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Asignatura: Español II.

ID: 2621.

Nombre: Leocadia Cepeda.

Profesora: Daniel Roque.


Después de consultar el material propuesto sobre los textos
argumentativos realiza las siguientes actividades:

1-Investiga sobre el tema de la argumentación y realiza un resumen


de lo investigado.

Una argumentación es un texto que tiene como fin o bien persuadir al


destinatario del punto de vista que se tiene sobre un asunto, o bien convencerlo
de la falsedad o veracidad de una teoría, para lo cual debe aportar determinadas
razones. Aparte de esta intención comunicativa, el texto argumentativo se
caracteriza por una organización del contenido que lo define como tal: se
presentan unas opiniones, que deben ser defendidas o rechazadas con
argumentos, y que derivan de forma lógica en una determinada conclusión o
tesis.

Se trata de un ejercicio común en ámbitos de confrontación de ideas, como los


parlamentos nacionales, los debates públicos o las negociaciones. Se considera
saludable para la convivencia democrática y para la pluralidad de opiniones, ya
que permite el contraste apasionado de ideas, en lugar de recurrir a la violencia.

Características de la argumentación.

En líneas generales, todo ejercicio de argumentación cumple con las siguientes


características:

· Aspira a convencer, a modificar el punto de vista contrario, o sea, a la


persuasión.

· No consiste simplemente en opinar, sino en sustentar las opiniones de


manera comprobable.
· Se basa en la construcción y el manejo de argumentos. Emplea para ello
premisas, datos e información para sustentar lógicamente un punto de vista.

· Apela a la razón y no las emociones.

Estructura de la argumentación.
La argumentación no consiste en el manejo libre de las premisas, sino que se
apega a ciertas estructuras para resultar eficaz. Así, debe constar de:

· Una tesis a defender, o sea, a favor de la cual se argumenta.

· Un conjunto de premisas a partir de las cuales se desprende la tesis.

· Un argumento que vincula las premisas con la tesis a demostrar.

Tipos de argumentaciones.

Los argumentos pueden clasificarse de acuerdo a diferentes criterios, como son:

· Según su capacidad de persuasión. Esto es, según qué tanto convenzan al


otro, podemos hablar de argumentos débiles (fáciles de rebatir), argumentos
sólidos (difíciles de rebatir) o argumentos irrefutables (imposibles de rebatir).

· Según su validez formal. O sea, según se adapten o no a un modelo de lógica


riguroso, podemos diferenciar entre argumentos válidos e inválidos.

· Según su contenido. Es decir, según el tipo de argumentos que proponen,


podemos distinguir entre diversas tendencias, enmarcadas en categorías de tipo
social y cultural que pueden variar, pero que a grandes rasgos son:

· Tópico de la existencia. Aquellas cosas presentes se prefieren siempre a las


inexistentes. Por ejemplo: “Yo también amo el cine, pero hoy no hay función”.

· Tópico de la utilidad. Aquello útil y productivo se prefiere siempre a lo inútil u


ocioso. Por ejemplo: “No sigas perdiendo el tiempo con eso, si no lo vas a lograr”.

· Tópico de la moralidad. Aquello que se ciñe a las ideas tradicionales de bien y


mal, es preferible a lo que no. Por ejemplo: “Una señorita de su casa no debería
andar tan tarde por la calle”.
· Tópico de la cantidad. Aquello más abundante es preferible a lo escaso. Por
ejemplo: “Mejor llévate el vestido azul, ese color se está usando mucho”.

· Tópico de la calidad. Aquello que se valora como de mejor calidad, es


siempre preferible a lo otro. Por ejemplo: “Prefiero comprar un solo pantalón,
pero que sea de buena marca”.

2-Lee y analiza el siguiente texto argumentativo y explica de qué trata


su contenido.

Los videojuegos: un nuevo espejo en que mirar nuestra cultura


Cada cierto tiempo, un joven o un grupo de jóvenes del mundo industrializado
comete una atrocidad que les cuesta la vida a sus compañeros y sus maestros del
colegio, o a los desafortunados transeúntes de un centro comercial. Y cada vez
que ello ocurre aparecen en los medios de comunicación los sospechosos
habituales: el rock pesado, las historietas y, en especial, los videojuegos. Se los
acusa de contaminar las mentes de los niños con violencia, de expresar
“antivalores” y de ser una influencia nefasta en la sociedad contemporánea.

Se trata de una acusación ingenua, conservadora, más dispuesta a buscar un chivo


expiatorio cualquiera que a reflexionar sobre el mundo en el que sus hijos
nacieron. Un caso equivalente al de quien al verse al espejo descubre en su frente
una inmensa espinilla y se convence de que es hora de desechar el espejo. A fin
de cuentas, los videojuegos son un producto cultural, no muy distinto de la
literatura y el cine, cuya labor es devolvernos una imagen más o menos literal de
nosotros mismos, del mundo que creamos, de las decisiones que tomamos o de
los escapes fantásticos con los que soñamos para huir de él.

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