VAMPIROS

EN EL CASTILLO COLMILLOS

Autor: Erich Ballinger

Ilustrador: Anthony Garner
Traductora: Elisabeth Adell Winkler
Colección: Tucán Rojo
Nº Páginas: 262
Nivel educativo recomendado: Tercer ciclo EP.
AUTOR

Erich Ballinger
Nació en 1943 en Graz (Austria)
Trabajó como profesor toda su vida en su país y en Estados Unidos.
Simultaneó esta tarea con su vocación de escritor e ilustrador, así como con
sus numerosos viajes, sobre todo por Latinoamérica.
Murió en abril de 2002.

ILUSTRADOR

Anthony Garner
Nació en 1968 en Hereford, Inglaterra. En 1993 se trasladó a la ciudad de
Barcelona con sus pinceles y rotuladores y se dedicó durante un tiempo a
pintar caricaturas en las Ramblas. Más tarde comenzaron sus colaboraciones
con diferentes medios de prensa, como el Avui, El País, El Mundo Deportivo y
El Temps, entre otros. También ha ilustrado libros infantiles. Su trabajo más
reciente ha sido la realización de unos dibujos para el libro titulado Carteles
contra una Guerra de GG, que ha obtenido el premio Ciutat de Barcelona de
diseño del 2004.
RESUMEN DEL ARGUMENTO.

Una noche de tormenta, en los bosques de Transilvania, un carruaje con 4

pasajeros (el cazavampiros Tom Tex “El Estacador”, el fabricante de embutidos
y productos cárnicos don Wilhelm Blünzli, su hija Franziska y la institutriz
mademoiselle Chicbinié) y un cochero, tiene un accidente y sus ocupantes
piden refugio en el Castillo Colmillos. Son recibidos por el mayordomo Hansi y
presentados a la familia Colmillos: el barón Vladimir, su esposa la baronesa
Valeska, su hijo Sigfrido y la bisabuela baronesa Zsa Zsa.

Aunque todos los invitados son muy bien recibidos como tales, Estacador se da
cuenta en seguida de que la familia Colmillos son vampiros y pone a todos en
guardia. Pero los Colmillos son unos vampiros modernos que no se dedican a
atacar a los humanos como hacían sus antepasados. A la única a la que le
gustaría seguir mordiendo cuellos es a la bisabuela, pero por “Mordisquitos” (su
dentadura postiza) no puede, y se consuela cambiándose de vestuario (cada
cual más moderno y estrafalario) mil veces en la noche.
Entre Franziska y Sigfrido se produce un flechazo y durante toda la historia no
dejarán de coquetear, sobre todo por parte de Franziska que tiene que vencer
la timidez de su rubio vampiro.

Cuando Estacador, ve en la repisa de la chimenea del castillo un anillo que

según él pertenecía a su desaparecido hermano Tim, acusa a la familia
Colmillos de haberlo matado. Sus palabras ofenden brutalmente al barón
Vladimir de Colmillos que lo reta a un duelo a muerte a media noche.

Pero inesperadamente los acontecimientos dan un giro de 180 grados.

Los aldeanos de un pequeño pueblecito a las faldas de la montaña del castillo,
se sublevan y marchan hacia el Castillo Colmillos dispuestos a acabar de una
vez por todas con los vampiros. La cocinera del cura es la cabecilla del grupo,
llevan a Willi el Borracho como bandera (colgado de una vara de carruaje a
modo de estandarte) y al gendarme cogido del cuello porque el pobre no quiere
participar en la aventura.
Paralelamente se acerca la malvada banda de Mordedor, unos vampiros
malditos y sedientos de sangre, con la misma intención de atacar el castillo.
Gracias al ogro Wanja, su guía rastreador, vienen siguiendo el carromato
dispuestos a darse un banquete con los viajeros. En la banda también
encontramos a Vampana, la novia de Mordedor, y a Enano Diente, un pobre
vampirillo al que todos maltratan.
Mordedor decide adelantarse para abrirle paso a su banda, aunque lo que
realmente pretende es darse el banquetazo él solo y dejar los restos para los
demás.

A medianoche, durante el duelo entre Estacador y Vladimir, se produce la

llegada del doctor psiquiatra Gummsky, que les informa de que está buscando
a un loco que se ha escapado de su hospital, que se cree cazavampiros y se
hace llamar “estacador”. Cuando intentan presentarle a Estacador, éste ha
desaparecido.
Estacador intenta esconderse por el castillo y va a parar a una sala llena de
viejos ataúdes. Ahí se encontrará con Mordedor que también ha llegado al
Castillo. Entre los dos se produce un terrible duelo.

Mientras, Mimí (un murciélago doméstico) informa al barón de la llegada de la

plebe. Éste manda a Hansi a subir el puente levadizo, pero como siempre,
Hansi rompe la cadena y el castillo queda abierto al enemigo. El barón decide
entonces que deben refugiarse en la terraza y allí quedan todos.
Es entonces cuando se desploma una losa y aparecen Estacador y Mordedor
en plena pelea. Y cuando la historia vuelve a girar otros 180º.
Estacador ve el anillo que lleva Mordedor y lo reconoce. Mordedor es Tim, el
desaparecido hermano de Estacador. Ambos hermanos, o mejor dicho
hermanastros se adoran y emocionados se abrazan entre los aplausos de
todos los que están en la terraza. Además, la institutriz, hace ver a todos que el
anillo de Mordedor es el mismo que el que tenía el barón en la chimenea y este
reconoce que es el símbolo de los Colmillos, por lo que Mordedor es admitido
como parte de la familia. Estacador decide dejar su trabajo de cazavampiros y
Mordedor pasar a ser un vampiro decente.

Mientras, los aldeanos llegaron a la puerta del castillo... en el mismo momento

en que lo hacía la banda de Mordedor. Los dos grupos se lanzaron a una
cruenta batalla, teniendo como espectadores a todos los de la terraza. La
batalla fue tan ciega que muchos lastimaban y herían a los de su propio bando,
hasta que cansados y doloridos ambos grupos deciden huir.
Mientras, Enano Diente que había quedado sepultado horas antes y se había
perdido la pelea, llega al castillo y decide entrar.

Y la historia vuelve a girar, cuando en la terraza todos quedan petrificados ante

la presencia de un terrorífico esqueleto-momia que aparece de repente,
secuestra a Franziska y escapa con ella, escalando hasta lo más alto del
castillo, donde queda agarrado al mástil de la bandera de la torre.
Es el tatarabarón Dentellada en el Cuello, uno de los más sangrientos
antepasados de la familia Colmillos, que parece haber resucitado tras la pelea
de Estacador y Mordedor en la sala de los ataúdes.
Entonces un rayo precipita los hechos, pues al dar en el mástil desintegra al
tatarabarón y Franziska cae al vacío. Sigfrido, que no pierde detalle, vuela en
salvación de su amada y consigue cogerla en el último segundo y la lleva de
vuelta a la terraza. Allí deciden informar a su familia de que han decidido
prometerse en matrimonio y todos lo celebran.
Entonces aparece Hansi con un nuevo amigo en el bolsillo. Se trata de Enano
Diente que Mimí reconoce como un vampiro que la recogió, curó y cuidó hace
muchos años, y como tal lo ha presentado. Por fin Enano Diente encuentra
amigos y cariño.
Para remate, aparece Vampana, y ante el asombro y emoción de ésta, Tim
(antes Mordedor) la presenta como su novia.
Y como ya despunta el amanecer, deciden todos irse a dormir a sus ataúdes.
Los invitados disponen de unos muy cómodos, tamaño XL y acolchados.
Por su parte, los aldeanos, escarmentados, deciden no volver a salir de batida
contra los vampiros. Y vuelven a hacer su vida normal. Incluso Willi el Borracho
decide dejar la bebida.
Y de la banda de Mordedor solo quedaron dos, también escarmentados y
maltrechos, por lo que uno decide volverse a casa de su mamá, y el otro, que
resulta ser el ogro Wanja, decide dejar tan mala vida e ir en busca de
Walpurga, al parecer una ogra que le gusta.
ANÁLISIS DE LA OBRA

GÉNERO:

"Cuento.
"Terror.
"Humor.

TEMAS PRINCIPALES:

"Educación Moral y Cívica.

"Familia
"Educación para la Paz.

TEMAS SECUNDARIOS:

"Amistad – Amor.
"Educación para la Salud.
"Tradiciones y culturas.
"Tolerancia – Solidaridad.

ESTRUCTURA:

Este relato viene estructurado en ocho capítulos.

En cada uno de ellos nos dividen a su vez tres partes, donde van narrándonos
lo que les sucede a tres grupos de personajes bien diferenciados: viajantes y
familia Colmillos; aldeanos; y banda de Mordedor.
Por lo tanto, la narración no es lineal sino a saltos. Pero el escritor es tan hábil
que con ello consigue mantener siempre intrigado al lector, e incluso como él
mismo anota en algunos prólogos de los capítulos, hace muy difícil dejar la
lectura del libro al finalizar un capítulo, pues estás desando saber qué va a
ocurrir en el siguiente.
Además el escritor ha sabido compaginar los momentos de más tensión y
violencia con finales humorísticos.