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Toda persona tiene derecho a una nacionalidad y a cambiar de

nacionalidad
La nacionalidad es un vínculo jurídico y político que
relaciona a las personas con un Estado concreto,
origina un conjunto de derechos dando lugar a un
estatuto personal especial llamado “estatuto personal”
imponiendo así el cumplimiento de obligaciones que
corresponden a los nacionales y no a los extranjeros.
La nacionalidad determina un estatus que debe
acompañar al individuo durante toda su existencia, sin embargo, esta nacionalidad puede
perderse por causas a los que incurre una persona en el ejercicio de un presunto derecho, y a su
vez esta nacionalidad puede recuperarse con el cumplimiento de ciertos requisitos que se
establecen la Ley de Naturalización y principios Constitucionales.
Toda persona debe tener una nacionalidad, por ser esta uno de los atributos de la personalidad,
por ello, ninguna persona puede tener más de una nacionalidad, principio que no se ha
mantenido, pues los Estados pueden celebrar tratados que admiten la doble nacionalidad. Ya que
según el Derecho Internacional Privado toda persona puede cambiar de nacionalidad de acuerdo
con sus intereses.
Hoy en día es muy usual que extranjeros mantengan su residencia en el Estado Ecuatoriano
generalmente por asuntos laborales lo cual genera la necesidad de obtener la nacionalidad
ecuatoriana, por lo que es necesario realizar un análisis de los requisitos que debe cumplir una
persona para obtener la Carta de Naturalización de acuerdo con lo que establece la Ley.

Todos los individuos tienen derecho a un matrimonio libre y a la


protección de la familia

 Los hombres y las mujeres, a partir de la edad núbil, tienen derecho, sin restricción
alguna por motivos de raza, nacionalidad o religión, a casarse y fundar una familia, y
disfrutarán de iguales derechos en cuanto al matrimonio, durante el matrimonio y en caso
de disolución del matrimonio.
 Sólo mediante libre y pleno consentimiento de los futuros esposos podrá contraerse el
matrimonio.
 La familia es el elemento natural y fundamental de la sociedad y tiene derecho a la
protección de la sociedad y del Estado.
Algunas personas han optado por interpretar esta redacción como una limitación de los derechos
al matrimonio a las parejas heterosexuales, aunque en la actualidad se interpreta con mayor
frecuencia como el derecho de los dos sexos a contraer matrimonio, y no tanto que estipule que
se deban casar con alguien del sexo opuesto.
Varios mecanismos de derechos humanos de Naciones Unidas han
instado a todos los Estados a reconocer por ley las uniones entre
personas de este sexo bien posibilitando el matrimonio entre
personas del mismo sexo o mediante otros regímenes como las
alianzas civiles y han pedido los mismos beneficios y protección
para todos. Un número de Estados cada vez mayor desarrolla leyes
en este sentido.

Toda persona tiene derecho a la propiedad individual o colectiva


Se trata de otro derecho incluido como reacción a las
atrocidades del Holocausto, cuando se confiscaron las
propiedades de los judíos y otras personas, a menudo para
enriquecer a los oficiales nazis. Los judíos europeos fueron
despojados del equivalente a billones de dólares en dinero
en efectivo, obras de arte, casas, negocios y objetos
personales. “La Solución Final de Hitler no sólo fue un
acto de genocidio: también fue una campaña de robo
organizado”, dice un escritor.
A pesar de esta motivación, mientras la DUDH estaba siendo redactada entre 1946 y 1948, el
mundo se estaba dividiendo en los bloques ideológicos de la Guerra Fría, con países
democráticos y capitalistas a un lado y Estados socialistas y no democráticos al otro lado.
Los países socialistas, así como algunos países en desarrollo, eran hostiles a la idea de la
propiedad privada como un derecho humano fundamental. En algunos lugares, esta sospecha
sigue existiendo hoy en día.
A diferencia de muchos derechos de la DUDH que han sido desarrollados en otros importantes
instrumentos de la ONU, el derecho a la propiedad privada no está específicamente desarrollado
en convenciones de derechos humanos posteriores. Algunas prohíben la discriminación sobre la
base de la propiedad (u otras formulaciones), pero ninguna incluye específicamente el derecho a
la propiedad privada.
El derecho de los indígenas a sus tierras
Hoy en día, esta formulación es a menudo invocada por minorías y grupos indígenas que han
sido desplazados de sus tierras, ricas en recursos, por proyectos de desarrollo. El reconocimiento
de los derechos de propiedad de los pueblos indígenas es fundamental para su capacidad de
supervivencia (espiritual, cultural y económica), para defender su territorio y a menudo también
para evitar el cambio climático, por ejemplo, a través de la destrucción de la selva amazónica.
Toda persona tiene derecho a la libertad de pensamiento, conciencia y
religión
Este derecho incluye la libertad de cambiar de religión
o de creencia, así como la libertad de manifestar su
religión o su creencia, individual o colectivamente,
tanto en público como en privado, por la enseñanza, la
práctica, el culto y la observancia.
Sin embargo, con frecuencia se considera que las
religiones y los derechos humanos están en conflicto
entre sí, con debates en Europa occidental sobre si a las mujeres se les debe permitir usar
pañuelos sobre la cabeza. Otro ejemplo son las leyes contra la blasfemia, que se utilizan
indebidamente en partes de Asia para resolver los rencores personales.
Algunas personas afirman que no sólo hay que tener libertad de religión, sino también estar libre
de cualquier religión, especialmente cuando se recurre a ella como justificación de prácticas
discriminatorias o incluso perjudiciales contra las mujeres.

Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión


Este derecho apuntala muchos otros, como el de libertad de culto, asamblea y la capacidad para
participar en asuntos públicos. Pero la libertad de expresión no es ilimitada. Una metáfora
habitual para describir sus límites es que no puedes gritar falsamente “fuego” en un teatro lleno
de personas, al causar pánico y posibles lesiones. Otras formas de expresión que no están
protegidas incluyen la pornografía infantil, el perjurio, los chantajes y las incitaciones a la
violencia.
Los límites que deben ser respetados
 Tienes derecho a tener cualquier opinión, no
importa cuán vil pueda ser. Pero la expresión de
dicha opinión – si equivale a una instigación –
debe ser penalizada. Existen claros ejemplos
históricos de lo que puede suceder cuando no es así.
Sin embargo, la libertad de expresión está explícitamente protegida en la mayoría de las esferas y
hay crecientes preocupaciones hoy en día por que los esfuerzos continuos, y posiblemente al
alza, para hacer un mal uso del concepto de “discurso de odio” o “incitación” estén siendo
utilizados como pretexto para sofocar la disidencia o la crítica hacia un gobierno en el poder, que
a menudo utiliza leyes antiterroristas como medio legal para lo que es, bajo la ley internacional,
un objetivo ilegal. El artículo 19 incluye el derecho a “investigar y recibir informaciones y
opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras.” A pesar de que los individuos gozan
de los mismos derechos en la red y fuera de ella, los Estados también están censurando, y en
ocasiones criminalizando, un amplio abanico de contenido en la red a través de leyes vagas o
ambiguas que prohíben el “extremismo”, la “blasfemia”, la “difamación”, el lenguaje “ofensivo”,
las “falsas noticias” y la “propaganda”.

Toda persona tiene derecho a la


libertad de reunión y asociación

Los Estados no sólo tienen la obligación de proteger las


reuniones pacíficas, sino que también deben tomar medidas
para facilitarlas.
En el contexto de las protestas y manifestaciones, los Principios Básicos sobre el Empleo de la
Fuerza y de Armas de Fuego por los Funcionarios Encargados de Hacer Cumplir la Ley
contienen directrices muy estrictas sobre el uso de la fuerza, que establecen que “el uso letal
intencionado de las armas de fuego sólo puede hacerse cuando sea estrictamente inevitable para
proteger la vida ".
El artículo 20 también nos da el derecho a formar o a unirnos a un grupo, y nos protege de la
obligación de unirnos a una asociación. Las asociaciones incluyen sindicatos, clubes,
asociaciones religiosas, partidos políticos y, cada vez más, grupos en Internet.
Las redes sociales han desempeñado un papel vital en ayudar a los defensores de los derechos
humanos y a las comunidades a organizarse, a dar voz a sus preocupaciones y a responder a las
amenazas. La innovación tecnológica también les ha ayudado en gran medida a documentar
violaciones de derechos humanos y a llevar a cabo monitoreos remotos e informar de forma
rápida. Pero en el lado oscuro, el vídeo y la vigilancia en Internet, la censura, el acoso en la red y
la incitación a la violencia a través de las plataformas de medios sociales también ponen en
peligro a las asociaciones y a sus miembros de diferentes formas.

Toda persona tiene derecho a participar, directa o indirectamente,


en el gobierno de su país
El artículo apela a que se celebren elecciones periódicas y genuinas, mediante sufragio universal
y secreto y también establece que “toda persona tiene el derecho de acceso, en condiciones de
igualdad, a las funciones públicas.”
Este artículo, al convertir en un derecho humano fundamental los elementos centrales de la
democracia, refleja la rotunda declaración del Preámbulo de la DUDH según el cual “es
esencial” que los derechos humanos sean protegidos por la ley “a fin de que el hombre no se vea
compelido al supremo recurso de la rebelión contra la tiranía y la opresión.”

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