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IGLESIA NUEVA APOSTOLICA

PROTOCOLO PARA EL REINICIO DE LAS ACTIVIDADES LITURGICAS DE LA


IGLESIA NUEVA APOSTÓLICA EN TIEMPOS DE PANDEMIA
Con el objetivo de garantizar la reducción del riesgo de contagio por Covid 19 en la
celebración de los servicios litúrgicos en nuestra iglesia, además conociendo la posibilidad
futura de aperturas o de reinicio de actividades propuestas por el gobierno para el sector
religioso; el documento presenta un protocolo de bioseguridad, que tiene como base
alcances de bioseguridad propuestos por el Ministerio de Salud (Minsa), para reducir el
riesgo de contagio por coronavirus en la celebración de los sacramentos y otros actos
litúrgicos en nuestras reuniones.
I. MOTIVACIÓN
La Iglesia Nueva Apostólica, en fidelidad a la misión que Jesucristo ha confiado: anunciar el
Evangelio, administrar los Sacramentos, y guiar a la comunidad cristiana, estamos
llamados a atender la salud espiritual de los fieles que el Señor ha confiado a nuestro
cuidado pastoral, convencidos de que la dimensión espiritual contribuye a la fortaleza en
la prueba, el aumento de la fraternidad y la solidaridad en la vida social.
En todo este tiempo de emergencia nacional y sanitaria nuestra iglesia acató y apoyó las
medidas establecidas por el Gobierno para evitar la propagación de la pandemia del
COVID-19. Estas medidas, evidentemente, no niegan ni impiden la libertad de expresar
nuestras convicciones espirituales, ni el culto que necesitamos ofrecer a Dios.
Con la finalidad de cuidar la vida y la salud espiritual de todos nuestros hermanos, se ha
preparado el presente Protocolo a tener en cuenta en la celebración de los servicios
litúrgicos y otras actividades, observando las medidas de higiene y bioseguridad, en un
marco de caridad y solidaridad, camino al restablecimiento normal de las actividades
propias de nuestra vida y misión espiritual.
II. FASES DE APLICACIÓN
Fase 1: se establecerá la fecha a partir de la cual se permitirá a los hermanos asistir a las iglesias
para las celebraciones litúrgicas y sacramento que no presenten máximo riesgo de contagio
(Servicios divinos), esto dependerá de la autorización de gobierno y la reactivación de esta
actividad. La asistencia no se realizará de manera masiva sino con el aforo reducido a un tercio
(1/3) de capacidad de la iglesia (Según Minsa), guardando el distanciamiento social requerido de
un 1.5 metros como mínimo y observando de modo estricto el presente Protocolo y las normas
específicas que eventualmente el ministro o responsable de la congregación implemente o
establezca en su comunidad.

Fase 2: Posteriormente, conforme a las normas aplicables al estado de emergencia sanitaria, se


restablecerá de manera escalonada las reuniones de formación, éstas son las actividades donde se
necesita interacción entre todos los hermanos, por lo tanto, aun representa un riesgo (Escuela
dominical, Juventud, ensayos de coros, estudios bíblicos y otros). Por ello aún se vendrá
priorizando en lo que corresponda las modalidades virtuales según sea el riesgo (Como se viene
realizando actualmente). Posterior a ello se cumplirá estrictamente las normas y criterios
sanitarios establecidos como protocolo básico: aforo reducido a un tercio, higiene, uso de
mascarilla, distanciamiento de 1.5 metros como mínimo, las demás medidas que se refieren a
continuación y aquellas que pueda disponer el ministro o responsable de la congregación.

Fase 3: Retomar la vida pastoral ordinaria de manera progresiva, teniendo en cuenta las medidas
que fueren necesarias hasta que se encuentre la solución médica a esta pandemia.

III. DISPOSICIONES GENERALES


1. Mientras dure la actual situación de pandemia, a los hermanos que forman parte de la
población en riesgo por tener más de 65 años de edad o padecer de enfermedad cardiovascular,
cáncer, diabetes mellitus, hipertensión arterial, obesidad, asma, enfermedad respiratoria crónica,
insuficiencia renal crónica, enfermedad o tratamiento inmunosupresor u otras enfermedades
según el parecer de su médico, se les prorroga la dispensa de asistencia a los servicios divinos y
otras actividades, se les recomienda no asistir a celebraciones comunitarias y se les invita a valorar
la conveniencia de no salir de su domicilio. Los niños que aún son dependientes de los padres, o
que necesitan asistencia en el cuidado para salvaguardar la tranquilidad de los hermanos que
asistan a los servicios divinos, también están dispensados de asistir a las actividades de la iglesia.

2. Sin dejar de cumplir las disposiciones del Ministerio de Salud, las iglesias y congregaciones se
abrirán para la celebración de los servicios divinos incluida los sacramentos, evitándose en todo
momento la aglomeración de personas y observándose estrictamente el distanciamiento mínimo
de un 1.5 metros entre persona y persona, el uso permanente y obligatorio de mascarilla y la
reducción del aforo de las iglesias a un tercio de su capacidad. Los ministros y hermanos deberán
aplicarse alcohol gel en las manos, o lavárselas con agua y jabón, como medida de higiene y
prevención.

3. La distancia mínima que debe haber entre persona y persona es de un 1.5 metros. Esta distancia
no es obligatoria para los fieles que habitan en una misma vivienda.

4. En las puertas de las iglesias o congregaciones se cuidará de que no ingresen más fieles que los
permitidos por el aforo antes señalado y, en lo posible y muy importante, se controlará la
temperatura de los asistentes (En lo posible agenciarnos de un termómetro digital). Una vez que
hayan ingresado, se les distribuirá en los espacios señalados previamente en las sillas y bancas.

5. Las iglesias o recintos deben estar cuidadosamente desinfectados, limpios y ventilados. Al final
de cada celebración se deben planificar la desinfección de bancas, sillas y objetos litúrgicos
utilizados con todas las medidas de protección personal. Esto debido al tiempo de sobrevivencia
del Virus en las superficies. El encargado de la congregación deberá planificar esta actividad.

6. En las puertas de las iglesias se habilitará una alfombra húmeda o pediluvio con agua y lejía,
para que los fieles al ingresar desinfecten la suela de sus zapatos de manera obligatoria.
8. Donde sea necesario, mientras dure la emergencia sanitaria se recomienda la realización del
servicio divino al aire libre (Todas las puertas y ventanas abiertas), cuidando siempre la dignidad
de los sacramentos y las medidas de precaución antes mencionadas: uso de mascarilla, distancia
mínima entre las personas y aforo de un tercio de la capacidad ordinaria del lugar, así como las
normas que el presente Protocolo establece para la celebración de cada sacramento o acto de
servicio divino.

IV. DISPOSICIONES PARA LA CELEBRACIÓN DEL SERVICIO DIVINO


RESPONSABILIDAD DE LOS HERMANOS ASISTENTES:

9. Deben lavarse las manos con agua y jabón o desinfectarlas con alcohol antes de ingresar las
iglesias o recintos.

10. Deben evitar tocar la caja de ofrenda, hacer el ofrecimiento de forma directa evitando
aglomeración.

11. Durante la celebración del servicio divino el cáliz, agua y otros materiales dispuesto deben
estar protegidos de todo riesgo de contacto con miembros que no tengan mencionada función de
prepararlos.

12. Al entrar y al salir los saludos, abrazos y besos entre hermanos, oficiante y hermanos, se
sustituirá por otro gesto evitando el contacto directo (Queda totalmente prohibido). La logística
debe garantizar que no se rompa el distanciamiento físico entre hermanos al salir y al entrar.

13. La distribución de la Santa Cena se realizará en silencio. Señalizar la distancia para la fila a
realizar durante la participación de la santa cena.

14. Se recomienda que para la animación de la celebración del Servicio Divino haya un solo corista
o músico o, en su defecto, se utilice audios de canciones pregrabadas. Si pueden ser un músico y
un corista no deben retirarse la mascarilla para las adoraciones y alabanzas, además de mantener
la distancia prudente frente a la congregación. La congregación no podrá realizar canticos por
ahora.

15. Además de lo indicado, todos los asistentes (ministros y hermanos) a los servicios divinos
deben respetar y hacer respetar el distanciamiento físico, realizar la higienización de manos,
utilizar permanentemente el tapabocas, permanecer en el mismo lugar durante el desarrollo del
servicio divino, no llevar objetos ajenos a la actividad, evitar portar carteras u objetos no
necesarios para la celebración y por ninguna razón, se debe compartir papelería, himnarios o
documentos de mano a mano.

RESPONSABILIDAD DEL OFICIANTE Y MINISTROS O HERMANOS DE APOYO:

16. El oficiante celebrante y sus ministros ayudantes deben asearse las manos antes y después de
la distribución de la santa cena. El uso de la mascarilla es obligatorio y permanente.

17. En las iglesias o congregaciones donde el oficiante es un adulto mayor o se encuentra en


situación de riesgo, se debe designar ministros que no estén en el grupo de personas vulnerables o
de riesgo para que sean ellos los encargados de realizar los servicios divinos.
18. Los oficiantes responsables de santificar los sacramentos deben estar muy capacitados para
minimizar el riesgo de contaminación de la santa cena, ya que es un elemento que se convidará a
los hermanos.

19. En el caso de no existir ministros que puedan realizar la celebración del servicio divino, los
siervos que forman parte de la población en riesgo mencionada en el parte III, numeral 1 de este
Protocolo, deben tener el máximo cuidado sanitario y evitar todo riesgo de contagio y contacto.

20. En el mismo sentido, todo ministro o hermano que apoye la celebración del servicio divino,
debe estar capacitado en las medidas generales de bioseguridad y sobre la identificación de signos
y síntomas del covid-19.

V. OTRAS DISPOSICIONES
21. Para la oración y adoración y los demás actos del servicio divino, se debe seguir igualmente las
disposiciones generales del presente Protocolo y aquellas específicas que sean aplicables.
Previamente, deben estar debidamente señalados todos los lugares a ser ocupados por los
hermanos o ministros.

21. Hasta que no se emitan nuevas reglamentaciones sobre la pandemia:

a) No se debe permitir la participación de orquestas de músicos y coros a 4 voces en las iglesias o


congregaciones.

b) Continúan suspendidas las reuniones y/o confraternidad post servicio divino.

22. Para las reuniones de grupos espirituales, obsérvese rigurosamente las normas sanitarias
establecidas por el Gobierno como el uso obligatorio de mascarillas, la reducción del aforo a un
tercio de la capacidad total, y el distanciamiento social de 1.5 metros como mínimo.

23. Donde sea posible, desígnense equipos de fieles voluntarios que controlen el cumplimiento de
estas normas al interior de las iglesias.

IMPORTANTE:

 Cada ministro responsable de alguna congregación deberá presentar su plan de


bioseguridad para que sea revisada por el líder o responsable del sector, con ello velar y
dar seguimiento a todas las reglas establecidas para el reinicio de la asistencia a los
servicios divinos. Este plan deberá incluir designación de actividades: responsables de
alabanzas, oficiantes, cuidado del interior, hora de apertura de las iglesias, y otros que
crean conveniente según realidad del lugar.
 Los ministros y hermanos deben ser concientizados de ir directamente de la casa a la
celebración del servicio divino en la iglesia y al terminar, deben regresar inmediatamente a
su hogar.
 También dentro del protocolo, se invita a garantizar la aireación natural o ventilación de
los lugares donde se realizarán los servicios divinos, manteniendo puertas y ventanas
abiertas.
 Cada hermano es responsable de cuidar y velar por la salud de su hermano espiritual, por
lo tanto, si algún miembro sospecha de algún síntoma o está en proceso de contagio por
ser asintomático no deberá asistir a los servicios divinos.

Con mucha alegría, amor y devoción esperamos volver pronto a la casa de nuestro Padre,
salvaguardando las condiciones de salud y física de nuestros hermanos y ministros.

Tarapoto 11-10-2020

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