Está en la página 1de 21

Revista de

Psicoanálisis

PRIMERA EDICIÓN / FEBRERO 2016 / VOL. 1


índice
03 Antes bien, no ser / De Edipo a Eatherly y más allá
05 Autismo y Cuerpo / El lenguaje en los trazos de la perfección
07 La emergencia del psicoanálisis en México
09 Ética del deseo / Ética del acto
11 Intempestivas
13 Las melancolías / Goce de vida, goce de muerte
15 Otra vez el crepúsculo
17 Pasionario / Ensayos sobre el crimen
Comisión Editorial:
Asbel Hernández
19 Psicoanálisis con arte / Lenguaje, goce y topología
Helí Morales
Andrés Manuel Jiménez
21 Psicoanálisis y música
Antonio Bello Quiroz 23 Reinventar el psicoanálisis / Introducción a la clínica con niños
Diseño y Formación:
Gabriela Vázquez Tamayo
25 La relación profesor estudiante / Una propuesta desde el psicoanálisis
27 Vigencia del psicoanálisis / Ética de la posición del analista
Escuela de la letra Psicoanalítica
www.eslep.com 29 Y eso es lo que buscaba / Ejercicios de escritura
México 31 Melancolía, sendas, vendas y abismos
Primera Edición, 2016
Registro en trámite 33 A cien años de “Introducción del narcicismo”

35 Retentivas / Foros de psicoanálisis 2013, 2014


revista de psicoanálisis
“Estamos ante un escrito que aborda la posibilidad “…el lector o lectora no dejará de asombrarse, en
de pensar, desde el psicoanálisis, el espacio de lo el sentido más auténticamente filosófico, ante una
político, lo histórico y lo social. Todo ello sin per- textualidad a la vez fresca y profunda que corre los
der el horizonte clínico… una arquitectura textual velos de las monstruosidades de nuestro tiempo
de largos alcances. Nos encontramos ante un texto para advertirnos, junto con Edipo y Eatherly, para-
frontera. Más radical: litoral. dójicamente, no otra cosa que: Esto somos y nada
El análisis que se realiza es la evidencia de que el humano nos es ajeno.
psicoanálisis es una praxis que hace e incluye lo po-
lítico y lo social. Pero no nada más. Estamos ante la
manifestación que, desde el pensamiento de Freud Ignacio Mancilla
y el análisis de Lacan, se puede formular una ética
que es una política. Una ética del deseo y una polí-
tica del sujeto.”

Helí Morales
4
¿Cómo iniciar una escritura donde la palabra cojea, o
más bien, sólo aparece como periférica? Esa es la figu-
ra del autismo. No es gratuito que se denomine “espec-
tro autista” a la resistencia de esas presencias clínicas

AUTISMO
con respecto a los manuales. El autismo implica una
ruptura o alteración intersubjetiva con el otro. El autismo
-como posición- se consume, se devora a sí mismo.
También podríamos ensayar una fórmula: El autismo
como intento de apalabrar el goce del órgano. El órga-

Y CUERPO
no vivo sin continente pulsa independiente del cuerpo.
El cuerpo sin soporte de palabra pulsa sin tramitación.
El niño se protege con el autismo de una dimensión
devastadora que implica al Otro. El autismo no es un
trastorno, es un efecto del deseo de la madre, de su
mirada.

El libro busca proponer desde el psicoanálisis una pro-


puesta ética frente al autismo. No hay en psicoanálisis
una ontología, no hay formas de ser definitivas. Lacan
habla de sujetos con posiciones éticas frente a una falta
en ser, lo cual no quiere decir que se trata de un liberti-
naje gramatical donde la justificación del caso por caso
se vuelva el pretexto perfecto para velar la falta que se
anida en toda reflexión. Si Dios está muerto no todo
está permitido, en otras palabras: uno no puede decir
lo que quiera, sino lo que el orden significante permita
o, en todo caso, lo que se nos ocurra para que al ins-
tante de pensarlo y escribirlo haya una separación entre
esos dos momentos. Esa separación permitirá ubicar la
brújula del texto.
En el autismo, el Otro, la familia, el maestro, los compa-
ñeros, en fin, los representantes sociales llegan como
un “poder ajeno” que se impone de manera intrusiva.
Es así como el niño autista interpreta los estímulos que
le vienen de fuera. El rechazo, la agresión, el aislamien-
to, la construcción de barreras son las respuestas con-
ductuales ante estas iniciativas. Esto quiere decir que el
sujeto autista construye un muro ante la complejidad
por sostenerse como sujeto de enunciación en el lazo
con el Otro y con su cuerpo.

Liora Stavchansky 6
LA EMERGENCIA DEL
PSICOANÁLISIS EN MÉXICO
Habiéndose iniciado como práctica en la medianía del
siglo pasado, el psicoanálisis en México extiende sus
raíces hasta los primeros años de la década de 1910,
e incluso antes. Se establece de manera indubitable la
procedencia del psicoanálisis del discurso psiquiátrico
mexicano, en cuyo desenvolvimiento juega un papel
central el Manicomio La Castañeda. Aquí proponemos
tres etapas en la historia del psicoanálisis en México:
recepción, implantación e institucionalización, y su
cierre en 1957, con la constitución formal de las dos
primeras asociaciones de psicoanalistas, que ocupa-
rán el campo psicoanalítico mexicano hasta finales de
los años sesenta del siglo XX. De modo que el lector
asistirá a un relato histórico cuya culminación tiene una
doble significación: es punto de arribo para el proceso
iniciado en los albores de 1900 y es, al mismo tiempo,
punto de partida de los acontecimientos que habitan la
historia del psicoanálisis en México de 1957 a la época
actual, y que son motivo de la reciente investigación
del autor, misma que aspirará a su concreción en un
siguiente volumen.
Juan Capetillo Hernández es psicoanalista e investi-
gador del Instituto de Investigaciones Psicológicas de
la Universidad Veracruzana. Por la misma casa de es-
tudios es licenciado en Psicología, maestro en Teoría
Psicoanalítica y doctor en Historia. En el IIP – UV se
encarga de la línea de investigación Historia y Psicoa-
nálisis, que busca aportar elementos para un diagnósti-
co histórico y sociológico de la incidencia del discurso
psicoanalítico en la cultura mexicana. Es autor de alre-
dedor de 40 artículos en distintas revistas científicas y
de divulgación y ha escrito diversos capítulos en libros
como Literatura y psique, UAM, 1990; Psicoanálisis y
educación, UNAM, 1990; Escritos de la red, Ediciones

JUAN CAPETILLO HERNÁNDEZ


de la Noche, 2004 y Sexualidad y género; una visión
psicoanalítica, Lumen, 2006. 8
ÉTICA DEL DESEO /
ÉTICA DEL ACTO
Hay en este texto una propuesta que atañe, que vislum-
bra, que toca a la práctica analítica.

La avanzada de María del Carmen Vargas es fuerte y


clara: la ética del deseo es una ética del acto. Para ello,
se analizan no solamente las convergencias y las dife-
rencias con la propuesta del acto en Aristóteles, donde
el deseo como Oréxis es movimiento que apunta al
objeto en una acción que rompe cualquier pasividad de
la satisfacción y asegura que la cosa exista, sino que se
llama a la letra freudiana en textos como El problema
económico del masoquismo, Malestar en la Cultura, Tó-
tem y tabú y Psicología de las masas y análisis del yo.
En estos escritos, las problematizaciones del yo ideal,
el ideal del yo y la ley no pueden no desembocar en
los laberintos de lo erótico, y sobre todo lo tanático.
Imagen y ley, represión y representación, yo y superyó,
pulsión de vida y pulsión de muerte; embrollo radical de
la existencia y el lazo con los otros.

Habrá que leer y disfrutar las páginas que sostienen


este libro para arribar a las similitudes, pero sobre todo
a las diferencias inéditas que la ética del psicoanálisis
presenta respecto a la de Aristóteles.

Helí Morales

10
señalamiento se impone, tenemos una diversidad de
textos que, al mismo tiempo, sin haberlo pretendido,
alcanza una cierta unidad que tiene, como uno de sus
ejes, el de la bioética y la biopolítica. Algo que, en el
contexto actual de México y del mundo, es de una
considerable pertinencia.

De este modo, leemos a Sergio Espinosa Proa, deli-


berando sobre la biopolítica y sus imposibilidades, ello

INTEMPESTIVAS en la tesitura abierta por Derrida.


Por su parte, Paulo Peña, miembro de Intempestivas,
escribe sobre el cuerpo, ello desde el horizonte de la
filosofía de Baruch Spinoza, filósofo moderno que se
adelanta en cuanto a la reflexión sobre el cuerpo y sus
potencias y apotencias.
Este número de nuestra Revista, el dos, el Uno ab- En cuanto a la dimensión siniestra de la guerra contra
soluto hace mu- cho que quedó superado, es parti- el narcotráfico, de presencia cotidiana en México des-
cularmente intempestivo, pues aparece rápidamente de hace algunos año, de Teun Voeten (traducido del
después de un considerable alargamiento inglés por Esteban Arellano), tenemos una pequeña
temporal. muestra de cómo nos miran de fuera en esta hora
aciaga que vivimos las y los mexicanos... a punto del
Su composición, no podía ser de otra manera, es el despeñadero.
resultado de una serie de coincidencias afortunadas
en las que el infortunio también jugó su papel. De Después de estos textos, viene una excelente entre-
modo que, henos aquí, en tus manos lector y lecto- vista, realizada por Esteban Arellano y Armando Co-
ra; dando prueba de la persistencia e insistencia de rrea, de hecho la última antes de su muerte, con el
nuestro deseo, no sin resistencias, por cierto, ¿pero profesor Jorge Manzano Vargas, de inusitadas reve-
hay deseo puro? laciones. Es una entrevista cuyo valor va más allá de
ser prácticamente la última que concediera tan con-
Así que, como venía diciendo, tenemos un número notado maestro.
singularmente in- tempestivo en toda su estructura,
en la que ocupa un lugar destacado la biopolítica, en Pero además, contamos con un texto homenaje, pós-
el más amplio y fuerte sentido de la palabra: es así tumo, de Iván Valenzuela, a tan insigne maestro, como
que, por primera vez, aparecemos debidamente re- complemento a dicha entrevista.
gistrados y contamos con sendas colaboraciones, de
aquí y de allá. Y contamos, también, con un deslumbrante texto so- También aparecen, en este significativo número, el
Una de Horacio Potel sobre la legalidad y legitimidad bre Edmond Jábés, de Dánivir Kent, cofundadora de dos, poemas de Nelly Sachs y de Abraham Joshua
de una herencia, la de Derrida, todo en un excelente esta Revista, quien con una textualidad asombrosa, Heschel, ambos traducidos por Luis Armando Agui-
texto que problematiza mucho de lo que acontece en muchos sentidos, discurre sobre la escritura y el lar y el primero en colaboración con Maike Kreisel;
hoy en cuanto a la apropiación (legal o legítima) de libro... de la semejanzas de tan importante poeta/pen- además de poemas de las plumas de Dánivir Kent,
una obra. sador judío. ya mencionada, y de Armando Correa, también nom-
brado.
Otra también en la senda del filósofo de la decons- Una colaboración de un servidor sobre judaísmo y
trucción, Jacques Derrida, sobre la necedad de lo modernidad, que gira alrededor de la figura y la obra No podíamos no incluir la poesía en este número de
animal y sus consecuencias en la estructura demo- de Sigmund Freud; es decir, sobre el psicoanálisis en tanta importancia para nosotros.
crática de la sociedad contemporánea, que lleva, a su tanto creación que obedece a la especificidad de Lo-
máxima tensión, la compleja relación entre lo humano gos judío en tanto diferente del Logos griego.
y lo animal ahí donde supuestamente más distinguiría- El diseño de la portada fue realizado por Paco Menvel,
Argentina Sandoval escribe sobre la dimensión poé- así como el diseño de interiores por Francisco Tapia.
mos la cualidad humana, en el hacer la democracia; tica del lenguaje según el pensador del Ser, Martin
nos topamos, aquí, con una colaboración de Patrick Heidegger, quizá el filósofo más importante del siglo
Llored (traducida del francés por Emily Marzin). XX. Su texto quedó como anillo al dedo y, en esa me- J. Ignacio Mancilla Guadalajara,
Esto en cuanto a dos de las colaboraciones de fuera,
en lo que respecta a los textos domésticos, propios, el
dida, sirve como preámbulo a los poemas que aquí
mismo se publican.
Jalisco, septiembre de 2015 12
LAS MELANCOLÍAS
La hipótesis que sostiene esta investigación se ha con-
cibió de la siguiente manera: Es posible conceptuali-
zar a la melancolía como posición subjetiva en plural,
GOCE DE VIDA / GOCE DE MUERTE de forma tal que sean las melancolías, y que abarque
desde estados de tristeza de duración variable hasta la
Interés de esta investigación es abordar lo llamado por vivencia de dolor en estado puro (según Lacan), que
la medicina, filosofía, psiquiatría, arte y psicoanálisis: paraliza a quien lo padece.
melancolía, a partir de estudiarla como una posición de
los sujetos ante un dolor que los invade y los paraliza. Así planteadas, a las melancolías las caracteriza la difi-
Descentrándonos de las propuestas nosológicas, que cultad que presenta vivir y el deseo de experimentar la
la clasifican como parte de cierto trastorno mental, sí muerte, ya que no es un trastorno único y delimitado
cumple con los síntomas y signos ya determinados en por sus síntomas y signos.
diversos estándares preestablecidos.
En las melancolías la búsqueda de goce, (entendido
Abordar esta posición en su complejidad, retomando como Lacan lo desarrolla, vivencia de satisfacción,
ambos significados del significante complejo: como ad- absoluta, radical y sin límites) es el motor de su ma-
jetivo la melancolía es compleja en tanto se compone lestar y bienestar. A saber, los sujetos anhelan un es-
por diversos elementos complicados en sí mismos. Y tado de completud mítico, de satisfacción absoluta. La
como sustantivo utilizado en la psicología, la melancolía búsqueda está en esa Nada originaria, como un todo
conforma un conjunto de ideas, emociones y tenden- anhelado y perdido, como un goce absoluto. Ante las
cias que involucra procesos psíquicos que se estudia- ganas de Nada se presentan los síntomas de nada de
rán desde el psicoanálisis para proponer una concep- ganas, desgano, apatía, desarraigo. Los sujetos buscan
tualización diferente a la considerada en la actualidad. la Muerte en vida, que se manifiesta en irse muriendo
El título de esta investigación incluye ya una afirma- día a día. No anhelan morirse sino la muerte, no buscan
ción y una interrogante. Las melancolías se tienen que la satisfacción de morir sino el goce de la Muerte. La
abordar en plural no como si fuera solo una patología cuestión es que la vida se va hilvanando en la búsque-
delimitada, sino justamente una posición de un sujeto da del goce y la muerte también. De allí el título del
que sufre. A pesar de haber estado enmarcada en la libro: Las Melancolías. Goce de vida/Goce de muerte;
estructura psicótica, sabemos que hay sujetos no psi- considero que en búsqueda del goce de muerte la vida
cóticos que vivencian una posición melancólica, por trascurre en la vivencia de ese goce mortificante, feroz
ejemplo las depresiones. Lacan en 1938 en el texto y cruel. De allí los síntomas radicales que se presentan
de Los complejos familiares la nombra como la gran en los sujetos.
neurosis contemporánea.
La melancolía no solo se debe plantear en el campo de
La interrogante planteada es ¿Goce de vida o de muer- las psicosis, sino que cualquier sujeto puede, en algún
te? Y ese es el meollo de la propuesta. Freud en el momento de su vida, experimentar ésta posición, de
texto de Duelo y melancolía escribe: “Ese automartirio ahí la propuesta de conceptualizar a la melancolía en
de la melancolía, inequívocamente gozoso”, mencionar plural, como las melancolías.
el concepto de goce conlleva remitirnos a Freud y a La-
can y a los vericuetos de este concepto analítico. Pero
podemos ir respondiendo a la pregunta: es un goce de
MARCELA MARTINELLI
vida-muerte, lo que se anhela es LA MUERTE en tanto
absoluta y absoluto. Es diferente al suicidio, ya que no
se anhela matarse, en algunos casos, sino la vivencia
de la muerte en vida, disímil a concebirla como punto
de origen y destino, es vivir la muerte día a día con
cierto goce de vida y de muerte. 14
Se trata de un volumen de cuentos cuyos temas van de lo Fue muy claro que no podíamos vivir sin él, sin ese compa-
ominoso a lo melancólico a base de historias, reflexiones y ñero (Mario) que provocaba que nosotros dos (el narrador y
finales sorpresivos en la más pura tradición del género. Renata) fuésemos otros.”
“Otra vez el crepúsculo” es uno de los 27 relatos contenidos ¿Hemos vuelto al tema de las equivocaciones y la historia

OTRA VEZ EL
en este volumen y que le da nombre al libro. Trata de una la- entera de la pareja ha vivido en el error? ¿Otra vez el tema
mentable equivocación que termina en tragedia. Pero no es favorito de la autora: el error de nuestra visión de lo humano?
el único cuento que nos muestra a seres humanos que se
equivocan, que en ocasiones se equivocan sin saberlo, es Pero no solamente se trata el tema de la equivocación en
decir, de manera no consciente. Abarca lo trágico y lo triste: este volumen de cuentos: aparece la violencia, sobre todo

CREPÚSCULO
las consecuencias de la ruptura amorosa, la muerte del ser contra las mujeres, la de tipo sexual, es decir, se trata de vio-
amado, los sueños equivocados con la persona equivocada, lación y hasta violación tumultuaria: “Tal vez esto es la muer-
un gozoso adulterio cometido en plena noche de bodas de te”. Violencia entre hermanos: “Génesis 4:8” o la venganza
manera casi involuntaria, una madre que le roba el marido de Abel sobre Caín, la de una madre contra la hija al hacerse
a su hija que hace pensar en si no se trata de una relación amante del marido de la segunda: “Mi corazón se marchita”,
equívoca del matrimonio joven, una enferma mental que por otra vez la violencia sexual en un caso de pedofilia con el
definición consideramos siempre errada en sus delirios, una irónico título “Yo pecador”. La violencia involuntaria reunida
Orlanda que, como en la novela de Virginia Woolf, comienza con la equivocación mencionada: “El tabachín”.
siendo él y termina siendo ella, la relación incestuosa entre Tratándose de un libro de cuentos que abarca estos temas
Asbel narra -desde diferentes planos- una y otra vez la la madre y el hijo, como la mayor transgresión moral, ¿no no puede uno dejar de pensar en el famoso libro de Horacio
misma historia, como si quisiera contestarse una única entran estos temas en el terreno de lo equivocado por de- Quiroga “Cuentos de amor, de locura y de muerte”, influen-
y enorme pregunta: ¿Por qué el amor no es eterno? finición? Si el nombre “La comedia de las equivocaciones” cia obligada en cualquier cuentista de cierto calado. Quiroga
Para ello se vale de relatos perturbadores donde la ter- no fuera tan famoso ya podría aplicarse a este libro sin faltar trata temas similares y Hernández no le va a la saga: el amor
nura no basta, la familia no cobija, el amor y la muerte a la verdad. Y porque, el término “comedia” no tiene cabida como una nostalgia y rara vez como una meta alcanzada,
son inseparables. Al mejor estilo de una escrupulosa aquí. Quizá podría recibir el nombre de “La tragedia de las con frecuencia como un recuerdo melancólico; la locura de
cronista, Asbel no se toca el corazón para llamar a las equivocaciones.” O “Equivocaciones trágicas.” una madre que convive con toda clase de alimañas hasta
cosas por su nombre, para mostrar, con inflexible luci- que es devorada por las ratas; la muerte, como una presen-
dez, el amor en todas sus facetas: el amor refulgen- En otra línea de pensamiento, la autora nos ofrece algu- cia frecuente en varios de los relatos.
te pero siempre amenazado, el amor que agoniza, el nos apuntes que se alejan de lo convencional en el género
La literatura –nos dice Vargas Llosa- es una manera de amor muerto. Enfoca con el potente zoom de la palabra
ordenar el caótico mundo en que vivimos. Nos da pers- cuento para mostrarnos a profundidad reflexiones acerca de “Otra vez el crepúsculo” es un libro que no hace concesio-
exacta lo no dicho en el seno de cualquier familia, en la soledad, la tristeza por el deterioro de salud de uno de los nes: brutal cuando se hace necesario pero también poético
pectiva frente al desconcierto propio de la existencia.
el corazón de cualquier madre, de cualquier amante. personajes, la rabia que suscita un abuso, sexual o de cual- y lleno de nostalgia a ratos, escrito con prosa clara de al-
Y de esta necesidad por entender el entorno surgieron
los primeros relatos. “Los hombres primitivos, llenos de Su prosa es cruel y vandálica. Desesperantemente ho- quier otro tipo. Y, sin embargo, atisbos de una posible dicha guien que, como sólo los grandes escritores lo hacen, no se
terror, se reunían alrededor del fuego para narrarse los nesta. mediante la transgresión igualmente: “Tres peldaño abiertos cree el cuento de la bondad humana natural a la que echa
acontecimientos del día y, así, intentaban comprender a la dicha” y “El despertar de las piedras” plantean la posi- a perder la vida; más bien, la vida es cruel y el ser humano
su amenazante universo. Les tranquilizaba escapar a un Asbel Hernández pertenece al linaje de escritoras que bilidad de una forma de relación amorosa y sexual diferente su instrumento que mucho contribuye a ello desde los años
mundo otro donde se sentían más seguros por el sólo escudriñan sin pudor el alma, esos sombríos y reduci- entre las personas: la formación de tríos que disfrutan esa iniciales de su existencia.
hecho de tener un principio y un fin, donde las con- dos rincones donde somos realmente humanos porque manera de ir más allá de lo convencional; en el primero la
ductas humanas tenían una explicación, motivaciones y
consecuencias.”
hasta allá no llega la censura de lo social. Territorios
constreñidos por la culpa y el misterio. Asbel está es-
relación se sostiene en todo el cuento y el narrador agrade- Rodrigo Garnica.
ce a su “rival” en amores la aparición en la vida de su pareja;
trechamente vinculada con esas mujeres que arman es, quizá, la única historia con final feliz. En el segundo, el
¿Por qué el ser humano ha seguido narrando? ¿Por qué libros con palabras impúdicas y sinceras, cuya hones- narrador, varón también, disfruta el arreglo no convencio-
leemos? Porque después de habitar esa otra realidad tidad desgarra porque nos obliga a mirar ahí, donde nal pero lamenta que la mujer a la que ama rompa con su
-cuando las historias están bien logradas-, regresamos pocos se atreven sin el pasaporte de la Literatura, con pareja; tanto así, que eso conduce a su propia separación.
a nuestra vida diaria más claros, más sensibles y críti- mayúscula. Narradoras de la talla de Alice Munro, de En “Tres peldaño…” la voz narrativa termina así la historia:
cos: hemos descubierto otros enfoques, nuevas jerar- Patricia Highsmith, de la mexicana Amparo Dávila. “Así, justo así, podríamos vivir el resto de nuestras vidas,
quías entre lo que es importante y lo que no. Entende- en un vaivén donde estamos los tres, sólo los tres.” En “El
mos mejor nuestro pequeño espacio cotidiano. Y Asbel Al cerrar Otra vez el crepúsculo… el mundo se ha despertar…” quien narra resume en la parte final: “A tres
Hernández es, sin lugar a dudas, una descendiente de vuelto más entendible, en su más oscura dimensión. años de la ineludible ruptura, sólo tengo buenos recuerdos
aquellos primeros narradores.
María Esther Núñez de aquella incomparable época que viví con Mario y Renata.
16
PASIONARIO
ensayos sobre el crimen
¿Qué más cercano a nuestra realidad cotidiana que el cri-
men y la violencia? Con el surgimiento de la modernidad
un nuevo discurso toma la batuta de la humanidad: el dis-
curso del logos, el de la razón, que se busca imponer como
garante de orden y progreso en el mundo, desplazando al
discurso religioso del sitio de dominio que ostentó durante
siglos. El pensamiento de Descartes se debe tomar como
representativo del ser y el sentir del hombre moderno. Con
la modernidad, los viejos moldes revelan sus incoherencias
y delirios.

A partir de esta emergencia discursiva es posible observar


un proceso donde todo aquello que no puede ser apre-
hendido por la razón ha sido sistemáticamente segregado
y marginado a un sin-lugar, de donde no deja de retornar.

Este es el caso de la noción de Pasión (pathos), que ha


devenido como algo incómodo en tanto que desde la razón
no puede sostenerse un lugar para tal efecto, en particular
cuando se presenta con el rostro más radical e inasimilable:
el Mal.

En nuestro tiempo, el Mal no sólo desapareció sino que ha


venido a renovar con fuerte insistencia la pregunta sobre
si “eso”, lo sin-lugar, acaso forma parte de la condición
humana e incluso es su esencia.

Dos rostros del mal se analizan en este libro, por un lado, la


pasión, en dos vertientes, aquellas trabajadas por Descar-
tes: la admiración, el amor, el odio, la alegría, la tristeza y
el deseo; y las pasiones del ser, amor-odio-ignorancia, pro-
puesta por el psicoanalista francés Jacques Lacan. Por otro
lado, se aborda el crimen y sus vínculos con la violencia,
como parte constitutiva de lo humano, cuestión que hoy se
nos muestra con tanta crudeza y cotidianidad den México.

Antonio Bello Quiroz.


18
Los recovecos del arte no sólo atañen a su profesiona-
lización. También provoca al sujeto en tiempo violentos.
Los tiempos bélicos, los desastres naturales gestados
por la devastación del medio ambiente, las enferme-
dades epidemiológicas contemporáneas y la violencia
desatada contra poblaciones civiles apuntan, cada vez
más, a un intento de destrucción del sujeto a partir del
secuestro de su cuerpo y la negación de su pensa-
miento. Todo ello desemboca en un borramiento de su
nombre propio.

Responder al desastre creando, puede ser una opción


de hacer, junto con otros y otras, de cada nombre pro-
pio, una obra de arte.

Hay libros que sueñan con la totalidad. Con ser un es-


Psicoanálisis y arte. Bucle enigmático. Desfase, enla-
pacio cerrado. Que aspiran a gestar universos acaba-
ce, belén, desacuerdos, aproximaciones, discrepancias,
dos. No es este el caso. No podría serlo. Lo que aquí se
concomitancias; enredos. Un paso más. Psicoanálisis
con arte. Rizo gramatical. Desafío, lectura, embrollo, presenta es una relación de fragmentos vinculados, de
desglose, pentagrama, apuesta; desenlace. hilos conexos, de vaivenes provisionales; de literalida-
des abiertas. Se trata de ensayos en movimiento.
Los trazos de otra historia de la sexualidad convocarían
a esta extraña dupla. No es posible pensar esa historia
sin el arte, ni éste sin la incidencia del psicoanálisis en Helí Morales
ella. Esto que parece una historia de locos, no es sino
la evidencia de la importancia del amor, del erotismo y
del goce en una nueva concepción de lo artístico y sus
dédalos; en una mirada otra sobre la creación y sus
territorios

La convocatoria que atraviesa estas páginas apuntala


una posible subversión desde el pensamiento analítico.
El señalamiento traza un más allá de la belleza que no
sea velo a lo terrible sino su explosión. Un horizonte su-
blime que incluya la muerte arrobada, lo inaudito noche,
la seducción de lo siniestro, lo negro real y el infinito del
goce.

Para ello, la topología se presenta como una vía privi-


legiada para hacer dialogar al psicoanálisis y el arte, así
como para exponer, desde una nueva perspectiva, las
aportaciones que el saber psicoanalítico pudiese ofrecer
a las construcciones y deconstrucciones de una nueva
mirada estética. El lenguaje se diversifica y el goce no
deja de incidir en sus espacialidades y enredos. 20
PSICOANÁLISIS
Y MÚSICA

El objeto de esta disertación es efectuar una articu-


lación entre dos disciplinas aparentemente disími-
les: el psicoanálisis y la música. Estos dos oficios,
tendencias. Utilizaremos la epistemología, la onto-
definibles con precisión al interior de sus campos,
logía y la estética musical como apuntalamiento de
pueden, sin embargo, servir de herramientas con-
reflexiones psicoanalíticas, escandalícese quien se
ceptuales para desprender nociones abstractas y
escandalice.
encadenarlas en proposiciones una vez que han
sido articulados. Esta tesis es un ejercicio de abs-
Interrogados por el amor de transferencia, ¿qué son
tracción, donde se perciben y se ensamblan varias
los amores, sino enlaces y desenlaces de similitudes
cualidades comunes en cuestiones distintas, para
y diferencias?, ¿geometrías misteriosas del deseo?
luego formar nuevas ideas a partir de ellas.
¿Cómo entrelazar metáforas palpitantes y apasiona-
das? ¿Cómo articular distancias y espacios íntimos?
Este texto afirma su originalidad respectiva reposi-
¿Éste es el trabajo de un técnico o de un artista?,
cionando la epistemología musical como metodolo-
¿de un científico o de un psicoanalista?
gía de investigación en ciencias sociales, explotan-
do los recursos de una dialéctica de oposiciones y
correlaciones de un sistema de afinidades lógicas,
Héctor Fernando Quezadas Morales
de relaciones, encadenamientos y funciones entre
sus elementos, que generan ciertas categorías y

22
REINVENTAR EL Cada analista se las arregla con su propia técnica, a sa-

PSICOANÁLISIS
biendas de que dicha posición responde por su forma-
ción. Las soluciones que encuentra en su experiencia
son menos una fórmula que pueda transmitirse para
todos los casos que el intento de llevar el acto analítico
INTRODUCCIÓN A LA CLÍNICA CON NIÑOS al concepto; y el interés de un libro como éste, de intro-
ducción a la clínica con niños, siempre debería estar en
poner sobre el banquillo al analista para que exponga
aquello con que se encontró en la práctica, menos para
defenderse de un interlocutor insidioso que pide expli-
caciones, que para ofrecer una perspectiva singular.
No hay terreno teórico en el que haya menos consenso
entre psicoanalistas. A diferencia de la clínica con pa- Este no es un libro de fórmulas o recetas. En todo caso,
cientes adultos, donde ciertas invariantes del tratamiento se trata de interrogar los fundamentos éticos de la po-
están más o menos establecidas, en la clínica con niños sición del analista en la práctica con niños, para advertir
siempre se encuentran las más diversas controversias: el carácter provisorio de todas las respuestas y volver a
¿cómo intervenir con un niño? ¿Qué lugar darle al jue- las preguntas fundamentales.
go y otras producciones como el dibujo, etc.? ¿Cuáles
son las coordenadas de la transferencia a partir de la
presencia de los padres u otro adulto “responsable”? Luciano Lutereau
y Liora Stavchansky

24
que la cinematografía le brinda a la profesión de educador.
Asimismo, aplaudo la convicción del autor por dialogar con
los profesores con el propósito de desmontar los ideales
de dominación que rondan en su discurso y sus prácticas.
Por doloroso que resulte, se bordean las tachaduras que
existen en las historias de los sujetos de la educación. Ello
es verdaderamente relevante, dar lugar al sujeto, con todos
sus recovecos y enigmas apunta a una práctica menos ar-
tificial que la recorrida por la enseñanza en sus diferentes
tiempos. El sujeto cuenta y cuenta con palabras. Lo obra
sintetiza grandes premisas del discurso analítico y de aque-
llo que no quiere saberse, como el papel de supuesto-suje-
to-saber que pone al educador en una zona de autoritaris-
mo y confort, hoy cuestionada por la gran informatización
de la sociedad y la crisis de los grandes relatos. Del mismo
modo, la dimensión erótica del aprender, la insistencia de
lo silenciado, la transferencia como motor constitutivo de

LA RELACIÓN los procesos formativos, los modos de operar de los cuatro


discursos que hacen presencia en el lazo social y las pautas
de escuchar, permitir el habla y sostenerse en la empatía,

PROFESOR ESTUDIANTE son muchos de los regalos que el autor nos brinda en su
generosa textualidad.

He escuchado con frecuencia que cuando se dicen las ver-


dades de la pobreza reflexiva de las tendencias neolibera-
les, varias voces reclamen que no se le satanice al mundo
neoliberal y sus modos de legitimarse, ello sólo habla del
convencimiento ideológico que sobre muchos logra este
pensamiento único, que acusa una falta de entendimien-
to de la historia y de la política misma, ello sólo habla de
un discurso de amo introyectado en nosotros para ocultar
nuestra carencia de amor.

El libro de Andrés Manuel no sufre de esa miopía. Por el


contrario, es un muy logrado esfuerzo por avanzar en los
cimientos de una pedagogía crítica, indispensable no tan-
to para el activismo político, ni para el academicismo, sino
para una subversión formativa tanto de los docentes como
de los mal llamados “alumnos” y, muy especialmente, de la
relación profesor-estudiantes; esto es, una práctica auténti-
ca de transformación del sentido de educar, con visión de
corto y largo plazo, en las aulas mismas, sin sentido doctri-
nario ni dogmático, sino como potenciación de lo subjetivo
en la aprehensión del mundo y su historia, de la realidad
y el conocimiento. Me agrada de esta recomendable obra,
el estilo expositivo de su autor, su lectura a ratos irónica de
los hechos, siempre plenamente documentada y con fre-
cuencia apoyada en imágenes que vienen de las lecciones 26
Este libro resume una huella significativa de la re- Aurora Fernández Cornejo es mucho más que una
cepción del psicoanálisis en México. En sus pági- enseñante de psicoanálisis, dada su habilidad para
nas, Aurora Fernández Cornejo demuestra que toda recuperar el sitio desde el cual el psicoanálisis se
lectura implica una posición ética, que los debates enseña. Este es un aspecto crucial que hace de
no transcurren en el mero desciframiento de los nuestra autora una de las voces más lúcidas y com-
conceptos, sino que también responden a coyun- prometidas del psicoanálisis de nuestro tiempo.
turas específicas, coordenadas políticas en las que
enunciado no puede escindirse de la enunciación.

Las intervenciones que componen este volumen LUCIANO LUTEREAU


son el testimonio de los años de trabajo de la Red
Analítica Lacaniana (REAL), signados por la produc-
ción entusiasta de sus miembros, una apuesta a la
transmisión del psicoanálisis a expensas de cual-
quier dogmatismo. En este sentido, estas páginas
son un documento generoso acerca de la interlocu-
ción constante que puede sostener una comunidad
analítica.
28
Presento dos libros, uno amarillo y otro negro, son vivido de dos en dos, por una parte; y la crueldad
colores definidos y fuertes; me gustaron siempre, política. Política porque es desde el poder, por me-
ahora más. Los dos van uno junto al otro, es mi dio del poder militar, que se quebranta, se aniquila
haber escritural público. Ejerzo el oficio de psicoa- la dignidad humana en todas sus dimensiones. Se
nalista y la letra, las letras, están siempre en mis trata de estos dos asuntos, tan incisivamente huma-
oídos, pasan frente a mis ojos y las acojo con todos nos.
los sentidos posibles, incluso si no tienen un sentido
aparente, ya que casi siempre la voz que las emite Ejercicios de escritura es la reunión, entre dos ta-
encuentra a posteriori su dirección. pas amarillas, de cinco años de colaboración en
una columna periodística: Encrucijadas. Cada quin-
Se trata de Ejercicios de escritura, primero en tiem- ce días aparecía en el Suplemento Cultural que, sin
po; y de Eso es lo que buscaba, más reciente. Éste, censura, recibía cuartilla y media de palabras, sobre
alberga una novela breve muy intensa. No podía ser cine, literatura y arte; acerca del psicoanálisis; sobre
vivido el duelo por una madre de otro modo. Co- las subjetividades de la vida cotidiana; y en torno
menzó a escribirse en su agonía, por las noches, de libros y ponencias, presentados. Un día del año
mientras la acompañaba. Pronto y fluidamente llegó 2007, el co-editor nos comunicó que el Suplemen-
a su fin, y en diciembre del 2013 fue presentada to había desaparecido. Sí, había sido vendido para
por vez primera en Guadalajara, durante el último llenarlo de temas científicos, pues lo que se publi-
Congreso de REAL, el de su disolución. caba, no interesaba. Pasaron unos años de silencio
triste, hasta que por la propuesta y el trabajo de una
Una mujer llamada Serena es su protagonista y se amiga Revisora de Estilo, fue posible ordenar esos
ha creído que es un caso clínico, pero no, nunca la “estados de ánimo quincenales” en cuatro aparta-
conocí; es una invención del tiempo de la noche dos y hacer con todos ellos un hermoso libro, ínti-
que vivimos. Y ella es maravillosamente sorpren- mo, como íntima fue siempre la columna, ya que
dente, busca y encuentra eso que busca. Se halla los lectores la esperaban y solicitaban a veces más,
entre dos militares por amor y por pasión, ellos tam- de un mismo tema. Se intentaba trasmitir, la visión
bién, encontrando que es por medio de ella, por del mundo, desde el psicoanálisis, hacer llegar de
su propio cuerpo, como realizan su amor: ¿homo- modo simple, elemental, este campo del saber. Así
sexual? Es complicado, tal como el amor. Así, ella se que, si con un dedazo digital, el poder económico
ve involucrada en la encomienda del Coronel. Una borró la memoria del querido Suplemento que se
misión que es su-misión a una fe y un compromiso llamó “Acento”, con un año de trabajo y muchos de-
por la patria, sólo que implica tortura y desaparición. dos puestos en el teclado, este libro hizo su primera
Es algo secreto, clandestino, ella tiene que colabo- aparición en 2011, en el Congreso que celebraba
rar. Lo asume, lo vive, lo goza y así, más pronto que diez años de la Fundación de REAL.
tardíamente, llega al punto de lograr lo que busca-
ba. Lo interesante son muchas cosas, pero hay dos
sobresalientes: el intríngulis de ese amor, entre tres, Victoria Leal
30
MELANCOLÍA
SENDAS, VENDAS Y ABISMOS

Han pasado 100 años desde que Sigmund Freud


escribió Duelo y melancolía y el texto sigue vigen-
te, tan es así, que en este libro convergen catorce
escritos sobre ese tema que presentan diversos po-
sicionamientos sobre el complejo melancólico. No
son sólo diferentes, son también propuestas que
buscan articular la teoría de Freud con nuestras pro-
pias historias, deseos y preguntas; proponen nuevos
abordajes clínicos y cuestionamientos teóricos. Tal
vez, porque el tema sigue vigente, tal vez, porque
la melancolía nos interpela a todos como sujetos de
deseo y sujetos en falta, que añoran un estado que
ya no existe, que nunca existió.

32
descubrimientos, sí, pero también a múltiples divergencias sobre los Por su parte, Liliana Donzis sigue la historia del concepto en este es el que surge cuando se tienen ojos para no ver.
modos de entender la tarea y el sentido del psicoanálisis. Es poco siglo y confirma la utilidad del concepto de narcisismo, según la co- Esta primera parte del libro culmina con un broche de oro: una deto-
antes de la muerte de Freud cuando, por un lado, Lacan, en su co- rroboración clínica obtenida en los mismos cien años, que por ahora nación erudita que manifiesta los antecedentes y las consecuencias
municación de 1936 sobre el estadio del espejo y, por el otro, Anna se cumplen, de los primeros balbuceos del psicoanálisis con niños, filosóficas y políticas de la noción de narcisismo. La autoría es de
Freud, que escribe entre 1934 y 1938 El Yo y los mecanismos de a sabiendas de que el caso “Juanito” fue un precursor, aunque allí el David Pavón Cuellar quien, con refinadas lecturas de los teóricos
defensa, botan los dos barcos divergentes en las rutas que llevan al psicoanálisis funcionó de manera indirecta, a través del padre de la del empirismo inglés y del romanticismo alemán que culminan en la
futuro. Lo curioso, lo que excede a la casualidad de una mera coinci- criatura. crítica marxista, pone de manifiesto cómo la obra de Freud permite
dencia cronológica, es que ambos se basan en eso que se presentó entender las posturas del individualismo burgués y se integra en el
de sopetón con la “Introducción del narcisismo”. Por esta estrecha relación entre la agresión especular, su basamen- discurso ideológico, político y económico de nuestro tiempo.
to narcisista y su presencia infaltable en la experiencia clínica del
Los textos que se leerán a continuación respetan, como es lógico, encuentro es que el trabajo bien pulido de Edgardo Feinsilber está Los distintos autores han sabido soslayar el escollo que hubiese em-
variados estilos de composición y resultan admirablemente comple- dirigido a subrayar la desviación teórica que se produce cuando se pavorecido al propio Freud: el de la sobrevaloración narcisista de his
mentarios en sus temas. Marta Gerez Ambertín explora minuciosa- desnaturaliza la experiencia analítica en nombre de un análisis recí- majesty, the Founder. Los diferentes artículos de este libro conservan
mente el camino que llevó al primer Freud a proponer esta refun- proco o de un “manejo de la contratransferencia”, muy a la moda, una sana distancia crítica y desarrollan aspectos insólitos del con-
dación teórica y a mostrar cómo de esa semilla brota la frondosa pero contrario al método basado en la regla fundamental de la aso- cepto de narcisismo, escapando a las trivialidades de la “patología
ramificación conceptual que lleva a los ensayos de metapsicología, ciación libre y su contrapartida, que es la atención libremente flotante, narcisista” y de la “psicología del self” que desembocan en el trillado
en los cuales, y en verdad, se propone un más allá de la psicología, el método de Freud y Lacan, renuente a la intervención de los “senti- “Freud desleído” del que alguna vez nos ocupamos. Al reflexionar
una psicología de la psicología, que no podía culminar en una obra mientos” o de las “intuiciones” más o menos proyectivas del analista. sobre esa “literatura” (“establos de Augias”, decía Lacan) topamos
coherente –por eso fue abandonada por Freud a medio camino–, y Oportuno, preciso y exacto en su articulación es, a mi modo de ver, con una de las razones más obvias de la actual “crisis del psicoaná-
que lleva por otras vías, estas sí fecundas, al superyó, al más allá del el artículo de Daniel Gerber quien, tomando como punto de partida lisis” que está en boca de todos. Me refiero a la actitud reverencial
principio del placer con la pulsión de muerte como concepto central, esta relación de enfrentamiento con la imagen del Otro, el semejan- con relación a un Freud supuestamente genial, impecable e impoluto,
a la segunda tópica, a la segunda concepción de la angustia y sus te, baliza el camino que condujo a Freud desde la sobrestimación que no se limitó a (d)escribir los procesos del inconsciente sino que
correlatos, la inhibición y el síntoma, a las obras de crítica cultural narcisística que está en la base del fenómeno amoroso hasta el con- ocupó sus últimos cincuenta años en redactar unos evangelios que
legible en los estudios sobre la psicología de masas, la religión, el cepto imprescindible de esa pulsión de muerte que se manifiesta de sólo pueden transmitirse desde el púlpito de las cátedras universita-
malestar en la cultura y, para concluir la enumeración, last but not mil maneras en la compulsión de repetición, en la melancolía, en el rias por parte de profesores que “profesan” el psicoanálisis. Para esos
least, a la escisión de ese Yo del narcisismo por los efectos del com- masoquismo originario, en la sumisión a líderes sanguinarios y en la libros obedientes a la convención, la palabra de Freud no podría ser
plejo de castración (1938). escisión de ese Yo imaginario tan artificialmente mantenido como si relativizada, contrastada con nuevos hechos, discutida, contrapuesta
Si el Yo es nuclear, no es, sin embargo, “el núcleo de nuestro ser”, se tratase de una unidad. a lo aportado por autores posteriores, sean provenientes de nuestro
pues esa calificación, como sabemos, es atribuida por Freud al ello, campo que es la clínica o provenientes desde otras disciplinas que
mientras que el Yo es presentado como un pobre servidor de los tres La continuidad es evidente entre el mencionado trabajo de Gerber toman como tema el de la subjetividad. A veces ese morbo afecta
severos amos (ello, realidad exterior y superyó). El Yo es la instancia y el cuidadoso y muy informado ensayo de Mario Orozco sobre los también al lacanismo, cuando se personaliza a Lacan como un vicario
que “resiste, reprime y repele” (1932) y que se fragmenta para con- anudamientos y desanudamientos violentos del narcisismo. En este del redentor que tuvo a bien nacer en un pesebre de Bohemia.
En 2014 se nos muere el Gabo, autor de Cien años de soledad, servar una ilusoria unidad. artículo se plantea la cuestión de quitar al narcisismo de las discu- Celebrar la aparición centenaria de una “introducción del narcisis-
justo cuando nos disponemos a conmemorar los cien años, no de siones entre lo “normal” y lo “patológico” –o, eventualmente, lo “per- mo” implica renunciar a repetir, rezar, re-citar a Freud y, en su lugar,
soledad sino de compañía, con ese ecuador de la obra freudiana El libro Tótem y tabú –cuyo centenario se conmemoró el año pa- verso”– y se dibujan cuidadosamente los vínculos entre la noción aplicarse a transitar por nuevos caminos para que Freud llegue a
que es el artículo titulado “Introducción del narcisismo”. La coinci- sado– y esta “Introducción del narcisismo” no habrían visto la luz si introducida por Freud en 1914 y los viejos conocidos de la literatura ser Freud. Eso fue lo que hizo Lacan con su “retorno a Freud” y ese
dencia nos lleva a pensar en la conjunción: cien años de soledad y no hubiera sido por la necesidad en que se vio Freud de confirmar y de la filosofía que son el amor y el odio. es el proyecto asumido con tácito acuerdo por los autores de este
de narcisismo. Hay entre ambos una diferencia: el coronel Aureliano el rigor de sus teorías en contraposición con las de sus discípulos libro, guiados por los criterios de sus solícitos coeditores. Gracias doy,
Buendía sí tiene quien le escriba. Lo prueba este ramillete de sesudas disidentes, Alfred Adler y, en particular, Gustav Jung. La especificidad A esos dos trabajos les sigue una elaboración de orfebre: la de José gracias les sean dadas, a unos y a otros.
reflexiones sobre la obra que se introdujo cuando comenzaba una de la postura freudiana es claramente marcada por Adalberto Levi Miguel Marinas, que aborda el “narcisismo de las pequeñas diferen-
guerra mundial y que marcó una época al abrir caminos divergentes Hambra, que ubica y analiza las discrepancias en cuanto a la noción
en la historia del psicoanálisis. del Yo en la “psicología individual” del primero y en los esfuerzos del
cias”, esa modalidad que lleva a la oposición con lo que más se
parece a uno mismo, pues en ese “uno mismo” se revela la discordia
Néstor A. Braunstein
Un ecuador en su totalidad, la obra psicoanalítica de Freud tomó, nos segundo por desligar al psicoanálisis de las tesis sobre la libido y la interior. Es esta guerra civil interior la que se proyecta sobre lo que
atrevemos a decir, 50 años, entre su difuso comienzo en 1889 (viaje sexualidad.
a Nancy, renuncia a la neurología) y la pluma fatalmente detenida en Ana Petros instala esta “introducción” en la historia del psicoanálisis
en el otro se percibe como diferente y, en consecuencia, como ame- Cuernavaca, Morelos, México,
nazante. Satisfechos pueden estar los compiladores de este volumen
1939. Veinticinco años antes, 25 años después: 1914, parteaguas y se pregunta si un concepto central como el del narcisismo puede por haber conseguido esta importante contribución, pletórica de citas, primavera de 2014
bélico de la historia del siglo XX. Fin del Freud que descubrió (o in- “cumplir años”, siendo que él permite develar aspectos intemporales que viene del otro lado del Atlántico.
ventó) el inconsciente y comienzo del Freud que vuelve críticamente pero no ahistóricos de la estructura.
sobre sus propios fundamentos y, sin demolerlos, construye sobre América Espinosa desmenuza con agudeza el contexto institucional Desde lo más lejano hasta lo más próximo en la geografía: de la mis-
ellos una nueva concepción, centrada para unos en el Yo y en el en el que surge la “Introducción del narcisismo” y pone de manifiesto ma tierra veracruzana, tan ligada a este collar conmemorativo, viene
self, y para otros, para los autores de este libro, en el sujeto de ese la agresión y la violencia ligadas, por una parte, al concepto y, por el trabajo que no podía faltar, uno cuyo tema se imponía al volumen
inconsciente cuyos procedimientos fueran develados por Freud en otra, a los enfrentamientos entre psicoanalistas en torno a cuestiones en gestación. Me refiero al que firma Ricardo García Valdez, en el
varios libros publicados a comienzos del siglo. doctrinarias. No se le escapa la manifestación lacaniana que hace de que se aborda la espinosa cuestión de la diferenciación sexual en

34
El artículo de 1914 es el segundo big bang del psicoanálisis y mere- la agresividad el correlato de la tensión narcisística despertada por el cuanto al narcisismo, el mentado narcisismo femenino signado por
ce el homenaje de ese oxímoron. Es el texto que dará lugar a infinitos encuentro con la imagen especular proyectada en el semejante. los escotomas que llevaban a la idea de un “continente oscuro”, que
RETENTIVAS
FOROS DE PSICOANÁLISIS 2013, 2014
¿Por qué escribir en Psicoanálisis?
No puede dejar de hacerse cuando se es convocado en
el lenguaje y sus consecuencias, ya sea por el amor a los
textos psicoanalíticos: esas líneas que atrapan, nos dejan
largo tiempo impactados, u ocupados tratando de resolver;
o porque hay dedicación a lo que un analizante cuenta, o
no dice, o sufre o alegra, o padece sin decir, o en algún
decir; pero también no puede dejar de escribirse para ha-
cer constar, para rebelarse, para desobedecer, para criticar,
y es que insiste también la afirmación, la contestación, la
declaración.

Uno escribe en psicoanálisis porque investiga, se cuestio-


na, y quiere compartir el procedimiento, el tema, los resul-
tados, la experiencia. Hay tantos motivos para escribir en
psicoanálisis, no todos los que son psicoanalistas, amigos
o estudiosos del psicoanálisis lo hacen, pero cuando uno
se encuentra con textos que vienen de esta raigambre, se
ve interesado para pasar por ahí y leer que propuestas, que
pensamientos, que experiencias, o que diferencias se han
compartido.

A continuación se presenta un texto así, proveniente de una


colección de artículos psicoanalíticos recabados en el libro
llamado: “Retentivas, Foros de Psicoanálisis 2013-2014”,
de la editorial Samsara. Un libro que ha compilado líneas
armadas desde la labor psicoanalítica, en el concurso de
varios compañeros analistas, con los que hemos insistido
por hacer memoria escrita de sus ejercicios reflexivos ¿no
acaso hay algo de -retener la palabra, devolverla, hacerle
lugar especial- en nuestra labor cotidiana y ahora en la
publicación también?

Convocar, leer, colectar, ha sido la posición que este libro ha


desarrollado, con la característica principal de hacer lugar a
los otros, a sus perspectivas, sus elaboraciones, sus líneas
de trabajo e investigación, el esfuerzo por darlo a conocer
a ustedes ha sido mediatizado por asumir la transferencia,
por creer –en- y caminar a la otredad, para que lo enun-
ciado aquí florezca en lo que se puede enseñar, criticar,
divergir, maniobrar o lo que se guste con este material que
sirve como medio accesible para ser pensado, estirado,
complejizado o comentado.

RODRIGO zAMORA 36
www.eslep.com
revista de psicoanálisis

También podría gustarte