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LA ARGUMENTACIÓN

En este ensayo se hablará sobre la relevancia que tiene la argumentación en las


ciencias sociales, ya que, enseñar y aprender ciencias es un proceso dialógico que,
además de realizarse entre docentes y estudiantes, está inmerso en contextos
particulares y, a la vez complejos. Aunque para esto, primero debemos conocer la
definición de argumentación, sus características, estructura, etc.
¿Qué es la argumentación?: es una práctica discursiva que tiene como propósito
defender una postura o una opinión y disuadir al otro de la propia. Para ello
emplea razonamientos (argumentos) lógicos, conscientes, demostrables. Se trata
de un ejercicio común en ámbitos de confrontación de ideas, como los parlamentos
nacionales, los debates públicos o las negociaciones. Se considera saludable para
la convivencia democrática y para la pluralidad de opiniones, ya que permite el
contraste apasionado de ideas, en lugar de recurrir a la violencia.

Características de la argumentación
En líneas generales, todo ejercicio de argumentación cumple con las siguientes
características:

• Aspira a convencer, a modificar el punto de vista contrario, o sea, a la


persuasión.
• No consiste simplemente en opinar, sino en sustentar las opiniones de
manera comprobable.
• Se basa en la construcción y el manejo de argumentos. Emplea para ello
premisas, datos e información para sustentar lógicamente un punto de
vista.
• Apela a la razón y no las emociones.

Estructura de la argumentación
La argumentación no consiste en el manejo libre de las premisas, sino que se apega
a ciertas estructuras para resultar eficaz. Así, debe constar de:

➢ Una tesis a defender, o sea, a favor de la cual se argumenta.


➢ Un conjunto de premisas a partir de las cuales se desprende la tesis.
➢ Un argumento que vincula las premisas con la tesis a demostrar.

Las premisas toman la forma de un enunciado, del cual podrá extraerse


una conclusión a través de un razonamiento lógico, el cual podrá ser tenido como
válido, o no. Según Christian Plantin en La argumentación (2001), el siguiente
esquema describe una estructura argumentativa:

Dato → Propuesta
(premisa menor) (conclusión)
“Hoy es lunes” “Hoy hay clases”

Ley de pasaje
(premisa más general)

“La semana comienza los lunes”

Este esquema es semejante al propuesto por Aristóteles para comprender el


silogismo, en el cual se identifica una premisa mayor y una menor, las cuales
conducen a una conclusión apropiada.

En este caso, la argumentación consiste también en una premisa menor


(un dato que se tiene de antemano) y una Ley de pasaje (llamada también lugar
común o topoi) que es una premisa más general, similar a la premisa mayor de
Aristóteles. De la articulación de las dos, puede obtenerse una propuesta o
conclusión lógica.

Lo anterior, sin embargo, tiene que ver con el proceso mental de la formulación de
un argumento. A la hora de construir textos argumentativos, no suele haber una
estructura fija o debida a la cual ceñirse, sino que existe una relativa libertad a la
hora de plantear la información. En todo caso, ciertas reglas lógicas aplican:

▪ Las premisas suelen darse antes de la conclusión.


▪ Las premisas requieren de una demostración, ya sea en ejemplos o
planteamientos hipotéticos o referencias a casos de autoridad.
▪ La validez de los argumentos debe demostrarse en el texto mismo.
▪ El cierre del texto suele ser la conclusión a la que se llega luego de
recorrer los argumentos.

Tipos de argumentaciones
Los argumentos pueden clasificarse de acuerdo con diferentes criterios, como son:

o Según su capacidad de persuasión. Esto es, según qué tanto convenzan


al otro, podemos hablar de argumentos débiles (fáciles de rebatir),
argumentos sólidos (difíciles de rebatir) o argumentos irrefutables
(imposibles de rebatir).
o Según su validez formal. O sea, según se adapten o no a un modelo de
lógica riguroso, podemos diferenciar entre argumentos válidos e
inválidos.
o Según su contenido. Es decir, según el tipo de argumentos que proponen,
podemos distinguir entre diversas tendencias, enmarcadas en categorías
de tipo social y cultural que pueden variar, pero que a grandes rasgos
son:
❖ Tópico de la existencia. Aquellas cosas presentes se prefieren
siempre a las inexistentes. Por ejemplo: “Yo también amo el
cine, pero hoy no hay función”.
❖ Tópico de la utilidad. Aquello útil y productivo se prefiere
siempre a lo inútil u ocioso. Por ejemplo: “No sigas perdiendo
el tiempo con eso, si no lo vas a lograr”.
❖ Tópico de la moralidad. Aquello que se ciñe a las ideas
tradicionales de bien y mal, es preferible a lo que no. Por
ejemplo: “Una señorita de su casa no debería andar tan tarde
por la calle”.
❖ Tópico de la cantidad. Aquello más abundante es preferible a
lo escaso. Por ejemplo: “Mejor llévate el vestido azul,
ese color se está usando mucho”.
❖ Tópico de la calidad. Aquello que se valora como de mejor
calidad, es siempre preferible a lo otro. Por ejemplo: “Prefiero
comprar un solo pantalón, pero que sea de buena marca”.

Ahora que conocimos todos los aspectos de la argumentación, veremos porque es


importante en las ciencias sociales. Al respecto, sabemos que en el campo de la
enseñanza y aprendizaje de las ciencias, hablar de modelo de enseñanza es hacer
referencia a la propuesta concreta que desarrolla el docente en el aula de clase
dirigida hacia unos objetivos educativos específicos.

En cuanto al aspecto didáctico, se debe reconocer que la construcción de la ciencia


escolar, demanda hablar sobre ella, y aquí, el lenguaje es el vehículo que permite
intercambiar significados, consensuar, explicar o aclarar inquietudes. Por ello, dar
relevancia al lenguaje como mecanismo para construir conocimiento, exige poner
énfasis en los procesos de interacción dialógica donde la argumentación ocupa un
lugar relevante. Son procesos dialógicos que transforman la acción mono-lógica y
autoritaria del docente en una acción mediadora y promotora de espacios
adecuados para la indagación y para las discusiones grupales. En ellos, se permite
exponer puntos de vista, criticarlos y, posiblemente, lograr consensos en favor de la
construcción de conclusiones más significativas y comprensibles sobre los
fenómenos o temas estudiados.

Hay que considerar que la argumentación juega un papel fundamental en el proceso


de enseñanza de las ciencias. Se puede notar cómo el contexto de descubrimiento
se sustenta en acciones de orden observacional y experimental. De esta manera,
se dejan a un lado otros elementos que forman parte de este contexto como lo
cultural, lo social y lo político y que fueron los que sustentaron una serie de
cuestionamientos hechos al contexto de justificación, utilizado, durante muchos
años, para explicar la relevancia y consistencia de las teorías científicas. Además,
la observación es la acción que activa el proceso de construcción de la ciencia: para
llegar a conclusiones es necesario primero observar y experimentar objetiva y
directamente, dar vital importancia a acciones de tipo sensorial, por encima de
acciones de orden cognitivo lingüístico.
Todo lo anterior nos da una perspectiva acorde con planteamientos que valoran los
procesos comunicativos y, en ellos, a la argumentación como acción necesaria para
la construcción y avance de las teorías científicas. Precisamente, esta perspectiva
facilitó un escenario adecuado para desarrollar los procesos argumentativos,
explícitos en sus intencionalidades. Escenarios que, como veremos más adelante,
permitió expresar conocimientos y confrontarlos.

Considerar la argumentación como un proceso dialógico en el cual es indispensable


tener en cuenta el contexto que se rodea. Esto fue precisamente lo que se logró en
el pensamiento, ya que, se movilizó de una perspectiva conceptual de la
argumentación que valora en mayor medida la estructura de los argumentos, a una
perspectiva que reconoce también el contexto, las actitudes, la toma de decisiones
y los trabajos grupales. En síntesis, el pensamiento se caracteriza por aceptar que
argumentar es un proceso dialógico en donde importa:
- Valorar la interacción dialógica entre las personas y apoyar los debates con
pruebas y afirmaciones.
- Exigir la creación de ambientes argumentativos, tarea que compete a todos.
- Promover actitudes de respeto y de escucha hacia el otro.

Los aspectos anteriores fueron pieza fundamental para lograr conocer contenidos
cercanos, contenidos que, desde la cotidianidad, permitieran la expresión libre y
espontánea de los saberes y contendidos. Además se logró acompañar el debate
de los contenidos con preguntas de naturaleza causal y predictiva. Lo anterior ayuda
a participar en discusiones que traspasaron la mera descripción de los fenómenos
o hechos y se ubicaron en discusiones en las cuales fue necesario el uso y
presentación de pruebas que soportaran sus participaciones.

Promover en la ciencia los procesos argumentativos, exige aceptar que argumentar


es un proceso social dialógico sustentado en el desarrollo de trabajos grupales. En
dichos trabajos grupales, además de implicar a las personas en debates y críticas
a sus saberes, se da un lugar relevante a la indagación dialógica. Una indagación
que reconoce en primer lugar, la creación de ambientes argumentativos que
incorporan el contexto de las personas y, en segundo lugar, la problematización del
conocimiento.

También hay que tener en cuenta que la escucha es un principio indispensable si


queremos replantear las inquietudes o sobre ellas realizar nuevas preguntas que
permitan exponer y desarrollar pensamiento crítico, una de las metas centrales de
la enseñanza de las ciencias y en donde la argumentación, tiene un lugar
importante. La persona se reconoce al aceptarse como un individuo con
conocimientos y promotor de su propio aprendizaje. El reconocimiento del saber se
da cuando un docente expresa que debemos saber escuchar y valorar el contenido
de las participaciones de las personas para favorecer nuevos debates. Por último,
el reconocimiento del contexto se da cuando un docente expone la importancia de
conocer a sus estudiantes, su cotidianidad, un aspecto relevante para articular
temáticas a su entorno y para dotar de sentido las discusiones establecidas en los
intercambios comunicativos.
Los logros alcanzados en el pensamiento permiten que el desempeño este
caracterizado por la combinación y aplicación de interrogantes de diferente
naturaleza y, con ellos, la implicación de las personas en acciones grupales
mediadas por los debates y la crítica a sus participaciones. En este sentido podemos
identificar preguntas de diferente naturaleza, como se observa en los fragmentos de
preguntas realizadas por los docentes en sus clases:

✓ Descriptivas: ¿qué pasa cuando se golpea una campana?;


✓ Generalización: ¿qué es el sonido?, ¿qué se hace para que un determinado
instrumento suene?;
✓ Causales: ¿por qué escuchamos el sonido de un tren antes de que este pase
por nuestro lado?, ¿por qué razón el sonido que produce el timbre de una
casa se escucha en todas las habitaciones?;
✓ Predicativas: ¿^crees que el violín se escuchará igual bajo el agua?, ahora
de lo que hemos dicho me van a decir el por qué sí o por qué no, Emanuel,
te sientas bien, ¿crees que el violín se escuchará igual bajo el agua?

Conclusiones

El propósito de este ensayo fue mostrar que la argumentación en la materia de


ciencias sociales es muy importante, porque permite visualizar relaciones entre tres
componentes básicos de los modelos: el epistemológico, el conceptual y el
didáctico. Para ello, es relevante en primer lugar afirmar que se debe profundizar en
el conocimiento de la argumentación desde lo epistemológico, lo conceptual y lo
didáctico, en segundo lugar, esta construcción invita a relacionar dos dimensiones:
pensamiento y desempeño de las personas en relación con los procesos
argumentativos. Pensamiento, en cuanto al proceso de argumentación en sí mismo,
y a las relaciones que se evidencian entre argumentar y construir conocimiento. Su
desempeño, en cuanto a la incorporación de la argumentación en los procesos de
enseñanza y aprendizaje de las ciencias.

En este sentido, el trabajo desarrollado apoyado en la lectura de Iacona Andrea,


permiten concluir lo siguiente en relación con los tres aspectos pilares sobre los
cuales se sustenta: En lo epistemológico, el modelo debe, en primer lugar,
considerar el papel de la argumentación en la construcción y avance de las teorías
científicas y, a su vez, en la enseñanza y aprendizaje de las ciencias. En segundo
lugar, incorporar explícitamente, en las programaciones, la argumentación como
una de las competencias a desarrollar en el aula de ciencias aceptarla además,
desde lo conceptual como práctica epistémica indispensable para la construcción
de la ciencia escolar.

En resumen, la argumentación es bastante importante para la ciencia, porque nos


enseña a reflexionar los pensamientos y el desempeño que se realiza para hacer
una investigación. Además, a ser consciente sobre el posicionamiento personal en
las dimensiones epistemológicas, conceptuales y didácticas, como herramientas
para realizar unas prácticas argumentativas en clase de ciencias mucho más
significativas.
REFERENCIAS

• Iacona Andrea. (2018). LA ARGUMENTACIÓN. Universidad


Autónoma Metropolitana. Cap 1-2. Fecha de recuperación: 18 de
octubre de 2022. URL:
file:///C:/Users/hp/Downloads/Argumentacion%20Andrea%20Iacona
%20(2).pdf
• Plantin Christian.(2001). La argumentación. Barcelona, Editorial Ariel,
2a. Edición. 2001, 160 págs. Fecha de recuperación: 18 de octubre de
2022. URL:
https://praxisfilosofica.univalle.edu.co/index.php/praxis/article/view/30
40/4477

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