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Sofía Michelle Gutiérrez Ortuño

30/06/2022

Santo Tomás De Aquino “Leyes”

H. Filosofía Medieval Prof. Mariana


Méndez

1. Encuadre del tema de las leyes en Santo Tomás de Aquino.


Desde el siglo XII una gran cantidad de filósofos, teólogos, moralistas y juristas han
intentado explicar cuál ha sido su concepción del derecho. Estas explicaciones,
frecuentemente marcadas por un cariz exegético muy apegado al texto, han intentado tomar
en cuenta el conjunto de la obra del aquinate, las ideas claves y la estructura de su
pensamiento. la escuela tomista iniciada en la primera escolástica por los discípulos de
santo Tomás de la orden de los Predicadores (dominicos) intentó ser lo más fiel posible al
pensamiento de su fundador, sin apartarse un ápice de ninguna de sus ideas. la segunda
escolástica ya irá más suelta de huesos en su explicación del derecho, y aún mayor
desapego se tendrá en la posteridad. Si bien en el mundo reformado por los protestantes se
perdió el interés por los estudios tomistas, en el sector donde operó la contrarreforma el
ideal de fidelidad al pensamiento tomista retornará con nuevas fuerzas en diferentes épocas,
a impulsos de los reiterados llamados del Magisterio de la Iglesia. recordamos que Tomás
de Aquino fue canonizado en 1323, declarado Doctor de la iglesia en 1567 y obtuvo el
título de “Patrón de las universidades y centros de estudio católicos” en 1880.
Constantemente los pontífices han aconsejado el estudio de su doctrina, incluso mediante
leyes y decretos. Ello hará surgir un gran número de explicadores de la doctrina tomista,
que generalmente parafrasearán o copiarán de manera literal algunos artículos de la Suma
Teológica para mostrar el pensamiento clásico de la Iglesia. (
2. Antecedentes teóricos para comprender el tema:
Consideraciones a tomar en cuenta en santo Tomás de Aquino en sus textos:
l. La filosofía de Santo Tomás en sí misma es independiente de la fé. En sus principios y
en su estructura sólo se basa en la razón o en la experiencia.
2. Sin embargo, la filosofía tomista, como toda la filosofía, está sometida al magisterio de
la fé, en el sentido siguiente: Toda proposición de un filósofo que destruya una . verdad
revelada es evidentemente un error. De esta manera la fé es la norma límite de la
filosofía, es como la estrella que la guía, "veluti stella rectrix".
Por todo lo dicho, debemos concluir que las afirmaciones filosóficas de Santo Tomás
valdrán. tanto cuanto valgan las razones por él aducidas para probarlas y en cuanto esas
razones y afirmaciones no pugnen con los datos ciertos de la fe.
(Lucrecio Jaramillo Vélez, Ley en tomas de Aquino)
¿Qué pasó con la escuela tomista?
Defendió lo que entendía era la correcta interpretación del pensamiento jurídico de su
fundador, principalmente la segunda escolástica y de ahí se difurcaron diversos autores que
a partir de otros postulados tomistas, defendieron diversas tesis.
¿Qué dicen los comentaristas Jurídicos de los textos de Santo Tomas?
- Se disputan en el campo ético si está escrito en primera o en 3era persona, en la
primera parte de la alta e inmutable ley eterna del creador para descender por el
universo para vincular al hombre, y en la 3era persona, es la que está más vigente en
nuestros días, donde parte de la realidad concreta de la persona humana,
determinada por sus fines, inclinaciones y acciones, para juzgar su actuar.
- Normalmente lo usan o para explicar el pensamiento de Santo tomás o sólo lo citan
para fundamentar sus teorías.
-
- Clasifican sus textos dependiendo de lo que se hable de él:
- b las de los autores que ponen más acentos en el Tratado de las Leyes de
santo tomás, en contraposición con las que se centran en la Secunda Secundae
donde se identifi-ca el derecho con la res iusta;
- las diversas fundamentaciones del derecho que se atribuyen a Tomás de Aquino; las
diferentes aproximaciones que se dice que él.
-
las que toman en cuenta la analogía del término ius y las que no;
de aquí se puede desprender una controversia que se entiende a la ley como
cierta medida del IUS (conjunto de reglas que conforman un ordenamiento
jurídico) y también al Ius naturalismo (que no fue propiamente dicho por
Tomás de Aquino).
Y así Tomás de Aquino habló en múltiples ocasiones de la analogía, usando esta noción
metafísica para explicar muy variados temas. también la aplicó, sin designarla como tal, al
derecho. En concreto, dijo que:

“es frecuente que los nombres se desvíen de su primera acepción, para designar
otras cosas, como el nombre de ‘medicina’ se asignó, en un principio, para designar
el remedio que se aplica al enfermo para curarlo. luego pasó a significar el arte por
el que se hacía esto. así también sucede con el nombre de ‘derecho’, que se asignó
primero para significar la misma cosa justa. Pero, después, derivó hacia el arte con
el que se discierne qué es justo; y, ulteriormente, a designar el lugar en el que se
otorga el derecho; así, por ejemplo, se dice que alguien comparece ante el derecho;
finalmente, también se denomina derecho a la sentencia que es pronunciada por
aquel a cuyo oficio pertenece hacer justicia, incluso a pesar de que lo que decida sea
inicuo”3. (suma teológica II-II, q. 57,a, 1, ad1)

Y aquí caemos en la discusión de que si este era derecho era la “res ilustra” (la cosa
justa), o separándose de esa línea subjetivista. Como nos dice el autor de “derecho
en santo tomás” :

“nos parece sumamente relevante que los autores que explican el pensamiento ju-
rídico tomista comiencen por esta sencilla y profunda observación, cosa que no
siempre se hace. Muchas veces la omisión se debe a temas de espacio. las expli-
caciones más breves suelen obviar esta observación para decir inmediatamente que
la noción tomista del derecho es la de la cosa justa. algún autor (v. gr. SoAJe) ha
negado la analogía del término separándose expresamente en este punto de la línea
tomista5. “

Antecedentes del concepto de la ley


Para empezar este apartado de las leyes en Santo Tomás de Aquino, debemos cuestionarnos
principalmente sobre lo que significa ley. Podríamos decir en primera instancia que:
“Es la regla que prescribe o prohíbe una acción; en una palabra, es la regla de una
actividad. Siendo esto así, la extensión de la idea de ley se nos presenta inmediatamente
como universal; donde quiera que se haga algo, ha de haber una regla conforme a la cual
dicha cosa se hace y, en consecuencia, una ley.”(Diccionario de filosofía Abbagnano, Ley)
Con todo, esta definición sería incompleta y vaga. Para ello nos vamos remontar un poco
atrás de la era de Santo tomás de Aquino para comprender sus influencias para
consecuentemente establecer lo que para él es la ley y ver que no existe sólo un tipo de ley:
“Hay dos tipos de leyes: las naturales y las jurídicas, en el caso de la segunda, surgió en
la antigua Grecia, por la transferencia al mundo natural de ese concepto de justicia
o de orden elaborado en relación con el mundo humano (cf. Jaeger, Paideia, I,
cap. 6; trad. esp.: Paideia, México, 1962, F.C.E., I, cap. VI, pp. 103 ss.).
Anaximandro fue el primero en transferir la noción de diké del mundo de la polis al
mundo de la naturaleza y entendió el nexo causal entre el nacer y el perecer de las
cosas como la ley que preside una contienda judicial en la cual todos los seres,
según dice, "deben pagarse recíprocamente la pena de su injusticia en el orden del
tiempo” (Fr., 9, Diels). Heráclito, a su vez, concibió esta ley como la misma razón
o Logos, del cual según decía, “se nutren todas las Leyes humanas” (Fr. 114,
Diels). Aun cuando Platón (cf. Tim., 83 e) y Aristóteles {De Cael., I, 1, 268 a 13)
usen sólo excepcionalmente la expresión “Ley de naturaleza”, el concepto de la
racionalidad, Ley de la naturaleza y de la expresión de tal racionalidad en
proposiciones universales y necesarias ha prevalecido, precisamente por ellos, en la
historia de la filosofía. Lucrecio se sirvió de la expresión "pacto de naturaleza"
(foedus naturae; De rer. naí., V, 57; 924; VI, 906). Y el concepto estoico del
destino o de lo providencia es expresión del mismo punto de vista (Dióg. L., VII,
149). Plotino admitió, también para las cosas que se sustraen al destino, una Ley
que resulta directamente del Intelecto divino (Enn., IV, 3, 15)” (Diccionario de
Filosofía Abbagnano)
Ya de entrada, podemos observar la influencia Aristotélica y de Plotino que pudieron haber
llevado a Santo Tomás de Aquino a recolectar información de dichos autores y establecer
su propio concepto de ley:
"La ley es una cierta regla y medida de los actos que induce al hombre a obrar o lo
retrae de ello . . . Ahora bien, la regla y medida de los actos humanos es la razón�
principio primero de esos mismos· actos. En efecto, a la razón práctica incumbe ordenar
las cosas en consideración al fin, que es el primer principio en el orden de la operación,
como lo enseña Aristóteles. Ahora bien, en todo género de cosas, aquéllo que tiene razón
de primer principio, es medida y regla de cuanto bajo ese principio se halla contenido. La
ley es pues algo propio de la razón".
"Para que la voluntad tenga carácter de ley, precisa ser regulada por la razón; sin esa
regulación, semejante voluntad no sería ley sino más bien iniquidad".
Influencia de Aristóteles en su tratado jurídico.

Estructura de los textos en Tomás de Aquino:


En el texto podemos observar que se sigue una articulación muy bien definida, en donde
primero tenemos el tema a cuestionar, puesto como “cuestión” donde es el conjunto de
preguntas que se van a analizar detenidamente para dar una dialéctica y proceder a un
veredicto que se desarrolla con el artículo, donde se estructura la pregunta concisa a abarcar
para dar pie a las objeciones, que tienen como finaliad impugnar la proposición que será
expuesta en la contra oposición (o respuesta a la objeción) donde buscara desarticular los
argumentos antes dados y así poder dar una solución, ósea un dictamen e la certeza
proposición , dejando así resuelta la duda puesta sobre la mesa.

2. Desarrollo del argumento filosófico y análisis del texto:

Cuestión 90.- De la esencia de la Ley


Para entender este apartado, tenemos que tomar en cuenta que ya habló de los
principios exteriores de nuestros actos, el principio exterior que nos inclina al mal es
el diablo, y el principio exterior que nos mueve al bien es Dios, que nos instruye
mediante la Ley (como vamos a ver más adelante).
Para Tomás para entender la ley, primero se debe estudiar, en primer lugar, la ley en
común (q.90), y luego en sus partes (q.93). En lo que se refiere a la ley en común, tres
son los aspectos que se ofrecen a nuestra consideración: primero, su esencia; luego,
sus clases (q.91) y en tercer lugar, sus efectos (q.92).
Ya de ahí le sigue que, Las cuestiones 93 a 95 de la Prima Secundae de la Suma
Teológica hablan sobre la ley eterna, la ley natural y la ley humana. Esta sección
contiene una visión del derecho (derecho-ley) más corrida a la tercera persona;
(algunos autores ven aquí el derecho como conjunto de normas externas,
coercitivas o educadoras), que de alguna forma caen de lo alto. se mira al derecho
de una forma más o menos despersonalizada, como algo que tiene su origen fuera de
la persona y que en un momento dado incide en ella. las interpretaciones más
apegadas a la Suma Teológica comienzan observando que la ley eterna —donde se
encuentra el derecho natural— primero está en Dios como causa y luego en el hombre
de forma participada.
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Artículo 1.- ¿La ley, pertenece a la razón?
Es aquí donde como anteriormente ya habíamos comentado, se abre la definición de lo
que son las leyes en santo tomás, con el siguiente enunciado:
“La ley es una regla y medida de nuestros actos según la cual uno es inducido a obrar o
dejar de obrar; pues ley deriva de ligar ; porque obliga en orden a la acción.”
Y esto no sólo se queda aquí, ya que ahora agrega la justificación metafísica del por qué
esto se deriva de tal forma:
“constituye el primer principio de los actos humanos, puesto que propio de la razón es
ordenar al fin , y el fin es, según enseña el Filósofo , el primer principio en el orden
operativo. Pero lo que es principio en un determinado género es regla y medida de ese
género, como pasa con la unidad en el género de los números y con el movimiento primero
en el género de los movimientos.”
Y aquí es donde podemos dar la conclusión de que la ley SÍ pertenece a la razón.
Y el comentarista Lucracio Jaramillo Vélez agregaría en este punto que:
“ya podemos definir el concepto ley, con la famosa definición de Santo Tomás "ley, dice,
es cierta prescripción de la razón, en orden al bien común, promulgada por aquél que tiene
el cuidado de la comunidad". Qué gran diferencia entre la moderación, la bondad, el sentido
humano, de esta definición con las clásicas romanas germen de todas las modernas teorías:
"lex est quod populus iubet atque constituit" (Gayo) "lex est quod princeps voluit"
(Ulpiano) .”
Y aquí podemos agregar con Copleston que:
“La razón ordena, pues, que la especie sea propagada y los hijos educados, y que debe
buscarse la verdad, especialmente aquella verdad que es necesaria para la consecución del
fin del hombre. Así pues, la obligación es impuesta por la razón, pero está fundada
inmediatamente en la naturaleza humana misma; la ley moral es racional y natural, en el
sentido de que no es arbitraria o caprichosa: es una ley natural, lex naturalis, que tiene su
base en la misma naturaleza humana, aunque es enunciada y dictada por la razón.”
Y así entonces acabamos este capítulo con la concluimos que la regla y medida de los
actos humanos es la razón, cuya virtud es el inducirse a obrar , ya que esta permite
tener phisis (orden) de las cosas a su fin (que ya veremos en el siguiente artículo que
será el principio de ordenación).

Artículo 2: Del fin de la ley


En este apartado se cuestiona lo que ORDENA a la ley, la que la rigue, así que como
ya dejamos en claro en el artículo anterior, que la ley, al ser regla y medida de los
actos humanos, pertenece a aquello que es principio de estos actos. Pero así como la
razón es principio de los actos humanos, también hay en la razón misma algo que es
principio de todo lo demás, a lo cual, por tanto, ha de responder la ley de manera
principal y primaria. Ahora bien, el primer principio en el orden operativo, del que se
ocupa la razón práctica, es el último fin. Y, como el último fin de la vida humana,
según ya vimos (q.2 a.7; q.3 a.1; q.69 a.1), es la felicidad o bienaventuranza, sigúese
que la ley debe ocuparse primariamente del orden a la bienaventuranza.
En contraparte, vemos su influencia aristotélica en donde, según en la historia de la
filosofía de Copleston:
“La ley natural, promulgada por la razón, ¿no tiene un fundamento trascendental? La ética
eudemonista de Aristóteles armonizaba, desde luego, con su perspectiva general finalista;
pero no se basaba en Dios, ni podría haberse basado en Dios, puesto que el Dios de
Aristóteles no era creador ni ejercía providencia: era causa final, pero no primera causa
eficiente ni causa ejemplar suprema. En el caso de santo Tomás, por el contrario, habría
sido extraordinariamente extraño que la ética se dejase sin una conexión demostrable con la
metafísica, y en realidad encontramos esa conexión puesta de relieve.”
Artículo 3: De la causa de la ley
Según Santo Tomás, es la colectividad la que ha de dictar las leves. "La lev, dice (II, 1, q.
90, a. 3), tiene como fin primero v fundamental dirigir hacia el bien común. Ahora bien,
ordenar algo para conseguir el bien común es propio de toda colectividad (multitudo), o de
quien hace las veces de toda la colectividad. Por consiguiente, establecer leyes corresponde
a toda la colectividad o a la persona pública que cuida de la colectividad entera; porque en
todas las cosas sólo puede dirigir hacia el fin aquel a quien el fin mismo pertenece." De este
modo, Santo Tomás afirmó explícitamente el origen popular de las leyes.

Artículo 4: De la promulgación de la ley

Aquí Lucrecio nos ayuda en la interpretación con:


“la ley es su promulgación: es necesario que aquéllos que están sometidos a la ley, la
conozcan. La promulgación viene a traer la ley al conocimiento del pueblo.”

Cuestión 91.- Clases de Leyes


Artículo 1: ¿Existe la ley eterna?

puede establecerse que hay que concebir la sabiduría divina como ordenadora de las
acciones humanas hacia su fin. Dios, para decirlo en forma algo antropomórfica, tiene una
idea: constituye la ley eterna. Como Dios es eterno, y su idea del hombre y que se requieren
para la consecución del fin del hombre, y la sabiduría divina, en cuanto dirige los actos del
hombre a la consecución de ese fin, constituye la ley eterna.Esa ley eterna, existente en
Dios, es el origen y fuente de la ley natural, la cual es una participación de la ley eterna.la
influencia de la pasión y de las inclinaciones que están en desacuerdo con la recta razón
puede extraviar a los hombres, y como no todos los hombres tienen el tiempo, o la
capacidad, o la paciencia que se requieren para descubrir por sí mismos la totalidad de la
ley natural, era moralmente necesario que la ley natural fuese positivamente expresada por
Dios, como lo fue por la revelación del Decálogo a Moisés.
«Puesto que el hombre está destinado al fin de la beatitud eterna, que excede la capacidad
de la facultad natural humana, era necesario que, además de la ley natural y de la ley
humana, fuese también dirigido a aquel fin por una ley puesta por Dios.» 91,4

“Es muy importante que se advierta con claridad que la fundamentación de la ley natural en
la ley eterna, la fundamentación metafísica de la ley natural, no significa que la ley natural
sea caprichosa o arbitraria, es decir, que podría ser distinta de como es: la ley eterna no
depende primariamente de la voluntad divina, sino de la razón divina, que considera la idea
ejemplar de la naturaleza humana. Dada la naturaleza humana, la ley natural no podría ser
de otro modo que como es. Por otra parte, no debemos imaginar que Dios esté sometido a
la ley moral, como algo aparte de Él mismo. Dios conoce su esencia como imitable en una
multiplicidad de modos finitos, uno de los cuales es la naturaleza humana, y en esa
naturaleza humana discierne Dios la ley de su ser y la quiere; la quiere porque se ama a sí
mismo, como Bien Supremo, y porque no puede ser inconsecuente consigo mismo. La ley
natural se fundamenta, pues, últimamente en la esencia divina misma, y por eso no puede
cambiar. Dios quiere, indudablemente, la ley moral, pero ésta no depende de un acto
arbitrario de la voluntad divina. Por lo tanto, decir que la ley moral no depende
primariamente de la voluntad divina no equivale ni mucho menos a decir que haya una ley
moral que de alguna misteriosa manera se encuentre más allá de Dios y le
gobierne.”COPLESTON
En conclusión : En La ley es el dictamen de la razón práctica en el soberano que gobierna
una sociedad perfecta. PERO está regido por la divina providencia, y así se da que Dios sea
el supremo monarca del universo y como la razón divina no concibe nada en el tiempo, sino
que su concepción ES ETERNA por fuerza de la LEY que debe ser ETERNA.

Artículo 2: ¿Hay ley natural?


Según Santo Tomas, hay una ley eterna, o sea, una razón que gobierna todo el universo y
que existe en la mente divina; de esta ley eterna, la ley de la naturaleza, que está en los
hombres, es un reflejo o una "participación" (S. th., II, 1, q. 91, a. 1-2).
Esta ley de naturaleza se concreta en tres inclinaciones fundamentales: 1a una inclinación
hacia el bien natural, que el hombre comparte con cualquier sustancia, la cual —en cuanto
tal— desea la propia conservación; 2a una inclinación especial a actos determinados, que
son aquellos que la naturaleza ha enseñado a todos los animales, como la unión del macho
con la hembra, la educación de los hijos y otros parecidos; 3a la inclinación al bien según la
naturaleza racional que es propia del hombre, como lo es la inclinación a conocer la verdad,
a vivir en sociedad, etc. (S. tb., II, 1, q. 94, a. 2). Además de esta ley eterna, que es para el
hombre ley de naturaleza, existen otras dos clases de leyes: la humana 'inventada por los
hombres y merced a la cual se dispone de modo particular de las cosas a las que se refiere
la lev de naturaleza" (Ib., II, 1, q. 91, a. 3) ; v la divina que es necesaria para encaminar al
hombre a su fin sobrenatural (Ib., a. 4) Santo Tomás afirma, conforme a la teoría del
derecho natural que no es ley la ley que no sea justa y.. que por lo tanto "de la lev natural,
que es la primera regla de la razón, debe derivarse toda lev humana" (Ib., q. 95, a. 2).

Artículo 3: ¿Existe ley humana?


Para este apartado, me gustaría poner aquí lo mejor explicado por Lucrecio para
entender y comprender si realmente existe la ley humana para Santo Tomás:
“Santo Tomás comienza el estudio sobre :a ley humana preguntándose si ella es útil y
si no bastaría con la ley natural, dejando al arbitrario del juez el cuidado de su
aplicación. El santo doctor rechaza el arbitrio judicial obsoluto, por 3 razones,
concordes con las de Aristóteles:
1) Es mucho más fácil encontrar unos pocos sabios
• capaces de legislar que no muchos competentes para juzgar;
2) El legislador lleva a cabo su labor después de prolongado estudio, mientras que el
juez tiene que fallar de improviso;
3) La inirada del legislador es más vasta y en orden al provenir, �11ientras que el
juez falla en un caso particular, en donde fácllmente puede deslizarse la simpatía o la
antipatia. -Fundada en estas razones la utilidad de la ley humana, pasa el filósofo a -
mostrarnos· como era se deriva de la ley natural.
La ley humana se deriva de la ley natural por 2 vías:
1) Por vía de conclusión, por ejemplo, el precepto "nunca es lícito el asesinato" deriva
de este otro más general "a nadie debe hacerse el mal".
2) Otros derivan por vía de determinación: asi por ejemplo, la ley natural prescribe
que aquel que delinca de be ser castigado, pero no dice ni como ni cuanto. Tales
determinaciones corresponden a la ley humana, que las hará teniendo en cuenta las
circunstancias de tiempo y de lugar, y el mal que se quiere evitar o el bien que se
quiera proteger .
3) También es función de la ley humana reglamentar materias moralmente
indiferentes, cuya reglamentación sea útil a la vida social, como por ejemplo el tráfico
de vehículos en una ciudad.
Por lo que, agregamos de Copleston que:
“la ley moral es la que es porque Dios es el que es, ya que la misma naturaleza humana, la
ley de cuyo ser se expresa en la ley natural, depende de Dios. “

Cuestión 105.- Razón de los preceptos judiciales


Artículo 1: Si la ley vieja ordenó convenientemente lo que nos toca a los príncipes.
cree que entre las formas de gobierno citadas por Aristóteles, la mejor es la monarquía, es
decir, la que mejor garantiza el orden y la unidad del Estado v la más semejante al gobierno
divino del mundo (De regimine princ., I, 2). Pero si bien el Estado puede encaminar los
hombres hacia la virtud, no puede encaminarlos a gozar de Dios, que es su fin último. Este
gobierno espiritual sólo corresponde a aquel rey que no sólo es hombre, sino también Dios,
es decir, a Jesucristo. Y, como el fin menos alto está subordinado al más alto y supremo,
del mismo modo el gobierno civil ha de subordinarse al religioso propio de Cristo y que
Cristo confió no a los reyes terrenales, sino al Papa. ' A el, como al mismo Señor Jesucristo,
han de estar sometidos todos los reyes del pueblo cristiano. Pues a aquél a quien
corresponde velar por el fin último han de someterse los que cuidan de fines subordinados:
éstos han de estar bajo su mando" (De reg. pnnc., I, 14).
ABBAGNANO HISTORIA

4. Glosario:
LEY: “ordenación de la razón para el bien común dada a conocer adecuadamente
por aquél a quien compete cuidar de la comunidad”. Ley es, pues, el establecimiento de
un orden racional a modo de norma o medida.
LEY ETERNA: Puesto que en el universo hay orden y la ley es ordenación, cabe
decir que existe una ley universal. Considerada desde quien la instituye (Dios), esta ley
universal se denomina ley eterna.
LEY NATURAL: La ley eterna regula de distinto modo el comportamiento de los seres
irracionales y el del hombre: 1)aquéllos son regidos por leyes físicas, mientras que 2)
los seres humanos son regidos por leyes morales acordes con su razón y libertad. El
conjunto de estas leyes morales es la ley natural. La ley natural es, pues, “la
participación de la ley eterna en la criatura racional” (Suma teológica), es la parte de la ley
eterna que se refiere al hombre como ser racional y libre”. (cómo cito esto?)

5. Bibliografía: Listado de toda la bibliografía utilizada para construir este protocolo,


incluidos los textos del autor/a leídos para la sesión. Seguir adecuadamente el sistema de
citación ATELA.

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