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Ariel no sabía que existían seres de otros planetas hasta que fue

secuestrada y llevada desde la Tierra a lo que parecía ser una nave. Cuando los
Anzons declaran que la raza de los terrícolas era inútil para reproducirse con
su especie descubre cual será su destino, ser el premio para el ganador de una
brutal batalla entre los grandes y musculosos hombres de otro planeta.
Ral es un guerrero Zorn. También ha sido secuestrado por los Anzons,
junto con su tripulación.
Forzados a la esclavitud, solo tienen una cosa en mente: la liberación de su
pueblo. Es decir, hasta que ve a la pequeña mujer humana y entonces el estará
dispuesto a luchar para ganarla. No solamente quiere su cuerpo también quiere
su corazón para siempre.
En las manos de ese ser de otro planeta, Ariel está a punto de descubrir
lo agradable que puede ser su cautiverio.
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Ariel permanecía con sus ojos abajo. Aprendió a no levantar la mirada, la mejilla
izquierda todavía le dolía por los golpes que había recibido. Sabía que la ayuda nunca
llegaría. Todavía se encontraba en un profundo estado de shock, por lo que con el
pasar de las horas se hacía más difícil. Su vida había terminado, cambiado para
siempre, estaba segura que la muerte vendría a darle la bienvenida muy pronto. Esto
no podía estar sucediendo. ¿Cuántas veces había cruzado por su mente ese
pensamiento desde el día que fue secuestrada?
Su mirada se movió lentamente alrededor del suelo de la cueva. Alguien había
cuidadosamente barrido la suciedad y los escombros hasta dejarlo casi limpio. Había
luces en el techo por lo que la habitación estaba bien iluminada.
Escucho unos pasos acercándose y el miedo se apodero de ella. ¿Y ahora qué? La
idea surgió un momento antes de que uno de los hombres que la había llevado a la
habitación entrara en la sala.
Inútil, él dijo en voz baja.
Levantó la mirada, ese hombre no era humano. El impacto de saber que no era
humano todavía no se había desvanecido. Si en días pasados, le hubieran dicho que
existían otras razas se habría reído y les habría dicho de que película lo sacaron. Ya no
era gracioso. Su mirada recorrió al hombre de piel azul. Sus ojos eran amarillos, como
los de una serpiente y su voz era tenue de una manera espeluznante, que le enviaba
escalofríos por su columna.
¿Me has escuchado, terrícola? Eres inútil.
Ella asintió, no hablaría. Sabía que si lo miraba por mucho tiempo o si hablara,
recibiría un nuevo golpe en la cara. Ellos eran Anzons, eso fue lo que le dijeron cuando
la atraparon en los bosques cerca de su casa. Los días que ha estado cautiva los sentía
como una eternidad.
Escucho otra serie de pasos, y levantó la vista. Las hembras de su especie
tenían los mismos espeluznantes ojos color amarillo y el tono azulado de la piel. Tenían
pechos y parecía que solo les crecía el cabello en una franja desde la parte superior de
la cabeza hasta la parte inferior de su cuello, su estructura corporal no era tan distinta.
Todos eran delgados y altos.
Ha sido confirmado, la mujer siseo.
Ella no es capaz de reproducirse con nuestros hombres, los humanos no son la
respuesta que buscamos.
Podríamos darles algún alivio a nuestros machos con ella. No es repulsiva a la
vista y su forma es bastante similar a la nuestra.
La mujer siseo fuertemente.
El examen físico que le hice mientras estaba inconsciente dice lo contrario.
Ella moriría.
Es inútil de todos modos.
La mujer frunció el ceño.
¿Dónde está tu compasión, Yoz? Sería una tortura para ella, la dura cubierta
de la punta de tu sexo la desgarraría por dentro. Se desangraría y el dolor
sería…La mujer se estremeció. No se lo desearía incluso a un enemigo y no
estamos en guerra con su mundo.
Va a morir de todas formas y tengo curiosidad.
Yoz, la mujer siseo.
No lo permitiré. Tengo otro destino para ella.
¿Necesitamos un trabajador?
No, creo que podríamos premiar a uno de los mineros con ella. Es probable
que no sean compatibles para reproducirse, pero sexualmente no seria lastimada al
entregarla a uno de ellos.
Yoz siseó, Vhal, eso es asqueroso, eso es crueldad. Ellos son tan horribles.
Pero no la mataran y tienen cabello como ella.
El hombre soltó un bufido. Ariel sintió sus ojos sobre ella.Ella tiene menos
vello en el cuerpo. Ellos tienen más cabello y son mucho más grandes. Aunque, la
textura de su piel parece igual.
Ya he hablado de esto con Mon, estuvo de acuerdo, está hecho. Llévala a las
minas ahora, Mon la espera.
El miedo se instaló profundamente en Ariel, sacudió su cabeza levantándola para
mirar fijamente a la mujer. ¿Qué está pasando? Por favor, dígame algo. Por favor.
El hombre siseo furiosamente a Ariel. La mujer, Vhal agarró su brazo y sacudió
su cabeza. Su rostro estaba lleno de compasión mientras la entregaba al hombre, Vhal
caminó adelante, parpadeó hacia Ariel un par de veces y una lengua como de lagarto
atravesó sus delgados labios azules. Miraba hacia abajo a Ariel.
Fuiste capturada en tu planeta cuando pasamos por él, nuestros machos
superan en número a nuestras hembras, dieciocho a uno. Por lo que estamos
enfrentando una eventual extinción si no encontramos una raza de hembras para
reproducirse con nuestros machos. Nuestros cuerpos femeninos sólo soportan una o
dos fecundaciones en nuestras vidas. Ponemos los huevos y después los jóvenes salen
del cascarón. Sólo tenemos entre tres a seis niños por cada fecundación. Te realizamos
varios exámenes y no eres compatible con nuestra especie
Ariel se quedo atónita. ¿Puedo ir a casa por favor?
Lo siento pero no, estamos en un gran... Ella frunció el ceño. Tú lo
llamarías un asteroide. Enviamos a nuestras naves a planetas habitables, somos muy
cuidadosos con nuestro combustible. Nuestra misión es muy importante y tenemos
que completarla antes de que se nos permita regresar a nuestro planeta. Si no
encontramos hembras reproductoras compatibles eventualmente moriremos a causa de
la vejez. Es imperativo que salvemos a nuestra raza. Hay otras estaciones como esta
por ahí en busca de hembras. Si las encontramos necesitaremos todo nuestro
combustible para llevarlas a nuestro planeta.
Los ojos azul claro de Ariel se llenaron de lágrimas. ¿Así que nunca volveré a
ver mi hogar otra vez?
Lo siento. La voz de la mujer se escuchaba triste. Tenemos mineros, que
explotan este asteroide, nos dan combustible y más espacios para vivir. Serás otorgada
a uno de ellos por ese duro trabajo, son Zorn. Otra raza de gente que poseemos.
¿Poseen? no dejo pasar por alto ese terminó, el horror inundo a Ariel. ¿Qué
pasara conmigo?
La mujer parpadeó. Ellos tratan bien a las pocas mujeres que tienen. No
comparten a sus mujeres por lo que serás entregada solo a uno de ellos. El implante en
tu oído te permitirá comunicarte con el macho al que serás entregada. Nuestro
comandante disfruta de los deportes, así que el ganador te tendrá. Él les ofrece
recompensas. Tú eres el premio.
Ariel miró hacia la mujer. Por favor... no.
La mujer asintió lentamente. Esto es mejor a lo que Yoz tenía guardado para ti.
Una unión sexual con uno de los de mi especie te mataría dolorosamente. La mujer
se volvió. Llévatela, Yoz.
Ariel quería pelear pero sabía que sería inútil. El hombre media seis pies de alto y
era malditamente fuerte, a pesar de ser tan delgado, agarró la cadena que ataba su
muñeca y los grilletes que la unían a la pared y se abrieron. Tenía que haber algún tipo
de toque alienígena que soltara los grilletes porque se desprendieron de la pared
cuando él los agarro. Se alejó, sin esperar a ver si Ariel lo seguía o no. Se levanto
rápidamente para no ser arrastrada. El hombre tenía las piernas largas. Su torso
alienígeno no era tan delgado, pero sus piernas eran mucho más largas que las
humanas.
Yoz la llevó a través de pasillos de piedra. Ariel se quedó sin aliento al ver una
gran ventana de lo que parecía ser un grueso vidrio. Miró más allá de la ventana,
literalmente hacia el espacio exterior. Vio un mar negro repleto de estrellas. Yoz le dio
un tirón a la cadena que la hizo tropezar hacia delante. El dolor se disparó por su
brazo.
Es hermoso, él siseo.Pero tendrás que verlo más tarde, lo verás lo
suficiente como para hartarte de él rápidamente. Estoy cansado de verlo.
La llevó a lo que parecía ser un ascensor, este era más como un tubo redondo, sin
paredes adheridas a la plataforma. Yoz la agarro de la parte posterior de su cuello y la
sujeto, de pronto la plataforma cayó bajo sus pies a una velocidad alarmante.
El miedo se apoderó de Ariel, viendo como las solidas piedras que los rodeaban
pasaban rápidamente, estaba bastante segura de que si tocaba alguna de las paredes de
piedra, su piel se desgarraría si la tocara mientras la plataforma los conducía a las
entrañas del asteroide. El hombre no la soltó de su cuello hasta que la plataforma
redujo la velocidad hasta detenerse. Vio más corredores de piedra.
Yoz caminó saliendo de la plataforma.
Muévete rápido, estoy recibiendo una llamada. El hombre se tocó la oreja.
Estoy cerca de allí, Mon.
Ariel tragó. No vio ningún tipo de dispositivo en la oreja del hombre, sólo su
piel. Entonces una vez más se toco su oreja, como lo había hecho tantas veces desde
que se despertó luego de ser raptada. Estaba tan asombrada por lo que la rodeaba que
en un primer momento había tardado horas para darse cuenta de que los labios de los
extraterrestres no se movían correctamente para formar las palabras que escuchaba en
su oído. Sólo los escuchaba por un oído, le habían informado que le habían implantado
algo para que pudiera entender su lengua. Yoz también debía de tener algún tipo de
dispositivo de comunicación de doble vía en su oído.
Ariel vio una enorme puerta y Yoz se detuvo para poner su mano en ella. Los
Anzons sólo tenían cuatro dedos ya que no poseían pulgares. Antes de abrirse la
puerta se escucho un fuerte rechinido y una corriente de aire frío los golpeo a ambos.
Ariel se estremeció mientras la ráfaga de aire arremetía contra ellos, Yoz empezó a
caminar.
Date prisa o la puerta te aplastará, él siseo.
Ella corrió hasta alcanzarlo. Ariel escucho un fuerte quejido y volvió la cabeza
hacia atrás, la puerta golpeo el suelo con un fuerte golpe, ella se estremeció. Los
pasillos eran más amplios aquí, escucho algo que de nuevo le mando un escalofrió por
su espalda. Se escuchaban como gruñidos.
Ya ha comenzado, siseo Yoz. La emoción lo hizo hablar más rápido.
Doblaron en una esquina y el techo desapareció, el corredor terminaba en una
gran caverna. Vio a más gente de la especie de Yoz parada allí, estaban mirando hacia
el suelo de la caverna, Yoz empujo a otro alienígena apartándolo. Ariel no tuvo más
remedio que seguirlo ya que tenía su muñeca encadenada, vio como los alienígenas
azulados la veían fijamente, mientras pasaba por enfrente de al menos veinte de ellos.
Estos alienígenas llevaban ropa negra que parecían una dura armadura, también vio
armas atadas a sus cinturas.
Yoz se acercó a uno muy alto. El alienígena llevaba como uniforme la obscura
armadura con armas alrededor de su cintura. Él volvió su cabeza y Ariel se encontró
con un par de fríos ojos amarillos. El alienígena la contemplo, su fría mirada recorrió su
cuerpo, después se dirigió a Yoz.
Desnúdala y encadénala a la plataforma.
Yoz vaciló. ¿Completamente?
¿Está usando algo debajo de su ropa?
Hay pequeñas cubiertas sobre sus pechos y sexo.
Déjaselos. No quiero disturbios.
Yoz asintió con la cabeza y tiró de Ariel hacia una plataforma. Esta no tenía
pasamanos, sólo una larga franja en el suelo y después una abierta plataforma
redonda, esta tenía dos barras que subían del suelo. Yoz la coloco en el centro de la
plataforma.
No te muevas y sostente.
Ella tenía miedo. ¿Sostenerme?
No te muevas. Si te caes morirás.
Ella trató de mirar por encima de la plataforma de más abajo. Yoz la agarro por la
garganta y la obligó a colocarse de nuevo en el centro de la plataforma.
Haz lo que te dije.
Ella se quedo quieta y levanto su cabeza. Yoz le soltó la garganta, tomó la
cuerda y tiró de ella hacia arriba para que sus brazos se elevaran, la ato de una muñeca
a la barra y la soltó, quedando la correa unida a las barras. Él se dio la vuelta y sus ojos
lo siguieron. Él levantó la mano y uno de los azules alienígenas le lanzó otra correa.
Yoz la atrapó y amarró su otra muñeca, para luego atársela a la otra barra. Sus brazos
estaban por encima de ella, muy altos y separados. No era incomodo, pero sabía que
solo se podía mover como máximo unos cuantos centímetros.
Yoz se puso delante de ella para mirar dentro de sus asustados ojos. Siento
lastima por ti.
Ella jadeo cuando le agarro su camisa y la desgarro por la mitad, era fuerte.
Ariel era incapaz de detenerlo, así que este le arranco la ropa de su cuerpo, llego hasta
la cintura de su falda pasando sus dedos en esta para después meterlos, sus afiladas
uñas tiraron de la banda de la falda de adentro hacia afuera. Esta se desgarró por lo
que Ariel se quedó únicamente con su sujetador y bragas. Yoz la miró con lástima.
Sacudiendo la cabeza, se alejó de ella.
Ariel giro su cabeza para seguir al alienígena. Yoz camino de regresó sobre una
franja de piedras hacia sus compañeros alienígenas. La plataforma se elevó y de
repente cayó rápidamente, se quedo sin aliento por la sensación de la caída, luchando
para no gritar. La plataforma se desaceleró hasta detenerse con una sacudida que le
revolvió el estómago. Probablemente había descendido unos cincuenta metros en tan
sólo unos segundos.
No pudo evitar mirar alrededor, viendo a un grupo de unos ochenta hombres.
Definitivamente eran hombres, estaban teniendo el primer encuentro con lo que
debería de ser la raza Zorn, parecían enormes, además su cabello era normal. Recordó
el comentario de los extraterrestres. Los hombres tenían el pelo largo y espeso y les caía
por su espalda hasta la cintura. Tenían torsos velludos. Podía verlos porque ninguno
de ellos vestía camisetas. Tenían la piel obscura, profundamente bronceada, y enormes
músculos.
Observo a uno que se encontraba enfrente del resto, Ariel vio fijamente su
rostro, el parecía casi humano. La única diferencia era que su nariz era más plana y
más ancha que la de un humano. Tenía altos pómulos y labios gruesos. Esos labios se
abrieron y mostraron unos afilados dientes. El terror la golpeó, casi se veían como si
alguien hubiera combinado a un humano con un animal. Sus ojos se clavaron en esos
dientes afilados antes de que pudiera mirar a otro hombre quien se acercó más.
La luz atrapo sus ojos, un brillante azul eléctrico. Un color que ella nunca había
visto antes que fuera tan azul, casi resplandecía. Aterrorizada, Ariel comenzó a respirar
más rápido. Dejó que los sonidos a su alrededor penetraran en su terror. Los hombres
estaban gruñendo como feroces animales, cerró sus ojos. Luchó contra las ataduras en
sus muñecas, pero no pudo liberarse de las correas que sostenían sus brazos por
encima de ella.
El ganador se la lleva, una profunda voz siseo desde arriba. Quiero que
la pelea sea de cuatro en cuatro. Limpien la zona y escojan a los luchadores.
Ariel se obligo a permanecer con los ojos abiertos, no quería ver, pero tenía que
hacerlo, el gruñido se había detenido. Vio a los hombres moviéndose hacia dentro de
las sombras, no podía ver nada más allá de la bien iluminada zona delante de ella.
Respiro profundamente para tratar de tranquilizarse. Estos hombres en estado animal e
iban a pelear por ella.
Parecían salvajes. ¿El ganador se la comería? ¿Sería la cena? No sabía que podría
ser peor, la idea de que estuvieran peleando por ella para comérsela o para tener sexo
con ella. Cuatro hombres salieron de las sombras, los miró fijamente. Ellos no la
miraron, miraban hacia arriba.
Comiencen, exigió la voz masculina desde arriba.
Los hombres se dividieron en parejas para atacarse unos a otros. Usando puños y
patadas. El sonido de la carne siendo golpeada fue más alto, escucho gemidos y
gruñidos mientras los golpes caían. Dos hombres cayeron, entonces los otros dos se
volvieron uno contra otro. Uno de los hombres hizo un movimiento en redondo que
arrojó al otro hombre fuera de la zona iluminada, este no regreso. El último hombre
caminó al costado de la zona de combate. Esperó, cruzando sus brazos sobre su pecho.
Cuatro hombres más salieron, y todo comenzó de nuevo. Ariel se estremeció ante
la brutalidad de la batalla, estos hombres no estaban jugando. Había sangre salpicada
sobre suelo, escucho como el brazo de un hombre se fracturaba. El sonido fue
ensordecedor. El hombre rugió mientras caía sosteniendo su brazo, alguien salió de las
sombras para llevárselo. El hombre quien había ganado ese combate esperaba que los
otros dos terminaran. Cuando solo uno de ellos quedo, los dos se atacaron entre ellos.
Ariel cerró los ojos, no quería ver más. Los sonidos de la pelea continuaron, era
un sonido brutal finalmente el silencio llenó sus oídos, abrió los ojos con curiosidad.
Unos enormes y musculosos hombres estaban esperando en la orilla. Algunos de ellos
estaban salpicados de sangre, y otros hombres observaron a los otros y se alejaron
hacia la oscuridad para retirar la pelea. Ariel contó al resto de los hombres quienes
permanecían allí esperando para pelear.
Comiencen, la voz ordenó desde lo alto.
Los dieciséis terminaron en la zona de combate. Pelearon juntos en grupos,
rugidos y gruñidos surgían mientras peleaban. Los heridos eran arrastrados hacia las
sombras, el combate se redujo a solo tres hombres. Dos de ellos trabajaron en equipo
para atacar al más grande.
Ariel estudió al solitario hombre que era atacado por los otros dos, era enorme el
hijo de perra. Era más grande que sus oponentes por unas cuantas pulgadas y se veía
más grande de brazos y hombros. Peleo con asombrosa rapidez mientras esquivaba los
puños y patadas. Le dio un puñetazo a uno de los hombres en la cara, Ariel escucho
que algo se rompía. El hombre golpeado retrocedió tambaleándose colapsando en el
suelo, vio sangre en el rostro del hombre caído. Él gimió y rodó hacia un lado con
ambas manos en su rostro y ya no se levanto.
Los ojos de Ariel se dirigieron hacia los dos últimos hombres en combate. El más
grande lanzó una patada para golpear al otro en el pecho, el hombre se quedó sin
aliento mientras se agarraba las costillas. Se dejó caer de rodillas mientras la sangre
goteaba de su boca, miró hacia abajo antes de estrellar su cara sobre el suelo. El
hombre solitario se quedó de pie ahí gruñendo. Echó la cabeza hacia atrás rugiendo
dentro de la caverna. Ariel deseaba poder taparse los oídos para poder acallar ese
aterrador sonido. El rugido del hombre se fue deteniendo a medida que se daba la
vuelta para mirar hacia los azulados alienígenas.
Ella es tuya, Ral, El alienígena que estaba por encima de ella siseo.
Libérenla para él.
Ariel sintió terror mientras el hombre llamado Ral se dirigió hacia la plataforma,
escucho que alguien se movía cerca de ella. Desde la oscuridad, uno de los hombres
azules con un uniforme negro apareció detrás de ella, agarró su muñeca soltándola de
un tirón para después dirigirse hacia la otra y liberarla también.
La sangre corrió de nuevo por sus brazos cuando los bajó a sus costados. Ariel
experimento la sensación de que miles de alfileres la pinchaban, gimió mientras el
hombre azulado la agarraba de sus brazos con firmeza. La empujó hacia adelante hasta
que se encontró mirando al ganador a unos centímetros por debajo de su mirada. Él
tenía que medir unos seis pies y medio1 de alto en contra de sus cinco pies y tres2
pulgadas.
Al instante lo reconoció por sus ojos, esos ojos azules eléctricos parecían que
brillaban y estaba respirando con dificultad. Vio sus afilados dientes asomándose a
través de sus carnosos labios, su plana nariz se agitaba y un suave gruñido escapó de
su garganta. Sus manos eran grandes y cálidas mientras la agarraba por sus caderas
sacándola de la plataforma, volteándola hacia la oscuridad de la caverna. Él gruñó.
Las rodillas de Ariel comenzaron a ceder y se habría estrellado contra el suelo de
piedra, si las enormes manos del hombre no la hubieran sujetado lo suficientemente
fuerte para sostenerla, le dio la vuelta y viendo hacia abajo la miro.
Mía, él gruñó.
Ariel abrió su boca pero nada salió, el hombre la levantó así que estuvieron cara a
cara. Automáticamente ella coloco sus manos sobre su pecho para que la parte superior
de su cuerpo no chocara contra su torso. Sus manos eran pálidas comparadas con su
obscura piel bronceada, tocó sus fuertes músculos y lo miró a los ojos. Tenía unas
pestañas largas y espesas que hacían juego con su espesa melena obscura, hasta ahora
su piel era más caliente que la de ella.
Mía, le gruño suavemente.
Ariel se quedó sin aliento cuando la lanzó por encima de su hombro. Un
musculoso brazo atrapo sus piernas contra su torso, mientras que una firme mano la
agarró por el culo, sosteniéndola en su lugar. Salió de la plataforma y se dirigió hacia la
oscuridad con ella. Ariel no podía ver nada, cerró sus ojos y luchó contra el terror que
sentía. ¿Qué haría con ella?

1
1.98mts
2
1.62mts
2

Ariel podía olerlo, no olía mal, en realidad olía bien considerando que había
estado peleando. Se dio cuenta de que tenia piel bajo el pelo que le caía hasta su
cintura, a primera vista había pensado que solo tenían la espalda peluda, pero el pelo
le crecía desde la cabeza. Era más suave al tacto de lo que parecía.
Ariel escucho bajos gruñidos mientras él se alejaba rápidamente con ella.
Deseaba que no estuviera tan oscuro para así poder ver, una débil luz comenzó a
penetrar mientras caminaba, así que pudo ver la pared rugosa. La luz se hizo cada vez
más brillante hasta que pudo ver el suelo, esta era una piedra irregular, no lisa como la
de los pasillos que había visto anteriormente.
Ganaste, hubo un gruñido suave. ¿A quién se la entregaras, Ral?
Ral se detuvo. Ella es mía.
Hubo una pausa. Pero siempre regalas lo que ganas, he estado esperado
largamente.
No a ella, gruñó Ral. Esta es mía.
Pero…
Suficiente, gruñó Ral. Apártate o te quitare.
Ella escucho al otro hombre gruñir. ¿Por lo menos la compartirás?
No.
Esa simple palabra alivio a Ariel, no quería ser compartida, el hombre que la
sujetaba gruñó. Sal de mi camino. Si querías una mujer debiste esforzarse más para
ganar.
Pero…
Suficiente, Ral gruño. Quítate de mi camino ahora.
El hombre debió de haberse apartado del camino de Ral, ya que comenzaron a
moverse de nuevo, escucho unas suaves voces pero no se atrevió a mirar, tenía miedo
de todo lo que estuviera a su alrededor fuera algo que no quisiera ver. El hombre que
la sujetaba dio la vuelta varias veces antes de detenerse. Sus manos la soltaron, pero la
mantuvo sobre su hombro, rozando contra la roca. Se movió y se dio la vuelta seguido
de un rechinante ruido, la agarro de nuevo para que no cayera, la habitación estaba en
penumbra. Ral se inclinó lentamente.
Los descalzos pies de Ariel tocaron la roca fría, el brazo alrededor de sus
piernas la soltaron y la mano que tenía en su culo se retiro. Ambos se enderezaron
hasta que quedaron uno frente al otro. Ariel levantó la barbilla y lo miró a los ojos
antes de volver su atención sobre la sala a su alrededor.
Esta tenía un pequeño espacio, ásperas paredes de roca les rodeaban. Un
colchón con mantas gruesas en una esquina y una pila de ropa en la otra, vio una
rugosa puerta hecha de una hoja delgada de roca, era la única manera de entrar o salir.
¿Cómo te llamas? Su voz era profunda, mientras gruñía las palabras.
Ella lo miró fijamente, sus ojos enfocaron los suyos. Ariel.
Él parpadeó, sus ojos brillaban ella tragó saliva, mirándolo fijamente a los ojos.
Una profunda respiración hizo a su enorme pecho se expandiera aún más.
Yo soy Ral. Soy Zorn. ¿Qué eres tú?
Humana. Soy de la Tierra.
Ellos te secuestraron de tu planeta, ¿no es cierto?
Ella asintió. Hace unos días, me dijeron que estaban buscando nuevas especies
para reproducirse, pero no soy compatible con ellos.
Sus ojos recorrieron su cuerpo. Quítate la ropa.
Ariel retrocedió, el miedo surgió. No.
Él frunció el ceño. Ahora.
Ella retrocedió alejándose, moviendo la cabeza. ¿Qué quieres?
Ver si eres compatible conmigo.
Su garganta se secó. No.
Él gruñó en voz baja. No te haré daño, quiero ver si somos compatibles.
Ella sacudió la cabeza otra vez y buscaba una vía de escape, el hombre se movió
rápidamente para agarrarla por la cintura Ariel jadeo mientras la levantaba del suelo.
En cuestión de segundos la tenía de espaldas sobre su colchón. Este era suave y olía a
él, se acomodó a horcajadas sobre sus caderas mientras la agarraba de las muñecas,
luchó, pero él era mucho más fuerte. Junto ambas muñecas y las agarro con una de
sus enormes manos.
Miró hacia sus manos eran como las de ella pero más grandes. Tenía la piel
áspera en la palma de la mano y las yemas de sus dedos. Ral alargó su mano hacia su
cintura para tirar de la soga que sostenía sus pantalones, enrolló la cuerda alrededor de
sus muñecas y le empujó las manos sobre su cabeza.
No te muevas.
Ella estaba aterrorizada. Por favor no me lastimes.
Él parpadeó y frunció el ceño. No tengo ninguna intención de hacerte daño.
Ariel no movió sus brazos, el hombre era demasiado fuerte y grande. Sabía
que no tenía ninguna oportunidad de ganar en una pelea contra él. Sus ojos se
dirigieron hacia su sujetador mientras él los alcanzaba. Ariel se puso tensa, el hombre
se apoderó del material entre sus pechos y con un tirón el sujetador quedó destrozado,
empujó las copas del sujetador a un lado para poder contemplar sus pechos, el gruñó
en voz baja.
Iguales.
Luchó contra el impulso de moverse, su corazón palpitaba fuertemente y
estaba luchando contra el impulso de llorar. ¿Qué son iguales?
Tus pechos son como los de nuestras mujeres. Él se deslizó por ella hasta que
se sentó a horcajadas en sus muslos, echó un vistazo a su ropa interior y la alcanzó.
No, suplicó Ariel en voz baja.
Ral se paralizo, levantó sus ojos para encontrarse con los de ella, sus intensos
ojos se estrecharon ligeramente.Quiero asegurarme de que no te haré daño.
Ariel se puso rígida cuando el hombre agarró su ropa interior y la rasgó
quitándosela. Él desplazó su cuerpo, levantándolo unos centímetros, agarrándola por
los muslos, los separo poniendo una de sus rodillas entre las suyas, se movió de nuevo
hasta que estuvo sentado sobre sus talones con su cuerpo entre sus piernas abiertas, la
completa atención de Ral estaba centrada en el lugar donde acababa de estar su ropa
interior.
Él gruñó suavemente y levantó sus ojos. Explícame cómo se tienen relaciones
sexuales en tu mundo.
Ariel le suplicaba con su mirada. No hagas esto.
Estamos haciendo esto, te deseo. Él alcanzo la cintura de sus pantalones.
Intentare tener sexo a tu manera, pero si no me dices lo que quiero saber entonces
vamos a tener sexo a mi manera.
Su corazón palpitaba con fuerza. No sé qué decir.
Ral gruño. ¿Has compartido tu cuerpo con un hombre antes?
Sí. Su voz se estremeció.
¿Cómo tú y tus hombres tienen sexo?
Mira, hasta que fui secuestrada no tenía ni idea de que existían personas en
otros planetas. Por favor, no hagas esto.
Él inclino su cabeza. ¿Tu mundo no hace viajes espaciales?
Lo hacemos, pero no hay ningún planeta lo suficientemente cerca de nosotros
como para que podamos llegar a donde la vida existe, hemos visto en los planetas
cercanos, pero no existe vida en ellos.
La vida existe en muchos otros mundos. Ral le extendió las piernas
ampliamente, sus ojos vagaron por su cuerpo.
Dime lo que te excita, esto va a suceder así que dime lo que necesitas para
disfrutarlo.
Ella tenía miedo.
Él gruñó. Te deseo, muéstrame lo que te gusta o no disfrutarás de lo que te voy
a hacer.
Ariel reprimió un sollozo y asintió con la cabeza. Sus ojos recorrieron el cuerpo
de Ral. ¿Qué haces para tener sexo?
Ral abrió sus pantalones y Ariel se quedó sin aliento, miró su polla. Un leve
miedo la golpeó. Era muy similar a la de un humano sólo que un poco más grande,
más gruesa, y la cabeza de su polla era más como la forma de un hongo.
¿Me veo como tus hombres?
Ella tragó saliva fuertemente. Eres un poco más grande.
Ral la tocaba, separando sus labios con sus dedos, y mirando entre sus pliegues.
Con la otra mano exploró su coño, hundió un dedo dentro de su coño. Ariel jadeo, el
hombre tenía los dedos gruesos, lo empujó más profundamente y gruñó.
Tú me puedes tomar.
Por favor, no hagas esto, ella susurró.
Él negó con la cabeza hacia ella. Está sucediendo, tengo una fuerte necesidad,
no tiene ningún sentido luchar, así que muéstrame como te excitas o dímelo.
Suéltame las muñecas. ¿Por favor? Su voz se estremeció.
Él asintió. Le sostenía la mano después de haber retirado el dedo de su interior.
Ariel levantó sus brazos sosteniéndolos hacia fuera para él. Ral desato la correa que
ataba sus muñecas y la lanzo. Ral le gruñía.
Muéstrame. Tócate a ti misma como te gusta que te toquen.
Ariel levanto su mirada hacia sus ojos, Por favor no hagas esto.
Ral volvió a gruñir y se inclinó hasta que sólo un pie los separaba. Has sido
capturada, ahora eres una esclava como nosotros. No te permitirán regresar a casa, me
perteneces. Yo te protegeré y te alimentare y seré el único hombre que te tocara, a
cambio me darás placer. Sus ojos se estrecharon. No te lastimare si me muestras
cómo te gusta ser tocada, muéstrame que es lo que te gusta, y así ambos
compartiremos placer o puedes arriesgarte a que te lastime cuando tome mi placer.
¿Nos entendemos? Yo soy tu vida ahora.
Ella parpadeó para contener las calientes lágrimas y asintió. Entiendo.
Tócate y muéstrame como sientes placer.
Estaba temblando mientras colocaba su dedo dentro de su boca, se humedeció el
dedo y lo introdujo entre ellos. Ral retrocedió para obtener una mejor vista de ella. Ral
le separo sus muslos más ampliamente sus ojos se clavaron en ella mientras veía
como utilizaba su otra mano para separar sus labios vaginales, se tocaba el clítoris con
la yema del dedo y dibujaba lentos círculos.
El tener cerrados los ojos lo hacía más fácil para ella, nunca se había masturbado
delante de alguien antes. Estaba avergonzada, tenía dificultades para superar su
miedo. Abriendo sus ojos, ella lo miró, estaba observando la manera en que movía sus
dedos en pequeños círculos sobre su clítoris. Su respiración era más pesada, su pecho
subía más rápido y fuerte y una mirada de hambre enmascaraba sus facciones.
De repente Ral metió el dedo dentro de su coño de nuevo, empujó otro dedo
unos segundos después, levantando su dedo lentamente por dentro mientras ella se
frotaba su clítoris. La sensación la hizo respirar más fuerte. Ella gimió. Él suavemente
le gruñía.
Ariel se estaba excitando cada vez más, mientras que su miedo disminuía y la
sensación de que el la estuviera follando con sus dedos mientras ella se frotaba el
clítoris la hacía sentirse más excitada. Incluso sus suaves gruñidos la excitaban, se
sentía perversa pero se sentía tan bien que decidió no prestarle atención. Ariel se frotó
más rápido el clítoris, gritando mientras llegaba al clímax. Un suave gemido retumbó
desde la parte posterior de su garganta mientras él lentamente retiraba sus dedos.
Te sentí, te apretaste contra mis dedos, ahora estás mojada. Ya estas lista para
mí.
Ral la agarró por las caderas mientras se movía y la volteaba. Ella jadeó ante su
fuerza. Ral separó sus muslos y se movió de nuevo entre ellos, sentándose sobre sus
talones con sus rodillas juntas. La agarró por sus caderas y la levanto del colchón. Ariel
se sujeto de las sabanas, el interior de sus muslos estaba contra el exterior de las
piernas de él. Ral la tenía boca abajo mientras tiraba de sus caderas hasta presionar su
polla contra su mojado coño, lentamente se empujó dentro de ella.
Ariel apretó las sábanas en un puño y gimió, era grueso y no se detuvo mientras
lentamente empujaba en su interior. Ral la estaba forzando a aceptarlo. Era tan grueso
que casi dolía, un gruñido salió desde su garganta mientras él se empujaba más
profundamente dentro de ella. Ariel se encontró así misma presionando su cuerpo
contra el de él que estaba completamente enterrado en ella mientras él titubeaba. La
sensación de estar estirada por su gruesa polla era abrumadora.
Ral soltó sus caderas y sus enormes manos tomaron su culo, sus ásperas manos
acariciaron su piel y gruñó.
Tan bueno, tan húmedo, tan suave. Señor de las Lunas, mujer.
Ariel gimió cuando se retiro unas pulgadas y se empujaba hacia dentro de nuevo.
Al inició se movió lentamente y después aumentó el ritmo, sus manos se deslizaron de
su trasero a sus caderas para envolverlas y agarrarla con firmeza. Ral levantó sus
caderas a unos cuantos centímetros por encima de su regazo, comenzó a penetrarla con
más fuerza y rapidez.
Las sensaciones la hicieron jadear y gemir a Ariel. Ral le estaba haciendo sentir
más placer del que jamás había experimentado antes, deslizó una mano alrededor de
su vientre, tomando su montículo con los dedos. Dos gruesos dedos rozaron su
sensible clítoris con cada movimiento que hacía, estaba muy mojada y con la cara hacia
abajo, podía sentir su humedad deslizándose por sus muslos, estaba sobrecargada por
el primitivo placer, gritando mientras se corría intensamente.
El hombre detrás de ella rugió mientras que su cuerpo se sacudía
violentamente. Ariel sintió las ráfagas del caliente esperma en su interior. Ral aminoró
el paso, finalmente se detuvo. Los dos estaban sin aliento.
Eres mía, te cuidaré,  él gruñó suavemente.
Ariel cerró los ojos estremeciéndose. Se había dejado seducir por un atemorizante
y sexy alienígena que le había dado el mejor sexo en toda su vida. Ella luchó contra las
lágrimas. Dios, su vida estaba tan jodida.
El hombre lentamente sacaba su polla cuando dejaba su cuerpo. Sé desplomó en
la cama junto con ella y la atrajo hacia dentro de sus brazos haciendo que ella lo viera.
Ariel abrió los ojos para mirar su rostro enrojecido. Frunció el ceño mientras estudiaba
sus ojos.
Tus ojos están húmedos.
Lágrimas.
 ¿Qué son esas?
Ella parpadeó de nuevo. Cuando los humanos estamos tristes o heridos
lloramos, nuestros ojos se llenan de lágrimas y estas se derraman por nuestras mejillas.
El frunció el ceño. ¿Te he lastimado? Pensé que lo disfrutabas.
Lo hice. No iba a mentirle. Lo disfruté mucho, pero ni siquiera te conozco.
Ral le acaricio la cadera con su enorme mano. ¿Esto te lástima porque no me
conocías antes de tuviéramos relaciones sexuales?
Ella asintió. Nunca había permitido que nadie me tocara sin estar
enamorados antes.
¿Estar qué? Ral parecía confundido.
Ariel se mordió el labio por un segundo.
Cuando quieres pasar el resto de tu vida con una persona porque tienes tantos
sentimientos que no podrías vivir sin ella, cuando lo es todo para ti. Eso es estar
enamorado.
Él asintió con la cabeza.
Entonces no llores, estamos enamorados. Tú eres mía y nunca te dejaré ir. Vas
a pasar tu vida conmigo y con nadie más. Ahora soy todo para ti y tu todo para mí.
Moriría por protegerte y mantenerte a salvo. Siempre te voy a cuidar.
La impresión la atravesó. No creo que lo entiendas.
El arqueó una negra ceja. Creo que tú no entiendes. Eres mía para toda la vida,
te reclamé te he ganado y te protegeré. Tendremos sexo a menudo y estoy ansioso de
que mi semilla eche raíces en ti.
¿Qué tu semilla eche raíces?
Ral tocó su vientre. Espero que mi semilla haga crecer con mis hijos.
La impresión la atravesó de nuevo. ¿Quieres dejarme embarazada?
No hay traducción para embarazada. Es sólo una palabra
¿Quieres que tenga un bebé?
Él se encogió de hombros. Descendencia.
Ariel asintió. Un bebé.
Sí. Me gustaría que tengas uno conmigo muchos conmigo.
¿Qué pasa si no somos compatibles?
 No te voy a abandonar, eres mía. Tomamos una mujer como vinculo para
estar con ella de por vida y te he tomado. Tú eres mía sin importar si tenemos hijos o
no.
Ariel lo miró fijamente. Él gruñía suavemente.
Te deseo de nuevo, túmbate sobre tu estómago.
Él cayó de rodillas de nuevo y se sentó con las piernas dobladas, le acarició los
muslos. Levántate.
Ella dudo. ¿Siempre tienen sexo de esta manera?
Sí. ¿Tu no?
A veces. A nosotros nos gustan diferentes posiciones.
Pero no puedo alcanzar tu unis en cualquier otra posición.
¿Unis?
El unis es lo que te hace disfrutar del sexo, sin él no puedes disfrutar del sexo
en absoluto.
Ella lo miró. Yo no creo que tenga un unis y disfruté del sexo contigo.
Ral de repente la agarro, haciéndola rodar sobre su estómago. Relájate.
Ariel jadeó cuando él empujó dos dedos dentro de su coño. Estaba empujando
profundamente en ella, hacia su espina dorsal, girando ambos dedos, en busca de algo.
Ariel forcejeo.
Eso duele.
Retiró sus dedos, lo escucho gruñir. Volvió su cabeza para mirarlo. Una
confundida mirada estaba en sus fuertes facciones.
No tienes uno.
 ¿Cómo es?
Es algo duro, un conjunto de nervios de forma redonda que tengo que frotar
durante las relaciones sexuales.
Ariel se dio la vuelta sobre su espalda, separo sus piernas para que él tuviera una
buena vista de ella. Vio cómo bajaba la mirada.
¿Ves esto? Ella tocó su clítoris.
Creo que aquí es donde está mi unis. El otro lado de este está en mi interior y es
otro punto de placer. Cuando me acaricias estos lugares haces que me corra.
El deseo era evidente en sus facciones. Ral coloco un dedo sobre su clítoris. Ariel
gimió. Ral gruñó bajo en respuesta. Ariel levantó sus caderas y se movió acercándose,
colocando su trasero sobre su regazo.
Tómame de esta manera, mientras me tocas.
Vio conmoción, pero también interés en su expresivo rostro. Ral agarró su duro
eje, frotándolo contra su coño humedo. Él gimió mientras empujaba dentro de ella. Su
dedo jugaba con su clítoris mientras comenzaba a mover sus caderas.
Señor de las Lunas, él gimió.
Esto se siente malditamente bien.
Ariel plantó sus pies en el colchón para encontrarse con las caderas de él en cada
golpe. Se agarró a los lados de sus pantorrillas para obtener mayor accesibilidad y
moverse más rápido en él, sabía que no iba a durar mucho tiempo. El hombre no
dejaba de acariciar su clítoris mientras se empalaba rápido y profundo en ella, Ariel se
tenso sintió que su cuerpo se convulsionaba en enérgicas contracciones contra su polla.
Ariel gritó mientras intensamente se corría.
Sus ojos se abrieron y se quedó mirando a Ral, observando cómo echaba su
cabeza hacia atrás. Sus facciones estaban rígidas y su boca abierta, vio los afilados
dientes entre sus labios abiertos mientras gruñía profundamente. La polla de Ral pulsó
con fuerza dentro de ella y sintió como su semen se vertía profundamente cuando se
corrió.
Ambos estaban jadeando. Ral abrió los ojos y bajó la cabeza, mirando a Ariel.
Una sonrisa se dibujó en su rostro.Eres increíble.
Tú también.
3

Despierta.
Ariel abrió los ojos y giro su cabeza, había estado durmiendo sobre su estómago.
Ral ya estaba sentado y le sonreía.
Es hora de comer y de ir a trabajar, tienes que venir conmigo. Estiró la mano
para apartarle el rubio cabello que estaba sobre su mejilla. Enrollo un dedo alrededor
de uno de sus rizos y después lo movió a lo largo de su cuello antes de apartarlo. Es
hora de trabajar.
Ella asintió. ¿Qué hacemos para trabajar?
Ral se puso de pie, estirando su desnudo cuerpo, Ariel tragó. El hombre era
hermoso y su musculoso cuerpo era la perfección, camino hacia adelante y se agacho.
Ariel apreció la vista de su musculoso trasero, buscó un poco de ropa y giro el rostro
hacia la cama.
Estarás cerca de mí, me puedes traer agua cuando la necesite.
Ella asistió con la cabeza. Está bien. Se arrastró saliendo de la cama.
Ral le entregó ropa de su pila, la camisa y los pantalones eran enormes, los miró
levantando las cejas. Ral se echó a reír.
Te conseguiré ropa más pequeña muy pronto, esto es lo que tengo.
Ariel se los puso, los pantalones eran demasiado grandes y se le cayeron de las
caderas. Ral cayó de rodillas delante de ella, aún desnudo, y utilizó el cinturón
parecido a una cuerda que había usado en sus muñecas para envolverlo alrededor de
su cintura. El pantalón permaneció arriba, la camisa casi le llegaba a las rodillas.
Deseaba que no hubiese destrozado su ropa interior.
Tengo que ir al baño.
¿Baño?
Ella se sonrojó un poco. Tengo que orinar. Tengo líquido en el interior que
debo liberar.
Él sonrió. Orinar.
Sí.
Él asintió con la cabeza. Vamos a orinar antes del desayuno.
Está bien.
Ral se puso de pie para ponerse sus pantalones, no tenía zapatos. Se inclinó y
levanto lo que parecía ser un cepillo para el cabello, se cepilló su largo pelo antes de
caminar detrás de ella. Sus manos fueron tiernas mientras le cepillaba el cabello. Arrojó
el cepillo sobre la pila de ropa y se dirigió a la puerta, empujándola para abrirla. Ral le
tendió la mano cuando se volvió para mirarla se acercó a él y puso su pequeña mano
en la suya más grande.
Ven.
El pasillo estaba poco iluminado y vacío de otras personas. La condujo por un
sinuoso pasillo, un arco abierto los llevó a una gran habitación. Vio un cuarto de baño
primitivo con duchas abiertas, algunos baños de aspecto extraño y tres cascadas que
salían de agujeros en la pared. Se acercó a uno de los baños para estudiarlo. Casi
parecía como urinarios.
Él se rió entre dientes. ¿No son como los de tu mundo?
Ella sacudió la cabeza. No.
Ral sonrió. Voy a vigilar la puerta. Su sonrisa desapareció. Nunca
permitiré que otro hombre vea tu piel desnuda. Sus brillantes ojos se estrecharon.
Desearan tener sexo contigo y entonces tendría que matarlos. Si otro intenta tocarte,
grítame. Nunca te apartes de mi lado.
Ella asintió. No quiero que nadie me vea sin ropa ni que me toquen solo tú.
El gran cuerpo de Ral se relajo. Ve, yo vigilare la puerta para no dejar entrar a
nadie.
Usó el baño de manera rápida y ató el cinturón.
¿Ral? Ya he terminado.
Regresó a la habitación y se dirigió a una mini cascada. Se quitó el pantalón. Ella
lo observaba. Ral giro la cabeza para sonreírle mientras utilizaba la pared, parecía
divertido de que ella fuera curiosa. Cerró sus pantalones y se acercó para tomarla de la
mano y llevarla a un lavabo, para que ambos pudieran lavarse las manos.
La condujo por unos corredores que doblaban y cambiaban de dirección. Ella
percibió el olor de algo que hizo que su estómago gruñera fuertemente. Ral volvió la
cabeza para mirarla.
¿Tienes mucha hambre?
Ella asintió. No he comido en mucho tiempo, me muero de hambre.
¿No te han alimentado desde que te raptaron de tu planeta?
Me dieron de comer una vez cuando me atraparon, esto fue hace días.
La rabia endureció su rostro. Los odio.
Ariel comprendió que también odiaba a lo Anzons, entraron en una gran
habitación, unas mesas estaban colocadas y vio a unos cincuenta hombres, pero sólo
dos mujeres, no podía dejar de mirar a las mujeres. Sus características revelaban que
eran como Zorn, se dio cuenta de lo que eran, por sus anchas y planas narices, tenían
pechos y rasgos faciales más pequeños que los hombres. Eran atractivas, las mujeres le
devolvieron la mirada a Ariel quien les sonrió. Ambas mujeres Zorn desviaron la
mirada de ella. Ariel suspiró. Parecía que no podría ser amigas de ellas.
A un lado había una mesa estilo buffet donde un hombre Zorn estaba sirviendo,
abiertamente miraba fijamente a Ariel. Su mano se tensó sobre la de Ral. Él le sonrió.
Son curiosos. Nunca habíamos visto una homin antes.
Humano.
Él se rió entre dientes. Humano.
Ella le sonrió. Correcto.
Del planeta Tierra.
Sí, recordaste.
Él se detuvo en la mesa, estudiando la misma. ¿Reconoces algo que puedas
comer?
Ella estudió la comida también y sacudió la cabeza. No.
Esto. Él señaló.
Es muy dulce, esto es amargo, esto es extremadamente picante para tu boca,
siguió señalando las cosas de la mesa y explicar su sabor. Ariel se decidió por un par
de cosas para probar. Ral cargo con los dos platos y se dirigió a una mesa solitaria.
Siéntate. Yo traeré nuestras bebidas.
Se sentó con ambos platos y esperó, Ral volvió en un instante. Puso las tazas
llenas de agua para sus platos, sonreía.
Come, Ariel.
Le encantaba la forma en que él decía su nombre. Se escuchaba como “Ori Al”,
probó la comida y le dio una sonrisa a Ral, estaba delicioso. Él pareció aliviado
mientras comía, a veces tomaba algo de su plato y se lo daba para que lo probara,
decidió que no le gustaba lo que parecía ser un banano de color rojo. Hizo que su boca
se sintiera en llamas y casi se atraganta. Tuvo que beber agua.
Cuando terminaron de comer Ral la llevó a un pasillo ancho deteniéndose.
Quédate conmigo y no te alejes de a mí. Es peligroso.
Ella asintió y sintió un poco de miedo.¿Es peligroso?
Mi gente fueron capturados por la fuerza de nuestro planeta de caza. Somos
fuertes y resistentes. ¿Entiendes? Había pocas mujeres con nosotros. Una mujer es rara
y muy deseada aquí. Algunos están enojados por haber perdido ayer, cuando
peleábamos por ti, van a querer tocarte. Si se desata una pelea ponte detrás de mí. No
voy a perder. Soy muy fuerte y ganaré.
Ella asintió. Él extendió la mano para acariciarle su mejilla.
Algunos Zorn piensan que sólo gane para montarte, para saciar mi necesidad
de una mujer. Podrían pensar que no voy a derramar su sangre por una extranjera. Con
el tiempo se darán cuenta de que estoy vinculado a ti y no se atreverán a desafiarme
por tu cuerpo.
¿Vinculado a mí?
Ral sonreía. Enamorados.
Ariel le devolvió la sonrisa. Está bien.
Me ofrecerán cosas para tenerte, no voy a venderte por nada, así que no te
preocupes, si los escuchas haciéndome ofertas, eres mía. Y seguirás siendo mía.
Ariel le puso la mano sobre su desnudo pecho. El hombre no llevaba camisa,
pero era obvio que le pertenecía puesto que llevaba puesta la de él.
Confío en ti.
Él sonrió. Bien. Tenemos que irnos. Quédate cerca de mí.
Las minas eran una gran área cavernosa, donde los hombres iban minando las
paredes rodeadas de rocas para agrandar el espacio. Algunos hombres estaban
colgados de la cintura con cuerdas a lo largo de las paredes utilizando herramientas
para romper grandes trozos de piedra. Ral sentó a Ariel en una gran roca, le guiño un
ojo y después se fue a trabajar. Recogió las piezas desprendidas del piso para cargarlos
dentro de unas máquinas provistas de ruedas que las sacaban cuando Ral pulsaba un
botón que decía que el carro estaba lleno, después en su lugar aparecía uno vacío.
Después de un tiempo Ariel se levantó para estar más cerca de Ral, recogió los
pequeños pedazos y comenzó a trabajar junto con él. Ral la miró con una sonrisa,
sorprendido. Ella le devolvió la sonrisa, trabajaron juntos durante horas. Ariel advirtió
la presencia de las tres mujeres Zorn en la caverna. Estaban sentadas en las rocas, pero
no ayudaban a sus hombres, descubrió que muchos ojos estaban observándola.
Un zumbido se escucho por de la habitación. Ral arrojó una piedra del tamaño de
un balón de baloncesto dentro del carro. Se dio la vuelta. Terminamos, nuestro turno
ha terminado. Gracias por ayudarme.
No puedo levantar los grandes como tú, pero soy buena con los pequeños
trozos.
Él se echó a reír. ¿Hambrienta?
Sí. Me muero de hambre.
La llevó de regreso hacia el gran comedor que ahora estaba lleno. Ral la tomo del
brazo tirándola con fuerza contra su costado. Ariel sabía que estaba en peligro, podía
verlo en la forma en que Ral se puso en guardia, observando a todos los hombres a su
alrededor. Se movieron hasta la línea de la mesa del buffet. Ral llenó los platos de
ambos, le entregó a Ariel el suyo y fueron por el agua juntos esta vez, llevándola
después a la mesa. Estaba lleno de gente, dejó el agua y se sentó. Él separo las piernas.
Siéntate en mi regazo.
Ariel se colocó en su regazo después de bajar la comida. Ral se hizo para atrás
para hacerle espacio entre sus piernas para que se sentara en el banquillo. Un hombre
que se sentó al lado de ellos inhaló con fuerza y volvió la cabeza. Ariel se encontró con
sus brillantes ojos verdes. El hombre aspiró otra vez y gruñó. Ariel apartó la mirada de
la suya, pudo sentir como Ral se tensaba mientras gruñía. Mía.
El hombre al lado de ellos se apartó unos cuantos centímetros. Ral se apoyó en
Ariel así que sus labios se presionaban en su oído, le decía algo en suaves gruñidos.
Ella frunció el ceño, dándose cuenta de que le estaba hablando en el oído equivocado.
Volvió su cabeza así que ella pudo verlo, señaló su otro oído.
Este es el único que implantaron. No entendí nada de lo que me has dicho.
Él frunció el ceño. ¿Sólo pusieron un implante en uno de tus oídos?
Ella asintió. Dije: no le sostengas la mirada a nadie más y come rápido.
Ariel asintió y se volvió hacia su comida comiendo rápidamente. Ral devoró la
suya. Le acaricio su brazo, bajó la cara, esta vez junto a su oído implantado, para
susurrarle.
¿Lista para irnos?
Sí.
Vamos a ir al cuarto de orinar y entonces regresaremos a nuestra habitación.
Suena bien.
Ral se levantó y ayudó a Ariel a levantarse la atrajo hacia su lado y se dirigieron a
la puerta. Estaban casi fuera de la cuarto, cuando tres hombres se interpusieron en su
camino. Ral se tensó, colocando a Ariel detrás de él, Ral les gruñó a los tres hombres.
Muévanse.
Uno de los hombres frunció el ceño. Compártela, tenemos necesidades y es de
especie diferente, no es una mujer Zorn.
Es mía, estoy vinculado a ella, Ral gruñó. Aléjate de mi mujer, o te mataré
para protegerla.
Ariel volteo la cabeza, más hombres se habían acercado, mirando directamente
hacia su cuerpo. No le gustaba el hambre que veía reflejada en sus rostros se acercó
más a Ral, tratando de pegarse a su espalda con el miedo creciendo. Él volvió la cabeza
y gruñó, los hombres se movieron retrocediendo, pero no lo suficientemente lejos
como para qué Ariel se sintiera cómoda. Ral volvió la cabeza para hacer frente a los
tres hombres delante de ellos.
Gru, si haces esto morirás. ¿Me entiendes? Le he dado mucho a nuestra gente,
y a ella la conservaré. Mataré a cualquiera que intente quitármela, no la compartiré.
Está vinculada a mí. Miró hacia los hombres con Gru.
Los voy a matar a todos si no retroceden ahora.
Entonces uno de nosotros morirá pero la queremos. Gruñó Gru.
Ral gruño de nuevo y volvió su cabeza. Rham, Ber, Hosh, protéjanla.
Tres enormes hombres avanzaron apartando a los hombres en su camino. Los
ojos de Ral se encontraron con los de Ariel.
Esta es mi manada, ellos te protegerán, ve con ellos.
El terror la golpeó cruelmente.
Ral…
Estarás a mi vista, ellos se asegurarán de que estés allí.
Los tres enormes hombres rodearon a Ariel, uno de ellos la agarro por el brazo y
la hizo a un lado contra la pared, miró a los tres hombres que la protegían
preguntándose qué significaba ser una manada para los Zorn, escucho un rugido y
volteo con fuerza en dirección a Ral. Cuatro hombres lo atacaban en lugar de tres.
El horror se precipitó sobre ella, levanto la vista hacia uno de los tres enormes
hombres que la protegían. ¿No lo puedes ayudar en la pelea?
El hombre sacudió la cabeza. Eres la mujer por la que Ral está peleando.
Nosotros sólo te protegemos es nuestra costumbre.
Su costumbre apesta, ella susurró. El terror la inundo mientras lo observaba
pelear.
Ral era endemoniadamente bueno. Había cuatro hombres rodeándolo, dos de
ellos lo tomaron por los brazos, mientras que el tercer hombre lo sujetaba por detrás, el
cuarto hombre se le acercó de frente, era Gru. Ariel jadeó y trató de alcanzar a Ral.
Quería saltar sobre uno de esos bastardos. Ral necesitaba ayuda. Uno de los hombres
que la protegían agarro el brazo tirándolo de regreso.
Detente. Habló en voz baja.
Ral no necesita ayuda.
Ral echó atrás su cabeza para estrellarla fuertemente contra la cara del hombre
que estaba detrás. Levanto ambos pies al mismo tiempo para patear al hombre que se
dirigía a su pecho, los dos hombres que tenían agarrado a Ral de los brazos se
tambalearon hacia atrás tratando de mantenerlo sujeto. Eso sacó a ambos fuera de
balance.
Gru rugió de dolor cuando Ral pateo su pecho, su cuerpo se fue hacia atrás,
golpeándose con fuerza contra una áspera pared de roca. Cuando los pies de Ral
tocaron el suelo tiró de sus brazos al mismo tiempo, haciendo que los dos hombres que
sostenían sus brazos perdieran el equilibrio y chocaran entre sí. Con uno de sus brazos
libres, golpeó el rostro del hombre que estaba más cerca de él.
Fue brutal y sangriento, Ral les dio una paliza a los cuatro hombres que
quedaron en el suelo ensangrentados y algunos tenían los huesos rotos, Ariel se dio
cuenta de que los Zorn también peleaban con los dientes. Ral había desgarrado el
brazo de uno de los hombres cuando este intento golpearlo en el rostro, Ral se volvió y
gruñó alrededor de la habitación, se acercó para tomar a Gru por el pelo. Tiro del
hombre hasta que lo levanto sobre sus tambaleantes pies.
Ella es mía, te advertí que te costaría la vida, Gru, Ral miró alrededor del
cuarto. Mataré a cualquiera que se atreva a tocar a la mujer con la que estoy
vinculado.
Ariel casi se desmaya cuando observo la presión que Ral estaba ejerciendo sobre
el cuello de Gru. Simplemente lo retorcido y escuchó el sonido del crujido su cuello al
romperse, Ral soltó el cuerpo de Gru se agachó y agarró al siguiente hombre, el
hombre gimió.
Por favor, Ral…
Ral le rompió el cuello y lo arrojó a un lado, Ariel cerró los ojos luchando contra
un sollozo, escuchó dos chasquidos más. Los dos hombres restantes también habían
rogado por su vida, Ral no había vacilado en matarlos.
Ella es mía, rugió.
Los ojos de Ariel se abrieron de golpe, cuando una mano se apoderó de ella. Un
Ral ensangrentado estaba jadeando mientras se sacudía la mano, tropezó detrás de él
cuando no le dio otra opción, la arrastro desde la sala, rodearon los cadáveres de los
hombres con quienes había peleado, y caminaron por el pasillo. No se detuvo hasta
que llegó al cuarto de baño donde la metió junto con él. Dos hombres ocupaban la
habitación. Ral les gruñó.
Fuera. Baras, vigila la puerta.
Uno de los hombres asintió con la cabeza y vio rápidamente a Ariel. ¿Estás
bien, Ral?
Tuve que matar a cuatro hombres lo suficientemente estúpidos por trata de
quitarme a mi mujer.
El hombre palideció. Voy a vigilar la puerta.
Lo Agradezco, dijo Ral en voz baja.
Miro en dirección a Ariel, ella lo veía con temor. Él frunció el ceño. ¿Por qué
me miras así?
Mataste a los cuatro hombres.
Él le gruño suavemente. No sé cómo son las cosas en tu planeta, pero ya no
estás en él Ariel, si no los mataba entonces tendría que pelear día tras día con ellos para
conservarte. ¿Preferirías que hubiera dejado que te llevaran? ¿Sabes lo que habrían
hecho contigo? Habrían usado tu cuerpo hasta cansarse y después te habrían pasado a
otros hombres, eres pequeña y no sobrevivirías por mucho tiempo. Ellos te lastimarían,
tú eres mía. Tú y yo estamos enamorados, ¿comprendes?
Ella asintió con la cabeza. Es sólo que... luchó contra las lágrimas. Me dio
miedo, no estoy acostumbrada a tanta violencia. Me doy cuenta de que no tenías otra
opción y agradezco lo que hiciste por mí, realmente lo hago sólo es que estoy
impresionada.
Él suspiró cambiando su brazo de posición. Voy a lavarme, quítate la ropa,
nos bañaremos juntos.
Ariel se desnudó rápidamente y no dejaba de mirar a la puerta. Ral se rió entre
dientes. Baras no dejará entrar a nadie, la mayoría de mi gente me teme ya que soy el
más fuerte de todos.
Realmente peleas muy bien.
Yo soy un... Él vaciló. No sé cómo explicártelo. En mi planeta algunos
son más fuertes que otros, yo pertenezco a una de las familias más poderosas. Mi padre
dirige nuestro planeta.
Se quedó atónita. ¿Como un rey?
No conozco esa palabra, mi padre es el más poderoso. Gobierna a toda nuestra
gente.
Mierda. Eres como un príncipe.
Se encogió de hombros. No entiendo ese término, pero mi gente me sigue aquí.
A veces, algunos de ellos se vuelven estúpidos, se olvidan que pelean con el mejor. Es
nuestra costumbre, él más fuerte gobierna al más débil. Aquí yo soy el más fuerte de
mi gente.
¿Entonces por qué aun así te desafiaron?
Para ganarte de los Anzons…Él vaciló. No nos gusta lastimarnos unos a
otros, pero somos muy buenos infligiendo el suficiente daño como para que parezca
real. A veces fingimos que tenemos huesos rotos, pero otras veces la pelea es real.
Algunos realmente pelearon por ti, yo siempre gano la pelea y le entrego el premio a
alguno de mi pueblo que se lo merezca. Esta vez me quede con el premio para mí.
Se sorprendió cuando Ral tiró de su cuerpo desnudo hacia la ducha y agitó una
mano contra la pared. Una cascada de agua caliente cayó desde arriba en forma de
lluvia dentro de la ducha, esto sorprendió a Ariel.
Ral se rió entre dientes. El agua nos lavara, limpiara todo. Solo tienes que
frotarla en tu piel.
¿No hay nada con que lavarnos el cabello?
Él tocó la lluvia. Esto también limpia tu cabello, hay sustancias químicas en el
agua pero no la tomes por que no sabe bien, no dañara tus ojos si entra en contacto con
ellos. Pero no tiene buen sabor así que si tragas mucha agua la vomitaras.
¿Así que toda esa pelea para ganarme de los Anzons no era real?
Él dudó. Aprendimos hace tiempo atrás cuando fuimos capturados, que si no
demostrábamos que peleábamos realmente los Anzons nos quitaban el alimento para
que peleáramos de verdad. Algunos pelean realmente para intentar ganar los premios
que desean con mucha codicia. Yo le entrego mi premio al que considero que más se lo
merece. Muchos realmente pelearon hoy por ti. Fueron estúpidos al intentar
arrebatarte de mi lado. No hubiera dejado que te tuvieran, sabían que no lo permitiría
y que no eran merecedores de luchar conmigo.
Es por eso que el hombre te detuvo para preguntarte a quien me ibas a
entregar.
Él asintió con la cabeza. A Gru no le gustó que te conservara, pero me he
ganado con creces el derecho a tenerte. Él pensaba que era suficientemente digno como
para que yo te entregara.
¿Has ganado a otras mujeres?
Sí.
Los celos la golpearon. ¿Te acostaste con ellas?
Él la miró con los párpados entrecerrados. No, de inmediato se las entregue a
los hombres que considere que se las merecían. Él tomo su rostro entre sus manos y
le acaricio con su pulgar la mejilla. Eres la única mujer que ha estado en mi cama
desde que fuimos hechos prisioneros de nuestro planeta. Eso fue hace seis meses.
Ella se sorprendió. ¿Por qué a mi me conservaste? ¿Por qué no conservaste a
ninguna de esas otras mujeres?
Él sonrió. Me sentí atraído a ti tan fuerte, que lo sentí en mi sangre desde que
puse los ojos en ti. Tenía que tenerte.
Ella asintió. Me alegro.
Yo también me alegro. Vamos a nuestra habitación. Siento la necesidad de
estar de nuevo contigo y no creo que sea seguro para nosotros hacerlo aquí.
4

Ral cerró la puerta. Quítate la ropa.


Se desnudó rápidamente. Observó a Ral quitarse los pantalones, ya estaba
excitado caminó hasta el colchón y se sentó sobre sus piernas acomodándola en su
regazo.
¿Arriba o abajo? Tú eliges.
Ariel sonrió. ¿Siempre lo haces sentado?
¿Tu especie no lo hace?
No. Extiéndete sobre tu espalda para mí.
Él dudó, pero entonces se echó hacia atrás, Ariel se dejó caer de rodillas para
subir a través del colchón. Sus manos le acariciaban el pecho mientras se sentaba a
horcajadas en su regazo. El deseo ardía en sus ojos mientras él la veía en silencio. No
protestó, Ariel se inclinó sobre él abriendo la boca, pasó la lengua por su pecho. Al
instante su cuerpo se tensó, gruñendo arqueó la espalda para que su cuerpo estuviera
más cerca de su boca.
Ella lo tomó como una buena señal, le pasó la lengua por los pezones y los
succiono dentro de su boca. Él deslizó sus manos por su pelo con un gruñido. Señor
de las Lunas, él susurró.
Ariel sonrió y liberó su pezón. ¿Quién es él?
Ral rió entre dientes. El protector y vigilante de mi planeta.
Dios.
¿Es él quien protege y vela por tu planeta?
Ella dudó. ¿Es tu Señor de las lunas una persona viva, de carne y hueso o es
una creencia?
Una creencia.
Ella asintió. Yo tengo a Dios.
Haz eso otra vez con tu boca.
Bajó la cabeza para jugar con su pezón en su boca, trazó de regreso con su aliento
su húmeda piel, sonrió al ver como sus tetillas se endurecían. Ral gruño.
Te necesito.
Tomo con su mano su gruesa erección, estaba excitada y húmeda. Lo veía
directamente a los ojos mientras lentamente se acomodaba sobre sus caderas. Gimió
mientras se deslizaba hacia abajo, aceptándolo dentro de su cuerpo, se sentía
malditamente bien, se deslizó hasta tenerlo enterrado profundamente dentro de ella.
Ral gruñó bajo.
Ariel, eso siente increíble.
Espera. Se movió sobre él cabalgándolo.
Ral agarró sus caderas, echo su cabeza hacia atrás, empujando sus caderas hacia
arriba mientras ella descendía, se movieron más rápido, juntos y el placer aumentó.
Tócame, ella jadeó. Estoy muy cerca.
Aparto una mano de su cadera así que su mano quedo libre para poder tocar su
clítoris, frotándolo entre sus dedos. Eso fue todo lo que necesito, Ariel gritó
corriéndose intensamente. Ral gruñó y echó su cabeza hacia atrás, mientras su caliente
cuerpo se sacudía debajo de ella al impulsarse profundamente dentro. Ella se dejó caer
sobre su pecho.
Ariel sonrió contra su piel. ¿Así que... fue tan bueno como cuando lo haces
sobre tus piernas?
Mejor. Él se rió entre dientes.
 ¿Sus mujeres Zorn no disfrutan del sexo a menos que solo lo hagan de esa
manera?
Él le frotó el trasero con sus manos. Sus unis sólo puede ser frotadas por el hais
de nuestro cuerpo y esa es la posición que funciona.
¿Hais?
Él se dio la vuelta llevándosela consigo, así que Ariel quedo inmovilizada debajo
de su enorme cuerpo. Se retiró de ella lentamente y quedo de rodillas, agarro su polla
tocando el borde superior de la misma. Hais, siéntelo es más duro que la parte de
abajo.
Exploró la punta de su polla. Ral tenía un área dura en la punta de la cabeza de
su polla, vio como temblaba mientras lo frotaba con la punta de sus dedos. Él cerró sus
ojos con un gemido.
¿Área sensible?
Mucho.
Ella deslizó sus dedos por la parte inferior. ¿Qué tal aquí?
Se siente bien, pero el hais es la más sensible.
Dentro de mí lo rozas sin importar la posición en la que estés, lo liberó y
retrocedió.
Ral asintió. Cuando los hombres Zorn castigan a sus mujeres tienen sexo en
una posición en que a ella les impida obtener placer.
No entiendo.
Él sonrió. Somos una sociedad dominada por hombres.
Todavía no lo entiendo.
La tomó entre sus brazos para que se acurrucara junto a él. Si una mujer es
muy caprichosa y necesita que le recuerden que el hombre está a cargo, tienen sexo sin
que ella obtenga su placer hasta que se someta a él.
¿Lastiman a la mujer?
No, Imagínate que hacemos el amor, pero no permito que te corras.
Eso es malo.
Se echó a reír. Es una lección. Cuando la mujer se somete dejamos que se corra.
Le froto el pecho con la punta de sus dedos, le encantaba tocar a Ral. Eso no
funciona conmigo.
Encontraré la manera. ¿Qué pasaría si no te froto el unis?
Todavía disfrutaría, solo que no tanto.
¿De qué otra forma te gusta ser amada?
¿Tienen sexo oral?
Él la miró confundido.
Ella sonrió. Usas tu boca en mi unis o uso mi boca en tu hais.
La mirada confusa desaparecido asintiendo. Las mujeres pueden, pero a menos
que un hombre tenga una lengua muy larga, no podemos alcanzar un unis con la boca.
Son cerca de quince centímetros dentro de una mujer.
Eso apesta para tus mujeres.
Ellas disfrutan de la estimulación con el dedo. Su mano recorrió su cuerpo
deteniéndose en sus caderas. Tu unis es muy accesible.
Ella asintió.
Él la levantó, y recostando a Ariel sobre su espalda, y le sonrió. Veamos si esto
funciona.
Ella dudó. Primero debo tomar una ducha.
Se rió entre dientes. ¿Porque voy a probarte? No me importa. Él se deslizó
por ella y le separó los muslos. Quiero experimentar contigo.
Ariel extendió más ampliamente sus muslos. Cualquier cosa que desees.
Ral se movió entre sus muslos examinando su cuerpo de cerca. Bajó la cabeza
para mirar entre sus piernas abiertas, con sus dedos separo sus pliegues para obtener
una visión perfecta de su clítoris.
Hermoso.
Ariel se echó a reír. ¿Crees que soy bonita allá abajo?
Él inhaló. También hueles muy bien. Su boca descendió y su lengua tocó su
clítoris, chupándolo. Ariel gimió, su boca la liberó.
¿Bueno?
Sí.
Sabes deliciosa voy a hacer contigo lo que me gusta para ver tu reacción.
No puedo esperar, dijo ella sin aliento.
Ral la lamió y chupó, utilizando sus dientes para suavemente raspar su clítoris.
Ariel gimió más fuerte y agarro en un puño la sábana. Ral, se siente tan
malditamente bien.
Él gruñó, vibrando contra ella. Su boca jugaba con su clítoris sin piedad, no tomo
mucho tiempo para que Ariel gritara su nombre cuando se corría.
Ral levantó la cabeza de entre sus muslos húmedos. Quiero hacer esto a
menudo.
Cuando quieras. Levantó su cabeza, sonriéndole. Tu turno, túmbate sobre
tu espalda.
Ral se rió entre dientes mientras se tumbaba sobre su espalda para ella. Ariel se
levantó y se metió entre sus muslos mirando fijamente su dura erección.
Dime lo que te gusta.
Muéstrame que es lo que les gusta a los hombres de tu planeta.
Ariel se humedeció sus labios, se apodero de su polla pasándole la lengua por
encima. Él gimió suavemente, apretando las mantas. Los músculos de todo su cuerpo
se tensaron.
Bueno, él gruñó.
Ariel le pasó la lengua por la parte inferior de su eje y lo lamió hacia arriba,
envolvió sus labios alrededor de su polla y lo tomó en su boca. Gimiendo en voz alta,
Ral apretó las sábanas.
Señor de las Lunas. Se siente tan bien.
Ariel lentamente lo tomaba más profundamente. El cuerpo de Ral se retorcía un
poco mientras Ariel se movía más rápido, chupándolo más fuerte, utilizando su lengua
para torturarlo sin piedad. Ral se sacudió. Ariel tragó mientras él se corría en su boca.
Su semen fue más cálido que cualquier otra cosa que hubiera experimentado antes y su
sabor era dulce como un caramelo. Ella gimió y lo mantuvo en su boca hasta que
expulsó hasta la última gota. Ral dio un tembloroso suspiro.
Me estás matando.
Lo libero de su boca, la mirada aturdida en su rostro la hizo sonreír. ¿Te gustó
eso?
Él la tiró sobre él. Me gusta más tu manera. Señor de las Lunas, fue increíble.
¿Qué fue diferente?
Nuestras mujeres sólo lamen la punta, no nos toman dentro de sus bocas como
esto. Tu manera es... Él se estremeció. Muchísimo mejor.
Ariel se acurrucó junto a Ral. Tenemos el mejor sexo juntos.
Él se echó a reír. Lo tenemos, estoy listo para dormir. ¿Estás lista para
dormir? No dormimos muy bien el último ciclo de sueño.
Ummm. Alguien me lo impidió.
Se acurrucó más cerca de Ral. Ariel cerró los ojos sintiéndose felizmente saciada
envuelta en los brazos de Ral. Ambos estaban a punto de quedarse dormidos cuando
alguien golpeó la puerta.
Ral gruñó mientras movía a Ariel, agarró la manta y cubrió completamente su
cuerpo desde el cuello hasta los pies. Quédate, le ordenó. Saltó de la cama, agarró
sus pantalones y se los puso.
Ariel cogió la manta sobre su cuerpo, sintiendo un poco de temor. ¿Había más
hombres en la puerta esperando pelear con Ral por ella? Ral empujó la puerta
abriéndola y miró fijamente a quienquiera que estuviera allí. Ariel no pudo ver porque
el enorme cuerpo de Ral le bloqueaba la vista. Escucho una suave voz masculina, pero
no pudo distinguir las palabras.
Estaré allí en unos minutos, cerró la puerta. Vístete, Ariel tenemos que
irnos rápido.
Ella se alarmó, pero salió de la cama para vestirse rápidamente. Ral le ayudó con
su cinturón, lo miró. ¿Qué está mal?
Tenemos que ir a una reunión, es muy importante. Uno de mi manada escucho
algo que necesita decirnos.
¿Qué significa manada? No entiendo el término.
Significa que es fiel a mí y a mi familia. Son personas dignas de confianza que
no me traicionaran, que se han ganado mi confianza y la de mi familia. Es un lazo de
amistad profundo. ¿Entiendes?
Sí.
Ral se apoderó de su rostro y la estudio. ¿Estas enamorada de mí, Ariel?
Lo miró fijamente. Sabía lo que le estaba pidiendo, aun si sus palabras no eran
exactamente las correctas, quería saber si sentía algo por él, ella asintió. No estaba
segura de cómo había sucedido, pero ella lo amaba, había matado por protegerla y
conservarla, la hacía reír. Hacia el amor con ella. ¿Cómo no iba a amarlo?
Te amo.
¿Puedo confiar en ti?
Asintió, sin apartar la mirada de sus ojos. Sí.
No tenía ninguna duda pero tenía que preguntar. Vámonos, esto es muy
importante.
Abrió la puerta y la tomó de la mano. Caminaba tan rápido que Ariel tuvo que
correr para mantenerse a su lado o corría el riesgo de ser arrastrada. Terminaron en un
cuarto de dormir muy similar al que compartía con Ral. La habitación estaba llena de
hombres, coloco a Ariel delante de él, sus brazos rodeándola posesivamente. La puerta
fue cerrada detrás de ellos.
¿Que fue lo que escuchaste que nos puede ayudar? Hablo en voz baja.
Un hombre se levantó, saludo con la cabeza a Ral y sus ojos se dirigieron hacia
Ariel. ¿Podemos confiar en ella?
Está vinculada a mí, gruñó, su voz se escuchaba molesta. No insultes a mi
mujer.
El hombre palideció. No quise insultar a tu mujer. Él hombre bajo la mirada.
Habla, suspiró Ral.
El hombre asintió, levanto nuevamente la vista y miro fijamente a Ral. Están
preparando una de las grandes naves. Hay un gran planeta que van a visitar para
obtener más mano de obra. Su plan es que la nave sea el hogar de estos hasta que
cavemos lo suficiente para meterlos aquí con nosotros.
Ral sonrió. ¿Cuándo?
El hombre le devolvió la sonrisa. Se van mañana por la mañana en el primer
turno, es perfecto. Están planeando raptar a unos cientos de trabajadores.
La sonrisa de Ral se desvaneció, miro a los hombres a su alrededor. Nuestro
tiempo ha llegado, esto es todo. Hagan todos los arreglos necesarios y háganlo rápido.
No les digan a los otros lo que va a suceder, vamos a sorprenderlos. Todos ustedes
saben lo que tienen que hacer. Nos levantaremos dos horas antes del primer turno para
prepararnos. Volvió su mirada hacia el hombre — ¿Está todo en orden?
Sí.
Ral se rió entre dientes. Estamos muy cerca.
Todos los hombres estaban sonriendo, Ariel vio a cada uno de ellos. El por qué
estaban tan entusiasmados con los nuevos prisioneros estaba más allá de lo que ella
pudiera comprender. Tal vez tenían la esperanza de que la mayoría de los prisioneros
fueran mujeres, tal vez se sentían solos y querían ver nuevas caras. Regresaron en
silencio hasta su habitación. Ral cerró la puerta.
Desvístete. El hambre ardía en su mirada.
Se desnudó, Ral la agarró y la acomodó contra su cuerpo. Sus miradas se
encontraron, estaban casi nariz con nariz.
¿Si lo hacemos de pie lo disfrutarás?
Sí.
Él le gruñó suavemente. Ariel enredo sus piernas alrededor de sus caderas y sus
brazos alrededor de su cuello. Ral entró en ella al instante. Le encantaba la sensación
de él en su interior colmándola, se movió, la agarró por el culo y empujaba hacia arriba
y abajo meciéndose. Ariel escondió su rostro en su hombro gimiendo fuertemente. No
estaba segura que fue lo que había sacado la vena salvaje en Ral, ¡pero con un infierno
lo estaba disfrutando!
Señor de las Lunas, susurró Ariel después de correrse y de que Ral
estallara dentro de ella lo suficiente fuerte como para que ella lo sintiera.
Ral se rió entre dientes. Exactamente. Señor de las Lunas eso fue bueno.
Salió de su cuerpo y la bajó al suelo. Le dio un beso antes de alejarse. Tenemos
que dormir.
Ariel asintió y se metió en la cama, levanto las mantas para Ral. Métete.
Él sonrió y se metió, acercándola a su cuerpo hasta que la cabeza de Ariel
descansó sobre su pecho. Yo enamorado de ti, Ariel.
Se rió de su pronunciación. Yo también estoy enamorada de ti, Ral.
Estoy enamorado de ti. ¿Mejor? Acaricio su espalda con los dedos.
Perfecto, dijo con sinceridad. La alegría irradiaba través de ella. Ral la
amaba.
5

Despierta.
Ariel abrió los ojos. Maldita sea que temprano te levantas. ¿Acaso dormimos
mucho? ¿Cómo sabes qué hora es?
Escuche, tenemos patrullas en el pasillo que nos dicen la hora. Mi oído es muy
agudo vístete rápido, tenemos que darnos prisa. Tenemos mucho que hacer, Ariel.
Se vistió, al ver Ral que se ponía una camisa se quedo observándolo. ¿Llevaras
camisa hoy?
Dónde vamos hoy es más frío que abajo en las minas de la caverna.
Está bien.
Ral agarró la manta de la cama. Ariel vio como tiraba toda la ropa que tenía
apilada en el suelo dentro de la manta, algo definitivamente estaba mal con Ral, pero
no le decía lo que estaba pasando. Levantó la bolsa de ropa sobre su hombro y abrió la
puerta, se estiro para tomarla de la mano.
Quédate a mi lado no importa lo que pase, quédate conmigo Ariel. Estas
vinculada a mí. Y yo a ti, nos pertenecemos.
Lo recuerdo. No me apartare de tu vista y me quedaré muy cerca de ti en todo
momento.
Correcto.
La llevó al baño, Ral ordeno a los cuatro hombres que se encontraban dentro que
salieran para que ella así pudiera tener privacidad. Cuando terminó él entro y utilizo el
baño. Tres hombres extraños entraron, por lo que Ral la atrajo hacia su cuerpo y le dio
una señal con la cabeza para que no los mirara, volvió los ojos, pero mantuvo su
mirada en ellos, ella tampoco quería ver a los tres hombres orinando.
Le dio privacidad a Ral, sin apartarse de su vista, se lavaron antes de salir del
baño, y después la llevó al comedor.
Come rápido. Le entregó los platos con comida y las tazas con agua. Ella
miró la habitación, estaba lleno a diferencia de la mañana anterior. La habitación estaba
inusualmente tranquila. Ral se sentó en el banquillo al final de la mesa, extendiendo
sus anchos muslos moviéndose en el banquillo, haciendo espacio para que Ariel se
sentara.
Sin que tuviera que decirle, Ariel se deslizó sobre su regazo entre sus muslos.
Comieron rápidamente, Ral hizo un gesto a los hombres a su alrededor. Ella levantó la
vista, la gente de Ral estaba tensa casi podía sentirse en el aire, se preguntaba qué
demonios estaba pasando, volteo a ver a Ral. Él la miró y sonrió.
¿Ral?
Confía en mí y pregunta después.
Cerró su boca y asintió, quería que estuvieran en movimiento. Dejo el área del
comedor junto con él. Sin embargo no se dirigió hacia la mina, puso la manta sobre su
hombro, le tomó la mano y se dirigió hacia unas puertas marcadas con palabras que no
podía leer. Las marcas parecían ondulaciones con algunos rasguños. La mano que
sostenía la suya la apretó más e hizo una pausa para mirarla.
Quédate conmigo si algo sale mal, tendremos que correr. Corre conmigo.
Prométemelo, Ariel. No quiero perderte y moriría si te separaran de mí, porque peleare
por conservarte sin importar las posibilidades.
Ariel sintió pánico, ¿Qué demonios estaba pasando? Ral abrió la puerta que
conducía a un pequeño pasillo, le dio un tirón para que avanzara y prácticamente
estuvieron al final del pasillo, este terminaba en una de esas cosas, en una plataforma
elevadora con las paredes rocosas. Ral se subió tirando de ella hacia sus brazos.
No toque las paredes.
No lo haré, se estremeció. Sería como tocar un rallador de queso eléctrico
por la velocidad a la que estas cosas se mueven de arriba y abajo.
¿Un rallador de queso?
No importa. Estaba hablando conmigo misma.
La plataforma se detuvo. Ral, olfateo el aire mientras la empujaba para que
avanzara, bajaron corriendo por los pasillos hasta llegar a otra gran puerta. Se parecía a
la puerta que había atravesado con Yoz el día en que la llevaron a la mina. La puerta se
sacudió antes de abrirse, Ariel estaba un poco sorprendida de ver a uno de los hombres
de Ral ante ellos.
Estamos listos, el resto nos siguen.
Ral asintió y avanzaron sin decir nada, su mano la sujetaba con más fuerza a
Ariel mientras la ponía detrás de él. Atravesaron una gran sala hacia otra puerta
grande, se detuvo y miró hacia atrás, Ariel miró por encima del hombro para ver como
docenas de Zorn entraban en la gran sala con más Zorn sobre sus talones. La sala se
lleno con Zorn.
El hombre que permitía la entrada en el cuarto, finalmente cerró la puerta.
Tenía que haber más de cientos de Zorn en la habitación con algunas otras especies que
no había visto antes. Los otros que no eran Zorn parecían tan confundidos como ella,
sólo había un puñado de ellos y todos estos eran mujeres.
Hagámoslo. Ral dio una señal con la cabeza.
Las puertas se abrieron, Ariel se giró para ver lo que había en la habitación a la
que se dirigían y se quedó sin aliento al observar la nave más grande que hubiera visto,
estacionada en lo que parecía ser el espacio abierto. Fue entonces cuando vio la
cúpula de cristal apenas perceptible con el espacio profundo como fondo.
Más hombres Zorn estaban en la nave, todo el mundo se agito frenéticamente,
como en una estampida, los Zorn comenzaron a correr. Ral apretó su mano y tiró de
ella más cerca de su cuerpo corriendo juntos hacia la nave.
Era una nave espacial, solo así lo comprendió. Se preguntaba qué era lo que iba a
suceder, conforme se acercaban a la nave, de repente se dio cuenta y se sorprendió.
Estaban tratando de escapar. La impresión surgió a medida que corrían por la rampa
hacia el interior del vientre de la nave, esta se veía como una gran área de carga. Más
Zorn esperaban dentro. Ral continuo moviéndose, tirando de Ariel, mientras corrían
a través del área de carga hacia un pasillo de metal.
Por aquí, Argis Ral, gritó un hombre.
Nos estamos preparando para el despegue.
Ral ni siquiera perdía el aliento mientras corrían. ¿Has averiado las otras
naves?
Sí, gruñó el otro Zorn que corría junto a ellos.Por el momento no serán
capaces de seguirnos, pero no por mucho tiempo.
Jadeaba fuertemente, por lo que a Ariel le dio un dolor en el costado así que
comenzó a disminuir el paso. Ral gruñó, sé detuvo, giró lanzándole la manta y la ropa
al otro hombre mientras soltaba la mano de Ariel. En un instante Ral agarro a Ariel por
la cintura, levantándola por lo que sus caderas se golpearon fuertemente contra el
hombro de Ral. Se dio la vuelta y comenzó a correr otra vez mientras la estrechaba con
fuerza contra su cuerpo.
Llegaron hasta un elevador, Ral se quedó allí con el otro hombre Zorn mientras el
elevador ascendía, Ariel se quitó el cabello de la cara para mirar al hombre Zorn que
estaba de pie a pocos metros de ella y Ral.
La nave está llena. El Zorn se tocó la oreja, Ariel vio un dispositivo de metal
sujetado a la oreja del hombre. Están asegurando las puertas de carga. Estamos
listos, todos estan.
Salgamos de aquí, gruñó Ral. No esperen a que llegue al centro de mando.
Despeguen, ordenó el Zorn. Argis Ral ha ordenado el despegue.
Los motores de la nave no eran ensordecedores, pero aún así Ariel noto la
vibración cuando fueron encendidas. La puerta del elevador se abría mientas se
detenían. Ral se movió rápidamente hacia dentro de la habitación. Se inclinó para bajar
a Ariel con suavidad, la tomo del brazo y la hizo dar la vuelta.
Ariel abrió enormemente los ojos asombrada al ver la gran ventana. La
habitación era un tipo de centro de comando. Cinco Zorn se encontraban en los
controles. Ral se movió hacia una gran silla llevando consigo a Ariel. Se sentó, tirando
de ella hacia su regazo, envolviéndola con su brazo alrededor de su cintura para
asegurarse que no pudiera moverse.
Informe, ordenó Ral
Activaron la alarma cuando se ponía en marcha la nave, pero hemos anulado
sus sistemas. El hombre detrás de ellos gruñó.
La cúpula se está retrayendo, cuarenta segundos para el despegue.
Ral gruñó. Más rápido, maldita sea.
Solo podemos ir a cierta velocidad, la cúpula ha comenzado a abrirse. No
pueden alcanzar la nave, los sellos de presión se rompieron cuando la cúpula comenzó
a abrirse, serán absorbidos saliendo del muelle, aun si pudieran eludir su sistema de
seguridad.
Ral asintió con la cabeza. ¿Qué pasa con sus defensas?
Están destruidas. El hombre que estaba sentado a su derecha rio
Las hicimos estallar una vez que diste la orden de despegar. Ahora mismo esos
bastardos azules están ocupados luchando contra los incendios que provocamos.
Estaremos seguros. No pueden detenernos.
Ral asintió. Los ojos de Ariel se dirigieron a los suyos, pero él no la miró, parecía
triste mientras miraba por la gran ventana.
Hasta que no estemos libres y seguros no me sentiré demasiado confiado, Avi.
Viz, ¿Tienes acceso a su sistema de navegación? ¿Sabemos dónde estamos y cómo
llegar a casa?
Sí, Argis Ral. Estamos a tres semanas de casa a máxima capacidad.
Ral cerró sus ojos y sonrió. Casa. Sus ojos se abrieron de golpe. ¿Tiempo?
Diez segundos. Estamos listos, alertaré a nuestra gente para que se sujeten.
Ral apretó a Ariel con más fuerza contra su cuerpo. Sujétate con fuerza,
Ariel. Esta nave tiene potentes motores y no tendremos una fácil salida. Queremos
causar daños mientras salimos de aquí, incendiaremos su muelle de embarque.
Envolvió sus brazos alrededor de su cuello para aferrarse con más fuerza a él.
Los motores de la nave vibraron con más fuerza a medida de que la nave salía
disparada hacia el espacio. Su cuerpo se estrelló contra Ral, quien la sostuvo con más
fuerza. Ella volvió la cabeza para ver como la nave volaba hacia el espacio.
Tienen un arma que no estallo, gruño un hombre.Maniobras evasivas.
Ral gruñó. ¿Podemos evitarlos?
El hombre sonrió. No hay problema, estaremos fuera de su alcance en tres,
dos, uno, ahora. Somos libres.
Ral se echó a reír, cargo a Ariel en sus brazos mientras se levantaba
sonriéndole.Somos libres, mi Ariel.
Ariel con la impresión, veía a Ral. Él le guiñó un ojo.Abran por completo las
comunicaciones de la nave. Suavemente coloco a Ariel en la silla que había dejado
desocupada.
Emocionalmente Ariel se fue recuperando de la conmoción, habían escapado de
los Anzons, ni siquiera se había dado cuenta que estaban tratando de escapar. Ral no se
lo dijo, por eso fue la reunión de la noche anterior. Los Zorn no estaban emocionados
por el arribo de nuevos prisioneros, sino por el hecho de tener una gran nave lista para
usarla durante el escape, el dolor se apoderó de Ariel. ¿Por qué Ral no se lo dijo? ¿No
confiaba en ella?
Este es Argis Ral, gruñó Ral. Somos libres, en tres semanas estaremos de
regreso en casa. Veremos a Zorn otra vez.
Los hombres echaron hacia atrás sus cabezas y aullaron fuertemente, Ariel se
estremeció. Ral le sonrió ampliamente, pasando su mano sobre su garganta. El hombre
de la izquierda asintió.
Las comunicaciones están apagadas, Argis Ral.
Ral miró hacia a uno de sus hombres. ¿Alguien nos persigue?
No, Argis Ral. Les causamos el suficiente daño.
Ral asintió. Continua la vigilancia, no quiero ninguna sorpresa.
Sí, Argis Ral.
Ral se volvió para mirar a la enorme ventana que daba hacia el espacio, cruzo los
brazos sobre su musculoso pecho, la satisfacción en su rostro era evidente.
Ariel trago. ¿Ral?
Él le sonrió. ¿Sí?
¿Me llevaras a casa?
Él asintió, se acercó a ella y se inclino para tomarla suavemente entre sus manos
su rostro.
Estamos vinculados, serás muy bien recibida en mi planeta.
Me refiero a la Tierra, ella susurró.
La sonrisa de Ral desapareció.
Estamos vinculados, Ariel no sé dónde está tu mundo o incluso en dónde
buscar. Lo siento, mi casa es ahora tu hogar.
Ella asintió sintiéndose un poco desconcertada. ¿Qué otra cosa podía hacer? Ral
le sonrió y la soltó para ponerse de pie, dirigiéndose hacia una de las estaciones y
hablar en voz baja a uno de sus hombres.
Ariel fue a sentarse en la silla donde la había colocado y se limitó a observar a
Ral, la llevaba a su planeta, no iba a regresar jamás a la Tierra. El dolor y el enojo la
lleno cuando se dio cuenta de que los hombres de Ral tenían acceso al sistema de
navegación de los Anzons para encontrar su mundo, pero él ni siquiera iba a buscar su
planeta, cerró los ojos y luchó para contener las lágrimas que ardían detrás de sus
párpados.
Finalmente abrió los ojos y miró hacia el espacio exterior cuando por fin pudo
tener sus emociones bajo control. De vez en cuando volvía la cabeza para ver a Ral,
parecía emocionado mientras se movía por la habitación de una estación a otra.
Finalmente, se dirigió hacia ella y le tendió la mano, habían pasado horas.
No están persiguiéndonos, no tienen nada más rápido que nuestra nave y
hemos estado vigilándolos. Hicimos una huida perfecta, he memorizado el plano de la
nave, vamos a los dormitorios del líder.
Está bien. Dejó que él la levantara.
Ral recuperó la manta con la ropa en la puerta, dejaron el centro de mando y
descendieron por un pasillo se detuvieron en una puerta y la abrió, no estaba cerrada
con llave. Ral entró primero y dejó caer la ropa y las luces se encendieron
automáticamente. Ariel miró el gran cuarto.
Agradable. La habitación era enorme y parecía equipada con todas las
comodidades de los Anzons.
Nos metieron en habitaciones de roca con gruesas alfombras. Ral parecía
enojado. Sin embargo, ellos vivían con lujo.
Ariel miró la habitación de nuevo, tenía una sala con confortables sillones y
después había una área de dormitorio con una gran cama, una de las paredes era una
ventana hacia el espacio, seria hermoso verlo cuando se acostaran en la cama, tendrían
la vista del espacio para poder disfrutarla. Ral la alcanzo, y la envolvió entre sus
brazos.
Amarás Zorn.
Miro fijamente hacia Ral. Podrías encontrar la Tierra si quisieras.
No puedo permitir que regreses a la Tierra.
No entiendo.
Él la sujetó con más fuerza.
Podría encontrar tu planeta, pero no puedo dejarte ir ahora Ariel, estoy
enamorado de ti, tú lo eres todo para mí. Estamos vinculados.
¿Qué significa eso? ¿Vinculados?
Significa que te he tomado como mía hasta la muerte, significa que estaremos
juntos por siempre. Dedicare mi vida a la tuya.
¿Quieres decir que estamos casados?
¿Casados?
Eso significa que estamos comprometidos el uno con el otro hasta la muerte.
Sí, si eso es lo que significa. Estas vinculada a mí, Ariel. Nunca voy a dejarte.
¿Qué significa Argis?
Mi título real.
¿Y Ral?
Mi nombre.
¿Debería llamarte ahora Argis Ral como todo el mundo lo hace?
Él sonrió. Eres mi vinculada, no es necesario que me llames por mi título,
nunca. Cuando fuimos capturados y hechos prisioneros, ordené a mi gente que dejara
de mencionar mi título para proteger mi identidad. Solo era un Zorn como tantos.
Si los Anzons te capturaron una vez, ¿podrían regresar a tu planeta para
llevarte otra vez?
No. No fuimos capturados de nuestro planeta, lo hicieron en otro que
estábamos visitando. Era nuestro planeta de caza, los Anzons cometieron muchos
errores con nosotros, pensaban que no éramos lo suficientemente inteligentes como
para comprender y utilizar la tecnología y que no éramos dignos de verlos, incluso de
cerca. Los dejamos que creyeran eso, funcionó bien para nosotros tener una buena
oportunidad de escapar.
¿Qué es un planeta de caza?
Mi raza vacaciona en el planeta de caza, es un planeta primitivo sin
civilización. La nave que nos llevó nos dejaría por una semana, los Anzons pensaron
que éramos una especie muy primitiva, sin tecnología, porque no la permitimos en
nuestros terrenos de caza, esta podría arruinar las vacaciones si permitimos la
tecnología envenenaría el planeta y a los animales que cazamos por deporte. Ahora los
Anzons aprendieron una lección al subestimarlos. Él se rió entre dientes.
¿Así que no nos seguirán hasta Zorn?
La diversión ilumino los increíbles ojos azules de Ral. No, tenemos naves
mucho más rápidas que esta y un sistema de defensa que no les permitiría acercarse a
nuestro planeta. Sólo nos capturaron porque estábamos en nuestro planeta de caza.
Cuando vuelva a casa voy a tomar las medidas necesarias para proteger ese planeta de
ahora en adelante para que lo que nos sucedió nunca vuelve a ocurrir.
6

Ariel estaba nerviosa, se sentó entre los muslos de Ral mirando hacia el planeta al
que se estaban acercando. Zorn no era un planeta azul y blanco, era de tonos rojos y
tenía tres grandes lunas rodeándolo.
Ral le hizo una señal a uno de sus hombres. Abre la comunicación.
Sí, Argis Ral.
Este es Argis Ral, él gruñó. Hemos regresado a casa, avisen a Hyvin Berrr.
Un hombre gruño en respuesta. ¿Argis Ral? Confirme su identidad.
Ral emitió algunos gruñidos, de los cuales el traductor no le dio ninguna
traducción a Ariel, apenas fueron unos ásperos sonidos.
Bienvenido a casa, Argis Ral. El hombre se escuchaba feliz. Su padre
estará muy contento. Lo hemos estado buscando a usted y a los demás, pero sin éxito.
Hemos escapado de nuestros captores. Ral abrazó a Ariel. Vamos a
necesitar transporte.
Inmediatamente, Argis Ral, dijo el hombre.
Colocaron la nave sobre la órbita del planeta y Ariel no podía dejar de ver al
planeta Zorn. Se veía tan diferente de la Tierra, no es que ella realmente hubiera visto
la Tierra desde el espacio, sólo en películas y fotos. Zorn definitivamente era diferente,
el planeta parecía más grande que cualquier fotografía de la Tierra. Ella tragó.
¿Estás bien, Ariel? Ral gruñó suavemente en su oído.
Sí, sólo estoy nerviosa. ¿Cómo es?
Sonrió y la abrazó con fuerza. Te va a gustar, es hermoso.
Eso fue todo lo que alguna vez le dijo sobre su planeta, en las últimas tres
semanas mientras estaban viajando hacia Zorn, Ral había estado ocupado. La había
dejado prácticamente sola en el dormitorio del líder, pero venía a ella en la noche para
hacer el amor y dormir. Había evitado todas sus preguntas y eso le estaba comenzando
a preocupar. El qué sólo dijera que su planeta era hermoso dejaba muchas
interrogantes.
Ral hizo que ambos se levantaran y la condujo hacia las entrañas de la nave con
su mano en la suya, vio que la mayoría de su pueblo se encontraba reunido allí. Se
veían inusualmente felices y emocionados, todos de pie y en grupos. Ral les sonreía
mientras los saludaba con una inclinación de cabeza mientras acercaba más a Ariel.
Estamos en casa, ha pasado mucho tiempo desde que han visto a sus familias y
amigos.
Ariel también había perdido su hogar y a su familia, pero de todas formas le
sonrió. Ahora Ral era su mundo, el tener que regresar a casa significaría que tendría
que dejarlo y después de pasar casi un mes juntos no podía imaginar la vida sin él.
Han enviado naves de transporte para llevarnos al planeta, esta nave es
demasiado grande para las estaciones de desembarque de nuestro planeta.
Ella vio a la nave alrededor de ellos. ¿Qué pasará con ella?
Él sonrió. La conservaremos, nos capturaron, nosotros tomamos su nave.
Un fuerte ruido asustó Ariel, Ral se rió entre dientes. Nuestro transporte se
está acoplando. Él le señalo con la cabeza hacia el rincón más alejado.
Nosotros iremos primero, mi padre y mis hermanos estarán muy ansiosos por
verme.
Ella se aferró fuertemente a su mano, mirándolo a la cara. ¿Cómo se sentirán
con respecto a mí?
Estamos vinculados, tendrán que aceptarlo.
¿Tu padre no podrá deshacer este vínculo? Dijiste que era el líder de este
mundo.
Ral frunció el ceño. No lo hará.
El terror invadió a Ariel, Ral no dijo que el hombre no podría deshacer el
vínculo. Había usado la palabra “no lo hará” lo que implicaba que era posible. ¿Qué
pasaría si su padre quería a Ariel fuera de la vida de Ral? ¿Qué sería de ella, entonces?
Las puertas se deslizaron abriéndose para ellos y unos enormes hombres Zorn
vestidos con uniformes negros entraron. Ral sonrió, camino hacia delante, arrastrando
a Ariel detrás de él mientras cerraba el espacio entre él y los recién llegados.
Argernon. Sonrió Ral. Has venido hasta aquí para verme. Ral soltó a
Ariel para estirar del hombre dentro de un gran abrazo.
Ariel entonces vio el parecido entre los dos hombres, Argernon continúo
sonriendo mientras soltaba a Ral.
Te ves bien hermano, teníamos miedo de que hubieras muerto.
Ral se echó a reír. Soy demasiado rudo para morir. Ral se volteo para buscar
a Ariel, la llevo hacia adelante.
Ariel volteo hacia arriba para ver al alto Zorn, vio como sus ojos se abrían
enormemente al verla también, su boca se abrió, pero de inmediato la cerró de golpe,
sus ojos se dirigieron hacia Ral. Ella huele fuertemente a ti.
Esta es Ariel, estoy vinculado a ella.
El horror transformó los rasgos de Argernon. ¿Estas vinculado con el enemigo?
Ral gruñó. Ella no es el enemigo.
Es una de tus captores.
No, fue secuestrada de su mundo al igual que nosotros.
Argernon todavía se veía enojado. Es de otro mundo, no te puedes vincular a
alguien de otro mundo. Padre no lo permitirá.
Ral gruño ferozmente. Ya está hecho, ella es mía. Estamos vinculados.
Argernon dio un paso atrás levantando las manos. Bueno se lo dejare a Padre.
Sus ojos se dirigieron a Ariel. Es muy pequeña y pálida.
Ella es mía. Ral le gruño a su hermano. Nadie la alejara de mí.
Argernon parecía preocupado y un poco enojado. ¿Es sexualmente
compatible? ¿Puede llevar a tu descendencia?
Ral vaciló. No sé, ni me importa. Ella es mía.
Argernon suspiró profundamente. Vámonos. Padre tiene enormes deseos de
verte rápidamente. Sus ojos se volvieron a Ariel. ¿Ella puede entendernos?
Sí. Ral centro su atención en Ariel.
Habla con mi hermano para ver si los traductores Zorn funcionan con tu
idioma.
Ariel tragó. Hola, Argernon es un placer conocerte.
Argernon frunció el ceño y sus ojos se dirigieron a Ral, negó con la cabeza. No
puedo entenderla, habla en voz baja. No habla como nosotros.
La irritación hizo que Ral frunciera el ceño. Vamos a tener que poner a alguien
a trabajar en esto. Los traductores que nos colocaron a nosotros funcionan, tendremos
que modificar nuestros traductores Zorn para su idioma.
Esto no es aceptable, gruñó Argernon. Trajiste a una mujer a casa que ni
siquiera puede hablar o entendernos.
Ariel miró a Ral. Yo puedo entenderlo.
Ral asintió con la cabeza. Bien.
¿Qué te dijo? Argernon parecía de mal humor.
Que ella puede entenderte perfectamente, vámonos. Ponte en contacto con
alguien y ponlo a trabajar en esto inmediatamente. Quiero que mi mujer sea capaz de
hablar para que así todos puedan entenderla y no sólo los Zorn en esta nave.
Argernon parecía furioso. Sus brillantes ojos azules se entrecerraron hacia Ariel
por un segundo, podía sentir que la miraba directamente haciéndola sentir incómoda,
le hizo un gesto con los ojos a su hermano. Agacho su cabeza como respuesta
afirmativa antes de que el hombre se diera la vuelta y atravesara la puerta por la que
había venido.
El transporte era del tamaño de un autobús de la Tierra. Ral puso a Ariel sobre su
regazo para que los Zorn ocuparan los asientos, las puertas se cerraron y despegaron
hacia el planeta. Ral sujeto a ambos con el cinturón de seguridad y la abrazó con
fuerza. Cuando golpearon contra la atmósfera el transportador se sacudió, fue un viaje
difícil. Ral se rió de su miedo y la abrazo con más fuerza, acariciando su mejilla con la
suya, le susurraba en el oído equivocado, suavemente le gruñía.
Ella no le recordó que no lo podía entenderlo, sabía la esencia de lo que había
dicho, le estaba asegurando que no había peligro. El transporte no tenía ventanas por
lo que no llegó a ver nada hasta que descendió con una pequeña sacudida. Ral la soltó
del asiento y tomo su mano para llevarla hacia afuera.
Se dio cuenta inmediatamente quiénes eran el padre de Ral y sus hermanos. El
padre de Ral se parecía tanto a él que no necesitaba que lo presentaran para saber su
identidad. Los cuatro hombres más jóvenes quienes rodeaban a su padre compartían
un fuerte parecido familiar. Ral continúo sosteniendo su mano hasta que llegaron
frente a su padre, soltó la mano de Ariel para agarrar al hombre de más edad y darle
un enorme abrazo.
Ariel no se movió ni un centímetro mientras observaba a Ral abrazando a cada
uno de los miembros de su familia. Los hombres parecían muy contentos de tenerlo de
regreso. Uno de los hermanos de Ral volvió su atención hacia Ariel, frunció el ceño y
sus ojos se volvieron hacia Ral.
¿Quién es ella?
Ral retrocedió soltándose del abrazo de su hermano y se volvió, sonriendo
alcanzando a Ariel. Esta es Ariel, estoy vinculado a ella.
El hombre mayor rugió, parecía furioso. Ariel jadeo cuando casi se cae en su
trasero cuando se tambaleo hacia atrás intentando alejarse del hombre. Ral la agarró
por la cintura y la atrajo contra su cuerpo. Él le gruñó a su padre.
¿Por qué fue eso?
No estás vinculado a eso, el padre de Ral gruño otra vez.
La boca de Ral se tenso en una feroz línea. Ella es de la Tierra, es humana. Fue
secuestrada de su planeta por los Anzons que capturaron a nuestro pueblo, me he
unido a ella, es mía. Nunca vuelvas a rugirle otra vez, Padre.
Es pequeña y débil, mira su piel. Es pálida.
Hyvin Berrr miraba a Ariel mientras hablaba. Si las miradas mataran, Ariel sabía
que acababa de tomar su último aliento. Este hombre gobernaba Zorn según Ral, si el
hombre mayor deseaba su muerte tenía el presentimiento de que no le quedaba mucho
tiempo de vida.
Ella es hermosa y valiente, no me importa lo que pienses. Estoy vinculado a
ella. Ral le gruño las palabras a su padre. Su cuerpo estaba tenso y su agarre en Ariel
probablemente le provocaría moretones.Es mía y no voy a permitir que la aparten de
mí.
Su padre le lanzó una mirada feroz a Ariel. ¿Qué tipo de influencia tiene ella
en ti? Él volteo su cabeza para mirar a una mujer Zorn.
Llévala al médico, quiero saber si le está haciéndole algo a mi hijo para hacerlo
perder la cabeza.
Ral rugio. No.
Argernon se interpuso entre padre y hermano. Deja que sea examinada. Vas a
estar a su lado, Ral esto hará que padre vea que no te ha hechizado con sus métodos de
otro mundo. También puedes hacer que su traductor sea evaluado para ver si puede
ser ajustado para que así otras personas además de los de la nave puedan entenderla.
A Ral le costaba respirar y evidentemente todavía estaba furioso. Asintió a
Argernon con una inclinación de cabeza. Sus ojos se lanzaron hacia a su padre.
Si intentas apartarla de mi lado, tomare esa nave y nos iremos a su mundo y
me perderás para siempre.
Ral agarró la mano de Ariel y se alejaron. Ella tenía que correr para seguir el
ritmo de sus pasos. Ariel tuvo un vistazo del rostro furioso de Hyvin Berrr antes de
que lo perdiera de vista, siguieron a la mujer Zorn hacia el centro médico.
Ariel miraba alrededor, era hermoso. La mayoría de los edificios eran negros y el
cielo estaba teñido de un rojo que le recordaba una puesta de sol en casa, solo que todo
el cielo era rojo claro. La tierra era de un rojo oscuro y la hierba morada. Se acercó a un
pequeño puente y se detuvo.
Ral se detuvo junto con ella, siguiendo la dirección de la mirada de Ariel. ¿Qué
pasa?
El agua es de color purpura obscuro.
¿De qué color es el agua en tu planeta?
Básicamente es trasparente, pero nuestros océanos son de color azul.
Él frotó su mano en la suya. Suena bien.
Me alegra poder respirar, estaba un poco preocupada por eso.
Ral se rio. Yo no, respiramos lo mismo. Vamos
La mujer Zorn estaba esperando, sus ojos estaban fijos en Ariel. La mujer la
miraba como si fuera un insecto, Ariel suspiró. Habló en voz baja.
No creo que le guste a tu gente.
Te ves diferente, pero eres hermosa a la vista.
Lo miró a los ojos. ¿Eso crees?
Ellos piensan lo mismo. Simplemente tú eres diferente y no han visto una piel
tan pálida antes.
¿Qué está diciendo? La mujer Zorn pregunto suavemente.
Ral dirigió su atención a la mujer.
Ella piensa que no te agrada, le estaba explicando que simplemente tienes
curiosidad.
La mujer miró hacia Ariel y asintió con la cabeza.
Ella puede entendernos, pero yo no puedo entenderla, habla tan suave y
extrañamente, pero es agradable al oído.
Nos dimos cuenta de eso. Ral se rió entre dientes.
Dentro del edificio médico fueron conducidos al segundo piso. La mujer le sonrió
a Ariel, en su opinión era una sonrisa forzada.
Yo soy un sanador y un científico. ¿Me entiendes? Soy Ahhu.
Ariel asintió con la cabeza.
La mujer parecía aliviada y volteo hacia a Ral. ¿Te quedarás para que puedes
traducir?
No voy alejarme de Ariel.
¿Puedes quitarle la ropa? Me gustaría examinarla.
Ariel se puso tensa. Ahora me siento como un insecto.
¿Qué es eso? Ral arqueo su ceja.
Se encontró con su mirada curiosa. Como un experimento científico. ¿Es una
mejor descripción?
Ral la tomó entre sus brazos para darle un abrazo. Sé que esto es difícil para ti,
Ariel. Lo siento.
Ella asintió contra su pecho y dejó que la consolara por un momento. Ariel se
retiró.Todo está bien. Se quitó la ropa. Ahhu la miró con sincera curiosidad. Ariel
se ruborizó y vio como la mirada de la mujer recorría cada centímetro de ella.
Tuviste relaciones sexuales con ella. Ahhu miró a Ral. ¿Correcto?
Sí. Te dije que estoy vinculado a ella.
Ahhu asintió con la cabeza. ¿Cómo es físicamente diferente de nuestras
mujeres?
¿Además de su evidente belleza? Gruñó Ral.
Además.
Está bien, suspiró Ariel. No te molestes.
Ral estaba enojado, Ariel lo podía ver. Ral miró a la mujer Zorn. Su unis está en
el frente.
No entiendo.
Su unis está en el frente, expuesto entre sus piernas cuando las separa.
Los ojos científicos del Zorn fueron hacia Ariel. ¿Podría verlo por favor?
Ariel sabía que Ahhu tenía que examinarla, pero aún así sentía vergüenza, se
subió sobre camilla de exploración y abrió los muslos, pero cerró los ojos para no tener
que ver como la examinaban. Cuando sintió una mano sus ojos se abrieron de golpe y
comenzó a moverse para alejarse. Cuando vio que era Ral quien la estaba tocando se
relajó al instante, le separo sus labios inferiores con sus dedos para exponer mejor su
sexo. Ral miraba fijamente a los ojos a Ariel.
Mira, pero no la toques, Ahhu. Ral advirtió. La estás haciendo sentir
incómoda y tienes que tratarla con el respeto que se merece mi mujer.
La mujer bajó la cabeza en un gesto de asentimiento. Por supuesto, Argis
Ral.
Ariel vio que Ahhu veía cada centímetro expuesto, la mujer alcanzó algo. Ral
rugió, parecía furioso.
No.
Ahhu se paralizo. Quería documentarlo.
No vas a tener un informe de la sexualidad de mi mujer para compartir con
otros científicos, deja eso ahora. Él gruñó. Ningún otro hombre verá a mi mujer
así, sólo yo.
Ahhu bajo el dispositivo electrónico, se acercó para estudiar a Ariel, estaba
fascinada. Su color es diferente, es de color rosa.
También es más suave en su interior. Ral libero a Ariel y deslizó su mano
sobre ella, ahuecando su montículo para cubrir su sexo. Ya has visto suficiente.
La mujer retrocedió. ¿Puede leer tu mente? ¿Algún signo de habilidades como
esa?
No. La mano de Ral abandono su montículo para ayudarla a incorporarse.
Le entregó la ropa de nuevo y comenzó a ayudarla a vestirse.
No tiene la capacidad de controlarme.
Ahhu tenía el ceño fruncido. Entonces ¿por qué te vinculaste a ella?
Ral levantó a Ariel de la mesa para ayudarla a ponerse los pantalones.
El verla fue suficiente, me sentí atraído a ella por su frágil belleza, su olor era
atrayente y la desee al instante. Cuando estuvimos a solas llegue a conocerla muy bien,
sabía que ella era mía para cuidarla, sabía que era la mujer a la que quería estar
vinculado.
La científica observaba a Ral. ¿Ella te complace?
Ral asintió, ahora que Ariel estaba vestida la ira de Ral pareció disiparse.
Más de lo que alguna vez he sido complacido en mi vida. Miró hacia abajo a
Ariel.Deja que vea tu implante. Miró a Ahhu. ¿Puedes descargar el programa y
cargar su lenguaje en nuestros traductores para que todos los Zorn puedan entenderla?
¿Cuánto tiempo tomaría eso?
Ahhu se acercó a una pared y tomo otro dispositivo, después se acercó a
Ariel. Dile que se siente.
Ariel se sentó. Por favor, recuérdale que puedo entenderla.
Ral se rió entre dientes. Ella te puede entender, Ahhu. Simplemente tú no
puedes entenderla.
La mujer buscó el dispositivo en el oído equivocado, Ariel le señaló. Este es.
La mujer se movió y buscó en oído correcto leyó la pequeña pantalla y frunció el
ceño mirando a Ral. Déjame verte.
Ahhu escaneo ambos oídos en Ral y frunció el ceño.
Colocaron un nuevo implante en tu oreja izquierda, Argis Ral. Me gustaría
quitarte el implante del otro mundo. No sabemos lo que su tecnología puede hacer,
podría ser peligroso.
No. Si lo haces no podré entender a Ariel.
Tu padre ordenara que se quiten todos los implantes del otro mundo. No
sabemos si contienen dispositivos de rastreo o incluso predisposiciones perjudiciales.
Estos podrían liberar veneno.
¿Cuáles son las probabilidades?
La mujer vaciló. Bueno, recuerda la historia.
Ariel frunció el ceño, se encontró con la mirada de Ral. No vamos a ser capaces
de entendernos el uno al otro, ¿no es cierto?
No, obviamente los traductores Zorn, no conocen tu idioma o seríamos capaces
de entenderlo.
Al menos permítanos que se los quitemos para que se realicen pruebas. Puede
ser que seamos capaces de descargar su programa para adaptarlo a los traductores
Zorn, dijo Ahhu suavemente.
Ral frunció el ceño. Elimina los otros implantes de nuestro pueblo y prueba con
esos.
Todos deben ser retirados, Argis Ral. Te juro que voy a trabajar muy duro para
encontrar el modo de que nuestros traductores logren entender a tu mujer.
Ral rugió. No iba a haber traducción.
Déjanos solos y cierra la puerta. Necesitamos algún tiempo juntos.
Ahhu asintió. Los otros Zorn rescatados están llegando en estos momentos.
Voy a retirar sus implantes primero. Salió de la habitación.
Ral miró a los ojos de Ariel. Tenemos que hacer esto. Ella podría estar en lo
cierto. Hemos tenido situaciones similares antes cuando algunos de nuestros guerreros
fueron capturados por especies de otro mundo. Estos les pusieron implantes
extraterrestres que liberaron veneno que los mato a todos. Ocurrió días después de que
escaparon.
Pero hemos estado viajando durante tres semanas.
Hemos estado a bordo de su nave. Estamos fuera del alcance de cualquier
señal que podrían haber enviado ahora que estamos en el planeta. Es más seguro si
hacemos esto. No voy a poner en riesgo tu vida o la mía.
Comprendo.
Ral la alcanzo. No importa si podemos hablar o no, la tomó entre sus brazos.
Sabemos lo que ocurre entre nosotros.
Nosotros lo sabemos.
Voy a cuidar de ti. No será demasiado difícil para ellos conseguir un traductor
que funcione. Tenemos la nave Anzons, así como sus programas. Encontraremos tu
idioma y funcionara con nuestros traductores, podemos hace esto juntos, Ariel.
Podemos hacer esto, repitió ella, esperando que ambos tuvieran razón.
No pasará mucho tiempo antes de que podamos volver a entendernos.
Ariel levanto la vista para ver dentro de sus ojos y tomó su rostro con sus manos.
Te amo, una de sus manos bajo lentamente hacia su corazón.
Te amo tanto, Ral. Ella le tocó el pecho. No estaba segura de si su corazón se
encontraba en el lugar donde tocó, pero ahí había escuchado un ruido con su oído
cuando estaba recostada sobre él mientras dormían.Mi corazón es tuyo.
Ral sonrió. Estoy enamorado de ti también, Ariel.
Forzó una sonrisa que no sentía, tenía un poco de miedo de no poder hablar con
Ral por unos días. Ariel se preguntaba si Ral también se estaba haciendo el valiente.
Sólo tenía que tener un poco de fe de que harían que funcionara de alguna manera.
Solo no me des de comer cosas picantes que hacen que me queme la boca. No
voy a ser capaz de entenderte cuando me describas mi elección de comida esta vez.
Él se echó a reír. Lo recordare, voy a cuidar muy bien de ti.
7

Ariel odiaba no poder hablar con Ral. Después de que les fueron retirados sus
implantes, la había llevado al exterior, donde un conductor y un vehículo los esperaba,
dejaron la ciudad por una zona boscosa. La casa de Ral se encontraba en el límite del
pueblo. Otras grandes casas estaban a la vista, pero estaban lo suficientemente
distantes para que tuvieran privacidad.
Ral tenía una hermosa casa, aunque las casas Zorn no eran como las casas de la
Tierra, estaban construidas de una piedra muy roja. Las paredes eran lisas al tacto,
como si hubieran sido pulidas. Tenían muebles de madera, pero los colores no
provenían de ningún tipo de árbol que Ariel hubiera visto alguna vez, tonos de
rojo y púrpura profundo algunos incluso negros, el material de tela de los sillones y
de la ropa de Zorn era grueso y suave como de mezclas de algodón.
Ral le dio un recorrido a Ariel por cada habitación de la casa, sonreía mientras la
llevaba a la última habitación de gran tamaño. Ral gruño suavemente mientras
rápidamente la levantaba hacia sus brazos, llevándola hacia la cama, le gruño de
nuevo, sabía lo que quería decir, no era sólo que le estuviera gruñendo, pero no lo
podía entenderlo.
Sus ojos se encontraron mientras Ral la inmovilizo bajo él, tocó su garganta con el
dedo y lo pasó por su boca, gruñéndole.
¿Quieres escuchar cómo se escucha mi voz cuando hablo sin el traductor?
Asintiendo, Ral le sonrió. Había entendido lo que estaba pidiéndole o tal vez
sólo quería animarla para que siguiera hablando.
Me encanta tu casa, es más grande de lo que pensé que seria y me encantan los
tonos obscuros. Nunca me gustó mucho el color rojo, ni conocía tantos matices de rojo,
pero ahí están y me encantan. Nunca pensé que el morado estaría en la casa de un
hombre heterosexual, pero no estamos en la Tierra. Definitivamente el purpura es un
tono sexy alrededor de un tipo como tú.
Ral se rió entre dientes, ninguna traducción fue necesaria para ese sonido. Sus
increíbles ojos brillaban con diversión mientras bajaba la cabeza, rozó sus labios contra
los de ella. Ariel envolvió sus brazos alrededor de su cuello para acercarlo más, era
adicta al sexo con ese hombre desde que lo conoció. No tenían problemas
comunicándose cuando se tocaban, ambos sabían exactamente lo que estaban diciendo
mientras el beso se profundizaba, se deseaban.
Un fuerte zumbido se escucho, el cuerpo de Ral se tensó interrumpiendo el beso,
de mala gana separo su boca de ella, gruñó algo mientras salía de encima de ella. Echó
un vistazo a su cuerpo con una mirada hambrienta. Levantó la palma de la mano hacia
ella, y se dio la vuelta saliendo de la habitación, se quedó en la cama como la señal de
su mano le había indicado.
Pasaron unos minutos hasta que Ariel escuchó un fuerte ruido, se escucho como
un cristal rompiéndose, lo siguiente que escucho fueron gruñidos. Saltó de la cama
para salir corriendo de la habitación. El pánico se apoderó de ella, algo andaba mal, se
detuvo al ver lo que sucedía en la sala.
Ral directamente se enfrentaba con una gruñona mujer Zorn. La mujer era alta y
musculosa, era muy atractiva. Un cabello castaño oscuro caía por su espalda hasta las
rodillas. Gran parte de su atlético cuerpo se mostraba por el vestido que llevaba, de
corte bajo en sus pechos y alto en sus piernas bien torneadas. Ambos no pasaron
desapercibidos por Ariel.
La mujer agarró el brazo de Ral con un gruñido, él le dio un manotazo para
apartar su mano gruñéndole de nuevo, algo que no se oía bien. La mujer dejó caer la
mano, se miraban el uno al otro. Las fosas nasales de la mujer se ensancharon. Giro la
cabeza violentamente en dirección a Ariel para mirarla. Ariel no necesitaba de un
traductor para comprender que la mujer la odiaba, la rabia era evidente. La mujer
gruñó y dio un paso en dirección a Ariel.
Ral se interpuso en su camino, siguió gruñéndole a la mujer por un rato. Ariel
sabía que estaba enojado por su tono, era evidente que estaban discutiendo. Ral señaló
la puerta principal y gruñó.
Nop, pensó Ariel, no necesitaba de un traductor. La mujer estaba furiosa de que
Ral estuviera con ella y porque él quería que la mujer se fuera, pero no se fue en lugar
de eso se abalanzó sobre Ral, quien dio un paso hacia atrás cuando la mujer lo ataco,
agarrándola por los puños que intentaban golpearlo, aparto a la mujer para después
arrojarla y ella aterrizo cerca de la puerta golpeándose fuertemente el trasero. Ral
gruñó una vez más, señalándole la puerta principal.
Ariel podía verla ahora. La mujer le dirigió una mirada mientras gruñó en voz
baja, se puso de rodillas y agarro el dobladillo de su vestido. Sorprendida, Ariel vio
como la mujer se quitaba el vestido de un tirón por la cabeza, al parecer las mujeres
Zorn no usaban ropa interior porque la mujer estaba completamente desnuda.
Las mujeres Zorn no eran tan diferentes, sus pechos parecían iguales, pero entre
sus piernas eran ligeramente diferentes. La mujer, obviamente, no tenía la muy
necesaria- máquina de afeitar que tanto necesitaba. Esto le daba un nuevo significado a
la palabra peludo. Sus ojos se centraban en Ral mientras se dejaba caer sobre sus manos
y rodillas, gruñéndole suavemente bajo su cabeza, sus brazos doblados por los codos,
se inclino hasta que sus pechos tocaron el suelo y levanto su trasero mientras separaba
sus muslos cerca de treinta centímetros.
Oh, demonios no, exclamó Ariel, estaba sorprendida pero una vez más no
necesitaba de un traductor. La mujer se estaba ofreciendo sexualmente a Ral.
Ral se volvió a Ariel y frunció el ceño, se encontró con su mirada y con esta le
indico que se fuera a la habitación, el dolor atravesó a Ariel intensamente. ¿Iba a
aceptar la oferta de esa zorra? Él quería que Ariel regresara a la habitación, eso estaba
claro, sacudió la cabeza negándose sentía una ráfaga de emociones, pero los celos y el
dolor eran los sentimientos más fuertes, la ira y la sorpresa estaban en segundo lugar.
Ral respiró profundamente y continuó frunciéndole el ceño. Le señaló de nuevo la
habitación.
Vete a la mierda, dijo ella suavemente, y nuevamente sacudió la cabeza
negándose cruzando los brazos. Si tocas a esa zorra me voy de aquí.
Ariel vaciló y entonces señaló a la mujer y después señalo hacia la puerta. Señaló
a Ral y le mostró su mano. Después ella lo señaló a él y después a la mujer. Luego se
señaló a sí misma y a la puerta, esperaba que él entendiera lo que estaba diciendo
dejando salir su ira, ella le gruñó.
Ral seguía con el ceño fruncido, parecía confundido. Ariel levantó la vista para
mirarlo a los ojos. Se señalo a sí misma y después a él, señaló a la mujer y después a él
negando. Sabía lo que quería decir, ese movimiento de cabeza era universal, sus ojos
estaban llenos de lágrimas, si tocaba a esa mujer lo dejaría. No le importaba lo que
podría ocurrirle en su planeta. No iba a quedarse con un hombre que se acostaba con
otra mujer.
El ceño de Ral se suavizó, señalo a la mujer negando con la cabeza. Él se tocó el
corazón y después el de ella. Suspiró mientras sus ojos apartaban la vista de ella para
mirar hacia la mujer desnuda inclinada en el suelo, gruñéndole algo.
Ariel observaba la respuesta de la mujer, gruñó mientras se levantaba del piso, se
veía furiosa como el infierno mientras levantaba su vestido. Se lo puso por encima de
la cabeza mientras se ponía de pie, gruñó antes de abalanzarse sobre Ariel.
Ral se movió rápidamente y envolvió su brazo alrededor de Ariel sacándola del
alcance de la furiosa mujer. Colocó a Ariel detrás de él todavía rodeándola con el brazo
y empujo a la mujer hacia la puerta con el otro brazo. Él gruñó mientras soltaba a Ariel.
La mujer se abalanzó de nuevo sobre Ariel, pero Ral la agarró por la garganta,
levantándola del suelo, abrió la puerta principal y la lanzó afuera. En cuestión de
segundos la herida mujer intentando entrar de nuevo, pero Ral le cerró la puerta en la
cara. Sus azules ojos se encontraron con los de Ariel antes de avanzar.
Ariel quedó sin aliento mientras Ral la agarraba. Gruño suavemente mientras la
levantaba y la llevaba hacia el dormitorio. Detrás de ellos, la mujer golpeaba fuerte la
puerta. Tocaba el molesto timbre una y otra vez, Ral la ignoró mientras se llevaba a
Ariel dentro de su dormitorio. Se volvió cerrando la puerta de una patada, casi silencio
el ruido de la mujer que arremetía contra la puerta principal y tocaba el timbre. Se
acercó a la cama depositando a Ariel suavemente.
Se desvistió mientras Ral hacia lo mismo, el alivio inundaba a Ariel, él la quería.
Había echado a patadas a la otra mujer de su casa. Él subió a la cama y se puso de
espaldas, sonrió gruñéndole suavemente palmeo en sus muslos, dándole esa mirada
que ella conocía muy bien, su posición favorita era con ella arriba montándolo.
Se colocó encima de él, montándolo a horcajadas manteniendo su erección detrás
de ella. Ariel sonreía mientas recorría con la punta de sus dedos su musculoso pecho.
El hombre tenía un cuerpo que quería chupar por lo que no dudó en hacerlo, bajó su
cabeza y comenzó con su pezón derecho. También los gemidos eran universales. Ral
tenía la respiración pesada después de un par de minutos en los que Ariel había usado
su lengua y dientes en él.
Ral se apoderó de sus caderas, levantándola, ella jadeo. Siempre la sorprendía
por su fuerza mientras que el lentamente la bajaba sobre su cuerpo para que así
estuviera correctamente sobre su polla, extendió las piernas un poco más, estaba
mojada y lista mientras él la penetraba, echó la cabeza hacia atrás gimiendo mientras el
establecía el ritmo mientras estaba profundamente dentro de ella. La sensación era
increíble.
Ariel montó a Ral lentamente, giraba sus caderas mientras se movía arriba y
abajo sobre el por lo que cada pulgada de su grosor le acariciaba los nervios dentro de
ella, llevándola cada vez más cerca. Lo miro fijamente no apartando su mirada, Ral
recorrió con sus manos todo su cuerpo llegando hasta la V entre sus muslos para
acariciar su clítoris con los dedos, acaricio la sensible protuberancia mientras le gruñía.
La mirada en sus ojos le decía que lo que fuera que intentaba decirle era algo bueno. Se
podía imaginar lo que él estaba pensando. Seguramente pensaba que estaba muy
mojada y apretada. Sabía que le encantaba la forma en que su cuerpo lo rodeaba
mientras su polla entraba y salía, apretó sus músculos internos mientras se movía más
rápido.
Ariel se corrió con un grito, el clímax la golpeó cuando Ral froto su clítoris más
rápidamente con sus dedos, ejerciendo más presión. Ral se empujaba y vibraba dentro
de ella mientras explotaba, ella se dejó caer sobre su pecho.
Con sus manos, Ral acariciaba su espalda recorriéndola de abajo hacia arriba.
Ariel amaba la textura rugosa de su mano sobre su piel desnuda y se estremeció,
comenzó a endurecerse de nuevo dentro de ella, era impresionante su tiempo de
recuperación. Los hombres Zorn se parecían mucho a los hombres humanos en
muchos aspectos, pero al mismo tiempo eran muy diferentes, Ral tenía la
resistencia de al menos cinco hombres humanos, suavemente le dio la vuelta hasta
colocarla debajo de él.
Ariel le sonrió. Te amo.
Ral la miró y ladeó su cabeza. Ariel tocó su corazón y después el suyo. Una
sonrisa se dibujo en su rostro, movió sus caderas y entonces la penetro con
movimientos rápido y feroces. Ariel envolvió sus piernas alrededor de su cintura, para
que sus talones se clavaran sobre su trasero mientras se movía se aferró a él y rodo sus
caderas mientras él golpeaba dentro de ella. El éxtasis fluía a través de su cuerpo, sus
músculos internos temblaban alrededor de su polla, gritó de nuevo minutos después
corriéndose intensamente.
Ral la siguió y se desplomó sobre ella, tuvo cuidado de no aplastarla. La besó en
el cuello con un gruñido suave.
Ariel tenía que admitir que cuando gruñía este tenía el mismo efecto en su piel al
excitarla lo mismo que si le hubiera dicho palabras de amor, le acariciaba el pelo
mientras sus dedos se deslizaron dentro de su espesa cabellera. Le encantaba su pelo
largo, nunca pensó que encontraría sexy el pelo largo en un hombre, pero todo lo
relacionado con Ral la excitaba.
Él salió de Ariel, le sonreía mientras extendía una mano para ayudarla a
levantarse de la cama, la llevó en silencio hacia la ducha donde se bañaron juntos. Le
encantaba bañar a Ral, y a él parecía que le encantaba recorrer su cuerpo con sus
manos enjabonadas.
Ariel lo comprendió mientras se tocaban con algo más que el deseo de solo
limpiarse. Su cuerpo se calentaba y sonrió mientras veía como Ral obviamente se
excitaba, dejó que sus jabonosas manos vagaran por los músculos de su estomago
trazando un camino hasta que su mano asió su dura carne que apuntaba a ella. Ambas
manos se cerraron sobre él y lo exploro con sus dedos.
Ral se recargo contra la pared y sus ojos se entrecerraron con lujuria. Ariel veía
su expresión mientras lo frotaba y dejo que sus uñas suavemente arañaran sus bolas.
Ral cerró sus ojos y dejó escapar un gemido, echó la cabeza hacia atrás. Sus labios se
abrieron para que así ella pudiera ver sus afilados dientes. Esos dientes una vez la
habían asustado, ahora conocía la maravillosa sensación que producían cuando los
tenía sobre su piel.
Ral se corrió con un rugido, sacudiéndose por la intensidad de su liberación.
Ariel le sonrió cuando finalmente abrió los ojos, su sonrisa era amplia y feliz mientras
la miraba fijamente, se acercó y le tomó el rostro con ambas manos. Bajó la cabeza para
rozar sus labios contra los de ella. Se vistieron en el dormitorio.
Mientras se vestía la irritación se apoderó de ella, ya que la mujer de afuera no se
había rendido. El timbre de la puerta aún se escuchaba ocasionalmente acompañados
por los golpes de las patadas o puñetazos que la mujer le propinaba a la puerta. Ral
observó a Ariel, él se tocó su corazón y después el de ella. Salió de la habitación, Ariel
lo siguió.
Ariel se sorprendió cuando vio a Ral abrir la puerta y hacerse a un lado. La
mujer irrumpió entrando en la casa gruñéndole a Ral. Sus obscuros ojos se
entrecerraron. El odio brotaba desde sus entrañas mientras le lanzaba una mirada a
Ariel. La mujer volvió la cabeza en dirección a Ral, cuando le habló suavemente.
La mirada de Ral se volvió hacia Ariel tocándose el pecho y después la señalo. Le
estaba diciendo que la amaba. Ariel frunció el ceño y sus ojos se volvieron a la mujer. Si
él la amaba, entonces ¿por qué demonios estaba esa mujer en su casa?
La mujer se arrodillo y buscó de nuevo su vestido, comenzando a tirar de él. La
ira atravesó a Ariel si Ral pensaba que podía tener a ambas, estaba a punto de
descubrir la realidad. Ariel saldría por la puerta principal, ella se iba. No le importaba
lo que su pueblo hiciera contra ella, probablemente terminaría en el centro médico
como un conejillo de indias, pero sería mejor que ver a Ral tocar a otra mujer.
Vio como Ral fruncía el ceño mientras pasaba junto a él abrió la puerta principal
salió furiosa y la cerró de golpe. Se quedó mirando alrededor, todo le era ajeno en
Zorn. Casi todo teñido de rojo comenzó a caminar por la calle, luchando por contener
las lágrimas. Ral la había llevado a su mundo, negándose a regresarla a su hogar, y
ahora la rechazaba. Tal vez rechazada no era la palabra correcta admitió, él no le había
pedido que se fuera. Sólo trajo a una mujer desnuda a sus vidas.
Escucho un rugido segundos antes de que la puerta principal se abriera detrás de
ella. Ariel no se dio la vuelta, no iba a correr aunque tuviera un poco de miedo. Se
escuchaba como si Ral estuviera realmente furioso. Bien, se sentía terriblemente mal,
pensó, estaba herida por sus acciones y furiosa con él no era del tipo de personas que
compartía. Estaría condenada si se quedaba con un hijo de perra que estuviera medio
tiempo con ella y el otro medio tiempo con la otra. Pudo llegar a la calle antes que Ral
la agarrará del brazo y la hiciera girar hacia él.
Ariel vio la confusión y la rabia en el rostro de Ral, él le habló. Ella se encogió de
hombros.
No entiendo una mierda de lo has dicho y sé que no me entiendes, pero vete al
diablo. No me voy a quedar para ahí, mientras te follas a otra mujer. Púdrete, amigo,
me largo de aquí, no me veas de esa manera yo no soy la que tengo a un hombre
desnudo de rodillas en mi casa, ¡Tu imbécil!
Se veía malditamente frustrado. Ariel tiro fuertemente para soltar su brazo
mientras se daba la vuelta para empezar a caminar de nuevo. Ral rugió de rabia y la
sujeto de nuevo por el brazo. Todo lo que Ariel pudo hacer fue jadear mientras la
giraba y la colocaba sobre su hombro. Dos brazos fuertes se enredaron alrededor de
sus muslos mientras regresaba furioso hacia la casa. Había dejado la puerta principal
completamente abierta.
Suavemente la bajo en el suelo de la sala Ariel vio alrededor una vez que estuvo
en posición vertical, la perra estaba todavía de rodillas en el suelo, aún desnuda y
obviamente, a la espera de que Ral la follara. Ral miraba fijamente a Ariel mientras se
tocaba su corazón y entonces acaricio el pecho de Ariel con la punta de los dedos.
¿Tú me amas? ¿Quieres que recuerde que estamos vinculados? ¿Qué demonios
significa eso? ¡Maldito seas, Ral! Señalaba hacia la desnuda mujer en el suelo y
sacudió la cabeza negando mientras seguía gritándole.
De ninguna maldita manera nos tendrás a ambas, imbécil. Si follar con quien
sea es la versión de tu mundo de una relación, entonces olvídalo. Deja que tu padre
deshaga el vínculo. No me quedaré.
Ral gruñó suavemente, se dio la vuelta y caminó hacia el dispositivo de
comunicación en la pared. Era como tipo de teléfono inalámbrico amplificado lo
escuchaba hablar con alguien ya que el dispositivo estaba altavoz. Hablaba con una
mujer, minutos más tarde se veía frustrado. Sus ojos fueron a Ariel, mientras realizaba
llamada esta vez a un varón. Cuando colgó miró hacia la mujer desnuda. Él le gruñó
algo.
Lo que sea que le dijo, no hizo feliz a la mujer le lanzó una mirada asesina a
Ariel, y finalmente se levantó, poniéndose el vestido de nuevo. Ral la iba a echar a la
mujer. Finalmente debió de haber comprendido el mensaje de “si tocas a esa mujer me
largo de aquí”. Sin embargo la mujer no se fue, sino que se dirigió a la cocina.
Ariel apretó sus dientes, Ral se movió para ponerse frente a ella, frunciéndole el
ceño. Sus ojos se suavizaron mientras le frotaba los brazos con sus grandes y cálidas
manos, era un gesto reconfortante. Ariel no sabía qué demonios estaba pasando, pero
no era feliz.
Miro hacia arriba para ver a Ral antes de sacudirse para salir de su abrazo. Él
frunció el ceño y llego a ella nuevamente, su mano era gentil mientras la tomaba por el
brazo. La llevó a la puerta principal la sorpresa la recorrió traspasándola. ¿Ahora él iba
a echarla? Acababa de perseguirla y llevarla de regreso para ahora echarla. Abrió la
puerta principal saliendo ambos y cerró la puerta detrás de ellos. Él se dirigió con ella a
la calle, vio un vehículo aproximándose.
El dolor la atravesó. Ral pensaba deshacerse de ella inmediatamente, él vehículo
y Ral continuaba sosteniéndola de su brazo mientras abría la puerta posterior y
suavemente la empujaba al interior del vehículo.
Ariel luchó contra las lágrimas mientras subía al interior del vehículo, se sentó
rígidamente y entonces se quedó boquiabierta cuando Ral la empujo para que le hiciera
espacio, el subió con ella. Cerró la puerta, encerrándolos juntos, Ariel lo miró sin
ninguna idea de lo que estaba pasando, no se estaba deshaciendo de ella.
Él se tocó su corazón y después el de ella, la atrajo a su regazo para sostenerla
mientras hablaba con el conductor, el vehículo avanzo. Ariel se acurrucó en sus brazos
no tenía idea de hacia donde iban, pero estaban juntos se sintió aliviada de que no se
deshiciera de ella además estaba confundida, enojada y quería respuestas.
Ral la sostuvo mientras hacían el largo viaje de regreso a la ciudad. Cuando se
estacionaron reconoció el edificio, el conductor se detuvo frente al edificio médico. Ral
la levantó de su regazo para salir del auto le extendió su mano. Ariel la tomó esperaba
que tuvieran listo su traductor, realmente necesitaba hablar con Ral.
Dentro vio a otros Zorn, Ral mantuvo su brazo en ella y avanzó por el pasillo vio
a Ahhu caminar a su encuentro. Ahhu le sonrió a Ral, pero le dirigió una mirada
sombría a Ariel. Ral le gruñó a la mujer, y esta le devolvió el gruñido. Ariel no entendía
ni una maldita palabra, pero deseaba poder entenderles para enterarse de lo que estaba
sucediendo. Ahhu se dio la vuelta, Ral sujeto con fuerza a Ariel mientras ambos
seguían a la mujer Zorn.
Ahhu les mostro una nueva sala de exploración. Ariel observaba a la mujer
caminar hasta lo que parecía ser una computadora. Ral cerró firmemente la puerta
detrás de ellos, quedando encerrados los tres en la habitación, le habló a la mujer
mientras trabajaba en la consola. Finalmente Ahhu se volvió hacia ellos.
¿Puedes entenderme ahora? Dirigió la mirada a Ariel.
Se lleno de alegría. ¡Sí!
Ral le sonrió. Nosotros también podemos entenderte, he echado de menos tus
palabras.
Este es un programa del traductor que nosotros te extrajimos, explicó
Ahhu.
El conis lo reproduce para nosotros. No lo hemos resuelto completamente, así
todavía no tenemos un nuevo implante para darte, pero aquí puedes hablar.
Los ojos de Ral recorrieron a Ariel y después vio a la otra mujer. ¡Maldita sea,
Ahhu! Necesitamos ser capaces de entendernos todo el tiempo esto nos está causando
problemas.
Puedo copiarte el programa para que lo ejecutes en alguna habitación de tu
casa para comunicarte. Es difícil agregarle un programa extraño a nuestro implante
traductor, porque no lo reconoce. La única razón por la que este funciona en el conis es
porque este ejecuta casi cualquier tipo de programa.
¿Conis? Dijo Ariel en voz baja.
Ahhu señaló el equipo de computación. Ariel asintió.
Entiendo. Ella miró a Ral. ¿Tienes un conis en casa? No recuerdo haber
visto uno.
Puedo conseguir uno— Él miró a Ahhu.
Déjanos por favor. Consígueme una copia del programa y dile a Abroo que
necesito un conis inmediatamente para llevarlo a casa
Ahhu vaciló. Mientras estén aquí, necesito realizarles más exámenes.
No, gruñó Ral.
Tu padre los ha ordenado, Ral, está muy preocupado.
Ral gruñó de nuevo, no hubo traducción pero le dio la impresión de querer
decirle “estoy muy enfadado” a Ariel, no necesita preocuparse.
Está muy preocupado, permítame realizar las pruebas no puedes hacerlo
cambiar de opinión tan fácilmente, ordenó que las especies de otro planeta
abandonaran nuestro planeta, Argis Ral, podría ordenar que ella se fuera también.
Permítame realizar las pruebas para demostrarle que no hay peligro para tu salud y
bienestar.
La rabia invadió a Ral. ¿Le ordenó a nuestros hombres que renunciaran a sus
vinculas de otros planetas?
Ahhu vaciló. Ninguno de ellos estaba vinculado con esas mujeres, Ral. Sólo tú
te vinculaste, sólo compartían sexo. Los otros hombres renunciaron fácilmente a esas
mujeres, están trabajando en encontrar los planetas a los que pertenecen para
devolverlas.
No voy a renunciar a ella. Si él ordena que salga de nuestro mundo, entonces
me voy con ella, déjanos. Él hizo una pausa. ¿Qué pruebas hay que hacer ahora?
No permitiré que sea herida de ninguna manera.
Ahhu se dirigió a un gabinete, y extrajo un par de cosas antes de ponerlas sobre
la mesa, miró a Ral. Tu padre ha exigido que me asegure de que no tiene control
sexual sobre ti. Necesito sus fluidos sexuales para realizarles pruebas y asegurarme de
que no están funcionando como droga para tu sistema. También voy a necesitar tus
fluidos sexuales para hacerles pruebas y ver si sus fluidos causan alguna reacción en tu
propio cuerpo.
Ral gruñó. Bien.
No se pueden mezclar los fluidos. ¿Eso será un problema? Los ojos de Ahhu
se dirigieron a Ariel. ¿Ella tiene fluidos?
Sí, fuera yo me ocuparé de las pruebas, cierra la puerta al salir.
Ahhu asintió y salió de la habitación, se escucho un fuerte clic desde el otro lado.
Ral suspiró mientras se daba la vuelta, toda su atención estaba sobre Ariel.

¿Por qué trataste de irte de mi casa? ¿Qué fue lo que hice que te molesto tanto?
Ariel cruzó los brazos sobre su pecho mientras lo miraba. No entiendo.
Pensaba que el vínculo significaba lealtad, no permitiré que te folles a otras mujeres.
Me iré, Ral, si tocas a esa mujer juró que me iré.
Él ladeó su cabeza. Ya veo.
¿Lo ves? ¿Es todo lo que tienes que decir? Déjame decirte algo, Ral. Yo soy
humana, tú eres Zorn sé que hay algunas diferencias, pero no voy a estar con un
hombre que tiene relaciones sexuales con otras mujeres. No va a suceder, si quieres
follar a esa zorra... esa mujer... adelante hazlo, pero no me tocarás nunca más.
Eso no era un problema mientras éramos prisioneros, las mujeres eran poco
común. Pero en mi mundo es aceptable que un hombre tenga relaciones sexuales con
varias mujeres yo no la invite a nuestra casa. Mi padre me la envió, él quiere que me
vincule a ella en lugar de estar vinculado contigo. Pero yo le dije que no estaba
interesado, no deseo estar con ella, Ariel.
La dejaste regresar después de haberla echado, se quitó el maldito vestido y tú
no hiciste nada para que se lo pusiera de nuevo.
Algunos de mi especie están desnudos en casa. No es una cosa poco común o
desconocida.
Se va o lo hago yo, Ral, es así de simple. Realmente me heriste al considerarlo
siquiera. Ella se apartó de él para mirar por la ventana. Realmente me lastimaste.
¿Cómo te sentirías si yo tuviera sexo con otro hombre?
Ral gruñó, en cuestión de segundos la estaba tocando, la tomo por los brazos
para girarla hacia él. Mataría.
Así es como me siento, maldita sea. ¿Sabes? La rabia que sientes ahora mismo
cuando piensas en otro hombre tocándome es la misma rabia que yo siento cuando
pienso en ti con otras mujeres.
Nuestra cultura es diferente, pero entiendo. Sus ojos se suavizaron.
Te prometo no tocar a ninguna otra mujer. No era mi intención hacerte daño,
Ariel. No quise lastimarte, no la quiero y le dije que no. Tú eres a la única que quiero
en mi cama. Simplemente no pensé que consideraras ofensivo que estuviera desnuda.
Ahora lo sé, no más mujeres desnudas en nuestra casa.
Ariel lo miró fijamente. ¿Deseaste tener sexo con ella?
Él no apartó la mirada, sus ojos miraban fijamente a los de Ariel. No, le dije
que no y lo digo en serio tú eres la única que me pone duro Ariel. Eres diferente a las
mujeres de mi mundo y soy adicto a esas diferencias. Podría tocar a otra mujer, pero no
sentiría nada... Él vaciló.No merece mi tiempo o mi interés. ¿Ha sido lo
suficientemente claro para que me entendieras? Eres a la única mujer que quiero tocar.
Ella se va.
Él vaciló. Me la regalaron, si la echo no tendría donde vivir, estaría hambrienta
o podría se lastimada sin protección. Sería cruel.
Dásela a alguien más, no la quiero con nosotros.
Le acarició la mejilla. Voy a dársela a alguien más, buen plan. Necesitamos
ayuda en casa, pero voy a encontrar a una mujer mayor para que viva en una
habitación de la casa y se encargue de las tareas del hogar. Así no tendrás que
preocuparte de que quiera tener sexo con ella, además las mujeres mayores no andan
desnudas por la casa. Les da mucho frío.
No tenías ayuda antes.
Su sonrisa se desvaneció. La tenía, pero me deshice de ella antes de llevarte a
casa.
Ariel lo miró, el veía hacia otro lado y después volvió a mirarla. Parecía un poco
avergonzado. Tenía dos mujeres con las que compartía mi cama, no quiero hacerte
enojar o herirte, pero antes de ti no estaba vinculado. Tengo un fuerte impulso sexual,
sabía que tendría problemas si no se las daba a alguno de mis hermanos. No estuvieron
muy felices cuando las eche de mi cama para compartirla contigo. No tengo la
intención de tener sexo con otras desde que estoy vinculado contigo, Ariel. Me has
arruinado para las otras mujeres.
Ella sonrió. Perfecto.
Él se echó a reír. Tener ayuda en casa será bueno, no sabes cómo servir nuestra
comida. Y no quiero que vayas de compras, me preocuparía y las mujeres son las que
hacen la compra. Tenemos un sexo genial, pero moriríamos de hambre.
No podemos permitir eso.
¿Estás bien sabiendo que tuve dos mujeres antes que tú?
No estoy muy emocionada, pero me alegro de que te deshicieras de ellas. Se
acercó más a él por lo que estuvieron pecho a pecho. Le abrió la camisa para
acariciarlo. Sin embargo, lo digo en serio, si tocas a otra mujer te dejo, Ral. Te seré
fiel, pero espero que tú también lo seas.
Esa es una promesa que fácilmente puedo hacerte.
Ariel sonrió. Es un acuerdo entonces. Ella vaciló. ¿Qué es exactamente lo
que nos hace estar vinculados? ¿Es como una ceremonia?
Yo no salí de ti.
No entiendo.
Te di mi semilla, la plante dentro de ti.
Oh. Ella frunció el ceño.
¿No hacías eso con las otras mujeres? Quiero decir, ¿en serio?
No. Nos salimos antes de derramar nuestra semilla, no hago eso contigo.
Derramo mi semilla en lo profundo de tu cuerpo eso nos hace estar vinculados. Su
mano le froto el vientre. Bebiste mi semilla también, nuestras mujeres no hacen eso,
se alejan antes de que la derramemos. Te dije que no me tomaras dentro de tu boca,
pero de todas maneras lo hiciste. Él sonrió ampliamente. Es increíble.
Así que eso nos hace estar vinculados.
Él asintió. Estás vinculada a mí, te estoy ofreciendo a mis hijos con mi semilla.
Si soy capaz de tener hijos contigo.
Asintió con la cabeza. Si puedes, el tiempo nos dirá si eres capaz de tener mi
semilla plantada dentro de ti.
La idea de quedar embarazada con él bebe de Ral no la asustaba. Aunque
debería, Ariel le sonrió. Me alegra de que podamos hablar.
Cuando nos vayamos nos llevaremos el programa y me darán un conis para
que podamos comunicarnos en nuestro dormitorio.
Ese es el único lugar en el que no necesitamos hablar. Ella se rió.
Vamos a tomar sus muestras y salgamos de aquí. Él retrocedió por lo que
Ariel lo soltó.
Desnúdate y recuéstate.
Ariel miró incómoda la habitación. No seremos interrumpidos.
Ariel se quitó la ropa. Ral hizo lo mismo, ella miró la camilla de exploración con
una sonrisa. Es un poco pequeña para nosotros dos.
Sólo uno de nosotros tiene que caber en ella, quieren nuestros fluidos. Él bajo
su mirada. Te pondré muy húmeda y tomaré una muestra para ellos. Tú puedes
ponerme en tu boca para recolectar mi semilla, yo te avisare antes de llegar a correrme
para que puedas retirarte.
¿Quién va primero? La mirada de Ariel recorrió su musculoso cuerpo
desnudo, le encantaba ver cada firme pulgada de él. Sus ojos bajaron hasta su gran
erección y ella sonrió. Te ves muy ansioso. ¿Deberías ser el primero?
No, solo me pondré duro con tu sabor otra vez, y voy a quererte después.
Ariel sonrió ampliamente. Bien.  Tomo una almohada de la camilla. La dejó
caer al piso y se puso de rodillas sobre ella, movió su dedo hacia él. Ven aquí.
Se movió hacia adelante Ariel se apoderó de su polla para acercarla más,
envolvió una mano alrededor de su dura carne y con la otra suavemente masajeaba sus
testículos. Ral gimió.
Tú primero.
Ella sacudió la cabeza. Tú primero, después será mi turno.
Siempre te desearé.
Vamos a recolectar las muestras, después podrás tomarme.
Ariel vio como el fuerte deseo cambio su mirada de Ral, su polla creció en su
mano. Buena idea.
Tengo mis momentos. Entonces, ¿dónde está ese vaso de recolección?
Él se dio la vuelta para alcanzarla, la levantó, abrió el recipiente y lo coloco en la
camilla a treinta centímetros de Ariel, ella bajó su cabeza abriendo su boca.
¿Así que es así como lo hacen las mujeres Zorn? Lamió la dura piel de la
parte superior de su cabeza.
Sí, él gimió. Eso se siente tan bien.
Dime como te gusta más. Ella abrió la boca ampliamente para introducir a
Ral tomándolo dentro de su boca, relajó su mandíbula y lo llevó más profundo. Dejó
que su lengua lo tocara rápidamente se dio cuenta de su lengua sólo podía estimular la
parte inferior de él. La parte superior de su boca frotaba su punto más sensible, Ral
gruñía mientras sus dedos suavemente frotaban los lados de su cabeza.
Esto se siente malditamente bien. Me gusta esto, es mucho mejor.
Ariel levanto su miraba hacia él mientras lo sacaba de su boca. Tengo una
mejor idea. Quiero intentar algo.
Él arqueó una ceja. ¿Qué quieres intentar?
Usando sus brazos se impulso para levantarse. Ella se rió de su mirada
confundida. Acuéstate sobre tu espalda para mí.
Él subió a la camilla parecía nervioso, pero lo intento, Ariel pudo salvar el vaso
de muestras cuando su pierna desnuda lo golpeó y lo tiro. Ral relajo su enorme cuerpo
hacia debajo de modo que estaba de espaldas volvió su cabeza para mirarla.
¿Quieres recostarte sobre mí?
Ariel negó y se subió a la mesa con él. Quiero probar una nueva posición, y no
quiero que trates de sostenerme al revés esto funcionara. Ella lo montó a horcajadas
así que su culo estuvo frente a él y avanzó de nuevo hasta que se encontraron haciendo
la posición del sesenta y nueve. Las rodillas de Ariel terminaron cerca de las axilas de
él. Ral gruñía, sus grandes manos temblaron ligeramente cuando se apoderó de los
muslos de Ariel.
Señor de las Lunas, Ariel, me encanta esta vista de ti. Sus manos se
deslizaron por sus muslos hasta obtener una mejor vista de su coño. Uno de sus
pulgares rozó su clítoris.
Ariel gemía. Has eso, tocame, pero recuerda no me hagas llegar. Dime como se
siente.
Ariel lo tomo en su boca, disfrutaba de la textura dura de su hais, mientras lo
frotaba, disfrutando su sabor cuando lo atormentaba con su lengua. Él tuvo una pre-
eyaculación, sabia a caramelo. Ella gimió mientras disfrutaba de su sabor. Lo trago,
llevándolo un poco más profundo dentro de su boca, moviendo su lengua sobre su hais
para sacar más dulce de él.
La mano en su muslo la apretó casi dolorosamente mientras Ral gemía en voz
alta. Su cuerpo se tensó debajo de ella su pulgar acarició más fuertemente su clítoris,
deteniéndose allí, antes de que él lo deslizara más arriba, empujó su pulgar en su coño,
la estaba follando con el pulgar sujetándola por dentro para rozar contra su punto G.
Ariel gimió contra su polla. Ral rugió. No estaba segura de cómo era posible para
el ponerse más duro, pero lo imposible pasó. Sintió como su caliente polla aumentaba
mientras continuaba acariciándolo con su boca. Su ya rígido eje tomaba la consistencia
del acero. Sabía que no iba a durar mucho más tiempo, los músculos inferiores del
estomago de Ral comenzaron a temblar contra su pecho. Hizo un ruido que parecía
como a un quejido. Él saco de un tirón el pulgar de su cuerpo para sujetar sus muslos
con ambas manos.
Lo soltó, Ariel volvió la cabeza sobre su hombro y levantó la parte superior del
cuerpo para ver por encima de su culo. Ral tenía los ojos fuertemente cerrados y sus
labios muy abiertos. Sus afilados dientes estaban expuestos, parecía que él tuviese
mucho dolor.
¿Te hecho daño? Oh, Ral. Lo siento mucho.
Él levantó su cabeza abriendo los ojos de golpe. El azul de sus ojos se veía tan
obscuros que parecían que habían perdido su brillo.
No me haces daño. Señor de las Lunas, pero tienes que parar, voy a correrme
lo que haces se siente tan bien que pierdo el control muy fácilmente. Casi me corro en
tu boca y hubiera pasado si tú no te hubieses detenido.
El alivio la invadió, pensaba que le había hecho daño se rió. ¿Demasiado?
Esto se siente demasiado bien como para describirlo. Me dan ganas de
correrme rápido.
Está bien. Entonces hagámoslo como antes.
No, solo prepárate. Estoy listo para correrme.
Alcanzo la pequeña taza de recolección y lamió la punta de su polla, localizando
los bordes en forma de hongo en él, se estremeció debajo de ella. Ariel lo metió dentro
de su boca usando su lengua y sus labios, lo succiono un poco. Ral gimió.
Ahora.
Lo sacó de su boca para poner la copa justo a tiempo para atrapar su semilla,
recolectando la mayor parte, cerró la tapa del recipiente. Ral aun seguía estando duro,
abrió su boca y lo lamió como un helado, cerrando sus ojos sabía cómo algodón de
azúcar derretido, era mejor que el postre.
Señor de las Lunas, susurró Ral. Detente Ariel no puedo soportarlo. Su
gran cuerpo musculoso se estremeció. Haces que me sienta tan bien que casi duele.
Lo soltó de su boca moviéndose con cuidado para que la copa de la muestra no
derramara, vio el rostro de Ral, mientras se apartaba de la camilla estaba ruborizado.
Tenía una sonrisa cursi que se extendía por sus labios mientras se sentaba.
Estoy enamorado de ti, dijo suavemente. Me acabas de recordar los
buenos momentos. Este es uno de esos momentos.
Puso la copa de recolección en la mesa y se sentó en la otra camilla. Se volvió
hacia él sonriendo.
Tenemos una de las muestras. ¿Dónde me quieres, Ral?
Ral se bajó de la camilla para llegar hasta ella, Ariel siempre se asombraba de su
fuerza mientras la levantaba en brazos. Estaban casi al nivel del rostro le plantó un
tierno beso y entonces se movió para recostarla sobre la camilla, soltándola se
enderezo y camino hacia el borde de la camilla para después agarrarla por los tobillos.
Sonreía mientras le daba un tirón arrastrándola hasta que su trasero estaba en el borde
de la camilla, soltó sus tobillos.
Extiéndete completamente para mí.
Ariel abrió ampliamente sus muslos y se inclino agarrándose sus rodillas. Vio
cómo los ojos de Ral tomaban nota de cada centímetro de su cuerpo. Nunca antes había
sido tan consciente sobre sí misma, pero ahora lo era. La expresión de Ral la excito, se
dejó caer lentamente sobre sus rodillas y con sus grandes manos acariciaba el interior
de sus muslos.
Me pongo duro cuando te veo así, estas tan rosada y húmeda por mí toque. Me
pongo tan duro por el aroma y el sabor de tu excitación. Estas lista para mí.
Siempre para ti, ella susurró.
Ral bajó su cabeza, Ariel cerró los ojos mientras el deslizaba sus rugosas manos
sobre sus muslos y con sus dedos pulgares abrió los labios vaginales para tener una
mejor vista. Vaciló un momento antes de que su boca descendiera con el primer toque
de su lengua. Ariel gimió en voz alta.
Ral no tuvo piedad, su lengua encontró inmediatamente su clítoris lamiéndola
con fuertes caricias, el placer atravesó su cuerpo. El hombre tal vez no sabía lo qué era
un clítoris cuando la conoció pero había aprendido a manipularlo como un profesional.
La chupaba y la lamia, una de sus manos se movió y ella empujó sus caderas
mientras el introducía un dedo en su interior, introdujo otro dedo y los doblo dentro de
ella para encontrar el lugar correcto. Ariel gimió fuertemente cuando Ral comenzó a
bombear dentro de ella con movimientos rápidos, mientras su lengua lamia y excitaba
su clítoris.
Ariel gritó, no iba a durar mucho tiempo más. Él sabía muy bien cómo tocarla, se
sacudió debajo de él, no se detuvo. Sus dos dedos se movían cada vez más rápido,
justo cuando todavía succionaba su clítoris tuvo uno de los orgasmos más poderosos
que alguna vez haya tenido en su vida. Él continúo atormentándola hasta que ella le
pidió que se detuviera. El placer se estaba convirtiendo en dolor, él se detuvo al
instante, levanto su cara mientras él lentamente retiraba sus dedos.
Te quiero ahora, él gruñó.
Ariel abrió los ojos, vio como Ral se giraba para agarrar una de las cosas con
forma de hisopo que Ahhu había dejado. Él se encontró con su mirada y después bajó a
su expuesto sexo, utilizó el hisopo rápidamente antes de meterlo en la bolsa de toma de
muestras, lo lanzo encima de la pequeña mesa, sus manos se apoderaron de ella.
Ariel quedó sin aliento cuando él la levantó de la mesa, envolvió a Ral con sus
brazos y piernas mientras el levantaba su cuerpo quedando cara a cara. Sus miradas se
encontraron durante unos segundos. Ral gruñía profundamente en su garganta
mientras la besaba. Fue un beso salvaje con la suficiente pasión detrás de este que casi
paralizo a Ariel. Ella gimió mientras uno de sus dientes le raspo el labio inferior. El
sabor de su sangre estaba entre ellos, esta parecía excitar a Ral aumentando su pasión.
Metió una mano entre sus cuerpos para guiar su polla. La cabeza presiono contra su
entrada sabía que estaba empapada, mientras él se frotaba arriba y abajo contra su
estrecho coño en ardientes movimientos que la excitaban cada vez más.
Esperaba que él entrara rápido y fuerte, pero él la penetro lentamente mientras se
deslizaba profundamente en su interior. Ella gimió dentro de su boca. Los brazos de
Ral cambiaron de posición para agarrarle el trasero con ambas manos interrumpió el
beso para mirarla a los ojos.
Dime si te lastimo, él gruñó.
Ariel asintió. Ral comenzó a moverse, se movió rápido y duro. Ariel dejo caer su
cabeza contra su hombro. Gritó por la maravillosa sensación de tener a Ral en su
interior el la llenaba y la hacía sentir increíble mientras se frotaba contra cada uno de
sus nervios dentro de su coño, se movió más rápido dentro de ella mientras sus manos
se aferraban a él. No le dolió, se sentía tan bien, sus gemidos se convirtieron en sollozos
de placer.
Su cuerpo comenzó a tensarse y entonces su boca se abrió sobre su hombro. Ella
lo mordió, gritando contra su piel, mientras se corría intensamente. Sus músculos
internos enloquecieron apretando su polla fuertemente. Ral echó la cabeza atrás,
rugiendo mientras se corría. Se sacudió violentamente mientras derramaba su esperma
dentro de ella.
Se dio cuenta que sus dientes aun estaban mordiendo, se soltó de su agarre y
abrió los ojos, vio las marcas de sus dientes en su piel, por suerte no lo había hecho
sangrar. Levantó sus ojos y se encontró con los de Ral, se estaba riendo.
Señor de las Lunas, Ariel. Nada se compara contigo.
Wow.
¿Qué significa eso?
Increíble, Maravilloso, Impresionante, Te amo.
Él se echó a reír. Su mirada bajó hasta su boca y su sonrisa desapareció.
Te hice sangrar el labio, lo siento. Está un poco hinchado.
Estoy bien, no te preocupes, yo también te mordí. Me alegra no haberte echo
sangrar.
Él se encogió de hombros. No me hubiera importado que lo hicieras. Sería
un honor que me marcaras con tus dientes. Su mirada se dirigió a su boca y se rió.
Sin embargo, tus dientes son demasiado suaves para dañar mi piel.
Abrió su boca para mostrarle sus dientes más afilados. Necesitarías unos
como los míos.
Ariel negó con la cabeza mientras le sonreía. Te hubiera hecho daño si tuviera
unos dientes como esos.
Él libero su cuerpo, sin dejar de sonreír. Ahora debemos vestirnos. Quiero
llevarte a casa.
Quiero ir a casa contigo.
No habrá otras mujeres, Ariel. Te lo prometo.
Ella lo miro a los ojos. Romperías mi corazón.
Entiendo. Si tú me dejas también romperías el mio.

La nueva mujer era mucho mejor que la anterior. Ariel le sonría a la anciana
Zorn, estaba en excelente forma para su avanzada edad, tenía un largo cabello blanco,
las arrugas cubrían su rostro y llevaba puesta ropa.
Erra era dulce. La primera reacción que tuvo al ver al humano fue la de mostrar
una amplia sonrisa en su rostro. Le había dicho algunas palabras, pero Ariel no las
pudo comprender por qué el conis estaba instalado en el dormitorio y ellos estaban en
la sala. La anciana se acercó lentamente a ella. Desde la puerta un sonriente Ral asintió
con la cabeza hacia a Ariel para indicarle que estaba bien.
Ariel se sintió pequeña, todos los adultos Zorn eran de unos buenos ocho
centímetros más altos que ella. Incluso la anciana Erra era mucho más alta. La mujer
había caminado directamente hasta Ariel, dándole el equivalente a un abrazo, sin
apretarla demasiado fuerte. Se había sorprendido pero después Ariel se recupero lo
suficientemente rápido para devolverle el abrazo a la mujer.
Erra había retrocedido y comenzó a tocar Ariel, está no se movió mientras las
manos de la mujer tocaban su mejilla y después su cabello, levanto su vista para ver
hacia los cariñosos ojos castaños de Erra. En el fondo de estos se veía la curiosidad. Ella
era alguien de otro planeta y a Ral le gustaba decirle que era tan linda como una horma.
Una horma era una pequeña criatura que para Ariel era algo así como la versión
Zorn de un mono, no estaba segura si le gustaba la comparación, pero cuando Ral
había puesto la foto de uno de ellos en el conis había entendido. Tenían unos grandes
ojos azules, eran unas pequeñas hermosas criaturas blancas. Había peores cosas con las
que ser comparada.
A Erra le encantaba sobreprotegerla demasiado, algunas veces se sentía como
una muñeca. Erra la seguía hacia dentro de la habitación para que pudieran
comunicarse con el conis y mientras estaban en el dormitorio, Erra agarraba un cepillo
para peinar la larga cabellera rubia de Ariel. También le gustaba ponerle loción sobre
la expuesta piel de Ariel. Decía que su piel era tan suave que temía que se le dañara si
no le ponía constantemente loción. Ariel también la consideraba como una madre. A
ella no le importaba.
Deberías quitarte la ropa. Erra hizo un gesto hacia el cuerpo de Ariel. Te
escondes de Argis Ral. Erra miro fijamente a Ariel. ¿Eres tan diferente a nuestras
mujeres?
Me gusta la ropa. No la uso cuando duermo con Ral.
Nuestras mujeres están desnudas en casa, Ral agradecería que anduvieras
desnuda, eres su vinculada, no conoces nuestras costumbres. Erra le sonrió.
Él estaría muy complacido si al final del día te viera desnuda esperando en la
puerta, es nuestra costumbre. Tú tienes que cubrir tu cuerpo para salir y de la vista de
otros hombres, pero nunca en tu propia casa.
Pero yo no soy Zorn y físicamente no soy tan diferente, simplemente no me
siento cómoda caminando desnuda. En mi cultura siempre estamos vestidos a menos
que estemos a solas con nuestro vinculo y vayamos a tener sexo o para dormir o
ducharnos.
Erra suspiró. Eres el vínculo de Ral, y él es Zorn. Ahora tú también eres Zorn.
Ariel pensó en eso y se dirigió hacia el armario. Ral le había traído ropa para que
su armario estuviera lleno, y había omitido el hecho de que la ropa era del tamaño de
una Zorn adolescente. A Erra le parecía divertido burlarse de Ariel por ser mucho más
pequeña que las mujeres Zorn, Ariel le había pedido algo para recortar la mayoría de
atuendos en su armario, era discreta pero le gustaba enseñar un poco más de piel, se
miro ante el espejo una vez que termino.
Las mujeres Zorn llevaban vestidos holgados a la altura de la rodilla. Si usaban
sujetador o ropa interior hasta ahora no lo había visto. Algunas mujeres que trabajaban
como Ahhu en el centro médico vestían pantalones anchos y camisas, convivía muy
poco con las mujeres Zorn. Ral la mantenía en casa, no le permitía salir de casa sin él.
Lo había cortado y cambiado bastante así que parecía un mini vestido. Le quito
las mangas, y le hizo un corte para que estuviera más escotado. Incluso le había hecho
una abertura de unos centímetros a los lados para que sus muslos se vieran. Tendría
que ser cuidadosa al sentarse, estaba completamente desnuda debajo del vestido. Se
veía bien, nunca lo usaría fuera de casa pero esperaba que a Ral le gustara. Por el
momento todavía no estaba lista para andar desnuda.
Erra vio a Ariel cuando salía de la habitación, le sonrió a la mujer y lentamente
dio un giro completo para que la viera, vio como Erra levantaba las cejas, viendo hacia
el modificado vestido, sonrió. Erra la vio a los ojos y levantó la mano poniendo en alto
el dedo pulgar. Ariel se echó a reír, ella le había enseñado ese gesto.
Ral trabajaba seis horas al día, cuatro días consecutivos, así que tenía tres días
de descanso, era como una tipo de juez. Ral le explicó que escuchaba a su gente y se
ocupaba de sus asuntos, le aseguraba que le encantaba hacer esto. Ariel lo extrañaba
cuando estaba en el trabajo, Erra apenas le permitía hacer algo en la casa, normalmente
dormía la siesta o seguía a Erra alrededor de la casa para observar y aprender lo que la
mujer hacía.
Puesto que no se le permitía salir de la casa, el salir al jardín era la única manera
que tenía para tomar aire fresco. Ral evadía sus preguntas cuando lo cuestionaba del
por qué no podía ir de compras con Erra o por qué no se le permitía salir de la casa.
Siempre la distraía, era malditamente bueno en eso, pasaban el tiempo en el jardín.
Tenía un bonito arroyo de color rojo, árboles negros y púrpuras, con un alto muro
alrededor. Siempre terminaba llevándola a la cama, después de unas horas con Ral
terminaba tan agotada que se olvidaba de interrogarlo.
Le echo un vistazo al reloj, había aprendido a leer la hora Zorn con la ayuda de
Ral, sabía que estaría en casa pronto. Cuando la pequeña flecha golpeara el símbolo
que parecía un ave el ya debería de estar en casa, se mordió el labio. ¿Qué era lo que
estaba escondiendo? tenía que estarle escondiendo algo. ¿Corría peligro entre su
pueblo? ¿Por eso no le permitía salir de casa? Tal vez el caso era que simplemente se
preocupara por ella ya que ella no podía comunicarse con nadie.
Sólo había pasado un poco más de una semana desde la visita al centro médico,
Los Zorn aún no habían perfeccionado el programa de traducción de los Anzons para
que funcionaran en los traductores Zorn, suspiró. Tal vez tuvieran computadoras
inalámbricas, uh, conis, con los que pudiera andar por ahí. Un conis era del tamaño de
un televisor de trece pulgadas, se preguntaba si los Zorn tendrían carretillas, sé rió ante
la idea de cargar con uno.
Ral estaba retrasado, observo como la flecha se movía del símbolo del ave al de la
serpiente, frunció el ceño siempre estaba en casa cuando la flecha estaba en el símbolo
ave, fue en búsqueda de Erra. Encontró a la mujer lavando la ropa. Ariel la saludó y le
hizo la señal de “tenemos que hablar” la siguió a través de la casa.
Él se está tardando, estoy preocupada.
Erra miró al reloj. Tal vez salió con los hombres. A ellos les gusta beber
Amond mientras hablan de cosas como la unión masculina.
El Amond probablemente era como la cerveza no se molestó en preguntarle a
Erra, los hombres eran hombres en cualquier planeta. ¿Y no se le ocurrió utilizar el
dispositivo para hacerme una llamada y decirme que no vendría a casa?
Erra sonrió. ¿Los hombres en tu mundo hacen eso? Sonrió.Las mujeres
mandan allá, ¿no es cierto? La idea de que uno de nuestros hombres llame para pedir
permiso para salir con otros hombres es divertida.
Ariel suspiró. Genial. ¿Entonces los hombres de este mundo no llaman para
decir que van a llegar tarde?
No, Ral te mima demasiado si los otros hombres vieran la forma en que te
mima se burlarían de él sin piedad, ya hablan de la manera en que hecho a sus dos
sirvientas que tenía en casa y rechazo vincularse con la mujer que su padre envió. Ella
era muy deseada por muchos hombres. Por eso fue que se la ofrecieron.
Ariel le frunció el ceño a Erra.
Es cierto, rechaza a todas las mujeres estas se sienten atraídas a él y lo buscan
cuando está fuera. Es el heredero Ariel, eso significa que va a gobernar este mundo
cuando su padre se retire o muera, es muy poderoso y deseado. La mayoría de
hombres en su posición tienen por lo menos tres mujeres en su cama, si no más. Él está
vinculado contigo, pero los hombres siempre comparten sexo con otras mujeres
además de su vinculada. Una vinculada es la favorita del hombre, a la cual le regala su
semilla, es un gran honor ser la vinculada. Nuestros hombres tienen fuertes
necesidades sexuales que una sola mujer nunca podría satisfacer. Ral se niega a todo
eso por ti.
Yo lleno todas sus necesidades.
Erra sonrió. Lo sé. Los he escuchado.
Un rubor cubrió las mejillas Ariel. Lo siento.
No deberías, Haces a Argis Ral muy feliz te mima demasiado y en muchas
otras formas, la mayoría de nuestras mujeres trabajan, él no quiere que salgas de casa.
Es muy posesivo y protector contigo, lo he visto contigo y te presta toda su atención,
Nuestros hombres tienden a limitarse a sólo prestar atención a su vinculada durante el
sexo. Pero él siempre te la da.
Tal vez piensa que no hay un trabajo que yo pudiera hacer.
Tú eres muy inteligente, hay trabajos que podrías hacer sin necesidad de que
hables ni de que te hablen, quiere cuidarte y conservarte sólo para él. Todos los
hombres vinculados son posesivos y protectores, pero él lo llevo a un nuevo nivel.
Todo el mundo lo sabe.
Ariel suspiró.
Has estado el tiempo suficiente con Argis Ral para concebir. ¿Sabías que los
hombres vinculados se libran de sus vinculadas si esas mujeres no pueden concebir? Es
una de las pocas razones por las que se permite romperlo. Pero Argis Ral no tiene
ninguna intención de dejarte en libertad. Lo que quiere decir que te quiere con él hasta
la muerte.
La ira de Ariel desapareció, así ¿que importaba si había salido con los demás
chicos? Él había renunciado mucho por ella, no era humano después de todo, se dio
cuenta que habrían diferencias culturales. Había renunciado a mucho de sus
costumbres para hacerla feliz, asintió con la cabeza.
Creo que voy a entretenerme con el conis y tratar de aprender más.
Erra asintió, se escucho el timbre, Ariel suspiró. Ral no lo usaba, él solo entraba.
Erra se dirigió a toda prisa para ver quién estaba en la puerta. Ariel vaciló y después
siguió a la mujer. ¿Y si algo le había sucedido a Ral? El miedo le dio una punzada. Tal
vez era por eso que no había regresado a casa.
Cuatro enormes hombres estaban en la puerta, Erra les gruñó algo a ellos. Ariel
abrazaba su cuerpo y rezaba para que los hombres de la puerta no le hubieran dado
malas noticias a Erra sobre Ral. ¿Estaba herido? ¿Muerto? casi se le doblaron las
rodillas ante el pensamiento. Amaba a Ral, era todo su mundo no lo podía perder. Se
moriría si no pudiera estar con él otra vez, lo amaba demasiado. A medida que se
daba cuenta, no se sorprendió por la profundidad de su amor hacia Ral.
Uno de los hombres de la puerta le gruñó de nuevo a Erra. Él movió su cuerpo y
sus ojos se encontraron con los de Ariel, de repente empujó a Erra. Ella gruñó, tratando
de empujar al hombre para intentar sacarlo, pero era demasiado fuerte. Empujó a Erra
con tanta fuerza que cayó al suelo. Ariel jadeo y al instante corrió en dirección de Erra
para ayudarla a levantarse. Los otros tres hombres entraron en la casa, él último de
ellos cerró la puerta detrás de él.
Erra siseó y mientras sacudía la cabeza en dirección a Ariel, vio el terror en los
ojos de la mujer cuando sus miradas se encontraron. Esto hizo que se detuviera en seco
le gruñó algo y señalaba hacia la habitación. Erra se puso en pie antes de lanzarse
contra el hombre quien la había derribado, había comenzado a caminar hacia Ariel, la
anciana se abalanzó otra vez sobre el hombre gritando.
El hombre se dio la vuelta rápidamente, el poderoso movimiento envió a Erra
volando de espaldas para golpearse fuertemente contra la pared, cayendo su cuerpo al
suelo. Erra no se movió, pero Ariel vio que aún respiraba. Un suave gemido salió de
Erra un segundo después, sus brazos se movían.
El terror había paralizado a Ariel, los cuatro hombres volvieron su atención de
nuevo a ella, vio al que se encontraba cerca de la puerta agarrarse su camisa y de un
tirón se la quito. Sus ojos fueron hacia el otro, este alargó su mano a la parte delantera
de sus pantalones, los abrió para mostrar que estaba excitado, era malditamente claro
para Ariel lo que querían, mientras que lentamente se acercaban hacia ella mirando su
cuerpo de arriba abajo. Suavemente le gruñeron diciendo solo Dios sabe que mientras
se separaban para rodearla.
Ariel gritó mientras corría a toda prisa, logro llegar a la habitación cerrando la
puerta detrás de ella y poniéndole llave no tenía ningún lugar adonde ir se dirigió a la
puerta del baño y se dio vuelta. Algo golpeó fuertemente la puerta, esta era resistente y
el seguro estaba puesto, pero dudaba que alguna de esas cosas mantuviera a esos
hombres fuera por mucho tiempo.
No sabía qué hacer, estaba aterrorizada la iban a violar, lo sabía. Habían
lastimado a Erra, quien había intentado defenderla. Se preguntaba si estaba realmente
herida o si sería capaz de conseguir ayuda. Algo golpeó la puerta y esta crujió
fuertemente. La gruesa madera se estaba rompiendo, frenéticamente sus ojos
recorrieron alrededor del cuarto. Si Ral tenía armas en la habitación nunca las había
visto, en lugar de eso tomó más ropa y las abrazó contra su cuerpo.
Escucho un gruñido más fuerte cuando algo golpeó de nuevo la puerta, vio
como se astillaba y se agrietaba en algunas partes, sollozó, retrocediendo hasta entrar
completamente dentro del baño. Cerró la puerta poniendo el seguro. Temblaba
mientras se ponía los pantalones y se ponía una de las enormes camisas de Ral. Si tenía
que pelear contra ellos no quería hacerlo casi desnuda.
Frenéticamente hizo una evaluación al baño en busca de una vía de escape no
había ventanas, tal vez debió de haber intentado escapar por la ventana del dormitorio,
pero sólo hubiera conseguido llegar hasta el patio trasero. El muro que rodeaba la casa
era demasiado alto para que pudiera subir por él y no había ninguna reja, habría
quedado atrapada. Por lo menos en el baño tenía otra puerta entre ella y esos hombres.
Escucho cuando la puerta del dormitorio se rompía, estrellándose contra la
pared, Ariel abrió los cajones debajo del gabinete en busca de un arma. Encontró las
tijeras que Ral utilizaba para recortarse su pelo, las tomó eran como unas largas tijeras
como las que conocía pero estas estaban un poco curvadas y extremadamente filosas.
Retrocedió hasta la ducha y cerró una puerta como de cristal, no tenia manera de cómo
cerrara, pero lo hizo así que sólo tenía una pequeña abertura así que sólo un hombre
sería capaz de entrar en la ducha para tratar de agarrarla, tomo tijeras en un agarre
mortal.
Arremetieron contra la puerta del baño, sabía que no sobreviviría si ponían sus
manos en ella, sería una manera horrible de morir. Ral siempre había sido amable con
ella y no podía imaginarlo tocándola sin el cuidado de no lastimarla. Los hombres
Zorn eran grandes y fuertes por naturaleza, a los cuatro hombres que estaban detrás
de ella, obviamente, eso no les importa, sabía que Ral mataría a cada uno de ellos
cuando se enterará de lo que habían hecho.
Sus pensamientos se dirigieron a Ral, la agonía la desgarraba, el la lloraría. Sabía
que él la amaba, rezo para que él no se culpara, si hubiera venido directamente a casa
habría estado allí para defenderla, lo había visto pelear contra cuatro hombres antes.
Los cuatro hombres que entraron en la casa no se veían diferentes a los que estaban en
el asteroide y habían intentado alejarla de él. Ral fácilmente podría acabar con esos
idiotas. La puerta del baño se rompió.
El tiempo de Ariel se había terminado, estaban en el cuarto de baño, el hombre
que había atacado a Erra de un tirón abrió la puerta de cristal. Metió la mano para
agarrarla, Ariel gritó y, utilizó las tijeras como un cuchillo, lanzándose hacia adelante
lo apuñalo en el pecho.
El mango de las tijeras se clavó en su piel también, pero no la cortaron a ella.
Sintió la sangre caliente corriendo por sus manos, volvió a gritar cuando el hombre
rugió de dolor. El hombre se tambaleó hacia atrás con las tijeras incrustadas
profundamente en su pecho.
Se echó hacia atrás y golpeó la pared de la ducha lo suficientemente fuerte como
para sacarle el aliento, se quedó viendo el rostro del hombre mientras retrocedía
tambaleándose hacia sus compañeros. El miro hacia abajo donde las tijeras sobresalían
de su pecho. Ariel vio la sorpresa en su rostro, se quedó en silencio antes de
derrumbarse, sus compañeros se paralizaron en estado de shock, al ver cómo salía la
sangre del pecho de su compañero.
El herido cayó hacia delante, y no se movió más, las tijeras se incrustaron más
profundamente cuando cayó, se podían ver las puntas afiladas saliendo de su espalda,
ya que estaba sin camisa. La sangre brotaba de la herida, por toda su espalda hasta el
piso del baño. Uno de los atacantes echó la cabeza hacia atrás, aullando. Ariel gritó, los
tres hombres se quedaron en silencio, vio sus expresiones. Ellos iban a torturarla antes
de matarla, no tenía ninguna duda de eso.
Uno de los hombres tuvo que pasar por encima de su amigo caído para llegar a
la ducha. Agarró a Ariel por la parte delantera de la camisa de Ral, escucho como la
ropa se desgarraba un tirón mientras el hombre tiraba fuertemente de esta. Su pie se
golpeo contra la parte inferior de la ducha, el dolor se disparó por su pie mientras era
arrastrada hacia adelante. Sus pies golpearon el cuerpo del hombre caído, mientras
era arrastrada gritando del cuarto de baño.
Los pies de Ariel dejaron el suelo, el hombre la lanzo sobre la cama, golpeando
lo suficientemente fuerte que reboto cayendo al otro lado golpeándose fuertemente en
el suelo. El dolor estalló en su cadera, muslo y brazo que fueron los que recibieron casi
todo el impacto. Por debajo de la cama los podía ver moviéndose, sabía que si
permanecía tirada ahí moriría.
Rodo por debajo de la cama, las camas Zorn no eran tan diferentes a las de la
Tierra sólo eran más altas y con marcos más firmes. Avanzó hacia el centro de la gran
cama y se quedó allí jadeando. Se acercó y se agarró de las barras de la estructura. Sus
dedos apenas tuvieron tiempo de apretar las barras y el colchón antes de que una gran
mano la agarrara por el tobillo.
Gritó de dolor cuando uno de los hombres trató de arrastrarla hacia afuera.
Casi arranco una de las barras de la cama, el hombre tiró de ella lo suficiente fuerte
como para que sus pies ya no estuvieran bajo la cama y sus brazos se estiraban
dolorosamente por encima de ella ya que se negaba a soltarse.
Sácala de ahí, espetó uno de los hombres.
El conis aun estaba encendido, traduciendo todo lo que se hablara en el cuarto
podía entenderlos por lo que ellos podrían entenderla, sabía que esto probablemente
no ayudaría, pero tenía que intentarlo. La mano que sujetaba su tobillo aumento la
presión hasta que gritó de dolor. Sentía como si estuviera aplastándole el tobillo, el
bastardo lo hacía a propósito para lastimarla y que no pudiera escapar. El dolor era
suficiente fuerte como para hacerla gritar.
Ral te matara, no hagas esto.
Ral está ocupado, espetó otro hombre. Y prenderemos fuego a la casa una
vez que hayamos terminado contigo, así que no dejaremos ningún olor para que
podamos ser rastreados.
Sacarla ahora, no tenemos mucho tiempo.
El hombre le dio un fuerte tirón a su tobillo, Ariel gritó de nuevo. Sus dedos
fueron dolorosamente arrancados por sujetarse de la barra, el hombre la sacó
brutalmente de debajo de la cama, levanto la vista y vio a los tres hombres Zorn
medios desnudos. El que la tenía agarrada por tobillo no la soltó, en lugar de eso con la
mano que tenía libre le agarró el pantalón y dio un fuerte tirón.
Ariel lo pateo con su pie libre. El hombre Zorn era monstruosamente alto por lo
que no pudo alcanzar sus bolas, sus piernas eran demasiado cortas se las arregló para
patearlo en el muslo. Ella gritó cuando le bajó los pantalones, trató de rodar y agarrarse
de la cama. Si tan sólo pudiera soltarse y arrastrarse de nuevo debajo de la cama podría
retrasar sólo un poco más el ser violada.
Los dos hombres se agacharon, agarrándola de los brazos, la levantaron y la
lanzaron sobre la cama. El hombre que agarraba su tobillo puso su rodilla en la orilla
de la cama entre sus muslos. Ella tiró de su pierna libre hasta el pecho y con puro terror
encontró la fuerza para patearlo de nuevo. Esta vez lo pateo más fuerte y en un mejor
lugar. El hombre echó la cabeza para atrás cuando el pie de Ariel lo golpeo en su
mandíbula. Su agresor soltó su tobillo al recibir el impacto, desafortunadamente no le
había roto el cuello, porque rugió de dolor.
Escucho otro rugido y este se oía cerca, vio a los hombres que todavía sostenían
sus brazos, girar sus cabezas en dirección a la puerta del dormitorio. Ariel no perdió el
tiempo viendo lo que fuera que llamo su atención. De un tirón movió su pie libre de
nuevo hacia el pecho, se estaba haciendo daño. Debía de tener el tobillo roto, o por lo
menos un esguince, pero ignoro el dolor, miró hacia abajo. Al hombre al que había
pateado sujetaba su mandíbula con una mano mientras que con la otra aun la tenía
agarrada por el tobillo. Tomando aire, ella lo pateo lo más fuete que pudo, su pie se
clavo directamente en su entrepierna.
Había dado en el blanco vio como su boca se abría, y de repente la soltó del
tobillo, mientras se agarraba la parte delantera de sus pantalones. Cayó lentamente
hacia atrás hasta chocar contra el suelo. Soltando un chillido agudo. La alegría la
golpeó en ese segundo. Esa era otra vulnerabilidad de los hombres en las que eran
universales sin importar su planeta de origen.
Ariel se giro tratando de patear a otro de los hombres que la sujetaban, pero ellos
la soltaron. Ambos se alejaron de la cama antes de que ella tuviera la oportunidad, el
terror estaba grabado en sus rostros mientras miraban hacia la puerta rota del
dormitorio, sus ojos siguieron los ellos. Ral entro furiosamente en el dormitorio.
Una rabia como nunca ella había visto antes distorsionaba sus rasgos. Él rugió,
lastimando sus oídos. El conis no tradujo, no necesitaba que le dijeran el significaba de
ese sonido. Los ojos de Ral se encontraron con los de Ariel. Vio como sus ojos recorrían
su cuerpo, él se movió rápido para atacar al hombre más cercano a él, atacó al hombre
a su derecha.
Algo caliente la roció, miró hacia su brazo y vio puntos rojos brillantes por todo
su cuerpo. Su cerebro reconoció que era sangre, sus ojos se dirigieron en estado de
shock a Ral y al hombre, vio el destello de una hoja de metal en la mano de Ral. El
enorme intruso cayó de rodillas vio que su garganta estaba cortada, cayó hacia delante.
Ral rugió otra vez mientras se dirigía hacia el otro hombre, incluso antes de que el
primero tocara el piso. El segundo hombre ni siquiera tuvo tiempo de hacer algún
sonido antes de que Ral estuviera sobre él. Ral levantó su brazo y ella escucho un
gruñido, se escucho silencio por un segundo antes de que oyese un gemido suave al
borde de la cama.
Ral se levantó del suelo solo, caminó lentamente hacia el borde de la cama. Miró
hacia el hombre que Ariel había pateado en la entrepierna, vio que Ral se agachaba. Su
expresión aun estaba transformada en rabia pura, un gemido, esta vez más fuerte,
proveniente del hombre. Ral lo levanto por el pelo y Ariel observo cómo le cortaba la
garganta, arrojando su cuerpo a un lado. Ral respiraba con dificultad, estaba todo
ensangrentado, en amabas manos en la hoja que aun sostenía y en su ropa. Se volvió a
mirar a Ariel.
Estoy bien, su voz se le quebró. Llegaste justo a tiempo.
Ral dejó caer la cuchilla sobre la cama mientras la alcanzaba, Ariel no se inmutó,
cuando Ral fue por ella con las manos ensangrentadas. Con suavidad, la levantó en sus
brazos y la abrazó fuertemente contra su pecho ensangrentado. Él hundió la cara en su
garganta, todavía estaba respirando con dificultad y temblaba de furia.
Ariel no dudó, le echó sus brazos alrededor de su cuello aferrándose a él. Ral la
había salvado una vez más, había matado por ella una vez más. Habían sobrevivido y
estaban los dos juntos.

10

Ral se negaba a bajarla, se negaba a apartarse de su lado, a Ariel no le importaba


en absoluto. Se sentó en el sofá sosteniendo firmemente Ariel en su regazo. Los brazos
de Ral estaban alrededor de ella, sosteniéndola con fuerza. Después de una ducha,
ambos estaban limpios con el pelo mojado y la ropa limpia. Los muertos habían sido
retirados de su casa, había tenido suerte además de algunos moretones, sólo se había
torcido el tobillo. No tenía nada roto.
La fuerza de policía uniformada de Zorn llegaron y se fueron, Ahhu había
llegado para tratar las lesiones, Erra estaba herida, pero estaba bien, se apresuró en
busca ayuda, pero Ral había llegado a casa antes de que los vecinos pudieran darse
prisa para ir al rescate de Ariel. El conis había sido trasladado a la sala, ya que el
dormitorio estaba manchado de sangre y fuera de servicio hasta que pudiera ser
limpiado.
No entiendo cómo se atrevieron, dijo Erra en voz baja. Eres el Argis Ral.
Erra sostenía una bolsa de hielo contra la enorme hinchazón de un lado de su frente.
Era una sentencia de muerte para ellos aun si violaban a Ariel o no.
Ral aflojo su agarre sobre Ariel y suavemente la tomo por la mandíbula,
volviéndole el rostro para que pudieran verse a los ojos el uno al otro. Yo sé por qué
sucedió esto, sé que te enfadarás, yo estoy furioso, cuando tomamos las muestras en el
centro médico nos grabaron sin nuestro consentimiento. Alguien con acceso a la
grabación la puso a disposición de cualquiera con acceso a un conis. Muchos nos
vieron.
Ariel parpadeó, se horrorizo al escuchar sus palabras la sangre desapareció de su
rostro, y se sintió un poco mareada. Su corazón casi se detuvo, lo miró a los ojos y vio
la ira reflejada en ella asintió hacia ella sombríamente.
Probablemente muchos hombres vieron nuestra grabación, creó que por eso se
atrevieron a venir, vieron cómo es entre nosotros.
Oh Dios, ella suspiró. Estoy en un video porno en la Internet contigo.
Él frunció el ceño. Yo...
Lo sé, tu no lo entiendes pero yo sí. Todo el que tenga un conis puede ver lo
que hicimos, ¿verdad? ¿Nosotros desnudos haciendo lo que hicimos juntos en el centro
médico?
Ya lo he eliminado del archivo.
Pero una vez que está en el conis está fuera de tu control. No puedes hacer
nada para que la gente deje de verlo.
Él frunció el ceño. Eso no es cierto, una vez que se retira el archivo nadie puede
verlo, se va del conis.
¿No es posible que alguien lo descargue y lo pueda ver más tarde o pueda
ponerlo de nuevo en el conis?
Nuestro conis no funciona así, tiene que estar en el archivo para poder verlo en
el conis.
Sintió alivio. ¿Estás seguro?
Positivo, fue por eso se me hizo tarde, me dijeron del problema y fui a
resolverlo, toda la grabación de nosotros ha sido destruida, lo que me hace arder de
furia es el sólo pensar que esos hombres te vieron desnuda. Vieron lo que yo veo
cuando te toco, lo que es sólo mío. Quiero matar a cada hombre que vio tu hermoso
cuerpo siendo tocado por mí.
Ella cerró sus ojos, los abrió después de una respiración profunda.
Entonces, ¿Por qué atacaron? No entiendo.
Eres muy sensible a mi tacto y eres diferente a nuestras mujeres, haces que los
hombres se pongan duros, Ariel. Muy duros y muy estúpidos, si pensaban que podían
venir de tras de ti y tocarte, mataré a cualquiera que lo intente de nuevo. No permitía
que salieras de casa por miedo a que pudieras atraer otros machos con tu apariencia.
Tenía miedo de que alguno de ellos pudiera asustarte al acercarse a hablarte, pero
nunca pensé que alguno se atrevería a venir tras de ti de esta manera. Tú eres mía.
La puerta principal se abrió de repente, Ariel jadeo cuando Ral la quitaba de su
regazo tan rápido que el mundo giró mientras él se ponía de pie para gruñirles a los
entraron a su casa, él se colocó entre Ariel y la puerta para protegerla, podía ver como
el cuerpo de Ral se tensaba.
Su enorme cuerpo lentamente se relajo y después se sentó, estirándose para
alcanzar a Ariel y volverla a colocar sobre su regazo. Su comportamiento la dejó
sorprendida, al instante se sintió ansiosa. Seis hombres entraron en la habitación. Ariel
reconoció a los tres hermanos de Ral y a Berrr Hyvin, los otros dos hombres eran
extraños, pero estaban vestidos como guardias con armas atadas en sus caderas.
Cerraron la puerta principal cuando todos estuvieron dentro de la sala.
¿Qué es lo quieres? Ral miró hacia su padre. Estoy furioso contigo, tú
fuiste el que ordeno realizar esas pruebas y solo tú podías ordenar que nos grabaran
sin nuestro consentimiento, todo esto es culpa tuya.
Hyvin Berrr bajó su cabeza un poco, sus ojos, tan parecidos a los Ral, miraban
fijamente sobre la resplandeciente mirada de furia de su hijo. No pensé que alguien
pudiera robar la grabación y ponerla en el conis para que todo el mundo los viera, esa
no era mi intención. Tu eres el que tomará mi lugar algún día para gobernar Zorn,
necesitaba asegurarme de que no te estuvieran controlando. Quería hacerle pruebas a
ella, quería saber cómo te estaba controlando.
Ral gruñó. La pusiste en peligro.
El hombre bajó la vista, mirando al suelo y después retrocedió. Lo sé, no
tengo excusa, te pido disculpas. Sé que no está controlándote, revise la grabación y el
resultado de las pruebas, no hay control químico.
Mierda, Ariel gimió. Grandioso, ¿hay alguien quien no nos haya visto
teniendo sexo?
Yo no, dijo Erra en un tono muy suave.
Ariel le dirigió una mirada de agradecimiento. Gracias.
Todos lo vimos, dijo Argernon con un gruñido, le lanzó a su padre una fría
mirada.
No sabíamos lo que íbamos a ver o de lo contrario me hubiera ido de esa
reunión, nos llamó a todos para evaluar lo que él llamo una amenaza.
Todo el color abandono el rostro Ariel. Genial. Ella miró a Ral.
Creo que ahora todos los miembros de tu familia nos han visto teniendo sexo.
Él gruñó y miró a sus hermanos y a su padre. Estoy furioso.
No te culpo, dijo Hyvin Berrr en voz baja. Nunca pensé que esto podría
llegar a la población y que lo vieran, estoy muy apenado, Ral. No fue mi intención
poner en peligro a cualquiera de ustedes en ninguna manera, no fue mi intención de
que esto sucediera. Iba a ser un asunto familiar privado, hemos visto la grabación y nos
dimos cuenta de que lo que había era algo entre ustedes dos y no porque ella te
estuviera controlando.
Uno de los hermano resopló. Ella puede controlarme si…
Argernon le dio un fuerte puñetazo en la boca, gruño. Esa es la mujer
vinculada a nuestro hermano, ahora respétala.
El hermano más joven hizo una mueca de dolor y coloco su mano encima de su
ahora sangrante labio partido, asintió con la cabeza y bajó sus ojos, no dijo nada.
Argernon suspiró, echó un vistazo a Ral.
Lo que padre está diciendo es que no sabe qué hacer para arreglar las cosas. No
sólo te ha causado problemas con tu vinculada y con otros hombres que la desean.
Desesperadamente, dijo el hermano hablando con su mano alrededor de su
boca.
Argernon gruñó.  Sigue hablando si quieres perder algún diente. Sus ojos se
volvieron hacia Ral.
Padre realmente ha hecho un buen lío. Desafortunadamente, la grabación fue
vista por muchos hombres. Esto ha causado muchos problemas en general,
necesitamos tu ayuda. Necesitamos que dejes a un lado tu rabia porque se está
generando un serio problema con nuestra gente.
Ral se tenso, filtrándose las emociones en su rostro. Ariel vio como presionaba su
boca en una fina línea. Parecía furioso mientras le dirigía una mirada a su padre antes
de darle toda su atención a su hermano.
¿Cuál es el problema?
Argernon vaciló, sus ojos vieron a Ariel nerviosamente y después volvió a ver a
Ral.
Quieren una como ella, algunos exigen que les permitamos ir al planeta para
encontrar mujeres con las que puedan vincularse.
Ariel sabía que no era la única sorprendida por la declaración de Argernon.
Escucho a Ral sisear y sintió como se tensaba su cuerpo. Se relajó un segundo más
tarde, sacudiendo la cabeza negando.
Diles que no estamos en la esclavitud, lo que ellos quieren está mal. No iremos
a otro planeta a robar mujeres, tenemos una buena población de mujeres aquí.
Nuestros hombres superan en número a nuestras mujeres, pero no es un problema.
Lo intentamos, dijo el hermano que no había hablado todavía. Están
dispuestos a rebelarse, Ral tendríamos una guerra en nuestras manos, podrían atacar a
nuestra familia en grupo y podríamos ser despojados del poder, demasiados quieren
que traigamos a las de su especie aquí. Quieren una como ella.
No soy un maldito juguete, Ariel estaba furiosa.Ral tiene razón. No
pueden ir a mi planeta para secuestrar mujeres.
Ellas no son iguales a nuestras mujeres. Ral frunció el ceño.
El hermano más joven soltó un bufido. No me digas. Su labio había dejado
de sangrar. Ella está hecha para el placer puro, es mucho mejor que nuestras
mujeres. Fue tan excitante verte que se lo hicieras de pie de frente con ella entre tus
brazos.
Esta vez fue Hyvin Berrr quien se volvió para darle un puñetazo. El padre lo
golpeó con la fuerza suficiente como para hacerlo tambalear. Hyvin Berrr gruñó.
Suficiente. Se volvió hacia Ariel dándole una mirada de disculpa.
Es joven y su boca está dominada por su parte inferior, por favor, perdona su
juventud.
Ral levantó a Ariel de su regazo y suavemente la sentó junto a él. Lentamente se
puso de pie para mirar a su hermano menor. Una palabra más para avergonzar a
Ariel y yo te golpeare, le lanzo una mirada a su padre.
Ellos no entienden que es diferente en muchos sentidos además del sexual.
Hyvin Berrr vaciló. ¿Cómo cuales?
Ella no comparte con otras sexualmente, dijo Ral en un tono tranquilo, le
dirigió una mirada a su hermano menor.
Eso significa que sólo tendrás sexo con una mujer hasta la muerte. Miró de
nuevo a su padre. Es consciente de su cuerpo desnudo, no anda desnuda a menos
que estemos solos. Es su costumbre, necesitan tener fuertes emociones hacia un
hombre para tener relaciones sexuales con él, Ariel necesita un fuerte compromiso y de
mi atención para ser feliz. Yo estoy feliz de hacerlo, ¿pero los otros lo estarán?
Ral miro hacia el hermano que sólo había hablado una vez. Rever, son muy
incontrolables, yo lo encuentro atrayente, pero la mayoría de los hombres estarían en
desacuerdo con una mujer quien no se somete, ni cumple sus demandas. Su raza se
resiste por lo que he aprendido de ella, no ha concebido por lo que es probable que no
podamos tener descendencia, a mi no me importa. La quiero más que a nada, sé que
muchos hombres exigen vincularse a una mujer que sea capaz de proporcionarles
descendencia.
Argernon sonrió. Daremos a conocer esta información, les haremos pensar
sobre el deseo de querer a una mujer como ella, sin importar cuán interesados estén
sexualmente, puede que funcione. De lo contrario, aun tendremos que enfrentar este
problema.
Rever se encontró con los ojos de Ariel. ¿Es tu mundo tan diferente al nuestro?
Ella vaciló. El agua es azul y al igual que el cielo, sólo tenemos una luna. Los
árboles en su mayoría. Son de color café. Los hombres y las mujeres son iguales, las
mujeres lucharon por ese derecho, nos encanta una buena pelea. Tenemos historia de
defendernos cuando somos atacadas. Si yo no amara a Ral tendrían serios problemas
conmigo.
Ella mato a uno de sus agresores, dijo Ral en voz baja.
Matarán por protegerse a sí mismas, son un pueblo fuerte y merecen nuestro
respeto. Si algunos de nuestros hombres desean encontrar a una mujer con quien
vincularse, tiene que ser de manera voluntaria por parte de la mujer.
De acuerdo, gruñó Hyvin Berrr. Les daremos los datos de tu mujer, junto
con los inconvenientes, les diremos que si desean intentar vincularse con una mujer de
tu raza, primero deben obtener el consentimiento de ella. El hombre miró a Ariel.
¿Tu gente sabe de nosotros?
Creemos que estamos solos en el universo, tenemos la sospecha y la esperanza
de que exista vida en otros planetas, pero no creo que estemos listos para que alguien
venga a hablar abiertamente con nosotros. Les daría miedo y mi gente es peligrosa
cuando tiene miedo, la mayoría ataca cuando lo siente. Mi planeta está dividido por
muchos líderes y no todos son de la misma opinión, todavía tenemos peleas entre
nosotros que a veces se convierten en guerras. Creo que los atacarían si supieran que
están allí. Todavía no contamos con la tecnología para viajar demasiado lejos dentro
del espacio, sin embargo estamos trabajando en ello. Un día, tal vez, pero no creo que
mi pueblo esté listo para tener el primer contacto con tu raza.
¿Qué es lo que sugieres?
Ella dudó, sus ojos fueron a Ral, lo amaba. Él era todo para ella. Si algunos de sus
hombres estaban dispuestos a amar a alguna de su raza tanto como ella lo amaba a él,
quien era ella para interponerse en el camino, volvió sus ojos para mirar al padre de
Ral de nuevo.
¿Me juras que así lo harás, que solo traerán a mujeres que estén de acuerdo de
irse con tus hombres?
Te lo juro.
Tendrán que ir a aéreas remotas para encontrar mujeres y no permitan que mi
gente sepa que están ahí, tendrán que ocultar su visita. Tenemos excelentes sistemas de
comunicación con dispositivos portátiles para pedir ayuda si es necesario, contamos
con ojos mecánicos alrededor de mi planeta en el espacio que sigue el movimiento,
además tenemos armas. Tendrán que ir en una pequeña nave en la noche. Hay
toneladas de avistamientos de naves espaciales en la noche en zonas alejadas de los
Estados Unidos. La gente piensa que están locos cuando alguien dice que vieron uno,
bueno en realidad, nadie los toma en serio si no tienen pruebas, no les den ninguna.
También hablan muchos diferentes idiomas. Yo hablo inglés, tendrán que asegurarse
de buscar a una mujer que hable este idioma para que puedan entenderla, soy de los
Estados Unidos.
Bueno a trabajar. Hyvin Berrr asintió con la cabeza a su hijo. Yo cause este
lío y lo voy a arreglarlo, Ral. He puesto guardias alrededor de tu casa para proteger a
tu vinculada, le he pedido a Rever que se haga cargo de tus obligaciones por un par de
semanas para que así puedas pasar más tiempo con tu vinculada y la tranquilices por
la angustia por la que hoy paso, nunca quise que esto sucediera. Te ofrezco mi más
profundas disculpas, hijo. De alguna manera arreglare esto para ti.
Ral suspiro. ¿Aceptas a Ariel como mi vinculada?
Hyvin Berrr hizo una profunda reverencia. Lo hago, hijo mío. Él se inclino y
sus ojos se volvieron a Ariel. Estás destinada a permanecer con mi hijo como su
vínculo, te pido disculpas.
Gracias, le susurró Ariel.
Podrías compensarnos dándole prioridad para integrar el programa de
traducción de los alienígenas a nuestro implantes traductores, me gustaría que fuera
posible comunicarme con Ariel todo el tiempo y no sólo en un cuarto con el programa
corriendo en el conis.
Hyvin Berrr asintió a Ral. Considéralo una prioridad. Voy a informar a los
médicos para que pongan a todo el personal médico en el proyecto antes de que
termine el día.
Gracias, padre, y gracias por los guardias, así me ayudaran a proteger a Ariel.
Ral abrazo a Ariel contra su cuerpo, quedándose en silencio mientas su familia y
los guardias se fueron. Ariel le sonrió a Erra cuando la mujer se levantó en silencio y
caminó hacia la cocina que estaba al otro lado de la casa. Ariel y Ral se quedaron solos
en la sala de estar, el suspiró.
Mi familia hizo un completo lio de nuestra vida.
Ariel soltó un bufido. Hay algo que los seres humanos y los Zorn tienen en
común. Las familias pueden arruinar un gran momento cuando piensan que están
haciendo lo correcto al meter su nariz en asuntos de los demás.
Él frunció el ceño, abriendo su boca.
Ella se echó a reír. Lo sé, te enrede. Es un cosa universal que las familias que
tratan de proteger a sus seres queridos hagan un lío más grande.
Él sonrió. ¿Los seres humanos también lo hacen?
Oh, sí. Ella le sonrió a su vez, su sonrisa se murió con un pensamiento.
¿Cuántas personas crees que nos vieron teniendo sexo?
Él se encogió de hombros. Lamento que pusieran la grabación en el conis pero
ya está hecho, no hay manera de que podamos cambiar eso.
Al menos tu padre nos ha aceptado.
Si hubiera sabido que eso era lo que hacía falta para que nos aceptará, lo habría
invitado para que nos viera teniendo sexo. Desde que regresamos, ha estado
mandándome mujeres al trabajo para tratar de alejarme de ti. Realmente me hizo
enfadar.
Nunca me hablaste de eso.
¿Me hubieras dejado ir al trabajo? Tenía trabajo que hacer.
No tienes trabajo por un par de semanas, ya escuchaste a tu padre. Él hará que
tu hermano cumpla tus obligaciones.
Una sonrisa apareció en el rostro de Ral. Eso significa que podremos estar a
solas y tú estarás desnuda para mí. Se puso de pie balanceándola en sus brazos y
comenzó a caminar hacia la habitación, se paralizo. La rabia cruzó su rostro. Nuestra
habitación ha sido destruida.
La habitación de invitados.
Él asintió. Mañana tendré el dormitorio completamente limpio y despejado.
Vamos a recuperar nuestra habitación de nuevo.
Ella le echó los brazos alrededor del cuello. Te amo, Ral.
Él inclinó su cabeza para besarla, sus ojos brillaban. Yo también te amo, Ariel
y te lo demostrare durante horas.

11

Ariel estaba nerviosa, no sabía que le estaba sucediendo y si alguien podría hacer
algo por ella, miró a Ral, realmente parecía asustado por ella sostenía su mano.
Si ellos no pueden hacer nada por ti podemos regresar a tu planeta en una
semana, hable con mi padre, dijo que tenía a alguien estudiando el sistema de
navegación de los Anzons, con la descripción que nos diste de tu mundo. Pensamos
que hemos encontrado la Tierra. Nos tomaría una semana llegar viajando rápidamente,
podría llevarte para que tus médicos puedan verte. No puedo permitir que mueras,
Ariel. Tú eres todo para mí.
Ariel luchó contra las lágrimas, se sentía fea. Tenía fiebre y parecía una mancha
roja, como si se hubiera quemado levemente, también se estaba sintiendo hinchada.
Eran como los síntomas del PMS (síndrome premenstrual) pero peor. Su estómago
estaba hinchado, sus pechos le dolían y sus dedos estaban hinchados.
No creo que esto me mate, creo que tengo algún tipo de reacción alérgica,
probablemente lo causo algo que comí.
Él gruñó suavemente. Estas sufriendo, odio esto y no te sientes bien. Tu piel
está tan caliente como la mía y generalmente tu piel es más fría. Y también la tienes
roja, sé que te duelen los pechos y los tienes más sensibles.
Ella le sonrió. ¿Siempre me ves con detalle?
Él le devolvió la sonrisa. Siempre tienes toda mi atención cuando juegas con tú
ropa, en especial cuando te la quitas.
Ahhu era el personal médico asignado a Ariel. Era la mejor en su campo y se
hacía cargo de toda la familia Berrr, entró sonriendo. Ariel se relajó en la mesa de
exploración. Si Ahhu sonreía después de realizar todas esas pruebas entonces tenía que
ser algo para lo que tenía una cura.
Recuéstate y relájate, le ordenó Ahhu. He encontrado la causa de tu
malestar, esta la primera vez así que tendremos que observarte de cerca, pero creo que
vas a estar bien.
Ariel se relajó sobre su espalda. Ahhu encendió una pantalla en la pared y abrió
una cabina debajo de la mesa de exploración, sostuvo una especie de varita. Ella sonrió
mientras la levantaba hacia Ariel, casi protesta cuando la mujer levantaba su vestido
mostrando que estaba desnuda de la parte de abajo de su cuerpo. Ahhu movió la varita
sobre la piel expuesta de Ariel.
Mira. Ahhu señaló a la pantalla.
Ariel se quedó mirando las sombras en los colores de la pantalla, parecía como
una niebla verde sólo que más oscura. Escucho reír a Ahhu.
¿Ves lo que veo?
Verde, eso es todo lo que veo. Ariel le lanzo una mirada a Ral. ¿Sabes de lo
que está hablando?
Él sacudió su cabeza y le gruño a Ahhu. ¿Qué es?
Ahhu se rió entre dientes pulsando un botón de la varita, bajándola y camino
acercándose a la imagen congelada. ¿Pueden ver esa masa oscura aquí? Es la cabeza,
aquí está el cuerpo, Aquí un brazo y aquí las piernas dobladas. Les sonrió.
Felicidades estas gestando una nueva vida.
La sorpresa golpeó a Ariel. Se quedó mirando la pantalla y vio la forma del bebé
ahora que se lo habían señalado, sus ojos se llenaron de lágrimas. Había llorado de
felicidad la semana pasada cuando le habían implantado el par de traductores en sus
oídos, pensó que habían sido las mejores noticias que le podían haber dado su médico.
Sus ojos se dirigieron hacia Ral.
Ral tenía la vista fija en la pantalla en estado de shock, ella vio que su boca se
había quedado abierta. Él tragó saliva y luego echó la cabeza hacia atrás soltando un
rugido que hizo saltar a Ariel. Eso la asustó mucho, miró a Ral mientras inclinaba su
cabeza hacia ella, su enorme sonrisa era casi dolorosa. La emoción y la felicidad
estaban claras en sus ojos a medida que se estrechaban con los de Ariel.
Hemos creado una vida juntos.
Ella se rió. Lo sé. Oh, Ral Te amo.
Ral la besó, su sonrisa desapareció, gruñendo sus ojos se dirigieron a Ahhu.
¿Está en peligro? Ella no está bien, si el bebé arriesga su vida debes salvar a Ariel,
ella es lo más importante para mí.
La sorpresa golpeó a Ariel, no había pensado en eso, volvió la cabeza y se
encontró con los ojos de Ahhu. La mujer sonreía.
No te preocupes, Argis Ral, he realizado las pruebas. El niño es fuerte y
saludable, creo que ella tiene fiebre porque nuestro cuerpo es más caliente así que el
bebé lo debe de estar calentando, no está en peligro. Vamos a enfriar su cuerpo un
poco. Eso ayudará a recuperar su temperatura y color a la normalidad. La vamos a
monitorear muy de cerca. La hinchazón es normal en nuestras mujeres, es la manera
en que el cuerpo se asegura de que tiene los líquidos necesarios. ¿A las mujeres de tu
especie les ocurre lo mismo?
Ariel frunció el ceño. Creo que no. He escuchado hablar de la hinchazón tardía
en el embarazo. Uh, embarazada ¿De cuánto estoy? ¿Puedes decírmelo?
Ahhu asintió con la cabeza. Dos ciclos de luna.
De dos meses. Ariel sonrió. ¿Y cuántos ciclos de luna dura la gestación de sus
mujeres? En mi planeta es de nueve.
Ocho.
Ral suspiro aliviado. ¿Así que no es tan diferente?
Ahhu sonrió. Estoy segura de que estarás bien, te embarazaste. Eso significa
que son compatibles, esta es una buena noticia. Tu padre se emocionará, Argis Ral.
Ral sonrió, volteo a ver a Ariel sonriéndole. Él siempre ha deseado nietos. Serás
muy mimada por él. Prepárate.
Ariel se echó a reír. Vamos a hacer una lista de las cosas que nos puede dar.
Ral se echó a reír. Pidele menos tiempo de trabajo para mí.
Ahhu se echó a reír. Los dejare a solas, tengo que informarle a tu padre. Esto
significa que las mujeres humanas son compatibles para la reproducción. Para
cualquier hombre que quisiera vincularse con los humanos esto será un motivo de
alegría también. Dijo esto y se fue.
Ral levantó a Ariel hacia sus brazos y se sentó con ella en su regazo. Echó un
vistazo a la pantalla con su bebé todavía ahí. Él sonrió mientras sus ojos se dirigían a
su estómago.
Ahora lo tenemos todo, Ariel, soy el hombre más feliz de Zorn.
Ariel le echó los brazos alrededor del cuello y se movió en su regazo. La polla de
Ral se endureció contra su trasero. Ral siempre la deseaba. Lo tenemos todo, soy la
mujer más feliz de Zorn.
Ral la sostuvo contra su pecho. Vamos a casa. Quiero mostrarte mi amor.
Ella se echó a reír. Camina rápido.

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