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Clase 1
¿Qué son las políticas públicas?
1
Oszlak, O.; O'Donnell, G. (1995). “Estado y políticas estatales en América Latina: hacia una estrategia de investigación”.
En: Redes, vol. 2, núm. 4, 1995, pag. 112-113
Una de las primeras cosas que es necesario reflexionar a partir de esta definición,
es qué se entiende por “cuestión”, ya que, es en torno al abordaje de esta “cuestión” que
una política pública se orientará. Para definir este concepto, recurrimos nuevamente a
O´Donnell y Oszlak (1995) quienes plantearon que la “cuestión” es la problemática
socialmente problematizada que será asumida por el Estado como objeto de una política
pública determinada. Es decir, ciertas situaciones, temas, necesidades, demandas, etc.
que lograrán ser problematizadas e incorporadas en la agenda del Estado para ser
abordadas mediante una Política Pública.
En este sentido, cabe destacar que el rol de Estado en función de una cuestión
especifica será definido no solo por su acción sino también por la decisión de omitir llevar
adelante acciones específicas que lleven a que una problemática pueda ser abordada por
una Política Pública.
De esta manera, poder visualizar las demandas y necesidades que son
incorporadas en la agenda de las políticas públicas por parte de un Estado, no alcanza para
dar cuenta del rol que este cumple. Oscar Ozslak2 plantea la posibilidad de pensar el rol
del Estado desde tres niveles:
Micro intervención y presencia en la vida cotidiana
Meso contenidos y orientación de políticas públicas
Macro pactos fundamentales para el funcionamiento del capitalismo. Reglas de
juego que gobiernan entre los actores e instituciones de la sociedad.
2
Ozlak, O. (2012). “El rol del Estado: micro, meso, macro”. En: Aportes. Para el Estado y la administración
gubernamental, N°18. pag. 96
Pensar en el rol del Estado, nos lleva a realizar un minucioso análisis de las temáticas
socialmente problematizadas, tanto a la hora de abordar esas temáticas como de
omitirlas.
Este es un tema central a la hora de pensar y analizar las políticas públicas que son
llevadas adelante por un Estado, y en particular en nuestro caso, en qué rol toma el
Estado a la hora de promover y garantizar el reconocimiento y respeto de los Derechos
Humanos en general y del Derecho a la Identidad en particular.
En este punto es importante detenerse y profundizar un poco más sobre la idea de cómo
un tema es plausible de ser objeto de una Política Pública y focalizar en qué ámbito
podemos situar a los actores que han logrado que sus cuestiones sean foco de una Política
Pública. Esto nos da lugar a comprender la importancia que han tenido y tienen las
diferentes organizaciones de la sociedad civil a la hora de, a través de su lucha,
lograr que el Estado tome sus intereses y demandas para llevar adelante acciones en
pos de lograr un abordaje satisfactorio de las mismas.
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Oszlak, O.; O'Donnell, G. (1995). “Estado y políticas estatales en América Latina: hacia una estrategia de investigación”.
En: Redes, vol. 2, núm. 4, 1995, pp. 99-128
De este mismo modo, el rol que un Estado asume a la hora de satisfacer
determinadas demandas que hacen a la defensa y promoción de los Derechos Humanos
no solo será analizable en función de cumplir con obligaciones jurídicas y normativas,
tanto internacionales como locales, sino en capacidad y decisión de poder lograr una
interrelación con la sociedad civil y sus organizaciones, en pos no solo de ser garante del
respeto por los Derechos Humanos sino también de visibilizar y actuar en consecuencia
con los sectores excluidos de la sociedad. Pero no es solamente en su accionar como
motorizadores de demandas que las organizaciones de la sociedad civil tienen una gran
relevancia, también en las instancias de implementación y control de las Políticas Publicas
su rol es muy destacado. Como mencionamos antes, los procesos políticos empoderan a
diferentes actores sociales, esto lleva a que en diferentes contextos históricos y sociales
muchas de las cuestiones que han sido atendidas por el Estado sean puestas en cuestión,
y es aquí cuando estas organizaciones de la sociedad civil accionan no ya como impulsoras
sino como custodias de determinadas Políticas Públicas.
Un claro ejemplo de esto fue lo acontecido en el mes de mayo de 2017, cuando a
partir de un fallo de la Suprema Corte de Justicia de la Nación centenares de genocidas
condenados por delitos de Lesa Humanidad hubieran podido quedar en libertad mediante
la aplicación del conocido “2x1”5. Esta situación que atentaba de modo fragrante contra
las políticas de Memoria, Verdad y Justicia implementadas por el Estado a partir del año
2003, principalmente con la anulación de las leyes de impunidad, la anulación de los
indultos y una serie de Políticas Publicas enfocadas en temáticas de Derechos Humanos.
En este contexto, los Organismos de Derechos Humanos, junto a otros actores políticos y
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La decisión de la mayoría de la SCJN, constituida por los ministros Highton, Rosenkrantz y Rosatti, declara aplicable la
ley 24.390 (conocida como 2 x 1), que estuvo vigente entre los años 1994 y 2001, hoy derogada, que reduce el cómputo
de la prisión, porque se trata de la ley más benigna. Esta ley no existía en el momento de cometerse los delitos de Lesa
Humanidad por los que estaban condenados centenares de genocidas. Los delitos de lesa humanidad no son delitos
comunes, no prescriben y no son anmistiables. La Corte Interamericana de Derechos Humanos niega la posibilidad de
aplicar beneficios como el 2x1 a estos crímenes atroces, tal como señalaron los jueces Juan Carlos Maqueda y Ricardo
Lorenzetti, que votaron en disidencia.
sociales y, principalmente, a la gran mayoría de la sociedad civil, se manifestaron en
contra de la posibilidad de la liberación de los condenados por delitos de Lesa Humanidad
y por la continuidad de las Políticas Públicas orientadas a garantizar, respetar y promover
la defensa de los Derecho Humanos. La multitudinaria manifestación realizada el 10 de
mayo de 2017 en Plaza de Mayo fue el momento cumbre de este proceso de movilización
de la sociedad civil. En el documento elaborado y presentado por los organismos de
Derechos Humanos en esa jornada, se manifestaba que:
Esta presión ejercida desde la sociedad civil, no solo logro impugnar el intento de
aplicar acciones que dejaran en libertad a condenados por delitos de lesa humanidad, sino
que logro la modificación del artículo 7° de la Ley 24.390 (derogada por la ley 25.430) al
lograr que el Congreso de la Nación sancione la Ley 27.3627 en donde se establece que “ el
artículo 7º de la ley 24.390 —derogada por ley 25.430— no es aplicable a conductas
delictivas que encuadren en la categoría de delitos de lesa humanidad, genocidio o
crímenes de guerra, según el derecho interno o internacional”.
La potencia e importancia de las organizaciones de la sociedad civil quedan,
también, de manifiesto en lo expuesto por Víctor Abramovich al expresar que:
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Extracto del comunicado emitido por los Organismo de Derechos Humanos el 3 de mayo de 2017. Firmado por:
Abuelas de Plaza de Mayo /Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora / Familiares de Desaparecidos y Detenidos por
Razones Políticas / H.I.J.O.S. Capital / Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) / Asamblea Permanente por los
Derechos Humanos (APDH) / Asociación Buena Memoria / Comisión Memoria, Verdad y Justicia Zona Norte / Familiares
y Compañeros de los 12 de la Santa Cruz / Fundación Memoria Histórica y Social Argentina / Liga Argentina por los
Derechos del Hombre / Movimiento Ecuménico por los Derechos Humanos.
https://www.abuelas.org.ar/noticia/la-corte-suprema-deja-en-libertad-a-los-criminales-de-lesa-humanidad-803
7
http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/270000-274999/274607/norma.htm
apunta a incorporar al trabajo tradicional de denuncia de violaciones
una acción preventiva y de promoción capaz de evitarlas.”8
8
Abramovich, V. (2006). “Los estándares interamericanos de Derechos Humanos como marco para la formulación y el
control de las Políticas Sociales”. Anuario de Derechos Humanos 2006. www.anuariocdh.uchile.cl
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La Convención fue adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 20 de noviembre de 1989 y entró en
vigor el 2 de septiembre de 1990. El 27 de septiembre de 1990 la Convención sobre los Derechos del Niño se incorporó a
la legislación argentina con la sanción de la Ley Nº 23.849. finalmente, con la reforma constitucional de 1994, la
Convención adquirió rango constitucional.
Lecturas obligatorias del Módulo
- Oszlak, O. (2012). “El rol del Estado: micro, meso, macro”. En: Aportes. Para el Estado y la
administración gubernamental, N°18, pp. 83-96
- Oszlak, O.; O'Donnell, G. (1995). “Estado y políticas estatales en América Latina: hacia una
estrategia de investigación”. En: Redes, vol. 2, núm. 4, 1995, pp. 99-128
Lecturas de profundización