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LEGENDS OF UNDER

CAP 1. ASRIEL Y CHARA


Osvaldo Ramón Rodríguez Alemán
Hace mucho tiempo dos razas que se llevaban bien se enfrentaron entre sí:
Humanos y Monstruos.

Los humanos descubrieron que los monstruos podían tomar sus almas y
decidieron atacar, los monstruos no preparados para lo que se avecinaba
fueron derrotados, ninguna alma fue tomada y muchos monstruos se
volvieron polvo.

Para acabar con la lucha los humanos sellaron a los monstruos bajo tierra
con sus mejores magos.

Ya ha pasado mucho tiempo de esto, es el año 201X, muchas leyendas


circulan sobre el monte Ebott, se dice que aquel que lo escala nunca vuelve
a saberse de él, pero Chara no hizo caso escalo la montaña a su suerte,
odiaba su vida y a la humanidad, había sufrido mucho y quería ponerle fin a
todo este dolor, una vez allí, la niña salto al vació…

* * *
— ¿Estas bien, estas herida?

Chara escuchaba una dulce e infantil voz a lo lejos, abrió sus ojos y se
encontró con lo que parecía un pequeño niño cabra.

— ¿Dónde estoy? — Preguntó Chara — ¿Estoy muerta?

— No digas eso — Dijo el extraño niño monstruo — Esto es el


Subsuelo, este es mi hogar. Mi nombre es Asriel, ¿y el tuyo?

— Mi nombre… Soy Chara — contesto la niña a Asriel —.

Chara intento pararse para ver si todo era un sueño, no se creía nada
de lo que estaba ocurriendo, movió uno de sus pies y de repente sintió
una punzada de dolor y lanzo un fuerte gemido. Asriel sorprendido vio
como Chara estaba herida y decidió ayudarla, la llevo ante sus padres:
la reina Toriel y el rey Asgore.
Toriel y Asgore se sorprendieron al ver a Asriel cargar a una humana
hasta su castillo, dado que casi no se veía humanos por allí,
decidieron acogerla en su casa hasta que se recuperara por completo.
El tiempo fue pasando y el rey Asgore junto con su esposa Toriel
trataron a Chara como su propia hija, la criaron y le inculcaron la
historia del subsuelo, ya que Toriel le dijo a Chara que siempre quiso
ser profesora, así que la niña fue su primera alumna.

— Chara si… quieres puedes decirme… mamá — le dijo tímidamente


Toriel un día — Y si quieres puedes llamar… papá… a Asgore.

— Está bien mamá — dijo Chara —.

Esas palabras hicieron sentir una gran felicidad a Toriel, a Asgore


también le paso lo mismo cuando escucho que Chara le decía papá.

El tiempo fue pasando y Asriel comenzó a notar a Chara un poco


distraída de lo normal, Toriel y Asgore también lo notaron, hablaron
con Chara y esta nunca les decía sus problemas o temores.

Un día Chara encontró una pequeña caja de música, la melodía era


tan bella y el sonido se repetía una y otra vez. Chara la encontró en el
vertedero.

Caminando de vuelta a su casa, encontró una extraña estatua y pensó


que si la dejaba ahí alguien podría ser feliz con su caja de música,
encontró un pequeño agujero y lo deposito ahí. Le dio vuelta a la
manivela y la melodía se extendió por el vertedero y por Waterfall, era
como si cualquier criatura pudiera escucharla, era como si esos puntos
brillantes que simulaban ser estrellas en las paredes tintinearan y se
movieran como si tuviesen vida propia.

El aire estaba lleno de felicidad y de una hermosa melodía, hasta que


Chara escucho una conversación:

— ¿Esa es la única solución, Gaster? — Decía una voz nerviosa, que


le parecía conocida a Chara —.
— Me temo que si — contestaba una voz ronca que Chara nunca
había escuchado — Ya le dije, necesitamos poder de ALMA, con eso
al fin seremos libres.

— Pero no puedo hacerle eso a ella.

— Tarde o temprano necesitáremos esa ALMA humana.

Cuando Chara escucho ALMA humana supo que se referían a ella ya


que los libros de historia del subsuelo decían que para abrir la barrera
se necesitaba siete almas y ella sería la primera. La niña no siguió
escuchando la conversación, escapó hacia su casa temiendo por su
vida y no confiaría en nadie ahora.

* * *
Un día, Chara le dijo algo a Asriel que lo asusto un poco.

— Sabes algo Asriel, si algo me llegara a pasar… yo

— Nada te va a pasar Chara — la interrumpió Asriel — Tu estarás


bien y nada te sucederá.

— Pero yo solo te decía que si algo me llegara a suceder, me gustaría


ver el atardecer y las flores doradas de mi pueblo una última vez —
dijo Chara —.

— Esta bien — le dijo Asriel, un poco confundido — Pero aquí lo


tienes todo: una familia, tenemos un jardín de flores doradas, no hay
atardeceres pero eso no importa, ¿verdad?

Un silencio sepulcral estaba en el ambiente, hasta que Chara dijo:

— Sí, claro — y no siguieron conversando más —.


* * *
Cierto día Chara salió a cortar flores doradas, estaba feliz y tranquila
hasta que esa voz ronca se hizo sonar:

— Chara, date la vuelta, soy el científico real, Gaster — Chara nunca


había oído hablar del pero no le importó — Soy amigo de tu padre.

— Se a qué has venido, eras tú el que estaba en Waterfall


conversando con mi papá — le dijo Chara —.

— ¿Cómo sabes eso? — pregunto desconcertado Gaster —.

— Vienes por mi alma, ¿cierto?

— SI, gracias a ti ya sabes con anticipación lo que ocurrirá, bueno


vayamos al grano.

Chara no podía hacer nada, no estaba preparada y supo que era su


final.

— No te matare, hare que parezca que lo hiciste tú, toma come esto
— le dijo Gaster con un puñado de flores venenosas en su mano — Y
si no lo haces, tendré que hacerlo por las malas y sé que no querrás.

Chara se las comió sin siquiera pensar un momento, sintió un ardor


pasar por su garganta.

— Ha llegado la hora, tu alma será mía — Gaster mostró una sonrisa


de felicidad — Solo debo esperar a que mueras, falta poco.

Gaster estaba a punto de arrancarle el Alma a Chara pero unos gritos


lo impidieron…

— ¡Chara! ¡¿Dónde estás?! — era la voz de Asriel en busca de Chara


—.

— Es el maldito hijo de Asgore, no puedo matarte en frente de él, no


soy tan cruel — De repente Gaster desapareció —.
Cuando Asriel llego Chara ya había muerto. Asriel la sujetó con
lágrimas en los ojos, vio las flores y supuso que Chara se había
suicidado.

— ¿Por qué lo hiciste Chara? ¿Acaso no tenías a tu familia, a todos


los que te amábamos? — Asriel gemía y lloraba cada vez más fuerte
—.

En ese momento Asriel recordó el último deseo de Chara: << Me


gustaría ver el atardecer y las flores doradas de mi pueblo una última
vez >>.

Entonces Asriel absorbió el alma de Chara, sentía como sus almas


estaban juntas y se sentía más fuerte, cargo el cuerpo de Chara y aun
con lágrimas de tristeza en los ojos salió por la barrera.

— Chara, ¿Por qué lo hiciste? — preguntaba Asriel al Alma de la que


antes era su hermana —.

— No sufras, si lo hice fue por algo — Chara se quedó callada —.

— ¿Dime cual fue la razón de eso? — Pregunto Asriel triste y


desesperado pero Chara no contesto, Asriel decidió dejarlo así —.

El hijo del rey contemplaba que tan bello era el mundo de la superficie,
cargó a Chara hasta el ocaso. << Con que esto es una puesta de sol
>> se decía para sí mismo el niño monstruo.

Llego a la Aldea donde vivía Chara, era muy pequeña y hermosa,


Asriel notó un prado de flores doradas y pensó que era allí.

— ¡Esa cosa mató a la niña!

Se alzaron gritos, los humanos habían visto a Asriel, tomaron piedras


y palos, atacaron a Asriel y un golpe tras otro lo alcanzó.

<< Acabemos con estos malditos humanos >>, decía Chara en el


interior de Asriel, << Tenemos el poder suficiente para hacerlo,
destruyamos a la humanidad >>.
<< No, no lo hare >>, Asriel se negó a hacerlo, una vez que los
aldeanos terminaron con Asriel, este uso todo la fuerza que le
quedaba, se arrastró hasta su casa en el subsuelo.

Chara se mantenía callada, cuando Asriel estuvo frente a su hogar


cayó en el piso y su cuerpo se volvió polvo, pero antes de morir Asriel
le dijo a Chara:

— ¿Nos volveremos a ver algún día?

— Asriel perdóname, todo fue mi culpa lo siento — dijo el Alma de


Chara sintiéndose culpable de todo — Asriel yo…

Pero el alma de Asriel se borraba poco a poco:

— Solo recuerda que te quiero hermanita y algún día no sé cuándo no


sé dónde volveremos a estar juntos, comeremos la tarta de mamá,
jugaremos con papá, y luego…

El alma de Asriel se destruyó y la de Chara se extinguía poco a poco.

— Si nunca hubiera pedido eso, si nunca hubiera venido aquí, si


nunca me hubiera encariñado con Asriel el seguiría aquí, todo esto es
mi culpa — el alma de Chara se comenzó a borrar y Chara lanzo un
último llanto de dolor antes de desaparecer —.

Ese día, Toriel y Asgore perdieron dos hijos, cada recuerdo los hacia
llorar, cada momento era como si aún estuvieran con ellos pero solo
en su mente. El subsuelo había perdido la esperanza y Asgore se
volvió paranoico, dictó una orden de que a cualquier humano que
cayera en el subsuelo se le mataría y se le quitaría su ALMA.

Debido a esto Toriel se divorció de su esposo, vivió en las Ruinas


desde ese día.

Seis almas fueron recolectadas en ese entonces, los monstruos


estaban acostumbrados a sus miserables y horribles vidas en el
subsuelo, pero desde que fue conseguida la sexta ALMA una pequeña
pizca de esperanza los invadió.
Chara y Asriel nunca volvieron a estar juntos, sus almas no se
reencontraron, ¿o quizá sí? Nadie sabe si eso sucedió pero la
esperanza persistirá mientras la vida exista, mientras los sueños de
quienes amamos estén vigentes, mientras las almas que desean
reencontrarse lo deseen y mientras todos estemos unidos podemos
lograr lo que queramos.

* * *
Algo se movía en el jardín de flores doradas de Asgore, una voz dulce
se oía a la lejanía.

— ¿Mamá, papá, dónde están? Ayúdenme

PERO NO VINO NADIE…

CONTINUARA…

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