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Tabla de contenidos
1. INTRODUCCIÓN
2. CLASE. Formas de relación con el conocimiento social
2.1. Algunas implicancias metodológicas en la construcción de saberes sociales sobre la base de diversos
conceptos estructurantes
2.2. Enseñar Ciencias Sociales desde el planteo de preguntas y problemas
2.3. Las imágenes en las propuestas de enseñanza de Ciencias Sociales
2.4. La evaluación en la enseñanza de Ciencias Sociales
3. Cierre
4. ACTIVIDADES
5. MATERIALES
6. FORO DE LA CLASE
En todo lo que digo, en todas las decisiones que tomo, en el seno de las instituciones que frecuento,
¿permito al Otro que sea, frente a mí, incluso contra mí, un Sujeto?
¿Acepto ese riesgo, a pesar de las dificultades que ello comporta,
de la incertidumbre en la que me sitúa, de las inquietudes que surgirán inevitablemente a cada paso?…
Esta es, para nosotros, la cuestión ética fundamental.
Esta inquietud ética, este modo de preguntarse por las formas de relación con el
conocimiento, alcanza nuevas dimensiones cuando pensamos en el tipo de acercamiento
que proponemos a nuestros alumnos al conocimiento social. Un conocimiento que nos
involucra en tanto formamos parte de su propio objeto de estudio, que nos interpela en
nuestras concepciones, en lo que creemos valioso, en lo que defendemos y aspiramos y
nos coloca también frente a la cuestión de –como afirma Philippe Meirieu en otro pasaje
de este mismo texto– reconocer o no al otro en su lugar de alteridad, frente a estos
mismos temas y problemas.
Les proponemos, en esta clase, pensar acerca de las distintas formas en que nos
vinculamos con el conocimiento social, en relación con nuestras propias experiencias
educativas como estudiantes pero también, y sobre todo, como docentes. ¿Qué tipo de
vínculo con los saberes sociales promovemos en los/las estudiantes? La forma en que
nos acercamos a los conocimientos sociales tiene profundas implicancias metodológicas.
Verónica Edwards (1985) distingue, de manera general, entre dos modos de relacionarse
con el saber en un determinado campo de conocimiento: desde la exterioridad o desde la
interioridad. La relación de exterioridad se da cuando ese campo de saberes se percibe
como distante de la propia experiencia y se traduce en la repetición memorística, sin
apropiación de los conocimientos. Al respecto, podríamos preguntarnos, ¿en qué medida
está presente en la enseñanza de Ciencias Sociales este tipo de relación?, ¿validamos
esta relación de exterioridad cuando lo que se busca es que se estudie para “demostrar”
hacia los demás que se “sabe” sobre el tema? ¿Qué lugar ocupa en las evaluaciones la
valoración de la repetición memorística de las respuestas “correctas” a un cuestionario?
En contraste, una relación de interioridad se logra cuando se aprenden saberes que
cobran significado e interpelan al sujeto, que puede, de esta manera, hacerlo propio
desarrollando un proceso significativo de construcción del conocimiento.
Hablar de aprendizajes significativos nos lleva a reconocer la importancia de los saberes
y experiencias previas de los estudiantes. Cuando hablamos de conocimientos previos,
no nos referimos solamente a los saberes escolares, sino a lo que los/as estudiantes
construyen desde su experiencia en la vida social.
Al respecto, sostiene Beatriz Aisenberg que “el marco asimilador para significar los
contenidos del área de estudios sociales está constituido por un conjunto de teorías y
nociones sobre el mundo social, que los niños construyeron en su propia historia de
interacciones sociales”. (1994, p. 141).
Al inicio de cada clase, especialmente en la presentación de un nuevo tema,
generalmente les planteamos a los chicos la pregunta: “¿Qué se acuerdan de la clase
anterior?”. Con este interrogante procuramos relacionar los temas que se van
desarrollando en la escuela. Aunque esta vinculación es necesaria, la potencia de
retomar los saberes previos está dada desde la necesidad de interpelar las ideas que
los/as niños/as han elaborado acerca de lo social desde su propia experiencia, en
relación con las temáticas que se han seleccionado para la enseñanza.
En realidad, será durante todo el proceso de construcción de nuevos conocimientos que
tiene lugar en la escuela, cuando estas nociones e ideas previas se verán interpeladas.
Si, una vez respondida la pregunta inicial que suele hacerse, nos volcamos a la lógica
propia de los contenidos de enseñanza y no continuamos relacionándolos con los
saberes sociales de los estudiantes, el proceso perderá, para ellos, su significatividad.
Como plantea Aisenberg, se trata de un difícil equilibrio que es necesario procurar
durante todo el proceso entre esas nociones e ideas previas y la lógica del contenido de
enseñanza. Dice al respecto que “se trata de encontrar, dentro del repertorio de nociones
sociales que los niños ya tienen, aquellas que pueden vincularse a los nuevos
contenidos, es decir, aquellas desde las cuales podrían asimilarse los nuevos
contenidos”. (1994, p. 155).
Pensemos en este ejemplo simple: si lo que vamos a enseñar es el circuito productivo del
algodón, partimos de mirar de qué están hechos su remera, su pantalón, su guardapolvo,
el algodón del botiquín. Solo después de interpelar sus experiencias, podrá tener sentido
que preguntemos: “¿se acuerdan de qué dijimos en la clase anterior sobre los circuitos
productivos?”.
Cambio y
Conflicto Identidad/alteridad
continuidad
…se ven frecuentemente los mismos temas, atados al libro de texto, acotados
a la agenda historiográfica clásica y a una geografía excesivamente
enumerativa. Nos pesa reconocer que las Ciencias Sociales escolares suelen
abrir poco las ventanas del mundo y, teniendo por delante un objeto de estudio
infinito y apasionante, lo reducen a migajas de conocimiento. (Siede, 2012, p.
277).
Ahora bien, hasta aquí hemos señalado algunas decisiones pedagógicas involucradas en
la preparación de una propuesta de enseñanza. Otro aspecto que es necesario analizar
es el tipo de interrogantes que habitualmente se plantean en las propuestas de
enseñanza. En El taller de ciencias sociales, José Svarzman (1998) propone diferenciar
las preguntas según la finalidad hacia la que están orientadas. Plantea la posibilidad de
distinguir entre preguntas de búsqueda, factográficas y explicativas, retomando las
denominaciones aportadas por Topolsky (1973).
• Las preguntas de búsqueda son las que están orientadas hacia los datos y se
distinguen por plantearse con: ¿cuándo?, ¿dónde?, ¿quién/es?, ¿qué?, ¿cuál?,
entre otros interrogativos.
• Las preguntas factográficas son aquellas que promueven una respuesta
narrativa o descriptiva: ¿qué ocurrió?, ¿cómo es?
• Las preguntas explicativas son las que tienen por finalidad la interpretación
de los hechos, acontecimientos o procesos sociales. En general, son las
preguntas que se inician con ¿por qué?, aunque cabe aclarar que no todas las
preguntas que se inician de esa manera son realmente explicativas.
DESCRIPTIVAS
Orientadas
a la búsqueda
de información
1 2
FACTOGRÁFICAS EXPLICATIVAS
Promueven un Orientadas
3
desarrollo más a la bùsqueda
complejo que la simple de las causas
descripción
Es necesario tener en cuenta que, en Ciencias Sociales, una misma pregunta explicativa
puede encontrar diversas respuestas, según el enfoque, las fuentes, la metodología, el
momento en que se plantea, entre otras variables.
Entre las imágenes que, por ejemplo, encontramos en los manuales y textos escolares,
podemos diferenciar aquellas que se producen con fines didácticos específicos, de
aquellas que, producidas con otros fines, pueden ser incluidas dentro de las propuestas
de enseñanza. En ambos casos, requieren de una mirada intencional y orientada desde
la finalidad pedagógica desde la cual se incluyen en las propuestas para el aula.
Como decíamos más arriba, la imagen tiene un texto que es necesario descifrar e
interpretar, sea una fotografía, un dibujo o una pintura.
No pretendemos reducir las imágenes solo a un lugar utilitario para la enseñanza, es
claro su potencial pedagógico. Incluirlas en los itinerarios didácticos contribuye para la
comprensión de algunos conceptos y contenidos, moviliza el interés, favorece las
relaciones que facilitan la fijación de los contenidos estudiados, interpela la imaginación,
enlaza la realidad social abordada con la vida cotidiana, abre espacios de intercambio
entre los chicos y con el docente, y enriquece las experiencias de aprendizaje, entre
otras posibilidades.
Podemos reconocer una clara coherencia entre lo que se expresa en estos párrafos
acerca de la evaluación en Ciencias Sociales y lo que hemos compartido en estas clases.
Evaluar implica un proceso dinámico y complejo que no puede reducirse a una prueba o
a una lección oral. Estas estrategias tienen como finalidad constatar los logros y
dificultades de cada uno de los chicos y del grupo. Nos aportan información necesaria
para analizar las propuestas de enseñanza y para tomar decisiones en cuanto a lo que
resulte necesario fortalecer. Sin embargo, para que estas decisiones no pierdan de vista
el sentido de la enseñanza, es necesario advertir que no agotan los aspectos a tener en
cuenta en relación con las propuestas de enseñanza y con la construcción de los
aprendizajes.
Los chicos no aprenden de manera automática, sino que construyen sus aprendizajes a
lo largo de su paso por la escuela, aproximándose de manera diversa a una comprensión
de la complejidad de lo social. Se hace necesario, entonces, diseñar situaciones
evaluativas que permitan realizar un seguimiento de esos aprendizajes en relación con
conceptos específicos de las ciencias sociales y con las capacidades desarrolladas
durante el proceso de construcción de los saberes.
Resulta ineludible, entonces, contar con distintas formas de expresar esos aprendizajes
en una sucesión temporal para, de esta manera, poder sustentar una perspectiva
dinámica de esos procesos. Esta mirada requiere también de otras formas de registro
más o menos formales, según las posibilidades y las intenciones de lo que se está
evaluando.
La evaluación cobra legitimidad cuando los chicos participan, ya sea al recibir las
devoluciones sobre sus procesos de aprendizaje, o al tener diversas oportunidades para
aportar su propia mirada.
Cierre
Hemos realizado un recorrido desde lo conceptual y metodológico, con la finalidad de
ofrecer diversas perspectivas sobre las prácticas de enseñanza de Ciencias Sociales en
la Educación Primaria. Se trata de una selección, realizada entre otras temáticas
relacionadas, que no pretende ser exhaustiva. Es nuestro deseo que esta clase se abra
hacia otras búsquedas, desde el interés y necesidades de cada maestro y maestra, de
cada escuela, en proyección a una mejora de los aprendizajes de este campo de
conocimiento en la escuela.
Para descargar los contenidos de esta clase en formato PDF haga clic aquí.
Referencias
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• Topolsky, J. (1973). Metodología de la historia. Madrid: Cátedra.
Cómo citar este material:
Bussoli, S. y Equipo de Producción de Materiales Educativos en Línea. (2017). Clase 3: Reflexiones
metodológicas acerca de la enseñanza de Ciencias Sociales. Módulo 1. La Enseñanza de Ciencias
Sociales en la Educación Primaria. Especialización Docente de Nivel Superior en la Enseñanza de
Ciencias Sociales en la Educación Primaria. Córdoba: Instituto Superior de Estudios Pedagógicos -
Ministerio de Educación de la Provincia de Córdoba
Esta obra está bajo una licencia Creative Commons (CC BY-NC-SA 3.)
Objetivos
• Analizar un caso de enseñanza teniendo en cuenta los aportes teóricos y
conceptuales desarrollados en las clases.
• Identificar y poner en juego criterios de selección de aprendizajes y
contenidos, los conceptos estructurantes como organizadores de la
enseñanza del área y su relación con los recursos ofrecidos.
• Formular algunas orientaciones para la enseñanza acordes a los
fundamentos teóricos trabajados.
Consignas
1- Lea “Relato de un itinerario de enseñanza de Ciencias Sociales:
Tradiciones culturales de América”. Puede acceder a él a través de este
enlace.
2- Identifique tres contenidos y aprendizajes que usted considera que se
propuso enseñar la maestra a través de esta secuencia didáctica. Recurra a
los Diseños Curriculares para reconocerlos.
3- Enuncie dos conceptos estructurantes que se trabajen a partir de las
propuestas del itinerario analizado. Fundamente la elección aludiendo a las
instancias de la secuencia en las que pueda vislumbrar pistas de su
tratamiento y a los desarrollos de la clase.
4- Considere la siguiente situación hipotética:
La maestra quiere continuar con una secuencia didáctica sobre el mismo eje,
pero, esta vez, haciendo foco en el concepto de conflicto.
Para ayudarla en esto, elabore un texto que proponga:
problemática situada en América Latina;
una pregunta problematizadora con la que podría iniciar la
propuesta; y
al menos dos imágenes que podría incluir.
Le pedimos que fundamente estas decisiones didácticas teniendo en cuenta
los aportes de las clases del Módulo.
Indicaciones para la presentación
La producción deberá presentarse en formato Word o pdf, con una extensión máxima de
tres páginas (Arial 11, interlineado de 1,5).
Materiales
Córdoba. Ministerio de Educación de la Provincia de Córdoba. Secretaría de
Educación. Subsecretaría de Promoción de Igualdad y Calidad Educativa. (2012-
215). Diseño Curricular de la Educación Primaria. Para acceder al material haga clic
aquí.
Narrativa realizada por Silvia Bussoli y Gabriela Lamelas: “Relato de un itinerario de
enseñanza de Ciencias Sociales: Tradiciones culturales de América”.
Criterios de evaluación
Se valorará especialmente:
Foro de la Clase 3
Foro Pistas y devoluciones