogaban entre sí.
Ralph Waldo Emerson - ‘’Cada hombre es prestador y un prestatario. La vida es teatral y la
literatura una cita’’.
Oscar Wilde - ‘’La mayoría de las personas son otras personas. Sus pensamientos son la
opinión de alguien más, sus vidas una mímica, sus pasiones una cita’’.
Michel de Montaigne - ‘’Se busca más interpretar interpretaciones que interpretar las cosas.
Hay más libros sobre libros que sobre cualquier otro tema. No hacemos más que glosarnos
los unos a los otros’’. ➯ Similar a lo que dijo Umberto Eco de que ‘’los libros se leen entre
ellos’’.

Es visible en estas frases cómo se desdibuja la visión tradicional del autor.

“La intertextualidad tiene siempre mucho éxito: estrella internacional o tópico,


según se mire. Surgida de mi lectura de Bajtín, esta noción invita a leer el texto
literario como un cruce de otros textos. La misma, a menudo se ha entendido
dentro de una perspectiva formalista o estructuralista, como una llamada a las citas
o una variante de la antigua crítica de las fuentes. Para mí se trata, ante todo, de
introducir la historia en el estructuralismo: los textos que Mallarmé o Proust han
leído y que irrigan Un coup de dés o En busca del tiempo perdido nos permiten
introducir en el laboratorio mismo de la escritura el interés de Mallarmé por el
anarquismo, por ejemplo, y el de Proust por la música judía del Zohar o por el caso
Dreyfus… Al mismo tiempo, al mostrar hasta qué punto el interior del texto es
deudor de su exterior, la interpretación descubre la inautenticidad del sujeto de la
escritura’’.
Se introducen aspectos históricos dentro del texto. El abordaje de la intertextualidad lo que
permite comprender es la historicidad del texto.
La noción de intertextualidad está vinculada al movimiento postestructuralista.
El sentido no aparece inmediatamente cuando leemos algo.
La ‘’différance’’ de Derrida y la noción de ‘’intertextualidad’’ son nociones que desestabilizan
al texto. Sacan al texto de sí mismo.

79
‘’El escritor es un <sujeto en proceso>, un carnaval, una polifonía, sin
reconciliación posible, una revuelta permanente. El tema aparentemente
postestructuralista de la intertextualidad introducía ya lo que elaboro en mis
últimos libros de 1996 y 1997 sobre el vínculo intrínseco, y en mi opinión
indisoluble, entre cultura y revuelta.”

‘’Todo texto es un intertexto. Hay otros textos presentes en él, en distintos niveles
y en formas más o menos reconocibles: los de la cultura anterior y los de la cultura
contemporánea. Todo texto es un tejido realizado a partir de citas anteriores. […] la
intertextualidad, condición indispensable de todo texto, sea cual sea, no puede
reducirse evidentemente a un problema de fuentes e influencias. El intertexto es un
campo general de fórmulas anónimas de origen raramente localizable, de citas
inconscientes o automáticas que no van entre comillas. Epistemológicamente, el
concepto de intertexto es el que proporciona a la teoría del texto el espacio de lo
social: es la totalidad del lenguaje anterior y contemporáneo invadiendo el texto, no
según los senderos de una filiación localizable, de una imitación voluntaria, sino de
una diseminación, imagen que, a su vez, asegura al texto el estatuto de
productividad y no de simple reproducción’’. Roland Barthes “Teoría del texto”,
Variaciones sobre escritura

Para Roland Barthes no existe texto que escape a la intertextualidad. Citamos sin saber a
otros autores. La sociedad es el intertexto. No sería posible la intertextualidad si no hay
sociedad. El sentido está diseminado. El lector tiene un papel decisivo en la intertextualidad.

Gerard Gennete
Escribe un texto llamado ‘’palimpsestos’’. Interesado en saber de qué formas se relacionan
los textos unos con otros. Realiza una tipología con 5 tipos distintos de transtextualidades:

Transtextualidades:

● Intertextualidad: COPRESENCIA DE DOS O MÁS TEXTOS; MÁS


COMÚNMENTE LA PRESENCIA DE UN TEXTO EN OTRO. Tiene tres formas
posibles: cita literal, con o sin comillas, con o sin referencia precisa plagio (cita no
declarada) alusión: un enunciado cuya comprensión supone la percepción de una
relación entre éste y otro enunciado. En Gerard Genette adquiere un sentido más
restringido. La intertextualidad es la presencia de un texto en otro texto. El plagio es
un ejemplo de intertextualidad. Se presenta como la inclusión de un texto ajeno en
un texto propio. Ese texto puede ir entre comillas o no, puede ser literal o una
alusión.
● Paratextualidad: VERTIENTE EDITORIAL. Diferencia entre texto y libro: prólogo,
título, portada, comentario oficioso de contratapa o solapa. Textos que son aledaños
al texto, tanto en el sentido espacial como temporal. Ejemplo: un prólogo.
● Metatextualidad: UN TEXTO QUE HABLA DE OTRO TEXTO, sin necesariamente
citarlo o convocarlo. Por excelencia la crítica o el comentario. La forma más típica es
el comentario. Cuando hablo de otro texto estoy produciendo un metatexto.

80
● Architextualidad: INSCRIPCIÓN DEL TEXTO EN UN GÉNERO. Architextos es el
conjunto de categorías generales o trascendentes. Yo puedo escribir un texto que
esté a medio camino, entre el ensayo y el cuento, como lo hacía Borges, yo
reconozco dos architextos, dos modelos textuales, generales, por detrás. Es la
relación que un texto entabla con aquel modelo original. Géneros literarios. Un caso
particular se puede relacionar con el modelo general.
● Hipertextualidad: relación que une un texto B (hipertexto) con un texto A
(hipotexto) sobre el que se apoya de una manera que no sea la de comentario. ¿Qué
son los palimpsestos? Son antiguos documentos que se producían porque había
escasez de soporte material. Se tomaban los pergaminos, se los borraba y se
aprovechaban nuevamente, pero la escritura que estaba por debajo no era borrada
del todo y muchas veces afloraba a la superficie y se mezclaba con el nuevo texto.
Existe un fenómeno similar en la pintura. El hipertexto es el palimpsesto, es decir, es
aquel texto que de algún modo ha transformado a un texto anterior. Existe una
presencia del texto anterior en mi texto. La traducción, la parodia y un borrador son
ejemplos de hipertextos.

Concepción hermenéutica de la intertextualidad

Va de la mano de un autor de llama Michael Rifater, que desarrolló buena parte de su


carrera en los EE.UU., y nos va a decir que la intertextualidad depende del capital de
lecturas que se posea, es decir es una concepción hermenéutica, hermenéutica tiene que
ver con interpretación, ya no es vista la intertextualidad como una propiedad objetivable del
texto, sino más bien, como algo que surge en función del trabajo de lectura que haga el
lector, entonces un mismo texto puede ser transparente para un lector o volverse opaco
para otro todo, depende de esa capacidad de penetración que tengamos, como para llegar a
las distintas capas de lectura que el que reposan en el texto.

El intertexto se presenta durante la lectura, como un conjunto de relaciones entre la obra y


aquellas otras obras, que la preceden o la continúan.

La intertextualidad es un modo de percibir y descifrar el texto por parte del lector,


identificando entonces, aquellas estructuras de las cuales, a las cuales se debe la calidad de
la obra de arte, muchas veces justamente la lectura gana, en la medida en que yo puedo
detectar esas conexiones, esas filiaciones, que el texto que estoy leyendo tiene con obras
prestigiosas del pasado y veo de qué manera el autor está jugando con esas tradiciones de
qué manera se está apropiando de ciertas cosas y de otras no, por lo tanto no me quedó
solamente deslizándome por la superficie del texto, sino que estoy accediendo a distintos
niveles subterráneos de significación, pero eso depende y vuelvo al primer párrafo del
capital de lecturas que el lector posea, y cómo las hago jugar, en el trabajo hermenéutico, es
decir en la interpretación de lo que estoy leyendo.

En Alemania hubo una recepción importante, se desarrolló en otra dirección esta teoría de la
intertextualidad, lo que tenemos aquí es la opinión de Manfred Pfister, que es uno de los
principales autores, en este campo, lo que caracteriza la mayoría de las apropiaciones
alemanas, es el intento de contener, deberíamos de frenar o desactivar el principio explosivo
de una intertextualidad general de todos los textos.

81
Es decir hay una especie de espíritu moderador, por parte de los alemanes, todo el texto se
hace añicos y ¿qué tiene de singular? ¿que tiene de propios? y si yo finalmente lo que tengo
es un texto contaminado, colonizado por otros textos, entonces ellos tratan de no exagerar
con esa ecuación, de que todo texto es un intertexto. Tratan de desactivar el principio
explosivo, de una intertextualidad general de todos los textos, que acabaría de una vez por
todas con todos los conceptos de intención autoral, unidad textual o lectura coherente,
¿dónde queda el autor si ha terminado aplastado por otros autores? Esa es la cuestión, el
intento de alinear los estudios intertextuales con los estándares filológicos de
intersubjetividad analítica, transparencia racional y responsabilidad hermenéutica.

Por un lado se reconoce que hay un fenómeno de intertextualidad en los textos, es


indiscutible, ningún texto es totalmente original, que no deba nada, nada de nada, a textos
anteriores pero la cuestión es no exagerar, no terminar disolviendo el texto, en mar de citas
textuales de textos ajenos. Hay que ver de qué manera, armonizamos los estudios e
intertextuales con los estudios estándares fisiológicos de intersubjetividad analítica,
transparencia racional y irresponsabilidad hermenéutica, que significa? significa que y
cuando interpretamos, tendríamos que ser lo suficientemente responsables, tenemos que
dar una cierta respuesta al texto, tratando de privilegiar o de priorizar, aquellas de las
relaciones que el texto entabla con algunas obras, y poniendo entre paréntesis o en un
segundo plano otras relaciones que de pronto pueden ser parásitas, y que no agregan nada
a la lectura que estamos haciendo del texto, entonces hay una apuesta por una
transparencia nacional, tiene una racionalización del texto, con cierta responsabilidad
interpretativa, podríamos decir, para que el trabajo de interpretación no sea algo
escandalosamente disperso, por las sendas diversas de la intertextualidad.

En el centro de los estudios intertextuales alemanes están pues, no las visiones vertiginosas
de un universo de textos, en el que cada texto resuena con todos los otros, en un regreso de
infinitum, que desafía toda exégesis controladas, en todo análisis controlado, sino los más
puntuales diálogos entre textos y géneros, como se han inscrito en su lenguaje y
estructuras, citas, alusiones, ecos, inversiones irónicas y reescrituras paródicas.

Entonces tenemos que tener cuidado, de no caer en ese vértigo de la intertextualidad y


regresar hasta el infinito, porque empezamos a ver que en un texto hay fragmentos de
textos anteriores, así llegamos hasta los orígenes de la cultura nos perdemos en los albores
de la civilización, no podemos hacer esa operación, porque además nos cargaría de
angustia, siempre habría un sentido más que agregar, a la cadena, y cuanto más nos
alejamos del punto actual, más dificultoso se nos hace la reconstrucción de ese contexto
lejano, entonces hay una invitación de los alemanes, solamente a tomar en cuenta diálogos
puntuales entre textos, los que sean más relevantes, las citas o los procedimientos alusivos
más significativos, los ecos que resuenan con mayor claridad y que arrojan sentido sobre el
texto actual, siempre teniendo la cautela de no extraviarse, entonces en un conjunto
indeterminable de influencias y presencias textuales.

Kristeva - Resumen del texto


Dos posibilidades se ofrecen, entonces, a la semiología literaria: el silencio y la abstinencia,
o la prosecución del esfuerzo para elaborar un modelo isomorfo a esa lógica otra, es decir, a
la construcción del sentido poético que se encuentra hoy día en el centro del interés de la
semiología.

82
Bajtín es uno de los primeros en sustituir la segmentación estática de los textos por un
modelo en que la estructura literaria no es, sino que se elabora con respecto a otra
estructura. Esta dinamización del estructuralismo sólo es posible a partir de una concepción
según la cual la ‘’palabra literaria’’ no es un punto (un sentido fijo), sino un cruce de
superficies textuales, un diálogo de varias escrituras: del escritor, del destinatario (o del
personaje), del contexto actual o del anterior.
Es en el carnaval donde Bajtín irá a buscar las raíces de esa lógica cuyo estudio él es así el
primero en abordar. El discurso carnavalesco rompe las leyes del lenguaje censurado por la
gramática y la semántica, y, por obra de ese mismo movimiento, es un cuestionamiento
social y político: no se trata de equivalencia, sino de identidad entre el cuestionamiento del
código lingüístico oficial y el cuestionamiento de la ley oficial.

La palabra en el espacio de textos


Frente a esa concepción espacial del funcionamiento poético del lenguaje, es necesario
definir ante todo las tres dimensiones del espacio textual en que van a realizarse las
diferentes operaciones de los conjuntos sémicos y de las secuencias poéticas. Esas tres
dimensiones son:
1. El sujeto de la escritura.
2. El destinatario.
3. Los textos exteriores.
Son tres elementos en diálogo. El status de la palabra se define entonces:
a) Horizontalmente: la palabra en el texto pertenece a la vez al sujeto de la escritura y
al destinatario y,
b) Verticalmente: la palabra en el texto está orientada hacia el corpus literario anterior o
sincrónico.
El status de la palabra como unidad mínima del texto resulta ser el mediador que liga el
modelo estructural al entorno cultural (histórico), así como el regulador de la mutación de la
diacronía en sincronía (en estructura literaria).
Por lo tanto, la tarea de la semiología será hallar los formalismos correspondientes a los
diferentes modos de unión de las palabras (de las secuencias) en el espacio dialógico de los
textos.
La descripción del funcionamiento específico de las palabras en los diferentes géneros (o
textos) literarios exige, pues, un proceder translingüístico: 1º Concepción del género literario
como sistema semiológico impuri que ‘’significa bajo el lenguaje, pero jamás sin él’’; 2º
operación efectuada con grandes unidades de discurso, frases, réplicas, diálogos, etc. -sin
seguir forzosamente el modelo lingüístico-, que está justificada por el principio de expansión
semántica.

La palabra y el diálogo
Al mismo tiempo que insiste en la diferencia entre las relaciones dialógicas y las relaciones
propiamente lingüísticas , bajtín subraya que las relaciones sobre las cuales se estructura el
relato (autor-personaje; podremos agregar:sujeto de la enunciación-sujeto del enunciado)
son posibles porque el dialogismo es inherente al lenguaje mismo. Sin explicar en qué
consiste ese doble aspecto de la lengua, Bajtín subraya, sin embargo, que ‘’el diálogo es la
única esfera posible de la vida del lenguaje’’.

83
En otro nivel (que podría ser comparado al del espacio ambivalente en la novela), se ha
demostrado incluso ‘’el doble carácter del lenguaje’’; sintagmático (que se realiza en la
extensión, la presencia y mediante la metonimia) y sistemático (que se realiza en la
asociación, la ausencia y mediante la metáfora). Sería importante analizar lingüísticamente
los intercambios dialógicos entre esos dos ejes del lenguaje como base de la ambivalencia
novelística.

El discurso bajtiniano designa aquello a lo que Benveniste se refiere cuando habla de


discurso, es decir, ‘’el lenguaje asumido como ejercicio por el individuo’’, o, para emplear los
términos del propio Bajtín, digamos que: ‘’Para que las relaciones de significación y de
lógica se vuelvan dialógicas, deben encarnarse, es decir, entrar en otra esfera de existencia:
volverse discurso, es decir, enunciado, y conseguir un autor, es decir, un sujeto del
enunciado.
Pero, para Bajtín, nacido de una Rusia revolucionaria preocupada por los problemas
sociales, el diálogo no es sólo el lenguaje asumido por el sujeto; es una escritura en la que
se lee al otro. Así, el dialogismo bajtiniano designa la escritura a la vez como subjetividad y
como comunicatividad o, mejor dicho, como intertextualidad, frente a ese dialogismo, la
noción de ‘’persona-sujeto de la escritura’’ empieza a desvanecerse para cederle el puesto a
otra, la de ‘’ambivalencia de la escritura’’.

La ambivalencia
El término de ‘’ambivalencia’’ implica la inserción de la historia (de la sociedad) en el texto, y
del texto en la historia; para el escritor, son una misma cosa.
Bajtín postula la necesidad de una ciencia que él llama translingüística y que, partiendo del
dialogismo del lenguaje, sería capaz de comprender las relaciones intertextuales, relaciones
que el discurso del siglo XIX llama ‘’valor social’’ o ‘’mensaje’’ moral de la literatura.
Así, el diálogo y la ambivalencia resultan ser el único proceder que le permite al escritor
entrar en la historia profesando una moral ambivalente, la de la negación como afirmación.
El diálogo y la ambivalencia llevan a una conclusión importante. El lenguaje poético, tanto
en el espacio interior del texto como en el espacio de los textos, es un ‘’doble’’. Eso quiere
decir que: la definición, la determinación, el signo ‘’=’’ y el concepto mismo de signo que
supone una división vertical (jerárquica) significante-significado no pueden ser aplicados al
lenguaje poético, que es una infinidad de acoplamientos y combinaciones.
La noción de signo (Se-So) resultante de una abstracción científica
(identidad-substancia-causa-objetivo-, estructura de la frase indoeuropea), designa una
división lineal vertical y jerarquizante. La noción de doble, resultante sobre el lenguaje
poético (no científico), designa una ‘’especialización’’ y una puesta en correlación de la
secuencia literaria (lingüística). Implica que la unidad mínima del lenguaje poético es, por lo
menos, doble (no en el sentido de la diada significante-significado, sino en el sentido de una
y otra) y hace pensar en el funcionamiento del lenguaje poético como un modelo tabular en
el cual cada ‘’unidad’’ actúa como un vértice multideterminado.
No podríamos pues, formalizar el lenguaje poético con los procedimientos lógicos
(científicos) existentes sin desnaturalizarlo. Una semiología literaria se ha de hacer a partir
de una lógica poética, en la cual el concepto de potencia del continuo englobaría el intervalo
de 0 a 2, un continuo en el que el 0 denota y el 1 es transgredido implícitamente.

84
Bajtín, que trataba de superar a los formalistas mediante una teorización dinámica hecha en
una sociedad revolucionaria. Para él, el discurso narrativo, que él asimila al discurso épico,
es una prohibición, ‘’un monologismo’’, una subordinación del código al 1, al Dios. Por
consiguiente, lo épico es religioso, teológico, y todo relato ‘’realista’’ que obedezca a la
lógica 0-1 es dogmático. La novela burguesa realista, que bajtín llama monológica (Tolstoi),
tiende a evolucionar en ese espacio. La descripción realista, la definición de un ‘’carácter’’,
la creación de un ‘’personaje’’, el desarrollo de una ‘’trama’’, todos esos elementos
descriptivos del relato narrativo pertenecen al intervalo 0-1, y, por lo tanto, son monológicos.
El único discurso en el que la lógica poética 0-2 se realiza íntegramente sería el del
carnaval: este transgrede las reglas del código lingüístico, así como la moral social,
adoptando una lógica de sueño.
La novela que engloba la estructura carnavalesca es llamada novela polifónica. Entre los
ejemplos que da Bajtín, podemos citar a Rebelais, Swift, y Dostoievski.

Así, el término dialogismo como complejo sémico francés implicaría: el doble, el lenguaje y
otra lógica. A partir de ese término que la semiología literaria puede adoptar se perfila un
nuevo enfoque de los textos poéticos. La lógica que el dialogismo implica es a la vez:
1) Una lógica de distancia y de relación entre los diferentes términos de la frase o de la
estructura narrativa, que indican un devenir -en oposición al nivel de continuidad y de
substancia que obedece a la lógica del ser y que será designado como monológico.
2) Una lógica de analogía y de oposición no excluyente, en oposición al nivel de
casualidad y de determinación identificante que será designado como monológico.
3) Una lógica de lo ‘’transfinito’’, concepto que tomamos de Cantor, y que introduce, a
partir de la ‘’potencia del continuo’’ del lenguaje poético (0-2), un segundo principio
de formación, a saber: una secuencia poética es ‘’inmediatamente superior’’ (no
deducida causalmente) a todas las secuencias precedentes de la serie aristotélica
(científica, monológica, narrativa). Entonces el espacio ambivalente de la novela se
presenta como ordenado por dos principios de formación: el monológico (cada
secuencia siguiente está determinada por la precedente) y el dialógico (secuencias
transfinitas inmediatamente superiores a la serie causal precedente).

El diálogo tiene su mejor ilustración en la estructura del lenguaje carnavalesco, en la que las
relaciones simbólicas y la analogía prevalecen sobre las relaciones substancia-casualidad.
El término ambivalencia se aplicará a la permutación de dos espacios que se observa en la
estructura novelística:
1) El espacio dialógico.
2) El espacio monológico.

La clasificación de las palabras del relato


Podemos distinguir según Bajtín tres categorías de palabras en el relato:
a) La palabra directa: que remite a su objeto, expresa la última instancia significativa del
sujeto del discurso en los marcos de un contexto; es la palabra del autor, la palabra
que anuncia, que enuncia, que expresa, la palabra denotativa que debe procurarle la
comprensión objetiva directa. Ella sólo se conoce a sí misma y a su objeto, al cual se
esfuerza por ser adecuada (no es ‘’consciente’’ de las influencias de las palabras
extrañas).

85
b) La palabra objetual es el discurso directo de los ‘’personajes’’. Tiene una significación
objetiva directa, pero no se sitúa al mismo nivel que el discurso del autor, hallándose
a distancia de él. Está orientada hacia su objeto y, a la vez, ella misma es objeto de
la orientación del autor.
c) Pero el autor puede servirse de la palabra de otro para poner en ella un sentido
nuevo, al mismo tiempo que conserva el sentido que la palabra ya tenía. De ello
resulta que la palabra adquiere dos significaciones, que deviene ambivalente. Esa
palabra ambivalente es, pues, el resultado de la unión de dos sistemas de signos. En
la evolución de los géneros, ella aparece con la menipea y el carnaval. La unión de
dos sistemas relativiza el texto. Es el efecto de la estilización el que establece una
distancia respecto de la palabra de otro, contrariamente a la imitación. Esa categoría
de palabras ambivalentes se caracteriza por el hecho de que el autor explota el
habla del otro, sin chocar con el pensamiento de éste, para sus propios fines; sigue
su dirección, al mismo tiempo que lo vuelve relativo. Nada semejante vemos en la
segunda categoría de palabras ambivalentes, un espécimen de la cual es parodia.
En esta categoría, el autor introduce una significación opuesta a la significación de la
palabra de otro. En cuanto a la tercera categoría de la palabra ambivalente, un
espécimen de la cual es la polémica interior oculta, ella se caracteriza por la
influencia activa de la palabra de otro sobre la palabra del autor.
La novela es el único género que posee palabras ambivalentes; es la característica
específica de su estructura.

El dialogismo inmanente de la palabra denotativa


Podemos, pues, estudiar la narración más allá de las relaciones significante-significado
como un diálogo entre el sujeto y la narración (S) y el destinatario (D), el otro. Ese
destinatario, al no ser otro que el sujeto de la lectura, representa una entidad de doble
orientación: significante en su actitud hacia el texto y significado en la actitud del sujeto de la
narración hacia él. Él es pues, una diada (D1; D2), cuyos dos términos, al estar en
comunicación entre sí, constituyen un sistema de código. El autor, es pues, el sujeto de la
narración metamorfoseado por el hecho de haberse insertado en el sistema de la narración;
él no es nada, ni nadie, sino la posibilidad de permutación de S a D, de la historia al discurso
y del discurso a la historia. Deviene un anonimato, una ausencia, un blanco, para permitirle
a la estructura existir como tal.

A partir de ese anonimato, de ese cero que se sitúa en el autor, va a nacer de el él del
personaje. En un estadio más tardío, éste devendrá en nombre propio. Así pues, en el texto
literario el 0 no existe, el vacío es reemplazado súbitamente por ‘’uno’’ (el nombre) que es
dos (sujeto y destinatario). Es el destinatario el que transforma al sujeto en autor, es decir, el
que hace pasar a S por ese estadio de cero, de negación, de exclusión, que el autor
constituye. Así pues, en el vaivén entre el sujeto y el otro, entre el escritor y el lector, el autor
se estructura como significante y el texto como diálogo de dos discursos.

Hacia una tipología de los discursos


El término de relato del que se sirven los formalistas es demasiado ambiguo para los
géneros que pretende designar. Podríamos distinguir por lo menos dos variedades de estos.
Por una parte, un discurso monológico que comprende:
1) El modo representativo de la descripción y de la narración (épica);

86
2) El discurso histórico;
3) El discurso científico.
En los tres, el sujeto asume el papel de 1 (Dios) al cual, por el mismo proceder, él se
somete.

Por otra parte, un discurso dialógico que es el:


1) Del carnaval;
2) De la menipea;
3) De la novela (polifónica).
En sus estructuras, la escritura lee otra escritura, se lee a sí misma y se construye una
génesis destructora.

El monologismo épico
Para Bajtín, el principio de organización de la estructura épica sigue siendo, pues,
monológico.

El carnaval o la homología cuerpo-sueño-estructura


lingüística-estructura del deseo
La estructura carnavalesca es como la huella de una cosmogonía que no conoce la
substancia, la causa, la identidad fuera del vínculo con el todo que sólo existe en la relación
y por la relación.
El carnaval es esencialmente dialógico (hecho de distancias, relaciones, analogías,
oposiciones no excluyentes). El que participa en el carnaval es actor y espectador a la vez,
pierde su conciencia de persona para pasar por el cero de la actividad carnavalesca y
desdoblarse en sujeto del espectáculo y objeto del juego. En el carnaval, el sujeto es
aniquilado; allí se realiza la estructura del autor como anonimato y crea y se ve crear, como
yo y como otro, como hombre y como máscara.

Al cuestionar las leyes del lenguaje que evoluciona en el intervalo 0-1, el carnaval cuestiona
a Dios, autoridad y ley social, es revolucionario en la medida en que es dialógico: no es
asombroso que a causa de ese discurso subversivo el término de ‘’carnaval’’ haya tomado
en nuestra sociedad una significación muy peyorativa y únicamente caricaturesca.

La historia de la novela menipea es también la historia de la lucha contra el cristianismo.

Lo épico y lo carnavalesco serán las dos corrientes que van a formar el relato europeo,
pasando a prevalecer una sobre la otra según las épocas y los autores.

El diálogo socrático o el dialogismo como aniquilación de la persona


El diálogo socrático está muy extendido en la Antigüedad Platón, Jenofonte, Antisfeno,
Esquino, Fedón, Euclides y otros sobresalen en él (los diálogos de Platón y de Jenofonte
son los únicos que nos han llegado). Es menos un género retórico que un género popular y
carnavalesca, Siendo en su origen una especie de memoria (recuerdo de las pláticas de
Sócrates con sus discípulos), se liberó de los constreñimientos de la historia para conservar
solamente la manera socrática de revelación dialógica de la verdad, así como la estructura
de un diálogo registrado, enmarcado por un relato. Nietzsche le reprochaba a Platón haber

87
hecho caso omiso de la tragedia dionisíaca, pero el diálogo socrático había asumido la
estructura dialógica y cuestionadora de la escena carnavalesca Según Bajtin, los diálogos
socráticos se caracterizan por una oposición al monologismo oficial que pretende poseer la
verdad completamente lista. La verdad (el "sentido") socrática resulta de las relaciones
dialógicas de los hablantes, es correlacional y su relativismo se manifiesta por la autonomía
de los puntos de vista de los observadores. Su arte es el de la articulación del fantasma de
la correlación de los signos. Dos procedimientos típicos desencadenan esa red lingüística: la
sincrisis (confrontación de diferentes discursos sobre un mismo asunto) y la anácrisis
(provocación de una palabra por otra, palabra). Los sujetos de discurso son no-personas,
anonimatos, ocultos por el discurso que los constituye. Bajtin recuerda que el
"acontecimiento" del diálogo socrático es un acontecimiento discursivo, puesta en tela de
juicio y puesta a Joyce prueba, mediante el habla, de una definición. El babla está pues,
orgánicamente capaz ligada al hombre que la crea (Socrates y sus discípulos), o, mejor
dicho, hombre y su actividad son el habla. Podemos hablar aquí de un habla-práctica de
carácter sincrético el proceso de separación entre la palabra como acto, práctica apodíctica,
articulación de una diferencia y de la imagen como representación, conocimiento, idea,
todavía no ha concluido en la época de la formación del diálogo socrático.

El parecido entre el diálogo socrático y la palabra novelística ambivalente es evidente.


El diálogo socrático no existió largo tiempo, dio origen a varios géneros dialógicos, incluida
la menipea, cuyos orígenes se hallan también en el folklore carnavalesco.

La menipea: el texto como actividad social


En la órbita de la sátira menipea giran la diatriba, el soliloquio, los géneros aretalógicos, etc.
Ella ejerció una gran influencia sobre la literatura cristiana y bizantina, bajo diversas formas,
subsistió en la Edad Media, en el Renacimiento y bajo la Reforma hasta nuestros días (las
novelas de Joyce, Kafka, Bataille). Ese género carnavalesco, flexible y variable como
Proteo, capaz de penetrar los otros géneros, tiene una influencia enorme sobre el desarrollo
de la literatura europea y especialmente sobre la formación de la novela.

La menipea es cómica y trágica a la vez, es más bien seria, en el sentido en que el carnaval
lo es, y, por el status de sus palabras, es política y socialmente subversiva. Libera el habla
de los constreñimientos históricos, lo que trae aparejada una audacia absoluta de la
invención filosófica y de la imaginación.
La palabra no teme ensuciarse. Se emancipa de ‘’valores’’ presupuestos, sin distinguir vicio
y virtud y sin distinguirse de ellos, los considera como su dominio propio, como una de sus
creaciones.

La menipea tiende hacia el escándalo y lo excéntrico en el lenguaje La palabra "inoportuna"


por su franqueza cínica, por su profanación de lo sagrado, por su ofensa a la etiqueta, es
muy característica de la menipea La menipea está hecha de contrastes: una hetera virtuosa,
un bandido generoso, un sabio libre y esclavo a la vez, etc... Utiliza las transiciones y los
cambios abruptos, lo alto y lo bajo, el ascenso y la caída, los casamientos desiguales de
toda especie. El lenguaje parece fascinado por el "doble" (por su propia actividad de huella
gráfica que dobla un "afuera") y por la lógica de la oposición que reemplaza la de la
identidad en las definiciones de los términos. La menipea, género englobante, se construye
como un mosaico de citas. Abarca todos los géneros: cuentos, cartas, discursos, mezclas

88
de verso y prosa cuya significación estructural es denotar las distancias del escritor respecto
de su texto y de los textos. El pluriestilismo y la pluritonalidad de la menipea, el status
dialógico de la palabra menipeana, explican la imposibilidad que tuvieron el clasicismo y
toda sociedad autoritaria de expresarse en una novela que hereda de la menipea

Al construirse como exploración del cuerpo, del sueño y del lenguaje, la escritura menipeana
está inserta en la actualidad: la menipea es una especie de periodismo político de la época.

Así pues, la menipea está estructurada como una ambivalencia, como un foco de dos
tendencias de la literatura occidental: representación mediante el lenguaje como puesta en
escena y exploración del lenguaje como sistema correlativo de signos.

La menipea no es catártica, es una fiesta de la crueldad, un acto político también; no


transmite ningún mensaje determinado, excepto el de ser uno mismo ‘’el gozo eterno del
devenir’’, y se agota en el acto y el tiempo presentes.

La novela subversiva
El aspecto menipeano fue dominado en la edad media por la autoridad del texto religioso, y
durante la era burguesa, por el absolutismo del individuo y de las cosas. Sólo la
modernidad, si está libre de ‘’Dios’’, es la que libera la fuerza menipeana de la novela.
La novela, y sobre todo la novela polifónica moderna, que incorpora la menipea, encarna el
esfuerzo del pensamiento europeo por salir de los marcos de las sustancias idénticas
causalmente determinadas a fin de orientarlo hacia otro modo de pensamiento: el que
procede por diálogo.

El dialogismo sitúa los problemas filosóficos en el lenguaje, y más exactamente: en el


lenguaje como una correlación de textos, como escritura-lectura que corre pareja con una
lógica no-aristotélica, sintagmática, correlacional, ‘’carnavalesca’’.

El dialogismo, más que el binarismo, sería quizás la base de la estructura intelectual de


nuestra época. Confirman esta hipótesis el predominio de la novela y de estructuras
literarias ambivalentes, las atracciones comunitarias (carnavalescas) de la juventud, los
intercambios cuánticos, el interés por el simbolismo correlacional de la filosofía china, para
citar provisionalmente sólo algunos elementos notables del pensamiento moderno.

Desiderio Navarro - Intertextualité: treinta años después


París, abril de 1967. Corre el período de efervescencia revolucionaria que precedió y
condujo a Mayo del 68 y en el que una joven y brillante teórica búlgara, recién establecida
en Francia, Julia Kristeva, junto a otros escritores izquierdistas del círculo de Tel Quel, lucha,
apelando al marxismo, el psicoanálisis y la lingüística, contra la ideología burguesa de la
autonomía y la identidad del sujeto individual, la clausura del texto y de su sentido, así como
contra la expresión de esa ideología en la tradicional explication de textes académica y en el
estructuralismo literario estático.
La prestigiosa revista Critique, en su número 29, publica el artículo ‘’Bajtín, la palabra, el
diálogo y la novela’’, escrito por Kristeva en 1966. Formalmente, se trata sólo de una reseña

89
y comentario de dos libros: Problemas de la poética de Dostoievski y La obra de Francois
Rabelais.

Cierto es que, ya desde la Antigüedad, en todos los tiempos había habido términos y
conceptos para determinadas formas de relaciones concretas entre un texto y otro(s)
-parodia, centón, palinodia, paráfrasis, travesti, pastiche, alusión, plagio, collage, etc- pero el
inmediato éxito del nuevo término generalizador demuestra que éste hizo posible la clara
visualización de una nueva problemática teórica independiente, que interconecta desde el
punto de vista semiótico no sólo las formas tradicionales y modernas de intertextualidad ya
aisladamente descritas y bautizadas, sino también las que están siendo creadas por la
praxis literaria viva; la postmodernista, por ejemplo, que ha hecho de la intertextualidad un
verdadero objeto de culto, hasta convertirse en frecuencia, más que en la ‘’cámara de ecos’’
del Texto barthesiano, en un ‘’pla(y)giarism’’, en un ‘’canibalismo aleatorio de todos los
estilos pasados’’.

Al mismo tiempo, el estudio de la intertextualidad, inicialmente centrado en la literatura, se


ha ido extendiendo cada vez más a otras artes y fenómenos culturales: el cine (gracias a
Metz, Iampolski…) las artes plásticas (por obra de Steiner, Calabrese, Weisstein, Bryson…)
la música (con los trabajos de Karbusicky, Hatten…) el teatro, la televisión, etc.

Por último, la diversificación temática de los análisis intertextuales de obras y autores


concretos va hoy día desde la Biblia, la Ilíada y Aristófanes, pasando por las obras
medievales del ciclo del Rey Arturo, Dante, hasta Baudelaire, Joyce y Wilde, entre otros.

Genette, cuyo libro Palimpsestos (1982) fue el primer ambicioso intento de realizar una
taxonomía sistemática de las numerosas formas de la intertextualidad, ilustrada con
abundantes ejemplos literarios que van de la Antigüedad a nuestros días.
Hasta el principio de los años 80, la mayor y mejor parte de la literatura científica sobre la
intertextualidad se escribió en francés.

Si un reproche puede hacérsele a la gran mayoría de los teóricos de la intertextualidad


francófonos es su ahistoricismo, su desinterés en la dimensión histórico-social de la
intertextualidad, su exclusiva atención a la ontología de la intertextualidad, a la descripción y
taxonomía de sus formas. Esto se hace particularmente evidente cuando se los confronta
con los de la lengua alemana, en su mayoría atentos a las funciones, la pragmática y la
recepción social real de esas formas en el marco del proceso histórico-literario e
histórico-social.

Barthes, en tres de sus artículos, ‘’La muerte del autor’’ (1968), ‘’De la obra al texto’’ (1971) y
‘’Texto (Teoría del)’’ (1973), retoman muy brevemente, sin mayores desarrollos teóricos, la
idea de la intertextualidad de todo texto, mientras que en sus libros ‘’El placer del texto’’
(1973) y ‘’Roland Barthes por Roland Barthes’’ (1975), en vez de una teoría de la
intertextualidad, proponen, también brevísimamente y en polisémica prosa literaria, una
erótica de la lectura panintertextual aleatoria que le quita toda utilidad analìtica al concepto.
He aquí una de sus poéticas definiciones del intertexto:

90
El intertexto no es forzosamente un campo de influencias; es más bien una música
de figuras, de metáforas, de pensamientos-palabras; es el significante como sirena

Posestructuralismo, ¿qué supuestos comparte con el estructuralismo?


Crítica del sujeto humano
● Sujeto no es lo mismo que individuo.
● “individuo” presupone que el hombre es libre y que su pensamiento no está sometido
a coerciones histórico-culturales.
● “Pienso luego existo” (Descartes): implica un yo totalmente consciente y coherente y
autónomo. La sola idea de una zona inconsciente del yo es inimaginable.
● Levi-Strauss sostiene que la meta de las ciencias sociales no es constituir al hombre
sino disolverlo. Antihumanismo.
● Los posestructuralistas disuelven el sujeto al considerarlo una construcción histórica
y cultural, resultado de prácticas sociales significantes.

Crítica del historicismo


● Crítica de Lévi-Strauss a Sartre en el Pensamiento Salvaje: Las culturas actuales no
serían superiores a las culturas del pasado.
● Foucault no atribuye a los acontecimientos históricos ningún sentido de progreso y
Derrida sostiene que no hay un punto final en la historia.
● Para los postestructuralistas la historia estaría gobernada por la contingencia y la
imprevisibilidad.

Crítica del significado


● Centralidad del lenguaje. Significante/significado
● Referencia a Saussure: el valor semántico del signo lingüístico proviene de la
posición diferencial que ocupa en el sistema.
● Según la perspectiva posestructuralista, el significado se ve devaluado en favor de
un predominio del significante. Se desarticula la relación uno-a-uno del signo.
● Lacan sostiene la existencia de un perpetuo deslizamiento de los significados por
debajo de los significantes. Derrida habla de un régimen de significantes flotantes,
libres y puros, que no guardan una relación determinable con una realidad
extralingüística o referentes reales.

Crítica de la filosofía
● Cientificismo estructuralista
● La caída de los grandes relatos (Lyotard)
● Rechazo de las ideas de causalidad, identidad, verdad
Diferencias
● Mientras que el estructuralismo busca la verdad dentro del texto, el
posestructuralismo enfatiza la relación entre el lector y el texto, entendiendo éste no
como producto sino como productividad.
● El posestructuralismo es crítico con la concepción de unidad y estabilidad del signo.
El signo lingüístico se escinde y se vuelve inestable. Se rechazan los supuestos
implícitos en el enfoque saussuriano que son la base del estructuralismo.

91
● La perspectiva posestructuralista implica un giro desde el significado al significante y
consecuentemente una pérdida de estatus de la noción de verdad.
● Hay un marcado anti-cientificismo en los autores postestructuralistas.

El postestructuralismo es parte de esa contestación general de ciertos modos de


conocimiento y representación que es el postmodernismo.

● El postestructuralismo abarca, de manera flexible, aquellas propuestas críticas que,


tras el estructuralismo, se caracterizan, en primer término, por renunciar al objetivo
de éste de desarrollar paradigmas teóricos comprensivos y coherentes.
● Los enfoques postestructuralistas descartan los intentos científicos del
estructuralismo de establecer sistemas de significación, poéticas y gramáticas
(literatura, cine, artes) así como modelos interpretativos.
● La inestabilidad y multiplicidad de las formas y manifestaciones literarias,
cinematográficas, artísticas, según los postestructuralistas, hacen fracasar cualquier
propósito de establecer totalidades epistemológicas.

Desfase entre significado y significante

El posestructuralismo radical sugiere que la cadena de significación no tiene fin. El lenguaje


nunca lleva a un significado concreto, fuera de esa cadena, que permita anclarla en una
realidad externa. En lugar de eso, el lenguaje siempre conduce a otra capa adicional de
sentido, dentro de la misma cadena.

Jacques Derrida - ppt


Derrida desmonta -deconstruye- el par binario tradicional de las teorías del lenguaje, de
Platón a Saussure, en el que uno de sus elementos, el habla, se considera superior y más
digno de atención que el otro, la escritura.
Esta preeminencia del habla se funda en la noción dominante del pensamiento occidental
que Derrida denomina la metafísica de la presencia.

En cualquier enunciado hablado, las palabras están aún próximas al emisor, a la persona, a
la voz, es decir, al centro que ancla, autentifica y garantiza su significado. Lo que se quiere
decir se mantiene cerca de la intención, la mente, el sujeto, el logos, que lo formuló y que
puede responder por él, verificándolo o corrigiéndolo en caso de disputa o conflicto.
Este logocentrismo, que presupone una presencia tras el lenguaje, cumple la función
fundamental de asegurarnos que el lenguaje será el vehículo fiable que precisamos para
transmitir información o comunicar ideas y emociones.
Platón ya temía que la escritura, señala Derrida, no procede de acuerdo a este
logocentrismo y a dicha metafísica de la presencia. El lenguaje escrito teje una red textual
que obstaculiza y paraliza esa presunta función o capacidad del lenguaje, según parecía
observarse en el habla, de comunicar fiablemente un significado o de referirse directa y
transparentemente a las cosas de la realidad. La textualidad de la escritura pone en marcha
dos mecanismos que Derrida califica respectivamente como différence y deference.

Derrida alude al hecho de que el significado de las palabras en el texto permanece aplazado
y diferido continuamente; no alcanza nunca su cierre o closure. Ambas propiedades de las

92
palabras en el texto se unen en el término différance acuñado por el propio filósofo francés.
Esta différance de la escritura ocasiona la indeterminación del texto, el hecho de que su
significado o significados no se puedan fijar o determinar con claridad y de una vez para
siempre, las aporías, o puntos, momentos concretos en el texto en los que se pone en
evidencia la vacilación irreductible de los significados de las palabras, y la indecibilidad de
su lectura, la imposibilidad de atrapar su significado.

El juego de los signos en la escritura, que produce esta diseminación perenne del
significado, anula evidentemente lo que, hasta entonces, había sido el fin de la crítica
interpretativa: la obtención de lecturas mejores y más correctas de las obras. No hay una
interpretación única ni tampoco una gradación de la calidad de las diversas que se pudieran
realizar. Sólo la constatación del juego indecible e indeterminado del texto escrito. Existen
dos tipos de interpretación irreconciliables, sostiene Derrida en su ensayo “ La estructura, el
signo y el juego en el discurso de las ciencias humanas”, una, la más tradicional y anterior a
sus investigaciones sobre la naturaleza del discurso escrito, pretende descifrar, sueña con
descifrar una verdad o un origen que se sustraigan al juego y al orden del signo, ... La otra,
..., afirma el juego ...

Jacques Derrida - Video de Darío Sztajnszrajber


Heidegger es un pensador clave para entender a Derrida. Derrida le dedicó varios textos a
este autor. La filosofía de Derrida es deudora de la filosofía heideggeriana.
Palabras clave: diferencia, deconstrucción (conceptos deudores de Heidegger).
‘’Deconstrucción’’ es una palabra clave en la propuesta filosófica de Derrida. ‘’Traduce’’ un
concepto heideggeriano ➯ Concepto presente en el texto ‘’ser y tiempo’’ donde Heidegger
proclama la destrucción de la metafísica. Derrida relee el término ‘’destrucción’’ y pasa a
llamarlo ‘’deconstrucción’’. ‘’Baja un cambio’’ a la propuesta de Heidegger de destrucción.

Derrida realiza una fuerte ruptura en las formas de escritura. Suelta el canon de la escritura.
Está en el límite de la literatura y de la escritura. Escribe poéticamente filosofía. Logra
capturar incluso en la forma de escribir lo que él quiere promover: crítica radical a la filosofía
tradicional.
El texto ‘’de la gramatología’’ es un programa de la deconstrucción. ‘’Gramatología’’ sería
una ciencia de la escritura. En este libro analiza a Rouseau, Levi Strauss y a Saussure.

Derrida propone una re-lectura de los clásicos de la filosofía encontrando aquellos detalles
que las lecturas tradicionales dejan afuera. Derrida encara a la tradición filosófica como un
analista.

‘’Nada hay fuera del texto’’


Esta es una frase provocativa. Si nada hay fuera del texto, ¿de qué habla un texto?
¿Estamos encerrados en el lenguaje?
Para la tradición metafísica hay una estructuración binaria:
● Palabras.
● Cosas.
En la tradición metafísica, las palabras hablan de las cosas.
En Derrida hay una disolución del principio de realidad. ➯ Está en la misma lógica de ‘’no
hay hechos, solo interpretaciones’’ de Nietzsche.

93
¿Qué hay fuera del texto que podamos despojar de lenguaje para referirnos a eso? Nada,
nuestro acceso a la realidad es el lenguaje. La realidad en sí misma no puede percibirse sin
el abordaje lingüístico.
El lenguaje no es algo transparente ni es algo natural. Las palabras no salen de las cosas.
Es el sujeto el que ordena la realidad desde el lenguaje.

Para Derrida, el lenguaje es impropio, usamos palabras que nos exceden. Las palabras
tienen un sentido que no es elegido por nosotros. No usamos el lenguaje autónomamente.
El modo en que combinamos las palabras tampoco es autónomo ➯ Normativa de la
gramática.
El lenguaje es impropio y nunca es único. El lenguaje es un híbrido.

Si nada hay fuera del texto, todo se juega en el lenguaje.


Radicalización de la filosofía. No hay un concepto que quede estable en Derrida.

Para Derrida, como no hay una verdad, todo puede ser de otra manera. La filosofía es el
arte para evidenciar esas otras maneras escondidas ante las usuales. Busca evidenciar las
otras perspectivas posibles. No hay una verdad. La filosofía lucha contra aquellas ideas que
se instalan como verdaderas ➯ Ejercicio de poder.
Deconstruir es mostrar por qué algunos conceptos se han ido construyendo a sí mismos
como si fuesen incuestionables.
Derrida hace una genealogía de los conceptos, busca el origen oculto. Los conceptos no
muestran su historia. Mostrar la historia oculta de los conceptos es mostrar que todo
concepto supone una política. Una de las interpretaciones es vencedora.

Cuando construimos ponemos sobre la superficie las otras perspectivas/interpretaciones.


Derrida llama a hacer filosofía donde todo funciona bien, no donde todo está en crisis. No
hay mejor indicio en una situación de violencia que la paz. Una de las múltiples formas se
sacó de encima al resto y se impone como única ➯ Ahí hay violencia. Donde hay
normalidad y paz, hay una violencia histórica escondida.
Derrida es un filósofo de la diferencia. Diferencia implica conflicto.

Para Heidegger la diferencia ontológica es clave. Siempre hay en el fondo una diferencia. El
ser humano siempre trata de aferrarse a algo: el sentido. ➯ Se manifiesta en todas las
instituciones que conocemos.

Derrida toma de Heidegger dos cosas:


1) El concepto de diferencia ontológica. En el fondo hay redes de sentido, ahí aparece
la diferencia. Los conceptos, más que explicar una definición o expresar una idea,
expresan su diferencia con otros conceptos. La silla es silla porque no es un plato.
Se resquebraja la idea de entidades que se presentan de forma autónoma. Esa es la
tarea de la deconstrucción, mostrar el vínculo que tiene la palabra con otras cosas.
2) La idea de metafísica. Para Heidegger, la metafísica es el impulso del ser humano
por estructurar la realidad de modo ordenado. La multiplicidad de cosas debe
ordenarse en base a principios ordenatorios únicos que administran el sentido. Esta
es la tarea de la metafísica según Heidegger. En la metafísica se está todo el tiempo
clasificando.

94
La principal forma en que se manifiesta la metafísica es la lógica. Una de las
maneras más típicas de organizar la realidad es de forma binaria/dicotómica. Lo
binario genera tranquilidad. Dice Derrida que hay una vocación del ser humano al
pensamiento binario que lo que hace es ordenar la realidad para que uno tome
partido a favor o en contra.

La voz es el bien, la escritura es el mal (está subsidiada a la voz). El segundo polo es una
complementariedad del primero. ¿Por qué se piensa a la voz como más cercana a la
conciencia? ➯ Fonocentrismo ➯ Se piensa que la escritura es traducción de la voz. Bajo
esta lógica, la escritura no es autónoma.
¿Por qué pensamos que la voz tiene un acceso más privilegiado a lo que pasa en nuestra
conciencia?
Para Derrida todo es escritura. Primero es la escritura.

Deconstrucción: No solo es una cuestión teórica o lingüística, sino que tiene una
implicancia directa en nuestra vida cotidiana. Es una actitud de vida. La deconstrucción
desencializa, es decir, muestra el carácter abierto y paradojal de todo lo que somos y
hacemos. Entender que en el fondo todo puede ser de otra manera. Detrás de todo
concepto instituido, encontramos sus sombras. No hay fondo.
Cuanto más deconstruimos, más asumimos el carácter paradojal de la realidad. Por
ejemplo: nacer para morir. ➯ La propia muerte es inabordable por uno mismo.
La deconstrucción no genera respuestas, promueve el cuestionamiento.
La deconstrucción se pelea contra la hipocresía de valores que se presentan como tales.

Categoría de la ‘’otredad’’: El problema de la otredad es que el otro es otro porque nunca


puedo generar un contacto con él. La relación con el otro siempre es imposible. Lo que
define al otro como otro, es la imposibilidad del vínculo. Hoy en día, el otro es el animal. Un
animal no es un otro, es un bife de chorizo.

La estructura, el signo y el juego del discurso en las ciencias humanas


La historia del concepto de estructura ha sufrido según el autor un “acontecimiento” que
debemos entender como una ruptura y un desdoblamiento. El centro de una estructura, al
orientar y organizar la coherencia del sistema, permite el juego de los elementos en el
interior de la forma total. Y todavía hoy una estructura privada de todo centro representa lo
impensable mismo.
Sin embargo, en el centro, la permutación o la transformación de los elementos (que pueden
ser, por otra parte, estructuras comprendidas en una estructura) está prohibida. La cualidad
y la fecundidad de un discurso se miden quizás por el rigor crítico con el que se piense esa
relación con la historia de la metafísica y con los conceptos heredados. De lo que ahí se
trata es de una relación crítica con el lenguaje de las ciencias humanas y de una
responsabilidad crítica del discurso. Se trata de plantear expresamente y sistemáticamente
el problema del estatuto de un discurso que toma de una herencia los recursos necesarios
para la desconstrucción de esa herencia misma; problemas de economía y de estrategia. A
la totalización se la define, pues, tan pronto como inútil, tan pronto como imposible.

Firma, acontecimiento, contexto

95
Querría demostrar por qué un contexto no es nunca absolutamente determinable, o más
bien en qué no está nunca asegurada o saturada su determinación. Esta no saturación
estructural tendría como efecto doble:
1) Señalar la insuficiencia teórica del concepto ordinario de contexto (lingüístico o no
lingüístico) tal como es recibido en numerosos dominios de investigación, con todos
los conceptos a los que está sistemáticamente asociado.
2) Hacer necesarias una cierta generalización y un cierto desplazamiento del concepto
de escritura. Éste desde este momento no podría ser comprendido bajo la categoría
de comunicación, si al menos se la entiende en el sentido restringido de transmisión
de sentido. Inversamente, en el campo general de la escritura así definida es donde
los efectos de comunicación semántica podrán determinarse como efectos
particulares, secundarios, inscritos, suplementarios.

Sobre la ausencia del referente


1) Puesto que todo signo, tanto en el «lenguaje de acción» como en el lenguaje articulado
(antes incluso de la intervención de la escritura en el sentido clásico), supone una cierta
ausencia (que está por determinar), es preciso que la ausencia en el campo de la escritura
sea de un tipo original si queremos reconocerle alguna especificidad al signo escrito.
2) Si por casualidad el predicado así admitido para caracterizar la ausencia propia a la
escritura conviniese a todas las especies de signo y de comunicación, se seguiría un
desplazamiento general: la escritura ya no sería una especie de comunicación y todos los
conceptos a cuya generalidad se subordinaba la escritura (el concepto mismo como sentido,
idea o incautación del sentido y de la idea, el concepto de comunicación, de signo, etc.)
aparecerían como no críticos, mal formados o destinados más bien a asegurar la autoridad y
la fuerza de un cierto discurso histórico. Escribir es producir una marca que constituirá una
especie de máquina productora a su vez, que mi futura desaparición no impedirá que siga
funcionando y dando, dándose a leer y a reescribir.

¿Cuáles son, en efecto, los predicados esenciales en una determinación minimal del

concepto clásico de escritura?


1) Un signo escrito, en el sentido corriente de esta palabra, es así, una marca que
permanece, que no se agota en el presente de su inscripción y que puede dar lugar
a una repetición en la ausencia y más allá de la presencia del sujeto empíricamente
determinado que en un contexto dado la ha emitido o producido. Por ello se
distingue, tradicionalmente al menos, la «comunicación escrita» de la «comunicación
oral».
2) Al mismo tiempo, un signo escrito comporta una fuerza de ruptura con su contexto,
es decir, el conjunto de las presencias que organizan el momento desde su
inscripción.
3) Esta fuerza de ruptura se refiere al espaciamiento que constituye el signo escrito:
espaciamiento que lo separa de los otros elementos de la cadena contextual interna
(posibilidad siempre abierta de ser sacado y de ser injertado), pero también de todas
las formas de referente presente (pasado o por venir en la forma modificada del
presente pasado o por venir), objetivo o subjetivo.

96
Yuri Lotman - Clase de Semiotuber

Yuri Lotman - Resumen de textos


Acerca de la semiosfera
La semiótica actual está viviendo un proceso de revisión de algunos conceptos básicos. Es
de todos sabido que en los orígenes de la semiótica se hallan dos tradiciones científicas.
Una de ellas se remonta a Peirce y a Morris y parte del concepto del signo como elemento
primario de todo sistema semiótico. La segunda se basa en las tesis de Saussure y de la
Escuela de Praga y toma como fundamento la antinomia entre la lengua y el habla (el texto).
Como resultado, el acto individual de intercambio sígnico comenzó a ser considerado como
el modelo de la lengua natural, y los modelos de las lenguas naturales, como modelos
semióticos universales, y se tendió a interpretar la propia semiótica como la extensión de los
métodos lingüísticos a objetos que no se incluían en la lingüística tradicional.
Tal enfoque respondía a una conocida regla del pensamiento científico: ascender de lo
simple a lo complejo; y en la primera etapa, sin duda, se justificó. El objeto complejo se
reduce a una suma de objetos simples.

Como ahora podemos suponer, no existen por sí solos en forma aislada sistemas precisos y
funcionalmente unívocos que funcionan realmente. La separación de éstos está
condicionada únicamente por una necesidad heurística. Tomado por separado, ninguno de
ellos tiene, en realidad, capacidad de trabajar. Sólo funcionan estando sumergidos en un
continuum semiótico, completamente ocupado por formaciones semióticas de diversos tipos
y que se hallan en diversos niveles de organización. A ese continuum, por analogía con el
concepto de biosfera introducido por V. I. Vernadski, lo llamamos semiosfera.

El espacio de la semiosfera tiene un carácter abstracto. Solo dentro de tal espacio resultan
posibles la realización de los procesos comunicativos y la producción de nueva información.

También en las cuestiones de la semiótica es posible un enfoque análogo. Se puede


considerar el universo semiótico como un conjunto de distintos textos y de lenguajes
cerrados unos con respecto a los otros. Entonces todo el edificio tendrá el aspecto de estar
constituido de distintos ladrillitos. Sin embargo, parece más fructífero el acercamiento
contrario: todo el espacio semiótico puede ser considerado como un mecanismo único (si no
como un organismo). Entonces resulta primario no uno o otro ladrillito, sino el ‘’gran
sistema’’, denominado semiosfera. La semiosfera es el espacio semiótico fuera del cual es
imposible la existencia misma de la semiosis.
Así como pegando distintos bistecs no obtendremos un ternero, pero cortando un ternero
podemos obtener distintos bistecs, sumando los actos semióticos particulares, no
obtendremos un universo semiótico. Por el contrario, sólo la existencia de tal universo -de la
semiosfera- hace realidad el acto sígnico particular.
La semiosfera se caracteriza por una serie de rasgos distintivos:
1) Carácter delimitado: El concepto de semiosfera está ligado a determinada
homogeneidad e individualidad semióticas. Ambos conceptos presuponen el carácter
delimitado de la semiosfera respecto del espacio extrasemiótico o alosemiótico que la rodea.

97
Uno de los conceptos fundamentales del carácter semióticamente delimitado es el de
frontera. Puesto que el espacio de la semiosfera tiene carácter abstracto, no debemos
imaginarnos la frontera de ésta mediante los recursos de la imaginación concreta.
La frontera semiótica es la suma de los traductores ‘’filtros’’ bilingües pasando a través de
los cuales un texto se traduce a otro lenguaje (o lenguajes) que se hallan fuera de la
semiosfera dada. El ‘’carácter cerrado’’ de la semiosfera se manifiesta en que ésta no puede
estar en contacto con los textos alosemióticos o con los no-textos.
En este sentido se puede decir que la semiosfera es una ‘’persona semiótica’’ y comparte
una propiedad de la persona como es la unión del carácter empíricamente indiscutible e
intuitivamente evidente de este concepto con la extraordinaria dificultad para definirlo
formalmente.

La frontera del espacio semiótico no es un concepto artificial, sino una importantísima


posición funcional y estructural que determina la esencia del mecanismo semiótico de la
misma. La frontera es un mecanismo bilingüe que traduce los mensajes externos al lenguaje
interno de la semiosfera y a la inversa. Tan pronto pasamos del dominio de la semántica,
nos vemos en la necesidad de apelar a la realidad extrasemiótica.
La función de toda frontera y película se reduce a limitar la penetración de lo externo en lo
interno, a filtrarlo y elaborarlo adaptativamente. En los diversos niveles, esta función
invariante se realiza de diferente manera. En el nivel de la semiosfera, significa la
separación de lo propio respecto a lo ajeno, el filtrado de los mensajes externos y la
traducción de estos al lenguaje propio, así como la conversión de los no-mensajes externos
en mensajes, es decir, la semiotización de lo que entra de afuera y su conversión en
información.
Desde este punto de vista, todos los mecanismos de traducción que están al servicio de los
contactos externos pertenecen a la estructura de la frontera de la semiótica.

Todos los grandes imperios que lindaban con nómadas, ‘’estepa’’, o ‘’bárbaros’’, asentaban
en sus fronteras tribus de esos mismos nómadas o ‘’bárbaros’’, contratados para el servicio
de la defensa de la frontera. Esas colonias formaban una zona de bilingüismo cultural que
garantizaba los contactos semióticos entre los dos mundos. Esa misma función de frontera
de la semiosfera es desempeñada en las regiones con diversas mezclas culturales:
ciudades, vías comerciales y otros dominios de formaciones de koiné y de estructuras
semióticas creolizadas.

Tomar conciencia de sí mismo en el sentido semiótico-cultural, significa tomar conciencia de


la propia especificidad, de la propia contraposición a otras esferas.

La oposición centro/periferia es sustituida por la oposición ayer/hoy.


Puesto que la frontera es una parte indispensable de la semiosfera, esta última necesita de
un entorno exterior ‘’no organizado’’ y se lo construye en caso de ausencia de éste. La
cultura crea no sólo su propia organización interna sino también su propio tipo de
desorganización externa. La Antigüedad se construye con ‘’los bárbaros’’.

La valoración de los espacios interior y exterior no es significativa. Significativo es el hecho


mismo de la presencia de una frontera.

98
2) Irregularidad semiótica: De lo dicho en el primer punto se ve que el espacio
‘’no-semiótico’’, de hecho, puede resultar el espacio de otra semiótica.
El espacio semiótico se caracteriza por la presencia de estructuras nucleares con una
organización manifiesta y de un mundo semiótico más amorfo que tiende hacia la periferia,
en el cual están sumergidas las estructuras nucleares.
En la realidad de la semiosfera, por regla general se viola la jerarquía de los lenguajes y de
los textos; estos chocan como lenguajes y textos que se hallan en un mismo nivel. Los
textos se ven sumergidos en lenguajes que no corresponden a ellos, y los códigos que los
descifran pueden estar ausentes del todo.

La no homogeneidad estructural del espacio semiótico forma reservas de procesos


dinámicos y es uno de los mecanismos de producción de nueva información dentro de la
esfera. En los sectores periféricos, organizados de manera menos rígida y poseedores de
construcciones flexibles, ‘’deslizantes’’, los procesos dinámicos encuentran menos
resistencia y, por consiguiente, se desarrollan más rápidamente. La creación de
autodescripciones metaestructurales (gramáticas) es un factor que aumenta bruscamente la
rigidez de la estructura y hace más lento el desarrollo de ésta.

En el núcleo se disponen los sistemas semióticos dominantes.

Los diversos lenguajes tienen diferente tiempo y diferente magnitud de ciclos: las lenguas
naturales se desarrollan mucho más lentamente que las estructuras ideológico-mentales.

La diversidad interna de la semiosfera presupone la integralidad de ésta. Las partes no


entran en el todo como detalles mecánicos, sino como órganos en un organismo.

Sin semiosfera el lenguaje no sólo no funciona, sino que no existe.

La semiosfera tiene una profundidad diacrónica, puesto que está dotada de un complejo
sistema de memoria y sin esa memoria no puede funcionar.

PPT - Lotman
Escuela de Tartu
Interdisciplinaria
Equilibrio teórico - empírico: teorías ad hoc para estudio de objetos concretos.
Se interesa por todas las formas de comunicación humana.
Propone una semiótica de la cultura que sostiene su principio explicativo en las
interrelaciones textuales.

Primer período. Búsqueda de “analogías entre lenguaje natural y los sistemas de signos
del mito y el arte”, en especial, de la literatura.
● 1962: Moscú. “Simposio sobre el estudio estructural de los sistemas de signos”
● 1964: Tartu. 1era. Escuela de Verano. Primer volumen de ensayos: Trabajos sobre
los sistemas de signos

99
Segundo período. Examina el conjunto de sistemas de signos (la semiosfera) como algo
unido por la cultura: actividad humana que elabora, intercambia y retiene información por
medio de signos.
● 1970: Tartu. 4ta. Escuela de Verano: Semiótica y Cultura
● 1973: “Tesis para el estudio semiótico de las culturas
● 1984: “Acerca de la semiosfera”
● 1993: Cultura y explosión: desarrollos explosivos y graduales de las culturas

Iuri Lotman
● Graduado y doctorado en la Facultad de Idiomas de la Universidad Estatal de
Leningrado. Entre 1964 y 1974 organiza las cinco “escuelas de verano” de Tartu,
sobre la cultura y los sistemas de modelización.
● De 1969 a 1984, vicepresidente de la Asociación Internacional de Semiótica.
● Investigó desde un punto de vista semiótico fenómenos culturales variados, como el
teatro, el cine (y los dibujos animados), artes plásticas, arquitectura.
● También se interesará por el comportamiento cotidiano, la etiqueta social, el carácter
funcional de la asimetría de los hemisferios cerebrales, problemas generales de la
metodología de la ciencia, teoría de la comunicación, y cibernética.

Superación crítica de dos tradiciones científicas


Rescata:
● Semiosis/semiotización.
● Primacía de la lengua como modelo.
● (Programa de) extensión de la lingüística a otros sistemas de signos.

Crítica:
● Semióticas tradicionales reducen objetos complejos a una suma de objetos simples y
el procedimiento se naturaliza.
● No existen objetos semióticos que funcionen en forma aislada, fuera de la cultura.

Propone:
● Considerar que los objetos a abordar están inmersos en un continuo semiótico
(semiosfera) completamente ocupado por formaciones semióticas de diversos tipos
que se hallan en distintos niveles de organización

Logosfera
● Mundo del lenguaje de Bajtín
● Esfera dialógica donde la palabra existe
● Trama de discursos que antecede y acompaña los procesos culturales
«La cultura está totalmente en las fronteras y no posee un territorio interno. Las fronteras
recorren todos sus lugares, atraviesan todos sus momentos. La unidad interna de la cultura
penetra en cada átomo de vida cultural y estos la reflejan. Cada acto cultural vive
significativamente en las fronteras»

Biosfera
PELÍCULA DE MATERIA VIVA QUE RECUBRE EL PLANETA

100
CONDENSACIONES DE LA VIDA LIGADAS ENTRE SÍ DE MANERA TAL QUE UNA NO
PUEDE EXISTIR SIN LAS OTRAS
TRANSFORMA LA ENERGIA SOLAR EN ENERGIA QUIMICA Y ÉSTA EN MATERIA VIVA
ECOSISTEMA GLOBAL CON UNA ESTRUCTURA QUE DETERMINA TODO LO QUE
OCURE EN ELLA Y QUE CONTIENE ECOSISTEMAS PARTICULARES .

La biosfera presenta a la vida como la fuerza geológica que da forma a la tierra. Es


considerado uno de los fundadores de la ecología y el padre de la visión moderna del
sistema Tierra.
Qué es la semiosfera
El objeto de estudio de la semiótica: esfera de la(s) cultura(s), que es sígnica por naturaleza
Una hipótesis teórica materializada: “La semiosfera del mundo contemporáneo ha adquirido
un carácter global, incluye dentro de sí tanto las señales de los satélites como los versos de
los poetas y los gritos de los animales.
La interconexión de todos los elementos del espacio semiótico no es una metáfora, sino una
realidad. ” Olga Pampa Aram
Una relación de jerarquía e isomorfismo: semiosfera – cultura – textos

Objeto de estudio de la semiosfera: cultura


● conjunto de textos interrelacionados, o único texto complejamente organizado compuesto
interiormente por entretejidos dinámicos de textos
● gran sistema modelizador que genera nuestra visión del mundo y trabaja como una
gigantesca conciencia políglota.

Unidad de intercambio en la semiosfera: texto No es solo un enunciado en un lenguaje


cualquiera, sino que debe estar codificado al menos dos veces. (lengua natural + lenguaje
secundario)

La semiosfera como persona semiótica


Frontera o límites de la semiosfera son equiparables a receptores sensoriales que traducen
irritantes externos al 'lenguaje' de nuestro sistema nervioso. Estos receptores marcan los
límites de cada persona y funcionan como bloques de traducción que adaptan a su propia
esfera semiótica el mundo exterior.

Semiosfera = persona semiótica:


● empíricamente indiscutible.
● intuitivamente evidente.
● muy difícil de definir formalmente.

Características de la semiosfera
● Es de carácter abstracto.
● Es homeostática.
● Las partes entran en el todo como órganos en un organismo.
● Cada parte también es una semiosfera.
● Estructura: centro, periferia y frontera Carácter delimitado: homogeneidad (sólo
elementos semióticos) individualidad (persona semiótica).
● Irregularidad Interna: estructural y mezcla de niveles.

101
● Asincronía.

La frontera
● Separa lo propio de lo ajeno.
● Semiotiza lo que que viene de afuera y lo convierte en texto.
● Une dos esferas de semiosis.
● Suma de los traductores - filtros bilingües.
● La frontera general se interseca con las fronteras de los espacios culturales
particulares.
● De raíz geográfica o espacial, actualmente tiende a funcionar en el eje pasado -
presente.
● La posición del observador define la frontera.

Algunos dispositivos generadores de sentido


● irregularidades internas. 1- estructural: centro/periferia 2
● -mezcla de niveles (re)creación del sistema desde un texto.
● asincronicidad.
● sistemas de modelización.
● isomorfismo respecto al todo.
● isomorfismo respecto a un tercero.
● simetría- asimetría.

Irregularidad estructural: centro/periferia


● Varias estructuras nucleares, organizadas, sumergidas en un espacio semiótico más
amorfo.
● En el núcleo se disponen los sistemas semióticos dominantes.
● En la periferia los procesos semióticos son más acelerados y flexibles, y de allí se
dirigen a las estructuras nucleares para desalojarlas.
● Una vez establecidas en el centro, estas estructuras enlentecen su dinamismo, al
tiempo que en la periferia surgen nuevos procesos semióticos .
● A efectos semióticos, centro y periferia constituyen dos semiosferas distintas y en
contacto.
● Las formaciones semióticas periféricas, al intervenir como ajenas al sistema,
cumplen la función de catalizadores en el mecanismo total de la semiosfera.
● Cuando la semiosfera tiene carácter territorial, la frontera funciona con una frontera
espacial.
● En la relación núcleo/periferia, la función de frontera suele ser desempeñada por las
regiones con mezclas culturales: ciudades, vías comerciales, mercados. A raíz de la
aceleración de los cambios sociales y culturales, la frontera se especializa en regular
la aceptación o rechazo de nuevos textos, y la conservación u olvido de textos
anteriores.
● La oposición centro/periferia es sustituida por la oposición ayer/hoy.
Las formaciones semióticas periféricas pueden incluso estar representadas por textos
aislados.
- tango - underground - cumbia villera - cumbia cheta

102
Sistemas de modelización (sistemas semióticos)
● Todos los lenguajes son sistemas de modelización; la lengua da forma y sentido al
mundo, por lo que es el sistema de modelización primario
● Como la conciencia del hombre es lingüística, todos los modelos superpuestos sobre
la conciencia son sistemas de modelización secundarios.
● Todos los sistemas de modelización son dispositivos generadores de sentido.
● Mitos, artes, religión, ciencias, leyes, juegos, software, motores de búsqueda
● Los no textos se transforman en textos al pasar por un sistema de modelización

Mezcla de niveles
● Lenguajes y textos se chocan.
● Los textos se ven sumergidos en lenguajes que no les corresponden, y los códigos
de desciframiento pueden estar ausentes
● «Imaginemos la sala de un museo en la cual estén expuestos objetos que
pertenecen a siglos diversos, inscripciones en lenguas conocidas e ignotas,
instrucciones para descifrarlos, un texto explicativo redactado por los organizadores,
los esquemas de itinerarios para la visita de la exposición, las reglas de
comportamiento para los visitantes. Si colocamos también los visitantes con sus
mundos semióticos, tendremos algo que evoca un cuadro de la semiosfera»

(re)creación del sistema desde un texto


● Textos aislados provenientes de la periferia intervienen en el proceso de la
semiosfera destruyendo la totalidad ideal.
● Esto desata un proceso de «recordación» -reconstrucción del todo semiótico- a partir
de textos que ofician de memoria del sistema.
● En la práctica, se crea un nuevo sistema.

Asincronicidad
● Los procesos semióticos se desarrollan a distintas velocidades en los distintos
niveles, provocando heterogeneidades que forzadas a convivir, generan nuevos
sentidos desde el conflicto y el diálogo.
● Los procesos semióticos se desarrollan a distintas velocidades en los distintos
niveles, provocando heterogeneidades que forzadas a convivir, generan nuevos
sentidos desde el conflicto y el diálogo.

Isomorfismo respecto al todo


● Las partes de la semiosfera entran en ella no como piezas en una máquina sino
como órganos en un organismo
● Cada parte representa una semiosfera que es a la vez distinta e igual al todo
● Cada texto es isomorfo, desde determinados puntos de vista, a todo el mundo textual

Isomorfismo respecto a un tercero


● Para que haya semiosis debe haber relaciones de semejanza y diferencia. Los
elementos que intervienen en la semiosis deben ser distintos entre sí pero isomorfos
respecto a un tercer elemento de otro nivel.

103
● Para que haya semiosis debe haber relaciones de semejanza y diferencia. Los
elementos que intervienen en la semiosis deben ser distintos entre sí pero isomorfos
respecto a un tercer elemento de otro nivel.

Simetría – asimetría
● El fundamento dialógico de la construcción de sentido tiene su base en la correlación
derecho – izquierdo de los hemisferios cerebrales y aún más atrás, en la simetría
especular.
● Posibilidad de ver la misma cosa de manera distinta, que es otorgada por la
asimetría bilateral del cerebro como caracterizaciones de pensamiento.
● La conciencia «normal» habitual es una transacción entre tendencias de dirección
opuesta, y este mecanismo se replica en todos los niveles de la semiosfera.

Cultura y explosión
Las culturas normalmente se desarrollan en forma gradual y previsible. Si se producen
“explosiones”, su característica principal es la imprevisibilidad. Los procesos culturales
reales se realizan en un diálogo como aspectos de un mismo proceso, y la gradualidad y
explosión se suceden uno al otro en desarrollo dinámico.

La lógica de la explosión
● Momento de la explosión original
● Asimilación por los mecanismos de la conciencia individual y colectiva
● Inscripción en la estructura de la memoria Lo imprevisible abre un haz de
posibilidades, de las cuales solo algunas se realizarán -por casualidad o
probabilidad- como hechos históricos. Luego la historia leerá esos hechos como
fatalidad.
● El historiador hace una transformación retrospectiva: inventa la causalidad, da
coherencia al pasado y predice el futuro.

Asuntos centrales
● Críticas a semióticas tradicionales
● Semiosfera: génesis, definición, características
● Dispositivos generadores de sentido:
● Irregularidades internas: centro – periferia, mezcla de niveles.
● Asincronicidad
● Sistemas de modelización primarios y secundarios
● Isomorfismos
● Simetría/asimetría
● Cultura
● Texto: caracterización, funciones, complejidad

Clase semiotuber
● Analogía con la noción de "biosfera" de Vladimir Vernadski. La biosfera va a
significar todo un desafío para Lotman porque va a intentar trasladar muchas de las
cualidades, de las propiedades de la biosfera a la semiosfera. Por tanto, hay una

104
fuerte analogía entre BIOSFERA, concepto matriz, y SEMIOSFERA, conceptos
pertenecientes a los estudios semióticos introducidos por Lotman. Lo que hay aquí
es la búsqueda de una matriz cognitiva, de un modelo conceptual que nos estimule y
que represente una especie de resorte heurístico (método para aumentar
conocimiento) para activar nuestra imaginación. Si no encuentro una forma para
organizar nuestros conocimientos en el terreno de la semiótica, si no encuentro una
forma de entrar a la cultura para estudiar los signos, entonces voy a imaginarme, por
ejemplo, que los signos, que los textos, que los sistemas de modelización, se
comportan de la misma forma que se comportan los organismos vivos en el seno de
la biosfera.
● Reúne todos los signos, textos y sistemas de modelización. ¿Qué es la semiosfera?
Es un espacio de significación, que reúne todos los signos, textos y también vamos
a colocar aquí los sistemas de modelización. En ese orden. Entonces tenemos
jerarquías, del mismo modo que tenemos jerarquías dentro de un ecosistema.

“la semiosfera es el espacio semiótico fuera del cual no es posible la existencia de


semiosis”. Es decir, si es la semiosfera entonces allí habrá semiosis, fuera de
la semiosfera no hay semiosis.
● Es el espacio semiótico fuera del cual no es posible la existencia de semiosis.
● Sólo al interior de la semiosfera pueden darse los procesos de comunicación y la
elaboración de nueva información. La producción de nueva información es
fundamental para la dinamización de la semiosfera. Es más, no hay dinamización de
la semiosfera si no hay producción de nueva información.
● Vasta construcción arquitectural que asume que el universo es un texto cuyo
significado hay que descifrar. ¿Cómo es posible que el universo sea un texto? Lo
cierto es que muchos científicos dicen que es posible tender un mapa completo del
universo. Un mapa que reproduzca hasta el último detalle, la arquitectura, la
organización, la estructura que el universo tiene. Y ese mapa cuanto más perfecto
sea, el mapa final, es isomorfo con el universo. Es decir, tendrá la misma forma. El
mapa tiene que reproducir el territorio porque si no es fiel a las figuras del territorio, a
las morfologías del territorio, entonces no nos va a servir. Y el ideal del mapa es el
isomorfismo (igual forma), idéntica forma. Aquí hay un paso más allá de lo que
veníamos diciendo respecto de la semiosfera.

Algo importante que para Lotman parecen ser nociones intercambiables lo que es la
semiosfera y cultura. Lo que ocurre es que cuando habla de semiosfera
evidentemente por el prefijo SEMIO está poniendo el acento en el aspecto semiótico
que tiene la semiosfera. Y por la terminación que proviene de la BIOSFERA de
Vernadski lo que vamos a tener esa esa importación de características orgánicas. Los
textos se van a comportar como si fueran organismos vivos. Estas dos características
van a aparecer, van a estar latentes por lo menos cuando nosotros utilicemos la
palabra semiosfera, algo que no va a ocurrir cuando usemos la palabra cultura.

Dos propiedades de la semiosfera:


a) Carácter delimitado: Toda semiosfera, según Lotman, posee una homogeneidad y esa
homogeneidad es lo que permiten que tengan individualidad, que sean individualizadas.
Esto es más fácil de advertir en los pueblos llamados ‘’primitivos’’, en los pueblos que no

105
tienen alto grado de complejidad, como las sociedades contemporáneas, tecnológicas en las
que vivimos. Nosotros fácilmente podemos distinguir los pigmeos de los esquimales. Porque
hay un conjunto de costumbres, la lengua, la organización familiar, los sistemas de
creencias, todo eso es uniforme dentro del grupo que sea. Entonces al encontrar esa
homogeneidad, al no encontrar digamos demasiadas desviaciones, aspectos heterogéneos
que parezcan pertenecientes a otras culturas, en la medida que no pase esto yo
individualizo a una semiosfera. La semiosfera de los esquimales, por ejemplo.

Esta individualidad tiene que ver con la presencia de fronteras, dice Lotman, que separa
la semiosfera de lo no – semiótico y lo alosemiótico. Esas fronteras no necesariamente
son de carácter territorial, sino más bien de un carácter abstracto y semiótico. Son
fronteras no de un territorio físico sino más bien de la semiosfera.

Y, ¿qué es lo que separa las fronteras de la semiosfera, que división establecen? Separa
lo que tiene carácter semiótico de aquello que tiene un carácter no semiótico. Por
ejemplo, cuando el hombre llega a la Luna se encuentra con un territorio desconocido,
que se ofrece al conocimiento del hombre pero que aún no ha sido susceptible de ser
conocido. Está empezando a conocer ese territorio espacial, extraterrestre, y, por tanto
podríamos decir que en la medida que aún no lo conoce, en la medida que recién está
iniciando su conocimiento se presenta como no semiótico. Aquello que todavía no ha sido
pasible de ser codificado es lo no semiótico. Una vez que ingresa en los códigos de una
determinada civilización, cultura, de una determinada semiosfera, entonces termina
semiotizado y deja de ser no semiótico. Se integra a la semiosfera, ha atravesado la
frontera de la semiosfera.

Y luego está lo alosemiótico, la frontera no solamente nos separa de lo no semiótico sino


de lo alosemiótico, que es, aquello que tiene naturaleza semiótica pero que para nosotros
es desconocido. No se trata de piedras, ni de astros, de animales o vegetales, de un
entorno natural sin actividad semiótica, sino que se trata por ejemplo de otro pueblo. Lo
que les pasó a los invasores que llegaban a determinado territorio que estaba ocupada
por una cultura, por una civilización, por un pueblo que desconocían, no sabían cuál era
su lengua, sus costumbres, su organización política, etc. Pero eso no quiere decir que no
tengan una cultura, costumbre, una organización familiar y política, lo tienen, lo que pasa
es que nosotros lo ignoramos. Entonces eso que es ignorado desde la perspectiva de
una semiosfera se llama alosemiótico.

La frontera entonces es el espacio, es el borde donde ocurren estas interacciones. Estas


interacciones suponen un mecanismo bilingüe. Un mecanismo que convierte los
mensajes externos (código desconocidos) al lenguaje interno de la semiosfera y a la
inversa. De manera que, ese mecanismo bilingüe es indispensable tanto para el ingreso
de la información como para la salida de información. Toda frontera es siempre al menos
bilingüe.

Y ¿cuál es la función que cumple la semiosfera? Traducción y filtrado.


Esto debe de haberlo tomado Lotman casi con toda seguridad de las fronteras de la
célula. Una célula es un espacio delimitado que tiene una cierta homogeneidad interna. Al
estar envuelta en una membrana celular nosotros la individualizamos, decimos una célula
y podemos diferenciarla de otras células. Pero esa membrana celular es permeable, tanto
para la glucosa que es necesaria para obtener energía como para factores o agentes

106
nocivos, por ejemplo un virus. Un virus penetra a través de esa frontera celular que es la
membrana y parasita a la célula en su interior. En este caso el filtrado resultó defectuoso,
pero normalmente lo que hay es una traducción. Cuando se pasa a través de la frontera
(membrana) hay una serie de cambios. Y lo que ingresa comienza a estar compatible con
lo de adentro. Y aquellas cosas que no son compatibles, que no pueden ser asimiladas
no se filtran, porque se filtran lo que sí, y lo que no es compatible se deja afuera. Esa es
la función selectiva de toda frontera, de toda membrana.

La frontera es una zona que, en cierta forma, pertenece al interior, pero también al
exterior.

Pensemos en el tango, que se ha impuesto en el río de la plata. Es casi como una marca de esta
región (Argentina /Uruguay). Y así es reconocido en el mundo entero y se ha vuelto un atractivo
turístico. Pero en el siglo 19 cuando aparece el tango de una forma muy diferente a lo que ahora,
era una expresión absolutamente marginal, no había acordeón, se acompañaba con guitarra.
Provenía de sectores muy marginales tanto de los gauchos que tocaban la guitarra o de los
esclavos que habrían introducido el tango como una variante de sus ritmos africanos o afro
criollos. Pero lo que sí sabemos es que se forma en los márgenes, no en el centro de la
semiosfera. En los márgenes tanto culturales como en los márgenes territoriales. El tango se
tocaba y se bailaba en los bajos fondos de la ciudad. Y rápidamente aparece el tango canción y
algunas figuras que van enriqueciendo el acervo cancionistico y aparecen artistas muy
importantes como Gardel, entre otros. Y en la medida que ese tango se va instaurando como un
género más rico, se va trasladando desde la periferia al centro. Tanto desde un punto de vista
territorial como desde un punto de vista cultural. No obstante, recién en los años 60 una orquesta
hace una presentación en el Colón, de la mano de Aníbal Troilo. Es decir, fue necesario un siglo
para que una orquesta de tango llegará al teatro Colón. Lo mismo pasa con la murga, que surgió
en los márgenes. Tenemos un movimiento desde la periferia hacia el núcleo de la semiosfera. Lo
que no hay es un estatismo, puede haber (como dicen algunos autores) momentos de irrupción
de una determinada innovación técnica estética. Y luego ciertos momentos estacionarios donde la
evolución se genera de manera paulatina casi imperceptible. Pero lo cierto es que hay un
desplazamiento desde la periferia al centro. Entonces dice Lotman esa oposición es sustituida por
la oposición ayer/hoy. Hay una equivalencia, lo que ayer estaba en la periferia hoy está en el
centro. Eso pasó con el tango, luego pasó con la murga. Y va a pasar quizás con otras cosas
manifestaciones. Porque se presenta como un fenómeno prácticamente inevitable.

b) Irregularidad semiótica: Si hablamos de una semiosfera quiere decir que hay algo que
es más o menos homogéneo que nos permite reconocerla como una individualidad porque
sin esa homogeneidad reconocer esa individualidad sería imposible. Pero no hay que
confundir la homogeneidad que acabamos de ver con lo que Lotman llama irregularidad
semiótica. Una de las cosas que dice es que “De la posición del observador depende por
donde pasa la frontera de una cultura dada”. Y pone énfasis en esto diciendo que, desde
adentro de la semiosfera, desde el interior de una semiosfera particular uno puede percibir
algo como no semiótico. Como algo totalmente ajeno a la semiosfera. Pero otro observador
que estuviera fuera de esa semiosfera quizá lo perciba distinto, lo perciba como parte de la
periferia de la semiosfera. ¿Por qué? Porque desde el centro de la semiosfera quizás se
segregue a lo que está en la periferia y se lo anule, se lo ignore, se lo excluya. En los libros
de historia es muy común de encontrar dentro de las manifestaciones de las civilizaciones,

107
de los pueblos… las artes. La literatura, la escultura, la pintura, etc. pero hay otras cosas no
aparecen ni siquiera mencionadas. O sea, hay otras manifestaciones culturales que van
más allá de las manifestaciones tradicionales. Esto quiere decir que la semiosfera tenía una
porción que estaba en el límite pero que desde adentro no se la consideraba como una
parte significativa del núcleo de la semiosfera. Pero para un observador externo que llega a
esa semiosfera lo que percibe es que todo forma parte de esa semiosfera. El no tiene
motivo para recortar, segregar, discriminar, esas manifestaciones culturales periféricas, por
ejemplo. Entonces lo que tenemos es una irregularidad semiótica, porque la semiosfera
tiene distintos procesos semióticos o procesos semióticos. Y hay estructuras nucleares que
son las que tienen el potencial de generar un discurso que describe lo que está en la
periferia, ese mundo amorfo, ese mundo que no ha cobrado forma todavía o que se
presenta aparentemente como amorfo. Y también la capacidad de autodescribirse. Acá hay
una función hegemónica. Entonces es esto en lo que consiste la irregularidad semiótica, la
capacidad que tienen ciertas estructuras nucleares de establecer un mapa de toda la
semiosfera incluido ellos mismo, los que están formando parte de esa estructura nuclear. Y
describen a su vez desde su perspectiva el mundo amorfo de la periferia donde no existen
quienes tienen la virtud de poder suministrar una autodescripción. Esto tiene su origen en
dos distinciones que vienen desde la antropología la perspectiva Emit y perspectiva Etic.
Los antropólogos tenían la facultad de describir al mundo de acuerdo a perspectivas que
ellos desarrollaban, pero esas descripciones, segmentaciones propias de la antropología no
eran compartidas por el pueblo que describen. Acá pasa algo parecido, la estructura nuclear
con sus lenguas, códigos, sistemas de descripción, es capaz de segmentar, categorizar,
dentro de la periferia que los propios agentes semióticos de la periferia son incapaces de
ver, son incapaces de formular, de volver explícito. Esa irregularidad es interesante porque
es algo que se da en el interior de la semiosfera, semiesferas complejas, sobre todo en la
actualidad. Engendra procesos dinámicos que son una de las formas de producción de
nueva información dentro de la semiosfera. Porque existe irregularidad, Asimetrías,
diferencias internas, poderes y contrapoderes, desequilibro, es justamente que se produce
lo nuevo. Foucault decía que el poder no era algo tan perverso y que el poder tenía algo
productivo. Por ejemplo, en épocas de dictadura ese contexto de censura obligó a la murga
a los letristas a encontrar nuevos lenguajes, nuevas salidas para aludir a aquellas cosas que
estaban censuradas. De manera que, se ejerció un contrapoder por la vía de un discurso
solapado, que escondía algunas ideas que se querían transmitir, con la complicidad del
público. Lo que tenemos finalmente como característica a esta irregularidad semiótica es la
ausencia de sincronía en todos los procesos que se dan al interior de una misma
semiosfera. Hay procesos semióticos, pero no todo se dará a la misma velocidad. En otro
libro que se llama cultura y explosión Lotman lo que hace es decir que la cultura está
estratificada, con distintas capas, vetas, distintos procesos que se van desenvolviendo con
el paso del tiempo, ese ritmo de desenvolvimiento no es igual en todos los casos. Hay
sectores de la cultura que prácticamente no se mueven. Están de algún modo petrificados,
se han vuelto monumentos pétreos. La cultura oficial, sobre todo, cargada de símbolos no
admite reformulaciones. De hecho, hubo un gran debate cuando, por ejemplo, el Zurdo
Bessio cantó el himno nacional. Alguien proveniente de orígenes periféricos como la murga,
de pronto hace una versión del himno nacional y fue aceptado por gran parte del público,
pero hubo algunas voces disidentes que no terminaron de decir que sí a esa presunta
innovación. Y eso ¿Por qué? Porque los procesos semióticos periféricos son más dinámicos
que los procesos del centro de las estructuras nucleares entonces la cultura parece
estabilizada, parece petrificada. Y no admite fácilmente códigos que proceden de la

108
periferia. Entonces lo que hay es una ausencia de sincronía. Mientras que la periferia es un
lugar inquieto, chispeante, inestable, donde se produce nueva información, en el centro lo
que tenemos es una especie de quietismo, y por tanto distintas velocidades de desarrollo en
estos procesos. En esto consiste entonces la irregularidad semiótica. Podemos tener una
serie de cosas en común, la lengua, el fútbol, el mate (en el Uruguay) pero existen sectores
de la semiosfera que hay códigos menos flexibles, más duraderos que se resisten a la
interacción y a la transformación que podría llegar a imprimirle los códigos más inestables,
más dinámicos procedentes de la periferia.

109

También podría gustarte