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1): 1, 2004
Editorial
La especialidad de la Neurología Pediátrica se ha desarrollado y reconoci-
do en las últimas cuatro décadas, a causa de haber advertido cada vez más la
frecuencia y necesidad de investigación amplia de los trastornos neurológicos
de lactantes y niños. La División de Postgrado de la Facultad de Medicina de
L.U.Z, ha iniciado y auspiciado un programa de adiestramiento en Neurología
Pediátrica desde el 8 de febrero de 2001 y felizmente brindado la primera
cohorte de neuropediatras que poseen las herramientas básicas para la investi-
gación, enseñanza y dirección de servicios clinicos. El programa de especiali-
zación comprende un periodo de tres años de residencia, en la que se brinda
adiestramiento en neurología pediátrica clínica, ciencias básicas y de la con-
ducta, neurogenética y neuroimagenología, entre otros.
La Neurología Pediátrica está entre las especialidades que tienen una
mayor personalidad con continuos progresos, que obligan a revisar nues-
tros conocimientos, lo mismo en las causas, como en los métodos de diag-
nóstico y tratamiento. Como resultado de esta inquietud se han desarrolla-
do estas I Jornadas que muestra los frutos de la investigación innovadora
de sus residentes y miembros del programa, que sumada con las aportacio-
nes interesantes y actualizadas de los profesores invitados aseguran una
puesta al día de los temas seleccionados.
La finalidad de estas jornadas es brindar varios simposios de adelantos en
Neurología Pediátrica, y acopiar en el espacio limitado utilizable los concep-
tos actualizados de expertos acerca del mayor número posible de aspectos de
la especialidad.
Agradezco a los colaboradores el tiempo y el empeño brindado ilimitada-
mente para hacer estas Jornadas, y a los editores quienes me honraron al invi-
tarme para compilar y dirigir este número de Investigación Clínica que espe-
ramos establezca un hito bibliográfico en nuestra Neuropediatría.
Programa
Simposio de Trastornos en el Desarrollo
Viernes 18 de Junio
Coordinadores de la mañana:
Dr. José Antonio Chacín y Dra. Ibety Palma
Coordinadoras de la tarde:
Dra. Elizabeth de Bottaro y Dra. Lyda Ferrer
Coordinadores:
Dr. Carlos Soublete y Dr. Arnoldo Soto
8:00-8:45 Espectro de las Enfermedades Des- 10:00- 10:45 Esclerosis Múltiple en Niños. Dr.
mielinizantes. Dra. Freda Hernán- Joaquín A. Peña
dez 10:45-11:30 Conducta ante el Primer Brote de
8:45-9:30 Neuritis Óptica Desmielinizante Enfermedad Desmielinizante. Dr.
Primaria en el Niño, Diagnostico Arnoldo Soto
Diferencial. Dr. Rafael Muci-Men- 11:30-12:00 Mesa Redonda:
doza Enfermedades Desmielinizantes en
9:30-10:00 Coffee break Niños
Simposio de Epilepsia
Sábado 19 de Junio
Coordinadores:
Dr. Larry Díaz y Dr. Agustín D’Onghia
Años más tarde, una voz de alerta proce- El Dr. Gustavo Leal Aldazoro, pediatra,
dente del sur, llamó la atención hacia la ‘’preo- Director del Hospital de Niños Maximiliano
cupación neurológica’’ que debía tener presente Iturbe en la ciudad de Coro, cuenta que par-
cada pediatra: conocer y prestar la atención de- tiendo de la interacción profesional con sus pa-
bida a los parámetros madurativos del desarrollo cientes, nace su interés por la epilepsia y es así,
temprano, neuromuscular y neuropsíquico, del como en 1950 viaja a North Carolina, USA,
niño. En otras latitudes se conocía la labor que para cursar estudios durante 18 meses en Duke
al respecto cumplían maestros eminentes: Ar- University, Durham. Se entrenó en la Clínica de
nold Gesell, Andre Thomas, Saint-Anne Dargas- Conducta Infantil de Durham y recibió leccio-
sies, Minkowski, etc. nes de neurología infantil y electroencefalogra-
Posterior a la segunda guerra mundial, fía de Randolph K. Byers, Richmond Payne y
existía el libro de Frank R. Ford, extraordinario Lowenback, este último de origen alemán y dis-
clásico por sus descripciones nosológicas en- cípulo de Hans Berger. Posteriormente se tras-
marcadas dentro de la rígida descripción de la lada a Boston, donde amplió su entrenamiento
neurología del adulto. Ulterior libro de neurolo- en epilepsia y EEG durante 18 meses, bajo la
gía infantil de los maestros argentinos Gareiso y tutela de William Lennox, director de la Unidad
Escardo, dio una visión más amplia y dinámica de epilepsia.
de la neurología infantil. Regresa a Venezuela en 1953 y establece
En el inicio de los 40, el Dr. Pedro B. Cas- en el Dispensario Central de Higiene Mental,
tro prestó sus servicios ad-honoren como neuró- dependencia de la División de Higiene Mental
logo de niños en los hospitales Ortopédico In- del MSAS, una consulta de neurología infantil,
fantil y San Juan de Dios. particularmente de epilepsia, parálisis cerebral
A finales de la década del 40, Florencio Es- y trastornos de conducta y el Servicio de Elec-
cardo en visita a Venezuela llama la atención so- troencefalografía, a la vez que se dedicó a la do-
bre la neurología infantil y como resultado, dos cencia en el Servicio de Neurología del Hospital
pediatras venezolanos, Juvenal Irazábal y Sixto Universitario de Caracas (HCU), a los que con-
Méndez Rincón reciben entrenamiento en esta currían los estudiantes de postgrado de neuro-
subespecialidad a la vera de Escardo y Mosovich logía, entre los que se cuenta, entre otros, el
respectivamente. Desafortunadamente desistie- Dr. Jaime Segal. En ambas instituciones trató a
ron de la especialidad a su regreso al país. Para muchos niños epilépticos, siendo el pionero en
la misma época viaja a Yale Gabriel Barrera esta área.
Moncada, quien se entrenó con Gesell en el En 1955 se trataron por primera vez temas
campo del desarrollo evolutivo. concernientes a la neurología infantil en jorna-
6 Historia de la Neuropediatría en Venezuela
Abadi, Agustín D’Onghia, Leonardo García Mén- portancia de la integración de esfuerzos para el
dez, Joaquín Peña, Atilio Omaña, Lila Jiménez logro exitoso de las metas propuestas.
de Bonilla y Fabián Pereira, quienes en una reu- Es digno mencionar que desde su oficiali-
nión crearon las bases para la fundación de la zación han sido sus coordinadores por elección
sección de Neuropedriatría. en el seno de la Sección, los Drs. Alberto Abadí,
De aquí en adelante el grupo se activa para Lila Jiménez de Bonilla, Joaquín Peña, Mónica
realizar cursos de actualización. En 1983 se Cornejo, Víctor Hugo Jaimes y Larry Díaz. En fe-
constituye el Comité Organizador del VI Con- brero de 2002, solicito a la Junta Directiva, Na-
greso Latinoamericano de Neurología Infantil, cional, que se incorpore al Directorio Nacional,
integrado por los Drs. Alberto Abadi (Presiden- al Coordinador de la Sección de Neuropediatría,
te), Fabián Pereira (Tesorero), Lila Jiménez de correspondiéndole a Luis E. Briceño Bastidas la
Bonilla (Secretaria) y Larry Díaz (Secretario de Coordinación en el período 2002-2004.
Relaciones Interinstitucionales), y en 1984 con A finales de 2003, en el cargo de Vicepresi-
resonante éxito y teniendo como Presidente Ho- dente de la SVN, propongo nueva modificación
norario al Dr. Gustavo Leal, se realiza el mismo en la estructura de la Sección la cual es acepta-
en el Circulo Militar de Caracas da en el seno de la Junta Directiva Nacional, y
El 10 de Junio de 1985 en Asamblea Ex- consistió en la incorporación de un Director y
traordinaria de la S.V.N. se modifican los Estatu- Secretario de la Sección, que serian elegidos por
tos, específicamente el capitulo VII, en sus Artí- votación directa en la plancha de candidatos
culos 45 al 51, ambos inclusive, “De las Caracte- para la elección de la Junta Directiva de la SVN
rísticas y Funcionamiento de las Secciones”, en el período 2004-2006, quedando dignamente
quedando así oficializada la sección de Neurope- representados por Agustín D’Onghia y Joaquin
diatría, con un caudal de 22 Neuropediatras. En Peña respectivamente.
adelante y hasta 1994 la Sección de Neuropedia- Actualmente contamos con un caudal de
tría participa en los Congresos Bianuales de la profesionales de la Neuropediatría que han egre-
Sociedad, en sesiones sabatinas y también en la sado: del Hospital Miguel Pérez Carreño, de una
organización de Cursos de Actualización. Residencia Asistencial (17 egresados) bajo la di-
A partir de 1994, desde mi cargo de Vocal rección del Dr. Ricardo Archila y a partir de
en la directiva, contribuí para que la Sección se 1998, de una Residencia Programada dirigida por
tornara más participativa, logrando cada vez el Dr. Víctor Hugo Jaimes (12 egresados); del
más espacio dentro de las actividades científicas Hospital de Niños J.M. de los Ríos (13 egresados)
de la S.V.N. y así progresivamente, fue tomando bajo la dirección del Dr. Luis E. Briceño Bastidas;
un día, dos días, hasta lograr la realización de de la Residencia Asistencial Programada del
un Congreso Paralelo al de la S.V.N., en Mara- HCU, dirigida por el Dr. Alberto Abadí (3 egresa-
caibo en el año 2000, con la participación de un dos); del Post-grado Universitario de la Universi-
invitado Internacional y 27 Nacionales. A la sa- dad Centro-Occidental Lisandro Alvarado –Bar-
zón, ocupaba el cargo de Tesorero de la SVN, se quisimeto– (12 egresados) bajo la dirección de
consolida así el crecimiento de la Sección, moti- su fundador Dr. Agustín D’Onghia y del postgra-
vándome a solicitar ante la directiva de la SVN do de la Universidad del Zulia –Maracaibo– (2
la validación del I Congreso Venezolano de Neu- egresados) bajo la dirección de su fundador, Dr.
ropediatría y planificar la ejecución anual de un Joaquin Antonio Peña, ambos con aprobación,
congreso paralelo al Congreso de Epilepsia y reconocimiento y acreditación por el CNU.
otro al Congreso Venezolano de Neurología. Para la fecha hay 49 neuropediatras adscri-
El 19 de Marzo de 2002, en la Ciudad de tos a la SVN.
Mérida, como Coordinador de la Sección de En el XI Congreso Venezolano de Neurolo-
Neuropediatría, presidí el III Congreso Venezo- gía y V de Neuropediatría realizado del 9 al 12
lano de Neuropediatria, contando con la presen- de Marzo de 2004 en Porlamar, Estado Nueva
cia del Dr. Jun Kimura, presidente de la WFN y Esparta, quedó en evidencia una vez más la cre-
un nutrido programa científico, 4 invitados In- ciente importancia de la participación de la
ternacionales y 32 Nacionales de destacada tra- Neuropediatría en la realización y éxito del even-
yectoria profesional, lo cual nos muestra la im- to, que contó con la presencia de 11 destacados
invitados internacionales, entre ellos el Dr. Jun cida a tan distinguido contingente de neurope-
Kimura, presidente de la WFN quien fue distin- diatras y además permite el encuentro y la con-
guido con su incorporación como Miembro Ho- vivencia de la familia neurológica.
norario de la SVN y en su discurso, subrayó la La Sociedad Venezolana de Neurología ha
importancia de la realización simultánea de am- proyectado una visión holística de todos los Espe-
bos congresos y felicitó a los organizadores del cialistas de las Ciencias Neurológicas basada en el
magno evento. Participaron 107 invitados nacio- respeto de las individualidades y en el quehacer
nales y 56 trabajos libres, de los cuales 16 común, de tal manera que se cumpla el slogan
(28,56%) fueron de Neuropediatría. utilizado en el I Congreso Venezolano de Epilepsia
Como presidente de la SVN, en la progra- en Barquisimeto en el año 1993 “NEUROLOGÍA
mación anual de la Junta Directiva Nacional SOMOS TODOS”. Demostración fehaciente de
para conferencias del plan de Educación Médica esto, es el hecho de que en la historia de la SVN,
Continua, incluí una conferencia de Neuropedia- su presidencia ha sido ejecutada por dos neurope-
tría adicional a la tradicional de Neurología de diatras: Dr. Gustavo Leal Aldazoro (1984-1986) y
adutos, con lo cual damos la importancia mere- Dr. Larry J. Díaz Carvajal (2004-2006).
Se analizará la relación entre los sexos y el hemisferio cerebral izquierdo; con una desvia-
autismo, y en especial a aquellos genes visible- ción mayor en la región somatosensitiva y en la
mente relacionados con las emociones y las rela- parte posteroinferior del lóbulo prefrontal y pos-
ciones interpersonales, en vinculación con las terior del lóbulo temporal. En este trabajo pre-
diferencias propias de ambos sexos. sentamos los resultados de un estudio con 21
Se verán algunos datos prácticos y estadís- pacientes diagnosticados de autismo (4 niñas y
ticos que apoyan las teorías más actuales sobre 17 varones) en edades comprendidas entre los 4
el autismo, y los cambios en las estrategias que a 7 años, a quienes se les practico exploración
podrán proveer más información morfológica del encéfalo mediante resonancia
Se buscará enfocar para concluir los linea- magnética, estudio espectroscópico y SPECT.
mientos básicos en la práctica clínica, la aplicación Algunos pacientes exhibieron hipoplasia cerebe-
de los conocimientos actuales en la orientación de losa y quistes neuroepiteliales y no se encontra-
las familias y el adecuado consejo genético. ron alteraciones significativas en la concentra-
ción de los metabolitos en la mayoría de los pa-
cientes, mientras que se aprecio hipoperfusión
Neuroimagen y Autismo en el hemisferio cerebral izquierdo mediante los
estudios con SPECT. Los resultados permiten
Enoe Medrano explicar los elementos clínicos que identifican
Postgrado de Neurología Pediátrica LUZ este trastorno y ofrecen argumentos teóricos so-
Maracaibo-Estado Zulia bre la fisiopatología del mismo.
toledomedrano@cantv.net
Referencias
El Síndrome de autismo infantil, es un
1. Chirion C, Lebayer M. León F. (1995) “Spect of
trastorno del desarrollo definido desde el punto
the Brain in childhood autism: evidence for e
de vista conductual, que incluye afectación cua-
lack of normal hemispheric asymmetry”. Devel-
litativa de la interacción social, afectación varia- opmental Medicine and child neurology 37, 849-
ble de la inteligencia, en la comunicación verbal 860.
y no verbal y de la actividad imaginativa, así 2. Courchesne E, Yeung. C, Press GA. (1988) ”Hi-
como marcada limitación del repertorio de acti- poplasia of cerebellar vermal lobules VI and VII
vidades e intereses que se manifiestan tempra- in autism”. N. England J. Medicine, 318: 1249-
namente en la niñez y que obedece a un trastor- 1354.
no neurobiológico innato y variable, identificado 3. De Volder. Anne G (2002) “Functional brain im-
aging off childhood clinical disorder with PET
en tan solo 20% de los afectados. Los estudios
and SPECT”. Developmental Science 5:3, 344-
de neuroimagen ofrecen dos tipos de informa-
360.
ción: la anatómica y la funcional. Dentro de la 4. E.H. Aylward, PhD; N.J. Minshew, MD; K. Fiel,
primera disponemos de la resonancia magnéti- BA; B.F. Sparks, Bs; and N, BS (2002) “Effects
ca, susceptible de determinar anomalías de la of age on brain volume and head circumference
migración neuronal (polimicrogirias, paquigiria, in autism”. Neurology 59: 175-183
esquisencefalia) en unos pocos pacientes; o pro- 5. Gilberg E. (1993) “Spect (Single Photon emis-
minencia del sistema ventricular en grado varia- sion computed tomography) in 31 children and
ble, aumento de volumen de algunas áreas cere- adolescents with autism and austistic – like con-
dition”. European journal of child and adolescent
brales, incluyendo el lóbulo temporal y la región
Psychiatry 2: 50-S9.
parietooccipital posterior, y cerebelo. Así mis-
6. Greicius Michael, Neuroimaging in developmen-
mo, se ha reportado disminución del cuerpo ca- tal disorder.16143-146, 2003.
lloso e hiperplasia o hipoplasia de los lóbulos VI 7. Heather.C; K. Pelphrey; J. Piven; (2002) “Struc-
y VII del cerebelo. La resonancia magnética es- tural and functional magnetic resonance imaging
pectroscópica (RMS) ha revelado alteraciones of autism”. Develomental Neuroscience. 20;
variables en la concentración de los metabolitos 421-438.
en diversas áreas cerebrales. La medida de Flujo 8. Herbert MR, Harris GJ. Abnormal asimetry in
sanguíneo cerebral mediante el SPECT ha de- lenguage association cortex in autism.Ann Neu-
rol 2002, 52: 588-596.
mostrado en niños autistas, hipoperfusión de
9. James Wilcox, Meng T Tsuang. ”Brain Perfusion mente por dificultades en el rango de atención,
in autism Varies with ages”. Neuropsicobiol exceso de actividad motora y deficiencias en el
2002; 46: 13-16. control de los impulsos (Barkley, 1997; Ameri-
10. Meryem. K.S. Karasalihoglu; F. Ustum; A. Gul-
can Psychiatric Association, 2000).
tekin; T. Fikret; Y.Fazlioglu; M. Ture; and S.
Berkarda (2002). “The relatioship between Tc-
Los síntomas primarios del TDAH incluyen
HMPAO brain SPECT ad de scores of real life rat- hiperactividad, falta de atención, e impulsividad.
ing scale in autistic children”. Brain & Develop- Los niños con TDAH pueden demostrar 1, 2, o
mental, 24:77-81. los tres grupos de síntomas, tal y como lo define
11. Piven J, Bertiher ML; “Magnetic Resonance el DSM-IV:
imaginig evidence for a defect cerebral cortical – Falta de Atención: 1. Tiene dificultades
developmental in autism. Ann J Psiquiatric para prestar atención a los detalles. 2. Tie-
(1990); 147: 734-739. ne dificultades para mantener la atención
en tareas o actividades. 3. Pareciera que
no escuchara cuando se le habla directa-
Identificación y Diagnóstico Clínico
mente. 4. No sigue órdenes y no completa
del Trastorno por Déficit tareas escolares y/u obligaciones domésti-
de Atención-Hiperactividad cas. 5. Tiene dificultad para organizar ta-
reas y actividades. 6. Evita, le disgusta, o
Cecilia Montiel-Nava y Joaquín A. Peña rechaza realizar actividades que requieran
Unidad de Investigación del TDAH-URU, esfuerzo mental sostenido (ej., tareas esco-
Postgrado de Neurología Pediátrica LUZ. lares). 7. Pierde los útiles necesarios para
Maracaibo-Estado Zulia. tareas (lápices, borradores, cuadernos,
ceciliamontiel@cantv.net etc). 8. Se distrae fácilmente con estímu-
jokar1@telcel.net.ve los externos. 9. Es olvidadizo en activida-
des diarias.
Desde que Still en 1902 describió por vez – Hiperactividad-Impulsividad: 1. Es inquie-
primera un grupo de 20 niños con diversos gra- to con las manos o pies o se retuerce en el
dos de agresión, hostilidad, conducta desafian- asiento. 2. Se levanta de su asiento en el
te, rango de atención corto, e hiperactividad; salón de clase 3. Corre o trepa excesiva-
los intentos por conceptualizar y validar un sín- mente en situaciones en que es inapropia-
drome que pueda agrupar este conjunto de sín- do hacerlo. 4. Le cuesta jugar tranquila-
tomas no han tenido fin. Las etiquetas diagnós- mente. 5. Actúa como si “tuviera un motor
ticas empleadas han ido variando a medida que adentro”. 6. Habla excesivamente. 7. Res-
los científicos buscan obtener una explicación ponde antes de que las personas finalicen
convincente acerca de la etiología y sintomato- las preguntas. 8. Tiene problemas para es-
logía de este trastorno; ocasionando que entre perar su turno. 9. Interrumpe o se entro-
1902 y 1994 (año de publicación del DSM-IV), mete con otros.
se hayan acuñado términos como: defectos en el La combinación de estos síntomas confor-
control moral, síndrome de inquietud, trastorno ma los diferentes subtipos. Por lo tanto, a pesar
de conducta postencefálico, disfunción cerebral de que un niño no sea hiperactivo, aún puede es-
mínima, reacción hiperkinética de la niñez, y tar afectado por este trastorno. Los subtipos son:
trastorno por déficit de atención-hiperactividad, a.) Predominantemente distraído, b.) predomi-
entre otros (Still, 1902; Levin, 1938; Clements, nantemente hiperactivo-impulsivo, y c.) Combi-
1966; APA, 1994; Peña y Montiel, 2002). nado.
Los niños cuyos problemas con falta de
atención, exceso de actividad motora, y falta de Guía para el Diagnóstico del TDAH
inhibición han alcanzado un cierto nivel tienen
un problema del desarrollo conocido como Tras- No existe un examen médico que pueda
torno por Déficit de Atención- Hiperactividad diagnosticar en forma certera el TDAH. El pro-
(TDAH). El TDAH, ha sido definido como un ceso involucra varios pasos y requiere la obten-
trastorno del autocontrol, caracterizado clínica- ción de información de varias fuentes. El espe-
cialista debe analizar como la conducta del niño 2002). Debido a que las conductas de falta de
se compara con la conducta de niños de esa mis- atención, hiperactividad e impulsividad, son co-
ma edad, tomando como base la información de munes a la naturaleza infantil, es importante
los padres, de los maestros, la observación clíni- comparar el comportamiento del niño con niños
ca, y los resultados de otros estudios realizados. de la misma edad. Preguntas que ayudan a escla-
La Academia Americana de Pediatría recer el motivo de consulta se enumeran a con-
(2000) desarrolló una guía para el diagnóstico tinuación:
del TDAH, la cual incluye: – ¿Por cuanto tiempo ha sido su niño inquie-
a) Evaluar cualquier niño entre 6 y 12 to?
años que muestre signos de dificultades escola- – ¿Es la conducta de su niño un problema en
res, bajo rendimiento escolar, dificultades en diferentes ambientes? Pareciera que su
las relaciones con los maestros, amigos, miem- niño estuviera en su propio mundo?
bros de la familia, y cualquier otro problema de – ¿Puede su niño permanecer involucrado en
conducta. una actividad, o con frecuencia la deja in-
b) Emplear los criterios del DSM-IV; según completa?
los cuales es necesario que los síntomas del – ¿Las medidas de disciplina han funcionado
TDAH estén presentes en dos o más de los am- con su niño?
bientes donde el niño se desenvuelve; que los – ¿La conducta de su niño ha interferido con
síntomas estén presentes antes de los 7 años, y sus amistades, actividades escolares, o la
los síntomas deben haber estado presentes al vida de familia?
menos por seis meses, interfiriendo con el fun- d) Examen Físico: los traumatismos cranea-
cionamiento adaptativo del niño. les, convulsiones del tipo petit mal, e infecciones
c) Requiere información de padres o de las cerebrales pueden ocasionar sintomatología
personas encargadas del niño, y del maestro como la del TDAH. La función auditiva y visual
acerca de los síntomas de TDAH, edad de apari- debe ser examinada, pero no es necesario la reali-
ción, duración de los síntomas, y grado de inter- zación de exámenes específicos (Hauser, Za-
ferencia. metkin, Martínez et al., 1993; Zametkin y Ernst,
d) Hace énfasis en la evaluación de las con- 1999).
diciones co-existentes: dificultades de aprendi- e) Escalas de Puntuación: Debido a que las
zaje, agresión, conducta disruptiva, depresión conductas de falta de atención, hiperactividad e
y/o ansiedad. impulsividad, son comunes a la naturaleza infan-
Con el objeto de cumplir con los paráme- til, es importante comparar el comportamiento
tros establecidos por la AAP (2001), es impor- del niño con niños de la misma edad. Este obje-
tante que cuando un especialista sospeche que tivo se logra a través de la utilización de las es-
su paciente podría estar presentando un TDAH; calas diagnósticas estandarizadas y validadas
inicie un proceso de evaluación que contenga para tal fin. En específico, las Escalas de Con-
los siguientes componentes: ners (Conners, 1997), las de Achenbach (Achen-
a) Historia Médica: esto ayuda a ubicar la bach, 1991) miden conductas asociadas al
conducta del niño dentro de contexto, y realizar TDAH. En el caso de las Escalas de Conners, es-
un despistaje de otras condiciones que puedan tas poseen escalas que identifican la presen-
estar afectando la conducta del niño. cia/ausencia e intensidad de los síntomas de
b) Revisión de la Historia Escolar del Niño; acuerdo al DSM-IV, en las categorías de Falta de
incluyendo boleta de calificaciones y reportes de Atención, Hiperactividad e Impulsividad (Mon-
los maestros actuales y pasados. tiel-Nava y Peña, 2001).
c) Entrevista con los padres y el niño: el f) Pruebas Psicológicas: Esta evaluación es
clínico debe estar seguro de revisar con los pa- necesaria para establecer el nivel general de fun-
dres la presencia de los síntomas estipulados en cionamiento intelectual del niño y cualquier dis-
el DSM-IV, para este trastorno. La idea central crepancia entre las capacidades cognitivas del
de chequear síntomas, es asegurarse que el niño niño. Un entendimiento global de la posibilidad
reúne suficientes síntomas/criterios que justifi- de que el niño presente cualquier dificultad de
quen la etiqueta diagnóstica (Montiel-Nava, aprendizaje amerita la administración de un test
cionales, han sido utilizados con fines investiga- – Los estudios complementarios, si bien ayu-
tivo del TDAH (25), por lo que no debiera utili- dan a dilucidar complicaciones o probables
zarse como estudio complementario de rutina, causas de algunos TND, en ningún momen-
ya que no nos aportará mayor beneficio en el to sustituyen el correcto criterio clínico,
diagnóstico del paciente. que en definitiva, es quien nos orientará en
el diagnóstico del TND.
Trastorno del Lenguaje – Muchos de los estudios que aparecen en la
literatura, son más con fines investigati-
Los problemas del lenguaje en los niños se vos que de diagnóstico rutinario del pro-
presentan en un 3%-10% de la población menor blema.
de 6 años, pudiendo ser esta manifestación de – Los estudios complementarios a solicitar,
otros problemas como la sordera, retraso men- dependerán muchas veces de la sospecha
tal o autismo (27). clínica que se tenga sobre probables enti-
Para el diagnóstico del problema, es funda- dades, que puedan cursar como un proceso
mental una adecuada y completa historia clíni- comórbido al TND.
ca, donde se incluya de manera muy exhaustiva, – Es preciso establecer un adecuado proto-
el desarrollo del niño, los antecedentes familia- colo de investigación diagnóstica, siempre
res y personales del mismo, con una minuciosa basado en los hallazgos de la valoración clí-
exploración clínica. nica, a fin de evitar la realización indiscri-
Entre las pruebas complementarias a soli- minada de pruebas complementarias, que
citar, las neurofisiológicas y de neuroimagen en muchas ocasiones no se justifican.
son las que tienen mayor relevancia clínica para
el neuropediatra (27). Referencias
Es imprescindible la valoración audiológica
del paciente (28), con el fin de asegurarnos de 1. Calderón González R, Calderón Sepúlveda R.F.
la capacidad auditiva del niño y la integridad Terapias de controversia o polémicas en los tras-
anatómica y funcional del nervio. Para esto, se tornos del neurodesarrollo. Rev Neurol 2000; 31
(4): 368-375.
pueden solicitar potenciales evocados auditivos
2. Papazian O, Alfonso I. Evaluación de los niños
de tallo cerebral transientes y estables, además con trastornos del desarrollo mediante potencia-
de las otoemisiones acústicas y la electrococleo- les evocados y potenciales relacionados con
grafía. evento. Rev neurol 1999; 29 (4): 302-311.
El electroencefalograma adquiere gran im- 3. DSM IV. Manual diagnóstico y estadístico de los
portancia, por la existencia de TL asociados a al- trastornos mentales.
teraciones de la actividad bioeléctrica cerebral, 4. Fejerman N. Trastornos del desarrollo y disfun-
de tipo paroxístico, sin que necesariamente se ción cerebral mínima. Neurología Pediátrica, 2
asocien a crisis epilépticas (27, 29). Este puede edición, 1995: 653- 673.
5. Satterfield JH. EEG issues in children with mini-
servir de guía, para indicar una determinada in-
mal brain dysfunction. En: Walzer S, Wolf PH.
tervención, en una minoría de niños con TL Minimal cerebral dysfunction in children, pp 35-
(30). 46, Grune-Stratton, Nueva York.
Con relación a la neuroimagen, tanto la 6. Hughes JR. electroencephalographic and neuro-
TAC o la RMN cerebral seran de ayuda para el physiological studies in dyslexia. En: Benton AL,
diagnóstico de entidades que puedan cursar con Pearl D eds: “Dyslexia”. Oxford University Press,
un TL, tales como alteraciones en zonas cerebra- Nueva York.
les del lenguaje, displasias corticales, etc. (27). 7. Kuljis R.O. Evaluación neurológica de los tras-
tornos del aprendizaje. Rev neurol 1999; 29 (4):
326-331.
Conclusiones
8. Sam Maria C, So Elson L. Significance of epilep-
tiform discharges in patiens wiyhout epilepsy in
– En el diagnóstico de los TND, la historia the community. Epilepsia 2001; 42: 1273-1278.
clínica juega un papel preponderante en la 9. Binnie CD, Marston D. Cognitive correlates of
correcta orientación de los mismos. interictal discharges. Epilepsia 1992: 2: 246-153.
10. Libenson MH, Caravale B, Prasad AN. Clinical 25. Castellanos F.X. Bases bioquímicas y heredi-
correlations of occipital epileptiform discharges tarias del SDHA. Rev neurol 2002; 35 (1): 1-11.
in children. Neurology 1999; 53: 265-269. 26. Castañeda-Cabrero C, Lorenzo-sanz G, Caro-
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Evoluciones atípicas de la epilepsia parcial be- gráficas en niños con trastorno por déficit de
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loss?. J. Aut. Dev. Disord, 1993; 23: 15-35. El TDAH es considerado como el trastorno
23. Otsuka LL, Harada M, Mori K, Hisaoka S, mental más común de la niñez. Los estimados de
Nishitani H. Brain metabolites in the prevalencia varían ampliamente como función de
hippocampus-amygdala region and cerebellum in
los criterios diagnósticos empleados, pero los es-
autism: an H-MR spectroscopy study. Neuroradi-
ology 1999; 41: 519-527. timados razonables sugieren que entre un 3% y
24. Shaywitz BA, Shaywitz SE. Incapacidad de un 5% de los niños están afectados (APA, 1994).
aprendizaje y trastornos de la atención. Swaiman En Venezuela la prevalencia ha sido estimada en
FK (ed). Neurología Pediátrica. Madrid: Mosby/ 10.15% para la muestra de niños de 4 a 13 años
Doyma Libros S.A., 1996. (Montiel-Nava, Peña, y Montiel-Barbero, 2003).
Este trastorno es responsable de una gran pro- acerca de la conducta externa de sus hijos,
porción de todas las referencias a los servicios mientras que los niños son mejores informantes
mentales y de un costo económico y de sufri- en cuanto a las síntomas internos que ellos pue-
miento humano causado por los trastornos men- den estar experimentando
tales de la niñez (Hibbs y Jensen; 1996). ¿Es la condición comórbida un subtipo clí-
El TDAH co-ocurre frecuentemente con nico distinto del TDAH solo? si el TDAH engloba
otros trastornos psiquiátricos. Estos trastornos un rango de condiciones con diferentes factores
incluyen trastorno oposicional-desafiante etiológicos, reflejando diferentes patrones co-
(ODD), trastorno de conducta (CD), ansiedad, mórbidos, sería más ventajoso agrupar los suje-
problemas afectivos y problemas de aprendizaje. tos con TDAH en subgrupos más homogéneos
Existe una gama de combinaciones de trata- con base en los patrones de comorbilidad, parti-
mientos dependiendo si un niño presenta TDAH cularmente si se puede demostrar que estos
puro o si existe algún otro trastorno psiquiátri- subgrupos (1) responden en forma diferente a
co asociado (Pelham, Wheeler, y Chronis, tratamientos específicos (2) tienen correlatos
1998). Los niños con TDAH y condiciones co- clínicos diferentes, y (3) demuestran un resulta-
mórbidas pueden experimentar una variabilidad do clínico único. Sin embargo, aún no existe su-
en las prácticas de tratamiento, ya que se han ficiente evidencia empírica que pueda responder
realizado muy pocos estudios controlados con estas preguntas en una forma consistente y esta-
niños con este tipo de problemas (Pliszka, Gre- ble (Jensen, Martin, Cantwell, 1997).
enhill, Crismon, Sedillo, Carlson et al., 2000). Al identificar condiciones comórbidas los
En la conceptualización de la comorbilidad clínicos pueden apoyarse en menor cantidad de
del TDAH, ha existido mucha controversia, la recursos terapéuticos y períodos de tratamiento
cual ha sido mayormente alimentada por la falta más cortos; ya que existen respuestas diferencia-
de estudios suficientes que comparen los dife- les al tratamiento como consecuencia de la pre-
rentes patrones comórbidos en niños con TDAH. sencia de otras entidades nosológicas
Ha sido planteado por Pliszka, Carlson, y Swan- (Hinshaw,1987; Abikoff y Klein, 1992; Cantwell,
son (1999), que existen varias dificultades en 1997;Clarkin y Kendall; 1992). Un principio im-
las definiciones y clasificaciones de condiciones portante que debe ser tomado en cuenta es que
comórbidas con TDAH. un patrón de síntomas (falta de atención, hipe-
Problemas con los criterios diagnósticos: ractividad, depresión, ansiedad, agresión) prede-
los criterios que se emplean en el diagnóstico de cirá cuales medicamentos ó intervenciones tera-
los trastornos mentales pueden en sí mismos péuticas son más probables de ser útiles en un
producir la comorbilidad debido a la superposi- niño dado (Pliszka, Carlson, Swanson, 1999).
ción o la vaguedad de los síntomas. La inquietud Un entendimiento claro de la comorbilidad es
es sintomática tanto del TDAH como del trastor- necesario para realizar una secuencia óptima y
no de ansiedad generalizada; igualmente los apropiada de los objetivos de la intervención.
problemas de concentración están presentes en El tratamiento debería ser planificado de
trastornos depresivos y TDAH. Angold y Costello acuerdo a las características asociadas al TDAH.
(1993) señalan que ya el tener un trastorno Por ejemplo, intervenciones farmacológicas son
mental constituye en muchos casos cumplir par- de poco ayuda para niños con TDAH y proble-
cialmente con los criterios diagnósticos para el mas académicos y sin problemas externos; por el
segundo trastorno. contrario estos niños se beneficiarían de ense-
Diferencias entre Informantes: este es un ñanza directa de habilidades académicas (Abi-
problema particular a la población infantil, don- koff y Klein, 1992). Un diagnóstico de TDAH
de siempre se tiene más de un informante (pa- acompañado de algún trastorno de ansiedad
dres, niños, maestros). Diferentes enfoques que predice una respuesta menos robusta a la medi-
guíen la combinación de la información obteni- cación estimulante; al mismo tiempo, TDAH
da de diferentes fuentes pueden arrojar diferen- acompañado de problemas de conducta y con-
tes cifras de comorbilidad. En el campo de la ducta agresiva, predice un desarrollo más nega-
psiquiatría infantil se ha establecido que los pa- tivo del funcionamiento general del niño. Por
dres generalmente son mejores informantes consiguiente, se sugiere que el efecto de los tra-
La industria farmacéutica de manera es- con los medios para tratar dignamente a sus pa-
pontánea le ha proporcionado a los colegas que cientes.
trabajan en el área una manera de trasladarlos a En este momento estamos trabajando duro
cursos, congresos, actualizaciones en nuestra para llevar algunos datos aproximados a la próxi-
área, utilizando partidas económicas que están ma reunión de LACTRIMS, acerca de la epide-
dispuestas dentro de la política de cada empre- miología del problema en nuestro país, al tiem-
sa, para programas de educación médica conti- po que realizamos estudios inmuno-genéticos
nua, sin que esto de la mayor manera ética con el fin de saber donde están ubicados nues-
como hasta ahora se ha venido realizando, signi- tros pacientes dentro de la constelación del sis-
fique un compromiso con las empresas. Yo creo tema HLA, y al final hemos logrado conciliar
que este aspecto es necesario mencionarlo, por- con el sector neuropediátrico algunas controver-
que forma parte de la evolución del problema, y sias, con el objetivo de identificar algunos pa-
el contacto con la intención de resolverlo, y cientes que provienen de la edad infantil, en un
siempre que una relación con los entes de la in- esfuerzo por ofrecerle a la “brevedad posible”
dustria sea digna, no hay razones para pensar un tratamiento apropiado, con el ánimo de es-
que alguien pueda vincularse irreversiblemente peranza de poder lograr que la enfermedad no
con un producto… realmente todos esos pro- produzca los estragos que hemos venido obser-
ductos son buenos, y la selección de alguno de vando en todo este tiempo…
ellos está sujeto a un criterio objetivo… Estamos bien, y seguiremos mejor ya que
En 1999 acudí a un evento internacional, todo lo estamos haciendo por la dignidad de
que le dio espacio a la segunda reunión preeli- nuestros pacientes.
minar para la constitución de LACTRIMS (Latin
American Council for Treatment and Research
In Multiple Sclerosis)… allí expuse como dele- Espectro de las Enfermedades
gado de nuestro país que había que darle un Desmielinizantes en la Infancia
nombre latino al grupo, pero no fue aceptado…
Luego se hicieron tres asambleas más en otros Freda Hernández Alem
sitios hasta que se fundó LACTRIMS en Cartage- Postgrado de Neurología Pediátrica LUZ.
na. Maracaibo-Estado Zulia.
Eso nos dio “fuerza”… momentánea, pero fredahernandez@intercable.com.ve
los venezolanos desde ese momento nos vimos
a la cara y dijimos que teníamos que presentar El concepto de “enfermedad desmielini-
datos epidemiológicos… nos sentimos apabu- zante” se refiere a aquellas condiciones clínicas
llados, ya que era imposible alzar la mano en caracterizadas por la pérdida de la mielina, sea
una reunión o asamblea, con Argentinos, Espa- debida a una afectación primaria de la oligoden-
ñoles, Brasileños, Colombianos, Mexicanos, droglia o de las membranas mielínicas. Las en-
mientras esa gente nos ha visto con un rabito fermedades desmielinizantes en la infancia pue-
desde el ojo. den resultar un interesante y misterioso enig-
Algunos años pasaron, pero dignamente ma, en ocasiones difícil de descifrar. Es por ello
hemos elaborado dos ediciones de pautas, la úl- que el clínico que maneja pacientes pediátricos
tima circula en Ecuador, Uruguay, Perú, Boli- debe tener claro cuales son los elementos claves
via… Chile; nuestro digno trabajo, ese que he- que sirven de ayuda en la búsqueda de diagnósti-
mos realizado como un “apéndice” de la SVN y cos acertados y por lo tanto conductas terapéu-
que hemos decidido denominar “Vectrims”, en ticas adecuadas. Así pues cuando nos encontra-
sintonía con las siglas internacionales, nos ha mos frente a un paciente con manifestaciones
permitido obtener algún grado de reconoci- clínicas de enfermedad neurológica y evidencia
miento, al punto que dos de sus miembros, en- de afectación de la sustancia blanca en los estu-
tre los cuáles me encuentro, fuimos nombrados dios radiológicos debemos pensar en el amplio
como miembros de un “steering committee”, espectro de las enfermedades desmielinizantes,
para elaborar pautas internacionales y sugeren- y utilizar el contexto clínico del paciente, forma
cias para países suramericanos que no cuentan de inicio, edad de presentación, evolución, sig-
mos o entidades patológicas. Existen muchas disfunción de la sustancia blanca, la cual debe
dudas sobre la validez de los criterios necesarios comprometer más de un área del SNC y debe ser
para los pacientes pediátricos con sospecha de diseminada en tiempo. También deben excluirse
EM, o si un síndrome clínicamente aislado se otras explicaciones posibles de los síntomas y
puede diferenciar de la EMAD y si la EMAD reci- descartar otras entidades, para lo cual se necesi-
divante puede distinguirse de la EM. Tampoco tan otras evidencias suministradas por una bue-
se han identificado completamente los factores na historia clínica y el examen neurológico de-
de riesgo ni el rol de los factores étnicos o gené- tallado. Este último comprende la búsqueda de
ticos en la población pediátrica. No obstante, la los signos que traducen las alteraciones del ner-
observación de niños con un cuadro clínico su- vio óptico, la reducción de la fuerza, alteración
gestivo asociado con pruebas de laboratorio o de los reflejos, coordinación, sensibilidad. Un se-
neuroimagen como las mencionadas en la pobla- guimiento clínico y la práctica de otros exáme-
ción adulta con EM, hace necesario aplicar es- nes permiten orientar el diagnóstico. En nues-
quemas diagnósticos que combinen los hallaz- tro servicio empleamos un árbol de decisión que
gos clínicos y paraclínicos y permitan establecer facilita la estrategia (Figura 1).
el diagnóstico en este grupo de pacientes. La Resonancia magnética (RMI) se emplea
como auxiliar en la certeza diagnóstica de EM o
Manifestaciones clínicas para predecir el desarrollo de EM en los pacien-
tes con síndromes aislados clínicamente (primer
La presentación clínica de la EM es pareci- ataque de desmielinización). El patrón imageno-
da a la encontrada en adultos. Las manifestacio- lógico de la EM se caracteriza por la observación
nes iniciales suelen ser monosintomáticas e in- de lesiones de diámetro variable, hiperintensas
cluyen signos y síntomas sensitivos o visuales. en secuencias T2, de distribución multifocal, con
También pueden observarse síntomas motores y coexistencia de placas activas o inflamatorias y
en general, aquellos que sugieren compromiso placas crónicas o inactivas, lo cual confirma la di-
de tallo cerebral. Si bien los signos y síntomas seminación en tiempo del trastorno. La tenden-
de presentación en niños son similares a los del cia centrofórica de las placas, localizadas prefe-
adulto, predominan los trastornos visuales, las rentemente en la sustancia blanca profunda,
alteraciones sensitivas y la ataxia. Paresia moto- cuerpo calloso, tallo cerebral, y la zona periven-
ra pura comprometiendo típicamente los miem- tricular, es un carácter bien definido de la EM
bros, es un síndrome de presentación menos co- que la distingue de la EMAD La diferencia tem-
mún en adolescentes (15%) que en adultos poral se establece completando el estudio con
(50%). Por otra parte, en niños prepuberales es gadolinium el cual permite visualizar el grado de
frecuente que se manifieste, en forma aguda reforzamiento de las lesiones. En estudios de se-
como una encefalopatía difusa, o una encefalo- guimiento, se pueden encontrar nuevas lesiones
patía de tronco con deterioro del sensorio, me- en pacientes con EM. Los criterios diagnósticos
ningismo y compromiso de pares craneanos. más recientes propuestos por McDonald y cols
La forma más común de presentación en la (2001), incorpora la RMI para documentar la di-
edad pediátrica es aquella que cursa con remisio- seminación en espacio (áreas múltiples de des-
nes y exacerbaciones especialmente en los meno- mielinización) y tiempo (aparición de nuevas le-
res de 10 años, si bien no suele mantener una siones en los estudios de seguimiento). Ninguno
evolución progresiva luego de la pubertad. Se ha de los criterios imagenológicos incluyendo los
señalado que los casos con debut posterior (des- de McDonald ha sido validado en la población
pués de los 10 años), muestran un curso progre- pediátrica y por tanto, se hace necesario un con-
sivo continuado, pero se necesitan estudios pros- senso sobre las características radiológicas de la
pectivos para poder confirmar esta observación. EM en estos pacientes. En un estudio piloto en
el cual se aplicaron estos criterios en una cohor-
Diagnóstico te de pacientes pediátricos con un primero y se-
gundo evento desmielinizante, se observó que
El diagnóstico de EM se basa en la demos- los niños cumplían estos criterios menos fre-
tración de los elementos clínicos que traducen cuentemente (Hahn CD y cols, 2002).
blecido una relación con el antígeno de histo- síntomas neurológicos focales en pacientes con
compatibilidad mayor HLA subtipos Dr2, Dr4 y elevado riesgo epidemiológico debe obligarnos a
DQW1.Se ha determinado que existen ciertos investigar la posibilidad de que estemos en pre-
factores desencadenantes o que pueden inducir sencia de un primer episodio de la enfermedad.
la aparición de brotes o recaídas de la enferme- En dichos casos se recomienda practicar una se-
dad entre los que se incluyen infecciones virales, rie de estudios que incluyen estudio de resonan-
hormonas sexuales, el post parto, las vacunacio- cia magnética cerebral y/o de médula espinal
nes, el estrés y los traumatismos craneales. que debe incluir el uso de gadolinio, el estudio
Los síntomas dependen de la zona o área de LCR que incluya electroforesis de proteínas
cerebral afectada siendo los mas frecuentemen- para la determinación de bandas oligoclonales y
te observados las alteraciones motoras seguidos de síntesis de inmunoglobulinas intratecal es
por alteraciones sensitivas y por alteraciones de fundamental así como los Potenciales Evocados
nervios craneales entre las que debemos hacer Visuales. Debe descartarse que los síntomas que
especial mención la neuritis óptica, diplopía y presenta el paciente no sean debidos a otras pa-
alteraciones de la marcha, de la coordinación y tologías que simulan Esclerosis Múltiple entre
de los esfínteres (4). las que se incluyen Vasculitis del SNC, Síndrome
El diagnóstico de la Esclerosis Múltiple se Antifosfolípidos, Infección por Virus HTLV I-II,
venía realizando siguiendo los criterios de Schu- Nuerolues, Infección por Virus de Inmunodefi-
macher y posteriormente los criterios de Poser ciencia Humana (VIH) entre otros (10). Igual-
(5) y desde el año 2001 se utilizan los nuevos Cri- mente en pacientes jóvenes debe plantearse la
terios Diagnósticos de Mc Donald (6) con los cua- posibilidad de una Encefalomielitis Diseminada
les se ha logrado mejorar el diagnóstico de estos Aguda (EDA) cuadro este que en algunos casos
pacientes especialmente en lo que se refiere a los no puede ser diferenciado de un primer episodio
denominados Síndromes Clínicos Aislados. de Esclerosis Múltiple y en el cual solo la evolu-
Uno de los grandes dilemas que se le pre- ción en el tiempo dará la respuesta a esa inte-
sentan al clínico es lo referente a cual es la con- rrogante (10).
ducta y cual es el pronóstico de un paciente que En el tratamiento de la enfermedad debe-
presenta un primer episodio de disfunción neu- mos mencionar el uso de esteroides por vía in-
rológica focal que pudiera corresponder a la pri- travenosa o vía oral lo que permite acortar el
mera manifestación de Esclerosis Múltiple. Al tiempo de recuperación de los síntomas pero
respecto es importante mencionar que en lo re- que no han demostrado que puedan alterar el
ferente a algunos síntomas específicos tal es el curso o historia natural de la enfermedad. En al-
caso de la Neuritis Óptica en el cual un estudio gunos casos particulares de pacientes con un
multicéntrico publicado en 1992 y con un segui- primer episodio de disfunción neurológica focal
miento de 5 años reveló que aquellos pacientes que presenten factores de riesgo para la enfer-
con alteraciones en su estudio de Resonancia medad, los mismos pueden recibir tratamientos
Magnética (RM) presentaban un riesgo de hasta con inmunomoduladores ya que existe evidencia
50% de desarrollar la enfermedad en un lapso de científica que demuestra que el uso de los mis-
5 años (7). Por otra parte el estudio CHAPMS mos puede retardar la aparición de un segundo
(8) con uso de interferón Beta 1ª por vía IM y el episodio de la enfermedad (8, 9). Finalmente es
estudio ETOMS (9) con uso de interferón Beta importante destacar que en muchos casos solo
1ª vía sub-cutánea revelaron que aquellos pa- el seguimiento adecuado de estos pacientes y el
cientes con síntomas debido a afectación del buen juicio clínico permitirán establecer un
nervio óptico (Neuritis Óptica), del Tallo Cere- diagnóstico certero definitivo.
bral o de la Médula Espinal tenían un riesgo ele-
vado de desarrollar la enfermedad en un lapso Referencias
de 1-2 años si presentaban mas de 2-3 lesiones
en la resonancia magnética localizadas en áreas 1. Kurztke JF. Multiple Sclerosis from an epidemi-
cerebrales diferentes a las que determinaban sus ological viewpoint. In: Field EJ (ed.) Multiple
síntomas iniciales. Estos estudios han permitido Sclerosis: A critical conspectus. Lancaster, Eng-
land: Medical and Technical Publishing Press,
determinar que la aparición de determinados
1977: 83-142.
Simposio de Epilepsia
Clasificación de las Epilepsias ANEXO 1. Glosario Descriptivo de
Terminología para Semiología Ictal1
Agustín D’Onghia C.
Principios para términos y definiciones
Universidad Centro-Occidental “Lisandro
En el desarrollo del “Léxico” de este infor-
Alvarado”. Grupo de Trabajo en Epilepsia.
me, adoptamos y aplicamos los siguientes prin-
Sociedad Venezolana de Neurología
cipios:
Barquisimeto-Estado Lara
– Contiene aspectos que distinguen o modi-
dongagus@cantv.net
fican las crisis epilépticas.
– Son descriptivas del fenómeno involucra-
Históricamente han existido múltiples sis-
do.
temas de clasificación basados en elementos clí-
– Se relacionan con la terminología de la
nicos descriptivos, semiológicos, nosológicos;
Neurociencia Clínica.
según intensidad, duración, gravedad, topogra-
– Uso de Terminología y Definiciones co-
fía, etiofisiopatología y modernamente según
rrientes hasta donde es posible.
sean crisis o síndromes epilépticos.
– Contiene términos nuevos sólo si es nece-
En el año 2001, el comité de la Liga Inter-
sario.
nacional contra la Epilepsia (ILAE, por sus si-
– Facilidad de traducción a otros idiomas.
glas en Inglés) coordinado por el doctor Jerome
– De fácil uso y comprensión por potenciales
Engel, logró luego de una década, acordar una
usuarios.
nueva propuesta para denominar semiológica y
descriptivamente, y clasificar las crisis y síndro-
I. Términos generales
mes epilépticos, además de proponer una clasifi-
– Semiología: Rama de la lingüística que es-
cación de enfermedades asociadas en donde la
tudia los síntomas y signos.
epilepsia acompaña a las mismas.
– Crisis epiléptica: Manifestación(es) de ac-
La nueva propuesta permite la descripción
tividad epiléptica (hipersincrónica y/o ex-
y definición de cada tipo de crisis (diagnóstico
cesiva) usualmente autolimitada de activi-
de crisis), sospecha e investigación de etiología
dad neuronal en el cerebro.
y topografía cerebral involucrada (diagnóstico
– Ictus: Evento neurológico súbito tal como
topográfico), según sus características clínicas y
una apoplejía o una crisis epiléptica.
electroencefalográficas, edad, neuroimagen, es-
– Epilepsia:
tudio genético, video-EEG, evolución, respuesta
Trastornos epilépticos: Una condición neu-
terapéutica, antecedentes personales y familia-
rológica crónica caracterizada por crisis
res (diagnóstico sindromático de la epilepsia
epilépticas recurrentes.
y/o diagnóstico de comorbilidad a enfermeda-
Epilepsias: Afecciones crónicas con crisis
des).
epilépticas recurrentes que pueden ser
El análisis de este material es de gran utili-
consideradas como epilepsias.
dad en la práctica para la atención individual del
– Focal (sinónimo parcial): Crisis epilépti-
paciente, así como permitirá agrupar los distin-
cas cuya semiología inicial indique, o sea
tos casos para investigación prospectiva.
1 Reporte del Equipo de Trabajo de la ILAE sobre Clasificación y Terminología Jerome Engel, Epilepsia
42(9):1212-1218. 2001
5.1.1. Regular (irregular): Intervalos con- – Crisis recurrentes sin recuperar la función
sistentes (inconsistentes) o predecibles (impre- basal del sistema nervioso central, en el
decibles), entre tales eventos. periodo interictal.
5.1.2. Agrupadas (sinónimo: Racimo):
– Nombre: incidencia de crisis en un periodo 7.0. Severidad
dado (usualmente uno o varios días) que Es la evaluación de la crisis por observado-
excede las incidencias promedio sobre un res y por el paciente. El observador distinguirá
periodo mayor en la incidencia anterior. varios componentes, entre ellos: duración de la
– Verbo: variación en la incidencia anterior. crisis, extensión del compromiso motor, altera-
5.1.3. Factor desencadenante: Nombre: ción de la interacción cognitiva durante la crisis
Elementos transitorios y/o esporádicos, endóge- (del paciente con el ambiente), número de cri-
nos o exógenos, capaces de aumentar la inciden- sis por unidad de tiempo. El paciente describirá
cia de crisis en personas con epilepsia crónica y el grado de lesiones somáticas secundaria a la
evocar crisis en individuos susceptibles sin epi- crisis, extensión de la injuria, consecuencias
lepsia. emocionales, sociales y vocacionales.
5.1.3.1. Reactivas: Ocurrencia en asocia-
ción con perturbación sistémica transitoria tal 8.0. Pródromo
como enfermedad intercurrente, pérdida de sue- Fenómeno pre-ictal. Alteración subjetiva o
ño, o estrés emocional. clínicamente objetiva (Ej.: sensación mal locali-
5.1.3.2. Reflejas: Objetivamente y con- zada o agitación) que es heráldica del comienzo
sistentemente demostrado que son evocadas de la crisis pero no forma parte de ella.
por un estímulo aferente específico o por una
actividad que realiza el paciente. Los estímu- 9.0. Fenómeno post-ictal
los aferente pueden ser elementales (no es- Una anormalidad clínica transitoria de la
tructurados: destellos de luz, susto, un monó- función del sistema nervioso central que apare-
tono, etc.) o elaborados (estructurado: una ce o se acentúa cuando los signos clínicos de la
sinfonía). La actividad puede ser elemental crisis han cesado.
(motora: un movimiento); o elaborado (fun- 9.1 Fenómeno lateralizante (Todd): Cual-
ción cognitiva: lectura, jugar ajedrez) o ambos quier alteración post-ictal unilateral en el funcio-
(leer en voz alta). namiento motor, del habla, somatosensorial y/o
5.2. Dependiente de un estadío: Ocurre funciones integradoras incluyendo fenómenos de
exclusivamente o principalmente en los estadíos inatención visual, auditiva o somatosensorial.
de somnolencia, sueño o al despertar. 9.2 Fenómeno no lateralizante: Cogni-
5.3. Catamenial: Crisis que ocurren prin- ción alterada, amnesia, psicosis.
cipal o exclusivamente en alguna fase del ciclo 9.2.1. Cognición alterada: Rendimiento
menstrual. cognitivo disminuido involucrado una o más
percepciones: atención, emoción, memoria, eje-
6.0. Duración cución, praxia, lenguaje (ver discognición, 2.3).
Tiempo entre el comienzo de las manifes- 9.2.1.1. Amnesia anterograda: Alteración
taciones de la crisis (como el aura), y el cese de de la capacidad para recordar nuevo concepto.
la misma. No incluye premoniciones no específi- 9.2.1.2. Amnesia retrógrada: Capacidad
cas o estados post-ictales. alterada para evocar pensamientos previamente
6.1. Status epilepticus (estado epiléptico) conocidos.
– Crisis cuya duración excede el tiempo 9.2.2. Psicosis: Integración errada del mun-
usual de las mismas en la mayoría de los do externo en una persona despierta, alerta, invo-
pacientes, o lucra disrupción de la emoción y socialización.
TABLA I (Anexo 3)
Clasificación de Síndromes Epilépticos
Grupo Sindromático Síndromes Epilépticos Específicos
Epiléptico
Epilepsias Focales – Crisis infantil benigna (no familiar).
Idiopáticas de la – Epilepsia benigna de la infancia con puntas centro-temporales.
Infancia y Niñez – Epilepsia benigna de la infancia occipital de inicio precoz (tipo Panayiotopoulos).
– Epilepsia benigna de la infancia occipital de inicio tardío (tipo Gastaut).
Epilepsias Focales – Crisis neonatal familiar benigna.
Familiares – Crisis infantil familiar benigna.
(autosómicas – Epilepsia autosómica dominante nocturna del lóbulo frontal.
dominantes) – Epilepsia familiar del lóbulo temporal.
– Epilepsia focal familiar con foco variable (*).
Epilepsias Focales Epilepsias límbicas:
Sintomáticas 1. Epilepsia mesial del lóbulo temporal con esclerosis hipocampal.
(o probablemente 2. Epilepsia mesial del lóbulo temporal definida por etiología específica.
sintomáticas) 3. Otros tipos definidos por etiología y localización.
Epilepsias neocorticales:
1. Síndrome de Rasmussen.
2. Síndrome hemiconvulsión-hemiplejía.
3. Otros tipos definidos por localización y etiología.
4. Crisis parciales migratorias de la infancia temprana (*).
Epilepsias Generalizas – Epilepsia mioclónica benigna de la infancia.
Idiopáticas – Epilepsia con crisis mioclónicas-astáticas.
– Epilepsia de ausencia de la infancia.
– Epilepsia con ausencias mioclónicas.
– Epilepsia generalizada idiopática con fenotipo variable.
1. Epilepsia tipo ausencia juvenil.
2. Epilepsia mioclónica juvenil.
3. Epilepsia con solamente crisis generalizada tónico-clónica.
4. Epilepsias generalizadas con crisis febriles plus (*).
Epilepsias Reflejas – Epilepsia del lóbulo occipital idiopática fotosensible.
– Otras epilepsias visuales sensoriales.
– Epilepsia primaria por lectura.
– Epilepsia por sobresalto.
Encefalopatías – Encefalopatía mioclónica temprana.
Epilépticas (con – Síndrome de Ohtahara (encefalopatía epiléptica infantil precoz brote-supresión).
anormalidad – Síndrome de West.
epileptiforme que – Síndrome de Dravet (epilepsia mioclónica progresiva severa de la infancia).
conduce a disfunción – Estado mioclónico en encefalopatía no progresiva (*).
progresiva) – Síndrome de Lennox-Gastaut.
– Síndrome de Landau-Kleffner.
– Epilepsia con punta-onda continua durante el sueño lento.
TABLA I (Continuación)
TABLA II (Anexo 4)
Ejemplos de Clasificación de Enfermedades asociadas frecuentemente
con Crisis y Síndromes Epilépticos
TABLA II (Continuación)
TABLA II (Continuación)
– Montiel-Nava, C., Peña, JA., López, M., Sa- – Peña, J.A., Cardozo, J.J., Montiel, C.M.,
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