Luz del

Diócesis de Machala

Doming ME
CUID

YO

O
+ Ángel Sánchez

Semanario Litúrgico • Director: P. Luis Ricchiardi, sdb. • N.º 3053 • Tiraje: 350 000 31 de octubre de 2021
Edita: Centro Salesiano de Publicaciones Pastorales José Ruaro
Telf.: 02-250-6248 opción 3 o ext. 30151 / 22201 / 22202 / 02-250-6251 Cel.: 098 351 6617
XXXI TIEMPO ORDINARIO
correo-e: luzdeldomingo@salesianos.org.ec Ciclo B
Impresión: Editorial Don Bosco-Centro Gráfico Salesiano. Cuenca

Recuperar la fe en el amor
Si el amor de Dios ha echado raíces pro-
fundas en una persona, esta es capaz de amar
también a quien no lo merece como, precisa-
mente, hace Dios respecto de nosotros. El pa-
dre y la madre no aman a sus hijos solo cuando
lo merecen: los aman siempre, aunque, natu-
ralmente, los corrijan y les hagan notar en qué
momento se equivocan.
De Dios aprendemos a querer siempre y
solo el bien; jamás el mal. Aprendemos a mi-
rar al otro no solo con nuestros ojos, sino con
la mirada de Dios, que es la mirada de Jesu-
cristo. Una mirada que parte del corazón y que
no se queda en la superficie; va más allá de las
apariencias y logra percibir las esperanzas más
Ilustración: CSPP

profundas del otro: esperanzas de ser escucha-

do, de una atención gratuita; en una palabra:
de amor. Pero se da también el recorrido inver-
«Amarás al Señor, tu Dios. so: abriéndome al otro tal como es, saliéndole
Amarás a tu prójimo». al encuentro, haciéndome disponible, me abro
también a conocer a Dios, a sentir que existe y
El Evangelio nos propone la enseñanza de
es bueno. Por esta razón, amor a Dios y amor
Jesús sobre el mandamiento más importante:
al prójimo son inseparables y se encuentran en
el mandamiento del amor que, por cierto, tie-
relación recíproca.
ne una doble relación: amar a Dios y amar al
prójimo. En efecto, el mandamiento del amor Jesús no inventó ni el uno ni el otro, sino que
lo puede poner en práctica plenamente quien reveló que, en el fondo, es un único manda-
vive en una profunda relación con Dios, preci- miento y lo hizo no solo con la palabra, sino so-
samente como el niño se hace capaz de amar bre todo con su testimonio: la persona misma de
a partir de una buena relación con la madre y Jesús y todo su misterio encarnan la unidad del
el padre. amor a Dios y al prójimo, como los dos brazos
de la cruz, vertical y horizontal. En la Eucaristía,
El mandato del amor es más que un man-
Dios nos dona este doble amor, donándose él
dato, es un don, una realidad que Dios nos
mismo, a fin de que, alimentados de este pan,
participa, nos hace conocer y experimentar de
nos amemos los unos a los otros como él nos
forma que, como una semilla, pueda germinar,
amó.
dentro de nosotros y desarrollarse en nuestra
P. Fausto Tenesaca Matute
vida. Párroco de La Merced, Huaquillas
 31 de octubre de 2021
º Ritos iniciales
Guía: En este domingo, el Señor nos in-
vita a recordar que el amor es la norma
suprema de nuestra vida. Iniciemos esta
Eucaristía con el compromiso de vivir en
plenitud lo que el Señor nos va a transmi-
tir, entonando el canto de entrada.
1. RITO DE ENTRADA
Presidente: El Señor, que dirige nuestros
corazones para que amemos a Dios, esté
con todos ustedes.
Asamblea: Y con tu espíritu.
2. RITO PENITENCIAL
Presidente: Humildes y penitentes, como
el publicano en el templo, acerquémonos
al Dios justo, y pidámosle que tenga pie-
dad de nosotros que también nos recono-
cemos pecadores.
(Un momento de silencio). Yo confieso...
Presidente: Dios todopoderoso, tenga mi-
sericordia de nosotros, perdone nuestros
pecados y nos lleve a la vida eterna.
Asamblea: Amén.
3. GLORIA
4. ORACIÓN COLECTA
Presidente: Dios omnipotente y miseri-
cordioso, cuyo favor hace digno y merito-
rio a ti el servicio de tus fieles, concédenos
avanzar sin tropiezos hacia los bienes que
nos prometes. Por nuestro Señor Jesu-
cristo, tu Hijo, que vive y reina contigo, en
la unidad del Espíritu Santo y es Dios por
los siglos de los siglos.
Asamblea: Amén.
Liturgia de la Palabra
Guía: El Señor nos invita a amar a Dios con
todo el corazón, con toda el alma, con toda la
mente y con todas las fuerzas. Escuchemos.
5. PRIMERA LECTURA Deut 6, 2-6
Lector: Lectura del Deuteronomio.
En aquellos días, habló Moisés al pue-
blo y le dijo: «Teme al Señor, tu Dios, y
guarda todos sus preceptos y mandatos
que yo te transmito hoy, a ti, a tus hijos y
a los hijos de tus hijos. Cúmplelos siem-
pre y así prolongarás tu vida.
Escucha, pues, Israel: guárdalos y
ponlos en práctica, para que seas feliz y
te multipliques. Así serás feliz, como ha
dicho el Señor, el Dios de tus padres, y te
multiplicarás en una tierra que mana
leche y miel.
Escucha, Israel: El Señor, nuestro
Dios, es el único Señor; amarás al Señor,
tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu
alma, con todas tus fuerzas. Graba en tu
corazón los mandamientos que hoy te he
transmitido».
Palabra de Dios.
Asamblea: Te alabamos, Señor.
6. SALMO DE RESPUESTA Salmo 17
Salmista: Yo te amo, Señor, tú eres mi fuerza.
Asamblea: Yo te amo, Señor, tú eres mi
fuerza.
Yo te amo, Señor, tú eres mi fuerza,
el Dios que me protege y me libera. R.
Tú eres mi refugio,
mi salvación, mi escudo, mi castillo.
Cuando invoqué al Señor de mi esperanza,
al punto me libró de mi enemigo. R.
Bendito seas, Señor, que me proteges;
que tú, mi salvador, seas bendecido.
Tú concediste al rey grandes victorias
y mostraste tu amor a tu elegido. R..
7. SEGUNDA LECTURA Heb 7, 23-28
Lector: Lectura de la carta a los hebreos.
Hermanos: Durante la antigua alianza
hubo muchos sacerdotes, porque la muer-
te les impedía permanecer en su oficio.
En cambio, Jesús tiene un sacerdocio
 XXXI
XXXIdelTiempo
TiempoOrdinario
Ordinario- -Ciclo
CicloBB
eterno, porque él permanece para siempre.
De ahí que sea capaz de salvar, para siem-
pre, a los que, por su medio, se acercan a
Dios, ya que vive eternamente para inter-
ceder por nosotros.
Ciertamente que un sumo sacerdote
como este era el que nos convenía: santo,
inocente, inmaculado, separado de los
pecadores y elevado por encima de los
cielos; que no necesita, como los demás
sacerdotes, ofrecer diariamente víctimas,
primero por sus pecados y después por los
del pueblo, porque esto lo hizo de una vez
para siempre, ofreciéndose a sí mismo.
Porque los sacerdotes constituidos por la
Ley eran hombres llenos de fragilidades;
pero el sacerdote, constituido por las pala-
bras del juramento posterior a la Ley, es el
Hijo eternamente perfecto.
Palabra de Dios.
Asamblea: Te alabamos, Señor.
8. ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO
Asamblea: Aleluya, aleluya.
El que me ama cumplirá mi palabra y mi
Padre lo amará y haremos en él nuestra
morada, dice el Señor.
Asamblea: Aleluya, aleluya.
9. EVANGELIO Mc 12, 28-34
† Lectura del santo Evangelio según san
Marcos.
Asamblea: Gloria a ti, Señor.
En aquel tiempo, uno de los escribas se
acercó a Jesús y le preguntó: «¿Cuál es el
primero de todos los mandamientos?»
Jesús le respondió: «El primero es:
Escucha, Israel: El Señor, nuestro Dios, es
el único Señor; amarás al Señor, tu Dios,
con todo tu corazón, con toda tu alma, con
toda tu mente, y con todas tus fuerzas. El
segundo es este: Amarás a tu prójimo
como a ti mismo. No hay ningún manda-
miento mayor que estos».
El escriba replicó: «Muy bien, Maestro.
Tienes razón cuando dices que el Señor
es único y que no hay otro fuera de él, y
que amarlo con todo el corazón, con toda
el alma, con todas las fuerzas, y amar al
prójimo como a uno mismo vale más que
todos los holocaustos y sacrificios».
Jesús, viendo que había hablado muy
sensatamente, le dijo: «No estás lejos del
Reino de Dios». Y ya nadie se atrevió a
hacerle más preguntas. Palabra del Señor.
Asamblea: Gloria a ti, Señor Jesús.
10. PROFESIÓN DE FE
Creo en Dios, Padre todopoderoso,/ Creador
del cielo y de la tierra./ Creo en Jesucristo,
su único Hijo, nuestro Señor,/ que fue conce-
bido por obra y gracia del Espíritu Santo,/
nació de Santa María Virgen./ Padeció bajo
el poder de Poncio Pilato,/ fue crucificado,
muerto y sepultado./ Descendió a los infier-
nos./ Al tercer día resucitó de entre los muer-
tos./ Subió a los cielos/ y está sentado a la
derecha de Dios, Padre todopoderoso./
Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y
muertos./ Creo en el Espíritu Santo,/ la santa
Iglesia católica,/ la comunión de los santos,/
el perdón de los pecados,/ la resurrección de
la carne y la vida eterna.
Asamblea: Amén.
11. ORACIÓN UNIVERSAL
Presidente: Pidamos con confianza al
Padre, que nos ayude a organizar nues-
tras familias según su proyecto, diciendo:
Padre bueno, llénanos de tu amor.
Asamblea: Padre bueno, llénanos de tu amor.
1 Por la Iglesia, comunidad de bautiza-
dos, para que viviendo el estilo de vida
propuesto por Jesús, hagamos visible y
creíble el amor que el Padre nos rega-
la. Roguemos al Señor.
2 Por los esposos cristianos, para que
amándose, respetándose y perdonán-
dose, sean testigos del amor de Dios.
Roguemos al Señor.
3 Para que el recuerdo de nuestros her- Tratemos a cada persona como quisiéra-
manos difuntos, que hacemos en estos mos que nos traten a nosotros mismos.
días, nos ayude a mejorar nuestra viven-
cia familiar. Roguemos al Señor.
Presidente: Escucha, Padre, nuestras sú-
Evangelio y Vida
plicas que confiadamente ponemos en tus
manos, acógelas con tu amor, por Jesu- «Amarás al Señor tu Dios,
cristo, nuestro Señor. con todo tu corazón...»
Asamblea: Amén. Los mandamientos del Señor desbordan
sabiduría; él nos los ha dado como el ca-
mino para ser felices en esta vida y en la
Liturgia de la Eucaristía eternidad: «guárdalos y ponlos en práctica,
para que seas feliz y te multipliques. Así se-
12. ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS rás feliz, como ha dicho el Señor, el Dios de
Haz, Señor, que este sacrificio sea para tus padres».
ti una ofrenda pura y, para nosotros, • Sabemos que Jesús no vino a abolir la
una efusión santa de tu misericordia. Ley ni los profetas, sino a darles cumpli-
Por Jesucristo, nuestro Señor.
miento perfecto.
Asamblea: Amén.
• Por eso, cuando uno de los escribas se
acercó a Jesús para preguntarle acer-
13. ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Te rogamos, Señor, que aumente en ca de cuál es el primero de los manda-
nosotros la acción de tu poder, y que, mientos, le contestó exactamente con el
alimentados con estos sacramentos primer mandamiento de la Ley que Dios
celestiales, nos preparemos, por tu dio a su pueblo por medio de Moisés. Y
gracia, a recibir tus promesas. Por Je- añadió que el segundo es: «Amarás a tu
sucristo, nuestro Señor. prójimo como a ti mismo», y que no hay
Asamblea: Amén. mandamiento mayor que estos.
• Nadie puede dar lo que no tiene. Para
que nuestro amor por Dios y por el pró-
Despedida jimo aumente, tenemos que sacarlo de
Dios mismo, él es la fuente del amor.
Guía: La tarea para esta semana es re- Por eso necesitamos conocerlo más,
visar cómo está nuestro amor a Dios y orar y recibir los sacramentos,
a nuestro prójimo (esposo, esposa, hijos, en especial Eucaristía y Reconciliación.
hermanos, amigos, compañeros). Tomado de Misal de la Obra Nacional de la Buena Prensa - México D. F.

Tiempo Litúrgico: XXXI del Tiempo Ordinario Liturgia de las Horas: III Semana
SANTORAL LECTURA DIARIA PALABRA DE FE
L 1 TODOS LOS SANTOS Ap 7, 2-4.9-14/ Sal 23/ 1 Jn 3, 1-3/ Mt 5, 1-12. Esta es la clase de hombres que te buscan, Señor.
M 2 TODOS LOS FIELES DIFUNTOS Sab 3, 1-9/ Sal 26/ 1Jn 3, 14-16/ Mt 25, 31-46. Espero ver la bondad del Señor.
M 3 SAN MARTÍN DE PORRES Rom 13, 8-10/ Sal 111/ Lc 14, 25-33. Dichosos los que temen al Señor.
J 4 SAN CARLOS BORROMEO, OBISPO. Rom 14, 7-12/ Sal 26/ Lc 15, 1-10. El Señor es mi luz y mi salvación.
V 5 SANTOS ZACARÍAS E ISABEL Rom 15, 14-21/ Sal 97/ Lc 16, 1-8. Que todos los pueblos aclamen al Señor.
S 6 SAN LEONARDO Rom 16, 3-9.16.22-27/ Sal 144/ Lc 16, 9-15. Dichosos los que aman al Señor.
D 7 XXXII TIEMPO ORDINARIO 1 Re 17,1 0-16/ Sal 145/ Heb 9, 24-28/ Mc 12, 38-44. El Señor siempre es fiel a su palabra.
 C UI D
ME
Grupo

YO

O
Editorial
Don Bosco

2 de noviembre
Fieles Difuntos
Oración por los difuntos

No llores si me amas.
Si conocieras el don de Dios y lo que es el cielo.
Si pudieras oír el cántico de los ángeles y verme en medio de ellos.
Si pudieras ver desarrollarse ante tus ojos: los horizontes, los campos
y los nuevos senderos que atravieso.
Si por un instante pudieras contemplar como yo,
la belleza ante la cual las bellezas palidecen.

Cómo... ¿Tú me has visto, me has amado en el país de las sombras

y no te resignas a verme y amarme en el país de las inmutables realidades?

Créeme. Cuando la muerte venga a romper las ligaduras

como ha roto las que a mí me encadenaban,
cuando llegue un día que Dios ha fijado y conoce,
y tu alma venga a este cielo en que te ha precedido la mía,
ese día volverás a verme,
sentirás que te sigo amando,
que te amé, y encontrarás mi corazón
con todas sus ternuras purificadas.

Volverás a verme en transfiguración, en éxtasis, ¡feliz!

Ya no esperando la muerte, sino avanzando contigo,
que te llevaré de la mano por senderos nuevos de luz y de vida.
Enjuga tu llanto y no llores si me amas.

San Agustín

www.edibosco.com