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Amaterasu (mito japonés)

Amaterasu era la diosa del sol y un día Susanoo, su hermano, la retó para
comprobar quién tenía mayor poder. Ella hizo aparecer campos de arroz y
transformó la espada de su hermano en tres diosas. Él creó cinco monstruos y
dijo que era el ganador, pero Amaterasu no lo aceptó y lo acusó de que había
hecho trampa.

Él se enojó y destruyó los campos de arroz. Ella se enojó, se asustó y se fue a


esconder en una cueva, haciendo que desapareciera la luz del sol. Los otros
dioses fueron a buscarla y llevaron un espejo. Para que la diosa encerrada saliera,
empezaron a hacer ruido y, por la curiosidad, la diosa salió. Los dioses le
explicaron que había otra diosa más brillante que ella, pero no era cierto, sino que
la otra diosa era el reflejo brillante de Amaterasu en el espejo. Ella les creyó, salió
de la cueva para ver a esta supuesta diosa y los otros dioses cerraron la cueva
para siempre.

Leyenda del cenote zací

Los cenotes son pozos de agua dulce creados como consecuencia de la erosión
del a piedra caliza. Se encuentran en México.

El cenote Zaci estaba ubicado dentro de una ciudad con el mismo nombre. Allí
vivía una joven llamada Sac-Nicte, nieta de una bruja. Sac-Nicte estaba enamorada
de Hul-Kin, hijo del cacique del pueblo. La familias de la bruja y la familia del
cacique eran enemigas, por lo que los jóvenes se veían a escondidas. Cuando el
padre se enteró del romance, envió a Hul-Kin a otro pueblo, a casarse con otra
joven. La bruja hizo rituales para que Hul-Kin regresara y le devolviera la alegría a
su nieta, pero fue en vano.

La noche anterior de la boda de Hul-Kin, Sac –Nicte se arrojó al cenote con una
piedra atada a su cabello. En el momento de la muerte de la joven, Hul-Kin sintió
un dolor en el pecho que lo obligó a volver a Zaci. Al enterarse de lo sucedido, Hul-
Kin se arrojó también al cenote y se ahogó. Finalmente los sortilegios de la bruja
habían obtenido una respuesta, y Hul-Kin había regresado para permanecer
siempre con Sac-Nicte.
Thor y su martillo (mito nórdico)

El martillo que tenía Thor era mágico, porque cuando el dios lo lanzaba daba en el
blanco y después volvía a su mano. Pero un día, Thor se despertó y su martillo no
estaba.

Thor se enteró de que Thrym, el rey de los gigantes, tenía el martillo. Este rey le
dijo a Thor que se lo devolvería solo si se casaba con la diosa Freyja, pero ella no
quería. Thor y otros dioses acordaron que Thor se disfrazaría de Freyja, para
simular que se casaría con Thrym, y así podría recuperar el martillo.

Thor se disfrazó de Freyja, y en la celebración, Thrym pidió que trajeran el martillo


para bendecir la ceremonia. Pero Thor lo tomó, mató a Thrym y entonces pudo
recuperar su martillo.

El callejón del beso

Cuenta la leyenda que Carmen era una joven hermosa y cariñosa que vivía con su
intransigente padre. Carlos era un apuesto galán humilde dedicado a cumplir con
su trabajo.

Un día, por casualidad, Carmen y Carlos se conocieron y entre ellos surgió un lazo
indestructible. Desde entonces, el joven se situaba bajo el balcón de la casa de Ana,
quien le respondía siempre con una sonrisa. Así pasaron semanas hasta que, más
tarde, iniciaron una conversación.

Pasó el tiempo y los jóvenes planeaban un futuro juntos. Cuando menos lo


esperaban, el padre de la joven se enteró de sus encuentros. Entonces, amenazó a
su hija con recluirse en un convento. A pesar de esto, Carmen y Carlos decidieron
continuar con la relación en secreto.

Carlos alquiló una habitación situada frente a la casa de su amada, donde podría
hablar con ella de balcón a balcón. Un día, el padre de la joven les pilló besándose
desde el balcón y, lleno de furia, clavó una daga a su hija y le quitó la vida. Desde
entonces se conoce este lugar como Callejón del Beso.
El papel y la tinta

Había una hoja de papel sobre una mesa, junto a otras hojas iguales a ella,
cuando una pluma, bañada en negrísima tinta, la manchó completa y la llenó
de palabras.

– “¿No podrías haberme ahorrado esta humillación?”, dijo enojada la hoja de


papel a la tinta. “Tu negro infernal me ha arruinado para siempre”.

– “No te he ensuciado”, repuso la tinta. “Te he vestido de palabras. Desde


ahora ya no eres una hoja de papel sino un mensaje. Custodias el pensamiento
del hombre. Te has convertido en algo precioso”.

En ese momento, alguien que estaba ordenando el despacho, vio aquellas


hojas esparcidas y las juntó para arrojarlas al fuego. Sin embargo, reparó en la
hoja “sucia” de tinta y la devolvió a su lugar porque llevaba, bien visible, el
mensaje de la palabra. Luego, arrojó el resto al fuego.

El perro y su reflejoss

Un perro muy hambriento caminaba de aquí para allá buscando algo para comer,
hasta que un carnicero le tiró un hueso. Llevando el hueso en el hocico, tuvo que
cruzar un río. Al mirar su reflejo en el agua creyó ver a otro perro con un hueso
más grande que el suyo, así que intentó arrebatárselo de un solo mordisco. Pero
cuando abrió el hocico, el hueso que llevaba cayó al río y se lo llevó la corriente.
Muy triste quedó aquel perro al darse cuenta de que había soltado algo que era
real por perseguir lo que solo era un reflejo.
Moraleja: Valora lo que tienes y no lo pierdas por envidiar a los demás.

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