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La modernización de la producción rural introdujo un fuerte proceso de formalización que

generó condiciones propicias, en términos laborales y contractuales, para el desarrollo del


sindicalismo en el sector rural, cuyos niveles de organización fueron históricamente muy bajos.
Se incorporaron a los nuevos emprendimientos productivos amplios contingentes de
trabajadores con escasa tradición sindical, fuertemente influidos por relaciones de tipo
tradicional en las que la separación entre trabajo y empleo no es tan nítida como en el mundo
urbano.
Al mismo tiempo, mantuvo, en muchos sectores, modalidades altamente tercerizadas de
organización del trabajo, en las cuales la relación personal del trabajador con el contratista es
decisiva en términos de condiciones de empleo. Esta compleja realidad contractual y social
explica la persistencia de importantes dificultades para el desarrollo de la actividad sindical,
típica del mundo industrial urbano, en las nuevas actividades del campo, donde persisten las
matrices tradicionales del mundo rural en sus relaciones formales e informales

Limitación legal de la jornada laboral y régimen de descansos en el sector rural


(Ley 18441 de 22/XII/2008. Una norma emblemática ya que viene a saldar una
vieja deuda que el sistema tenía con los trabajadores del campo. Excluidos de
la ley de 1915 que consagró la jornada laboral máxima de ocho horas; la
duración diaria de trabajo de éstos quedaba supeditada a la voluntad del
patrono. 

Enmarcado en esa política laboral el gobierno promoverá, a través de los


Consejos de Salarios la fijación salarial negociada para todas las ramas de la
actividad privada, incorporando además al sistema a aquellos sectores
tradicionalmente excluidos como lo eran el rural y el servicio doméstico. 

A su vez, para el sector rural, con la participación de las gremiales rurales más
importantes (Asociación Rural, Federación Rural, la Comisión Nacional de
Fomento rural y la Federación de Cooperativas Agrarias), las organizaciones
de trabajadores rurales, el PIT/CNT y el gobierno, se acordó la conformación
de tres grupos de actividad: Grupo 1 (Ganadería y agricultura), Grupo 2
(Viñedos, fruticultura, horticultura y otras actividades) y Grupo 3 (Forestación);
asimismo se convino en la creación de subgrupos en el Grupo 1 (Plantaciones
de Caña de Azúcar, Plantaciones de Arroz, Agricultura de Secano y Tambos) y
Grupo 2 (Citricultura), y mantener el Consejo Tripartito Rural con el objetivo de
tratar los temas de interés común. También el acuerdo implicó una solución
que llevó a que primara una clasificación intermedia entre lo que pretendían las
gremiales (apertura de 12 grupos) y la posición del movimiento sindical que
entendía que debía existir un solo Consejo que abarcara la totalidad de las
actividades rurales. 

La convocatoria al Consejo Tripartito para el Sector Rural, que nunca antes


había conocido un ámbito de discusión de los temas laborales, en un sector
básico de la economía (del 2005 al 2010). 

En la negociación colectiva 2005-2009 la mayoría de los acuerdos se lograron


por consenso entre trabajadores y empresarios. El Estado tendió a favorecer a
los trabajadores en la negociación. Pero el sector rural ha tenido más
dificultades para lograr acuerdos por consenso de las dos partes, lo que refleja
un menor nivel de madurez en el plano de las relaciones laborales que los otros
sectores. Esta situación implica que los trabajadores rurales requieren más el
apoyo del Estado para alcanzar acuerdos que los otros dos sectores, en los
cuales existe un mayor desarrollo de las relaciones laborales. De todas formas,
más allá de las diferencias con los otros sectores, incluso en el sector rural los
acuerdos por consenso, entre las dos partes fueron la forma predominante de
resolución de conflictos en el primer período del gobierno de izquierda. 

La negociación salarial iniciada en el año 2005 reinstala al sindicato de rama en


la posición que había perdido durante quince años, pero también se mantiene
una importante actividad de negociación a nivel de empresa. En el 2005, solo el
20% de los trabajadores del sector privado está cubierto por convenios
colectivos o acuerdos. A partir del 2008 lo está el 100%, incluyendo a los
trabajadores del sector rural y del servicio doméstico. 

Las modificaciones que se introdujeron a partir del año 2005 fueron la


ampliación de la cobertura al sector rural, y a las empleadas domésticas, y el
desarrollo de un marco normativo para dar respaldo a los procesos de
negociación. Lo primero saldó una deuda con dos sectores históricamente
excluidos de la negociación colectiva pero no modificó sustantivamente el
formato de negociación. 

La modernización de la producción rural introdujo un fuerte proceso de


formalización que generó condiciones propicias, en términos laborales y
contractuales, para el desarrollo del sindicalismo en el sector rural, cuyos
niveles de organización fueron históricamente muy bajos. Se incorporaron a los
nuevos emprendimientos productivos amplios contingentes de trabajadores con
escasa tradición sindical, fuertemente influidos por relaciones de tipo tradicional
en las que la separación entre trabajo y empleo no es tan nítida como en el
mundo urbano. Al mismo tiempo, mantuvo, en muchos sectores, modalidades
altamente tercerizadas de organización del trabajo, en las cuales la relación
personal del trabajador con el contratista es decisiva en términos de
condiciones de empleo. Esta compleja realidad contractual y social explica la
persistencia de importantes dificultades para el desarrollo de la actividad
sindical, típica del mundo industrial urbano, en las nuevas actividades del
campo, donde persisten las matrices tradicionales del mundo rural en sus
relaciones formales e informales. 

¿Cúal es el contexto regional de Uruguay haciendo referencia a Argentina y Brasil? 


MORENA Y JULIETA - La consigna original es: Deben conocer y hacer referencia o
bien responder sobre la bibliografía obligatoria del país en cuestión y su contexto
regional (unidad 3 “nuestra América y sus vaivenes”), aportar datos estadísticos sobre
el fenómeno estudiado y contextualizar de modo breve la problemática.

Pongo ideas que son interesantes sobre este tema y señalo en qué página están:
Establecimiento de gobiernos de izquierda o centro-izquierda en Argentina, Uruguay,
Bolivia, Nicaragua, Ecuador, Chile y Paraguay. 
“El continente está atravesando un proceso de renovación de las ideas, de la política y
de sus estructuras sociales”.

Las políticas del Consenso de Washington no ofrecían una agenda efectiva para
reducir la pobreza. Por el contrario, necesitaban ser acompañadas por políticas más
amplias de reducción de la pobreza e iniciativas distributivas. 

El campo laboral de las relaciones durante el gobierno del Frente Amplio fue parecido
al de Argentina en el período kirchnerista (2003-2007). En el caso uruguayo, y
haciendo referencia al tema que nos tocó, aparece la negociación colectiva rural que
ya tenía un estatuto, o sea que a partir de ahora empieza a negociar colectivamente.
Es algo novedoso para el sistema. Idea de sostener a los grupos más proclives al
trabajo no registrado, informal.

La asunción del FA trajo consigo una reorientación de las políticas laborales hacia un
mayor protagonismo del Estado. Una característica que fue común a otros gobiernos
de pensamiento progresista en la región, siendo el ejemplo de Argentina uno de los
más emblemáticos. 

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