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ANÁLISIS NOTICIOSO

Las conversaciones de paz podrían


ser simples tácticas rusas, según
los analistas
Mientras surgían señales de avance durante las conversaciones de paz, algunos
observadores consideraron que podrían ser una maniobra para ganar tiempo antes de
una nueva ofensiva rusa.

El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, durante las conversaciones entre Ucrania y Rusia
realizadas el martes en Estambul.

Por Steven Erlanger


31 de marzo de 2022

BRUSELAS — El martes, mientras los enviados avanzaban en las negociaciones de


paz, Rusia ofreció concesiones que mostraron un rumbo más realista para la guerra
en Ucrania y al mismo tiempo indicaron que no existía ningún apuro en poner fin al
conflicto, según diplomáticos y analistas.
El viceministro de Defensa de Rusia, Alexander Fomin, presentó la decisión de
“reducir de manera drástica” la actividad militar alrededor de la capital ucraniana,
Kiev, y una ciudad al norte, Chernígov, como gesto “para aumentar la confianza
mutua en negociaciones futuras”.

Pero el avance ruso en el norte ya se había estancado, los soldados alrededor de Kiev
asumen posiciones defensivas ante los contrataques ucranianos en ese lugar y cerca
de Sumy, al este del río Dniéper, donde a Rusia se le ha dificultado rodear al Ejército
ucraniano.

“Desescalada es un eufemismo para retirada”, afirmó Lawrence Freedman, profesor


emérito de Estudios Bélicos en el King’s College de Londres. “Rusia está ajustando
sus metas a la realidad, porque la guerra es muy empírica”, comentó. “No es una
estrategia decir que se están concentrando en el Donbás, porque en realidad eso es
todo lo que pueden hacer”.

No obstante, la retirada no es una rendición y otros advierten que el progreso que se


logró el martes no significa que Rusia esté lista para hablar con seriedad sobre poner
fin a la guerra. Eso requeriría un mejor resultado que el presidente ruso, Vladimir
Putin, pudiera presentar ante sus gobernados como una victoria.

El martes, los ucranianos reanudaron un proceso de 15 años de negociaciones sobre


el estatus de Crimea y señalaron que el control de la región del Donbás podría
debatirse en reuniones entre Putin y el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski.
Rusia ha mencionado que solo agendaría una reunión entre ambos mandatarios
después de que estuviera listo un borrador del acuerdo de paz.

Algunos analistas opinan que un acuerdo como ese tendría que, como mínimo, darle
a Rusia control de Mariúpol, una asediada ciudad portuaria en Ucrania que todavía,
de alguna manera, se resiste a caer, para crear una ruta terrestre segura entre dos
áreas ocupadas por Rusia: Crimea al oeste y el Donbás al este. También aseguran que
tendría que ceder el control de las dos regiones administrativas en el Donbás:
Lugansk y Donetsk, que Putin ya declaró como repúblicas independientes.
Un miembro de un grupo separatista apoyado por Rusia en la asediada ciudad portuaria de
Mariúpol, Ucrania, el lunes.

“Rusia no tiene cómo negociar de manera seria porque debe tener un mejor
desempeño en la guerra”, opinó François Heisbourg, un analista francés en temas de
defensa de la Fundación para la Investigación Estratégica. “Esta es una oportunidad
para los rusos de consolidarse, reorganizarse y retirarse de lugares fuera de su
alcance en términos logísticos, en los que ya se han quedado sin alimentos y sin
municiones”.

Algunos funcionarios occidentales veteranos estuvieron de acuerdo con esto y


mencionaron que los rusos experimentan graves carencias de proyectiles de artillería
y otros tipos de munición, por lo que necesitaban reabastecerse.

Putin tampoco terminará con facilidad la guerra, aseveró Heisbourg. Si se hace del
control del área al este del río Dniéper, “eso podría ser suficiente por ahora, pero
reconstruirá su Ejército y continuará”.

Robin Niblett, director de Chatham House, una institución de investigación en


Londres, opinó que, para ambos bandos, “las negociaciones no son serias, en el
sentido de que en este momento son una continuación de la guerra, no una solución”.
Rusia puede concentrarse en el este y a Ucrania le será difícil pasar de su defensa ágil
a contrataques serios, relató. “Y Putin no se ha olvidado de Kiev”.

Incluso si Putin puede controlar y “conformarse” con otra porción de Ucrania en el


este, “Ucrania tiene que estar de acuerdo y, si no, no creo que levantemos las
sanciones”, indicó Niblett.
Su colega Mathieu Boulègue, un académico francés que estudia al ejército ruso, está
de acuerdo en que Rusia no negocia con buena voluntad, sino que “evalúa el
ambiente y participa para ganar tiempo, para reagruparse y reequipar a su Ejército y
ganar más terreno”.

Los militares rusos parecen haber tomado el control de lo que podría llamarse la fase
2 de una operación fallida, dijo, que debería haber sido la fase 1. Tomar Mariúpol, el
puente terrestre y el Donbás “habría sido el plan militar maduro”. La guerra moderna
es a medias guerra de información, dijo Boulègue, “y el éxito es lo que uno hace de
ella”, especialmente en un entorno mediático represivo como el que existe ahora en
Rusia.

‘La información falsa también está presente’: la guerra en Ucrania llega a internet
La incapacidad de las fuerzas rusas para capturar ciudades y mantener el territorio es
evidente después de un mes, dijo, “por lo que los objetivos estratégicos han tenido
que cambiar”.

Manifestantes protestando contra la invasión rusa de Ucrania en Estambul el 29


de marzo

Pero retirarse completamente de Kiev permitiría a los ucranianos reforzar la región


del Donbás y les daría una victoria significativa, insinuó en un tuit Michael Kofman,
director de Estudios sobre Rusia en CNA, una institución de investigación de defensa
en Virginia.
Durante un viaje a Marruecos, el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony
Blinken, también compartió sus dudas sobre la promesa de Rusia sobre reducir las
hostilidades. “Una cosa es lo que Rusia dice y otra es lo que hace”, expresó el martes.
“Estamos enfocados en lo último. Y lo que Rusia hace es continuar con la brutalidad
dirigida a Ucrania y su pueblo, y eso sigue mientras hablamos”.

Rusia no dejó de combatir tras la anexión de Crimea en 2015, sino que respaldó de
manera activa a los separatistas en el Donbás, explicó Ian Bond, un exdiplomático
británico en Rusia y director de política exterior del Centro para la Reforma Europea.
“Soy escéptico sobre el hecho de que los rusos abandonen la guerra”, comentó. “Ya
hemos visto esta película en 2014 y 2015. Veo esto solo como una pausa”.

Ian Garner, un historiador de propaganda rusa, destacó en Twitter que “la Rusia de
Putin —de hecho, la Rusia postsoviética— se ha involucrado en conflictos reprobables
e interminables durante años”, para lo que citó los casos de Transnistria en
Moldavia, Abjasia en Georgia y en el Dombás, todas son áreas en otros países en los
que las fuerzas rusas respaldan movimientos separatistas. “Estos conflictos no han
concluido, tal vez, más bien están en el intermedio”, precisó.

El martes, el principal negociador ucraniano, Mykhailo Podolyak, sugirió tras las


conversaciones que ambos bandos hablaban en serio sobre la neutralidad para
Ucrania; un tratado que garantice su seguridad a través de Estados miembros de la
OTAN como Estados Unidos, el Reino Unido, Turquía, Francia y Alemania, así como
un cese al fuego y corredores humanitarios.

Funcionarios ucranianos y de Occidente también indicaron que Rusia estaría


dispuesta a aceptar que una Ucrania desmilitarizada se uniera a la Unión Europea,
siempre y cuando renunciara a unirse a la OTAN o a albergar a cualquier fuerza
extranjera.

No obstante, analistas de seguridad cuestionaron la sinceridad de un acuerdo como


ese.

Bond estimó que el problema con el concepto de neutralidad de Ucrania es que hasta
el momento ninguno de los países que quiere que la garantice aceptaría hacerlo.
Sería como una membresía a la OTAN con defensa colectiva con otro nombre, por lo
que es muy poco probable, señaló.

Por otro lado, la membresía a la Unión Europea, agregó Niblett, representaría el


mayor peligro para Putin, quien ayudó a fomentar la revuelta de 2014 en Ucrania
cuando obligó al entonces presidente Víktor Yanukóvich a incumplir un acuerdo
comercial con el bloque. Si Ucrania se uniera ahora, narró Niblett, el país
desarrollaría su economía incluso más rápido, en contraste con Rusia, “y
acabaríamos con una Corea del Sur junto a una Corea del Norte y no creo que Putin
acepte eso”.
El lunes, un soldado ucraniano en Kiev, la capital de su país, revisando las imágenes de Irpín
tomadas por un dron hace más de una semana.

Por cierto, subrayó, los tratados de la Unión Europea también incluyen una promesa
de defensa colectiva.

Aun así, apuntó Boulègue, la Unión Europea necesita darle a Ucrania una respuesta
clara sobre sus posibilidades de membresía. “Ya que eso conduzca o no a la
membresía de la Unión Europea, no es decisión de Rusia, pero la Unión Europea
necesita ser absolutamente clara sobre el futuro de Ucrania de ahora en adelante. Es
lo que la moral dice que se debe hacer”, enfatizó.

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