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Pequeñas huellas

Nací en Lima, a las 15 horas del 4 de octubre del 2007 en la Maternidad de Lima. Se comenta
que fue una operación difícil, una cesárea prácticamente espontánea debido a dos
circulares que oprimían mi cuello y provocaban una asfixia. A pesar de las dificultades, Dios
fue guiando mi vida con grandes propósitos.

Mi madre se llama Adela Torres, quedó embarazada a los 16 años, justo cuando logró su
ingreso a la universidad. Las cosas parecían difíciles, por lo que escuché, sin embargo,
después de mi nacimiento concluyó sus estudios en psicología siendo yo su mayor motor y
motivo. Por otro lado, no tuve un padre que me apoyará desde que comenzó mi historia.
Cuando entré a la escuela por primera vez me costó adaptarme sin tener a un familiar a mi
costado, pero con el tiempo pude hacer amigos, eso era muy nuevo para mí ya que no solía
salir de casa. Cuando me gradué del nivel inicial solo pude estar con mis compañeros el 1er
grado de primaria ya que tuve que salir del colegio porque nos mudamos a otro lugar

Recuerdo una escena donde tuvimos que cantar


para el día de la madre, pero ese día mi mamá no
pudo asistir por lo que mi tía me acompañó. Me
sentí muy triste, mis compañeros tenían a sus
mamás a su lado, tomándoles fotos y mi mamá
tenía que trabajar tanto.

Cuando tenía 6 años realice una travesura, podría decirse que fue la más graciosa de mi
niñez. Mis amigos vinieron a jugar a casa y cada vez que venía una visita a la casa, mi mamita
Juana les daba algo de tomar, por esa razón puse a calentar agua en la cocina. Lo gracioso
fue que puse el agua en un balde de plástico y prendí la cocina. Recuerdo que no tenía
conciencia de que eso se podría quemar la casa, pero me decía: “voy a fijarme cada rato”,
pero por ver la tele me desconcentre hasta que empezó a oler a quemado entonces fui
corriendo a la cocina y el balde se había derretido y quemado, pero gracias al agua que
estaba dentro del balde no se logró generar un incendio en mi casa.

Una segunda experiencia fue en el segundo grado de primaria, esta vez fue dolorosa. En
esos años, yo era un niño pequeño, delgado y no decía lo que sentía, era reservado, a decir
verdad, hasta ahora. Mis compañeros rompían mis libros, me tiraban cosas, me molestaban
e incluso me golpearon. Me sentía triste, no sabía qué hacer ante esa situación, creía que
era mejor quedarme callado. Pero un día a la pregunta de mi mamá ¿Cómo te va en el
colegio? Respondí más o menos, contando lo que me pasaba en la escuela. Hace unos días
mi tajador se había perdido en el salón, cuando pregunté a mis compañeros nadie dijo nada
así que comencé a buscar el escritorio de mi compañero que se sentaba a mi lado ya que
en ese tiempo las carpetas eran para dos compañeros, mi compañero estaba allí y su
chompa cubría el cajón donde se guardaban los cuadernos, estaba muy nervioso y parecía
esconder algo así que le dije - ¡voy a buscar en tu escritorio! pero me dijo que ¡no!, le dije
que si no tenía mi tajador, entonces ¿por qué no me dejaba buscar? así que le dije como un
negociante: me das mi tajador y te doy 0.50 céntimos. Lo pensó y decidió darme mi tajador
así que lo mejor que podía hacer era decirle a la profesora que le tenía que sobornar para
que me dé algo que era mío, pero yo decidí quedarme callado ya que todo ya estaba
solucionado. Yo pensaba en positivo (:b) creía que yo salía ganando ya que mi tajador valía
más de lo pagado, ahora pienso que salir ganando era decirle a la profesora. Mi madre me
escuchó, me abrazo y me dijo que se solucionará. Fueron meses difíciles que mi madre luchó
por defenderme y tratar de eliminar el bullying en el colegio, pero no fue posible, así que
me fui a otro colegio. Bueno, antes de eso lleve un taller de defensa personal y terapia
psicológica que me ayudaron a tener mas seguridad y a contar lo que sucede.

Luego de unas largas vacaciones tuve que ir a una nueva escuela, con ganas de socializar
con nuevos amigos ya que conocía a algunos que vivían cerca de mi casa. En esos tiempos
nosotros solíamos jugar diferentes jugos (chipi taps, canicas, cartas de Pokémon y fútbol),
recuerdo que hasta en la formación jugábamos, nos turnábamos en grupos durante la
semana para que un grupo esté atrás y así todos logren jugar, a veces nos encontraban y
nos castigaban, bueno a mí solo me castigaron siete veces en todo el año, realmente es
poco en comparación con mis compañeros jajaja. Luego entre a cuarto grado en el mismo
colegio, recuerdo que me empezaron a molestar con una amiga y vecina que era mayor que
yo (:”b) pero mis compañeros me dejaron de molestar ya que se fue a vivir en otro lugar.

Mi salón participó en el concurso de danzas típicas, aunque no


logramos ganar ningún puesto y dimos todo de nosotros (:”b),
sin embargo fui interesante ya que fue la primera vez que
dance y además mi mamá y mi papá (padrastro) estuvieron
haciendo barra.
Bueno así fueron pasando los años de mi corta vida aún,
cuando ingresé a quinto regrese a mi antigua casa y también
volví a matricularme en mi antiguo colegio así que pude
encontrarme con algunos amigos de mi graduación con quien
tan bien me llevo (:b)

Actualmente, vivo en Huaraz, por motivo de trabajo de mi papá que es Policía, todos nos
mudamos aquí. Ahora estoy cursando el primero de secundaria y estoy contento ya que es
mi primera vez en secundaria (:b) bonita experiencia, espero seguir juntando más anécdotas
y experiencia que llenen mi memoria de grandes recuerdos.

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