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ARQUIDIÓCESIS DE PARANÁ

DELEGACIÓN EPISCOPAL PARA LA LITURGIA

MEDIDAS DE PREVENCIÓN A IMPLEMENTAR


EN LOS TEMPLOS DE LA ARQUIDIÓCESIS DE PARANÁ
para la vuelta gradual a las celebraciones con participación física de los fieles

El siguiente elenco de medidas de prevención, recoge las consideraciones


elaboradas al respecto por la Comisión Episcopal de Liturgia de la Conferencia
Episcopal Argentina, a través de su Secretariado Nacional de Liturgia (SE.NA.LI.), de
fecha 26 de mayo de 2020; y tiene en consideración, además, todas las publicaciones
que el Arzobispado de Paraná ha hecho sobre la materia desde el 12 de marzo de 2020
hasta el presente.
Por indicación del Sr. Arzobispo, las medidas publicadas en esta comunicación
deberán ser aplicadas en todo el territorio de la Arquidiócesis de Paraná, a partir del
momento en que se obtenga efectivamente, de parte de las autoridades civiles a quienes
competa darla, la autorización para volver gradualmente a realizar las celebraciones
litúrgicas y de piedad popular en los templos, con la participación física de los fieles.

CONSIDERACIONES GENERALES:
1- Continúa prorrogada la dispensa del precepto dominical.

2- Aquellas comunidades que ya lo han venido haciendo desde el comienzo del


aislamiento social preventivo y obligatorio, continuarán ofreciendo subsidios
para la celebración dominical en los hogares como así también la
transmisión de las celebraciones a través de los medios de comunicación
disponibles.

3- Seguirá incorporándose la siguiente intención a la Oración de los Fieles en


las celebraciones litúrgicas durante todo el tiempo que dure la presente
emergencia sanitaria:

“Por nuestros hermanos enfermos a causa de la pandemia desatada por el


COVID -19 (coronavirus) en nuestro país y en el mundo entero, por sus
familias y todos las personas que cuidan de ellos: para que Dios nuestro
Padre, por intercesión de María, conceda la pronta recuperación a los
afectados y haga cesar el flagelo de esta peste. Oremos”.

4- Se recomendará no participar de las celebraciones comunitarias, a las


personas mayores de 65 años o a quienes tengan alguna enfermedad, que las
hace parte de grupos de riesgo.

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5- Los sacerdotes que tengan a su cargo templos donde habitualmente se
realizan celebraciones, establecerán la capacidad máxima de fieles que
pueden asistir a los mismos, tanto para las celebraciones como para la
oración individual en otros momentos. Para esto, tomarán como criterio que
dentro del templo, entre los fieles, se mantenga una distancia
preferentemente de 2 metros mínimo, evitando superar la cantidad resultante
de aplicar un factor de ocupación de 5m2/hab. Lo harán de la manera que
consideren más práctica en cada lugar (ejm. quitando bancos; señalizando
bancos donde poder sentarse y/o arrodillarse; estableciendo la cantidad de
personas que se pueden sentar por banco; reservando para las celebraciones
sectores para familias que viven juntas; reservando sectores para personas
pertenecientes a grupos de riesgo que igual concurran al templo para las
celebraciones; etc.)

6- Del punto anterior se desprende la necesidad de establecer una mayor oferta


de celebraciones en aquellos lugares que la demanda así lo requiera. En
orden a ello, los sacerdotes implementarán los mecanismos adecuados para
organizar los cupos para la participación en las mismas.

7- Antes y después de cada celebración, se deberán extremar los cuidados en


torno a la limpieza y a la desinfección del lugar, especialmente los bancos y
otros elementos que las personas puedan tocar.

8- Los fieles deberán concurrir con tapaboca o barbijo mientras se mantenga


esta medida para el resto de los espacios públicos. Habrá que alentar a que, si
fuera posible, cada uno pueda llevar consigo alcohol en gel o algún producto
similar para su propia limpieza y desinfección.

9- Aquellos templos que las tengan, deberán mantener vacías las pilas de agua
bendita.

10- Se deberá colocar junto a las puertas de entrada y de salida de los templos,
trapos mojados con agua con lavandina, que se renovarán periódicamente
para desinfectar el calzado de los asistentes.

11- Los templos estarán lo más ventilados que se pueda, mientras se encuentren
abiertos a los fieles.

12- En los templos en los que hay una tradición de venerar las imágenes
religiosas besándolas o tocándolas, deberá buscarse el modo de que
respetando estas expresiones de piedad popular, se evite este contacto.

13- En la medida que sea posible, se mantendrán abiertas las puertas de entrada y
salida de las iglesias para evitar tocar los picaportes. Si esto no pudiera
hacerse, habrá que buscar la mejor manera para impedir ese contacto, por
ejemplo con un ayudante que, a modo de ostiario, reciba a los fieles en la
puerta. En ese sentido sería adecuado que exista un equipo de colaboradores
para que además de esta tarea también supervise la distribución de los fieles

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en los bancos, los distintos desplazamientos para evitar entrecruzamientos, el
respeto de la distancia de seguridad y el cuidado de la higiene y conveniente
desinfección del templo. Asimismo se le pedirá a los fieles que no lleguen
todos juntos a último momento para lograr que la recepción sea en forma
gradual y organizada en vistas a no generar aglomeración en los accesos.

Sacramento de la EUCARISTÍA:

A) Santa MISA

14- Se procurará reducir el número de ministros que sirven en el altar junto con
el sacerdote (por ejemplo: un solo acólito). Se evitarán, ordinariamente, las
concelebraciones, salvo en aquellos casos en que los sacerdotes habiten en la
misma casa.

15- Los acólitos y los lectores deberán utilizar el tapaboca como el resto de los
fieles. No obstante, al leer, los ministros de la Palabra podrán quitarse en ese
momento el tapaboca. Se recomienda cubrir los micrófonos con algún tipo
de film que permita su limpieza y reemplazo al final de la celebración.

16- Sin descuidar la correcta realización de los ritos previstos para la


celebración, se recomienda un especial cuidado en cuanto a la duración de la
Misa, para lo cual ayudaría que las homilías sean breves.

17- Con respecto al ministerio de la música sería prudente que haya un solo
cantor o cantora con el acompañamiento de algún instrumento. Habría que
evitar las hojas o libros de cantos, por lo que hay que elegir un repertorio
conocido que pueda ser cantado por la asamblea, o utilizar algún recurso
tecnológico que permita proyectar las letras de las canciones.

18- En el momento de la presentación de los dones, las ofrendas y los vasos


sagrados deben estar ya próximos al altar, en la credencia: por lo tanto no se
realizará la procesión de dones. Tanto el sacerdote como los ministros
deberán desinfectarse las manos antes de comenzar esta parte de la
celebración.

19- No se pasará la colecta como se hace de costumbre, sino que la ofrenda de


dinero podrá hacerse de las siguientes dos maneras:

a) O por medio de un ministro que la recogerá durante el momento de


silencio inmediato a la comunión o durante el canto de acción de gracias
que habitualmente se realizada en ese momento;
b) O bien, será entregada por los fieles al final de la celebración en los
recipientes que para tal fin se coloquen a la salida del templo.
Cualquiera sea la opción elegida, el sacerdote presidente o quien realiza el
oficio de guía de la celebración, lo explicará convenientemente.

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20- El cáliz, la patena y los copones, deberán estar cubiertos con la palia,
corporal o tapa durante la plegaria eucarística.

21- Haciendo uso del carácter facultativo que tiene el rito de la paz, no se
realizará durante este período.

22- Siempre en orden a evitar el contagio, al dar la comunión, se recomienda


evitar el diálogo litúrgico habitual entre el ministro y el comulgante (“El
Cuerpo de Cristo”. “Amén.”)

23- Los ministros que distribuyen la comunión deben extremar las medidas de
higiene, lavándose y/o desinfectándose las manos antes y después de ese
servicio. Tener en cuenta de no multiplicar su número innecesariamente y
que presten su servicio los ministros mínimos indispensables.

24- En línea con la sugerencia realizada por la Conferencia Episcopal con


anterioridad, se mantiene la recomendación de que la comunión eucarística
se distribuya solamente en la mano. A propósito, aprovéchese para volver a
catequizar a los fieles sobre el modo correcto de recibir la sagrada comunión
de este modo.

25- Para la distribución de la comunión se deberá vigilar que se respete la


distancia de cuidado al formarse las filas para acercarse a recibir la
eucaristía. Si la disposición del templo lo permite, también puede verse el
modo de organizar la comunión acercándose los ministros a las puntas de los
bancos en dónde están sentados los fieles que vayan a comulgar.

26- Al finalizar la celebración hay que procurar una salida ordenada de la


asamblea y evitar la agrupación de personas en la puerta y en el atrio.

27- Por lo expresado en el punto anterior, los sacerdotes evitarán dar el saludo
habitual, que en los domingos y fiestas más concurridas suele darse en
muchas comunidades, a los fieles, en la puerta del templo.

28- Las personas a cargo de la sacristía, deberán utilizar siempre el tapaboca, y


tendrán un especial cuidado en la limpieza de los vasos sagrados y objetos
para el uso litúrgico. Antes de tocar las formas eucarísticas para el relleno de
los copones deberán lavarse y/o desinfectarse las manos.

B) Celebración de la Palabra de Dios y administración de la SAGRADA


COMUNIÓN FUERA DE LA MISA:

29- Obsérvense y aplíquense sobre este particular, según corresponda, las


medidas establecidas para la celebración de la Misa (números 14 al 27).

C) Disposiciones para las CAPILLAS DE ADORACIÓN EUCARÍSTICA:

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30- Siguiendo el punto 4 de las presentes medidas de prevención, se sugerirá a
las personas mayores de 65 años y a las que se encuentren dentro de los
grupos de riesgo, que se abstengan de concurrir a las capillas, hasta tanto
pase la emergencia. No obstante, sígase invitándolas a tener momentos
fuertes de oración en sus domicilios y a participar de las iniciativas de
Adoración eucarística por internet, que varias capillas vienen desarrollando
durante este tiempo.

31- En cuanto a las medidas de higiene y prevención para su funcionamiento,


cada sacerdote responsable de la capilla, adaptará y aplicará para la misma,
del modo que juzgue más práctico y conveniente, lo dispuesto para los
templos en general, en los números 5 al 13 de las presentes medidas de
prevención.

Consideraciones en torno a la celebración de otras acciones litúrgicas:


32- Para todos los casos que siguen, será necesario sostener las medidas de
higiene y cuidado general enunciadas más arriba en esta misma
comunicación.

Sacramento del BAUTISMO:

33- Se procurará la participación solamente de los padres y padrinos y se


seguirán las mismas indicaciones que fueron expuestas para la participación
de los fieles en las Misas. Se deberá evaluar la conveniencia de aumentar el
número de celebraciones bautismales para que se puedan respetar las
medidas de cuidado y prevención.

34- El ministro deberá mantenerse a una distancia oportuna del bautizando y de


sus padres y padrinos.

35- Para la unción con el óleo de los catecúmenos y con el santo crisma, el
ministro puede emplear un algodón que se incinerará al terminar la
celebración. No obstante, antes y después de cada una de las unciones,
deberá higienizarse cuidadosamente las manos, en especial si hay más de un
bautizando.

36- En los ritos de recepción realizarán la signación en la frente solamente los


padres y padrinos y se omitirá el gesto del “Efetá” en los ritos ilustrativos.

37- Para evitar cualquier contacto entre los bautizandos, no se utilizará el agua
de la fuente bautismal. Se podrá usar una misma jarra desde la cual ir
vertiendo el agua sobre los bautizandos o disponer tantos recipientes con
agua como personas a bautizar.

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38- Atendiendo a las circunstancias particulares, puede considerarse la
posibilidad de acudir al rito breve.

Sacramento de la CONFIRMACIÓN:

39- Si en algún caso, por alguna razón particular, a juicio del sacerdote y con la
aprobación del arzobispo, no fuera posible aplazar su celebración para
después del fin de la presente emergencia sanitaria, se observarán las mismas
condiciones que para la celebración de la Misa, limitando la participación
física de los fieles a sólo el grupo familiar.

Sacramento de la RECONCILIACIÓN:
40- Se deberá buscar un lugar amplio (no un confesionario) que permita
mantener la distancia de seguridad entre el sacerdote y penitente y al mismo
tiempo garantizar la confidencialidad.

41- Tanto el fiel como el confesor deberán llevar el tapaboca y no habrá contacto
físico entre ellos en la oración de absolución ni en el saludo.

42- En el caso de haber filas para la Confesión, se seguirán las recomendaciones


generales con respecto a la distancia de seguridad que hay que respetar.

43- Al acabar el rito, se aconseja reiterar la higiene de manos y la limpieza de las


superficies.

Sacramento de la UNCIÓN DE LOS ENFERMOS:


44- Se deberá mantener la distancia adecuada entre el ministro y el enfermo,
como se propone para el Sacramento de la Reconciliación. Hay que evitar
cualquier contacto físico con el enfermo y sus familiares, excepto el
momento de la Unción.

45- También en este caso, como medio de protección del enfermo y propia, el
sacerdote deberá utilizar el tapaboca.

46- El sacerdote, antes y después del contacto con los enfermos, deberá lavarse
las manos con agua y jabón o con alcohol.

47- En la administración del óleo puede utilizarse un algodón como se ha


indicado para el Bautismo.

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48- Atendiendo a las circunstancias particulares, puede considerarse la
posibilidad de acudir al rito breve.

Sacramento del MATRIMONIO:


49- Si en algún caso, por alguna razón particular, a juicio del sacerdote, no fuera
posible aplazar su celebración para después del fin de la presente emergencia
sanitaria, se observarán las mismas condiciones que para la celebración de la
Misa, limitando la participación física de los fieles a sólo el grupo familiar.

Celebración de las EXEQUIAS:


50- Se tendrán en cuenta las normativas que las autoridades civiles van
estableciendo para los servicios funerarios.

51- Para las celebraciones en los templos, incluidos los cinerarios, se deberán
tener en cuenta los mismos criterios de la Misa, procurando solamente la
participación de los familiares más directos.

52- El ministro debe usar el tapaboca y mantener una distancia de seguridad


adecuada.

53- Aunque sea difícil en esos momentos de dolor, se deberá insistir en evitar los
gestos de afecto que implican contacto personal y la importancia de
mantener distancia de seguridad.

Disposición final:

54- Los sacerdotes que tengan a su cargo templos donde habitualmente se


realizan celebraciones, deberán poner en conocimiento de los fieles las
medidas de prevención consignadas en la presente comunicación, de la
manera más conveniente, visible, práctica y clara posible.

Paraná, 16 de Junio de 2020

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