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SITUACIÓN CONFLICTIVA: VIOLENCIA ENTRE PARES.

Un día cualquiera en una clase de inglés, el profesor a cargo un grupo de 20 adolescentes


del tercer año de Educación secundaria, luego de haber iniciado la actividad
correspondiente a su planificación diaria, observa una discusión entre dos estudiantes.
Aún cuando la clase no muestra indicios de disturbios de ningún tipo, el profesor observa
que uno de los jóvenes está mirando con mucha rabia a su compañero de fila, el cual al
mirar la actitud agresiva de su compañero, decide preguntarle qué ocurre. Los jóvenes,
durante varios minutos, sostienen un diálogo con un tono elevado de agresividad, y
posteriormente a ello, la situación se convierte en una riña, que termina en gritos, golpes,
empujones y lágrimas.

El docente, tratando de actuar de la manera más adecuada posible; apoyándose en los


principios de mediación, se acerca rápidamente, con intenciones de lograr conciliar, e
intenta resolver la situación. En este sentido, trata de encontrar la raíz del problema. Para
ello, sin emitir juicio alguno, pregunta a cada uno de los jóvenes, por separado, cuáles
fueron las razones que motivaron la disputa. Procede entonces, en primer lugar, a prestar
atención a la versión ofrecida por cada una de las partes involucradas, y posteriormente
trata de involucrar al resto del grupo, para promover la comprensión y solución del
problema de manera colectiva; como estrategia para mejorar y fomentar la sana
convivencia en el grupo, así como para fortalecer los valores humanos y la comunicación
asertiva entre los estudiantes. Y, una vez calmada la situación conflictiva, el docente a
través de la mediación entre iguales, logra incidir positivamente en el clima del aula, y al
mismo tiempo solucionar efectivamente el referido conflicto.

Tal como puede observarse, en este caso particular, el docente se apoya en la mediación,
la cual se constituye, como lo señala González, I (2015) en “una estrategia de resolución
pacífica de conflictos, una forma de abordar los conflictos entre dos o más alumnos de la
comunidad escolar, contando con la ayuda de una tercera parte denominada mediador”
(p.8).

De esta manera, tal como se puede inferir, la mediación como alternativa para la
resolución de conflictos en el entorno escolar, posibilita la detección y comprensión
efectiva de los conflictos, mejorando la comunicación entre los involucrados, en pro de la
solución más adecuada del problema. En efecto, como lo refieren Prado y López, 2008
(cp. Moreta A, 2018),

La mediación en el contexto escolar es una estrategia para resolución


pacífica de conflictos, mediante la cual se hace posible que las partes se
sienten juntas y de forma voluntaria, con una tercera parte neutral (algún
miembro del equipo mediador), para hablar de los problemas
involucrados en el conflicto e intentar llegar a un acuerdo por medio de la
adopción de una actitud positiva y la colaboración (p. 23).

En este contexto, se ponen de manifiesto de los principios de capacidad comunicativa,


capacidad de escucha y estilo cooperativo, como elementos esenciales para facilitar y
promover la solución del conflicto y su transformación efectiva. El principio de capacidad
comunicativa, se evidencia claramente en la capacidad del docente para promover una
comunicación asertiva que permitiera la negociación, la reflexión y la comprensión de las
distintas opiniones expresadas, a los fines de determinar el motivo del conflicto y
contribuir con la consecución de una solución viable: actuando en este sentido, como un
mediador imparcial, capaz de lograr la conciliación y resolución de situaciones
conflictivas, gestionando la comunicación entre las partes del conflicto, y al mismo tiempo
generando un clima de confianza que permitiera la solución respectiva.

En efecto, al decir de Ruiz y Torrejo (2014), la confianza “es una característica primordial
del proceso de mediación, que exige cierto nivel de confianza mutua entre las partes en
conflicto, confianza en el mediador y confianza en el propio proceso” (p.25). Así pues,
“cuando se producen los “ritos” de confianza, la comunicación abierta y directa, el
ofrecimiento de ayuda y su correspondencia, las personas del grupo están en disposición
de cooperar” (p.26).

En este orden discursivo, se evidencia así mismo el principio de capacidad de escucha,


puesto que una verdadera comunicación asertiva, requiere una real atención y escucha
efectiva, que asegure la comprensión positiva de la problemática y sus respectivos
argumentos, respetando de este modo los principios básicos de la comunicación. De este
modo, retomando las ideas del autor antes mencionado, el “desarrollo de habilidades
concretas para escuchar bien, expresar sin agredir y, tomando como referencia la
honestidad de expresar los propios sentimientos, saber hacer críticas de modo
respetuoso y recibirlas constructivamente… Son características de lo que se ha llamado
“comunicación asertiva” (p. 26).

Como tercer principio de mediación, en este caso particular de conflicto entre pares, se
presenta un ejemplo claro de estilo cooperativo, el cual se evidencia en el momento en
que el docente promueve la participación activa de todo el grupo hacia el logro de la
transformación adecuada de la situación de conflicto, procurando en todo momento, la
solución consensuada del conflicto en y desde la participación activa de todos los
integrantes de la clase.

La comprensión, reflexión y mediación de las situaciones problemáticas, sustentadas en


el estilo cooperativo de la mediación, promueven el trabajo cooperativo orientado hacia el
desarrollo del pensamiento crítico-reflexivo, el desarrollo de la empatía, el feedback, el
autoconocimiento grupal, y la sana convivencia entre pares. Dicho planteamiento se
sustenta con lo expresado por Ortiz (2019), cuando refiere que:

El feedback, apoya y estimula a los comportamientos positivos corrigiendo de una


forma adecuada los comportamientos incorrectos y también ayuda a comprender
mejor a la otra persona, para ponerlo en práctica se debe hacer saber a la otra
persona lo que uno siente y piensa sobre sí mismo y sobre el otro haciendo esto
de forma reciproca (p.15).

La posibilidad de resolver cooperativa de los conflictos, desde esta óptica, promoverá la


búsqueda consensuada de soluciones, apelando al compromiso de todos y a la
responsabilidad desde el aprendizaje cooperativo. Por esta vía, el referido docente de
inglés, logra resolver el conflicto detectado al tiempo que posibilita la construcción de un
clima de compañerismo, respeto y ayuda mutua entre sus estudiantes.
REFERENCIAS

Moreta A, M (2018). EDUCAR EN EL CONFLICTO: MEDIACIÓN ESCOLAR Y GESTIÓN


DE CONFLICTOS EN LA EDUCACIÓN SECUNDARIA. Tesis de grado. Universidad de
Cantabria. Facultad de Educación.

González D, I (2015). LA MEDIACIÓN EN CASOS DE BULLYING ESCOLAR. Tesis de


grado. Universidad de Valladolid. Facultad de Educación y Trabajo Social.

Ruiz, C y Torrego, C (2014). ASESORAMIENTO Y MEDIACIÓN DE CONFLICTOS EN


LOS PROCESOS DE MEJORA ESCOLAR. En Revista INNOVACIÓN EDUCATIVA, n.º
24, 2014: pp. 19-34

Ortiz P, M (2019). GESTIÓN DE CONFLICTOS EN EL AULA A TRAVÉS DEL


APRENDIZAJE COOPERATIVO. En Memorias del trabajo de final de grado. Universitat
de les Illes Balears. Disponible en;
https://dspace.uib.es/xmlui/bitstream/handle/11201/152778/Ortiz_Perez_Marta.pdf?
sequence=1

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