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FACULTAD DE CIENCIAS DE LA SALUD

ESCUELA PROFESIONAL DE PSICOLOGÍA

INFORME ACADÉMICO

“Violencia contra la Mujer vista desde el enfoque conductista”

AUTORES:

Camavilca Cano Ana Margarita (0000-0002-1995-8337)


Graus Chávez Yulissa (0000-0002-5429-1283)
Mechato Aliaga Marlon Gabriel (0000-0001-6155-155X)
Patiño Peña Patrick Steven (0000-0003-4211-8034)
Surichaqui Lineares Luciana (0000-0003-1811-1721)
Vallejos Pillhuaman Lizbeth Yanira (000-0002-3137-1109)

ASESORA

Mg. Gladys Altez Juscamaita (0000-0002-5888-0413)

LÍNEA DE INVESTIGACIÓN:

Violencia

LIMA-PERÚ
2022
ÍNDICE

I) INTRODUCCIÓN

II) DESARROLLO

CAPITULO 1

VIOLENCIA CONTRA LA MUJER

1.1 Causas de la violencia contra la mujer


1.2 Consecuencias de la violencia contra la mujer
1.3 Tipos de violencia
1.4 Prevención de la violencia contra la mujer

CAPÍTULO 2
EL CONDUCTISMO
2.1 El conductismo en la violencia contra la mujer
2.2 Intervenciones conductistas en la violencia contra la mujer

III) CONCLUSIONES

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
ANEXOS
INTRODUCCIÓN

En la presente investigación se trata la Violencia contra la Mujer, vista desde un


enfoque conductual, ya que desde muchos atrás se viene vulnerando los derechos
de la mujer, en una clara desigualdad que conlleva a la mujer no poder desarrollarse
y tener dificultades sociales, laborales y académicas.

Frente a estos actos de violencia presentada por el agresor hacia su víctima tiene
diferentes tipos de factores, que veremos en este proyecto de investigación, pero en
la mayoría de casos es la consecuencia de la violencia familiar que el agresor
padece desde la niñez, por ello; el agresor crece con una conducta machista, actitud
retrógrada, celoso, inseguro, egoísta; pues el niño retransmite esta conducta
aprendida en casa y los traslada al ámbito en que se desarrolla; familia, amistades,
pareja, trabajo, etc. , siendo violento tanto física como psicológicamente.

La violencia contra la mujer puede ser intrafamiliar, social, externa, laboral; cabe
resaltar que la violencia no discrimina la condición social, nivel económico, cultural,
religioso, está presente tanto en los hogares más acaudalados como también en los
más pobres, sin importar la edad.

Para poder analizar esta problemática es necesario mencionar sus causas, algunas
de ellas son problemas psicológicos, algún tipo de frustración sexual, haya recibido
algún tipo de abuso en su niñez, se sienta presionado por algún aspecto emocional,
tenga dependencias hacia el alcohol o las drogas, la discriminación y el género en
particular, los roles de género impuestos, forman parte importante de la explicación
de las relaciones de violencia en la escuela.

Existen varios tipos de violencia, todas son igual de importantes, aunque en muchos
casos la violencia contra la mujer se le quita importancia por las mismas
autoridades, al decir “Quizás ella lo provoco”, u otras cosas desmenorisando a las
mujeres, esta problemática afecta a miles de mujeres que son sometidos por sus
parejas con las que conviven y en algunos casos hasta por sus mismos familiares,
este tipo de violencia no es algo nuevo ya que ha estado presente en décadas
anteriores y sigue sin tomarse medidas adecuadas al respecto.
Debido a ello muchas mujeres pueden entrar en depresión ya que no saben cómo
comunicar su estado, algunas no lo dicen por temor o vergüenza.

Al igual que la tecnología avanza la forma de hacer daño también se modifica,


llevando la violencia contra la mujer a las redes haciendo burla de su físico y en
algunos casos llegando al ciberacoso.

Mencionaremos los tipos de actitudes la violencia contra la mujer que afecta sin
ninguna duda el desenvolvimiento social tanto del agresor como de la víctima. Esto
se ve reflejado en la conducta, su forma de ser cambia drásticamente, etc.

La práctica de la violencia contra la mujer en ocasiones no solo se realiza en los


hogares, o en las calles, en algunos casos puede ser ejecutada a través de la
tecnología ocasionando hostigamientos, burlas y calumnias hacia las mujeres a
través de las redes sociales en internet. Esto ahora es posible por el fácil acceso
que tienen los agresores a estas plataformas.

Para detectar la violencia contra la mujer, a veces puede ser difícil, la víctima calla
estos abusos contra su persona por amenazas o por temor a que sus agresores
sean más violentos con él tras acusarlos. es importante que las autoridades tengan
un plan de prevención y acción contra esta problemática teniendo a sus profesores
capacitados con este tema, pero mejor aún, es la presencia de un psicólogo en su
preferencia en la especialidad de traumas y casos similares, para poder detectar,
tratar y prevenir la violencia contra la mujer erradicando estos comportamientos en
la sociedad.

La Defensoría del Pueblo advirtió que en enero de 2022 se tomó conocimiento que
141 mujeres adultas fueron reportadas como desaparecidas, cifra que representa un
incremento del 19 % en el registro respecto del mismo mes en 2021, en el mismo
mes de enero, se advirtieron de 18 feminicidios, 6 tentativas de feminicidio y 8
muertes violentas.

El INEI, por motivo del día internacional de la eliminación de la violencia contra la


mujer, informo que en nuestro país entre 63,2 % de las mujeres de 15 a 49 años de
edad fueron víctimas de violencia familiar alguna vez en su vida. Los resultados de
la Endes 2018. De acuerdo con el tipo de violencia hecha por el esposo o
compañero alguna vez en su vida, el 30,7 % de las víctimas sufrió violencia física,
58,9 % psicológica o verbal y el 6,8 % violencia sexual.

El porcentaje de mujeres víctimas de violencia familiar por parte del esposo o


compañero en el último año alcanzó el 38,1 %. Según tipo de violencia, el 36,9 %
sufrió violencia psicológica y/o verbal, 10,3 % física y 2,6 % violencia sexual.

Es de recalcar que, al primer semestre de 2019, las mujeres que sufrieron violencia
familiar por parte del esposo o compañero representaron un 57,8 %; y en el último
año, el 9,8 % sufrió violencia física o sexual, por parte del esposo o compañero.

Es lamentable que estas cifras están aumentando excesivamente en nuestro país


por ahora teniendo un aumento a por el motivo de la pandemia, ante estas
circunstancias es importante actuar inmediatamente para que las mujeres
vulnerables, debido a la violencia en contra de ellas no tenga repercusiones en su
papel en la sociedad.
CAPÍTULO I
Violencia contra la mujer
En nuestra sociedad existen diferentes tipos de violencia que tienen que ver con
distintas causas. La educación, la forma como está organizada la sociedad y las
desigualdades de poder están en la base de muchas de las formas de violencia que
hay en la actualidad. En el caso de la violencia contra las mujeres, ésta hunde sus
raíces en las desigualdades de poder que existen entre hombres y mujeres en la
sociedad, así como en determinadas concepciones de las relaciones entre los
sexos, del amor y la sexualidad y de lo que significa ser hombre y ser mujer. Este
problema adquiere diferentes formas a lo largo del mundo y cada país se sitúa de
una u otra manera ante este problema. A estas formas de violencia se les
denomina «violencia de género», que es aquélla ejercida por los hombres contra las
mujeres. Una de las formas más frecuentes de este tipo de violencia es la ejercida
por el marido o compañero sentimental.

1.1 Causas de la violencia contra la mujer

La violencia en el terreno amoroso y sexual se da en mayor medida contra mujeres


que contra hombres. También hay mujeres que maltratan a hombres o a otras
mujeres, pero el grado y la frecuencia de estos actos es menor y, aunque sean
igualmente intolerables y condenables, casi nunca llegan hasta el asesinato,
mientras que cada año mueren numerosas mujeres a manos de sus parejas,
exparejas o a causa de la violencia sexual. Asimismo, hay más hombres que
mujeres que cometen actos violentos. Con esto no queremos decir que sea más o
menos grave la violencia que sufren las mujeres que la que padecen los hombres,
sino que la violencia contra las mujeres tiene causas diferentes y su alcance es
mayor debido a la forma como está organizada la sociedad, a la distribución del
poder y los recursos y a las concepciones sexistas que se mantienen de manera
más o menos explícita y más o menos consciente. las causas de este problema en
la biología. En la especie humana, donde el peso de la cultura es tan fuerte, donde
hay tantas películas, videojuegos y juguetes bélicos que presentan la violencia como
un medio legítimo para conseguir los propios fines o para obtener poder o que la
relacionan con la virilidad, no es necesario ir a la biología a buscar las explicaciones
clave. Desde la infancia, se enseñan diferentes habilidades y valores a chicas y a
chicos a través de juguetes, juegos, mensajes y referentes femeninos y masculinos.
Tomamos como ejemplo los juguetes infantiles, los que están orientados a niñas
suelen estar relacionados con el trabajo doméstico y el cuidado de otras personas
(cocinitas, aspiradoras o muñecos) y con el embellecimiento (muñecas con aspecto
de mujer adulta, maquillajes, etc.). Los juguetes que se orientan a niños suelen ser
bélicos (tanques, pistolas, ametralladoras...), muñecos con una actitud agresiva o
elementos para el deporte de competición. Niños y niñas reciben mensajes no
siempre explícitos que indican que el papel de las mujeres es estar al servicio de
otros, mientras que los hombres serán atendidos en sus deseos y necesidades por
mujeres.
1.2 Consecuencias de la violencia contra la mujer
● Producir lesiones: el 42% de las mujeres víctimas de violencia de pareja
refieren alguna lesión a consecuencia de dicha violencia
● Ocasionar embarazos no deseados, abortos provocados, problemas
ginecológicos e infecciones de transmisión sexual, entre ellas la infección por
el VIH. El estudio de la OMS de 2013 sobre la carga para la salud asociada
con la violencia contra las mujeres reveló que las mujeres que han sufrido
maltratos físicos o abusos sexuales tienen una probabilidad 1,5 veces mayor
de padecer infecciones de transmisión sexual, incluida la infección por el VIH
en algunas regiones, en comparación con las mujeres que no habían sufrido
violencia de pareja. Por otra parte, también tienen el doble de probabilidades
de sufrir abortos.
● La violencia de pareja durante el embarazo está asociada con un aumento en
la probabilidad de abortos involuntarios, muertes fetales, partos prematuros y
bebés con bajo peso al nacer. El mismo estudio de 2013 puso de manifiesto
que las mujeres víctimas de violencia de pareja tenían un 16% más de
probabilidades de sufrir un aborto involuntario y un 41% más de
probabilidades de tener un parto prematuro
● Estas formas de violencia pueden ser causa de depresión, estrés
postraumático y otros trastornos de ansiedad, insomnio, trastornos
alimentarios e intentos de suicidio. Según el análisis de 2013, las mujeres
que han sufrido violencia de pareja tienen casi el doble de probabilidades de
padecer depresión y problemas con la bebida.
1.3 Tipos de violencia
Violencia física
Se denomina violencia física a cualquier ataque dirigido a una persona, cuando
este le produce dolor y malestar como heridas, hematomas, mutilaciones y en
algunas ocasiones, hasta la muerte. El daño puede ser grave, como en casos en
que se hace necesaria una hospitalización; y el único, como ocurre en casos de
homicidio; pero en la mayoría de los casos de violencia física ésta no anula
inmediatamente a la persona. Cualquier ataque contra la integridad física se
considera violencia, independientemente de que el atacante haya hecho uso
o no de su cuerpo para golpear o de cualquier tipo de armas u objetos con el
mismo propósito.

Violencia psicológica
El maltrato psicológico es la forma más generalizada de violencia. Se
define como las acciones u omisiones dirigidas a un miembro de la familia
que afectan su salud y emocional. y producen daño en su autoestima y en
sus capacidades como ser humano, este tipo de violencia se ejerce a
través de expresiones tales como palabras groseras. frases hirientes,
gritos y amenazas, y/o expresiones no verbales como gestos, miradas y
silencios que afectan al que los recibe a tal punto su autoestima y la en sí
mismo. Esto genera sentimientos negativos como tristeza. frustración.
subvaloración, humillación, soledad, susto, rechazo, ansiedad, inutilidad y
otros. Otro tipo de violencia psicológica es la que se ocasiona al privar a
la víctima de encerrarla en la casa, el Cuarto, el armario, o a través del
secuestro; como también al negarle la oportunidad de trabajar o estudiar
cuando la persona lo desea y está en condiciones de hacerlo.

Violencia sexual
La violencia sexual se presenta a través de comportamientos que combinan
la violencia física y psicológica principalmente para lograr un contacto sexual.
Dicho contacto puede ser genital, oral, corporal, logrado sin la aceptación de
la persona y a través del chantaje, las amenazas, la fuerza o la coacción. En
otras palabras, es obligar a la persona, sea niña o adulta, a cualquier tipo de
caricias o contacto sexual, haya o no penetración.

1.4 Prevención de la violencia contra la mujer


● Ratificar los tratados internacionales y regionales.
● Adoptar y cumplir las leyes.
● Crear planes nacionales y locales de acción.
● Hacer que la justicia sea accesible para las mujeres y las niñas.
● Poner fin a la impunidad frente a la violencia sexual en los conflictos.
● Garantizar el acceso universal a los servicios esenciales.
● Brindar formación a aquéllos que trabajan en los servicios esenciales.
● Otorgar recursos públicos adecuados.
● Recopilar, analizar y difundir la información nacional.
● Invertir en la igualdad entre los géneros y el empoderamiento de las mujeres.
● Mejorar la autonomía económica de las mujeres.
● Aumentar la conciencia pública y la movilización social.
● Involucrar a los medios de comunicación de masas.
● Trabajar para y con los jóvenes en tanto que defensores del cambio.
● Movilizar a los hombres y a los niños.

CAPÍTULO 2

EL CONDUCTISMO

El conductismo es la ciencia del comportamiento (análisis del comportamiento) , la


postura conductista dicta los cánones acerca de qué tipo de preguntas psicológicas
son válidas y que métodos son aceptables en la búsqueda de sus respuestas.
También son explícitos los criterios para la adecuación de una explicación científica.
Propiamente ser conductista significaría desplegar cierto tipo de actividades, en
otras palabras, comportarse de ciertas maneras (hacer, decir, escribir, creer, buscar,
investigar, teorizar, etc.). Por otra parte, decir que alguien es conductista es
comportarse frente a la conducta de otro y ajustarse a la convención de una
comunidad que establece responder de cierta manera ante el comportamiento de
otro individuo.
2.1 El conductismo en la violencia contra la mujer

Es por ello que el haber conocido más ampliamente las conductas que presentaba
la mujer violentada, permitió comprender los comportamientos de la mujer que ha
sido víctima de violencia por su pareja íntima y así crear una nueva perspectiva al
personal de enfermería en cuanto su intervención ya que es de suma importancia
saber de forma específica el cómo actuar ante los diversos comportamientos que
puede llegar a presentar la mujer violentada por parte de su pareja íntima.
Entre las intervenciones posibles, los estudios muestran que la psicoterapia puede
ser útil en la reducción de síntomas y mejora de calidad de vida de las mujeres
(Peterson, Zamora, Fermann, Crestani, & Habigzang, 2019). Portanto, debe estar
incluida en las estrategias de la red de protección. La atención psicológica
específica y eficaz para las mujeres en situación de violencia interfiere en el
pronóstico y en la repercusión de la violencia en la vida de estas (Matos et al.,
2012).
la Terapia Cognitivo Conductual (TCC) posee evidencias empíricas de efectividad
para la reducción de los síntomas de trastornos asociados a la exposición a la
violencia.
2.2 Intervenciones conductistas en la violencia contra la mujer

Según la Organización de las Naciones Unidas (ONU MUJER, 2014) a nivel mundial
el 35% de las mujeres han sido víctimas de violencia física y/o sexual; casi el 30%
de las mujeres que han permanecido en una relación han sido víctimas de este tipo
de violencia por parte de su pareja, elevándose la cifra hasta el 38% en algunas
regiones (ONU, 2014).
Por otro lado, se estima que la violencia contra la mujer acarrea costos económicos
y sociales en términos de incapacidades laborales, pérdida del trabajo, pérdida de
salarios, dificultades para desarrollar labores, en el acceso a la atención médica o
psicológica aunado a esto los costos judiciales, la provisión de recursos, menor
productividad y descenso de la calidad de vida (OMS, 2018); limitando su
participación plena en la sociedad, así como su acceso a la educación o en la
economía y genera barreras en el desarrollo de la igualdad de género.

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