Está en la página 1de 89

Movimiento obrero argentino

El movimiento obrero argentino tiene una larga y compleja


historia de luchas. Con el movimiento independentista
comenzó la abolición de la servidumbre y la encomienda a que
estaban sometidos los indígenas y la esclavitud a que estaban
sometidas las personas secuestradas en África y sus
descendientes, por el Imperio español. Los gauchos llevaron
adelante una contienda contra los estancieros por la tierra y el
ganado cimarrón, que fue recogida por una literatura
gauchesca basada en valores de justicia social y solidaridad.

Las organizaciones obreras comenzaron a crearse poco


Marcha sindical en Argentina.
después de la mitad del siglo  xix, tanto por la comunidad
afroargentina recién liberada de la esclavitud, como por grupos
de trabajadores llegados en la gran ola de inmigración, como
por grupos socialistas y anarquistas llegados en la gran ola de inmigración, primero como mutuales y luego
como sindicatos. Con los primeros gobiernos democráticos elegidos por voto secreto y obligatorio, el
sindicalismo creció, las huelgas fueron legitimadas y la negociación colectiva fue promovida, aunque
simultáneamente el movimiento obrero fue objeto de grandes masacres. A partir de la década de 1920 se
desarrollaron grandes y poderosos sindicatos por rama de industria que confluyeron en la Confederación
General del Trabajo (CGT), incorporando a la clase obrera como protagonista de la historia argentina. A
partir de 1943 los sindicatos influyeron fuertemente en la formación del peronismo, accediendo al poder
político en varias ocasiones. En la segunda mitad del siglo xx, la persecución al peronismo y las violaciones
de derechos humanos cometidas por las dictaduras y el terrorismo de Estado, tuvieron al movimiento obrero
como una de sus principales víctimas.

Luego de la recuperación de la democracia en diciembre de 1983 y la plena vigencia de los derechos


sindicales, hubo un fuerte crecimiento de la cantidad de sindicatos, a razón de 63 sindicatos nuevos por
año. La adhesión a los sindicatos registró un repunte en la década de 1980, un retroceso en la década de
1990 —en la que aparecieron organizaciones piqueteras de desocupados— y un nuevo repunte en las dos
primeras décadas del siglo xxi, plazo este último en el que el sindicalismo argentino logró por primera vez
en su historia discutir anualmente los salarios y condiciones de trabajo en negociaciones colectivas anuales
y a la vez multiplicar por cuatro la cantidad de representantes sindicales electos por el personal en los
lugares de trabajo.1 ​

Desde fines del siglo  xx, la globalización ha impactado en el movimiento obrero argentino, impulsando la
actividad sindical internacional, en organizaciones sindicales regionales y globales.

Índice
Luchas laborales anteriores al sindicalismo
Del primer sindicato a la primera central
Contexto económico (1850-1930)
Primeras organizaciones (1850-1887)
La mujer dentro del movimiento obrero
Trabajo Infantil
El 90: un año clave [53]
Los primeros y fallidos intentos de crear una central sindical: 1891-1900
De la primera central a la primera democracia
FORA y UGT-CORA (1901-1909)
El Derecho del Trabajo
La masacre del 1º de mayo de 1909
Decadencia del anarquismo
Democracia, negociación colectiva y masacres obreras
Dos FORAs: hegemonía del sindicalismo revolucionario
Voto secreto, democracia y sindicalismo
Crecimiento del movimiento sindical
La Revolución rusa y la corriente sindical comunista
Escándalo en la creación de la OIT
Masacres obreras
Semana trágica
Patagonia rebelde
La Forestal
Masacre de Napalpí
Crisis sindical y nuevo sindicalismo: Unión Ferroviaria, USA y COA
De 1930 a 1943
Contexto: un nuevo modelo
Aparece la CGT
Sindicalismo unitario, nacionalismo y obra social
CGT, uniones y federaciones
Nacionalismo
Las obras sociales
El «sábado inglés» y la ley 11729
El 1 de mayo de 1936
Reaparición de la USA y CGTs N.º 1 y N.º 2
El Peronismo 1943-1955
Los sindicatos llegan al poder (1943-1945)
Antiperonismo primero, peronismo después
El 17 de octubre
Campaña y elecciones
El movimiento sindical y el gobierno peronista (1946-1955)
Primera presidencia de Perón
La Constitución de 1949
Huelgas durante el primer peronismo
Candidatura a vicepresidenta de Eva Perón
Atentado terrorista en acto de la CGT en 1953
Bombardeo de Plaza de Mayo
Resistencia, proscripciones y dictaduras (1955-1983)
La autodenominada "Revolución Libertadora"
Ocupación de los sindicatos por los "comandos civiles"
Intervención militar de los sindicatos
El papel del delegado
Frustrado Congreso de Normalización de la CGT de 1957
Programa de La Falda
Plan CONINTES de Frondizi
El vandorismo
Triunfo electoral de Framini
Programa de Huerta Grande
Recuperación de la CGT y gobierno de Illia
Los asesinatos de Mussy, Méndez y Retamar
Perón vs. Vandor: división de las 62 Organizaciones
Revolución Argentina (1966-1973)
Tercer peronismo (1973-1976)
Última dictadura cívico-militar (1976-1983)
Terrorismo de Estado y «reorganización» social
Resistencia sindical
Guerra de Malvinas
Desbande de la dictadura
La reconquista de la democracia
1983-1989 (Alfonsín)
Tres centrales (1989-2001)
Marco sociopolítico
Menemismo y división de la CGT
CGT (San Martín) y CGT (Azopardo)
La acción sindical y la protesta social durante el menemismo
Actualidad
Movimiento obrero argentino y Mercosur
Notas
Referencias
Bibliografía
Enlaces externos

Luchas laborales anteriores al sindicalismo


El Imperio español impuso en parte del actual territorio argentino una combinación de sistemas de trabajo
forzado que combinaban la esclavitud, la servidumbre y la encomienda, con un régimen racista que
clasificaba a la población en razas y cruzas o castas, según el cual la «raza blanca» tenía la supremacía,
mientras que la «raza india», la «raza negra» y las castas debían estar subordinadas a aquella. Ante la
mortandad generalizada de los indígenas, España introdujo también decenas de miles de africanos
subsaharianos secuestrados y convertidos en esclavos.4 ​ Las guerras de resistencia y los levantamientos
indígenas durante la colonia, como los que lideraron ejemplarmente Lautaro, Caupolicán, Juan Calchaquí,
Quipildor, Viltipoco, Túpac Amaru o Túpac Katari, incluyeron aspectos laborales por su rechazo de los
métodos coloniales de explotación. Un caso especial de lucha laboral durante la colonia se produjo en las
misiones jesuíticas guaraníes, que organizaron comunidades indígenas
sin propiedad privada en abierta confrontación al régimen de
encomienda. Las misiones guaraníes serían una de las fuentes de
inspiración para la creación del socialismo europeo en el siglo xviii.5 6​ ​

En la región pampeana, la existencia de gran cantidad de vacunos


salvajes o cimarrones, promovió la aparición de un tipo de campesinos
libres llamados gauchos -o chinas cuando se trataba de una mujer-,
que desde fines del siglo xviii entraron en conflicto con los estancieros
por el acceso a los vacunos y la tierra.7 8​ ​

La Revolución de Mayo de 1810 abrió una política abolicionista tanto


de la servidumbre indígena y la encomienda, como de la esclavitud. La
Asamblea del Año XIII abolió la servidumbre indígena y la
encomienda y decretó la libertad de vientres (libertad de los nacidos de
esclava), pero los propietarios de esclavos obtuvieron que se permitiera
la figura del criado o liberto, que autorizaba el trabajo gratuito hasta la
mayoría de edad, o luego por remuneraciones menores que las que Los gauchos protagonizaron una
de las primeras luchas laborales
recibían los trabajadores libres.4 ​ Los gauchos adhirieron masivamente
de la historia argentina. Parte del
al ideal independentista y le inyectaron prácticas democráticas y
movimiento sindical reivindicará
colectivas, despreciadas por las élites con el calificativo de
las luchas gauchas y tomará el
"democracia bárbara",9 ​ al punto que "la acepción gaucho podía Martín Fierro como un manifiesto
extenderse prácticamente a todos los hombres que luchaban por la de la lucha por la justicia
independencia".10 11​ 12​ ​ social.2 3​ ​

Luego de la Revolución de Mayo la lucha entre gauchos y estancieros


se trasladó a la vida política. Una de sus primeras manifestaciones fue el Reglamento de tierras de 1815
promulgado por José Gervasio de Artigas para la Liga Federal.13 ​ El Reglamento de Artigas repartía
igualitariamente la tierra entre los trabajadores sin distinción de razas ni castas, incluyendo la regla de que
"los más infelices sean los más privilegiados".13 ​ Por otra parte, casi simultáneamente, los estancieros
lograron que en las Provincias Unidas del Río de la Plata se sancionaran leyes de conchavo, que obligaban
a los gauchos a llevar siempre una "papeleta" que demostrara que estaban trabajando para algún estanciero
bajo pena de prisión o reclutamiento militar forzado.14 15 ​ ​ En las guerras civiles los gauchos tendieron a
adherir al Partido Federal, exigiendo constantemente medidas que facilitaran su acceso a los vacunos.16 ​
Los gauchos resultaron perdedores en las guerras civiles, siendo el último episodio del conflicto la batalla
de Pozo de Vargas de 1867.17 ​

Diversos investigadores sostienen que los indígenas, gauchos y afroargentinos que poblaban el país fueron
objeto de sendos genocidios.18 ​Los gauchos y sus luchas generaron la literatura gauchesca, un excepcional
caso de "poesía social de una clase desheredada",19 ​ con obras como El gaucho Martín Fierro y Juan
Moreira, que constituyen verdaderos manifiestos de denuncia de la injusticia social, que han persistido en la
memoria popular.20 ​

Tanto el anarquismo como el peronismo tomarían el Martín Fierro como ejemplo de la tradición de lucha
del pueblo argentino.3 ​ Uno de sus más destacados exponentes, Alberto Ghiraldo, creó la revista Martín
Fierro -distribuida junto al periódico anarquista La Protesta, integrando "cierta cultura gauchesca a la
visión propia del anarquismo: la rebeldía del gaucho en contra de los símbolos del poder opresor".3 ​ Juan
Domingo Perón por su parte decía:

Martín Fierro es el símbolo de la hora presente. José Hernández cantó las necesidades del
pueblo que vive adherido a la tierra
(…) Nosotros, criollos, profundamente criollos, no
tenemos otra aspiración que la del Martín Fierro.
Juan Domingo Perón, 194421 ​

Desde una postura antiperonista Jorge Luis Borges reconocía que Martín Fierro «sería, si viviera en el
contexto del peronismo, otro peronista más».22 ​ Por su contenido social el historiador Eduardo Astesano
sostiene que el Martín Fierro es el primer manifiesto revolucionario del movimiento obrero argentino.2 ​

Del primer sindicato a la primera central

Contexto económico (1850-1930)

Luego de las guerras civiles (1820-1868) y tras una etapa de organización del Estado (1853-1880),
Argentina terminó de definir un modelo económico agroexportador dominado por los grandes estancieros y
el capital inglés, como proveedor de lana para la industria textil y alimentos (carne y cereales) para los
obreros industriales de Gran Bretaña, que por entonces se había constituido en la primera potencia global,
luego de vencer a China en las Guerras del Opio,23 ​ e imponer un esquema de división internacional del
trabajo que reservó a Europa la producción industrial y asignó al resto del mundo un papel periférico de
proveedor de materias primas.24 ​ La economía agroexportadora argentina creció de la mano de la
expansión mundial del Imperio Británico.25 ​

Desde la segunda mitad del siglo XIX se formó un amplio mercado de trabajo asalariado para sostener la
producción de bienes y servicios que exigía el modelo agroexportador hacia Inglaterra, principalmente la
producción agro-ganadera en la región pampeana, los ferrocarriles, frigoríficos, el puerto de Buenos Aires,
el transporte marítimo, los bancos y las casas de comercio. Más de seis millones de trabajadores inmigrantes
mayoritariamente varones, provenientes en primer lugar de Italia y en segundo lugar de España, ingresaron
a la Argentina entre 1870 y 1930. En el curso de unas pocas décadas el país multiplicó por cuatro su
población, que pasó de 1,8 millones en 1869 a 7,9 millones en 1914. La población argentina, que
representaba el 0,12% de la población mundial en el siglo XIX, pasó a representar el 0,57% de la
humanidad en el siglo XX. Buenos Aires pasó de ser "la gran aldea" de la década de 1870 a ser una de las
ciudades más grandes del mundo, nexo entre la Argentina y el Imperio Británico, mientras que el censo de
1914 registraba que por primera vez la población urbana (52,7%) superaba a la población rural.26 ​

Las grandes transformaciones económicas y laborales sucedidas en Argentina desde la segunda mitad del
siglo XIX, abrieron también nuevas brechas y discriminaciones al interior de la población trabajadora. En
primer lugar se produjo una fuerte masculinización del mundo del trabajo asalariado, ubicando al trabajo
femenino en una posición subordinada, mayoritariamente limitado a la crianza de los niños y las tareas
hogareñas, desvalorizado hasta el punto de no ser considerado como trabajo, estereotipado con la frase
clásica "mi mujer no trabaja".27 28
​ ​ En segundo lugar se produjo una fuerte discriminación étnica entre
trabajadores de origen inmigrante y trabajadores "criollos" (más adelante llamados "cabecitas negras"). Ya
en 1897 el sindicalista socialista Adrián Patroni decía que "el más explotado es el hijo del país, el
criollo".29 ​

Primeras organizaciones (1850-1887)

El primer paso en la organización del trabajo en la Argentina fue la creación de sociedades de socorros
mutuos o mutualidades. A partir de 1850 la comunidad afroargentina y las diversas comunidades de
inmigrantes que ingresaban al país, fundaron sociedades de socorros mutuos para socorrerse solidariamente
frente a desgracias como la enfermedad y la muerte.
En algunos casos las mutuales fueron organizadas según la comunidad
de pertenencia de sus miembros (Hospital Italiano, Hospital Alemán,
Centro Gallego, etc.), pero en otros casos fueron organizadas por
oficios (tipógrafos, zapateros, sastres), dando así origen a asociaciones
civiles de trabajadores con un interés en común. En 1857 se crea en
Buenos Aires la primera organización obrera del país, la Sociedad
Tipográfica Bonaerense. Otras mutuales por oficio creadas en esos
años fueron la Sociedad San Crispín de zapateros y la Sociedad de
Socorros Mutuos de Sastres.

Las mutuales afroargentinas, herederas de una larga tradición sociable


de las comunidades esclavas de origen africano, se destacaron por
tomar un perfil clasista, fundando los primeros periódicos obreros en
Argentina, como El Proletario (cuyo lema era "Por una sociedad de la
clase de color") y La Raza Africana, o sea el Demócrata Negro,
ambos de 1858.30 31​ ​ Hacia 1880 en Buenos Aires existían alrededor
de veinte periódicos de esta índole. El Unionista publicó en 1877 una El Proletario, periódico
declaración de igualdad de derechos y de justicia para todas las
afroargentino dirigido por Lucas
personas sin importar el color de la piel y en uno de sus números Fernández y lanzado el 18 de
decía: abril de 1858, fue el primer
periódico obrero de la historia
…la Constitución es letra muerta y abundan los condes y argentina.
marqueses; los cuales, siguiendo el antiguo y odioso régimen
colonial pretenden tratar a sus subordinados como esclavos; sin
comprender que entre los hombres que humillan hay muchos
que ocultan bajo su tosco ropaje una inteligencia superior a la
del mismo que ultraja.32 ​

En 1873 se produjo la primera crisis económica mundial del nuevo sistema capitalista en formación, que se
extendió hasta el fin de la década y amenazó la posibilidad de que el Estado argentino pudiera pagar los
intereses de su deuda externa. Ante esa posibilidad, el 1 de mayo de 1876 el presidente Avellaneda hizo un
famoso discurso de apertura de las sesiones del Congreso Nacional en el que anunciaba la prioridad del
pago de la deuda externa, aunque ello significara condenar al "hambre y la sed" a la totalidad del pueblo
argentino. Avellaneda graficaba con su discurso la crueldad y el grado de violencia que podía alcanzar el
conflicto social:

Hay dos millones de argentinos que econonomizarían hasta sobre su hambre y sobre su sed,
para responder en una situación suprema a los compromisos de nuestra fe pública en los
mercados extranjeros.
Nicolás Avellaneda, 187633 34
​ ​

Para entonces los sectores patronales habían creado sus propias organizaciones gremiales: los estancieros la
Sociedad Rural Argentina en 1866 y los industriales el Club Industrial en 1875, renombrado en la década
siguiente como Unión Industrial Argentina. Los estancieros en particular, se habían fortalecido con la
victoria en la larga guerra contra el gaucho y se preparaban para financiar "la guerra contra el indio" (1878-
1885), por medio de la cual el Ejército Argentino aniquilaría a los pueblos indígenas que habitaban la
pampa y la Patagonia, confiscando 10 millones de hectáreas (un territorio casi igual a Bélgica, Holanda y
Dinamarca juntas) que fueron entregadas a 344 estancieros, a un promedio de 31.000 hectáreas por
estanciero. Semejante poder se traduciría en el control completo del poder político por parte de los
estancieros y el capital inglés, sobre todo a partir de 1880, con la instauración de un régimen oligárquico
conocido como roquismo, de partido virtualmente único y sostenido en el fraude que permitía el voto
cantado, que se mantendría en el poder hasta 1916.
En esas condiciones se crea el primer sindicato argentino y estalla la primera huelga organizada
sindicalmente (la historia registra numerosas huelgas anteriores protagonizadas por trabajadores de
saladeros entrerrianos,35 ​ trabajadoras domésticas, aguateros, etc.). La decisión del gobierno y los sectores
patronales de transferir los costos de la crisis económica a la población trabajadora, hizo evidente las
limitaciones de las sociedades de socorro mutuo, debido a que ya no era uno que otro trabajador o
trabajadora quienes sufrían una tragedia puntual, sino que la rebaja de salarios y la desocupación afectaba a
todos. Apareció la necesidad colectiva de resistir creando, organizaciones que llevaron -precisamente- el
nombre de "sociedades de resistencia" o "sindicatos".

El primer sindicato argentino apareció en el seno de la que también había sido la primera organización
obrera argentina, la Sociedad Tipográfica Bonaerense. En 1877, un grupo de miembros de la mutual
decidió crear un sindicato, con el fin de negociar salarios y condiciones de trabajo con los dueños de los
periódicos de Buenos Aires. Tomó el nombre de Unión Tipográfica (antecesora directa de la actual
Federación Gráfica Bonaerense).36 ​Al año siguiente (1879) la Unión Tipográfica declara la primera huelga
sindicalmente organizada, contra la reducción de salarios. La huelga sorprendió a las empresas periodísticas
que intentaron romperla mediante amenazas de despidos en masa y trayendo tipógrafos desde Montevideo,
intento este último que fracasó por la solidaridad de la sociedad tipográfica montevideana con los
huelguistas argentinos. Finalmente los diarios fueron aceptando las peticiones obreras: aumento de salarios,
reducción de la jornada a 12 horas y exclusión de los niños menores de doce años. Sin embargo, al poco
tiempo varios de los principales periódicos despidieron masivamente a los tipógrafos huelguistas,
reimplantando las viejas condiciones de trabajo y causando la desaparición del sindicato.37 ​

A partir de entonces comienzan a organizarse sindicatos por oficios (empleados de comercio, albañiles,
yeseros, panaderos, cocheros, sastres, etc.) En la década de 1880 se crean 19 sindicatos en Buenos Aires,
todos ellos de alcance local, con la única excepción de La Fraternidad de Maquinistas y Fogoneros de
Locomotoras (1887), un sindicato estratégico por su capacidad de paralizar el transporte ferroviario, que
aún continúa existiendo en la actualidad.38 ​

La mujer dentro del movimiento obrero

La historiografía clásica sobre el movimiento obrero argentina (Marota, Oddone, Abad de Santillán, Íscaro,
Godio) prácticamente no registra la participación femenina en las luchas sindicales. Desde los años 1980,
surgieron varias investigadoras (Barrancos,39 40 ​ ​ Lobato,41 ​ etc.) que comenzaron a revelar la amplia
actuación femenina en el sindicalismo argentino, así como las características especiales del trabajo realizado
por mujeres (crianza, "amas de casa", trabajo a domicilio, docencia, etc.) y los mecanismos de
discriminación de género en el mundo del trabajo (invisibilización, desvalorización, acoso sexual, brecha
salarial, doble jornada familiar-laboral, etc.).42 43
​ 41
​ 44
​ ​

Entre 1895 y 1914 la cantidad de mujeres empleadas en la industria fue de 15,7% y 14,5%
respectivamente, predominando claramente en las industrias textil y de indumentaria -donde superaban la
mitad-, en las industrias cigarrera y frigorífica, y en oficios puntuales como los servicios telefónicos y venta
en las casas de comercio.45 ​ También predominaban en el trabajo en casas particulares o la docencia, y en
modalidades precarias como el trabajo a domicilio.42 ​

La mujer estuvo presente en el movimiento sindical desde sus mismos inicios. Las fotografías históricas
revelan su presencia en las manifestaciones, las asambleas, los actos, los comités de huelga, los periódicos
obreros e incluso en las comisiones directivas de los sindicatos. Algunos sindicatos fueron exclusivamente
femeninos.46 ​ También hubo publicaciones obreras exclusivamente femeninas, como La Voz de la Mujer
(1896-1899), dirigido por la anarcosindicalista Virginia Bolten, que tenía el lema de “Ni dios, ni patrón, ni
marido”.47 ​
En la década de 1880 se destacaron dos huelgas organizadas
por mujeres. En 1881 las maestras puntanas lideradas por
Enriqueta Lucero de Lallemant realizaron una huelga por falta
de pago durante ocho meses de sus salarios en el la Escuela
Graduada y Superior de la provincia de San Luis, que
constituye una de las primeras huelgas docentes del mundo:48 ​

Excelentísimo Gobierno de la Provincia: ...En atención


de haber transcurrido 8 meses sin que nos hayan
pagado nuestros haberes... suspendemos las tareas de la
escuela a nuestro cargo hasta que el excelentísimo
Gobierno nos haga justicia y nos pague.48 ​

En 1888 se produjo una huelga de trabajadoras de casas


particulares en protesta contra el uso de la libreta de conchabo.
El conflicto estalló a raíz del despido de una niñera francesa de
15 años, que se negó a realizar tareas ajenas a su función y a
utilizar la libreta de conchabo, razón por la cual sus
empleadores la despidieron, anotando en la libreta "ha sido
despedida por desobediente y contestar con altanería".49 ​

Trabajo Infantil Petición de la huelga de 1881 de las


maestras de San Luis, una de las
Hacia fines del siglo XIX,50 ​ el empleo de menores era muy primeras huelgas docentes del mundo.
alto, tanto en las ciudades como en el campo. En 1903, en
Buenos Aires, trabajaban 10 922 menores de 16 años y 1197
menores de 14, según los datos recabados por el Departamento
Nacional de Trabajo (DNT),  creado en 1907.

En el Primer Congreso de la FOA (Federación Obrera Argentina),


en 1904, estuvo presente la prohibición del trabajo infantil para los
menores de 11 años. El rechazo del trabajo infantil fue una de las
reivindicaciones tanto del socialismo como del anarquismo.

La prohibición del trabajo infantil tiene una genealogía precisa que Bandera de No Trabajo Infantil
culmina en 1907, con la sanción de la Ley 5.29151 ​o Ley Palacios,
que tiene varios antecedentes:

1890: Petición del Comité Internacional Obrero a la Cámara de Diputados para que se
incluyera la abolición del trabajo nocturno de la mujer y de los obreros menores de 18 años.
1902: Proyecto de Gabriela Laperriere (1866–1897), profesora normal, inspectora municipal
y una de las fundadoras de la UGT (Unión General de Trabajadores). La ley se basó sobre
este texto.

La Ley Palacios prohibió el empleo de menores de 14 años, que no supieran leer ni escribir. Socialistas y
anarquistas se opusieron a la existencia del trabajo infantil con argumentos diferentes. El socialismo pugnó
por la escolarización del niño obrero, mientras que el anarquismo propuso un niño como sujeto político con
derecho a no ser sujetado ni por el Estado ni por sus padres. Asimismo, esta legislación exigió un
certificado médico de aptitud física, limitó la jornada de 6 horas para los varones menores de 16 años y
mujeres menores de 18, y prohibió la enseñanza manual a menores de 12 años en orfanatos o instituciones
de beneficencia.
La aplicación de esta ley se concentraba en la Capital Federal únicamente. Por ende, no se tenía en cuenta a
los niños menores de 14 años de las zonas rurales.

Con posterioridad a la sanción de la ley,Carolina Muzzilli, inspectora del DNT y militante del feminismo
socialista, denunció por medio de sus escritos sobre el menor obrero, que el trabajo infantil no había
decrecido.

El trabajo infantil fue el tema central de la agenda feminista socialista hasta 1930.52 ​

El 90: un año clave 53 ​

1890 fue un año clave para la historia argentina porque ese mismo año, con diferencia de meses, se produjo
la primera acción conjunta del sindicalismo que fue la celebración del Día Internacional de los Trabajadores
-primera vez en el mundo- y la Revolución del Parque, que dio inicio a la lucha por elecciones libres y
democráticas. La lucha sindical y la lucha política se mantuvieron considerablemente separadas hasta la
década de 1940, en parte porque una gran cantidad de trabajadores eran inmigrantes y no tenían derecho a
votar y en parte porque el anarquismo -y luego el sindicalismo revolucionario-, rechazaban la acción
política, mientras que el socialismo jamás llegó a constituir una fuerza política capaz de ganar una elección
presidencial.54 ​

A partir de 1888 se había desatado una nueva crisis económica. Los salarios bajaron abruptamente y la
desocupación creció. En esos tres años se declararon 36 huelgas, el triple de todas las producidas los siete
años anteriores. La aparición de gran cantidad de sindicatos de oficio y la multiplicación de las huelgas
llevó rápidamente a los primeros intentos de coordinación inter-sindical y ello implicaba acuerdos entre
socialistas y anarquistas. El 3 de diciembre de 1888 se realizó la primera reunión de este tipo. En ella
participaron el famoso anarco-comunista italiano Errico Malatesta y Zacarías Rabassa por los anarquistas, y
Joseph Winiger y August Kühn, por los socialistas.55 ​

Simultáneamente en 1889 se fundó en París la Segunda Internacional. El movimiento obrero argentino, que
ya había alcanzado un cierto nivel de organización con decenas de sindicatos y varios agrupaciones
socialistas, estableció contacto a través del Club Vorwärts con el poderoso Partido Socialdemócrata alemán
y logró que el destacado dirigente socialista Wilhelm Liebknecht representara a la Argentina en el congreso
internacional. Una de las decisiones más audaces del congreso de París fue convocar a una movilización
simultánea en todo el mundo cada 1 de mayo.55 ​

Siguiendo el mandato de la Segunda Internacional, el club socialista alemán Vorwärts, convocó en Buenos
Aires a una reunión intersindical para organizar el acto del 1.º de mayo de 1890, convocando también a los
anarquistas. Se formó entonces un Comité Internacional Obrero para organizar el acto y difundir el
manifiesto fundador de la Segunda Internacional, siendo elegido presidente el socialista alemán Joseph
Winiger, pero los anarquistas se retiraron y decidieron concurrir al acto con sus propias consignas.55 ​

El 1 de mayo de 1890 se realizó el acto en Buenos Aires (en el Prado Español), Rosario, Bahía Blanca y
Chivilcoy, bajo la bandera de las "ocho horas de trabajo".55 ​ El manifiesto aprobado en Buenos Aires
expresaba:

El pueblo trabajador de la Argentina, levanta por primera vez su potente voz compuesta de
millares de desheredados, en demanda de la protección legislativa al trabajo y a los obreros...
Unámonos al fin, levantemos en masa nuestra voz... Esta petición debe ser el primer paso
eficaz en la unión de nuestras fuerzas.55 ​
El mitin obrero consideró que era necesario organizar una Federación Obrera de la que dependiera un
periódico sindical, y aprobó un Petitorio de 12 puntos al Congreso Nacional, que firmaron 7.422 obreros,
solicitando la sanción de una lista de "leyes protectoras de la clase obrera". Allí se encuentran sintetizadas
las bases de lo que luego será el Derecho del Trabajo, también denominado derecho laboral, derecho
obrero, o nuevo derecho de los trabajadores. La postura antiestatista de los anarquistas rechazaba toda
legislación laboral y no apoyaron el petitorio.55 ​

El Petitorio Obrero del 1º de mayo de 1890 reclama al Congreso:

1. Jornada de 8 horas
2. Prohibición del trabajo de los menores de 14 años
3. Abolición del trabajo nocturno, con excepción de las industrias que no lo permitan
4. Prohibición del trabajo para la mujer cuya naturaleza afecte su salud
5. Abolición del trabajo nocturno para mujeres y menores de 18
6. Descanso no interrumpido para todos los trabajadores de 36 horas semanales
7. Prohibición de trabajos y sistemas de fabricación perjudiciales para la salud
8. Prohibición del trabajo a destajo o por subasta
9. Inspección de los talleres y fábricas por delegados remunerados por el Estado
10. Inspección sanitaria de las habitaciones, vigilancia sobre la fabricación y venta de bebidas
y alimentos, castigando a los falsificadores
11. Seguro obligatorio para los obreros contra los accidentes a cargo exclusivo de los
empresarios y el Estado
12. Creación de tribunales integrados por obreros y patronos, para la solución pronta y gratuita
de los diferendos entre unos y otros.55 ​

El Congreso Nacional nunca considerará el Petitorio del 1.º de Mayo, y habrá que esperar a que el
socialista Alfredo Palacios sea elegido diputado en 1904 para que las leyes obreras comiencen a ser
consideradas en el Parlamento.

Dos meses después, el 29 de junio de 1890, se crea la Federación de Trabajadores de la Región Argentina,
primera central obrera de América Latina, con representantes de Buenos Aires, Rosario, Santa Fe,
Mendoza y Chascomús. Su órgano oficial será el periódico El Obrero que dirigía el socialista Germán Avé
Lallemant. La constitución de esta central y la movilización del 1.º de Mayo, colocaron al movimiento
obrero argentino a la altura de los más importantes del mundo.

El auge del movimiento obrero coincide la sangrienta y fallida Revolución del Parque -en la que el
movimiento obrero no participa-, organizada por la Unión Cívica, una heterogénea alianza que comenzaba
a exigir reformas políticas democráticas. De este movimiento emergerá al año siguiente la Unión Cívica
Radical.

Los primeros y fallidos intentos de crear una central sindical: 1891-1900

La primera central obrera no pudo sostenerse y dos años después ya no existía. Otros tres intentos de
establecer una central se realizaron durante la década de 1890, pero tampoco prosperaron. Un manifiesto
del intento de 1894 daba cuenta del valor que aquellos primeros organizadores del movimiento obrero, le
asignaban a la unidad de los trabajadores:

La Federación Obrera es la unión de todas las


colectividades trabajadoras, en un pacto solemne de
solidaridad y mutuo apoyo, de manera que sean todas
para una y una para todas en la lucha que deben
emprender contra el capital.54 ​

La ausencia de una central se


sintió y la actividad sindical se
expandió lentamente durante la
última década del siglo. Se
crearon cerca de 50 sindicatos
En la última década del siglo XIX se
locales que abarcaban casi todos
fundaron los dos principales periódicos
los oficios, la mayoría en Buenos
obreros, La Vanguardia (socialista) y La
Aires pero apareciendo algunos
Protesta (anarquista) y el Partido
Emblema del Partido
en Rosario, Santa Fe, Mendoza,
Socialista.
Socialista de Argentina Chascomús y La Plata.56 ​ Las
fundado en 1896. huelgas alcanzaron el número de
15 en 1891-1893, 12 en 1894, 15 en 1895 y 16 en 1896.57 ​ Entre las huelgas
de 1896 se destacó la que declararon los obreros ferroviarios de Tolosa que se
convirtió en la primera huelga general sectorial, al extenderse a los trabajadores ferroviarios de varias
provincias, entre ellas Buenos Aires, Santa Fe y Córdoba.58 ​

En 1894 Juan B. Justo fundó el periódico socialista La Vanguardia y dos años después lideró la fundación
del Partido Socialista. En 1897 el obrero carpintero catalán Gregorio Inglán Lafarga fundó La Protesta
Humana, periódico anarquista de gran importancia en el movimiento obrero.

En los últimos tres años del siglo no se realizó ninguna huelga, afectado el movimiento sindical por el
aumento de la desocupación, que generó incluso un movimiento de desocupados.59 ​ Simultáneamente los
empleadores fortalecieron sus organizaciones patronales, creando cámaras sectoriales con el fin de combatir
los sindicatos y crear listas negras para reprimir las huelgas. Un reglamento de la Unión de Fabricantes de
Fideos disponía por entonces:

6. Ninguna de las fábricas asociadas, admitirá reclamación que venga por la sociedad de
obreros o por imposiciones en masa de sus operarios y solo atenderá reclamos hechos
individualmente.

8. Cuando se produjeran huelgas en las fábricas asociadas, se anotarán en secretaría los


nombres de los huelguistas y por el término de 6 meses, ninguna fábrica podrá ocuparlos.54 ​

En 1902 fue sancionada la Ley Cané o ley 4.144 de Residencia que permitió y habilitó al gobierno a
expulsar a inmigrantes sin juicio previo. La ley fue utilizada por sucesivos gobiernos argentinos para
reprimir la organización sindical de los trabajadores, expulsando principalmente anarquistas y socialistas.
Surgió a partir de un pedido formulado por la Unión Industrial Argentina al Poder Ejecutivo Nacional en
1899, a raíz del cual el senador Miguel Cané presentó ante el Congreso de la Nación el proyecto de
expulsión de extranjeros. La Ley de Residencia se insertó dentro de una serie de medidas represivas
promovidas por los sectores terratenientes e industriales entonces en el gobierno en la figura del Partido
Autonomista Nacional y llevadas a cabo por medio del Estado contra anarquistas, socialistas y activistas
obreros en general. Las mismas incluyeron el estado de sitio, allanamiento de locales de la Federación
Obrera Regional Argentina y del Partido Socialista, incautamiento de periódicos obreros como La
Vanguardia y La Protesta, represión de huelgas y manifestaciones mediante arrestos, deportaciones y hasta
el asesinato de activistas.

De la primera central a la primera democracia


FORA y UGT-CORA (1901-1909)

En 1901 un grupo de sindicatos socialistas y anarquistas


crearon la Federación Obrera Argentina (FOA). Sin embargo,
la unidad entre ambas corrientes no perduró y en 1903 los
socialistas se separaron para crear la Unión General de
Trabajadores (UGT). En 1904 la FOA pasó a llamarse FORA
(Federación Obrera Regional Argentina) y al año siguiente
completará en el V Congreso su identificación explícita con el
anarquismo. Entre los dirigentes anarquistas de la FORA se
encontraban figuras como el escritor Alberto Ghiraldo,
también director de La Protesta y Virginia Bolten; ambos
terminarían desterrados.

El logro de constituir centrales que coordinaran nacionalmente


En 1901 se fundó la primera central
la acción sindical, permitió al movimiento obrero presentarse
sindical que logró mantenerse en el
como un bloque representativo del trabajo, y no ya como
tiempo, conocida como la FORA. La
sectores o grupos locales de trabajadores. Las huelgas
FORA fue hegemonizada por los
aumentaron,60 ​ nuevas regiones fueron sindicalizadas, se anarquistas hasta 1914, razón por la cual
formaron las primeras federaciones nacionales,61 ​ y el 22 de los socialistas se separaron de la misma.
noviembre de 1902 se declaró la primera huelga general. En A mediados de la década de 1910, la
1904 el Presidente Roca, líder indiscutido de la República FORA se dividió en dos, una anarquista
Oligárquica, se refería de este modo el nivel de actividad que (FORA del V Congreso) y otra con
había alcanzado el movimiento obrero argentino: mayoría sindicalista revolucionaria y
minoría socialista (FORA del IX
Los caracteres cada día más intensos que asumen los Congreso).
movimientos de las clases trabajadoras, y el aumento
considerable de sus fuerzas disciplinadas para su
defensa en la lucha empeñada desde hace tiempo contra
el capital y la industria (…) sus organizaciones
gremiales y la solidaridad de sus centros de acción,
llegan a asumir, a veces, proporciones capaces de
detener la circulación del comercio y alterar el orden
público.
Julio Argentino Roca62 ​

Pero el salto dado por el movimiento sindical al organizarse en centrales también desencadenó un nivel de
violencia en la represión que antes no estaba presente. Ya en octubre de 1901 se produjo la muerte del
obrero Cosme Budislavich en Rosario (llamada "la Barcelona argentina" por la gran influencia anarquista),
primer mártir del movimiento obrero argentino. Al año siguiente el ministro Miguel Cané -célebre autor de
Juvenilia- logró que el Congreso aprobara su proyecto para reprimir el sindicalismo que autorizaba al Poder
Ejecutivo a expulsar del país a inmigrantes sin juicio. La ley tomó el número 4144 y fue conocida Ley de
Residencia o Ley Cané. El tango "Al pie de la santa cruz", cantado por Carlos Gardel, refleja el odio
popular contra una de las herramientas represivas más duraderas y más cuestionadas de la historia
argentina:

Declaran la huelga,

hay hambre en las casas,

es mucho el trabajo

y poco el jornal;

y en ese entrevero

de lucha sangrienta,

se venga de un hombre

la Ley Patronal.
"Al pie de la santa cruz" de Enrique Delfino/Mario Battistella

La represión del movimiento obrero se intensificó: los locales sindicales se allanaban cotidianamente, miles
de dirigentes fueron expulsados del país, mientras los asesinatos se multiplicaban. El 1 de mayo de 1904 la
policía baleó la manifestación de la FORA matando al marinero Juan Ocampo y causando la reacción
armada de los militantes anarquistas.63 ​A fin de año una nueva represión en Rosario contra la Sociedad de
Dependientes de Comercio causa la muerte del joven Jesús Pereyra de 19 años, desencadenando una
huelga general que también fue reprimida causando nuevos muertos.64 ​ Otra masacre se produjo el 21 de
mayo de 1905 en la Plaza Lavalle de Buenos Aires, en el primer acto organizado por ambas centrales -con
presencia multitudinaria-65 ​que dejó un saldo de dos manifestantes muertos y decenas de heridos.66 ​ El 23
de julio de 1907 la Subprefectura Marítima atacó una asamblea de remachadores en Ingeniero White,
matando a seis trabajadores, incluyendo un niño de doce años.67 ​

A pesar de la división FORA-UGT, la unidad sindical será una preocupación permanente del movimiento
obrero argentino, sobre todo a partir de la conformación de la corriente sindicalista revolucionaria en 1905.
Todos los congresos sindicales registran en el primer lugar de los temarios el problema de la unidad. Los
hechos mismos ponían en evidencia la importancia de la unidad de las centrales. De las 14 huelgas
generales que declararon ambas centrales entre 1900 y 1914, solo tuvieron éxito las cuatro que fueron
declaradas conjuntamente, en 1904, 1907, 1909 y 1910.54 ​

En 1907 fracasó el primer intento de unificar las centrales obreras debido a la intransigencia de la mayoría
de los sindicatos anarquistas. En esa oportunidad el destacado anarquista italiano Luigi Fabbri escribió un
artículo en el periódico La Vita Operaia de Ancona, criticando duramente la postura "sectaria" del
anarquismo argentino:

Hemos sido dolorosamente sorprendidos por el resultado del Congreso de Unificación de la


República Argentina, fracasado porque nuestros compañeros, aprovechando estar en mayoría,
querían que recomendase formalmente, con una orden del día, la propaganda del comunismo
anárquico, poniendo así en una injusta condición de inferioridad a los obreros socialistas no
anarquistas. Lejos pues de imitar a los obreros argentinos (además allá también ha habido
anárquicos de mi misma opinión), creo que los compañeros de Italia y Europa deben cuidarse
bien de seguir el ejemplo.
Luigi Fabbri, 190768 ​

En septiembre de 1909 un segundo congreso de unificación tampoco lograría su objetivo, pero en este
último, la UGT socialista se disuelve y se forma la Confederación Obrera Regional Argentina (CORA). La
CORA marca la organización formal en Argentina de una tercera corriente sindical: el sindicalismo
revolucionario. El sindicalismo revolucionario había aparecido en Francia en el seno de la Confederación
General del Trabajo con el fin de evitar tanto la violencia que solía caracterizar las acciones del anarquismo
(que por entonces también empezó a incluir el terrorismo), como de los compromisos políticos que exigía el
Partido Socialista. En Argentina el sindicalismo revolucionario había surgido en 1905 como línea interna
del socialismo y se caracterizó por darle máxima importancia a la unidad sindical, proponiendo una acción
estrictamente sindical. A mediados de la segunda década del siglo XX se convertiría en la corriente
mayoritaria del movimiento obrero argentino, bajo el liderazgo de Sebastián Marotta -autor de uno de los
libros clásicos de historia del movimiento obrero argentino-, y se mantendría como una de las mayoritarias -
junto al socialismo- hasta que de sus propias filas se organizara el Partido Laborista en 1945, para impulsar
la candidatura de Juan Domingo Perón.
Mientras tanto en esta década, varios sindicatos iniciaron
procesos de unificación a nivel nacional. En 1902 se
constituyeron cuatro federaciones nacionales: la Federación
Nacional de Obreros Portuarios, la Federación de Obreros
Albañiles, la Federación de Obreros Rurales y la Federación
del Rodado.61 ​ Estas federaciones nacionales buscaban
superar la debilidad de la acción dispersa en sindicatos locales
y anticiparon una de las dos modalidades principales que
tomaría la organización sindical en la Argentina: la federación,
como modalidad diferenciada de la unión, tal como aparecería
Comisión de huelga de la Sociedad de
dos décadas después a partir del modelo de la Unión
Cigarreros y Cigarreras de Buenos Aires,
Ferroviaria fundada en 1922.
1904. Al fondo puede observarse un
retrato de Karl Marx.

La acción sindical femenina se destacó en la primera década


del siglo XX, participando en las luchas sindicales casi en la
misma proporción que los varones. Ya en la década anterior se
había constituido un sindicato femenino, la Sociedad
Cosmopolita de Obreras Costureras (1894), práctica que siguió
en esta década con la creación de la Unión Gremial Femenina
(1903), la Sociedad de Tejedoras y Devanadoras (1904), la
Sociedad de Chalequeras y Pantaloneras (1905), entre otras.
Algunas mujeres alcanzaron posiciones de relevancia en las Huelga de inquilinos de 1907, Marcha de
organizaciones sindicales como la anarquista Virginia Bolten las Escobas por La Boca. Mujeres y niños
en la FORA y el periodismo obrero feminista y Gabriela principalmente sostuvieron una lucha
Laperrière, la primera mujer en ocupar un cargo en la contra el aumento de los alquileres
conducción de un partido político argentino (el Partido durante tres meses bajo el lema de
Socialista) y una de las fundadoras de la corriente sindicalista "Barramos a los caseros".
revolucionaria.

Entre las acciones obreras llevadas adelante principalmente por mujeres se destaca la huelga de inquilinos
de 1907, también conocida como "la rebelión de las escobas" que se extendió entre agosto y noviembre de
ese año. Se trató de un enorme movimiento contra el aumento desmedido de los alquileres, las pésimas
condiciones de los conventillos y los abusos de los caseros, durante el cual los inquilinos se declararon en
huelga y tomaron la decisión de no pagar. Participaron más de 140 000 personas en 2400 conventillos de
Buenos Aires, Rosario y Bahía Blanca. En dichas ciudades la represión por parte de la Policía, bomberos y
otras fuerzas comenzó al mismo tiempo que los desalojos. La huelga no obtuvo su objetivo pero llamó la
atención sobre las pésimas condiciones de vivienda. Uno de los momentos culminantes de la protesta fue la
Marcha de las Escobas, liderada por mujeres y niños, bajo el lema de "barramos a los caseros".69 70 ​ ​ En
relación a la problemática de la vivienda obrera y el consumo popular, el Partido Socialista había creado en
1905 la cooperativa El Hogar Obrero, que se mantendría durante décadas hasta su quiebra en la década de
1990, como consecuencia de uno de los ajustes realizado por el gobierno.

Pese a la represión, los últimos años de la primera década del siglo registraron un gran aumento de la
cantidad de huelgas, bajo la hegemonía anarcosindicalista, que combinaba la potencialidad insurreccional
de las huelgas con actos de terrorismo, como el fallido atentado contra la vida del presidente Quintana
realizado por Salvador Planas.71 ​ Si en el cuatrienio 1901-1904 hubo 168 huelgas, en el cuatrienio 1907-
1910 hubo 785.72 ​De aquella etapa queda como testimonio la denominación que el sindicato de panaderos
-dominado por los anarquistas- le dio a las facturas, durante el curso de la huelga de 1902: "cañoncitos",
"bombas de crema", "vigilantes" y "bolas de fraile/suspiros de monja".73 ​
El Derecho del Trabajo

En 1904, sucede un hecho histórico muy especial. El gobierno


conservador gobernante había decidido modificar el sistema
electoral para establecer la elección de diputados por
circunscripciones uninominales. Sucede entonces que, en el
barrio de La Boca (Buenos Aires), que contaba con la mayor
proporción de obreros del país, es elegido diputado nacional el
candidato del Partido Socialista, Alfredo Palacios. Se trata del
primer parlamentario socialista de América.

Palacios impulsará la sanción de una serie de leyes laborales


que constituyen el inicio del Derecho del Trabajo argentino.
La primera ley laboral fue la de descanso dominical (n.º
4661/1905), seguida de la ley de protección de las mujeres y
niños en el trabajo (n.º 5291/1907). Fue el único parlamentario Alfredo Palacios fue en 1904 el primer
con preocupaciones sociales hasta 1912, cuando se sanciona la parlamentario socialista de América y
ley de voto secreto para varones. A partir de esa fecha padre del Derecho del Trabajo argentino.
ingresarán otros diputados socialistas y radicales que lograrán
sancionar una cantidad considerable de leyes laborales. En
1920 publicó El nuevo Derecho, el primer libro sobre el Derecho del Trabajo publicado en Argentina.74 ​

Simultáneamente con la acción parlamentaria del Partido Socialista algunos sectores del roquismo,
preocupados por la modernización del régimen, impulsan investigaciones, proyectos e instituciones
relacionadas con los derechos de los trabajadores. Entre estas iniciativas se destacan el Informe sobre el
estado de las clases obreras argentinas (1904) realizado por el socialista Juan Bialet Massé, por encargo
del ministro Joaquín V. González, que dio lugar a la elaboración de un proyecto de Código de Trabajo, y la
creación del Departamento Nacional del Trabajo en 1907, organismo a cargo del cual será designado Perón
en 1943 y que luego será convertido primero en Secretaría y luego en Ministerio de Trabajo y Previsión.

La aparición del Derecho del Trabajo daría lugar a una problemática a la que el sindicalismo argentino
prestaría mucha atención: la aplicación efectiva de las leyes laborales. Desde 1905 y sobre todo desde 1916
-con la llegada del primer gobierno democrático-, socialistas y radicales lograron sancionar una
considerable cantidad de leyes laborales, pero su aplicación efectiva fue muy escasa.[cita  requerida] Años
después el histórico dirigente sindical municipal socialista Francisco Pérez Leirós denunciaba la falta de
aplicación crónica de las leyes laborales:

Se ha revelado en la práctica que las leyes son completamente ineficaces cuando no hay un
poder encargado de hacerlas cumplir y de vigilar ese cumplimiento con energía y lealtad...
¿Cómo van a tener esos trabajadores un criterio favorable a las medidas legislativas que
cuando se sancionan no se cumplen?
Francisco Pérez Leirós75 ​

La cuestión puso en juego un aspecto tan o más importante que la ley misma, relacionado con los
mecanismos necesarios para hacerla cumplir: policía del trabajo, el rol y el nivel jerárquico de la repartición
pública encargada de atender las demandas del trabajo y la previsión social, la justicia laboral, la autonomía
académica del Derecho del Trabajo, y el papel de los sindicatos en el control de las obligaciones
patronales.76 77​ ​ La crónica falta de cumplimiento de las leyes laborales se vio potenciada por una cultura
empresarial que consideró que "la legislación laboral constituía una intrusión de los organismos
estatales".78 ​
La masacre del 1º de mayo de 1909

El 1 de mayo de 1909, durante la conmemoración del Día


Internacional de los Trabajadores, se produjo la llamada
masacre de la Plaza Lorea de Buenos Aires. La FORA
(anarquista) y el Partido Socialista convocaron a actos
separados. El acto del PS transcurrió con normalidad, pero el
acto de la FORA fue severamente reprimido por la policía,
bajo las órdenes directas del coronel Ramón Falcón que se
hallaba presente en el lugar y que según el cronista del diario
La Prensa dijo "hay que concluir de una vez por todas con los
anarquistas".79 ​Once obreros murieron y decenas de personas Manifestación del 1 de mayo de 1909 en
fueran heridas por la policía, que disparó indiscriminadamente Buenos Aires.
contra la multitud cuando ésta se estaba dispersando.80 ​

En respuesta a la masacre, la FORA y la UGT, con el apoyo del PS, llaman a la huelga general por tiempo
indeterminado, que tuvo una adhesión total por parte de los trabajadores. Buenos Aires y varias ciudades
quedaron completamente paralizadas durante una semana.

El 4 de mayo se realiza el entierro de los muertos con una movilización de 300 000 personas, reprimidas
nuevamente con un saldo de otro muerto más y decenas de heridos. En el cementerio hablaron las tres
corrientes: el anarquista Juan Bianchi (FORA), el diputado socialista Alfredo Palacios (PS) y el sindicalista
revolucionario Luis Lotito (UGT).

El día 8 de mayo la huelga sigue y el gobierno acepta negociar con el Comité de Huelga (FORA, UGT y
PS), llegándose al siguiente acuerdo: abolición del Código Municipal de Penalidades, libertad de todos los
presos por causa de huelgas, reapertura de los locales obreros. Por primera vez en la historia de las huelgas
generales un gobierno pactaba con los obreros.

Los asesinatos no fueron investigados y Ramón Falcón fue felicitado por el presidente José Figueroa
Alcorta, en un acto del que también participaron los ejecutivos de la Bolsa de Comercio.79 ​

El 14 de noviembre de 1909, un joven anarquista Simón Radowitzky asesinó a Ramón Falcón y a su


secretario, en venganza por la masacre del 1 de mayo. Radowitzky sería indultado veinte años después por
el presidente radical Hipólito Yrigoyen. Los sectores conservadores por su parte elevarían la figura de
Falcón a la condición de héroe y mártir de la lucha contra las fuerzas apátridas,81 ​ construyendo
monumentos y denominando con su nombre a la Escuela de Cadetes de la Policía Federal Argentina, hasta
que por resolución 167/2011 del Ministerio del Interior pasó a llamarse "Comisario General Juan Ángel
Pirker", en memoria del primer Jefe de Policía designado con la recuperación de la democracia el 10 de
diciembre de 1983.82 ​

Decadencia del anarquismo

El año 1910 fue el año del Centenario de la Revolución del 25 de mayo de 1810 y la élite argentina había
decidido aprovechar la oportunidad de las fastuosas celebraciones, con presencia de gobernantes y
personalidades de todo el mundo, para acallar las protestas sociales y políticas crecientes contra el régimen
oligárquico y fraudulento.83 ​

Pero el movimiento sindical había decidido hacer sentir su presencia declarando ambas centrales (FORA y
CORA) la huelga general para el 18 de mayo, apenas cinco días antes del momento culminante de los
festejos oficiales. El gobierno respondió declarando el estado de sitio, encarcelando a miles de militantes,
clausurando los periódicos y locales sindicales y permitiendo que fuerzas parapoliciales de asalto, lideradas
por diputados conservadores como Pedro Luro, quemaran los talleres de La Vanguardia, La Prensa y La
Batalla. La represión obligó a las centrales a levantar la huelga el 21 de mayo, pero los festejos se vieron
seriamente afectados y tuvieron que realizarse bajo el estado de sitio.84 ​

El golpe al movimiento sindical fue violento: había presentado una batalla frontal solo y sin
aliados, pues tanto el Partido Socialista como la Unión Cívica Radical no le prestaron apoyo.
El estado de sitio fue levantado en octubre, pero las organizaciones sindicales estaban
desmanteladas. Especialmente la F.O.R.A., que recién se recuperará para mediados de la
segunda década, pero ahora, bajo la hegemonía sindicalista. Como reconoce Diego Abad de
Santillán: “Aquí culmina un capítulo inolvidable de la historia del anarquismo en Argentina”.
Julio Godio85 ​

Democracia, negociación colectiva y masacres obreras


En 1910 comenzó un tenso proceso de negociaciones entre el
presidente Roque Sáenz Peña por el oficialismo e Hipólito
Yrigoyen por la Unión Cívica Radical para establecer un
régimen de elecciones libres que el radicalismo y otras fuerzas
políticas populares venían exigiendo desde la Revolución de
1890. Las negociaciones dieron como resultado la sanción ese
mismo año de la llamada Ley Sáenz Peña de sufragio secreto y
obligatorio para todos los varones. Si bien la ley excluía a las
mujeres (que recién conquistarían su derecho a votar y ser
votadas en 1947), la Ley Sáenz Peña significó un gran paso
adelante en la instalación de la democracia en el país. Contra
lo esperado por el establishment, en 1916 fue elegido
presidente de la Nación Hipólito Yrigoyen, considerado como
el primer presidente democrático de Argentina. El poder
económico y las fuerzas conservadoras no terminarían de
aceptar las reglas de juego democráticas y en 1930 dieron el
primero de una serie de golpes de estado cívico-militares, con
los que interrumpirían todos los procesos democráticos durante
las siguientes cinco décadas.
Hipólito Yrigoyen fue el primer presidente
Yrigoyen establecería como Presidente una nueva política argentino elegido democráticamente.
frente a los conflictos laborales, mediando en los mismos para Llevó adelante una novedosa política de
promover negociaciones colectivas entre los sindicatos y las mediación en los conflictos laborales, que
empresas que permitieran llegar a convenios colectivos de permitió los primeros convenios
trabajo, o eventualmente a laudos dictados por el Poder colectivos de trabajo y la expansión del
sindicalismo, pero también una violenta
Ejecutivo. La política mediadora del primer gobierno radical
política represiva que causó las mayores
impulsó el sindicalismo, pero paradójicamente también tuvo su
masacres obreras de la historia argentina.
contracara brutal en una política extremadamente represiva,
que produciría las más grandes masacres obreras de la historia
argentina.

Dos FORAs: hegemonía del sindicalismo revolucionario

Luego de la violenta represión de 1910, el anarquismo comenzó su decadencia en el movimiento sindical, a


la par del ascenso de la corriente sindicalista revolucionaria y en menor medida la corriente socialista.86 ​
Luego de dos fallidos intentos de fusión de la FORA y la UGT-CORA, está última central decidió
disolverse en 1914 para que todos sus sindicatos se afiliaran a la FORA, con el apoyo de un sector de los
sindicatos anarquistas. De este modo los sindicalistas revolucionarios lograron ser mayoría en una central
unificada, hegemonía que se impuso finalmente en el IX Congreso realizado en 1915, donde la mayoría de
los sindicatos decidieron eliminar de los estatutos de la FORA la obligación de adherir al anarquismo.87 ​

Sin embargo la unidad sindical duró pocos días ya que al mes siguientes 21 sindicatos decidieron
desconocer el 9º Congreso y organizarse como central aparte, siguiendo los estatutos aprobados en el 5º
Congreso, que establecía la adhesión de la central al anarquismo.88 ​Desde entonces la central que reunía a
sindicalistas revolucionarios (mayoría), socialistas y a partir de 1918 también comunistas, será conocida con
el nombre de FORA del IX Congreso, mientras que la central anarquista sería conocida como FORA del V
Congreso o FORA Quintista.

La FORA del 9º Congreso contaba en sus filas con dos poderosas federaciones nacionales recién creadas
en dos ramas estratégicas para el modelo agroexportador: la Federación Obrera Marítima (FOM) fundada
en 1910 y la Federación Obrera Ferrocarrilera (FOF) fundada en 1912.89 ​

Voto secreto, democracia y sindicalismo

El voto secreto y obligatorio para varones tuvo una gran importancia tanto para aumentar la cantidad de
votantes (en las once elecciones presidenciales entre 1853 y 1910 el promedio de participación electoral fue
del 1,7% de la población total)90 ​ como para liberar el voto de los trabajadores, en particular de los
trabajadores rurales que por entonces aún superaban la mitad de la población, cautivo hasta allí de la
voluntad de los estancieros. Desde puntos de vista opuestos, el estanciero y diputado conservador Carlos
Rodríguez Larreta y el escritor radical Ricardo Rojas, coinciden en señalar la relación entre el sistema de
voto y el sistema de relaciones laborales:

Si mi peón hubiera tenido la misma acción que yo para resolver los problemas económicos
internacionales, o políticos del país, habríamos estado viviendo bajo un régimen absurdo. No
ha sido así, gracias a Dios, porque yo he dirigido a mi peón. Pero el voto secreto lo
independiza, al privarlo de una influencia saludable y legítima... Y lo malo es que, a menudo
no tenemos un solo peón sino varios, y que algunos tienen muchos.
Carlos Rodríguez Larreta91 ​

El odio a la ley Sáenz Peña proviene de que ya no se puede arriar votantes como acémilas...
En los valles de Humahuaca, se canta, por ejemplo, que recuerdo ahora:

En el cuarto oscuro,
vidalitá

no manda el patrón,

cada ciudadano,
vidalitá,

tiene su opinión.

Claro es que esto no les gusta a ciertos patrones; pero el pueblo sabe, sin embargo, cuál es
camino.
Ricardo Rojas92 ​

Debido a la ley de voto secreto y obligatorio los resultados electorales modificaron completamente el signo
que habían tenido los últimos 60 años. Eso se haría evidente en las relaciones laborales y el movimiento
sindical.
Crecimiento del movimiento sindical

El presidente Yrigoyen adoptó una novedosa política de mediación estatal


ante los conflictos laborales, promoviendo su resolución mediante
negociaciones colectivas o laudos arbitrales cuando no se llegaba a un
acuerdo.94 ​ El historiador radical Gabriel del Mazo da cuenta del nuevo
enfoque que el radicalismo trajo frente a las conflictos laborales, relatando la
respuesta de Yrigoyen a la delegación patronal que le había exigido reprimir
la huelga ferroviaria de 1917:

¿Esa es la solución que ustedes traen al gobierno de su país; es esa la


medida que vienen ustedes a proponer al gobierno que ha surgido de la
entraña misma de la democracia, después de treinta años de
predominios y privilegios? Entiendan, señores, que los privilegios han
concluido en el país y que de hoy en más, las fuerzas armadas de la
Nación no se moverán, sino en defensa de su honor o de su integridad.
No irá el gobierno a destruir por la fuerza esta huelga que significa la
reclamación de dolores inescuchados.
Hipólito Yrigoyen.95 ​

Durante el primer gobierno radical las huelgas se multiplicaron por diez y se


extendieron en el tiempo (ver gráfico), hecho que fue también utilizado por
los sectores y medios conservadores para denunciar el "caos social" y exigir
políticas represivas.96 ​ Yrigoyen respondió aplicando su política de
mediación en los conflictos, como sucedió en sus exitosas intervenciones en
las huelgas de los trabajadores marítimos en 1916/1917 y ferroviarios de La cantidad de huelguistas
1917.97 ​ Pero cuando la mediación estatal fracasaba, la represión contra los se multiplicó por diez
trabajadores alcanzó grados de violencia que nunca antes había alcanzado, durante el gobierno de
incluyendo la formación de grupos parapoliciales de choque antiobreros, Yrigoyen (1916-1922).93 ​
como la siniestra Liga Patriótica Argentina conducida por el radical Manuel
Carlés.

De la mano de las libertades democráticas y la política tolerante del gobierno frente a los sindicatos y las
huelgas,94 ​ el sindicalismo se expandió en forma exponencial durante el primer gobierno de Yrigoyen.98 ​
Mientras que al finalizar 1915 la FORA tenía 51 sindicatos con 20 000 cotizantes anuales, en diciembre de
1920 el número había subido a 734 sindicatos, y los cotizantes a 700 000 por año.98 ​

Crecimiento de la FORA IX
1915-1920
Año Sindicatos Cotizantes anuales99

1915 51 20 521
1916 70 39 504
1917 199 143 928
1918 350 421 182
1919 530 488 549
1920 734 700 000
Fuente: Palacios (1960:226-227).98
En diciembre de 1919 la FORA contaba con 118  200
miembros, la mitad de los cuales cotizaba mensualmente y la
otra mitad lo hacía al menos una vez al año.100 ​

El sindicalismo argentino no solo creció en cantidad, sino que


también se expandió a nuevos sectores productivos y a nuevas
regiones no sindicalizadas. En este período se organizan
sindicalmente asalariados de clase media que se habían
mantenido alejados del sindicalismo. Las empleadas de
comercio de Gath y Chaves organizaron una gran huelga que
dio nacimiento a la Federación General de Empleados de
Comercio de Buenos Aires.101 ​ Los maestros y maestras
organizaron los primeros sindicatos docentes. Los bancarios
realizan la primera huelga en 1919 y crean la Asociación
Bancaria en 1924. Los actores y actrices realizan la primera
huelga en 1919 y ese mismo año crean la Asociación
Argentina de Actores.102 ​ En esta época se organizó la
Federación Argentina de la Aguja, liderada por Cesáreo Díaz
y Juana Rouco Buela, esta última la primera argentina en
dirigir un sindicato nacional.103 ​ Las telefonistas también
Sebastián Marotta en 1943. Fue el
jugaron un papel decisivo en la huelga telefónica de 1919 y en
máximo representante de la corriente
el primer sindicato del sector, la Federación del sindicalista revolucionaria, corriente
Telefonistas.104 ​ mayoritaria en Argentina en las décadas
de 1910 y 1920. Fue el secretario general
La expansión geográfica también fue notable. Las dos FORAs de la FORA IX durante el primer gobierno
establecieron sólidas organizaciones sindicales entre los de Hipólito Yrigoyen. Luego sería uno de
trabajadores rurales. Entre 1918 y 1921 se realizaron las los artífices de la creación de la CGT. Los
primeras huelgas en los obrajes forestales del norte de Santa Fe tres tomos de su libro El movimiento
y Chaco (La Forestal) -difundidos en la película Quebracho-, sindical argentino, es una de las obras
en las plantaciones de yerba mate de Corrientes y Misiones - clásicas de la historiografía sindical en
donde el mensú era explotado en condiciones de esclavitud, y Argentina.
que ha sido retratado en la novela El río oscuro y la película
Las aguas bajan turbias-, y en las estancias lanares de la
Patagonia, registradas en la película La Patagonia rebelde. Simultáneamente, en 1920 la FORA del IX
Congreso celebró un Pacto de Solidaridad con la Federación Agraria Argentina, organización
representativa de los chacareros, arrendatarios y pequeños agricultores, en constante lucha contra los
grandes propietarios de tierras.105 ​

En el poder y la extensión geográfica que adquirió la FORA y con ella el sindicalismo en Argentina, hay
que señalar el papel jugado por las federaciones sindicales marítima (FOM) y ferroviaria (FOF), que
utilizaban los barcos y los trenes como herramienta de difusión sindical y organización de los trabajadores
de las distintas regiones del país.

La Revolución rusa y la corriente sindical comunista

En noviembre de 1917, un año después de que Yrigoyen se convirtiera en Presidente de Argentina, se


produjo la Revolución rusa que terminó con la autocracia de los zares y dio origen a la Unión Soviética:
por primera vez se organizó un Estado obrero opositor al capitalismo bajo la ideología del comunismo
marxista leninista.

El hecho impactará profundamente en el mundo:


Apareció un contra-poder mundial para el capital;
aparecieron en todos los países los partidos comunistas, alcanzando en algunos casos a
constituirse en grandes fuerzas políticas, incluso mayoritarias;
aparecieron en todos los países del mundo corrientes sindicales comunistas;
apareció una corriente represiva que tomaría la denominación de anticomunismo.

En Argentina el Partido Socialista sufrió una fractura de la que emergerá en enero de 1918 el Partido
Socialista Internacional, que luego cambiará su nombre a Partido Comunista de la Argentina. En el
sindicalismo, la corriente comunista se hará fuerte en la década de 1930 sobre todo en varios sindicatos
industriales (carne, textil, vestido, construcción), sin llegar nunca a ser mayoritaria.106 ​

Escándalo en la creación de la OIT

En noviembre de 1919 se reunió en Washington la Conferencia Internacional que daría origen a la


Organización Internacional del Trabajo (OIT). La OIT es un organismo tripartito gobernado por delegados
de los gobiernos, los sindicatos y los empleadores, por lo que correspondía a la Argentina enviar a la
organización sindical "más representativa" en nombre de los trabajadores argentinos.Nota 1 ​

El gobierno de Yrigoyen, en lugar de convocar a la FORA que era indudablemente la central obrera más
representativa del país, decide unilateralmente encargar al sindicato ferroviario La Fraternidad, la
representación del movimiento sindical argentino en la conferencia de creación de la OIT. La Fraternidad
era un sindicato autónomo de la FORA, con mejores relaciones con el gobierno radical y eligió a Américo
Baliño para esa responsabilidad, quien tuvo una buena participación en la Conferencia. El hecho generó un
escándalo internacional, porque Léon Jouhaux, en nombre de la Federación Sindical Internacional
cuestionó la falta de representatividad de La Fraternidad, y el delegado obrero argentino estuvo a punto de
quedar fuera de la Conferencia. Finalmente, el delegado argentino fue aceptado gracias al voto de los
gobiernos y empleadores, pero con el voto en contra de prácticamente todos los delegados obreros.107 ​En
el futuro el gobierno argentino consultará previamente con la FORA antes de designar al delegado obrero a
la Conferencia anual de la OIT.

Masacres obreras

Durante los gobiernos radicales se produjeron las mayores matanzas obreras de la historia argentina. Miles
de obreros resultaron asesinados, fusilados, torturados y desaparecidos en varias jornadas represivas. El
radicalismo combinó una novedosa política de mediación para promover la negociación colectiva entre
empleadores y sindicatos para resolver los conflictos laborales, con una política represiva, que incluyó
asesinatos masivos y la actuación de organizaciones parapoliciales terroristas de extrema derecha como la
Liga Patriótica Argentina, liderada por el dirigente radical Manuel Carlés y la Asociación Nacional del
Trabajo.108 109
​ 110
​ 111
​ 112
​ 113
​ ​

Semana trágica

En diciembre de 1918 había empezado una huelga en la fábrica metalúrgica Vasena, ubicada en el barrio de
San Cristóbal en Buenos Aires. El gobierno tomó intervención y propuso un acuerdo que reunía la mayor
parte de los reclamos obreros, pero la empresa se mostró extremadamente intransigente y apostó a desgastar
a los huelguistas. Sin embargo la huelga se extendió apoyada en la solidaridad del barrio. Durante todo un
mes la tensión fue creciendo, con enfrentamientos, intentos de asesinato de los delegados y varios
heridos.114 ​
El sindicato metalúrgico pertenecía a la FORA anarquista,
frontalmente opuesta al “democratismo” y el diálogo social
yrigoyenista, a la espera de un estallido social que derrumbara
al capitalismo. El gobierno negociaría durante el conflicto con
la FORA IX, de tendencia sindicalista revolucionaria y
cercana al gobierno, pero esta central mayoritaria no tenía
afiliados en Vasena.115 ​ Cañones en la esquina del Congreso,
durante la Semana Trágica de enero de
El 7 de enero de 1919 un grupo de rompehuelgas, custodiado 1919.
por más de cien policías, se enfrentó con el piquete huelguista
que bloqueaban la entrada a la fábrica, y la policía
desencadenó un pandemónium, descargando más de dos mil balas en dos horas, que dejó cinco personas
muertas y más de 40 heridas. Tres de los muertos estaban en sus casas. El parte policial informaba que solo
cuatro policías habían resultado heridos: un teniente con “herida punzante”, un cadete con “contusión en
dedo del pie”, un agente con “mordisco en el dedo meñique” y otro agente con “contusión en la
frente”.116 ​

Ante la masacre, la FORA del V Congreso declaró la huelga general a la que adhirieron sindicatos de
ambas centrales y la ciudad quedó paralizada.117 ​El 9 de enero decenas de miles de personas se reunieron
para enterrar a sus muertos en el Cementerio de la Chacarita. El cortejo fue atacado varias veces en el
camino y al llegar al cementerio la policía disparó a mansalva sobre la multitud, matando a 50 personas e
hiriendo a cuatrocientas. La indignación por la matanza produjo una insurrección popular que expulsó a la
policía de los barrios obreros.118 ​

Esa misma noche Yrigoyen ordenó al Ejército recuperar el control de la ciudad, bajo el mando del general
Luis Dellepiane, un militar incondicional de Yrigoyen que había participado en la Revolución radical de
1905.119 ​Durante tres días Buenos Aires sería zona liberada para la acción homicida del Ejército, la policía
y grupos de civiles armados y "guardias cívicas radicales",120 ​ que unos días después se organizarían bajo
el nombre de Liga Patriótica Argentina.121 ​Fueron arrasados los barrios obreros, incluyendo el barrio judío
del Once, donde las fuerzas represivas produjeron el único pogrom (matanza de judíos) que se haya
realizado en el continente americano, convocando a “cazar rusos”. En medio de la masacre apareció la frase
“yo, argentino”, utilizada como salvoconducto para salvar la vida.122 ​ El saldo fue de unos 800 muertos
nunca identificados: ancianos, mujeres, niños, hombres. Hubo también decenas de desaparecidos, miles de
heridos, y más de 50 000 detenidos.123 ​ Fueron quemadas viviendas obreras, sinagogas, locales sindicales
y partidarios, periódicos, bibliotecas populares y judías, cooperativas. El gobierno detuvo y torturó a miles
de ciudadanos, como el inmigrante judío Pinie Wald al que acusó falsamente de ser el líder de una
revolución judeo-comunista y facilitó a los grupos parapoliciales las comisarías donde establecieron sus
bases operativas. Una vez liberado Pinie Wald relató las torturas y ultrajes sufridos en el libro Koschmar
(Pesadilla), escrito en idish y traducida al español recién en 1987.124 125
​ ​

Los dos FORAs fueron incapaces de operar en algún sentido para frenar la matanza. La FORA anarquista
porque se oponía a todo contacto con el gobierno o los diputados y simplemente se limitó a promover la
insurrección, y la FORA IX porque se mostró dubitativa y sin control de los sindicatos ni influencia sobre
los huelguistas.

La responsabilidad de Yrigoyen ha tratado de ser explicada o atenuada por la historiografía radical. Hay
consenso entre los estudiosos en considerar que Yrigoyen fue superado por los sectores más duros y
criminales que actuaban dentro y fuera del radicalismo. Pero también hay consenso en considerar que
Yrigoyen se encontraba al mando de las fuerzas represivas y que fue responsable tanto por las decisiones
que tomó, como por las que no tomó, entre ellas el encubrimiento de los hechos y la impunidad de los
asesinos.108 110
​ ​Un historiador radical como Gabriel del Mazo le atribuye responsabilidad a "la oligarquía
política y plutocrática en acecho, cuya aspiración enderezó a derribar el gobierno constitucional mediante
una operación militar y so pretexto de restablecer el orden alterado".126 ​ Otro historiador radical, como
Félix Luna afirma genéricamente que "Yrigoyen se vio obligado a tomar medidas enérgicas para garantizar
la tranquilidad de la población".127 ​Luego de la masacre, el gobierno felicitó públicamente a las tropas que
ejecutaron la represión y la alta sociedad organizó una colecta para premiarlos con dinero.

A casi cien años de la masacre, las víctimas siguen sin ser oficialmente recordadas. En 1972 Julio Godio
escribió un libro titulado La semana trágica, recuperando el hecho para la memoria colectiva.108 ​ Más
recientemente un documental de Herman Szwarcbart, Un pogrom en Buenos Aires (2007), registró
testimonios del grado de barbarie, odio de clase y racismo de aquella acción.128 ​ La fábrica Vasena fue
demolida en 1940 y allí se creó un espacio al que se le puso el nombre de Plaza Martín Fierro.129 ​

Patagonia rebelde

En noviembre de 1920 estalló en Santa Cruz una huelga de


peones rurales y trabajadores de los frigoríficos. De inmediato,
los estancieros más grandes, como Menéndez Behety, la
Sociedad Rural, los frigoríficos ingleses e incluso la embajada
de Gran Bretaña pidieron la intervención del gobierno
nacional para terminar con la huelga.130 131
​ 132​ ​

La huelga era conducida principalmente desde la Sociedad Obreros en huelga durante la Patagonia
Obrera de Río Gallegos, creada en 1918. Su secretario general rebelde.
era Antonio "el Gallego" Soto, un anarquista español que
pertenecía a la FORA anarquista (FORA V). Con la extensión
del conflicto, se sumaron a la huelga otras sociedades obreras
instaladas en las demás ciudades santacruceñas. Tres corrientes
sindicales (anarquistas, socialistas y sindicalistas
revolucionarios) entraron en conflicto entre sí, pero la
preeminencia la tuvieron los anarquistas de la FORA V. El
conflicto estuvo plagado de hechos violentos, desde golpizas,
torturas y asesinatos de sindicalistas por parte de la policía y el
grupo parapolicial Liga Patriótica Argentina, hasta la toma de
estancias y de rehenes por parte de los huelguistas.130 131
​ 132​ ​

Yrigoyen dio órdenes de mediar en el conflicto y llegar a un


acuerdo. Para ello envió un nuevo gobernador yrigoyenista,
Ángel Yza, y poco después al coronel Héctor Benigno Varela,
al mando de un regimiento del Ejército. Yza y el coronel
Varela lograron acercar a las partes y llegar a un acuerdo que
se formalizó mediante un laudo del gobernador, aceptado por
los sindicatos y los empresarios, que fue finalmente
homologado el 22 de febrero de 1921.130 131​ 132
​ ​

Inmediatamente después de que se retiraran las tropas, los Monumento a José Font (Facón Grande),
estancieros desconocieron el acuerdo y tomaron represalias uno de los líderes de las huelgas
utilizando a los grupos parapoliciales. En octubre se inicia una patagónicas, levantado en el lugar en que
nueva ola de tomas de estancias, pueblos y fue fusilado por las fuerzas del gobierno.
rehenes.130 131
​ 132
​ ​
En noviembre Yrigoyen volvió a mandar al coronel Varela al mando de 200 soldados, esta vez con la orden
de “pacificar” la Patagonia otorgándole el bando de pena de muerte para aplicar a los huelguistas por
subversión. Entre el 11 de noviembre de 1921 y el 10 de enero de 1922 el Ejército procedería a detener y
fusilar a cientos de huelguistas, que Osvaldo Bayer estima llegaron a 1500. Los cadáveres fueron
quemados y enterrados sin marcas. El gobierno de Yrigoyen nunca dio una lista de las personas ejecutadas
ni realizó ningún informe de las operaciones.130 131
​ 132
​ ​

Los fusilamientos de la Patagonia fueron intencionalmente olvidados, a excepción de un libro del radical
yrigoyenista José María Borrero, titulado La Patagonia trágica, que pasó desapercibido. Cincuenta años
después de las matanzas, Osvaldo Bayer publicó La Patagonia Rebelde, que a su vez sirvió de libro para la
película del mismo nombre, dirigida por Héctor Olivera con Luis Brandoni, Federico Luppi y Pepe Soriano
representando a los líderes sindicales de la huelga. Estrenada en 1974 fue inmediatamente censurada hasta
1984.

Recién en 2014, noventa y tres años después, el Estado argentino inició la búsqueda de los restos de los
trabajadores fusilados en la Patagonia, para darles adecuada sepultura y rendirles memoria. El 26 de enero
de 2015 se encontraron los primeros restos en la estancia La Anita, propiedad de la familia Braun, donde se
produjo una de las mayores matanzas.133 ​

La Forestal

Entre 1919 los trabajadores y trabajadoras de la empresa inglesa La Forestal, productora de quebracho y
tanino en el norte de la provincia de Santa Fe construyeron una sólida organización sindical afiliada a la
FORA del 9º Congreso y declararon una huelga general que finalizó con la firma de un avanzado convenio
colectivo.109 ​

En los dos años siguientes la empresa incumplió el convenio y logró que el gobierno radical de Santa Fe
creara una fuerza policial financiada por la empresa para cuidar sus intereses, denominada Gendarmería
Volante. Simultáneamente la organización parapolicial Liga Patriótica Argentina se instaló en la zona, en
tanto que el movimiento sindical se dividía en luchas intestinas entre las FORAs noventista y quintista.109 ​

En esas condiciones en diciembre de 1920 La Forestal inició un lock out prolongado, cerrando sus fábricas
y despidiendo a miles de trabajadores, exponiendo a la inanición a varias poblaciones (Villa Guillermina,
La Gallareta, Villa Ana, Tartagal, etc.). El 29 de enero de 1921 se produjo un estallido social generalizado
en la región, con decenas de enfrentamientos armados en los pueblos y bosques durante tres meses. El
estallido fue salvajemente reprimido por la Gendarmería Volante y el grupo parapolicial Legión Patriótica,
causando el asesinato de unos 600 obreros y obreras, torturas, violaciones y quema de viviendas. Recién en
noviembre de 1922 La Forestal reabrió sus fábricas. Para entonces el Sindicato del Tanino y todo asomo de
organización sindical en los trabajadores y trabajadoras del quebracho había desaparecido.109 ​

Tres décadas después, con los quebrachales talados, La Forestal cerraría definitivamente sus plantas en
Argentina, causando el mayor desastre social y ecológico que una empresa haya podido generar en la
historia argentina.

Esta masacre que había sido difundida por la película Quebracho (1974), de Ricardo Wüllicher, ha sido
recientemente estudiada en detalle por Alejandro Jalinski en el libro Revuelta obrera y masacre en La
Forestal: sindicalismo y violencia empresaria en tiempos de Yrigoyen.109 ​

Masacre de Napalpí
El Territorio Nacional del Chaco se perfilaba como el primer productor nacional de algodón, Alvear
nombra como gobernador del Territorio Nacional del Chaco al estanciero algodonero y político radical
Fernando Centeno

La Reducción Aborigen de Napalpí era un obraje donde los indígenas eran obligados a trabajar en
condiciones de semiesclavitud. -En julio de 1924, los indígenas qom y mocoví se declararon en huelga.
Denunciaban los maltratos y la explotación de los terratenientes. Y planeaban marchar a los ingenios
azucareros de Salta y Jujuy. Pero el gobernador Fernando Centeno les prohibió abandonar Chaco y, ante la
persistencia indígena, ordenó la represión.134 ​

En 1924 se produjo una gran protesta laboral de indígenas tobas y mocovíes en la localidad de Napalpí, en
el entonces territorio nacional del Chaco, por las condiciones indignas de la producción algodonera. La
protesta fue reprimida por la policía, asesinando a unas 200 personas. Esto aconteció durante la presidencia
de Marcelo T. de Alvear, pero como en los demás casos no se abrió una investigación ni se dio a conocer
una lista de damnificados.

Crisis sindical y nuevo sindicalismo: Unión Ferroviaria, USA y COA

El impacto de las masacres obreras con miles de trabajadores y trabajadoras muertas, llevó a una crisis del
sindicalismo en la década de 1920, tal como venía desarrollándose en las décadas anteriores. La democracia
instalada con el voto secreto y obligatorio, había abierto las puertas a un sindicalismo de masas orientado a
la negociación colectiva, muy diferente del sindicalismo militante semiclandestino que se había desarrollado
durante el régimen oligárquico.135 136
​ ​

La Semana Trágica, la matanza de La Forestal y la masacre de la Patagonia, fueron los más


resonantes de los sucesos represivos, que pusieron fin a un ciclo de la historia del movimiento
sindical.
Rubens Iscaro137 ​

En la década de 1920 aparece un nuevo tipo de organización sindical: la unión sindical por rama de ámbito
nacional. En 1922 se creó la primera unión, la Unión Ferroviaria (UF), que sirvió de modelo para otros
importantes sindicatos argentinos: en 1924 la Asociación Bancaria, en 1925 la Asociación de Trabajadores
del Estado (ATE) y en 1928 se reorganiza la Unión Tranviarios siguiendo el mismo modelo centralista.138 ​
La unión por rama nacional se diferenció de la federación nacional por rama, por establecer una
organización de primer grado más centralizada y mejor financiada, y menos sujeta también a las fracturas y
divisiones de una federación de sindicatos (segundo grado).139 ​ La unión nacional no reemplazó a las
federaciones y confederaciones nacionales de rama y ambas formas convivieron y siguen conviviendo en el
sindicalismo argentino. De hecho a comienzos de la década de 1930 se crearía la Confederación de
Empleados de Comercio, que se convertiría junto a la UF en una de las organizaciones sindicales más
poderosas de las siguientes décadas. Ambas formas (la unión y la federación nacionales) fueron
predominando sobre el sindicato por oficios -modalidad que se volvió minoritaria-, y desplazaron
completamente al sindicato por empresa que nunca tuvo un desarrollo importante.139 ​

La nueva organización sindical centralizada y vertical, especialmente la unión por rama nacional del que la
Unión Ferroviaria fue el modelo madre, se correspondía con la nueva organización empresarial verticalista
que generalizó la empresa estadounidense Ford Motor Company y que por eso recibió el nombre de
fordismo:

El primer acontecimiento es el surgimiento del fordismo. La gran fábrica fordista se convierte


en modelo de la organización de la sociedad (e incluso de los partidos políticos). Surge la
producción en cadena, el “obrero masa” y la sociedad de masas. Se desarrolla la negociación
colectiva por rama. Los sindicatos responden a estos cambios rediseñando sus estructuras para
representar a
los trabajadores en los procesos de trabajo fordistas; se desarrollan las uniones
sindicales, surgen las comisiones internas y los cuerpos de delegados. Ese proceso se inicia en
los años veinte en EE.UU. y Europa Occidental, y en la propia URSS y llega a la Argentina
en la misma década, con las primeras empresas norteamericanas que se instalan en el país. La
negociación colectiva por rama de actividad y a escala nacional es aceptada progresivamente
como instrumento prioritario por las organizaciones empresarias y sindicales.
Julio Godio140 ​

En 1922 fracasa un nuevo intento de unidad entre las dos centrales sindicales y poco después la FORA del
IX decide disolverse. Los sindicatos pertenecientes a la corriente sindicalista revolucionaria deciden
entonces formar una central que adhiera a esa ideología y crean la Unión Sindical Argentina (USA). La
USA se integraría a la CGT en 1930, reaparecería en 1935 y volvería a integrarse a la CGT en 1945. Su
estructura tendrá gran importancia en la conformación del Partido Laborista en 1945 que llevó como
candidato presidencial a Juan D. Perón, al punto que su primer presidente fue el último secretario general
de la USA, Luis Gay.141 ​

La definición de la USA como central sindicalista revolucionaria llevó a que los sindicatos socialistas,
comunistas y autónomos abandonaran progresivamente la central.136 ​ En 1926 varios de esos sindicatos,
liderados por la Unión Ferroviaria, crearon la Confederación Obrera Argentina (COA), que adoptó un
principio de organización de gran importancia, y que la hacía diferir totalmente de la FORA y de la USA:
la forma básica de la organización sindical debía ser la unión o federación por rama nacional. El
sindicalismo argentino comenzaba a preparar grandes estructuras sindicales capaces de negociar con las
grandes empresas, las organizaciones empresariales y el gobierno.

De 1930 a 1943

Contexto: un nuevo modelo

La crisis económica mundial de 1929, la era del petróleo, el ascenso de Estados Unidos como potencia
mundial y el golpe de estado cívico-militar de 1930 que derrocó al presidente constitucional Hipólito
Yrigoyen, abrieron la puerta a un cambio completo del modelo político-económico de Argentina, que
tendrá consecuencias profundas para el movimiento obrero y el sistema de relaciones laborales. Fue el
primero de una serie de golpes de estado que impedirían la consolidación de la democracia en Argentina
hasta 1983.

La dictadura provisional de Uriburu, surgida del golpe, se continuó con un régimen fraudulento conocido
como la Década infame (1930-1943), controlado por una alianza del conservadurismo con un sector del
radicalismo denominado Unión Cívica Radical Antipersonalista y un sector del socialismo denominado
Partido Socialista Independiente, que adoptó el nombre de la Concordancia. La Concordancia preservó la
actividad agro-ganadera dependiente de la exportación hacia el Reino Unido, mediante el Pacto Roca-
Runciman, que fue cuestionado por algunos sectores, en el área industrial aumentó el proteccionismo, lo
que produjo un nuevo esquema de sustitución de importaciones que generó un extenso sector industrial con
mayor utilización de mano de obra asalariada y estableció una mayor regulación de la actividad económica
por parte del Estado mediante agencias estatales (Banco Central, Junta Nacional de Granos, Junta Nacional
de Carnes, Corporación Argentina de Productores, etc. creadas al efecto). La Década infame finalizaría con
el derrocamiento del gobierno fraudulento de la Concordancia mediante el golpe de estado de 1943, en
cuyo curso surgiría el peronismo.

Aparece la CGT
Pocos días después del golpe militar, el 27 de septiembre de 1930 se
fundó la Confederación General del Trabajo (CGT). Sin embargo,
habría que esperar aún seis años más para que la misma se organizara
formalmente con su Congreso Constituyente desarrollado entre el 31
de marzo y el 2 de abril de 1936. Hasta entonces la CGT actuará
mediante sencillos mecanismos de articulación sindical.

La creación de una central sindical unitaria era un objetivo explícito de


todas las corrientes del movimiento obrero argentino desde sus mismos
inicios. La iniciativa de crear la CGT surgió de la Federación Obrera
Poligráfica Argentina (FOPA), organización sindical que había
desarrollado una cultura pluralista debido a que tenía una conducción El 27 de septiembre de 1930 se
compartida por las corrientes socialista (Pedro Porcel), sindicalista concretó la creación de la
revolucionaria (Sebastián Marotta) y comunista (Manuel Punyet Confederación General del
Alberti). Ya en 1927 la FOPA había emitido una declaración Trabajo, como fruto del acuerdo
convocando a crear una central sindical unitaria que reuniera a todas entre las corrientes sindicalista
las vertientes: revolucionaria, socialista y
comunista. A partir de ese
En estas circunstancias toda división constituye un verdadero momento la CGT se mantendrá
crimen contra los intereses proletarios, en beneficio exclusivo como la principal central sindical
de la clase capitalista... Todos los esfuerzos para unir en un solo argentina.
organismo nacional a todos los explotados por el régimen
burgués y capitalista en la región argentina.
Federación Obrera Poligráfica Argentina, 1927142 ​

La USA (sindicalista) y la COA (socialistas) aceptan la fusión, en tanto que la FORA (anarquista) la
rechaza. Por su parte los sindicalistas comunistas se oponen a los términos de la unidad sindical, y prefieren
orientarse a la creación de sindicatos y una central claramente alineada con el comunismo. Un sector del
socialismo (Pérez Leirós) también se opuso a la unidad, lo que llevará al retiro de La Fraternidad del
proceso de unidad. Pero la Unión Ferroviaria, liderada por socialistas cercanos a los sindicalistas, presionó
agresivamente y finalmente logró el consenso suficiente para crear una central pluralista, la CGT.

El golpe de estado militar del 6 de septiembre de 1930, la inmediata ilegalización de la FORA anarquista y
el comienzo de la represión al conjunto del movimiento obrero precipitaron la unidad. El 27 de septiembre
de 1930 se determinó el nombre de la organización, tomado de su homónima francesa de tendencia
sindicalista revolucionaria, y se elige a su primera conducción:

Secretario General: Luis Cerruti (UF-COA)


Prosecretario: Alejandro Silvetti (Ebanistas, USA)
Tesorero: Andrés Cabona (USA)
Protesorero: José Negri (UF, COA)
Vocales: Abraham Resnik (USA), Segundo Ortiz (USA), José Milani (USA), Luis González
(COA), Ceferino López (COA), Antonio Melani (COA).143 ​

En ese momento la CGT representaba 124.500 miembros (la COA aportaba 90.000 y la USA 14.000;
poco después se suman los tranviarios con 10 000, telefónicos con 2.000 y ATE con 7.500), una cantidad
aproximadamente igual a la que ya había alcanzado la FORA IX una década atrás.

El hecho de que ninguno de los diez miembros de la primera Comisión Directiva de la CGT fuera mujer,
señala una fuerte tendencia de discriminación por género, significando incluso un retroceso antes centrales
anteriores como la FORA y la UGT que habían incluido mujeres en la conducción.144 ​ Pocos años antes,
en el 2º Congreso de la USA de 1926, la delegada Berta Mateucci había denunciado que "los dirigentes de
la central no le prestaban la suficiente atención a las dificultades que tenían las mujeres" para participar en
la organización gremial.145 ​ El fordismo, con su estructura vertical de poder y su tendencia extrema a
homogeneizar a las personas, agravó los mecanismos de exclusión patriarcal y heteronormativos.146 ​ Las
luchas feministas ya en ese momento en marcha, y LGBT desde la década de 1960, comenzarían a abrir
camino a un sindicalismo más igualitario desde el punto de vista de género, pero para ello habrá que esperar
hasta el siglo XXI.

El investigador Oscar Cornblit destaca el nuevo sindicalismo de negociación que implicaba la creación de
la CGT:

Si algo caracteriza a esta CGT es su proclividad a conciliar y tratar con el gobierno. En


términos actuales diríamos que está más cerca de una filosofía participacionista que
conflictiva.
Oscar Cornblit147 ​

La creación de la CGT es un acto de gran trascendencia en la vida política de Argentina, porque preparaba
las condiciones para que la clase obrera argentina dejara de ser un actor marginal del proceso histórico, para
convertirse en un protagonista decisivo.

Sindicalismo unitario, nacionalismo y obra social

Siguiendo la línea de renovación sindical insinuada en la década anterior, el sindicalismo argentino cambió
notablemente durante la década de 1930. Los aspectos más destacados de esa transformación fue la
generalización del sindicalismo unitario por rama nacional, un nuevo enfoque nacionalista y el desarrollo de
la obra social (salud y turismo social) por parte de los sindicatos.

CGT, uniones y federaciones

La vocación por el unitarismo sindical (sindicatos únicos y central única) es una característica constante del
sindicalismo argentino desde los primeros intentos de coordinación en la década de 1890. Si bien las pujas
entre las corrientes sindicales (anarquista, socialista, sindicalista revolucionaria y comunista) llevó a la
división en dos y hasta tres centrales sindicales, la voluntad de establecer una central unitaria estuvo
siempre presente de manera explícita en todas ellas.

Por otra parte, solo excepcional y transitoriamente las diversas corrientes crearon sindicatos paralelos. La
regla fue que cada sindicato decidía a qué central deseaba pertenecer. De este modo, por ejemplo, no había
varios sindicatos ferroviarios paralelos, cada uno de ellos adscripto a una corriente sindical diferente, sino
uno solo que decidía por mayoría a qué central adherir. La unidad sindical se preservó estrictamente al nivel
de los sindicatos y federaciones de rama u oficio, donde las diferentes corrientes convivían.

La CGT fue el resultado de tres décadas de acercamientos, diálogos e intentos de las diversas corrientes
sindicales por alcanzar una central unitaria. En la misma confluyeron en 1930 las corrientes sindicalista
revolucionaria, socialista y comunista. La corriente anarquista se negó a integrar la CGT, pero su notable
retroceso a partir de 1930, hizo de la CGT una central virtualmente única. Ello no impidió que
esporádicamente, la CGT se dividiera (CGTs 1 y 2 en los '40, CGT de los Argentinos en los '60, CGTs
Azopardo y Brasil en los '80, CGTs Oficial y Disidente en los '90) e incluso se formaran otras centrales
(USA entre 1935-1945 y CTA desde 1995). Pese a ello y aún en los períodos de división, la CGT se
mantendrá en el centro del sistema sindical argentino.
La CGT promovió fuertemente la organización sindical nacional por rama de producción. De este modo se
modificó totalmente el panorama sindical. Los sindicatos aparecieron con un número menor y más
cohesionados, a diferencia de la gran cantidad de organizaciones dispersas que caracterizaba hasta entonces
al sindicalismo por oficio y por especialidad que era la base de la FORA. El número absoluto de sindicatos
existentes disminuyó, pero se verificó un aumento de la potencia de la clase trabajadora como conjunto.

El caso del sindicato de la construcción es útil para comprender el proceso. Los trabajadores de la
construcción crearon un sindicato único en esa década uniendo a catorce sindicatos que antes estaban
separados: pintores, albañiles, yeseros, parqueteros, marmolistas, escultores, modeladores, carpinteros,
aserradores, colocadores de mosaicos, colocadores de vidrios, electricistas, calefaccionistas y picapedreros.

Al estar organizados por rama industrial y no por oficio, el sindicato adquirió un poder estructural que antes
no tenía.148 149
​ ​No solo porque con este tipo de organización el sindicato podía paralizar efectivamente la
producción mediante una huelga (un sindicato de oficio solo puede interrumpir las tareas de los trabajadores
de ese oficio, pero no todas las tareas), sino también porque le permitió conocer y controlar los
encadenamientos productivos y tecnológicos de cada sector.

El 70% de los sindicatos de la CGT estaban organizados por rama de industria o actividad.

Nacionalismo

El enfoque nacionalista también caracterizó al sindicalismo argentino de la década de 1930. En los actos
sindicales aparecieron las banderas argentinas y el himno nacional, acompañando e incluso reemplazando a
las banderas rojas y La Internacional.

Si usted consulta los periódicos sindicales de la época va a encontrar que la mayoría de los
sindicatos —y por cierto la CGT— izaban en sus plenarios la Bandera argentina junto a la roja
de los socialistas o a la negra de los anarquistas... En la década del 30, debido al problema del
fascismo y a la presencia de los capitales ingleses en la Argentina, de antecedentes como el
Tratado Roca—Runciman, aparece por otra parte la conciencia nacional. Para eliminar el
predominio británico en la industria del transporte ya entonces los obreros hacían
movimientos callejeros. Poco a poco los obreros estaban entrando en el terreno político,
abandonando la postura anterior de prescindencia.
Hiroshi Matsushita150 ​

En el acto del 1 de mayo de 1936 la CGT cantó por primera vez el himno nacional, invitando a hablar a los
dirigentes políticos de los partidos populares: Arturo Frondizi por la UCR, Mario Bravo por el PS y
Lisandro de la Torre por el PDP. El pensamiento nacionalista que comenzó a desarrollar el sindicalismo, se
alimentaba también de una postura antiimperialista, muy crítica de los "monopolios extranjeros" y la
"oligarquía", reclamando la nacionalización de los servicios básicos y empresas estratégicas. Matsushita cita
como ejemplo del pensamiento nacionalista revolucionario que estaba desarrollando la CGT, la
convocatoria que realizaba en 1936 el dirigente ferroviario socialista Luis Girola, en el periódico de la
central:

Forjar un movimiento verdaderamente revolucionario en la amplia aceptación de la palabra,


contra la oligarquía y por la independencia económica del país, hoy subyugado y oprimido
por el capital extranjero.151 ​

Los historiadores Samuel Baily (1967) e Hiroshi Matsushita (1983) han estudiado detalladamente el
desarrollo dentro del sindicalismo argentino de una "conciencia nacional" y un "nacionalismo popular", a
partir del gobierno democrático de Hipólito Yrigoyen y sobre todo en la década de 1930, como expresión
de una búsqueda del movimiento obrero de relacionarse con el Estado y llegar al poder político.152 153
​ ​
El nacionalismo sindical argentino se correspondía con una tendencia nacionalista-antiimperialista más
amplia, que venía desarrollándose desde movimientos como la Reforma Universitaria de 1918, la visión de
América Latina como "Patria Grande" impulsada por socialistas como Manuel Ugarte, la crítica del
"coloniaje" que realizaba el grupo radical FORJA ("Somos una Argentina colonial, queremos ser una
Argentina libre"), las denuncias del demócrata progresista Lisandro de la Torre de las maniobras
monopólicas de los frigoríficos ingleses contra el interés nacional, o el nacionalismo yrigoyenista que
Moisés Lebensohn difundía entre la juventud radical,154 ​ que anticipaban la teoría latinoamericana de la
dependencia -con su noción de centro y periferia en el orden mundial- que comenzaría a tomar forma desde
fines de la década de 1940.

Las obras sociales

La tercera característica de los años 1930 fue la franca orientación de muchos sindicatos hacia la prestación
a sus afiliados de servicios principalmente de salud y turismo social, conocidos en la jerga argentina como
"obra social". En 1935 el sindicato de obreros municipales de Buenos Aires (UOM), instaló una colonia de
vacaciones en las sierras de Córdoba, algo que también haría entre 1937 y 1943 la Asociación
Bancaria.155 ​ Ese fue el paso inicial para que las sierras de Córdoba se convirtieran en las décadas
siguientes en el principal centro del turismo sindical.

La Unión Ferroviaria por su parte abrió salas de cine en todo el país, conocidos como cines Unión, y junto
con La Fraternidad acordó con el Estado la creación de un Hospital Ferroviario inaugurado en 1940 en la
ciudad de Buenos Aires, consultorios externos en Rosario vinculados por convenio con el Hospital Italiano
de esa ciudad para los casos de urgencia, y acuerdos con clínicas privadas para tratar los casos pulmonares
en Córdoba.156 ​

La XX Asamblea de la Unión Ferroviaria llevada a cabo en 1943 daba cuenta de la importancia creciente
de la atención directa de la salud de los trabajadores en el modelo sindical argentino:

El gremio ferroviario tenía necesidad imperiosa de poseer un instituto propio para la atención
de la salud física de sus componentes y para la prevención de las enfermedades…
XX Asamblea de la Unión Ferroviaria, 1943156 ​

La atención de la salud de los trabajadores en Argentina siguió un camino similar al que siguió la atención
de la vejez y el fallecimiento, por medio de las jubilaciones y pensiones. Ante la ausencia de un seguro de
salud universal, los colectivos mejor organizados (ferroviarios, estatales, bancarios) fueron obteniendo
sistemas cada vez más amplios de atención de la salud para sus afiliados. Con el tiempo esos sistemas
tomaron el nombre de obras sociales. El sistema de obras sociales, que se desarrollaría entre los años 1950
y 1970, había tenido sus primer antecedente durante el gobierno de Yrigoyen, cuando el gobierno acordó
con los gremios ferroviarios apoyar la acción mutualista creando en 1919 la Caja de Jubilaciones
ferroviarias (ley 10650) y en 1923 un fondo para viviendas llamado el Hogar Ferroviario (ley 11173).
[cita requerida]

Lo distintivo de esta norma es que establecía una retención de aportes de los asociados por
parte de las patronales ferroviarias para su derivación posterior al gremio, lo que transformó
sustancialmente la modalidad recaudadora de la primera etapa del sindicalismo, tan irregular
como deficiente en la percepción de las cotizaciones.156 ​

Progresivamente los sindicatos argentinos fueron haciéndose cargo de atender la salud de los trabajadores y
sus familias, para resolver la insuficiencia del Estado, afectado por un sistema tributario en el que los
sectores altos y medios prácticamente no pagaban impuestos y a cambio, se hacían cargo de su salud
encomendándola a empresas privadas.157 ​
El «sábado inglés» y la ley 11729

En la primera mitad de la década de 1930 el movimiento


obrero obtiene dos grandes conquistas: el descanso semanal a
partir del sábado al mediodía ("sábado inglés") y la ley 11729
de contrato de trabajo para el comercio. Ambas leyes fueron
impulsadas por la recién formada Confederación General de
Empleados de Comercio liderada por Ángel Borlenghi, que se
convertiría desde entonces en una de las organizaciones
sindicales más poderosas de Argentina.

En 1932 se sancionó la ley 11640 de descanso los días sábado


a partir de las 13 horas, conocido en la jerga de la época como
«sábado inglés», debido a que fue el movimiento obrero inglés
el primero en obtener esta conquista ya en el siglo xix.158 ​

Dos años después, el 26 de septiembre de 1934, luego de una


larga lucha iniciada dos años antes, se sancionó la Ley 11.729
de reformas al Código de Comercio, que estableció por
primera vez un régimen de contrato de trabajo protectorio del
trabajador en el sector comercial y de servicios, que constituyó
el principal antecedente de la Ley de Contrato de Trabajo El socialista Ángel Borlenghi fue uno de
20.744, sancionada 40 años después en 1974. La sanción de los dirigentes sindicales más destacados
esta avanzada ley laboral se explica por alto nivel de unidad de la década de 1930. Unió a los
logrado por la alianza de la Confederación de Empleados de sindicatos de empleados de comercio en
Comercio, la Unión de Cortadores de Confección, la una poderosa confederación nacional y
Asociación Bancaria, la Asociación de Viajantes de Comercio estableció alianzas con los demás
y la Asociación de Empleados de Farmacia, que aunados en sindicatos del sector servicios, que
una Comisión Intersindical presidida por Ángel Borlenghi permitieron luchar y conquistar el
(socialista), logran la sanción de la ley en 1934, luego de dos descanso en día sábado luego del
años de luchas y negociaciones. mediodía ("sábado inglés") y la primera
ley de contrato de trabajo (n.º 11729). En
La ley 11729 introdujo estos derechos como una sección del la década siguiente Borlenghi sería uno de
Código de Comercio (artículos 154 a 160). La ley estableció el los fundadores del peronismo y número
derecho a seguir percibiendo el salario en caso de accidente de dos del Presidente Perón.
trabajo (hasta seis meses), gozar de vacaciones anuales pagas
(de diez a veinte días según la antigüedad), a ser preavisado en
caso de despido y a recibir una indemnización por antigüedad (medio mes de sueldo por año de
antigüedad) en caso de despido, cierre de la empresa o muerte del trabajador/a. La ley establece también el
principio de nulidad de cualquier acuerdo de partes que deje sin efecto estos derechos y que todos los
empleadores deben llevar un libro de registro de cada contrato de trabajo.159 ​

El éxito de haber obtenido la sanción de las leyes 11 640 y 11 729 promovió a Ángel Borlenghi al primer
plano del movimiento sindical argentino, y a dirigir la CGT. A partir de 1945 Borlenghi adherirá al
peronismo y será Ministro del Interior del gobierno de Perón, el segundo hombre en importancia hasta junio
de 1955.

El 1 de mayo de 1936
En marzo de 1936 se desarrolla finalmente el demorado Congreso Constituyente de la CGT, elaborando
sus estatutos definitivos. Allí se puntualizaron las fallas del sindicalismo argentino y su gravitación en el
desarrollo nacional. La declaración emitida en aquella ocasión preanuncia con claridad el papel que el
movimiento obrero argentino habría de desempeñar en los años siguientes:

Esta orientación estratégica de la actividad sindical hacia el Estado, de características fuertemente


nacionalistas, para influir en el gobierno y la sociedad en su conjunto, constituirá la característica central del
movimiento obrero argentino durante el resto del siglo xx.

La notable transformación que estaba produciendo el movimiento obrero argentino en la década del 30, se
hará evidente en la organización del Acto del 1 de mayo de 1936. En un gesto sin precedentes, la CGT
asume entonces la misión de unir alrededor suyo a los demás sectores populares, convocando a los partidos
socialista, radical, demócrata progresista y comunista, y al movimiento estudiantil, a compartir el acto y la
tribuna. El resultado fue una manifestación sin precedentes en la historia argentina, que convocó a más de
160.000 personas. En el acto hablaron José Domenech (CGT), el expresidente Marcelo T. de Alvear y
Arturo Frondizi por la UCR, Lisandro de la Torre por el Partido Demócrata Progresista, Mario Bravo y
Nicolás Repetto por el Partido Socialista, y Paulino González Alberdi por el Partido Comunista. Por
primera vez en un acto del 1 de mayo se entonó el himno nacional.

En su discurso frente a la multitud, el senador demócrata progresista Lisandro de la Torre, definía el sentido
del acto diciendo:

Este mitin formidable de ciudadanos libres se propone ratificar el repudio de la política


gubernamental que ha endeudado la economía a los monopolios extranjeros.
Lisandro de la Torre

Por su parte, y como cierre del acto, el senador socialista Mario Bravo, dijo:

Como homenaje a la Nación entera y como explicación de la conjunción de fuerzas que aquí
se realiza, ha sido ejecutado el himno nacional, porque el movimiento que se inicia en la fecha
no puede tener otro destino que la defensa de la Nación, de sus intereses, sus riquezas y sus
principios hoy alterados. La unión solidaria de las fuerzas aquí presentes, la reunión de
hombres que han sido adversarios, es indispensable para impedir una nueva invasión inglesa.
Pero para esta empresa no basta reunirse en la plaza o levantar el puño: es necesario crear
fuerza, afianzar los sindicatos, crear los organismos de lucha eficientes.
Mario Bravo

[cita requerida]

La magnitud de la convocatoria política y social, estaba situando al movimiento obrero argentino, por
primera vez, como protagonista de la historia argentina. La llamada historia «chica» del sindicalismo había
crecido hasta mezclarse con la historia «grande» del país.

Según los datos de la Departamento Nacional del Trabajo la CGT —que en 1930 se había fundado con
sindicatos que afiliaban a 124  000 trabajadores—, reunía en 1936 sindicatos con 262  630 afiliados y en
1940 la cantidad de 311 076.160 ​

Por entonces la composición de la clase trabajadora estaba cambiando aceleradamente. la Gran Depresión
de 1929 había limitado la corriente migratoria europea, de modo tal que una nueva corriente de migraciones
internas estaba transformando por completo, cuantitativa y culturalmente, a la clase obrera. En 1936 el
36 % de la población de la Ciudad de Buenos Aires era extranjera y solo un 12 % provenía el interior del
país (zonas rurales y pequeñas ciudades). Pero diez años después los extranjeros se habrían reducido al
26 % y los migrantes internos se habían duplicado alcanzando el 29 %.161 ​
Entre 1896-1936 el promedio
anual de provincianos que llegaban a Buenos Aires era de 8000; ese promedio ascendió a 72  000 entre
1936-1943 y ascendería aún más entre 1943-1947, llegando a 117 000 personas por año.161 ​

La propia clase obrera crecería cuantitativamente con la instalación de fábricas productoras de los bienes
que ya no se importaban. En 1941 la clase obrera industrial llegaría a 677  517 y en 1946 a 938  387
trabajadores.162 ​Las fábricas se concentraron principalmente en el área urbana de Buenos Aires.163 ​

Las nuevas condiciones socioeconómicas y la concentración geográfica anticipaban grandes cambios


sociopolíticos con epicentro en Buenos Aires.

Reaparición de la USA y CGTs N.º 1 y N.º 2

En 1935 se produjo un violento enfrentamiento entre las corrientes socialista y sindicalista revolucionaria
por el control del edificio en el que funcionaba la CGT. El hecho produjo la ruptura de la central,
denominándose primero según la calle en que cada grupo estaba ubicado: la CGT-Independencia reunió a
los socialistas y comunistas, y la CGT-Catamarca reunió a los sindicalistas revolucionarios.

Dos años después la CGT-Catamarca decidió refundar la Unión Sindical Argentina (USA), siendo sus
secretarios generales primero Fortunato Marinelli (1937-1939) y luego el telefónico Luis Gay (1939-1945).

Por su parte la CGT-Independencia se normalizaría en 1936 con la realización de su primer congreso,


donde resultó elegido secretario general el socialista José Domenech de la Unión Ferroviaria. Domenech se
desempeñaría en el cargo de la CGT unificada hasta 1942.

En 1942 se realizó un nuevo congreso de la CGT, en el que se presentaron dos listas, una apoyando la
reelección de Domenech (Lista N.º 1) u otra apoyando la elección del socialista municipal Francisco Pérez
Leirós (Lista N.º 2), apoyado también por la corriente comunista. La elección fue ganada por la Lista N.º 1
por un solo voto, luego de que uno de los congresales cambiara su voto, razón por la cual la Lista N.º 2
desconoció la elección y se organizó de forma paralela. Ambas CGTs tomaron el nombre de las respectivas
listas: CGT N.º 1 (socialistas) y CGT N.º 2 (socialistas y comunistas). La CGT N.º 1 fue conducida por
José Domenech, como secretario general y la CGT N.º  2 por Francisco Pérez Leirós, primero y Ángel
Borlenghi, después. Entre 1943 y 1945 las tres centrales se fusionarían en la CGT.

El Peronismo 1943-1955

Los sindicatos llegan al poder (1943-1945)

La emergencia de un movimiento de base sindical y obrera a partir de 1943 que tomaría el nombre de
peronismo, reconfiguró completamente el movimiento obrero argentino, sobre todo a partir del hecho
histórico de la llegada de los sindicatos al poder, algo que hasta ese momento había sucedido en muy pocos
países del mundo.164 165
​ ​

El peronismo es un hecho histórico complejo, consecuencia directa de las características inusuales en las
que se ha desarrollado la Argentina,166 ​ en el que se combinarán el sindicalismo anterior a 1943
(anarquistas, socialistas, sindicalistas revolucionarios y comunistas) impulsado por la gran ola de
inmigración ultramarina, las nuevas migraciones internas del siglo XX, el industrialismo (sustitución de
importaciones) desarrollado ampliamente a partir de 1930, el auge de las empresas estatales desarrolladas
desde la década de 1920, el "nacionalismo obrero" y el nacionalismo económico yrigoyenista, que venían
evolucionando desde la década de 1910, así como el humanismo cristiano y la doctrina social de la Iglesia
católica.152 153
​ ​

El 4 de junio de 1943 militares nacionalistas que se oponían a un alineamiento con los países aliados en
beligerancia en la Segunda Guerra Mundial, dirigidos por el general Arturo Rawson, con participación de
civiles como el dirigente radical Ernesto Sammartino,167 ​ desplazan por medio de un golpe de estado al
presidente Ramón S. Castillo, último presidente de la llamada "Década Infame" una línea de gobiernos
acusados de corruptos y que habían impuesto el llamado fraude patriótico desde el golpe militar de 1930.

Las dos CGT recibieron inicialmente a la dictadura militar con


entusiasmo.168 ​El 21 de junio la CGT N.º 2 (socialistas y comunistas)
tomó la inédita decisión de enviar una delegación (Pérez Leirós,
Borlenghi´, Argaña y De Césare) para entrevistarse con el Ministro del
Interior Alberto Gilbert para expresarle sus inquietudes y ofrecerle
realizar una manifestación obrera de apoyo al gobierno en la Plaza de
Mayo.169 170
​ 171
​ 172
​ ​

Venimos a ofrecerle al gobierno nuestra adhesión franca y leal,


la que puede ratificarse con un gran mitin en Plaza de Mayo, en
el que hablarán desde los balcones de la Casa Rosada, sus
representantes y nosotros, pero a condición de que se
comprometa desde ya, a convocar a elecciones dentro de los 90
días.
Francisco Pérez Leirós172 ​

Periódico sindical apoyando a


Siete días después, el gobierno militar, que ya en su proclama había
Perón.
mencionado explícitamente su postura anticomunista, clausuraba la
CGT N.º 2 acusándola de «extremista».169 ​

Ello llevó a varios de los sindicatos que la integraban a volver a la CGT N.º  1 (secretario general José
Domenech). Poco después el gobierno sancionó una legislación muy represiva sobre sindicatos y acto
seguido hizo uso de esa ley para intervenir los poderosos sindicatos ferroviarios y corazón de la CGT, la
Unión Ferroviaria y La Fraternidad. En octubre una serie de huelgas fueron respondidas con el arresto de
decenas de dirigentes obreros. Pronto resultó evidente que el gobierno militar estaba integrado por
influyentes sectores anti-sindicales.173 ​

En esas condiciones algunos dirigentes sindicales socialistas, sindicalistas y algunos comunistas,


encabezados por Ángel Borlenghi (socialista y secretario general de la poderosa Confederación General de
Empleados de Comercio en la disuelta CGT N.º 2 socialista), Francisco Pablo Capozzi (La Fraternidad),
Juan A. Bramuglia (Unión Ferroviaria), Luis Monzalvo (UF), entre otros, decidieron, aunque con reservas
y desconfianza, volver a buscar contactos con algunos sectores del gobierno militar que pudieran compartir
los reclamos sindicales. De ese modo apareció el nombre del teniente coronel Domingo A. Mercante,
hermano de un dirigente sindical de la Unión Ferroviaria e hijo de un antiguo afiliado de la poderosa
organización.173 174
​ ​Mercante propuso a su vez la presencia de su amigo: el coronel Juan D. Perón.

Las primeras reuniones entre ese grupo de sindicalistas con Mercante y Perón se realizaron entre julio y
agosto. Los sindicalistas le propusieron a los militares hacerse cargo del Departamento Nacional de Trabajo
y elevarlo al nivel de Secretaría para llevar adelante una estricta política de inspecciones que garantizara el
cumplimiento de las leyes laborales vigentes, fortalecer la CGT, sancionar algunas de leyes laborales
inclusivas faltantes y promover la negociación colectiva.174 ​
El 2 de noviembre de 1943 la alianza entre sindicalistas y militares
daba sus primeros frutos y lograba que el gobierno militar designara a
Perón como Director del Departamento de Trabajo, un organismo de
menor jerarquía política. Un mes después, 2 de diciembre de 1943,
consiguen elevar la jerarquía del organismo a secretaría de Estado, con
el nombre de Secretaría de Trabajo y Previsión (STYP).175 ​ Una de
sus primeras medidas fue suspender el decreto fascista 2669/43 con el
que el ministro del Interior Gilbert pretendía controlar a los
sindicatos.176 ​ Perón nombraró varios dirigentes sindicales para
conducir las principales áreas de la STP, algo que sucedía por primera
vez en la historia argentina. Entre ellos se destacó el abogado socialista
Juan Atilio Bramuglia, proveniente de la Unión Ferroviaria, que
asumió como Director del Departamento de Previsión Social, un
campo en el que dejó su impronta y en el que venía destacándose Con el peronismo los sindicatos
desde comienzos de la década de 1930.177 ​ Bramuglia sería luego llegaron al poder. El abogado
interventor de la Provincia de Buenos Aires y Coordinador nacional socialista Juan Atilio Bramuglia
de los tres partidos políticos que sostendrían la candidatura el Perón en de la Unión Ferroviaria, fue el
las elecciones de 1946.177 ​ Ya en el gobierno de Perón, Bramuglia primero de los dirigentes de
origen sindical en ocupar altos
sería designado Ministro de Relaciones Exteriores, cargo desde el cual
cargos en el Estado. Dejó su
cumpliría un papel decisivo en la elaboración de la doctrina de la
impronta en la fuerte política de
tercera posición peronista.177 ​Otros sindicalistas designados en cargos previsión social del peronismo y
estratégicos de la STP fueron Hugo Mercante (ferroviarios) -hermano
en la doctrina de la tercera
de Domingo Mercante-, Luis Monzalvo (ferroviarios) y José María posición, que desarrollara cuando
Freire (vidrio).176 ​ fue Ministro de Relaciones
Exteriores, ya en la presidencia
Desde la Secretaría de Trabajo, Perón, con el apoyo de los sindicatos de Perón.
empieza a desarrollar gran parte del programa sindical histórico: se
crearon los tribunales de trabajo;178 ​se sancionó el Decreto 33.302/43
extendiendo la indemnización por despido a todos los trabajadores; más de dos millones de personas fueron
beneficiados con la jubilación; se sancionó el Estatuto del Peón de Campo y el Estatuto del Periodista
Profesional; se crea el Hospital Policlínico para trabajadores ferroviarios; se prohíben las agencias privadas
de colocaciones; se crean las Escuelas Técnicas dirigidas a obreros; en 1944 se firmaron 123 convenios
colectivos de trabajo que alcanzaban a más de 1.400.000 obreros y empleados y en 1945 otros 347 para
2.186.868 trabajadores.

En ese marco los sindicatos comenzaron un período de gran crecimiento, y lo que fue aún más decisivo,
comenzaron a afiliar masivamente a los "nuevos" trabajadores, los que estaban migrando masivamente a la
ciudad desde el interior del país, los llamados "morochos", "grasas" y "cabecitas negras" por las clases
medias y altas, y los propios trabajadores "viejos" descendientes de la inmigración europea.

Poco después, algunos sindicatos que se habían mantenido alejados, la CGT Nº1, la USA y los gremios
autónomos, comienzan a unificarse en torno de la Secretaría de Trabajo. El apoyo sindical a la acción de la
Secretaría de Trabajo se expresó durante una asamblea de trabajadores ferroviarios realizada en Rosario el 9
de diciembre de 1943, en la que el secretario general de la CGT el ferroviario socialista José Domenech
presentó a Perón como "el primer trabajador":179 ​

El gobierno acaba de tener el acierto de crear la Secretaría de Trabajo y Previsión. Un militar,


el Coronel Perón, tiene el honor de ser el Primer Trabajador Argentino.
José Domenech180 ​
La expresión se volvería famosa y formaría parte años después de la Marcha Peronista. El efecto sobre el
movimiento obrero fue notable y el grupo de sindicalistas partidarios de una alianza con ese sector del
gobierno militar creció, incorporando principalmente a dirigentes socialistas como David Diskin
(empleados de comercio), Alcides Montiel (cervecero) y Lucio Bonilla (textil) y sindicalistas
revolucionarios provenientes de la USA, como Luis Gay (telefónico) y Modesto Orozo (telefónico); pero
también a algunos comunistas como René Stordeur (gráficos) y Aurelio Hernández (sanidad),181 ​
independientes como Cipriano Reyes (carne) y hasta trotskistas como Ángel Perelman (metalúrgico).
Haciendo base en la Secretaría de Trabajo y Previsión (STP), Perón, Mercante y el grupo inicial de
sindicalistas que concretaron la alianza (los socialistas Borlenghi y Bramuglia, principalmente), comenzaron
a organizar una nueva corriente sindical que iría asumiendo una identidad laborista-nacionalista. El grupo
asumió una posición de rechazo del comunismo soviético ya presente en la CGT №1 y, apoyándose en el
poder de la Secretaría de Trabajo, organizó nuevos sindicatos en las ramas en que no había (químicos,
electricidad, tabaco) y abrió sindicatos paralelos orientados principalmente a debilitar a los sindicatos
comunistas (carne, construcción, textiles, metalúrgicos).182 183
​ ​

Antiperonismo primero, peronismo después

El antiperonismo surgió antes y en cierta medida impulsó a su vez el surgimiento del peronismo. La alianza
entre sindicatos y el grupo de jóvenes militares encabezados por Perón generó inmediatamente una fuerte
oposición de los sectores conservadores políticos, económicos y militares, con apoyo de la embajada de
Estados Unidos (Braden) y generó una alta polarización de la población que se extendería durante décadas,
tomando también un fuerte sesgo racista-clasista. Muchas de las donominaciones despectivas, como
"negro", "negra", "cabecita negra", "descamisados", "grasas", fueron resignificadas por el peronismo como
símbolos de dignidad de la clase obrera 184 ​ La ofensiva conservadora iniciada el 16 de junio de 1945 con
el Manifiesto del Comercio y la Industria en el que 321 organizaciones patronales, lideradas por la Bolsa de
Comercio y la Cámara Argentina de Comercio cuestionaban duramente la política laboral argumentando
que se estaba creando «un clima de recelos, de provocación y de rebeldía, que estimula el resentimiento, y
un permanente espíritu de hostilidad y reivindicación».185 ​empujó al movimiento sindical a definir
masivamente su apoyo a Perón.

El movimiento sindical, en el que aún no predominaba el apoyo abierto a Perón,186 ​reaccionó rápidamente
en defensa de la política laboral y el 12 de julio la CGT organizó un multitudinario acto bajo el lema
«Contra la reacción capitalista».187 ​ Al finalizar, la multitud de trabajadores comienzan a corear el nombre
de Perón y lo proclaman como candidato a presidente.188 ​ Según el historiador radical Félix Luna esa fue
la primera vez que los trabajadores comenzaron a identificarse como «peronistas».189 ​

El 17 de octubre

Al iniciarse el mes de octubre de 1945 el general y exdictador Rawson intentó un golpe de estado que
fracasó. Pocos días después, el 9 de octubre, fue el general Eduardo Ávalos, al mando del poderoso
regimiento de Campo de Mayo quien lidera un nuevo golpe de estado imponiendo la renuncia de Perón.

Al día siguiente Perón dejó su despacho y pronunció un famoso discurso ante la multitud que la CGT había
convocado en su apoyo en la esquina de las calles Perú y Alsina anunciando que dejaba firmado un decreto
con importantes conquistas laborales, entre ellas el "salario móvil, vital y básico" y la participación en las
ganancias:190 191
​ ​

También dejo firmado un decreto de una importancia


extraordinaria para los trabajadores. Es el que se
refiere al aumento de sueldos y salarios, implantación
del salario móvil, vital y básico y la participación en
las ganancias. Dicho decreto, que he suscripto en mi
carácter de Secretario de Estado tiene las firmas de los
ministros de Obras Públicas y de Marina, y beneficia
no solamente a los gestores de la iniciativa –la
Confederación de Empleados de Comercio–, sino a
todos los trabajadores argentinos.
Juan D. Perón190 ​

La dictadura respondió deteniendo a Perón -que quedó en


Las patas en la fuente, imagen histórica
poder de la Marina confinado en la Isla Martín García- y del 17 de octubre de 1945, fecha
ordenando la captura de los dirigentes sindicales que pasaron a fundacional del peronismo.
la clandestinidad.

La detención de Perón fue recibida con júbilo por las clases medias y altas, y por el movimiento estudiantil,
que organizaron un acto masivo sin precedentes en la Plaza San Martín, frente al Círculo Militar. El Círculo
Militar (Palacio Paz) se convierte entonces en el centro político de los sectores más conservadores y de los
estudiantes. En un acto espontáneo se reclama el fusilamiento del Perón y se organiza una "partida" para
realizar la misión. Las calles de la ciudad son ocupadas desorganizadamente por las clases medias que
piden la cabeza de Perón.191 ​

El país entró en un estado caótico y pre-revolucionario. En los días siguientes se anuncia en las fábricas que
los convenios colectivos quedaban sin efecto, y se despide a miles de delegados sindicales. El día 16 de
octubre la CGT convoca a una "huelga general revolucionaria" para el 18 de octubre. Ese mismo día debía
pagarse la quincena y en muchos casos se hizo evidente el revanchismo patronal:

Al ir a cobrar la quincena, los obreros se encontraron con que el salario del feriado 12 de
octubre no se pagaba, a pesar del decreto firmado días antes por Perón. Panaderos y textiles
fueron los más afectados por la reacción patronal. -¡Vayan a reclamarle a Perón!- era la
sarcástica respuesta.
Félix Luna192 ​

Los primeros días de octubre al coronel Perón lo habían sacado del gobierno y se decía que
estaba preso en la isla Martín García; al cobrar, no nos pagaron el 12 de octubre, feriado legal,
y nos violentamos protestando frente a la prepotencia de los patrones.
Beba Gil193 ​

Las bases obreras no esperaron a la huelga del 18 y el día 17 de octubre de 1945 se produce la
manifestación obrera más importante de la historia argentina. Cientos de miles de trabajadores, hombres y
mujeres, de las zonas marginales, invadieron la ciudad reclamando la libertad de Perón. La dictadura cortó
los puentes que separan la ciudad de las zonas fabriles (Avellaneda), pero la movilización fue indetenible y
tomó por sorpresa a los sectores medios y altos de Buenos Aires. La multitud ocupó la Plaza de Mayo y
obligó finalmente al gobierno militar a liberar a Perón esa noche, luego de considerar y desechar la
represión de los manifestantes con armas de fuego. Cerca de la medianoche Perón salió a uno de los
balcones de la Casa Rosada (que desde entonces se conocería como "el balcón de Perón"), y se dirigió a
los presentes destacando la importancia de la Secretaría de Trabajo y Previsión y la necesidad de no actuar
con violencia, sino "con inteligencia y organización".

Campaña y elecciones
La movilización del 17 de octubre de 1945 obligó al gobierno militar a llamar a elecciones, convocándolas
para cuatro meses después. Se trataba de un tiempo muy corto para los sindicatos y Perón, que no contaban
con ningún partido que los apoyara. Por esa razón los sindicatos organizaron rápidamente un partido
político al que llamaron Partido Laborista, inspirados en el reciente triunfo que habían tenido los sindicatos
ingleses. El presidente del partido fue el histórico dirigente telefónico sindicalista revolucionario Luis Gay.

Durante la campaña electoral los sindicatos lanzaron la lucha por la sanción definitiva del decreto que
Perón había dejado firmado cuando fue depuesto y detenido, con movilizaciones que incluyeron un gran
acto en Plaza de Mayo el 11 de diciembre. La presiones sindicales finalmente obligaron a la dictadura a
firmar el decreto el 20 de diciembre, llevando el n.º 33.302/45. Por dicho decreto se establecía en la
Argentina, para todos los trabajadores, el aguinaldo, el salario mínimo vital y móvil y el Instituto de las
Remuneraciones.194 ​ Las cámaras empresariales y los partidos que integraban el frente electoral
antiperonista que tomó el nombre de Unión Democrática, se opusieron al aguinaldo y el salario mínimo,
lanzando los primeros un lockout. La presión sindical sin embargo pudo más y finalmente la CGT acordó
con las cámaras patronales el pago del aguinaldo en dos cuotas.194 ​

Dos semanas antes de las elecciones el gobierno de Estados Unidos difundió un documento con el nombre
de Libro Azul, proponiendo la ocupación militar de Argentina. Perón respondió a su vez publicando el
Libro Azul y Blanco y denunciando que los autores del libelo eran el misterioso diplomático comunista
español-estadounidense Gustavo Durán y el exembajador Spruille Braden. Su lema de campaña en esas
últimas dos semanas fue "¡Braden o Perón!".195 ​

El 24 de febrero de 1946 se realizaron las elecciones presidenciales. Contra la suposición generalizada de la


prensa, Perón ganó en todos los distritos menos uno, siendo consagrado presidente, acompañado en la
vicepresidencia por el radical Hortensio Quijano.

El movimiento sindical y el gobierno peronista (1946-1955)

Primera presidencia de Perón

Poco después de las elecciones que le dieron el triunfo a Perón, los diferentes partidos que integraban la
coalición que lo apoyó se disuelven para fusionarse en el Partido Peronista. De ese modo desaparece el
efímero Partido Laborista argentino. Solo Cipriano Reyes, uno de los principales dirigentes del sindicato de
la carne que jugó un papel decisivo en el 17 de octubre y el posterior triunfo electoral del peronismo,
intenta mantener el Partido Laborista, pero acusado como nazi-fascista por la oposición antiperonista y
enfrentado a su vez al nuevo Partido Peronista, quedó aislado.196 ​ Detenido por haber conspirado para
asesinar a Perón y Eva Perón, fue condenado y luego liberado por la dictadura que derrocó al gobierno
peronista.196 ​

El peronismo optó por organizarse como un movimiento dentro del cual el Partido Peronista era solo una de
las tres partes que lo componían, siendo las otras dos el Partido Peronista Femenino y el movimiento
sindical, considerado como la "columna vertebral" del Movimiento Peronista.197 ​ La CGT unificada
adquirió un enorme poder. Sus afiliados pasaron de 80.000 en 1943, a 1.500.000 en 1947 y 4.000.000 en
1955. La CGT participaba de las reuniones de gabinete. En el Parlamento un tercio de los diputados
correspondía a la «rama sindical», que funcionaba como bloque.198 199
​ ​En la década de 1950 se reconocía
a la sindical como una de las tres ramas y, como tal, se le atribuía por tradición –sin norma escrita- el
derecho a contar con un tercio de las candidaturas, aunque su implementación era flexible.200 ​
El Congreso Extraordinario de 1950 de la CGT procuró el aumento del control de los sindicatos por parte
de la entidad y aprobó una resolución encomendando “a las organizaciones afiliadas y a los trabajadores en
general, la eliminación de los elementos comunistas, francos o encubiertos, eliminándolos de los puestos de
conducción e impidiendo que puedan ejercer su perniciosa influencia en el medio obrero.201 ​ El Congreso
modificó también el preámbulo del Estatuto de la CGT, incluyendo el texto siguiente: “…que la Doctrina
Peronista magistralmente expuesta por su creador el general Juan Perón, define y sintetiza las aspiraciones
fundamentales de los trabajadores argentinos, y les señala la verdadera doctrina con raíz y sentido nacional,
cuya amplia y leal aplicación ha de forjar una Patria justa, libre y soberana”.201 ​

Cuando en 1952 se dictó la constitución de la provincia Presidente Perón, creada por ley el año anterior, la
misma se constituyó como un Estado sindical. Y cuando en 1951 el Congreso de la Nación expropió el
diario La Prensa por negarse a cumplir con las leyes laborales, el mismo fue entregado a la CGT. El 1952,
la sanción de la Ley 14.250 de Convenios Colectivos de Trabajo, consolidó el papel central de los
sindicatos al establecer que los convenios colectivos serían de aplicación obligatoria para todos los
trabajadores, afiliados y no afiliados. Se creó la Universidad Obrera Nacional (luego rebautizada
Universidad Tecnológica Nacional y se estableció la gratuidad de la enseñanza universitaria (Decreto N°
29.337/1949).

Una de las características del sindicalismo durante el peronismo, fue el gran desarrollo que tuvieron los
delegados y comisiones internas en los lugares de trabajo. Si bien este había sido un objetivo sindical desde
varias décadas atrás, es durante el peronismo que "se generalizan estas comisiones y crece su poder".202 ​
La presencia sindical en los lugares de trabajo generó un fuerte rechazo del empresariado. El propietario de
Grimoldi, una de las principales fábricas de calzado, describe así la situación durante el peronismo:

Los sindicatos, eran tremendos. En toda las fábricas había delegados, sea grande, sea chica
había un delegado, un delegado por cada sección. Ellos mandaban. Había mucho sindicalismo,
que a este obrero se le paga poco, que a éste se le paga mucho. (...) Imagínese que los
delegados no trabajaban y estaban todo el día dando vuelta, que esto, que lo otro, que trabaja
mucho tiempo, que se le paga muy poco. No, no se podía trabajar, era demasiado.202 ​

Por primera vez en la historia argentina la retribución del trabajo superó a la retribución del capital. Los
economistas Lucas Llach y Pablo Gerchunoff dan cuenta de ese logro:

El componente salarial del ingreso nacional superó, por primera vez en la historia, a la
retribución obtenida en concepto de ganancias, intereses y renta de la tierra. En 1948 aquel
ascendía a 53% contra 47% de este, lo que se comparaba favorablemente con la situación
imperante sólo un lustro atrás, cuando los trabajadores percibían 44,4% y los empresarios,
capitalistas y rentistas recibían 55,6%".
Lucas Llach y Pablo Gerchunoff203 ​

La Constitución de 1949

En 1949 se realiza una reforma constitucional que incorporó a la Constitución argentina los derechos de los
trabajadores (constitucionalismo social) y la igualdad jurídica de la mujer y el hombre. La reforma
estableció también normas sobre la propiedad (función social de la propiedad) y el papel activo del Estado
en la economía, largamente reclamadas por el movimiento sindical. La reforma fue desconocida por un
sector de la oposición y sería abolida por una "proclama" militar de la dictadura instalada en 1955.

Los derechos laborales fueron incluidos en el art. 37 de la Constitución, conocido desde ese momento
como Decálogo del Trabajador, donde se detallaban 10 derechos laborales:

1. Derecho de trabajar
2. Derecho a una retribución justa
3. Derecho a la capacitación
4. Derecho a condiciones dignas de trabajo
5. Derecho a la preservación de la salud
6. Derecho al bienestar
7. Derecho a la seguridad social
8. Derecho a la protección de su familia
9. Derecho al mejoramiento económico
10. Derecho a la defensa de los intereses profesionales

La Constitución peronista -como fue llamada- no incluyó explícitamente el derecho de huelga. El tema fue
discutido por los convencionales presentándose dos puntos de vista. Por un lado, el ideólogo principal de la
Constitución Arturo Sampay, sostuvo que el derecho de huelga era un derecho natural, equivalente en el
mundo del trabajo al derecho de resistencia a la opresión en el mundo político. Sampay por ello sostenía
que no debía incluirse en la constitución escrita, sin perjuicio de que la ley ordinaria garantizara el derecho
de huelga "en los casos en que los patronos no se avienen a satisfacer reclamaciones legítimas de los
sindicatos obreros".204 205
​ ​ La otra postura fue sostenida por el convencional y dirigente obrero Hilario
Salvo, quien sostuvo que "la huelga era un hecho más que un derecho y que, por lo tanto, los obreros que
tenemos conciencia de dirigentes... no necesitamos el derecho cuando nos disponemos a ese sacrificio:
vamos a los hechos y así triunfamos".205 ​

La falta de mención del derecho de huelga en el texto constitucional, generó discusiones sobre la
legitimidad del derecho durante la vigencia de la Constitución de 1949. El destacado jurista laboralista
Mario Deveali sostenía por entonces en su Curso de Derecho Sindical que "a falta de una disposición
expresa la huelga debe ser considerada como uno de los medios de los que pueden servirse los trabajadores
a fin de ejercer el derecho".206 ​

Huelgas durante el primer peronismo

Una vez instalado el gobierno peronista, a partir del 4 de junio de 1946, hubo un aumento de la
conflictividad laboral "con el objeto de asegurar las reivindicaciones ya obtenidas y forzar a la patronal a
ampliar los beneficios", impulsando así el aumento del salario real que alcanzó su pico histórico en 1949.
Las principales huelgas fueron realizadas por gráficos, azucareros, frigoríficos, marítimos, bancarios,
comercio y ferroviarios.194 ​ Los momentos de mayor conflictividad fueron el trienio 1946-1948 y los años
1950 y 1954:
Año Huelgas Huelguistas
1946 142 333.929
1947 67 541.377
1948 103 278.179
1949 36 29.164
1950 30 97.048
1951 23 16.356
1952 14 15.815
1953 40 5.506
1954 18 119.701
Fuente: L. Ceruti.194

Algunos de esos conflictos fueron reprimidos. En 1947 un acto del sindicato textil en el Luna Park fue
reprimido por la Policía Federal. La policía tucumana reprimió en 1949 una huelga declarada por la
FOTIA, resultando asesinado en su curso el obrero gastronómico Carlos Antonio Aguirre, tesorero del
sindicato de Mozos de Tucumán.194 207
​ ​

Entre noviembre de 1950 y enero de 1951 se produjeron tres huelgas ferroviarias sucesivas, en la
recientemente creada empresa estatal Ferrocarriles Argentinos, declaradas por un comité paralelo a las
autoridades de la Unión Ferroviaria (UF). El 23 de enero de 1951 el Ministerio de Trabajo declaró la
ilegalidad de la huelga, y el 24 de enero intervino Perón en el conflicto, disponiendo la movilización militar
de los trabajadores ferroviarios, poniendo así fin al conflicto, con un resultado de gran cantidad de despidos
y detenciones.Nota 2 208
​ 209
​ 209
​ ​

Candidatura a vicepresidenta de Eva Perón

Para las elecciones presidenciales de 1951, las primeras en la historia


argentina con voto femenino, los sindicatos sacudieron la vida política
argentina lanzando la candidatura de Eva Perón a vicepresidenta. A
partir de su condición de mujer, migrante interna y afiliada sindical
(Eva Perón era afiliada desde 1939 a la Asociación Argentina de
Actores y fundadora en 1943 del primer sindicato de radio), Evita
estableció una relación privilegiada con los sindicatos; la propia
Fundación Eva Perón estableció su sede al lado de la CGT.

La candidatura tuvo un enorme apoyo popular, pero al mismo tiempo El 22 de agosto de 1951 la CGT
agudizó la resistencia de los sectores conservadores, en especial dentro organizó una manifestación
de las fuerzas armadas, incluso del ala peronista. Perón por su parte masiva para imponer la
consideraba que una candidatura integrada por él y su esposa, candidatura a vicepresidenta de
constituía un error estratégico, en momentos en que se incrementaban Eva Perón.
los planes golpistas.210 ​

La CGT insistió y convocó el 22 de agosto de 1951 a un acto en el cruce de la Avenida 9 de Julio y la calle
Moreno, con el nombre de Cabildo Abierto del Justicialismo. El acto constituyó una de las más grandes
movilizaciones de la historia argentina. En su curso los manifestantes, en un inusual diálogo masivo, le
exigieron a Perón que "dejara hablar" a Evita, a quien a su vez le pidieron insistentemente que aceptara la
candidatura allí mismo. Finalmente Perón y Evita se retiraron del palco con la promesa de ella de responder
a través de la cadena nacional de radio. Nueve días después, Eva habló por radio para informar que había
decidido renunciar a la candidatura. El acontecimiento es conocido como Día del Renunciamiento. Más allá
de las presiones conservadoras, Eva Perón ya sufría en ese momento un avanzado cáncer de útero que le
provocaría la muerte menos de año después.

Atentado terrorista en acto de la CGT en 1953

El 15 de abril de 1953 se produjo un atentado terrorista durante un acto de la CGT en Plaza de Mayo que
causó la muerte de seis manifestantes (Santa Festigiata D’ Amico, Mario Pérez, León David Roumeaux,
Osvaldo Mouché, Salvador Manes y José Ignacio Couta), la mutilación de diecinueve, quedando más de
noventa personas heridas.211 ​

El atentado fue realizado por un comando civil antiperonista dirigido por el radical Roque Carranza, quien
durante el gobierno de Alfonsín sería nombrado Ministro de Obras y Servicios Públicos y de Defensa. El
crimen constituyó la mayor masacre obrera durante un acto sindical de la historia argentina.

Bombardeo de Plaza de Mayo

El 16 de junio de 1955 al mediodía, un grupo cívico-militar,


conducido por el contralmirante Samuel Toranzo Calderón y el
político radical Miguel Ángel Zavala Ortiz -designado en 1963
ministro de Relaciones Exteriores por el presidente Illia- inició
un golpe de estado atacando con fuerzas militares y comandos
civiles de aire y tierra. Unos treinta aviones de la Armada y de
la Fuerza Aérea atacaron la Casa Rosada con el fin de matar al
presidente Perón, con el apoyo de grupos de civiles armados
que fueron rechazados. Víctimas del bombardeo de la Plaza de
Mayo del 16 de junio de 1955, donde 308
La Confederación General del Trabajo convocó a defender al personas más un número no determinado
gobierno constitucional, movilizándose hacia la Plaza de fueron asesinadas. Entre ellas hubo 111
Mayo. La respuesta de los golpistas fue bombardear a los activistas de la CGT, incluyendo 23
civiles que habían ido a la Plaza de Mayo a expresar su apoyo mujeres.
a Perón, asesinado a 308 personas identificadas, más un
número que no pudo ser determinado debido a la gravedad de
las mutilaciones. Entre las víctimas se encontraban 111 activistas de la CGT -de las cuales 23 eran mujeres-
y 6 niños.212 213
​ 214
​ ​

Los aviones usados para cometer la masacre llevaban pintado el "Cristo Vence". Fracasado el golpe, varios
golpistas utilizaron los aviones para refugiarse en Uruguay, cuyo gobierno los amparó y se negó a
entregarlos a las autoridades argentinas. Los militares complotados que no pudieron huir fueron capturados
y condenados a penas de prisión.215 ​ Pocos meses después la llamada según el bando Revolución
Libertadora o Fusiladora, liberaría a los criminales condenados.

La historia mundial no registra ningún antecedente en el que la propia fuerza área de un país haya
bombardeado a su población causando una masacre de cientos de personas.216 212 ​ ​El bombardeo de Plaza
de Mayo es una de las grandes masacres obreras de la historia argentina, junto a la Semana Trágica (1919),
la Patagonia Rebelde (1922), los fusilamientos en La Forestal (1922) y la masacre de Napalpí (1924).

Resistencia, proscripciones y dictaduras (1955-1983)


La autodenominada "Revolución Libertadora"

Entre el 16 y el 23 de septiembre de 1955 se produjo el golpe de estado cívico-militar que derrocó al


gobierno constitucional de Juan D. Perón, a la Corte Suprema de Justicia, a todos los poderes de los
gobiernos provinciales y clausuró el Parlamento. La suma de los poderes constituyente, ejecutivo y
legislativo fue asumido inicialmente por el general Eduardo Lonardi, que pocos días después fue a su vez
desplazado por un nuevo golpe encabezado por el general Pedro Eugenio Aramburu y el almirante Isaac
Rojas, instalando una dictadura que tomó el nombre de Revolución Libertadora. El peronismo designaría al
régimen con el nombre de Revolución Fusiladora debido a los fusilamientos de militares y civiles -varios
de ellos militantes sindicales- ordenados por la dictadura para reprimir el levantamiento del General Juan
José Valle.

Juan Carlos Torre concluye que el objetivo que unificó a las fuerzas antiperonistas luego del golpe fue
revertir la distribución del ingreso y reducir la influencia política de los sindicatos.217 ​ En los siguientes
dieciocho años se sucederían dictaduras o gobiernos no democráticos, que reprimieron y prohibieron al
peronismo y al comunismo; en algunos períodos también fueron prohibidos los demás partidos políticos.
Ese período es conocido en la historia del peronismo como período de la Resistencia peronista, en el que la
resistencia sindical ocupó un lugar central.

Ocupación de los sindicatos por los "comandos civiles"

Ni bien producido el golpe, varios sindicatos fueron ocupados


por grupos violentos armados de ideología antiperonista,
conocidos como "comandos civiles", integrados
principalmente por radicales, socialistas, conservadores,
nacionalistas católicos y demócratas cristianos.218 219 ​ ​
Muchos activistas y delegados sindicales peronistas fueron
detenidos o despedidos, en medio de una ola de revanchismo
patronal, mientras que el sindicalismo antiperonista que
apoyaba la dictadura, creaba la Comisión Pro Recuperación de El ministro de3 Trabajo Luis Cerrutti Costa
los Sindicatos Libres (CPRSL), liderada entre otros por –a la izquierda– y el general Eduardo
socialistas como Francisco Pérez Leirós (municipales), Lonardi, reunidos en la Casa Rosada con
Armando March y Salvador Marcovecchio (comercio), Andrés Framini y otros dirigentes de la
independientes como Riego Ribas o sindicalistas CGT.
revolucionarios como Sebastián Marotta (gráficos), y el
polémico dirigente sindical estadounidense Serafino Romualdi,
agente también de la CIA,220 221 ​ ​ enviado por Estados Unidos para reorganizar el movimiento obrero
argentino. 222 ​De este sector surgiría dos años después la agrupación llamada 32 Gremios Democráticos.

Pese a ello, durante los pocos días que gobernó el general Eduardo Lonardi, la CGT y los sindicatos no
fueron intervenidos. El gobierno militar designó como ministro de Trabajo al socialcristiano Luis Cerrutti
Costa, un abogado laboralista que había sido funcionario del gobierno peronista y asesor de la Unión
Obrera Metalúrgica. Por su parte, la conducción de la CGT, liderada por Héctor Hugo Di Pietro adoptó una
estrategia conciliadora con el fin de preservar las estructuras, renunciando a sus cargos en octubre de 1955
y designando un triunvirato integrado por Andrés Framini (textiles), Luis Natalini (Luz y Fuerza) y Dante
Viel (estatales), aunque este último sería vetado por el gobierno militar. El 6 de octubre el Ministerio de
Trabajo y la CGT firmaron un pacto comprometiéndose a nombrar interventores neutrales en los sindicatos
ocupados, realizar elecciones en todos los sindicatos dentro de los 120 días y luego de ello proceder a
"normalizar" la CGT.222 ​
El 13 de noviembre de 1955 un golpe palaciego derrocó al general Lonardi. El poder fue tomando por el
ala liberal de la dictadura, férreamente antiperonista, liderada por el general Pedro Eugenio Aramburu,
secundado por el almirante Isaac Rojas y varios partidos políticos, como la Unión Cívica Radical y el
Partido Socialista, que buscaban legitimar las ocupaciones de sindicatos que habían realizado y desterrar el
sindicalismo peronista.222 ​

Intervención militar de los sindicatos

La dictadura de Aramburu puso en marcha un plan de desperonización de Argentina y el movimiento


obrero en particular, apoyado en una violenta política represiva, que incluyó las 32 personas asesinadas o
fusiladas como consecuencia del Levantamiento de Valle.223 ​ Miles de militantes y dirigentes sindicales
fueron encarcelados, a la vez que las organizaciones sindicales fueron intervenidas. El interventor de la
CGT fue el capitán de navío Alberto Patrón Laplacette. Además, se dictó el Decreto N.º 7107 de abril de
1956, proscribiendo a todas las personas que hubieran desempeñado un cargo de conducción sindical entre
febrero de 1952 y septiembre de 1955.

Pese al entorno represivo, los sindicatos declararon varias huelgas sectoriales de importancia, entre las que
se destacaron la huelga metalúrgica de 1956,224 ​ y la de los obreros navales (recordada en un documental
con el título de La huelga de los locos), que con 14 meses de duración resultó ser la huelga más larga de la
historia argentina y finalizó con la disolución del sindicato.225 ​

El papel del delegado

Paradójicamente, el descabezamiento del movimiento sindical, la persecución del peronismo y el control


militar de los sindicatos, impulsó el surgimiento de toda una nueva generación de dirigentes sindicales,
vinculada a la idea de “resistencia” contra las políticas antiperonistas y anti-sindicales. Entre esa nueva
camada se destacan dirigentes como Augusto Timoteo Vandor, de la poderosa Unión Obrera Metalúrgica
(UOM), Andrés Framini de la Asociación Obrera Textil (AOT), Amado Olmos (Sanidad), Agustín Tosco
(Luz y Fuerza), Atilio López (transporte colectivo urbano), Juan Carlos Laholaberry (textiles).

En este período jugó un papel central el delegado y la delegada sindical. En Argentina, la figura del
delegado sindical estuvo presente desde comienzos del siglo XX. Se trata de un representante del personal
de un centro de trabajo, elegido democráticamente tanto por quienes están afiliados al sindicato como por
quienes no lo están. La figura se caracteriza por reunir una doble representatividad: de todo el personal de
un centro de trabajo ante el sindicato, y del sindicato ante el personal.

Con los sindicatos intervenidos por los militares y las huelgas limitadas por la represión, el movimiento
obrero se concentró en multiplicar los delegados y delegadas sindicales. De este modo, la protesta obrera se
reorganizó desde la base, recurriendo a todo tipo de medidas como el sabotaje y los reclamos puntuales
frente a los abusos.226 ​

La importancia del delegado en el modelo sindical argentino se fortalecería aún más con la Ley Sindical N.º
14.455 sancionada por el presidente Arturo Frondizi (1958-1962), como consecuencia del acuerdo que
había realizado con Perón, para que el peronismo proscripto lo apoyara en las elecciones presidenciales de
1958. Dicha ley estableció por primera vez la prohibición absoluta de despedir a los delegados de personal,
anulando de ese modo el principal recurso de las empresas para impedir la presencia sindical en los lugares
de trabajo.

Frustrado Congreso de Normalización de la CGT de 1957


En 1957 la dictadura llamó a elecciones en los sindicatos para normalizar la intervenciones. Debido a su
amplia presencia entre los delegados y las bases, el peronismo sorprendió ganando la mayoría de los
sindicatos, en tanto que el comunismo obtuvo la primera minoría. El resultado sorprendió a los militares que
responderían paralizando el proceso de normalización de la CGT por varios años más.

Las nuevas representaciones sindicales formaron primero una Comisión Intersindical, para dar al
movimiento obrero una conducción nacional provisoria, y convocó un Congreso Intersindical Nacional
Extraordinario, que se realizó en Córdoba entre el 18 y el 20 de abril. Con un perfil opositor a la dictadura,
"la Intersindical" , convocó una huelga general para el 12 de julio que tuvo una importante adhesión.227 ​

En agosto de 1957 se reunió finalmente el Congreso Normalizador de la CGT. En las discusiones


preliminares varios sindicatos cuestionaron la cantidad de afiliados (y por ende de delegados al congreso)
que declararon tener algunas organizaciones. En una crucial votación que los sindicatos opositores a la
dictadura ganaron por 298 contra 291 votos,228 ​ el Congreso resolvió crear una Comisión de Verificación
que debía concurrir a las sedes sindicales para revisar los libros y verificar que la cantidad de afiliados se
correspondía con los declarados. La Comisión cumplió su cometido, pero el Congreso no volvió a reunir el
cuórum mínimo necesario, debido a lo cual la CGT permanecería intervenida varios años más.

Durante el Congreso, las organizaciones sindicales se dividieron en dos grupos:

los sindicatos conducidos por peronistas y comunistas crearon las 62 Organizaciones. Poco
después 19 sindicatos comunistas se separarían y terminarían formando el Movimiento de
Unidad y Coordinación Sindical (MUCS);
los sindicatos conducidos por antiperonistas e independientes crearon los 32 Gremios
Democráticos.229 ​

La dictadura sancionó el decreto 10.596/57 reglamentando el derecho de huelga y declaró el estado de sitio,
pero las 62 Organizaciones respndieron con paro nacional el 27 de septiembre, reclamando la libertad de
los presos políticos y la derogación de las leyes represivas, un aumento salarial de emergencia con escala
móvil y el levantamiento del estado de sitio.227 ​

Programa de La Falda

Luego de fracasar la normalización de la CGT, la regional Córdoba de la CGT, única que había podido ser
recuperada por los trabajadores luego del golpe militar, organizó un Plenario Nacional de Delegaciones
Regionales de la CGT, en ciudad de La Falda, en el Valle de Punilla, sede por entonces de gran cantidad de
hoteles sindicales. De hecho la reunión se realizó en el hotel del Sindicato de la Alimentación.230 ​ La
regional Córdoba había sido normalizada el 1 de julio de 1957, ocasión en la que eligió como secretario
general a Atilio López,231 ​de la Unión Tranviarios Automotor (doce años después sería uno de los líderes
del Cordobazo).

El 30 de noviembre de 1957 el Plenario aprobó el histórico Programa de La Falda. Allí se definió el rol del
movimiento obrero mucho más ampliamente que en cualquier período anterior. El Programa de La Falda se
ubica en la creciente corriente antiimperialista, en la línea de los movimientos de liberación nacional que
caracterizaron la época y que estaban constituyendo el llamado Tercer Mundo (Movimiento de Países No
Alineados). El programa parte de la trilogía programática peronista incluida en el preámbulo de la
Constitución de 1949 ("constituir una Nación socialmente justa, económicamente libre y políticamente
soberana"), proponiendo políticas precisas en cada uno de esos tres aspectos, que incluían el monopolio
estatal del comercio exterior, la nacionalización de las fuentes de energía, el control estatal del crédito, la
reforma agraria y el control obrero, orientado hacia un modelo industrialista basado en el consumo interno y
la integración latinoamericana.
El 1 de mayo de 1958 asumió la presidencia de la Nación Arturo Frondizi de la Unión Cívica Radical
Intransigente (UCRI) al mando de un régimen semidemocrático en el que estaba prohibido tanto el
peronismo, como el comunismo, apoyados -sobre todo el primero- por un amplio sector de la ciudadanía.
Frondizi asumió apoyado por gran parte del electorado que apoyaba a Perón, debido a un pacto secreto
entre los líderes radical y peronista.

Como resultado del pacto radical-peronista, Frondizi elaboró una nueva ley sindical que fue aprobada por
el Congreso como Ley N.º 14.455, estableciendo la libre creación de sindicatos mediante una simple
inscripción, pero a la vez garantizando que el sindicato mayoritario tuviera la representación colectiva frente
al Estado y frente a las cámaras patronales en las negociaciones colectivas (personería gremial). La ley
frondizista estableció la elección de los delegados sindicales en los lugares de trabajo por todos los
trabajadores (afiliados y no afiliados), y la prohibición de que fueran despedidos sin causa (fuero sindical),
disposición que permitió una gran expansión de los delegados de base, uno de los elementos más
característicos del modelo sindical argentino.

El pacto radical-peronista duró poco, porque Frondizi no


derogó las leyes represivas contra el peronismo y contra Perón.
A fines de 1958 firmó un Plan de Estabilización o Austeridad
con el Fondo Monetario Internacional (FMI), en el que se
comprometió a ejecutar políticas económicas y educativas que
generaron una gran conflictividad política, sindical y social se
incrementó. Particularmente, las luchas sindicales
trascendieron el plano reivindicativo y adoptaron un claro
objetivo antiimperialista. En esa línea, se encuentran la toma
del frigorífico Lisandro de la Torre y la posterior huelga Manifestación del 6 de diciembre de 1961
general y movilización contra su privatización,232 ​ que en solidaridad con los obreros ferroviarios
Frondizi mandó reprimir con tanques del Ejército, despedidos a causa del Plan Larkin.
encarcelando a los dirigentes y despidiendo a unos 5000
trabajadores, más de la mitad de quienes trabajaban en el
frigorífico.233 ​ Otra lucha importante de la época fueron las huelgas ferroviarias contra el Plan Larkin,
elaborado para postergar el transporte ferroviario y promover el transporte automotor, en beneficio de las
diez empresas multinacionales que se instalaron en esos años para producir automotores. También hubo
huelgas y movilizaciones en defensa de la Dirección Nacional de Industrias del Estado (DINIE),234 ​ y la
Compañía Argentina de Electricidad (CADE). El movimiento obrero mostró también un acercamiento al
movimiento estudiantil, con el que había estado enfrentado durante el gobierno peronista, que se expresó en
el apoyo activo a las luchas en defensa de la universidad estatal, conocida por su lema: "laica o libre".

En este período se formó una nueva generación de dirigentes sindicales que comienza a unir las demandas
económicas con los reclamos políticos. La organización sindical adquirió entonces, impulsada por su
funcionamiento semilegal, un carácter más colectivo, democrático y descentralizado, con un fuerte dominio
de la asamblea de delegados como órgano de conducción.

Plan CONINTES de Frondizi

En 1958 fue creado por el presidente radical Arturo Frondizi el Plan CONINTES o estado conintes
(Conmoción Interna del Estado), un régimen represivo que permitía al gobierno perseguir y detener
opositores y sindicalistas sin cumplir con las garantías constitucionales, que se mantuvo en vigencia hasta el
1 de junio de 1961. Fue aprobado por el Decreto Secreto 9880/1958 del 14 de noviembre de 1958 y
comenzó a ser ejecutado mediante el Decreto 2628/1960, del 13 de marzo de 1960, firmado también por el
presidente Frondizi. El Decreto Secreto 9880/1958 facultó al presidente de la Nación a declarar el "estado
Conintes" y militarizar a la población. Reemplazó al Poder Judicial colocando a la ciudadanía bajo consejos
de guerra, que dictaban sus condenas en juicios sumarios que anulaban toda posibilidad de defensa y de
cumplimiento de la garantía constitucional a un "juicio justo", ya que los detenidos debían ser
obligatoriamente defendidos por un militar que no era abogado, y los plazos eran de tres horas para realizar
la defensa y una hora para apelar.235 236
​ ​

El Plan Conintes permitía también declarar «zonas militarizadas» a los principales centros o ciudades
industriales y autorizaba a las Fuerzas Armadas a realizar allanamientos y detenciones, sin cumplir las
normas constitucionales. El régimen consistió en una serie de decretos y resoluciones secretas, mediante las
cuales el Poder Ejecutivo se atribuyó la facultad de suspender las garantías constitucionales para proceder al
reclutamiento militar obligatorio de la población, la detención de personas sin orden judicial, el
enjuiciamiento de civiles por consejos militares de guerra, la conformación de zonas bajo mando militar y la
subordinación de las policías provinciales y federal a las fuerzas armadas. Fue usado por Frondizi para
reprimir las huelgas y protestas obreras con las Fuerzas Armadas. Miles obreros fueron detenidos y al
menos 111 fueron condenadas en juicios sumarios realizados por consejos militares de guerra, a la vez que
los detenidos fueron sometidos sistemáticamente a torturas. En el mismo marco, decenas de miles de
trabajadores de los transportes y servicios públicos fueron incorporados forzadamente al servicio militar
para romper las huelgas y puestos bajo el mando de las Fuerzas Armadas. También fueron intervenidos
sindicatos y clausurados locales partidarios.237 ​

El vandorismo

Augusto Timoteo Vandor fue un dirigente sindical que comenzó a destacarse en la Resistencia Peronista y
resultó elegido secretario general de la poderosa Unión Obrera Metalúrgica (UOM) en 1959. A partir de la
década de 1960 y sobre todo desde el fracaso de la Operación Retorno de 1964, cuando el presidente Illia
recurrió a la dictadura brasileña para impedir el regreso de Perón, Vandor encabezó una corriente político-
sindical denominada «integracionista» y conocida como «vandorismo», que proponía organizar al
«peronismo sin Perón» y entablar un diálogo pragmático con el bloque militar-conservador que le
permitiera «integrarse» al sistema político.

Triunfo electoral de Framini

El 18 de marzo de 1962 se realizaron elecciones legislativas en todo el país y para gobernador en algunas
provincias. Por entonces el peronismo estaba prohibido, pero a pesar de ello el peronismo presentó
candidatos utilizando partidos políticos alternativos. Uno de esos candidatos fue el dirigente sindical textil
Andrés Framini, quien se presentó para ser gobernador de la estratégica Provincia de Buenos Aires, la más
importante del país, donde se encuentra la principal concentración industrial y el mayor núcleo de la clase
obrera organizada. Framini pertenecía a la «línea dura» del peronismo, integraba la máxima conducción del
movimiento obrero argentino y consideraba que la vuelta de Perón era innegociable, lo que lo enfrentaba a
al dirigente metalúrgico Augusto Timoteo Vandor, quien lideraba un sector del sindicalismo peronista
partidario de un «peronismo sin Perón» (vandorismo).238 ​

La candidatura de Framini significaba desafiar frontalmente al bloque militar-conservador que había


impuesto la prohibición del peronismo y buscaba evitar que el sindicalismo pudiera alcanzar posiciones de
poder en el Estado y mejorar su capacidad de negociación. Para destacar la importancia de la elección,
Perón anunció que acompañaría a Framini como candidato a vicegobernador, obligando a la justicia a
prohibir su candidatura. Finalmente la fórmula fue completada por Francisco Anglada, que habilitó la rima
para el lema principal de la campaña, «¡Framini, Anglada, Perón a la Rosada!», acompañada también por el
eslogan «Déle paso a un obrero en la provincia de los estancieros».239 ​ La presencia sindical en la lista
encabezada por Framini, se completaba con destacados dirigentes sindicales como candidatos a diputados
nacionales, como Sebastián Borro (Frigorífico nacional), Jorge Di Pascuale (empleados de farmacias),
Roberto García (caucho) y Eustaquio Tolosa (portuarios).240 ​

Framini ganó las elecciones por 42% contra 26% del candidato oficialista, dejando en evidencia la vigencia
del peronismo aun en condiciones de proscripción, así como el apoyo que contaba en la clase obrera. Ese
día el peronismo ganó en ocho provincias.241 242
​ 243
​ ​

El resultado produjo un colapso del régimen político y


pese a que Frondizi anuló las elecciones, el bloque
militar-conservador dio un nuevo golpe de Estado y
derrocó al presidente. Durante el gobierno de facto que
le sucedió, a cargo de José María Guido, la policía
federal secuestro e hizo desaparecer al militante
sindical Felipe Vallese. El hecho es considerado como
la primera desaparición forzada del período de
terrorismo de Estado iniciado en la década de 1960
que se extendió hasta 1983.

Programa de Huerta Grande La desaparición del militante sindical metalúrgico


Felipe Vallese, suele ser considerada como la
En 1962 las 62 Organizaciones aprueban el Programa primera del período de terrorismo de Estado
de Huerta Grande, en un plenario en el que se destacó iniciado en la década de 1960 que se extendió
Amado Olmos del sindicato de la sanidad. Este hasta 1983.
programa continuaba la línea del Programa de La
Falda, y en 10 puntos propone la nacionalización de
los sectores básicos de la economía, la expropiación de los latifundios, y la «planificación del esfuerzo
argentino en función del interés nacional».240 ​

Recuperación de la CGT y gobierno de Illia

En 1963 la CGT fue normalizada. En el Congreso Normalizador se aprueba un plan de lucha titulado El
cambio total de las estructuras, exigiendo una «real participación de los trabajadores en todos los órganos
de conducción de la vida económica de la Nación, poniendo sus riquezas y recursos al servicio del
pueblo».

En las elecciones presidenciales de 1963 ganó Arturo Illia de la Unión Cívica Radical del Pueblo
(balbinista), con una nueva proscripción de Perón y prohibición del peronismo, a la que se sumó el
encarcelamiento del expresidente Arturo Frondizi.

El gobierno radical tuvo una relación conflictiva con el movimiento obrero, debido por una parte a la
prohibición del peronismo y la prohibición de que Perón regresara al país, al intentó del gobierno de
cambiar la regulación legal de los sindicatos para eliminar la personería gremial reconocida al sindicato más
representativo, en contra de la postura de la CGT, y al desinterés mostrado por el gobierno en la
investigación de la desaparición del militante sindical Felipe Vallese, secuestrado por la policía. Sobre el
final de gobierno de Illia, en febrero de 1966, por primera vez desde 1955 el salario real dejó de descender.

En 1963 Illia no aceptó el reclamo de la Confederación General del Trabajo (CGT) de investigar la
desaparición del militante sindical metalúrgico Felipe Vallese.244 ​
El Ministerio de Trabajo impuso multas y solicitó embargos sobre los bienes de varios dirigentes sindicales
debido a haber aprobado el Plan de Lucha de la CGT contra la política del gobierno.244 ​En 1965 prohibió
que se realizaran actos de homenaje a las personas asesinadas en los fusilamientos de 1956 y a Felipe
Vallese, y reprimió con la policía el intento de la oposición de realizar los actos, con numerosos heridos y
detenidos.244 ​ Ese mismo año suspendió la personería gremial de los sindicatos del Calzado, la
Construcción, Sanidad y del Caucho.244 ​

En 1966, sin consulta previa con las organizaciones sindicales, como lo sugería la recomendación n.º 113
de 1960 de la Organización Internacional del Trabajo, Illia estableció mediante el decreto 969/1963, una
reglamentación sindical prohibiendo las actividades políticas de los sindicatos, la ley establecía además que
los presupuestos de los sindicatos debían ser aprobados desde el Poder Ejecutivo, alterando la
independencia sindical y visto como herramienta para dificultar el accionar de los sindicatos opositores.
245 ​

Los asesinatos de Mussy, Méndez y Retamar

En octubre y noviembre de 1965 fueron asesinados


por la policía los obreros José Gabriel Mussy, Néstor
Méndez y Ángel Retamar, como consecuencia de la
represión policial ordenada para reprimir las
manifestaciones convocadas por la Confederación
General del Trabajo (CGT) el 21 de octubre,
prohibidas por el presidente Illia.246 247
​ 248
​ 249
​ ​

José Gabriel Mussy, de 25 años, era un obrero de


SIAM, peronista, que fue asesinado en San Justo
mientras marchaba en un columna de unos 50 obreros
metalúrgicos. Al llegar a Mosconi y Camino de Cartel de la CGT en protesta por los asesinatos de
José Gabriel Mussy, Néstor Méndez y Ángel
Cintura se encontraron con una camioneta policial
Retamar por la policía de Illia.
perteneciente a la Agrupación Güemes, de la cual
bajaron cuatro policías uniformados y dos de civil
amenazado con sus armas. Los obreros corrieron y los
policías dispararon matando a Mussy e hiriendo a Manuel Rodríguez.247 ​

Néstor Méndez era un trabajador bancario, militante de la Federación Juvenil Comunista. La investigación
penal fue archivada 18066/65 sin condenas. Una placa con su nombre fue colocada en su memoria en la
Plaza La Roche de Morón.248 ​

Ángel Retamar era un obrero metalúrgico, peronista, de la fábrica SIAM. Se dirigía hacia la plaza San Justo
en compañía del delegado de la fábrica, Amílcar Torres. Poco antes de llegar a la plaza se encontraron con
un grupo de manifestantes huyendo de la policía. Al huir resulta herido por una ráfaga de ametralladora, al
igual que Torres y otros dos manifestantes. Falleció de las heridas el 1 de noviembre de 1965. La
investigación judicial, estableció el nombre de los autores pero fue archivada sin juicio.249 ​

Ni Illia, ni el gobernador de la Provincia de Buenos Aires a cargo del también radical Anselmo Marini,
pidieron la renuncia del jefe de Policía Bonaerense, comisario López Aguirre.249 ​

Perón vs. Vandor: división de las 62 Organizaciones


A fines de 1965 Perón envió a la Argentina como delegada personal a su esposa María Estela Martínez de
Perón. Timoteo Vandor por entonces, controlaba desde la poderosa Unión Obrera Metalúrgica (UOM) el
sindicalismo peronista, ampliamente mayoritario, y el Movimiento Peronista, siguiendo una política de
autonomía ante el liderazgo de Perón, conocida como «peronismo sin Perón». La visita de «Isabelita»
exacerbó la puja entre ambos dirigentes, llegando a un enfrentamiento abierto en enero de 1966, cuando
Perón decidió eliminar la Junta Coordinadora Nacional del Movimiento Peronista, que respondía a Vandor,
reemplazándola por un Comando Delegado. La ruptura política de Perón con Vandor, tuvo su expresión en
la rama sindical del peronismo, las 62 Organizaciones, cuando el secretario general de la CGT, José
Alonso, con el apoyo de Perón expresado en una carta pública, denunció a Vandor como traidor y
constituyó las 62 Organizaciones de Pie Junto a Perón. Por su parte, Vandor convocó a una asamblea en la
CGT y depuso a a Alonso como secretario general, creando las 62 Organizaciones Leales a Perón. Pocos
meses después, en las elecciones a gobernador de la provincia de Mendoza de 1966, Vandor llamó a apoyar
a un candidato diferente del que apoyaba Perón, abriendo una brecha entre un considerable sector del
sindicalismo identificado como «vandorista» y Perón, postergando estratégicamente el objetivo de luchar
por el regreso del líder peronista al país.250 ​

En medio de un fuerte enfrentamiento con el Plan de Lucha impulsado por la CGT, y caracterizado por
cientos de tomas de empresas, el gobierno prohibió la actuación política de los sindicatos. Entre el 21 de
mayo y el 24 de junio los obreros ocuparon más de 11 000 establecimientos industriales.

Revolución Argentina (1966-1973)

El 26 de junio de 1966, un golpe militar dirigido por el


general Juan Carlos Onganía derroca al débil gobierno
de Illía, instaurando lo que autodenominara la
«Revolución Argentina». Ya no se trataba, como en los
golpes anteriores, de un gobierno militar provisional,
sino de un régimen dictatorial definitivo, de tipo
corporativo, reacio a la idea de democracia, que
aspiraba a perdurar medio siglo. Se dictó un Estatuto
Militar de rango superior a la Constitución, otorgando
a una persona con el título de «presidente», las El Cordobazo.
facultades legislativas y ejecutivas, nacionales y
provinciales.

La dictadura de Onganía obedecía a la doctrina de la seguridad nacional elaborada en esa década por
Estados Unidos para hacer frente a la Guerra Fría con la Unión Soviética, que promovía la instalación de
dictaduras militares permanentes en América Latina. Una de sus primeras medidas fue disolver los partidos
políticos. Una gran parte de la dirigencia sindical simpatizó o directamente aceptó colaborar (el sector
llamado «participacionista» liderado por Rogelio Coria) con el nuevo gobierno militar y varios de ellos
estuvieron presentes en el acto del juramento y asunción del cargo de Onganía. Ello no evitó que la
dictadura interviniera los gremios más importantes (UOM, textiles, ferroviarios, etc.), encarcelara dirigentes
sindicales, suprimiera el derecho de huelga estableciendo el arbitraje obligatorio y desarrollara políticas de
fragmentación sindical.

En 1968 la CGT se dividió. Un sector opuesto a las corrientes vandorista y colaboracionista creó la CGT
de los Argentinos, liderada por el peronista social-cristiano Raimundo Ongaro (gráficos), en la que se
alinearon también los sindicatos de sanidad, telefónicos (Julio Guillán), navales, empleados de farmacia
(Jorge Di Pascuale), etc. Por su parte Vandor (metalúrgicos), Coria (construcción), Alonso (vestido)
conformaron una dirección paralela conocida como
CGT Azopardo, en la que también se ubicaron otros
grandes sindicatos los de comercio, bancarios, Smata,
etc. El mensaje del 1.º de mayo de 1968 de la CGT de
los Argentinos dice:

Nos pidieron que aguantáramos un invierno;


hemos aguantado diez. Nos exigen que
racionalicemos: así vamos perdiendo
conquistas que obtuvieron nuestros abuelos...
La clase obrera vive su hora más amarga.
Convenios suprimidos, derecho de huelga
anulado, gremios intervenidos, conquistas
pisoteadas, personerías suspendidas, salarios
congelados. El aplastamiento de la clase
obrera va acompañado de la liquidación de la
industria nacional, la entrega de todos los
recursos, la sumisión a los organismos
financieros internacionales... La CGT de los
Argentinos no se considera única actora en el
proceso que vive el país, no puede abstenerse
de recoger las aspiraciones legítimas de los
otros sectores de la comunidad, ni de
convocarlos a una gran empresa común... para
combatir de frente al imperialismo, los
monopolios y el hambre.
José Ignacio Rucci, secretario general de la CGT
El mensaje se destaca porque introduce un nuevo entre 1970 y 1973. Su asesinato marcó un punto
discurso en el movimiento sindical argentino, de quiebre entre Perón y Montoneros.
señalando la necesidad de impulsar un proceso de
«unidad nacional», y reconociendo la existencia y la
legitimidad de otros actores sociales. El movimiento obrero se percibe entonces como desencadenante de
un proceso mucho más amplio, mediante la incorporación de otros sectores sociales.

La abolición de la política por el «onganiato» promovió que a partir de 1969 se generalizaran las
actividades insurreccionales que se manifestaron por la vía de organizaciones guerrilleras (como el ERP,
Montoneros, las FAR y las FAP) y en dos decenas de puebladas en varias ciudades que se extendieron
hasta 1972 (Correntinazo, Rosariazo, cordobazos, tucumanazos, etc.).251 ​

Particularmente importantes para el movimiento obrero, por su actuación protagónica, fueron los dos
cordobazos. En 1969 se produce el Cordobazo, propiamente dicho. Iniciado el 29 de mayo como un «paro
activo» conducido por el secretario general de la CGT de los Argentinos de Córdoba, Miguel Ángel Correa
del gremio de la madera y el sindicato de los mecánicos (SMATA) con Elpidio Torres, recibe
inmediatamente la adhesión de estudiantes universitarios, jóvenes de los barrios y sectores de clase media.
La manifestación se trasforma en ocupación de la ciudad, que queda sin luz por la acción del Sindicato de
Luz y Fuerza. El ejército entra a la ciudad, sofocando el levantamiento al anochecer. Al día siguiente el
Cordobazo se fortalece, por la huelga general que declaran las dos CGT, y que tiene una adhesión total.

Las puebladas realizadas entre 1969 y 1972 y especialmente el Cordobazo, impulsaron fuertemente una
cultura contestataria en Argentina, que también se manifestó en el sindicalismo. Un aspecto de esa cultura
dio prioridad a lo que se denominó la «democracia en las calles», mediante la lucha directa, no electoral
sino de tipo insurreccional. La consigna «ni golpe ni elección, insurrección», expresaba aquella visión. En
ese contexto surgió una corriente sindical conocida como «clasista», que tuvo su expresión más
desarrollada en Córdoba (René Salamanca en SMATA, los sindicatos autónomos SITRAC-SITRAM,
Agustín Tosco en Luz y Fuerza), y en las ciudades industriales ubicadas sobre el Río Paraná (Villa
Constitución, San Nicolás de los Arroyos, Zárate y Campana).

En 1970 se reunifica la CGT, resultando elegido secretario general, con el apoyo decisivo de Perón, José
Ignacio Rucci, un dirigente sindical metalúrgico enfrentado al sector vandorista que conducía el gremio y
los principales sindicatos de la CGT. Rucci era de los pocos dirigentes sindicales que por entonces
consideraban prioritario luchar por la vuelta de Perón; la mayoría, sobre todo en los grandes sindicatos,
consideraba que la vuelta de Perón era políticamente inviable y había adoptado una postura pragmática
frente a la dictadura.252 253
​ 254
​ ​

La práctica del sindicalismo peronista lo había conducido entre 1962-1972 a priorizar la


formación de fuertes sindicatos capaces de incidir en el mercado de trabajo, financieramente
poderosos. Para garantizar esta estrategia de supervivencia y fortaleza y construir la CGT
«factor de poder», el sindicalismo peronista se volvió pragmático: «golpear y luego negociar»
implicaba evitar enfrentamientos totales con los gobiernos «liberales», y mantener canales de
relaciones positivas con militares, empresarios, etc.
Julio Godio255 ​

El sindicalismo peronista quedó fuertemente influido por la doble experiencia de acceder al poder político
primero (1945-55) y luego de proscripción y persecución anti-sindical (1955-72). Particularmente exitosa
resultó la técnica de «golpear y luego negociar» que caracterizó al vandorismo. En esos años se afianza una
«cultura pragmática» de supervivencia en el sindicalismo peronista.

Inmediatamente después del Cordobazo, uno de los grupos guerrilleros peronistas que luego integrarían
Montoneros, había asesinado a Vandor y al año siguiente, ya formada la organización, asesinó a José
Alonso. El asesinato de ambos sindicalistas fue avalada a comienzos de 1971 por Perón.256 257
​ ​

Los movimientos insurreccionales provocaron la caída del dictador Onganía el 8 de junio de 1970, para dar
paso a un proceso de "salida electoral" bajo control militar, que luego de un breve gobierno del general
Levingston, terminó recayendo en el hombre fuerte del Ejército, general Alejandro Agustín Lanusse.
Lanusse pretendía una salida electoral condicionada llamada Gran Acuerdo Nacional (GAN), sin la
presencia de Perón, que fue avalada por las corrientes sindicales vandorista y participacionista, instaladas en
los sindicatos más poderosos. En sentido contrario, Perón y la Juventud Peronista enrolada en Montoneros,
lograron masificar la consigna «Perón Vuelve» y desbaratar los planes de Lanusse. Por esa razón, pese a la
lealtad de Rucci hacia Perón, el grueso del sindicalismo peronista quedó al margen de la campaña para las
elecciones de marzo de 1973, que permitió la vuelta al poder del peronismo, luego de 18 años de
prohibición. Las tensiones entre la Juventud Peronista, Montoneros y el sindicalismo harían eclosión en el
período 1973-1975.252 ​

Rucci, por su parte, desde la CGT, fue uno de los protagonistas decisivos del Pacto Social entre sindicatos
y empresas, cuyas bases se establecieron durante la campaña electoral, que constituyó una de las patas
centrales de la política peronista durante las presidencias de Cámpora, Lastiri y Perón.252 ​

Tercer peronismo (1973-1976)

El 25 de mayo de 1973 el peronismo volvió al poder después de 18 años de prohibición, al ganar las
elecciones por amplio margen. Pocas semanas después, el presidente Cámpora renunció para dar paso a
una nueva elección en la que Perón pudo presentarse como candidato, triunfando por el margen más amplio
de la historia electoral argentina.
En este período se sancionó una Ley de Contrato de
Trabajo (Ley 20.744) -cuyo proyecto fue elaborado
por el abogado laboralista Norberto Centeno en
representación de la CGT- y una nueva Ley de
Asociaciones Profesionales, que expresamente
permitía la actuación política de los sindicatos, dejando
sin efecto las limitaciones establecidas por Illia. En
septiembre de 1974 el Congreso aprobó también la
Ley 20.748 estableciendo el Sistema Nacional
Integrado de Salud (SNIS), buscando optimizar las
desigualdades derivadas de la diversidad de sistemas
Placa en homenaje al abogado laboralista
de salud (estatal, sindical y comercial), pero no
peronista Norberto Centeno, autor de la Ley de
prosperó debido a la oposición sindical al mismo.258 ​
Contrato de Trabajo 20.744, desaparecido durante
la dictadura en la Noche de las Corbatas.
El peronismo estableció también una política de
diálogo social y participación sindical, que tuvo su
centro en el Pacto Social entre sindicatos y empresas,
pero que también se expresó en la participación de la CGT en la dirección de diversos organismos estatales,
como la Dirección Nacional de Servicio de Empleo, el Instituto Nacional de Remuneraciones, la Comisión
Nacional de Trabajo Rural, la Comisión Nacional de Precios y Salarios, la Comisión de Cooperación
Económica, la Comisión Económica Consultiva, la Comisión de Emergencia Sanitaria, etc. Al mismo
período corresponde la experiencia de autogestión de la empresa estatal de electricidad Segba.259 ​

Dos días después de las elecciones que consagraron a Perón como presidente, un comando asesinó al
secretario general de la CGT, José Ignacio Rucci, dañando severamente la estrategia gubernamental de
Perón, que contaba con Rucci y su posición de liderazgo en el movimiento obrero, como pieza central de
su política de concertación social. La mayoría de los investigadores y protagonistas de la época, sostienen
que el asesinato probablemente haya sido cometido por las FAR, por entonces en proceso de fusión con
Montoneros, aunque también existen indicios de que pudo haber sido cometido por la Triple A, bajo
órdenes de López Rega.Nota 3 260​ 261​ ​ Los análisis del crimen concuerdan en que se trató de un hecho
histórico decisivo, que perjudicó tanto a Perón -que perdió a su hombre de confianza dentro de un
movimiento sindical con el que no tenía una buena relación-, como a Montoneros y la Tendencia,
enfrentándola con Perón y aislándola del resto del peronismo.262 ​ Montoneros sostenía públicamente que
Rucci había sido uno de los autores intelectuales de la Masacre de Ezeiza, lo consideraba un traidor y venía
promoviendo la consigna anticipando su muerte ("Rucci traidor, a vos te va a pasar lo que le pasó a
Vandor").263 264
​ ​

El asesinato provocó una conmoción política. El sindicalismo ortodoxo y la CGT interpretaron este
atentado como una abierta declaración de guerra.265 ​ Los autores del asesinato no pudieron ser
identificados, pero desde entonces las relaciones de Montoneros y la Tendencia Revolucionaria del
peronismo con Perón y el movimiento sindical, quedaron rotas.

El 1 de julio de 1974 murió de Perón y asumió la Presidencia la vicepresidenta María Estela Martínez de
Perón, quien encumbró como virtual primer ministro a José López Rega, miembro de la logia anticomunista
de extrema derecha Propaganda Due y jefe de la organización terrorista parapolicial Triple A, acompañado
de otros miembros clave de la logia, como el nuncio apostólico Pío Laghi y el almirante Emilio Eduardo
Massera -luego uno de los líderes del golpe de 1976.266 267 ​ ​ Si bien los dirigentes sindicales peronistas
incrementaron su poder político a través de las 62 Organizaciones, simultáneamente el nuevo gobierno
relegó el papel de las estructuras sindicales y en particular de la CGT, debilitada a partir del asesinato de
Rucci, al abandonar la política de concertación impulsada por Perón, fundada, socialmente en el Pacto
Social y políticamente en el acuerdo PJ-UCR, para establecer una política económica que deterioró los
salarios, especialmente con la designación como ministro de Economía de un hombre de López Rega,
Celestino Rodrigo, que implementó el primer plan de ajuste inspirado a las nuevas doctrinas neoliberales
generadas en la Escuela de Chicago.268 ​

En mayo de 1975 la CGT solicitó su afiliación a la CIOSL (Confederación Internacional de


Organizaciones Sindicales Libres) de orientación socialdemócrata, que se concretó en el Congreso Mundial
de la central sindical mundial, realizado en la Ciudad de México, en octubre de ese año.269 ​El sindicalismo
peronista siempre había sido reacio a impulsar las relaciones sindicales internacionales (con excepción de
un fallido intento en la década de 1950, llamado ATLAS).270 ​ La decisión resultó acertada, porque la
CIOSL jugó un papel importante en los años siguientes, denunciando la violación masiva de los derechos
humanos por la dictadura instalada a partir del 24 de marzo de 1976 y respaldando a los dirigentes
sindicales argentinos.269 ​

El 4 de junio de 1975 el ministro Rodrigo, con la conducción técnica de Ricardo Zinn -que en la dictadura
integraría el equipo de José Alfredo Martínez de Hoz-, dispuso una serie de medidas de shock, que
incluyeron una fuerte devaluación del peso, aumento de los servicios públicos, transporte y combustibles de
hasta el 180%,271 ​ y topes a los aumentos salariales acordados en las negociaciones colectivas, con el fin
de retrasar considerablemente los salarios reales. Las medidas dispararon la inflación, que pasó del 24% en
1974 al 182% en 1975, dando inicio a una década y media de tasas de inflación superiores al cien por
ciento anual.272 ​ Se produjo el desabastecimiento de gran cantidad de productos esenciales, entre ellos
alimentos, combustibles y otros insumos para transporte.

El «Rodrigazo» generó una fuerte oposición del movimiento obrero argentino, encabezado por la
Confederación General del Trabajo (CGT), que se concretó en una huelga general (la primera contra un
gobierno peronista) de 48 horas y grandes movilizaciones populares, que causaron la renuncia de los
ministros Rodrigo y López Rega y obligaron al gobierno de Isabel Perón a homologar los convenios
colectivos anulados.273 ​

Tras la masiva movilización sindical que llevó a la renuncia de Rodrigo se puso en marcha el golpe de
Estado:

Tras ese breve ensayo los mismos grupos económicos que habían estado detrás de ¨El
Rodrigazo¨ llegaron a la conclusión de que la desintegración del sistema social argentino y la
construcción del nuevo orden no eran posibles bajo las formas de la democracia. El golpe era
indispensable como dijo Martínez de Hoz en la Bolsa de Comercio de Buenos Aires poco
después. La nueva economía debía surgir de una dictadura sangrienta.
Fernando del Corro268 ​

En reemplazo de Rodrigo fue designado Pedro Bonanni, quien fue rápidamente desplazado por intentar
elaborar un plan económico con las cámaras empresarias, sin consultar a los sindicatos.274 ​

El 14 de agosto de 1975 asumió como ministro de Economía Antonio Cafiero, con apoyo del sindicalismo
y con la intención de restablecer la política de concertación económica y social entre los trabajadores y las
empresas.275 ​Ese mismo día se constituyó una Asamblea Permanente de Entidades Gremiales Empresarias
(Apege) con el fin de «corregir el rumbo» contra «la insistencia oficial en actualizar las mismas argucias y
recetas que han motivado reducción del nivel de vida de la población», en oposición al proyecto de
Cafiero.275 ​ La Asamblea fue conducida por la Sociedad Rural Argentina (Celedonio Pereda), la Cámara
Argentina de Comercio (Armando Braun), la Unión Comercial Argentina (Jorge Sabaté), CARBAP (Jorge
Aguado) y la Cámara de Sociedades Anónimas (Federico Peña). Varios de sus dirigentes serían
funcionarios de la dictadura que se instaló seis meses después.
En octubre de 1975 la Sociedad Rural Argentina y otras organizaciones rurales patronales, decretaron un
"durísimo paro agrario nacional" contra el gobierno, que duró once días. El paro produjo una reducción
considerable del área sembrada y desabastecimiento de varios productos rurales.276 ​

En febrero de 1976 la APEGE lanzó un plan de lucha y declaró un lockout general para el 16 de febrero,
que ha sido generalizadamente considerado como uno de los antecedentes directos del golpe de Estado del
24 de marzo de 1976.277 ​ Los empresarios convocaron «al País» a adherir al lockout con el lema «Porque
todos los argentinos son víctimas de un proceso que conduce inexorablemente a la disgregación y el
caos».275 ​ Uno de los principales cuestionamientos de Asamblea empresarial se enfocó contra el
«constante aumento del poder sindical», «la desmedida influencia de una conducción sindical no
representativa» «(pseudorigentes)» y lo que consideraba una «entrega el país al sindicalismo continuando
su camino hacia el marxismo».275 ​

El paro patronal fue severamente criticado por diversas organizaciones como las Juventudes Políticas, e
incluso algunas organizaciones empresarias, denunciando sus fines golpistas.275 ​ En el movimiento obrero
varios sindicatos la cuestionaron, como la Uocra, que publicó un comunicado llamando a los trabajadores
«a no prestarse
al juego que, sustentado por un espíritu sectario, diversos sectores empresarios
instrumentaron con el propósito de sacudir los cimientos de la República, a través de una rotura del orden
constitucional».275 ​ Las 62 Organizaciones, por su parte publicaron una solicitada en los diarios con el
título en mayúsculas de «NO AL LOCK-OUT
PATRONAL»:

Cabe destacar que, en esta emergencia, no son las entidades más o menos tradicionales de la
industria y el comercio las que lanzan la consigna del llamado “paro.” Asociaciones como la
Confederación General Económica, CGE, y Confederación de la Industria Argentina, CINA,
acaban de aclarar categóricamente que no se sumarán al inminente “lock out”. Las que lo
auspician son recientes, de escasa o discutible representatividad. Son las “formaciones
especiales” del gorilismo de extracción patronal. (…) En esas huestes que arden en deseos de
ensayar el drástico recurso obrero de la huelga, casi nunca empleado sino cuando no cabe otro,
predominan los fabricantes de vacas, actividad que –por respetable que puedan ser en general
–suelen confiar a la naturaleza, tan pródiga en nuestra tierra. Ese dato define, mejor que
cualquier otro, la composición social del comando huelguístico de la oligarquía (…) Figuran
también en esas filas los desubicados de siempre. ¿Qué esperan los almaceneros, por ejemplo,
de la Sociedad Rural? ¿Qué vincula a la Cámara de la Construcción con los distribuidores de
carne, frutas u hortalizas? Creemos saber que los une, en realidad: un común comando que
parece haber llegado a creer que una dictadura resolvería sus problemas.

El plan de lucha empresario promovió el desabastecimiento, el mercado negro, el acaparamiento, y demás


formas de lo que se denominó entonces "subversión económica". Se planteó entonces la posibilidad de
establecer sistemas de control de la producción y la distribución por parte de los trabajadores. En ese
sentido, al momento del golpe de Estado del 24 de marzo de 1976, un proyecto del senador Afrio Pennisi,
disponía el control de las 500 empresas líderes por parte de los sindicatos y ya había obtenido media
sanción en la Cámara de Senadores,278 ​ en tanto que el Ministerio de Economía había dictado las
resoluciones 8011/75 y 8012/75 disponiendo la constitución de comités sectoriales que tendrían a su cargo
la fiscalización de las empresas, pero que no llegaron a ser instrumentados.

Entre las últimas medidas del gobierno peronista el ministro de Economía presentó un proyecto de ley para
crear un Instituto Nacional de Remuneraciones, Productividad y Participación, que contemplaba la
participación de los trabajadores en la gestión de la empresa orientada a vincular productividad y salarios.
Los grupos empresariales rechazaron de plano el proyecto sosteniendo que era "sovietizante".278 ​

Última dictadura cívico-militar (1976-1983)


Terrorismo de Estado y «reorganización» social

El 24 de marzo de 1976 se produjo el golpe de Estado que derrocó al gobierno constitucional presidido por
María Estela Martínez de Perón iniciando el período más oscuro de la historia argentina bajo el nombre de
«Proceso de Reorganización Nacional». Una nueva categoría represiva, el «desaparecido», entró de lleno a
la historia mundial, como parte de una política sistemática de terrorismo de Estado. Miles de personas
«desaparecieron», fueron torturadas o debieron exiliarse, entre 1976 y 1983, la gran mayoría trabajadoras,
militantes y activistas sindicales.

El plan represivo estaba íntimamente ligado a un plan integral de reorganización económico-social dirigido
por el ministro de Economía José Alfredo Martínez de Hoz, que tenía como uno de sus ejes reformular
completamente las relaciones de trabajo, mediante la reducción de los derechos laborales y el poder de
negociación sindical, con el fin de «disciplinar» a la sociedad en general y a la clase trabajadora en
particular.279 280
​ ​

La profundidad de la «reorganización» de la Argentina llevada adelante por la dictadura es descripta por el


historiador Jorge Núñez, en estos términos:

El autodenominado “Proceso de Reorganización Nacional” tuvo como objetivo destruir y


empobrecer a una clase trabajadora poderosa, con sindicatos fuertes, destruir el aparato
industrial (montado en los anteriores cincuenta años) y favorecer al campo y al sector
financiero. Las consecuencias sociales, políticas y económicas de aquel golpe siguen visibles
en nuestra Argentina, hoy en día.
Jorge Núñez281 ​

El plan de Martínez de Hoz, elaborado sobre los principios neoliberales que en ese momento comenzaba a
formular la Escuela de Chicago,282 ​ buscó desmontar el Estado de Bienestar. Una de las primeras medidas
fue modificar la Ley de Contrato de Trabajo sancionada en 1974, eliminando muchos de los derechos que
consagraba, con el fin de «inspirar el trabajo y la organización de la empresa, en función del modelo
dictatorial que se imponía a la sociedad toda».283 ​ Se instaló un sistema económico organizado alrededor
de un sistema financiero de tipo especulativo, conocido en la época como «plata dulce».284 ​ La deuda
externa pasó de 7723 millones de dólares al iniciarse 1976 a 45 920 millones de dólares al finalizar 1983
(casi 600% de aumento en ocho años).285 ​ En el bienio 1976/77 los salarios registraron la más abrupta
caída de la historia argentina, perdiendo en conjunto un 40% de su poder adquisitivo; en el sector industrial
privado, los salarios cayeron de un 55% de lo que se pagaba en Estados Unidos, a un 33%.286 ​

Uno de los objetivos declarados del régimen militar fue limitar la capacidad de negociación económica y
política del movimiento obrero, utilizando la expresión «poder sindical» para referirse a la cuestión. El
objetivo ya había sido planteado antes del golpe por la Asamblea Permanente de Entidades Gremiales
Empresarias (Apege).275 ​ El dictador Jorge Rafael Videla explicitaba de este modo ese objetivo en un
Documento de Trabajo sobre las Bases Políticas para la Reorganización Nacional:

Deben dictarse las leyes fundamentales de Asociaciones Gremiales de Trabajadores (...) Es


necesario quitar a estos organismos el poderío económico que proviene de la acumulación de
riqueza, dado que, cuando este se agrega a la fuerza gremial, corrompe la función de sus
dirigentes e instituye poderío político.
Jorge Rafael Videla280 ​

En el mismo sentido se manifestó el ministro del Interior, general Harguindeguy:

La unidad sindical atenta contra los principios liminares del Proceso.287 ​


Entre 1976 y 1979 fueron intervenidos 262 sindicatos que agrupaban a casi la mitad de la clase obrera
sindicalizada,288 ​ al igual que las obras sociales con las que prestaban servicios de salud y turismo social
desde la década de 1930. La CGT fue inicialmente intervenida y luego disuelta.289 ​ Se anuló la
representación sindical en los organismos previsionales, bancarios y de seguridad social. La huelga fue
penada criminalmente con hasta seis años de prisión para los trabajadores que simplemente participaran y
hasta diez años para los dirigentes sindicales que la organizaran.290 ​ Cientos de dirigentes sindicales
peronistas fueron detenidos. Se llegó hasta fusilar sumarísimamente a trabajadores en huelga:

El Comando de la Zona I informa a la población que el 2 de noviembre, en horas de la noche,


en las proximidades de Plaza Constitución, una patrulla de las fuerzas leales sorprendió a un
activista que incitaba al cese de actividades y trataba de impedir la concurrencia al trabajo de
algunos operarios, siendo abatido por el fuego. Se procura su identificación. Las fuerzas
legales cumplieron con su misión impuesta tendiente a asegurar la libertad de trabajo.291 ​

Se suspendió la negociación colectiva y los salarios fueron fijados por el gobierno militar,292 ​ dejándolos
congelados por largos períodos con tasas de inflación récord que superaban el 100% anual.293 272 ​ 294
​ ​ Se
suspendieron las elecciones y asambleas sindicales y se autorizó al gobierno militar a designar a los
delegados del personal en las empresas.295 ​ Se aplicó una ley de prescindibilidad por «razones
subversivas» a millares de empleados públicos.296 ​Se indexaron los alquileres y los créditos hipotecarios.

En 1979 se sancionó una nueva Ley de Asociaciones Profesionales (Ley 22.105) que prohibía la
conformación de centrales sindicales y confederaciones de rama, la actividad política de los sindicatos y sus
dirigentes, la constitución sindicatos de primer grado (uniones) de ámbito nacional restrigiéndolos al ámbito
provincial, la participación en la administración de las obras sociales, estableciendo que los mandatos no
podían superar los tres años con una sola reelección inmediata, que los dirigentes no podían tener
antecedentes «policiales», que los delegados de personal debían ser elegidos por voto obligatorio de todos
los trabajadores de la empresa, y permitía despedir sin causa a los dirigentes y delegados sindicales pagando
una indemnización adicional.297 ​

La reorganización general de la economía argentina, redujo el sector industrial, donde se destruyeron el


35% de los puestos de trabajo, simultáneamente con la promoción de los sectores agrícola-ganadero,
comercial y financiero.298 ​ La consecuencia fue una precarización del mercado de trabajo que redujo la
población dispuesta a trabajar (población económicamente activa) en aproximadamente medio millón de
personas.298 ​

Resistencia sindical

El movimiento obrero argentino opuso una


considerable resistencia a la dictadura militar. Ya desde
el primer mes se registran importantes huelgas
sectoriales, como la de la electricidad (durante la cual
fue secuestrado y desaparecido el secretario general
del gremio de Luz y Fuerza, Oscar Smith),299 ​ -pocos
días antes había desaparecido Jorge Di Pascuale,
secretario general del sindicato de empleados de
farmacia-, de mecánicos, portuarios, ferroviarios (en la
que fueron fusilados varios militantes sindicales), Saúl Ubaldini y Hebe de Bonafini (Madres de Plaza
metalúrgicos, textiles. La prensa registró 89 conflictos de Mayo) en la Marcha por la Resistencia del 22
de septiembre de 1983.
laborales en 1976, 100 conflictos en 1977, 40 conflictos en 1978 y un pico de 188 conflictos en 1979.300 ​

El 27 de abril de 1979 se realizó la primera huelga general, organizada por la Comisión de los 25, liderada
por Roberto García (taxistas).301 302 ​ 303
​ ​ Habían transcurrido tres años del golpe, un lapso
considerablemente menor que en las dictaduras coetáneas de Chile y Uruguay, donde las correspondientes
primera huelga general se concretaron en 1984, once años después de los respectivos golpes.304 305
​ ​

Luego del golpe militar, con la CGT intervenida y luego disuelta, el movimiento obrero argentino se
organizó en varios grupos: la ya mencionada Comisión de los 25, liderada por Roberto García (taxistas), la
Comisión de Gestión y Trabajo, la Comisión de los 20 y otros. Sin límites fijos, se delinearon dos grandes
sectores: uno partidario de una postura más dura ante la dictadura («confrontacionistas») y otro partidario
de una postura más negociadora («dialoguistas»).306 ​ La Comisión de los 25, enrolada en la postura
confrontacionista, fue reconocida por la CIOSL como representación provisoria del movimiento obrero
argentino.307 ​

Por esos años el movimiento obrero argentino empieza a aceptar la importancia de vincularse a los demás
movimientos obreros del mundo. En 1975 la CGT se había afiliado a la CIOSL (Confederación
Internacional de Organizaciones Sindicales Libres) de orientación socialdemócrata. En el exilio, en 1977 la
Federación Gráfica Bonaerense liderada por Raimundo Ongaro organizó el Centro Sindical (CS) y en 1979
se constituyó el colectivo de Trabajadores y Sindicalistas Argentinos en el exilio (TYSAE).270 ​ Durante el
régimen militar tanto la CIOSL y las Federaciones Sindicales Internacionales (FSI) vinculadas a ella, de
orientación socialdemócrata, como la CMT (Confederación Mundial del Trabajo) de orientación
socialcristiana, desarrollaron una fuerte acción de solidaridad con el sindicalismo argentino, que se convirtió
en un serio problema para la Junta Militar; menos contundente fue la postura de la FSM (Federación
Sindical Mundial) que agrupaba a los sindicatos comunistas, como consecuencia de la estrecha relación
comercial que la Unión Soviética estableció con la dictadura militar durante los gobiernos de Videla y
Viola, bloqueando las sanciones que se solicitaban en los foros internacionales.308 309 ​ 310
​ 311​ ​ Las
denuncias contra la dictadura argentina se concentraron en el caso 842 abierto ante el Comité de Libertad
Sindical de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), que incluía la lista de sindicalistas detenidos y
desaparecidos.312 ​

En septiembre de 1979 las diferentes corrientes sindicales lograron concretar, aunque por poco tiempo, una
central única llamada CUTA (Conducción Única de los Trabajadores Argentinos), que denunció ante la
Comisión Interamericana de Derechos Humanos en su histórica visita de dicho año, los nombres de los
sindicalistas detenidos y desaparecidos y las reiteradas violaciones de derechos humanos en el ámbito
sindical y laboral.313 314
​ ​ El 15 de noviembre el gobierno militar sancionó una nueva ley sindical (N.º
22.105) prohibiendo que los sindicatos formaran confederaciones y centrales sindicales y adoptaran
posturas políticas.

En noviembre de 1980, desafiando la ley, los sindicatos «confrontacionistas» nucleados en la Comisión de


los 25 recreó la CGT, bajo el nombre de CGT Brasil, eligiendo a Saúl Ubaldini (cerveceros) como
secretario general y Fernando Donaires (papeleros) como secretario adjunto. Otros sindicatos y dirigentes
fueron Roberto García (taxistas), José Rodríguez (Smata), Roberto Digón (tabaco), Osvaldo Borda
(caucho), Ricardo Pérez (camioneros), Carlos Cabrera (mineros).315 ​

La CGT Brasil estableció un vínculo estrecho con el Equipo Pastoral Social de la Iglesia Católica,
encabezado por monseñor Justo Laguna, cuyas máximas jerarquías comenzaban a tomar distancia de la
dictadura, luego de darle su apoyo con el visto bueno del nuncio apostólico.316 ​Por su parte, las corrientes
dialoguistas crearon en abril la Intersectorial CNT-20.317 ​
El 22 de julio de 1981 la CGT Brasil realizó la segunda huelga
general,318 ​y el 7 de agosto de 1981 una importante movilización a la
iglesia de San Cayetano, bajo el lema "Paz y trabajo", que se
constituyó en el primer reclamo masivo en el que se oyó un cántico
que se volvería habitual: «se va a acabar, la dictadura militar».318 319
​ ​
Poco después un golpe palaciego hizo que fuera desplazado el general
Viola y reemplazado por el general Leopoldo Fortunato Galtieri, muy
cercano a los Estados Unidos en la Guerra Fría y crítico de la política
de buenas relaciones comerciales con la Unión Soviética, que la
dictadura había mantenido hasta ese momento.

El 30 de marzo de 1982 la CGT Brasil convoca a una gran Mariposa de la CGT en la Marcha
movilización a Plaza de Mayo y en varias ciudades del país bajo la de San Cayetano, septiembre de
317 1981.
consigna «La Patria convoca al Pueblo», ​ que adquirió ribetes
insurreccionales y terminó con miles de detenidos, decenas de heridos
y el asesinato en Mendoza de dos militantes, entre ellos el secretario
general del sindicato minero, José Benedicto Ortiz, mientras que la conducción de la CGT Brasil fue
detenida e imputada de cometer delitos que contemplaban largos años de cárcel. La manifestación ha sido
considerada como «el comienzo del fin» de la dictadura.320 321 ​ 322
​ ​ Esa noche, la CGT Brasil dio a
conocer su evaluación de la jornada afirmando que el régimen militar «está en desintegración y en
debande», para reclamar la formación de «un gobierno de transición cívico-militar hacia la
democracia».320 ​

Guerra de Malvinas

Tres días después, el 2 de abril, las Fuerzas Armadas desembarcaron en las Islas Malvinas, recuperando un
territorio que había sido ocupado por el Imperio Británico en el siglo xxi, que constituye en Argentina una
causa nacional común a todos los sectores del país, contra una potencia considerada imperialista y
colonialista. Agotadas las negociaciones para impedir el enfrentamiento bélico el país se vio envuelto en la
Guerra de Malvinas, que obró como una tregua para el conflicto social interno.317 ​La CGT Brasil, bajo la
consigna «Primero la Patria», decidió hacer «un paréntesis en su plan de acción»,323 ​ «con el propósito de
no perturbar la gesta de la recuperación soberana de las Malvinas y la lucha entre todos los frentes contra el
imperialismo» y destacó «el coraje y la valentía de los soldados que lucharon por las Malvinas y la firme
oposición argentina a las absurdas pretensiones del colonialismo caduco», pero sin apoyar la dictadura, a la
que contestaba que «Los subversivos de ayer somos los patriotas de hoy», en referencia a la convocatoria
del gobierno a la CGT para integrar la delegación de organizaciones civiles que se trasladó a las Islas
Malvinas, cuando tres días antes sostenía que la CGT había sido disuelta.317 ​ Ricardo Pérez, secretario de
Prensa de la CGT, aclaraba de este modo la postura de la central sindical:

Deseamos aclarar que no estamos aquí para hacer más fuerte la posición del gobierno
argentino, que es una dictadura, que no es un gobierno elegido. Estamos aquí para explicar la
posición del pueblo argentino, que ha sentido por largo tiempo que los territorios perdidos
debían reconquistarse. Pero la reconquista de las Malvinas no modifica en modo alguno
nuestros
serios problemas internos.
Ricardo Pérez317 ​

Durante la guerra, en el mes de mayo, los sectores dialoguistas reunidos en la Intersectorial CNT-20,
crearon la «CGT Azopardo» y se instalaron en el edificio histórico de la CGT ubicada en la calle
homónima, con la anuencia del gobierno militar. La dirección recayó en un cuarteto integrado por Jorge
Triaca y Ramón Baldassini por la CNT, y Jorge Luján y Luis Etchezar por la Comisión de los 20.317 ​
La derrota en la guerra, formalizada en la rendición del 14 de junio, arrastró a las Fuerzas Armadas a un
colapso institucional, que causó la caída de Galtieri y el desbande desordenado de la dictadura. Con el
régimen en retroceso, se multiplicaron las huelgas, protestas y movilizaciones reclamando el retorno de la
democracia. El 17 de junio Roberto García (taxistas), de la CGT Brasil, declaró a la prensa:

Hay indudablemente una nueva etapa que indiscutible va a transitar el pueblo y uno de los
objetivos primordiales es la
vuelta a la democracia, a las instituciones del país.
Roberto García317 ​

Desbande de la dictadura

El 22 de septiembre de 1982 la CGT Brasil convocó a una huelga general con movilización a Plaza de
Mayo bajo el lema «Paz, Pan, Trabajo», con alto acatamiento.324 ​El 6 de diciembre de 1982 las dos CGTs
realizaron una huelga general apoyada por la Multipartidaria, que tuvo acatamiento total.325 ​ El 16 de
diciembre las CGT participaron en la Marcha de la Multipartidaria por la Democracia reclamando
elecciones, con la participación de más de cien mil personas, donde fue asesinado el obrero metalúrgico
Dalmiro Flores, afiliado a la UOM, a la vez que su asesino, un policía vestido de civil desde un Falcon
verde gritaba «¡Morite, peronista hijo de puta!».326 ​ El 28 de marzo de 1983 la CGT Azopardo realizó un
nuevo paro general. El 22 de septiembre de 1983 la CGT Brasil participó en la III Marcha de la Resistencia
organizada por las Madres de Plaza de Mayo.

El 10 de diciembre de 1983, asumió un gobierno democrático presidido por Raúl Alfonsín de la UCR, con
la misión de consolidar la democracia manteniendo la continuidad constitucional en el tiempo, algo que
nunca se había logrado desde la sanción de la Ley Sáenz Peña de voto secreto y obligatorio en 1912.

La reconquista de la democracia

1983-1989 (Alfonsín)

Uno de los pilares del discurso de Alfonsín que lo


llevó a la victoria en 1983 fue la denuncia de un
supuesto "pacto sindical-militar". La denuncia estaba
orientada a identificar al peronismo con la dictadura y
a subsumir al sindicalismo en el peronismo. Siete días
después de asumir el gobierno, Alfonsín declara un
enfrentamiento abierto con los sindicatos, enviando al
Congreso un proyecto de reforma sindical conocido
como «Ley Mucci», con el objetivo reorganizar por
ley el sistema sindical, haciendo obligatoria la
participación de las minorías en los órganos ejecutivos
de los sindicatos, la limitación de los mandatos a no
más de tres años con una sola reelección inmediata y la
prohibición de administrar las obras sociales sindicales. Evolución del salario real entre 1983 y 2014.
El proyecto fue aprobado en la Cámara de Diputados
pero terminó en un estrepitoso fracaso por no alcanzar
la mayoría en el Senado.327 ​
El proyecto tuvo el efecto de unir rápidamente a todos los sectores sindicales, restableciendo la CGT única
el 25 de enero de 1984 con una conducción cuatripartita (Ubaldini, Borda, Baldassini, Triaca),328 ​ para
responder a la ofensiva del gobierno radical, que será reconocido posteriormente por el propio Alfonsín,
como uno de los mayores errores de su gobierno.329 330 ​ 331
​ ​ El gobierno radical mantuvo además en
vigencia la ley sindical de la dictadura militar, severamente criticada por la OIT, y se opuso a restablecer los
mecanismos de negociación colectiva, con el fin de preservar en manos del Estado el poder de fijar los
salarios.

Adicionalmente la reducción del salario real en un contexto de alta inflación, así como el aumento del
desempleo y del trabajo no registrado, en el marco de planes de ajuste diseñados por el Fondo Monetario
Internacional, crearon las condiciones de un grave conflicto social que se mantuvo durante la mayor parte
del gobierno alfonsinista. En 1986 la desocupación y subocupación sumadas llegaron al 12%, una cifra
nunca alcanzada antes en los registros oficiales del país,332 ​ caracterizado históricamente por no estar
afectado por la desocupación estructural de masas.333 ​

La CGT respondió a la política económica y sindical del gobierno con trece paros generales y grandes
movilizaciones, oponiéndose a la continuidad de la llamada «patria financiera» en perjuicio de la
producción y el trabajo, que en la mayoría de los casos tuvieron el apoyo de los partidos políticos
opositores y las organizaciones de derechos humanos.334 332 ​ ​ En los seis años del gobierno radical se
realizaron casi cuatro mil huelgas sectoriales y de empresa (67% en el sector público).335 ​

En 1984 y 1985 se realizaron las elecciones sindicales para normalizar los sindicatos luego de casi una
década de suspensión legal de la actividad sindical. Existían por entonces 1171 sindicatos registrados. En el
70% de las elecciones, incluyendo los diez sindicatos más grandes, se presentaron dos listas o más -
ganando en las mitad de los casos la lista opositora-, mientras que las minorías lograron alguna
representación también en la mitad de los casos, mostrando así un cambio notable ante la tradición sindical
argentina de presentar «lista única».336 ​ Al finalizar el proceso electoral quedaron delineados tres grandes
corrientes sindicales: la Comisión de los 25 (ahora reorganizada como Movimiento de Renovación Sindical
Peronista y que confrontaba con los dirigentes sindicales peronistas «ortodoxos» que habían conducido la
campaña electoral que finalizó con la derrota electoral del peronismo frente a Alfonsín), las 62
Organizaciones (dirigentes sindicales peronistas «ortodoxos») y el bloque del Grupo de Gestión y Trabajo
y la Comisión de los 20 (peronistas, socialistas, radicales).337 ​

El 7 de noviembre de 1986 se realizó el Congreso Normalizador de la CGT, doce años después del
anterior. Participaron 1478 delegados, pertenecientes a 156 sindicatos o federaciones, que representaban a
unos 4 millones de trabajadores sindicalizados. El Congreso sesionó pocas horas y eligió por unanimidad
una conducción encabezada por Saúl Ubaldini.338 ​

En marzo de 1987 Alfonsín cambió su táctica de confrontación con el movimiento obrero y ofrece el
Ministerio de Trabajo a uno de los principales dirigentes sindicales del país, Carlos Alderete, secretario
general de Luz y Fuerza y miembro del recién creado Grupo de los 15.339 ​ Como resultado de este
acuerdo, se elabora una nueva Ley Sindical que fue aprobada en 1988 (Ley 23.551), con el apoyo unánime
de todos los sindicatos y parlamentarios de todos los partidos políticos, pero fue cuestionada ante la OIT
por la UIA, principal organización empresaria, de Argentina. Esta queja será continuada en los años 1990
por la CTA.

En marzo de 1988 el gobierno convocó a la CGT y la UIA a conformar el , Consejo del Salario Mínimo
Vital y Móvil, creado en 1964 por el presidente Illia, pero el sector empresarial se negó a participar.340 ​. El
gobierno insistió en su nueva política de diálogo social y convocó a «paritarias», para restablecer el sistema
de negociaciones colectivas, paralizado desde 1975. Como consecuencia se alcanzaron numerosos
convenios colectivos, aún reconocibles por la inclusión de la expresión «/89» luego de su número. Las
«paritarias» se verían nuevamente suspendidas durante la década de 1990, hasta 2002.
En noviembre de 1989, en un proceso que sorprendió a la Humanidad, cayó el Muro de Berlín, que dio la
victoria a los Estados Unidos y sus aliados en la Guerra Fría, completada con el colapso de la Unión
Soviética dos años después. El mismo año, se desató en Argentina un proceso hiperinflacionario, que la
prensa económica caracterizó como «golpe de mercado», llevando al gobierno de Alfonsín al colapso. En
esas condiciones la Unión Cívica Radical perdió las elecciones presidenciales de mayo ante el peronismo y
Alfonsín debió entregar el gobierno a su sucesor, seis meses antes de la finalización de su mandato a su
sucesor, Carlos Menem. Por primera vez desde que fuera elegido un presidente por la Ley Sáenz Peña de
voto secreto y obligatorio, un presidente constitucional transfirió el poder a otro presidente constitucional de
un partido distinto.

Tres centrales (1989-2001)

Marco sociopolítico

Durante este lapso se produjeron profundos cambios en el mapa sindical que tienen su correspondiente
relación con las mutaciones producidas en la estructura económica y la composición de los asalariados, en
el marco internacional de la globalización establecida por Estados Unidos luego de vencer en la Guerra
Fría, siguiendo las pautas del Consenso de Washington: privatizaciones, desguace de la infraestructura
ferroviaria y naviera,341 342
​ ​ aparición del desempleo masivo,343 344​ ​ aumento constante del trabajo «en
negro» (no registrado), 344 ​ disminución constante del número de obreros industriales, aumento de los
trabajadores ocupados en servicios y comercio, tercerización, cuentapropismo, concentración y
extranjerización de la riqueza y la propiedad de la tierra,345 ​etc.

La convertibilidad peso/dólar eliminó la inflación por primera vez en medio siglo. Simultáneamente de
produjo una pérdida de competitividad de la economía, empobrecimiento de la población y la destrucción
del tejido social, que se vio reflejada en el aumento exponencial de la criminalidad a partir de 199.346 ​

En el segundo semestre de 1998 comenzó la peor recesión económica de la historia argentina, que se
extendería hasta 2002, causando la destrucción de una cuarta parte de la riqueza del país. En ese contexto el
desempleo aumentó sin parar: 13,8% en 1999, 14,7% en 2000 y 21,5% en 2001, el más alto de la
historia.344 ​ Simultáneamente el trabajo no registrado (empleadores que no hacen los aportes jubilatorios y
al sistema de salud de sus trabajadores),344 ​ la privatización de la seguridad social (AFJPs) y la reducción
de la cobertura social por parte del Estado, generó una enorme masa de excluidos, categoría que por su
importancia se agregó a la de pobreza.347 ​

Menemismo y división de la CGT

Hasta la derrota electoral de la UCR en las elecciones presidenciales de 1989, si bien existían corrientes
sindicales peronistas internas, la CGT conservó su unidad orgánica y su capacidad de liderar grandes
huelgas nacionales.

A grandes líneas, en la CGT coexistían tres grandes agrupamientos:

1. el sindicalismo de negociación,
2. el sindicalismo confrontativo peronista ortodoxo,
3. el sindicalismo peronista de perfil socialcristiano.
El acceso al poder de un gobierno peronista después de 13 años de persecución y oposición, abría grandes
expectativas en todos los sectores sindicales, frente al histórico hecho de que el sindicalismo era
considerado como columna vertebral del peronismo.

Sin embargo el gobierno de Carlos Menem modificó la tradicional relación del peronismo con los
sindicatos, apartándolos de los centros de poder y emprendiendo una serie de reformas económicas y
laborales, bajo el signo del Consenso de Washington, que impactarán negativamente sobre la situación del
trabajo.

Esto producirá una crisis del sindicalismo peronista debido a que cada uno de los sectores que lo integraban
emprenderán estrategias diferentes frente al menemismo.

El sindicalismo de negociación se dividirá en dos grupos:

* los sindicatos menemistas, que apoyaron sin vacilaciones la política


gubernamental, lo que les permitirá, entre otras cosas, controlar el sistema de Obras
Sociales.
* los sindicatos gordos, los grandes sindicatos, que ante el apoyo masivo de los
trabajadores a Carlos Menem, desarrollaron una táctica de preservación, mostrando
cierta autonomía frente al gobierno menemista, volcándose al desarrollo de
relaciones de negociación colectiva con las grandes empresas, influenciando a
sectores no alineados con el menemismo (especialmente Eduardo Duhalde) y
conservando buenas relaciones con la oposición, especialmente con la UCR.

El sindicalismo de confrontación peronista ortodoxo, localizado centralmente en


sectores industriales y del transporte privado, buscó obligar al menemismo a restablecer el
rol privilegiado del sindicalismo en el interior del gobierno y aplicar una política económica
nacionalista.

El sindicalismo peronista de perfil socialcristiano, cercano a la Central Latinoamericana


de Trabajadores (CLAT), tomó una posición de oposición frontal al neoliberalismo y sostuvo
una línea en la que se combinan el nacionalismo y latinoamericanismo, "economía social
de mercado" y la propuesta de una economía de propiedad mixta, "solidaria y humanista".

Cada uno de estos sectores comenzó a actuar en forma independiente y a poco andar la CGT se fracturó.

El sindicalismo peronista de perfil socialcristiano, fundamentalmente apoyado en uno de los sindicatos


públicos (ATE) y una de las federaciones de docentes (CTERA), en 1991 se separa de la CGT para crear el
Congreso de los Trabajadores Argentinos (CTA) que se organiza en 1995 definitivamente como Central de
los Trabajadores Argentinos (CTA), conducida por el estatal Víctor de Gennaro. En la CTA confluirá
también una considerable minoría trotskista y comunista, estimada en el 30% del total de sus miembros.

El sindicalismo de confrontación peronista ortodoxo, en 1994 crea un grupo autónomo dentro de la


CGT, el Movimiento de los Trabajadores Argentinos (MTA), y en 1997 se retiran de hecho de la CGT.

Mientras tanto la CGT Oficial pasó a ser controlada por los sindicatos gordos, en detrimento del
sindicalismo menemista (Godio).

CGT (San Martín) y CGT (Azopardo)

El 10 de octubre de 1989 se realizó el congreso de la CGT para elegir autoridades. Debido a las diferencias
que existían en el seno del movimiento obrero sobre el gobierno de Menem, no se alcanzó un acuerdo para
formar una lista de unidad. Se presentan entonces dos listas, con distintos candidatos a secretario general:
Guerino Andreoni (comercio). Apoyado por Luis Barrionuevo (gastronómicos), Delfor
Giménez (textiles), Carlos West Ocampo (sanidad), Jorge Triaca (plástico), Gerardo
Martínez (UOCRA), Juan José Zanola (bancarios), a los que se sumaban los ex
renovadores José Pedraza (Unión Ferroviaria), Roberto Digón (tabaco), José Rodríguez
(SMATA), Andrés Rodríguez (UPCN) y Oscar Lescano (Luz y Fuerza).
Saúl Ubaldini (cerveceros). Apoyado por Ricardo Pérez (camioneros), la Juan Manuel
Palacios (UTA), la Mary Sánchez (CTERA), Julio Piumato (judiciales), telefónicos, Diego
Ibáñez (petroleros), Rubén Pereyra (obras sanitarias), Víctor De Gennaro (ATE), papeleros,
Carlos Barbeito (molineros) y la UOM (Lorenzo Miguel).

La lista que apoyaba a Ubaldini impugnó el resultado y la CGT se dividió. Ubaldini declaró entonces que
cumpliría con su mandato que tenía fecha de finalización el 7 de noviembre de 1990, permaneciendo el la
sede de la CGT, razón por la cual se conoció como CGT-Azopardo. Los sindicatos que eligieron a
Andreoni adoptaron el nombre de CGT-San Martín.

La acción sindical y la protesta social durante el menemismo

Hasta 1995 Carlos Menem cuenta con un gran apoyo de la población, fundamentalmente a partir del hecho
de haber controlado la inflación; al principio de su gobierno, ese apoyo es más acentuado en los distritos
obreros. Las clases medias de tradición antiperonista, también lo apoyan por sus medida económicas, pero
hacia el final de su gobierno, desprestigiado con escándalos de corrupción, vuelven hacia una posición
opositora.

La Mesa de Enlace, conformada por la CTA, el Movimiento de Trabajadores Argentinos y la Corriente


Clasista y Combativa, desarrollan una serie de movilizaciones y huelgas generales expresando su oposición
a las políticas económicas y las reformas de flexibilización laboral en curso.

En 1997 el menemismo es derrotado por la Alianza UCR-FREPASO. En las elecciones parlamentarias de


1997 se produjo un punto de inflexión en la relación del gobierno menemista y el conjunto del movimiento
obrero. La CGT se sumó al MTA, la CTA y la Corriente Clasista y Combativa (CCC), en las
movilizaciones producidas en 1997 contra la política económica, que fueron radicalizando sus objetivos
hasta convertirse en acciones colectivas de crítica al propio presidente Menem.

En 1997 se comienzan a evidenciar las dramáticas consecuencias sociales del abandono del Estado de
Bienestar y del proceso de privatizaciones que produjo el cierre de refinerías, plantas y minas, del 90% de
los ramales ferroviarios, al establecimientos de peajes, etc., afectando la supervivencia de ciudades enteras.
El 12 de abril de 1997 cientos de trabajadores desocupados de la ciudad neuquina de Cutral-Co, en su gran
mayoría ex obreros petroleros y de la construcción, surgen de la invisibilidad para formar piquetes y cortar
con la ruta 17. En la represión muere Teresa Rodríguez. Poco después los piquetes reaparecen en Salta
(Tartagal y Mosconi). Al mismo tiempo surgen los piquetes en el partido bonaerense de La Matanza. Fue
entonces que aparecen los empleos transitorios bajo el nombre de planes "Trabajar".

También en el crucial año de 1997, la CTA organizó la "Carpa Blanca Docente", instalada frente al
Congreso Nacional para exigir aumentos salariales y manifestar su oposición a la reforma educativa
impulsada por el gobierno menemista. La "Carpa Blanca" se convertirá en un centro de convocatoria de
rechazo a las políticas educativas y laborales del gobierno menemista, será un lugar de convocatoria amplia
a los partidos de oposición, movimientos de derechos humanos, organizaciones estudiantiles y culturales,
etc.

Los movimientos sindicales y sociales antigubernamentales fueron desde entonces constantes. En muchas
ocasiones liderados por empleados y trabajadores del sector público provincial (empleados y obreros de los
estados provinciales, municipios, trabajadores de la educación, etc.), coligados muchas veces con
Seccionales de uniones sindicales o sindicatos locales
del sector público, miembros de la CGT (como
UPCN, COEMA) y miembros de la CTA (ATE,
CTERA).

La CTA, que organiza principalmente a un sector de


los empleados públicos y maestros, y tiene una menor
inserción entre los trabajadores industriales y de las
actividades terciarias privadas, compensó estas
debilidades convocando, junto al MTA y la CCC, a
diversas organizaciones representativas de la pequeña
Carpa Blanca docente, 1997. y mediana empresa, asociaciones de profesionales e
intelectuales, la FUA y otras a Marchas Federales y
otras formas de estructuración político-social. Logró
también constituir en su interior uno de los precursores del movimiento de desocupados, la Federación de
Tierra y Vivienda (FTV). Asimismo revitalizó la queja de 1988 de la Unión Industrial Argentina (UIA) en
la OIT, para cuestionar la ley sindical y el modelo de sindicatos amparados por una personería sindical.

Las elecciones presidenciales de 1999, marcan la ruptura de la Mesa de Enlace. Tanto la CTA como el
MTA participaron activamente en apoyar a La Alianza (UCR, FREPASO, PS, etc.) y la candidatura de
Fernando de la Rúa contra la que presentaba el peronismo, representado por Eduardo Duhalde, mientras
que la CCC tomó partido por la abstención, el voto en blanco o nulo, en la lucha por un Argentinazo.

La Alianza ganó las elecciones con un programa de centro-izquierda, pero continuó aplicando las políticas
que caracterizaron al gobierno de Menem, inspiradas en el Consenso de Washington, con un protagonismo
importante del Fondo Monetario Internacional. El punto culminante de esta evolución fue la asunción de
Cavallo, padre de las transformaciones económicas del menemismo, como ministro de Economía de la
Alianza en 2001. La recesión económica comenzada a fines de 1998, agravada por la convertibilidad del
peso con el dólar, se irá agravando día tras día hasta explotar en 2001/2002.

En su primera semana en el gobierno La Alianza enfrentó una protesta de trabajadores estatales correntinos
que cortaron el estratégico puente Resistencia - Corrientes, recurriendo a la Gendarmería para desalojarlo
mediante una violenta represión que causó dos muertos.

El 16 de marzo de 2000, se produce la división institucional de la CGT en dos conducciones, que


formaliza la separación del MTA. A partir de ese momento existe las denominadas CGT-oficial
(Secretario General Rodolfo Daer), y CGT-disidente (Secretario General Hugo Moyano).

En mayo de 2000, tras otra violenta represión de la Gendarmería y la policía local, se produjo una
sublevación de la población de Gral. Mosconi (Salta) destruyó y quemó las oficinas públicas. La CGT
convoca la primera huelga general contra La Alianza el 5 de mayo, realizando la segunda el 9 de junio y la
tercera los días 23 y 24 de noviembre.

En octubre de 2000 se realizó un paro patronal rural de 6 días organizada por la Federación Agraria,
Coninagro y Confederaciones Rurales Argentinas (CRA). En noviembre, una nueva acción de los
piqueteros en Gral. Mosconi, fue reprimida por la policía causando la muerte de Aníbal Verón.

Ya en 2001, el 21 de marzo, se produce el cuarto paro general (convocada por la CGT disidente y con la
adhesión de la CTA y la (Corriente Clasista y Combativa)), al tiempo que la Iglesia Católica comienza a
impulsar el diálogo entre la dirigencia política, empresarial y sindical, dando origen a una secuencia de
procesos de concertación y diálogo social, para intentar generar consensos fundamentales para salir de la
crisis.
En abril se desató la crisis de la privatizada Aerolíneas Argentinas, con el despido de 250 y el anuncio de
1.350 más, que desencadenó una muy importante y exitosa lucha sindical que se en la que los sindicatos de
las tres centrales y los autónomos actuaron con una estricta unidad. Después de que se dictara la
conciliación obligatoria, los despedidos fueron reincorporados y la SEPI emplazó a los siete gremios
involucrados en el conflicto a firmar un acuerdo para realizar un plan de ajuste con rebajas salariales y
nuevas condiciones laborales.

En la primera mitad del 2001 continúan los piquetes en el cordón del Gran Buenos Aires, que tienen su
punto máximo en el corte prolongado de La Matanza, cuando durante 18 días desocupados organizados en
la (Corriente Clasista y Combativa) y el FTV se mantienen en la ruta logrando arrancar al gobierno
importantes conquistas. Al mismo tiempo, se suceden los cortes de ruta en todo el país, y el 31 de julio se
realiza la primera marcha de desocupados a Plaza de Mayo.

En agosto los piqueteros organizan cortes de ruta de dos días en dos semanas consecutivas, y la CTA
declara un paro general en apoyo de los piqueteros. El 29 de agosto las dos CGT organizaron un
multitudinario acto en Plaza de Mayo, actuando en forma conjunta por primera vez desde 1996.

El 12 de diciembre se realiza el paro nacional activo convocado por las dos CGT, que para muchos es el
comienzo de las puebladas del 19 y 20 de diciembre. Los obreros de Terrabussi, Ford y Vollkswagen
cortan la Ruta Panamericana junto a desocupados y jubilados de la CCC (Corriente Clasista y Combativa),
en lo que fue el hecho más destacable de la jornada.

Actualidad

En julio de 2008, el polémico sindicalista gastronómico Luis Barrionuevo, quien por falta de suficientes
apoyos, no pudo conformar ni presentar una lista opositora a Hugo Moyano para la candidatura a
Secretario General, fundó una agrupación política a la que denominó CGT Azul y Blanco, integrada por
unos sesenta sindicatos, en general pequeños, sobre unos 2000 que tienen personería gremial. La
agrupación pretendía ser considerada como una nueva central y anunció que solicitaría el reconocimiento
del Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social. No fue considerada su incorporación, tampoco
consiguió reconocimiento de la región latinoamericana como internacional

La creación de la agrupación, pretendió sin éxito ser una nueva central sindical a la que existen en el país
(las otras dos son la CGTRA y la CTA). En general no se le conocen decisiones de envergadura ni ostenta
una vida orgánica o periódica importante debido a que su criticado alineamiento con el diputado De
Narváez al que no se le reconoce origen peronista puso en dudas el futuro del emprendimiento.

La etapa 2004 - 2012 se caracterizó por la recuperación del poder de negociación económico-corporativo
del movimiento sindical, y su recomposición como actor sociopolítico,348 ​ lo cual significó el retorno de
antiguas instituciones del mundo del trabajo, como las convenciones colectivas, de la mano del crecimiento
del empleo durante buena parte del periodo.349 ​

Movimiento obrero argentino y Mercosur


El Mercosur fue fundado en los años 1990 (Tratado de Asunción, 1991) inspirado en un modelo
estrictamente comercial de la integración Consenso de Washington. Por esa razón, en sus inicios, la
dimensión sociolaboral estuvo completamente ausente del MERCOSUR.

Sin embargo, y a partir de una notable agilidad demostrada por el sindicalismo se fueron creando una serie
de organismos sociolaborales (OSL) que han ido conformando lo que puede denominarse el “modelo social
MERCOSUR”, de rasgos profundamente originales.
En este proceso hay que destacar la acción de la Coordinadora de Centrales Sindicales del Cono Sur
(CCSCS), y dentro de ella el papel desempeñado por la CGT argentina, la CUT brasileña, y el PIT-CNT
uruguayo, sumándose posteriormente la CTA. Creada en los años 1980 con el fin de responder a las
amenazas que emergían en contra de la democracia en la región, reapareció en los años 1990 para hacer
frente al desafío del MERCOSUR, con una gran vitalidad.

Como resultado de la acción sindical en el Mercosur principalmente en el SGT 10 (Subgrupo de Trabajo


10), el MERCOSUR ha transformado su estructura orgánica original, mediante la creación de diversos
organismos sociolaborales (OSL): el Foro Consultivo Económico Social (FCES), Las Comisión
Sociolaboral (CSL), el Observatorio del Mercado de Trabajo (OMT). También hay que destacar las
implicancias de la Declaración Sociolaboral (DSL) del MERCOSUR, sancionada con apoyo tripartito en
1998 a partir de una iniciativa sindical, que llevó a la creación de la CSL, ya mencionada.

Notas
1. El artículo 5 de la Constitución de la OIT establece que "5. Los Miembros se obligan a
designar a los delegados y consejeros técnicos no gubernamentales de acuerdo con las
organizaciones profesionales más representativas de empleadores o de trabajadores,
según sea el caso, siempre que tales organizaciones existan en el país de que se trate".OIT
(1919). «Constitución de la OIT» (http://www.ilo.org/public/spanish/bureau/leg/download/con
stitution.pdf). Ginebra..
2. La primera huelga se inició el 19 de noviembre de 1950 y duró cinco días, hasta alcanzar un
rápido acuerdo en el que se establecía en 22% de aumento salarial. El 14 de diciembre de
1950, el comité paralelo declaró una segunda huelga, dejando sin efecto el acuerdo
alcanzado, durante la cual la empresa despidió huelguistas, la CGT intervino la UF y la
policía reprimió las manifestaciones, con gran cantidad de detenidos. Un nuevo acuerdo se
alcanzó seis días después, reponiendo el aumento concedido en el acuerdo anterior y
manteniendo el salario familiar determinado en la resolución que regía desde el 1° de
diciembre para los hijos hasta 15 años en lugar de los 18 años indicados en dicha
resolución. Un mes después el comité paralelo declaró una nueva huelga, con nuevas
exigencias, que se extendería por tres días. Esta última huelga fue repudiada por otros
sindicatos, aislando a los huelguistas; a poco, luego de denunciar la presencia de
funcionarios y empleados públicos reemplazando a los obreros huelguistas, la CEE reiteró
el pedido de intervención presidencial en el conflicto, expresando que con ello se pretendía
solucionar “con justicia las aspiraciones de los ferroviarios que se mantienen unidos y
decididos a la lucha, convencidos plenamente de la razón que los asiste, y confiando en la
decisión del general Perón". El 23 de enero de 1951 el Ministerio de Trabajo declaró la
ilegalidad de la huelga, y el 24 de enero intervino Perón en el conflicto, cuestionando
severamente a los huelguistas a quienes les imputó motivaciones partidarias y sancionó el
25 de enero un decreto disponiendo la movilización militar de los trabajadores ferroviarios,
poniendo así fin al conflicto. Cerca de dos mil trabajadores fueron detenidos, de los cuales
unos trescientos quedaron detenidos hasta el 20 de junio de 1951, cuando fueron
indultados, quedando detenidos 24. Un número idéntico fueron despedidos, entre ellos los
dirigentes del comité de huelga paralelo, quienes mayoritariamente pertenecían a las
corrientes socialista y comunista. Fuentes: Gambini 1999; Mengascini, Hugo (28-29 de
agosto de 2008). «Conflictos y huelgas ferroviarias durante el período peronista. El caso de
los trabajadores ferroviarios de Tandil (1946-1955)» (http://historiapolitica.com/datos/bibliote
ca/3jornadas/mengascini.pdf). 3ras Jornadas sobre la política en Buenos Aires en el siglo
XX (Universidad de La Plata).
3. Ninguna organización se atribuyó de inmediato el asesinato de Rucci, pero Montoneros se
la atribuyó dos años después en su órgano oficial, Evita Montonera No. 5, pag. 18. «Justicia
popular» (http://www.ruinasdigitales.com/revistas/Evita%20Montonera%2005.pdf). Evita
Montonera I (5): 18. junio-julio 1975. «JOSE RUCCI, ajusticiado por Montoneros el 23-9-
73.» Tiempo después, en 1984, Horacio Salvador Paino, asesor y funcionario del Ministerio
de Bienestar Social bajo la gestión de López Rega y miembro de la Triple A, publicó el libro
Historia de la Triple A, donde reconoce que el asesinato de Rucci fue cometido por la Triple
A. Ese mismo año Mario Firmenich, en un reportaje realizado por Jorge Asís y publicado en
la revista Libre el 13 de noviembre, declara que "nosotros no matamos a Rucci", pero diez
años después, en la revista Noticias del 28/2/2004, manifestó hablando sobre el crimen de
Rucci que "desde nuestro lado fue un error político... Pero me voy a guardar de dar mi
opinión porque la muerte de Rucci es más complicada y tengo mis dudas sobre algunos
implicados, algunos partícipes". El 29 de septiembre de 2003 Fernando Vaca Narvaja
afirmó en el programa televisivo Punto doc que "en el caso Rucci había una seria
confrontación intersindical muy fuerte... no fue solo un tema vinculado a Montoneros".
Repasando la documentación sobre el crimen, el historiador socialista Norberto Galasso
sostiene que "prevalece la opinión de que los responsables del operativo son los
Montoneros" y cita una frase de Aznares y Calistro del libro Lorenzo el padrino del poder
sindical: "aunque Montoneros nunca reivindicó oficialmente el asesinato, terminó
asumiéndolo en los corrillos de la organización". Galasso, Norberto (2005). Perón: Exilio,
resistencia, retorno y muerte, 1955-1974 II. Buenos Aires: Colihue. pp. 1245-1247. ISBN 950-
581-400-3. Reato, Ceferino (2008). Operación Traviata: ¿Quién mató a Rucci? La verdadera
historia. Buenos Aires: Sudamericana. ISBN 978-950-07-2958-1.

Referencias
general de la iglesia en América Latina I.
1. Robles, Alberto José (2017). Historia del Salamanca: Sígueme. pp. 680-681.
movimiento obrero argentino. Dos siglos de
luchas laborales (1810-2016). Buenos 6. Koebel, W. H. (1912). «XVII. The
Aires: Confederación de Educadores Constitution of the reductions» (https://archi
Argentinos. p.  145. ISBN  978-987-25825-8-6. ve.org/stream/injesuitlandjesu00koebuoft#
«…el aumento de la cantidad de page/276/mode/2up/search/276). In Jesuit
delegados sindicales de 20 000 en 2001 a land. The Jesuit misions of Paraguay (en
75 000 en 2014.» inglés). Londres: Stanley Paul & Cia.
p.  276. «Lo que podría llamarse la
2. Astesano, Eduardo (1963). Martín Fierro y Constitución de la República jesuita debe
la justicia social. Primer manifiesto ser de especial interés para recordar en el
revolucionario del movimiento obrero momento actual, cuando el ambiente está
argentino. Buenos Aires: Relevo. tan cargado de socialismo experimental.»
3. Pita González, Alexandra; Grillo, María del 7. Rodríguez Molas, Ricardo (1982). Historia
Carmen (2012). «Historia y social del gaucho. Buenos Aires: Centro
antiimperialismo: Yanquilandia bárbara, de Editor de América Latina. ISBN 950 25 0631 6.
Alberto Ghiraldo (1929)». Pensar el
antiimperialismo. Ensayos de historia 8. Puiggrós, Rodolfo (1969). De la colonia a
intelectual latinoamericana. México DF: El la revolución (5ª edición). Buenos Aires:
Carlos Pérez Editor.
Colegio de México Universidad de Colima.
ISBN 9786074623451. 9. Rama, Ángel (1982). Los gauchipolíticos
rioplateneses. Capítulo 152. Buenos Aires:
4. González Arzac, Alberto (1974). La
Centro Editor de América Latina. pp.  65,
esclavitud en la Argentina. Polémica.
72-80. ISBN 9502506243.
5. Dussel, Enrique (1983). «La
10. Rama, Ángel (1982). Los gauchipolíticos
evangelización latinoamericana» (http://bibl
rioplateneses. Capítulo 152. Buenos Aires:
ioteca.clacso.edu.ar/clacso/otros/20120215
Centro Editor de América Latina. p.  82.
111615/7cap4.pdf). Historia general de la
ISBN 9502506243.
iglesia en América Latina I. Salamanca:
Sígueme. p. 328.; Dussel, Enrique (1983). 11. Justo, Liborio (1962). Pampas y lanzas. La
«La cristiandad colonial en la encrucijada» gesta de las tierras y de las vacas y su
(http://biblioteca.clacso.edu.ar/clacso/otros/ incidencia en la formación de la conciencia
20130225010756/cap9.pdf). Historia
nacional. Buenos Aires: Capital Intelectual. del predominio asiático. Valencia: PUV.
ISBN 9789876143332. pp. 289-350. ISBN 9788437071510.
12. Ramos, Abelardo (2006) [1962]. 24. Ferrer, Aldo (2008) [2001]. De Cristóbal
Revolución y contrarrevolución en Colón a Internet: América Latina y la
Argentina. Las masas y las lanzas. Buenos globalización. Buenos Aires: Fondo de
Aires: Senado de la Nación. Cultura Económica. ISBN 9505572964.
ISBN 9509660280. 25. «La Prosperidad Económica Argentina» (ht
13. Chumbita, Hugo (2009). «Los insurrectos tp://www.portalplanetasedna.com.ar/model
de Artigas». Jinetes rebeldes: historia del o_agro.htm). Historia Argentina, en Planeta
bandelerismo social en la Argentina. Sedna.
Buenos Aires: Colihue. pp.  35-56. 26. Marino, Magdalena; Lema, Daniel (abril de
ISBN 9789505638543. 2009). «Análisis económico de la oferta
14. Chumbita, Hugo (2009). Jinetes rebeldes: laboral en hogares rurales» (https://www.uc
historia del bandelerismo social en la ema.edu.ar/conferencias/download/2009/0
Argentina. Buenos Aires: Colihue. p.  32. 4.07). UCEMA.
ISBN 9789505638543. 27. Lobato, Mirta Zaida (2007). Historia de las
15. Rodríguez Molas, Ricardo (1982). «Las trabajadoras en la Argentina (1869-1960).
leyes que obligan a los más a servir». Buenos Aires: Edhasa. p.  38.
Historia social del gaucho. Buenos Aires: ISBN 9789509009899.
Centro Editor de América Latina. pp.  100- 28. Miguel Álvarez, Ana de (1996). «El
109. ISBN 950 25 0631 6. conflicto de géneros en la tradición
16. Peña, Milcíades (1972). El paraíso sociológica» (https://web.archive.org/web/2
terrateniente. Federales y unitarios forjan la 0160304133054/http://ruc.udc.es/handle/21
civilización del cuero. Buenos Aires: 83/2685). Sociológica. Revista de
Fichas. pensamiento social (1): 140. ISSN  1137-1234
17. Ruiz Moreno, Isidoro J. (2012). Campañas (https://issn.org/resource/issn/1137-1234).
militares argentinas (1865-1874) IV. Archivado desde el original (http://ruc.udc.e
Buenos Aires: Claridad. ISBN 9789506202576. s/handle/2183/2685) el 4 de marzo de
18. Bayer, Osvaldo; Borón, Atilio A.; Gambina, 2016. Consultado el 19 de noviembre de
Julio C. (2010). «Procesos que conforman 2015.
la organización político-económica de la 29. Lobato, Mirta Zaida (2000). «Los
Argentina: 1880-1930». El terrorismo de trabajadores en la era del progreso». El
Estado en la Argentina. Buenos Aires: progreso, la modernización y sus límites
Espacio Memoria. ISBN 9789872357870. (1880-1916). Nueva Historia Argentina V.
19. Rama, Ángel (1982). Los gauchipolíticos Buenos Aires: Sudamericana. p.  474.
ISBN 9500717255.
rioplateneses. Capítulo 152. Buenos Aires:
Centro Editor de América Latina. p.  119. 30. «Lucas Fernández, precursor del
ISBN 9502506243. socialismo en el Río de la Plata».
20. Rama, Ángel (1982). Los gauchipolíticos Argenpress. 31 de agosto de 2002.
rioplateneses. Capítulo 152. Buenos Aires: 31. Falcón, Ricardo (2014). «Los trabajadores
Centro Editor de América Latina. p.  178. y el mundo del trabajo». En Bonaudo,
ISBN 9502506243. Marta, ed. Liberalismo, Estado y orden
21. Perón, Juan Domingo (1997). «Discurso en burgués (1852-1880). Nueva Historia
Argentina. Sudamericana. ISBN 9500750139.
la Municipalidad de San Isidro del 22 de
octubre de 1944». Obras Completas 6. 32. Schávelzon, Daniel (29 de noviembre de
Buenos Aires: Docencia. 2002). «Arquitectura para la esclavitud en
Buenos Aires: una historia silenciada» (htt
22. Gamerro, Carlos (2015). «Borges o Perón».
p://www.iaa.fadu.uba.ar/publicaciones/critic
Facundo o Martín Fierro. Los libros que
a/0130.pdf). Seminario de Crítica (Instituto
inventaron la Argentina. Buenos Aires:
de Arte Americano e Investigaciones
Sudamericana. ISBN 9789500752695.
Estéticas (UBA)) (130). ISSN  1853-5518 (http
23. Frank, Andre Gunder (2008) [1998]. «¿Por s://issn.org/resource/issn/1853-5518).
qué triunfó (tempporalmente) Occidente?».
Re-orientar. La economía global en la era
33. Avellaneda, Nicolás (1 de mayo de 1876). 40. Barrancos, Dora (2007). Mujeres en la
«Mensaje del Presidente de la República sociedad argentina. Una historia de cinco
Argentina, Nicolás Avellaneda, ante la siglos. Buenos Aires: Sudamericana.
Asamblea Legislativa» (http://constitucionw ISBN 9789500728805.
eb.blogspot.com.ar/2010/09/mensaje-del-pr 41. Lobato, Mirta Zaida (2007). Historia de las
esidente-de-la-republica_25.html). trabajadoras en la Argentina (1869-1960).
Constituciónweb. Consultado el 18 de Buenos Aires: Edhasa. ISBN 9789509009899.
noviembre de 2015. «Los tenedores de los 42. Nari, Marcela María Alejandra. «El trabajo
bonos argentinos deben, a la verdad, a domicilio y las obreras (1890-1918)» (htt
reposar tranquilos. La República puede p://www.razonyrevolucion.org/textos/revryr/
estar dividida hondamente en partidos genero/ryr10-06-Nari.pdf) (reedición
internos; pero no tiene sino un honor y un
electrónica). Razón y Revolución.
crédito, como sólo tiene un nombre y una
primavera de 2002 (10).
bandera ante los pueblos extraños. Hay
dos millones de argentinos que 43. Lobato,Mirta Zaida: Mujeres en la fábrica.
econonomizarían hasta sobre su hambre y El caso de las obreras del frigorífico
sobre su sed, para responder en una Armour (1915-1969), en Anuario del IEHS,
situación suprema a los compromisos de V, Tandil, 1990.
nuestra fe pública en los mercados 44. Miralles, Glenda (2004). Entre la casa y el
extranjeros.» galpón ¿hay lugar para el sindicato? Las
34. Galasso, Norberto (2008). De la banca mujeres en el Sindicato de la fruta en el
Baring al FMI: historia de la deuda externa Alto Valle de Río Negro (1950-1996).
argentina. Colihue. p.  56. General Roca: Universidad Nacional del
ISBN 9789505818556. Comahue. pp. 41-45. ISBN 9789509009899.
35. Leyes, Adolfo (6 de octubre de 2015). «La 45. Lobato, Mirta Zaida (2007). Historia de las
primera de todas. El descubrimiento de trabajadoras en la Argentina (1869-1960).
huelgas obreras en los saladeros Buenos Aires: Edhasa. p.  41-45.
entrerrianos» (http://razonyrevolucion.org/la ISBN 9789509009899.
-primera-de-todas/). El Aromo (Razón y 46. Lobato, Mirta Zaida (2007). Historia de las
Revolución) (75). «La huelga más antigua trabajadoras en la Argentina (1869-1960).
de la que hay registro en la provincia data Buenos Aires: Edhasa. pp.  173-174.
de 1854, en un saladero de Urquiza.» ISBN 9789505575268.
36. «Historia» (https://web.archive.org/web/201 47. Prieto, Agustina; Fernández Cordero,
50429023740/http://www.federaciongrafica. Laura; Muñoz, Pascual (2013). «Biografías
com.ar/historia.html). Federación Gráfica anarquistas. Tras los pasos de Virginia
Bonaerense. Archivado desde el original (h Bolten» (https://web.archive.org/web/20150
ttp://www.federaciongrafica.com.ar/historia. 211223806/http://www.cedinci.org/pm14.ht
html) el 29 de abril de 2015. Consultado el m). Políticas de la Memoria (Buenos Aires:
19 de noviembre de 2015. CeDInCI). verano 2013/2014 (14): 207-234.
37. Van Peteghem, Inés (I). «Estrategia y lucha ISSN 1668-4885 (https://issn.org/resource/issn/1668-
en la huelga de tipógrafos de 1878» (http 4885). Archivado desde el original (http://ww
s://drive.google.com/file/d/0BxolbZDtPTaW w.cedinci.org/pm14.htm) el 11 de febrero
bUpKeFh0WGNuTUk/view). Trabajadores. de 2015. Consultado el 11 de febrero de
segundo semestre 2011 (2). ISSN  1853-6735 2015.
(https://issn.org/resource/issn/1853-6735). 48. Lobato, Mirta Zaida (2007). Historia de las
38. Godio, Julio (2000). Historia del trabajadoras en la Argentina (1869-1960).
movimiento obrero argentino (1870-2000) I. Buenos Aires: Edhasa. p.  154.
Buenos Aires: Corregidor. pp.  83-84. ISBN 9789505575268.
ISBN 950-05-1319-6. 49. Lobato, Mirta Zaida (2007). Historia de las
39. Barrancos, Dora (2002). trabajadoras en la Argentina (1869-1960).
Inclusión/exclusión. Historia con mujeres. Buenos Aires: Edhasa. p.  125.
Buenos Aires: Fondo de Cultura ISBN 9789505575268.
Económica. ISBN 9789509009899. 50. «El trabajo infantil en la provincia de Bs As
a fines del Siglo XIX y principios del Siglo
XX» (https://ri.conicet.gov.ar/bitstream/hand Buenos Aires: Corregidor. p. 140. ISBN  950-
le/11336/10532/El%20trabajo%20infantil.p 05-1319-6.
df?sequence=2&isAllowed=y). 62. Lobato, Mirta Zaida (2000). «Los
51. «Ley 5291» (https://www.argentina.gob.ar/n trabajadores en la era del progreso». El
ormativa/nacional/ley-5291-194605). progreso, la modernización y sus límites
52. CARLI, Sandra (2003). «La Cuestión (1880-1916). Nueva Historia Argentina V.
Social de la Infancia. Socialismo, Buenos Aires: Sudamericana. p.  467.
Anarquismo y Educación (1890-1930)». En ISBN 9500717255.
Miño y Dávila S.R.L. 2da edición, ed. 63. Abad de Santillán, Diego (1933) [1933].
Niñez, pedagogía y política. «VI» (http://www.antorcha.net/biblioteca_vir
Transformaciones de los discursos acerca tual/historia/fora/7.html). La Federación
de la infancia en la historia de la educación Obrera Regional Argentina. Ideología y
argentina entre 1880 y 1955. Buenos Aires, trayectoria. Buenos Aires: Nervio.
Argentina. p. 147-152. ISBN 950-9467-84-7. 64. Giuliano, Diego. «Sesión del Concejo
53. «Imágenes del mundo del trabajo en Municipal del día 26 de septiembre de
Argentina a fines del siglo XIX» (http://ww 2013» (http://www.aecrosario.org.ar/no-des
w.coleccionwitcomb.educ.ar/sitios/galeriaw cansamos-queremos-el-descanso-dominic
itcomb/recorriendo/?rec_id=122096). al). Consultado el 20 de noviembre de
54. Robles, Alberto José (1987). Breve historia 2015. «En 1904, cuando surge este
del movimiento obrero argentino 1852- proyecto en la Cámara de Diputados, logra
1987: el rol de la unidad y protagonismo de media sanción, pero cuando pasa al
los trabajadores. Buenos Aires: 9 de Julio. Senado, los senadores se tomaron un
55. Godio, Julio (2000). «El internacionalismo tiempo muy largo para tratar este tema. Fue
como factor de impulso». Historia del tan largo el tiempo que la Sociedad de
Dependientes de Comercio de Rosario
movimiento obrero argentino (1870-2000) I.
realizó una huelga para apurar la sanción
Buenos Aires: Corregidor. p. 85. ISBN 950-05-
de este proyecto en el Senado. Esta
1319-6.
huelga fue reprimida. Hubo un trabajador
56. Godio, Julio (2000). Historia del muerto, Jesús Pereyra, de 19 años. Luego
movimiento obrero argentino (1870-2000) I. de esa muerte, se declaró un paro general
Buenos Aires: Corregidor. pp.  108-109. donde también hubo fallecidos allá por
ISBN 950-05-1319-6. 1904.»
57. Godio, Julio (2000). Historia del 65. Godio, Julio (2000). Historia del
movimiento obrero argentino (1870-2000) I. movimiento obrero argentino (1870-2000) I.
Buenos Aires: Corregidor. p. 104. ISBN  950- Buenos Aires: Corregidor. p. 166. ISBN  950-
05-1319-6. 05-1319-6.
58. Cena, Juan Carlos; Gasparri, Mario (12 de 66. Abad de Santillán, Diego (1933) [1933].
marzo de 2011). «Primera huelga general «VII» (http://www.antorcha.net/biblioteca_vi
ferroviaria: Tolosa 10 de agosto de 1896. rtual/historia//fora/8.html). La Federación
Una lucha épica memorable» (http://www.a Obrera Regional Argentina. Ideología y
nred.org/spip.php?article4026). ANRed. trayectoria. Buenos Aires: Nervio.
59. Godio, Julio (2000). «Anarquistas y 67. Marotta, Sebastián (1960). El movimiento
socialistas durante el movimiento de sindical argentino I. Buenos Aires:
desocupados de 1897». Historia del Ediciones Lacio. p. 256.
movimiento obrero argentino (1870-2000) I.
Buenos Aires: Corregidor. pp.  121-124. 68. Marotta, Sebastián (1960). El movimiento
ISBN 950-05-1319-6.
sindical argentino I. Buenos Aires:
Ediciones Lacio. pp. 310-311.
60. Entre 1901 y 1904 hubo 168 huelgas.
Godio, Julio (2000). Historia del 69. Godio 2000, p. 173-174.
movimiento obrero argentino (1870-2000) I. 70. Rey, Ana Lía (2013). «Imàgenes de la
Buenos Aires: Corregidor. pp.  138, 152. huelga de inquilinos en Buenos Aires
ISBN 950-05-1319-6. (1907). Mujeres y niños en defensa de sus
61. Godio, Julio (2000). Historia del hogares y sus derechos.» (https://web.archi
movimiento obrero argentino (1870-2000) I. ve.org/web/20151121085250/https://www.b
ancoprovincia.com.ar/Jauretche/pdf_forjan Buenos Aires: La Colmena.
do/rey.pdf). Forjando (Centro de Estudios ISBN 9789879028223.
Jauretche) (3). ISSN 2313-9021 (https://issn.org/r 79. Pigna, Felipe (2005). Los mitos de la
esource/issn/2313-9021). Archivado desde el historia argentina 2. Buenos Aires: Planeta.
original (https://www.bancoprovincia.com.a citado en «14 de noviembre de 1909. El
r/Jauretche/pdf_forjando/rey.pdf) el 21 de asesinato del coronel Ramón Falcón» (http
noviembre de 2015. Consultado el 20 de s://web.archive.org/web/20110806000530/
noviembre de 2015. http://www.elhistoriador.com.ar/articulos/rep
71. Godio, Julio (2000). Historia del ublica_liberal/asesinato_de_ramon_falcon.
movimiento obrero argentino (1870-2000) I. php). El Historiador. Archivado desde el
Buenos Aires: Corregidor. pp.  168-169. original (http://www.elhistoriador.com.ar/arti
ISBN 950-05-1319-6. culos/republica_liberal/asesinato_de_ramo
72. Godio, Julio (2000). Historia del n_falcon.php) el 6 de agosto de 2011.
movimiento obrero argentino (1870-2000) I. Consultado el 23 de noviembre de 2015.
Buenos Aires: Corregidor. pp.  138, 152, 80. Badell, Martín Alejandro; Gringauz,
172. ISBN 950-05-1319-6. Lucrecia. Facultad de Periodismo y
73. Pigna, Felipe. «El sindicalismo, ayer y Comunicación Social (UNLP), ed.
hoy». El Historiador. «MEDIOS GRÁFICOS E HISTORIA. LA
SEMANA ROJA DE 1909» (https://web.arc
74. Palacios, Alfredo (1920). El nuevo derecho.
hive.org/web/20120323161251/http://perio.
Buenos Aires: Claridad.
unlp.edu.ar/question/numeros_anteriores/n
75. Pérez Leirós, Francisco (1933). umero_anterior13/nivel2/articulos/informes
Humanización del trabajo. Buenos Aires: _investigacion/badellgringauz_1_informes
La Vanguardia. p.  51-52. citado por _13verano06.htm). La Plata. Archivado
Matsushita, Hiroshi (2006). «El movimiento desde el original (http://perio.unlp.edu.ar/qu
obrero socialista ante el avance del estion/numeros_anteriores/numero_anterio
peronismo» (https://books.google.com.ar/b r13/nivel2/articulos/informes_investigacion/
ooks?id=Gd9EK2kZ1IsC&pg). En Biagini, badellgringauz_1_informes_13verano06.ht
Hugo Edgardo; Roig, Arturo Andrés, eds. m) el 23 de marzo de 2012.
El pensamiento alternativo en la Argentina
del siglo XX: Obrerismo, vanguardia, 81. Barry, Viviana (2009). «'La policia ha
justicia social (1930-1960) II. Buenos Aires: perdido a su jefe…' Notas breves sobre el
Biblos. pp. 347-349. ISBN 9507865071. atentado a Ramón Falcón» (https://web.arc
hive.org/web/20151208150232/http://www.
76. Palacio, Juan Manuel (25 de septiembre de crimenysociedad.com.ar/index.php?s=Barr
2013). «El peronismo y la invención de la y). Crimen y Sociedad. Archivado desde el
justicia del trabajo en la Argentina» (http://n original (http://www.crimenysociedad.com.a
uevomundo.revues.org/65765). Nuevo r/index.php?s=Barry) el 8 de diciembre de
Mundo Mundos Nuevos [En línea]. 2015. Consultado el 2 de diciembre de
Consultado el 4 de diciembre de 2015. 2011.
77. Kabat, Marina (2014). «Nuevas 82. «Nilda Garré le cambió los nombres a tres
perspectivas para el estudio de la historia escuelas de la Policía Federal» (https://ww
de la legislación laboral y la negociación w.infobae.com/2011/04/18/576302-nilda-ga
colectiva en la Argentina» (http://www.sciel rre-le-cambio-los-nombres-tres-escuelas-la
o.org.ar/scielo.php?pid=S1853-178420140 -policia-federal). Infobae. 18 de abril de
00200004&script=sci_arttext). Revista de 2011.
historia del derecho versión On-line
(Buenos Aires). diciembre (48). ISSN  1853- 83. Suriano, Juan (2010). «Los festejos del
1784 (https://issn.org/resource/issn/1853-1784).
primer Centenario de la Revolución de
Mayo y la exclusión del movimiento
78. Rocchi, Fernando (2000). «Un largo obrero» (https://web.archive.org/web/20160
camino a casa: Empresarios, trabajadores 304200755/http://www.trabajo.gob.ar/left/es
e identidad industrial en la Argentina, tadisticas/descargas/revistaDeTrabajo/201
1880-1930». En Suriano, Juan, ed. La 0n08_revistaDeTrabajo/20010n08_a01_jS
cuestión Social en Argentina, 1870-1943. uriano.pdf). Revista de Trabajo (Ministerio
de Trabajo, Empleo y Seguridad Social) 6
(8): 19-28. ISSN 0328-0764 (https://issn.org/resour 92. Noticias Gráficas (10 de octubre de 1931).
ce/issn/0328-0764). Archivado desde el «Reportaje a Ricardo Rijas» (http://www.hi
original (http://www.trabajo.gob.ar/left/estad storiaydoctrinadelaucr.com/2010/12/reporta
isticas/descargas/revistaDeTrabajo/2010n0 je-ricardo-rojas-10-de-octubre.html).
8_revistaDeTrabajo/20010n08_a01_jSuria Noticias Gráficas. Consultado el 17 de
no.pdf) el 4 de marzo de 2016. Consultado noviembre de 2015.
el 2 de diciembre de 2015. 93. Lobato, Mirta Zaida (2007). Historia de las
84. Godio, Julio (2000). «Los sucesos del trabajadoras en la Argentina. Buenos
Centenario: el duro golpe a la utopía». Aires: Edhasa. p. 122. ISBN 9789509009899.
Historia del movimiento obrero argentino 94. Falcón, Ricardo; Monserrat, Alejandra
(1870-2000) I. Buenos Aires: Corregidor. (2014). «El arbitraje estatal». En Falcón,
pp. 178-181. ISBN 950-05-1319-6. Ricardo, ed. Democracia, conflicto social y
85. Godio, Julio (2000). Historia del renovador de ideas 1916-1930. Nueva
movimiento obrero argentino (1870-2000) I. Historia Argentina. Buenos Aires:
Buenos Aires: Corregidor. p. 181. ISBN  950- Sudamericana. ISBN 9789500748964.
05-1319-6. 95. Del Mazo, Gabriel (1983). Las presidencias
86. Godio, Julio (2000). «Después del radicales. La primera presidencia de
Centenario: inicio de la hegemonía Yrigoyen. Buenos Aires: CEAL. p.  93.
sindicalista». Historia del movimiento ISBN 9502500008.
obrero argentino (1870-2000) I. Buenos 96. Del Mazo, Gabriel (1983). «Las grandes
Aires: Corregidor. pp. 229-236. ISBN  950-05- huelgas signo de los nuevos tiempos». Las
1319-6. presidencias radicales. La primera
87. Godio, Julio (2000). «El 9º Congreso de la presidencia de Yrigoyen. Buenos Aires:
FORA: unidad y hegemonía sindicalista». CEAL. pp. 88-92. ISBN 9502500008.
Historia del movimiento obrero argentino 97. Tenti, Mercedes (1996). «La huelga
(1870-2000) I. Buenos Aires: Corregidor. ferroviaria de 1917». Boletín de la
pp. 240-242. ISBN 950-05-1319-6. Academia Nacional de la Historia (Buenos
88. Godio, Julio (2000). «El 9º Congreso de la Aires).
FORA: unidad y hegemonía sindicalista». 98. Palacios, Alfredo (1960). El nuevo
Historia del movimiento obrero argentino Derecho. Buenos Aires: Claridad. pp. 226-
(1870-2000) I. Buenos Aires: Corregidor. 227.
p. 242. ISBN 950-05-1319-6.
99. La FORA registraba la cantidad de
89. Monserrat, María Alejandra (2011). «Los personas que realizaban cotizaciones
trabajadores ferroviarios: sus luchas y mensuales y las sumaba anualmente, a fin
organizaciones sindicales en el contexto de determinar la cantidad de votos que
de la Argentina gobernada por el correspondía a cada sindicato. Debido a
radicalismo (1916–1930)» (https://web.arch que una misma persona podía realizar
ive.org/web/20151208095839/http://www.fc hasta doce cotizaciones anuales, el
polit.unr.edu.ar/wp-content/uploads/art_Mo número de afiliados nominales era menor.
nserrat.pdf). Cuadernos del Ciesal. julio-
diciembre (10): 10. Archivado desde el 100. Palacios 1960, p. 227.
original (http://www.fcpolit.unr.edu.ar/wp-co 101. Rapalo, María Ester (2003). «Los patrones
ntent/uploads/art_Monserrat.pdf) el 8 de ante la legislación laboral durante el primer
diciembre de 2015. Consultado el 4 de gobierno de Yrigoyen. La Asociación del
diciembre de 2015. Trabajo frente a la ley 10  505 sobre
salarios mínimos en el trabajo a domicilio»
90. Zablotsky, Edgardo (julio de 1991). «La Ley
(http://bibliotecadigital.uns.edu.ar/scielo.ph
Sáenz Peña: Su Efecto Sobre la Política
p?script=sci_arttext&pid=S1668-76042003
Económica Argentina». Serie Documentos
de Trabajo (Buenos Aires: Universidad del 001100003&lng=pt&nrm=iso). Cuadernos
Cema) (77): 13. del Sur Historia (Bahía Blanca) (32).
ISSN 1668-7604 (https://issn.org/resource/issn/1668-
91. Sampay, Arturo E. (1974). Constitución y 7604).
Pueblo. Buenos Aires: Cuenca. p. 113.
102. Lobato, Mirta Zaida (2007). Historia de las
trabajadoras en la Argentina. Buenos
Aires: Edhasa. pp.  158-164. movimiento social y la clase trabajadora
ISBN 9789509009899. argentina (2ª edición). Buenos Aires: A.
103. Lobato, Mirta Zaida (2007). Historia de las Peña Lillo. pp. 231-236.
trabajadoras en la Argentina. Buenos 114. Silva, Horacio Ricardo (2011). Días rojos,
Aires: Edhasa. pp.  134-136. verano negro. Libros Anarres. pp.  99-130.
ISBN 9789509009899. ISBN 9789871523146.
104. Lobato, Mirta Zaida (2007). Historia de las 115. Silva, Horacio Ricardo (2011). Días rojos,
trabajadoras en la Argentina. Buenos verano negro. Libros Anarres. pp. 92, 165.
Aires: Edhasa. pp.  134-136. ISBN 9789871523146.
ISBN 9789509009899. 116. Silva, Horacio Ricardo (2011). Días rojos,
105. Luna, Félix (1964). Yrigoyen. Buenos verano negro. Libros Anarres. pp. 131-138.
Aires: Desarrollo. pp. 218-219. ISBN 9789871523146.
106. Camarer, Hernán (2014). «Las estrategias 117. Silva, Horacio Ricardo (2011). Días rojos,
en el lugar de trabajo del Partido verano negro. Libros Anarres. pp. 87, 155.
Comunista en Argentina desde sus ISBN 9789871523146.
orígenes hasta 1943: células, comités de 118. Silva, Horacio Ricardo (2011). Días rojos,
fábricas y comisiones internas» (http://ww verano negro. Libros Anarres. pp. 168-179.
w.anuarioiha.fahce.unlp.edu.ar/article/view/ ISBN 9789871523146.
IHAn14a03/6591). Anuario del Instituto de
119. Silva, Horacio Ricardo (2011). Días rojos,
Historia Argentina (Universidad Nacional
verano negro. Libros Anarres. p.  176.
de La Plata. Facultad de Humanidades y ISBN 9789871523146.
Ciencias de la Educación.
Centro de
Historia Argentina y Americana) (14). 120. Silva, Horacio Ricardo (2011). Días rojos,
ISSN 2314-257X (https://issn.org/resource/issn/2314 verano negro. Libros Anarres. p.  212.
-257X). ISBN 9789871523146.

107. Palacios, Alfredo (1960) [1920]. El nuevo 121. Silva, Horacio Ricardo (2011). Días rojos,
Derecho (5.ª edición). Buenos Aires: verano negro. Libros Anarres. pp. 235-236.
Claridad. pp. 279-283. ISBN 9789871523146.

108. Godio, Julio (1972). La semana trágica. 122. Goldman, Daniel (agosto de 2002).
Buenos Aires: Granica. «Similitudes en Argentina» (https://web.arc
hive.org/web/20160304051547/http://www.i
109. Jasinski, Alejandro (2013). Revuelta obrera nsumisos.com/diplo/NODE/3229.HTM). Le
y masacre en La Forestal: sindicalismo y Monde Diplomatique Edición Cono Sur
violencia empresaria en tiempos de (36): 33. Archivado desde el original (http://
Yrigoyen. Buenos Aires: Biblos. www.insumisos.com/diplo/NODE/3229.HT
ISBN 9789876910644.
M) el 4 de marzo de 2016. Consultado el 3
110. Bayer, Osvaldo; Borón, Atilio; Gambina, de diciembre de 2015.
Julio C. (1972). «Procesos que conforman 123. Silva, Horacio Ricardo (2011). Días rojos,
la organización política de Argentina 1880- verano negro. Libros Anarres. pp. 237, 244.
1930». El terrorismo de estado en la ISBN 9789871523146.
Argentina. Buenos Aires: Espacio
Memoria. pp. 62-71. ISBN 9789872357870. 124. Pinie Wald (1987 [1929]). Pesadilla.
Buenos Aires: Ameghino.
111. Godio, Julio (2000). «La represión
'ejemplar': la Semana Trágica de enero de 125. Pogoriles, Eduardo (15 de diciembre de
1919». Historia del movimiento obrero 2008). «La novela que revela el horror de
argentino 1870-2000 1. Buenos Aires: la Semana Trágica cumple 80 años» (http://
Corregidor. pp. 99-130. ISBN 9500513188. edant.clarin.com/diario/2008/12/15/socieda
d/s-01822418.htm). Clarín. Consultado el 4
112. Marotta, Sebastián (1970). «Nuevos de octubre de 2015.
martirologios proletarios». El movimiento
sindical argentino. Su génesis y desarrollo. 126. Del Mazo, Gabriel (1983). La primera
3 1920-1935. Buenos Aires: Calomino. presidencia de Yrigoyen. Buenos Aires:
pp. 263-265. Centro Editor de América Latina. p.  89.
ISBN 9502500008.
113. López, Alfredo (1974). «XXXVIII Problema
social que lo hacen policial». Historia del
127. Luna, Félix (1964). Yrigoyen. Buenos 137. Iscaro, Rubens (1973). Historia del
Aires: Desarrollo. p. 215. movimiento sindical II. Buenos Aires:
128. P.S. (6 de diciembre de 2007). «Un Fundamentos. p. 215.
progrom en Buenos Aires» (https://web.arc 138. La Unión Tranviarios había sido fundada
hive.org/web/20160304233828/http://www. en 1919 pero fue reorganizada entre 1928-
ambito.com/noticia.asp?id=375235). 1931 según el modelo centralista de la
Ámbito Financiero. Archivado desde el Unión Ferroviaria. «Día del trabajador de
original (http://www.ambito.com/noticia.as transporte de pasajeros: Una historia de
p?id=375235) el 4 de marzo de 2016. lucha y tesón» (https://web.archive.org/we
Consultado el 4 de octubre de 2015. b/20151208141212/http://www.diarioelnort
129. Alonso, Norberto (8 de julio de 2013). e.com.ar/nota19957_dia-del-trabajador-de-t
«Plaza Martín Fierro» (http://www.sintesisc ransporte-de-pasajeros-una-historia-de-luc
omuna3.com.ar/amplia-nota.php?id_n=50 ha-y-teson.html). El Norte. San Nicolás. 10
0). Síntesis Comuna 3. Consultado el 3 de de enero de 2013. Archivado desde el
diciembre de 2015. original (http://www.diarioelnorte.com.ar/not
130. Bayer, Osvaldo (1985). La Patagonia a19957_dia-del-trabajador-de-transporte-d
rebelde. Buenos Aires: Hyspamérica. e-pasajeros-una-historia-de-lucha-y-teson.
html) el 8 de diciembre de 2015.
ISBN 9506143552.
Consultado el 3 de diciembre de 2015..
131. Godio, Julio (2000). «Huelgas y nuevas «Conmemoramos 93 años» (https://web.arc
represiones. 1921-1922». Historia del hive.org/web/20151208052539/http://www.
movimiento obrero argentino 1870-2000 1. utaweb.org.ar/view/nota_2012_01_10.asp
Buenos Aires: Corregidor. pp.  289-294. x). UTAweb. 10 de enero de 2012.
ISBN 9500513188. Archivado desde el original (http://www.uta
132. Bayer, Osvaldo; Borón, Atilio; Gambina, web.org.ar/view/nota_2012_01_10.aspx) el
Julio C. (1972). «La Patagonia Rebelde». 8 de diciembre de 2015. Consultado el 3
El terrorismo de estado en la Argentina. de diciembre de 2015.
Buenos Aires: Espacio Memoria. pp. 67-71. 139. Cattaruzza, Alejandro (2014). «La Unión
ISBN 9789872357870. Ferroviaria». Crisis económica, avance del
133. Primera presidencia de Yrigoyen (http://ww Estado e incertidumbre política (1930-
w.portalplanetasedna.com.ar/irigoyen.htm) 1943). Nueva Historia Argentina. Buenos
Portal Planeta Sedna. Consultado el 21 de Aires: Sudamericana. ISBN 9789500748971.
julio de 2014. 140. Godio, Julio (marzo de 2003). «Los
134. «https://www.pagina12.com.ar/diario/socied sindicatos en Argentina y el Mundo: una
ad/3-251066-2014-07-19.html» (https://ww mirada desde sus orígenes y mutaciones
w.pagina12.com.ar/diario/sociedad/3-2510 hasta la globalización» (http://www.fundaci
66-2014-07-19.html). on.uocra.org/documentos/recursos/articulo
135. Robles, Alberto José (2009). Historia del s/Godio-Los-sindicatos-en-la-Argentina-y-e
movimiento obrero y del sindicalismo en la l-Mundo-AyA-6-Primer-nota.pdf). Aulas y
Argentina. Buenos Aires: Confederación de Andamios (Buenos Aires: Fundación
Educadores Argentinos. p. 22. ISBN 978-987- UOCRA) 3 (6): 4. ISSN 2250-5229 (https://issn.or
24203-4-5. g/resource/issn/2250-5229).
136. Cattaruzza, Alejandro (2014). «Un período 141. Torre, Juan Carlos (1999). Luis Gay: el
de cambios». Crisis económica, avance del Partido Laborista en la Argentina. Buenos
Estado e incertidumbre política (1930- Aires: Biblos. ISBN 950-786-222-6.
1943). Nueva Historia Argentina. Buenos 142. Godio, Julio (2000). Historia del
Aires: Sudamericana. ISBN  9789500748971. movimiento obrero argentino (1870-2000) I.
«Un nuevo tipo de organización sindical Buenos Aires: Corregidor. p. 469. ISBN  950-
había aparecido con la fundación de la 05-1319-6.
Unión Ferroviaria en 1922. Su alcance era 143. Marotta, Sebastián (1970). El movimiento
nacional pero el poder se encontraba sindical argentino III. Buenos Aires:
altamente centralizado y la Comisión Calomino. p. 300.
Directiva controlaba a las autoridades
locales.» 144. Virginia Bolten integró la conducción de la
FORA y Cecilia Baldovino integró la
dirección nacional de la UGT, a la que a su Biblioteca Argentina de Historia y política.
vez estaba afiliada la Unión Gremial Buenos Aires: Hyspamerica. p.  191.
Femenina.Lobato, Mirta Zaida (2007). ISBN 9506144273.
Historia de las trabajadoras en la Argentina 152. Baily, Samuel L. (1984) [1967]. Movimiento
(1869-1960). Buenos Aires: Edhasa. obrero, nacionalismo y política en la
pp. 174, 178. ISBN 9789505575268. Argentina [Labor, Nationalism and Politics
145. Lobato, Mirta Zaida (2007). Historia de las in Argentina]. Biblioteca Argentina de
trabajadoras en la Argentina (1869-1960). Historia y política. Buenos Aires:
Buenos Aires: Edhasa. pp.  178-179. Hyspamerica. ISBN 9506143706.
ISBN 9789505575268. 153. Matsushita, Hiroshi (1986) [1983].
146. Beck, Ulrich; Beck-Gernsheim, E. (2001). Movimiento obrero argentino 1930-1945.
El normal caos del amor. Las nuevas Biblioteca Argentina de Historia y política.
formas de la relación amorosa. Barcelona: Buenos Aires: Hyspamerica.
Paidós. p. 45. ISBN 9506144273.
147. Cornblit, Oscar (1975). «La opción 154. Brauner Rodgers, Susana (julio de 1990).
conservadora en la política argentina» (http «El nacionalismo yrigoyenista (1930-
s://web.archive.org/web/20070319100537/ 1943)» (http://eial.tau.ac.il/index.php/eial/art
http://www.educ.ar/educar/servlet/Downloa icle/view/1300/1327). Estudios
ds/S_BD_DESARROLLOECONOMICO/P Interdisciplinarios de América Latina y el
D000146.PDF). Desarrollo Económico Caribe (Tel Aviv) 1 (2). ISSN 0792-7061 (https://
(Buenos Aires) 14 (56). Archivado desde el issn.org/resource/issn/0792-7061).
original (http://www.educ.ar/educar/servlet/ 155. Asociación Bancaria (1984). 60 años en la
Downloads/S_BD_DESARROLLOECONO vida de un sindicato, sus hombres y el país.
MICO/PD000146.PDF) el 19 de marzo de Buenos Aires: Asociación Bancaria. pp. 66-
2007. 69.
148. Wright, Erik Olin (enero de 2000). 156. «El surgimiento de las obras sociales» (htt
«Working-Class Power, Capitalist-Class p://www.obras-sociales.com/origen.htm).
Interests, and Class Compromise» (http://cit Obras Sociales. Consultado el 8 de
eseerx.ist.psu.edu/viewdoc/download?doi= diciembre de 2015.
10.1.1.142.6972&rep=rep1&type=pdf). 157. Perrone, Néstor; Teixidó, Lucrecia (2007).
American Journal of Sociology (en inglés)
«Estado y salud en la Argentina» (https://w
105 (4): 957-1002.
eb.archive.org/web/20151210203931/http://
149. Silver, Beverly J. (2003). «Sources of salud.ciee.flacso.org.ar/flacso/ESTADO%2
Workers' Power» (https://books.google.co 0Y%20SECTOR%20SALUD%20EN%20L
m.ar/books?id=la2PBtQ64KIC&pg=PA13&l A%20ARGENTINA_NP_LT.pdf). Rev
pg=PA13&dq=E.O.+Wright+%22structural+ Maestria Salud Publica 5 (10): 1-46.
power%22&source=bl&ots=jfGiJ9XCkp&si Archivado desde el original (http://salud.cie
g=sccVpRTwX-8I-HbJMMeP13IxgnA&hl=e e.flacso.org.ar/flacso/ESTADO%20Y%20S
s-419&sa=X&ved=0ahUKEwjv-KPMtsjJAh ECTOR%20SALUD%20EN%20LA%20AR
WCHpAKHT7EAt4Q6AEIJTAB#v=onepag GENTINA_NP_LT.pdf) el 10 de diciembre
e&q=E.O.%20Wright%20%22structural%20 de 2015. Consultado el 7 de diciembre de
power%22&f=false). Forces of Labor: 2015. «Hasta los años cuarenta el sistema
Workers' Movements and Globalization de salud se caracterizaba por un sector de
Since 1870 (en inglés). Cambridge: medicina privada utilizada por la clase
Cambridge University Press. pp.  13-14. media y alta, un sistema de hospitales del
ISBN 0521520770. Estado y de la beneficencia para los
150. Cardoso, Oscar Raúl (21 de abril de 2002). pobres, mutuales por nacionalidades y
«A fondo: Hiroshi Matsushita, historiador. algunas pocas mutuales gremiales.»
'El sindicalismo argentino fue político 158. «Ley 11640» (http://www.infojus.gob.ar/legi
mucho antes de Perón'» (http://edant.clarin. slacion/ley-nacional-11640.htm). Infojus. 29
com/diario/2002/04/21/o-02415.htm). de septiembre de 1932.
Clarín. 159. «Ley 11729» (https://web.archive.org/web/2
151. Matsushita, Hiroshi (1986) [1983]. 0151222111345/http://infoleg.mecon.gov.a
Movimiento obrero argentino 1930-1945.
r/infolegInternet/verNorma.do;jsessionid=2 Buenos Aires: Hyspamerica. p.  258.
A5465394B262A8B52DEBECCC3FCCE1 ISBN 9506144273.
1?id=42760). Infoleg. 25 de septiembre de 171. «Entrevista de la CGT con el Ministro del
1934. Archivado desde el original (http://inf Interior». La Vanguardia (Buenos Aires): 4.
oleg.mecon.gov.ar/infolegInternet/verNorm 22 de junio de 1943.
a.do;jsessionid=2A5465394B262A8B52D 172. Pérez Leirós, Francisco (1974). Grandezas
EBECCC3FCCE11?id=42760) el 22 de y miserias de la lucha obrera. Buenos
diciembre de 2015. Consultado el 11 de Aires: Libera. p. 104.
diciembre de 2015.
173. Del Campo, Hugo (2012) [2005].
160. Oddone, Jacinto (1975) [1949]. Sindicalismo y peronismo. Buenos Aires:
Gremialismo proletario argentino. Buenos Siglo Veintiuno. pp.  181-186.
Aires: Líbera. p. 459. ISBN 9789876292504.
161. Baily, Samuel L. (1985). Movimiento 174. Baily, Samuel L. (1984). Movimiento
obrero, nacionalismo y política en obrero, nacionalismo y política en la
Argentina. Buenos Aires: Hyspamérica. Argentina. Buenos Aires: Paidós. p.  84.;
p. 90. López, Alfredo (1975). Historia del
162. Milcíades Peña (1986): Industrialización y movimiento social y la clase obrera
clases sociales en la Argentina. Buenos argentina. Buenos Aires: A. Peña Lillo.
Aires: Hyspamérica, pág. 16. p. 401.
163. Diego Dávila: «El 17 de octubre de 1945», 175. Al dejar de ser un departamento nacional y
en Historia integral argentina; El peronismo convertirse en secretaría de Estado y
en el poder. Buenos Aires: Centro Editor de asumir también las funciones de los
América Latina, 1976, pag. 88. departamentos de trabajo provinciales, la
164. Méndez, Héctor (9 de enero de 2013). «De Secretaría de Trabajo y Previsión no sólo
1945 a 2012. Gobierno y sindicatos en la adquirió una mayor jerarquía política, sino
Argentina de posguerra». Rebelión. que se convirtió en un organismo
165. Robles, Alberto José (2009). Historia del centralizado y autónomo en su personal,
movimiento obrero y el sindicalismo en presupuesto y funciones, tendencia que se
Argentina (http://www.trabajo.gob.ar/downl fortaleció cuando fue transformado en
oads/formacionSindical/Historia%20del%2 ministerio en 1949. Berrotarán, Patricia
0Movimiento%20Obrero%20y%20del%20 (2003). Del plan a la planificación. El
Sindicalismo%20en%20la%20Argentina.p Estado durante la época peronista. Buenos
df). Buenos Aires: Confederación de Aires: Imago Mundi. ISBN  9789507930201.
Educadores Argentinos. p.  26-29. Palacio, Juan Manuel (25 de septiembre de
ISBN 9789872420345. 2013). «El peronismo y la invención de la
166. Godio, 2006. justicia del trabajo en la Argentina» (https://
nuevomundo.revues.org/65765). Nuevo
167. Potash, Robert A. (1981). El ejército y la Mundo Mundos Nuevos.
política en la Argentina 1928-1945. Buenos
Aires: Sudamericana. pp.  275-276 y 279. 176. Luciani, María Paula (2014). «La etapa
ISBN 9789500700078.
formativa de la Secretaría de Trabajo y
Previsión (1943-1946): primeros pasos
168. Matsushita, Hiroshi (1986) [1983]. organizativos y figuras relevantes» (https://
Movimiento obrero argentino 1930-1945. web.archive.org/web/20151222103352/htt
Biblioteca Argentina de Historia y política. p://www.anuarioiha.fahce.unlp.edu.ar/rt/prin
Buenos Aires: Hyspamerica. pp.  257-258. terFriendly/IHAn14a01/html_14). Anuario
ISBN 9506144273. del Instituto de Historia Argentina
169. Del Campo, Hugo (2012) [2005]. (Universidad Nacional de La Plata.
Sindicalismo y peronismo. Buenos Aires: Facultad de Humanidades y Ciencias de la
Siglo Veintiuno. pp.  180-181. Educación. Centro de Historia Argentina y
ISBN 9789876292504. Americana) (14). ISSN 2314-257X (https://issn.or
170. Matsushita, Hiroshi (1986) [1983]. g/resource/issn/2314-257X). Archivado desde el
Movimiento obrero argentino 1930-1945. original (http://www.anuarioiha.fahce.unlp.e
Biblioteca Argentina de Historia y política. du.ar/rt/printerFriendly/IHAn14a01/html_14)
el 22 de diciembre de 2015. Consultado el 184. López, Alfredo (1975). Historia del
20 de diciembre de 2015. movimiento social y la clase obrera
177. Rein, Raanan (2006). Juan Atilio argentina. Buenos Aires: A. Peña Lillo.
Bramuglia: bajo la sombra del Líder. La p. 410.
segunda línea de liderazgo peronista. 185. Godio, Julio (2000). Historia del
Buenos Aires: Lumière. ISBN 9789876030007. movimiento obrero argentino (1870-2000)
178. La creación de los tribunales laborales se II. Buenos Aires: Corregidor. p.  823.
inició a fines de 1944 con la creación del ISBN 950-05-1319-6.
fuero del Trabajo en la Capital Federal, 186. Matsushita, Hiroshi (1986). Movimiento
mediante el Decreto Nº 15.047 del 27 de obrero argentino, 1930-1945. Buenos
noviembre de 1944. Anales de Legislación Aires: Hyspamérica. p. 289. 950-614-427-3.
Argentina, 1943, pp. 459-61. La nueva 187. Matsushita, Hiroshi (1986). Movimiento
justicia laboral tenía como objetivo lograr la obrero argentino, 1930-1945. Buenos
aplicación efectiva del “nuevo derecho”. Aires: Hyspamérica. p. 287. 950-614-427-3.
Tenía una organización mixta, compuesta
188. López, Alfredo (1975). Historia del
por las comisiones de Conciliación y de
movimiento social y la clase obrera
Arbitraje, con representación tripartita y
argentina. Buenos Aires: A. Peña Lillo.
presididas por el representante estatal. La
Cámara de Apelaciones era colegiada y p. 412.; Luna, Félix (1986). El 45. Buenos
estaba dividida en tres salas, cada una con Aires: Hyspamérica. p.  156.
ISBN 9789876620505.
un presidente y dos vocales. También se
creó el Ministerio Público del Trabajo, en 189. Luna, Félix (1986). El 45. Buenos Aires:
manos de un procurador general del Hyspamérica. p. 219. ISBN 9789876620505.
Trabajo. Palacio, Juan Manuel (25 de 190. Ceruti, Leónidas (17 de octubre de 2014),
septiembre de 2013). «El peronismo y la El discurso del 10 de octubre de 1945 y el
invención de la justicia del trabajo en la Decreto 33.302 (http://www.laizquierdadiari
Argentina» (https://nuevomundo.revues.or o.com/El-discurso-del-10-de-octubre-de-19
g/65765). Nuevo Mundo Mundos Nuevos. 45-y-el-Decreto-33-302), La Izquierda
179. Del Campo, Hugo (2012) [2005]. Diario, consultado el 21 de diciembre de
Sindicalismo y peronmismo. Buenos Aires: 2015.
Siglo Veintiuno. p. 250. ISBN 9789876292504. 191. Luna, Félix (1971). El 45. Buenos Aires:
180. Monzalvo, Luis (1974). Testigo de la Sudamericana. pp.  248-249. ISBN  84-499-
primera hora del peronismo. Buenos Aires: 7474-7.
Pleamar. p. 98. 192. Luna, Félix (1971). El 45. Buenos Aires:
181. Matsushita, Hiroshi (1986). Movimiento Sudamericana. p. 280. ISBN 84-499-7474-7.
obrero argentino, 1930-1945. Buenos 193. Gil, Clementina F. (Beba) (2004).
Aires: Hyspamérica. p. 279. 950-614-427-3. Memorias. Buenos Aires: Archivo Histórico
182. «Nuevas aproximaciones historiográficas Ricardo Levene e Instituto Nacional Eva
sobre el vínculo entre el Partido Comunista Perón.
y el movimiento obrero en la Argentina de 194. Ceruti, Leónidas (16 de diciembre de
entreguerras» (http://historiapolitica.com/do 2011). «Derecho de huelga en la
ssiers/pcmovobrero/). Historia Política. Argentina: ¿Hubo conflictos obreros entre
2012. 1946 y 1955?» (http://www.anred.org/spip.p
183. Schiavi, Marcos (8 al 12 de agosto de hp?article4634). AnRed.
2011). «Los sindicatos comunistas entre el 195. García Lupo, Rogelio (24 de febrero de
17 de octubre y su disolución. El caso textil 2006), El 'Libro Azul' de EE.UU. contra
y metalúrgico» (http://historiapolitica.com/d Perón que no pudo evitar su victoria (http://
atos/biblioteca/pcmovo_schiavi.pdf). edant.clarin.com/diario/2006/02/24/elpais/p
Historia Política. Ponencia presentada en -02201.htm), Clarín, consultado el 21 de
las IX Jornadas de Sociología. Capitalismo diciembre de 2015.
del siglo XXI, crisis
y reconfiguraciones. 196. Bruschtein, Luis (2 de agosto de 2001). «A
Luces y sombras en América Latina, los A LOS 96 años, murió Cipriano Reyes.
Facultad de Ciencias Sociales, Contra la corriente» (https://www.pagina12.
Universidad de Buenos Aires.
com.ar/2001/01-08/01-08-02/pag16.htm). 207. Schiller, Herman (28 de julio de 2015).
Página/12. «Conflictos obreros y lucha de clases
197. Martínez, Chono (2006). «Columna durante el primer peronismo (parte 2)» (htt
vertebral del movimiento». Los p://www.laizquierdadiario.com/Conflictos-o
trabajadores: ordenamiento sistemático de breros-y-lucha-de-clases-durante-el-primer-
la doctrina peronista y de la doctrina social peronismo-parte-2). La Izquierda Diario.
de la Iglesia. Dunken. pp.  214-215. 208. Gambini 1999
ISBN 9870216668. 209. Mengascini, Hugo (28-29 de agosto de
198. Desarticulación y hegemonía: Sistema 2008). «Conflictos y huelgas ferroviarias
político y partidos en la Argentina (1999- durante el período peronista. El caso de los
2007). Buenos Aires: Teseo. 2014. p.  64. trabajadores ferroviarios de Tandil (1946-
ISBN 978-987-1867-87-5. 1955)» (http://historiapolitica.com/datos/bibl
199. Rodríguez, Fabián (23 de septiembre de ioteca/3jornadas/mengascini.pdf). 3ras
2010). «Los intendentes vs el tercio Jornadas sobre la política en Buenos Aires
sindical» (http://revistazoom.com.ar/los-inte en el siglo XX (Universidad de La Plata).
ndentes-vs-el-tercio-sindical/). Revista 210. Cuenta Benito Llambí que cuando en 1973,
Zoom. la plana mayor del partido peronista le
200. Levitsky, Steven (2003). La transformación comunica que habían tomado la decisión
del justicialismo. Del partido sindical al de presentar la fórmula Perón-Perón en las
partido clientelista, 1983-1999. Buenos elecciones de septiembre de 1973, Perón
Aires: Siglo XXI. p. 51. ISBN 987-1013-38-8. respondió: "¡No podemos cometer el
201. Sidicaro, Ricardo (1999). mismo error que en 1951!". Llambí, Benito
«Consideraciones sociológicas sobre las (1997). Medio siglo de política y
relaciones entre el peronismo y la clase diplomacia. Buenos Aires: Corregidor.
obrera en la Argentina, 1943-1955». En 211. Elsa Portugheis (coord.) (2010). «Atentado
Mackinnon (compiladora), María Moira; del 15 de abril de 1953» (https://web.archiv
Petrone (compilador), Mario Alberto, eds. e.org/web/20150402103746/http://anm.der
Populismo y neopopulismo en América human.jus.gov.ar/PDF/30-Bombardeo.pdf).
Latina. El problema de la Cenicienta Bombardeo del 16 de junio de 1955.
(Buenos Aires: Editorial Universitaria de Buenos Aires: Secretaría de Derechos
Buenos Aires). p. 168. ISBN 950-23-0712-7. Humanos de la Nación Argentina. pp.  70-
202. Kabat, Marina (2007). «El Congreso de la 71. Archivado desde el original (http://anm.
Productividad de 1955, un análisis desde derhuman.jus.gov.ar/PDF/30-Bombardeo.p
los enfrentamientos en la industria del df) el 2 de abril de 2015.
calzado» (http://razonyrevolucion.org/texto 212. Elsa Portugheis (coord.) (2010). «Atentado
s/revryr/ryr17/ryr17-kabat.pdf). Razón y del 15 de abril de 1953» (http://www.jus.go
Revolución (nº 17. 2do semestre de 2007). b.ar/media/2907564/bombardeo_16_de_ju
Consultado el 5 de febrero de 2015. nio_de_1955_ed._revisada-_digital__2_.p
203. Gerchunoff, Pablo; Llach, Lucas (1998). El df). Bombardeo del 16 de junio de 1955.
ciclo de la ilusión y el desencanto. Un siglo Buenos Aires: Secretaría de Derechos
de políticas económicas argentinas. Humanos de la Nación Argentina. pp. 135-
Buenos Aires: Ariel. p. 182. ISBN 9509122572. 142.
204. Sampay, Arturo (1963). La Constitución 213. Bevilacqua, Pedro (16 de febrero de 2012).
argentina de 1949. Buenos Aires: Relevo. «Hay que matar a Perón» (https://web.archi
ve.org/web/20121015195042/http://tiempo.i
205. Rudi, Daniel M. (1974). Los derechos nfonews.com/2012/02/15/verano-1185-hay-
constitucionales del trabajador. Buenos que-matar-a-peron.php). Diario Tiempo
Aires: Eudeba. pp. 133-134. Argentino. Archivado desde el original (htt
206. Deveali, Mario (1954). Curso de Derecho p://tiempo.infonews.com/2012/02/15/verano
Sindical y de la Previsión Social. Buenos -1185-hay-que-matar-a-peron.php) el 15 de
Aires: Víctor P. de Zavalía. p.  303., citado octubre de 2012.
por Rudi, Daniel M. (1974). Los derechos 214. Cichero, Daniel (2005). Bombas sobre
constitucionales del trabajador. Buenos Buenos Aires. Vergara.
Aires: Eudeba. pp. 133-134.
215. Larraquy, Marcelo (2010). «Cap. 4: El negarse la empresa, comenzaron las
bombardeo y la caída». Marcados a fuego medidas de fuerza en febrero del `56, en
2: de Perón a Montoneros. Aguilar. los cuatro talleres de la empresa FANU,
Reproducido en «El bombardeo de Plaza ubicados en las localidades de
de Mayo» (https://web.archive.org/web/201 Avellaneda, Almirante Brown, San
11027005302/http://www.elortiba.org/1606 Fernando y en la Dársena sur de la Ciudad
55.html). El Ortiba.com. Archivado desde el de Buenos Aires. En respuesta la FANU
original (http://www.elortiba.org/160655.htm paralizó sus talleres desde el mes de julio
l) el 27 de octubre de 2011. del ’56 e impuso su lockout patronal a los
216. Hernández, Mario (26 de junio de 2015), privados. Esto implicó suspensiones
Entrevista a Gerardo Bavio, co-autor de El masivas primero y, en los meses de
Peronismo que no fue. La (otra) otra septiembre y octubre, despidos que
historia. El peor atentado terrorista que llegaron a 8000 trabajadores de 55 talleres
sufrió la Argentina fue el bombardeo a del país. La dictadura militar desplegó una
Plaza de Mayo el 16 de junio de 1955', variedad de tácticas “sucias”: utilizó al
Rebelión . personal de la Marina y de la Policía y
como fuerza de choque impidiendo las
217. Torre, Juan Carlos (1983). Los sindicatos asambleas y mítines de los obreros;
en el gobierno 1973-1976. Buenos Aires: recurrió al encarcelamiento arbitrario y
Centro Editor de América Latina. tortura de los principales referentes; realizó
ISBN 9789502500317.
allanamientos a las sedes de los gremios,
218. Baschetti, Roberto (1997). «Prólogo». muchas de las cuales fueron incendiadas o
Documentos de la resistencia peronista saqueadas por grupos parapoliciales. El 11
1955-1970. La Plata: De La Campana. de octubre de 1956, en Rosario, elementos
ISBN 9789871725205. parapoliciales por órdenes de Aramburu
219. Ceruti, Leónidas (24 de noviembre de apuñalaron de muerte al obrero naval
2014). «La Huelga de los Locos» (http://ww Ramiro García Fernández, de reconocida
w.anred.org/spip.php?article4546). lucha antifranquista en su España de
220. «El gobierno de Aramburu. El "gremialismo origen que había huido a la Argentina
libre" » (http://www.elforjista.com/aramburu- escapando del régimen franquista. A fines
2.html). El Forjista. de octubre del 56, se declaró la huelga por
tiempo indeterminado. En el barrio porteño
221. Blum, William (2003). Killing Hope: US
de La Boca, y en las localidades de
Military and CIA Interventions Since World
War II. Londres: Zed Books. p. 109. ISBN  1- Berisso, Ensenada, La Plata, San
84277-368-2.
Fernando, Tigre, Campana, Avellaneda,
Almirante Brown y Rosario,la huelga
222. Godio, 2000, pp. 961-969. involucraría a miles de obreros de la
223. Concejo Deliberante de La Plata (9 de industria de la construcción naval. Ante la
junio de 2004). «Decreto 44/2004» (https:// persistencia de la huelga, el régimen de
www.concejodeliberante.laplata.gob.ar/ilus Aramburu construyó un sindicato paralelo,
tres/Heroes.html). el SAON, en agosto de 1957, comenzando
224. Ferri, Claudia (16 de noviembre de 2016). a afiliar de forma compulsiva a los
«La huelga metalúrgica de 1956: un trabajadores a este sindicato. Fueron
símbolo de la Resistencia» (https://www.lai encarcelados numerosos delegados
zquierdadiario.com/La-huelga-metalurgica- durante todo el conflicto y cuando estaban
de-1956-un-simbolo-de-la-Resistencia). por conseguir las demandas, el gobierno
225. La Federación de Obreros en nuevamente ilegalizó el sindicato y
Construcciones Navales Autónoma, lanzó reconoció como único gremio legal al que
en octubre de 1956 una huelga que sería la Aramburu creo en 1957. El documental La
más extensa del movimiento obrero huelga de los locos (2002), dirigido por
argentino y que sería conocida como la Mariana Arruti, tiene como tema esta
"huelga de los locos". El reclamo comenzó huelga. Fuente: Íscaro, Rubens, Historia
cuando la Federación reclamo que se del Movimiento Sindical, Tomo 4, Editorial
reconociera formalmente su representación Ciencias del Hombre, Buenos Aires, 1974.
gremial y la libertad de acción sindical. Al
226. Castillo, José (3 de junio de 2020). «La Memoria Académica (La Plata: IV Jornadas
resistencia peronista (1956-1959)» (http://w de Sociología de la UNLP).
ww.izquierdasocialista.org.ar/2020/index.p 233. Castillo, Leonardo (13 de enero de 2014).
hp/blog/elsocialista/item/17642-la-resistenc «Se cumplen 55 años de la legendaria
ia-peronista-1956-1959). El Socialista toma del Frigorífico Lisandro de la Torre» (h
(462). ttp://www.telam.com.ar/notas/201401/4797
227. Rojo, Alicia (27 de septiembre de 2017). 5-se-cumplen-55-anos-de-la-legendaria-to
«La Resistencia: huelga general contra la ma-del-frigorifico-lisandro-de-la-torre.php).
Libertadora 27 de septiembre de 1955: Las Telam.
62 Organizaciones llamaron a una huelga 234. Belini, Claudio; Rougier, Marcelo (2008).
contra el ataque del gobierno militar a las «Auge y ocaso de la empresa pública
conquistas obreras» (https://www.laizquierd industrial: la Dirección Nacional de
adiario.com/La-Resistencia-Huelga-genera Industrias del Estado (DINIE), 1947-1962»
l-contra-la-Libertadora). La Izquierda (https://books.google.com.ar/books?id=db6
Diario. Consultado el 28 de enero de 2018. YmvenaSkC&pg=PA113&lpg=PA113&dq=
228. Rath, Christian (1957). «¿El movimiento defensa+de+DINIE+Frondizi&source=bl&ot
obrero debe reivindicar el programa de La s=kra0Qo6taD&sig=u7ph8ge0jpRNYTwsm
Falda?» (https://web.archive.org/web/2018 2-dk8zhYeY&hl=es-419&sa=X&ved=0ahU
0130013808/http://www.po.org.ar/prensaOb KEwi_p-PuwoDZAhUCTJAKHVEcAd0Q6
rera/online/historia/el-movimiento-obrero-d AEINDAF#v=onepage&q=defensa%20d
ebe-reivindicar-el-programa-de-la-falda). e%20DINIE%20Frondizi&f=false). El
Prensa Obrera. Archivado desde el original Estado empresario en la industria
(http://www.po.org.ar/prensaObrera/online/h argentina: conformación y crisis. Buenos
istoria/el-movimiento-obrero-debe-reivindic Aires: Manantial. pp.  83 y ss. ISBN  978-987-
ar-el-programa-de-la-falda) el 30 de enero 500-122-0.
de 2018. Consultado el 28 de enero de 235. Viaggio, Julio. Los procesos militares y el
2018. derecho de defensa. citado por Librandi,
229. Murmis, Ezequiel Patricio (jul. 2016). «El Atilio Juan (2006). Memorias de un
Partido Comunista en el movimiento obrero abogado viejo y viejo abogado. Buenos
argentino durante la "Revolución Aires: Dunken. p. 71. ISBN 9870215599.
Libertadora": del golpe de estado a la 236. Excracto del libro Damín, Nicolás (2008).
alianza entre el sindicalismo comunista y «Plan Conintes y Resistencia Peronista
peronista (1955-1958)» (https://scielo.conic 1955-1963» (https://web.archive.org/web/2
yt.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S07 0160131224417/http://ecaths1.s3.amazona
18-50492016000300005). Izquierdas ws.com/historiasocialargentina/128576352
(Santiago de Chile) (28). ISSN 0718-5049 (http 0.Plan%20Conintes%20y%20Resistenci
s://issn.org/resource/issn/0718-5049). a%20Peronista.pdf). Buenos Aires: Instituto
230. «A 60 años del Programa de La Falda» (htt Nacional Juan Domingo Perón. Archivado
p://vidasindical.com/2017/11/a-60-anos-del desde el original (http://ecaths1.s3.amazon
-programa-de-la-falda/). Vida Sindical. 30 aws.com/historiasocialargentina/12857635
de noviembre de 2017. 20.Plan%20Conintes%20y%20Resistenci
231. «Antecedentes históricos» (https://web.arch a%20Peronista.pdf) el 31 de enero de
ive.org/web/20180201215351/http://www.c 2016. Consultado el 9 de marzo de 2017.
gtargentinos.org/documentos.htm). CGT de 237. Belenky, Silvia Leonor (1984). Frondizi y su
los Argentinos. Archivado desde el original tiempo. Buenos Aires: Centro Editor de
(http://www.cgtargentinos.org/documentos. América Latina. ISBN 950-25-0150-9. p 95
htm) el 1 de febrero de 2018. Consultado el 238. «Falleció Framini, el gobernador que no
27 de enero de 2018. llegó a serlo» (https://www.lanacion.com.ar/
232. Llanpart Gobbi, F.; Molinari, L.I. (23-25 de politica/fallecio-framini-el-gobernador-que-
noviembre de 2005). «La toma del no-llego-a-serlo-nid304348/). La Nación.
Frigorífico Lisandro de la Torre (Enero de 11 de mayo de 2001.
1959)» (http://www.memoria.fahce.unlp.ed 239. «Framini, Andrés» (http://www.robertobasc
u.ar/trab_eventos/ev.6706/ev.6706.pdf). hetti.com/biografia/f/145.html). Militantes
del peronismo revolucionario uno por uno. 249. Carballo, Patricia Mónica (marzo de 2010).
Consultado el 30 de diciembre de 2020. «Luchadores populares en La Matanza.
240. «Los Programas de La Falda y Huerta Caso Retamar, la historia no contada» (http
Grande» (https://revistazoom.com.ar/los-pro s://www.unlam.edu.ar/descargas/1432_CIN
gramas-de-la-falda-y-huerta-grande/). 23.pdf). Carta Informativa: 5-18. ISSN  1852-
Revista Zoom. 1 de mayo de 2008. 2483 (https://issn.org/resource/issn/1852-2483).
241. Provincias de Buenos Aires, Chaco, Jujuy, 250. Larraquy, Marcelo (15 de enero de 2019).
Misiones, Neuquén, Río Negro, Salta, San «El terrible verano en que Perón luchó
Juan y Tucumán; contra Vandor» (https://www.infobae.com/hi
242. «Framini-Anglada, Perón en la Rosada» (h storia-argentina/2019/01/15/el-terrible-vera
ttps://ecosaltahistoria.blogspot.com/2013/0 no-en-que-peron-lucho-contra-vandor-a-ust
9/framini-anglada-peron-en-la-rosada_21.h ed-lo-mata-el-movimiento-o-lo-mata-la-
tml). Retazos de Historia. 21 de septiembre cia/). Infobae.
de 2013. 251. Beba Balvé y Beatriz Balvé (1989). El 69.
243. Rouquié, 1982, p. 187. Huelga política de masas: Rosariazo –
Cordobazo – Rosariazo. RyR y CICSO.
244. González Espul, Cecilia (24 de abril de
2013). «Primera Parte: Illia y el Movimiento 252. Beraza, Luis Fernando (2007). José
Obrero» (https://web.archive.org/web/2014 Ignacio Rucci. Buenos Aires: B de Bolsillo.
0919071554/http://www.rebanadasderealid ISBN 978-987-627-360-2.
ad.com.ar/espul-13-01.htm). Rebanadas de 253. Lanata, Jorge (2003). «Rucci, soldado de
Realidad. Archivado desde el original (htt Perón». Argentinos II. Buenos Aires:
p://www.rebanadasderealidad.com.ar/espul Ediciones B Argentina S.A. pp.  176-177.
-13-01.htm) el 19 de septiembre de 2014. ISBN 950-15-2259-8.
Consultado el 15 de febrero de 2015. 254. Feinmann, José Pablo. «37. Los 18 años
«Asimismo, (la CGT) reclamó por el de lucha» (https://www.pagina12.com.ar/es
verdadero cumplimiento de la Ley del peciales/archivo/peronismo_feinmann/CLA
salario vital, mínimo y móvil, que ha SE37.pdf). Peronismo: filosofía política de
quedado transformado en un tope del una obstinación argentina. Página/12.
salario mínimo, medidas efectivas contra la «Nadie va a encontrar al sindicalismo
carestía de la vida y una nueva peronista jugándose por el regreso de
investigación por la desaparición del Perón (el paraguas de Rucci es sólo el
obrero metalúrgico Felipe Vallese.» aprovechamiento de una coyuntura a la
245. Godio, Julio (2000). «El internacionalismo que poco habían colaborado) ni activando
como factor de impulso». Historia del durante la campaña electoral. El eje de la
movimiento obrero argentino (1870-2000) I. campaña electoral de 1973 fue la militancia
Buenos Aires: Corregidor. p. 85. ISBN 950- juvenil.»
05-1319-6. 255. Godio 2000.
246. Gasparini, Juan (1988). Montoneros: final 256. Cotarelo, Damián (24 de agosto de 2015).
de cuentas. Punto Sur Editores. p.  42. «Los Montoneros leales, retratados en un
ISBN 950-9889-19-9. nuevo libro» (http://www.autosemanario.co
247. «Mussy, José Gabriel» (http://www.robertob m/en-la-guantera/los-montoneros-leales-ret
aschetti.com/biografia/m/340.html). ratados-en-un-nuevo-libro_1926.html).
Militantes del peronismo revolucionario Auto Semanario.
uno por uno. Consultado el 5 de 257. Lanusse, Lucas (2005). «Las Unidades
septiembre de 2020. Básicas Revolucionarias en Montoneros:
248. «Familiares, amigos y compañeros del un nivel intermedio entre la vanguardia
MTL-CTA realizaron un homenaje a Néstor armada y los frentes de masas» (http://cds
Méndez» (https://www.ctacapital.org/familia a.aacademica.org/000-006/399.pdf). X
res-amigo-y-companeros-del-mtl-cta-realiz Jornadas Interescuelas/Departamentos de
aron-un-homenaje-a-nestor-mendez/). CTA Historia (Rosario: Escuela de Historia de la
Capital. 18 de noviembre de 2015. Facultad de Humanidades y Artes,
Consultado el 5 de septiembre de 2020. Universidad Nacional del Rosario.
Departamento de Historia de la Facultad
de Ciencias de la Educación, Universidad 261. Duzdevich, Aldo (8 de mayo de 2020).
Nacional del Litoral): 18. «Los debates no saldados de la historia
258. Moldovan, Mario (28 de noviembre de reciente: ¿Quién mató a Rucci?» (https://w
2010). «Obras sociales: Otro malentendido ww.agenciapacourondo.com.ar/debates/los
peronista» (https://www.lapoliticaonline.co -debates-no-saldados-de-la-historia-recient
m/nota/columna-498/). La Política Online. e-quien-mato-rucci). Agencia Paco Urondo.
259. Taccone, Juan José (1977). 900 días de 262. Marotte, Javier Pablo (12 de marzo de
autogestón en Segba. Una experiencia 2011). «Perón al poder, Cámpora a su
argentina de participación. Buenos Aires: casa: El interregno de Lastiri» (http://www.r
Fundación 2001. evcienciapolitica.com.ar/num12art8.php).
260. José Amorín, uno de los primeros Revista de Ciencia Política (12). ISSN  1851-
integrantes de Montoneros dice: 9008 (https://issn.org/resource/issn/1851-9008).
"Montoneros era una organización que 263. «Perón Presidente. 22 de agosto. Discurso
tenía diferentes posturas estratégicas y en completo de Firmenich» (http://www.ruinas
tal sentido el operativo para el asesinato de digitales.com/revistas/El%20Descamisad
Rucci fue una idea de algunos miembros o%2015.pdf). El Descamisado I (15). 28 de
que integraban las FAR (...) Ellos tenían agosto de 1973.
estudiado a Rucci, vieron donde 264. «El asesinato de Rucci» (https://www.elterri
descendía, lo tenían medido y empezaron torio.com.ar/el-asesinato-de-rucci-8517986
a analizar un atentado contra él. Para 879819155-et). El Territorio Misiones. 18
marzo de 1973, se integran las dos de septiembre de 2008.
conducciones nacionales, las de FAR y 265. Marcelo Larraquy (9 de julio de 2018).
Montoneros, si bien públicamente se « "La teoría del cerco": los deseos
fusionan en octubre de ese año (...) En ese imaginarios de Montoneros para negar al
momento Montoneros no estaba Perón real» (https://www.infobae.com/histor
convencido de atentar contra Rucci, pero ia/2018/07/09/la-teoria-del-cerco-los-deseo
en el ínterin ocurren los sucesos de Ezeiza s-imaginarios-de-montoneros-para-negar-a
donde se le atribuye parte de la l-peron-real/). Infobae.
responsabilidad al propio sindicalista y eso
empieza a inclinar la balanza de un sector. 266. Pavón, Héctor (14 de febrero de 2016).
De alguna manera gana consenso el tema «Entrevista a María Sáenz Quesada» (htt
de asesinarlo (...) Después de Ezeiza es p://www.clarin.com/cultura/isabelita-peron-
prácticamente donde ya el tema esta firme maria_saenz_quesada-biografia_0_B1Lgu
pero aún bajo discusión. La conducción 6dPXg.html). Clarín. «Perón muere, asume
nacional estaba bastante dividida al Isabel. Aparece un frecuente visitante de
respecto y su referente nacional que era Olivos, Emilio Eduardo Massera. –Massera
Carlos Hobert, tenía posturas era un gran seductor. Yo conversé con
movimientistas por lo cual no iba a armar el mujeres vinculadas a esta etapa, como la
operativo sin consenso. Sin embargo, con secretaria privada de Isabel, Dolores
el desconocimiento incluso de referentes Ayerbe, y veía que Massera tenía una
máximos, la operación se llevó adelante." imagen, entre ellas, de un protector, de un
«Testimonio de José Amorín» (https://web.a hombre galante que les daba seguridad.
Inclusive Isabel creyó que la Junta Militar la
rchive.org/web/20161018113657/http://ww
iba a fusilar, y que si eso no ocurrió fue
w.elortiba.org/amorin.html). El Ortiba.
gracias a Massera. En verdad, la Junta
Archivado desde el original (http://www.elor
tenía un compromiso con el Nuncio papal y
tiba.org/amorin.html) el 18 de octubre de
con la Iglesia de que no se le iba a hacer
2016. La exmilitante montonera Alicia
Pierini desmiente que Montoneros pudiera daño. En 1983 Massera viaja a Madrid y se
haber estado involucrada en el atentado, teme que llegue a haber un
pero admite la posibilidad que hayan sido acompañamiento del peronismo isabelino
las FAR. Pierini, Alicia (13 de agosto de a la candidatura de Massera …».
2009). «Caso Rucci: una nueva hipótesis» 267. Zicolillo, Jorge (2013). La era de los
(https://www.lapoliticaonline.com/nota/colu culatas. La derecha peronista y el
mna-227/). La Política Online. patoterismo sindical. Buenos Aires:
Vergara. p. 245. ISBN 978-950-15-2579-3.
268. Del Corro, Fernando (4 de junio de 2020). de Historia. Facultad de Filosofía y Letras.
«El 'Rodrigazo' que dio inicio a una nueva Universidad de Tucumán).
etapa económica» (https://marcelobonelli.ci 276. «Cronología: la protesta agraria en nuestra
enradios.com/el-rodrigazo-que-dio-inicio-a- historia» (http://www.lanacion.com.ar/1055
una-nueva-etapa-economica/). Página 679-cronologia-la-protesta-agraria-en-nues
Oficial de Marcelo Bonelli. tra-historia). La Nación. 2 de octubre de
269. Basualdo, Victoria (2013 Dosier E. P. 2008. Consultado el 3 de febrero de 2015.
Thompson). «El movimiento sindical «1975- Paro agrario contra el gobierno
argentino y sus relaciones internacionales: peronista. En octubre de 1975, cuando los
una aproximación al impacto e influencia precios de exportación no cubrían ni los
de la CIOSL/ORIT desde fines de los ´40 gastos de producción y la inflación hacía
hasta mediados de los ´80 en la Argentina» que un par de zapatos costaran lo mismo
(https://periodicos.ufsc.br/index.php/mundo que dos vacas, estalló un durísimo paro
sdotrabalho/article/view/1984-9222.2013v5 agrario nacional contra el gobierno de
n10p199). Revista Mundos do Trabalho María Estela Martínez de Perón. Las
(Florianópolis: Associação Nacional de entidades agrarias decretaron 11 días de
História do Trabalho) 5 (10). ISBN  1984-9222 paro sin enviar hacienda al Mercado de
|isbn= incorrecto (ayuda). Liniers. En ese momento, el área cultivada
270. Basualdo, Victoria. «La participación de de maíz de la campaña 1975-1976 alcanzó
trabajadores y sindicalistas en la campaña a 3.705.000 hectáreas, una importante
internacional contra la última dictadura reducción del 4% en relación al año
argentina» (http://www.sociales.uba.ar/wp-c anterior. Este movimiento, junto al plan de
ontent/uploads/16-Exilio-Victoria-Basualdo. lucha de la APEGE (Asamblea
pdf). Universidad de Buenos Aires. Permanente de Entidades Gremiales
Facultad de Ciencias Sociales. Empresarias), en febrero de 1976,
contribuirían a debilitar aún más el
271. «Devaluación del 160% en Argentina y y gobierno peronista.»
alza de 181% en nafta y servicios» (https://
web.archive.org/web/20170218145648/htt 277. «Cronología: la protesta agraria en nuestra
p://www.unla.edu.ar/greenstone/collect/arc historia» (http://www.lanacion.com.ar/1055
hived/index/assoc/HASHd36c.dir/doc.pdf). 679-cronologia-la-protesta-agraria-en-nues
El Sol de México. México. 5 de junio de tra-historia). La Nación. 2 de octubre de
1975. Archivado desde el original (http://w 2008. Consultado el 3 de febrero de 2015.
ww.unla.edu.ar/greenstone/collect/archive 278. Brunetto, Luis (septiembre 2007). «La
d/index/assoc/HASHd36c.dir/doc.pdf) el 18 deuda externa y las causas del golpe
de febrero de 2017. Consultado el 18 de militar de 1976» (https://www.aacademica.o
febrero de 2017. rg/luis.brunetto/2.pdf). XI Jornadas
272. Gerchunoff, Pablo; Llach, Lucas (1998). El Interescuelas/Departamentos de Historia
ciclo de la ilusión y el desencanto. Buenos (San Miguel de
Tucumán: Departamento
Aires: Ariel Sociedad Económica. pp. 469- de Historia. Facultad de Filosofía y Letras.
471. ISBN 950-9122-57-2. Universidad de Tucumán).
273. Oroz, Florencia (7 de julio de 2020). «Julio, 279. Canitrot, Adolfo (1980). «La disciplina
Rodrigazo y después» (https://notasperiodi como objetivo de la política económica. Un
smopopular.com.ar/2020/07/07/rodrigazo-4 ensayo sobre el programa económico del
0-anos-primera-huelga-general-contra-gobi gobierno argentino desde 1976».
erno-peronista/). Periodismo Popular. Desarrollo Económico (Buenos Aires) 19
(76).
274. «Ministro Pedro Bonani». Clarín. 12 de
agosto de 1975. pp. 18-19. 280. Ríos, Sabrina Yael (2007). «El movimiento
obrero durante la última dictadura militar,
275. Bustingorry, Horacio Raúl (2007). «Historia 1976-1983». XI Jornadas
de Apege. La huelga patronal del 16 de Interescuelas/Departamentos de Historia
febrero de 1976» (https://cdsa.aacademica. (Tucumán: Universidad Nacional de
org/000-108/558.pdf). XI Jornadas Tucumán).
Interescuelas/Departamentos de Historia
(San Miguel de Tucumán.: Departamento 281. Núñez, Jorge (23 de diciembre de 2020).
«Diciembre de 1975: el declive final de las
guerrillas en la Argentina» (https://www.perf 293. Arceo, Nicolás; Monsalvo, Ana Paula;
il.com/noticias/opinion/jorge-nunez-diciemb Schorr, Martín; Wainer, Andrés (2008).
re-de-1975-el-declive-final-de-las-guerrillas Empleo y salarios en la Argentina: una
-en-la-argentina.phtml). Perfil. visión de largo plazo. (http://publicacionese
282. Gerchunoff, Pablo; Llach, Lucas (1998). «El conomia.flacso.org.ar/images/pdf/280.pdf).
ocaso de Lord Keynes». El ciclo de la Buenos Aires: Capital Intelectual. p.  19.
ilusión y el desencanto. Un siglo de ISBN 978-987-614-050-8.
políticas económicas argentinas. Buenos 294. «Inflación in Argentina. 1950-1997. Precios
Aires: Ariel. p. 352-357. ISBN 9509122572. al consumidor» (https://commons.wikimedi
283. Cornaglia.[1], Ricardo J. (diciembre de a.org/wiki/File:Inflaci%C3%B3n_en_Argent
2004). «La reforma de la Ley de Contrato ina_1950-1997.png). Gerchunoff, Pablo;
de Trabajo al cumplirse treinta años de su Llach, Lucas (1998). El ciclo de la ilusión y
sanción» (http://www.rjcornaglia.com.ar/14 el desencanto,.
5.--la-reforma-de-la-ley-de-contrato-de-trab 295. «Ley N° 21.356» (http://servicios.infoleg.go
ajo-al-cumplirse-treinta-anos-de-su-sancio b.ar/infolegInternet/anexos/300000-30499
n.html). Revista de Derecho Laboral y 9/303592/norma.htm). Infoleg. 22 de julio
Seguridad Social (23): 1722. de 1976.
284. Merolla, Daniel (21 de mayo de 2013). 296. a Ley 21.260.
«Jorge Videla, el dictador de 'la plata 297. Ley 22.105 publicada el 20 de noviembre
dulce' » (https://www.elterritorio.com.ar/noti de 1979.
cias/2013/05/21/346755-jorge-videla-el-dict
ador-de-la-plata-dulce). El Territorio. 298. Arceo, Nicolás; Monsalvo, Ana Paula;
Schorr, Martín; Wainer, Andrés (2008).
285. Kulfas, Matías; Schorr, Martín (2003). La Empleo y salarios en la Argentina: una
deuda externa argentina. Diagnóstico y visión de largo plazo. (http://publicacionese
lineamientos propositivos para su conomia.flacso.org.ar/images/pdf/280.pdf).
reestructuración (https://www.ciepp.org.ar/i Buenos Aires: Capital Intelectual. pp.  20-
mages/La_Deuda_Externa_Argentina.pdf). 22. ISBN 978-987-614-050-8.
Argentina: Fundación OSDE/CIEPP.
p. 129. ISBN 9879358171. 299. Ghigliani, Pablo (2012). «La resistencia de
Luz y Fuerza a las políticas de la dictadura:
286. Kornblihtt, Juan; Seiffer, Tamara; Villanova, los conflictos de 1976 y 1977» (http://www.
Nicolás. «De la caída relativa a la caída memoria.fahce.unlp.edu.ar/art_revistas/pr.8
absoluta del salario real en la Argentina 961/pr.8961.pdf). Historia regional 25 (30):
(1950-2013)» (http://revistas.usbbog.edu.c 51-71.
o/index.php/GuillermoOckham/article/view/
61/234). Revista Científica Guillermo de 300. Basualdo, Victoria; Barragán, Ivonne;
Ockham 12 (2páginas=41-50). Rodríguez, Florencia. Raggio, Sandra, ed.
«La clase trabajadora durante la ultima
287. Harguindeguy, Albano (20 de abril de dictadura militar argentina» (https://www.co
1979). «Crónica periodística». Clarín (-). misionporlamemoria.org/archivos/educacio
288. Zorzoli, Luciana (enero-abril 2018). «Las n/memoria-en-las-aulas/dossier13.pdf).
intervenciones a organizaciones sindicales Comisión Provincial por la Memoria. p. 11.
durante la última dictadura militar ISSN 1852-4060 (https://issn.org/resource/issn/1852-
argentina: un estudio cuantitativo» (https://c 4060).
ore.ac.uk/download/pdf/322490571.pdf). 301. Buela, Alberto (30 de julio de 2020). «¿Qué
Desarrollo Económico 57 (223). rol desempeñó el grupo de los 25 gremios
289. «La Junta Militar argentina disuelve la combativos en la construcción de la unidad
CGT» (https://elpais.com/diario/1979/11/17/ del movimiento obrero?» (https://www.concl
internacional/311641207_850215.html). El usion.com.ar/gremiales/momentos-del-mov
País. España. 17 de noviembre de 1979. imiento-obrero-argentino/07/2020/).
290. Ley 21.400 publicada el 8 de septiembre Conclusión.
de 1976. 302. Roa, Luis (27 de abril de 2020). «27 de
291. Abós, 36 abril de 1979: primera huelga general
292. Decreto-ley 21.307 del 7 de mayo de 1976. contra la dictadura» (https://www.satsaid.co
m.ar/satsaid/27-de-abril-de-1979-primera-h
uelga-general-contra-la-dictadura/). 314. Comisión Interamericana de Derechos
Satsaid. Humanos (11 de abril de 1980). VIII.
303. «Se cumplieron 41 años de la primera Derechos laborales (http://www.cidh.org/co
huelga contra la dictadura» (https://www.lin untryrep/Argentina80sp/Cap.8.htm).
easindical.com.ar/cumplieron-anos-primera «Informe sobre la situación de los derechos
-huelga-contra-dictadura-n-1601559.html). humanos en Argentina». OEA.
Línea Sindical. 2 de mayo de 2020. 315. Godio y 2000, páginas, «Composición
304. Del Río, Alejandro (30 de abril de 1984). política, estrategia y acciones de la CGT
País «Los sindicatos convocan en Chile la Brasil (1980-1982)», pp. 1120-1123.
primera huelga general bajo el régimen de 316. Godio y 2000, páginas, «Composición
Pinochet» (https://elpais.com/diario/1984/0 política, estrategia y acciones de la CGT
4/30/internacional/452124009_850215.htm Brasil (1980-1982)», pp. 1121.
l}obra=El). 317. Sangrilli, Carla (2012). «La combativa CGT
305. «El Gobierno militar uruguayo reacciona al en tiempos de la guerra de Malvinas
éxito de la huelga disolviendo la (1982)». Revista Escuela de Historia 11
Intersindical» (https://elpais.com/diario/198 (1). ISSN  1669-9041 (https://issn.org/resource/issn/
4/01/19/internacional/443314806_850215. 1669-9041).
html). El País. 18 de enero de 1984. 318. Godio y 2000, páginas, «Composición
306. Godio, 2000, «Dialoguistas y política, estrategia y acciones de la CGT
confrontacionistas», pp. 1116-1120. Brasil (1980-1982)», pp. 1122.
307. Necrológicas (https://www.ituc-csi.org/IMG/ 319. A San Cayetano contra la dictadura militar
pdf/_Report_on_Activities_complet_-_SP.p (https://www.comisionporlamemoria.org/arc
df). «Informe de actividades. II Congreso de hivos/archivo/publicoyconfidencial-II/selecc
la CSI». CSI. Vancouver. 21-25 de junio de ion4.html). «Movilizaciones políticas y
2010. p.  1. «Saúl Edolver Ubaldini... sería sociales bajo la mirada de la DIPPBA,
elegido Secretario General de la 1956–1998. Movilizaciones políticas 1975-
Confederación General del Trabajo de la 1998». Comisión por la Memoria de la
República Argentina (CGT) en 1979.» Provincia de Buenos Aires. Consultado el
308. Godio, 2000, p. 1106. 17 de enero de 2021.
309. El largo amorío de la última dictadura 320. Godio, 2000, p. 1123.
argentina con la URSS, por Sofía 321. López, Ana (2013). La huelga de 1982 y el
Lamberto, Argenpress, 2006 (http://www.de comienzo del fin (http://repositorio.uchile.cl/
batecultural.com/Observatorio/SofiaLamber bitstream/handle/2250/116048/L%C3%B3p
to.htm) ez%20Ana_2013.pdf?sequence=1&isAllo
310. Gilbert, Isidoro (1994). El Oro de Moscú: wed=y). «Desarticulación y resistencia.
historia secreta de la diplomacia, el Movimiento obrero y sindicalismo en
comercio y la inteligencia soviética en la dictadura. Chile y Argentina, 1973-1983».
Argentina. Buenos Aires: Planeta. p. 338. Universidad de Chile. Facultad de Filosofía
311. Mckeague, Kezia (2006). «Extraña alianza: y Humanidades. Santiago de Chile.
relaciones cubano-argentinas en Ginebra, 322. Rotta, Alejandro (30 de marzo de 2012).
1976-19831» (http://www.cadal.org/docume «Una marcha que marcó la historia del
ntos/documento_50.pdf#search=%22Extr movimiento obrero» (https://www.unidiversi
a%C3%B1a%20alianza%3A%20relacione dad.com.ar/una-marcha-que-marco-la-histo
s%20argentino-cubanas%20en%20Ginebr ria-del-movimiento-obrero). Unidiversidad.
a%2C%201976-1983%2C%20Centro%20 323. CGT, «Primero la Patria», 6 de abril de
para%20la%20Apertura%20y%20el%20De 1982, transcripto en Godio, Julio. Historia
sarrollo%20de%20Am%C3%A9rica%20Lat del movimiento obrero argentino 1870-
ina%20Cadal%22). CADAL. 2000 2. Buenos Aires: Corregidor.
312. «Caso núm. 842 (Argentina)» (https://www.i pp. 1128-1130.
lo.org/dyn/normlex/es/f?p=1000:50001:::N 324. «Manifestación de 20.000 personas en
O:::). OIT. 25 de marzo de 1976. Buenos Aires» (https://elpais.com/diario/19
313. Godio, 2000, pp. 1118. 82/09/23/internacional/401580015_85021
5.html). El País. España. 23 de septiembre 340. Godio, 2000, p. 1180.
de 1982. 341. «El desguace del sistema ferroviario en
325. «Trescientos veteranos de la guerra de las Argentina» (https://www.malvinense.com.a
Malvinas insultan a sus oficiales durante r/snacional/an0708/819.htm). El
un acto castrense» (https://elpais.com/diari Malvinense. 29 de septiembre de 2008.
o/1982/12/06/internacional/407977201_85 342. Gasalla, Juan (13 de mayo de 2014).
0215.html). 5 de diciembre de 1982. «...en «Argentina pierde u$s4.000 millones al
Argentina, donde está convocada para año en fletes navieros, a pesar del auge
mañana una huelga general organizada exportador del agro autor» (https://www.info
por las dos principales ramas de la central bae.com/2014/05/13/1564070-argentina-pi
sindical Confederación General del erde-us4000-millones-al-ano-fletes-naviero
Trabajo (CGT) y apoyada por la s-pesar-del-auge-exportador-del-agro/).
Multipartidaria...» Infobae. «En la década del 90 sobrevino
326. Russo, Sandra (18 de diciembre de 2020). una crisis con el desguace de la marina
«El joven asesinado por la dictadura el 16 mercante, profundizada por la autorización
de diciembre de 1982. Dalmiro Flores» (htt para que los buques que navegaran aguas
ps://www.pagina12.com.ar/312780-dalmiro- nacionales fueran de otras banderas.»
flores). Página 12. 343. Delich, Francisco (1997). El desempleo de
327. Di Palma, Gustavo (16 de marzo de 2014). masas en la Argentina. Buenos Aires:
«La 'ley Mucci', el modelo sindical de Norma. ISBN 9789501399042.
Alfonsín que no pudo ser» (http://www.lavo 344. Tarricone, Manuel (1 de mayo de 2015).
z.com.ar/opinion/la-ley-mucci-el-modelo-si «Así evolucionó el salario, el desempleo y
ndical-de-alfonsin-que-no-pudo-ser). La el trabajo no registrado desde 1983» (http
Voz. s://chequeado.com/el-explicador/asi-evoluc
328. Godio, 2000, p. 1157. iono-el-salario-el-desempleo-y-el-trabajo-n
329. Godio, 2000 o-registrado-desde-1983/). Chequeado.
330. «Entrevista a Juan Manuel Casella. La 345. «Se profundiza la concentración de la tierra
batalla perdida de Alfonsín contra los en la Argentina: apenas 1% acapara 33%
gremios» (https://www.infobae.com/2013/0 del territorio» (https://www.ambito.com/politi
3/29/703346-la-batalla-perdida-alfonsin-co ca/se-profundiza-la-concentracion-la-tierra-
ntra-los-gremios/). Infobae. 29 de marzo de la-argentina-apenas-1-acapara-33-del-territ
2013. orio-n3969517). Ámbito. 16 de enero de
331. «Ubaldini no se arrepiente de los 13 paros 2017.
al expresidente» (http://www.lanacion.com. 346. La tasa de asesinatos aumentó un 400%
ar/344267-ubaldini-no-se-arrepiente-de-los entre 1989 y 1996. Rodríguez, Fernando
-13-paros-al-ex-presidente). La Nación. 19 (27 de julio de 2001). «La violencia es
de octubre de 2001. realidad y sensación en la Argentina» (htt
332. Iñigo Carrera, Nicolás (2003). «Las p://www.lanacion.com.ar/322965-la-violenc
huelgas generales, Argentina 1983-2001: ia-es-realidad-y-sensacion-en-la-
un ejercicio de periodización» (http://www.p argentina). La Nación. Consultado el 2 de
imsa.secyt.gov.ar/publicaciones/DT%2033. marzo de 2015.
pdf). PIMSA. Consultado el 25 de 347. Scannone, Juan Carlos (2009). «La
septiembre de 2015. filosofía de la liberación: historia,
333. Delich, Francisco (1997). El desempleo de características, vigencia actual» (http://ww
masas en la Argentina. Buenos Aires: w.scielo.cl/pdf/tv/v50n1-2/art06.pdf).
Norma. ISBN 9789501399042. Teología y Vida L: 59-73.
334. Godio, 2000, p. 1165. 348. Anigstein, Cecilia (02/05/19). «De la
articulación orgánica a la confrontación: la
335. Godio, 2000, p. 1183. CGT y los Gobiernos kirchneristas en la
336. Godio, 2000, pp. 1160-1161. Argentina» (https://journals.openedition.or
337. Godio, 2000, p. 1161. g/cal/9210). Cahiers des Amériques latines
338. Godio, 2000, pp. 1171-1172. 90 | 2019.
339. Godio, 2000, pp. 1168-1171.
349. Paula Abal Medina. «Los trabajadores y rabajadores-y-sus-organizaciones-durante-
sus organizaciones durante los gobiernos los-gobiernos-kirchneristas/).
kirchneristas» (https://nuso.org/articulo/los-t

Bibliografía
Abad de Santillán, Diego (1933). La FORA. Buenos Aires: Nervio. El texto puede ser consultado
en línea aquí (http://www.antorcha.net/biblioteca_virtual/historia/fora/22.html).

Abós, Álvaro (1984). Las organizaciones sindicales y el poder militar (1976-1983). Buenos
Aires: CEAL. ISBN 950-25-0059-8.
Aragón, Hernán (2009). Historia crítica del Sindicalismo en Argentina. Buenos Aires:
Ediciones IPS. ISBN 978-987-22717-7-0 [1] (http://issuu.com/lecturalia/docs/indice).

Baily, Samuel L. (1984) [1967]. Movimiento obrero, nacionalismo y política en la Argentina


[Labor, Nationalism and Politics in Argentina]. Biblioteca Argentina de Historia y política.
Buenos Aires: Hyspamerica. ISBN 9506143706.
Belloni, Alberto (1960). Del anarquismo al peronismo. Buenos Aires: A. Peña Lillo.
Bilsky, Edgardo (1985). La FORA y el movimiento obrero. Buenos Aires: CEAL.
Cornblit, Oscar (1969). «Inmigrantes y empresarios en la política argentina». En Torcuato di
Tella; Tulio Halperín Donghi, eds, eds. Los fragmentos del poder. Serie: Los argentinos Nº
9. Buenos Aires: Jorge Álvarez.

Dávila, Diego (1976). «El 17 de octubre de 1945». El peronismo en el poder (CEAL, ed.).
Buenos Aires: CEAL.
Galasso, Norberto (s.a.). El 17 de octubre de 1945. Buenos Aires: Sudamericana. [2] (http://w
ww.elortiba.org/171045.html#El_17_de_Octubre_de_1945_) consultado 07/04/2006..

Gambini, Hugo (1999). Historia del peronismo I. Buenos Aires: Planeta.

Gerchunoff, Pablo; Llach, Lucas (1998). El ciclo de la ilusión y el desencanto: un siglo de


políticas económicas argentinas. Buenos Aires: Ariel.

Godio, Julio (2000). Historia del movimiento obrero argentino (1870-2000) 2 Tomos.
Corregidor. ISBN 950-05-1319-6.
Iscaro, Rubens (1958). Origen y desarrollo del movimiento sindical argentino. Buenos Aires:
El Ateneo.
Lobato, Mirta Zaida (2007). Historia de las trabajadoras en la Argentina (1869-1960).
Buenos Aires: Edhasa. ISBN 9789505575268.
López, Alfredo (1975). Historia del movimiento social y la clase obrera argentina. Buenos
Aires: A. Peña Lillo.Alfredo López nació en la Capital Federal el 14 de junio de 1904.
Lopresti, Roberto Pedro (2007). Constituciones del Mercosur. Segunda Edición. Buenos
Aires: Editorial La Ley. ISBN 978-987-03-1077-8.
Luna, Félix (1971). El 45. Buenos Aires: Sudamericana. 84-499-7474-7.
Luna, Félix (1964). Yrigoyen. Buenos Aires: Desarrollo.

Matsushita, Hiroshi (1986). Movimiento obrero argentino, 1930-1945. Buenos Aires:


Hyspamérica. 950-614-427-3.
Marotta, Sebastián (1960). El movimiento sindical argentino - Su génesis y desarrollo - 2
Tomos- 1857-1920. Buenos Aires: Lacio.

Marotta, Sebastián (1970). El movimiento sindical argentino - Su génesis y desarrollo -


Tomo III - 1920-1935. Buenos Aires: Lacio.

Oddone, Jacinto (1949). Gremialismo proletario argentino. Buenos Aires: La Vanguardia.


Palacios, Alfredo (1920). El nuevo derecho. Buenos Aires: Claridad.
Perelman, Ángel (1962). Como hicimos el 17 de octubre. Buenos Aires: Coyacán.

Potash, Robert A. (1981). El ejército y la política en la Argentina, 1928-1945. Buenos Aires:


Sudamericana.

Reyes, Cipriano (1973). Yo hice el 17 de octubre. Buenos Aires: GS.


Robles, Alberto José (1987). Breve historia del movimiento obrero argentino 1852-1987: el
rol de la unidad y protagonismo de los trabajadores. Buenos Aires: 9 de Julio.
Robles, Alberto José (2009). Historia del movimiento obrero y el sindicalismo en Argentina
(http://www.trabajo.gob.ar/downloads/formacionSindical/Historia%20del%20Movimiento%2
0Obrero%20y%20del%20Sindicalismo%20en%20la%20Argentina.pdf). Buenos Aires:
Confederación de Educadores Argentinos. ISBN 9789872420345.

Scenna, Miguel Ángel (1974). Braden y Perón. Buenos Aires: Korrigan.


Torre, Juan Carlos (1999). Luis Gay: el Partido Laborista en la Argentina. Buenos Aires:
Biblos. ISBN 950-786-222-6.
Zorrilla, Rubén H (1988). El liderazgo sindical argentino. Buenos Aires: Hyspamérica. 950-
614-739-6.

Enlaces externos
Tarditi, Roberto J. Formación de una fracción de la clase obrera. Las huelgas de 1917 en
los frigoríficos de Zárate, Prrogrrama de Investigación sobre el Movimiento de la Sociedad
Argentina Documento de Trabajo N.º 25 (http://www.pimsa.secyt.gov.ar/publicaciones/DT25.
pdf)
Di Tella, Torcuato S. «La unión obrera textil, 1930-1945», Desarrollo Económico 33, no. 129,
abril-junio de 1993 (https://web.archive.org/web/20031106215551/http://www.educ.ar/educa
r/servlet/Downloads/S_BD_TRAB/CDT_0201.PDF)
Archivo Digital de Historia Obrera de La Plata, Berisso y Ensenada (https://web.archive.org/
web/20110909001822/http://historiaobrera.wetpaint.com/)
«Movimiento obrero argentino» (http://eltopoblindado.com/agrupaciones/movimiento-obrer
o/). El Topo Blindado.

Obtenido de «https://es.wikipedia.org/w/index.php?title=Movimiento_obrero_argentino&oldid=142834054»

Esta página se editó por última vez el 11 abr 2022 a las 02:00.

El texto está disponible bajo la Licencia Creative Commons Atribución Compartir Igual 3.0;
pueden aplicarse
cláusulas adicionales. Al usar este sitio, usted acepta nuestros términos de uso y nuestra política de privacidad.
Wikipedia® es una marca registrada de la Fundación Wikimedia, Inc., una organización sin ánimo de lucro.

También podría gustarte