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PARAPSICOLOGÍA UNIDAD III

UNIDAD 3

3.1. LA TELEPATÍA
3.1.1. Definición
3.1.2. Introducción
3.1.3. Perspectiva histórica
3.1.4. Investigación moderna
3.1.5. Materiales que forman los objetivos en pruebas telepáticas
3.1.6. Especulaciones Teóricas
3.1.7. Las tres etapas del proceso ESP

3.2. LA CLARIVIDENCIA
3.2.1. Definición
3.2.2. Introducción
3.2.3. Perspectiva histórica
3.2.4. Investigación moderna
3.2.5. Especulaciones teóricas

3.3. PRECOGNICIÓN Y RETROCOGNICIÓN


3.3.1. Definición
3.3.2. Introducción
3.3.3. Perspectiva histórica
3.3.4. Investigación moderna
3.2.5. Especulaciones teóricas

3.4. SUEÑOS-PES Y LA TÉCNICA GANZFELD


3.4.1. Introducción
3.4.2. La investigación de la PES en sueños
3.4.3. La investigación de la PES en Ganzfeld

GUIA DE ESTUDIO III

LECTURAS SUGERIDAS
Algunos consejos para experimentar la PES en Ganzfeld,
por Deborah Delanoy

La transferencia anómala de información en Ganzfeld,


por Kathy Dalton

Unidad 3: Percepción Extrasensorial


3.1. LA TELEPATÍA

3.1.1. Definición

La telepatía es una manifestación de los fenómenos colectivos que los parapsicólogos mencionan como PES.
Involucra la información recibida por un sujeto (perceptor o receptor) a partir de un agente (transmisor o
remitente) por medio, en apariencia, de algún tipo de contacto establecido de “mente a mente”.

Se diferencia de la “clarividencia”, porque mediante ésta se perciben por vía extrasensorial objetos más que
pensamientos. Sin embargo, algunos parapsicólogos sugieren que la telepatía es, básicamente, la percepción
clarividente del proceso neural de otra persona.

Cuando la investigación de la telepatía pasó del nivel clínico y anecdótico al experimental, algunos fenómenos,
tales como el “efecto disminuido”, el “efecto oveja-cabra” y el “efecto diferencial”, comenzaron a ponerse
recién en evidencia. Estos efectos, al igual que las variables que involucran sujetos, agentes, objetivos y lugares,
han contribuido a elaborar una serie de posiciones teóricas que se ocupan de la naturaleza de la telepatía.

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Algunos autores sostienen que se trata de una transmisión de onda; otros hablan de una “resonancia”
interpersonal”, o de “campos psíquicos”. Pero cualquiera que sea el caso, el rol que desempeña la telepatía al
afectar la conducta humana necesita nuevas exploraciones, ya que su influencia puede ser mayor de lo que
comúnmente se supone.

3.1.2. Introducción

En 1879, sir John Drummond Hay, que durante muchos años representó a la reina Victoria en Marruecos, se
despertó escuchando la voz angustiada de su nuera que decía, llorando: “Quisiera que papá sepa que Roberto
está enfermo.” Pocos minutos más tarde sir John escuchó el mismo llamado. Y, aunque no creía en los sueños
telepáticos, registró en su diario lo sucedido. Además, su hijo, que vivía a 300 millas de distancia, gozaba de
buena salud cuando se había comunicado por última vez con él. Más tarde, sir John se enteró de que su hijo
había tenido fiebre tifoidea y que su nuera había repetido varias veces la frase: “Quisiera que papá sepa que
Roberto está enfermo.” Esto sucedió la misma noche que sir John se despertó escuchando su voz.

Este tipo de informes puede encontrarse en todas las sociedades y en cualquier momento de la historia.
Experiencias como la que mencionamos han sido descritas en los escritos taoístas, los vedas hindúes, los sutras
budistas, las escrituras judeo-cristianas, los relatos griegos y romanos y en las narraciones folklóricas de las
culturas africana y americana. La palabra que se utiliza más comúnmente para designar este fenómeno es
telepatía (derivada de las raíces griegas tele o “distante” y pathe, “sentimiento” o “hecho”).

Otro término común, usado primeramente por los investigadores soviéticos es biocomunicación. En ambos
casos se hace referencia a una de las posibles manifestaciones de PES (las otras son la precognición, la
retrocognición y la clarividencia). En la telepatía una persona conoce aparentemente, las imágenes mentales,
los pensamientos o los sentimientos de otras personas, aunque la distancia que media entre ellos sea tan
grande que torna imposible cualquier tipo de comunicación sensorial directa. Estas experiencias se han abierto
gradualmente camino tanto dentro del ámbito de la investigación científica como del tapiz urdido por la
mitología, la leyenda y la literatura popular.

3.1.3. Perspectiva histórica

A mediados del siglo XVIII Mesmer utilizó magnetos de acero para curar la enfermedad. Su “magnetoterapia”
se basaba en una teoría elaborada sobre el “magnetismo animal” e involucraba un “fluido universal” que,
según se pensaba, debía unir a todos los seres vivientes. La telepatía, y otras manifestaciones de la psi, se
producían durante el “sueño mesmérico” y se las consideraba inseparables de él. Posteriormente, Mesmer
comprobó que podía inducir este tipo de sueño «llamado luego “hipnosis”, o “gran sueño”) sin utilizar
magnetos.

Un tiempo después, Charles Richet, psicólogo francés que obtuvo el premio Nobel, demostró que la telepatía
podía producirse aun fuera de la hipnosis. Richet fue el primer científico que aplicó los conocimientos
estadísticos a los datos relacionados con la telepatía. Otro investigador francés, Pierre Janet, inducía la hipnosis
a distancia, posiblemente mediante una señal telepática. Janet no se arriesgó a publicar un informe sobre esos
trabajos, porque sabía que sus colegas no lo aprobarían y que su reputación profesional podía resentirse.

En Inglaterra, Gilbert Murray y Henry Sidgwick llevaron a cabo experimentos similares de telepatía-hipnosis y
usaron, también, elementos de estadística para el análisis de este tipo de datos. En estos tests, el hipnotizador
visualizaba dos números dígitos elegidos al azar y los “enviaba”, telepáticamente, al sujeto hipnotizado que se
encontraba en otra habitación. Los resultados obtenidos fueron superiores a los que era dable esperar como
resultado de la suerte, y Sidgwick presentó un informe histórico sobre el experimento. Otro investigador, sir
William Barrett, leyó en 1870 un artículo sobre la telepatía ante la Asociación Británica para el Progreso de la
Ciencia. Describía la forma en que el experimentador inducía, a un sujeto hipnotizado, a sentir sabores y olores
que el hipnotizador estaba experimentando a distancia. La Asociación se negó a publicar el artículo.
Frederic W. H. Myers, uno de los fundadores de la SPR, ideó la palabra telepatía para describir la percepción
extrasensorial de las actividades mentales de otra persona. Otro miembro de la SPR, sir Oliver Lodge, en su
juventud se interesó por la telepatía y se dedicó a una serie de experimentos mediante los cuales trataba de
comunicarse con amigos o parientes ya fallecidos.

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Durante los últimos años del siglo XIX y el primer cuarto del siglo XX, la SPR y la ASPR insistieron en la necesidad
de estudiar el fenómeno representado por los médiums, la supervivencia post mortem. y los casos
espontáneos. Pero, además, se analizaron algunos informes telepáticos.

René Warcollier inició una serie de pruebas destinadas a transmitir impresiones gráficas de una persona (el
agente, transmisor o remitente) a otra persona (el sujeto, receptor o perceptor). Pese a que no se trató de
hacer una evaluación estadística, se obtuvieron algunos resultados muy sugestivos. Reproducimos uno de estos
a continuación: “En un experimento se presentó el objeto a la agente... El objeto era el hueso maxilar inferior
de una mujer, encontrado en las criptas de St. Etienne du Mont... La agente tocó el objeto y dijo “busquemos
un ciervo pequeño... Es el cuerno de un ciervo”... En una habitación ubicada a distancia... R. W... dibujó una
horquilla, un garfio y cuernos... El pensamiento provocado por una interpretación errónea... fue transmitido en
igual forma, mientras que el objeto real, y lo que el experimentador sabía en relación con él, no fueron
transmitidos.

Upton Sinclair llevó a cabo una serie de tests similares, en los que su esposa actuó corno receptora de
experimentos telepáticos. En el transcurso de estos, un transmisor debía hacer un dibujo que la señora Sinclair
iba a intentar recibir. De entre las 290 pruebas llevadas a cabo con la colaboración de su esposa, Sinclair
registró un 23 por ciento de éxitos, un 53 por ciento de éxitos parciales y un 24 por ciento de fracasos. Las
sesiones no estuvieron sometidas siempre a un control muy riguroso y el juicio subjetivo no se hizo partiendo
de un análisis estadístico. Sin embargo, las correspondencias entre los dibujos enviados y los recibidos fueron
muchas veces notables, como cuando la señora Sinclair dibujó la armadura de un caballero exactamente en la
misma forma en que le fue transmitida.

En un experimento dirigido por H.F.W. Brugmans, éste trató de incorporar controles estadísticos a los tests de
telepatía. El objetivo era un tablero de ajedrez con 48 cuadros en el que la dirección horizontal estaba señalada
por las letras A-M y la vertical por los números 1-6. Un cuadrado (por ejemplo, B, Ds ) fue elegido al azar,
sacando una letra de una bolsa y un número de otra. Tres agentes (ubicados en una habitación que estaba
encima del receptor y que tenía una abertura cubierta por un vidrio doble) se turnaban tratando de influir
sobre el receptor para que eligiera el cuadro señalado. El receptor tenía los ojos vendados y estaba sentado en
un compartimiento protegido; una apertura practicada en el mismo le permitía acercar su mano al tablero para
elegir el cuadro que pensaba había sido señalado. Los resultados obtenidos fueron muy importantes: enuntotal
de 187 pruebas, el sujeto indicó 60 veces el cuadrado adecuado, mientras que la coincidencia le hubiera
proporcionado éxito sólo 5 veces.

Whately Carington aplicó también las técnicas estadísticas a un test telepático. El procedimiento usual de
Carington era abrir al azar un diccionario muy completo, elegir la primera palabra que pudiera sintetizarse en
un dibujo y luego hacer ese dibujo. Mediante un arreglo previo con sus sujetos (que por lo general estaban
diseminados a lo largo de toda Inglaterra) recibía, después de un cierto período, el informe sobre las
impresiones percibidas. Evaluaba los resultados considerando todas las conjeturas formuladas por todos los
receptores y otorgando un cierto “crédito” a cada una. Las figuras más raras recibían un crédito mayor que las
comunes. Así, cuando un albatros era transmitido y recibido, el crédito era mayor que cuando se trataba de
una figura común (por ejemplo, un gato). Aunque este procedimiento representó una contribución importante
a la investigación de la telepatía, se consideró que carecía de precisión; los sujetos no se concentraban siempre
en el tiempo estipulado, y quien emitía el juicio no lo hacia a ciegas, como hubiera sido si la persona encargada
de la valoración no hubiese tenido conocimiento del objetivo utilizado para provocar respuestas determinadas.

3.1.4. Investigación moderna

La investigación experimental de la psi cambió, dramáticamente, cuando en el año 1930 J.B. Rhine y Louisa E.
Rhine fueron incitados por William McDougall a estudiar telepatía, clarividencia y otras materias similares en la
Universidad de Duke. El matrimonio Rhine decidió utilizar 5 símbolos en un mazo de 25 cartas; cada mazo
contenía 5 de esos símbolos (círculos, cuadrados, estrellas, cruces, líneas onduladas). De esta manera, cada
experimento suponía una posibilidad en 5 de dar una respuesta acertada y esto, en los casos en que sólo
estaba involucrada la posibilidad de ese acierto. Se elaboraron controles destinados a eliminar el efecto de
claves sensoriales (se ponían las cartas en sobres opacos, se ubicaba al agente y al sujeto en habitaciones
separadas, etcétera).

A las series de 25 pruebas llevadas a cabo en un test de PES se les dio el nombre de carreras, y una prueba
exitosa era un acierto. La desviación se obtiene cuando el número de aciertos esperado en una serie dada de

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pruebas, es sustraído del número realmente observado de aciertos. A partir de entonces se utilizaron métodos
estadísticos destinados a determinar la probabilidad de que una desviación pudiera producirse a consecuencia
de la suerte. Utilizando esas técnicas, J. B. Rhine encontró 8 sujetos cuyos aciertos excedían clara y firmemente
las posibilidades derivadas de la suerte. En un total de 85.724 pruebas de PES que llevó a cabo con la
participación de esos sujetos, éstos tuvieron 24.364 aciertos, vale decir, 7219 más de los que era dable esperar
como simple resultado de la suerte.

S.G. Soal obtuvo resultados no significativos cuando probó a 160 sujetos de la Universidad de Londres, con el
propósito de restar validez a los experimentos de Rhine. A esta altura de sus experimentos Soal fue informado
por Carington del efecto de desplazamiento, o sea la tendencia de algunos sujetos a responder ya sea por la
convocatoria anterior o por la venidera. Al controlar nuevamente sus datos Soal descubrió que dos de sus
receptores habían obtenido un éxito notable al sugerir cuál sería la próxima carta que miraría el agente. Soal
trató entonces de averiguar si uno de esos sujetos, Basil Shackleton, continuaría mencionando exitosamente la
carta inmediata a la que había sido fijada como objetivo.

El experimento de Soal era similar al de Rhine, salvo que sus cartas representaban figuras de animales:
elefantes, jirafas, leones, pelícanos y cebras. Schackleton se encontraba en una habitación y el agente en otra, y
cada uno de ellos estaba acompañado por un experimentador. Las pruebas fueron sintonizadas en forma muy
cuidadosa; varios observadores no implicados estuvieron a cargo de la tarea de supervisar el experimento para
controlar que no se cometieran errores de registro o no se los falsificara. Los experimentos mostraron la
capacidad de Shackleton para identificar la carta que seguía, inmediatamente, a la que había sido elegida como
objetivo; a esa capacidad se le dio el nombre de telepatía precognitiva. En uno de los experimentos Sháckleton
tuvo 1101 aciertos dentro de 3789 pruebas destinadas a la identificación de la carta inmediata posterior; el
número de aciertos que era dable esperar alcanzaba sólo a 776.

Los experimentos de Soal fueron considerados por G. Evelyn Hutchinson como los más minuciosos llevados a
cabo hasta ese momento. J. B. Rhine manifestó también su aprobación y sostuvo que podían equipararse a los
mejores experimentos llevados a cabo en la Universidad de Duke. C. E. M. Hansel sugirió, sin embargo, que
existían una serie de posibilidades que permitían que el receptor, el agente y los experimentadores alterasen
los resultados por medio del fraude.

Hansel criticó también en un estudio de telepatía llevado a cabo por B.F. Riess. Este mostró cartas de PES a una
hora determinada, y anotó el orden en que habían sido dispuestas. El sujeto, que se encontraba a un cuarto de
milla de distancia, registró sus predicciones en una hoja especial. En un conjunto de 74 series el promedio del
receptor fue de 18 aciertos en 25 predicciones, en lugar de los 5 aciertos que hubiera sido dable esperar como
resultado de la suerte. Las críticas formuladas por Hansel se basaban en el hecho de que Riess guardaba los
registros en un cajón abierto y recibía los informes de los sujetos recién al día siguiente, lo que implicaba que
cualquier persona que se encontrara en la casa podía acceder muy fácilmente a esos registros. Es importante
recordar que el mismo Riess escribió: “Teniendo en cuenta que muchos de los factores no han podido
controlarse, los datos se presentan con el carácter de meras sugestiones.”

Hansel formuló sus acusaciones más graves en el caso de Glyn y Ievan Jones, dos muchachos que fueron
sometidos a tests por Soal y Bowden. Usando distintos tipos de cartas de PES llevaron a cabo tests de telepatía
y también de clarividencia, y los resultados obtenidos superaron los que podían atribuirse a la suerte. Pero
Hansel notó que los muchachos obtenían los mejores puntajes en los momentos en que estaban el uno al
alcance de la vista del otro y que dichos puntajes eran mucho menos notables cuando se eliminaban todas las
claves sensoriales. Al describir uno de estos experimentos, Hansel escribe: “En la primera sesión, Glyn obtuvo
un puntaje elevado en las tres primeras series, pero en las tres series posteriores, llevadas a cabo después de
que se lo hubo cambiado de lugar para que no pudiera ver a Ievan a través de la puerta abierta, el puntaje
disminuyó al nivel que era dable esperar como resultado de la suerte. Durante los tests posteriores se
comprobó que cuando los muchachos estaban ubicados en forma tal que no podían verse, o cuando la puerta
estaba cerrada, los puntajes obtenidos disminuían hasta el nivel que era dable esperar como resultado de la
suerte.”

Joseph Jastrow formuló otras críticas a los experimentos telepáticos y explicó el fenómeno sobre la base de la
“lectura muscular” o el “cuchicheo involuntario”, y que constituía un engaño total. Otro escritor, Martin
Gardner, acusó a Rhine diciendo que elegía, para su publicación, sólo una pequeña parte del conjunto de
experimentos telepáticos. Agregó que esta selección “no representaba un proceso deliberado sino que era el
resultado de una influencia que actuaba sutil e inconscientemente”.

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Un artículo de G.R. Price publicado en el prestigioso periódico Science constituyó, posiblemente, el ataque más
importante formulado contra la investigación psíquica. Price sostuvo que los datos importantes de PES
“dependían muchas veces de errores estadísticos o de trascripción, o eran modificados por el uso, no
intencional, de signos sensoriales”. Price agregó que otros datos importantes resultaban de un sistema de
connivencias entre los experimentadores, tales como Rhine y Soal y sus respectivos sujetos. Este artículo fue
mencionado muchas veces por los escépticos durante todo el año 1960. Sin embargo, Price retiró finalmente
sus acusaciones primitivas y elogió a Rhine y Soal, manifestando que había sido “muy injusto.”

Las críticas continuas que debieron enfrentar los parapsicólogos determinó que se pusieran un cuidado cada
vez mayor al planear los experimentos de PES. En verdad, los investigadores no habían hecho muchos
esfuerzos Para disminuir las posibilidades de fraude en los experimentos telepáticos. Entre las precauciones
que debieron haber tomado debemos incluir las siguientes:

1. Aislar el transmisor telepático del receptor, para eliminar las claves sensoriales.
2. Tomar precauciones para poder tener la seguridad de que la persona que registra las respuestas es
“ciega” en relación con el material tomado como objetivo.
3. Usar un método que asegure que la selección del objetivo se hace totalmente al azar.
4. Decidir cuántas pruebas deben intentarse antes de iniciar un experimento.
5. Probar en distintos laboratorios a los sujetos que han obtenido puntajes altos, a fin de tener así la
posibilidad de duplicar las primeras comprobaciones.
6. Aplicar medidas adecuadas de seguridad que impidan la alteración de los datos experimentales.

Un grupo de observadores comprobó que muchos de los ataques dirigidos contra la parapsicología carecían de
fundamento y eran inadecuados. Sin embargo, su efecto final había contribuido a mejorar las condiciones y
calidad de la experimentación, de manera que en el futuro resultara difícil formular nuevas críticas.

A medida que se proseguía con la investigación de la PES, una serie de problemas relacionados con otras áreas
comenzaron a preocupar también a Rhine, a Soal y a sus colaboradores. Se comprobó que el objetivo elegido
para un test de telepatía podía ser percibido también por medio de la clarividencia. Como el agente tiene
siempre un objeto, que teóricamente podría servir como objetivo, bastando para ello que piense en él, se
consideró que el término percepción extrasensorial general (PESG) podía cubrir ambas posibilidades. Algunos
estudios trataron de solucionar este problema usando un método encubierto de registro, cuyo significado
dependía de los recuerdos comunes del agente (quien remitía el símbolo sobre la carta de PES) y del
experimentador (que registraba los símbolos de PES tal como eran transmitidos). Nadie más, ni aun en el caso
de oírlos, podía saber lo que ambos decían en la conversación que transfería el código, salvo que pudiera
conocer, telepáticamente, lo que las dos personas pensaban y cuáles eran sus recuerdos comunes. Aunque
estos tests ocultan datos muy importantes, queda todavía la posibilidad de que al receptor le llegue alguna
impresión clarividente del sistema nervioso del agente, de sus cuerdas vocales o de otros elementos
concomitantes fisiológicos de los pensamientos transmitidos. Por esta razón, los experimentos de telepatía
pueden conceptualizarse como tests de PESG, lo que deja abierta la posibilidad de la clarividencia.

El efecto diferencial se relaciona con los experimentos de PES en que los sujetos tienden a responder, en forma
diferenciada, frente a una situación dual, pero sin tener la intención de hacerlo. Por ejemplo, un receptor
responde, algunas veces, en dos formas diferentes a dos series distintas de objetivos, obteniendo en una de
esas series un puntaje superior al derivado de la suerte, y un resultado inferior a éste en la otra serie. E.C.
Stuart comprobó que sus receptores obtenían resultados marcadamente positivos cuando los transmisores
eran familiares suyos y significativamente negativos cuando no estaban relacionados con ellos. G.W. Casper
informó sobre una diferencia muy importante en el índice de los puntajes obtenidos por sus sujetos cuando
éstos trabajaban con agentes que les gustaban más o con otros que les gustaban menos. G. E. Rice y Joyee
Townsend comprobaron también ese efecto diferencial en un experimento llevado a cabo en un aula y dirigido
por Rhea A. White y Jean A. Angstadt.

Otro de los fenómenos que se observaron llegó a ser conocido como el efecto oveja-cabra. La actitud de los
sujetos en relación con la PES fue registrada antes de los tests de adivinación de cartas. Se comprobó que los
que tenían la actitud más negativa (“cabras”) mostraban en sus resultados un índice inferior al obtenido por los
que adoptaban una actitud más positiva (“ovejas”). En muchos experimentos llevados a cabo por distintos
investigadores se registró el efecto oveja-cabra. Este no se manifiesta en todos los experimentos, lo que indica

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que otras variables pueden invalidar esa actitud. Esas variables pueden incluir al agente telepático, el marco
experimental y un punto sumamente importante, representado por el objetivo telepático.

3.1.5. Materiales que forman los objetivos en pruebas telepáticas

En las pruebas de PES el objetivo es el objeto de la respuesta de un receptor. En los casos espontáneos el
objetivo es, típicamente, una situación de la vida real, por ejemplo, la participación de un amigo íntimo en un
desastre. Un marino soviético, llamado E.M. Karnintze, hizo llegar el siguiente informe: “Mientras estaba de
servicio en un submarino me enfermé y la embarcación debió zarpar sin mí. Mientras dormitaba a la ho. ra de
la siesta tuve el sueño siguiente: había vuelto al submarino y me encontraba de pie sobre cubierta. La
embarcación comenzó a sumergirse, yo no pude alcanzar la torre y traté de refugiarme en otro lugar del barco.
El agua me cubrió, comencé a tragarla y sentí que me ahogaba. En ese momento me desperté, transpirando y
con el pulso acelerado. Poco después recordé muy vívidamente el sueño. Cuando el submarino volvió a su base
y me reincorporé a la tripulación me enteré de que uno de mis compañeros se había ahogado. Había quedado
accidentalmente en cubierta mientras la embarcación se sumergía. Cuando controlé el diario de bitácora
comprobé que el accidente se había producido en el mismo momento en que yo sufría la pesadilla, en cuyo
transcurso sentí que me ahogaba.

Una serie de análisis de casos espontáneos han contribuido a la obtención de resultados muy valiosos. Los
casos más conocidos son los recopilados por L.E. Rhine. La investigadora ha hecho notar que la mayor parte de
las personas que le informan son mujeres y que la mayoría de los acontecimientos que mencionan son crisis y
desastres.

L.E.Rhine comparó los fenómenos telepáticos manifestados en intuiciones, en sueños “realistas”, en sueños
“no-reales” y en experiencias alucinatorias y llegó a la conclusión de que los mensajes telepáticos registrados
en las alucinaciones “son, en realidad, efectos secundarios que sugen en la formación de la experiencia
intuitiva”, y que la diferencia clave entre las imágenes telepáticas de los sueños realistas” y de los no-reales”
está representada por el hecho de que “en los últimos esas imágenes se basan en una idea sugerida por las
noticias, más que en el significado directo de esas noticias.”

Después de llevar a cabo una revisión de casos espontáneos Gardner Murphy mencionó las distintas formas en
que puede manifestarse la telepatía:

1. Fragmentación. Muy rara vez un cuadro o un acontecimiento son transmitidos en la forma en que se
intenta hacerlo. Por el contrario, generalmente se transmiten porciones o trozos, separados muchas
veces del contexto original.

2. Repetición. El material es repetido a veces en distintas formas, como si se pretendiera decir: “ ¡Ya lo
pasé y volveré a hacerlo nuevamente!”

3. Acumulación. Contando con algunos detalles, se manifiesta muchas veces el deseo de reunirlos en una
forma significativa. A veces un sueño contiene material telepático que se combina con el remanente
de lo vivido por el individuo durante el día.

Murphy continúa señalando en qué forma esas manifestaciones caracterizan el material anecdótico, al igual
que los experimentos de la telepatía pionera llevados a cabo por Sinclair y Warcollier y llega finalmente a la
conclusión de que: “Todas esas cosas han sido conocidas, desde hace mucho tiempo, en el estudio de la
llamada telepatía espontánea, en las impresiones que se reciben y que provienen de personas en trance de
muerte, o que sufren accidentes, o que pasan por momentos de gran excitación o alegría... La experiencia se
nos oculta, o se fragmenta, no sólo por el hecho de ser desagradable. Parecería que en la naturaleza esencial
del proceso hay algo que involucra su fractura y su repetición. Esto se debe quizás a que todos tenemos que
vivir nuestras vidas en términos del principio darwiniano de la lucha por la existencia, y que en el proceso
telepático puede haber muchos aspectos que podrían interferir con la vida diaria... Muchas veces tenemos la
impresión de que... hay algo profundo dentro de nosotros que está a punto de surgir... Como no podríamos
soportar su impacto total, lo fragmentamos. Luego, en las ondulaciones de una marea móvil, ese algo trata de
repetirse. Como no puede lograrlo, cae, finalmente, en la acumulación de detalles que no pueden asumir,
nunca, la forma significativa de la totalidad.

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Un análisis intensivo de 35 impresiones telepáticas, llevado a cabo por Ian Stevenson, reflejó muchas de las
afirmaciones formuladas por. Rhine y Murphy. Stevenson comprobó que las impresiones se relacionaban en 6
casos con la muerte, en 20 casos con enfermedades o accidentes y únicamente en 9 casos con acontecimientos
alegres o neutrales. Seis de los 25 receptores involucrados en los 35 casos eran hombres y 16 eran mujeres. En
los casos en que estaba implicado un agente perceptible, 14 eran hombres y 11 mujeres. La impresión podía
producirse mientras el receptor estaba normalmente despierto, o cuando se encontraba en un estado alterado
de conciencia; sin embargo, las variantes alucinatorias o percibidas en sueños le resultaban menos
impresionantes al receptor.

En los casos clínicos el objetivo es muchas veces, algún aspecto de la vida personal del psicoterapeuta que le
llega al paciente en un sueño, en un estado de ensoñación o durante la sesión psicoterapéutica. W.H. Gillepsie
informa que: “En la última noche de mis vacaciones leí un cuento corto de Elizabeth Bowen, El reloj heredado.
Al día siguiente, un paciente que estaba en su segundo mes de análisis comenzó su sesión relatándome un
sueño que había tenido esa misma noche y que incluía una parte esencial de la historia, no Sólo un reloj similar,
sino una significación siniestra muy similar también vinculada a éste. No conocía el cuento, de Elizabeth Bowen.
Pero lo que es importante señalar es que el relato me había causado una impresión profunda, pavorosa y
psicopatológica.

Se ha informado sobre muchos otros posibles casos de telepatía producidas durante la psicoterapia. Albert Ellis
se ocupó de la naturaleza probatoria de estos relatos, en una oportunidad, eligió, al azar, uno de los sueños de
un paciente y comprobó que correspondía, en muchos aspectos, a los acontecimientos diarios de su propia
vida.
Aunque el material espontáneo es importante, la recopilación del material anecdótico espontáneo y el análisis
del material clínico no satisfacen nunca al científico experimental. Este sigue un camino que le permita separar
algo, y analizarlo minuciosamente, o trata de que algo ocurra en forma repetida. La parapsicología siguió este
camino en relación con la telepatía, tratando de crear, en el laboratorio, fenómenos que por lo general son
menos dramáticos, pero que se prestan más fácilmente al estudio y al análisis. Pero lo que se gana desde un
punto de vista experimental es obtenido muchas veces a expensas de la riqueza e intensidad que caracterizan
la telepatía de la vida real.

En una experiencia de laboratorio el objetivo puede estar representado por una forma geométrica, una carta
de PES, un dibujo o un objeto seleccionado al azar. En el trabajo hecho por J.B.Rhine se utilizaron, casi
exclusivamente, cartas de PES. Soal y Batemann usaron cartas con figuras de animales. Sinclair y Warcollier
usaron dibujos. Brugmans utilizó cuadros elegidos al azar en un tablero de ajedrez mientras que Carrington usó
dibujos de palabras elegidas también al azar.

Entre los ejemplos menos comunes de objetivos de telepatía restringida debemos mencionar los de L.L.
Vassiliev. En los experimentos de Vassiliev el sujeto responde, ya sea después de haber caído en una hipnosis
profunda o al despertarse después de haber sido hipnotizado. En el curso de un experimento telepático, D.
Dean usó un pletisimógrafo para registrar el flujo de la sangre en los dedos de sus sujetos. El agente miraba las
cartas objetivo dispuestas al azar y en las que figuraban nombres conocidos por el sujeto y por otro; los
nombres habían sido seleccionados al azar, como si se los hubiese tomado de una guía telefónica. Dean
comprobó que el volumen del pulso del dedo sufría cambios importantes cuando el agente miraba nombres
conocidos por el sujeto y que, en cambio, cuando miraba nombres desconocidos no se registraban
modificaciones. C.T.T art tomó registros de electroencefalogramas (EEG) y respuestas galvánicas de la piel de
sus receptores, e hizo también registros pletismográficos. Cuando se sometía a shock eléctrico a un agente que
se encontraba en otra habitación, se evidenciaba una pauta más rápida de EEG, una frecuencia mayor de las
respuestas galvánicas de la piel y también modificaciones en el volumen del pulso del dedo del receptor.

En 1966, Rao hizo una revisión de la literatura sobre PES y comprobó que el material de respuesta libre parece
haber perdido, gradualmente, la confianza de la mayoría de sus adherentes. En la actualidad es difícil encontrar
algún parapsicólogo que lleve a cabo investigaciones serias basándose en esos materiales”. Sin embargo, en la
misma época se reavivó el interés por determinar la vinculación existente entre la psi y los estados modificados
de conciencia. Como se pensó que era muy difícil que un representó una interpretación psicoanalítica de una
serie de casos similares.

Otra zona inexplorada es la representada por el agente telepático. Murphy sugiere que los experimentadores
elaboren un objetivo y un conjunto de condiciones significativas para el agente, y que usen la red de
asociaciones que se forman en la mente del agente como parte del objetivo. Esto ayudaría a los investigadores

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psíquicos a precisar más cuidadosamente la importancia del transmisor telepático. Algunos estudios indican
que los sujetos son capaces de recibir lo transmitido por ciertos agentes y no por otros.

3.1.6. Especulaciones Teóricas

El enfoque científico de los nuevos fenómenos requiere trabajo teórico y también de observación. A lo largo de
los años y de una serie de especulaciones teóricas se trató de determinar cómo podía funcionar la telepatía, sin
que la entorpecieran las barreras del tiempo y del espacio que impiden que otras formas de comunicación se
produzcan. Una teoría postula la transmisión de energía de un cerebro a otro, en una forma similar a la de la
radio. La investigación del EEG demostró que del cerebro emanan corrientes rítmicas eléctricas. Se sugirió, en
consecuencia, que el cerebro del transmisor puede emitir al receptor una serie del ondas correspondientes a
sus pautas de pensamiento. B.B. Kazhinsky formuló hipótesis sobre un proceso de electroducción en el que las
ondas electromagnéticas llevan el mensaje del agente al sujeto. Esta explicación podría aplicarse a los
experimentos de telepatía a larga distancia, tales como los que integran la serie Moscú-Leningrado.

Una de las objeciones formuladas a esta teoría dice que cualquier transmisión de energía entre dos cerebros
debería estar sometida a la ley del cuadrado inverso que rige este tipo de fenómenos físicos. Esta objeción fue
respondida de dos maneras. Karlis Osis dirigió una serie de experimentos de PES que involucraban distancias de
varios millares de millas. Sus datos sugieren que la PES disminuye a medida que la distancia aumenta,
conclusión compatible con la ley del cuadrado-inverso. Al mismo tiempo, otros escritores han señalado que,
pese a que la intensidad de una transmisión energética disminuye con el cuadrado de la distancia, si la
transmisión representa, simplemente, una señal, el problema de la distancia no resulta tan crítico.

Llevada por el propósito de explicar la telepatía, Ninian Marshall hizo otro experimento. Considerando que para
comprender la conducta de estructuras complejas (tales como el cerebro) quizá sea necesario recurrir a nuevas
leyes físicas, N. Marshall dice que dos cerebros humanos pueden tener la similitud necesaria para actuar el uno
sobre el otro gracias a algún tipo de resonancia directa, despojada de las obstrucciones derivadas del espacio y
del tiempo. Dice que “cualquiera de esas dos estructuras ejerce sobre la otra una influencia que tiende a
hacerlas aun más similares. La fuerza de esta influencia aumenta con el producto de sus complejidades y
disminuye con la diferencia entre sus pautas.”

La resonancia de la pauta de un cerebro en otro, da lugar a la telepatía. Aunque esta posición receptora para
muchas personas, Rao hace notar que la telepatía y la clarividencia son “los mismos fenómenos que se
manifiestan en dos condiciones” y no ve la forma en que la teoría de Marshall podría explicar la clarividencia.
Dice: “Una carta no es lo bastante compleja para producir una resonancia y no posee conciencia para producir
energía física.” W.G. Roll propuso una teoría que utiliza el concepto de un campo psíquico o psi. Este campo es
análogo a los campos gravitacionales o electromagnéticos; además, todos los objetos, vivientes o no vivientes,
tienen un campo psíquico. En el caso de la PES, cuando un acontecimiento psíquico, o mental, está englobado
en la fuente u objetivo, es reproducido en el campo psíquico del objetivo, esta reproducción o “rastro psíquico”
es comunicado luego al campo psíquico del receptor. Interactúa con el cerebro y ¡con el banco de memoria del
cerebro para producir la PES. En los fenómenos telepáticos la memoria de una persona produce una
información que recuerda el rastro psíquico del objetivo. Esta es la información que emerge en la conciencia y
que sirve como evidencia para la telepatía.

Otras observaciones teóricas sobre la telepatía que merecen ser tenidas realmente en cuenta fueron
formuladas por H.H. Price, que habló de “un inconsciente colectivo”; por Whately Carington, que postuló la
existencia de un “vínculo asociativo” entre el agente y el sujeto, y por J.B.Rhine, que se ocupó de un sector de
la mente que tiene la capacidad de “salir” para encontrar el objetivo. R.H.Thouless y B.P.Wiesner idearon el
término Shin para describir una característica de la personalidad que permite el procesamiento de la
información, actúa en la percepción sensorial y también en la extrasensorial. Describen la telepatía diciendo
que es el Shin “actuando sobre o siendo activado por un sistema nervioso distinto al propio”. Arthur Koestler
utilizó inferencias de la física teórica para respaldar posibles explicaciones de los fenómenos de PES. Algunos
físicos sugieren la posibilidad de la existencia de “positrones” que podrían transmitir informaciones a algunos
sujetos desde ciertas dimensiones del universo que los individuos por lo general no utilizan.

En los artículos que escribió sobre telepatía, Murphy insiste, especialmente, en la importancia de las relaciones
interpersonales entre el transmisor y el receptor. Los estados modificados de conciencia disminuyen, muchas
veces, la autoconciencia y llevan a los individuos a un nivel más profundo que el común, que puede ser quizás
el más conveniente para la telepatía. Murphy dice que, “desde este punto de vista, un sujeto y un

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experimentador de un experimento de telepatía representan distintas fases de un todo orgánico, en el nivel
normal de interacción, y también más profundamente en el nivel más hondo en que se producen los procesos
paranormales”. Afirma también que cuando un individuo actúa como una “entidad interpersonal” puede tener
“una capacidad extraordinaria para entrar en contacto con aspectos de la realidad que trascienden el tiempo y
el espacio”. La noción de los dos niveles de realidad es desarrollado también por Lawrence LeShan, que ha
elaborado la hipótesis de que cada individuo tiene una realidad propia dentro de la que actúa. Los sensitivos
místicos y psíquicos tienen realidades individuales similares, que les permiten un acceso a la información
vedado a todos aquellos que actúan dentro de otros sistemas de realidad. LeShan dice también que las
descripciones del universo hechas por algunos físicos teóricos se asemejan a las realidades individuales de los
místicos y los psíquicos.

Algunos científicos que se ocupan de la psi aceptan que pueda producirse la PES, pero insisten en que su efecto
es demasiado pequeño para otorgarle importancia, ya sea, dentro del ámbito de la sociedad o de la conducta
individual. Sin embargo, Ian Stevenson sostiene que las impresiones telepáticas se producen con una
frecuencia mucho mayor que la aceptada por la mayoría de las personas en la actualidad. Dice, además, que
dichas impresiones influyen sobre nuestra conducta en un grado mucho mayor del que suponemos: “Es
posible, también, que en la mayoría de nosotros se produzcan constantemente, y gracias a un proceso
extrasensorial, cambios importantes y no identificados que pueden influir en forma significativa sobre nuestras
emociones y nuestra conducta.”

Los místicos tanto de las culturas occidentales como de las orientales han afirmado que los individuos estamos
ligados los unos a los otros, en formas que pese a ser muy sutiles suelen ejercer una gran influencia. Muchos de
los pioneros de la investigación telepática se plegaron a esta posición. Warcollier recalcó la importancia de las
comunicaciones telepáticas inconscientes entre las personas que trabajan juntas en forma muy estrecha esta
circunstancia como un factor importante en el logro de altos niveles de motivación y creatividad.

Warcollier mencionó también la telepatía como ejemplo de un fenómeno que podría modificar la práctica de la
psicoterapia y el campo de la psicología. Afirmó: “Todo el problema de la transferencia y de la contransferencia
tomadas en un sentido psicoanalítico está ligado al problema de la telepatía.”

Duncan Blewett predice que el resultado final de los estudios sobre la hipnosis, las fantasías y la meditación
“permitirá que los psicólogos tengan fácil acceso y puedan llevar a cabo estudios controlados sobre
[fenómenos tales] como la telepatía; considerados hasta ahora como pertenecientes al ámbito de la
parapsicología”.

El reconocer que la telepatía es una fuerza universal que nos vincula a todos, no significa afirmar que la
telepatía es un acontecimiento que se manifiesta diariamente en forma consciente. Pero aunque podamos
observarlo sólo en forma ocasional, como en el caso de personas unidas por el amor y durante épocas de crisis,
debería despertar la curiosidad de los psicólogos y de otros científicos que se interesan por la naturaleza de los
seres humanos. Nuestras nociones sobre la personalidad humana han sido formuladas hasta ahora de manera
muy pobre. De acuerdo con las palabras de Arthur Koestler las limitaciones físicas e intelectuales del animal
humano frente a la complejidad del universo pueden “condenarnos al rol del fisgón Tomas fijado al ojo de la
cerradura de la eternidad. Conviene, sin embargo, prestar mayor atención al consejo de Koestler: “Pero
permitamos al menos sacar del ojo de la cerradura la tapa que bloquea, aun más, nuestra perspectiva tan
limitada”.

3.1.7. Las etapas del proceso de PES

La ESP es un fenómeno de conocimiento, de cognición paranormal. Si atendemos al factor tiempo, tenemos


fenómenos de retrocognición cuando se trata dre hechos del pasado, y precognición cuando se refiere a
hechos del futuro. Con esto queda explícito que la ESP parece extenderse no sólo a los sucesos del presente y
del pasado, sino también a ciertos hechos del futuro.

En relación con el objetivo de la captación, se distinguen los fenómenos de clarividencia de los de telepatía.
Clarividencia se tiene cuando por PES se capta un objeto o un suceso objetivo, del cual el sensible no pudo
tener conocimiento por las vías sensoriales conocidas ni por el empleo de la razón. Telepatía es cuando se
capta, de la misma forma, lo que ocurre en la mente de otra persona, ya se trate de una idea, de un estado
emocional (temor, alegría, etc.), o un deseo (volición). A veces se distinguen, dentro de los fenómenos de
telepatía, los casos de transmisión del pensamiento de los de telepatía propiamente dicha. En los primeros, el

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sensible capta el pensamiento consciente de otra persona, generalmente una imagen transmitida
voluntariamente; mientras que en los segundos, la captación es de ideas o proyectos que están en la mente de
la persona traducida, pero en el subconsciente (no en la conciencia como en los casos de transmisión del
pensamiento).

La telepatía y la clarividencia son facultades que pueden extenderse más allá de las barreras del espacio y del
tiempo, que limitan nuestras formas normales de percepción. Ambas pueden ser retrocognitivas, precognitivas,
o referirse a acontecimientos actuales (cognición); y pueden tanto enlazarse con objetivos situados cerca del
sensitivo, como a gran distancia de él, sin que la separación en el espacio evidencie diferencias en los
resultados.

Tres momentos que se deben diferenciar claramente del proceso en los fenómenos de PES. Estos son: (a) la
captación, (b) la información, y (c) la interpretación. La captación es el proceso por el cual el sensible se pone
en comunicación con su objetivo, y lo aprehende por medio de su parapsiquismo. La información es el proceso
por el cual esa aprehensión parapsíquica accede a la conciencia del sujeto, ya sea transformándose
directamente en una percepción, o bien objetivándose a través de su automatismo motor, sin pasar por su
conciencia. La interpretación es el proceso por el cual el dotado (o el investigador), mediante el análisis de la
información (imágenes, movimientos automáticos, etc.) suministrada por el parapsiquismo, que se presenta
muchas veces bajo forma simbólica o alegórica, procura desentrañar su real significado. El contenido latente
que se oculta detrás del manifiesto, como en los sueños)

Captación. El proceso de captación nos es absolutamente desconocido. En cierta ocasión a la sensible señora
Elvira C. entregamos un sobre que contenía un prendedor, y nos describió a una persona nerviosa que sufría de
fuertes dolores en el pecho, y que vivía en una casa con césped al frente, al lado de la cual había una bandera.
Todo era correcto y correspondía a una persona fallecida que había sido dueña del objeto, desconocida para la
sensible. ¿Cómo se puso en comunicación paranormal con su objetivo? ¿Por que vías? ¿De qué fuentes extrajo
ese conocimiento (del subconsciente de la actual dueña del prendedor que estaba presente, de una memoria
cósmica, etc.)? Lo que por ahora sabemos es que para el ejercicio voluntario de su facultad, el dotado necesita
de algún medio que le permita relacionarse en forma paranormal con su objetivo. Algunos precisan tener entre
sus manos algún objeto que haya pertenecido o que haya sido simplemente tocado, por la persona de la que se
le pide información (modalidad llamada psicometría y para la que Richet propuso el nombre de criptestesia
pragmática). A otros les basta solamente la mención del nombre de la persona-objetivo, o que el consultante
piense en la persona dada, o que se le suministre una fotografía de la misma. Así, a la notable sensible señora
Maria Amanda le solicité cierta vez que me dijera algo sobre un amigo mío a quien ella no conocía, dándole tan
sólo el nombre de pila. Me describió correctamente los rasgos físicos de dicha persona, su ocupación, sus
hobbies, su hijita, una pequeña preocupación de ese momento –había perdido una lapicera fuente– y hasta un
tic nervioso de su rostro. En otra ocasión el ingeniero José S. Fernández presentó a la sensible señora Elvira C.
una tarjeta, solicitándole que procurara captar por PES a la persona a quien pertenecía. Ésta señaló que se
trataba de una persona muy inteligente, que tenía dificultades de pronunciación, que actualmente tenía una
edad muy avanzada, y que sufría al darse cuenta que su vida se extinguía y ya no tenía la lucidez que antes le
caracterizara. También esta vez fué correcta la captación. Sin entrar en el problema de la fuente de dónde
aprehende el sensitivo su captación, que se tratará más adelante (parece probable que el medio de orientar la
PES a su objetivo haya sido en este caso la tarjeta, así como en el anterior lo fuera la mención del nombre de la
persona respecto de la cual se requería información.

Información. El proceso de información de la PES, o sea el de expresión del conocimiento paranormal, es


también totalmente desconocido. Pero está más cerca de lo que podemos observar, pues no transcurre
totalmente, como la captación, en una zona inconsciente. Por el contrario, es el proceso por el cual esa
captación paranormal accede a la conciencia y se transforma en conocimiento. La PES tiene diversos recursos
para expresar su captación paranormal. Se pueden agrupar esos medios en tres órdenes distintos: (1) la mente
consciente del sujeto, (2) su automatismo motor, y (3) sus medios de acción paranormal. Veamos por orden
estos distintos casos:

(1) La mente consciente del sujeto. El acceso de la captación a la mente consciente se cumple
fundamentalmente a través de imágenes y de la intuición. (La palabra "intuición" se emplea en este caso en el
sentido especial de ideas no acompañadas de representaciones ni de razonamiento previo). Las imágenes
(alucinaciones) pueden ser visuales, auditivas, olfativas, gustativas, táctiles o cinestésícas (de movimientos), y
según sea el caso el sensitivo ve, oye, palpa o gusta el objeto motivo de la captación. Otras veces experimenta
sensaciones de andar, nadar, flotar, etc. (sensaciones cinestésícas) que también traducen información sobre el

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objetivo de la PES. En otros casos la imagen es de tipo emotivo, y el sensible siente tristeza, o alegría,
correspondiendo al estado emotivo de su persona-objeto. También puede sentir dolores físicos, o una
sensación de malestar, si lo que capta es, por ejemplo, una enfermedad.

A veces la información es de tipo intuitivo y no está acompañada por ninguna imagen; en estos casos se trata
de ideas que de pronto se presentan a la mente del sensible; por ejemplo, la idea de que se va a encontrar con
una persona y ello ocurre a los pocos minutos. Otras veces la información se cumple bajo la forma de
presentimientos, que es de lo más común en las premoniciones espontáneas. Una especie de cenestesia, de
sensibilidad indiferenciada pero plenamente díscernible acomete al sujeto. Este siente, por ejemplo, que algo
malo va a ocurrir, sin poder precisar qué. Vive un estado de angustia aparentemente sin causa, sin motivos
conscientes ni razón, y a los pocos días sobreviene una desgracia (o se entera de una desgracia que ignoraba y
que le afecta) que confirma su presentimiento.

(2) Su automatismo motor. La PES utiliza también el mecanismo del automatismo motor para expresar su
captación paranormal. En estos casos no pasa a la conciencia del sujeto directamente, como en el caso
anterior, sino que éste se convierte en autómata: escribe, habla, o realiza otros movimientos en forma
involuntaria; a veces en total estado de inconsciencia, a veces observando sus propias acciones como un mero
espectador.

Los rabdomantes (buscadores de agua), por ejemplo, sostienen entre sus manos una horqueta o varilla en
tensión. Cuando captan por PES una corriente de agua sus manos realizan inconscientemente un pequeño
movimiento, y la varilla en tensión experimenta una brusca sacudida hacia abajo, señalando el hallazgo. Los
radiestesistas sostienen entre los dedos un pequeño péndulo, que amplifica los pequeños movimientos
inconscientes de sus brazos, que pueden así ser percibidos por el sujeto o quien lo observe. Con un poco de
ejercicio el radiestesista aprende así a interpretar estos movimientos automáticos, y a aprehender su
significación. El señor Poletti, por ejemplo, con un péndulo en la mano, recorre mentalmente los distintos
órganos de una persona, y descubre por los movimientos del péndulo cuando en un órgano está localizada una
lesión; de igual manera puede captar otros objetivos: aguas subterráneas, minerales, etc.

También cabe incluir en este grupo de automatismo motor a muchos de los procedimientos habituales de los
médiums espiritistas. La mesa de tres patas cuando es desplazada por movimientos inconscientes de los brazos
del médium, o el procedimiento del ouija-board son otros tantos medíos de información que utiliza la PES para
expresar su captación paranormal. Lo mismo debe decirse de los médiums que hablan, o escriben tomando un
lápiz y poniéndose frente a un papel, en forma involuntaria y muchas veces inconsciente (médíums parlantes y
escribientes). Estas “comunicaciones” muchas veces son sólo expresión de fabulaciones inconscientes, sin
asomo de percepción extrasensorial. Pero otras revelan, sin lugar a dudas, la presencia de una captación
paranormal. Todos estos medios de expresión automática suelen ser utilizados por la PES para informar de su
captación; aqui no cabe discutir si en esta PES intervienen sólo facultades del ser humano vivo, o si cabe
admitir la acción de inteligencias incorpóreas, como sostienen teósofos y espiritistas.

(3) Sus medios de acción paranormal. Un tercer medio de expresión de la PES lo constituyen los fenómenos de
acción paranormal. Haremos destacar que independientemente del significado que tengan como fenómenos
de efectos físicos paranormales, ellos son, muchas veces, medios de expresión de la PES: como en las
experiencias de “voz directa” del profesor S.G. Soal con la médium Blanche Cooper, los raps en el caso de las
hermanas Fox y muchos otros.

El proceso de información de la PES es uno de los más apasionantes motivos de investigación en parapsicología.
Algunos sujetos tienen cierto grado de especialización, y la expresión de la PES se realiza por vías más o menos
específicas: imágenes auditivas, visuales, escritura automática, etc. Pero a diferencia de lo que ocurre con los
fenómenos de percepción normal, en que a cada estímulo corresponde una determinada sensación (principio,
de constancia), en la PES se advierte claramente que dicha correlación no es absoluta. (Hecho que
modernamente se observó también en la psicología normal, dando al traste con el principio de constancia. Es
frecuente encontrar sujetos que presentan varias formas de expresión de la PES, y en ellos la elección de la
forma resulta, en cada caso, aparentemente caprichosa. Pero es evidente que todas esas vías siempre cumplen
la misma función intencional: informar a la región consciente de la psique del contenido de una captación
extrasensorial. El siguiente ejemplo, donde se presentan distintas vías de información en torno de una misma
captación, ilustra a este respecto.

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Presenté en una oportunidad a la sensible señorita Iris Cazaux, sucesivamente, varias cajas cerradas, cuyo
contenido ella ignoraba. Cada caja encerraba un objeto diferente: un compás, una carta, una flor, una cédula
de identidad, etc. Después de haber captado correctamente por PES el contenido de las dos primeras (una
carta y un compás), le presenté la tercera que encerraba un manojo de llaves que había pertenecido a una
persona fallecida. Esas llaves me habían sido entregadas por el Juzgado de la sucesión adheridas a una tarjeta
de cartón que, escrito con tinta y letra casi ilegible, presentaba el nombre del juez y una rúbrica garabateada.
Las llaves y la tarjeta de cartón estaban dentro de un sobre cerrado y todo ello dentro de la caja, también
cerrada. Puse la caja delante de la sensible pidiéndole que no la tocara a fin de evitar posibles captaciones en
razón del peso o del sonido, y la incité a que me describiera por PES qué había dentro de ella. La sensible, de
inmediato y con un gesto repentino, se agachó, tomó su cartera que estaba en el suelo, a su lado, y permaneció
con ella entre las manos, vacilando. La estimulé a que continuara con su impulso y entonces abrió la cartera,
tomó un juego de llaves que había dentro de la misma y quedó con él en la mano, sin saber qué decirme. Le
pregunté entonces que significado tenía para ella lo que había hecho, y me respondió que no sabía, que sintió
el impulso de abrir la cartera y, al meter sus manos dentro, sacó las llaves, sin tener previamente ninguna idea
de lo que haría. La incité a continuar con la experiencia y en seguida pronunció la palabra: “cartón”... “cartón”...
y quedó pensativa. Se me ocurre –dijo– la palabra “cartón.” Y luego agregó: “Ahora veo unas líneas ilegibles...
como un garabato.” En los tres casos la captación fue correcta: llaves, que expresó a través de una actividad
puramente motora, tomando el manojo de su cartera; cartón, que expresó a través de una idea intuitiva no
acompañada de representación; y las líneas ilegibles y el garabato de la firma, que expresó bajo la forma de
una imagen visual.

En estos casos se admite que la captación es una sola operación, producida a través de una vía de información
desconocida, en una región o modalidad inconsciente de la psique (parapsiquismo). Más, la forma como esta
captación llega a la conciencia para transformarse en percepción (información), es múltiple. En este caso fue
por vía de movimientos automáticos, ideas intuitivas e imágenes visuales.

Interpretación. Muchas veces la información se presenta a la conciencia bajo la forma de un símbolo o de una
alegoría, y entonces se plantea el problema de la interpretación, que es el tercer momento que se debe tener
en cuenta en los fenómenos de PES. La técnica psicoanalítica ha avanzado mucho en la interpretación del
simbolismo de los sueños, y de otras manifestaciones del dinamismo inconsciente como los actos fallidos
(lapsus linguae, lapsus calami, olvidos, etc.) y los síntomas neuróticos (fobias, impulsiones, etc.). Es probable
que mucho de este material pueda aplicarse a la interpretación de las informaciones simbólicas que se dan en
la PES, y el mismo Freud ha hecho interesantes sugerencias en ese sentido.

Pregunté en una oportunidad a la señora Elvira C. sobre una persona, y me respondió de inmediato que se
trataba de un muerto. ¿Por qué? Porque se le había presentado la imagen de una cruz. En otra ocasión la
señorita Iris Cazaux me dice de una persona que ésta se encuentra ausente en el extranjero, por que tiene la
visión de un barco que se aleja. En ambos casos la información fué correcta, y obtenida a través de la
interpretación de una imagen que aparece como un símbolo.

Cierta vez presenté a la sensible señora de Ibarra una caja cerrada con toda precaución que contenía una
billetera de cuero de lagarto. En cuanto le pedí que describiera el contenido de la caja, la sensible hizo un gesto
de horror, y exclamó que allí había algo maléfico o embrujado. ¿Por qué? Porque se le había aparecido la figura
de una víbora o de un lagarto, que cruzó ante su vista y desapareció. En este caso la captación fue correcta,
pues percibió que era algo relacionado con una víbora o lagarto. Pero no interpretó que se trataba de un
objeto confeccionado con ese cuero, sino que, asociando conceptos condicionados a su creencia en los
maleficios, interpretó que se trataba de algo “embrujado.”

Una de las ayudas más valiosas que puede prestar el investigador experimentado a los dotados que se inician
en el ejercicio de su facultad, es precisamente la de encaminarlos hacia la correcta interpretación de sus
representaciones. La de ayudarlos a comprender la significación de sus imágenes interiores (auditivas, visuales
o motrices), haciéndole confrontar constantemente sus interpretaciones con la realidad, y analizando las
causas de los errores, para sacar de ellos la debida experiencia.

3.2. LA CLARIVIDENCIA

3.2.1. Definición

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Cuando un organismo se conduce como si tuviera el conocimiento extrasensorial de algún objeto o
acontecimiento físico desconocido para cualquier otro organismo, se considera que se ha producido un
fenómeno de clarividencia.
Se analizan dos clases de pruebas:

a. estudios que muestran relaciones estadísticamente importantes entre las respuestas del sujeto
y los objetivos (ocultos) y;

b. estudios que muestran una relación funcional entre el nivel de éxito obtenido en los tests de
clarividencia y ciertas variables independientes, tales como el hecho de si los sujetos están o no
hipnotizados y si creen, o no, que en el test en que participan puede producirse un fenómeno
de PES.

La última de las pruebas mencionadas es considerada muy importante, ya que representa algo más que el
planteo de una anomalía; proporciona, por el contrario, un conocimiento que hace que los acontecimientos en
cuestión parezcan menos anómalos. Señala cuáles son los factores que facilitan, inhiben o bloquean la
producción de esos acontecimientos y muestra, así, que no nos enfrentamos con “correlaciones vacías” sino
con hechos científicamente significativos.

La importancia histórica que la clarividencia tiene dentro del campo de la parapsicología estriba en el hecho de
que ha simplificado y dado mayor eficiencia al estudio de la respuesta extrasensorial (en contraste con lo que
ha sucedido con los estudios de telepatía). Y ha contribuido, además, a crear un cuerpo muy importante de
investigación orientada al proceso.

Se analizan pruebas de que la clarividencia funciona, por lo general, para satisfacer las necesidades del
organismo en forma que no son intencionales o conscientes y tampoco representativas o cognitivas. Se
examina la posibilidad de que la influencia de la clarividencia sobre la experiencia vital sea mayor de lo que se
ha pensado anteriormente. Sin embargo, y debido a la sutileza de su acción, esa influencia pasa muchas veces
inadvertida.

3.2.2. Introducción

Posiblemente ningún término de la jerga parapsicológica provoque tanta confusión en los que recién se inician
en la parapsicología como la palabra clarividencia. El término significa literalmente “visión clara”. Pero además
de esto, que contribuye a crear una gran confusión, no debemos olvidar que, históricamente, la palabra ha
tenido muchos significados totalmente distintos del que se le da en su uso científico corriente. En distintos
lugares y épocas del pasado el término clarividencia fue empleado para señalar la acción de cualquier forma de
PES, y de acuerdo con la imaginación popular, y con la terminología usada en algunos artículos periodísticos,
cualquier persona a la que se daba el nombre de “psíquico” podía ser clasificado también como “clarividente”.
En unos pocos casos el concepto de lo que era un clarividente fue muy limitado y se circunscribía a la persona
que, al escrutar una bola de cristal (o cualquier recurso similar), lograba visiones extrasensoriales.

La prudencia nos señala, entonces, que al iniciar este capítulo, que es una simple revisión de la clarividencia,
debemos comenzar por considerar el uso científico corriente del término. Si una persona, o animal, se conduce
como si tuviera un conocimiento extrasensorial de algún objeto común, o de algún acontecimiento físico
común pero desconocido por cualquier otro ser, pensamos que estamos frente a un fenómeno de clarividencia.
Por ejemplo, si una persona es capaz de conjeturar, acertadamente, el orden en que están dispuestas las cartas
de juego convencionales que forman un mazo oculto (en una medida que excluya, razonablemente, la
posibilidad de una explicación), y si el orden de ese mazo de cartas era, en el momento en que el sujeto
formulaba sus conjeturas, desconocido para cualquiera que pudiera utilizar únicamente sus medios sensoriales
normales, decirnos que estamos frente a un fenómeno de clarividencia.

A lo largo de varias décadas algunos parapsicólogos han discutido si la clarividencia es algo probado, si la
telepatía (“transmisión del pensamiento”) puede explicar todos los resultados de la clarividencia, o si sucede
todo lo contrario. Pero si adaptarnos la definición de clarividencia dada anteriormente, nos veremos obligados
a admitir, como se señala claramente luego, que disponemos de pruebas suficientes de clarividencia.

No debería darse a la definición de clarividencia un alcance mayor que el que está estrictamente involucrado.
Estas observaciones pueden ampliarse hasta abarcar las definiciones de los supuestos fenómenos

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extrasensoriales en general: clarividencia, telepatía y precognición. Si usamos estrictamente las definiciones
operativas de cada uno de esos fenómenos (p. ej., orientado a la situación, teóricamente imparcial) no
tendremos problemas, pero si comenzamos a pensar que el uso de los términos, disociados de esos
fenómenos, implica necesariamente que nos estamos ocupando de formas distintas de PES, comenzaremos a
tener realmente problemas.

Con esto no queremos significar, que haya un proceso único subyacente en las tres experiencias que
denominamos clarividencia, telepatía y precognición. Sabemos muy poco sobre la naturaleza básica de la psi, y
el hecho de que podamos hacer cierto tipo de observaciones usando distintos recursos experimentales no
significa nada en relación con la naturaleza de nuestros fenómenos. Además, el decir que la clarividencia
involucra “objetos o hechos físicos” y la telepatía “hechos mentales” no representa, en realidad, ninguna
ayuda. Contribuye, en cambio, a confundir la ciencia con los supuestos metafísicos.

Por ello nos proponemos dejar de lado las discusiones estériles sobre si la supuesta telepatía (o la “telepatía
precognitiva”) expresa los resultados de la clarividencia y viceversa. Contamos con pruebas muy confiables de
que algunas personas pueden responder en forma significativa a ciertos acontecimientos físicos pese a que
estos no son conocidos por ninguna otra persona. En consecuencia, aceptaremos esta clarividencia como un
tipo de observación más que como una explicación de observaciones.

Por eso nos resulta difícil pensar que el único tipo de observación al que damos el nombre de clarividencia
tenga que ser subdividido por razones teóricas; los hechos que se adecuan a la definición de clarividencia
pueden no responder siempre a la misma causa subyacente. En esta etapa de nuestra investigación no
podemos predecir, con criterio responsable, qué es lo que puede revelar el futuro sobre la naturaleza
fundamental de los fenómenos que estudiamos.

Pero el lector de esta revisión no debe intranquilizarse por la cantidad de nombres que se usan en muchas
oportunidades para describir hechos que pueden considerarse relacionados con la clarividencia; nos referimos
a la psicometría, la radiestesia y la escritura automática. Desde un punto de vista objetivo, estos distintos
nombres sirven, únicamente, para decir distintas maneras o contextos en los que algunas veces se producen
fenómenos que llamamos de PES entre los que se incluyen los de clarividencia.

La persona que hace una lectura psíquica (que puede involucrar clarividencia u otros tipos de percepciones
extrasensoriales) puede sostener un objeto que pertenece o está vinculado a la persona-objetivo que él está
leyendo. En ese caso decimos que está haciendo psicometría o, usando un término más científico y quizá más
adecuado, una lectura de objeto-simbólico. Si el individuo usa un alambre doblado o un palo en forma de
horquilla, decirnos que está cateando y lo aceptamos como una forma de automatismo motriz, como un
vehículo de mediación potencial para la expresión de la psi. Si el adepto usa un péndulo oscilante, solemos
decir que practica radiestesia, aunque el término correcto más científico y con menor orientación teórica sería
automatismo motriz. De la misma manera, cuando mediante la escritura automática se transmite información
verídica que no ha llegado a reconocimiento de quien escribe por vía normal de sus sentidos, se la denomina
automatismo motriz, usado como vehículo transmisor de la respuesta extrasensorial.

En resumen, corresponde decir que en nuestros días nombres tales como psicometría, radiestesia, cateo y
escritura automática no deben interpretarse como designaciones de distintas formas de PES. La psicometría
representa un marco experimental especial para el estudio de la PES; los otros términos designan,
simplemente, vehículos transmisores específicos destinados a la expresión de información que puede (o no) ser
de naturaleza psíquica. El término clarividencia, al igual que el más amplio PES, pasa a través de esas
diferencias. Si una persona o cualquier otro organismo se conduce por cualquier medio, como si tuviera
información extrasensorial sobre algún objeto físico común o algún acontecimiento común, desconocido para
cualquier otro ser, decimos, por definición, que se trata de un fenómeno de clarividencia.

En la sección inmediata nos ocuparemos brevemente de los resultados de los estudios más importantes
llevados a cabo para determinar si el tipo de observación denominado clarividencia ocurre realmente. Aunque
esos experimentos hayan proporcionado pruebas de la realidad de los fenómenos de clarividencia, sería
erróneo considerarlos como “experimentos concluyentes” de la existencia de la clarividencia. En oposición a un
concepto muy difundido de la ciencia, debemos decir que ningún experimento llega a tener el carácter decisivo
que caracteriza a la prueba de un teorema matemático (por ejemplo, un teorema geométrico).

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Además, recién cuando podamos producir pruebas de clarividencia respondiendo a pedidos específicos o
podamos predecir por adelantado si un experimento resultará o no exitoso, estaremos en condiciones de decir
que tenemos pruebas precisas de la existencia de la clarividencia. Mientras no estemos en condiciones de
hacerlo, los escépticos encontrarán siempre la forma de negar nuestras afirmaciones, aun cuando las razones
que esgriman no sean ortodoxas y resulten científicamente inaceptables. C.E.M. Hansel proporciona un
ejemplo muy notable al respecto.

Estas experiencias constituyen, seguramente, la mejor prueba de la realidad de la clarividencia como un hecho
significativo y de gran interés científico.

3.2.3. Perspectiva histórica

Posiblemente el primer experimento exitoso de clarividencia, cuantitativamente determinado, es el que


Charles Richet informó en 1889. Trabajó con una sujeto notable, Léonie B., que bajo la influencia de la hipnosis
parecía capaz de cumplir actos paranormales. Richet la estudió para obtener pruebas de clarividencia. Léonie B.
no había obtenido éxito en un trabajo anterior con cartas de juego, pero en el estudio que consideraremos
ahora obtuvo resultados realmente notables.

En el curso del trabajo, la carta que trataba de identificar estaba oculta en un sobre, mientras que el resto del
tiempo estaba oculta en un sobre doble. El resultado fue el mismo en las dos circunstancias. Mientras
formulaba sus respuestas sostenía el sobre con la mano. La carta había sido elegida al azar entre 10 mazos
integrados por 52 cartas cada uno. Mientras trataba de determinar cuál era la carta hablaba de manera
informal con el experimentador. En muchas oportunidades se tomaba horas para identificar una carta y hasta
no tener la seguridad de cuál debía ser la respuesta no adquiría ningún compromiso definitivo.
Lamentablemente se le permitió manosear el sobre sin ningún tipo de restricciones y también se dejó que
escribiera libremente sobre él durante el período en que trataba de concretar sus impresiones.

El algunas oportunidades obtenía una impresión que podía ayudarla a identificar la carta, pero otras veces no.
De las 15 respuestas que dio y mediante las cuales podía (potencialmente) identificar por completo la carta, 12
fueron correctas y son muy grandes las posibilidades de que no hayan sido resultado de la suerte.

Las dificultades, que se plantean para la apreciación de este trabajo derivan de la falta de un control riguroso.
La explicación de los resultados puede estribar en la existencia de claves sensoriales, pese a que Richet
considera que éstas suelen descartarse. (En mi opinión las claves sensoriales podrían considerarse como una
explicación posible de los resultados obtenidos en este caso.) En una serie posterior de trabajos llevados a cabo
con la misma persona y en los que se eliminó cualquier posibilidad de trampa no se obtuvieron resultados tan
notables.

En 1928 Ina Jephson publicó un trabajo muy importante sobre clarividencia que fue considerado de gran
trascendencia en un sentido histórico. Este trabajo influyó mucho sobre J.B.Rhine y agudizó su interés por la
clarividencia. Como veremos más adelante, los trabajos sobre clarividencia llevados a cabo en el laboratorio de
Rhine son posiblemente los más extensos e importantes con que contamos en la actualidad.

En su estudio, Ina Jephson usaba cartas de juego como objetivos. Algunos sujetos que no eran conocidos por su
capacidad de PES se sometían a prueba, en sus propias casas, siguiendo para ello las instrucciones que les
impartía Ina Jephson. Cada una de esas personas tenía que completar 25 pruebas, pero no debía formular
conjeturas sobre más de 5 en un día determinado. El procedimiento consistía en barajar el mazo
completamente, sacar una carta con la figura boca abajo, adivinar cuál era la carta, registrar la conjetura
formulada, registrar también cuál era la carta, reemplazarla, volver a barajarla y repetir la operación hasta
tener registradas 5 conjeturas y 5 objetivos.

En esa forma Ina Jephson reunió 1200 grupos de 5 conjeturas; 245 de estos eran correctos, mientras que las
posibilidades que era dable esperar como resultado derivado de la suerte de limitaban a 115; 3307 respuestas
fueron correctas en relación con el color (era dable esperar 3000 como resul tado de la suerte) y 1832
conjeturas relacionadas con el palo de la baraja fueron también correctas (1500 era lo que se esperaba como
resultado de la suerte). Se consideró, también, que eran muy grandes las posibilidades de que esos resultados
no derivaran de la suerte.

15
Ina Jephson notó además, “efectos de posición” muy notables dentro del conjunto de cinco respuestas: por
ejemplo, entre los participantes de ciertos grupos se manifestó un deterioro muy marcado de la primera
conjetura a la segunda. Esos efectos, incluyendo el efecto de declinación, fueron registrados en muchos
experimentos posteriores llevados a cabo en distintos contextos. Lamentablemente todavía no se ha estudiado
en forma adecuada la psicología de los “efectos internos” (tales como el aburrimiento, la distracción, etc.) y sin
embargo, si se los estudia en profundidad, estos efectos pueden llegar a proporcionar algún día claves muy
importantes del funcionamiento de la PES en situaciones de elección forzada (por ejemplo, cuando el sujeto
debe formular una conjetura en cada prueba, partiendo de un grupo conocido de posibilidades). La minuciosa
atención que Ina Jepbson prestó a esos efectos en su primer estudio contribuyó a que su trabajo revistiera una
gran importancia histórica. Un párrafo del artículo que versó sobre el mismo señala el grado en que sus
conclusiones eran indicaciones de cosas que pertenecen al campo de la parapsicología: “Los registros que
mostraré confirman, desde mi punto de vista, la posibilidad de la adivinación directa de hechos objetivos sin
que en ello intervengan nuestros sentidos normales. Confirman, también la expectativa natural que ya he
manifestado y que resumiré diciendo: primero si esa facultad existe, debe estar tan generalizada como para
que podamos someterla a experimentos al igual que cualquiera de los otros sentidos; y, segundo, está
vinculada a algunos de los hábitos y leyes psicológicas conocidas y aceptadas.” Estas palabras se oponen al
criterio de la tradición inglesa, según la cual la persona que tiene una psi muy definida es “un pájaro raro”, pero
sirven de introducción adecuada al gran impulso de la parapsicología norteamericana, cuyo fama se centra en
los adeptos voluntarios o “no seleccionados” y en el enfoque psicológico de la capacidad de PES. Podemos
decir con toda justicia que el trabajo de Ina Jephson en el campo de la clarividencia y el de Estabrooks en el de
la telepatía, llevados a cabo con personas que no eran conocidas como psíquicas, contribuyeron a la
democratización de la parapsicología y también a intensificar el trabajo, altamente productivo, concretado en
las últimas décadas.

A pesar de su trascendencia histórica, el trabajo de Ina Jephson sufrió las dificultades metodológicas
presumibles cuando una persona se prueba a sí misma con un mazo de cartas ya muy usado y familiar . Es de
lamentar que una serie de pruebas de SPR llevadas a cabo en el campo de la clarividencia con el propósito de
dar un carácter más rígido a las condiciones del experimento original, no confirmaran las conclusiones a que se
llegó en el primer trabajo. Creo, sin embargo, que esa falta de confirmación no anula totalmente el valor del
trabajo original. Debemos admitir, sin embargo, que las condiciones en que dicho trabajo se realizó dejaron
indudablemente mucho que desear y que en consecuencia no podemos asegurar que esos resultados puedan
considerarse como manifestaciones de clarividencia. El valor del trabajo se limitó en gran medida al impacto
que su carácter innovador produjo sobre la investigación llevada a cabo en las décadas siguientes.

La publicación, en el año 1934, del trabajo de J.B. Rhine sobre percepción extrasensorial representó un paso
muy importante y contribuyó a que la comunidad científica prestara atención a la afirmación de que la
clarividencia es una capacidad humana que puede ser estudiada en el laboratorio. No tendría sentido que
hiciéramos una revisión de todos los estudios sobre clarividencia que Rhine menciona en su libro. El estudiante
serio debe leer por su cuenta ese trabajo tan importante, pero quiero ocuparme aquí de algunas de las pruebas
más importantes de clarividencia publicadas en la primera monografía de Rhine. Me referiré al trabajo que hizo
teniendo a Hubert E. Pearce como sujeto. Rhine describe a ese notable sujeto diciendo: “Pearce es un joven
que estudia para pastor metodista en la Escuela de Religión de la Universidad de Duke, muy dedicado a su
trabajo pero de un criterio muy liberal en lo que atañe a la teología. Es muy sociable y accesible y se interesa
mucho por la gente. Manifiesta también una tendencia artística general que se expresa, especialmente, en su
interés por la labor musical, pero que se extiende, también, a otras manifestaciones artísticas. Pearce no ha
tenido experiencias parapsicológicas notables, salvo muchas Intuiciones y “corazonadas”, pero afirma que su
madre y otros miembros de su familia han tenido algunas experiencias.

Pearce fue probado en una serie de condiciones muy distintas, que iban desde tests en los que le era posible
recurrir a claves sensoriales hasta otros en los que éstas eran excluidas. Entre estos últimos debemos
mencionar un trabajo muy exitoso con la técnica de clarividencia de descenso continuado. Este podría
sintetizarse diciendo que, por lo general, cuando se introducía un elemento nuevo en un test (incluyendo la
presencia de un extraño en la habitación donde se realizaba), el desempeño de Pearce, cuyos resultados
excedían normalmente las posibilidades derivadas de la suerte, se deterioraba en forma evidente, por lo menos
en una prueba, y a veces en más de una, para volver luego a un nivel estable y superior al derivado de la suerte.

Las condiciones en que trabajaba Pearce fueron haciéndose cada vez más rígidas, hasta culminar en las tan
difundidas series Pratt-Pearce. Pratt y Pearce sincronizaban sus relojes antes de cada sesión. Luego Pearce se
ubicaba en un cubículo de la biblioteca de Duke y Pratt en el edificio de Ciencias Físicas (que en la actualidad es

16
el edificio de Ciencias Sociales). El receptor y el experimentador se encontraban- así a unas 100 yardas de
distancia. Pratt mezclaba un mazo de cartas estándar de PES; en un momento determinado sacaba la carta que
estaba encima y, sin mirarla, la colocaba boca abajo en un libro ubicado en el centro de la mesa. Treinta
segundos después, tal como se había convenido, Pearce escribía su respuesta. Un minuto después de haber
sacado la primera carta, Pratt sacaba la segunda y, al cabo de 30 segundos, Pearce escribía la respuesta. El
procedimiento continuaba hasta terminar con el mazo. Cada minuto Pratt sacaba la carta que estaba encima
del mazo y la colocaba sobre el libro para posibilitar un control posterior. Las cartas se mantenían en el orden
en que fueron sacadas. Diariamente se hacían dos series (50 pruebas). Antes de abandonar los lugares en que
estaban ubicados, Pratt y Pearce registraban cartas y respuestas por duplicado. Una de las copias era colocada
de inmediato eh un sobre que debía ser remitido a Rhine y la otra se conservaba para que los participantes
pudieran controlar los resultados al encontrarse en la próxima sesión.

Se hicieron 750 pruebas (series A, C y D combinadas) a 100 yardas de distancia y se registraron 2ó1 éxitos
(podían esperarse 150 como resultado de la suerte). En este caso, la relación crítica, medida estadística de
desviación de la expectativa derivada del azar, es de 10,1. La posibilidad de que un resultado tan extremo
derive de la suerte es, en realidad, muy pequeña. El número promedio de éxitos por cada serie era de 8,7
mientras que el derivado de la suerte era de 5,0.

En una serie más prolongada de pruebas, (serie B) Pearce y Pratt estaban ubicados a unas 250 yardas de
distancia pero hicieron las pruebas ajustándose a las mismas, disposiciones. Pratt estaba con las cartas en el
edificio de la facultad de Medicina y Pearce se ubicó en la biblioteca. En estas series de 1075 pruebas se
obtuvieron 288 éxitos, o sea un promedio de 6,7 por serie. La relación crítica es del 5,6, mientras que a la
probabilidad de resultados derivados de la suerte le correspondía una relación crítica inferior a 3,8 x 10-8.

En el año 1937, después de un estudio de apareamiento ciego, llevado a cabo en la Universidad de Columbia
con un sujeto identificado como señora M., Pratt informó sobre los resultados obtenidos en el campo de la
clarividencia que consideró de gran importancia estadística. En dicho estudio (22) se utilizó el mazo de cartas
convencional de PES. La sujeto estaba sentada frente a una pantalla que tenía una hendidura en la parte
inferior. Delante de la sujeto y cerca de la pantalla había una fila de cartas, cada una de las cuales correspondía
a 1 de los 5 símbolos que integran el mazo estándar de cartas de PES. Cada símbolo estaba tapado por una
carta en blanco. La señora M. debía indicar cuál de las cartas que estaban delante de ella era igual a la que
estaba sobre el escritorio ocupado por el experimentador. No podía saber, al menos por ninguna vía de
conocimiento normal, cuál era la carta que estaba sobre el escritorio o el símbolo con el que debía aparearla.
Ni Pratt ni la sujeto sabían cuál era el orden en que estaban dispuestos los 5 símbolos ocultos, colocados del
lado de la pantalla que le correspondía a ella. A través de la hendidura ubicada en la parte inferior de la
pantalla la sujeto indicaba a Pratt la posición de una carta oculta que, según creía, era igual a la carta puesta
sobre el escritorio. Pratt la levantaba y la colocaba, con la cara hacia abajo, frente a la posición indicada por la
señora M. Para cada conjunto de pruebas (el número de cartas variaba de 50 a 100) se establecía una nueva
disposición de las cartas claves (y, lógicamente, de las cartas objetivos de PES), tomando en cada caso las
precauciones necesarias para que ni Pratt ni la señora M. conocieran el orden en que estaban dispuestas.

En una serie inicial de 7800 pruebas en las que se utilizó esta técnica, la señora M. tuvo 188 aciertos más de los
que era dable esperar como resultado de la suerte, produciendo así una relación crítica de 5,3, que resulta muy
significativa. Cuando estas series estaban por finalizar los logros de la señora M. comenzaron a disminuir. Se la
sometió entonces a prueba en condiciones menos rigurosas, esperando que pudiera recuperar el nivel inicial de
desempeño, pero no lo consiguió. Se la sometió nuevamente a 13.700 pruebas con la técnica del apareamiento
ciego que ya hemos descrito anteriormente. Se obtuvieron sólo resultados propios de la suerte. Sin embargo, si
se mezclan los resultados de estos dos grupos de pruebas, los resultados finales, continúan siendo muy
significativos.

En 1938 y en 1940 Dorothy R. Martin y Frances P. Stribic informaron acerca de un trabajo muy importante
llevado a cabo en la Universidad de Colorado sobre temas vinculados con la clarividencia. La parte más
importante de este trabajo se cumplió con 13 sujetos que fueron probados individualmente usando la técnica
de clarividencia DC con el mazo de cartas estándar de PES. Se mezclaban las cartas y se colocaban boca abajo
en el lado de la pantalla opuesto al sujeto; al cabo de cada 25 respuestas se procedía a hacer un control. Si al
lector le interesa el tema puede recurrir a los informes originales, donde constan mayores detalles del
procedimiento y del control; esto último se modificó algo en distintas partes de la prueba. Durante la mayor
parte del tiempo los tests no eran hechos por el jefe de los investigadores y estaban a cargo de un estudiante,
pero como el promedio de los resultados no varió en relación con los registrados por el experimentador, no

17
existen razones para pensar que el estudiante que colaboró con él haya actuado en forma incompetente o
deshonesta.
C.J., el más notable de los 13 sujetos, fue sometido a 25.000 pruebas (100 series) y obtuvo un puntaje
promedio de 6,89 por serie. Esto da una relación crítica de 29,35, una de las más amplias registradas en la
historia de la parapsicología y, en consecuencia, constituye una de las pruebas más notables de la existencia de
la clarividencia. Algunos de los otros 13 sujetos consiguieron también resultados de gran importancia
estadística.

En el curso de un procedimiento muy interesante C.J. fue probado simultáneamente con 10 mazos de cartas
colocados sobre la mesa (detrás de la pantalla). Se le pidió que formulara sus conjeturas en relación con uno de
los mazos que era empujado hacia adelante, en dirección a la médium de la parte inferior de la pantalla, y que
ignorara lea otros. En este test selectivo C.J. respondió a las preguntas que se le formularon en relación con 110
mazos. Su resultado promedio fue de 8,17 para cada serie y la relación crítica de 16. Las conjeturas formuladas
sobre el mazo que era empujado hacia delante fueron cotejadas con las cartas de los otros 9 mazos. En esta
comparación se obtuvo un resultado promedio de 5,02 por serie, que está tan cerca de la expectativa promedio
de la suerte, representada por 5,00, como era dable esperar considerando los errores del muestreo. Estas
series muestran una selectividad notable para el proceso extrasensorial. Proporcionan también elementos que
permiten refutar los argumentos de algunas personas que, como G. Spencer Brown, afirman que los resultados
de PES son provocados por ligeras desviaciones del azar “ideal” en las disposiciones de los objetivos y, en
consecuencia, en las respuestas de los sujetos.

C.J. fue sometido además a otras 25.000 pruebas, llevadas a cabo con las mismas disposiciones experimentales
que las anteriores, salvo que debía adivinar la disposición de las cartas del mazo siguiendo un orden hacia
arriba y no hacia abajo como lo había hecho anteriormente. En este caso su desempeño fue todavía mejor; un
resultado promedio de 7,39 por serie, vinculado a una relación crítica de 37.

Todas las series de clarividencias llevadas a cabo en la Universidad de Colorado durante el período 1937-1939,
que llegaron al número de 12.470 (o sea 311.750 pruebas) y en las que participaron 322 sujetos, tuvieron una
gran importancia acumulativa. El puntaje promedio por serie fue de 5,83, vinculado a una relación crítica muy
importante del 45,70. Se hicieron comparaciones de control con Percepción No Extrasensorial, y mediante
éstas se obtuvo un resultado promedio de 4,98 por serie y una relación crítica de 1,00.

En 1939 J. G. Pratt y J. L. Woodruff, de la Universidad de Duke, informaron en relación con un trabajo muy
importante, de clarividencia, en el que se usó el test de apareamiento. Probaron 66 sujetos no seleccionados.
En dos trabajos experimentales, que diferían metodológicamente, se completaron 3868 series (96.700 pruebas)
en las que se obtuvo un resultado promedio de 5,25 por serie y una relación crítica de 7,80, altamente
significativa. Cada una de estas series tenía una importancia estadística independiente, aunque la serie B
estaba mejor protegida contra posibles fuentes de error. Estaba compuesta por 2.400 subseries (60.000
pruebas) en las que participaron 24 mujeres estudiantes de la Universidad de Duke y otras 8 mujeres adultas. El
resultado promedio fue de 5,20 por serie, que contribuyó a definir una relación crítica de 4,99 que, en verdad,
es muy significativa.

3.2.4. Investigación moderna

Gran parte de las pruebas de clarividencia resumidas anteriormente suelen ser consideradas como las
demostraciones más importantes de la existencia de la clarividencia. Constituyen en verdad una prueba muy
firme, pero existen además otras pruebas que deben tener un pego igual, si no mayor, que la demostración (o
prueba de existencia), derivada de las pruebas con orientación previa que ya hemos mencionado. Nos
referimos a las evidencias que surgen de estudios que modifican las condiciones del test o miden las diferencias
del sujeto y observan su efecto sobre el puntaje; vale decir, que los resultados son tratados como variables
dependientes. A este trabajo se le puede dar el nombre de investigación orientada al proceso, ya que su
propósito es contribuir a la comprensión, predicción y control de la psi.

Algunos parapsicólogos han hablado de la investigación orientada al proceso como si se opusiera al llamado
trabajo orientado a la prueba, o a lo que yo he denominado trabajo orientado a la demostración. Es una
dicotomía falsa. Se debe considerar que los dos tipos de investigación proporcionan pruebas de la existencia de
la psi o, en nuestro caso especial, de la existencia de la clarividencia. En lo que atañe al trabajo orientado al
proceso podemos decir que algunas de las pruebas más importantes de la existencia de la clarividencia derivan
de trabajos que nos ayudan a comprender las condiciones en las que pueden hacerse, o producirse, las

18
observaciones clarividentes. Esos estudios orientados al proceso no sólo permiten la comprensión de
acontecimientos que de otra manera hubieran sido considerados anómalos, sino que proporcionan, además,
cierta seguridad de que dichos acontecimientos tienen importancia científica. Esta última afirmación merece
una explicación adicional.

E.G. Boring, crítico muy conocido de la parapsicología, se quejaba de que los parapsicólogos no sabían nada de
las condiciones límites de sus supuestos fenómenos, las condiciones en que esos hechos se producen o no. Su
argumento se basaba en que en el test típico de PES tenemos, simplemente, correlaciones entre hechos (por
ej., cartas objetivos y respuestas), pero que estas observaciones son completamente anómalas ya que no
podemos predecir cuándo se producirán y cuándo no (vale decir que no tenemos un conocimiento positivo
sobre ellas). Por eso consideraba que los resultados de los tests de PES eran “correlaciones vacías”,
observaciones sin significación científica. ¿Por qué los científicos debían tomar tanto interés en supuestos
fenómenos que se consideran raros hasta el extremo de parecer milagrosos y cuya ocurrencia no puede
predecirse? En resumen, los acontecimientos que no pueden predecirse y tampoco controlarse (en el caso de
observaciones experimentales) son considerados como acontecimientos al azar, y los científicos no suelen
interesarse por ellos.

En cierto sentido, esos argumentos pueden considerarse razonables y justificables, aunque sean una simple
afirmacion del tipo de hechos que preocupa básicamente a la ciencia. Sin embargo el argumento es injusto, ya
que parte del supuesto de que los parapsicólogos no conocen los factores que influyen sobre la manifestación
de la PES. Es verdad que hasta el momento actual no tenemos un conocimiento preciso de los factores físicos
(por ej., distancia o tipo del material tomado como objetivo) que inhiben el funcionamiento de la PES
(incluyendo la clarividencia), pero sabemos mucho sobre la forma en que los factores psicológicos influyen
sobre el funcionamiento de la PES. Más adelante daremos algunos ejemplos de este conocimiento. Por eso
podemos decir que la afirmación de Boring parte de un supuesto falso.

Creo, además, que no tiene sentido realizar nuevos experimentos destinados a probar que la clarividencia (u
otras formas de PES) existen. La prueba que en el campo de la parapsicología responde mejor a las críticas
formuladas por Boring es la que surge de la investigación orientada al proceso. Todo ese trabajo tiende a
conocer la relación funcional específica existente entré los factores medibles y/o controlables de Percepción
No Extrasensorial y el nivel de la PES. En la medida en que esta investigación es exitosa, lleva a la predicción y al
control de la psi. En consecuencia, los resultados de una investigación parapsicofisica orientada al proceso,
exitosa y reproducible, constituye la prueba más satisfactoria y de mayor significación científica de la
producción de la forma particular de psi que estamos investigando.

Resulta fácil imaginar que los fenómenos que estudiamos continuarán siendo discutido en el ámbito científico
hasta que la investigación orientada al proceso, cuya importancia es cada vez mayor en el campo de la
parapsicología, saque los hechos que analizamos del ámbito de lo anómalo y milagroso. La intensificación del
interés científico en la psi se relaciona, posiblemente, y al menos en parte, con el hecho de que los científicos
que estudian esos acontecimientos han comenzado a comprenderlos. La comprensión implica la capacidad de
predecir y/o controlar los acontecimientos en cuestión.

No es accidental, ni sorprendente, que la parte más importante de la investigación orientada al proceso de PES
se centre en los trabajos sobre clarividencia. Hice notar, anteriormente, que este trabajo es mucho menos
engorroso que el relacionado con la telepatía o los estudios generales de PES y que también resulta más fácil
controlarlo enfrentándolo con los resultados de la comunicación sensorial.

Más adelante me referiré, brevemente, a algunos de los trabajos de investigación orientada al proceso que
considero más importantes y que se relacionan con la clarividencia. No pretendo que esos ejemplos sean
exhaustivos sino sólo ilustrativos. Se necesitaría un libro por lo menos como éste para comenzar a tratar,
adecuadamente la gran cantidad de trabajos de investigación orientada al proceso de clarividencia.

En revisión extremadamente útil de las pruebas experimentales destinadas a aclarar los efectos de la fe en la
actuación cumplida en los tests de PES, Palmer señala que los investigadores que estudian esta área del
problema han usado cuatro definiciones distintas de fe.

1. Fe en la posibilidad de que en las condiciones específicas del test empleado en ese experimento se
produzcan manifestaciones de PES. Esta fue la definición dada por Schmeidler. En su importante
trabajo Sobre este tema, trabajo que despertó un gran interés en la variable fe. (Debe tenerse

19
presente que este tipo de fe no equivale a afirmar que uno piensa que en esa circunstancia
determinada podrá dar muestras de PES.)

2. Fe en la existencia de la PES en un sentido teórico o abstracto.

3. Fe en que uno mimo puede tener capacidad psíquica o puede haber tenido una o más experiencias
psíquicas.

4. Fe en que uno puede demostrar o ha demostrado PES en el éxito del experimento, mediante la
obtención de un puntaje superior al derivado de la suerte.

A partir de Schmeidler existe en parapsicología la tradición de que cuando en relación con la PES se analiza un
criterio determinado de fe, al sujeto que afirma en forma definida ese tipo de fe se le da el nombre de “oveja”
mientras que al que la rechaza se lo llama “cabra.” Cuando el sujeto se muestra indeciso en relación con una
afirmación determinada de fe, se plantea el problema de si se lo debe clasificar como una oveja, como una
cabra o como perteneciente a una tercera categoría. Algunos investigadores que estudian la fe y su relación
con la percepción extrasensorial han manifestado criterios distintos sobre la forma en que debe clasificarse a
los sujetos indecisos.

Al hacer una revisión de la literatura publicada sobre el efecto oveja-cabra, Palmer llega a la conclusión de que
existe una gran cantidad de pruebas de que las personas clasificadas como ovejas, de acuerdo con los criterios
1 y 2 mencionados anteriormente, son capaces de obtener en tareas de PES (especialmente en tareas de
elección forzada) puntajes superiores a los que logran las personas que de acuerdo con el mismo criterio son
clasificadas como cabras. Contamos ya con muchos estudios hechos sobre el problema oveja-cabra, pero en
este trabajo no disponemos del espacio suficiente para hacer una revisión completa del problema. Nos
limitaremos a decir que la parte más importante del trabajo dedicado a ese tema ha incluido pruebas de
clarividencia y por ello reviste tanta importancia para el tópico que nos ocupa. En el libro de Schmeidler-
McConnell sobre pautas de personalidad y funcionamiento de la PES, en la revisión hecha por Palmer y en la
literatura original mencionada en esas fuentes pueden encontrarse especificaciones más detalladas sobre el
tema.

En resumen, el creer que la PES puede producirse en el curso del test en que se interviene, o el creer en
abstracto en la PES, está vinculado, siempre, a una mejor posibilidad de obtener resultados positivos en tests
de PES que la falta de fe. En estos casos encontramos una relación funcional débil, pero en cierta medida
confíable. Esta relación ha sido reiteradamente comprobada en pruebas de clarividencia, sobre todo en las que
implican una elección forzosa (por ejemplo, las respuestas sobre cartas-objetivos). Esto proporciona una base
muy importante para considerar la realidad de la clarividencia. Es importante agregar que un grupo de
trabajadores independientes, trabajando en una serie de situaciones experimentales distintas, han
proporcionado pruebas del efecto oveja-cabra. La comprobación de la existencia del efecto oveja-cabra induce
a otorgar cierta validez a la creencia popular de que los fenómenos psíquicos pueden no tener la misma
vigencia para los escépticos que para quienes tienen fe. Pero todavía no ha podido dilucidarse la razón precisa
por la que las ovejas pueden desempeñarse mejor que las cabras y el tema merece, indudablemente, ser
sometido a nuevos estudios.

En la imaginación popular la hipnosis ha estado vinculada durante largo tiempo a la PES. La idea de que el
trance, sea hipnótico o de otra naturaleza, puede facilitar los contactos extrasensoriales, proviene no sólo del
espiritismo y de los primeros días de la investigación psíquica sino que resume, también, elementos de muchas
culturas en las que los shamames suelen entrar en estados similares al de trance en cuyo transcurso reciben, a
veces, algún tipo de información extrasensorial. Existe, además, una noción popular, más bien ingenua, que
afirma que la información extrasensorial es en cierta medida inconsciente y que la hipnosis, al producir un
estado de inconsciencia, permite el acceso a la información extrasensorial inconsciente. En consecuencia, no
puede sorprendemos que se haya trabajado tanto sobre la relación de la hipnosis y el funcionamiento de la
PES.

Esos trabajos fueron revisados con sumo cuidado por Honorton y Krippner por una parte y Van de Castle por la
otra. Estos autores llegaron a la conclusión de que, al menee bajo ciertas condiciones, la hipnosis puede usarse
para facilitar la PES. De esos trabajos surge, también, que la gran mayoría de los estudios cuantitativos llevados
a cabo en esta área han involucrado pruebas de clarividencia. Honorton y Krippner Regaron a la conclusión de
que la hipnosis influye de manera muy definida en el éxito de la PES. Pero, aunque parecería que los efectos de

20
la hipnosis pueden facilitar una desviación negativa (carencia de psi), sobre todo en los casos en que algunos de
los factores intervinientes en el experimento (por ejemplo, variables representadas por los sujetos) influyen en
favor de una desviación negativa, la mayor parte de los estudios informan que la condición hipnótica,
contribuye a la obtención de resultados Positivos.

Podemos decir, en consecuencia, que ese trabajo sobre la hipnosis no sólo nos proporciona conocimientos
útiles sobre la función de la PES, sino también una serie de pruebas que corroboran la realidad de la
clarividencia. Debemos señalar una vez más el hecho de que la mayor parte del trabajo experimental
cuantitativo llevado a cabo con la hipnosis ha involucrado pruebas de clarividencia. En realidad, todos los
estudios clasificables, con excepción de uno, admiten, al menos, la posibilidad de la existencia de los
fenómenos de clarividencia.

3.2.5. Especulaciones teóricas

El término clarividencia implica, más o menos, un modelo perceptual. El término percepción extrasensorial
sugiere una analogía con la percepción sensorial. Pero sucede que esta analogía perceptual es falsa, ya que es
demasiado limitada para abarcar siquiera la esfera de actividad que tendremos que llamar clarividente, aun en
el caso de que limitemos la clarividencia a hechos que han sido estudiados experimentalmente. Hace muy poco
tiempo hice una revisión de algunas de las pruebas que indican que la información extrasensorial se expresa
mediante formas no perceptuales (por ejemplo, gracias a la memoria o a procesos asociativos), pero
lamentablemente en este trabajo no disponemos del espacio necesario para discutir todo el alcance de esas
pruebas. Quiero mencionar, a título de ejemplo, los estudios de PK con objetivos ocultos (en este caso dados),
que proporcionan pruebas de que los sujetos pueden tener PES sin que ésta vaya acompañada por el desarrollo
de percepciones conscientes en relación con el objetivo. En estos estudios el sujeto (y por lo general también el
experimentador) no tiene conciencia, en una prueba dada, de cuál de las caras del dado representa el objetivo,
vale decir, cuál es la cara del dado que el sujeto debe presentar, ya que la información está escrita en una hoja
oculta. Sin embargo, son muchos los sujetos que han obtenido éxitos en ese tipo de tareas..

La importancia de la afirmación de que la clarividencia (o la PES en general) puede funcionar en forma no


perceptual estriba en que el alcance de la influencia extrasensorial potencia¡ sobre la conducta, incluyendo la
conducta cotidiana, se ha ampliado enormemente. Para estar en condiciones de recibir esa información no es
necesario que desarrollemos el conocimiento consciente o la percepción de algo aprehendido
extrasensorialmente. Para decirlo en lenguaje corriente: puede suceder que la clarividencia (o cualquier otra
forma de PES) se manifieste de manera totalmente inconsciente. Además, esta respuesta extrasensorial
básicamente inconsciente puede actuar en función de las necesidades personales, como se ha demostrado
mediante pruebas experimentales. A ente fenómeno le he dado el nombre de respuesta instrumental con
mediación de psi (RIMP), vale decir, el uso de la psi (incluyendo conocimiento extrasensorial) por el organismo
con el fin de capacitarse para formular respuestas instrumentales destinadas al cumplimiento de sus
necesidades.

En la revisión recién mencionada hice la descripción de un modelo conceptual para RIMP. Ese modelo implica,
entre otras cosas, que la RIMP puede producirse:

a. sin un esfuerzo consciente para usar psi,


b. sin un esfuerzo consciente para responder a la necesidad satisfecha por psi,
c. sin un conocimiento sensorial previo de que la necesidad existe y,
d. sin el desarrollo de percepciones conscientes (por ejemplo, imágenes mentales) o ideas relacionadas
con esas circunstancias. La RIMP puede producirse entonces sin que las personas tengan conciencia de
que algo extraordinario está sucediendo.

Lo antedicho no implica un negación de que la clarividencia puede funcionar, y funciona, en ciertas


oportunidades, para producir una percepción o conocimiento del objeto (u objetivo) de la PES; pero pretende
corregir el desdichado énfasis histórico puesto sobre la posible función perceptual de la clarividencia. En
algunas oportunidades se producen visiones clarividentes (sueños o alucinaciones) o conocimientos (ideas),
pero estos son sólo dos de los muchos vehículos intermediarios mediante los cuales el conocimiento
extrasensorial puede producir su impacto sobre el organismo y gracias a los cuales ese conocimiento puede
influir sobre la conducta. Una descripción completa del modelo RIMP contiene supuestos detallados y pasibles
de ser sometidos a prueba relacionados con la variedad de forma en las que el RIMP puede cumplir sus fines
sin que se desarrollen percepciones o conocimientos conscientes del tipo que acabamos de mencionar.

21
La importancia que ese, modelo tiene para la psicología y la biología es realmente obvia. Sus supuestos
específicos quedan sujetos a pruebas experimentales, pero el tipo de estudios que representan los mejores
tests del modelo constituyen un tipo totalmente diferente de experimento de PES; son estudios en los que el
individuo tiene oportunidad de usar la psi inconscientemente de manera instrumental, pero en el curso de los
cuales no llega a saber nunca que se trata de estudios de la psi. Estos estudios tienen una gran importancia
para comprender la psi en distintas situaciones de la vida, ya que en las situaciones típicas no hacemos, por lo
general, un esfuerzo consciente para usar la psi. Muchas veces no tenemos un conocimiento consciente de los
objetos que se encuentran a nuestro alrededor o de los acontecimientos que se producen en nuestro medio,
con los que podríamos contactamos en forma muy útil vía psi. Mi trabajo relacionado con los efectos
extrasensoriales sobre la memoria fue el primer estudio de este tipo que se publicó. Martin Johnson, de la
Universidad de Utrecht, ha trabajado también sobre estos problemas los ha enfocado, al parecer, desde una
perspectiva similar.

Uno de los supuestos fundamentales del modelo RIMP es que el organismo utiliza en forma activa la
clarividencia para buscar, en el medio que lo rodea, objetos o hechos necesarios y significativos y que cuando
ha obtenido de esa manera la información extrasensorial surge entonces la disposición hacia el RIMP.

El modelo RIMP trata de ubicar la respuesta extrasensorial dentro de un contexto naturalista y funcional Los
supuestos de ese modelo están respaldados por pruebas experimentales muy importantes, pero se necesita
todavía mucho más trabajo para probar el modelo en su totalidad y, a lo largo de toda esa experimentación
futura, es indudable que el modelo sufrirá muchas modificaciones.

Creo que sería adecuado que cerráramos esta revisión con una sugerencia que quizá parezca temeraria: la
clarividencia (como quizá también otras formas de la psi) dista mucho de ser algo raro, sobrenatural o
paranormal y puede ser un factor importante, aunque muchas veces sutil y no reconocido, que interviene en
muchas de las interacciones que contribuyen a formar la experiencia cotidiana de los organismos, ya sea
humanos o de otra naturaleza.

3.3. PRECOGNICIÓN Y RETROCOGNICIÓN

3.3.1. Definición

Precognición es el conocimiento cierto de un evento futuro por mecanismos paranormales, que excluyen
la inferencia y el cálculo de probabilidades. La definición de precognición establece una diferencia entre:

(1) acontecimientos futuros que pueden predecirse (por ejemplo, “dentro de 6 meses habrá un eclipse
total de sol que comenzará a las 8.25 de la mañana”) y;

(2) acontecimientos futuros que sólo pueden ser precognocidos.

Para el segundo caso, por ejemplo, en el año 1956 Jeane Dixon afirmó, en la revista Parade, que 44 en la
elección de 1960 triunfará un candidato demócrata, que será asesinado o morirá en el desempeño de su
cargo”). El asesinato del presidente Kennedy se produjo el 22 de noviembre de 1963. En la precognición de
Jeane Dixon estaba implícito que ni el presidente Eisenhower, antes, ni el presidente Johnson, después,
morirían asesinados en el curso de su mandato, y esto también resultó cierto. De manera similar, la definición
de retrocognición establece una diferencia entre (a) acontecimientos pasados que pueden recordarse por
medio de la memoria de la persona que ha participado en el hecho (por ejemplo, si recuerda haber votado un
martes del último mes de noviembre), y (b) acontecimientos pasados que sólo pueden ser retrocognocidos.

3.3.2. Introducción

Estos aspectos de la parapsicología, especialmente de la precognición y la retrocognición, cuyos resultados


sugieren la posibilidad de obtener directamente una información exacta proveniente del futuro y del pasado
son los más difíciles de comprender. Sin embargo los estudios llevados a cabo muestran que la precognición se
produce con mucha mayor frecuencia que cualquiera de los otros tipos de PES especialmente en sueños.
Además si recurrimos a los elementos de laboratorio para tratar de evocar las experiencias psíquicas en

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condiciones científicamente controladas, comprobamos que los experimentos de precognición son los más
fáciles de concretar. (Al decir los más fáciles queremos significar que la precognición se logra evitando, al
mismo tiempo, que la información correspondiente sea obtenida por medio de los cinco sentidos.) La barrera
para la información surge porque la información se relaciona con un acontecimiento futuro, de manera que no
se lo puede conocer ni inferir partiendo de lo que ya se conoce.

La dificultad de comprender que una persona puede conocer el futuro cuando éste todavía no se ha producido,
induce a algunas personas a pensar que el futuro puede determinarse, los inclina hacia una actitud fatalista.
Pero es fácil mostrar que incurren en un error. Supongamos, por un momento, que en el viaje de regreso a su
casa usted atropella a una persona con su coche. Cuando el agente de policía se acerca para arrestarlo, usted
no puede decirle. “Lo lamento, pero no fue culpa mía. El futuro está predeterminado y no puede modificarlo.”
Las cosa no son así. Lógicamente es culpa suya. Podía haber manejado más despacio o con mayor prudencia;
podía haber elegido un camino menos transitado o haber tomado un ómnibus. No puede pensarse que el
futuro esté determinado. Y sin embargo algunas personas conocen el futuro.

¿Puede el futuro ser indeterminado y precognocible? Sí, de la misma manera que los físicos han descubierto
que la luz es simultáneamente una onda y una partícula, y que la materia es también una partícula y una onda.
Nuestros cerebros no han evolucionado lo bastante para comprender la paradojal lógica de la realidad. La
lógica, que nos ayuda tanto en el desarrollo de nuestra vidas normales y cotidianas alcanza su límite en esas
paradojas. Para comprender la precognición y la retrocognición necesitamos un nivel de lógica más elevado.

La dificultad de comprender cómo puede uno conocer el futuro se agudiza cuando la información incluye la
advertencia de un desastre, daño o muerte. Parecería que en una proporción que va de un tercio a la mitad de
estos casos el sujeto podría utilizar la advertencia para evitar el desastre. Louisa E. Rhine menciona un
ejemplo: “Se relaciona con una madre que soñó que al cabo de dos horas estallaría una tormenta, cuya
violencia haría caer una araña muy pesada sobre la cabeza de su pequeño hijo, que dormía en una cuna debajo
de esa araña; en el sueño vio a su criatura muerta. Despertó a su esposo, quien le dijo que se trataba de un
sueño tonto y que debía volver a dormir, como lo hizo de inmediato él. La atmósfera estaba pesada, el sueño
parecía ridículo y la señora podía haber vuelto tranquilamente a la cama. Pero no lo hizo. Se levantó y llevó el
niño a su propio lecho. Dos horas después, precisamente en el momento que ella había especificado, una
tormenta arrancó el pesado artefacto eléctrico y la hizo caer directamente sobre el lugar en que había estado
la cabeza del niño, pero éste ya no estaba allí para que el golpe lo matara.”
La información, que implicaba una advertencia dentro del sueño precognitivo de la madre y su decisión de
acatar esa advertencia salvaron, al parecer, la vida del pequeño. En este caso la lógica fue realmente superada
primero, al recibir una información proveniente del futuro y luego cuando mediante un acto se logró modificar
el futuro. Pero nos guste o no nos guste, éste es el mundo real en que vivimos.

Algunas personas no pueden aceptar esta ruptura de la lógica. Prefieren una interpretación alternativa que es
perfectamente legítima pero que aporta su propia lógica perturbadora. En el ejemplo mencionado
anteriormente, el hecho increíble está representado por el sueño portador de la advertencia mientras que la
tormenta que hizo caer el artefacto eléctrico es considerado como un hecho normal. Desde el otro punto de
vista, el sueño relatado es considerado como un acontecimiento normal, mientras que la tormenta que hace
que el artefacto eléctrico caiga es el acontecimiento increíble. La última alternativa resulta perturbadora
porque implica que el sueño contenía una energía enorme que hizo que el tiempo apacible se volviera
tormentoso hasta el extremo de resquebrajar el cielo raso que sostenía la araña. Muchas veces, esa energía
inmensa se vincula, especialmente en sueños, con la energía de los arquetipos de Jung que, supuestamente
pueden provocar acontecimientos que suceden en el futuro.

En consecuencia, cabe decir que esta alternativa no es precognitiva sino de un tipo que podríamos llamar de
PK, o de acción de la mente sobre la materia. Se han hecho muchos intentos para elegir alguna de estas dos
interpretaciones, pero hasta ahora no se ha tenido éxito. La interpretación precognitiva es considerada por la
mayoría algo que está más de acuerdo con los hechos. Este es el criterio que seguiremos en este capítulo.

Con este preámbulo llegamos a una definición de precognición: es la predicción de acontecimientos futuros
cuya ocurrencia no es posible inferir partiendo de conocimientos actuales. Las premoniciones son similares
pero tienen además el significado adicional de una advertencia.

La retrocognición es el conocimiento directo de acontecimientos pasados que no están registrados en la


memoria de la persona que se somete o sufre la experiencia (directo significa que el conocimiento no deriva de

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los sentidos o de inferencias basadas en los sentidos). La retrocognición recibe algunas veces el nombre de
postcogración y se ha supuesto que en ella interviene la clarividencia, pero esto todavía no se ha verificado.

La profecía es igual a la precognición, pero no todas las precogniciones son profecías. Estas involucran un
contacto con lo que se considera como principios eternos del hombre o dimensiones mayores de la
experiencia. Las predicciones, los análisis de tendencias y otras formas de futurología no entran dentro del
ámbito de la precognición. Son extrapolaciones en el futuro de las tendencias actuales. Nos llegan con el
nombre de predicciones pese a que, por definición, la precognición debe ser impredictible.

La expresión francesa déja vu, que significa “ya visto”, se usa para expresar el sentimiento de “haber estado
aquí antes” que apareja la consiguiente capacidad de predecir. Por ejemplo, usted encuentra por primera vez a
una persona y, pese a ello, al darle la mano sabe todo lo que le concierne. Llega a una ciudad donde no ha
estado nunca, pero siente que la conoce bien y que puede encontrar una dirección sin consultar mapas ni pedir
ayuda. Al iniciar una conversación sabe de antemano qué palabras pronunciará cada uno de los participantes.
La mejor explicación podría ser que se trata de un sueño hecho realidad, un sueño que hemos olvidado. De ser
así, se trata de un fenómeno de precognición muy común. Murphy hace notar que al interrogar a un grupo de
alumnos de colegio, el 70 por ciento de estos afirmaron haber experimentado el fenómeno del déjá vu.

3.3.3. Perspectiva histórica

Las constancias históricas de la precognición se remontan a la civilización griega, a unos 700 años a. C. Aunque
la mayoría de los historiadores tienden a rechazar o ignorar este tipo de hechos, no cabe duda de que la
conducta de los griegos se basaba en precogniciones formuladas por las sacerdotisas en los oráculos de los
templos. El más famoso fue el oráculo de Apolo, en Delfos, una aldea que cuelga sobre las laderas del monte
Pamaso, ubicado a unas 100 millas de Atenas. Nos han llegado relatos sobre centenares de predicciones
correctas formuladas en Delfos. Según parece, los vapores sulfurosos provenientes de un agujero existente en
la tierra afectaban el cerebro del sacerdote y le provocaban un estado de trance que influía quizás en el
proceso de precognición. Algunos críticos han hecho especial hincapié en estos relatos considerándolos como
una prueba de que los oráculos eran simples cuentos de hadas. Afirmaron que en la ladera de la montaña
donde está emplazado el templo, orue visité en 1969, no podía haber emanaciones volcánicas. Olvidaron, sin
embargo, que debajo del suelo del templo hay una caverna donde podían haberse quemado ramas, hojas o
follajes que producían ese humo. Se ha dicho, además, que los sacerdotes se estimulaban masticando hojas de
laurel; el laurel griego no es igual al americano y se asemeja, mas bien, a las hierbas aromáticas de las Indias
orientales.

La precognición oracular más conocida fue la que respondió a las preguntas del rey Creso, de Lydia. Este había
recurrido a muchos oráculos, pero el de Delfos ganó al afirmar que Creso estaba cocinando un cordero y una
tortuga en un recipiente de bronce, tarea muy poco común para un rey. Luego, cuando Creso lo consultó por
una campaña militar que estaba planeando, el oráculo le contestó que esa campana provocaría la destrucción
de un gran ejército. El rey pensó que el oráculo hablaba del ejército de su enemigo, pero en realidad se trataba
del suyo. Esto nos muestra que desde épocas muy remotas de la historia la PES no ha sido siempre muy
explícita y que debe ser interpretada en forma racional y cuidadosa.

La precognición más importante de la historia antigua se produjo unos 480 años a. C.. Los persas, dirigidos por
Jerjes, decidieron atacar Atenas y construyeron 1.400 barcos pesados para que transportaran al enorme
ejército persa a través del Mar Egeo. Los atenienses se enteraron de esto y se dirigieron al oráculo de Delfos
para pedirle ayuda. La precognición fue pesimista: “Todos deben abandonar Atenas porque la ciudad será
saqueada; guarden sus bienes en tabiques de madera.” La mitad de los atenienses se negaron a abandonar sus
hogares y se limitaron a construir las estructuras de madera que les habían mencionado. La otra mitad que se
había puesto bajo las órdenes del jefe naval Temístoeles, partió hacia el puerto del Pireo donde construyeron
300 barcos de madera muy bien amurados. Los persas llegaron y quemaron Atenas, tal como lo había predicho
el oráculo. Luego la flota persa atacó los barcos griegos, pero Temístocles atrajo 200 veleros enemigos al
estrecho de Salamina donde sus pequeños barcos destrozaron y hundieron grandes navíos persas. El resto de la
armada persa volvió rápidamente a su hogar, abandonando a muchos soldados que debieron regresar a su país
cruzando las montañas, en pleno invierno, y tratando de salvarse como podían; la mayoría murió en el camino.
Como vemos, una de las victorias más importantes registrada por la historia antigua, la batalla de Salamina, fue
el resultado de la fe de Temístoeles que cumplió las indicaciones de la profecía del oráculo de Delfos. Para
conmemorar esa victoria, Pericles de Atenas hizo construir el Partenón, la joya arquitectónica incluida entre las
siete maravillas del mundo antiguo. Debemos su existencia a las palabras del oráculo de Delfos.

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En el Viejo Testamento se registran muchos ejemplos de precognición. Dieciocho de los 39 libros que lo
integran llevan el título “El Libro de los Profetas”. En Génesis, encontramos el más conocido: la interpretación
precognitiva que José hace de los sueños del Faraón. En un caso, el soñó que veía 7 vacas gordas saliendo del
río. Luego salieron 7 vacas flacas que devoraron las anteriores. Luego 7 espigas de trigo, muy mustias,
devoraron 7 espigas cargadas de grano. José prefijo que se darían 7 años de buenas cosechas, en cuyo
transcurso parte del grano debería almacenarse para poder enfrentar los 7 años de hambre que sobrevendrían.
En Génesis, 41:46-57, se registra que así sucedió.

Según el Nuevo Testamento, un día después del nacimiento de Jesús, José fue advertido, en sueños, de que
debía partir rápidamente c on su familia para Egipto. Poco después el rey Herodes justificó la advertencia con la
terrible matanza de criaturas de sexo masculino, llevada a cabo en Belén. Marcos, 14: 17, registra las palabras
que Cristo dijo en la última cena: “Uno de ustedes que come conmigo, me traicionará.” Judas Iscariote lo
traicionó (Marcos, 14:43-46). También en Marcos, 14:30, Cristo predice que en la noche, antes de que el gallo
cante dos veces, Pedro lo negará en tres oportunidades. Marcos, 14: 66-72, dice que esa predicción se cumplió.
Y hay muchos otros ejemplos de ese tipo.

Los años de la Edad Media fueron muy malos para las experiencias psíquicas. La quema de brujas se prolongó
en Europa desde 1250 hasta 1770, cuando el desarrollo de la ciencia posibilitó la formulación de explicaciones
alternativas de los hechos paranormales. Sin embargo, Nostradamus se hizo famoso en Francia por sus
cuartetas, que en el siglo XVI predecían el futuro. Es muy fácü criticar estas cuartetas, pero las mentes
desprejuiciadas piensan que muchas de ellas fueron verdaderos aciertos.

Bajo el control de la SPR y de la ASPR, un grupo de médiums, las señoras Piper, de Boston, Verrall, Leonard, de
Londres, y Fleming (hermana del poeta Rudyard Kipling), de la India, se hicieron famosas por haber logrado
obtener información psíquica. La señora Piper fue controlada por detectives durante las 24 horas del día, a fin
de tener la absoluta seguridad de que su información no le llegaba por medios normales.

En la década de 1920, Edgar Cayce, de Virginia Beach, comenzó a hacer “lecturas de vida” del futuro de
determinadas personas, y algunas de esas lecturas resultaron exactas. En la década de 1930 la señora Eileen
Garrett se hizo famosa en el campo de la precognición por su predicción de varios desastres aéreos, entre ellos
el del R-101. Arthur Ford conquistó notoriedad como médium que recibía los nombres de los que iban a ser
muertos en acción durante la Segunda Guerra Mundial, antes de que esas muertes se produjeran. En épocas
más recientes, la señora Jeane Dixon, de Washington, predijo en un artículo el resultado de las elecciones
presidenciales, y esas predicciones fueron correctas para todo el período que iba de 1928 a 1968. Predijo
también con antelación que el 20 de febrero de 1947 se haría la partición de la India y Palástán. Gerard Croiset,
de Utrecht, es un psíquico muy conocido por sus “tests precognitivos de asiento”, que le permitían predecir
quién, y qué tipo de persona, se sentaría en un asiento determinado en la reunión siguiente.

Esas experiencias, que en algunas personas se producían naturalmente, no eran consideradas por los científicos
como pruebas suficientes de la existencia de la precognición. Suponían que esto podía lograrse únicamente en
el laboratorio y en condiciones estrictas. Pero si esas experiencias no se producían, nadie podía ir al laboratorio
a tratar de reproducirlas Las mejores combinaciones de precogniciones producidas naturalmente y de estricto
control científico son las mencionadas por el doctor Hans Bender, del Instituto de las Áreas Fronterizas de
Psicología de la Universidad de Friburgo, en Alemania oriental, y de la señora Chrystine Mylius, actriz de cine,
que comprobó que sus sueños se transformaban en realidad. En el año 1954 ofreció mandar cada dos semanas
el registro de sus sueños al Instituto Bender, para que los archivaran. Continuó haciéndolo durante 19 años
hasta la fecha, y en la actualidad ha totalizado 2000 sueños. Muchos de ellos resultaron precognitivos. El más
conocido se produjo en el año 1958. Soñó con el argumento de una película en la que, al parecer, la invitaban a
intervenir. Soñó con otros acontecimientos que sucedían al mismo tiempo y también con el argumento de otra
película con la que no estaba conectada. El sueño se prolongó durante varias semanas y fue registrado
cuidadosamente en los archivos de Bender, en Friburgo. Luego, un escritor que ella no conocía escribió, en el
invierno de 1958, un libro que fue publicado en la primavera de 1959. La compañía productora decidió filmar el
libro, una tragedia Ramada La noche cae sobre Gotenhafen, y pidió a la señora MyHus que trabajára en la
película; la producción se inició en el otoño de 1959. Pero los sueños relacionados con esta historia estaban en
los archivos de Bender desde hacía más de un año. En esos archivos estaba registrado también el argumento de
otra película, una comedia llamada Trillizos a bordo, que la misma compañía filmadora estaba rodando, sin la
participación de esa actriz. Los directivos de la empresa quedaron tan asombrados que decidieron filmar una

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película sobre el tema de las precogniciones. Este filme fue exhibido por Bender en la Convención de la
Asociación Parapsicológica celebrada en Nueva York en Septiembre de 1960.

J. B. Rhine y sus colaboradores de la Universidad de Duke fueron los primeros que trataron de concretar en el
año 1933 experimentos en gran escala de precognición provocada en un laboratorio y con cartas de PES. Los
tests tuvieron éxito y se registraron manifestaciones de precognición; pero Rhine quedó tan preocupado por
las implicaciones de estos hechos (pensando, quizá, que los efectos preceden a las causas) que sólo en el año
1938 permitió que se publicaran los resultados.

En el ínterin, S.G.Soal, matemático de la Universidad de Londres, oyó hablar de otros experimentos llevados a
cabo por J. B. Rhine en telepatía y clarividencia durante el año 1930, y trató de confirmarlos con sujetos
ingleses. Entre 1934 y 1939 probó a 162 personas con 5 cartas que representaban animales y en todos obtuvo
resultados cero de percepción extrasensorial, lo que lo indujo a dudar de la veracidad de los resultados
positivos mencionados por Rhine. “Al margen de eso y desde comienzos de 1939, Whately Carington había
estado haciendo experimentos de dibujo en Cambridge con unas 300 personas, adivinando al azar los dibujos
hechos cada día, durante 30 días. Los dibujos elegidos al azar, que mandaba por la noche, no mostraban una
adecuación significativa. Pero había días +l, -2,-1, y -2 que mostraban una disposición simétrica en relación con
el tiempo, tanto en lo que concernía al futuro como al pasado, pero nunca en conexión con los primeros o los
últimos días. Esto representaba una clara prueba de la existencia de la precognición y de la retrocognición.
Además proporcionó a Carington la primera prueba del desplazamiento del dibujo tomado como objetivo
desde el día previsto, hasta 162 días en el futuro y en el pasado. Por eso, cuando Carington se enteró del
fracaso de Soal, le sugirió a éste que estudiara sus datos para ver si en ellos se manifestaba el efecto de
desplazamiento. Soal se negó, diciendo que la PES se produce en relación con la carta objetivo o no se produce.
Carington insistió para persuadirlo pero Soal se negó, persistentemente. Después de un tiempo, Carington
logró romper la resistencia de Soal y éste hizo un nuevo control de sus trabajos “con muy pocas esperanzas”.
Encontró dos personas, Basil Shackleton, fotógrafo creador, y la señora Gloria Stewart, dueña de casa, que se
desplazaban a la carta animal +1 que todavía no había sido elegida, lo que sugería la posibilidad de
precognición. Soal continuó sometiéndolos a prueba durante los diez años siguientes (aunque Shackleton
abandonó al cabo de tres a años) y obtuvo resultados estadísticamente importantes contra los resultados
derivados de simples coincidencias. Shackleton enunciaba sus conjeturas normalmente a un promedio de una
carta cada 2,5 segundos y obtuvo éxitos con la carta siguiente (+1), que todavía no había sido elegida. Cuando
Soal lo instó a que mencionara una carta cada 1,25 segundos, fracasó al mencionar la carta siguiente (-l), pero
acertó al nombrar la carta que seguía a la inmediata siguiente (+2).

A partir de entonces los resultados obtenidos en el laboratorio, continuaron siendo positivos. El experimento
de PES llevado a cabo por Edgar Mitchell en el año 1971, en su viaje hacia y desde la luna, parece ser, en parte
precognitivo, ya que respondió a una regulación del tiempo que estaba más allá de cualquier posibilidad de
control. El experimento se mantuvo en secreto para evitar el riesgo de una prohibición; es indudable que si el
interés de Mitchell hubiera sido publicitado podía haber perdido su puesto en la expedición. Y este secreto
puede haber sido el factor que influyó para que los resultados mostraran carencia de psi (en lugar de
evidencia). Rhine, Soal y otros tropezaron con problemas similares: una persona usa su PES para saber cuál es
la carta elegida como objetivo pero, bajo la influencia de la ansiedad y del secreto, elige, continuamente, una
carta equivocada. Los resultados obtenidos en la luna fueron de 3000:1 contra las posibilidades resultantes de
la suerte, mientras que el resultado obtenido comúnmente en los experimentos de PES es de 100:1.

3.3.4. Investigación moderna

(a) Casos espontáneos: Las pruebas de precognición pueden clasificarse en dos categorías: experiencias
espontáneas y estudios de laboratorio. Los últimos están sometidos a un control riguroso para evitar la
dispersión sensorial, ya que el hecho no ha sucedido. Pero en relación con los primeros, se aplica también un
criterio destinado a asegurar su validez. H.F. Saltinarsh dirigió en el año 1934 un estudio de 349 casos
publicados por la SPR. Y aceptó como auténticos únicamente los informes que satisfacían plenamente el
siguiente criterio:

1. Que estuviera registrado por escrito, que hubiera sido narrado a un testigo o se hubiera desarrollado
de una manera significativa antes de que el hecho siguiente le otorgara validez.

2. Que se mencionara la cantidad de detalles verificados necesarios y suficientes para que fuera difícil
pensar en una coincidencia del azar.

26
3. Que las condiciones fueran tales que permitieran eliminar la posibilidad, de la acción simultánea de
telepatía, clarividencia, autosugestión, inferencias por conocimientos adquiridos por vía subliminal, e
hiperestesia.

Al aplicar este criterio selectivo a los 349 casos, Saltmarsh los redujo a un núcleo consistente de 183. L.E.Rhíne
atenuó el rígido criterio aplicado por Elaltinarali para estudiar la PES precognitiva en comparación con otros
tipos de PES. Como control de validez hizo durante varios años comparaciones de los porcentajes obtenidos
con el enfoque menos estricto. Estos mostraron una cierta constancia, que no hubiera sido dable esperar si los
casos hubieran sido inventados o si alguien los hubiera remitido con el propósito de hacer una broma. Si se
contaba con una cantidad suficiente de detalles correctos que no podían inferir normalmente y si la experiencia
se producía antes del hecho real, podía estimarse que se había producido un fenómeno de precognición. Se
consideró que 1324 de los 3290 casos, o sea un 40 por ciento, eran de tipo precognitivo. En Alemania,
Sannwald encontró que el 52% de 1000 casos podían considerarse como de precognición.

La doctora Rhine controló también la intervención de los sujetos. De los 1427 casos de precognición sólo 574 se
mostraron convencidos, mientras que 141 no quisieron evitar el resultado previsto. Dos tercios no trataron de
intervenir, de manera que quedaron solamente 191 que intentaron hacerlo. Sesenta fracasaron y 131 tuvieron
éxito. Considerando las explicaciones alternativas, las advertencias no específicas y las personas extrañas que
intervinieron para evitar la calamidad, la doctora Rhine redujo a 9 el número de los exitosos. Seis de estos
admitieron la posibilidad de una hipótesis contraria, por lo que sólo pudo mencionar a 3 que intervinieron
exitosamente.

Considerando los temas sobre los que versaban las precogniciones se comprobó que predominaban los
acontecimientos graves y chocantes. Una revisión da una proporción de cuatro hechos desdichados por uno
feliz. La precognición se ha manifestado en pocos casos en relación con matrimonios y nacimientos. Stevenson
ha confeccionado un cuadro en el que se muestra que la muerte es el tema más común de las precogniciones y
la enfermedad como causante menos frecuente que los accidentes. Sugiere que como los accidentes son, por
definición, algo inesperado, provocan una sacudida mayor que la enfermedad. El choque emocional es un
factor que tiende a provocar experiencias precognitivas (y también otros tipos de PES). Muy pocas veces las
personas tienen precogniciones que les muestren ataques hostiles contra sí mismos aunque el presidente
Lincolln tuvo un sueño, muy conocido, sobre su propio asesinato, pocas semanas antes de que éste se
produjera.

Uno se pregunta por qué las precogniciones se relacionan con ciertos hechos en particular y no con otros.
Steven son nos da una respuesta parcial: la existencia de una relación personal muy estrecha. Sin embargo, del
15 al 20 por ciento de esos casos ocurren con extraños. La precognición se centra entonces, al parecer, en
acontecimientos de especial importancia. En cierta oportunidad se advirtió sobre el estallido de un avión
distante. La persona que tuvo esa precognición se había interesado durante toda su vida en los aviones y,
además, había querido ser piloto. Esto no puede sorprendemos ya que todos mostramos inclinación a soñar
con acontecimientos pasados que tienen una significación especial para nosotros y el sueño sobre el futuro
puede sufrir una influencia similar.

Stevenson afirma que el intervalo por lo general es corto, que entre la precognición y el acontecimiento
transcurren pocos días o horas. En lo que atañe a la precognición de desastres de gran importancia, se ha
comprobado que el número de precogniciones aumenta a medida que la fecha del acontecimiento se acerca.
Recordemos el desastre de la mina de Welsh en Aberfan, producido el 21 de octubre de 1966. Una gran
cantidad de escoria sólida rodó por la ladera de una montaña y provocó la muerte de 128 chicos que se
encontraban en la escuela local. De las 35 predicciones registradas, 18 habían sido hechas dentro de los 4 días
anteriores al hecho, 8 entre 4 y 14 días antes, mientras que las 8 restantes habían sido formuladas en el curso
de los meses precedentes. La disminución del número de precogniciones a medida que se retrocede en el
tiempo concuerda con los datos proporcionados por Soomere quien hizo notar la relación existente entre el
número de precogniciones de un hecho y la proximidad temporal de éste. Dunne mostró también que sus
datos para precognición y retrocognición prueban la disminución de la relación proximidad-tiempo.”

Al estudiar los desastres preanunciados que implicaban también muertes múltiples, Cox se ocupó
especialmente de 28 accidentes graves producidos en los Estados Unidos. El número de pasajeros había sido
mucho menor en los días de los accidentes que en los mismos días de las semanas anteriores. Las
consecuencias habían sido más graves para los coches comunes que para los pullman. Cox sugirió que los

27
posibles viajeros habían tenido una precognición del desastre y por ello decidieron no viajar esos días. Los que
viajaban en pullman hacían sus reservas con mucha anticipación y estaban más “encerrados”. Stevenson
analizó 19 aparentes precogniciones relacionadas con el hundimiento del Titanic; 10 fueron en realidad
precognitivas. Se pensaba que el Titanic no podía hundirse y por eso la catástrofe produjo una sacudida
emocional mayor que la que provocó el Lausitania, cuyo hundimiento, en tiempo de guerra, era considerado
factible. El psiquiatra J.C. Barker investigó también el desastre de la mina de Aberfan. Mediante un artículo
publicado en el Evening Standard de Londres pidió que la gente formulara premoniciones y antes de que el
desastre ocurriera se publicaron 35 bien confirmadas. Muchas mencionaban la escuela y la sustancia negra y
viscosa. Un hombre llegó a mencionar el nombre de Aberfan. De resultas de esto, el diario continuó
interesándose en el tema hasta llegar a crear un Registro Central de Premoniciones. Durante los dos años
siguientes registró 487 premoniciones correctas. Robert Nelson y su esposa crearon en Nueva York un registro
similar. Este tuvo también mucho éxito; registró desastres, acontecimientos inesperados en los viajes a la Luna
y otros hechos similares, siempre antes de que sucedieran.

(b) Estudios en laboratorio: Ningún investigador ha eliminado por completo la posibilidad de que las hipótesis
alternativas de la precognición, tales como la PK o la clarividencia, representen explicaciones posibles de sus
resultados, pero algunos experimentos que mencionaré ahora parecen haber Regado a esa exclusión.

G. L. Mangen ideó un método matemático extremadamente complicado, en el que se utilizaban dados, una
máquina calculadora y una tabla de números tomados al azar que, según se suponía, la PK no podría superar;
pero, mediante su uso, él y otros investigadores obtuvieron resultados muy importantes en el campo de la
precognición.

Helmut Schmidt ideó un generador de precognición que partía de números tomados al azar y que ha tenido
una difusión muy amplia. Un sujeto dice cuál de cuatro lámparas será iluminada por un proceso en el que se
utilizan emisiones hechas al azar de estroncio 90; la luz aparece un décimo de dado después de que se ha
formulado la conjetura. Schmidt controló el experimento durante 100 días distintos, antes, durante y después
de probar a las personas. Tres de estas cien, una dueña de casa, una médium y un camionero, obtuvieron
resultados que divergían, en forma creciente, de los que era dable esperar como resultado de la suerte. Los
tests repetidos a estos 3 a lo largo de 60.000 pruebas, dieron resultados de un billón a 1 contra las
posibilidades resultantes de la suerte. Para confirmar, una persona trató, exitosamente, de pasar por alto la luz
que se encendía, lo que probaba el posible efecto de la casualidad; sin embargo, queda siempre en pie la
posibilidad de la PK. Schmidt y L. Pantas trataron de separar la precognición de su equivalente PK y sugirieron
que no se trata, simplemente, de una combinación de clarividencia y PK.

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Erlendur Haraldsson reprodujo el experimento de Schmidt con once sujetos, pero utilizó la retroalimentación
inmediata completa representada por la visión de la luz de la lámpara. Esta técnica dio resultados mejores
que los obtenidos cuando se utilizaba el recuento total de aciertos como elemento retroalimentador. Russell
Targ desarrolló en forma independiente su propia máquina, basada en un oscilador de radio. El sujeto debía
adivinar cuál de 4 diapositivas se iluminaría y apretar el botón que se encontraba debajo de ésta, lo que
provocaba la selección de la próxima respuesta correcta un quinto de segundo más tarde. La ventaja de la
técnica de Targ consistió en agregar un botón de “pasaje”: la persona tenía que percibir cuándo lograba un
éxito o pasa si sentía que no lo lograba; esto permitió eliminar la presión que lo obligaba a acertar. La
mayoría de los individuos no podía hacerlo, pero una mujer pudo aumentar el índice de su puntaje, primero
por medio de la clarividencia y luego de la precognición. En las primeras 96 pruebas obtuvo 19 éxitos y en las
últimas 96 logró 38.

En el año 1967 McCreery dedujo que la atención requerida por la PES debía de estar vinculada a una
frecuencia alfa acelerada de EEG de 9,5 ciclos por segundos hasta 10,5. En 1969 Stanford, que no conocía los
trabajos de McCreery, obtuvo los mismos resultados para la precognición. En el año 1970, Stanford confirmó
sus propios datos descubriendo la relación directa existente entre la división en cuartos de la desviación de
la frecuencia alfa y los puntajes obtenidos en precognición.

En uno de mis experimentos se probó a 301 estudiantes de escuela superior para ver si podían separar la
clarividencia de la precognición, sin que supieran a qué prueba se los estaba sometiendo. La clarividencia
daba, muchas veces, una secuencia de puntajes altos, puntajes bajos y luego nuevamente puntajes altos;
estos resultados se registraban controlando las alternativas del test desde el comienzo hasta el final. En
cambio, la precognición daba puntajes altos, bajos, altos y muy bajos, respectivamente. Los resultados eran
significativamente positivos. Al hablar de otro experimento informé sobre la capacidad de un psíquico, C.
Liaros, para hacer precogniciones de un alcance significativo en relación con acontecimientos futuros en la vida
de los integrantes de mi clase de PES.

Robert L. Morris trató de comparar la facultad precognitiva de una persona con la de clarividencia de otra
usando, al azar, distintos valores de temperatura. La clarividencia estuvo ligeramente por sobre la
precognición.

R. Brier y J. Freeman dirigieron un test masivo de precognición desde las páginas del periódico educativo Read;
en dicho test participaron 100.000 jóvenes estudiantes de la escuela superior. No se registró el puntaje
correspondiente a todos, pero en dos grupos, integrados por 20.000 jóvenes, se comprobó que el índice de
precognición correspondiente a las jóvenes era de (p= 0,001), mientras que el de los muchachos era nulo.
V.M.Cashen y C.Mameyer comprobaron que 32 estudiantes universitarios podían predecir las preguntas de los
próximos exámenes (p= 0,001).

Osis y Faliler informaron sobre sujetos hipnotizados por Falíler que alcanzaban un puntaje significativamente
más alto en pruebas en las que pensaban que se desempeñaban de una manera correcta, que en otras.

Gertrude Schmeidler usó un test psicológico estándar para separar a 75 estudiantes no graduados en 3 grupos;
dinámico-apresurado, naturalista-pasivo, y el humanista. Estos sujetos hicieron tres series de 50 conjeturas de
precognición. Se comprobó que las personas que mostraban tendencias dinámicas y marcadamente
competitivas se desempeñaban bien en el campo de la precognición, pero siempre que su acción se
realimentara con sus propios resultados.

John Milalasky y Douglas Dean confirmaron los resultados de Schmeidler probando a 107 altos ejecutivos de
compañías comerciales. En nuestros tests de precognición éstos marcaron 100 respuestas de los dígitos 0-9 en
3 juegos de cartas. Las cartas pasaban directamente de sus manos a una computadora que, una hora después
de que habían formulado sus conjeturas, generaba un objetivo distinto de 100 dígitos para cada ejecutivo. Esto
los estimulaba, ya que la corazonada, el “sexto sentido” o la agudeza comercial, era considerada por ellos como
una muestra de precognición. Probamos a 5000 personas más que integraban grupos de directivos, científicos,
y mujeres y corroboramos en forma significativa las comprobaciones de Schmeidler. Probamos también a esos
altos ejecutivos para determinar su confianza en la PES. Mihalasky probó a 40 y la relación entre creyentes y
escépticos fue de 5:1.

29
Aunque a nuestras mentes les resulte muy difícil comprender las experiencias precognitivas, rechazadas
también por la mayoría de los críticos, dichas experiencias parecen ser absolutamente válidas. Pese a que los
conductistas aceptan únicamente lo que consideran como objetos concretos (lo que significa que no aceptan
los átomos y tampoco la conciencia), la precognición ha sido absolutamente probada. También se han
registrado fenómenos de retrocognición relacionados con el pasado y que no producen efectos antes de las
causas; no han provocado, en consecuencia críticas tan apasionadas como las formuladas a la precognición.
Pero no sólo se ha probado la existencia de la precognición, sino que en más del 50 por ciento de estos casos,
en los que había una advertencia implícita, se ha podido utilizar esa información para salvar vidas. El trabajo
cumplido por los registros de la Central de Premoniciones de Londres y de Nueva York es todavía muy poco
conocido y sus miembros están trabajando con presupuestos muy reducidos. Además, muchas personas se
sienten inhibidas o no se arriesgan a enviar sus premoniciones porque los acontecimientos no se han producido
todavía. A pesar de ello el registro de Nueva York recibe en la actualidad 60 cartas por semana. Muchas de esas
premoniciones debieron ser descartadas por que quedarán invalidadas o porque no fueron confirmadas por los
acontecimientos posteriores. Pero en los archivos del registro figuraban, antes de que ocurrieran, hechos tales
como la tragedia de Chappaquiddick, el hundimiento del buque tanque de Onassis, descripciones exactas de los
asesinos de Jablonski antes de que hubieran sido descubiertos, los asesinatos de Robert Kermedy y de Martin
Luther King, el ataque cardíaco fatal de Nasser, la explosión que mató a Rocky Marciano y los fallecimientos de
Kruschev y Stravinsky. Nelson espera que un grupo de “premonitores” muy exitosos, que figuran entre sus
corresponsales regulares, podrán demostrar la precisión necesaria para evitar los desastres antes de que estos
sucedan.

Uno de los problemas esenciales estriba en predecir con exactitud las fechas de los hechos. Se sabe que éste es
un obstáculo que deben enfrentar los individuos psíquicos, aunque muchos están tratando de superarlo. Una
de las formas en que Liaros lo logra es visualizar con los ojos de la mente una lista en la que se mencionen, por
ejemplo, seis meses; luego ve hasta qué lugar de la lista llega el acontecimiento, antes de desaparecer.
Recurriendo a ese procedimiento anunció la muerte de Chester Carlson, el inventor del proceso Xerox, tres
meses antes de que ocurriera. La experiencia de Aberfan indica que el número de predicciones aumenta a
medida que se aproxima la fecha del desastre, de manera que cuando el número de cartas que anuncian el
hecho adquiere proporciones mayores que las comunes, la fecha del desastre puede fijarse dentro de un
margen de pocos días. Si esto fuera posible los registros podrían transformarse en servicios de advertencia de
la posibilidad de desastres. En este momento están funcionando ya otros dos registros, uno en Toronto,
Canadá, dirigido por la Sociedad de Investigación Psíquica de Toronto, y el otro en Monterrey, California,
dirigido por el Instituto de Ciencias Parapsicológicas.

3.2.5. Especulaciones teóricas

En 1938 J. W. Dunne enunció por primera vez una hipótesis basada en su libro, An Experiment with Time, en
1927. Registró sus sueños y encontró una hermosa adecuación simétrica de algunos sueños con
acontecimientos de su precognición y con otros de su retrocognición. La hipótesis de Dunne involucra una serie
infinita de dimensiones del tiempo, con un observador o yo que reconoce, en cada dimensión, al yo que está
observando. Esto se asemeja a la serie infinita de metalenguajes que se proponen para superar las paradojas
lógicas, una de las cuales sería la precognición. Sin embargo, la mayoría de las personas, incluyendo físicos que
han enfrentado este problema muchas veces, tratan de eludir las regresiones infinitas. Han aprendido que la
luz puede estar representada, simultáneamente, por ondas y partículas, y han elaborado la teoría del quantum
para predecir los resultados experimentales.

En 1929, Dirac se enfrentó con el problema de que su ecuación relativista para el electrón daba,
simultáneamente, una solución de energía positiva de una partícula de unidad de masa cargada
negativamente, que es el electrón, y también una solución de energía negativa de una partícula de unidad de
masa cargada positivamente (no confundirse con el protón de unidad masa de 1.837). Ahora se sabe que esta
última partícula es la antipartícula del electrón, con energía negativa. Entre los méritos de Dirac debe a~tarse el
que no haya vacilado en proponer esta partícula, llamada positrón, a pesar de que la energía negativa no tenía
entonces ningún significado. Posteriormente, en el año 1932, Anderson encontró el positrón en cámaras
neblinosas de rayos cósmicos. En el año 1933, Dirac fue galardonado con el premio Nobel de Física, premio que
Anderson obtuvo posteriormente, en 1936. Un tiempo más tarde, Feyriman elaboró los diagramas Feynman,
con el tiempo en un eje, y sugirió que los electrones se adelantaban en el tiempo, no en el espacio, y que los
positrones retrocedían. Esta concepción le valió el premio Nobel correspondiente a 1965.

30
Otro ejemplo que muestra cómo se puede llegar a considerar que un concepto no tiene significado está
representado por la raíz cuadrada de –1. Cuando fue propuesta por primera vez, se la ridiculizó e ignoró. Herón
de Alejandría (100 años d. C.) y G. Cardan (1545) trataron de hacerlo, pero como se pensó que no tenía sentido
hablar de las raíces cuadradas de los números negativos, se las designó con el nombre de imaginarias. A partir
de entonces se han convertido en elementos indispensables de la matemática, la mecánica y la electricidad,
donde se les da el nombre de números complejos. Este fue el resultado del descubrimiento de la interpretación
gráfica, concretado por J. Wallis (1685) y luego por C. Wessel (1799), ambos totalmente ignorados en la
actualidad. Posteriormente, en 1806, J. R. Argand los redescubrió, al igual que Gauss en 1831; sin embargo no
puede negarse que esos números fueron introducidos definitivamente por Hamilton en 1835. Ahora se ha
incorporado la raíz cuadrada de -r 1 (V + 1) con un nuevo resultado, no trivial y totalmente inesperado (21). A la
raíz cuadrada de -1 se le ha dado el nombre de i, mientras que la raíz cuadrada de +l recibe el nombre de e.
Todos los estudiantes de ingeniería electrónica usan rutinariamente i para calcular corriente AC destinada a
generación, transmisión, motores eléctricos, rayos láser, hologramas y otros similares. Los números reales
representan puntos sobre una línea, los números complejos (con i) representan puntos sobre un plano, y los
números hipercomplejos (con e) representan puntos en el espacio. Por eso no debe preocuparnos que un
resultado teórico no tenga un significado lógico. Quizás esto pueda llevarnos a la comprensión de la forma en
que trabaja la precognición.

Sin embargo, en el caso de la precognición, la lógica es sometida a una nueva prueba, en la que sufre un
quebranto total. No otra cosa significa el hecho de que alguien reciba información del futuro. Porque entonces
ya no es la causa la que precede al efecto, sino que, en apariencia, el efecto precede a la causa. La lógica se
desploma, más aún que en los casos de “falta de sentido lógico” mencionados más arriba. Pero no necesitamos
preocuparnos, ya que la matemática nos ofrece medios para resolver el problema, como en el caso de la raíz
cuadrada de -1. Una regla de la física afirma que todo lo que no es prohibido por la naturaleza, ocurre. El que
un efecto preceda a su causa no es algo que prohíbala naturaleza, sino nuestras mentes, que operan con
circuitos lógicos compuestos por neuronas, semejantes a los circuitos lógicos de las computadoras. Por lo tanto
no debemos vacilar, como no lo hizo Dirac, en utilizar infracciones a la lógica si nos permiten explicar la
precognición.

Hay por lo menos un punto de la ingeniería electrónica en el que la matemática indica que se ha producido una
alteración de la lógica, en el que el efecto precede a las causas como lo han postulado Targ y Puthoff. Esto se
relaciona con los potenciales anticipados. El libro Electromagnetic Theory (pág. 424), publicado por Stratton en
1941, sostiene que la ecuación de campo (de Kirchov, derivada de las ecuaciones de Maxwell) admite ambas
soluciones (t +r/u) y (t-r1v), en las que t es tiempo, r la distancia del campo hasta una carga móvil y v la fase
velocidad. (t +r1v) lleva a potenciales retardados, pero: (t-r/u) conduce a un tiempo anticipado, lo que implica
que el campo puede ser observado antes de que haya sido generado por la fuente. Se revierte así la cadena
familiar de causa y efecto, y esta solución alternativa podria descartarse Como inconcebible desde un punto de
vista lógico. Sin embargo, la aplicación de los principios de causalidad lógica” ofrece caminos muy poco seguros
en problemas como éste. Sería mejor que limitáramos la teoría a la acción retardada, pero partiendo de la base
de que ésta es la única solución que se adapta a los datos físicos con que contamos en la actualidad.

Hacia 1941 J. B. Rhine contaba con datos seguros para la precognición que requerían tiempo adelantado o una
solución potencial adelantada. Dirac mismo utilizó el potencial adelantado sin abandonar su teoría del
quantum, pero esto no llegó a saberse. Harrington afirmó que f (t-r1v) es una onda que viaja hacia fuera desde
el acontecimiento originario y (t+ r1v) hacia adentro hasta el origen. Anderson (1, pág. 25) actualizó esto en
1968, afirmando que en energía electrónica, pese a que los efectos preceden a las causas, en la actualidad se
presta gran atención a los potenciales adelantados, ya que parecen representar un medio de evitar algunas de
las dificultades que rodean la teoría electromagnética. Los potenciales adelantados fueron invocados por
primera vez para solucionar el problema representado por la obtención de una ecuación de movimiento para
un electrón que se movía en un campo electromagnético y debía tomar en consideración la reacción de
radiación; ésta es la fuerza que actúa sobre un electrón debido a su propio campo electromagnético. Los
intentos en los que utilizaron únicamente potenciales retardados no tuvieron éxito. Otros problemas de este
tipo se relacionan con la estructura y estabilidad de partículas cargadas, en las que los potenciales avanzados
hacen pensar en posibilidades de éxito.

Considerando su utilidad en la teoría electromagnética, cabe pensar que los potenciales avanzados pueden
aplicarse también a la percepción en la precognición. La percepción es la información que transmiten las ondas
al cerebro. Si la onda de potencial adelantado puede interactuar con el cerebro de la persona antes de que el

31
hecho ocurra, como parece suceder en la teoría electromagnética, el problema de la precognición se resuelve y
sólo debe ser elaborado en detalle.

El problema secundario, que consiste en saber cómo se transmiten las ondas al cerebro parece resolverse de la
manera siguiente: siguiendo nuevamente a Targ y Puthoff, consideremos que la información es transportada
como un holograma de variación de tiempo. (Un holograma es una imagen no fotográfica tridimensional,
producida con una luz coherente de frecuencia única.) Cada punto en el espacio contiene alguna información
sobre el espacio total, similar, quizás a un holograma de variación del tiempo. Cada punto de tiempo contiene
alguna información sobre tiempo futuro y tiempo pasado. La interacción de la información proveniente de las
ondas de potencial adelantado puede hacerse a través de las células de la piel, de los huesos, o de DNA, como
sucede con las personas que pueden ¡traducir ondas radiales sin un receptor. La retrocognición será explicada
en forma similar.

El físico soviético Kozyrev ha llevado a cabo experimentos que indican tlúe la causa y el efecto no pueden estar
infinitamente cerca en el espacio o el tiempo. Alguna de sus ideas, junto con los conceptos de potencial
adelantado, pueden llevar a experimentos físicos directos destinados a demostrar la relación del efecto de la
PES y el tiempo.

Musés mostró, también, cómo la precognición puede desarrollarse partiendo de otro efecto eléctrico. En 1930
L. Brillouin mostró que si se perturba gravemente una corriente eléctrica (como sucede en un corte), dos ondas
precursoras se anticipan a ese corte. Una marcha a la velocidad de la luz, pero la otra es retardada por la
constante dieléctrica del médium. El hecho llega posteriormente, aunque a una velocidad relativamente
menor. En esta forma se puede obtener información de la primera onda precursora, aun en el caso de que el
hecho no se produzca porque se ha desviado. Un ejemplo puede ser el representado por una flecha disparada
desde un arco, que se supone que debe llegar al blanco pero resulta desviada, de manera que finalmente no da
en el blanco. Pero la onda eléctrica precursora se produce y por ello la información marcha delante del hecho
que no se produce. Aquí tendríamos una explicación, derivada directamente de la teoría electromagnética, de
la precognición de un acontecimiento acompañada de una advertencia, y luego de la modificación de una parte
de la precognición para salvar la vida de alguien. Lo que tenemos que hacer es abandonar el dogma que afirma
que los efectos no pueden preceder a las causas. En realidad, los efectos pueden preceder a las causas y esto
no está prohibido en física; en consecuencia, puede suceder. Si se utiliza una matemática adecuada se
presentan pocas dificultades. Con la retrocognición se plantea un problema distinto ya que el pasado no es
pasiblé al cambio.

En el modelo que hemos mencionado, Puthoff y Targ sugieren que la exactitud de la precognición predicha por
su modelo, (1) aumentará de acuerdo con la magnitud que el hecho tiene para quien lo percibe y (2) disminuirá
con el acrecentamiento de la distancia temporal del acontecimiento. El primero de los puntos enunciados,
según el cual la exactitud aumenta con la magnitud, correspondería a la idea del shock emocional de
Stevenson, según el cual los acontecimientos desgraciados, los accidentes y los desastres tienen un valor de
shock más intenso que los felices y son precognizados con, mayor frecuencia (como lo hemos comprobado). La
tensión fisiológica (medida por el coeficiente de amplitud de variación) quizá podría usarse también para medir
el valor de shock.

El segundo punto enunciado por Targ, según el cual la exactitud disminuye a medida que aumenta el tiempo
que separa el momento actual del acontecimiento futuro, ha concordado también, en cierta medida, con el
experimento. En sus propios sueños Dunne registra también una declinación. Proporciona datos que se
remontan o proyectan en pocos días hacia el pasado o hacia el futuro, ya que resulta más difícil señalar con un
año de anticipación que un sueño puede resultar verdadero. Y, a la inversa, Carington (5) logró un imprevisto
aumento de adecuación de dibujos a +2 y -2 días, menos en +1 y –1 días y aun menos en el día 0 (cero). En
estas pruebas participaron alrededor de 300 personas. Pero esto puede ser un efecto del desplazamiento en el
espacio debido más a las circunstancias del test que a la medición del tiempo que media en relación con el
acontecimiento futuro. Osis encontró un puntaje igualmente alto para la precognición durante los días 1-7 o los
más distantes 8-33. Dice, sin embargo, que las condiciones podrían variar en el caso de una ampliación de los
días. Anderson registró sin embargo puntajes muchos mayores para precogniciones controladas al cabo de un
año que para otras que lo fueron de inmediato.
Por su parte Soomere da el número de casos de precognición directa que se registraron en Estonia desde 1900
a 1971. Clasifica 18 dentro de un lapso que va de un minuto a una hora, 82 de una hora a un día, 23 de un día a
una semana, 19 de una semana a un mes, 18 de un mes a un año y 10 dentro de períodos superiores a un año.
Tomando un día como base, logró un promedio de 927 para la categoría de una hora, 265 para un día, 22 para

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la semana, 7 para el mes, 0,3 para el año y 0,1/n para un año cuando no se da el número de años. Dunne
sugiere que esta declinación no puede explicarse por la dificultad de recordar un sueño y el hecho de que se
transforme en un hecho real con un mes o un año de antelación. Soomere menciona también casos de
precognición que totalizan un 45,6 por ciento, el más alto de todos sus grupos de psíquicos.

En la actualidad dentro de la vida ordinaria, se registran experiencias de precognición y de retrocognición, pero


estos fenómenos se producen también en el laboratorio. Sin embargo no contamos para ello con una
explicación suficiente, ni siquiera parcial, como tenemos para la electricidad, aunque quizá ya haya alguna en
camino. Por otra parte, conviene advertir sobre el peligro que entraña depositar una confianza excesiva en las
enunciaciones precognitivas.

¿Qué significado tiene esto para la ciencia? Al parecer existe una serie de experiencias y experimentos que
podrían ampliar nuestro conocimiento del universo; vale decir que se abren muchas posibilidades para
investigaciones futuras. El examen de las propiedades negativas de las fórmulas físicas parece ofrecer las
posibilidades más definidas de acceso. Si se logra éxito en este terreno, los físicos y los ingenieros electrónicos
comenzarán a prestar mayor atención a la investigación psíquica. Si el uso de potenciales adelantados pudiera
damos resultados cuantitativamente exactos, comprenderíamos que el comentario de Stent puede resultar
perfectamente aplicable. Este investigador dice: “Ningún conjunto de hipótesis planteadas en psicología ha
sido sometido a un escudriñamiento crítico tan minucioso como la investigación psíquica, pero hasta que se
muestre, mediante una serie de simples pasos lógicos, cuál es la forma en que los resultados de la psi se
conectan con los conocimientos científicos generalmente aceptados, ninguna de las demostraciones de la
existencia de la PES llegará a ser aceptada o admitida.” En consecuencia, debemos considerar que este enfoque
tiene la más alta prioridad para la investigación teórica. Si se continúa investigando la relación mencionada por
Stanfórd entre la precognición y la desviación de la frecuencia alfa, podría vinculársela también con la fisiología.
Sería necesario comenzar a profundizar también los estudios sobre la retrocognición.

Podemos decir, entonces, que una parte de la vida y del universo desafía las categorizaciones y explicaciones
dadas en términos de la filosofía occidental materialista que impera en nuestro tiempo. La psi en general y la
precognición-retrocognición en particular desafían el concepto del universo generalmente aceptado basado en
el pensamiento lineal y secuencial. Algunas filosofías (por ejemplo, el panteísmo, el panpsiquismo y distintas
filosofías orientales) aceptan que la precognición es real y que integra la vida cotidiana. La filosofía y la ciencia
occidental deben integrar también la precognición, aceptándola como una parte de la vida y del universo, que
está más allá de la lógica que usamos en nuestro razonamiento.

Cuando esto suceda, el lugar que el materialismo ocupa en nuestras vidas será considerado como lo que es, y
ocupará su lugar dentro de una perspectiva más amplia de la naturaleza del hombre y del universo. Y, a partir
de esto, podrán incorporarse las percepciones de los sabios y los místicos, que ya muchos han encontrado
lógicas, aunque sea a un nivel muy superior de conciencia. En lugar de aceptar la filosofía positivista y lógica de
nuestros días, que niega la precognición y la retrocognición, debemos luchar por el logro de un más alto nivel
de conciencia y por la implantación de una filosofía que acepte la precognición como algo normal partiendo su
uso, que sin duda resultará benéfico para el mejoramiento de la vida humana.

3.4. SUEÑOS-PES Y LA TÉCNICA GANZFELD

3.4.1. Introducción

En la década de 1960, una joven generación de parapsicólogos, muchos de ellos entrenados por J.B.Rhine,
comenzó a darse cuenta de que sus métodos de tests para determinar la PES eran estériles y algo ingenuos. Los
trabajos precursores del propio Rhine habían tenido lugar en la década de 1930, cuando la escuela dominante
en el campo de la psicología era el behaviorismo. En esencia, los behavioristas o conductistas afirman que el
psicólogo sólo puede estudiar los acontecimientos y las conductas que ocurren en el mundo exterior y que son
susceptibles de verificación. Se podría demostrar, por ejemplo, que una clase determinada de actividad
eléctrica en el cerebro está siempre asociada a un panicular estado mental, pero no se puede estudiar el estado
mental en sí mismo, el cual es demasiado subjetivo para ser mensurable. Rhine quiso batir a los bebavioristas
con sus propias armas y en su propio terreno mediante la utilización de sus métodos experimentales para
establecer la PES como una realidad. Sin embargo, en la década de 1960 surgió en los Estados Unidos un nuevo
espíritu mucho más amplio. El extendido uso de las drogas alucinógenas –Cannabis, LSD y mezcalina– atrajo la
atención de muchos psicólogos hacia la vida mental interior y su estudio. El behaviorismo ignoró las

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introspecciones de las personas, pero la nueva generación de psicólogos sentía que la ignorancia de algunas
sólo engendra mayor ignorancia.

Los parapsicólogos comenzaron a considerar de nuevo los informes sobre fenómenos psi procedentes de
fuentes muy diversas y de distintos periodos históricos. Muchos informes antropológicos demostraban que
abundaban los pueblos llamados “primitivos” que proclamaban) que el uso de alucinógenos producía
experiencias psíquicas. Textos en sánscrito sobre la práctica del yoga y de la meditación parecían indicar que las
experiencias psi –incluyendo la levitación y la PES– podían ocurrir sometiéndose a determinados ejercicios y
técnicas de meditación. En un pasado más reciente, las pruebas hipnóticas mostraron que la conducta humana
normal puede ser alterada de manera extraña e inexplicada. Todos esos informes y muchos otros, procedentes
de fuentes muy diversas, parecían sugerir una multiplicidad de nuevas y potencialmente fructíferas
aproximaciones al estudio de lo psi mediante los estados mentales alterados, en los cuales la conciencia se
hallaba modificada por las drogas, la hipnosis o la meditación.

3.4.2. La investigación de la PES en sueños

Una línea de encuesta especialmente prometedora parecía llevar directamente al terreno del estudio de los
sueños. Desde tiempos muy remotos se ha considerado que los sueños tienen un significado sobrenatural: son
bastante frecuentes los relatos históricos de sueños proféticos, como por ejemplo el del faraón sobre la
hambruna, interpretado por José en el Antiguo Testamento. Más aún, una proporción sorprendentemente
elevada (algo así como un 50 %) de las experiencias de PES espontáneas informadas ocurren cuando los
receptores están dormidos. Otras investigaciones realizadas más recientemente muestran que los seres
humanos son más propensos a las experiencias de PES espontáneas durante la noche que en el transcurso del
día.

El primer trabajo importante en los tests de sueños PES fue realizado en los Estados Unidos por el doctor
Montagu Ullman, a quien posteriormente se unió el doctor Stanley Krippner. Como psicólogo, Ullman se había
sentido intrigado por los relatos de sueños precognitivos hechos por sus pacientes. Sus experimentos, que se
realizaron en el transcurso de varios años, estaban basados en las experiencias de la médium Eileen Garrett,
irlandesa de nacimiento, en la Fundación Parapsicológica, que ella misma creó con el fin de promover la
investigación científica en el campo de la parapsicología. Entre el año 1962 y la fecha de su jubilación, en 1978,
las investigaciones de los sueños realizadas por Ullman se desarrollaron en el Laboratorio del Sueño del Centro
Médico Maimónides en Brooklyn, Nueva York.

El trabajo de Ullman se basaba en el descubrimiento del psicólogo Nathaniel Kleitman que hizo posible detectar
distintos períodos de ensoñación en las personas dormidas. Kleitman encontró que, durante el sueño, los seres
humanos acusan fuertes estallidos periódicos, con rápidas fluctuaciones de los músculos de los ojos. Si una
persona es despertada durante este período de Movimiento Rápido de los Ojos (REM) es mucho más probable
que pueda informar de lo que está soñando que si es despertado en cualquier otro momento. Detectores de
REM enlazados con un electroencefalógrafo (EEG), que registra la actividad eléctrica del cerebro, pueden ser
utilizados con garantías para indicar con toda precisión los episodios de sueño cuando éstos ocurren.

El mejor modo de conocer cómo se realizaron los experimentos de sueños PES de Ullman lo hallamos
estudiando el trabajo que este psicólogo emprendió en 1964. Sujeto del estudio fue un psicólogo, el doctor
William Erwin. Se había planeado realizar tests durante doce noches, pero debido a una enfermedad de Enwin
sólo pudieron completarse siete noches.

El experimento tomó la forma de un test de telepatía. Mientras que Erwin estaba conectado con un aparato
REM/EEG y dormía en su habitación, un emisor situado en otra habitación trataba de transmitir a Erwin, por
medios telepáticos, una fotografía determinada. Esta fotografía era elegida al azar entre un abundante número
de estampas de arte. La elección se determinó mediante un sorteo de números colocados igualmente al azar. El
emisor contemplaba tan sólo la fotografía elegida durante toda la noche y hacía un esfuerzo para enviar la
información a Envin. En el transcurso de la noche, el experimentador que estaba con Emin debía avisar al
emisor cuando Envin estaba sonando, para que el emisor pudiera realizar un esfuerzo especial en esos
momentos a fin de transmitir la fotografía elegida. Al final de cada período de REM, Envin era desperiado y se
le pedía que informara de sus sueños, los cuales eran registrados.

Por la mañana, el emisor se marchaba sin ver a Erwin, y el experimentador pedía a este último que informara
de cualquier cosa especialmente asociada con los sueños que creyera interesante. Después de siete noches, los

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experimentadores tenían siete fotografías y siete informes de sus sueños facilitados por Emin. Estos datos eran
enviados por separado a tres jueces independientes, a los que se pedía que realizaran una tarea muy sencilla:
estudiar cada uno de los informes sobre los sueños y después numerar las fotografías del uno al siete. El primer
lugar se debía dar a la fotografía que mostrara mayor parecido con el sueño, y el séptimo, a la que menos se
pareciera al sueño.
He aquí un punto clave: el juicio es subjetivo. No todos los jueces veían las cosas de igual modo. A pesar de este
problema, se puede utilizar todavía el sistema para medir la PES. Está claro que si un juez compara los sueños
con las fotografías y hace coincidir adecuadamente unos y otras, tenemos una prueba en favor de la PES. La
suerte por sí sola hubiese producido una combinación de resultados: algunas fotos coincidirían con el sueño
correcto, la mayor parle ocuparía los lugares intermedios de la lista y algunas otras quedarían al final de la lista.
Consideremos el estudio de Erwin: dados los siete sueños y las siete fotografías, si actúa sólo el azar podríamos
esperar que una de las siete fotografías ocupara el primer lugar en el sueño correcto. Esto se debe a que
tenemos siete posibilidades de elección para dar con el resultado justo cada vez que se intente. Podríamos
esperar que el promedio (un número entre uno y siete dado a la fotografía correcta) podría ser el número
intermedio cuatro. ¿Cómo puntuaron los jueces cuando sus distintos juicios fueron prorrateados?

En una sola ocasión obtuvieron un promedio de 4,0; es decir, al nivel que correspondería al azar. En los otros
seis casos el promedio fue inferior, lo que mostraba que las fotografías correctas habían sido puntuadas alto
frente a los sueños correctos. Ullman informa que ese experimento ofreció las primeras indicaciones claras de
que existe una relación sueños-PES. Aún mejores resultados ofreció el segundo estudio de Erwin, de ocho
sesiones de tests. Fe1dstein, un emisor con mucho éxito, sugirió una innovación: sería posible, tal vez,
conseguir mejores resultados si el emisor estaba realmente identificado con los objetivos propuestos. Ullman y
Krippner se mostraron conformes y diseñaron materiales multisensoriales para complementar las fotografías.
Feldstein debió sentirse incómodo a causa de su sugerencia: en la segunda noche del experimento la fotografía
elegida para ser emitida era una pintura japonesa que representaba a un hombre con un paraguas tratando de
protegerse de la lluvia. Feldstein tuvo que pasearse por el cuarto de baño de Maimonides con un paraguas de
juguete. Los resultados obtenidos con el segundo estudio fueron notabilísimos. El azar sólo hubiera dado un
acierto directo (la posibilidad de acierto por azar era del 12,5 %), pero se obtuvieron seis aciertos, es decir un
76%. Las posibilidades de que tales resultados se deban a la suerte son de una en mil.

El equipo de Maimónides fue de éxito en éxito con esta clase de experimentos. Sólo vamos a mencionar un
ejemplo más de su trabajo, debido a la especial naturaleza del experimento N, el gran éxito obtenido con él.
Surgió como resultado de algunos extraños ejemplos de precognición espontánea que se manifestaron durante
el transcurso normal de los experimentos de laboratorio. Por ejemplo: en 1969 se llevó a cabo una sesión de
sueños y, telepatía con Alan Vaughan (coautor del libro Drean Telepathy con Ullman y Krippner) como soñador.
En una entrevista con Vaughan, después del sueño, éste comentó: Chuck Honorton estaba allí en el sueño
haciendo una trascripción, y utilizaba la letra F... Dijo: «Oh, la F es por fallo»... Después miré la pantalla del
televisor que había allí y, efectivamente, me pareció como si el aparato estuviera igualmente participando en el
experimento... Cuando lo miré, todo él comenzó a moverse y a tomar vida y había un hombre que sostenía un
cuchillo... y detrás de él un mono, tumbado en el suelo... Me pregunto si alguna vez se realizará algún
experimento así...”

Eso sucedió el 9 de abril de 1969; el 17 de Julio Vaughan escribió a Ullman sugiriéndole que su sueño bien
podría ser un acto de precognición de una sesión futura. El 12 de enero de 1970, Norman Pern, un personaje
muy importante de la televisión canadiense, llegó a Maimónides para actuar como sujeto de la investigación.
Vaughan estaba presente, pero sólo en calidad de reserva” para el caso de que Perry no pudiera quedarse
dormido en las condiciones poco familiares del laboratorio, que incluían electrodos pegados al cráneo. El
emisor escogió al azar una fotografía que mostraba a un mono sosteniendo una naranja. Para reforzar el
experimento, el emisor tomó una naranja y la partió. Perry no soñó con un mono, sino con un gran animal
blanco inclasificable. Sin embargo, situó la fotografía del mono en primer lugar entre las seis alternativas
posibles porque el mono era blanco. Mientras tanto, Vaughan soñó también con alguien que estaba partiendo
una barra de pan. Cuando contempló la fotografía puso el mono al final de la lista: un error. El experimentador
era Honorton. F de fracaso. Vaughan observó a Perry mientras elegía, al tiempo que era filmado para la
televisión (“aquel televisor también parecía formar parte del experimento...”) y vio cómo Perry colocaba la
fotografía del mono en primer lugar, sobre el suelo (...un mono tumbado en el suelo...). la segunda foto elegida
por Perry, que colocó junto a la del mono, fue la de un hombre que sostenía un hacha y había un hombre que
sostenía un cuchillo...). Todo esto podría ser coincidencia, pero¡ el número de coincidencias es más bien
excepcional. A nadie puede sorprenderle que el fenómeno) de precognición fuera de gran interés para los
investigadores de Maimónides.

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En 1969, y de nuevo en 1970, el joven físico británico Malcolm Bessent se presentó para someterse a los tests
de precognición. Este hombre, que tenía un buen historial en cuanto a predicción de acontecimientos, ¿podría
obtener resultados positivos en los experimentos de sueños-PES de laboratorio? Dos experimentos alejaron
toda duda sobre la capacidad de Bessent. Cada uno de los experimentos cubría ocho noches, durante las cuales
Bessent tendría que dormir con los monitores EEG/REM conectados corno de costumbre, y sería despertado
durante su sueño REM. Se le pediría entonces que informara de sus sueños y se continuaría el experimento con
los métodos ortodoxos. Pero en esa etapa del experimento no habría emisor ni objetivo.

Concluidos los sueños de cada noche, un experimentador que nada sabía de los sueños de Bessent utilizaba un
complejo sistema para seleccionar al azar una palabra clave del libro The Content Analysis of Dreams. Esta
palabra se comparaba con una fotografía de arte, y de ella el experimentador elegía una experiencia dramática
para Bessent. En una ocasión, por ejemplo, se eligió la palabra “corredor” y la reproducción correspondiente
fue una pintura de Van Gogh titulada corredor del hospital de Saint Rémy. Se impuso a Bessent una rara
charada: inmediatamente después de haber soñado e informado, se le llevó por un corredor oscuro, se le dio
una falsa pastilla para mejorar su condición”, el experimentador se dirigió a él llamándole señor Van Gogh” y se
le enseñaron algunas pinturas realizadas por los pacientes del manicomio. Los sueños de Bessent la noche
anterior reflejaron de manera misteriosamente exacta todo lo que le iba a suceder con posterioridad.

Para medir esta correspondencia de manera estadística, el informe sobre los sueños de Bessent fue enviado a
tres jueces independientes junto con la palabra clave y siete otras falsas. En la “noche de St.-Rémy”, las otras
siete palabras fueron anorak, pupitre, cocina, cucharilla, espalda, mangas y codo. Los jueces, a los que como de
costumbre no se les había dicho cuál era la palabra clave, eligieron todos corredor como la que mejor encajaba
con el contenido de sueño de entre las ocho opciones.
Dieciséis noches, dieciséis sueños. En cada ocasión la posibilidad era de uno en ocho para los jueces de elegir la
palabra correcta, la clave, como la que mejor encajaba con el sueño. El azar sólo ofrecía la posibilidad de dos
elecciones correctas (dieciséis veces 1/8). Bessent consiguió diez aciertos correctos, es decir, cinco veces más
que el promedio de probabilidades, y las posibilidades de que esto se debiera sólo al azar eran escasísimos.
Todo parecía indicar que Bessent usaba la precognición para soñar lo que le iba a suceder a la mañana
siguiente después de cada sueño.

La secuencia completa de los estudios realizados en Maimónides mostraban claramente un éxito mayor del
que podría achacarse al simple azar. Como es corriente, otros experimentadores tuvieron resultados variados.
Algunos estuvieron en condiciones de mostrar efectos positivos de la PES; otros, no. Uno de los problemas más
importantes fue que pocos experimentadores tuvieron a su disposición las facilidades de Maimónides. La
mayor parle de ellos hubieron de trabajar en condiciones menos favorables. Algunas veces, por falta de un
equipo de EEG para despertar a los sujetos durante su fase de ensoñación, sólo estaban en condiciones de
pedirles que recordaran sus sueños a la mañana siguiente. Pese a todo, con este procedimiento se consiguieron
algunos éxitos. Robert Van de Castle, un investigador de los sueños que tuvo éxitos en Maimónides junto con
Erwin Bessent, aplicó el método a los miembros de un campamento juvenil.

El análisis de todos los experimentos publicados muestra que el 50 % de ellos fueron satisfactorios, al mostrar
una positiva y significativa PES en los sueños. La persona escéptica podría objetar: “Esto es una ilusión; el
porcentaje de éxitos parece tan elevado porque no tenemos noticias de los fracasos, de los que ni oímos
hablar. Los investigadores de lo psi no informan de los resultados debidos a la suerte.” La réplica a esta
acusación es sencilla. El nivel de resultados positivos es diez veces superior al azar y para anular los resultados
positivos, tendría que haber una auténtica montaña de resultados achacados al azar y no publicados. Lo cual
resulta improbable, dado que esos experimentos requieren mucho tiempo para su realización que pocas
personas disponen de las facilidades Y se sienten impulsadas a llevarlos a cabo. Una vez más, debe considerarse
el punto crucial de que todos los estudios coronados por el éxito muestran resultados muy por encima del azar,
no por debajo. Exactamente como en el caso del efecto oveja-cabra no existe inversión del efecto (en los tests
de PES quienes creen obtienen mejores resultados que los incrédulos). El hecho de que todos los resultados
significativos vayan en un mismo sentido sugiere que las ensoñaciones son definitivamente favorables a la PES.

En realidad, esta inferencia resulta injustificada. Los trabajos de sueños-PES muestran claramente que los
sueños están asociados con poderosos efectos de PES, pero no ofrecen datos, ni siquiera indicios, de cómo se
produce esa asociación. Los inconvenientes prácticos de esta clase de experimento son considerables: el
equipo necesario para registrarlos períodos de ensoñación es extremadamente caro; el trabajo se presenta
muy arduo se necesita toda una noche para una sola sesión-, y los experimentadores que lo realizan tienen que

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ser personas muy interesadas por su tarea o insomnes crónicos para trabajar a esas horas tan poco corrientes.
Pese a que los trabajos de sueños-PES tuvieron mucho éxito en su tiempo, particularmente porque reforzaban
la renovada atención que empezaba a dedicarse a los estados mentales internos, se hacía necesario emplear un
método de aproximación teórico y experimenta] más elaborado. Y eso es lo que hizo uno de los investigadores
de Maimónides, Charles (Chuck) Honorton.

Los estudios llevados a cabo por Honorton se incluyen en su relato sobre las experiencias psi históricas, que van
desde el Yoga Sutra de Patanjali, escrito en la India hace 3500 años, hasta los detallados estudios publicados en
el siglo 19 por la Society for Psychical Research (SPR). Examinaba también las memorias y, los escritos de los
médiums y parapsicólogos de los siglos 19 y 20. En el texto de Patanjali, la más antigua de las obras conocidas
sobre la meditación yoga, había referencias a los cinco efectos PES y PK, situándolos en los niveles más
profundos de la meditación: sarnadhi es la etapa final de un proceso que tiende a separar la mente de las
distracciones de los sentidos y concentrarla hasta lograr la calma absoluta. Los trabajos realizados por la SPR
mostraban que una alta proporción de esas experiencias psi espontáneas se produjeron en un estado de
elevada relajación, en los umbrales del sueño, por ejemplo, o en estado de ensimismamiento. También en los
escritos de los psíquicos. Honorton encontró un estribillo común: las mejores condiciones para la experiencia
psíquica fueron aquellas en las cuales los médiums estaban relajados y hacían un esfuerzo firme pero apacible
para dejar vacía la mente. En esos relatos, Honorton pudo identificar dos elementos comunes tranquilidad de
los sentidos normales y un estado mental de intimidad como favorables para los efectos de la PES.

3.4.3. La investigación de la PES en Ganzfeld

A comienzos de la década de 1970, Honorton había reflexionado claramente sobre sus ideas de reducción de
ruido. Sugirió que las razones cruciales del éxito obtenido en sus investigaciones sobre los sueños eran dos.

 Primera, durante el estado de ensoñación el ruido del mundo exterior quedaba reducido, y eso
permitía al débil sentido de la PES operar con mayor libertad.

 Segunda, la atención de la mente estaba dirigida hacia dentro. Se puso a diseñar un modelo
teórico que combinara esas ideas y que pudiera someterse a prueba de manera experimental.

La primera etapa experimental de Honorton se realizó en el campo de la privación sensorial. Es bien conocido
el hecho de que los sujetos aislados de su medio ambiente durante un tiempo, comienzan a mostrar síntomas
de desorientación entre los que se cuentan alucinaciones muy vívidas. Honorton pensó que si verdaderamente
la reducción del ruido sensorial externo, combinada con la concentración en un proceso mental interno, era la
clave de la evidente PES demostrada en los trabajos de Ullman sobre los sueños, entonces los experimentos de
la privación sensorial debían producir el mismo efecto.

Eligió a treinta voluntarios. A cada uno de ellos, con los ojos vendados y los oídos tapados, se le confinó en una
plataforma colgante, de modo que pudiera ser movido libremente en cualquier dirección. A lo largo de las
sesiones, la plataforma estuvo en movimiento incesante, girando o meciéndose atrás y adelante. Los sujetos
debían informar sobre sus ideas, pensamientos e imágenes mentales. Honorton deseaba comprobar dos
posibles predicciones: por un lado, esperaba que se produjera una PES positiva; y por otro, predecía que los
mejores resultados de PES se lograrían con aquellos voluntarios más afectados por la experiencia de la
privación sensorial.

El test de PES que utilizó fue similar al empleado en los trabajos sobre los sueños: un emisor situado en un
lugar distante contemplaba una fotografía elegida al azar. Después de su estancia en la plataforma colgante
(que duraba treinta minutos), se le daba al sujeto su informe para que lo reexaminara, más cuatro fotografías,
una de las cuales era la clave, y se le pidió que eligiera entre las cuatro aquella que tuviese mayor relación con
lo que había experimentado.

Los resultados obtenidos por Honorton estuvieron por encima de lo que hubiese podido achacarse al azar, pero
no eran lo suficientemente claros para constituir una prueba definitiva de la PES. Sin embargo, los sujetos que
obtuvieron resultados superiores al azar informaron de haber experimentado mayor cambio de estado que
quienes no los lograron. Los mejores resultados procedieron de los más afectados por sus experiencias en la
plataforma colgante. De hecho, los que informaron de mayores cambios mostraron una PES positiva hasta un
grado no explicable por el simple azar. De manera que la segunda predicción de Honorton resultó confirmada.

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Al menos, Honorton había mostrado que la PES estaba estrechamente relacionada con los estados mentales de
desorientación inducidos al aislar a los sujetos de su medio ambiente. Pronto quedó claro que los efectos de la
privación sensorial en tales sujetos eran demasiado intensos para emplear ese procedimiento como una
técnica experimental estándar. Ciertamente, la experiencia no es placentera. Incluso la posibilidad de ser
sometido a ella asusta a muchas personas.

En un intento de suavizar la privación, Honorton desarrolló lo que llamó el Ganzfeld (en alemán ganz-feld:
“campo total”). Esta manera de crear la reducción de ruido/atención interior es sutilmente distinta y mucho
más agradable que la privación sensorial total. En vez de eliminar todas las entradas sensoriales, el método
Ganzfeld mantiene esas señales de entrada en un nivel constante. Sabemos que si las mismas señales
sensoriales son introducidas en el cerebro una y otra vez, finalmente aquél deja de prestarles atención. Para
decirlo de manera más cruda, los cerebros están programados para responder a los cambios y, si nada cambia,
la atención se desplaza a otra parte: a los aconteceres mentales internos. El mantenimiento constante de las
señales sensoriales produce lo que se llama habituación de la atención. La atención disminuye y gradualmente
se traslada a otra parte.

Después de prolongada experimentación, Honorton se decidió por el empleo del método Ganzfeld (GZ), que
combinaba los mejores resultados prácticos con las condiciones más aceptables. Se anima al sujeto a que se
relaje en un medio ambiente sosegador, controlado y que no provoca inquietud. Se tiende sobre una
colchoneta o una poltrona. Mediante auriculares se le transmite ruido blanco (un sonido que se extiende por
igual a través de todas las frecuencias audibles, o el rumor rítmico de las olas al romper. Se le cubren los ojos
con pelotas de tenis de mesa partidas por la mitad sujetas por los bordes con algodón, sobre las que se dirige
una ligera fuente de luz (por lo general, roja). El material del que están hechas las pelotas tiene el suficiente
grado de traslucidez para difuminar la luz de manera uniforme.

Hay una clara secuencia de efectos, aunque no todos ellos afectan a todo el mundo. A medida que pasa el
tiempo y la atención que el cerebro dedica a los acontecimientos externos se va debilitando, los efectos se
hacen más notables. La experiencia del GZ es deliciosa si uno se relaja en ella: el mundo es una cálida luz roja:
el ruido, la apacible caída de la lluvia, el mar, o un trueno distante; y, uno se siente agradablemente enervado y
cómodo. El procedimiento experimental es semejante al usado en los trabajos sobre sueños-PES. Un emisor
situado en un lugar distante contempla una fotografía clave tratando de enviar el contenido a la persona en GZ.
Esa persona, el receptor, va comentando en voz alta lo que le está sucediendo. Un experimentador lo registra
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y, lo apunta. Transcurrido un tiempo predeterminado, por lo general 35 minutos, al receptor se le aparta de su
estado de ensoñación y, se le entregan cuatro fotografías una de las cuales es la clave, para que las contemple.
Se le pide que diga cuál de ellas concuerda más con sus percepciones visuales. El azar produciría un 25% de
acierlos (la fotografía clave se coloca en el primer lugar de las cuatro junto al informe).

El primer estudio de GZ realizado por Honorton dio trece resultados correctos en treinta (43%). Las estadísticas
nos dicen que esto no puede deberse al azar: la posibilidad de que la suerte explique estos resultados es de una
entre sesenta. Igualmente es mportante que la cifra de los resultados positivos es la intensidad del efecto de
PES: un 18% superior al azar. Se trata de un efecto fuerte, aunque no tan favorable como los resultados de
Bessent o Erwin. Por otra parte, los treinta voluntarios no fueron seleccionados como seres particularmente
psíquicos. De todos modos, algunos otros experimentos posteriores realizados por Honorton y sus colegas,
usando una técnica sutil, eliminaron esa posibilidad de indicios.

En el libro The Content Analysis of Dreams, los autores establecieron diez categorías diferentes en el acierto de
los sueños, de acuerdo con la presencia o ausencia de determinados factores. Honorton utilizó este sistema de
puntuación para su trabajo sobre el GZ.

Si se toman en cuenta todas las combinaciones y permutaciones posibles de esas diez categorías, existen 1024
posibilidades. Honorton reunió un grupo de 1024 posibles fotografías clave que cubrían todas las posibilidades,
desde una diapositiva en blanco (ausencia de toda categoría) a la posibilidad de combinar las diez categorías.
Esto puede ser codificado en el sistema binario: la primera es 0000000000 y la 1024, 1111111111. Cada una de
las 1024 posibles fotografías puede ser codificada como un dígito binario de diez bits. Según este sistema, el
receptor es sometido a test de manera usual, pero, en vez de hacer que juzgue sus experiencias en
comparación con cuatro fotografías, su informe se codifica en un número binario de diez dígitos. Si informa de
gentes y color, el código es 11 para estas dos categorías; pero si nunca habla de animales, el código es 0, etc.
Finalmente, se compara el número binario de diez dígitos que representa sus experiencias informadas con el de
la clave.

En cuanto a las fotografías clave, por lo tanto, existe exactamente un 50 % de posibilidades de que cada una de
las categorías en particular esté presente en ellas, lo cual se verifica con las diez categorías
independientemente. Este método asegura que el grupo de fotografías clave es elegido al azar para que todas
las posibilidades estén presentes. Cuando se compara el comentario con la fotografía clave, la suerte sólo
producirla cinco bis seriados (hay, diez dimensiones y una posibilidad del 50 % de que cada una de ellas esté
presente). Es decir, diez multiplicado por 0,5, o sea 5,0. En experimentos en los que usaba este procedimiento,
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Honorton descubrió que los receptores conseguían un promedio bastante superior a los 5,0 bits por sesión,
sobre el nivel del azar. Estos resultados no pueden ser atribuidos a indicios sensoriales en la fotografía clave,
puesto que el receptor nunca vio tal fotografía, ni tan siquiera en el período de enjuiciamiento.

Aparte el grupo de trabajo de Maimónides, el primer experimentador que se valió de este sistema fue William
Braud, de la Mind Science Foundation de Texas (aunque cuando realizó estos trabajos, en 1972, seguía en la
Universidad de Housion). Braud introdujo dos innovaciones: primero, hizo una comparación sistemática de la
puntuación de la PES de un grupo Ganzfeld y la de un grupo no Ganzfeld, para determinar si el GZ establecía
una diferencia real; segundo, tomó en consideración aciertos parciales, puesto que éstos habían sido hallados
frecuentemente en el trabajo sobre los sueños. Así, a la hora de juzgar, los sujetos se enfrentaban con seis
fotografías, y si situaban la clave en primero, segundo o tercer lugar, esto significaba un acierto binario (binario
porque se tiene un 50% de posibilidades de situarla en uno de los tres primeros lugares sólo por el azar). Los
resultados de este experimento fueron sensacionales. Los diez sujetos GZ pusieron la fotografía clave en uno
de los tres primeros lugares, mientras que los sujetos no Ganzfeld –descartando a los más destacados–
puntuaron según las probabilidades del azar. Eso demostró que el GZ incrementa de manera específica los
resultados de la PES.

En el momento presente, después de contar con la contribución de veinte experimentadores que informaron
de 55 experimentos, sabemos que veintisiete de ellos evidenciaron una significativa puntuación positiva de
PES. Solamente dos de los experimentos emprendieron un “camino falso” y dieron resultados claramente por
debajo del azar. Una vez más, esta mayoría masiva a favor de los efectos positivos de PES sugiere que estamos
tratando de un fenómeno que se atiene a una ley. Doce experimentadores distintos han informado de
resultados significativos y positivos a favor de la PES en el Ganzfeld.

John Palmer, en la Universidad John F. Kennedy de California, junto con Bill Braud, Rex Stanford, de Nueva
York, y Carl Sargent han realizado el mayor número de trabajos sobre esta cuestión. Han demostrado, por
ejemplo, que los mayores efectos de PES en el GZ provienen de los receptores más fuertemente afectado! por
el GZ (el efecto de “cambio de estado” observado ya por Honorton en sus trabajos sobre la privación sensorial).
Los hallazgos de Palmer, sin embargo, establecen una variante particularmente sutil. En el próximo capítulo nos
ocuparemos de ello y de sus ideas acerca de por qué actúa el GZ.

Los cuatro investigadores citados son los que más han hecho para demostrar que ciertas correlaciones clave de
seres fuertemente afectados por el GZ tienden a condicionar los resultados de la PES, lo cual aporta cierto
apoyo al modelo de Honorton.

Sargent y sus colegas han sugerido que existe una clase especial de persona, el extravertido, más susceptible de
ser influido por el GZ y, en consecuencia, con mayor posibilidad de conseguir buenos resultados en un test de
PES aplicando el Ganzfeld. En los experimentos de Cambridge, los extravertidos mostraron de manera
consistente que lograban resultados superiores a los introvertidos, y la diferencia es demasiado amplia para
que pueda ser atribuida al azar. Sin embargo, y en este aspecto entramos en un terreno de nociones sutiles, el
efecto desaparece con la experiencia. La diferencia extravertido/ introvertido resulta muy apreciable en un
primer test después se reduce y desaparece. Esto sugiere que la diferencia pueda no ser biológica, sino social.

El modelo de Honorton hace algunas predicciones particularmente claras en el terreno de los efectos M
tiempo. Consideremos:

1. El GZ actúa porque se elimina el ruido sensorial.


2. El ruido sensorial es eliminado porque el cerebro cesa de prestar atención a los campos de
sensaciones que permanecen invariables. La atención resulta habituada.
3. La habituación crece con el transcurso del tiempo. Por consiguiente el efecto del GZ también deberá
crecer con el tiempo.
4. La predicción 4 puede dividirse en dos partes. Una de ellas es que las duraciones largas del GZ deberán
tener mucho mayor éxito en aumentar la señal de PES que los períodos cortos (dentro de ciertos
límites). Segundo, la señal de PES será más fuerte en el periodo avanzado de la sesión del GZ que al
principio de ella.

Sargent y sus colegas han estudiado estas dos predicciones en una serie de experimentos. Primero, los efectos
de la duración del tiempo. El grupo de Cambridge usó dos métodos para determinar esta cuestión. El primero
consistía en permitir a los observadores detener el GZ cuando lo desearan, y examinar la puntuación de la PES

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respecto al tiempo, utilizando el procedimiento de los tests con fotografías. En este método el emisor
contemplaba la fotografía clave durante casi toda la sesión. Los resultados demostraban una puntuación de PES
claramente mejorada cuando el tiempo era más largo. Los investigadores estuvieron entonces en condiciones
de demostrar que en el desarrollo del experimento no intervenía influencia artificial alguna que pudiera inducir
a una conclusión errónea, causada por una falta inadvertida en el procedimiento.

Un procedimiento más eficaz seria establecer una comparación directa entre dos duraciones, digamos de
quince y treinta minutos. Quince minutos no serían suficientes para conseguir un fuerte efecto de PES, pero
treinta bastarían. El grupo de Cambridge llevó a cabo esta comparación N no encontró diferencia. Sin embargo,
el índice general de resultados estuvo en el nivel del azar tanto en la sesión de quince minutos como en la de
treinta. De manera que es difícil llegar a conclusiones firmes sobre las predicciones de Honorton. Ciertamente,
los experimentos de corta duración (veinte minutos o menos) del GZ fueron infructuosos.

GUÍA DE ESTUDIO III

1. ¿Qué tipo de experimentos de telepatía efectuaban el matrimonio Upton y Mary Sinclair?

2. Enumere las críticas que recibieron las investigaciones de Rhine acerca del control en las pruebas de
telepatía.

3. ¿Qué se entiende por fragmentación, repetición y acumulación en las pruebas de PES?

4. ¿A qué conclusiones llegó el investigador russo L.L.Vassiliev?

5. Describa la teoría del campo psi de W.G.Roll.

6. ¿Qué tipo de primeros experimentos llevó a cabo Charles Richet con Léonie B.?

7. ¿Qué se entiende por “fe” en las pruebas de PES?

8. ¿Cuáles son las condiciones que permiten producir el efecto RIMP?

9. ¿Qué diferencia existe –si la hay- entre una profecía y una premonición?

10. ¿Cómo entiende usted un sueño precognitivo?

11. ¿En qué se caracteriza una experiencia de deja-vú?

12. ¿Cuál fue el oráculo griego más famoso y porqué?

13. ¿Cómo experimentaban sus premoniciones Edgar Cayce y Chrystine Mylius?

14. ¿Qué diferencias existen en la precognición entre la investigación de casos espontáneos y estudios de

laboratorio?

15. ¿Qué condiciones se imponen para la legitimidad de una experiencia espontánea de precognición?

16. ¿Qué sugirió W.J.Dunne en su libro An experiment with time?

17. Señale la principal diferencia entre precognición y retrocognición.

18. ¿En qué consistía la investigación PES en sueños llevada a cabo por Ullman y Krippner?

19. Describa brevemente un experimento Ganzfeld.

20. ¿Que sugiere Sargent en relación con la personalidad del sujeto y la PES en Ganzfeld?

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LECTURAS SUGERIDAS

ALGUNOS CONSEJOS PARA EXPERIMENTAR LA PES EN GANZFELD1

Deborah Delanoy

En este artículo se describirán varios factores que pueden verse como puntos a tener en cuenta en la
parapsicología experimental. Es problemático tomar una decisión de lo que se debe incluir en un considerando
experimental de procedimientos metodológicos. Hasta que tengamos una firme comprensión del
funcionamiento de la ESP, no podremos determinar con certeza cuales son los factores importantes en la
producción o la inhibición de los efectos psi. Hasta que obtengamos tal conocimiento, no podremos hacer nada
más que tratar de incluir todos los detalles del procedimiento que creemos que pueden ser importantes. Por
supuesto, lo que parece ser un detalle importante para un experimentador, podría ser algo muy trivial para
otro. Y, a menos que se cambie el estilo de publicación de los estudios que permitan veinte o más páginas con
metodología, es difícil que algún informe pueda contener todos los detalles posiblemente importantes.

No obstante, opino que será necesario cierto mejoramiento en el actual estado de un reporte metodológico.
Un reporte más acabado de la metodología no solamente ayudaría a intentar replicar los hallazgos
experimentales, sino que también permitiría, a través de un meta-análisis, observar nuevos factores que
puedan influir en los resultados experimentales.

El resto de este artículo estará enteramente dedicado a mencionar de los varios factores que metodológicos
que pueden beneficiar el reporte. En los informes publicados se mencionan muchos items que se incluyen
normalmente. Otros aparecen más esporádicamente, o en su totalidad. Estos listados procuran ofrecer una
guía general de información que se pueden incluir toda vez que se reporte la metodología, y como tal, no es
definitiva ni comprensible. Como en la mayoría de mis investigaciones he estado involucrada en la técnica
Ganzfeld, usaré el Ganzfeld como una referencia general que apuntaré cuando sea necesaria. Pero creo que la
mayoría de estos comentarios se aplican de igual forma a otros tipos de experimentos de ESP. Dividiré
convenientemente los estudios de metodología en seis puntos principales: (1) la información del participante;
(2) la preparación de los participantes; (3) el medio ambiente; (4) los equipos y materiales; (5) el procedimiento
y (6) el juicio. Este artículo no considerará factores relacionados con el análisis de los datos, tal como se ha
detallado esta área en el reciente artículo sobre Ganzfeld de Honorton y Hyman (JP, Dic. 1986).

Información de los Participantes

Esta es la única área en donde los detalles que se estudian son cada vez mayores en los más recientes informes.
Se consideran los siguientes factores cuando se describe a la población del sujeto y del agente: (a) el número
de los participantes, (b) el sexo de los participantes, (c) la edades mínimas y máximas de todos los
participantes; (d) información general respecto a las ocupaciones y el nivel educativo de los participantes; (e) la
manera a través de la cual se convocan a los participantes; (f) que relación existe entre los participantes y los
experimentadores (amigos personales o conocidos, conocidos vía proyectos de investigación, extraños, etc.); y
(g) si se considera cualquier rasgo característico de personalidad (extravertidos/introvertidos, cabras/ovejas,
etc.) cuando se selecciona a los participantes; (h) las experiencias previas de los participantes con la
investigación parapsicológica; y (i) las creencias generales de los participantes y/o experiencias psíquicas
anteriores.

Un área relacionada con los participantes es aquella que tiene que ver con la poca información que les
proporcionan los experimentadores. En vista de una posible influencia del efecto del experimentador, esta
información puede ser de importancia. Algunos de los detalles importantes, además de los ya mencionados,
podrían ser, por ejemplo: (a) la experiencia previa del experimentador en la investigación parapsicológica en
general, y específicamente, con el tipo de investigación en el presente estudio (la cantidad de experimentos
conducidos por el experimentador, la cantidad de estudios usando un diseño similar al usado por el
experimentador, el número de veces que el experimentador ha participado como sujeto en estos estudios con
un diseño similar al que diseñó); (b) éxitos anteriores y (me atrevo a decir) problemas en la manifestación de
psi (el número de estudios conducidos por el experimentador con resultados significativos y no-significativos);
(c) comentarios acerca de como los experimentadores perciben sus interacciones con los sujetos (formalidad,
1
Artículo originalmente publicado en Parapsychology Review, Vol. 18, No. 4, Julio-Agosto 1987, pp. 1-4.
42
ocasional, caluroso, distante, si las conversaciones están centradas en el experimento, o si se extiende a temas
personales fuera del contexto experimental, etc.); (d) estimar en forma lo más genuinamente posible las
expectativas de éxito del investigador y/o algunas declaraciones respecto a la percepción del experimentador
de los aspectos a favor o en contra en la situación experimental. Se puede ofrecer la misma información a otros
colaboradores del experimento que estén asistiendo en el manejo de los sujetos y/o agentes.

La preparación de los sujetos

A los efectos del estudio, la preparación de los sujetos se refiere a toda la información introductoria que se le
presenta al sujeto antes de comenzar el experimento. Cuando se publican los detalles de la preparación del
sujeto, éstos no dicen nada mas que “se les mostró a los sujetos el laboratorio, se les explicó el procedimiento,
y/o vieron un corto video que muestra el procedimiento experimental.” Todo esto ofrece poca información
respecto a lo que realmente trasluce durante este proceso. Aquellos detalles que pueden ser útiles son: (a) si se
les enseñó a los sujetos los alrededores del laboratorio en grupos o en forma individual, incluyendo los detalles
acerca de cuánta interacción tuvieron los sujetos unos con otros; (b) si los sujetos no se conocían entre si, una
descripción de la extensión de esta interacción; (c) si los sujetos conocían a algunos o a todos los miembros del
staff con quienes ellos se relacionarán durante las sesiones experimentales y si tuvieron tiempo de charlar
informalmente con alguno o con todos los miembros del staff por un rato, o si ellos solamente intercambiaron
breves palabras; (d) la cantidad de detalles que se les describió a los sujetos acerca del procedimiento
experimental (esta información puede ser reproducida en un apéndice); (e) las instrucciones que se les dió a los
sujetos, si las hubiera, respecto a como dar sus respuestas (estas instrucciones también pueden ser
reproducidas en un apéndice); (f) detalles respecto a cualquier objetivo que deben alcanzar los sujetos durante
las sesiones experimentales; (g) en aquellos estudios de respuesta libre en donde los sujetos estuvieron
juzgando sus respuestas, los detalles acerca de cualquiera de las instrucciones para el juicio que los
investigadores pretenden que deben hacer los sujetos (aqui también sería útil si estas instrucciones se
publicaran en un apéndice); (h) si se les presentó a los sujetos su probabilidad de demostrar psi en el estudio o
con ejemplos de los éxitos de otros (o fallas) usando el mismo procedimiento experimental; (i) la cantidad de
detalles, si los hubiera, en donde se les describen las hipótesis experimentales a los sujetos; y (j) en un estudio
que contiene diferentes condiciones emocionales, si los sujetos fueron concientes de estar en tales
condiciones.

El medio ambiente

El medio en el cual se experimenta es otro campo descrito a veces con muy poco detalle. En algunos
casos, la descripción que se publica acerca del medio parece servir sino solo para ilustrar varias precauciones
de seguridad. No obstante, la orientación psicológica del sujeto para cualquier estudio de ESP parece ser un
factor importante en la experimentación ESP. Como la percepción del estudio, para el sujeto, puede estar
coloreada por su percepción del medio ambiente, se le debe prestar mucha atención al medio ambiente. Los
factores que pueden influenciar al sujeto son: (a) el tipo de establecimiento en el cual se está desarrollando el
estudio (un edificio nuevo o viejo, el mantenimiento del edificio, etc.); (b) la localización del edificio y la
facilidad de acceso; (c) la localización y el tamaño de la/s habitación/es en la/s cual/es el estudio tendrá lugar,
(d) un fácil acceso al área experimental una vez dentro del edificio; (e) el decorado general y el ambiente de las
habitaciones que el sujeto encontrará; (f) el uso de estas habitaciones cuando no se lleva a cabo ningún
experimento; (g) cuán aislados están los sujetos de la actividad cotidiana del laboratorio, por ejemplo, si los
sujetos van a ver o se van a encontrar con alguien trabajando en el laboratorio, y si así fuera, que impresiones
van a tener de estas personas (un lugar colmado de gente trabajando, un lugar muy revuelto, o un lugar calmo
y ordenado); y (h) sonidos que los sujetos pueden escuchar, como el ruido de la calle, aviones pasando, o
ruidos de otras habitaciones o de la gente que está en el establecimiento.

Equipos y Material

A los efectos de este artículo, esta categoría se subdividirá en: equipos eléctricos; “props” (N.T.
material auxiliares); cuestionarios y objetivos de información. La descripción de equipos mecánicos, puede
incluir también una descripción del estado del equipo. Los equipos nuevos y en buen estado inspiran confianza
en el sujeto, respecto a de los equipos usados que pueden producir un efecto no deseado. Puede ser de suma
importancia la cantidad de equipos que se le exponen al sujeto, si estuvieran o no relacionado directamente
con el experimento. Mientras que un gran despliegue de equipos puede ser visto por los sujetos como algo en
favor del laboratorio, que refleja la competencia de los investigadores, otros sujetos podrían sentirse
intimidados frente a tal cantidad de aparatos técnicos. Al margen de estas descripciones generales, se debe

43
describir en detalle cualquier equipo relacionado específicamente a la experimentación con los sujetos. De este
modo, usando el ejemplo del ganzfeld, los detalles a tener en cuenta son: (a) la fuente de luz que se usa; (b) el
color de la luz; (c) si la emisión de color proviene de una lámpara pintada o se usa un filtro; (c) el voltaje de la
luz; (d) la distancia entre el foco de luz y el rostro del sujeto; (e) si la luz da la sensación de cierto grado de
calidez, y si así fuera, cuanto; (f) la fuente del ruido aleatorio; (g) la banda de frecuencia y el volumen (el ruido)
y en que grado puede ser alterado por el sujeto; o (h) cualquier otro equipo usado para registrar sus imágenes
mentales o monitorear su actividad.

Los “props” se refieren a cualquier equipo no electrónico empleado en el estudio. En muchas


situaciones experimentales, los “props” se mencionan cuando se describe la situación experimental. Sin
embargo, cuando los sujetos han usado sillas, escritorios, y/o mesas, puede ser útil dar alguna indicación acerca
de su estado general y/o calidad. Si hay otros “props” que son centrales en el procedimiento experimental,
éstos se deben describir con cierto detalle. En la actividad Ganzfeld esta información incluye: (a) si los sujetos
estuvieron sentados en una silla reclinable, o si estuvieron recostados, una descripción de la plataforma
acolchada (si la plataforma esta elevada o sobre el suelo, si la colcha esta forrada, etc.); (c) una descripción
completa de los medios para la producción visual del Ganzfeld (media pelotitas de ping-pong con algodón
cubriendo las extremidades, o las semi-esferas colocadas en una forma de máscara, etc.), y (d) la forma de
sujetar la máscara a las medio-pelotitas en la cara (p.e. el tipo de adhesivo usado).

Si se usan ciertos cuestionarios, éstos deben ser descritos en su totalidad mencionando la edición que
fue usada. Si el cuestionario ha sido creado por el investigador, se debe reproducir en el apéndice.

Cuando se publica la información del objetivo en estudios de respuesta libre, es imposible describir
toda la colección completa de objetivos con precisión. Sin embargo, si se emplearon algunas indicaciones
generales para elegir esta colección, estos se deben describir lo mejor posible. Por lo tanto, se debe mencionar
cualquier indicación respecto a la calidad estética, complejidad, y/o contenido/tema (p.e. violencia, temor,
sexualidad, religión, etc.). También debe mencionarse si el material de toda la colección completa de objetivos
consistía de fotografías, de donde se obtuvieron (postales y/o revistas) y su manera de presentación (pegadas,
sacadas de revistas, si alguna tuviera detrás otra fotografía que el sujeto pudiera ver, etc.).

Otra información importante en relación al objetivo es: (a) el número de fotografías, sitios, o items
contenidos en toda la colección completa de objetivos y/o el set de objetivos para el experimento; (b) quien
compiló el set de objetivos y quien tenía conocimiento de su contenido; (c) una descripción detallada del
método de aleatorización empleado para seleccionar los objetivos; (d) quien condujo el proceso de
aleatorización; (e) en relación a las sesiones experimentales, cuando se hizo la selección; (f) si se usaron
objetivos duplicados.

Procedimientos

La sección de procedimiento se refiere a todo lo que ocurre desde cuando el sujeto entra al sitio de
experimentación hasta cuando se retira. Aparte de cualquier otra información previamente detallada en la
sección de preparación del sujeto, se debe describir todas las interacciones que ocurren entre todos y cada una
de las personas involucradas en las sesiones experimentales. Además de describir las acciones y las
interacciones sociales que ocurren durante la sesión, se puede también mantener varias precauciones de
seguridad. Como el procedimiento varía mucho dependiendo del diseño del estudio, volveré a citar las sesiones
de Ganzfeld para ejemplificar muchos de los factores que se deben describir y dividir los factores de acuerdo al
pre-test, el test (el tratamiento de los sujetos y los agentes), el juicio y los procedimientos post-test.

El periodo de pre-test debe describir: (a) cuando los participantes llegan a la sesión, por quienes o
donde son recibidos (p.e. si el mismo miembro del staff presentará a todos los participantes cuando ellos
entren al edificio o si los participantes se dirigirán al laboratorio acompañados por el mismo experimentador u
otro colaborador, etc.); (b) cuánto tiempo generalmente toma y que ocurre desde cuando los participantes
llegan a la sesión, hasta el comienzo del periodo de estímulo Ganzfeld (p.e. si son tratados amablemente, o con
una conversación amistosa, o con instrucciones de como proceder, y/o una insinuación de motivación o de
expectativas de éxito, etc.); (c) quienes de los participantes interactúan con (uno o varios experimentadores o
miembros del staff, si es siempre el mismo o son diferentes personas); (d) qué contacto tiene el sujeto y el
agente durante ese período; (e) quién decide cuando comenzar la sesión experimental, y en que criterio se
basó esta decisión.

44
El “período de prueba” se refiere a todos los movimientos e interacciones entre el/los participante/s y
el staff colaborador una vez que el periodo de pre-test ha finalizado y hasta que la sesión de prueba se haya
completado. Esta sección debe contener una descripción del plano físico del área experimental, que incluye
una descripción de todas las precauciones de seguridad, si estos factores no han sido ya tenidos en cuenta en la
sección afectada. Los detalles respecto al tratamiento de un sujeto en Ganzfeld durante este período puede
incluir: (a) quien acompañó a los sujetos a la sala de Ganzfeld; (b) si los sujetos están preparados para el
período de estimulación de alguna manera, por ejemplo, participando en ejercicios de relajación, y, si así fuera,
donde tienen lugar estos ejercicios; (c) si los sujetos estuvieron preparados para el período de estimulación,
una descripción de la naturaleza de la preparación, cuánto tiempo dura el período de preparación y como se
administran las instrucciones (a través de un mensaje grabado o por el mismo experimentador u otro miembro
del staff); (d) quien prepara a los sujetos para el estímulo Ganzfeld; (e) que instrucciones reciben los sujetos, si
las hubiera, respecto a lo que ellos deben hacer durante el período de estimulación; (f) cuanto tiempo duró el
período de estimulación; (g) en los estudios donde se empleó un agente, si el sujeto estaba conciente de
cuanto duró el período de estímulo cuando el objetivo estaba siendo “emitido” intensamente; (h) si se
registraron las imágenes mentales de los sujetos (en cassette y/o transcripto por un experimentador); (i) en
caso que fuera transcripto por un Sujeto Experimentador (SE), si el sujeto habló claramente y bien lentamente
como para que el SE se asegure de haber registrado de las imágenes mentales; (j) qué contacto (o interacción)
hubo entre los sujetos y el SE durante el período de estímulo; (k) como se señalizó a los sujetos el final de la
sesión; (1) quien sacó a los sujetos del Ganzfeld (p.e. quitó los audífonos y la máscara de media-pelotitas de
ping-pong); (m) si los sujetos hicieron dibujos de sus impresiones a la finalización del periodo de estimulación;
(n) cuanto permanecieron en la situación Ganzfeld los sujetos después de la finalización del período de
estímulo; (o) para completar la sesión, que movimiento fue necesario por parte de los sujetos (p.e. para el
procedimiento de juicio), y (p) detalles de todo lo relacionado al contacto entre el SE y algún otro miembro del
staff durante e inmediatamente después del período de estimulación.

Detalles respecto al agente y a cualquier experimentador (AE) que observa al agente durante un
estudio Ganzfeld puede incluir: (a) si el mismo experimentador o un miembro diferente del staff actuó como el
AE; (b) de cuán de cerca fue observado el agente (si nunca quedaba solo, etc.); que instrucciones, si las hubo,
se le dieron al agente respecto a como “enviar” el objetivo; (d) en relación a la actividad de los sujetos, cuando
tuvieron conocimiento del objetivo el agente y el AE para cada sesión; (e) quien tuvo acceso a la información
respecto a la identidad del objetivo antes de este período; (f) como el agente y el AE obtuvieron la información
del objetivo; (g) como obtuvieron el agente y el AE el paquete-objetivo apropiado; (h) que registro se hizo del
objetivo designado; (i) si el agente estaba conciente o si pudo ver alguna imagen de otra colección completa de
objetivos; (j) si el agente pudo haber escuchado las representaciones mentales en el sentido de como pudieron
confeccionarse; (k) cuando tuvo lugar el período de “emisión” en relación al periodo de estimulación de los
sujetos; (1) cuanto tiempo duró el período de “emisión”; (m) que posible contacto pudo haber entre el agente,
AE y otros, desde que el objetivo era desconocido hasta el momento en que el sujeto completó el proceso de
juicio de toda la sesión; (n) que hizo el agente antes y después del período de “emisión” y (o) cuando finalizó el
papel del agente en el experimento y cuando el agente dejó el medio ambiente experimental (p.e. a la
finalización del período de emisión, al final del período de estímulo de los sujetos, al final del procedimiento de
juicio, etc.).

Las descripciones del período de juicio, durante el cual los sujetos están juzgando, debe incluir: (a)
cuánto tiempo después del período de estímulo ganzfeld tuvo lugar el proceso de juicio; (c) como los sujetos y
el SE recibieron el sub-grupo de objetivos; (d) quien estuvo presente durante el juicio; (e) si se les dieron las
instrucciones a los sujetos respecto a como conducir el juicio, quienes se las dieron; (f) en caso que los sujetos
hayan podido rever sus imágenes mentales, entonces, como se re-transmitieron estas imágenes mentales a los
sujetos (leidos por el SE, y/o escuchando el cassette); (g) si se manifestó alguna información acerca de la
experiencia del sujeto en el Ganzfeld (p.e. los dibujos de las impresiones, las asociaciones ocasionadas por sus
imágenes mentales, etc.); (h) en que punto los sujetos revisaron sus imágenes mentales en relación a la visión
del toda la colección completa de objetivos; (i) que papel jugó el SE durante el procedimiento de juicio (p.e. las
imágenes mentales re-leidas sin prejuicio, apoyadas por las decisiones de los sujetos sin ofrecer sus propios
comentarios, o se les prestaba una asistencia a los sujetos para hacer sus decisiones); (j) si los sujetos basaron
su juicio en una interpretación global de todas sus imágenes mentales, o si se consideró en forma
independiente cada ítem de imagen mental con respecto al grado de correspondencia entre las fotografías y el
sub-grupo de objetivos; (k) si los sujetos usaron un procedimiento de promedios y/u ordenamiento por rangos;
(1) cuánto tiempo tomó el procedimiento de juicio; (m) en cuánto tiempo finalizó el procedimiento de juicio, y
(n) si se les dio a los sujetos algún feedback, y si así fuera, cuando y por quien.

45
Juicio

El juicio llevado a cabo por el sujeto ya ha sido tratado en la sección de procedimiento. Esta categoría
se refiere a situaciones donde el juicio esta fuera de la situación experimental, p.e. cuando el juicio es
efectuado por jueces independientes (JIs). La información que se debe publicar en tal caso es: (a) cuántos JIs se
emplearon; (b) cuántas sesiones hizo cada uno de los jueces; (c) si, como sujetos, los JIs experimentaron el
medio experimental; (d) si los JIs fueron seleccionados en base a algún criterio; (e) si los JIs tuvieron alguna
experiencia previa en la investigación psi; (f) si los JIs recibieron algunas instrucciones (éstas pueden ser
reproducidas en un apéndice); (g) que experiencias previas de juicio tuvieron; (h) cuánto tiempo pasaron,
promedio, juzgando cada sesión; (i) donde hicieron los juicios; (j) si los JIs juzgaron el mismo sub-grupo de
objetivos o un duplicado como los sujetos y/u otros JIs; (k) que contacto tuvieron los JIs con los estudios de los
participantes (incluyendo los investigadores), y cuando ocurrió este contacto; (1) si los JIs usaron una estrategia
global de juicio item-por-item; (m) cuándo se les dió algún feedback respecto a la identidad del objetivo.

Como mencioné en la introducción, si se incluyera toda la información metodológica antes detallada,


se debería incrementar la extensión de un informe a un grado inaceptable, dadas las limitaciones de espacio.
Veo dos posibles respuestas a este problema. Primero, las revistas podrían cambiar la actual extensión máxima
de sus requerimientos como para permitir una sección de metodología sustancialmente más grande en los
informes que se publican. Una segunda posibilidad, que tampoco extendería demasiado el informe, permitiría
al proyecto presentar toda la información de una manera concisa, utilizando incluso tablas donde sea posible, o
desarrollando un sistema de códigos. Este sistema de códigos desarrolla un modelo que permite interacciones
e intercambio de información por medio de diagramas. Respecto a como remediar el problema de los reportes
pobres metodológicamente, esta cuestión es un punto que necesita ser tratado en forma urgente.

LA TRANSFERENCIA ANÓMALA DE INFORMACIÓN EN GANZFELD 2

por Kathy Dalton3

El término psi denota procesos anómalos de información o transferencia de energía, procesos tales
como la telepatía u otras formas de percepción extrasensoria (ESP) que son actualmente inexplicadas en
términos de los mecanismos físicos y biológicos conocidos. El término es puramente descriptivo y no implica
que estos fenómenos anómalos sean paranormales ni se infiere nada acerca de sus mecanismos subyacentes.

Se podría definir a un experimento psi como un experimento diseñado para prevenir la transferencia
de información por medio de los canales conocidos de comunicación o inferencia, que pueda permitir al
experimentador suponer que hubo alguna forma de transferencia “anómala” de información, o cognición
anómala. Es por medio de la replicación de estos experimentos, haciendo comparaciones estadísticas contra el
azar, lo que permite a los científicos determinar si un experimento, o un grupo de experimentos, sostienen la
hipótesis de comunicación anómala. Un criterio primario para cualquier campo científico, incluyendo a la
parapsicología, es que los experimentos significativos de este campo queden sujetos a replicaciones
independientes efectuados por otros investigadores en sus laboratorios. Recientes meta-análisis de cientos de
este tipo de experimentos, en diversas áreas de la investigación psi muestran una considerable evidencia de
cognición anómala en una variedad de formas, p.e. el ganzfeld, el trabajo con generadores de números
aleatorios, y los tests de respuesta forzada. Esta es la evidencia que esta causando un paulatino cambio de
actitud y opinión acerca de la parapsicología entre los científicos y los escépticos.

Resulta de particular interés para este informe la investigación según la cual “la gente bajo moderada
privación sensorial puede recibir pensamientos e imágenes proyectadas”. Existe suficiente información acerca
de un procedimiento llamado “Ganzfeld” en el que se usa la reducción del ruido sensorial para facilitar el
2
Informe originalmente publicado en la Revista Argentina de Psicología Paranormal. Vol. 9, No. 2(34), Abril
1998, pp. 81-97.

3
Kathy Dalton enseña parapsicología y estadística en la Universidad de California, en Davis. Durante los
últimos años, su investigación se ha centrado en la técnica ganzfeld, trabajando primeramente con poblaciones
creativas, en la Universidad de Edinburgo, Escocia, en donde recibió su doctorado. Dalton ha sido consultora en
el desarrollo de recursos y la conducción de la investigación de la técnica ganzfeld en el Instituto de
Parapsicología en Estados Unidos, la Universidad de Gothenburg en Suecia, y la Facultad de Ciencias
Biopsíquicas de Paraná, en Curitiba, Brasil. Actualmente está llevando a cabo una investigación sobre
psicokinesis con poblaciones creativas en el Instituto de Ciencias Noéticas de California.
46
proceso psi. Tanto en el proceso normal de la actitud científica como en cualquier otro campo del
conocimiento, los experimentos Ganzfeld que se conducen hoy dia provienen de las observaciones de varios
investigadores de las condiciones bajo las cuales la ESP, o la cognición anómala, parece manifestarse, tanto
dentro como fuera del laboratorio.

Al principio, se adoptó el ganzfeld en parapsicología a principios de los años '70, cuando tres grupos de
investigadores, en forma independiente, presentaron la investigación que usaba esta técnica de aislación
perceptual para la manifestación de la ESP (Braud, Wood y Braud, 1975; Honorton y Harper, 1974; Parker,
1975). Usando la técnica ganzfeld, todos estos investigadores evidenciaron que los estados de atención interna
caracterizados por un reducido proceso perceptual pueden facilitar la recepción y el reconocimiento de la
información psi. Mucha de esta evidencia proviene de las experiencias anecdóticas de los fenómenos psi, como
los casos espontáneos, que les ocurrían a aquellas personas que creían de alguna manera, haber
experimentado psi en su vida cotidiana. Otras evidencias anecdóticas provienen de las prácticas culturales,
como las que se relacionan con la meditación o la hipnosis, que incrementarían en sus practicantes la
posibilidad de manifestar experiencias psi. Además, durante la psicoterapia se relatan casos de pacientes que
ponen de manifiesto material onírico o material terapéutico, que se relacionan directamente con eventos
específicos en la vida del terapeuta que, de una u otra forma, éstos no tenían forma de saber.

Esta evidencia anecdótica nos conduce a áreas específicas de investigación experimental controlada en
parapsicología, como la ESP en sueños, los resultados psi con la hipnosis que se contrastan con grupos de
control, con meditantes versus no-meditantes, y el uso de la relajación versus estrategias de control, en un
intento por acceder a la información psi. De esta investigación, emerge un conjunto de atributos que parecen
facilitar la adquisición y el reconocimiento del material psi. Entonces aparece un modelo de reducción de ruido
que tiene que ver con un estado de relajación física, una reducida entrada sensorial que permite al participante
volver su atención hacia procesos de información internos, manteniendo suficiente excitación cortical como
para permanecer en un estado de conciencia ausente de una entrada perceptual homogénea. Este modelo
según el cual el funcionamiento psíquico puede ser enmascarado por la entrada sensorial y por una
desatención a los estados internos (Honorton, 1977), permite un enfoque no-analítico de este proceso, en
tanto que facilita la imaginería mental interna. Este modelo de reducción de ruido, el procedimiento ganzfeld,
es una técnica de aislación sensorial que se usa para reducir la distracción del medio ambiente físico externo,
diseñada específicamente para probar si la reducción de “ruido” externo facilita o no la manifestación de psi.

El “Ganzfeld” (del término alemán “ganz” que significa total y “feld” que significa campo) se empleó
originalmente en psicología como una técnica de privación sensorial para inducir un estado alterado, y tiene su
origen en los estudios de la psicología de la percepción (p.e. Avant, 1965). La técnica ganzfeld se refiere a un
campo visual homogéneo no focalizado que se usa para explorar la percepción visual bajo condiciones de
privación visual y, luego, la exploración de imaginería mental producida bajo tales condiciones de privación
visual (Bexton, Heron & Scott, 1958). Uno de los primeros investigadores que introdujeron el uso del Ganzfeld
en parapsicología fue Charles Honorton (Honorton y Harper, 1974), que creía que la producción experimental
de imaginería hipnagógica podría facilitar la recepción y el reconocimiento de la percepción extrasensorial, o la
ESP, en laboratorio. Esta idea surgió por la similitud que guardan los estados hipnagógicos (o sea, un estado de
adormecimiento entre el momento del despertar de un sueño y el sueño mismo) en relación a ciertos estados
alterados de conciencia asociados tradicionalmente con las experiencias psíquicas espontáneas y las prácticas
que permitirían el desarrollo de las habilidades psíquicas (Honorton, 1974).

A menudo se ha empleado el procedimiento psi-ganzfeld para experimentar la comunicación


telepática entre un emisor y un receptor, aunque también se han conducido algunos estudios sin el uso de un
emisor del objetivo. Durante el procedimiento ganzfeld, los participantes se relajan en un placentero estado de
semi-privación sensorial inducido por una estimulación homogénea visual y auditiva que induce a un estado de
conciencia creado para canalizar la ESP, que se caracteriza por una disminución de la frecuencia de ondas de
una fuente de distracción mental externa e interna, o “ruido”, y que estimula la imaginería mental interna. En
los primeros trabajos en ganzfeld se usaba un sistema manual en donde los objetivos se seleccionaban a través
de tablas de números al azar y los resultados de las sesiones se registraban a mano. Los materiales objetivos de
estos primeros estudios ganzfeld consistían, o de un proyector de diapositivas o de objetivos estáticos, tales
como fotografías de obras de arte o postales. Hoy día, la mayoría de los sistemas ganzfeld son automatizados, o
semi-automatizados, con programas de computadora que controlan la selección aleatoria de los objetivos, un
estímulo objetivo compuesto de breves video-clips, que contienen sonido, movimiento, color y emoción,
estimulando y reproduciendo de una manera más vívida las situaciones de la vida real.

47
Una típica sesión de ganzfeld requiere de un receptor, la persona que trata de percibir el objetivo; un emisor
que observa y trata mentalmente de transmitir el objetivo al receptor; y el experimentador. El receptor se
coloca en un ambiente de semi-privación sensorial en donde se relaja en una silla reclinable o en una cama, en
una habitación aislada acústicamente. Tienen puesto un auricular a través del cual escuchan primero un
ejercicio de relajación grabado en un cassette, e inmediatamente después un ruido “blanco”, similar al ruido
suave de estática de una radio, que se usa para producir un campo auditivo homogéneo. Se colocan sobre los
ojos dos semi-esferas traslúcidas, diseñadas para reducir la entrada visual del ambiente físico alrededor y
producir un campo visual indiferenciado. Una luz roja alumbra la habitación del receptor para ayudar a facilitar
la imaginería mental. Se separa al emisor del receptor en una habitación aparte localizada a cierta distancia uno
del otro, y se le muestra al emisor varias veces un estímulo visual, normalmente un video-clip, que deberá
transmitir mentalmente al receptor. Mientras el emisor se concentra en el objetivo, el receptor da un reporte
verbal de las imágenes mentales que le aparecen, normalmente durante unos 30 minutos. Al terminar el
período de ganzfeld, se le presentan al receptor varios posibles objetivos (normalmente cuatro, pero se le
muestra un duplicado del objetivo al emisor junto a tres señuelos), y sin saber cual era el objetivo que el emisor
había visto, se le pide al receptor que estime un puntaje como para comparar cada posible objetivo con las
imágenes mentales visualizadas durante el período de ganzfeld. Si el receptor le asigna el puntaje más alto al
objetivo efectivamente transmitido, se considera un “acierto”. Generalmente, todos los puntajes bajos se
consideran errores. Si el experimento usa conjuntos de juicios de cuatro posibles estímulos objetivo, entonces
el acierto promedio esperado por mero azar es de .25, o sea el 25%. Después de que termine el proceso de
juicio y se recogen y guardan los datos, se le pide al emisor que se reúna con el receptor y se revela el objetivo.
Debemos notar aquí que no hubo antes ningún conocimiento acerca de la identidad del objetivo, ni para el
receptor o el emisor, ni para los colaboradores del experimentador. Se puede encontrar una descripción más
detallada del procedimiento ganzfeld en Bem y Honorton, 1994; Dalton, Morris, Delanoy, Radin, Taylor &
Wiseman, 1996; y Honorton et al., 1990.

Los resultados de los estudios manuales del ganzfeld fueron estimulantes, y en su gran mayoría, muy
exitosos. Uno de los laboratorios que llevaron a cabo la mayor parte de los principales experimentos de
ganzfeld fue el Psychophysical Research Laboratories (PRL) de Charles Honorton y sus colegas (1990). En el
trabajo inicial del PRL y otros laboratorios se emplearon imágenes estáticas como objetivos (fotografías,
postales). Esto derivó luego en el uso de objetivos dinámicos, o video-clips, que parecían ser lo más
cercanamente similar a las experiencias de la vida real, y de este modo, sean los mejores objetivos. El nivel de
éxito de los primeros estudios manuales de ganzfeld impulsó al psicólogo escéptico Ray Hyman a hacer un
meta-análisis y crítica de los 42 estudios manuales de ganzfeld conducidos en varios laboratorios (Hyman,
1985). Hyman se enfrentó a una respuesta crítica y un competente meta-análisis de Charles Honorton (1985),
lo que resultó luego en un comunicado conjunto de Honorton y Hyman (1986). Esto permitió que ambos
autores no solo llegaran a considerar de común acuerdo una serie de consejos generales para conducir una
futura investigación ganzfeld, sino que llegaran ambos a la misma conclusión: “hay un resultado significativo
total en la base de datos que no puede ser razonablemente explicada mediante el reporte selectivo de los
resultados o el análisis múltiple.” (Hyman & Honorton, 1986, p.351).

Entonces Honorton y sus colegas en el PRL iniciaron una nueva serie de experimentos ganzfeld con la
menor intervención humana, diseñados para evitar cualquiera de los problemas metodológicos encontrados
por Hyman. Las principales características fueron el uso de una computadora para controlar el protocolo del
experimentador y las imágenes grabadas en la cinta de video como estímulos objetivo. Se conoce este
procedimiento como ganzfeld automatizado (Berger y Honorton, 1986), y con esto consiguieron una serie de
exitosos resultados en el PRL (Honorton et al. 1990). El protocolo, la metodología, y el programa asociado con
el ganzfeld automatizado continúa siendo modernizado desde hace años, para que los aciertos psi no puedan
ser tan fácilmente explicados por problemas de diseño en los aparatos, metodología o fraude experimental
(p.e. Dalton et al., 1996; Morris et al., 1994).

Los estudios automatizados de ganzfeld conducidos por el PRL están entre algunas de las más
contundentes evidencias de la existencia de los fenómenos psi, y rara vez son citados con reconocimiento fuera
del campo parapsicológico como cuando se los incluyó en un libro de texto de introducción a la psicología
ampliamente usado (Atkinson, Atkinson, Smith & Bem, 1993), asi como la publicación del programa de
investigación ganzfeld del PRL en una prestigiosa publicación académica de psicología (Bem y Honorton, 1994).
El programa experimental de auto-ganzfeld incluyó tres estudios piloto y ocho estudios formales. Cinco de los
estudios formales emplearon participantes novatos (por primera vez) que actuaron como receptores en una
sola sesión cada uno, y en los otros tres estudios formales actuaron participantes experimentados. Un total de
100 hombres y 140 mujeres participaron como receptores en 354 sesiones durante el período de este

48
programa experimental y ocho experimentadores por separado condujeron las sesiones durante este tiempo.
El promedio total de aciertos de estudios ganzfeld combinados fue de aproximadamente un 34%. Esto es casi
idéntico al efecto de magnitud encontrado en un meta-análisis anterior de Honorton (1985) acerca del trabajo
manual de Ganzfeld de varios laboratorios, y es altamente significativo (p= .0009). La probabilidades en contra
para que este resultado sea debido al azar son de 20.000 a uno. Cuando se combinan estos resultados con los
primeros 28 estudios en donde se usó el “acierto directo” como método de análisis, las probabilidades contra
el azar resultaron realmente astronómicas: más de 10 trillones a uno (Broughton, 1991).

El programa en el Psychophysical Research Laboratories (PRL) continuó hasta 1989, cuando un recorte
de presupuesto precipitadamente forzó el cierre del laboratorio. Con más de 350 ensayos durante un período
de 10 años, se logró acumular la más grande colección de material ganzfeld proveniente de un solo laboratorio,
ofreciendo la más comprensible exploración y recolección de información social sobre este particular efecto en
parapsicología. El trabajo del PRL hizo del ganzfeld el método más confiable y repetible para educir psi en el
laboratorio, y las innovaciones de este laboratorio -el desarrollo de un sistema automatizado y la introducción
de video-clips como objetivos-estímulo- asi como también los principales descubrimientos que derivaron de
tales estudios, tuvieron un profundo efecto como para llevar a cabo este tipo de investigación en laboratorios
de todo el mundo.

Aunque los experimentos automatizados de ganzfeld conducidos en el PRL provocaron una gran
controversia alrededor de sus datos (Bem, 1994; Hyman, 1994; Wiseman, Smith, y Kornbrot, 1994), la
notoriedad de estos experimentos en principio derivaron de la conquista de un efecto psi consistente y
estadísticamente significativo excepcionalmente bien controlado lo mejor formulado posible como para tener
en consideración las críticas de los primeros estudios ganzfeld (Hyman y Honorton, 1986). Ya que no todos los
experimentos ganzfeld conducidos por todos los investigadores han tenido grandes éxitos (científicamente,
sería imprudente esperar esto), debería señalarse que el promedio de éxitos de la base de datos ganzfeld
mantiene un nivel significativo positivo muy próximo al que estableció el PRL por primera vez.

El perfeccionamiento del procedimiento Ganzfeld también se puede usar para conducir investigación
orientada hacia el proceso, como una manera de examinar aquellas variables que pueden influir o impactar a
psi en la situación de laboratorio, en lugar de la investigación orientada hacia la prueba, que busca
continuamente la evidencia de la existencia de psi. El éxito del trabajo automatizado de ganzfeld en el PRL
motivó a otros laboratorios a conducir investigación en varios aspectos del proceso psi usando esta técnica.
Puesto que la repetibilidad es una condición del método científico, será apropiado citar una breve muestra de
varios de estos estudios para ilustrar la efectividad de esta técnica para educir psi en el laboratorio.

Posiblemente, los estudios conducidos por Schlitz y Honorton (1992), son uno de los más conocidos
estudios ganzfeld que explora las características de los participantes empleando estudiantes de la escuela
Juilliard de Arte de Nueva York. Schlitz se interesó por examinar las características de la creatividad y su
impacto en la situación ganzfeld en vista de la gran cantidad de información anecdótica relacionada con la
creación intuitiva, y Schlitz visitó el PRL específicamente para hacer este estudio. Veinte estudiantes, entre ellos
diez de drama, ocho de música y dos grupos de baile, tomaron parte en un experimento telepático ganzfeld
automatizado usando video-clips como objetivo-estímulo. Antes de sus sesiones de ganzfeld, los veinte
estudiantes completaron el test Torrance de Pensamiento Creativo (1990) para comparar sus habilidades
creativas usando tales tests. Los resultados psi fueron altamente positivos, especialmente con los estudiantes
de arte quienes como grupo obtuvieron un promedio de éxitos significativos del 50% (p= .004), el doble del
promedio de aciertos de lo que sería esperable si solo hubiera operado el azar en el experimento. Los músicos
alcanzaron un promedio de éxitos del 75% (p= .004), seguidos por los estudiantes de drama que obtuvieron un
40% de aciertos (p= .22). Ninguno de los dos grupos de baile identificaron correctamente sus objetivos.

Después de este estudio, se ejecutó otro experimento exitoso de Cunningham en la Universidad de


Edinburgo en Escocia (Morris, Cunningham, McAlpine & Taylor, 1993) con 16 parejas de músicos en un estudio
ganzfeld semi-automatizado usando tambien video-clips como objetivos. Los participantes fueron agrupados
en pares. Cada par participaba dos veces y cada sujeto actuaba una vez como emisor y otro como receptor. Los
participantes completaban un auto-reporte de su nivel de percepción creativa antes de la sesión de ganzfeld.
Todos los resultados psi fueron positivamente significativos, produciendo un promedio de aciertos del 41%
(p< .05) con individuos altamente creativos que obtuvieron un puntaje mucho mejor que los otros (p< .025). Es
interesante notar aqui que la primera sesión de cada par emisor/receptor era mucho mejor que la segunda
(p< .05). Esto indica que cierto monto de ego, o de presión, se manifiesta en la segunda persona del par que

49
cuando lo hizo la primera, lo cual es una condición que sabemos que no facilita la actitud pasiva que parece ser
más exitosa para la situación ganzfeld.

El nivel de éxito de estos dos estudios motivaron a otros a conducir investigación ganzfeld para
examinar también las características específicas de los participantes. Broughton y Alexander (1995) del Rhine
Research Center (RRC) usaron un sistema automatizado de ganzfeld para examinar parejas cercanas
emocionalmente. En una serie de 100 juegos, estos investigadores publicaron un promedio total de éxitos del
33% (p< .04), con un 46% de aciertos (p< .005) para las parejas que se habían identificado a si mismas como
cercanas emocionalmente. Bierman (1995) en la Universidad de Amsterdam-Utrecht en Holanda publicó solo
cuatro series de experimentos ganzfeld absolutamente automatizados diseñados para determinar el impacto
emocional de los objetivos-estímulo, con un total de 124 sesiones y 46 aciertos, en un promedio de aciertos del
37% (p< .002). Sus aciertos para los cuatro experimentos individuales fueron de 34%, 38%, 40%, y 36%, lo que
demuestra que los resultados fueron consistentes en los cuatro experimentos.

Morris, Dalton, Delanoy y Watt (1995) en la Universidad de Edinburgo en Escocia, publicaron un


estudio exitoso de un experimento automatizado de ganzfeld explorando el rol y el impacto del emisor. El
estudio de la población estaba compuesto por participantes que se consideraban a si mismos personas
creativas. Los resultados totales mostraron 32 aciertos en 97 ensayos, un promedio de aciertos del 33%
(p< .04). Los investigadores condujeron aproximadamente un igual número de sesiones bajo cada una de las
tres condiciones. En una condición había un conocido emisor, y en la otras dos condiciones se determinarían al
azar en una computadora, si habría o no un emisor (y desconocido para el receptor). Solamente se usó al staff
del laboratorio para actuar como emisores en este estudio pero el análisis de estas tres condiciones de emisión
no mostraron ninguna diferencia entre la presencia o la ausencia de un emisor. Un interesante hallazgo post
hoc de este estudio fue que, como grupo, los artistas visuales produjeron el más alto promedio de aciertos, un
39% (p< .02), por encima de los músicos, quienes alcanzaron un 26% de aciertos como grupo. Sin embargo, las
definiciones de quienes calificaban, como artistas o como músicos, estaban muy pobremente definidos en este
estudio en particular.

En un experimento exitoso con los artistas de la escuela Juilliard de Schlitz y Honorton (1992), y
usando una población creativa mejor definida que en el estudio anterior en Edinburgo, Dalton (1997) condujo
una serie de cuatro estudios ganzfeld automatizados en la Universidad de Edinburgo con cuatro poblaciones
diferentes de personas creativas. Como en el caso de los estudios en la escuela Juilliard, el grupo de músicos
obtuvo el promedio más grande de aciertos con 18 aciertos en 32 ensayos, con un promedio de éxito del 53%
(p< .0001). El grupo de artistas también obtuvo un promedio de aciertos interesante, con 16 aciertos en sus 32
ensayos en un promedio de aciertos del 50% (p< .002), mientras que tanto el grupo de escritores como el
grupo de actores, obtuvieron 13 aciertos en 32 ensayos cada uno, un promedio de aciertos del 33% (p< .04).
Cuando estos cuatro estudios son combinados, el resultado es de 60 aciertos en 128 ensayos que es un acierto
igual a 47%, p= 7x10-8. Mientras que ni los músicos ni los resultados totales del estudio se comparan con lo
producido en el estudio de la escuela Juilliard, estos resultados constituyen una réplica exitosa tanto de los
estudios de Schlitz como los de Cunningham, así como también los efectos antes observados en relación a una
buena manifestación psi con las poblaciones de personas creativas.

El más reciente estudio de ganzfeld publicado (Symmons y Morris, 1997) fue conducido por otro
investigador en la Universidad de Edinburgo usando el sistema automatizado y explorando el uso de los sonidos
de un tambor como estímulo auditivo para los participantes. No se emplearon emisores en este estudio,
aunque se usaron video-clips como estímulos-objetivos. Los participantes escucharon el toque del tambor en
sus audífonos en lugar del ruido blanco convencional a lo largo de toda la sesión de ganzfeld. Hubo 21 aciertos
producidos en las 51 sesiones de este estudio que representa un acierto promedio del 41% (p< .008).

Aun cuando los parapsicólogos afirman que la estricta repetibilidad es poco común en la mayoría de
las ramas de la ciencia y que no se debería particularizar a la parapsicología como un caso único en este
sentido, los críticos han aclarado que para que este campo sea verdaderamente fundamentado, la
parapsicología debe tener un experimento repetible. Así que, ¿se encontraría en el ganzfeld el criterio de
experimento repetible en parapsicología? Para responder esta pregunta observemos los resultados del trabajo
original de ganzfeld en el PRL y comparemos aquellos con las cinco grandes bases de datos de la replicaciones
antes discutidas. Estos resultados están resumidos en la Tabla 1. Las mediciones de efectos de magnitud de las
desviaciones Standard de los resultados están por encima del azar, usando la desviación Standard para una
sesión simple. Los efectos de magnitud están basados en la h de Cohen.

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TABLA 1
REPETICIONES GANZFELD Y EFECTOS DE MAGNITUD

Laboratorio Sesiones Aciertos Efecto de


Promedio Magnitud

PRL, Princeton, NJ 354 34% .196


RRC, Durham, NC 100 33% .177
U. de Amsterdam, Holanda 124 37% .261
Morris et al. 97 33% .177
Dalton 128 47% .461
Symmons 51 41% .352

Los resultados presentados en la Tabla 1 indican que, en comparación con los resultados originales producidos
en el PRL, el procedimiento ganzfeld ha sido replicado conceptualmente por varios laboratorios, por diversos
experimentadores y en diferentes culturas. Este es un efecto consistente que, si no estuviera en el campo
parapsicológico, no sería tan cuestionado por la ciencia por se un fenómeno real. La notable consistencia de los
resultados en los laboratorios refuta la idea de que los experimentos exitosos en cualquier laboratorio sean el
resultado de un fraude, de protocolos mal diseñados o de algún otro problema metodológico, y sirve para
indicar lo que se puede esperar en futuros experimentos.

Considerando la continua contribución a la base de datos original de los experimentos en el PRL, lo


que tal vez resulte más interesante acerca del conjunto de réplicas experimentales ya discutidas, fue la
detección de un intrigante efecto que fue descubierto primero en la base de datos del PRL y luego encontrado
en muchos otros. Este efecto tiene que ver con el buen promedio de aciertos que existe para los grupos de
emisores y de receptores en las parejas relacionadas biológicamente. Lo primero que el grupo de
investigadores del Rhine Research Center detectó en la base de datos del PRL, fue encontrar que el sub-grupo
de participantes que se encontraron con el criterio de ser parejas con un emisor relacionado biológicamente
produjo un promedio de aciertos del 60%. Al chequear su propia base de datos ganzfeld, los investigadores en
el RRC descubrieron un promedio de aciertos similar para sus parejas relacionadas biológicamente que produjo
un promedio de aciertos del 62%. Se determinó que las parejas relacionadas biológicamente en la base de
datos de Edinburgo, se trataban de los estudios de creatividad conducidos por Dalton (1997) porque éste era el
único estudio ganzfeld que empleaba emisores que no eran miembros del staff. El promedio de aciertos para el
sub-grupo de parejas relacionadas biológicamente para este estudio era del 66%. Si este resultado, que fue
detectado en tres bases de datos por separado, es consistente, podría representar otro de los efectos
“repetibles” de la parapsicología.

Desde la publicación del primer experimento de psi en ganzfeld en 1974, han habido mas de 108
estudios de ganzfeld con un total de 2549 sesiones publicadas en -al menos- cuarenta revistas efectuados por
investigadores de todo el mundo. ¿Todos ellos han demostrado psi? Ciertamente no, y difícilmente algún
experimento que se relacione con la psicología humana sea siempre exitoso. No obstante, la técnica ganzfeld
ha sido una replicación independiente suficientemente exitosa que debe ser vista como una de las mejores
técnicas que examinan psi bajo condiciones controladas. Desde el punto de vista de las declaraciones de Sagan
(1996), que señala a la técnica Ganzfeld como una de las tres áreas de la parapsicología que merecen estudio
serio, quienes han examinado esta base de datos, consideran al ganzfeld, en su conjunto, la mejor evidencia de
un efecto psi repetible (Utts, 1991).

Aunque es cierto que la parapsicología no ha respondido todas las preguntas, como se demuestra por
la falta de una teoría global que explique la naturaleza de la percepción extrasensorial y la psicokinesis, este
problema no difiere de otros en la ciencia normal. Es una característica del progreso científico hacer
observaciones primero, y luego intentar explicarlas. Antes que la mecánica cuántica fuera desarrollada, hubo
una gran cantidad de anomalías observadas en física que no podían ser explicadas.

Aunque hay muchas observaciones en física, y en ciencias sociales y médicas que pueden ser
observadas, tanto estadística como determinísticamente, sin embargo, ninguna de éstas pueden aún ser
explicadas. Tomemos, por ejemplo, el impacto de los campos electromagnéticos sobre la salud. Un artículo en
revista Science (Vol. 269, 18 de Agosto de 1995, p. 911) dice que: “Después de permanecer cerca de una
década revisando la literatura sobre campos electromagnéticos, un equipo del National Council on Radiation
Protection y Measurements (NCRP) ha elaborado un informe que concluye diciendo que algunos efectos

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nocivos sobre la salud vinculados a los campos electromagnéticos, como el cáncer y las deficiencias
inmunológicas, parecen reales, y están garantizando los pasos a seguir para reducir la exposición a los campos
electromagnéticos... los biólogos fracasaron en un intento por desarrollar un mecanismo de acción.” En otras
palabras, se ha encontrado un efecto estadístico en forma convincente, y es ahora responsabilidad de la ciencia
tratar de explicar su mecanismo, lo mismo ocurre en parapsicología.

En esta etapa de su desarrollo, de la manera en que se trabaja en ganzfeld automatizado, creo que la
parapsicología ha demostrado en forma convincente que existe un efecto, y que la investigación futura debería
dirigirse en tratar de hallar una explicación. A este respecto, la parapsicología está al mismo nivel que otros
interrogantes científicos tales como las diferencias trans-culturales de la memoria observadas por los
psicólogos, o el impacto de los campos electromagnéticos sobre la salud. Hay muchas capacidades humanas
que no han sido aún del todo comprendidas por la ciencia, como por ejemplo que causa que la gente se
enamore. Pero no se puede negar la existencia de estos fenómenos solo porque no los comprendemos. En
cualquier área que involucre la variabilidad natural inherente en los seres humanos, la ciencia progresa primero
observando la diferencia estadística y luego intentando explicarla.

Tratar de investigar científica y metodológicamente un potencial humano desconocido a menudo ha


encontrado resistencia y critica vehemente. En este punto, la parapsicología ha sido una fuente de controversia
a lo largo de toda su historia. Existen fuertes creencias que tienden a resistirse de cambiar de actitud aún si los
datos estuvieran frente a su cara, y mucha gente, científicos incluidos, parece que hubieran cauterizado sus
mentes sin examinar ningún dato empírico en absoluto. Y mientras que algunos críticos de la parapsicología se
han encariñado con lo que ha sido “más de un siglo de investigación parapsicológica”, en realidad, el psicólogo
Sybo Schouten (1993, p. 316) ha notado que todos los recursos humanos y financieros dedicados a la
parapsicología desde 1882, son cuanto mucho, equivalentes a los gastos dedicados a mucho menos de dos
meses de investigación en la psicología convencional en los Estados Unidos.

Pese a esto, una profesora en estadística de la Universidad de Davis, la Dra. Jessica Utts, después de
dos décadas de financiamiento gubernamental sobre el funcionamiento de psi, determinó que: “Usando los
mismos procedimientos convencionales aplicados a cualquier otra área de la ciencia, se concluyó que el
funcionamiento psíquico ha sido bien establecido.” Incluso, Utts recomendó que “futuros experimentos
focalicen la comprensión de como funciona este fenómeno, y como hacerlo lo más útil posible. Hay muy poco
beneficio en tratar de continuar estos experimentos diseñados solo para que ofrezcan pruebas.” (Utts, 1996).
De manera sorprendente, el otro revisor de este mismo material, el escéptico Ray Hyman, estuvo de acuerdo
con las declaraciones de Utts: “Las desviaciones estadísticas parecen ser demasiado grandes y consistentes
como para atribuirlas a algún tipo de casualidades favorables... Prefiero coincidir con la Profesora Utts de que
están ocurriendo efectos reales en estos experimentos.” (Hyman, 1996).

Yo naturalmente estoy de acuerdo con la Profesora Utts. Dado que en el campo de la parapsicología
recién ahora se ha conocido el criterio de un experimento exitoso repetible, es hora de reorientar nuestros
objetivos y re-enfocar nuestras metas. La comprensión de la naturaleza de psi, como opera, y cuales son sus
cualidades y características, debería ahora convertirse en la principal esfuerzo de la investigación
parapsicológica. Los objetivos experimentales deben moverse hacia la comprensión de las presuntas
capacidades de la mente humana y sus aplicaciones en lugar de continuar buscando más evidencia para probar
su existencia.

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FIN DE LA UNIDAD 3

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